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Número 117 - A g o s t o d e 2 0 2 0 - D i s tr i b u c i ó n g r a t u i t a w w w. u n i v e r s o c e n tr o .

c o m
2 # 117
EDITORIAL
# 117 3

Coaliciones y colisiones
Pipe,
T el bacano
odo comenzó con unas pocas ***
alternativas. Alguna razón
Nadie puede negar que el alcalde fue
hizo que la ciudad relegara
elegido con un buen número de votos de
sus asuntos públicos, apla-
opinión. Ser una opción con posibilida-
zara discusiones políticas,
des de triunfo frente al candidato más
olvidara la fragilidad de ciertas venta-
conservador y marcado con el sello del
jas presupuestales. La carrera electoral
CD empujó a muchos votantes a marcar
de octubre pasado fue entonces la más
al “independiente”. Además, Quintero
simple de las discusiones en una ciudad
supo vender su faceta de político rebelde
cada vez más compleja. No hubo un li-
y contestatario, esa fue siempre su cara
derazgo cierto desde ningún sector y las
en medios y redes al tiempo que medra-
mayores audacias de los candidatos sur-
ba en las sedes políticas y los escampa-
gieron de un juego actoral para mover
deros burocráticos. Federico Gutiérrez
un video en redes. Medellín tiene mucho
había dejado suficientes bravatas auto-
de ciudad embelesada con sus gracias,
ritarias y señales a la derecha para ani-
confiada con los aplausos a sus manda-
mar a mucha gente hasta la otra orilla.
tarios y en los mitos regionales. Fue re-
Una de las grandes calidades del can- por A N D R É S B U R G O S
velador que las figuras políticas que
didato ganador fue su embozo luego de Ilustración de Mónica Betancourt
mayor relevancia nacional ejercen desde
una larga temporada en la capital. Muy
Medellín (Uribe y Fajardo) fueran solo
pocos conocían en realidad sus mañas
una sombra durante las elecciones para
de político profesional. Pero muy rápido
la alcaldía. Al final fue una decisión un
decepcionó a una buena porción de sus
poco a ciegas entre un candidato con
electores ajenos a los intereses de pues-
una casilla heredada, Alfredo Ramos, y
tos y contratos: la entrada del Esmad en

T
otro con un perfil que apenas se intuía,
la U. de A., los visos despóticos en sus
una incógnita que dejaba ver el empa-
anuncios frente a la pandemia (cortes de enía un Renault 12 como el señora respetable. Estaba enamorada de cachete. Si ella no se aparta, hay que se- para oscurecer con un chorro poten-
que, Daniel Quintero. Y el diablo entró,
energía, abuso frente al derecho a la in- de mi papá, solo que azul. O él como nunca volví a ver alguien más guir en las mismas, sin afanes. Cuando te la pintura descascarada de un poste
y escogió.
timidad, obligación de conectar cáma- bueno, no era suyo; es una estarlo de nadie. Le perdonaba los ca- sientan que el asunto ya agarró impul- de luz. Veintidós segundos que doscien-
ras de vigilancia privada al circuito de forma de decir. En su casa chos que le ponía con la misma naturali- so, mueven la cabeza para cambiar de tos metros más adelante hicieron la di-
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la policía, pretensiones de imponer men- había un Renault 12. Ningu- dad que perdía materias. Después de las lado y que quede el otro cachete con el ferencia. La onda explosiva no nos pegó
La campaña del elegido fue avalada por talidad de informantes entre vecinos), no de nosotros tenía carro propio, pero peleas, bastaba que él se apareciera con otro cachete. En ese movimiento, cuan- de lleno, como sí lo hizo con un taxi que
53 000 firmas que supuestamente con- el seguimiento en redes a sus críticos y era como si fuera de él porque lo usa- un conjunto vallenato y cara de perro do se crucen las caras de frente, se man- vimos levantarse sobre las llantas de
firmaban el nombre de su movimiento: opositores que demuestra algo de para- ba para ir a todas partes a toda hora. A apaleado para que las canciones adolori- da un piquito a la boca así de pasón. Si atrás en un corcoveo de caballo asusta-
Independientes. Pero detrás de las fir- noia y descalificación, los intentos por diferencia de mí, nunca se le vio preo- das de Diomedes o El Binomio de Oro los le responden bien, ya uno va cambian- do. La noche entró en hiato durante me-
mas estaba la tarea de su hermano Mi- comprar con pauta oficial contenidos a cupado por correr el riesgo de dejar- volvieran a unir como dos ladrillos pe- do de vez en cuando de lado y se queda dio parpadeo para encandilarnos. No
guel Quintero, amigo de las alcancías su antojo en medios de comunicación. lo parqueado en la calle, no fuera a ser gados con lágrimas. cada vez más en lo del beso hasta que ya escuchamos la detonación, no necesita-
propias y sus ranuras, quien trabajó en que le robaran el radio o un espejo, y na- Pipe tenía por lado y lado lo que los no sale de ahí. Sencillo. mos escucharla porque el coro del tin-
la gobernación de Luis Pérez y lo acercó die le imponía una hora límite de llega- demás queríamos. Su éxito evidente- Sencillo nada. Aunque seguíamos nitus y el parabrisas fragmentado sobre
***
a esa aventura electoral. También llega- da en la noche. Pipe no estaba obligado mente no se debía a la pinta. Estaba más el consejo, rara vez al ocaso de la fies- nosotros bastaban para entender.
ron agazapados algunos políticos libera- Hacia adentro las cosas no fueron mejo- a oír una y otra vez la mismas adverten- o menos en el mismo nivel de los otros ta los demás podíamos abrazar algo di- Con voces que nos devolvieron a
les con audiencia en Bogotá y otros más res. Tres pedidos de facultades extraor- cias a cargo de un jubilado que lavaba y seis que nos amontonábamos en el Re- ferente a la botella del ron horrible que ser los niños que habíamos sido has-
con votos en Medellín: Simón Gaviria, dinarias al Concejo en solo siete meses. brillaba su carro más de lo que lo usaba. nault: ni tan bien ni tan mal. Incluso da la tierrita. Terminábamos pasándola ta hace muy poco, hicimos un llamado
David Luna, Óscar de Jesús Hurtado y Primero para mover plata a su antojo Es más, nunca se habló de que tuviera marcaba un poquito por debajo del pro- de mano en mano, a la espera de que él a lista espontáneo. Cada uno confirmó
faltan datos de otros municipios. Los go- entre todas las dependencias; después papá. Creo que alguna vez se comentó medio porque era bajito, flaco y color se hartara de darse besos en el balcón que estaba bien más allá del susto. Me-
dos se escondieron menos pero pidieron para hacer restructuración administra- y legitimidad a sus decisiones persona- maquinarias que son ahora su único que vivía con sus tías. A los dieciséis era tinta de frijol cargamanto. Su frente an- con muchachas a las que siempre bauti- nos Pipe. Nada grave le había sucedido,
más. Ahí estaban Carlos Andrés Trujillo tiva de la administración, nuevas obliga- les. Para saldar los estragos de la renun- salvavidas. Pero el alcalde no conoce el el hombre de la casa. Por eso salíamos cha no alcanzaba a ridiculizarlo aunque zaba Adriana cuando le pedíamos ma- pero solo reaccionó al tercer llamado,
y León Mario Bedoya quienes han teni- ciones en sillas para sus patrocinadores; cia los señaló de vendidos a la empresa sectarismo y le ha sumado algo de po- en ese R12 y no en el de mi papá. sí le daba un aire de haber pasado por yores datos. Cuando encendían las luces que iba adquiriendo textura de grito. Si-
do la clientela de Itagüí desde hace años, y por último, para tener la posibilidad de privada y contrarios a los intereses de pulismo al extremo partidismo, por- Medellín en 1990 se estaba yendo las manos de un caricaturista benévolo. blancas con el único propósito de echar- guió con las manos sobre la cabrilla, ab-
y Oscar Iván Palacio a quien bien se le cambiar el objeto social de EPM y con- las Empresas Públicas de Medellín. Lo que no es fácil juntar a Cambio Radical, a la mierda y no nos importaba. Toca- Era el clásico feo arreglado que admi- nos, venía hacia nosotros, se daba el úl- sorto en el escarabajito de sangre que se
pagó con el Área Metropolitana para su vertirla en una gran miscelánea. Diga- demás fue intentar conformar una jun- el Liberalismo, los concejales del Cen- ba vivir. En las advertencias de los adul- nistraba bien un par de mudas de mar- timo trago y ejecutaba un par de pasitos alejaba parsimonioso de una esquirla
hijo. Pero no solo estaban las dos bande- mos que un político que nunca había ta directiva que diera confianza, pero tro Democrático, los glotones conser- tos pululaban recuentos de bombas que ca y se ungía con loción Drakkar Noir, merengueros satisfechos. La misma ce- clavada en su nudillo. La herida era ri-
ras partidistas tradicionales. También sido elegido pretendiera hacerlo todo fue imposible. Tan mal estuvo el albo- vadores y los olvidados de La U con la cimbraban los sueños cada noche y ma- la joya de nuestros ahorros adolescen- remonia que había dado inicio a su dícula, ni siquiera iba a necesitar que lo
algunos negociantes por cuenta propia solo con su firma. También bajó el listón roto que el presidente Duque mandó un Colombia Humana de Gustavo Petro. sacres como la de Oporto, donde habían tes. Pero había en él algo que no se po- segunda parte de la noche. Después se- cosieran. El hilo granate no llegó a des-
como Gabriel Jaime Rico quien ya tie- de las exigencias para cargos directivos avión de la policía para llevarlo a Bogo- Todos contra el fantasma del Grupo matado a diecisiete. Es que Pablo anda- día comprar en la tienda de la esquina ñalaba el rumbo a la puerta. Lo que res- colgarse de su mano. Él, sin embargo,
ne fichas en varias dependencias, la se- en entidades municipales y el Área Me- tá, en compañía del gerente de EPM, y Empresarial Antioqueño (GEA), una or- ba enloquecido. Sin embargo, no había y que le granjeaba invitaciones a bailes taba era embutirnos en el Renault e ir permaneció mudo y con los ojos opacos
cretaría de gestión territorial por decir tropolitana. Era importante abrir cam- decirles que la situación era grave, que ganización maligna que saqueaba a una miedo que resistiera la posibilidad de a los que ni él mismo sabía cómo había- por una hamburguesa callejera con un fijos allí. No se movió cuando nos baja-
algo. Pero faltaba algo para el Centro po para quienes venían y no cabían por los líos creados en EPM comprometían empresa pública que a pesar de todo le una fiesta de un colegio de peladas. Ne- mos llegado. precio inversamente proporcional al nú- mos a repasar los daños que se asoma-
Democrático y por eso un puesto para de falta de requisitos académicos, expe- a Colombia en muchos sentidos. Pero no entregó más de cinco billones de pesos nas, les decía Pipe con una naturalidad En varias de esas fiestas, después de mero de salsas que le ponían. ban a las ventanas de la cuadra entera.
Johny Jaramillo, un jugador polifuncio- riencia o formación relacionada con el los pudieron detener. No debe ser fácil al municipio de Medellín en los últimos que solo le salía a él. De esas particulari- haber fracasado en la conquista de al- En uno de esos remates de noche ha- El Renault estuvo en el taller hasta
nal que también ha tenido tarjetón de La cargo. En EPM las cosas se hicieron vi- recibir un consejo de Iván Duque. cinco años, el 20 % de sus ingresos. dades estaba construido su prestigio de guna morenita y sin posibilidades ma- bíamos terminado de comer y ya íba- el final del año, después de los grados
U y campaña con los liberales. Para ju- sibles, era inevitable, el tamaño de la Algo hay que reconocerle a Daniel senséi de la rumba. Y de resultados, por temáticas de emprender una nueva mos empacados en el carro rumbo a las en los colegios. Pipe entró a una univer-
***
gar por todas las puntas le dieron el In- compañía hace que todo tenga una di- Quintero, revolvió las aguas de la polí- supuesto. Pertenecer a su tripulación búsqueda con otra, me sentaba a admi- respectivas casas cuando alguno —no sidad privada y yo a una pública, una
der. Luego de la posesión llegó la ayuda mensión distinta. Dijo como alcalde Lo último ha sido encontrar nuevos tica local, se quitó la máscara muy pron- marcaba la diferencia entre contar con rar su faena. A lo mejor así conseguía fui yo— rompió la fluidez de la rutina. bifurcación insalvable que se acentuó
de Cambio Radical para llenar las va- electo que estaría dispuesto a renun- aliados y una narrativa para fingir un to, armó coaliciones impensables tanto a un plan de viernes y quedarse en la casa descifrar el secreto. Su técnica de bai- —Pipe, güevón, pará porfa que me cuando me fui a hacer una pasantía en
cantes en la junta de EPM. Quintero se ciar a nombrar gerente para dar mayor pulso frente al establecimiento. Lle- favor como en contra, despertó un cier- mirando para el techo. le no destacaba. Prefería mantenerse en estoy orinando. pogos mientras él continuaba fiel a la
eligió con el aval de un grupo significa- autonomía a la junta y al gerente. Luego gó Vargas Lleras, los liberales en Bo- to interés por asuntos públicos que pare- Esperábamos ansiosos y sin chistar los terrenos seguros de la armonía co- —Pero acabamos de arrancar. ¿Por rumba de bailoteo. Nos volvimos a en-
tivo de ciudadanos y con los votos de un nombró tres miembros de junta, designó gotá sostienen la caña ante los medios, cían resueltos, recordó que el Concejo ha en el lugar que nos pusiera la cita. Lle- nocida y no arriesgarse con acrobacias. qué no orinaste allá? —protestó. contrar cuando yo llevaba más de una
grupo significativo de políticos de via- al gerente y comenzó a trabajar por su las casas políticas locales cierran fi- sido por muchos años el cortejo del al- gaba alrededor de las once, más o menos Tampoco era que tuviera el mejor ver- —No sé, apenas me dieron ganas década viviendo lejos de Medellín. Fue
ja data. La data y el clientelismo son sus cuenta. Ni juntas ni Concejo. Pretendía las y piden pista. El alcalde “indepen- calde y sentó las bases para una nueva media hora después de que terminara bo. O quizá sí, porque algo de talento te- ahorita —insistió ese que no era yo y en uno de esos diciembres que se con-
dos fuertes, tecnología y maquinaria. un grupo de firmones que le dieran aval diente” depende cada vez más de las saga, la guerra de la falacias. su visita oficial donde Paula. Era el úni- nía que haber en hablar sin decir nada y hubiera querido serlo. sumen entre planes familiares. Coin-
co que tenía novia. Ella vivía en un cas- no aburrir a su público. Pero eso mismo —Ya esperate hasta la casa. cidimos haciendo fila en la caja de un
tigo permanente, con la casa por cárcel, lo habría podido aplicar cualquiera de —No, marica, no me da. Carulla. Aunque la línea de su pelo ha-
porque el estudio no era precisamen- nosotros. A mi entender, lo que marcaba —Educá el cuerpo. bía retrocedido y la frente ya reclamaba
DIRECCIÓN GENERAL Y FOTOGRAFÍA – Andrés Delgado CORRECCIÓN DE TEXTOS te lo suyo. Estaba repitiendo décimo por la diferencia era el brillo transparente y —Pipe, carechimba, si no parás me ser mayoría en su cara, seguía muy pa-
segunda vez y sospechábamos que iba juguetón, de gato chiquito, que repartía orino acá. recido. Alcanzó a contarme que se había
– Juan Fernando Ospina – Maria Isabel Naranjo – Gloria Estrada para la tercera. A pesar de que empeza- entre su mirada y su risa. Un gesto ini- —Tenés treinta segundos —conce- casado con Paula y que tenían un niño
EDICIÓN – Andrea Aldana ba a verse vieja entre sus compañeras de mitable. Él prefería achacarle su efec- dió después de un bufido resignado—. y una niña. La parejita. Sonrió duran-
Es una publicación mensual
– Pascual Gaviria salón, no la echaban del San José de las tividad a una estrategia más simple y Si te demorás uno más, te dejo. te toda la conversación y ni un instan-
– Juan Fernando Ramírez de la Corporación Universo Centro Vegas porque su papá era un señor im- terrenal, como parecía todo en su vida. El necesitado se bajó y el resto, que te conseguí atisbar allí lo que lo había
ASISTENCIA EDITORIAL – Simón Murillo Número 117 - Agosto 2020 portante. Paula estaba buenísima, pero —Pillen sardinos —a todos los hom- no éramos él pero que nos hubiera en- hecho quien era. Cuando se alejó, tinti-
– Santiago Rodas ASISTENCIA EJECUTIVA Versión digital nos absteníamos de mencionarlo, en bres nos decía sardinos—, uno baila dos cantado serlo para convertirnos de al- neaban dentro de sus bolsas las botellas
COMITÉ EDITORIAL – Sandra Barrientos universocentro@universocentro.com parte por miedo a que Pipe nos sacara de o tres merenguitos con la nena y se la va gún modo en protagonistas, le hicimos de ron y cerveza, más de la mitad de su
sus planes y en parte porque había algo parlando, haciéndola reír hasta que po- la cuenta regresiva de la meada. No mercado. Manejaba una Toyota Prado
– Fernando Mora Meléndez DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN en ella, una especie de aburrimiento de nen una tanda de vallenatico suave. Ahí tuvo que gastarse el tiempo completo de último modelo y no parecía ser un hom-
– David Eufrasio Guzmán – Gretel Álvarez WWW.UNIVERSOCENTRO.COM vaca, que nos hacía verla más como una se acerca y empieza a bailar cachete con licencia. Veintidós segundos le bastaron bre con una Adriana en su vida.
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Un corto viaje a Groenlandia


personas que de otra manera no podría
conocer, personas que no piensan como
yo, no votan como yo, no se visten como
yo; la experiencia ampliaría mi horizon-
te social y me haría un ser más tolerante.
Al final, fue una combinación de co-
sas: un verano aburrido y muy caluroso
en Zúrich, una larga racha de desempleo
y la atracción por lo desconocido hicie-
ron que viera el viaje como una opor-
tunidad para refrescarme, tener una
aventura y tal vez ganar algo de dinero,
que mucha falta me hacía.
En mi papel de fotógrafo, mi primer
intento fue con una revista austriaca en-
cabezada por una frase perfecta para
mi decisión: “Descubre y comprende el
mundo”. Mi propuesta se enfocó en una
incierta misión científica en la que iba a
embarcarse la tripulación del SY Passa-
ge, que consistiría en tomar muestras de
un permafrost que nunca antes se había
investigado y descubrir nuevas formas
de vida. Como lo científico de la misión
estaba en duda, el intento recibió una
rotunda negativa por parte del editor:
“Un montón de europeos ricos navegan-
do hacia el este de Groenlandia ¡NO ME
INTERESA!”. La siguiente revista, que
estaba dedicada por completo al mar,
respondió que acababan de hacer algo
sobre Svalbard y que, por tanto, no esta-
ban interesados en más hielo. Entonces
—justo cuando estaba fuera me volvie-
ron a meter— me llegó una respuesta
positiva de una revista de aerolínea in-
teresada en los aspectos del viaje que su-
gerían una aventura. Firmé un contrato
que me dejó sin excusas. Cuando le ha-
blé del proyecto a mi hermano (un hom-
bre con alguna experiencia marítima en
el círculo ártico), su consejo fue que co-
menzara a tomar duchas frías de diez
minutos. Este entrenamiento debería
demorar mi muerte por hipotermia por,
al menos, un par de minutos cuando ca-
yera en las aguas heladas.

El fin de mundo
El vuelo de Air Iceland de Reykjavik a
Kulusuk (uno de los cinco asentamien-
tos a lo largo de los 2670 kilómetros de
la costa este de Groenlandia) estaba lle-
no de turistas treintañeros y unos cuan-
tos niños, todos vestidos con atuendos
de excursionista, caros y coloridos. La
Fotografías y texto por L U C A Z A N E T T I persona sentada junto a mí tenía el tipo
de una vikinga: piel blanca ligeramente
Traducción de Julián Restrepo sobreexpuesta y cabello rubio, cara re-
donda y penetrantes ojos azules, dedos
gruesos, cuello fuerte y una trenza be-

