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INCONSCIENTE
COLECTIVO
C.G. Jung
amorosas lo real
coa-nalitica parejas
ARQUETIPOS
E INCONSCIENTE
COLECTIVO
PAIDÓS
Barcelona
Buenos Aires
México
T1111lo or i g i n a l : Vrm t/1•11 W11rze/11 des Brwusstseins
( l . Ubcr die Archetypen <les kollektiven Unbewussten. ll. Über den Archetypus
Psychischen)
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los utulures del «Copyright». bajo
las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial <le esta obra por cualquier
http://www.paidos.com
ISBN: 84-7509-121-0
2 El arquetipo de la madre 74
� El complejo materno íB
de lo psíquico l 03
Epílogo 173
1
9
el mismo Freud había visto ya el carácter arcaico-mitológico
de lo inconsciente.
son, cum grano salís, los mismos en todas partes y en todos los
nominamos arquetipos.
10
Archetypus es una paráfrasis explicativa del EL�O� platónico.
IV de este libro.
11
hasta ahora con representaciones solares, lunares, meteorológi
la puesta del sol, sino que esta observación exterior debe ser
5
Alegoría es una paráfrasis de un contenido consciente. Símbolo, en cambio,
aún desconocido.
12
terior del proceso psíquico inconsciente. Precisamente el hecho
rio del corazón para responder a los interrogantes que han ocu
se ha perdido.
teníamos para todas las cosas del alma una fórmula religiosa
13
--sean cristianas, budistas o cualquier otra oosa- son bellas,
tan atraídos por los símbolos orientales, por las grandiosas 0011:·
14
mada visión de la Trinidad, que lo preocupaba en tal medida
horrorizó y sintió terror ante él. Lo que él había visto era una
stupore suns perculsi. Eius ille terroris hanc esse causam dicebat,
Esa visión suele ser relacionada, con acierto, con la del Apoc.,
8
I, 13 y sigs .• con esa imagen propiamente apocalíptica de Cristo,
7 Fr. Blanke, Bruder Klaw von Flü.e, 1948, pág. 92 y 1ip. Traducción: "Todot
los que llegaban huta él, a la primera mirada eran preea de ¡ran terror. t1 mumo
1101ía decir, sobre la causa de este terror, que había visto UD esplendor intensísimo
que repreaentaba UD rostro humano. En el momento en que tu-.o eea 't'ÍliÓn temió
que 1u eoruón wtara en pequeño, pedazoe. Por elO, presa de terror, apartó •
cara inmediatamente y cayó en tierra y éte, decía, era el momo por el cual
au cara pro•ocaba terror."
8 Blanke, l. c., pág. 94.
15
1508 el humanista Karl Bovillus le escribe a un amigo: "Quiero
lar otras visiones: Cristo con la piel de oso, Dios como esposo
c o s. m uy pro b able.
!> P. Alhan t-1,i •. k l i O. M. Cap., Die Visionen des seligen Bruder Klaus, 1933.
pág. 34. .
16
el eq ui libr io que había sido perturbado. Ln 1 l t 11 1 · 1 1 • 1 1 ' 1 1 1 1·1111 "••
tiza el dogma.
17
profundamente merced a la fórmula cristiana Padre-Hijo e in
la espalda.i"
extraan ímico.
18
genes hubiesen meramente vivido y su existencia viviente hu
descubre que antes nunca había pensado nada sobre sus imá
ros del Oriente. Contra eso nada hay que objetar. Nadie obligó
19
Se mantuvo porque corresponde al modelo arquetípico existente.
Egipto para hacerse iniciar. E!1 Egipto hasta parece haber ha
ropas?
20
símbolos que simular una posesron cuyos herederos legitimes
breza mundanal apartó los sentidos de los bienes del mundo, así
por eso pude evitar que desde ese momento me aburriera mor
21
hondamente convencidos de que tampoco con el reflector mis
biduría falsa provoca una gran tensión del alma, y de esa tensión
ñen en su vicio.
smo agua.
a Bythós, conduce por eso al agua, a ese espejo oscuro que está
22
conduce al agua. Esa agua no es entonces una expresi6n meta
siempre fue sólo algo en que uno cree, algo que uno hace, algo
que está en los libros o de lo cual la gente habla. Por ello, cuando
turno, que ellos llaman el "hacedor del miedo". "Llega hasta ti",
los pastores.
orilla juricosa del agua del profundo valle del alma. Ese espíritu
roca y las aguas del alma, como ese viejo del Zarathustra de
gruñir junto con los osos en honor del Creador. Si se quiere des·
23
enterrar el tesoro, la preciosa herencia del padre, hay que reco
logo expresa, con toda razón, que éste junto al agua hubiera
castillo del Grial. Iba por una calle que en apariencia conducía
24
justo al pie de la colina y a la subida. Pero al acercarse descu
el soñador que anhela subir a las claras alturas se'. enfrenta con
que a un pastor su profesión lo lleva a ocuparse del motivo del ascenso. Tiene
que hablar ten a menudo del asunto que muy pronto debe llegar al problema de
25
cialidades y exterioridades. El sistema cerebro-espinal vivencia
fuertes -¿o hay que decir más bien débiles?- no les gusta esta
alusión y se fabrican entonces algún más allá del bien y del mal,
26
dad, de la verdad y de la realidad, y así al asumir eea impoai·
periencia nos muestra, es muy poco. Por eso queda todavía mu·
efectos.
27
vido quién soy en realidad. "Perdido en sí mismo" es una buena
se reconoce. Por esa causa temen los primitivos las pasiones in
benéfico.
pre al borde de esas cosas que ella misma hace pero sin embargo
28
humanidad, y los dioses, · ahora más que nunca, le señalan los
pontánea del espíritu sobre las aguas. Desde que las estrellas
píritu está por arriba. He ahí por qué sería una temeridad tonta
29
y sin sentido que un hombre en esas· condiciones quisiera expe
del Voluspá:
medio se tiró él
y no se lo vio más."
16 Cf. Paracelso, De vita longa, publicado por Adam von Bodenstein, 1652, y
30
La ondina es un grado aun más instintivo de. un ser femenino
1'
que denominamos anima. Hay tamhién sirenas, melusinas,
temidos que sus aspectos eróticos algo notables sólo son relati
tensos que los que cualquier aparición del diablo podría causar.
11 Cf. con la imagen del adepto en el Liber Mutus de 1677. El adepto pe.ca
y saca una ondina. Por el contrario su soror mystica: apresa pájaros con 1u red.
