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Brasil monárquico 1822-1889

La independencia fue originada en pocos años. Los portuguesas aguantaron y combatieron en la


provincia Cisplatina, pero fueron obligados a apartarse en noviembre de 1823. En las relaciones
internacionales Estados Unidos acepto el nuevo Estado en mayo de 1824 y en agosto de 1825,
por medio de un tratado, en que Brasil concordaba en compensar a la metrópoli por la pérdida
de la antigua colonia con dos millones de libras y en no aceptar la unión de cualquier otra
colonia. La indemnización a los portugueses dio origen al primer empréstito externo, contraído
en Londres por Brasil.

La Constitución promulgada en Mayo de 1824 impuesta por el rey al pueblo, una minoría de
blancos y mestizos. Estuvo vigente hasta el fin del imperio; definió el sistema político como
monárquico, hereditario y constitucional. El imperio tendría una nobleza, pero no una
aristocracia de sangre. La religión católica romana continuaba siendo la religión oficial. El
poder Legislativo fue dividido en Cámara y Senado, previéndose elecciones para ambas partes.
El voto era indirecto y censitario. El país fue dividido en provincias, cuyo presidente era
nombrado por el emperador. Se garantizaron derechos individuales: igualdad ante la ley,
libertad de culto, libertad de pensamiento y expresión. Un órgano importante dentro de la
estructura política era el Consejo de Estado. Compuesto por consejeros vitalicios.

En 1831, Pedro I fue forzado a abdicar en favor de su hijo, Pedro II. Este periodo se designa
como Regencia porque el país fue regido por figuras políticas que actuaban en nombre del
emperador hasta su mayoría de edad anticipada, en 1840. La tendencia que resultó vencedora
fue la de los liberales moderados a partir del desplazamiento de Pedro I, quienes se organizaron,
siguiendo la tradición masónica, en la Sociedad Defensora de la Libertad y la Independencia
Nacional. En la oposición quedaban los “exaltados”, que defendían la Federación, las libertades
individuales y en algunos casos la Republica; y los absolutistas por otro lado.

Las reformas del periodo regencial intentaron suprimir las atribuciones de algunos órganos de la
Monarquía, y disminuir para ello el poder del ejército.

Pedro II asumió el trono a los 14 años, en julio de 1840. Las medidas que se tomaron fueron una
mayor centralización política del gobierno del emperador, producto de la resolución hábil y el
trabajo de una elite homogénea con una concepción jerárquica y conservadora, favoreció la
implementación de una política cuyo objetivo era la construcción de un imperio centralizado. Si
bien las revueltas liberales comenzaron a darse a partir de 1842

La estructura socioeconómica y la esclavitud: la novedad de la economía brasileña de las


primeras décadas del siglo XIX fue el surgimiento de la producción de café para exportación.
La región del valle del río Pariba, que atraviesa gran parte de Río de Janeiro y de San Pablo fue
una de las más ricas. La instalación de Fazendas se dio según la forma tradicional de la gran
propiedad, con la utilización de fuerza de trabajo esclava. Para instalar una Fazenda de café, el
fazendeiro tenía que realizar inversiones significativas, si bien las técnicas de cultivo de café
eran bastante simples, la producción era extensiva y los instrumentos de trabajo básicos, el
transporte a los puertos era hecho por burros, a cargo de un guía y traperos esclavos. El café
abastecía el mercado interno al mismo tiempo que el negocio cafetalero dependió del mercado
externo de Estados Unidos y Europa. El complejo cafetalero abarcaba un conjunto de
actividades que desplazo definitivamente el centro dinámico del país hacia el centro-sur.
La modernización y la expansión cafetalera: en 1850, fue el año del fin del tráfico de esclavos,
de la Ley de Tierras, de la centralización de la Guardia Nacional y de la aprobación del primer
Código Comercial. La liberación de capitales derivada del fin de la exportación de eslavos dio
inicio a una intensa actividad de negocios y de especulación para los cánones de la época.
Surgieron entonces bancos, industrias, empresas de navegación a vapor, etc. En el plano
político, liberales y conservadores llegaron a un acuerdo nacional provisional que se manifestó
en el Ministerio de Conciliación (1853-1856).