¡
lla y elaborada. ¿A qué iba a Kulusuk?,
le pregunté. Respondió en un inglés con
La promesa acento holandés que iba a hacer un viaje
Jamás voy a volver a pisar un bar- pato asado a la Pekín que parecía de caucho por el cuerpo de metal de la nave. Al men- en kayak. Esperaba ver osos polares, ba-
co! Esta fue la promesa que me hice y olía a aceite de motor, como todo lo de- cionarle esto al agotado capitán, me tran- llenas, narvales, cazadores inuit y des-
a mediados de los noventa, durante más. El chiste recurrente entre los oficiales quilizó explicándome que las propiedades prendimientos de glaciares ¡antes de
un viaje de veintiún días a través del decía que Vladimir (el cocinero, de San Pe- elásticas de la estructura aseguraban que que se acabaran! Estas últimas palabras
océano Pacífico. tersburgo) mataba la comida dos veces. el impacto de las olas fuese absorbido y no invitaban mucho a más conversación,
Zarpamos de Tokio hacia Long Beach, el Vladimir también mataba botellas de desviado, evitando daños estructurales. me dejó mirando por la ventanilla pre-
puerto de Los Ángeles, en el Punjab Sena- vodka. Después de la cena a menudo toca- Luego añadió una frase impactante: “Lo guntándome acerca del fin del mundo.
tor, un carguero alemán recién construido. ba la puerta de mi cabina acompañado de que es inflexible puede quebrarse”. En el avión también iba Diane, jo-
La tripulación, oriunda de Rostock, estaba una botella sin descorchar. Brindábamos ven, adorable y de gafas, miembro de
a las órdenes de un viejo capitán que añora- por Pushkin, Tolstói, la glasnost, la Madre la tripulación del SY Passage e investi-
ba los tiempos de la República Democráti- Rusia, la amistad y el coraje hasta que me La traición gadora de células madre, que iba a ser
ca Alemana: “En aquellos días aún se podía daba por vencido y él me decía con su espe- Mi amigo Till, el orgulloso capitán del SY cocapitana en el viaje, es decir, una de
contar con tiempo, montones de tiempo”, so acento ruso: “¡Mira cuánto bebo por ti! Passage —participante en la regata Whit- mis futuras jefas. Acababa de llegar de
decía. Las mejores travesías las hacían a ¡Tú no estás bebiendo por mí!”. bread alrededor del mundo—, construido una misión científica de dos meses en el
Cuba para descargar maquinaria agríco- Pero no todo fue tedio y vodka. Una en aluminio reforzado, había estado nave- Atlántico norte, en la que usaron drones
la a cambio de azúcar crudo. La operación gran tormenta, con vientos huracanados, gando por el norte lejano por los últimos para recolectar muestras de la respira-
podía tomar tres semanas, lo que permitía golpeó al Punjab Senator en medio de la cuatro años. Remontó la costa de Norue- ción de las ballenas para analizarlas en
a la tripulación viajar por el país e incluso travesía. Tuvimos olas de entre diez y quin- ga hasta Svalbard, bajó por la costa este de busca de contaminantes.
hallar algún romance. Hoy cada minuto en ce metros, una situación realmente peli- Groenlandia hacia Islandia, subió por la De cuando en cuando, como si al-
puerto está costeado y contado. El mundo grosa para cualquier embarcación. Esto costa oeste de Groenlandia y regresó a Eu- guien hubiese encendido una bombilla,
se ha convertido en una empresa sin alma, nos sacó a todos del proceso de embalsa- ropa. Yo había estado eludiendo las repeti- el brillo de un iceberg irrumpía a través
monitoreada y cronometrada al segundo. mamiento. Durante tres días con sus no- das invitaciones a unírmele, insistiendo en de la monotonía del manto de nubes gri-
La falta de actividad física, el tedio ge- ches nadie durmió. El Punjab Senator, que mi absoluta ignorancia de asuntos marine- ses que cubría el estrecho de Dinamar-
neralizado en los espacios cerrados y el rui- hacía su viaje inaugural cruzando el Pací- ros, en la tortura de los mareos, en los pe- ca. Al comenzar el descenso, más luces
do constante de los motores, todo ello, era fico, tuvo que reducir su velocidad para no ligros de un suicidio o un asesinato y en el se encendieron, con sus halos tocándo-
demasiado para mi cerebro y mi alma, tan ser atrapado, entre la proa y la popa, por la pánico a verme atrapado en una situación se unos a otros. De repente los icebergs
acostumbrados a usar estímulos del mundo cresta de una ola, una posición que crea un social insoportable en esa caja de metal tomaron forma, gigantescos, brillantes
exterior para funcionar. Tuvimos una doble vacío central que podría romper la nave en de dieciocho por cinco metros. Till desple- y azulados, rectángulos perfectos como
navidad, pues cruzamos la línea de cambio dos. Observando esas planchas que man- gó argumentos contra mi escepticismo: yo cargueros de contenedores esperando
de fecha el 24 de diciembre. Ambas cele- tienen unido un barco podías seguir, lite- tendría la oportunidad de salir de mi zona pacientemente en fila para pasar a tra-
braciones estuvieron acompañadas por un ralmente, los golpes de las olas pasando de confort, compartiría un espacio con vés de las esclusas del canal de Panamá.
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Una ballena muerta
Luego de registrarnos en el Hotel Kulusuk el 2.1 millones de kilómetros cuadrados de tie-
dueño, mitad danés, mitad inuit, nos informó rra cubierta por el hielo. La gente sabe que la
que en el pueblo acababan de capturar una independencia podría hacerlos ricos. El acele-
ballena piloto, que deberíamos ir a ver; se en- rado derretimiento de la capa de hielo les fa-
contraba en el embarcadero. Por alguna razón cilitaría el acceso a incontables depósitos de
inexplicable, tanto Diane como yo esperába- minerales, incluyendo las muy codiciadas tie-
mos que la ballena estuviese viva. Camina- rras raras, necesarias no solo en computado-
mos los treinta minutos desde el pueblo como res y teléfonos inteligentes sino también en
si de conocer a Moby Dick en persona se trata- turbinas eólicas y autos eléctricos.
se. Tal vez después de dos meses de observar
ballenas, era imposible para Diane pensar de
otra manera, ¡yo debí haberlo sabido! Un rifle para llevar
Nuestro feliz y expectante estado de áni- Till estaba anclado en el pueblo vecino de Tas-
mo se vio interrumpido brevemente por una silaq, al costado de una nave de suministros,
jauría de perros de trineo encadenados que la Angaju Ittuk, enviada por Dinamarca en
mostraban una expresión realmente amena- el verano, cuando la retirada del hielo la per-
zante. Más lobos que perros, definitivamen- mitía atracar. Desde la lancha en la que esta-
te; incluso los cachorros que andaban libres ba cruzando la bahía al día siguiente, me las
por allí no inspiraban mucha ternura. La tarde arreglé para fotografiar la cola de una ballena
destellaba con un cielo azul. El pueblo parecía jorobada entre los icebergs, antes de que des-
de juguete con sus sesenta casitas pintadas de apareciera. Iba a ser la única imagen de una
brillante azul y rojo. Junto a estos hogares de ballena que tomaría. Tassilaq, el asentamien-
juguete había enormes y oxidadas cisternas to más grande en el este de Groenlandia, con
de petróleo, un cementerio con cruces blancas cerca de dos mil habitantes, parecía, de lejos,
desperdigadas, la mayoría sin nombre, una un pueblo minero de los Andes. Tal vez ese sea
iglesia, una escuela, un supermercado, y un su futuro. La tripulación del Passage aún no
diminuto museo donde se exhibía el “modo de estaba completa, Bruno, el arquitecto de Zú-
vida tradicional”. rich, llegaría al día siguiente.
La ballena piloto, de color gris oscuro y A bordo hasta ahora: la capitana, Leonie,
cerca de cinco metros de largo, estaba flotan- una persona peculiarmente no verbal a me-
do de lado, atada a un motor fuera de borda diados de sus veintes, de Suiza. La cocapitana
por una soga alrededor de la aleta de cola. Su Diane, la investigadora de células madre, mi-
ojo estaba abierto. ¿Acaso lo cerró? El arpón tad iraní y mitad estadounidense, pero criada
la había golpeado sobre la aleta lateral, don- en Suiza. Till, el capitán fumador y vapeador,
de un chorro de sangre se había congelado. en la mitad de sus sesentas, firme en su de-
Habían cortado la aleta dorsal y estaba tirada cisión de ceder el poder absoluto a estas dos
sobre una roca cerca de una piel de foca que jóvenes mujeres. Yo, con casi cincuenta y lige-
habían puesto a secar. Cuando levanté la ale- ramente calvo (lo que trato de compensar de-
ta toqué la parte de la carne, ¡se sentía justo jándome crecer la barba), fotógrafo en la crisis
como carne roja! Nunca antes había tocado un de la mediana edad y con gafas negras bifoca-
mamífero marino, por un instante sentí como les de diseñador. ¿Iría a ser de alguna utilidad
si estuviera viendo el cuerpo de un miembro a bordo? Oriundo de la parte italiana de Sui-
da mi familia. za. Johannes, un arquitecto alemán de sesen-
Parado cerca con el rifle sobre los hombros, ta años, fumador y curtido, de cabello largo y
rodeado por una pequeña multitud de curio- gafas a lo John Lennon. Su tarea era acortar
sos, el cazador disfrutaba un cigarrillo, dán- la escota para sacarle velocidad extra a cual-
dole profundas y significativas caladas. Como quier vela con la que estuviésemos navegan-
sucede con otras personas (gente de piel sua- do. Mathias, cerca de los sesenta, también de
ve, indígenas americanos), era difícil estimar Suiza, hombre de familia y glaciólogo por for-
su edad. A juzgar por su cabello negro y su piel mación. Estaba ansioso por volver al mundo
bronceada sin arrugas diría que estaba en- congelado tal como lo había hecho en su ju-
tre los veinticinco y los cuarenta años. Vestido ventud cuando vivió en Alaska. Este también
con varias capas de suéteres bajo una chaque- era su primer viaje en un bote de vela.
ta negra que había sido usada para pintar algo Mi primera asignación fue encargarme del
de azul, explicaba en buen inglés que primero asunto de la protección contra los osos. Till
le había disparado a la ballena con el rifle de me envió a ver al setentón Roberto Peroni, un
caza, y luego la había arponeado. La carne le explorador italiano que cruzó 1400 kilóme-
aseguraba que sus perros no pasarían hambre tros del manto de hielo con una jauría de pe-
durante el invierno que se avecinaba. Dos me- rros de trineo, escribió un libro al respecto y
ses atrás había matado a su primer oso polar, abrió un hostal sobre una colina con vista al
lo que lo convertía en un cazador consumado. pueblo y al puerto. La jugada era que, al ha-
Por la tarde nos unimos a un grupo de tu- blarle en su nativo italiano, tal vez ganaría su
ristas estadounidenses que habían concer- buena voluntad y podría alquilar un rifle de
tado una visita al museo del “modo de vida caza junto con las necesarias balas dum-dum,
tradicional”. La visita estaba guiada por una necesarias para defenderte del ataque de un
pareja, ambos maestros. Ella era nativa de Ku- oso polar. Peroni, de cabello gris, alto y es-
lusuk, él de Nuuk, y habían estado en Suiza belto, simpatizaba con la causa, pero a menos
como invitados de un científico amigo. Que- que pudiésemos garantizar el retorno del rifle
damos maravillados ante las habilidades de no lo alquilaría.
supervivencia de los inuit: kayaks hechos de Traté de convencerlo de que nos vendiera
madera a la deriva llegada desde Siberia y de uno, pero tampoco funcionó. Su negocio de
huesos de animales, drenajes y guantes para turismo estaba floreciendo y necesitaba todos
remar hechos de piel de foca, atuendos com- sus rifles. Pude contar cerca de treinta alinea-
pletos hechos de piel de oso polar, piezas por- dos en su oficina. Till (que tenía alrededor de
tátiles de madera tallada que parecían raíces veinte balas que le habían quedado de un via-
de jengibre, pero que en realidad eran ma- je a Svalbard) decidió comprar el arma en el
pas de la línea costera utilizados para la nave- centro comercial. Mostramos una bala al ven-
gación. Para evitar la ceguera causada por el dedor inuit y señalamos la sección de rifles.
resplandor de la nieve cortaban pequeñas ren- Luego de diez minutos regresó de la parte tra-
dijas en piezas de hueso que luego usaban a sera con un equipo completo, incluyendo bi-
modo de gafas para el sol. noculares. No había que mostrar ninguna
Ahora era diferente, estaban en un perío- identificación, no había que firmar nada. Un
do de transición de una sociedad de cazadores rifle para llevar, por así decirlo.
a una de pescadores, lo que estaba causando A continuación, fui puesto a cargo de com-
muchos problemas y sufrimiento. Significaba prar comida para siete personas durante tres
una rápida pérdida de identidad porque cul- semanas. La experimentada Leonie tenía una
turalmente, y en un nivel instintivo, aún eran, regla de oro: debíamos llenar al menos tres
por mucho, cazadores. Pero la pareja guía carros de supermercado y, de la mayor impor-
agregó que los inuits son un pueblo positivo tancia, debía haber una manzana diaria por
que mira hacia el futuro. La siguiente gene- persona, lo que daba un total de 147.
ración estudiará duro, aprenderá habilidades Esa noche fuimos a la discoteca local. Te-
organizacionales y pronto se independizará nía una atmósfera enérgica con muchas pare-
de Dinamarca. Si se alcanza la independen- jas bailando mediante el método de agarrarse
cia, los 56 000 groenlandeses, de los cuales el con fuerza y dar giros, otros saltaban de arri-
85 por ciento es inuit, reinarán sobre más de ba abajo al estilo punk. Todo animado por
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una banda de rock en vivo con una vo- puede pensar en ellos como land art, a lo que iba a ser el último lugar habitado que ve- detectarlo. Su relación parecía colaborativa, armo- La luz se desvanecía rápidamente, Johannes me
calista impactante y hermosa que esta- como pedazos del planeta derritiéndose ríamos. Sermiligaaq, que tiene unas treinta casas y niosa y orientada hacia las tareas de la expedición. ordenó apostarme en uno de los costados y vigilar
ba cantando vestida con un uniforme de al ritmo del termostato, como testimo- doscientos habitantes, se asienta en un valle en for- Till, el indiscutido espalda plateada, se deleita- que no hubiese banquisas u otros obstáculos, pero
fútbol. Cuando no estaba cantando esta- nios de la historia climática y geológica ma de una U perfecta, rodeado por altos picos y con ba contando historias de su ilimitado repertorio de yo no estaba viendo mucho a través de mis gafas.
ba bebiendo y abrazando y besando a sus o como peligros marítimos (nuestra pre- una pared de hielo como telón de fondo. ¿Quién, aventuras, que incluía una acerca de haber sido se- Bruno estaba al timón manteniendo el curso, la
compañeras de equipo. En general, las ocupación más inmediata). Churchill en este mundo, decide quedarse a vivir aquí? En el cuestrado, siendo periodista, por el ELPS (Ejérci- barba hípster la daba ahora el aspecto de un curti-
mujeres se veían más felices que los hom- soñó con emplearlos como pistas de ate- muelle, un grupo de adultos y niños observaba con to de Liberación del Pueblo de Sudán), un percance do marino. Till permanecía bajo cubierta. El Passa-
bres. El equipo de Kulusuk acababa de rrizaje en la Segunda Guerra Mundial, curiosidad nuestras exitosas maniobras de atra- que calificaba retrospectivamente como su mayor ge iba surcando las olas con bravura, adentrándose
ganar el torneo femenino de Groenlan- hoy los ingenieros piensan en remolcar- que. Till invitó a todos a bordo, provocando una logro. Era típico de él contar una historia y ver si po- en ellas para luego emerger triunfante. Bajo cu-
dia del este. La edad de la gente en la pis- los desde la Antártida hasta Sudáfrica procesión de visitas y una disminución considera- día impactar y sorprender a sus oyentes, moverles bierta, el sonido magnificado de los bloques de hie-
ta iba desde los quince a los ochenta años para resolver la aguda escasez de agua. ble de nuestras existencias de cerveza, bebidas, pa- el piso, sacudir sus fundamentos y creencias. De vez lo deslizándose a lo largo del marco de aluminio
y algunas personas se arrimaban hasta El agua que contienen impulsará el as- pitas fritas y chocolates. en cuando me pedía que reforzara el programa de se sentía como si proviniese de grandes colisiones,
nuestra mesa para sacar a alguien a bai- censo del nivel del mar, cambiará su sa- esparcimiento contando historias de mi juventud en especial cuando golpeaban la quilla de 3,4 to-
lar o invitar a todos a formar un círculo, linidad y posiblemente interrumpirá el que involucraban infracciones menores, como la in- neladas. Till estaba inconmoviblemente confiado,
tomarnos de las manos y celebrar la vic- flujo de las corrientes marinas y pertur- El carácter se congela o se vención de una lotería falsa en nombre de la Virgen hablaba del Passage como si este fuese un tanque
toria. En cierto momento, Till estaba bai- bará las cadenas alimentarias. María y la vez que convencí a mi hermana para huir peso ligero.
lando feliz con una inuit octogenaria. Mientras más te acercas más ruido- derrite bajo presión de casa y vivir en el bosque, una aventura que solo Cuando una preocupada Leonie bajó a consultar
Cuando salí para tomar aire debían sos se vuelven, se mueven crujiendo, a Leonie seguía siendo la criatura no verbal, sensata duro unas doce horas. con Till, sobre cubierta Johannes vio lo que nadie
ser las dos de la mañana y todavía había veces dándose la vuelta, explotando, y profundamente silenciosa que había revelado ser había visto: un pequeño islote a unos cien metros
suficiente luz como para jugar un parti- haciéndose añicos. En un día soleado la desde el principio, comprometida por completo con a las once en punto. Era difícil verlo, pero una vez
do de fútbol. Una anciana borracha, ca- actividad aumenta dramáticamente: co- cualquier tarea y dispuesta a trepar al mástil cuan- De regreso al trópico que fijabas tu vista en su silueta se veía muy claro.
paz apenas de caminar, salió de la disco mienzan temprano en la mañana, exu- do fuese necesario. Nunca se quejó por las ampo- Se esperaban fuertes vientos causados por una pro- Las olas lo golpeaban, cerniéndose sobre él ¡descar-
y trató de tomar el camino, iba escolta- dando y goteando profusamente como llas en sus manos y horneaba deliciosos pasteles de funda depresión que se movía entre Groenlandia e gando su energía en grandes chorros de espuma!
da por un hombre joven, cuando caía él le una cerveza de litro que un blanco eu- manzana con canela y azúcar. Pero un nuevo rasgo Islandia sobre el estrecho de Dinamarca. Al dejar Por primera vez en cubierta desde que dejamos Sto-
ayudaba a levantarse, juntos recorrieron ropeo se está tomando en el trópico. Al estaba por emerger: su determinación para tomar Sermiligaaq se decidió que debíamos alejarnos de ro, Till se veía realmente preocupado, de inmediato
unos cien metros hacia la orilla de la ba- fundirse el hielo las burbujas atrapadas grandes riesgos. la costa hacia aguas abiertas y enfilar hacia el nor- ordeno lo que llamó un Kuh Wende, una maniobra
hía, ella cayó de nuevo en el frío concreto, suenan como si se destaparan al tiempo Johannes, según supe, era padre de tres hijos de te hasta un lugar llamado Storo donde podríamos de 180 grados que terminó por ubicar al Passage de
él se tendió a su lado y ahora parecían un un millón de bebidas efervescentes. Esta tres matrimonios distintos. A estas alturas ya había encontrar abrigo, según una entrada de 1931 en las proa a la línea costera y navegando a favor del vien-
matrimonio que acababa de irse a dormir. resulta ser la razón por la que no se pue- cejado en sus intentos de asumir la posición de macho Direcciones de navegación del Almirantazgo: piloto ár- to, una manera mucho menos ruidosa y dramática
Volví adentro pensando en la tasa de de asustar a los osos polares sonando la alfa a bordo y se volvió más y más callado conforme tico, volumen II. El mar nos estaba dando una pali- de avanzar. También dio la orden de seguir exacta-
suicidio de los groenlandeses, de lejos la sirena, están muy acostumbrados a altos avanzaba el viaje. Este cambio se vio reforzado por el za y el considerable oleaje hacía difícil distinguir las mente la ruta trazada el día anterior por el GPS y re-
más alta del mundo. ¿Era la transición a niveles de ruido. hecho de que el resto de la tripulación hablaba ale- banquisas de las olas rompientes, para no mencionar gresar a Storo. La verdad, nos salvamos por un pelo,
la modernidad con la pérdida de identi- Después de anclar a la vista del frac- mán suizo y rara vez se molestaba en cambiar al ha- alguna roca puntiaguda sobresaliendo entre los ice- Johannes fue el héroe de la jornada pues, al pare-
dad que conlleva? ¿Era el período inver- turado glaciar, a los 65° 51’ 26,1” N, 38° bla alta del idioma. Se hallaba, además, afligido por bergs. El radar tampoco ayudaba mucho. El ambien- cer, salvó al Passage de hundirse con nuestras al-
nal de oscuridad total con sus cuarenta 37° 01’ 47,3” O, preparamos los kayaks un problema existencial al haber perdido su licencia te era tenso, todos estábamos en cubierta listos para mas a bordo. La posición del islote establecida por
grados bajo cero? ¿Una predisposición y remamos hacia los imponentes ice- de conducción por manejar borracho. ejecutar las órdenes. Alcanzamos Storo a tiempo an- el GPS debía ser transmitida a las autoridades marí-
genética? ¿Se las arreglaron los aparen- bergs, que se veían mucho más cerca de Luego de estar enfermo de mareo por un par de tes de que los vientos atiborraran la costa de miles de timas de Dinamarca para propósitos cartográficos.
temente desinteresados y sobreprotec- lo que realmente estaban. En el regre- días, Mathias resucitó y todos pusimos nuestras es- témpanos, haciendo imposible la entrada. De regreso a la protección que nos brindaba Storo,
tores daneses para fregar a estos feroces so al Passage, dejando atrás el concier- peranzas en sus conocimientos como glaciólogo. Luego, aquella misma tarde, una partida salió anclados en la misma posición que antes, la tripu-
cazadores con sus generosos programas to que ofrecía el goteo del deshielo, Till Viendo la frecuencia con la que el Eco Sound perdía en kayaks para ver si la situación había cambiado lación se fue a descansar, pero es imposible dormir
de bienestar social y sus coloridas casitas decidió que yo debería recoger un peda- el rumbo, bien fuese que navegáramos a lo largo de en mar abierto. La expedición regresó convencida cuando estás cargado de adrenalina.
de juguete? ¡Preguntas sin respuesta! zo de hielo para el gin tonic vespertino. la costa o que nos internásemos en un fiordo, nues- de que deberíamos esperar a ver qué traía el estado Al día siguiente nos preparamos para una lar-
Al día siguiente navegamos a tra- tro profesor experto en ambientes extremos era del tiempo al otro día. A la tarde siguiente el viento ga espera mientras el sistema de baja presión se ex-
vés de varios fiordos y llegamos, ha- consultado como un oráculo. Él observaría el pai- amainó y todos estuvimos de acuerdo en que debe- pandía. De acuerdo con el pronóstico del estado del
Mare incognita cia el final de la tarde, al asentamiento saje a nuestro alrededor, estudiaría su formación y ríamos intentar alcanzar aguas abiertas para evitar tiempo iba a haber una oportunidad en dos días. Fi-
Finalmente, llegó Bruno desde Kulusuk, de Kuummit, a los 65°51’26,1” N, geología y emitiría un veredicto acerca de en cuál formaciones rocosas cercanas a la costa sin carto- nalmente, tomamos un descanso que mucho nece-
un arquitecto suizo con mucho estilo, una 37°01’47,3” O, un poblado con cerca de ruta hallaríamos más profundidad. ¡Magia! Igual grafiar. Tan pronto como dejamos la protección de sitábamos. Nos las arreglamos para dormir, tomar
barbita de hípster y experiencia como ca- cien casas. En el muelle había cuatro que los inuits, nosotros teníamos nuestro propio y la bahía nos enfrentamos a una barrera de banqui- una ducha y cambiarnos. Abrí una lata de cerve-
pitán. Ya podíamos zarpar. Fui a darle un hombres y una mujer tomando café, fu- potente chamán y seguíamos su consejo. sas y témpanos con fuertes vientos contrarios y un za, cerré los ojos y me puse de cara al viento. Al fi-
vistazo a Till, quien estaba sentado a la mando y mirando hacia el fiordo, en Diane era el alma feliz a bordo, siempre con una oleaje que no era diferente al del día anterior. Al- nal todo acabó: la humedad, el frío, el mar picado,
mesa de mapas estudiando atentamente el que dos ballenas jorobadas emer- chispa en la mirada y la sonrisa fácil. Si este era un guien debería haber sugerido el regreso a un sitio el mareo, los icebergs amenazantes, las peligrosas
uno que exhibía una advertencia: gían a tomar aire, formando ondas en largo viaje psicodélico, ella era la puerta de regre- seguro, yo debí haberlo hecho, pero estábamos to- banquisas, el miedo de chocar contra un islote que
“PRECAUCIÓN: POSICIONES OBTE- las aguas calmas. Estaban en su des- so al mundo conocido, un seguro contra la locu- dos muy emocionados. En particular, nuestra capi- no está en las cartas. ¡Todo pasó! Estaba de regre-
NIDAS POR SATÉLITE canso matutino del trabajo en la planta ra. De haber algún asunto de mujer alfa entre ella tana Leonie y Johannes tenían una mirada brillante so a los trópicos, a donde los humanos pertenecen
Las posiciones obtenidas mediante procesadora de pescado, donde limpia- y Leonie, mis sensores no estaban calibrados para y una expresión febril cargada de adrenalina. en verdad.
sistemas satelitales de navegación como ban el fletán que iba a ser embarcado
el Sistema de Posicionamiento Global para el continente. Hice un retrato de
(GPS) están basados en los datos de 1984 un hombre de cabello gris, con una am-
del Sistema Geodésico Mundial (WGS). plia sonrisa, que sostenía un cigarrillo.
La diferencia entre las posiciones obte- En la planta pedimos permiso para lle-
nidas por satélite y las posiciones en esta nar nuestros tanques de agua y pagamos
carta no pueden determinarse; se advier- con barras de chocolate suizo, una divi-
te a los navegantes que estas diferencias sa efectiva. La señal de celular volvió,
PODRÍAN SER SIGNIFICATIVAS PARA débil, pero volvió.
LA NAVEGACIÓN y por lo tanto se les Fui a visitar el pueblo y vi a una ma-
aconseja usar fuentes alternativas de in- dre hablando por celular con un recién
formación posicional, en particular si na- nacido en un enorme cochecito bajan-
vegan cerca a la costa o en las cercanías do la colina. Dos mujeres charlando y
de elementos peligrosos”. bebiendo cerveza en un porche, un pe-
En los días siguientes quedó cla- rro de trineo ladrando, un hombre en
ro: algo salió mal en el paso de papel a un vehículo oruga remontando la co-
digital. A veces, según el mapa de ruta lina, un helicóptero rojo en la distan-
del GPS de Navionics, estábamos nave- cia a punto de aterrizar, un cementerio
gando sobre tierra firme, rocas y picos grande con montones de cruces blancas
montañosos. El este de Groenlandia no decoradas con flores de plástico, moto-
tiene todavía, en 2019, cartas de nave- nieves parqueadas, trineos rotos usados
gación confiables. Las cartas electróni- como bancas, tres niños saltando en un
cas actuales están llenas de errores: islas gran trampolín negro, pescado secán-
que no existen e islas que sí existen, pero dose en un solar, música rock atronando
no en las cartas… Había otro problema desde una casa, bicicletas oxidadas y pi-
tecnológico, el repetido mal funciona- petas de gas tiradas por ahí, la red eléc-
miento del Eco Sounder que se usa para trica tendida sobre el terreno, parches
determinar la profundidad. Mathias, el de hierba con flores púrpura, un ancia-
glaciólogo, conocía el problema: estaba no sentado a la entrada de la iglesia mi-
relacionado con el cambio de salinidad rando hacia la bahía con binoculares,
que altera la velocidad de desplazamien- una toalla del Barcelona en un alambre,
to del sonido y, por lo tanto, la precisión unas diez focas muertas que estaban
del aparato. En fin, me dije, no te preo- siendo pesadas y marcadas por un niño.
cupes, bendita sea la ignorancia, deja Muchas casas, de nuevo pintadas de rojo
que los profesionales lo hagan. Izamos y azul, estaban ancladas al terreno me-
la vela mayor y dejamos, en silencio, la diante sogas tendidas sobre los techos
protección del puerto de Tassilaq. y atadas a grandes rocas o a barriles de
petróleo llenos de concreto.
Al día siguiente, cerca del ocaso,
Icebergs en las rocas luego de ver una foca ocelada en una
Icebergs, su colosal tamaño, sus formas banquisa y de exponernos al radian-
y colores, su poder simbólico y real. Uno te glaciar Knud Rassmusen, llegamos
10 # 117 # 117 11
Un virus hasta ahora desconocido se propaga con rapidez. Los fieles de una
secta son los primeros señalados en importarlo a Corea del Sur, creen con por A N D R É S F E L I P E S O L A N O • Ilustraciones de Tobías Arboleda
fervor que su líder es un ser inmortal. Angustia, previsiones, imágenes del fin
del mundo. Los días de la fiebre, el reciente libro de Andrés Felipe Solano,
muestra qué tanto puede parecerse el mundo ante el miedo que causa un
enemigo ubicuo y temible. Corea del Sur como un primer espejo de la pandemia
entrar a una celebración. El pastor fundador ha logrado que
Shincheonji sea ubicuo. El jefe del equipo de prevención de en-
fermedades contagiosas de un distrito de Daegu ha tenido que
reconocer que es miembro de la secta. Alguien creó una aplica-

Los días de la fiebre


ción para rastrear si cerca del usuario se encuentra una de sus
1900 iglesias camufladas. La usamos hace unas horas. Hay una
no muy lejos, está al lado de un restaurante de ostras a la parri-
lla en donde a veces cenamos.