31
causa ilusiones felices y desgraciadas, depresiones y éxtasis.
mortal. Pero eso no siempre fue así. No hay que olvidar que
algo así como una mariposa -en griego ,vux.�- que se bambo
del Señor no canónica: "Quien está cerca de mí, está cerca del
que la vida sea vivida. Está llena de trampas para que el hom
32
la inercia." Un cierto tipo de racionalidad es su abogado, y un
,¡ue van mucho más allá del m é r ito que puede alcanzar el hom-
1111a J c ru s a l , : n celestial.
-oria l.
33
el número menor de genes femeninos da lugar a un carácter fe
20 "Bilder und Symbole aua E. T. A. Hoffmanns Marchen 'Das Goldeue Topf ",
34
a parece el anima en la sociedad moderna, me parece el mejor
prueba de coraje y una ordalía del fuego para las fuerzas mo
"más allá del bien y del mal" de Nietzsche. En los centros ci
35
del matrimonio. La proporción de divorcios en Estados Unidos
una artista pelirroja que anda por los veinte años, entonces sabe
mos que los dioses han tomado una víctima. Así se manifiesta en
Hasta hace poco hubiera sido fácil hacer matar a esa joven por
bruja.
36
jeres. En este aspecto, los psicólogos tienen que superar muchas
22
cualquier cosa antes que sabiduría. Tal aspecto se manifiesta
sólo a quien discute con el anima. Sólo ese pesado traba jo deja
23
ver en medida creciente que por detrás del juego cruel con
el destino humano hay algo así como una secreta intención que
fuerza del sentido y el sin sentido con la fuerza del sin sentido.
37
un nuevo descubrimiento de ia psicología médica sino a la anti
élfica como una y la misma cosa, sino que son una y la misma
38
mente adornada y voluntaria, sino una derrota completa e in·
con razón, creemos que el gran mundo puede existir sin ser
interpretado.
;:.
,
''9
percibía. El pensamiento era objeto de la percepción interna; no
era algo que se descubría sino algo que se imponía o que con
traño. El país era gobernado por un rey anciano, que sintió que
.111 Ya he mencionado este sueño en Symbolik des Geistes, 1948, pág. 16 y siga.,
40
historia y se había puesto inmediatamente a seguir al caballo.
bién allí hizo el hallazgo que hacía necesario el consejo del mago
el soñador.
espiritual y moral. Pero allí están las llaves del Paraíso. ¿ Qué
41
posterior condujo a la salvación del género humano por el hijo
ras. Ambos magos son los dos aspectos del anciano del maestro e
virgen; y por eso fue designado por los alquimistas como el "an
el soñador.
fección, y aquel que odia a Dios, sólo necesita tres, porque el que
42
el sueño que hemos tomado como ejemplo, la acordada coopera ·
problemas. Pero aun pese a que esto hace que disminuya su va·
competencia al Poimandres.
44
univocidad y pierde de vista así lo esencial, pues 11q11d lo que, por
Paduka-Panchaka, 1919.
45
ocurrir que las figuras arquetípicas, que de todos modos poseen
bren muchas veces toda una mitología del anima con ricos moti
hay personas que creen que los arquetipos son quimeras subje
tivas mías.
de individuación".
504 y sigs.
46
necesidad de una síntesis de ambas posiciones. Esto implica la
tificación con los hijos del sol entre los indios pueblos de Taos,
Como los arquetipos son, al igual que todos los contenidos nu
quium cum suo angelo bono", como coloquio interno con su án
47
esbozar más o menos el proceso psíquico de transformación en
36 Aion, 1951.
37 Psychologie und Alchemie, 2� ed., 1952.
48
11
ha sido revisado.
2 Elemente der Psrchophr.�il,, 1860.
3 Grundzüge der phrsiologischen Psychologie, 1874.
4 Por ejemple la colll'pilaeión del Dr; G. H. Schubert, Altes u.n.d Neue« (JU,S ckm
Gebie: der innem Seelenkund«, 1825-44.
49
reflejan ya en la "paicofisica" de Fechner. Sus resultados actua
teoría como conduio sine qua non al método, como si fuera in
dispensable que los fenómenos sean vistos bajo una cierta luz
para ser algo. Sin embargo, fue Freud quien abrió el cami
II
L'au.tomarisme psychologique, 1889; L'état mental des hystériques, 1892; Né
50
que para captar la esencia de la perturbación psíquica es i n d is
bio de ningún modo hace que deje de ser científica. Pero una
su totalidad.
médico. Pero el alma, que es el objeto del cual tiene que ocuparse
51
lo social sino en el fenómeno del mundo en general. O sea que
rrespondiente.
tológica.
otros lugares. Asimismo A. E. Crawley, The Idea of the Soul, pág. 87 y sigs.
52
Pero, ¿quién garantiza que de esta conversión resulta una imagen
el conocimiento de objetos.
53
de carácter enigmático, especialmente porque, de acuerdo con
mismo ocurre con el objeto físico, o sea con la materia. Si, en
9 In somnium Scipionis.
10 Wilhelm y Jung, Das Geheimnis der goldenen Bliae, pág. 49 y sigs, [Hay
versión castellana: El secreto de la flor de oro, Bs. As., Paidós, 1955.] Chantépic
54
La psicología cienthica debe dejar a un lado los pro y contra
tiempos del alma humana. Es decir, que· debe verlas como con
cluir que la imaginación está sujeta a este tema de tal modo que
contenidos significativos pero inconscientes. Son éstos los que mantienen la efi
55
humanos. Es bien fácil hacer patente que la pareja de dioses no
aceptar en general que los propios padres son los individuos más
masiado consciente.
las que con más frecuencia son proyectadas. Este hecho es tan
re pr imid as por una fuerte resistencia y que por eso se han vuelto
atolladero.
56
nes religiosas asociadas a las imagines de los padres. No necesito
religiosas?
table admitir que tienen fantasías sexuales, que tener que confe
57
110 nos referimos a los modernos descubrimientos médicos que
condiciones.
oponernos el paciente.
rriente, que se podía esperar que tuviese, por una variante menos
58
b i é n contar con la existencia en todos los hombres de los factorc·�
punto hay que tomar en serio la fantasía del incesto, a la que tan
visionaria y de vivencia."
dos maneras : como padre real y como madre real. Esta represen
19 Evidentemente tampoco hay que pasar por alto que existe una cantidad pre·
esas visiones también se debería establecer, entre otras cosas, cuál era la verdadera
59
la Trinidad el elemento femenino, considerándolo herético. El
se cumple.