La modernización debía pasar por la mejora del precario sistema de transportes. A mediados del
siglo XIX, transporte moderno era sinónimo de navegación a vapor y ferrocarriles para la
exportación de las mercancías. Los emprendimientos más importantes se dieron en Pernambuco,
donde la función básica era la salida de la zafra y el azúcar; en el centro-sur para el transporte
del café; al oeste la economía paulista dio origen a una nueva clase “la burguesía del café”. Es
así, que la acumulación de capitales se dio a través de la producción cafetalera. Combinándose
con inversiones en tierra, en bancos y comercio. La expansión de café genero una red de
núcleos urbanos que se convirtieron en centros de producción y consumo, lo que dio comienza a
la diversificación de la economía. A partir de 1880, la entrada en masa de inmigrantes
impulsaría la formación de un mercado de producción, consumo y mano de obra.

Viotti da costa entiende que cuando la nueva ideología revolucionaria y su corolario, el


abolicionismo, llegaron al continente americano, fueron automáticamente traducidos, a partir de
las propias experiencias de estos pueblos. Los esclavistas, despojados de sus tradicionalistas
argumentos teológicos en un mundo crecientemente secular, encontraron nuevos medios para
justificar la esclavitud, los propietarios de eslavos brasileños a pesar de los prejuicios frente a
los negros no se volvieron racistas. El sistema de clientela y patronazgo había sobrevivido
después de la independencia, las estructuras económicas sociales no habían tenido alteraciones
radicales y las limitadas oportunidades sociales no habían tenido alteraciones radicales y las
limitadas oportunidades sociales permanecían aún bajo el control de la elite.

La elite brasileña compuesta en su mayoría por grandes asentados y por comerciantes


interesados por la economía de exportación, estaban preocupados por mantener la estructura
tradicionales. Escogieron con mucho cuidado los aspectos de la ideología liberal que mejor se
adecuaran a su realidad y atendieran a sus intereses. Una vez purgado el liberalismo de sus
aspectos radicales adoptaron un liberalismo conservador que admitía la esclavitud y conciliaron
liberalismo y esclavitud.

La elite estaba convencida de la necesidad de mantener la esclavitud y el tráfico de esclavos.


Cuando en 1831 se vio forzada por la diplomacia británica a aprobar una ley para abolir en
tráfico de negros, durante los siguientes 20 años siguió el contrabando de esclavos, para
satisfacer la demanda de trabajo creado por la expansión de las plantaciones de café en el sur del
país. En vista de que las presiones abolicionistas eran limitadas y débiles, la elite defendió la
esclavitud en términos moderados: la esclavitud no podía ser abolida porque la economía
brasileña dependía del trabajo esclavo. La elite conservo su poder y apoyo unánimemente la
esclavitud, por lo menos hasta 1870.

Convencidos de que la esclavitud estaba destinada a desaparecer, los latifundistas brasileños


decidieron prepararse. En 1850 los hacendados de las áreas cafetaleras se interesaron en
promover la inmigración y en sustituir esclavos por inmigrantes; más tarde fueron promulgadas
leyes contra el tráfico de esclavos. En 1880 la abolición era inminente. El parlamento había
aprobado una legislación gradual, además los hacendados estaban convencidos de que la
esclavitud era una causa perdida y otros tipos de inversión se habían abierto para ellos: redes
ferroviarias, bancos e industrias.

Frente a estas nuevas posibilidades, la inmovilidad del capital, característico del sistema
esclavista, no era nada racional. Parecía existir mayor oportunidad para diversificar la inversión
de capital. El sistema de crédito se había expandido y creado nuevas posibilidades de
financiamiento de trabajador libre, la revolución tecnológica de los transportes y la creciente
demandas del mercado internacional habían generado nuevas posibilidades para la expansión
para la producción y la especialización. Los métodos para procesar el café y el azúcar también
habían mejorado, permitiendo una mejor división del trabajo.

