La ética profesional adquiere un reconocimiento público; y es que la moral individual se
hace trascendente en el campo de la profesión. La ética profesional surge como una disciplina que se ocupa de concretar normas en el ámbito profesional para alcanzar unos fines. (Emmanuel Derieux, 1983). El código de ética de cada profesional enmarca una serie de reglas, derechos y deberes que lo limitan y mantienen al margen de caer en errores profesionales y morales, al mismo tiempo guiándolos por el buen desempeño profesional. Un profesional conlleva consigo una serie de hábitos y costumbres que lo han adquirido durante toda su vida, no obstante, no todo lo que uno realiza cotidianamente es correcto ante la sociedad, por lo que un profesional debe tener la capacidad moral e intelectual para poder discernir entre lo correcto e incorrecto de su profesión. A su vez, las profesiones hoy en día deben estar segmentadas en dos bases que son elementales: las capacidades y los conocimientos intelectuales, pero también la parte moral y ética que manejen las personas, ambos son importantes y se deben desarrollar de la mano ya que una persona puede tener los mejores conocimientos intelectuales, pero si es falta de valores éticos y morales este tendrá choques para poder desempeñar de manera correcta sus labores. Además, las organizaciones cuentan con creencias, hábitos, y comportamientos sociales, donde todos estos conceptos determinan las relaciones con los clientes; por ende, el profesional debe trabajar en forma conjunta con estas fuerzas diversas, poniendo énfasis en cómo su ética profesional puede beneficiar a la sociedad. A su vez, este profesional debe tener principios básicos tales como la Responsabilidad, Honestidad, Tolerancia, Conciencia Ambiental y un Compromiso Social; que lo ayudaran a desempeñar mejor su labor. Asimismo, las organizaciones buscan la llamada ‘Economía Sustentable’ donde el cuidado del entorno ambiental, social y económico debe crecer junto con las mejoras y el aumento de las riquezas de esta. Por lo tanto, el profesional debe estar en la capacidad de minimizar el impacto ambiental hecho por las empresas produciendo de manera sustentable, utilizando toda la capacidad instalada de la organización y evitando los ambientes enfermizos entre los trabajadores. Finalmente, la ética no es un añadido para el éxito de una organización, sino que más bien es un elemento estructural e indispensable para ésta; es un puente hacia el futuro de la empresa, vivida como una cultura donde todos sus miembros encuentran un sentido a sus labores; entre el hombre y la empresa está el reto en las nuevas organizaciones. REFERENCIAS
Información, libertad y derechos humanos: la enseñanza de la ética y el derecho de
la información, 2004, ISBN 84-609-3125-0, págs. 17-30
Obtenido de http://tteticaprofesional.blogspot.com/2017/10/etica-profesional.html