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Proyectos de Aprendizajes Integrados (PAI)


Una primera aproximación…

La planificación e implementación de propuestas de enseñanza a partir de


proyectos pedagógicos de aprendizaje integrado (PAI) propone que se incluya el
enfoque de enseñanza por capacidades así como el aprendizaje de saberes
prioritarios y emergentes.
El aprendizaje integrado o aprendizaje pleno (Perkins, 2010) se ubica dentro de una serie
de ideas contemporáneas sobre el aprendizaje y la enseñanza como una teoría de la
acción integradora; adopta una postura firme en contra del aprendizaje atomístico y
excesivamente extenso sobre las cosas. Brinda a los estudiantes una visión global que
les permite dar un mayor significado a los desafíos que se les presentan y la oportunidad
de desarrollar el conocimiento en la participación activa.

En el aula, el aprendizaje integrado propicia el trabajo interdisciplinar que conlleva el


desafío de superar las visiones fragmentadas y asumir una posición pedagógica que
diluya las fronteras entre las disciplinas y las barreras entre la teoría y la práctica. Así, la
interdisciplinariedad en la escuela se visualiza como un trabajo colectivo que, a la
hora de trasponer didácticamente los saberes expertos tiene presente para la
organización de la enseñanza la interacción de las disciplinas científicas, el diálogo
entre sus conceptos prioritarios, los marcos epistemológicos, las metodologías, los
procedimientos, los datos. No es que se desprecie el saber especializado y clasificado
en materias o asignaturas, sino que se invita a problematizar la forma en que su
organización permite abordar unos temas u otros y hacerlo en una secuencia más
apropiada para las necesidades de la Educación Secundaria.

Toda propuesta pedagógica debe ser concebida en el marco de los principios, objetivos
y acuerdos establecidos en el Proyecto Educativo Institucional. La elaboración de los
proyectos de aprendizajes integrados (PAI) requiere del trabajo colaborativo de los
distintos actores institucionales. Los equipos directivos, a partir del análisis de los datos
aportados por el Operativo Aprender, como así también los relevados institucionalmente
para el seguimiento de las trayectorias escolares, deberán establecer prioridades y
tomar decisiones para la asignación de los recursos transferidos en el marco de esta
línea de acción. Se espera que la implementación de los PAI se oriente al fortalecimiento
de los procesos de enseñanza y aprendizaje, haciendo fuerte hincapié en generar
experiencias pedagógicas significativas orientadas al desarrollo de las capacidades
priorizadas y al fortalecimiento de los aprendizajes y contenidos considerados
fundamentales.

El diseño de los PAI por parte de los equipos docentes requiere de la toma de decisiones
curriculares y didácticas, partiendo de la evaluación del proceso de enseñanza llevado a
cabo hasta el momento y de los aprendizajes construidos por los estudiantes
destinatarios. Se espera que los proyectos diseñados se presenten en el marco de lo
previsto en los diseños curriculares, manteniendo coherencia con la propuesta
pedagógica diseñada por los docentes para el año en curso.
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En los Diseños Curriculares de la provincia de Córdoba, los aprendizajes y contenidos
considerados fundamentales se encuentran incorporados en los diferentes espacios
curriculares de la propuesta formativa. Una vez seleccionadas las temáticas o
situaciones problemáticas sobre las cuales versará cada proyecto, el equipo docente
deberá poder reconocer los aprendizajes y contenidos que pueden aportar al análisis de
las mismas. La planificación que surja del trabajo conjunto del equipo docente deberá
promover la comprensión y apropiación por parte de los estudiantes de los saberes y
contenidos previstos en los diferentes campos de conocimiento involucrados, así como
también recuperar los saberes, intereses e inquietudes de los estudiantes.

El trabajo en equipo de los docentes como estrategia para el


fortalecimiento de la propuesta pedagógica institucional.