"Era Dios como Señor, que con su dualidad demuestra que Dios
puede encontrar en Ireneo, Re], omn. haer., cap. 11 y sigs. (En alemán en la
Bibliothek der Kirckenvater, Kempen y Munich, 1912: Des Heiligen. Irendus Aus·
independientemente de Dante, entre 1330 y 1350. Era prior del convento cister·
60
es tanto sustancia como fuerza, amor como voluntad, femenino
24
como masculino, madre como padre;"
los padres son los más desconocidos de todos los seres huma
este criterio da por supuesto que esta imagen fue antes consciente,
ello habría que dar también por supuesto que el acto mismo
24 Edw. Maitland, Arma Ki_ngs/ord, Her Lije, Letters, Diary and Work, Londres,
no lo conocía.
61
� " r; 1 , y a partir de esta se podría conocer también la natura
62
dual sino, en sustancia general, tal como lo muestra la e x rs
25
tencia universal de los arquetipos.
dadera figura de éstos -no pocas veces con gran desilusión del
siguiendo a Kant: Elles existent d' ordincire plutót sous la forme d'habitudes
las imágenes primitivas son dadas por el lenguaje. Esta afirmación es cierta sin
hecho de que la psicología del sueño y la psicopatología sacan a luz una multitud
63
26
femenino, apareciendo por ello perfecta y suprahumana. Este
héroe, que hace descender a éste de padres divinos y humanos. Ese tema desem
ría. ¿También los otros pintores tuvieron madrastras? Lo que indujo a Freud
a hacer esa violencia, fue evidentemente la fantasía del doble origen, que era
64
La imagen del anima, que prestaba brillo sobrehumano a la
madre· ante los ojos del hijo, es abandonada poco a poco frente
naturaleza real del "objeto" de cada caso, sino sólo por una
" u-nte que nos dice que Santa Ana es la abuela y le impidió al mismo Freud
».dagar en las biografías de otros artistas que también pintaron el mismo tema.
I irmado también en el caso del propio autor. También la teoría del incesto, en
k,�icamente del tipo hermafrodita originario, que parece llegar hasta muy lejos
, " la época primitiva. Siempre que una teoría psicológica procede violentando
,I,· algún modo los hechos, existe una fundada sospecha de que una imagen
1 d i ca r lá'--aparición de los arquetipos por medio de la teoría del incesto sería tan
l,·,·undo como echar agua de una marmita en una vasija que está al lado de la
111armita y que está unida a ésta por un tubo. No se puede explicar un arquetipo
65
ese problema nada se consigue con la explicación "racional"
lógico.
Tantra. A Buddhist Tantra, ed, por Kazi Dawa-Samdup, en Tantric Texts, vol
VII, Londres y Calcuta, 1919; e) Sir John Woodroffe, Shakti and Shakta, Madraa
y Londres, 1920.
30 Schultz, Dokumente der Grwsis, Leipr.ig, 1910, especialmente las listas en Ireneo,
66
El anima es un :Eflctor de la mayor importancia en la. psicologín
67
.odas las circunstancias, en tanto conserva el tipo humano pri
sexual unilateral.
68
111
vaciones de principio.
69
Ienornenalidad. "Arquetipo" no es una expresión nueva sino que
mo, piensa todavía al modo platónico tiene que ver con desilu
flatus vocis. Este cam b io fue a c ompa ña do, o en buena parte pro
probación experimental.
70
La antítesis afirma: sólo es válido lo que oiene del intcr ior
blema ya no es: ¿Ha sido visto, oído, palpado con las manos,
Cómo, ¿uno solo ha de hacer, decir y pensar lo que uno mismo es?
71
l o g i ,; 1 1 1 0 sin l imites, es ésa, a mi parecer, una crítica ineludible.
72
2
desencadena. Esas imágenes son "imágenes primordiales" c·n
der Tráume, Psych. Abhandl. Vol. JI, 1948. [Hay edición castellana: Energética
psíquica y esencia del sueño, Bs, As., Paidós, 1954. El cap. de que se trata
es el V: "Instinto e inconsciente",]
73
y es el que consiste en pensar que los arquetipos están determi
U&' ha-y que señalar una vez más que los arquetipos no están de
terminados en cuanto a su contenido sino sólo formalmente, y
2. EL ARQUETIPO DE LA MADRE
74
mas típicas tenemos: la madre y abuela personales; la m a d r a s t ra
• 4' edición reelaborada de Fandlungen und Srmbole der Libido, 1952. íHay
75
poudicntcs ejemplos. Allí formulé la oposición existente entre
de los pueblos es., por así decirlo, universal, esa imagen sufre
madre personal. Con esto quiero decir que todos esos efectos de
76
nente le pertenecen, ya que son casos de proyecciones de tipo
77
los O l i m p o s de todas las religiones. Hacerlo a un lado como algo
3. EL COMPLEJO MATERNO
paterno.
78
ser femenino que encuentra iu. unuro hombre y es incvituhlr q,w
esto que el complejo materno del hijo deba ser tomado más en
79
pasado; un sentido de la amistad que teje lazos notablemente
y enérgica, una ambición hacia las más altas metas; una violen
nocido como justo, impulso este que puede llevarlo a realizar ac
8
2. El complejo materno de la hija
8 En este capítulo presento una serie de tipos de complejo materno, que son
una formulación de mis experiencias terapéuticas. Toda persona culta debe sa
inventado en el cual deban encajarse todos los casos que se presenten. Los "tipos"
nunca pueden identificarse con un caso individual. Pero sin duda la gente cuya
80
carácter de objeto que hay que cuidar, ocupando así u11 lugar
entre los niños, los parientes pobres, los gatos, perros y muebles.
con los otros. Una mujer de ese tipo sobrelleva primero el em
si no fu era por esto no tendría ninguna raison d' étre. Como De
dicho.
hija. Para. enfrentar esta falta aparece como sustituto una exalta
ción del Eros que conduce casi siempre a una relación incestuosa
81
inconsciente con el padre." El Eros acrecentado produce una
hecho de que están casados y dan por ello ocasión para trastornar
también para ella misma. Casi no necesito hacer notar que, para
los hombres de Eros pasivo, este tipo ofrece una magnífica opor
no como el Eros. Todo lo que en estas mujeres tiene que ver con
11
En este caso la iniciativa sale de la hija. En otros casos la psicología del
13 Esto no quiere decir que estas mujeres no tengan conciencia de los hechos. Es
82
ésta sin posibilidad de tener una vida propia. La h i j u s,: co11l,·1111,
principal ventaja es que son hasta tal punto vacías que un hom
gar por eso a un fuerte im p ulso . Fue este impulso lo que llevó
14 Ese tipo de mujer tiene un extraño efecto aliviante sobre el esposo hasta
que éste llega a descubrir con quién se ha casado y con quién comparte su lecho
83
a Pluto a raptar a Perséfona, quitándosela a la inconsolable De
meter; pero luego, por decisión de los dioses, tuvo que entregar
valece sobre todo lo demás. Esté caso es el ejemplo típico del lla
vidiosa resistencia contra la madre. Una hija así sabe bien qué
cierto modo para elfo. todo eso no es algo esencial, pues sólo le
84
te el embarazo, partos prematuros, vómitos durante el cmburuzo
general.
