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Entrevista con Brett Perlmutter, Jefe de Estrategia y Operaciones de Google para Cuba

Hace tan sólo unos días el mundo conocía de un nuevo paso en el deshielo de las relaciones
entre Estados Unidos y Cuba, que se iniciara hace dos años cuando los presidentes Barack
Obama y Raúl Castro hicieron el histórico anuncio de restablecer relaciones diplomáticas y
trazar un nuevo camino.

En esta oportunidad se trataba de Google, una de las muchas empresas norteamericanas que
había mostrado interés en comerciar con Cuba mucho antes del mencionado anuncio ocurrido
el 17 de diciembre del 2014.

Google y ETECSA, la empresa estatal cubana de telecomunicaciones encargada de proveer


servicio telefónico y de Internet en la isla, firmaron un acuerdo que garantizará al pueblo
cubano un acceso más rápido a los servicios y contenidos de Google.

“Este acuerdo es parte de un programa que tenemos con diferentes proveedores de servicio
de Internet en todo el mundo”, dijo Brett Perlmutter, Jefe de Estrategia y Operaciones de
Google para Cuba, a Caribbean News Digital durante una entrevista exclusiva en La Habana.
“Pero para nosotros, este acuerdo marcó un hito importante porque se trata del primer
acuerdo comercial de Google con Cuba. Hasta donde tengo conocimiento, se trata en realidad
del primer acuerdo comercial sobre servicio de Internet entre una compañía tecnológica
estadounidense y Cuba”.

Brett Perlmutter estudió en la Universidad de Pennsylvania y se especializó en dos ramas no


muy afines: Economía y Literatura Latinoamericana, razón por la cual disfruta mucho hacer
parte de esta conversación en español, idioma en el que exhibe habilidades por encima de la
media de un angloparlante que intenta comunicarse en una lengua que no es la suya.

“El acuerdo”, prosigue diciendo el señor Perlmutter, “está relacionado con un programa
denominado Google Global Cache (GGC) y consiste propiamente en la colocación de
nuestros servidores, de los servidores de Google, aquí en Cuba, en un centro de datos de
ETECSA”.

Los servidores, a instalarse en Cuba en fecha cercana, almacenarán parte de los contenidos
de la nube de Google, concretamente de todas las plataformas, servicios y productos de la
empresa. La necesidad de dar este paso, como explica el directivo de Google, era clara y
sencilla.

“Hasta ahora, cualquier usuario en Cuba que, por ejemplo, quería ver un video en YouTube,
tenía que esperar a que su solicitud en Google llegara al centro de datos de ETECSA y viajara
a través del cable submarino ALBA-1 desde Cuba hasta Venezuela. Luego esa misma
solicitud tenía que viajar desde Venezuela, a través de sistemas de cables de terceros, hasta
uno de los centros de datos de Google en alguna parte del mundo”, explica el señor
Perlmutter. “El video solicitado se descargaba entonces utilizando esa misma ruta de regreso
hasta el usuario final en Cuba. Lo que el GGC garantiza es que los contenidos más
importantes bajen directamente a Cuba desde la nube de Google, sin que medie nada más.
Así que dentro de muy poco tiempo, habrá una comunicación directa entre el centro de datos
de ETECSA, donde estarán instalados los servidores de Google, y el usuario final en Cuba”.

La implementación del programa GGC en Cuba permitirá tener acceso a los contenidos de
Google a una velocidad hasta 10 veces superior, permitiendo además una mejor utilización del
ancho de banda que emplean los usuarios que en Cuba se conectan a Internet a través de los
puntos Wi-Fi. También eliminará las engorrosas demoras provocadas por la falta de memoria
intermedia en la interfaz de video (también conocida como buffer) y que los sitios colapsen o
se “caigan”.

Según el alto ejecutivo de Google, probablemente la mitad de los contenidos a los que los
cubanos acceden cuando navegan por Internet provienen de productos y servicios de Google.
Por tanto, la posibilidad de tener toda esa información almacenada en los servidores de la
compañía en suelo cubano redundará en un acceso más rápido y de mejor calidad a esos
contenidos.

