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Equinoccio de Primavera, tiempo de

oportunidades
Para los habitantes del hemisferios sur, el Equinoccio de Primavera tiene lugar en septiembre, ya
para los del hemisferio norte esta celebración ocurre en marzo.
Si estas aprendiendo a aprovechar la energía de los días de poder o sincronizándote con los ciclos
de Naturaleza, los equinoccios son un buen momento para ello.
Durante el Equinoccio de Primavera (Hemisferio Sur en septiembre/ Hemisferio Norte en marzo),
se abre la puerta del amor, nuevos comienzos  y proyectos.
Dentro de las tradiciones Wiccas, el Equinoccio de Primavera es uno de los Sabbats o festivales
mayores, conocido como Ostara. Es una época de felicidad que hace referencia a la infancia y
adolescencia de los dioses, el  despertar del primer amor y la sexualidad.
Como Ostara también representa el adiós al Invierno y el comienzo de la época fértil, uno de los
métodos más comunes de celebrarlo era obsequiando huevos decorados (símbolos de fertilidad y
renacimiento): los tradicionales huevos de Pascua o Pascuales.
El Equinoccio de Primavera es una buena época para:
• confeccionar saquitos de hierbas mágicas, que potencien cualidades como el amor y el
valor;
• preparar jardines;
• crear amuletos con imágenes de flores o plantas;
• iniciar proyectos; hacer una cena donde resalten los vinos y dulces;
• y participar en ritos de conexión con las fuerzas de la Naturaleza.

Ritual para el Equinoccio de Primavera

En el Libro de Magia de la Bruja Moderna (2004), la escritora esotérica Montse Osuna, refiere un
sencillo ritual para la época de Ostara, destinado a conectar con la energía de la Primavera, la
Naturaleza y la Madre Tierra.
El ritual debe realizarse al aire libre. El practicante debe estar descalzo, y vestir ropa de color claro,
preferiblemente de telas fluidas, suaves y sueltas, que lo hagan sentir cómodo y con libertad de
movimientos. El atuendo puede ser acompañado por una corona de flores silvestres.
Debe trazarse en el suelo de tierra o en un trozo de papel un círculo donde entren perfectamente los
dos pies juntos (del practicante). Dentro del círculo se trazará una cruz griega (los cuatro brazos son
del mismo tamaño). Seguidamente, tomar una rosa o flor en cada mano y pararse dentro del círculo.
Flexionar  suavemente la cabeza y el torso hacia atrás, y contener la respiración por un breve
momento, mientras se invoca mentalmente la energía de la primavera y sus bendiciones para todo
nuevo comienzo.

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