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La historia demográfica del período, en cambio, sigue siendo ignorada.

Si bien en
1876 se realiza el primer censo nacional, dos décadas antes, en 1854, al suprimir
Castilla la tributación de los indios terminó con los Padrones, es decir una de las
fuentes más importantes para rastrear la evolución demográfica de esta población.
Si bien algunos trabajos importantes sobre este tema se encuentran en curso para
la región del Cusco, hasta la fecha el viejo libro de George Kubler The Indian Caste
of Peru 1795-1940, (Washington, 1950), sigue siendo la referencia fundamental.

 
 

LA GUERRA: 1879-1884

Sobre la guerra con Chile existen desde el siglo pasado muchos libros de un valor
desigual. Y seguirán existiendo, mientras la Independencia y el conflicto del
Pacífico sean los ejes obligados de la historiografía oficial en la elaboración de la
ideología dominante. En 1975 Henri Favre en Remarques sur la Lutte des Classes au
Pérou pendant la Guerre du Pacifique, (Grenoble, 1975), fue el primero en llamar la
atención sobre la necesidad de examinar el conflicto del Pacífico desde una nueva
perspectiva. Pero la guerra es también un caso límite para analizar problemas más
serios como la identidad nacional y la sobrevivencia colonial en el Perú moderno.
Es por esto que en 1978 Bonilla propuso en un trabajo, reproducido en  Un siglo a
la deriva, (cap. VI), los lineamientos para reexaminar ambas dimensiones. Sin
duda el más importante avance realizado después en el planteamiento de este
problema se encuentra en la tesis de Nelson Manrique Campesinado y Nación,
(Lima, Tesis de Magister, Universidad Católica, 1980)[14].
DE LA RECONSTRUCCION DE LA POST-GUERRA A LA CRISIS DE 1929

La recuperación de la economía peruana de exportación de la desorganización


producida por el conflicto con Chile fue el resultado de una aguda monopolización
de los recursos productivos y de una masiva inyección de capital extranjero. Así se
inicia un proceso que perdura hasta el impacto de la gran crisis del capitalismo en
1929 y que está caracterizado por los siguientes rasgos. En términos económicos,
la concentración y la desnacionalización de los recursos, asociado al cambio de
operación del capital extranjero en el Perú y al definitivo desplazamiento del
capital británico por el capital norteamericano, dieron nacimiento a complejas
unidades productivas sustentadas por la extracción masiva de las materias primas
y la explotación capitalista de la fuerza de trabajo nativa. Estos «enclaves», como
se les ha venido a llamar, constituyen de esta manera fenómenos inéditos en la
historia económica peruana tanto desde el punto de vista del reordenamiento
regional del espacio peruano que producen, como de las nuevas relaciones de
producción que establecen.

Estas unidades productivas, por otra parte, introdujeron profundas modificaciones


dentro del entorno regional donde operaban, siendo una de sus expresiones el
despojo de tierras de medianos y pequeños propietarios y de las comunidades
campesinas. Este hecho, y la explotación impuesta sobre los trabajadores de los
centros mineros y de las plantaciones agro-industriales dieron nacimiento a las
primeras grandes movilizaciones de las masas populares urbanas y rurales e
inspiraron el nacimiento de diversas ideologías que cuestionaron la legitimidad de
esta dominación.

El estado de esta república de aristócratas tradujo el compromiso entre los


intereses de las diferentes fracciones de la clase propietaria con los del capital
imperialista. Que fue un arreglo precario lo dicen los frecuentes reacomodos en la
relación entre las fuerzas dominantes y la recomposición de la clase dominante,
pese a que el período en su conjunto es uno de los más estables de la historia
política del Perú. Por ello mismo la crisis del capitalismo en 1929 y las tensiones
internas acumuladas terminaron con los esfuerzos erráticos de Leguía por
convertir al Perú en una «Patria Nueva», es decir por modernizar su ordenamiento
económico y político.

El análisis económico fundamental de este período ha sido realizado por Thorp y


Bertram en su ya citado libro. El examen político, por otra parte, ha sido propuesto
por Cotler en el libro que ha sido igualmente mencionado y por Sinesio López en
«El Estado oligárquico en el Perú: un ensayo de interpretación», Cuadernos
Sociales Centroamericanos, (San José, mayo-agosto de 1978). Pero las preguntas
fundamentales que evoca el proceso económico y político de 1895 a 1930 han
sido fundamentadas en el importante libro de Manuel Burga y Alberto Flores
Galindo Apogeo y crisis de la república aristocrática, (Lima, Ediciones Rikchay, 1979),
inspirado por las orientaciones más nuevas de la historiografía francesa, aunque
desafortunadamente desprovisto de un análisis económico riguroso.
El estudio del nacimiento de la dominación norteamericana fue intentado de
manera imperfecta hace varios años por James Carey en Peru and the United
States, 1900-1962, (Notre Dame, 1962). Más recientemente han tratado el mismo
problema William S. Bollinger en The Rise of the United States Influence in Peruvian
Economy, 1869-1921, (Master Thesis, University of California, 1971) y Bonilla en Un
siglo a la deriva, (cap. III). La migración internacional de personas asociada al
nuevo dinamismo adquirido por la economía peruana de estas décadas ha
comenzado también a atraer la atención de algunos investigadores. El impacto de
la migración italiana fue examinado por Janet Worral, ltalian Inmigration to Peru:
1860-1914, (Ph.D. Thesis, Indiana University, 1972); y de la japonesa por Clinton
Gardiner, The Japanese and Peru 1873-1973, (Albuquerque, 1975) y Amelia
Morimoto, Los inmigrantes Japoneses en el Perú, (Lima, Universidad Agraria, 1979).
El funcionamiento de los grandes complejos económicos que se instalaron en este
período y sus efectos regionales han sido igualmente tratados en algunas sólidas
monografías. Para la agricultura de exportación los trabajos más importantes son
los de Peter Klaren, Formación de las haciendas azucareras y los orígenes del Apra,
(Lima, IEP, 1976, 2ª ed.), Bill Albert, An Essay on the Peruvian Sugar Industry, 1880-
1920, (East Anglia, 1976) y Michael Gonzales, The Formation of a Rural Proletariat
on a Peruvian. Sugar Plantation, (Ph.D. Thesis, University of California at Berkeley,
1978), mientras que los problemas ligados al nacimiento del proletariado minero
han sido explorados por Bonilla en El minero de los Andes, (Lima, IEP, 1974),
Alberto Flores Galindo, Los mineros de la Cerro de Pasco, 1900-1930, (Lima,
Universidad Católica, 1974), y analizados por Adrián De Wind en Peasants Become
Miners, (Ph. D. Thesis, University of Columbia, New York, 1977) en el contexto de
los yacimientos de Cobriza en Huancavelica. Rory Miller, por otra parte, ha
evaluado en «Railways and Economic Development in Central Peru», Social and
Economic Change in Modern Peru, (Liverpool, Center for Latin American Studies,
1974), el papel de los ferrocarriles en la expansión económica de la sierra central.

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