l. La madre
en todas las épocas y todas las lenguas. Es ese amor maternal que
Pero para qué decir tantas cosas que son al mismo tiempo tan
85
significado, de responsabilidad y deber, de cielo e infierno so
humana de esa terrible carga; siente que debe hacerlo por consi
86
�uf independiente es el aire que :..�vpta la razón, tanto 1111í" "''
de él se ha creado.
del adulto. A todos nos cubre la capa de esta gran l sis , como a
87
mente en la mujer existe la posibilidad de investigar los efectos
2. El Eros exaltado
rable. Pero también este tipo tan poco acogedor tiene un aspecto
Tal como lo hemos descripto ya, este tipo proviene con frecuencia
88
Jadera respuesta sólo puedo expresar algo así como 111111 ,·1,·,·11
inconsciente, así como toda vida debe pasar por muchas muertes.
89
em i c i ó n es la fuente madre de toda conciencialización. Sin emo
bién ella sucumbe herida por la espada que ella misma lleva. Si
dora y salvadora.
3. La solamente-hija
llene ese vacío por medio de una intensa proyección del anima.
Una mujer de ese tipo depende sin duda de que eso ocurra: no
90
él y vemos entonces cómo un hombre por completo i n s i gn i f i
reside la clave del misterio de este éxito. Las mujeres de ese tipo
91
sohre todo sus aspiraciones masculinas, gracias a las cuales pue
humana y situada más allá de todo erotismo. Entre todas las far
pera r lo .
con lo que ella m á s . combat í a , esto es, con lo s olamente - mat e rno
92
pliega una exitosa eficacia. Pero no sólo en lo e x t e r i o r s1· 11 fi111111
sólo conduce hacia arriba sino también hacia abajo, hacia ese
5. Recapitulación
proyección tienen algo que ver con las cosas. Esta situación se
93
del espíritu, o sea la crítica del conocrmiento, sino que experi
se podría decir con Goethe. Sólo que ese "interior", que tanto le
94
se ha convertido en abuelo y ha alcanzado por ello cierto mu y o r
por un lado un hada buena y por el otro una mala, o bien una
bador. Así como las leyendas de los dioses muchas veces están
95
responsable de ello al hombre. El diablo fue casi suprimido y
que debe negar aquello que en forma más cabal representa ese
96
1
"Nos entendemos --tanto Jt:,,: e un punto de vista 1 1 a l 1 1 111 l i K t u
11 La bastardilla es mía.
97
gía personalística esos rasgos que caracterizan m'itológicamente
98
cóticos). Una de las peci.lraridades de la Gran Madre es, c·o1110
madre.
99
a v « · r d a d dog111Mica. La Regina Coeli cristiana ha: perdido, como
con la tierra, con las tinieblas y con el carácter abismal del cuer
100
.ustamente en momentos en que la física avanza hacia conocí
/ leva al extremo.
101
opuesto no puede existir sin el otro. Es lo mismo que la filosofía
no es un extranjero.
20 Cf. Naturerkldrung und Psy che, Studien aus dem C. G. Jung-Institut Züricb,
102
IV
CONSIDERACIONES TEORICAS
SOBRE LA NATURALEZA
1
DE LO PSIQUICO
r ras sobre el alma, sin que ésta se hubiera hecho presente como
l .eíst der Psychologie" [El espíritu de· la psicología]. Este título se justificaba
103
vri t e ri o empírico puro, es decir, fenomenológico. Esto se debe a
respecta al objeto. Toda persona sabe, o más bien cree saber, qu�
empírico moderno. .
é tos
s on
s n
e gran medida inconscientes, es d ecir , incon cientes de
s
104
persona, tanto más seguirá el canon general del acontecer psi
multitud más numerosa que sea posible, sin que entren en consi
iba resultando claro que ninguna filosofía poseía esa validez ge
ciencia natural.
105
cionales o especulativas, que sólo en el curso de los siglos poste
psicología.
universidades."
6
Ee verdad que en los países anglosajonea exiate el grado de "Doctor scien.tiae" .
¡
•
.
!
:
106
la situación de la psicología a fines del siglo XIX y a c o m i en z. ».
Psychologie (5;¡. ed., 1902, pág. 248) dice Wundt: "Pero califi
ClaS " •
-
7 La bastardilla es mía.
107
"representación" hubiera dicho "complejo" en el sentido mo
� Guido Villa, Einleitung in die Psy chologie der Gegenwart, 1902, pág. 339.
¡, Crundziis», der phvsiologischeti Psychologie, (5� ed., 1903, tomo IIT, pág. 327).
108
de una " supra " y una ee
su b conciencia
. . ", en el s c '. 1 1 1 1. 1 1 1 1 •11w ,1a
general hago yo. Tengo que adelantar aquí algo que luego tra
toma esa noción: "Si el animal recién nacido tuviera por ade
del yo, son tan reales como esos cien pesos de que habla Kant,
11 Elemente der Psychophysik, 2"' ed., 1889, tomo II, pág. 483. Fechner rli,·,·
inconscientes".
109
. . l J ee- • " • • " drí
,··,t.- , l r,.t ,11¡;1w ns ostuc os inconscientes cuya existencra po na
13
1 1 1 f n i 1 st• tic lo q u e encontramos en nuestra conciencia".
/\ 1 as '" rr-prcsentaciones
. .
mna.tas " correspon d en tam biien
, ''l as
14
i , 1 1 - a s , � l 1 · 1 1 1 1 · 1 1 l a le;.;" de Bastian, formas de percepción fundamen-
13 Grundzüge der ph.ysiol. Psychol., l. c., pág. 326. Aqµí aparece la cita de Chr,
A. Wolf: Vernünftige Gedanken von Gott, der W elt und de, Se ele des Mcnschen,
sección 143.
in der Geschích.te, 1860, I, .págs. 166 y sigs., 213 y sigs., II, 24 y sigs,
ciencia han cesado sin duda de existir como reales. . . pero algo continúa en nos·
otros; la actividad psicofísica", etcétera. 1 Elemente der Psycophvsik; 2:i. ed., 1889,
Z"' parte, pág. 438 y s i g . } , Esta conclusión es imprudente ya que el proceso perrna
nece más o menos igual sea inconsciente o no. Una "representación" no consiste s ó l o
psíquica.
