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VIII. EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL EN EL SIGLO XV 1 spon dl latonme ian ors e To ie i ‘manera olvidado por los hi e tants rime veasiones resulta un tanto diffcl y complicado y muchas ree faeetas han quedado insuficientemente exploradas. Ce aes com th certo ntmero de monografias recientes sobre los principales repre rates del platonismo bizantino e italian,’ pero ain son compare canner te desconocidas varias figuras menores que ocuparon un lugs nportane en el desarrllo intelectual del periodo. Ademés, carcoomos acta Historia completa y documenta del platniamo renacentia is ia resp oe vniate una historia moderna de la controversi o guint i ist6teles? En otras palabras, conocemos superior Pian ena de ‘Besarién, de Ficino y de Pico. Pero siufide el penamsieno de Plethon y Besarén, de Fino y de lee, Pa ie muchos aspectos del pensamiento de ieee ec i gi ca ett scionan entre si 0 con otros pensadores anteriores o posterior 2 ec a rmedida desconnotmos cules fueron sus fuentes y . . influencias. En luger © snr pomen reer reconces ok eater preliinar demu imi 5 ial de mi conocimient Conocimertetaraznente que me sea posible, cules problemas ame nee cere Jes de historia de la filosoffa, veremos To seneval que’ afirman (0 afirmaban basta hace unos afos) ue Fann ee erent Phen ale Pnine de Mist, Sea EA Cat ale Phone re pr le eo is Home, tar roe Garin, mF ele ME re vl an, Come re de Mr ca, mele sen a cr al aon eR sa te “os mr aa a php sin, Pai, 9, om, 20816 CMe . i", Mén Litératur rier ee al Mémoires de Cae, “Que tae nin ele Lettre, 136 os WM vets de Patni Royale ‘ aa publcn una carta relaconads am CL. ibid, 1772, wim, 8, pp. 281-267, donde v0 publion one Cite eee EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL 207 contraste entre el pensamiento medieval y el renacentista, en el Occi- dente, queda més o menos descrito como un contraste entre el aristote- lismo y el platonismo. El pensamiento escoléstico medieval estaba do- minado por “el duefio de quienes saben”; el Renacimiento, por st. parte, descubrié a “Platén, quien en ese grupo es el que mis cerca que- da de la meta tal ver aleanzable por quienes el cielo favorece”.* Sucede que esa férmula tan sencilla y placentera ha sido demolida por las mucho més detalladas investigaciones de los historiadores modernos, Sabemos ahora que durante la Edad Media hubo una corriente de pla- ‘onismo més 0 menos constante’ y que, por otro lado, la escuela sristotélica siguié siendo muy fuerte durante el siglo xvt y que, incluso, {ue en ese periodo cuando pasé por algunas de sus etapas més carac- ‘icas.* Sin embargo, en éste como en otros casos, no debemos llevar ‘uestro revisionismo a extremos, quedéndonos la tarea de comprenderlo y explicarlo, Cusano, Ficino y Pico fueron los pensadores més vigoro- vos del siglo xv, siendo poderosa su influencia durante aquella época yen siglos posteriores, si bien es un tanto dificil describir esa influen- via, especialmente si se hace en términos de tradiciones académicas \nlitucionales, Ademés, cuando empleemos la palabra platonismo, no \iehemos considerarla una categoria fija y rigida, Démonos cuenta que Ws ese nombre debemos esperar en cada caso una combinacién dife- Jonte de ideas y doctrinas que esta por identificarse y explicarse. De- \wmos admitir, asimismo, que el nombre y Ia autoridad de Platén ubren al mismo tiempo la vasta tradicién del neoplatonismo antiguo J jwsterior y que, por esa misma razén, la gente considera el plato- Hjrmo una especie de filosofia perenne (término inventado por un *hispo platonizante del siglo xv1, Agostino Esteuco) ;° ademés, existe |p tontacidn de asociarlo con muchas ideas filoséficas, teolégicas y cien- Wiows de origen muy diferente, | Vane Inferno, 1, p. 181 rea, Trionjo della Fama, We lotion Renaissance, 1 Hayne pp. 