***

C
Primer mes Hay un segundo foco de infección. Un pabellón psiquiátrico
de un hospital de Cheongdo, un pueblo no muy lejos de Dae-
uando llegó el otro, cinco años atrás,
compramos varias mascarillas en la gu. Una secta cristiana apocalíptica, un hospital con enfermos
farmacia. Debe quedar un par en un mentales, una enfermedad altamente contagiosa. Vidas espec-
cajón. Tuve que usar algunas cuando trales que se materializan, cuerpos que reclaman un lugar en el
viajaba en tren a Busan a dar clases. mundo a través de un virus. La distancia entre la ficción espe-
Al siguiente año hicieron una película de zombis culativa más sensacionalista y la realidad se acorta hora a hora.
con ese nombre, Tren a Busan. Lo usual, hordas
***
de muertos vivientes, estaciones desiertas, gen-
te saqueando tiendas. Cuando llegó algunos te- 1867. 1867. 1867. 1867. 1867. 1867. 1867. 1867. 1867. 1867.
nían miedo, a otros no les importó. En la emisora 1867 infectados.
de radio, donde a veces trabajo como locutor, re-
cuerdo haber anunciado que un fugitivo se en- ***
tregó a la policía por miedo a contraer el virus. En un solo día se presentaron 909 contagios, esta noche llega-
Llevaba tres años huyendo. Tres años escondido. remos a los tres mil. La cortina se cierra del todo. El aislamien-
Una gripa fuerte, decían al principio. La gente se to es inminente.
quejó, la información era escasa, no se sabía nada
de los pacientes infectados, la respuesta era len- ***
ta. La tasa de mortalidad alcanzó el treinta por
No declararon la cuarentena obligatoria, no cerraron las ciu-
ciento. En aquel entonces, todos estábamos espe-
dades, no hay policía afuera patrullando las calles y aun así lle-
rando el verano. Decían que el verano se lo lle-
vamos casi una semana sin atravesar la puerta. Vivimos en El
varía. Y ahora ha llegado uno nuevo y para el
ángel exterminador, esa película en la que un grupo de gente
verano falta mucho tiempo.
rica se ha reunido para una cena después de ir a la ópera y lue-
*** go de unas horas, por algún motivo desconocido, no puede sa-
lir de su sala. Pasan varios días allí, encerrados, el alimento
Lunes en la mañana. Paso casi una hora viendo vi- escasea y la basura se acumula. Pero no hay ninguna fiesta, no
deos de gente en Wuhan siendo amonestada por somos ricos, conocemos el invisible motivo por el cual no debe-
drones. Se parecen a una de esas grabaciones de mos salir y solo estamos los dos, a merced de nuestro humor,
tribus no contactadas en el Amazonas. “Usted, protegidos por la casa que hemos armado. Preferimos cocinar
abuela, no puede estar en la calle sin mascarilla, a pedir comida a domicilio. Gastamos más tiempo, porque de
mejor váyase a casa, y lávese las manos”, dice una eso se trata. Las horas se encogen, las horas se alargan, sesenta
voz robótica de hombre. La anciana se queda mi- minutos dejan de ser sesenta minutos y aun así se van suman-
rando al dron con una sonrisa de desconcierto. El do, unos tras otros, hasta completar la torre de un día. Y tras
dron se acerca un poco más y la mujer empieza a un día, y otro y otro, como ha sido siempre, como será.
caminar rápido por un descampado con una bol-
sa de plástico vacía bajo el brazo. El dron la sigue ***
y ella voltea cada tanto a verlo. En un videojuego
Las alarmas en el teléfono son como cartas en el buzón que
sería el momento perfecto para disparar.
llegan a diario, pero al saber que traen malas noticias dejo
muchas sin abrir. Lo único que sabemos es que han seguido en-
Segundo mes lazando por centenares a miembros de la secta para hacerles
pruebas y aislarlos. Los otros focos —un par de hospitales, re-
Reviso las noticias en mi teléfono apenas abro los
ojos. Soy como un corredor de bolsa sediento de sidencias para ancianos, un grupo de peregrinos católicos que
números. Obtengo lo que busco, el virus se coti- visitó Israel— también han sido controlados. Como si se tra-
za al alza. Ya son cuarenta los casos relacionados tara de una novela de J. G. Ballard, mucho de ellos pasan la
con la paciente 31. Una sola persona es respon- cuarentena en antiguos resorts y hoteles en el campo, cerca de
sable de un tercio del total general. En el desa- parques temáticos que fueron clausurados hace tiempo. Con-
yuno hablamos sobre la iglesia evangélica de la fiamos en que el viento no avive las llamas.
que hace parte la mujer. Se llama Shincheonji,
***
algo así como “Nuevo cielo, nueva tierra”. Había
oído sobre otras iglesias coreanas protestantes, Hace un par de meses que no iba a los estudios radiales de KBS
por ejemplo la Iglesia de la Unificación, conocida a leer las noticias en español. Me han pedido que no olvide mi
por sus matrimonios colectivos. Se ha extendido mascarilla, es obligatorio usarla dentro del edificio. Abandono
como la hiedra venenosa por todos los rincones. doscientos mil. Durante los servicios no se sien- cielo. Las cuentas no me dan. Si son doscientos el confinamiento. El bus semivacío cruza el río Han y me doy
Recuerdo las fotos de sus miembros en Estados tan en sillas, lo hacen sobre un cojín en el piso, mil, 56 000 se quedarían por fuera de su prome- cuenta de lo limpio que está el cielo. La polución ha bajado mu-
Unidos, con coronas hechas de balas y fusiles de muy cerca el uno del otro. Cantan, lloran, gritan sa. Tengo que leer más, preguntar, investigar. En chísimo en los últimos días. Antes de entrar, compro un café
asalto dorados. O la iglesia Pentecostal de Yoido. lo más duro que pueden y se pasan el brazo por ese momento me llega un mensaje de alarma al para llevar en una panadería. En la puerta del monumental
Su templo principal parece un estadio de béisbol los hombros para formar una gran cadena. Son teléfono acompañado de un pito ensordecedor edificio de la emisora hay una máquina para medir la tempe-
cubierto, lo sé porque no está lejos de la emiso- una línea de ensamblaje espiritual de donde sa- y un triángulo amarillo con un signo de admi- ratura. El encargado se distrae por un segundo y me deja pasar
ra de radio donde a veces trabajo los sábados. Al len oscuras oraciones y quejidos. Me estremezco ración. Estoy acostumbrado. El gobierno manda con la bebida. La alarma salta y las pocas personas que están
parecer Shincheonji es aún más extraña. Tiene al recordar que una de las formas de transmi- estas señales de alerta cuando el nivel de polu- en el lobby voltean de inmediato. Siento cómo respiran alivia-
fama de ser una secta e incluso otros protestan- sión del virus son las minúsculas partículas de ción es muy alto, cuando se viene una ola de ca- dos al verme con mi vaso de cartón en la mano y una cara de
tes la desprecian por herética. Muchos de sus fie- saliva que quedan flotando en el aire. Busco fo- lor o un tifón se aproxima. Esta vez es diferente. idiota. Lo dejo en una mesa y paso de nuevo. No hay problema.
les le esconden a sus familias o parejas que hacen tos. Veo a cientos de personas vestidas con pan- Esta vez nos dicen que ha muerto la primera per- Frente al ascensor, una botella de gel desinfectante; en la
parte de ella. Viven años en total secreto. Mi es- talón negro y camisa blanca. Una de ellas podría sona por covid-19 en el país. entrada de la oficina, una botella de gel desinfectante. En una
posa no tiene tiempo para explicarme más. Antes ser la superpropagadora. Los seguidores de Sin- Hay una petición ciudadana en la página de redacción para ochenta periodistas hay apenas unos diez en
de irse se pone su mascarilla y su cara se divide cheonji desestiman las enfermedades. Las perso- la presidencia para disolver a la “Iglesia de Jesús pleno día laboral. La productora me saluda y me señala otra bo-
en dos. El misterio de su nariz y boca sumergi- nas se enferman y mueren únicamente por falta Shincheonji, Templo del Tabernáculo del Testi- tella de gel desinfectante al lado de mi puesto. Se asegura de
das, unos ojos que me demoro en reconocer. Lige- de fe, afirman sin que les tiemblen los labios. La monio”, ese es su nombre completo. El presiden- que me eche un poco y me dice que grabamos en media hora.
ramente rosada y ajustable, la mascarilla trae un paciente 31 se hizo la prueba solo hasta el último te está obligado a responder a toda petición que Esta es la época del año en que los ejercicios militares combina-
filtro externo que le da un aire de absoluta segu- momento, cuando no entendió por qué la casti- supere las doscientas mil firmas. Hasta el mo- dos entre Estados Unidos y Corea del Sur despiertan la ira de los
ridad. Al irse me doy cuenta de que no nos dimos gaban con ardores si era tan devota. La informa- mento se registran 550 000. El gobierno le ha pe- norcoreanos. La guerra siempre empieza por estos días. Hoy de
el beso habitual de despedida. ción que consigo es cada vez más perturbadora. dido a la secta una lista oficial con el total de sus hecho Corea del Norte disparó dos misiles, pero a nadie parece
Ya a solas, me lanzo a buscar más sobre la Creen que su fundador, el pastor Lee Manhee, miembros y su información de contacto. Según se importarle mucho. El virus es una amenaza aún más real.
secta. Para mediodía sé que fue creada el 14 de tiene vida eterna. Les ha dicho que el día del sabe, todos los fieles deben escanear sus huellas Ya en la cabina doy el parte del día. Al final de esta boni-
marzo de 1984 y sus fieles se estiman en unos juicio final se llevará consigo 144 000 almas al digitales o sus códigos QR en el teléfono antes de ta tarde de martes se han reportado 4812 infectados y 28
12 # 117 # 117 13
muertos. El 89 por ciento del total corresponden a *** opresión y reviso mi teléfono, hago todo para eva- ***
casos de Daegu. En 44 días desde el primer infecta- dir cualquier pensamiento aciago. Apenas si se lo
Tengo sobre mi escritorio un pequeño busto de Decenas de ciudades alrededor del mundo están bajo
do, el gobierno coreano ha hecho 121 039 pruebas menciono a mi esposa. Durante la noche me des-
porcelana barata con la inscripción “The Human cuarentena. Desde aquí, desde mi torre no elegida, entre
y se esperan los resultados de las practicadas a los pierto varias veces. La molestia en la garganta está
Mind” en la base. “La mente humana”. Hace unos agradecido y culpable, me las imagino cubiertas con una
miembros y aspirantes a miembros de Shincheonji. ahí, el conejo sigue sobre mi pecho.
meses se me cayó y se quebró en la parte que co- manta y amarradas con cuerdas, como puestos de mer-
Ochenta y dos países han impuesto restricciones de Otra vez me despierto a medianoche. Odio el vi-
rresponde al lóbulo derecho. No pegué los pedazos, cados callejeros de madrugada o instalaciones inmensas
viaje a los coreamos. Corea del Sur solo ha restrin- rus, odio el virus, odio el virus.
los dejé amontonados a un lado. Es mi memento que ni siquiera la pareja de artistas Christo y Jeanne-
gido la entrada a personas de Wuhan, del resto no
cogitare en reemplazo de un memento mori. “Re- *** Claude, que forraron con una tela el Pont Neuf en París y
ha cerrado sus fronteras y no planea hacerlo. Tam-
cuerda pensar”, en lugar del “Recuerda que vas a el Reichstag en Berlín, habrían podido imaginar jamás.
poco hay señales de cuarentena obligatoria. Auto- Cada tanto, aparecen en Seúl nuevos focos de con-
morir”, muchas veces simbolizado con un cráneo
control ciudadano, transparencia e información tagio que son controlados como incendios, algu- ***
en decenas de cuadros pintados en la Europa me-
oportuna, pruebas masivas, rastreo y aislamiento nos más grandes y funestos que otros. A lo mejor

Caído
dieval, precisamente en épocas de plagas. ¿Y qué hacen en estos momentos los detectives privados
de posibles infectados: esos son los cuatro elemen- las brigadas de desinfección y los oficiales de sa-
Se ha demostrado que los generales de tres so- madrileños, los jardineros bogotanos, los limpiavidrios
tos que han reemplazado al fuego-aire-tierra-agua. nidad serán nuevos bomberos. Cada barrio tendrá

del zarzo
les y los escritores de distopías al uso son del todo marselleses, los limosneros moscovitas, los vendedores
superfluos en caso de una epidemia. En estos mo- su central. Habrá llamadas a medianoche, sirenas
*** puerta a puerta limeños, los serenateros angelinos, los
mentos no hay algo más triste que un novelista es- y cuando los contagiados estén aislados, entonces
loteros vieneses, los salvavidas sicilianos, los árbitros
Desde Colombia mi madre no para de preguntar- peculando sobre el futuro, pero cómo no resistirse, llegarán los peritos de las empresas de seguros.
lisboetas, los espías galeses, los guardaespaldas mao-
me cómo estamos y yo solo mascullo cuánto tiempo cómo no pensar que el virus ha empezado a tala- Solo espero que no exista el equivalente a un incen- Elkin Obregón S.
ríes, los Testigos de Jehová sevillanos, los gitanos del
se tomarán las fichas de dominó para caer y llegar drar todas nuestras certezas. A lo mejor muy pronto dio provocado.
mundo? ¿Y qué de los carteristas canadienses, los ma-
hasta allá. caigan como una mesa a la que las termitas le han Los gurús necesitan poner a marchar su máqui-
sajistas del Vaticano, los guías de museos bengalíes, los
devorado sus patas. En algunos lados dicen que ya na opinadora, no vaya a ser que se queden sin clien-
*** capitanes de cruceros vietnamitas, los apartamenteros
nada será igual. Es una frase extraña, todo cam- tela. Antes de abrir la boca deberían acordarse de las
irlandeses, los profesores de academias de automovilis-
Los grandes fabricantes de soju han empezado a bia todo el tiempo, pero ahora se siente así, como el palabras de Walter Benjamin, que tanto deben haber
mo salvadoreños, los agentes inmobiliarios griegos, los
donar sus reservas de alcohol para fabricar gel des- fin de algo y el inicio de otra cosa. Quizás es el ver- citado: “Para el aparato gigantesco de la vida social,
adictos a las drogas duras malteños, los asesinos a suel-

ENTRE BARDOS
infectante. Treinta y dos toneladas del etanol del li- dadero comienzo del siglo XX y sus guerras, pero las opiniones son lo que el aceite para las máquinas;
do neozelandeses, los asesinos en serie islandeses, los
no nos situamos ante una turbina y la rociamos con

R
cor más vendido en el mundo —tres veces más que con la caída de las Torres Gemelas llegó una nueva dobles profesionales albaneses, los toreros daneses? ¿Y
el vodka que beben los rusos— no irán a parar a las edad de oro para la industria militar. Esta vez es di- lubricante. Inyectamos un poco en los remaches y
qué de los claustrofóbicos mongoles? ubén Darío, que tantas puertas abrió, recordó también
gargantas de los coreanos. Cuando estamos en el ferente. La tentación del enemigo ya no es posible. junturas ocultas que sin duda debemos conocer”.
a sus cofrades que aún había espacio en el mundo para
campo o en uno de esos restaurantes callejeros de Tras el comunista, el traficante de drogas, el terro- ***
la poesía narrativa. Predicando con el ejemplo, escri-
rista islámico, ahora ha aparecido uno que de ver-
mesas y sillas de plástico, cubiertos apenas por una
carpa naranja, a veces recurrimos a una vieja cos- dad está oculto, que está en nosotros, que existe y Tercer mes En su libro de memorias Mi último suspiro, Luis Buñuel bió Los motivos del lobo, una hermosa fábula cuya ma-
Mi hermano me escribe desde Brasil, país en el que dijo que le gustaría levantarse de la tumba cada diez gia —en el caso personal de este cronista— le permitió
tumbre coreana. Luego de abrir una botella de soju no existe. No se puede hacer un cartel de “Se bus-
apenas empiezan las medidas de contención del vi- años e ir a un quiosco, leer los titulares de cualquier pe- sobrevivir a la obligación de aprenderla de memoria, allá en los idos
y antes de servir la primera copa, Soojeong le da ca” con la imagen del virus y una recompensa. Una
rus. La restricción de movimiento lo cogió en Sal- riódico y volver a la comodidad de la muerte. Hoy el di- de su bachillerato.
un golpecito al cuello. Debe ser firme y rápido para torre en llamas era una imagen fácil de vender. La
vador de Bahía a donde había ido de vacaciones con rector de cine español se encontraría con dos noticias El ejemplo del nicaragüense fue atendido por poetas de este y el
que salte al piso un chorrito de soju. En honor a los vimos todos en un televisor, en vivo. Para este mo-
su esposa tras defender la tesis de su doctorado en que bien podrían servir para una de sus películas: un otro lado del mar. Entre ellos, y quizás los que mejor lo hicieron, los
espíritus. Esperamos volver a saludarnos pronto, mento anticlimático no hay una ni siquiera remota-
agronomía. Alcanzaron a estar dos días antes de te- crucero de lujo deambula con cuatro muertos a bordo hermanos Machado, Manuel y Antonio; cada uno a su manera, los
rendirles tributo. mente parecida. Las plazas desoladas, como en una
ner que volver a Sao Paulo. Me envió fotos de una por los océanos sin que ningún país lo deje atracar por dos eligieron a Castilla como escenario de sus historias. En su poe-
pintura de Giorgio de Chirico, o la gente miran-
*** ciudad colonial desierta, de iglesias clausuradas y temor al contagio; el papa ha dado la bendición urbi et ma Castilla, Manuel recuerda el destierro del Cid Campeador: “Por
do por la ventana, como en los cuadros de Edward
calles de adoquines por las que ni siquiera los perros orbi, la más importante para los católicos, frente a una la terrible estepa castellana, / al destierro con doce de los suyos /
En la tarde un joven de secundaria hackeó la pági- Hopper, no movilizan a nadie. Ni los videos de dro-
caminan, fotos que bien podrían haber sido tomadas plaza de San Pedro totalmente vacía. —polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga”. Para narrar con gran so-
na de Shincheonji y durante diez minutos apareció nes sobrevolando autopistas sin carros y estaciones
entre 1856 y 1857. En ese año murieron 36 000 per- Un tractor arrasa campos enteros de flores. Nos di- briedad una bella anécdota que retrata, de una vez por todas, el ca-
la imagen de un Buda sentado. A pesar de los otros de metro sin gente, cual negativo de Koyaanisqatsi.
sonas debido a una epidemia de cólera en la Roma cen que la decisión se tomó para que la gente no se acer- rácter del héroe.
focos de contagio, toda nuestra incertidumbre, Tristemente ni siquiera la de un cadáver envuelto
negra, como algunos llaman a la ciudad. cara en manada a verlos y a tomarse fotos. El poema de Antonio, La tierra de Alvargonzález, es un romance
todo nuestro miedo ante lo que pueda pasar, está en plástico y cinta bajo una caja de cartón.
de noble cepa, inspirado en un episodio o leyenda que el poeta oyó
atravesado por la secta. Necesitamos un saco de bo- Las plagas medievales nos pusieron a pensar de *** *** relatar en un viaje por tierras de Soria. De hecho, Machado escribió
xeo nacional y no hay uno mejor que la Iglesia. una forma diferente en Dios, nos plantearon por
Almuerzo en un restaurante vietnamita al lado Hago por tercera semana consecutiva la fila para com- dos versiones, una en verso y otra en prosa (caso bien extraño, si no
primera vez la duda sobre su existencia. ¿Este nue-
de casa. No venía desde que empezó la pandemia. prar las mascarillas. Queda poco o nada de la extra- único, en los anales de la poesía). Narra un hecho de venganza, con
*** vo virus qué pregunta nos hace?
Atiende la mesera de siempre. Nos miramos. Me ñeza del primer día. Veo que hay una K99 y la pido en algo o mucho de fatalismo: “Mucha sangre de Caín / tiene la gen-
Me despierto con la misma molestia en la gar-
En el baño hojeo un libro con poemas y canciones pregunto si sonreía debajo de su mascarilla, como lugar de la convencional K94 y la no tan recomenda- te labriega…”.
ganta. En la mañana, a medida que trabajo, la mo-
de Leonard Cohen. Como si fuera el I-Ching, siem- lo hacía al verme entrar. No saberlo me desconcier- da K80. Al salir me acuerdo de cuando Michael Jack- Acaba aquí el tema, al menos por hoy. Aprovechando los arriba
lestia es más persistente, pero no alcanza a ser un
pre tiene una respuesta: ta. Es una sensación parecida a responder una lla- son empezó a usar mascarillas a mediados de los años nombrados, se busca deshacer un entuerto.
dolor. Cocino y mientras corto unas cebollas me
Me pregunto cuánta gente en esta ciudad mada y oír como cuelgan del otro lado de la línea. ochenta. Su cara es la metáfora perfecta para descri- Y es este: de las muchas citas falsas atribuidas a Borges, una de
envuelve una sensación parecida a la que precede
vive en cuartos amueblados. bir nuestro mundo. Erosionó su nariz hasta casi hacer- las más falsas es aquella según la cual, interrogado sobre la obra de
a una gripa fuerte. Me sacuden latigazos de páni-
De noche, cuando contemplo la desaparecer, fue excavándola entre dosis de propofol los dos Machado, el argentino habría dicho: “No sabía que Manuel
co. Imágenes de hospitales, pasillos, enfermeras.
ante mí los edificios y diazepan y al final tuvo que cubrirla con una mascari- tenía un hermano”. No ironizaba así Borges, lector amigo, su humor
Tomo agua. Estoy tentado a tomar agua con sal. En
juraría que veo un rostro en cada ventana lla de seda negra. era de mejores vuelos. Lo que sí afirmaba, cuando el tema salía a
la tarde siento como si un conejo se hubiera dormi-
mirándome, flote, era su admiración por los dos; aunque, matizaba, prefería “el
do en mi pecho. Me acuesto en el sofá con esa ligera
y cuando me vuelvo *** andalucismo universal” de Manuel al “localismo castellano” de An-
me pregunto cuántos regresan a sus mesas tonio. En fin. Pero además debe añadirse otra frase suya sobre An-
El virus ha hecho un tajo transversal en la sociedad co- tonio, escrita en el prólogo a un libro de Siruela: “Mi memoria está
y escriben esto.
reana como si fuera un láser. En su recorrido los focos llena de sus versos”. Caso cerrado.
*** de contagio más importantes han sido: una secta cristia-
na, un hospital psiquiátrico rural, un call center con con-
Me voy a la cama con dos imágenes. La primera
muestra medio centenar de billetes de 50 000 wo-
diciones de trabajo precarias y los retornados ricos que
regresan de Europa y Estados Unidos. Una pareja de es-
CODA
Y bien, otra frase borgiana, de nuevo sobre poetas españoles. Frase
nes (cuarenta euros) con los bordes negros. Un tas dejó a propósito sus teléfonos en casa para que no pu- certificada, pues la oyó este cronista en vivo y en directo. Una dama
hombre los metió al microondas para librarlos del dieran rastrearlos y visitó un museo, varias tiendas, un de la concurrencia (BPP, año incierto) le pregunta si es verdadera su
virus y los alcanzó a quemar. Me pregunto cuántos colegio, una estación de gasolina y dos centros comer- afirmación de que García Lorca y Miguel Hernández son poetas me-
segundos habrá pensado que eran suficientes para ciales en cinco días. Se estudia la posibilidad de ponerles nores. Responde Borges: “Dije y repito que García Lorca me parece
erradicar el virus de su dinero. ¿Veinte? ¿Treinta? manillas electrónicas a los reincidentes para comprobar un poeta menor. De Miguel Hernández no he dicho nada, porque no
¿Un minuto? El Banco Central ya ha dicho que no si dejan su lugar de confinamiento. Y ahora se suma en lo he leído”. Calla aquí este escriba, herido de poesía.
repondrá ningún billete que haya pasado por seme- Seúl un cantante de k-pop y un gigantesco room salon,
jante medida aséptica. La segunda es una colección eufemismo usado para nombrar un “club de anfitrionas”
de retratos que muestra a una docena de enferme- donde hombres beben y pagan para disfrutar en compa-
ras de Daegu con tiritas desechables en el puente ñía de mujeres jóvenes. Conversaciones y toqueteos que
de la nariz o la frente mirando a la cámara. Lle- en algunos casos terminan en un hotel cercano. El room
var mascarillas o capuchas protectoras por tiempo salon en cuestión funciona en dos pisos subterráneos
prolongado les ha producido dolorosos cortes en la de un edificio en Gangnam. Una de las cien trabajado-
cara. Las que trabajan en las unidades de cuidados ras fue contagiada por un cantante del grupo Supernova
intensivos se visten con trajes que parecen escafan- que regresó de Japón con el virus. Al principio sostuvo
dras y como buzos solo puede comunicarse con se- que era independiente, pero luego admitió que trabajaba
ñas. Puedo oír su respiración pesada, el fuelle de en aquel club. Los desocupados buitres digitales ya esta-
sus pulmones. rán dando vueltas en círculo con ese dato.
La fantasía de la normalidad en forma de pretem-
porada de béisbol. Los primeros partidos empiezan la
próxima semana a puerta cerrada. Encuentros fantas-
ma. Ya hay un manual que los deportistas deberán se-
guir al pie de la letra: se les medirá la temperatura dos
veces durante el juego, deben llevar mascarillas mien-
tras esperan por su turno al bate, se les recomienda no
chocar las manos sin guantes y bajo ningún motivo po-
drán escupir.

