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MIEDO ESCÉNICO

Publicado: 30 marzo, 2011 en Sin categoría

Que Es El Miedo Escénico?

Renny Yagosesky dice: “El miedo escénico es una forma de timidez que surge en presencia de grupos, o como
consecuencia de pensamientos limitadores acerca de nuestra actuación frente a grupos. Es una reacción, una respuesta
defensiva del organismo, caracterizada por distintas formas de alteración de la normalidad en el funcionamiento mental,
emocional y motriz del 7individuo que lo padece“.

Hablar en público puede ser una vocación o un reto que nos imponen las circunstancias. Es una habilidad importante
pues nos permite destacarnos, potenciar la autoestima e influir sobre otras personas. Sin embargo, el miedo a
equivocarnos y a ser rechazados mejor conocido como el miedo escénico, es un enemigo a vencer para poder triunfar
como un orador excelente.

La regla más importante para hablar en público, entonces, es saber muy bien de qué se está hablando. Quizás le suene
obvio, pero lo cierto es que la mayoría de los oradores que tienen dificultades para hablar en público, no tiene tampoco
una idea clara de lo que quieren transmitir a su audiencia.

Y no hay mejor manera de vencer el temor que estar bien preparados para lo que vamos a decir. Es como en todo orden
la vida, cuanto más listos estamos y menos dudas sobre lo que vamos a hacer tenemos, más posibilidades de no
cometer errores y enfrentar a la situación sin sufrir un ataque de pánico.

Uno de los graves problemas de hablar en público es el evitar el tartamudeo, los sudores y otros síntomas que pueden
echar a perder cualquier discurso por más interesante que sea. Niños, jóvenes y adultos, necesitan ser educados y bien
entrenados para hablar con seguridad, coherencia, precisión e impactar ante un auditorio científico, cultural, religioso o
educativo. Saber hablar bien requiere de un conjunto de factores internos y externos.

Los estudiantes pudieran llegar a afrontar, a lo largo de su carrera, y en la defensa oral y en público de proyectos y
exámenes, dificultades, sino son capaces de controlar sus emociones, pensamientos e ideas. Hay quien no ve ningún
problema en ello o que, incluso, se desenvuelve mejor con las palabras. Sin embargo, no siempre es así, por lo que la
escuela y la universidad deberían celebrar cursos y talleres de estrategias para hablar en público y perder ese miedo
escénico traicionero que, en ocasiones, puede echar a perder horas y horas de estudio para una exposición.

El miedo escénico no existe cuando se trata de hablar ante amigos o ante personas que no significan amenaza. Surge
cuando nos encontramos ante un público extraño, sobre todo si esas personas son profesionales calificados o
autoridades. Las personas que tienen conocimiento o autoridad son peligrosas porque tienen poder y pueden causarnos
daño.

Síntomas

Las causas del miedo escénico se han buscado en diferentes escenarios, que van desde traumas de vidas pasadas,
configuración cerebral innata, patrones o arquetipos astrológicos, traumas de la infancia y la adolescencia, aprendizaje
por modelaje, exceso de perfeccionismo, sobreestimación de la opinión de los demás, etc. Cualquiera que sea la causa o
grupos de causas, lo cierto es que éstas imponen límites a nuestra operatividad, satisfacción, autonomía y
determinación, y nos condicionan a padecer estados de tensión, parálisis, evasión o confusión claramente
improductivos.

Hay cuando menos cinco elementos principales que tienden a exacerbar el miedo escénico:
– La novedad (enfrentarse a lo que no conocemos)

– La sorpresa (enfrentarse a algo que no esperábamos tener que enfrentar)

– La intensidad (el grado de importancia que el reto tenga para nosotros)

– El desconocimiento (el grado de ignorancia temática del orador.

– La inexperiencia (la falta de práctica y de vivencias en este aspecto)

El miedo escénico es inconsciente y contra él poco pueden la voluntad y la razón. Es un enemigo que vive dentro de
nosotros y está al acecho para atacar en todo momento, por lo cual es causa constante de angustia y de sufrimiento; así
que hay que combatirlo, no sólo por razones profesionales, sino para sobrevivir psíquicamente.