46. CE. P. O. Kristeller, Bight Philosophers of tnford, 1964, p. 169. Klibunsky, The Continuity of the Platonic Tradition During the Middle Ages, agri sullarisioteismo padoveno dal secolo XIV af XVI, Florencia, 1958, I, In, The School of Padua and the Emergence of Modem Science, Padua, 1961, Mor, ta traizione arstotetica nel Rinascimento, Padua, 1962 id, “Renaissance ani, Creek, Roman and Byzantine Studies, 165, nim. 6, pp. 15 tule tt Charles B. Sch 1 Avatotelianis NW, Schmitt, “Perennial Philowphy", 12, Cf, Capitulo vt A Critical Survey and Bibliography of Studies om Paes, ournal of the History of Meas, 1966, 208 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA ‘Si queremos comprender la evolucién del platonismo durante el Re- nacimiento, necesitamos regresar por un momento a la antigiedad ro- mana y 2 la Edad Media latina. Tenemos asomos de influencias platé- Thess y platonistas en algunas de las obras filoséficas y ret6ricas de Cicerén, quien tradujo, incluso, una parte del Timeo, de Platén.’ Los tratados filosoficos de Apuleyo cuentan entre las fuentes mas impor tantes que se conservan de esa escuela de la filosoffa antigua que alti Meamente ha recibido el nombre de platonismo medio.’ Pasa Apuleyo por ter, asimismo, el traductor del didlogo Asclepio, Gnica fuente com Pleta del hermetiemo que conocieron los lectores occidentales en le Edad Media.” A finales de la Antigiiedad se fortalecié el conocimiento de Platén gracias a la traduccién parcial y a los comentarios que Cal- ido hizo del Timeo, obra cuya tremenda influencia es hoy dia cuando podemos apreciar, dada la ediciOn critica que de ella se ha hechod} También repercutié en el Occidente latino el neoplatonismo de Ploting y ou escuela. Aparte de Victorino y Macrobio,” debemos hacer men: zign especial de San Agustin, cuyo pensamiento filos6fico estuvo mucha nds influido por Platén y Plotino de lo que estén dispuestos a admitir Slgunos de sus intérpretes teolégicos de hoy dia;™ también muestra el reflejo de esa escuela Boecio, cuya Consolacién de la filosofia fue muy lefda por entonces. Si se comparan con estos fuertes elementos de pli tonismo, las huellas de Aristételes son bastante escasas en la literatura floséfica de la antigiedad latina. Notamos que hay un cierto conocl: miento de la Iogica aristotélica en Cicerén, Agustin, y sobre today Boecio, quien tradujo los dos primeros tratados del Organén, | Introduceién que al primer tratado puso el neoplaténico Porfirio probablemente, las partes restantes de esa coleccién.”* + Se tienen loe pasajes mis platénicos en Somnium Scipionis, en Tusculan Disputal yen Orator, La teduesiin del Tico cubre las partes 27437, Se-43b, 46b47b del P apuleys, De deo Socrtis; De Platone et eius dogmate. Ci, Willy Theiler, Die Vo reitung des Neuplatonismas, Beclin, 1980. 30 ormés Trismégite ed. por A. D. Nock y AcJ. Festugiére, vol. 2 Paris, I pr. 296855, ‘s (Plavenis) Timaeus a Calcidio transatus commentarioque instructus / Corpus nizum Meld Acct, Plato Latinus, ef, por Raymond Klibansky; vol. 4, ed. por J. H. Wh Londres y Leiden, 1962. La traducein Mega a la parte 53 de lest, Tt Ex To que toca w Victorino, vénse su Traités théologiques sur la Trnité, 2 voleg por Paul Henry y Pierre Hadot, Paris, 1900. "TCA P.O. Kristeller, Studies in Renaissance Thought and Letters, Roma, 1956, 37. V6 Corpus Philosophorum Medi Aevi, Arist a ee nema, 1080: Cal Codices, 8 vl rl, 1961 Lavin el. por G bridge, 1988; Brujee y EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL 209 Esto nos permite comprender fécilmente que Ja filosofia y la teolo- fa medievales hayan obedecido, hasta el siglo xu, a una tendencia neoplaténica fuerte, mientras que la influencia de Aristételes se dejé sentir casi exclusivamente en el campo de la légica, en especial cuando ya se conocieron de un modo general todos los tratados del Organén. Sin embargo, en el