El crecimiento de plantaciones de café hizo de la falta de mano de obra el problema más


urgente. La autorreproduccion de los esclavos no podía satisfacer la demanda inmediata, la
solución fue la inmigración. La volición libero a los blancos de la carga de la esclavitud y
abandono a los negros a su propia suerte

Pero para José de Souza-Martins en el texto “Del esclavo asalariado en la ascienda de café
1880- 1914. La génesis del trabajador volante”, no fue tan sencillo como lo entiende Viotti, la
tesis principal Souza-Martins es queel modo de explotar la fuerza de trabajo en la haciendas
cafeteras correspondía en Brasil a un modo en el movimiento de la población, en la manera en
que se le recluta y organiza a partir de las relaciones que definen los distintos momentos del
proceso de trabajo y del proceso de explotación. Estos nos permite entender porque, al abolirse
la esclavitud el cambio más importante que ocurrió en los cafetales no fue, como creen algunos,
el paso de trabajo esclavo al trabajo campesino del colono libre, fue un largo y complicado
proceso de ruptura de las trabas estructurales que se oponían a la liberación del salario, o sea, a
la liberación del capital, un complejo camino entre trabajadores hacendados y el desarrollo
capitalista del Brasil.

Para José de Souza-Martins la producción de café se vio amenazada por la posibilidad de la


extinción de la mano de obra esclava. Ante estas circunstancias se determinó la necesidad de la
inmigración masiva de trabajadores extranjeros entre 1880-1914, pero ¿Cuáles fueron los
mecanismo sociales y económicos de incorporación del trabajo de inmigrante en la economía
del café?, La crisis del café se inicia con un problema exterior a la hacienda y a la propia
producción cafetalera: la presión política por parte de Inglaterra sobre el gobierno brasileño para
concluir con el trafico negrero entre África y Brasil con la finalidad de mejorar la circulación de
las mercaderías necesarias a la reproducción de la fuerza de trabajo inglesa y de favorecer la
reproducción de capital de ese país. El proceso, produjo la difusión del trabajo libre a través de
la inmigración, sino también, mediante ley (Ley de Tierrras), el régimen de propiedad privada y
la superación del divorcio colonial entre posesión y uso de la tierra, por un lado, y dominio por
el otro. La tierra en consecuencia se transformó en mercancía. No pudo ser ocupada libremente
y funciono como instrumento de coerción del trabajo.

Pero esto no basto para que el trabajador jurídicamente fuese de hecho libre. En tanto que los
hacendados hacían gastos para traer los inmigrantes necesarios para las labores en sus haciendas
y percibían el trabajo libre también como capital libre, entendían que el trabajador debía reponer
el dinero invertido en su transporte, alojamiento y alimentación, más los intereses
correspondientes. Se creó así un mecanismo de retención por deudas. En realidad esta relación
ponía al inmigrante en una explotación del trabajo no muy diferente de la esclavista.
La sujeción por deudas, era también una forma de someter al trabajador al ciclo natural de la
planta y a las diferentes tareas del proceso del trabajo a lo largo del año agrícola. Por eso cunado
la inmigración subvencionada el mecanismo por endeudamiento fue destruido, la sujeción no
desapareció; se transformó de sujeción al hacendado a sujeción propio del ciclo de café. Porque
la subvención de la inmigración a partir de la década de 1870, por el gobierno fue el primer
hecho significativo en la difusión del trabajo libre en las haciendas cafeteras. Facilito la
evolución de la aparcería al colonato, que sería la relación característica del trabajo en la
cafeicultura.

El pago en dinero fue una reivindicación constante. Para no arriesgar la sujeción al ciclo de café
y tener asegurada la mano de obra, los pagos en dinero se hicieron más frecuentes, pero en
formas de adelanto sobre las ganancias que la familia colona cobraría al finalizar en año
agrícola. Estos adelantos se hacían por trimestre y hasta por mes, no se convirtieron sin embargo
en verdaderos salarios, preservando el endeudamiento.

Otro acontecimiento importante para la transformación de las relaciones de trabajo en las


haciendas, fue la salida de la agricultura de subsistencia del colono del cafetal a los terrenos
bajos, no aptos para el café. La mudanza represento una duplicación de la jornada de trabajo,
instauro una división del trabajo dentro de la hacienda y permitió modernizar el cultivo y trato
del café. La expulsión de la agricultura de subsistencia fuera de los cafetales evidencio la
importancia económica que la tierra empezó a tener. La tierra se libera, para convertirse en
mercadería y dejar de ser instrumento de coerción del trabajo.