110
rrectamente de acuerdo con su concepto, no un co111,·11i.t •• " 1111;1
provista con todas las facultades necesarias, tal como hasta ese
recía como algo conocido por todos y al mismo tiempo como algo
21 Reproduzco aquí lo que William James dice sobre la significación del d,·,rn
pág. 233): "I cannot but think that the most important step forward that has ar-
111
mo la física clásica ante la radiactividad. A estos primeros psi
junto a la otra y no hacía de ese modo más que agregar una uni
sus contenidos; esto de ningún modo impide, sino que hasta pro
curred in psychology sínce 1 have been a student of that scíence is the discovery,
first made in 1886, that . . . there is not only the consciousness of the ordinary field,
with its usual centre and margin, but an addition thereto in the sliape of a set o/
memories, thoughts and [eelings, which are extramarginnl and outside o! the primary
consciousness altogether, but yet must be classed as conscious [acts o! some sort,
able to revea! their presence by unmistakable signs. 1 call this the mosi importara
step forward because, unlike the other advances which psychology has made, this
o/ human nature. No other step forward which psychology has made can pro/fer
22 Un matemático dijo una vez que en la ciencia todo era hecho por el hombre
112
parse. Es un procedimiento mágico que el primitivo aplica a las
tura del espíritu, y hubiera sido lógico esperar que esta posibi
faltó ese interés, sino que además se produjo una resistencia ge
forma muy distinta y mucho más amenazadora que por las con
113
emanciparse la filosofía alemana a partir de Kant; la ciencia
cree poder pararse sobre la cabeza y conocer así las cosas que
los alemanes, una grave amenaza, tanto más peligrosa cuanto que
mos qué lejos llega hoy el efecto de Hegel. Las fuerzas compen
naturaleza.
miento, presenta una solución que dio a los conceptos una po
1! 4 f
A
Nietzsche y luego a esa catástrofe que se llama Alemania. No sólo
alemana.
parte oscura del alma. A esta construcción le faltó algo tan esen
ahora.
Con ese fin debemos aclarar en primer término que todo co
115
conciencia, orden que refleja el comportamiento de una reali
�3 SP podría decir qur: C. 11. l.cw<·s ( Th c Phv sical Basis of Mind) sienta esta
hipótesis. Dice por ejemplo en la pá¡:. :l;,R: "Science has various modes and degrees
processes is operant, changes the general state of the organism, and is capable o/
at once issuing in a discriminated sensatioa when the force which balances is dis
turbed", Pág. 367: "There are man y involuntarv actions of which we are distinctlv
cun..«cions, and many uol untarv actions of which we are at times sub-conscious and
one moment is uoluntarv , and at another inooluntary, is itself the same action . . . "
Es verdad que Lewes va demasiado. lejos cuando dice (pág. 373): "There is no·
real and essential distinction betioeen. uoluntary and inuoluruary actions". A veces
116
Evidentemente, nos sale ahora al paso la oh j e c i ú 1 1 q ,w y u 1111
sentidos.
primordial".
117
3. La disociabilidod de la psique
ce ita mu
s y poco para disociar esa u n i d ad de la conc encia peno i
A part r i del h ec
h o de la disoci a bil dad í pueden soluciona se r
118
taeión de Wl umbral de la conciencia. Si es verdad que los
que éstos poseyeran una energía que los hiciese capaces de con
cientes como tales. Pero como en ambos casos existe una can
119
d,·,·ir, por medio de "símbolos". Esta expresion "símbolo" no
t•s por cierto muy feliz, ya que los contenidos que aparecen en
tura non facit saltus, esta hipótesis podría no ser totalmente des
acertada.
120
con el concepto de psicóideo establecido por l I ri r - s rh . FI l l , 1 1 1 1 1 1
• . , " ee • • " E •• 1 1
mma su reacc1on , su potencia prospectiva . s e 11�1·1111· ,. ,._
if l . , ,, 27 l ee . l 1 1
menta l que se mam resta en a accron , a ente equra I e 11 11,·.
28
ción". Como apropiadamente señala Eugen Bleuler, el concepto
121
111alcri;1 ligadas a un fin terminan por ser considerauas "psiqui
32
empleo la palabra psicóideo, en primer lugar, no la tomo en
lo psíquico inconsciente.
�2 Con tanta mayor razón puedo servirme de la palabra "psicóideo" puesto que mi
por la filosofía índica. Esa gente no advierte, por lo general, que la objeción que
mente en suspenso la cuestión del "arriba" y el "debajo", o más bien abarca ambos
aspectos de lo psíquico.
122
adjudique-- es de una signihcación tan r e v o l u c i o n n riu ' I " ' ' I"""
complejos.
4. Instinto y voluntad
síntomas psicógenos.
38 Junto con ellos hay que recordar también al psicólogo suizo Théodun- Flour
noy y su obra central: Des lndes a la Planéte Mars, 1900. También hay ,¡w· 111,·11
123
debo limitarme a algunas mdicaciones. En primer término se
124
como función de las glándulas. Esta opinión encuentra un p<>dc
vida total del organismo y que por lo tanto participan del dina
manera resultado.
como mostró Marais (The Soul o/ tlu: White Ant, 1937, pág. 42 y sig.) en los
consecuencia movimientos· del organismo, los cuales muestran una dirección clara
mente determinada." (W. Jerusalem: Lehrbuch der Psy chologie, 3'!- ed., pág. 188. )
Desde otro punto de vista Külpe describe el impulso como "una fusión de senti
125
La base instintiva rige la parte inferior de la función. La parte
nación "impulso",
•0 Janet dice (·l. :., pág. 3 84 ) : "ll me semble nécessaire de distinguer dans toute
fonction des porties iniérieures et des porties supérieures. Quand une [onction
s'ezerce depui« longtemps elle contient .des porties qui sont tres anciennes, tres
faciles, et qui sont représentées par des organes tres distincts et tres spécialisés • • •
ce sont la les porties injérieure« de la [onction, Mais je erais qu'il v a aussi dans
toute fonction des parties supérieures consistant dans l'adaptdtion de cette [onction
a des circonstances plus récentes, beaucoup moins habuuelles, qui sont représentéee
par des organes beaucoup moins différencif.s". Pero la parte superior de la función
126
do deslindamos entre lo psíquico y la esfera de los inst i 1 1 t o ... .
en el curso del d e s a rr o l l o .