siglo xn tenemos a la ver los comienzos de una revolucién intelectual cuyos resultados se disfrutarian en los dos siglos siguientes. En el vasto méimero de textos filoséficos y cientificos que por aquel entonces se tradujo por primera vez del griego y del arabe al latin,” los de mayor importancia en el campo de la filosofia fueron los de Aristételes y sus comentadores. Asi, el Occidente adquirié el Corpus completo, 0 casi completo, de las obras de Aristételes que se conservaban, junto con muchos de los comentarios a ellas hechos. Cuan- do en las nuevas universidades del siglo 11m se.introdujo una instruc- cién sistematica en las disciplinas filos6ficas, en especial en la légica y n a filosofia natural, fue razonable que se adoptaran como textos prin- cipales los eseritos de Aristételes, funcién para la cual se adaptaban sumamente bien debido a lo completo de su contenido y a la precisién y consistencia de su método y de su terminologia. El aristotelismo de Jas universidades —segiin evolucioné en los siglos xi y xIVv y conti- i, si bien perdiendo gradualmente su importancia, a lo largo del Renacimiento y hasta el siglo xvit— era menos un sistema compacto de doctrinas uniformes que una tradicién de ensefianza diversificada, asada en una terminologia comin y en un conjunto comin de temas y problemas. Tos traductores de los siglos xm y xtit no olvidaron por completo Jon escritos de Ia escuela platénica. El siciliano Henrico Aristipo tra- ‘lujo el Menén y el Fedén de Platén, y Guillermo de Moerbeke, un mon- je dominico flamenco, tradujo en distintas ocasiones a Proclo;* se ha 1» Morite Steinchneider, Die européicken OBersezangen cus dem Arabischen, Gres, oto, 1'T, Muckle, “Greek Works Translated Directly nto Letin before 1950", Medieval Sins, 1492, nim. 4, pp. 3342 1983, nim. 5, pp. 10216 “Cornus Plionicum Medit devi, Plato Latinas, o. por Raymond Klibansky, 4 vals, Lontien 194031962, yo. T: Meno interprete Henrico Aristippe, ef. por Vietor Kordeater Cota Labowsky, 1940; wok. 2: Phaedo inerprete Henrico Arisipo, ed. por Lorenzo Palullo, 1980; vl. 3: Permenides usque ad finem primae hypothesis necnon Proc entarium in Parmenidem, Pars ulna adie iedte intrprete Guilelno de Moerbcka, *taymond Kiibensky ¥ Carlotta Labowsky, 1955; vol. 4: Timaeus, @ Caio trans Iie! conmentaroque instructs, ed, por J. H. Wassink, 1962. Procla, Tria Opuscula, for Helmut Boese, Bevin, 1960, Prclo, The Elements of Theology, od. por E. R. Dodds "Oxford, 1968. Proclo, Blementaio Theologica, transla a Guilemo de Moerbeke, Vanstenkiste, Tidchrift voor Philosophie, 1951, wim. 13, yp. 268-901, 492-31 mann, Guglielmo di Moerbeke O. P., Roma, 1946. 210 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA demostrado que estas traducciones ejercieron influencia en los autores misticos e incluso en Tomés de Aquino." Pero, sin olvidar esas excep- ciones, tenemos el hecho fundamental de que la filosofia académica y cientifica del Occidente latino estuvo dominada, durante la tardia Edad Media, por los escritos de Aristételes, a un grado euyos antecedentes tenemos entre los érabes, pero a la vex de una manera por completo diferente de las tradiciones de la antigiiedad griega y romana, y segin veremos, de las bizantinas. Desde Iuego, las preocupaciones del nuevo movimiento humanista que se iba consolidando en oposicién a la tradicién escolistica eran en parte literarias e intelectuales, pero también en parte filoséficas yen especial morales. La rebelién contra el escolasticismo adopté en Petrarca la forma de alabar a Platén por encima de Aristételes, aun- que sucediera que Platén y sus obras fueran comparativamente desco- nocidos. No sélo en El triunfo de la fama, del cual cité algunas lineas anteriormente,"* aparece esta actitud, sino también es el tratado Sobre la ignorancia propia y la ajena, cuyo origen es una controversia que, en Venecia, Petrarca tuvo con algunos amigos.”