Durante gran parte de la formación de la ingeniería civil, se busca que una
estructura que se diseñe soporte diferentes situaciones en las que su movimiento es muy poco, el estado monolítico y rígido de cualquier edificación es uno de los principales objetivos, ya que brinda seguridad y soporte para soportar las solicitaciones a las que van a ser sometidas. El solo hecho de pensar desplazar una distancia importante, cualquier edificación que sea de gran tamaño, que sea de una edad media, es algo que parecería una locura, pero esto fue precisamente lo que sucedió con el edificio CUDECOM en Bogotá, Colombia. La necesidad de la ampliación y adecuación de una de las avenidas en ese momento más importante para la ciudad, La Calle 19, que conecta con la avenida Caracas, requirió el movimiento de las más de 7000 toneladas del edificio, y desplazarlo 29m. Este gran reto de la ingeniería involucro un gran análisis y factores clave para que se pudiera desarrollar de manera correcta, inicialmente la experiencia del especialista encargado de la parte de suelos y el apoyo y coordinación impecable de un equipo de trabajo permitieron el correcto movimiento del edificio. Algo que es importante destacar es como se mezcla, y como se desarrolla esa relación suelo-estructura, donde lo que hace ese puente entre ambas es la cimentación. El edificio CUDECOM tenía una cimentación de zapatas corridas y aisladas en los 8 ejes de sus columnas, e inicialmente la cimentación ya había logrado su asentamiento esperado y que fue de vital importancia para realizar esas aproximaciones y correlacionarlo con el estudio de suelos realizado, los rieles y la cimentación final que se alineo y se diseñó idéntica a la inicial jugarían un papel clave para que el edificio no tuviese problemas en su desplazamiento. Los rieles y la cimentación final tuvieron un largo detalle, su correcto dimensionamiento y análisis permitieron que en el momento del desplazamiento los asentamientos elásticos no fueran importantes, y de igual manera los asentamientos diferenciales estuviesen dentro del rango esperado, si estos rieles no hubiesen tenido las dimensiones necesarias, probablemente hubiera ocurrido un desastre el día en el que se realizó esta odisea. Los sensores internos que tenían de cada columna y el control continuo de los asentamientos y desviaciones que iba teniendo la estructura permitieron llevar un correcto control de la velocidad a la que los pistones movían la estructura y de esa manera saber si los análisis iban según lo planeado. Al momento de tener la estructura completamente ubicada en su destino final hubo un momento clave que fue al momento de remover los rieles y dejar que actuara solo la cimentación final ya que esta sobre extensión brindaba un soporte adicional de las cargas y momentos generados por el peso mismo de la estructura, pero los 40 mm de asentamiento esperados solo llegaron a 31 mm y esto fue gracias a un análisis muy detallado del suelo y de esta manera las dimensiones finales de la cimentación. En conclusión, las estructuras y su comprensión requieren de un trabajo correcto, de ese cumulo de experiencia y de conocimiento teórico que brinda el correcto entendimiento de cómo se comportan y como existe esa dinámica entre el suelo y la estructura, y la cimentación que juega un papel fundamental siendo quien conecta y une esos 2 mundos tan diferentes pero que inevitablemente tienen que trabajar juntos, controlando la idónea transmisión de cargas al suelo y controlando así los asentamientos que pueden llegar a fisurar los elementos estructurales y en el peor de los casos colapsar estas grandes moles de concreto.