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ACTIVIDAD 1.

PARA REFLEXIONAR
Comenta con un compañero que piensas sobre las siguientes consideraciones:
En algunos casos, los niños crecen en hogares donde el ambiente es alfabetizador y se
relaciona con lo que habrán de vivir en la escuela: hay libros, periódicos… una diversidad
de textos con los que pueden interactuar. Los padres o hermanos escriben, inventan
historias, leen, les leen y comentan e intercambian ideas u opiniones sobre sus lecturas y
escritos; basándonos en el contexto mencionado anteriormente, respondamos las siguientes
preguntas:
1. ¿Se formarán lectores y escritores competentes? ¿Por qué?
Hay mayor posibilidad de que desarrollen sus competencias de lectura y escritura de
una manera satisfactoria, ya que, los niños en edades tempranas son aprendices
imitativos, es decir, repiten lo que ven, partiendo de esta afirmación si un niño crece
en un entorno donde todos sus familiares y conocidos tienen el hábito de leer, de
investigar, de ir a la biblioteca, etc. El niño también se sentirá motivado a hacerlo,
porque se le estará predicando y enseñando de la mejor manera posible, la cual es
con el ejemplo.

2. ¿Será posible que tengan éxito en la vida académica?


Claro que sí, hay una excelente frase que dice: “La lectura es el único instrumento
que tiene el cerebro para progresar”. Es decir, leyendo podemos aprender infinidad
de cosas sobre distintos temas, es una excelente herramienta para continuar
aprendiendo a lo largo de nuestra vida. Una persona que lee constantemente
desarrolla y mejora su capacidad de reflexión, de pensamiento crítico, establece
juicios, defiende y argumenta sus puntos de vista y sintetiza información con
facilidad, todas estas habilidades mencionadas anteriormente, se aplican en la
escuela, en cualquier grado y nivel educativo en el que nos encontremos, por lo
tanto, leer claro que augura éxito no solo en lo académico también en lo personal y
social.

En muchos otros casos la historia es distinta: los padres y hermanos no leen, no


escriben, casi no hablan, dialogan poco, no tienen libros (o no los leen),
etcétera. En base a la situación mencionada anteriormente, responde la
siguiente pregunta:

3. En consecuencia, ¿qué podría suceder con estos niños en la escuela y el aula?


El hecho de que en el contexto donde estos niños se encuentran no sea alfabetizador
ni motivante no es un determinante para que el alumno siga el mismo patrón que el
de sus seres cercanos, aunque claro, la posibilidad es bastante elevada. También se
puede sobresalir y ser un agente de cambio, sin embargo, requerirá mucho apoyo en
la escuela por parte del docente, es decir, que lo guie, que lo motive, que le predique
con el ejemplo, que le comparta libros de la biblioteca escolar, que lo incentive
mediante el reforzamiento de las conductas positivas, las cuales en este caso serían
leer y escribir, y sobre todo, propiciar un ambiente alfabetizador adecuado para el
intercambio de experiencias de aprendizaje significativas entre todos los educandos.

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