* En este, como en mus chos casos, podemos lamar a Petrarea un profeta del ya cercano Rena: cimiento, profeta que abrié el camino que Ievaria, por asi decirloy a las traducciones de Platén hechas por Bruni y otros humanistas, y a la primera traduccién completa de las obras de Platén, Ievada a cabo por Ficino.* Pero este interés renovado por Platén y sus obras no procede de lat tradiciones latinas de la Antigtiedad o de la temprana Edad Media, sin mis bien de Bizancio, donde se habian conservado y estudiado log 1 Cornelio Fubro, Participation et causalité salon 8. Thomas & Aguin, Lavaina, 1961) id, La nozione metajsica di parteciparione secondo S. Tommaso Aquino, 3s. ed. Twill 1963, P. 0. Kristeller, Le thomisme et la pensée italienne de la Renaissance, Monit 1916; id; Medieval Aspects of Renaisamce Learning, Dutham, N. C., 1974. Loris Stu cexth publicando el comentario « los Blementas de Tealogia, de Proclo, escrito por el duiih nico Berthold de Moosbure. 38 Véase Ia nota 4, 1 Renaissance Philosophy of Mon, ed. por Ext Camirer, P.O. Kristeller y J. Randall, Jr, Chicago, 1948, pp. 47-188 (tradueciin inglesa de Hans Nachod). Cf. Me Kristeller, “Petrarch’s ‘Averroits"", Bibliothéque d'Humanizme et Renaiwance, 1952, 0 14, pp. 59465; id, “I Petratea, F'Umanesimo ¢ la Scolasien a Venezia", en La Cl Veneciana del Trecento, Florencia, 1956, pp. 147.178. 2 Eugenio Garin, “Richerche nella prima meth del es en Metioevo ¢ Rinascimento, Studi in onore di Bruno Nardi, vol. 1, Plorenc pp. 389.374. P. 0. Kristeller, “Maralio Ficino as « Beginning Student of P ium, 1966-1967, nim. 20, pp. 4154 Ne tradusioni di EL PLATONISMO BIZANTINO ¥ EL OCCIDENTAL a textos originales de Platén y de su escuela durante aquellos largos siglos en que eran casi desconocidos en el Occidente. Petrarea habia recibido ya del Oriente un manuscrito griego que contenia algunos dié- logos de Platén, y se trata probablemente del primero que viniera al Occidente desde 1a época de la antigiiedad romana.” Cuando, en el Oceidente, Ia ensefianza del griego recibié de Manuel Crisoloras su primer impulso perdurable,* algunos de sus primeros frutos fueron las traducciones de Platén Ilevadas a cabo por los disefpulos de aquél; merecen mencién especial la de la Repiblica, hecha por Uberto Decem- brio, y las de la Apologia, el Critén, el Gorgias y otros realizadas por Leonardo Bruni." Cuando el platénico bizantino Gemistos Plethon vino, en 1438 y 1439, al Concilio de Ferrara y Florencia, desperts centre los humanistas italianos a los que conocié tanto interés por la filo- sofia platénica, que Marsilio Ficino dijo, décadas después, que la impresién causada por Plethon en Cosme de Médieis fue causa de que ve fundara la Academia platénica y del resurgimiento del platonismo causado por las actividades de esa Academi Fsos datos, sobradamente conocidos, nos evan a preguntarnos cudl fue el destino de los eseritos platénicos y de la tradicién platonica y tweoplaténica en el Bizancio medieval, Desconocemos aiin muchos deta- Iles de Ia historia de esa tradicién, pero es facil resumir algunos hhochos. Cuando Justiniano cerré en 529 la escuela neoplaténica de ‘Menas, uno de los iltimos centros intelectuales del paganismo antiguo, Simplicio y algunos de sus colegas fueron a Persia, Sin embargo, equi- vocado seria suponer que tales acontecimientos indican el fin del pla- \onismo en el mundo bizantino.” Simplicio volvié por un breve lapso Grecia, y una mayorfa de los escritos que de él conservamos fue puesta después de ese regreso. Més aiin, los escritores cristianos \lel Oriente griego habian absorbido por siglos fuerte dosis de pensa- Iwicnto platénieo, como facil es ver en las obras de Clemente y de Orf- s, de Gregorio de Nisa y el Hamado Dionisio el Areopagita, Sabe- Petrarcs © Boccaccio, Venecia y Roma, 1964, p. 18. io fue nombrado profesor de griego en Ia Univer. le Florencia de 1360 1 1962; vase Gene A. Brucker, “Florence and Its University, 1" en Action and Conviction in Early Modern Europe, Essays in Memory of E. H. y Jerrold E. Seige, Princeton, N. J., 1969, pp. 220.236 1 Leoneio, ase Pertusi, Leonsio Pilato. ™, » Opera omnia, vol, 2, Basilea, 1576; reimpreso en Turia, 1959, p. 1587. 