Aunque el miedo escénico es un sentimiento concreto, su existencia se debe a numerosos factores. El miedo escénico
ocupa el espacio que deberían ocupar la autoestima y el éxito. El miedo escénico no actúa sólo, como todo en la vida,
tiende a asociarse a otros temores, como el temor al riesgo, al futuro, a la responsabilidad, etc. para incrementar su
poder.

Sin embargo el miedo escénico al igual que el estrés y la competencia, son condiciones humanas naturales, con las que
tenemos que aprender a convivir. Lo importante es no dejar que estas situaciones nos desborden o interfieran en
nuestra vida más allá de lo normal; pero un poco de miedo, de competencia y de estrés, son activadores eficaces de la
mente.

El miedo escénico, inhibe la capacidad de pensar y paraliza los órganos de la fonación. Las personas sienten un vacío
interno, una angustia y un terror, que a veces llega al pánico.

Vence El Miedo Escénico

Para vencer al miedo escénico, se ha encontrado que el método más efectivo es la llamada terapia cognitivo –
conductual, que combina un trabajo de cambio de creencias con aprendizaje de conductas efectivas. Esta forma de
terapia es resultado de descansa los aportes de investigadores y terapeutas como: Skinner, Lazarus, Ellis, Beck, Young y
otros, que probaron experimentalmente como aprendemos a perturbarnos y cómo podemos modificar ese aprendizaje.

Algunos de los métodos combinados para superar el Miedo Escénico, son:

– Afirmaciones verbales

– Visualizaciones guiada

– Reestructuración cognitiva

– Ensayo de conductas

– Desensibilización sistemática

– Relajación muscular

– Exposición forzada

– Refuerzos positivos.
Las afirmaciones permiten que las personas repitan frases positivas en las que se hablan a sí mismas y se presentan una
imagen auditiva de éxito ya logrado. La repetición programa la mente en forma gradual con ideas nuevas más
optimistas.

Las visualizaciones guiadas, motorizadas con el uso del hemisferio derecho del cerebro, producen un alto impacto
emocional y tienen probada reputación de efectivas en la modificación de la conducta. El impacto de lo visual supera
con mucho el impacto de lo meramente lingüístico.

La reestructuración cognitiva es una técnica basada en la detección, confrontación y sustitución de las creencias
limitantes que impiden el buen funcionamiento del sujeto que piensa negativamente. Usa el método de la racionalidad y
la verificación basada en evidencias.

El ensayo de conductas es una técnica mediante la cual una persona se entrena para adquirir una conducta deseable
que no posee y por lo tanto no expresa en cierta situación, y que se aprende imaginando que el sujeto se encuentra en
dicha situación.

La desensibilización sistemática, es una técnica o método que se utiliza para contrarrestar gradualmente ciertos
comportamientos asociados ala respuesta de ansiedad. Se induce en la persona un estado fisiológico de la relajación
muscular y, luego se expone a estímulo débil que dispara ansiedad en la persona. Después se van presentado estímulos
más intensos que son afrontados con la respuesta relajación.

La relajación muscular es una técnica esencialmente corporal para genera bienestar y reducir los niveles de ansiedad.

La exposición forzada por su parte, es un método mediante el cual la persona que experimenta ansiedad, la aborda de
manera frontal en un esfuerzo resuelto y no de manera gradual.

La técnica del refuerzo positivo, consiste en otorgar a la persona agentes que considere gratificadores, luego de que ésta
ha realizado una conducta deseable

En cuanto a la disposición de la persona, es necesario que ésta esté decidida a abordar el problema, con fuerza y
determinación, sin contradicciones que bloqueen el proceso de superación emocional.

RECOMENDACIONES

– Comience por relajarse

Lo más importante será que comience a relajarse. Descargar tensiones es muy importante para que sus palabras salgan
fluidas y usted no esté tenso cuando finalmente se pare frente a la audiencia.

Todas las personas sienten un cierto miedo escénico antes de salir a hablar frente a una cierta cantidad de público. El
que realmente no lo siente es porque no está capacitado para hacerlo.

Lo único importante es saber qué es lo está sintiendo y poder manejarlo. Sobre todo, acepte la sensación de temor (no
intente negarla o ignorarla), pero sin preocuparse por ella.