*Este texto hace parte del libro Los días de la fiebre


publicado por Editorial Planeta en el 2020.
14 # 117 # 117 15
que hubo en el trámite del proceso, ¿por
qué anularon solamente la decisión y no
decretaron la nulidad del proceso? Si la
otra causa estaba basada en que no po-
díamos excluir de oficio a los postulados
En septiembre 2013 la del Bloque Cacique Nutibara del proceso
sala de Justicia y Paz de Justicia y Paz, ¿por qué anular toda
la decisión, que tenía diecinueve nume-
del Tribunal Superior rales, y no solamente el numeral que or-
de Medellín ordenó a denaba su exclusión, en el que estaba
el supuesto vicio? ¿Por qué anular toda
la Fiscalía enviar a la la decisión por esa causa, en vez de re-
Corte Suprema copias vocar la determinación que los excluía
del proceso y, en su lugar, ordenar con-
del fallo que condenó tinuarlo con ellos incluidos, como podía
a Cuco Vanoy para una hacerlo la Corte como juez de segun-
da instancia? ¿Por qué acudir a la nuli-
posible investigación a dad de la decisión, si esta es un remedio
extremo al que solo se acude cuando no
Álvaro Uribe Vélez por hay otra manera de corregir la irregula-
la masacre de El Aro en ridad, como podía hacerse en este caso,
revocando simplemente la resolución
Ituango. Rubén Darío Pinilla de excluirlos? ¿Por qué cambiar la con-
Cogollo, exmagistrado sistente jurisprudencia de la propia Cor-
te que nos permitía excluir de oficio a los
de esa Sala, recuerda ese postulados al proceso de Justicia y Paz,
fallo en estos tiempos de y que citamos expresamente en la deci-
sión? Eran demasiados interrogantes
detenciones preventivas. para declararnos satisfechos.
Esa misma Sala de Casación Penal
de la Corte, un par de años más tarde, al
conocer la apelación de la sentencia del
Bloque Cacique Nutibara del 24 de sep-
Exhumaciones de víctimas de desaparición forzada, Ituango, 2011. Exhumaciones. Laboratorio forense de la fiscalía, 2012. tiembre de 2015, ordenó suprimir de la
sentencia todo el capítulo de las conclu-
siones, las mismas a las que me he referi-
do en este artículo, como si se tratara de
borrarlas con un borrador de nata para
que no quedara vestigio de ellas, o des-
aparecerlas como otra más de las vícti-
mas del conflicto. Era la primera vez en

Una cierta mirada a


ajeno, ni estos obraban por su cuenta. cuando todavía se escuchan los disparos extremo de rehusarse a sustentar el re- mis 37 años de experiencia como juez,
Bajo la superficie, era posible ver y des- de los morteros y los fusiles, la guerra se curso que había interpuesto si no se le fiscal y magistrado que una apelación
cubrir que esa separación era artificiosa, traslada a sus responsables, a sus causas, permitía apelar la orden de compulsar no se resolvía revocando, modificando
pues tales grupos actuaban de la mano a su relato y sus memorias. Es el otro o el copias para investigar a los otros posi- o adicionando una decisión para reem-
de altos círculos del Estado, las Fuerzas último escenario de la confrontación. bles responsables. En ese empeño con- plazarla por otra, sino suprimiendo li-

la justicia y la paz
Militares y la sociedad civil. Contaban La primera de las decisiones fue una taron con el aval mal disimulado del teralmente apartes sustanciales de una
con que, a fin de cuentas, lo que importa auténtica prueba de fuego. No tanto por agente de la procuraduría y el magistra- sentencia. No era de extrañar. Ya antes
es la forma, la apariencia, como es usual excluir del proceso de Justicia y Paz a los do de la Sala que se opuso a expedirlas, esa misma Corte había calificado como
en Colombia. miembros del Bloque Cacique Nutiba- para que se les permitiera apelar tal or- “indebido e innecesario” el esfuerzo que
“Eso explica que el régimen político ra juzgados en ese caso. Las verdades re- den, con salvamento de voto incluido. hicimos por develar la verdad en la sen-
colombiano haya conservado una apa- veladas en ella y, sobre todo, las copias Al final, reiterando una añeja e invaria- tencia del 9 de diciembre de 2014 en el
riencia democrática, a pesar de padecer que ordenamos expedir para investigar ble jurisprudencia, la Corte ratificaría caso de Jesús Ignacio Roldán, alias Mo-
una de las tragedias humanitarias más al expresidente Álvaro Uribe, a la fiscal que una orden de expedir copias no era noleche. No fue la única decisión que me
graves del orbe en los últimos 30 años y general Viviane Morales, a varios ge- apelable. Nunca lo ha sido, pero todos se sorprendió. Tampoco la única que en-
sin lugar a dudas la más grave de Améri- nerales de la república, a altos mandos empeñaron en apelarla, a pesar de que contré injustificada o infundada.
por R U B É N D A R Í O P I N I L L A C O G O L L O • Fotografías de Natalia Botero ca Latina en ese período. Y explica que el militares y de policía y a decenas de fun- no afectaba sus derechos e intereses en Al final de nuestro tránsito por la
gobierno haya seguido funcionando con cionarios públicos a raíz de los hallazgos el proceso. Sala de Justicia y Paz del Tribunal Supe-
elecciones aparentemente libres, con e indicios de sus relaciones con los gru- El mismo día que se realizó dicha au- rior de Medellín llegamos sin frustracio-
cambios de presidente y alternación de pos paramilitares o su responsabilidad diencia, y una vez terminada, uno de los nes. La reparación y dignificación de las
los partidos y promulgación y vigencia en los hechos, generó una campaña de abogados se le acercó a una empleada de víctimas me dio las satisfacciones y gra-


de las leyes, como cualquier régimen de- difamación y desprestigio a través de las la Sala y le manifestó que ellos no iban a tificaciones que tanto extrañaba en mis
A la Sala de Justicia y Paz me y los padecimientos y tribulaciones de rasos de los grupos paramilitares, testi- narcotraficantes, en algunos casos jun- mocrático, a pesar de vivir las más gra- redes sociales y algunos medios de in- permitir que se pusiera en entredicho al últimos años en la Sala Penal del Tribu-
trajo una misión: [1] la búsque- las víctimas en medio del fuego cruza- monios de víctimas y testigos, opiniones tos, en otros de manera paralela, pero ves violaciones a los derechos humanos formación, que de alguna manera yo ha- Ejército. Era un apoderado de las vícti- nal de Medellín. Siempre tuve claro que
da y revelación de la verdad so- do, sin mostrar un solo disparo, salvo la de expertos, estudios de investigadores unidos por los mismos designios. Esos y al derecho internacional humanita- bía anticipado, así como los riesgos para mas. A los pocos días supe, por boca de el incidente de reparación consagra-
bre lo ocurrido en el país en los explosión de una mina antipersona que sociales, documentos, antecedentes y ex- que ahora llaman terceros, pero que no rio a todo lo largo y ancho de la geogra- mi seguridad, pero que no creí que al- uno de los asistentes, que todos los agen- do en el proceso de Justicia y Paz no era
últimos 25 años de su devenir pisó un cerdo. Al verla, me convencí del pedientes judiciales, la respuesta a tales lo fueron. En muchos casos llegaron pri- fía nacional”, concluimos entonces en la canzara la dimensión que tuvo. tes de la procuraduría se habían reunido simplemente un trámite para tasar las
histórico como nación, [2] el compro- acierto de mi decisión. interrogantes quedó consignada en dos mero a las sabanas de Córdoba, donde sentencia. Por debajo de esa democracia Pero también se hizo evidente la fé- con un agente designado desde Bogo- indemnizaciones, sino un escenario de
miso y la deuda que tenía nuestra justi- Con el tiempo, tuve claro que la bús- decisiones, la última de ellas, y las más permanecían Vicente y Carlos Castaño, aparente, y a cubierto, corría un río cau- rrea oposición de los intervinientes en tá, amigo del procurador, para estudiar reparación y reconciliación de los largos
cia con la investigación, juicio y sanción queda de la verdad debía resolver unas acabada, la sentencia del Bloque Cacique a solicitarles la creación de grupos para- daloso, el de las masacres, las ejecucio- el proceso a esos aspectos de la deci- la manera de hundir la orden de expedir años del conflicto. El espacio donde las
de los graves crímenes contra los dere- preguntas fundamentales: “¿Cómo el ré- Nutibara del 24 de septiembre de 2015. militares en su región, o bien acudieron nes, las desapariciones, las violaciones, sión. No era más que la expresión de lo dichas copias. En ese conciliábulo lle- víctimas podían volver a ser protagonis-
chos humanos y el Derecho Interna- gimen político colombiano ha podido A diferencia de lo que sostenían la prestos al llamado de Salvatore Mancu- los desplazamientos y todos los métodos que sucedía fuera de él. Fue una verda- garon a la conclusión de que la mejor, o tas de su destino, con la participación de
cional Humanitario cometidos por los conservar una apariencia democrática, a Sala de Bogotá y no pocos investigado- so y los otros comandantes de las AUC. de terror de la guerra contrainsurgente. dera conspiración, que contó con el apo- la única manera de conseguirlo, era lo- los victimarios, pero sin aniquilarlos. Y
grupos paramilitares —y los miembros pesar de padecer una de las tragedias hu- res, lo primero que constatamos fue que Así supimos que la creación y expan- Unos años antes, un compañero de yo de uno de los magistrados que hacía grando la nulidad de la decisión. Esa fue también el espacio para reconciliar a las
de los grupos armados insurgentes que manitarias más graves del mundo en los el surgimiento y expansión de los gru- sión de los grupos paramilitares había la Sala Penal, incrédulo él, me había va- parte de la Sala, quien siempre se opu- la petición del representante de la pro- víctimas con la justicia, ausente duran-
se habían ido desmovilizando de mane- últimos treinta años y sin lugar a dudas la pos paramilitares no obedecía a la au- sido el fruto de una política de amplios ticinado que desde la Sala de Justicia y so a expedir copias contra los personajes curaduría en la audiencia y de los demás te tantos años. Allí llegaron las víctimas
ra individual— y [3] el reconocimiento, más grave de América Latina en ese pe- sencia del Estado en amplias zonas de círculos del Estado, los sectores domi- Paz no iba a poder realizar alguna tarea públicos y los funcionarios involucrados, intervinientes en ella y sería la decisión y los victimarios, con su atavío y su pala-
dignificación y reparación del desampa- ríodo, superior a las vividas en Argenti- la geografía nacional. Por el contrario, nantes de la sociedad civil y el narco- encomiable, como yo creía, más allá de o fue reticente hacerlo. que adoptaría la Corte más tarde. Días bra, con sus angustias y sus memorias y
ro y el sufrimiento de las víctimas”, así na y Chile en los años sesenta? ¿Cómo el “nacieron y crecieron allí donde había tráfico, a la que las otras fracciones del conceder penas de ocho años a quienes La intuición y la experiencia adqui- después, al mirar la grabación de la au- cada uno alzó su voz.
comenzaba mi carta de renuncia como gobierno ha podido seguir funcionando presencia del Estado y de las Fuerzas Mi- Estado asistieron con una mirada com- habían cometido las más graves viola- rida a través de los años como juez y diencia, parecía una celada de todos los En ese escenario vi a una madre fun-
magistrado de la Sala de Justicia y Paz con elecciones aparentemente libres, con litares y de la mano de estas. En Mede- placiente, condescendiente o tolerante. ciones a los derechos humanos y el De- fiscal me decían que detrás de la apela- intervinientes contra los dos magistra- dirse en un abrazo de reconciliación con
del Tribunal Superior de Medellín. Tenía cambios de presidente y alternación de llín, en el Magdalena Medio, en Urabá, Poco o nada hicieron por impedirlo. Esa recho Internacional Humanitario. Solo ción interpuesta por todos estaba el in- dos que suscribimos la decisión. Me di quien mató a su hijo, a una invidente ver
fecha del 27 de junio de 2017. los partidos, con promulgación y vigen- en el Bajo Cauca, en el norte y el nor- política se afianzó y desarrolló por toda con el tiempo me fue quedando claro terés de impugnar la orden de expedir cuenta entonces de que el paramilitaris- con los ojos del alma a quien puso las ar-
Hacía seis años había llegado con cia de las leyes, como cualquier régimen deste, en Córdoba y, en fin, donde quie- nuestra geografía y se hizo dominante. que los objetivos que me habían llevado copias contra dichos personajes, aunque mo estaba vivo. mas en las manos de quienes asesinaron
una licencia que obtuve como magistra- democrático y [con]vivir con las más gra- ra que surgieron y por donde quiera que Solo de esa manera “se explica que en a la Sala de Justicia y Paz, y por los cua- tal orden no era apelable. La audiencia Casi un año después, la Sala de Ca- a su único hijo, perdonarlo con un abra-
do de la Sala Penal del mismo Tribunal, ves violaciones a los derechos humanos y pasaron había brigadas y batallones del unos pocos años coparan todo el territo- les renuncié a mi cargo de magistrado en que se debía sustentar el recurso me sación Penal de la Corte, en una resolu- zo y darle su bendición. Nunca antes ha-
donde me había desempeñado durante al derecho internacional humanitario a ejército y comandos de policía para ga- rio nacional”. de carrera de la Sala Penal dos años des- demostró que no estaba equivocado. To- ción jurídicamente insostenible, en la bía visto tanta capacidad de perdón. Ni
casi veintidós años, para asumir el mis- todo lo largo y ancho de la geografía na- rantizar la seguridad” (esta y las demás De esa forma entendimos que hubo pués, enfrentaban grandes obstáculos dos a una, como en la obra de Lope de que modificó su jurisprudencia vigen- tanta resiliencia para no sucumbir ante
mo cargo en la Sala de Justicia y Paz re- cional? ¿Cómo y qué lo hizo posible y qué citas entre comillas provienen de las una política de guerra sucia para com- así hubieran sido confiados a jueces de la Vega, desde el fiscal hasta el defensor te hasta ese entonces, haciendo gala de la devastación y el sufrimiento. Sus lá-
cién creada. El tránsito de una sala a es necesario reformar para que no vuelva sentencias y decisiones citadas). batir a los grupos armados insurgentes, más alta categoría, apenas por debajo de de los postulados y los apoderados de argumentos inconsistentes y contradic- grimas todavía habitan en mi alma. Sí,
otra no representaba alguna ventaja o a suceder?”. Con esos interrogantes em- Hubo, entonces, una estrecha rela- a disidentes políticos, a sindicalistas, a la Corte Suprema de Justicia. las víctimas, manifestaron su intención torios, anuló esa decisión. Aunque no es las lágrimas de las angustias y el dolor
beneficio, obedecía solo a un compro- pezaba el esfuerzo por reconstruir la ver- ción entre los grupos paramilitares, las ciertos movimientos y líderes sociales y Entendí, entonces, que la búsqueda de apelar la orden de expedir dichas co- difícil demostrarlo, no quiero extender- de las víctimas que fui recogiendo en
miso. Por esos días, por una afortuna- dad en la decisión del 4 de septiembre de Fuerzas Militares y la Policía Nacional. a sectores vulnerables de la población. de la verdad no es pacífica y tiene cos- pias, aunque esa decisión no afectaba a me en argumentos jurídicos que no son cada uno de los incidentes en ese esfuer-
da coincidencia, se presentó en las salas 2013, que tanto revuelo causó y tantos Pero no fue la única. También contaron Pero a diferencia de los regímenes del tos. Hay demasiados intereses detrás y las partes que ellos representaban. Por el objeto de este escrito. Pero sí me que- zo por dignificarlas y reconciliarlas con
de cine Los colores de la montaña, esa ex- obstáculos encontró de ahí en adelante. con la bendición y apoyo de destacados Cono Sur, el Estado se mostraba ajeno nadie quiere aparecer como responsa- el contrario, apuntaba a establecer otros daron muchas dudas e interrogantes: si la vida y la justicia. Todavía sigo creyen-
traordinaria y sobrecogedora cinta que Después de oír y examinar cientos de sectores de las clases dirigentes, funcio- a esa guerra ejecutada por grupos irre- ble del conflicto, ni cargar con la culpa responsables y garantizar sus derechos a dos de las causas de la nulidad se afin- do que ese esfuerzo valió los riesgos y las
revela los avatares del conflicto armado versiones de comandantes y combatientes narios del más alto nivel, empresarios y gulares e ilegales. Pero ni el Estado era de las violaciones. Una vez terminada, o la verdad y a la justicia. El fiscal llegó al caban en las presuntas irregularidades noches en vela.
16 # 117 # 117 17
La máquina de producción de violencia en Colombia tiene
nombres, apellidos y alias. La política mezclada con el narcotráfico
y el paramilitarismo deja un rastro de sangre enorme. Este es un
recorrido por dos décadas de silencio, fusiles, tribunales, pero,
sobre todo, cuerpos dejados en cualquier parte.