YouTube, Google+, Gmail, Google Drive y el propio buscador de Google, entre otros servicios
y productos, se cargarán mucho más rápido y fácil en Cuba una vez que entre en marcha el
programa GGC, cuyo calendario de ejecución está en manos de la empresa cubana ETECSA.

Este primer acuerdo entre Google y ETECSA abre el camino a otros acuerdos futuros entre
las dos entidades, concretamente en la asistencia a Cuba para proveer acceso a Internet
desde los hogares.

“Nos encantaría poder hacer eso. Nosotros hemos puesto todas las opciones sobre la mesa y
lo que más me hace sentir optimista es que todas esas opciones continúan estando sobre la
mesa. Ninguna ha sido descartada. Estamos sosteniendo conversaciones y discutiendo todas
ellas con los cubanos”, dice Brett Perlmutter.

“Lo bueno que tiene Cuba es que realmente sí quiere conectarse a Internet. Este país tiene la
intención real de conectarse a Internet. Eso es algo que las autoridades cubanas nos han
planteado, pero que además han dicho públicamente. ETECSA tiene un plan y nuestro
objetivo es trabajar de conjunto con ellos y ayudarlos a partir de la vasta experiencia que
hemos acumulado haciendo este mismo trabajo en otras partes del mundo”, aseguró el joven
ejecutivo de Google a Caribbean News Digital.

“Queremos fortalecer nuestra relación y nuestros nexos con Cuba. Existe una voluntad
expresa, tanto de ETECSA como del gobierno cubano, de trabajar con Google, y estoy
particularmente impresionado con el empuje de esa voluntad”, continuó diciendo.

“En Estados Unidos hay mucha sed por los buenos contenidos cubanos en Internet, y le
puedo asegurar que son muchos. Usted podría darme un centenar de razones del por qué
Cuba necesitar estar conectada a Internet, pero para mí la más importante de todas es el
pueblo cubano, que es a su vez la mayor ventaja competitiva que tiene este país. El pueblo
cubano crea contenidos, realiza estudios e investigaciones, hace innovaciones. Pero para
poder capitalizar todo ese contenido como sociedad, hay que tener acceso a la tecnología”,
sentencia el Jefe de Estrategia y Operaciones de Google para Cuba.

El señor Perlmutter, quien trabaja para Google desde hace más de cuatro años, se interesó
por el tema de la conectividad en Cuba desde su llegada a la empresa norteamericana, y
comenzó a preguntarse por qué Cuba, un país que está a sólo 90 millas de Estados Unidos,
era tan inalcanzable para el pueblo estadounidense.

“Hay un libro de texto de Ciencia de la Computación de los años 80 que dice: ‘nunca
subestimes el ancho de banda de un Volkswagen lleno de casetes de audio que viaje por una
autopista’. En Cuba, hay ancho de banda, pero lo que sucede es que no está cableado. Pero
aun así siempre supe que hay un tremendo potencial aquí. Y ahora que conocemos al pueblo
cubano, queremos que sean usuarios de Google igual que en cualquier parte del mundo. Si
alguien lo merece, es el pueblo de Cuba”.
Desde sus primeros contactos en Cuba, Google comprendió que el embargo norteamericano
no solo es contraproducente y obsoleto, sino que impedía en buena manera las intenciones de
la compañía de abrirse paso en la isla.

Antes del histórico anuncio de diciembre del 2014, Google ya había lanzado, bajo la
supervisión y la anuencia del propio Brett Perlmutter, tres de sus productos estrellas en Cuba:

Google Chrome, Google Play y Google Analytics.

A partir del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, Google
se vio en una posición de privilegio. El gigante de Mountain View, California, ya tenía un
trabajo hecho en Cuba y estaba dejando su impronta. Se dedicaría entonces a fortalecer las
relaciones que había forjado con el gobierno cubano, y ahora llegaban las enmiendas y
regulaciones presidenciales emitidas por la administración Obama, las cuales permitían a
Google por primera vez ofertar productos y servicios, desde su propia nube, en Cuba.

Sin embargo, las leyes del embargo estadounidense continúan socavando los esfuerzos de
las empresas norteamericanas de mantener relaciones comerciales normales con el pequeño
país insular del sur, un enjambre de disposiciones del que Google tampoco puede escapar.