127
que f 1 1 e s < '. r c s u l l a d o de transformaciones orgánicas. Como ya he·
con el instinto.
43 Die "Seele" als elementarer Naturfaktor, 1903, pág. 80. "Estímulos individua·
128
inconsciente hay representaciones y voliciones, algo as1 ,·011111
44
procesos de conciencia; en la esfera de los impulsos por r - l
5. La conciencia y lo inconsciente
44 Aquí me ¡.iermito remitir al lector a _la sección 6: "Lo inconsciente como con
ciencia múltiple".
129
aquello sobre lo cual adelantamos la hipótesis de que en caso
que alguna vez fue para m í consciente, pero que ahora he olvi
dos son todos, por así decir, más o menos capaces de conciencia-
la British Society for Psychical Research. ( Ci. a tal efecto Proceedings S. P. R.,
vol. VII, pág. 305, y William James, "Frederíc Myers' Services to Psychology",
Proceed, S. P. R., XLII, mayo 1901.) Sobre el [ield of consciousness dice James
(The Varieties o/ Religious Experience, 1902, pág. 3 2 3 ) ; "The important /act which
vely realized as is the matter which the margin contains, it is nevertheless there,
and helps both to guide our behaoiour arul to determine tlie next movement o/ our
attention. lt ·lies around us like a 'magnetic field' inside of which our centre of
energy turns like a compass-needle as the preserü phase o] consciousness alters into
its successor. Our tohole past store o/ memories /loats beyond this margin, ready at
a touch to come in; and the entire mass o] residuai powers, impulses and knowled
ges that constitue our empirical sel/ stretches continuously beyond it: So vaguely
drawn are the outlines between what is actual and what is only potentiál at any
moment o/ our conscious lije, that it is always hard to say of certain mental ele
1.30
prudente sería que excepto la relación con el yo corHwi,·111r, 11111111
131
46
cusion dialéctica. Es evidente entonces que el estado incons
una conciencia íntegra sino por una conciencia fragmentaria. Por eso éstos aparecen
tido de la creencia goetheana acerca del sentimiento. Se pueden sospechar aquí ante
132
48
que es totalmente consciente, pues para ello sería necesaria
mera, porque nuestro yo, único que podría hacer tal comproba
decir que dado el caso· los conoce bajo cierto aspecto, pero no
sabe que se trata de los mismos que bajo otro aspecto provocan
4!1 Sobre eso ya ha llamado la atención Bleuler. i.Naturgeschiciüe der Sede und
para eso que en psicología analítica tan a menudo experimentamos como 'lógica
133
c·11 c·o11s1·c1wru·i11 en forma inconsciente. Este último tipo de pro
d i vid 110 ha de existir un segundo yo, o sea que todas las personas
difí cilm ente hagan suponer la existencia de un yo. Tal como sa
134
poco en los estudios más altos, ni aun en el más elevado, la con
explica estas chispas como radii atque scintillae del Anima Ca
51 Psvchalagie und Alchemie, 1952, 2� ed., pág. 187 y sigs., y otros lugares.
52 Art. Aurij.; 1593. 1, 208. Una supuesta cita de Morenius ( cf. más adelante).
Lo mismo repite Mylius: Philosophia Rejormata, 1622, pág. 146. En la pág. 149
53 "• • • J'ariae eirus radii atque Scintillae, per totius ingentem. materieri primae
massae molem. hinc inde . dispersae ac dissipatae: inque mundi partibus disiunctis
Animae unioersalis scintillae nuno etian. inhabitantes" Amphiteatrum, 1604, pág. 195
5� Cf. la doctrina gnóstica de las semillas de luz, que son recogidas por la Virgen
de la Luz; igualmente la doctrina maniquea de Ias partículas de luz que hay que
se comían melones. La primera mención de esta 'idea parece ser el xaQJtlO.T)<;; ( ¿co
Der Traum des Descartes. Stud. aus dem C. G. Juug-lnstitut, Zürich, 1952.
135
56
},it'•n el entendimiento humano es una scintilla de ese tipo. La
encuentran las "chispas ígneas del alma del mundo como puras
9 60
[ormae rerum essentiales".ll Estas [ormae corresponden a las
ces lumen y numen, los dos solos, deben hacer acabado al hom
bre. De los dos viene todo y los dos están en el hombre, pero el
hom bre sin ellos no es nada y ellos son, sin embargo, sin el
61
hombre". En confirmación de esta idea escribe Khunrath:
nadas en y a través del edificio del gran mundo eh todos los fru
62
tos de los elementos, en todas partes". Las chispas se originan
63
en el Ruaj Elohim, el espíritu de Dios. Entre las scintillae
GG "M ens humani· animi scintilla altior et lucidior", l. c., pág. 63.
58 Khunrath menciona como sinónimos forma aquina, pontica, limus terrae, Ada.
60 Las "[ormae scintillaeue Animae Mundi" son denominadas también por Khun
rath (pág. l89) "rationes seminariae Naturae specificae", con lo cual repite una
61 L. c., pág . .54. Esto en concordancia con Paracelso, quien califica a la lumen
136
gón entre los arquetipos y las chispas tiene importancia el 1pw
tomen in et non a nobi -;, sed ah eo cuius est, qui etiam in nobis
turas; illi nimiram similes hac ratione facti, quod scintillam sui
65 "Así pei cibirá con sus ojos espirituales cómo algunas chispas se transparentan
cada vez más (y) día tras día y crecen hasta tener una luz tan grande que en lo
66 Sol est inoisibilis in hominibus, in tetra vero oisibilis, tamen e% uno et eodem
08 "Brilla en nosotros oscuramente la vida como una luz de los hombres (que
brillara) en las tinieblas ( una l uz ) , que no ha de ser vista como originada en 001-
Este ha plantado su luz en nosotros para que nosotros veamos la luz en su luz que
137
Dorn también conoce el arquetipo uno que destaca Khunrath
cielos. . . por eso dice también la Escritura: sóis luces del mun
do". 74 "De tal modo, entonces, en el astro está toda la luz natu
habita la luz inaccesible; justamente eso nos distingue de todas las criaturas; por
eso ciertamente hemos sido hechos semejantes a él, porque él nos ha dado una
chispa de su luz. Por tanto la verdad no debe buscarse en nosotros, sino en la ims
72 Los apóstoles son Astrologi, l. c., Huser, pág. 23; Sudhoff, pág. 27.
73 L. c., Huser, pág. 54; Sudhoff, pág. 62.
74 L. c., Huser, pág. 344; Sudhoff, pág. 386. Esta ú l t i m a frase se refiere a Mat.,
muerte de su señor. . . todo eso proviene del espíritu innato y es la luz de la natu
raleza:" Fragmenta medica. Cap. de Morbis somnii (Huser, V, pág. 130; Sudhoff,
IX, pag. 361) .