Aquí no ha habido muertos

por M A R Í A M C F A R L A N D • Fotografía de Natalia Botero

M
ancuso empezó a ha- Espriella (quienes luego fueron condena- que planeaba entablar una denuncia pe-
blar desde noviembre de dos por los casos de la parapolítica) se ha- nal en contra de ellos por dar declaracio-
2008 después de su ex- bían encontrado con Uribe en su finca de nes falsas. Después de un tiempo Uribe, al
tradición a los Estados El Ubérrimo, para decirles que los para- parecer, denunció a Mancuso por injuria y
Unidos. Dio detalles de militares habían contribuido con grandes calumnia y pidió que fuera removido del
la entrada de los paramilitares a Ituan- sumas de dinero para su campaña, y que, proceso de Justicia y Paz por haber menti-
go en 1996 y 1997, que él y Carlos Cas- si ganaba, los paramilitares, querían em- do acerca de él. El abogado de Uribe, Jai-
taño habían organizado en colaboración pezar unas negociaciones de paz. En sus me Granados, les dijo a los medios que
cercana con miembros del ejército. Man- declaraciones, Pineda y De la Espriella Mancuso estaba dando esas declaracio-
cuso dijo que se había encontrado con Al- apoyaron lo dicho por Mancuso. nes por un deseo de venganza, pues Uribe
fonso Manosalva, el director de la Cuarta Mancuso también declaró que había lo había arrestado y extraditado. Masacre paramilitar en Granada, Antioquia. 2002.
Brigada del Ejército, al menos diez veces mantenido una cercana relación de tra- Don Berna, quien en 2009 había sido
para recibir información y coordinar la bajo que se remontaba a 1995 con Pedro condenado por narcotráfico y sentencia-
incursión paramilitar en la región. Man- Juan Moreno, y que esa relación se pro- do a 31 años de prisión en Miami, tam-
cuso dijo que los paramilitares también longó hasta la muerte de Moreno en un bién empezó a hablar años después.
habían ayudado a otras partes del gobier- accidente de helicóptero en 2006. Dijo Confirmó gran parte de lo que Semana
no: habían coordinado directamente con haberse encontrado con el mismo Álvaro había reportado acerca de sus esfuerzos Estado por sus acusaciones sobre casos investigación por la masacre paramilitar en repetidas ocasiones la credibilidad de
Pedro Juan Moreno, el entonces secre- Uribe cuando este era gobernador de An- con Job para enlodar a la Corte Suprema, como el de la masacre de El Aro. de Mapiripán en el Meta en 1997). En fe- los líderes paramilitares extraditados.
tario de gobierno de Álvaro Uribe, quien tioquia, y que durante la campaña presi- al igual que de las reuniones frecuentes El mismo expresidente Uribe se en- brero de 2016, después de que el antiguo En una sentencia de febrero de 2015
por ese entonces era gobernador de An- dencial había continuado en contacto con que este tenía con representantes de la frentaba a la posibilidad de nuevas in- paramilitar conocido como Don Mario del Tribunal de Justicia y Paz de Mede-
tioquia, el establecimiento de las Convi- el candidato a través de Moreno (suma- presidencia y del DAS. vestigaciones. Entre estas se encontraba dijera que Uribe había estado involucra- llín, la Corte dirigió a la fiscalía a inves-
vir que los paramilitares utilizaban como do a Pineda y De la Espriella). Dijo que, Y en mayo de 2012 Don Berna ofreció una investigación por la muerte en un do en la muerte de Moreno, la fiscalía ge- tigar a Uribe por promover, auspiciar,
fachada para sus actividades. Contó que en un punto durante la campaña, More- pruebas nuevas en el asesinato de Jesús accidente de helicóptero en 2006 de su neral le pidió a la Corte Suprema y a la apoyar y concertarse con grupos parami-
en una reunión en una finca en Córdo- no le había dicho que estaba preocupado María Valle. De acuerdo con Don Berna, antigua mano derecha en Antioquia, Pe- comisión de acusaciones del Congreso litares y las Convivir vinculadas a ellos, ya
ba el mismo Castaño, delante de Mancu- con el daño que las constantes masacres el líder de las AUC Carlos Castaño había dro Juan Moreno. Moreno y Uribe se ha- colombiano que lo investigara. bien como gobernante o como presidente.
so, le había dado información detallada de los paramilitares le podrían hacer a la ordenado que la banda La Terraza, con bían distanciado en los años anteriores En respuesta a preguntas escritas La Corte mencionó los muchos ejemplos
a Moreno acerca de sus planes de ir a El imagen de Uribe, y lo instó a que en cam- sede en Medellín, que respondía a los pa- a la muerte de Moreno: de acuerdo con que le hice para este libro, Don Berna de gente cercana a Uribe que tuvo nexos
Aro, al parecer para reducir la presen- bio se enfocara en operaciones más pun- ramilitares y era dirigida por un hombre uno de los asesores de Uribe, Moreno ha- también declaró que Pedro Juan More- con los paramilitares, al igual que casos
cia de la guerrilla en la región y rescatar tuales. Los paramilitares estuvieron de conocido como Elkin, llevara a cabo el bía esperado que Uribe estableciera una no había muerto como resultado de un y situaciones que involucraban a los pa-
a unos secuestrados que estaban en po- acuerdo en detener las masacres hasta asesinato de Valle porque Castaño creía nueva agencia central que supervisa- “saboteo” del helicóptero en el que iba, ramilitares o a funcionarios públicos —
der de las Farc. Mancuso dijo que para la que concluyeran las próximas elecciones. que el defensor de los derechos humanos ra a todos los organismos de inteligencia “acción llevada a cabo por órdenes de como en el de la masacre de El Aro— que
masacre los paramilitares coordinaron En otras declaraciones Mancuso dijo estaba ayudando a las Farc. Don Berna y que él la controlara, por lo que se sin- Uribe”. Sin embargo, no ofreció ningu- ocurrieron cuando Uribe fue gobernador
directamente con las tropas del ejérci- que de hecho había conocido a Uribe en dijo que él fue parte de esas conversacio- tió traicionado cuando Uribe no lo hizo. na manera de verificar su afirmación ni de Antioquia. “No puede ser que ignora-
to del pueblo vecino, Puerto Valdivia. Se- reuniones sociales antes de que él se unie- nes y que fue la persona que llamó a El- Durante su campaña presidencial, Uribe evidencias que la respaldaran. Cuando lo ra lo que estaba sucediendo en esos ca-
gún Mancuso, tanto el ejército de la zona ra a los paramilitares. Pero dijo que se kin para que hablara con Castaño sobre el también se volvió cercano de otros aseso- presioné sobre los fundamentos de su de- sos, o todos esos hechos se cometieran a
como la policía sabían todo lo que esta- había conocido formalmente con Uribe plan de asesinato. Entonces Elkin envió a res. Tras la elección presidencial de Uri- claración, Don Berna solo dijo que “en la sus espaldas, como tantos otros que se les
ba pasando. También dio más detalles cuando este fue gobernador de Antioquia. una mujer que trabajaba para La Terraza a be, Moreno se volvió muy crítico de la ilegalidad se saben muchas cosas, pero atribuyen a sus colaboradores más cerca-
de los helicópteros que había menciona- Mancuso ya era paramilitar, el goberna- la oficina de Valle para que actuara como gente cercana al presidente, haciendo de como son ilegales no se pueden demos- nos y que tampoco podía ignorar como
do antes: había cuatro helicópteros vo- dor ya lo sabía. Dijo que se había encontra- una posible cliente y recogiera inteligen- su rutina arremeter contra el equipo de trar. Es como cuando un policía te pide los actos cometidos contra la Corte Supre-
lando sobre el sitio de la masacre. Uno le do con Uribe en su finca de El Ubérrimo cia sobre él. Basada en esa información, Uribe a través de su revista La Otra Ver- un soborno, jamás te dará un recibo”. ma de Justicia”, dijo la Corte, anotando
pertenecía a la guerrilla, que lo usó para en Córdoba y que un oficial de la policía ella y otros dos miembros de La Terraza dad, en la que escribía historias o trozos Uribe ha negado con vehemencia es- que “la cuestión no es de testimonios. Es
evacuar a sus líderes. Otro les pertene- de ese departamento lo había presentado fueron a su oficina y lo ejecutaron. de chismes que parecían diseñados para tas declaraciones. Afirmó que More- de lógica y lógicas. Como en alguna oca-
cía a los paramilitares y Mancuso voló como el hombre que los estaba “ayudan- Pero Don Berna hizo otro comenta- socavar al gobierno. Cuando Moreno mu- no nunca dio señales de cercanía con los sión dijo el actual director de El Especta-
en ese, llevando municiones, removien- do” con la seguridad de la región. Mancu- rio, añadiendo que el asesinato “fue a pe- rió los resultados oficiales de la investiga- grupos paramilitares. “Con la cobardía dor, Fidel Cano Correa, no es posible estar
do los cuerpos y sacando a los paramilita- so recuerda haberle oído decir a Uribe que tición del doctor Pedro Juan Moreno, ya ción dijeron que la caída del helicóptero de los delincuentes”, dijo Uribe, “la gen- dentro de una piscina y no mojarse”.
res heridos. El tercero, dijo, era amarillo estaba feliz de que los estuviera ayudan- que él (Valle) estaba haciendo una inves- había sido un accidente y que no habían te empezó a acusar a Moreno de víncu- Uribe argumentó que muchos de estos
y naranja, y le pertenecía a la goberna- do, y que hablaron en particular acerca de tigación sobre los hechos que ocurrieron encontrado evidencias de que hubiera ha- los con los paramilitares después de su asuntos —como el de la supuesta presen-
ción de Antioquia: dijo verlo volar mien- un ataque, que al parecer, las Farc estaban en El Aro”. Dijo que a principios de 1998 bido manipulaciones del artefacto. Pero muerte, pero no cuando estaba vivo”. En cia del helicóptero de la gobernación du-
tras los paramilitares llevaban a cabo su planeando en contra de Uribe y de su fin- Pedro Juan Moreno había ido a una fin- los rumores han rondado en torno a la una entrevista de radio en 2016 Uribe ex- rante la masacre de El Aro— habían sido
operación. El cuarto pertenecía al ejér- ca, y de sus esfuerzos por descubrir quié- ca en la que Carlos Castaño se reunía con muerte de Moreno desde ese entonces. presó su dolor ante la posibilidad de que meticulosamente investigados antes. Y
cito y voló por encima del lugar mientras nes, exactamente, estaban involucrados frecuencia con oficiales, y le dijo que Va- En 2010 el general Rito Alejo del Río una nueva investigación pudiera hacerle continuó insistiendo en que esas acusacio-
los paramilitares dejaban el pueblo. en el complot. lle estaba llevando a cabo una “investi- —a quien Uribe honró durante una cere- pensar a la familia de Moreno que él es- nes eran parte de una venganza política en
En 2012 Mancuso declaró pública- Uribe respondió con un comunica- gación” que iba a afectar a miembros del monia en 1999 después de que la admi- tuvo involucrado en la muerte de su an- su contra y la de sus aliados, entonces diri-
mente que los paramilitares habían hecho do que negaba rotundamente las decla- ejército y del gobierno. Según Don Berna, nistración de Pastrana hubiera retirado tiguo asesor. Desafió la credibilidad de gida por el grupo pro-Santos, y que las de-
campaña activa para la reelección de Uri- raciones del líder paramilitar y de los Carlos creía que quien hiciera esa clase de al oficial— declaró a los fiscales que el Don Mario al anotar que durante su ad- claraciones de los paramilitares contra él
be en 2006. Ese mismo año declaró ante excongresistas, y añadió que se había co- acusaciones en contra del ejército era un choque del helicóptero que llevó a la ministración había presionado conti- eran en retaliación por su extradición.
un tribunal de Justicia y Paz que había municado con el embajador de los Estados colaborador de la guerrilla. Entonces con- muerte de Moreno no había sido un ac- nuamente por la captura del antiguo
contribuido con apoyo financiero para la Unidos en Colombia, pues había oído que vinieron en asesinar a Valle. De acuerdo cidente. Del Río dijo que Moreno ha- paramilitar hasta que la consiguió. No *En el texto anterior, publicado con autoriza-
campaña de Uribe de 2002. También dijo Mancuso estaba presionando a excongre- con Don Berna, Castaño le dio las órdenes bía sido asesinado (Del Río luego fue respondió a las preguntas escritas que le ción de la autora, juntamos apartes del último capí-
que por petición suya los miembros del sistas, para obligarlos a declarar en contra para el asesinato a Elkin y le explicó que condenado por homicidio en un asun- hice para este libro sobre las declaracio- tulo y el epílogo del libro Aquí no ha habido muertos,
Congreso Eleonora Pineda y Miguel de la de Uribe. También anunció, vía Twitter, Valle era “incómodo” para miembros del to distinto, y hasta la fecha sigue bajo nes de Don Berna, si bien ha cuestionado editado por Planeta en el 2018.
18 # 117 # 117 19
La mafia, el paramilitarismo y la capucha de un Estado cómplice fueron la conducidos a instalaciones militares, el mis- Marcha de los Claveles Rojos. Otra marcha supo, porque el ambiente era tenso y nadie
mo juez que investigaba era el que acusa- por la vida realizada por el llamado del Co- se acercó a la puerta a indagar. Los golpes
marca, la cruz del Medellín de los años ochenta. Esta pequeña memoria ba y el que dictaba sentencia. No se conocía mité Permanente y de los profesores y es- pasaron y la reunión siguió, aún escucho al
de María Victoria Fallon nos recuerda lo implacable que era la ciudad. el recurso de tutela y otros, como el habeas tudiantes de la Universidad de Antioquia. maestro J. Guillermo Escobar decir que asu-
corpus, estaban en el papel pero eran inope- Al día siguiente fue asesinado en su casa el mir la presidencia del Comité era un suicidio
Crímenes que todavía están en las carpetas judiciales, victimarios que rantes. Y el narcotráfico empezaba a tomar- médico humanista Pedro Luis Valencia, se- y que no podíamos pedirle a nadie que lo hi-
se la ciudad. nador de la UP, uno de los que había encabe- ciera. Pese a ello, el abogado catedrático de
todavía están agazapados. En 1983 fui caminante anónima en zado el multitudinario reclamo de respeto a la Universidad de Antioquia Luis Fernando
la multitudinaria Marcha por la Vida pro- la vida. La noticia fue impactante no solo por Vélez Vélez, recogió la bandera de la presi-
movida por el Comité Permanente por la lo que la víctima representaba en Colombia dencia y la asumió.
Defensa de los Derechos Humanos y cien- sino por la brutalidad y saña con que se rea- El 11 de diciembre de ese año realiza-

Primera línea
tos de organizaciones gremiales. En rea- lizó el crimen: los asesinos utilizaron una mos el acto de reconstitución del Comité
lidad no lo recuerdo pero puedo imaginar camioneta para tumbar la puerta del gara- Permanente en la sede del Concejo de Me-
que mientras caminaba entre el Teatro Pa- je de su casa y entrar por allí. Pedro Luis fue dellín y Luis Fernando Vélez pronunció un
blo Tobón Uribe y el Parque de Berrío, tenía acribillado en presencia de su esposa y de discurso que tituló “La dignidad iguala a los
el firme convencimiento de que el gobier- sus dos pequeños hijos. hombres”, y que empezaba diciendo: “Los
no de Belisario Betancur escucharía nues- Para entonces, en la lista de asesinados derechos humanos deben defenderse en ca-
tro clamor por la vida. Era joven y la ilusión o desaparecidos había ya varios conocidos beza de todos los hombres porque lo único
me acompañaba, no dimensionaba lo que cercanos, con los que había compartido es- que los iguala es su consustancial dignidad”.
apenas estaba empezando y que sumiría a pacios y experiencias en el movimiento estu- Eran épocas en las que la lucha por los dere-
por M A R Í A V I C T O R I A F A L L O N • Fotografía de Natalia Botero Colombia en una sangrienta guerra que de- diantil. A esa lista se agregaría a Luis Felipe chos de las mujeres no había llegado al len-
jaría millones de víctimas. Vélez, presidente de la Asociación de Insti- guaje con su mensaje inclusivo. Llamaba a
Conocí al doctor Héctor Abad Gómez tutores de Antioquia, a quien conocía de la ecuanimidad para no ser maniqueos al
y supe de sus acciones a favor de mi amigo años atrás, asesinado en las primeras ho- defender los derechos humanos, haciendo
Luis Fernando Lalinde Lalinde a quien ha- ras del 25 de agosto. La noticia de su asesi- distinciones al momento de defender un de-
bía conocido siendo estudiante, y a quien su nato llegó a la Universidad Autónoma antes recho ajeno, pero claramente manifestaba
madre Fabiola buscaba con persistencia lue- de que se terminaran las clases de la maña- que los defensores de derechos humanos de-
go de saber que el ejército nacional lo había na. No esperé y caminé sola hasta la sede de bíamos tener predilección por los humildes,
detenido, torturado y desaparecido. Cono- Adida. Cuando llegué la casa estaba llena los discriminados y los aliados más indefen-
cí a una maravillosa mujer que dedicaba su de maestros y estudiantes, todos expectan- sos. Seis días después, el 17 de diciembre de
tiempo y sus recursos personales a llevar tes y desorientados como lo estaba yo. Salu- 1987, Luis Fernando fue asesinado.
consuelo y elementos esenciales a los presos dé algunos conocidos y regresé en la tarde Así cerramos el año 1987 y para ser ho-
políticos en la cárcel Bellavista: doña Elvia a la universidad que para ese momento era nesta no recuerdo cómo a la presidencia de
Urán de Beltrán, y al abogado Darío Arcila mi comunidad natural, un poco con la nece- Luis Fernando Vélez le siguió la del también
Arenas, presidente del Colegio Antioqueño sidad de compartir la tristeza. abogado Carlos Gónima López, miembro de
de Abogados, que nunca tuvo temor de en- Pero en medio de las clases de la noche se la Unión Patriótica. El mensaje de los asesi-
trar a batallones militares para asumir la de- supo la nueva y trágica noticia: acababan de nos regresó con igual furia dos meses des-
fensa de los acusados de rebelión. asesinar a Héctor Abad Gómez y a Leonardo pués y el 22 de febrero de 1988 Carlos fue
Pasado el amargo trago de mi expulsión Betancur Taborda, también médico y miem- asesinado. No permitirían ni la defensa ni
de la universidad, junto con otros veintitrés bro del Comité, cuando ingresaban a la sede las denuncias de violaciones de derechos hu-
líderes estudiantiles, apenas empezando a de Adida para acompañar a los maestros. In- manos en Medellín. En menos de seis me-
conocer el complejo mundo de los derechos tenté hacer nuevamente el recorrido que ha- ses habían sido asesinados cinco destacados
humanos, sin ponerle mucho cacumen, de- bía hecho en la mañana pero la tristeza no miembros del Comité Permanente, tres de
cidí que iniciaría estudios nuevamente, esta me dejó, no llevaba más de dos cuadras su- ellos fungiendo la presidencia.
vez de derecho que por demás había sido la biendo por la calle Colombia y mis ojos se lle- Vino entonces un período silencioso, casi
profesión de mis dos abuelos. naron de lágrimas. Una mano negra había clandestino de trabajo del Comité. No fal-
No hay mal que por bien no venga, dice herido la esperanza. En el sepelio del doctor tó quien propusiera que en efecto nos “clan-
el adagio popular, y en mi caso creía haber Héctor Abad se percibía ese desasosiego que destinizáramos”, lo que causó más hilaridad
encontrado mi verdadera vocación: sería produce la incertidumbre, el no saber cómo que otra cosa, pues un comité por la defensa
abogada penalista y defendería a los injusta- detener la muerte, las palabras de su amigo de los derechos humanos perdería su esencia
mente acusados y enjuiciados. El libro Con- Carlos Gaviria señalaron a los asesinos, pero de esa manera. Nos reuníamos algunas veces
ceptos fiscales por los que nacen procesados, no por ello se detendría el exterminio. en Colegas pero ya no en el salón principal
un maravilloso compendio de defensas fis- Con el asesinato de Héctor Abad había- sino en un lugar cerrado que tenían en el se-
cales en favor de hombres y mujeres des- mos quedado acéfalos, no recuerdo cuánto gundo piso y en donde nos sentíamos más se-
amparados ante una justicia injusta, escrito tiempo pasó, semanas quizás. Para ese mo- guros, también lo hicimos en los lugares más
por el maestro J. Guillermo Escobar Mejía, mento habían empezado los exilios de va- insospechados como el segundo piso de una
apalancó mi idea de usar el derecho penal rios destacados defensores que buscaron taberna en la Villa del Aburrá, en la oficina
para estar del lado de los oprimidos. A eso se refugio en otros países. Mi participación de Jesús María Valle, en salones de la Univer-
sumó mi primera defensa penal en el consul- en el Comité se había vuelto más activa, lo sidad de Antioquia y en sedes sindicales.
torio jurídico de la Universidad Autónoma: que me dio la oportunidad de trabajar de El año 1989 inició con un nuevo estatus
un joven mariguanero detenido en la cár- la mano con Jesús María Valle, Fabiola La- para el Comité que dejó de ser una Seccional
cel Bellavista por entrar al solar de un veci- linde, Patricia Fuenmayor, Darío Arcila del Comité Nacional y, por propuesta de Luis
no para robarse una pala con el mango roto. Arenas, J. Guillermo Escobar, Elvia Urán, Fernando Wolff, se llamó Comité Permanen-
Conforme avanzaban mis estudios de Marta Luz Saldarriaga, Azucena Silva, Bea- te por la Defensa de los Derechos Humanos
derecho crecía mi interés en los derechos triz Jaramillo, Luis Fernando Wolff, Ma- Héctor Abad Gómez, en memoria de su fun-
humanos. La violencia se ensañaba cada rio Pineda, Hernando Londoño Berrío, por dador, en medio de la presencia cada vez más
vez con más ira en los activistas populares, mencionar solo a algunas de las mujeres y abrumadora y amenazante del narcotráfico
en los integrantes de la UP, en los dirigen- hombres que hicimos parte de lo que podría y los paramilitares en Medellín. Ese mismo
Convención Nacional con el ELN en Río Verde, oriente de Antioquia, 1998.
tes estudiantiles y en los defensores de de- llamarse la resistencia. año Jesús María Valle propuso mi nombre
rechos humanos. Para entonces era poco lo Una noche entre octubre y noviembre de para participar en un curso intensivo sobre el
que podía hacer, pero Patricia Fuenmayor 1987 reunimos a puerta cerrada una amplia Sistema interamericano de derechos huma-

C
siempre acudía a las reuniones que se con- asamblea de defensores en la sede de Cole- nos en Lima, Perú, que me permitió ampliar
vocaban del Comité Permanente y eso me gas, en El Palo entre Ayacucho y Colombia, mi visión sobre la defensa de los derechos
reo no equivocarme si digo que la participación en el movimiento estudiantil.
llenaba de confianza. con el propósito de hablar sobre la reconsti- humanos y conocer directamente a los pro-
década de los ochenta marcó lo Separada por la fuerza del movimiento co-
El 13 de agosto de 1987 participamos tución del Comité. En medio de la reunión tagonistas de las experiencias de las luchas
que sería el resto de mi vida. Sien- nocí a través de una gran amiga un mundo que
miles de personas en la manifestación que se sintieron golpes en la puerta principal. Si humanitarias en América Latina, con lo que
do estudiante de ingeniería quí- hasta ese momento no se me había develado:
se convocó como la Marcha del Silencio y fue un intento de ataque o un tardío parti- daría cierre a esa década que marcó el rum-
mica en la Universidad Nacional el de la defensa de los derechos humanos. Co-
que la historia ha ido recordando como la cipante que quiso que le abrieran nunca se bo de mi vida en adelante.
hice parte de un activo movimiento estudian- rría 1983 y de manera tímida empezaba a re-
til que participaba tanto de los paros cívicos conocer a mujeres y hombres que hacían parte
nacionales como de la defensa de los habitan- de un maravilloso grupo de personas que asu-
tes del asentamiento de la Iguaná —aleda- mían la defensa de los derechos de las otras
ño a la universidad— cada vez que la policía personas como si fuesen los propios. Lo hacían
intentaba un desalojo violento. Movimien- desde la ética, inspirados por los principios de
to estudiantil reprimido como el resto de las la Declaración Universal de Derechos Huma-
manifestaciones populares con el Estatuto de nos y conforme era necesario actuar en el día
Seguridad del gobierno de Julio César Turbay a día, según aparecían los familiares de las víc-
Ayala, por cuya cuenta estuve detenida diez timas de violaciones cometidas por fuerzas del
días, en 1981, por llevar conmigo una pintura Estado. Algunos cuantos eran abogados, pero
en aerosol y les juro por mi honor que ningún la defensa de los derechos humanos no se ha-
“delito” diferente se me endilgó. cía solo desde los estrados judiciales, había
Mi paso por la Universidad Nacional no médicos, ingenieros, amas de casa, publicistas,
tuvo feliz término porque cursando octavo se- economistas… Hombres y mujeres de los más
mestre, con un desempeño académico que me disímiles oficios.
permitía ser auxiliar de cátedra, las directivas Aunque el Estatuto de Seguridad había
universitarias dieron por terminada mi estadía sido derogado, vivíamos en un mundo de te-
en el campus; es decir, me expulsaron por mi rror: no había debido proceso, los civiles eran
20 # 117

Seguro Social niega solicitud de


incapacidad de Gregorio Samsa
por A L E X S T. A N D R E W S • Ilustración de Titania
Traducción de Nicolás Loaiza

G
Aviso importante
REGORIO SAMSA no cumple con
los requisitos para Incapacidad Per-
manente.
Escribimos sobre la reclama-
ción de GREGORIO SAMSA para el
pago suplementario de Incapacidad Permanen-
te. Basados en la revisión de su condición médi-
ca, él/ella no califica para el pago suplementario
de Incapacidad permanente que reclama. Esto es
porque él/ella no está discapacitado o ciego bajo
nuestros parámetros.