Cabe destacar que la responsabilidad de la enseñanza no puede reducirse a esfuerzos


individuales, sino que debe ser asumida por el colectivo docente. Dentro del conjunto de
decisiones que se concretizan en el trabajo institucional, cobran relevancia aquellas que
se toman en torno a la interpretación de las prescripciones curriculares formuladas como
garantía de lo común. Un abordaje integral de las propuestas pedagógicas se sostiene
en una concepción de la enseñanza como tarea compartida. Planificar, como tarea de
conjunto, pone en juego significados que impactan en la relación de los sujetos entre sí y
como parte de un equipo institucional que tiene la responsabilidad compartida de
enseñar y que los estudiantes aprendan. En las decisiones que los equipos docentes
construyen al apropiarse de los diseños curriculares se incluyen entre otras cuestiones,
los acuerdos alcanzados en torno de las formas de planificar, la organización
pedagógica de los espacios y tiempos; la utilización de los recursos, la definición de
estrategias pedagógicas para el acompañamiento a las trayectorias escolares de los
estudiantes y la construcción compartida de criterios e instrumentos de evaluación.

En el marco de un abodarje de la enseñanza como tarea compartida, asumir un enfoque


de aprendizaje integrado requiere del establecimiento de acuerdos claros de trabajo
entre los docentes, lo que incluye crear y mantener vínculos colaborativos hacia adentro
y hacia afuera de la escuela.
Supone, entre otras cuestiones:
• Acordar alcances, prioridades, conjuntos de saberes y capacidades que resulten
relevantes y pertinentes para poner en juego en una propuesta de aprendizaje
integrado.
• Promover la conformación y articulación de grupos de trabajo de docentes de distintas
asignaturas, con el propósito de elaborar PAI.
• Diseñar tareas relacionadas con el fortalecimiento profesional: organizar grupos de
estudio, listas de debates presenciales o virtuales, un diario de reflexión para registrar y
valorar el proceso, instancias exploratorias en el diseño de formas interdisciplinarias,
entre otras. Una vez definidos los criterios para analizar las situaciones, el avance y la
mejora, y ante el análisis de los resultados parciales, establecer si es necesario
reformular la propuesta.

Problema/pregunta a abordar.
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Cada proyecto se diseña a partir de situaciones, preguntas problematizadoras, tópicos


generativos1 o dilemas que se vinculen con temas y temáticas de relevancia social y
comunitaria, propicien el desarrollo de capacidades fundamentales y la construcción de
un conocimiento que trascienda lo escolar yconecte con las actividades humanas.

Objetivos pedagógicos
Deben enunciar con claridad qué se desea logren los estudiantes en relación con la
construcción de aprendizajes y al desarrollo de capacidades.

Aprendizajes y capacidades a trabajar


Entendemos por capacidad a las potencialidades de los sujetos, cuyo desarrollo les
permite enfrentar la realidad en condiciones más favorables. Desde esta perspectiva, se
entiende que las capacidades están asociadas a procesos sociales, afectivos y
cognitivos necesarios para la formación integral de la persona, se manifiestan a través
de un contenido o conjunto de contenidos y constituyen, en este sentido, una base
desde la cual se siguen procesando, incorporando y produciendo nuevos saberes.

Los aprendizajes remiten a los saberes fundamentales cuya apropiación la escuela


debe garantizar a todos los estudiantes ya que, por su significatividad y relevancia, son
centrales y necesarios para el pleno desarrollo de sus potencialidades, su participación
en la cultura e inclusión social.

Por su parte, los contenidos –conceptos, formas culturales, lenguajes, valores,


destrezas, actitudes, procedimientos y prácticas– se revisten de un sentido formativo
específico que colabora en el desarrollo de las diferentes capacidades previstas en las
intencionalidades formativas.

El abordaje de un problema o pregunta supone la integración de diversos aprendizajes


(y de los contenidos en ellos involucrados) y, precisamente por ello, impactan no sólo
en el currículum oficial, al demandar formas de comprensión más profundas a partir de
la conexión de saberes de diversas áreas de conocimiento, sino también en la cultura
escolar y en todos los actores institucionales, en tanto emergentes que atraviesan la
vida escolar y social.