Cuando vea que comienza a sentir nervios, no tenga “miedo a tener miedo” (eso solo hará que se sienta peor). En lugar
de ello, reformule lo que siente: no piense que es algo malo, tómelo solo como el momento de aceleración del motor
antes de que den bandera de largada.

a) Si puede encontrar un lugar para estar arriba solo, de pequeños saltitos o pise muy fuerte con cada pie para descargar
tensiones, y no estar demasiado excitado.
b) Sacuda las manos y apriete y descomprima los puños repetitivamente. Esto le evitará que sacuda sus manos
demasiado. Si cree que podría temblar, simplemente apóyese en el escritorio o en el podio mientras habla.

c) Cuando no lo vean, saque la lengua, abra los ojos y abra también la boca todo lo que pueda, y entonces haga lo
inverso para achicar la cara todo lo posible. Todo esto le relajará los músculos de su cara entera.

d) Respire profundamente y haga un sonido pequeño, como tararear, durante su exhalación, para tranquilizarse y
además calentar su voz.

e) Imagínese en un lugar ideal, seguro, soñado. Nada lo puede dañar mientras esté en medio de ello. Intente mantener
esta imagen mientras esté sobre el escenario.

-Dominar El Tema

Tener un conocimiento claro, completo y maduro

-Romper El Hielo

Saludar, sonreír, ser amistosos, crear una atmósfera de relax.

-Proyectar Respeto

Sobre los asistentes, con el fin de crear un lazo de mutua aceptación. Si tú les respetas, ellos te respetan.

-El público te da la importancia que tú te das

Tu discurso tiene el valor que tú le das. Por tanto, debes comunicarte con claridad, orden, sencillez y categoría.

-Acércate a las personas

Haz que participen, pregunta…

Dosifica las ideas

Escribe los puntos importantes en la pizarra a medida que los vas desarrollando. Esta estrategia te ayuda a centrarte en
el tema, lo cual te proporciona mucha seguridad.

Saca conclusiones prácticas

A medida que expones. A las personas no le interesan las teorías, sino las ideas y fórmulas que sirven para triunfar.

-Debes ofrecer la imagen de persona humilde, pero digna , brillante y exitosa.

-Sé entretenido, utiliza imágenes, historias y vivencias.

-Necesitas llegar a la inteligencia y al corazón

Es decir, necesitas convencer y persuadir; para lo cual, tu discurso debe ser rico en ideas y sentimiento. Esta experiencia
te proporcionará tanta fuerza e inspiración, que sentirás el placer de enfrentar al miedo escénico.

Vivimos en una sociedad en la cual las personas necesitan agradar para ser aceptadas en el grupo, lo que les convierte
en seres débiles y vulnerables, pues ya no dependen de la propia autoestima, sino de la aprobación de los demás. La
necesidad impulsiva de agradar y el sometimiento pasivo sólo genera desprecio; por lo cual, hay que valorarse y darse
un puesto digno.
El miedo no respeta riqueza, ni títulos, ni poder. Es un virus que alcanza a casi todas las personas. Contra este virus sólo
hay una protección, la autoestima, que produce un sentimiento de valor, por encima de todas las opiniones.

El miedo escénico nunca desaparecerá del todo, así que tenemos que aprender a convivir con él, conscientes de que es
inofensivo y no puede hacernos daño si nosotros no lo permitimos.

El miedo escénico nos aleja de la sociedad. Esto se paga caro sobre todo en la vejez, cuando la actitud personal de
aislamiento se combina con el olvido de la sociedad hacia los ancianos. Por esta y por otras muchas razones es necesario
luchar por ser sociales, por relacionarse con los demás, por no dar la espalda a la vida.

Errar es humano”, que errar es parte de la vida y también una forma de aprender.

Si aprendimos el temor también podemos aprender la seguridad y la habilidad para hablar en público. En la vida todo
tiene un precio. El éxito es producto de esfuerzo, de constancia y de tiempo.

“Si un hombre alberga cualquier miedo, éste perturbará todos sus pensamientos y dañará su personalidad
convirtiéndole en esclavo de un fantasma”

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