La decisión del caso de


GREGORIO SAMSA
Usted listó los siguientes impedimentos en su re-
clamación para Incapacidad Permanente:
SOY UNA CUCARACHA GIGANTE
DEPRESIÓN
DOLOR DE ESPALDA
Usted dijo que los impedimentos expresados
arriba lo/la afectan de la(s) siguiente(s) maneras:
NO PUEDO PONERME DE PIE O CAMI-
NAR ERGUIDO O HABLAR CUALQUIER LEN-
GUAJE HUMANO.
NO PUEDO MANIPULAR NI MANIPULAR
OBJETOS CON MIS MUCHAS EXTREMIDADES
O ANTENAS.
CUANDO ESTOY SOBRE MI ESPALDA TEN-
GO MUCHA DIFICULTAD ENDEREZÁNDOME.
MI FAMILIA ME HA APRESADO EN MI HA-
BITACIÓN Y ME ALIMENTA CON RESIDUOS.
Los siguientes informes fueron usados para
decidir esta reclamación:
Usted no se presentó al Examen Médico. Pro-
gramamos una cita con un médico ocupacional
pagado por nosotros. Se le preguntó si requería
taxi o algún otro medio de transporte para diri-
girse a su cita.
No recibimos ningún historial médico relacio-
nado con su(s) presunta(s) condición(es) de SOY
UNA CUCARACHA GIGANTE, DEPRESIÓN, DO-
LOR DE ESPALDA.
Médicos y otros profesionales de la salud
analizaron este caso y llegaron a esta decisión.
Ellos trabajan para el Estado pero usaron nues- Usted puede realizar otros trabajos que presentar dos testigos que estén dispuestos a
tras reglas. Estos fueron sus hallazgos. existen en números sustanciales en la econo- confirmar su identidad. Si usted no puede mar-
Usted no está involucrado en ninguna activi- mía nacional. Un experto vocacional fue con- car la línea con una X, nosotros le proporciona-
dad lucrativa sustancial. sultado y determinó que su Capacidad Residual remos un sello especial de identidad. Si usted no
Su discapacidad causa más que limitacio- Funcional (CRF) le permite realizar los si- puede manipular el sello especial de identidad,
nes mínimas. guientes trabajos: le solicitaremos que se presente a nuestra oficina
A pesar de que sus limitaciones causan al- OPERADOR DE MÁQUINA GRAPADORA y frenéticamente golpee con una de sus extremi-
gunos problemas para usted, que son más que GESTIÓN DE RESIDUOS NUCLEARES dades una resma con triplicado de carbón, pero
mínimas, no se equiparan a ninguno de los im- ENTRETENIMIENTO (cine extranjero, circo) deberá presentar dos testigos que estén dispues-
pedimentos listados en la Tabla 2 del Apéndi- PREPARADOR DE IMPUESTOS tos a confirmar su identidad.
ce 1 de la Subparte P del Capítulo 20, Numeral Si usted llama o visita una de nuestras ofi-
404 del Sistema General de Seguridad Social en cinas, por favor tenga esta carta a la mano, nos
Salud - SGSSS. Si está en desacuerdo con ayudará a resolver sus dudas. Debe tener su car-
Usted no puede realizar su empleo anterior. né de Seguridad Social y una forma de identifi-
Usted enumeró el(los) siguiente(s) trabajo(s) en esta decisión cación con foto actualizada para poder ingresar
su reporte historial laboral: Si está en desacuerdo con esta decisión, tiene el a nuestras oficinas.
VENDEDOR ITINERANTE derecho a apelarla. Revisaremos su caso y con- Atentamente,
Hemos determinado que su discapacidad sideraremos cualquier información nueva que Barnabas Klamm
le impide continuar en su empleo anterior por- nos presente. Debe solicitar la apelación por es- Comisionado Regional
que usted no puede manipular sus productos, crito. Le solicitaremos que firme un formulario
no puede hablar ningún lenguaje humano y sus SS-561-U2, conocido como “Solicitud de Recon- *Publicado originalmente en VVAA, 2008.
clientes se atemorizarían con sus monstruosas sideración”. Si no puede firmar con su nombre, “The McSweeney’s Joke Book of Book Jokes”.
mandíbulas cliqueantes. puede hacerlo marcando una X, pero deberá McSweeney’s Publishing LLC.
Arte Central

Todopipas: Paulo Licona y Camilo Turbay


AMOR
Gráfica
1999
24 # 117 # 117 25
La ciudad en un limbo, y como siempre sus habitantes se las arreglaron para

C
adaptarse y sobrevivir. Estas postales retratan el rebusque, la soledad, el
Voceadores
omo en una pintura de Rubens que el tiem-
silencio y otros ruidos en una Medellín bañada en desinfectante y estrenándose po no logra borrar, el barroco del Parque
Bolívar de Medellín se opone a que el fin del
en hábitos raros como el tapabocas y la distancia. Los convocados por UC mundo se entrometa en sus prácticas coti-
lanzaron sus líneas, inspirados en las fotos y sin violar la cuarentena. dianas. Permanece, pictórico, casi inmuta-
ble en sus modos de existir pese a la contingencia. Con
tapabocas y sin la distancia burocrática de la biosegu-
ridad, el círculo de las discusiones milenarias sobre

Sin protocolo
política, religión o fútbol sigue a flote, no se hunde, so-
brevive al naufragio pandémico del presente.
Los del círculo son la verdadera estatua que sostie-
ne la ficción fundacional del parque más importante de
la ciudad. Las palabras que caen de sus bocas al sue-
lo son el alimento de un dios dormido que habita cer-
Fotografías de Juan Fernando Ospina ca de la Calliandra medellinensis; ahí hace nido, cuida a
La Dany, a las tinteras, a los brujos de Segovia, a los pi-
llos con hambre. Bolívar, encima de su caballo, vigila el
círculo de los contendores con una ferrosa envidia, no
puede comentar sobre ningún tema y es mejor así.
Los voceadores afincados en sus lugares mano-
tean, gritan, alegan, se desgañitan, se lanzan puñeta-
zos lingüísticos. Dicen: Dios existe, luego no, luego más
o menos. Dios ha muerto, viva Dios. El Verde es el rey
de copas, el Medallo es el equipo del pueblo, papá. Uri-
be es un paraco. Uribe le devolvió la seguridad a este
platanal. Uribe está en prisión domiciliaria. Los extra-
terrestres vendrán por nosotros antes de que se acabe el
mundo, ya lo explicó muy bien Regina 11 en su último
video de Youtube. El virus se lo inventaron para tener-
nos controlados, así nos querían ver, encerrados y sin
trabajo. Pablo Escobar vive y lo vieron bailando en El
Suave con una peladita de Robledo. La sombra del viejo
gualanday los protege mientras su faena aturde la alga-
rabía de los loros en las copas de los árboles.
Terminada la jornada, el círculo de los voceadores
se va satisfecho para cada una de sus casas. Desahoga-
dos, livianitos, con la cabeza despejada después de reci-
bir y proferir tantos insultos son seres de paz. Con plena
conciencia de que el Parque Bolívar no sería lo mismo
sin el sudor de sus frentes, sin la presencia circular de
sus cuerpos reunidos, sin su persistencia, sabiéndose
sobrevivientes a varios finales del mundo, a los nadaís-
tas, a Federico Gutiérrez con pulsión renovadora. Segu-
ro tienen sueños plácidos y dulces, con olor a crispeta.

SANTIAGO RODAS

Pare
E
n total visité dieciocho ciudades del mundo el un francotirador y varios ladrones de a pie. Viajé veinti-
año pasado. Me invitaron a varios festivales cuatro horas para estar veinte en una ciudad de Suiza y
de cine para mostrar mi primera película y regresar al otro día a Medellín. Salía del vértigo para re-
estaba emocionada, decidida a no perderme gresar a casa y dar clases en la universidad. Después de
un instante de esa experiencia que por mo- nuevo en el aeropuerto. Tengo la sensación de que fue el
mentos me parecía una alucinación. Mi cuerpo pasaba lugar en el que más tiempo pasé. Al final del año ya sa-
de un avión a otro, de una calle a otra, el tiempo era un bía cómo volverlo mi casa. Me empacaba una maleta de
huracán que me llevaba entre aviones y desconocidos. libros, y tenía una estrategia clara de espera: ubicar el
Vivía en el huracán y en los aeropuertos, en uno solo café barato y descifrar el wifi; encontrar la sala con bue-
porque todos los aeropuetos son el mismo. Fui a Nueva na luz para leer. Escuchar los idiomas ajenos, la voz de
York por primera vez, caminé buscando el Hotel Chel- los extraños, cada uno con su mundo encima, que en el
sea, tratando de explicarle a cada persona con la que me aeropuerto desaparece momentáneamente porque uno
encontré que ahí había vivido Patti Smith, pero no en- descansa de ser el que siempre es en el anonimato del
contré a nadie que viera más que un hotel deprimido. tránsito. Cada uno espera. Mira por la ventana. Hay una
Quise entrar y una mujer vestida de terciopelo negro me cierta expectativa infantil compartida porque viajar en
dijo: “Está cerrado querida, vuelve en dos años”. Tuve avión es un misterio inexplicable para casi todos y aun
una escala de dieciséis horas en Filadelfia arrastrando detrás de los rostros más adustos, el niño que cada uno
mi maleta por los pasillos del aeropuerto y dormí sobre fue está alegre porque va a volar. O eso imaginaba yo.
ella en un banco. Viví un par de días en una residen- Olvidé muchos detalles de cada sitio que visité. Nunca
cia de estudiantes en Austin donde un grupo de chicos he hecho un álbum, no imprimo las fotos, no hago un
llegaba a las tres de la mañana haciendo el sonido de diario de los días que paso en otro país. Yendo de aquí
una manada, la líder aullaba como Tarzán. Intenté ba- para allá me decía con preocupación que iba a perder
ñarme en una ducha que nadie había lavado en meses toda esa vida si no podía recordarla, que iba a perder
porque sostenían la casa con trabajo voluntario, y salí esa experiencia si no podía volver sobre ella. ¿Cuándo
de ahí a posar sobre una alfombra roja. Cuando aterricé me voy a acordar de todo esto, cuándo lo voy a enten-
en Sao Paulo el aeropuerto acababa de ser asaltado por der? Cuando tenga tiempo, me decía. Cuando pare.

C ATA L I N A A R R O YA V E
26 # 117 # 117 27
La Muchacha

Pandemónium
H
emos pasado del tapabocas clínico, azul pálido, de mal agüero, a la más diversa gama de di-
seños, festivos, macabros, bufonescos y hasta seguros. Más que cuidar el portillo del mi-
crobio coronado, el ciudadano quiere también expresar sus rasgos de origen, disimular su

C
incomodidad con un signo elegante o divertido; mostrar su carácter o los sones que lo inspi-
ran. Nuestro personaje funde en su atuendo el ícono vueltiao del Caribe con la versión tropi-
omo no sé su nombre, voy a llamarla Muchacha. cal del transgresor anónimo de la nube. La facha recuerda que también la peste puede ser carnavalesca o
Tiene el pelo indio de los indios emberas, que es viceversa. Tal vez no se trata solo de protegerse sino de burlar su acecho en el baile del contagio. ¿Cómo?
liso y chuzudo y más claro en las puntas. Sus ojos, Disfrazado para que ella no te reconozca y siga de largo. En versos de juglar habría que decir: si acaso vie-
sin embargo, no son de india, sus cejas tampoco. ne la peste a buscarme, díganle que ya me fui. Que solo vine de paso, a comer arepaehuevo con ají.
Los ojos de la Muchacha son dos canicas brillantes
que miran con atención. Pero no me miran a mí, que estoy al
frente de ella, ni miraban a Juan cuando tomó la foto. Los ojos FERNANDO MORA MELÉNDEZ
de la Muchacha se miran a sí mismos reflejados en el vidrio del
lente de Juan. Y por más que miran, no ven nada. No ven el re-
flejo de sí mismos en el lente como yo no veo nada en los ojos
de ella. Miro, miro, y por más que miro apenas veo un par de
ojos encanicados y brillantes, mudos, cegados por el brillo de
las farolas de los carros que pasan volados por la paralela al río
para no ver tanto pobre.
De lo demás que es la Muchacha se saben algunas cosas.
Por ejemplo, que lleva la geografía del valle tallada en la fren-
te. Por ejemplo, que sus hombros son una playa de arena ne-
gra tan brillante que podrían brillar en la noche más oscura.
Por ejemplo, que la canción que escucha es una canción triste y
está a punto de acabar.
De la postura de la Muchacha se infiere que tiene confian-
za en sí misma y que cuando camina lo hace con la elegante
desfachatez de las muchachas que conocen la calle. Sus cejas Una tristeza específica
pobladas, muy negras, están hechas de tierra negra y fértil de

H
muchacha joven. Su blusita es de muchacha y también la cade-
na que cuelga de su cuello. ay una clase de tristeza, un tipo ver corredores y salones desiertos que antes
Su sonrisa es quizás lo único que no podría ser de la Mucha- particular, único; una tristeza habían estado repletos. Es que esa imagen, la
cha. Sonrisa roja de vieja puta, arrugada, retorcida, mordida, específica, digamos, que se sien- de los espacios vacíos, abruma. Como la casa
gastada; una sonrisa deforme, de labios irregulares, grandes, te en los lugares ruidosos cuan- ocupada por años cuando sale la última caja,
rojo sangre; una sonrisa herida que mancha de sangre los la- do quedan vacíos. Cuando se va y no hay muebles ni cuadros ni personas; esa
bios rojos de la máscara; dentro de los labios leporinos dos la gente. Un estadio de fútbol, por caso. Ahora última mirada es la más complicada porque
hileras de dientes blancos y rectos, y en esos labios y en esa len- vibra, lleno y colmado, pero dos horas después produce esa tristeza de la que hablaba arri-
gua que no veo, el mismo mutismo de los ojos de la Muchacha: es un planeta muerto. O un bar en la mañana. ba. Que es la misma de la que está llena esta
de esa boca no podría salir palabra alguna, maullido alguno, ¿A dónde se fue todo ese calor? ¿Por qué todo imagen de puro vacío: una cuadra que debía
gemido otro que no fuese de dolor. parece tan frío y pálido si la noche anterior rebosar de cabezas pero en la que, horas más
Y aun así, la Muchacha no tiene miedo. Mira algo que no era tan… tan amarillo y tan rojo? Es un bajo- tarde, se encenderán las bombillas del alum-
es Juan ni su lente, mira algo que no soy yo, algo que no sé. La nazo lo que se siente. Los cantantes de rock lo brado público y alumbrarán para nadie. Como
Muchacha mira con atención curiosa pero no se inclina. Per- experimentan cuando se acaba el concierto y para nadie cambiará de verde a rojo y de rojo a
manece erguida, con su frente rugosa en alto, orgullosa de su regresa el silencio, y ya no hay una multitud verde la luz del semáforo peatonal, y para na-
supervivencia. La Muchacha mira algo que está a través de coreando. Es una sensación que los acaba. Por die recorrerá las calles ese bus que alcanza a
Juan y de su lente, que está a través mío, con sus ojos brillantes eso casi siempre quieren seguirla, y seguirla, verse al fondo, a punto de girar a la derecha,
y encanicados: la Muchacha respira con la serenidad del viejo y seguirla, y que sea lo que sea menos ver un que rueda vacío, con un conductor que espe-
que no le teme a la muerte, pero preferiría no morirse.  mundo vacío que antes se derramaba. ra un alma que le haga la caridad de ponerle la
Nada más desolador que un aeropuer- mano y le quite esa tristeza particular, única;
to sin gente. O un hotel desocupado. Stanley esa tristeza específica que se siente en los lu-
E S T E FA N Í A C A R VA JA L Kubrick hizo una película sobre eso, a partir gares ruidosos cuando quedan vacíos.
de un libro de Stephen King sobre lo mismo,
y en ambas, película y novela, el protagonis-
ta pierde la cabeza. Termina desquiciado de E S T E B A N D U P E R LY
28 # 117 # 117 29
El ojo de la noche

E
n el centro de la noche, en mitad de la
luz que la divide, detrás de las rejas,
un pequeño adminículo de tela rige la
calle, el universo. Ejerce su evidente
reinado sin énfasis, en virtud de cua-
lidades protectoras que hace apenas unos meses
nadie adjudicaba a un objeto tan simple.
Micropartículas enrarecidas vibran en el aire
recordando que la historia de la humanidad es la
crónica de todo lo que ha entrado y salido por las
bocas. Lógicas ignotas o dioses difusos imponen,
tal vez, un tributo de atención a esa puerta por la
que expulsamos y tragamos vida y muerte.
Por esa misma calle, en tiempos pasados, vi
cruzar a otros “tapabocas” que eran ellos mis-
mos el virus; mucho más cruel e inhumano. An-
tes como ahora la vida no paró de pujar a través
de la tela o la mordaza.
La licorera. El ojo luminoso como un faro
para orientar a nadie. Detrás de la reja está el
barbijo; detrás del barbijo, la boca que hace poco
envió un mensaje y ahora se ha cerrado para que
los oídos escuchen la respuesta. El teléfono ho-
rizontal para que las palabras permanezcan un
poco más en el aire. Los ojos de ella, que por es-
tos días cargan con toda la responsabilidad de la
expresión, miran sin aplicarse a fondo —la mira-
da en espera— y se preguntan, debajo del chis-
me familiar, la confesión amorosa de la amiga o
el chascarrillo doméstico, quién desde la acera
de enfrente me retrata a estas horas de la noche
(son apenas las siete, pero en estos días desde
muy temprano ya es demasiado tarde).

LU I S M I G U E L R I VA S

Hacer silencio

E
n un ladrillo del muro blanco está es-
crita la palabra mono. Apenas si se ve
por el tamaño que se restringe a las
dimensiones del ladrillo como a las
de un renglón. Es lo único que pue-
do leer. De resto no hay nada. Se ve una esquina,
una lámpara de calle en primer plano, una per-
siana roja de metal cerrada, al pie de lo que pa-
rece una batería de carro. Y en el centro alguien
que camina. La palabra en el muro es lo único
que me aterriza, que me cuenta que, en algún
momento, alguien vivió por ahí, o que caminó
cerca y escribió, quién sabe por qué, esa palabra
en la pared. Hay más vida en ese escrito que en el
resto del paisaje. De la persona que camina solo
intuyo su trabajo, relacionado tal vez con el gre-
mio de la salud, cosa que agrega a la desolación
que me atrae de esta imagen. Más allá de eso no
sé quién es, no sé si es mujer o si es hombre, no sé
su edad. Solo entiendo el gesto de un paso cor-
to a medio hacer. Solo distingo el vestido proto-
colario para la bioseguridad, un poco trajinado,

D
pero siempre limpio.

Leído
Miro por mucho tiempo la imagen en la pan- e la página a la pantalla.
talla de mi computador. Me atraen los colores “...Este año será virtual”.
apagados, el rojo de la puerta casi a juego con el Como sueño.
rojo envejecido de la pequeña pieza de la lámpara Levantarse, comer algo antes de buscar el
de calle. El gris sobrecogedor del asfalto, el aban- corral, calentar, afinar extremidades, salir de
dono. Me gustan las fotos que hacen silencio. En- La Alpujarra, subir por San Juan hasta la Ochenta y de ahí
tonces caigo en cuenta de la flecha blanca. La derecho por Don Quijote, Santa Gema, La Villa y la Treinta
persona camina en contravía, como si desobede- hasta el aeroparque, rodearlo, cruzar el río y seguir por Las
ciera el mandato de la flecha, como si no enten- Vegas hasta Eafit —los que van por más siguen hacia Saba-
diera el sinsentido de dirigirse a una puerta que neta—, hacer la u, regresar por la avenida Industriales y lle-
está cerrada. Anda lento, enfrentándose al muro. gar a La Alpujarra.
Me pregunto para dónde va, qué busca que que- Una hora, cincuenta y un minutos y dieciséis segundos. 
dó por fuera de la foto. Me pregunto si alcanza a El año pasado, el pasado.
leer la palabra en el muro. Pero realmente lo úni- Como sueño.
co que sé es que esa persona de blanco, en medio “...Ya puedes subir”.
de la calle vacía, camina hacia ninguna parte. De la pantalla a la página.
Tanto ella como la foto entienden que no que-
da más que hacer silencio.
CAMILO SUÁREZ
L I N A M A R Í A PA R R A
30 # 117 # 117 31
La pandemia cambió la dinámica de muchos hogares, esas pequeñas
fábricas de la rutina. Las habituales trabajadoras en familia ajena
también vivieron sus dramas, los tiempos muertos por la ausencia
de los habitantes de casa, la vigilancia extrema por el encierro de los
mismos, las desgracias ocultas de vivir y trabajar en la propia casa.
Historias de lavar y planchar.