Pese a los avances de la compañía en Cuba, muchos de los servicios y plataformas de


Google, como Webmaster Tools, permanecen fuera del alcance de los cubanos.

“Esto ocurre básicamente porque el embargo vigente, que solo puede levantarlo el Congreso
de Estados Unidos, nos obliga a atravesar un enorme proceso de aprobaciones para cada uno
de los emprendimientos que hagamos en Cuba. Aquí en Cuba hemos lanzado aquellos
productos, servicios y plataformas que las leyes norteamericanas nos autorizan a hacer”,
admite el señor Perlmutter.

Según el ejecutivo de Google, cada uno de los cambios regulatorios que Washington emite
con respecto a su política hacia Cuba es analizado con profundidad por los abogados y
asesores legales de la compañía, quienes posteriormente orientan a los ejecutivos sobre qué
puede o no hacerse sin infringir las leyes federales.

“Queremos que nuestros usuarios están contentos, y yo sé por experiencia personal, lo


frustrante y doloroso que es recibir un error 404 o 403. Psicológicamente eso es una
experiencia terrible. Debido al embargo, yo no puedo acceder a mi cuenta de correo de
Google aquí desde Cuba”, afirma Perlmutter con asombro.

Y luego está el factor bancario. Pese a los esfuerzos en marcha por normalizar las relaciones
bancarias entre los dos países, los servicios de Google que requieren de pagos simplemente
no se pueden lanzar en Cuba porque no existe una infraestructura bancaria para ellos.
Desafortunadamente, no hay nada que Google u otras empresas norteamericanas puedan
hacer al respecto hasta que se normalicen las relaciones bancarias entre las dos naciones
vecinas.

Un buen ejemplo de ello es la Consola de Desarrolladores de Google Play, en la que cualquier


usuario puede subir sus propias aplicaciones para venderlas. Este proceso entraña un pago
de $25 dólares por cada aplicación que se suba, algo que no puede hacerse en estos
momentos desde suelo cubano porque, como dice nuestro entrevistado, “no podemos aceptar
pagos desde Cuba”.

Ya al final de la entrevista en el lujoso Hotel Saratoga de la Habana Vieja, una última pregunta
se impone: si las cosas continúan marchando bien entre Estados Unidos y Cuba, si Donald
Trump, quien asumirá la presidencia de la nación norteamericana el próximo 20 de enero,
finalmente no revierte la nueva política de acercamiento hacia la isla iniciada por su antecesor
en la Casa Blanca, ¿qué proyectos futuros tiene Google en mente para Cuba?

“Lo bueno que tiene Cuba es que no hay un país mejor situado telegeográficamente que éste
para conectarse a Internet con buena velocidad y calidad, de manera que conectar a Cuba a
Internet, como debe ser, no entraña grandes retos tecnológicos”, dice Brett Perlmutter. “Se
puede emplear la red de cables submarinos que circunnavegan alrededor de Cuba, como el
ARCOS-1, al que podríamos empalmar a Cuba desde un punto de presencia (POP) que
tenemos ubicado entre Boca Ratón y Miami, en el sur de la Florida. A ese POP también llegan
los cables europeos, así que Cuba tendría una conectividad total con el resto del mundo o con
buena parte de él. Eso se podría hacer en cuestión de meses”.

Todas esas propuestas futuras, incluyendo otras con sistemas inalámbricos, están sobre la
mesa, y ETECSA continúa valorando la mejor opción o una combinación de varias opciones.
“Ahora bien, hay una cosa que sí tengo bien clara: existe la voluntad de parte del gobierno
cubano de conectar al pueblo de Cuba a Internet”, asegura confiado el ejecutivo de Google.

“Nos sentimos muy orgullosos de colaborar con ETECSA, que es un equipo que trabaja muy
duro. Hacen mucho y todo lo que han hecho es por el bien de la sociedad cubana. Nos
encantaría compartir nuestras experiencias aquí, las experiencias que hemos acumulador por
todo el mundo, y poder así lanzarnos a hacer proyectos mucho más grandes y complejos
aquí”, concluyó diciendo el señor Brett Perlmutter, no sin antes insistir una vez más en que
“los buenos contenidos que Cuba crea son la razón fundamental para que la isla esté
conectada a Internet”.

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