19 on actividad ol decreto; ase Alan Cameron “The Last Days of the Aca: Athens", Proceedings of the Cambridge Phillogical Society, 1960, win. 195, Dobe a Leonardo Tarkn este y otres inform 212 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA mos de cierto que a partir, por lo menos, del siglo 1x se copiaron, leye- ron y estudiaron las obras de Platén en Constantinopla y otros centros culturales del imperio oriental. A partir de ese periodo, el estudio de Platén y, asimismo, de Aristételes fue parte integral del saber bizan- tino o, &i se quiere, de la tradicién humanista. Es decir, se ley6 y estue dié a Platén junto con los poetas y prosistas de la Antigiiedad clasics Este parece haber sido el tipo de labor intelectual caracteristico de la obra del arzobispo Areta, quien copié uno de los primeros manuscritos de Platén con que contamos.”* Con Miguel Psellos, un hombre de sabiduria e influencia considera: bles, aparece en el siglo x1 un platonismo de tipo més filoséfico y es peculativo.” Este hombre intent6 hacer una especie de sintesis entre la filosofia neoplaténica y la teologia cristiana, que tuvo muchos seguidos res entre los estudiosos bizantinos de siglos posteriores. Ateniéndose al precedente de Proclo, Psellos incluyé como parte de la tradicién platée nica los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto y los Ordculos cale deos. El Corpus Hermeticum, tal como ha llegado a nosotros en griego, parece una edicién 0 una antologia hecha por Psellos; también los Oréculos caldeos que poseemos parten de él, quien les agreg6 un comem: tario. Conocieron dicho comentario Ficino, quien ademas tradujo parte del tratado Sobre los demonios escrito por Psellos, y Francesco Patriziy en el siglo xvt lo imprimieron.” Entre los teGlogos hizantinos tenemos una fuerte corriente antiph ténica; no obstante, la detallada polémica contra Plotino y Proclo —segiin aparece en los escritos de Isaac Scbastocrator, Nicolas de Metona y Nicéforo Chumnos— presupone una cierta popularidad de las doctrinas neoplaténicas entre sus contempordneos. En el siglo xv se guia copidndose la obra que Chumnos dirigié contra Plotino, si bien 1 Henri Alline, Histoire du texte de Ploton, Peris, 1915, en especial pp. 174200. Plate manuscripts: A Catalogue of Microfilms in the Plato Microfiim Project, Yale University Library, ed. por Robert S, Brumbaugh y Rulon Wells, 2 partes, New Haven, Conn., 196 Tatakis, La philosophic byzantine, yp. 183184 Pertusi. Leansio Pilato, pp. 500502. Kath Krumbacher, Geschichte der byznntiniechen Literature, 2a. ed, Munich, 1897, p. S24 Groth Manuscripts in the Bodleian Library, Oxford, 1966, mim. 5, np. 1415. Martin Sicheth “Platonismus und Textiberlieferung”, Jahrbuch der Ostereichicchen byzantinischen Gesell schaft, 1966, nim. 15, pp. 201-229. 3 Tatakis, La philosophie byzantine, pp. 161-210, 3 Hermés Trismégiste, ed, yor Nock y Festupiére, vol. 1, alivli (donde se examina y pone en duda Ta mano de Pllos). % Oracula magica Zoroastris cum scholis Plethonis et Pull, ed, yor Johannes Opsopoews (Pasig, 1599; impreso por primera ver en 1589), Rexpecto a la traducckin de Ficino, wai sm Opera, val. 2, pp. 1939-195, EL PLATONISMO BIZANTINO ¥ EL OCCIDENTAL a3 por Io comtin se distorsionaba el nombre del autor.” Ficino conocié las notas eriticas de Nicolés de Metona sobre Proclo, y recientemente se descubrié el manuscrito que de esta obra tenfa Ficino, junto con su traduccién al latin." Finalmente, en tiempos recientes se han utilizado los escritos de Isaac Sebastocrator contra Proclo para redescubrir algu- nos fragmentos importantes de tres obras teolégicas de Proclo perdidas, dle las euales se sabfa gracias, tan s6lo, a las versiones latinas de Gui- llermo de Moerbeke."