Y es a comienzos del siglo XX que en estos núcleos de pequeños propietarios, se reclutarían las
familias como asalariadas en el periodo de cosecha. La forma de contrato seguía siendo
familiar, pero era en esencia una relación salarial. El asalariado empieza a sustituir al colono. La
mano de obra comienza a liberarse, a su vez, del obstáculo representado por la propiedad. En
vez de recibir renta en trabajo, materializada en la mercadería café, el hacendado pasa a pagar
salario. Su dinero, en lugar de ser materialización de renta recibida, se transforma en capital
variable. El hacendado comienza también, por consiguiente, a liberarse como capitalista agrario,
como empresario rural.

La crisis del segundo reinado: a partir de 1870 surgen síntomas de crisis en el segundo reinado,
como el comienzo del movimiento republicano y las fricciones del gobierno imperial con la
iglesia y el ejército.

Caída de la monarquía: el fin del régimen monárquico fue el resultado de una serie de factores
de importancia desigual como el ejército, la burguesía cafetalera de San Pablo, organizado
políticamente en el PRP.

Una medida muy importante fue la aprobación de la Ley Saraiva en 1881, fue una reforma
electoral. Y a partir de 1883 surgieron varios desentendimientos entre gobierno, diputados y
oficiales del ejército.

República de Brasil: en febrero de 1891se promulga la primera constitución republicana,


conciliando la República Federal y Liberal. La constitución inauguró el sistema de gobierno
presidencialista. El poder ejecutivo – que anteriormente detentaba el emperador- seria ejercido
por un presidente de la Republica, electo por un periodo de cuatro años. Al igual que el imperio,
el poder Legislativo fe dividido en cámara de Diputados y Senadores dejaban de ser vitalicios.
Se instituyo un sistema de voto directo y universal, suprimiéndose el censo económico. Se
consideraban electores a todos los ciudadanos brasileños mayores de 21 años, excluyendo a
ciertas categorías como analfabetos, mendigos y militares de carrera. La constitución no hacía
referencia a las mujeres, pero implícitamente se consideraban que no podían votar. La
constitución consiguió el derecho a la liberad, a la seguridad individual y a la propiedad para
todos los brasileños y extranjeros residentes en el país. También se abolió la pena de muerte.
Estado e iglesia pasaron a ser instituciones separadas. De esta forma Brasil dejaba de tener una
religión oficial, funciones que habían sido monopolio de la iglesia fueron atribuidas al Estado.
La Republica solo reconocería el casamiento civil y los cementerios pasarían a las manos de la
administración municipal. Existiría libertad de culto para todas las creencias religiosas. Estas
medidas reflejaban la convicción laicas de los dirigentes republicanos.

Sucesos políticos que se destacan en los primeros años de la república, es que la región de Río
Grande del Sur era una de las regiones políticamente más inestables del país. Allí se
enfrentaron, por un lado, los republicanos históricos adeptos al positivismo, organizados en el
partido republicano riograndense (PPR), y por otro lado; los liberales que fundaron el partido
federalista que se encontraba la sur del estado, elite política tradicional. La guerra civil comenzó
entre los dos grupos conocida como Revolución Federalista, comenzó en febrero de 1893 y
termino a mediados de 1895, durante la presidencia de Moraes.

La república dio forma a la autonomía de los Estados, en el plano político esto se reflejó en la
formación de partidos republicanos restringidos a cada Estado. Así los intentos de organizar
partidos nacionales fracasaron.

