El apego no me ayuda a avanzar en los cambios, cuando todo a
mi alrededor cambia, yo también debo hacerlo, no puedo aferrarme al pasado, ni a las cosas, ni a las personas, porque me quedaré anclado, aferrado al dolor de la pérdida. Todo lo que vivimos nos enseña algo, nos hace crecer como personas, y si algo sale mal, no debemos quedarnos ahí lamentándonos. Debemos sentir, llorar, pero también entender y avanzar, saber que todo nos enseña algo, y que tenemos que aprender del cambio. Agradece lo que ya tienes: Con demasiada frecuencia, nos encontramos viviendo en nuestros deseos. Centrados en aquello que nos falta, en lo que no tenemos. Entonces nos invade una sensación de insatisfacción difícil de gestionar. Debemos aprender a valorar lo que ya tenemos, aprender a agradecer y sentirnos satisfechos con eso, porque de lo contrario, siempre estaremos pendientes de lo que nos falta, y siempre nos faltara algo. Entonces es mejor disfrutar y agradecer lo que tenemos, en lugar de estar pensando todo el tiempo en lo que nos falta.