* a Por otra parte, muy equivocado serfa el suponer que la tradicién avistotélica careefa de fuerza entre los bizantinos. Recientemente se ha comprobado la vasta difusién de los escritos de Aristételes entre aquéllos gracias a un censo de sus manuscritos griegos.”* En Bizancio hubo algunos comentadores de Aristételes, como Miguel de Efeso, Fustracio de Nicea y otros;* algunos de esos comentarios bizantinos fueron traducidos al latin durante la Edad Media o el Renacimiento y, con ello, ejercieron cierta influencia en el aristotelismo escoléstico oc- cidental.” Sin embargo, y a diferencia de sus contrapartes arabe y occi- 1 EL Antitheticum adversus Plotinum, de Chumnos fue publicado en In edicién de Plo- tino a eargo de Friedrich Creuzer, vol. 2, Oxford, 1835, pp. 1613-1430, asi como en Migne, Potvologia Gracee, vol, 140, cols. 14041487. CE. Jean Verpeaux, Nicéphore Chounnos, Paris, 1059, pp. 1728, 141-146, Seveenko, Baudes sur Za polémique entre Théodore Métochite et Ni- céphore Chounnos, Brusslas, 1962. En manuseritos posterioes auele aparecer el texto como ‘le Kanikles 0 Caticles. Cf. Velentino Capoce!, Codices Barberiniani Graeci, vol. 1, Ciudad ‘int Vaticano, 1958, p- 104, cod. 84 1 Martin” Sicherl, “Neventdeckte Hendschriften von Marsilio Ficino und Johannes Neuchlin’, Seriptorium, 1962, nim. 16, pp. 50461. CF. Nicolaus Methonenss, Refuttio insti- fusions theologione Proclt Platonici, ed. por J. Ta, Voemel, Procli Disdochi et Olympio: in Platonis Alcbiadem Commentari, vol. 4, Francfort, 1825. Proclt Diadochi Tria Opuscula, ed. por Helmut Boose, Berlin, 1960. Isaak Sebastokrator, ‘ohn Aporien itber die Vorsehung, ed. por Johannes Dornseiff, Beitrige mur Klastischen Phi- lolopie 19, Meienheim, 1966, Istak Sebastokrator, De malorum subsistentia, ed. por James Rizo, Beitrage ir Klassischen Philologie 42, Meisenheim, 1971. ilré Wartelle, Inventaire des manuacrite grecs @Arisiote et de ses commentateurs, 1963, Peal Moraur, de la Universided Libre de Berlin Occidental, esti preparando Vista més detallada, Dieter Harlinger. Die Testgeschichte der pseudoarisotlischen rif, xq Gein yoouniov, Amsterdam, 1971. Klaus Ochler, Antike Philosophie und liniches Mittelalter, Misnich, 1968, pp. 272-206. Paul Moraux y otros, Aristoteles Grae: fa, sok I, Berlin, 1976. “Los Commentaria du Aristotclem Graeca incluyen los comentarios de Miguel de Efeso “le Ia Erica Nicémaco, vol. 2, y de Is Parve Natural, vol. 22, af como los de ‘Analitea posterior, vol. 21. Tarmbién vol. 21, Segunda Parte y Ia pardfrasis ustrcio sobre Ia Bticw a Nieémaco, vol. 20 y sobre ia Sofonias a De anima, vl. 23. Ha fs Manuscrits Kin lo quo oe flere «Ja re lleval de lon comentarios do Eustracio y Mi 2\4 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA BRUDICION BIZANTINA dental, el aristotelismo bizantino nunca estuvo separado del estudio de Ja retérica o de los poetas y oradores antiguos, y en muchos casos ni siquiera se oponia al platonismo. Si tomamos en cuenta a los princi pales filécofos bizantinos —de Juan Italos los eruditos del si: glo xiv—, en muchos casos tenemos una combinacién de 1a légica y le fisica aristotélicas con la metaffsica platénica, combinacién que re~ monta a los neoplaténicos de la Antigiiedad y a sus comentadores aris- totélicos.