Se la designa a la primera república como “republica de los coroneles”, porque fue la republica
la que creo las condiciones para que los jefes políticos locales concentrasen una mayor cuota de
poder. El “coronel controlaba los votantes en su área de influencia, pero los “coroneles”
dependían de oras instancias para mantener el poder, como el gobierno de los grandes Estados
provinciales. La política nacional era conducida por una alianza entre San Pablo y Mina Gerais.
Los paulistas sin tratar de debilitar el gobierno federal, aseguro su propia autonomía
económicamente pero no podían darse el lujo de contar solo con ellos mismo, se apoyaron en el
gobierno federal en sus planes de valorización del café. Al crecer la producción y renta del café
a partir de 1890, en 1906 se llegó a un acuerdo denominado Convenio de Taubate, los firmantes
fueron los Estados de San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro, es un ejemplo que puede
ilustrar como los paulistas querían garantizar su autonomía económico, cunado definitivamente
el Estado de San Pablo asumió directamente la defensa del café en la década de1920. La
posición política de los mineros era diferente ya que no era un polo económico dominante y se
encontraba fragmentado. Minas carecía de potencial económico de San Pablo y dependía de los
beneficios de la unión. Este panorama llevo a que las elites políticas de Minas acumularan en
cambio poder político. La unión de las oligarquías paulista y minera constituyo un elemento
fundamental de la historia política de la Primera República, si bien con el tiempo surgió un
desacuerdo final.

El poder central se defendió como articulador de una integración nacional que si bien fue frágil,
no por ello inexistente; ya que el negocio del café fue el eje de la economía del periodo a lo
largo de la primera república.

Cambios socioeconómicos: la inmigración en masa fue uno de los rasgos más importantes de
los cambios socioeconómicos ocurridos en Brasil entre los años 1887 y 1930. El país era
predominantemente agrícola; el rubro servicio englobaba actividades urbanas de baja
productividad como por ejemplo servicios domésticos. Pero la industria se fue estableciendo
paulatinamente, el estado de San Pablo se ubicó a la cabeza de un proceso de desarrollo
capitalista caracterizado por la diversificación agrícola, la urbanización el desenvolvimiento
industrial. El café continuo siendo el eje de a la economía; para garantizar la producción del
café la formula encontrada para resolver la mano de obra fue la “inmigración” y el “colonato”.
El colonato eran las familias de trabajadores inmigrantes, eran responsables por el
mantenimiento del cafetal y por la cosecha, y recibían dos pagos en dinero: uno anual por el
cuidado de cafetos, y otro en la cosecha. El Fazendeiro proveía el alojamiento y pequeños lotes
de tierra donde los colonos podían producir cultivos de subsistencia. El colonato no se trataba
de una forma pura de trabajo asalariado ya que implicaba otros tipos de tributación.

Aunque las ciudades crecieron el salto más espectacular lo dio la capital San Pablo, la razón
principal fue la inmigración y la diversificación económica y centro distributivo de productos
importados. El crecimiento industrial debe ser considerado desde la perspectiva geográfica más
amplia, abarcando regiones como Río de Janeiro y San Pablo. Las pocas fábricas que surgieron
o se dedicaban a la producción de algodón de baja calidad el origen del desarrollo reconoce dos
fuentes interrelacionadas: el sector cafetalero y los inmigrantes, ya que los negocios del café
permitían estimular transacciones en monedas y el crecimiento de la renta, se creó un mercado
de productos manufacturados. En segundo lugar, promover la inversión de ferrocarriles en
tercer lugar, el desarrollo del comercio de exportación creando un sistema de distribución de
productos manufacturados, en cuarto lugar al promover la inmigración, se aseguró la oferta de
mano de obra. Quinto a través de las exportaciones, el café generaba los recursos para que se
importara maquinaria industrial

Los inmigrantes tuvieron un rol fundamental como emprendedores y mano de obra calificada.
Los principales ramos fueron la industria textil seguida de la alimentación.

Durante la primera república se acentuó la diversificación económica en Rio Grande del Sur,
destinado al propio estado y al mercado internacional. Instalación de frigoríficos, industria
textil. Por otro lado, la amazonia vivió un efímero sueño de riqueza gracias al caucho en 1880,
pero hacia 1910 cayeron los precios a causa de la competencia internacional.

Durante la primera república las relaciones internacionales sufrieron cambios en el plano


económico y financieros. La mayoría de los empréstitos e inversiones continuas organizándose
en Inglaterra y EEUU, pero con el correr de los años se intensifico con los Estados Unidos,
volviéndose más nítida a partir de 1920. Los servicios básicos estuvieron en manos extranjeras.
En lo que respecta a la economía exportadora, hubo pocas inversiones extranjeras, pero
estuvieron presente financiando la comercialización, el transporte marítimo y el seguro de las
mercaderías. Las inversiones extranjeras tendieron a controlar las áreas donde actuaban y a
desalojar a los capitales nacionales.