77 Liber de Generatione Hominis. (Huser, VIII, pág. 172, Sudhoff, I, pág. 300.)
18 De Vita Longa. Herausgegeben. von Adam von Bodenstein, 1562, Lib. V, c. II.
138
subtile, cuerpo sutil) como rcsu.ta del siguiente fragmento: "Por
eso, que una persona con alteza sabiduría, etc., salga de su cuer
tiene, es una con ese cuerpo que es eterno y que es como un hom
79
bre interior, entonces el hombre ha de vivir y no como exterior.
cosa en todos los hombres, pero repartida de acuerdo con los bien
79 Philosophia Sagax (Huser, X, pág. 341; Sudhoff, XII, pág. 382): "Es enton
ces notorio que toda la sabiduría humana que tiene el cuerpo terrenal corresponde
82 Fragmenta cum libro de fundamento Sapientiae. (Huser, IX, pág. 448 ; Su·
85 Practica in Scientiam Dioinasionis, Huser, X, pág. 438; Sudhoff, XII, pág. 448.
139
h a l , l a r, se presenta en el sueño por la fuerza de la palabra" ( de
6
Dios)."
'" l.il.er de Caduci,. 111,,,·r, IV. pá¡!. 2H: �udlioff. \ ' 1 1 1 . pá¡,:. 298.
"
· En los Hrroe.v uhicn' di' Horapollo <'I firmamento representa a Dios como ,.¡
latum definitivo, y es entonces <imhol izado por un grupo pentádico o quizá por un
<] l l Í 'I C U n X .
S!l I),. Occulto Philosophia, Col,· 1533. pág. LXVIII: Nom iuxta Platonicorum
doctrinam. est rebus inleriorilnis vis quaed am. ínsita, P"' t¡uam magna ex parte cum
supcrioribus conveniunt, unde etiam. animalium taciti consensu., cum. divini corpo
ribus consentire oident, atque his oiribus eorum. corpora et ajtectus addici, etc ..
90 Cf. Lyiin Thorndike, A History o/ Magic. and Experimental Science; 1929. 11.
1 40
111
sis, un precursor de Alvernus, Guillaume de Conches ( 1 OHO
llas siete son los ojos del Señor que se corren por toda la tierra."
96.)
Trad. del texto original Evidentemente esos siete ojos son los
siete planetas, que del mismo modo que la luna y el sol son
91 Fr. Picavet, Essais sur Ehistoire genérale et comparée des Théologies et des
93 Líber de compositione Alchemiae. Art. Auri/., 1593, II, 32: "El latón puro es
cocinado hasta que reluce como ojos de pez". Algunos autores llegan a darle el
141
los ojos de Dios que nunca descansan, que andan por todas par
•• el que desde las alturas del polo todo lo observa y por lo tanto
del polo. Aparece a veces mezclado con el sinuoso camino del sol
nos del z od í aco · entre las circunvoluciones del r eptil " , dice Cu
lOO Pitra, Analecta sacra, V, 9, pág. 300. Cit. en Eisler: Weltenmantel und Him-
melszelt, 1910, II, 389, F: N. 5 .
. 101 Weltenmantel und Himmelszelt, 1910, II, 388. "El Chronos que todo lo ve" y
142
brillo, que, según a él le parecía, tomaba a veces la forma d�
todos los aspectos aquí tratados del motivo del ojo y representa
estuvo tan errado, porque el tener mil ojos aparece como carac
90, dice: "Mil cabezas tiene el Purusha, mil ojos, mil piernas.
10'
Abraza la tierra y supera el espacio de diez dedos". Monoimo
toa Asimismo tuvo Ignacio la visión de una res quaedam. rotunda tanquam. ex
aura et magna, que flotaba ante él. La interpretó como Cristo que se le aparecía
como un sol. Ph. Funk, lgnatius von Loyola, 1913, págs. 57, 65, 74, 112.
10• A. Hillebrandt, Lieder des Rgveda, 1913, pág. 130.
lOII Eolenchos, VIII, 12, 5.
106 L. c., VIII, 12, 2.
lOT En analogía con el aforismo de los maestros alquimistas: Seminate aurum in
terram albam Joliatam.
143
dio de expresiones tomadas de los fenómenos luminosos, no re·
ejemplo como astro único, o como sol, o como ojo, toma prefe
hay que adjudicar conciencia. Se podría decir que por este camino
108 Cf. con mis explicaciones sobre el "símbolo unificador" en Psy chologischen
Technik der Psychoanaly s und zur Metapsych., 1924, pág. 2 1 3 ) : "Un instinto nunca
modo, sino sólo como representación." (La bastardilla es m í a . ) Así como en la expo
sición que hice más arriba quedaba en pie la cuestión acerca del sujeto de la
voluntad inconsciente, del mismo modo, hay que preguntar aquí: ¿ Quién se repre
144
nición de lo psíquico. Pero, ¿ ex is Le, de acuerdo con 111w"t I a d, ·
esquema vale para todos los inst i ntos y ex i ste en forma idén
libre albedrío . Y esos límites son tanto más estrechos cuanto más
110 Para más detalles véase Lloyd Morgan, Habit and Instinct, 1909.
145
siempre existentes, de la es.t:.:ra instintiva. La acción que ejercen
146
111
luz. Debí insistir sobre este car ácter incomprensible para im·
mando forma en el curso del traba jo, y dio como resultado cier
111 Cf. Seelenprobleme der Gegenwart, 1931, pág. 105 y sigs., y Die Beziehungen.
zwischen dem. lcb: und dem. Unbewussten, 1928, pág. 162 y sigs.
147
llena de color y más plástioa. Su multiplicidad supera toda posi
pio sentido. De acuerdo con esto, hay casos en los que puedo
114 Cf. Psychologie und Alchemie, 2'1- ed., 1952, pág. 305.
148
túan como reguladores y propulsores de la actividad creadora d«�
can en última instancia con los patrones instinti v os, o sea con los
149
Por eso este fenómeno es de la mayor importancia para la psico
cos de este tipo. Con más presunciones que saber real, la gente
116
A veces están ligados con su aparición efectos sincronísticos parapsíquicos. Por
tros medios actuales, no pueden ser explicadas causalmente. Sobre este supuesto
los descubrimientos astrológicos, no son reconocidas por todo el mundo, pero eso
evidentemente nunca afectó los hechos. Cito estos efectos sólo para completar mi
exposición, destinándolos sólo a aquellos de mis lectores que han tenido ocasión
150
de la conciencia humana. El arqueupo y el instinto constituyen
sividad con otro dominado por el. espíritu. Pero como entre todos
uno pueda derivarse del otro. Están coordinados como las re
a las cuales éste puede ser percibido como real, ya que estas pro
151
jetura filosófica y se imagina que con su 'juicio ha establecido
operación.
cionada por ella puede sin embargo ser superada por lo que he
152
rencia que nos veamos obligados a aceptar. El "hombre sin som
que sabe que de él depende algo, o que por lo menos algo debe
tanto más cuanto más claro ve cómo debería ser para llegar a ser
mundo".