Perfiles domésticos

por C A R O L I N A C A L L E • Ilustraciones de Maria Paula Vallejo

E
Elizabeth Mosquera
ra la medianoche, las tripas dieta y les impuso horarios para la ali- cuadritos morados. Como necesitaba cal- sobremesa. La patrona, doña Victoria, a
les ardían a las dos, ningu- mentación. Solo hasta las once de la zado cómodo porque era posible que le veces se encarga del almuerzo. Le hace
na conciliaba el sueño, Zully mañana podrían desayunar y no lo mis- tocara estar mucho tiempo de pie duran- ajicaco, arroz con pollo, sudado de mu-
sacó un pedacito de panela, lo mo que ella. Les prohibió tomar café te el día, eligió sus tenis blancos. Le echó chacho. Allá trabaja tranquila, tiene una
partió en dos y le entregó una y aguapanela, nada de pan o galleta, cuido a la perra, se puso el tapabocas ro- relación cordial con la familia. Le pagan
parte para pasar el hambre, la noche iba tampoco leche ni quesito. sado y se abrigó con una chaqueta abu- lo justo, siempre están al día con sus de-
a ser larga y el desayuno estaba lejos. No El desayuno sería brócoli, zanahoria llonada porque hacía bastante frío en esa beres como empleadores.
era un campamento de guerra, no esta- y un huevo cocido. El almuerzo sería a madrugada del viernes 19 de junio. Flor se desentendió de su trabajo en
ban perdidas en medio de la selva, esta- las siete de la noche: a veces una sopa de Cerró la puerta de su apartamento marzo cuando lo decretó el presidente.
ban arrinconadas en plena cuarentena apio con vegetales, casi siempre una en- junto a Carlos, su compañero sentimen- Se tomó la cuarentena con calma, como
en la pieza del servicio de una mansión salada. Elizabeth no olvida los días que tal. Bajaron las escaleras del edificio un tiempo de descanso. Se dedicó a su
en El Poblado. cocinaban una pechuga para los dos pe- con sigilo para no despertar a ningún casa y a su perra que está obesa. Tiene
—Vamos a salir de esta, en un tiem- rros. El pollo para ellos, los huesos para vecino. Se montaron en la moto, arran- ocho años, es blanca con café y las ore-
po vamos a recordar esta experiencia ellas. Ambas se tomaban el caldo de caron por las calles oscuras de Roble- jas le cuelgan, pesa veintitrés kilos. Ya
con risa —le dijo Elizabeth a oscuras hueso envidiando a los animales. do y tomaron los caminos buscando un tiene problemas de cadera así que a Flor
mientras masticaba ese turroncito dulce Las nuevas reglas comenzaron a in- norte. A las 5:55 de la mañana llega- le toca subir y bajar escalas con ella car-
y tomaba agua. comodarlas. A las mascotas se les dice ron a Copacabana. Flor fue la persona gada para sacarla a hacer sus necesida-
Zully era la cocinera, Elizabeth la “niños o bebeses”, nunca perros. A Eliza- número 7 que estaba antes del amane- des. Gracias al aislamiento, Flor sacó
dentrodera. La primera se encargaba de beth le pidió que no usara trenzas, que cer en la fábrica de electrodomésticos. más a su perrita al parque. Caminaron
la comida, la segunda del aseo. No po- los domingos en vez de bluyines con ro- Allá, en ayunas y con ilusión, vio salir el juntas. Antes, cuando llegaba del traba-
dían salir de esa habitación en las noches tos usara faldas largas. El primer do- sol y esperó hasta las once de la maña- jo, descargaba el bolso y le tocaba secar
porque sonaría la alarma. Según la pa- mingo le pidió que le tendiera la cama y na cuando por fin la pudieron atender. los orines porque Lupe no se aguantaba
trona era por seguridad, por si de pron- que le aseara las cocas de la comida de La fila para ese momento ya era inmen- más las ganas.
to se entraba alguien. Pero las dos sabían los “bebeses”. El día de descanso pare- sa. Flor pensó que había sido una gran El día que la patrona la llamó a salu-
que era para que ninguna le asaltara la cía uno de adoctrinamiento. A las dos idea madrugar tanto, sabía que no sería dar y a ver cómo estaba, le recordó que
cocina en la oscuridad. La casa estaba re- las ponía a ver videos de Youtube en la única que iba a aprovechar el primer aunque no estaba yendo, le estaba guar-
pleta de cámaras que las vigilaban. los que un doctor les explicaba por qué día de la historia sin IVA. dando su pago, que le tenía la liquida-
Antes de la pandemia, Elizabeth no debían tomar jugo de mandarina ni Con la cuarentena, el encierro y tan- ción por el aniversario que ajustó, que la
creía que había tenido suerte con ese de naranja, a cuántos cubitos de azúcar to tiempo libre, a Flor se le fijaron dos tenía al día en sus prestaciones sociales.
trabajo. Se presentó a la vacante cuando equivalía un mango. Después de los tips ideas en la cabeza. La primera, que se Se sintió con fortuna, aunque era lo jus-
supo que la señora estaba buscando una de nutrición les tocaba escuchar la pala- quería cambiar el nombre. Que ya no se to, no todas sus colegas tienen a una pa-
mujer negra, guapa y fortachona. La pa- bra de Dios. quería seguir llamando Flor María, sino trona tan seria como ella. Así fue como a a poco le iba a tocar pagarlo. Pero ella sabía la ver- higiénico, se limpia el rostro, coge fuerzas y sale a contagiarse en el bus de ida o en el de venida. Así
trona parecía ser buena, le pagaba el mí- Cuando se cumplió el mes, las dejó Mary Luz. La otra iniciativa era que te- Flor se le prendió el bombillo. Cambiarse dad, estaba libre de deudas. Ese fue un día feliz continuar con la comida. fue como Marta empezó a fraguar un plan para po-
nimo, la afilió a la salud, por fin pensó salir un sábado y les advirtió que las es- nía que estrenar lavadora. Como fuera. el nombre podría esperar. Darse un gus- para Flor. Nunca olvidará que en 2020, el mismo Habla al escondido para que su familia no se der volver al trabajo. Eran muchos días, muchos
en que eso de pensionarse podría ser al- peraba de regreso el lunes. Elizabeth sa- Pensó que toda su vida se la pasó usan- to no, era imposible aguantarse las ga- año de tantas desgracias, a ella le ocurrió el mila- ponga celosa. Lucas y Simón son los hombres que meses, “sin ver al rey ni al príncipe”. Si el proble-
canzable, le dio regalo de día del Amor lió con hambre, malgenio, tristeza. Llegó do cosas de segunda. Estaba cansada de nas de comprarse una lavadora nueva. gro de estrenar. la tienen mal. El mayor de doce años, el menor de ma era el contacto con los otros y usar el transporte
y la Amistad y en diciembre le dio agui- donde sus hijos, los saludó. Su casa esta- la escarcha descontrolada de la nevera, Ese día sin IVA, Flor tenía en sus bol- cuatro. Marta los ha visto crecer, ha sido parte de público, pues lo remediaría. Decidió descompletar
naldo. Trabajaba de lunes a viernes, de ba al revés, con cierto aroma a marihua- de alquilar lavadoras y lavar de afán a sillos el acumulado que la patrona le en- esa familia por diez años. No era interna pero tra- los ahorros que tenía para un viaje y un día de junio
siete de la mañana a cinco de la tarde. na, encontró una montaña de ropa sucia toda hora, de gastarse su plata en técni- tregó de tres meses sin ir al trabajo, más Marta Elena García bajaba de lunes a sábado. Aunque le tocaba movi- llegó a un almacén de la 33 y se compró una moto.
Descansaba sábados y domingos. La jefa y las ollas dañadas. Notó a sus hijos dis- cos para el arreglo de la estufa. la prima. A eso le sumó los ahorros que Marta estaba acostumbrada a los toques de que- lizarse noventa minutos en transporte público, los Una vez la compró cayó en la cuenta de que no
se mantenía de viaje, las jornadas eran tantes, como guardándose un secreto. Su Flor nació en una vereda de Urrao. solía guardar entre suelas de zapatos y da antes de la pandemia. Eran frecuentes en el mu- niños le hacían pensar, tanto a la entrada como a la sabía manejar, de que tendría que sacar un pase, de
duras pero tranquilas. ausencia tenía todo patas arriba. Vivió con caballos, marranos, gallos, ga- portarretratos de su casa porque no le nicipio de Bello por la situación de orden público. salida, que tenía el trabajo de sus sueños. que primero debía pasar por una escuela de conduc-
Llegó la primera cuarentena en mar- Ese domingo trabajó todo el día en llinas. Salió del campo a los veinte años, gustan los bancos. De la fábrica de elec- Sabía que, de repente, en cualquier momento, se Para llegar hasta esa casa le tocaba caminar ción. Pero con tal de volver a ver a los niños pagó lo
zo y las mandó a la casa, pasó abril y su hogar, no le rindió, el tiempo apenas lleva 34 en la ciudad. Aún tiene las me- trodomésticos salió antes del mediodía agarraban las bandas y empezaban los tiroteos. quince minutos desde su barrio hasta la estación Ni- que fuera, se matriculó y empezó, a sus 52 años de
cuando empezó mayo las llamó y les le alcanzó para lavar la mitad de la ropa, jillas coloradas, las trenzas largas y con una factura en la mano, el estóma- Pero Marta vivía sin miedo, pedía permiso en el quía del metro. Cuando tenía suerte y había puesto vida, el curso de conducción de motocicleta.
dijo: “Muchachas las voy a tener que in- para asear un cuarto de la casa, para cru- un tonito para decir las cosas que a ve- go vacío, el corazón contento, una risi- trabajo para que no se le hiciera muy tarde el regre- tomaba el primero que pasara. Si no, esperaba para Estaba contenta con su proyecto. Marta recor-
ternar por un mes. Empaquen sus co- zar unas cuantas palabras con sus mu- ces parece gritado. Vive con su pareja y ta nerviosa y cierto orgullo en la mirada. so, conocía las fronteras invisibles, caminaba tran- irse sentada porque de pie se mareaba y eran quin- daba las tardes de fútbol en las que se convertía en
sas”. A Elizabeth le tocó conseguir en chachos. El lunes a primera hora ya tenía una perrita llamada Lupe. No tiene hi- Nunca en 54 años de vida se había dado quila por el barrio. ce estaciones hasta llegar a La Aguacatala. Allí to- arquera y los niños le pegaban pelotazos en el bal-
cuestión de horas quién le cuidara a sus que estar de vuelta, con un cepillo de jos. Trabaja por días en un apartamen- ese lujo. Por primera vez tenía algo nue- Fue el toque de queda de la cuarentena el que maba un bus que subía por la loma de Los Balsos y cón. Añoraba esos momentos en que les hacía cris-
muchachos, los tres jóvenes de doce, ca- dientes en la mano, arrodillada sobre las to en El Poblado. Ha rotado por muchas vo y con garantía. No solo se compró una le puso los nervios de punta. Desde marzo que los la dejaba antes de las ocho de la mañana en la por- petas y se ponían a ver películas en inglés. Cuando
torce y dieciséis años. Se despidió y les baldosas del baño de la jefa, limpiando casas, pero con esta familia se adaptó, la lavadora, le alcanzó también para una empleadores la mandaron para la casa no duerme tería del edificio. La jornada laboral terminaba a las les ayudaba a hacer las tareas y los niños termina-
dijo que los iba a estar llamando, que en ranura por ranura para dejarlo brillante. patrona no es cansona como tantas que nevera y la estufa. bien, tiene angustia, ansiedad, lloradera, un mé- seis de la tarde. Se iba caminando hasta el metro y ban dándole cátedra.
un mes volvería, que los iba a extrañar, eran sus guardaespaldas mientras aspi- Cuatro días después llegó un camión dico incluso le mandó gotas de marihuana para el de ahí regresaba envuelta entre la multitud hasta la Justo el día que le contó a la jefa que ya tenía
que se portaran bien. raba, sacudía y planchaba. En este hogar con los electrodomésticos a su barrio. insomnio. En las noches, cuando cena con su espo- última estación. En Niquía tomaba otro bus porque una nave y que estaba recibiendo las clases teóri-
Cuando la patrona las vio lo prime- Flor María Montoya no falta desde marzo de 2013. Ya ajustó El martes les dio la liga al conductor y so y sus dos hijos, de pronto le suena el celular y no era conveniente caminar por el barrio de noche. cas, Marta recibió un golpe bajo. La empleadora le
ro que les dijo fue: “Ustedes ya no son A las 4:05 de la mañana Flor ya tenía el siete años. Entra a las 7:30 de la mañana al ayudante para que le subieran las 79 Marta suspira, sonríe por primera vez en el día y Cuando empezó la cuarentena, los patrones mi- dijo que la situación estaba difícil para la familia.
las mismas de antes, están muy gor- ojo abierto. La despertaron las ansias de y sale a las 4:30 de la tarde. escalas con los aparatos grises hasta su se encierra en el baño a hablar. Sentada en la tapa graron. Dejaron el apartamento y se fueron para Que tuvieron que vender un carro. Que decidieron
das”. Ella tampoco era la misma. Como cumplir un plan. Miró el celular y des- El jefe, don Alfonso, le hace el de- casa. Los vecinos empezaron fisgonear, del inodoro, mira la pantalla, escucha a dos niños la finca. Pasó marzo, abril, mayo y seguía el encie- quedarse a vivir el resto del año en la finca. Que
ya no podía salir, las estaba supervi- activó la alarma antes de que sonara. sayuno. Siempre le sirve una arepa con a felicitarla, a cuestionarla. Para des- que le dicen que la extrañan, entonces a Marta se rro. A Marta le transferían el sueldo. Ella se ofrecía van a poner en venta el apartamento. Que no po-
sando día y noche. Vigilaba todo lo que Se dio un baño de gato sin bostezos. Se dos porciones de quesito, huevo revuel- viar la envidia de la mala, ella les inven- le machaca la voz, les tira besos y se pone a llorar a subir a trabajar hasta El Retiro pero ellos le de- drán seguirle pagando el sueldo que le estaban en-
hacían y comían. Les exigió hacer una puso un pantalón negro y una camisa de to con hogao, pan y galletas, un té de tó que había sacado un crédito, que poco y a llorar y a llorar. Cuando cuelga, coge el papel cían que no, que tenían miedo, que de pronto podía viando, que les diera una tregua para conseguir la
32 # 117 # 117 33
plata de la liquidación y así terminar el representado al gremio en conferencias, convencio-
contrato. Lo que terminó de rematar a nes, ponencias las once veces que ha salido del país.
Marta fue cuando le dijo que allá en el Estuvo en el Foro de Trabajadoras Africanas de
pueblo consiguieron a otra. Londres. En Suiza discutiendo el convenio 190 de la
Desde entonces Marta no para de llo- Organización Internacional para las Migraciones so-
rar. La moto quedó arrinconada en su bre la violencia y el acoso laboral. El año pasado andu-
garaje. Su familia está muy preocupada vo por Brasil y Argentina hablando sobre migración y
porque no concilia el sueño, come poco, trabajo doméstico. El 9 de marzo iba para Estados Uni-
se mantiene con los ojos hinchados. A dos pero dos días antes cancelaron el evento por la cri-
veces se sube a la plancha de su casa, sis sanitaria mundial. Sin embargo, desde la sala de su
allá en el norte, a pensar que sus niños casa en el barrio Robledo sigue el activismo.
están muy lejos, en el oriente, detrás de En estos cinco meses de encierro se han afiliado
esa montaña que tiene al frente. más miembros al sindicato. Han recibido más llama-
Marta se metió a un grupo de ora- das, quejas, denuncias porque aumentaron los abusos.
ción que se reúne a través de Zoom para Con el bodegón de fondo del comedor, un turbante en
empezarle a hacer el duelo al trabajo la cabeza y labial rojo en los labios ha declamado más
pero sobre todo a los niños. Tiene mie- discursos de lo normal. El 22 de julio se unió a un Fa-
do de que la olviden, la memoria de niño cebook Live para conmemorar el Día Internacional del
es muy frágil. Si no le trabaja al desape- Trabajo Doméstico. Participó en una tuiteratón para
go piensa que se va a morir. Hoy en día manifestar que las medidas que ha tomado el gobierno
solo ora para que la pandemia pase, para en el aislamiento obligatorio no protegen al gremio.
que la patrona se retracte, para que no Estuvo junto a la senadora Ángela Robledo en el lanza-
llegue el día en el que le entregue esa es- miento virtual de Aliadas, una aplicación de celular en
peluznante carta de despido. la que las trabajadoras del servicio doméstico pueden
calcular la prima, una liquidación, resolver preguntas
frecuentes y establecer un diálogo directo con el Mi-
Luis Alfredo Dávila nisterio del Trabajo.
Cuando Luis mira hacia el pasado piensa Claribed tiene la agenda repleta. Además, es ma-
que su historia está partida en dos. Hay dre de tres hijos, es estudiante de derecho y de licen-
un antes y un después. Lo que cambió ciatura en etnoeducación. Los últimos días ha sentido
todo fue cuando dejó el trabajo que tenía estrés del puro. Ha subido de peso. Le duelen los to-
en una casa de citas por otro en una casa billos. Se acuesta cansada pero sabe que vale la pena
de familia. Hoy, flaco, canoso, con arru- este esfuerzo crónico. Todo lo hace para que a otras no
gas alrededor de sus ojos, con uniforme les pase lo mismo que a ella le tocó cuando salió de ca-
negro, se mira en el espejo y ya no en- torce años en lancha de la vereda Tribugá, en el Chocó.
cuentra rastros de la mujer colorida que Aún recuerda al patrón que le tocaba los senos. A
fue, la que después de las fiestas dormía la anciana que no le pagaba sueldo y creía que bastaba
en la calle, cobijada con cartones. con darle techo. Al hijo de una patrona que le agarraba
Cuando era niño vivía en Aranjuez. la nalga. Al esposo de la jefa que la echó cuando supo
Estudió hasta segundo de primaria pero que estaba en embarazo. Desde que salió de su tierra co-
nunca aprendió a leer ni a escribir. El menzó esa seguidilla de violencias en Quibdó, Medellín,
papá los dejó por otra y su madre, sus Buenaventura, por donde fuera. Por eso se unió al sindi-
hermanos y él quedaron jodidos. Ven- cato hace siete años. Por fin encontró su espacio. No se
día huevos en el barrio y confites en los imagina qué pasaría donde no hubiera organizaciones
buses. Se la pasaba en el basurero reco- como esta velando por la integridad, la dignidad y la se-
giendo hueso, aluminio, vidrio y cartón. guridad de las trabajadoras del servicio doméstico.
Creció y empezó a trabajar en un burdel En la mañana del jueves 6 de agosto a Claribed
en Lovaina. se le salió un suspiro cuando empezó a leer titulares
Se convirtió en una joven a la que lla- de prensa: “La mala hora de Glennis”, “Cayó al va-
mó Claudia. Se mantenía con las uñas cío mientras limpiaba”. Aunque Claribed no la cono-
largas y pintadas, el pelo largo y liso has- cía, sabía que era de las suyas. Una negra que nació
ta la cintura. Se ponía faldas y vestidos rodeada de mar. Salió de su tierra siendo muy joven.
de flores, lentes de contacto azules. Em- Llegó de Turbo a Cartagena y trabajó por cuarenta
pezó a tomar hormonas, “para sacar te- años en casas de familia. En los últimos tiempos traba-
tas, cadera, cuerpo de vieja”, recuerda jaba para extranjeros. Llevaba un mes sin poder salir
Luis. “Era toda una modelo, pero con voz del apartamento en un edificio frente a la playa.
de perro”. Hacía fonomímicas de Aman- Según la prensa costeña, lo hacía de manera infor-
da Miguel, Rocío Dúrcal e Isabel Pantoja. mal. No tenía afiliación a la salud, ni a la pensión, tam-
Cada día estaba con un hombre dis- poco a la aseguradora de riesgos profesionales. En las
tinto. Como a los clientes les gustaba horas de la mañana cayó desde un piso muy alto. Al
que estuviera “traguiadita” le empezó principio nadie entendía qué había pasado. Por qué
la costumbre por el licor. Pasó el tiem- una mujer de uniforme azul oscuro, descalza, había
po, su precio se fue devaluando, los caído sobre el antejardín del recinto. En el balcón de
hombres la buscaban menos, ella los sus empleadores quedaron sus chanclas y un banqui-
necesitaba más. Un día, en un arreba- to de madera. Entonces Claribed dejó salir su desazón
to, emprendió un viaje a Bogotá. Se pro- por escrito y publicó este comunicado:
puso subir de rodillas a Monserrate y lo “Perdió la vida la compañera Glennis Baloyes Pé-
logró. Le ofreció las peladuras al Señor rez, de 52 años y oriunda de Turbo-Antioquia, la tra-
Caído. Llegó sin aire, con sangre a la vis- bajadora se encontraba limpiando los balcones del
ta. En sus adentros le dijo que esa no era edificio cuando pierde el equilibrio y cae al vacío des-
vida. Que no quería seguir siendo esa de el piso 11 del edificio ubicado en una exclusiva zona
persona, que la ayudara a cambiar, a en- residencial de Castillogrande en el Norte de la ciudad.
contrar su lugar en este mundo. Hoy, con profunda tristeza, hacemos un llama-
Cuando volvió a Medellín cogió unas do a los empleadores, a la sociedad y al Estado para
tijeras y se cortó el cabello desde la raíz y Ahora, la mayoría de sus patronas son Fueron días de relajo. Confiesa que hacía agrietado. Antes de irse a la cama, te- que el trabajo doméstico no nos cueste la vida. Es in-
empezó el cambio. Sabía que no solo era buenas, lo aceptan, lo quieren, lo necesi- la siesta, que vio la novela, que sintoni- nía que escribir un pronunciamiento so- admisible que el trabajo doméstico siga representando
buena en la cama. Su familia le decía que tan y lo consienten. Luis les gusta porque zaba La voz de Colombia y dejaba salir su bre la tragedia de una colega que perdió un peligro para las más de 750 mil mujeres del sector,
tenía buena sazón y para el orden, mu- tiene talentos culinarios, su especialidad voz destemplada mientras bailaba y por la vida mientras hacía su trabajo en un que por órdenes de empleadores se someten a trabajos
cho tesón. Aceptó una oferta de trabajo son los fríjoles. Tiene fuerza en sus bra- ahí derecho barría y trapeaba. apartamento. Desde que empezó la cua- riesgosos y sin ningún tipo de protección como la lim-
como “muchacho del servicio” y decidió zos, una obsesión compulsiva con el aseo, Ahora que los jefes están de vuelta, rentena se la pasa al frente de una pan- pieza de vidrios en alturas.
volver a ser Luis. “La misma loca pero sin una delicadeza intensa y, sobre todo, Luis se siente más contento, le hacía fal- talla. En las mañanas tiene reuniones; La vida de las trabajadoras domésticas nos importa
disfraz”. El rumor de sus servicios se fue buen humor. A todas las hace reír con sus ta conversar con alguien. Se considera en las tardes, foros; en las noches, talle- y no podemos permitir que la subordinación o el mie-
regando, una patrona les contó a las ami- ocurrencias y su botadera de plumas. una persona con fortuna, ser emplea- res; en los ratos libres responde correos, do a la pérdida de un empleo las ponga en riesgo. Estos
gas que tenía un hombre haciendo las En la cuarentena le ha ido bien, no se do del servicio ha sido su orgullo. Desde a la medianoche apenas tiene un respi- casos muestran una realidad: la necesidad de capaci-
labores de la casa y las demás por pura puede quejar. Tiene trabajo todos los días que lo ejerce se siente pleno, digno, feliz, ro. Ser la presidenta de la Unión de Tra- tar a las trabajadoras y empleadores del sector en ries-
curiosidad quisieron probar. en una casa distinta. Se la pasa en Laure- piensa que pasó al más allá, a la buena bajadoras Afrocolombianas del Servicio gos laborales, una obligación del Estado y de las ARL;
Desde entonces no ha dejado de tra- les, Estadio, Belén, Envigado y El Pobla- vida. Pronto cumplirá sesenta años. Ya Doméstico (UTRASD) no es fácil y me- así mismo, nos muestra la necesidad de avanzar en la
bajar en casas de familia. Al principio, do. Como varios se fueron para las fincas no es un muchacho del servicio, es todo nos en una pandemia. reclasificación del riesgo de las trabajadoras domésti-
mientras daba con gente buena, “le tocó o sus lugares de origen, le entregaron las un señor aunque los porteros cada vez Antes se la pasaba en Urabá, Carta- cas que en la actualidad se les afilia por el riesgo más
ponerse el pantalón y la correa”. Se de- llaves de los apartamentos. Los vigilan- que lo vean, se codeen, se rían y murmu- gena, Neiva y Medellín haciendo cons- bajo, cuando la realidad es que este sector se expone
fendió del esposo de una patrona que lo tes de los edificios lo vieron entrar como ren: “Llegó la diva”. cientes a las trabajadoras negras de sus a diario a quemaduras, cortaduras, sobreesfuerzos en
intentó violar; de una jefa que lo ofendió si fuera el amo y señor de la casa y no le derechos. Haciéndoles caer en la cuen- pesos o caídas, las cuales ameritan una evaluación del
cuando le dijo que “ojo con ir a tocar al dijeron nada porque saben que es de ex- ta de que los abusos no son normales y riesgo y una reclasificación. Desde la Unión de Tra-
niño”, “que los maricas tienen malas ma- trema confianza. Luis trabajó a solas y sin Claribed Palacios que la esclavitud se abolió hace mucho bajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico,
ñas”; de otra empleadora que tenía todo camisa, sin supervisión y sin prisa. Como Era de noche y Claribed ya estaba cansa- tiempo. Estuvo en el Congreso de la Re- instamos al Ministerio de Trabajo a que busque una
el mercado calculado y cuando salía le no había que cocinar, ni lavar ni plan- da. Le dolían los codos y la espalda. Te- pública junto a Jorge Enrique Roble- estrategia de inspección a hogares para prevenir que
ponía a la nevera un candado. char, todo lo resolvía en poco tiempo. nía los dedos entumecidos y el corazón do abogando por la Ley de Prima. Ha este tipo de situaciones sigan ocurriendo”.
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La vuelta a El Mundo
Un año después, en 1984, en su suplemento Siem- crónicas de Ricardo Aricapa acerca de la mundolo- Un año después, en 1986, El Mundo
pre en Domingo, El Mundo publicaría una crónica ti- gía de esa cárcel. En el título de la quinta entrega, publicaría una de las primeras definicio-
tulada “La muerte me tiene miedo”, que inspiraría el por ejemplo, aparecería el registro escrito más an- nes conocidas de sicario, escrita por el
primer guion de Rodrigo D, protagonizada por Ro- tiguo de parcero, la forma de tratamiento para refe- general Maza Márquez, por entonces di-
drigo Alonso Arango Restrepo, de veintiún años, rirse a un amigo cercano: “Un Parcerito del cuarto y rector del DAS: “A diferencia de lo que

en los ochenta
quien subiría hasta el piso 20 del Banco de Londres, una Chica del noveno”. Registro que se repetiría en ocurre en otros países, en los cuales la
en pleno Parque Berrío, corazón de Medellín, con la el pie de foto: “Carlos Robeiro Valencia Gómez, alias actividad terrorista la asumen perso-
intención de lanzarse al vacío a través de la prime- El Parcerito, uno de los duros del patio cuarto. Tiene nas adultas, en el terrorismo selectivo
ra ventana de esa planta. Sin embargo, una vez allí, más entradas a Bellavista que años de edad”. Tenía de hoy, en Colombia, se utiliza la inma-
antes de dar el salto al más allá, una empleada de la diecisiete años y veintidós entradas, todas por robo, durez e irresponsable osadía de los ado-
Seccional de Salud de Antioquia, de nombre de pila era de Manrique, el mayor de ocho hermanos huér- lescentes y aun de los inimputables. Con
Constanza, que le recordaría a Rodrigo Alonso a su fanos de padre. inusitada frecuencia el ejecutor mate-
difunta madre, fallecida meses atrás, en julio de ese Finalizando esa misma vuelta al sol, El Mundo rial, quien acciona el arma, está entre
mismo año, lo distraería durante cuarenta minu- sería el único periódico del país que reproduciría en los 15 y los 19 años. Estos son los llama-
por J U A N F E R N A N D O R A M Í R E Z A R A N G O • Fotografías: Archivo El Mundo tos hasta que un puñado de policías lograría echar- su titular de portada las siguientes palabras del pre- dos sicarios. Constituidos por grupos de
le mano. La crónica iniciaría con esta descripción de sidente Belisario Betancur: “Ojalá las Farc lleguen jóvenes, que inicialmente operaban en
Rodrigo Alonso: “Es un hombre impasible y enigmá- al Congreso”. Palabras emitidas a través de Caracol motocicleta, patrocinados por el narco-
tico, no parece angustiado, ni cansado, ni desespera- Radio desde Lima, donde asistía a la posesión de su tráfico para cobrar cuentas pendientes”.
do, aunque siempre tiene una extraña humedad en homólogo peruano Alan García, y que se extende- Definición con la que se empezaría a de-