Los movimientos sociales: el crecimiento de las ciudades fueron requisitos para la constitución
de un movimiento de la clase trabajadora. Aun así el movimiento fue limitado. En San Pablo
predomino el anarquismo o en Río de Janeiro los movimientos tuvieron un contenido más
popular. En mayo de 1922 nació el Partido Comunista de Brasil, cuyos fundadores provenían
fundamentalmente del anarquismo.

El proceso político de los años 20: luego de la primera guerra mundial se hizo más presente la
clase media urbana en la escena política apoyando las banderas del liberalismo autentico capaz
de llevar a la práctica las normas de la constitución. Esto significaba elecciones limpias y
respeto a los derechos individuales.

Revolución de 1930: a comienzos de 1939, luego de la presidencia tranquila de Washington


Luis, surgió una disidencia entre las elites de los grandes estados que acarreo con hacer
sucumbir la primera república.

La crisis mundial de octubre de 1929, las personas que tenían préstamos para plantar café, la
crisis provoco la caída de los precios. Los Fazendeiros endeudados cayeron en crisis es así que
el sector cafetalero y el gobierno se desentendieron, los cafetaleros pidieron nuevos
financiamientos pero Washington se negó. El 3 de octubre de 1930, estallo la revolución en
Minas Gerais y Río Grande del Sur y el 3 de noviembre de 1930 la asunción presidencial de
Getulio Vargas marco el fin de la primera república y el fin de la hegemonía política delos
grandes hacendados.

José de Souza-Martins en el texto “Del esclavo asalariado en la ascienda de café 1880- 1914. La
génesis del trabajador volante”, su tesis principal es el modo de explotar la fuerza de trabajo en
la haciendas cafeteras correspondía en Brasil a un modo en el movimiento de la población, en la
manera en que se le recluta y organiza a partir de las relaciones que definen los distintos
momentos del proceso de trabajo y del proceso de explotación. Estos nos permite entender
porque, al abolirse la esclavitud el cambio más importante ocurrió en los cafetales no fue como
creen algunos, el paso de trabajo esclavo al trabajo campesino del colono libre, fue un largo y
complicado proceso de ruptura de las trabas estructurales que se oponían a la liberación del
salario, o sea, a la liberación del capital, un complejo camino entre trabajadores hacendados y el
desarrollo capitalista del Brasil.

El café fue entre 1850-1930, principal artículo de exportación de la economía brasileña


incidiendo en la organización de la sociedad en especial en el sudeste de Brasil – Río de Janeiro
y San Pablo- y determino acontecimientos sociales y políticos fundamentales: la extinción del
tráfico negrero (1850), la emancipación progresiva de esclavos y la abolición de la esclavitud
(1888), la proclamación de la republica (1889), la industrialización a partir de los años 80 y la
revolución de 1930, que puso fin a la hegemonía política de los grandes hacendados de café. En
lo que se refiere a la demografía de Brasil. La inmigración de trabajadores extranjeros en la
región cafetalera de San Pablo, se intensificó entre 1877 y 1914.

La producción de café se vio amenazada ante la posibilidad de la extinción de la mano de obra


esclava. Ante estas circunstancias se determinó la necesidad de la inmigración masiva de
trabajadores extranjeros entre 1880-1914, pero ¿Cuáles fueron los mecanismo sociales y
económicos de incorporación del trabajo de inmigrante en la economía del café?, primero una
reformulación del régimen de propiedad de la tierra impuesta en septiembre de 1850, después de
la extinción, después de la extinción del trafico negrero la llamada “Ley de Tierras”, un nuevo
régimen de propiedades que hacía difícil la adquisición de tierras al aumentar el valor de la
misma y dificultar su adquisición, es decir esperar que el inmigrante pobre alquile su trabajo por
algún tiempo antes de ganar medios para hacerse propietario. De este modo las tierras solo
podían adquirirse mediante compra. La “Ley de Tierras” fue un instrumento legal que aseguraba
un monopolio de clase sobre las tierras. Con él se imposibilitaba el acceso al labrador pobre a la
tierra, impidiéndole trabajar para sí mismo y obligándole a trabajar para los grandes
propietarios.