153
d í g e n a s se paraban delante de sus cabañas, se ponían las manos
Dios, aunque ellos niegan que el sol sea Dios. Sólo el momento
154
ten arquetipos preconscientes qrre nunca fueron comwi1�11t1·!" y 11111·
con el espectro visible, esto querría decir que la imagen del im-
155
pulso no se descubre en el extremo rojo de la escala de colores
color del aire y del sol, para la representación de contenidos espirituales y el rojo,
156
desde mucho tiempo atrás. No se puede derivar lo frío d.- l o n,
de la cola.
121 James Jeans (Physik und Philosophie, 1944, pág. 282 y sigs.) subraya que
las sombras sobre la pared de la caverna platónica son tan reales como esas invi
sibles figuras que las proyectan, cuya existencia sólo puede ser inferida mate·
rnáticamen te.
157
tipo. Las representaciones arquetípicas que nos transmite lo in
tas variantes del tema del mandala. Se trata de una forma pri
158
sólo en esta forma podemos hablar de arquetipos. Hay que tener
159
«imientos no nos permiten mucho más que comparar el mundo
160
con �11 naturaleza última, trascendentales, es decir, irrepresen
posible hacer que éste a l c a n z a r a una forma más clara que la que
161
mente no nos l:emos trasladado para nada a un nivel de a l g . - 1 1 :
tencia del mundo sino que más allá de eso significa una intro
162
y excluidos, en forma evidentemente injustificada, d1• la i 1 1 v 1 · � 1 1
gran meteorito.
12• Ea muy probable que los arquetipos posean en tanto instintos una energí a
no basta normalmente para elevarlo hasta la conciencia. Para este fin se necesit 1
atraiga por sí mismo, El arquetipo puede ser despojado de esta carga adiciouu]
163
represor, con lo cual la efectividad de éste aumenta correspon
l25 Pese a que ambos textos indican que ya en vida de Jesús el diablo había
164
sicas que debían ser tomadas en cuenta. Aunque por un lado
165
rrcspondcn casi, si lo que tomamos en cuenta es su efecto, a la
126 Esto está maguífíc.amente expresado en el logion. citado por Orígenes (en
[erem, hom, XX, 3): "'Quien está cerca de mí, está cerca del fuego. Quien está
lejos de mí, está lejos. del fuego." Esta "palabra del Señor que no es del Señor"
166
sivo en la solución de esta duda, y justamente merced a su
los arquetipos, sería tan ingenuo como la gente que quiere pros
transformación o no.
167
t ru d u c i rs e en sí misma o sólo en sí misma reflejarse. Cuanto
dad del yo ya existente, sino que más bien ocurre una transfor
168
se nos permite la expresion. Pero éstos consisten en irrupcunu:s
ción puede tener lugar. Pero en ese caso no sólo sufren altera
tades, mejor que una lucha sin esperanzas en la que lleva todas
alcanza la forma que debería tener y queda en un estadio más primitivo, por lo que
169
que un tal abaissemetu du niveau mental, en el que se produce
del alma, esa pequeña, divina luz, que nunca brilla más claramen
ceso. Ante todo quisiera señalar los koans del budismo Zen, que
170
naturalmente una fatal confusión de ideas. Pues de ese modo
173
varacter isticamente humanos y por eso no debe sorprendernos
174
tivas Je todos los tiempos y lugares de la tierra. Naturalmemr
dico, que será lo único que pueda hacer posible un j uic i o . Ese
de su r ea l ida d ob j eti va. Pero tal realida d está más allá de nues
175
P u e s t o q 1 w PI mundo fenoménico represen' a una a r - n rn u l a c i ó n
,·i,,11 s,� l > a ,- a 1·11 1111 1·111w1·pto 1J,� la n·alidad q111· toma 1·11 r-ur-nta l o -<
1
f a l'l o r s u l .j r- r i v o i n s 1 ' p a r a l > l f' .
sólo p1wd«>n r-ornprohat .,1. efectos filie tienen una influencia orde
Íl'sor Pau'i. qie tuvo la hondad .i ... revisar 1'1 manuscrito · de mi i,pílogo. me
esrriliió: "En .eulidad el físico esperará que en eslr punto aparezca en la psi·
P. " i n c o n s r- i r- n t r - ' r-n la teoría del conocimiento parece mostrar una p ro f unda ana
esbozo. Por un lado lo inconscie nte Hilo se p n ede inferir indirectamente de su,
ahora incontrolable sobre esos con t e n ido s i n c o n s cien t e s (lo q ue , como es sabi d o.
excluvr- por p rin c i p io un ' a¡¡: otami e nto ' de lo inr-onsc iente por <'1 proceso de co n ·
176
como una conciencialidad. La realidad que está en la base de los
rio. Esto significa, por un lado, que la imagen física del mundo
tencia de este 'corte' sigue siendo una necesidad inevitable. Por lo tanto, desde
por objetos físicos sino que también comprendería lo inconsciente, mientras que
177
relativa de la psique y el continuo físico es de un enorme al
cientes y que hasta ahora habían sido entendidos --e ,uas bien
recurrido a la idea del espacio relativo para explicar los fenómenos telepáticos.
178
más adecuada aprehensión puede lograrse con el concepto d«
179
física como en la psicología." Y entre la física y la psicología
8 Con esto sólo quiero decir que los fenómenos psíquicos tienen un aspecto
energético que es precisamente lo que hace posible que se los califique de "fenó
menos". Pero de ningún modo pretendo afirmar que el aspecto energético abarca
180
que no se limita a los m e l a n e s i o s s i n o que se e 1 1 1 · m · 1 1 1 1 a 1n111liii·11
8 Cf. mi obra L'ber psychisch« Energetik und das Wesen der Trüume, 2" �J.
1948. [Hay ed. cast.: Energética psíquica y esencia del sueño, Bs. As., Paidés, 1954.l
181
Si estas consideraciones son correctas, de ellas resultar ian
182