Por medio de la gráfica podemos concluir lo siguiente:
El pH en donde la enzima presenta su máxima actividad se le conoce con el nombre de
pH óptimo. Si se modifica este pH, la conformación nativa se pierde y la enzima ya no puede catalizar adecuadamente. La mayoría de los enzimas son muy sensibles a los cambios de pH. Las condiciones óptimas de pH para la amilasa son de 7.2, por encima (ácido) o por debajo (básico) de este valor pueden afectar drásticamente su actividad.