El segundo mecanismo de sujeción del campesinado pobre por el hacendador de café fue el
endeudamiento. Los inmigrantes extranjeros que llegaron a Brasil para trabajar en la café
cultura fueron incorporados al régimen de aparecería. El hacendado cubría todos los gastos del
inmigrante y luego este se lo tenía que pagar con intereses.

El temor del hacendador era las consecuencias económicas del salario este tenía una
temporalidad que no coincidía con el ciclo de reproducción del café. Además el trabajador
asalariado adquiría una libertad de circulación que comprometía toda la economía cafetera.
Además el aparcero no podía ausentarse de la hacienda sin el consentimiento del hacendado,
impidiéndole que pudiese comprar en otros almacenes.

Cuando decayó la aparcería, como forma de explotación del trabajador por la hacienda, otro
mecanismo de sujeción sobrevino y por largo tiempo, el “colonato”. Era este el permiso para
que el labrador tuviera su propia raza y una reducida cría de animales domésticos para su
subsistencia. Se le pagaba con dinero por el cuidado del cultivo y la cosecha que se le
autorizaba plantar no cubría las necesidades de subsistencia. Ambas insuficientes eran atendidas
siguiendo el ritmo desigual y combinado de las cosechas. Se reducía así la movilidad de la
fuerza de trabajo.

El colonato fue una variante del régimen de apaceria. La característica principal del colonato es
que, aun recibida la paga en dinero no era en modo alguno un trabajador asalariado, sino que
también tenía que producir directamente sus medios de vida, sembrando los alimentos que
necesitaba. Los excedentes podían ser negociados incluso con el propio hacendado. El colono
también podía contratar el trabajo de terceros como auxiliares en sus tareas. Podían trabajar
eventualmente como trabajadores asalariados del hacendado o de otro colono. El colono
también debía realizar determinadas tareas gratuitas. Tenía el colono derecho a vivienda, un lote
para huerta y para cría de animales domésticos, y a tener animales en los prados de la hacienda.
El colonato era un régimen de trabajo familiar y campesino. El trabajo de colonato se
desenvolvía de manera distinta al del esclavo. Con la esclavitud, las labores se efectuaban en
equipo. Con el colonato, la limpieza y la cosecha se organizaron sobre la base del grupo
familiar. El proceso de trabajo en el cafetal combinaba el trato del café y su cosecha con la
agricultura de subsistencia. El hacendado toleraba la agricultura de subsistencia practicada por
el colono como un modo de retenerlo en la hacienda. El colonato era una relación no capitalista
de producción constituida y sujeta por el proceso de producción del capital y por esta razón,
aparecía mesclada con formas aparentemente salariales.

La agricultura de subsistencia no destinada al mercado, aunque los excedentes podían ser


comercializados. La agricultura de subsistencia tenía como propósito primario la reproducción
del trabajador y de su familia y por otro lado reducir las inversiones del hacendado, que en una
economía salarial hubiera corrido el riesgo de no lograr los objetivos capitalistas de su empresa.
La forma campesina del trabajo en el régimen de colonato no puede comprenderse si no es la
mediación del capital y de la propiedad. Se creó un campesino no expropiado, obligado a
trabajar para el hacendado quien entregaba café como si fuera un tributo, por más que recibiera
dinero. Es así, que el colonato creo sustituir el trabajo esclavo y evitar la redistribución de la
propiedad de la tierra. Hizo de esta un instrumento de sujeción del trabajo libre, sin avanzar
hacia la explotación salarial del trabajo. Los grandes hacendados impidieron de esta manera que
la tierra se divorciara del capital.