Criterios/instrumentos de evaluación de los aprendizajes


La evaluación es parte de un proceso educativo continuo que se reformula y
retroalimenta en forma permanente. La evaluación integra el proceso pedagógico y en
tanto tal, tiene que mantener coherencia con la propuesta de enseñanza.
La perspectiva formativa de la evaluación, entendida como “evaluación para el
aprendizaje”, pone al estudiante en el centro del proceso y a la evaluación al servicio
del aprendizaje:
“… en la última década se asiste a una suerte de desplazamiento del concepto de
“evaluación formativa” hacia el de “evaluación para el aprendizaje” (Wiliam, 2011), que
lo complejiza y amplía, ya que se orienta a pensar en la evaluación como un proceso
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que tiende a ser continuo, que destaca el efecto retroalimentador de la información para
los docentes y, en especial, para los estudiantes. El aspecto más importante de esta
nueva perspectiva es el lugar destacado que ocupa la noción de “avance”, y esta es la
idea más provocadora. A la hora de valorar los resultados de la acción educativa se
requiere un énfasis manifiesto en el reconocimiento de los avances individuales y
colectivos respecto de un punto de partida específico, y no solo la comparación con
criterios únicos y estandarizados” (Anijovich y Cappelletti, 2017: 27-28).
Hace entrar al alumno y al docente en la complejidad y aleja definitivamente de la
búsqueda y recuento de errores. Se trata más bien de comprender cómo se ha ocupado
uno de ello, en qué momentos se habría podido encarar otras hipótesis o adoptar otros
caminos.
La evaluación tendrá también en cuenta una observación cualitativa de los hechos y los
gestos, las palabras, los razonamientos, las vacilaciones, las estrategias, las
decisiones, los modos de encaminarse del sujeto al enfrentarse con un problema
pedagógico.
Se establece la evaluación como proceso continuo y permanente, donde el error se
convierte en una posibilidad de nuevos aprendizajes. No se trata de examinar productos
finales y cerrados, sino de considerar los avances que se van sucediendo a lo largo del
proceso de cada grupo y trayectoria individual. Desplaza al alumno de un lugar de
objeto de la evaluación, colocándolo en el lugar de un sujeto activo, responsable,
protagonista y participativo. Esto implica revisar los criterios y los instrumentos de
evaluación que cada docente lleva al aula, a fin de que guarden coherencia con estos
propósitos.
Entender la evaluación desde esta mirada, significa valorar su función pedagógica de
acompañamiento y orientación de los procesos de enseñanza. Como sostienen
Anijovich y Cappelletti (op.cit.), se constituye en una oportunidad para la revisión y
mejora de las prácticas de enseñanza, ya que brinda información necesaria y fomenta
la retroalimentación para mejorar las propuestas, mediante un trabajo interactivo.
Se espera de lo docentes, elaboren rúbricas a partir de los objetivos y metas de
aprendizaje que se espera que los alumnos logren, de la comprensión profunda de
grandes ideas disciplinares como así también considerando avances en el desarrollo de
capacidades.
En la planificación deberán quedar definidas las evidencias de aprendizaje, es decir, los
desempeños a través de los cuales se espera que los alumnos puedan demostrar que
han logrado las metas propuestas.
De la misma forma, se deberán diseñar instrumentos que permitan la recolección de
información vinculada a los procesos de enseñanza y aprendizaje utilizable por parte
de los docentes y estudiantes. La evaluación por portafolio, puede ser una estrategia
acertada a los fines de involucrar activamente a los estudiantes en la recolección de
evidencias que den cuenta de los aprendizajes logrados. También pueden planificarse
oportunidades frecuentes y definidas para trabajar la metacognición, es decir,
instancias en las que los alumnos podrán reflexionar acerca de su proceso de
aprendizaje, autoevaluarse, evaluar a sus pares ofreciendo y recibiendo
retroalimentación y planificar acciones futuras para seguir avanzando hacia las metas
de aprendizaje propuestas.

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