A
los ojos”. Y culminaría con una promesa del protago- rían en el cuerpo de la nota: “Ojalá varios dirigentes jar atrás la expresión más usada por los
propósito del fin de El Mundo, periódico de nista encadenada al día de la muerte de su madre y de las Farc lleguen al Senado y a la Cámara, porque medios para referirse a los sicarios, esto
Medellín del que solo he sido lector de ar- a todos los viernes por venir: “La cucha se murió un eso querrá decir que en ese momento cambiarán la es, “asesino de la moto”, que hoy sobre-
chivo, de sus ejemplares ochenteros, vale la viernes, y le juro, yo me muero un viernes”. dialéctica detonante por la otra dialéctica, la de los vive marginalmente bajo el acortamien-
pena recordar algunas de sus notas más re- Un año después, en 1985, El Mundo publicaría mecanismos de persuasión… Es más importante ver to “los de la moto”.
levantes de esa década. “S.O.S desde Bellavista”, la legendaria pentalogía de a Tirofijo en el Congreso que en la guerrilla”. Un año después, en 1987, El Mundo
En 1980, por ejemplo, a través de una columna fir- publicaría uno de los primeros artícu-
mada por Focus, aparecería el primer registro escrito del los sobre la cultura de la violencia cir-
término mágico: “Todo el mundo sabe dónde están los cunscrita al plata o plomo de Medellín,
mágicos, dónde viven, qué negocio tienen y cuáles son en expansión por Colombia, a cargo de
sus matones, cómo se mueven. Y no pasa nada. Todo el Álvaro Tirado Mejía: “Con el boom del
mundo sabe dónde se consiguen los asesinos a sueldo, dinero se impusieron en poco tiempo
cuánto cobran, quiénes son, y no pasa nada… Esta reali- patrones diferentes a los de la solidari-
dad cogió ventaja”. Mágico, según el Diccionario de par- dad. La figura ideal es la de aquel que lo-
lache, significa, por supuesto, mafioso. Mágico, escribió gra el éxito económico rápidamente, por
Alonso Salazar en La parábola de Pablo, “quizás sea una cualquier medio, imponiéndose como el
asociación de mafioso y milagroso, el que todo lo puede, más fuerte, en una competencia a muer-
o que aparece de repente, el emergente: el narcotráfico te. Héroe es el que se burla de la ley, el
propició la insurrección de sectores plebeyos que prota- que con arrogancia cuenta que defrau-
gonizaron una profunda transformación de Medellín y dó al Estado en sus obligaciones imposi-
del país, que un escritor llamó revolución sin filósofos”. tivas, quien se pasa un semáforo en rojo
Un año después, en 1981, El Mundo sería el primer y desdeñosamente mira por la ventani-
periódico en registrar uno de los letreros más icóni- lla de su potente automóvil al conductor
cos de la Medellín de los ochenta, sí, “Prohibido arro- que, ingenuo, todavía espera la señal de
jar muertos aquí”, con una multa capicúa de 111 pesos. verde para proseguir”.
La foto del letrero iba acompañada por el siguiente pie Un año después, en 1988, El Mun-
de foto: “Esta valla, que encierra una dolorosa verdad y do haría el mejor cubrimiento del ca-
soporta una cruel ironía, fue colocada en la carretera a rrobomba contra el edificio Mónaco,
Boquerón, en predios de la finca San Antonio, al pare- encabezado por este titular: “Como si
cer perteneciente a Regina 11. Antes había un anuncio estuviéramos en Beirut”, capital del Lí-
de Pastas La Muñeca. ¿Qué opina?”. bano, en plena guerra civil. Titular del
Finalizando esa misma vuelta al sol, El Mundo ha- que surgiría un neologismo verbal, “bei-
ría la mejor cobertura de uno de los hechos más im- rutizar”, que anticiparía las 184 bom-
pactantes de esa década, el de la monja en situación de bas que explotarían en Medellín desde
discapacidad incinerada por encapuchados afuera de ese momento hasta la muerte de Pablo
la Universidad de Antioquia. La cobertura sería tan ex- Escobar Gaviria, y portadas de revistas
haustiva que, un par de días más tarde, ese periódico como Semana tituladas así: “¿Guerra ci-
publicaría apartes de una carta reciente de la monja re- vil en Medellín?”.
mitida a Cristo, en la que le comunicaba su pronta muer- Finalmente, un año después, en
te: “Sé que voy a morir joven”. Tenía cuarenta años. 1989, El Mundo publicaría estas pala-
bras de Gabriel García Márquez con
respecto a la guerra que vivía Mede-
llín y el resto del país: “Todo esto hace
pensar que la guerra será larga, ruino-
sa y sin porvenir. Y lo peor de todo: sin
Un año después, en 1982, Alberto Aguirre, la mejor alternativas. A no ser que surja alguna
pluma de El Mundo, publicaría una de sus mejores co- imprevista y feliz: uno de esos dispara-
lumnas, que abriría así: “No hay remedio, somos provin- tes que tantas veces salvaron a la Amé-
cianos. Qué barahúnda la que se armó porque Time, una rica Latina de la disolución final. Si no
revista gringa, al hablar del Mundial-86, dijo que era im- es el diálogo, podría ser cualquier otra
probable su realización en Colombia, ‘esa menuda repú- cosa a condición de que no cueste la
blica de coca y de café’… La cosa no es para tanto. Por lo vida de nadie. No sea que antes de que
primero, esa revista no es el tribunal supremo, ni el su- termine la guerra de nunca acabar, se
premo inquisidor. Una publicación como cualquier otra. nos acabe el país. Este es, por desgra-
Además, esos son los signos básicos de este país, los que cia, el único presagio alentador que se
nos significan: el café suave de nuestras laderas templa- me ocurre para no terminar con una
das aroma el mundo, y la coca que desde aquí se lanza, conclusión catastrófica”.
lo obnubila. Somos coqueros tan tenaces, que tenemos a
raya, en el propio Nueva York, a la mafia siciliana”. Posdata 1: La última foto que acom-
Un año después, en 1983, El Mundo publicaría uno paña este artículo, una de las portadas
de sus artículos más citados: “Al oponerse a secuestro más recordadas de El Mundo y más re-
en San Roque, muerto Alberto Uribe Sierra”. Título se- presentativas de la época, correspon-
guido por el siguiente subtítulo: “Heridos sus hijos San- de al punto medio de esas 184 bombas,
tiago y María Isabel, y el piloto de helicóptero Bernardo la 92, accionada el 28 de junio de 1990,
Rivera”. Es uno de los más citados por este aparte con- frente a la estación de Policía de Los Li-
sonante que vincula a Álvaro Uribe Vélez con Pablo Es- bertadores, en plena avenida Regional,
cobar: “Desde Medellín había salido a las 6:45 PM un dejando un saldo de trece muertos, 32
moderno helicóptero, de propiedad de Pablo Escobar, al heridos y decisiete carros destruidos.
mando de Jaime Sandoval, con el propósito de traer de Posdata 2: En el pie de foto de esa
urgencia a Santiago a esta ciudad, para ser internado en foto de portada se lee lo siguiente: “La
una clínica. El permiso especial fue otorgado por la Ae- tragedia que vive Medellín quedó pa-
rocivil, a petición del ex director de esa dependencia y tentizada en el profundo dolor que aquí
ex alcalde de Medellín, Álvaro Uribe Vélez, por tratarse soporta el senador liberal Jorge Iván Po-
de un caso de urgencia y porque el aparato está equipa- sada, quien perdió a su esposa y a un
do con sofisticados equipos electrónicos y radar”. niño, en tanto su pequeña hija se debate
entre la vida y la muerte. También murió
la periodista Miriam Nassa”.
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Apuntes sobre Matarife


por E L E N A S Á N C H E Z V E L A N D I A
Fotografías: Fotogramas tomados de la serie Matarife

L
o que ha sucedido con solo cinco minutos
de Matarife me hace pensar en lo sobrevalo-

Poemas prestados
rada que está la lógica de la comunicación,
por demás en el sentido más cibernético (y
plano) del término: la transmisión de una
información (o contrainformación, igual da) sin am-
bigüedades, sin ruidos, clara, sin insinuaciones... por EDWIN DÍAZ
algo dijo Deleuze que la contrainformación nunca le
hizo mella a Hitler sino cuando se transformó en acto
de resistencia. No sé qué prejuicio pseudoilustrado nos
ha hecho creer que los uribistas son simplemente gen-
te desinformada. La información está a la mano, las
copias que compulsaron tribunales relacionando a
Uribe con las masacres de La Granja y El Aro (por dar Mango con sal *Poemas prestados
solo un par de ejemplos) están ahí, han sido reseña-
das por los principales diarios del país. Sin embargo Qué chimba es comerse un mango con sal *En colaboración con Andrés Cardona
el uribista promedio responde: si tiene pruebas de- debajo de un árbol de mango
nuncie. Cuando les he mandado artículos sobre dichos con las hojas manchadas de verde Señor mi Dios
procesos me han mandado artículos sobre los proce- y la brisa arropando el follaje te doy gracias por todo, pues por todo.
sos disciplinarios que corrían sobre Petro. Al principio Por estar vivo
no entendí la lógica, pero despreciarla es lo que hace
Qué chimba es comerse un mango con sal por ser todo un príncipe
que no entendamos cómo luchar contra este monstruo
faltando un cuarto para las doce por ser muy paciente
tan humano. La política no es solo cuestión de discur-
so sino de formas de vida, de afectos que se ponen en
en la terraza de la casa
común. Un día hablaba con una compañera de trabajo. y con un sol demencial por saber hablar bien
Me contó de su vida cuando era campesina. Me contó y ser delgado
cómo venían los militares y entraban a sus casas cual Qué chimba es comerse un mango con sal y siempre tener invitaciones en face, y siempre
señores feudales quedándose con lo que se les daba Cuando uno sale del colegio gustarle a todes.
la gana. Me contó cómo dar ayuda a un guerrillero se Después de las cinco de la tarde Te doy gracias por ser marica
transformaba en suicidio pues luego venían los para- pensando en las tareas por ser tan sad
militares y tomaban venganza, cómo hablar con un y tan blanco.
“para” se transformaba en suicidio pues luego venían Qué chimba es comerse un mango con sal
los “guerrillos” y tomaban venganza. Le pregunté, in- para después comerse otro Gracias, gracias, gracias por el pan crema
genuamente, que si todo se había mejorado con el tra- y llegar a la conclusión y todos los heteros maricas que conozco
tado de paz. Me dijo que todo se había mejorado con de que nos ha dejado de gustar ese mango También por el barrio la floresta y la 80
Uribe. Me recorrió un escalofrío pero entendí muchas Por mi amigo Edwin
cosas. Es la misma lógica que la mafia aplicó duran- Qué chimba es comerse un mango con sal Madonna y MJ
te años en el sur de Italia. Ante la ausencia de Estado en la sala de la casa
la mafia asume la “tarea” de imponer el orden (no sin mirando la televisión Por el frío
cobrar por realizar su labor: el pizzo). Solo que aquí y manchando el control remoto por mi marca de ropa
la mafia ya llegó a capturar el Estado mismo transfor- y por ser muy paisa.
mándolo en un brazo de la mafia. Pero mientras que Qué chimba es comerse un mango con sal
la mafia/Estado garantice la “protección” (otro nom- y observar al señor de los mangos Te doy gracias por la música, si Diosito, la música.
bre del pizzo) a muchos no les importa que se trate de
venderle otro mango a una señora, por siempre chatear con alguien
la mafia. Solo cuando la “protección” se transforma en
igual de rico que el de uno. por darme el ronja y el guaro
una pesadilla para algunos, esos algunos comienzan Pero la comunicación funciona a partir de la doxa: finalmente íbamos a condenar eso que debimos con-
a entender que no era buena idea aceptarla. Sin em- ese conjunto de creencias, de opiniones, de formas de denar hace más de setenta años cuando surgió con
Por el rock.
bargo, el sistema suele funcionar mientras que la ma- organizar lo real (realemas) que comparte una comu- la figura de Laureano Gómez. Ese monstruo alimen- Qué chimba es comerse un mango con sal Gracias también por ser tan mechudo
yoría siga simplemente recibiendo “protección” (y por nidad, que acepta de manera incuestionada y que se tado de nuestra propia humanidad que hemos creído echarle bastante sal, y harto limón
demás ahora que la mafia ha capturado al Estado, el requiere para que un mensaje sea comprendido. Por domar con tibios frentes nacionales. Si Matarife tiene que este jugoso ese limón Por hacer lo que me da la gana
pizzo pagado ya no parece extorsión). Así, los uribistas eso la comunicación es en principio funcional al statu que ver con la comunicación es en un sentido inverso. y que se le caigan todas las pepas de la cascara. por ser mierda siempre
responden que quien trata de matarife a Uribe es por- quo así se trate de comunicar contrainformaciones (y No en cuanto surja de una doxa sino en cuanto intenta por el reguetón
que no ha vivido la libertad, la sensación de seguridad, se ve que periodistas muy “serios” pueden dedicarse a instalar otra, una que debimos haber instalado hace Qué chimba es comerse todos los mangos del mundo con sal y por lo narizón y pobre, qué chimba.
la tranquilidad que proporcionó su presidente eterno. transmitir toda la contrainformación antiuribista que mucho tiempo. Pero ahora con un lenguaje global. Un arrojar todas las pepas de mango en el patio
Durante años hemos querido ver ahí una pedantería se quiera pero no por eso entienden que muchos pedi- lenguaje que inmediatamente ha sido percibido más y ver crecer los arbolitos uno por uno Por no saber jugar fútbol
de clase: “Sí, libertad para los citadinos de clase me- mos a gritos un cambio profundo y creen simplemente allá de nuestras fronteras. No sé si lo logre. No sé si hasta que solo quede uno. Por hacer barritas
dia-alta/alta que podían ir a sus fincas”. Pero no era que hacemos parte del pueblo inculto que se deja en- logre instaurar este nuevo sentido común, un sentido
cuestión de fincas de citadinos. Toda una franja de la cantar por mesías: no vivieron nunca la precariedad común que ha de rebosar nuestras fronteras porque Qué chimba es el sonido de los mangos cuando caen Te doy gracias porque puedo dormir mucho
población sintió que por fin el Estado se preocupaba o la han olvidado, piensan que fue una etapa venci- corren tiempos de neofascismo global. No es la pri- Y rebotan dos veces, te doy gracias porque no duermo ni mierda
por ellos y los protegía. Los otros en algún modo está- da por su duro trabajo individual, no logran ver lo que mera vez que alguien lo intenta, no sé si su estrategia te doy gracias por mi gato Billie
bamos quizás ya vinculados a lo minoritario. Mi padre el resto de Colombia ve: que por más duro que traba- surta efecto, no sé si el uribismo logre contrarrestarla, te doy gracias por la noche
que llegó a los nueve años a Bogotá con mis abuelos, jemos nos han condenado a la precariedad o a la mi- pero me digo que un ritual de justicia donde partici- Que chimba es pelarlos y comérselos con sal y limón. te doy gracias por ser alto
perseguidos por los chulavitas, ya sabía lo que signi- seria). Y claro, en términos de comunicación (por lo pamos millones deberá generar algo. Liberar muchas debajo del palo de mango, y siempre te estaré agradecido señor por
ficaría el uribato. No necesitó de mucho para abrirme menos en su sentido “cibernético”) Matarife es muy miradas de vida invencible. O tal vez simplemente le Oliendo a mango y con el corazón lleno de sal. haberme regalado un celular.
los ojos sobre el personaje, aterrado de que fueran a mala, no transmite sino algo lleno de conjeturas: que dará fama a su autor. Todo dependerá de qué afectos
votar por él y de que hubiese surgido de la entraña del unos testigos (¿quiénes?) dicen que Mancuso se la pa- se activen. En la televisión española le hicieron un ho-
partido que tanto amó su padre, el partido liberal, el saba en El Nogal y que ahí estaban los lugartenientes menaje a Lorca: un personaje de una serie de ficción
de los ateos, rojos, herederos de Rafael Uribe Uribe. de Uribe. Como quien dice: “Cuentan por ahí que”. Y lo lleva al futuro a un local granadino donde Cama-
Qué desazón la suya. Y la mía, porque en sus ojos, más claro, si esa fuera la cuestión eso no serviría para con- rón interpreta la “Leyenda del tiempo”. Lorca recono-
que en sus palabras, vi ese terror mezclado con triste- vencer a un uribista, pero no porque la comunicación ce su poema y conmovido dice, “pero si España aún
za y desesperación casi rabiosa que se apoderaba de él, sea de buena o mala calidad sino porque ni siquiera se acuerda de mí, he ganado yo, no ellos”. Los espa-
el terror de volver a vivir la furia fascista. Y digo, cla- lo va a mirar. Porque lo mueven otros afectos. Porque ñoles tan conmovidos como el personaje se lanzaron
ro, que quienes alaban a Uribe no han vivido esa fu- está contento con el pizzo en el que se han convertido a las redes sociales a compartir el episodio. Me ima-
ria fascista, no la han visto en los ojos aterrorizados sus impuestos. En principio, por eso no creía que la se- gino que en ese momento se acordaron de que ya una
del otro. No la han sentido en sus entrañas de mino- rie tuviera gran utilidad. Pero visto lo que se armó el vez habían vencido al fascismo, de que Camarón, tan
ría. Me acuerdo que estaba en Italia y vi la noticia del viernes cambié de opinión. Me di cuenta de que qui- gitano, homenajeando a Lorca en el 79 era el triunfo
asesinato de Mario Calderón y Elsa Alvarado. Vi su re- zás el contenido del episodio ni siquiera fuera lo más de la vida sobre el fascismo. Me imagino que recorda-
trato. Eran dos miradas dulces y joviales, llenas de una importante. Me di cuenta de que estaba asistiendo ron que el fascismo no tiene otro destino final que per-
vida invencible. Lloré. No creo que sus verdugos ha- a una especie de ritual al que millones de colombia- der. Por desgracia a veces llevándose nuestras vidas
yan podido ver esos ojos. Sí, los uribistas y yo no hace- nos estaban asistiendo, de que estábamos asistiendo a individuales en su caída. Pero esa voz colectiva mino-
mos parte de las mismas formas de vida, no habitamos una especie de tribunal colectivo en el que finalmen- ritaria que es un Lorca engitanado, esa quizá sí resis-
las mismas potencias del cuerpo (afectos). te íbamos a condenar públicamente al Matarife. Que ta a la muerte.
38 # 117

Enterrar a la mamá Subestaciones Central y Guayabal,


más modernas y con mayor capacidad
Con una tecnología que garantiza menos Medellín y el Valle de Aburrá. “Las subestaciones operan en esta zona y sectores aledaños como San Diego
cierres viales y la reducción del impacto visual, normalmente, pero se debe hacer una ampliación en y El Poblado. La otra ruta va hacia la zona comercial
EPM emprendió en junio pasado la ampliación cuanto a su capacidad de transformación para poder cercana al aeropuerto Olaya Herrera, de amplio
en capacidad de las subestaciones Central, hacer la distribución de más circuitos de energía a nivel crecimiento industrial y comercial.
ubicada en el barrio Suramericana, y Guayabal, residencial y comercial, porque en este momento cada “Este tipo de proyectos busca distribuir nuevos
en el barrio Campo Amor. El proyecto cuenta una ya está en su punto límite”, explica Cano. circuitos para hacer transferencias y descargar otros
con una inversión aproximada de $62.000 En total, serán seis nuevos kilómetros de redes que circuitos ya existentes. Es como si fuéramos a conectar
millones y se estima finalizar las obras en un partirán desde esos puntos estratégicos de la ciudad. entre sí algunas subestaciones para mejorar el sistema
año, con lo cual se garantizará la capacidad de Las que parten de la Central irán por el norte hacia la en cuanto a confiabilidad y respaldo”, afirma Cano.
atender la demanda prevista hasta 2027. Universidad de Antioquia y el cementerio de San Pedro, La líder del proyecto agrega que los proyectos
Gloria Elena Cano Celis, ingeniera por el occidente hacia Naranjal y la carrera 65, y hacia el “son necesarios para mejorar la confiabilidad
electricista y líder del proyecto explica que la centro cubrirán toda la zona de La Alpujarra, esta última y garantizar la continuidad de la prestación del
tecnología utilizada para la canalización de las ruta iniciará construcción en 2021. servicio de energía. Hace 20 o 25 años se hizo una
redes de distribución de energía se denomina Las que salen de Guayabal son, inicialmente, la modernización, en cuanto a reposición de equipos
Tunnel Liner, la cual ya ha sido empleada por que cruza paralela al puente peatonal del metro en de potencia dentro de las subestaciones, por eso es
EPM en obras de acueducto y alcantarillado. “En El Poblado y va por la avenida Regional hasta Ciudad necesario hacer ahora una nueva modernización en
años pasados se hicieron proyectos de redes de del Río, desde allí se atenderá la demanda de energía cuanto a automatización y nuevas tecnologías”.
energía subterráneas, sin la utilización de dicho
método, pero para la ejecución de las obras de
estos de proyectos va a ser usada por primera
vez”, precisa.
El sistema consiste en la construcción de un
túnel sin necesidad de abrir canales o brechas
a todo lo largo de la obra. En su lugar, cada 100
o 150 metros se hacen unos fosos de unos cinco
metros de profundidad y, a partir de ellos, se
realiza la perforación subterránea por la cual se
instalarán los ductos en que se extenderían los
cables de potencia.
“Lo más importante es que minimiza las
interrupciones de la movilidad, impacta menos
el paisajismo y los trabajos tienen menor
tiempo de duración”, asegura la ingeniería
Cano, quien agrega que para el mantenimiento
de las nuevas redes “cada 80 a 100 metros se
instalan cámaras, entre las cuales hay algunos
empalmes y en caso de que se presente algún
evento, se retira el segmento de cable afectado
y se reemplaza rápidamente, sin necesidad de
hacer trabajos sobre toda la red”.

Foto: EPM
La modernización de las subestaciones
parte de la necesidad de ampliar su capacidad
por la creciente demanda de energía eléctrica en
Cobertura de la quebrada Santa Elena. Francisco Mejía. Circa 1940. Archivo BPP.

Si usted hubiera sido un niño en esos tiempos oscuras el Centro, bajando desde las montañas la quebrada Santa Elena, pero al mismo tiempo
habría podido presenciar con asombro —y
quién sabe si dolor— uno de los entierros más
del oriente hasta desembocar en el río Medellín.
¿Cómo llega una ciudad a tomar la decisión
es la ansiedad de una ciudad latinoamericana
por dejar atrás su pasado colonial de tapia,
Motivo pandemia Secos los ahorros y sin la
compañía de bebedores, tocó rifar

SE RIFA EL NIÑO DIVINO


descomunales que haya organizado Medellín. de que la fuente de agua que históricamente bahareque y barro, y abrazar con furor una nuestro preciado Niño Divino este
Un entierro por lo alto, planeado por años, “la trajo al mundo” debía ser sepultada bajo promesa de futuro motorizada, encementada próximo 4 de septiembre.
promovido con entusiasmo y finalmente una lápida de cemento armado? ¿Qué extraño y perfumada.

DEL GUANÁBANO
ejecutado con bríos, recursos y convicción. Un encadenamiento de hechos puede llevar a que Uno se podría detener en el hecho de que
crimen, lo han llamado algunos. Un asesinato, se prefiera eso a abrazarla, a salvarla? Coltejer decidiera, olímpicamente, convertir ¡El Guanábano no se entrega!
otros. Un mal necesario. Un acierto, incluso. La respuesta sin duda está dispersa en esta quebrada de todos en el alcantarillado de
Pero un entierro al fin y al cabo. los archivos históricos, en las páginas de los ellos, para deshacerse —a cielo abierto— de sus
En esta foto lo podemos ver clarito. periódicos o en los ires y venires de los títulos hediondos residuos de tintorería.
Ante nuestros ojos —y ante los ojos de de propiedad del suelo urbano. Pero en últimas O en la falta de sentido colectivo y defensa
quienes miran o conversan dispersos en la la explicación está en un lugar más inasible y de lo público de un Concejo Municipal que
escena—, el proceso de enterramiento en sutil, pero contundente: la mentalidad de los permitió que una empresa privada se ahorrara
todo su esplendor. En medio de la imagen, hombres y mujeres que hemos habitado este los costos de deshacerse de semejantes
proyectando su cauce en diagonal desde abajo valle desde los tiempos de la invasión española. pestilencias en un lugar distinto a la “quebrada
hacia la derecha, vemos el flujo de agua más Y que aunque se ha transformado con el paso de madre” de esta ciudad.
importante en el largo proceso de surgimiento, los siglos y las modas, aún sigue ahí, aquí, a su Pero en últimas fuimos todos. Como
crecimiento y desarrollo de esta ciudad. El manera, dando forma a este pedazo de mundo. rezaba un anuncio de la época que promovía
que la “amamantó”, la “bautizó” y le dio todo Si los modos de vida medievales que la cobertura de la quebrada, nos convencimos
lo que un arroyo —con su lecho y sus riberas— heredamos de España la comenzaron a asfixiar de que había que hacerlo “por salud, por
le hubiera podido ofrecer a un pequeño en aguas negras, por otra parte las obsesiones transporte… ¡y hasta por negocio!”.
asentamiento humano. Un pequeño caserío en por las idea de progreso, higiene y acumulación Si nos pusiéramos en tónica punzante
tierras indígenas convertido luego en sitio de de capital —importadas de Estados Unidos, podríamos decir, por ejemplo, que esta historia
españoles y, casi cuatro siglos más tarde —aquí Inglaterra, Francia— se ocuparon de darle fue algo parecido a “matar a la mamá y hacer
lo vemos—, en un pueblo grande que se negaba el golpe de gracia. Vertimientos continuos negocio con el entierro”.
a aceptar un apelativo diferente al de “ciudad”: de residuos industriales y la posibilidad Pero para qué llorar sobre lo que ya fue.
la “Villa de nuestra señora de la Candelaria de convertirla, de un solo golpe, en una La pregunta ahora es, ¿nos alcanza
de Aná”, luego “Villa de nuestra señora de la alcantarilla que arrastrara todo lo sucio por la mentalidad de estos tiempos que nos
Candelaria de Medellín”, y hoy Medellín, a debajo, y una calle que permitiera la circulación correspondió vivir para revertir ese proceso
secas. Esa que nació recostada a orillas de de todo lo nuevo y limpio (automóviles, aceras, y rescatarla?
la antigua quebrada de Aná, la mismísima gente bien bañada) por encima. Porque aunque parezca, la Santa Elena
quebrada Santa Elena. La que desde los días De modo que esto que aquí vemos es el no está muerta. Solo está perdida, sucia y
en que fue tomada esta fotografía atraviesa a proceso de cobertura o “entamboramiento” de escondida bajo nuestros propios pies. >> Mayores informes en quarentena.universocentro.com
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