El colonato tendría que recorrer el camino de la sujeción a la propiedad para invertir el proceso
convirtiendo la renta en explotación. Esto se llevaría a cabo a partir del decenio del 20 y sobre
todo en la crisis del año treinta. El colonato hizo que la familia del colono, del inmigrante, la
unidad de la fuerza de trabajo de la hacienda cafetera y el meollo del movimiento de
inmigración para Brasil; restringiéndose la movilidad del trabajador, el traslado fácil y rápido.
El colonato deba al colono hartura de alimentos pero pobreza material. El colonato, por tanto,
no respondía a estímulos del mercado del trabajo que funcionaba de acuerdo a las reglas del
mercado libre y del trabajo asalariado; sus motivaciones eran otras. Esto indica que el modo de
explotar la fuerza de trabajo implica también un mercado de concretar la dinámica de la
población; en este caso la inmigración, la ideología del inmigrante, se concentraban en la
familia y en el trabajo familiar.

. De la hipótesis tirar esta, lo otro no va, fíjate bien

La crisis del café se inicia con un problema exterior a la hacienda y a la propia producción
cafetalera: la presión política por parte de Inglaterra sobre el gobierno brasileño para concluir
con el trafico negrero entre África y Brasil con la finalidad de mejorar la circulación de las
mercaderías necesarias a la reproducción de la fuerza de trabajo inglesa y de favorecer la
reproducción de capital de ese país. El proceso, produjo la difusión del trabajo libre a través de
la inmigración, sino también, mediante ley (Ley de Tierrras), el régimen de propiedad privada y
la superación del divorcio colonial entre posesión y uso de la tierra, por un lado, y dominio por
el otro. La tierra en consecuencia se transformó en mercancía. No pudo ser ocupada libremente
y funciono como instrumento de coerción del trabajo.

Pero esto no basto para que el trabajador jurídicamente fuese de hecho libre. En tanto que los
hacendados hacían gastos para traer los inmigrantes necesarios para las labores en sus haciendas
y percibían el trabajo libre también como capital libre, entendían que el trabajador debía reponer
el dinero invertido en su transporte, alojamiento y alimentación, más los intereses
correspondientes. Se creó así un mecanismo de retención por deudas. En realidad esta relación
ponía al inmigrante en una explotación del trabajo no muy diferente de la esclavista.

La sujeción por deudas, era también una forma de someter al trabajador al ciclo natural de la
planta y a las diferentes tareas del proceso del trabajo a lo largo del año agrícola. Por eso cunado
la inmigración subvencionada el mecanismo por endeudamiento fue destruido, la sujeción no
desapareció; se transformó de sujeción al hacendado a sujeción propio del ciclo de café. Porque
la subvención de la inmigración a partir de la década de 1870, por el gobierno fue el primer
hecho significativo en la difusión del trabajo libre en las haciendas cafeteras. Facilito la
evolución de la aparcería al colonato, que sería la relación característica del trabajo en la
cafeicultura.

El pago en dinero fue una reivindicación constante. Para no arriesgar la sujeción al ciclo de café
y tener asegurada la mano de obra, los pagos en dinero se hicieron más frecuentes, pero en
formas de adelanto sobre las ganancias que la familia colona cobraría al finalizar en año
agrícola. Estos adelantos se hacían por trimestre y hasta por mes, no se convirtieron sin embargo
en verdaderos salarios, preservando el endeudamiento.
Otro acontecimiento importante para la transformación de las relaciones de trabajo en las
haciendas, fue la salida de la agricultura de subsistencia del colono del cafetal a los terrenos
bajos, no aptos para el café. La mudanza represento una duplicación de la jornada de trabajo,
instauro una división del trabajo dentro de la hacienda y permitió modernizar el cultivo y trato
del café. La expulsión de la agricultura de subsistencia fuera de los cafetales evidencio la
importancia económica que la tierra empezó a tener. La tierra se libera, para convertirse en
mercadería y dejar de ser instrumento de coerción del trabajo.

Y es a comienzos del siglo XX que en estos núcleos de pequeños propietarios, se reclutarían las
familias como asalariadas en el periodo de cosecha. La forma de contrato seguía siendo
familiar, pero era en esencia una relación salarial. El asalariado empieza a sustituir al colono. La
mano de obra comienza a liberarse, a su vez, del obstáculo representado por la propiedad. En
vez de recibir renta en trabajo, materializada en la mercadería café, el hacendado pasa a pagar
salario. Su dinero, en lugar de ser materialización de renta recibida, se transforma en capital
variable. El hacendado comienza también, por consiguiente, a liberarce como capitalista agrario,
como empresario rural.

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