* Se afirma a menudo que Ja tradicién filoséfica y teolégica del Oriente bizantino era predominantemente aristotélica y antiplaténica, pero me da la impresién de que esas afirmaciones tienen como base, tn gran medida, analogias occidentales o ciertas posiciones polémicas aparecidas entre los bizantinos apenas en el siglo xv. Tiendo a pensar que el aristotelismo definitivo de algunos pensadores bizantinos de los iglos xav y Xv tuvo como causa influencias occidentales que adquirie: ron importancia por aquel periodo. Entre los autores latinos tradueidos al griego por entonces no s6lo tenemos a Cicerén y Ovidio, junto con ‘Agustin y Boecio, sino también a Tomds de Aquino.” ‘Con esta informacién como antecedente debemos comprender la obra de un pensador a quien discfpulos y contemporéneos celebraron come tro Platén, y que respecto al platonismo maduro del Renacimiento ot tidental tiene una posicién similar a la de los Gltimos fil6logos bizan. finos respecto a los humanistas italianos: Georgios Gemistos Plethon Vivié aproximadamente de 1360 a 1452 y pas6 la mayor parte de It etapa titima de su vida en Mistra, capital de los déspotas de Moret donde fungié como consejero de los principes reinantes y fue instructor de algunos alumnos particulares. Traté de fortalecer el Imperio bi Santino mediante una reforma politica basada en modelos griegos att tiguos. De acuerdo con el testimonio de varios de sus enemigos entonces, que una mayoria de los historiadores actuales ha aceptade Gomo vélido, Plethon planes ademés volver a instaurar la religidit uel de Eis «le Bri o Nicénaco, ase Aitoteles Latinus, Codes, Roms, 199, wl I Pagina 57 ‘Etasakin, La pilouphic byzantine, Krumbacher, Geschichte der byzantinischen Ml orn lo que toce a las traducciones de Ovidio, Cicerén, Boecio, Austin y otros latino hechas por Mésimo Plamades, fase Keumbacher, Geschichte Taemans pr S48. CE Michael Rack, “Die grechischen Augustniberstznge Francesco Bhrfe, vol. Y Biblioteca Vasicans, Std « Test 8, Ro nla nota 44 sebre las traducckones al griego de Aquino bee oe ee Miscellanea 5 pp. 18 Hale EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL as pagana de la antigiedad griega. En los fragmentos que de su obra principal, las Leyes, conservamos, habla tendidamente de las deidades ‘antiguas y de su adoracién.” Sin embargo, la obra fue destruida a la muerte de Plethon por su enemigo Escolarios, quien para justificar su ‘acto s6lo conservé esos pérrafos paganizantes. Opino que el texto com- pleto pudiera darnos una interpretacién alegorica y menos cruda de esos mismos pérrafos. La participacién de Plethon en el Concilio de Flo- reneia, su oposicién teolégica a la unificacién de las Iglesias griega y latina y, finalmente, la admiracién incondicional que por Plethon mostraba su diseipulo Besarién tienden a poner en duda el supuesto paganismo de dicho pensador. Por otra parte, Plethon mantuvo siempre una separacién estricta entre su filosoffa y la teologia cristiana, y nunca intent6 armonizarlas. En los eseritos que de él han sobrevivido se confiesa un seguidor con- veneido de Platén y su filosofia, y alaba a menudo a los fildsofos neo platénicos y en especial a Proclo, quien lo influyé mucho, También jrusta de citar a los primeros sabios orientales y griegos, mencionando en especial los escritos atribuidos a los pitagéricos y los lamados Ordculos ‘aldeos, que, al parecer, fue el primero en atribuir a Zoroastro y sobre Jos que escribié un comentario.” Parece no haber duda respecto a sus conocimientos de los escritos érficos y herméticos, aunque la presencia tle éstos en su obra no sea tan clara; el precedente de Proclo y Psellos hastarfa para considerar plausibles tales conocimientos. Plethon cita 4 los estoicos favorablemente, pero se muestra decididamente en con- ira de los escépticos y, en especial, de Aristételes. Este antiaristote- lismo de ninguna manera es tipico de la tradicién bizantina. ¥ dado que el famoso tratado de Plethon sobre las diferencias entre Aristé- {oles y Platén fue compuesto durante la estancia de aquél en Italia y ‘otuvo dedicado a sts amigos italianos,"* me inclino por considerar el iliaristotelismo de Plethon como reaccién contra el predominio del fristotelismo en los teélogos latinos, que debié parecerle excesivo. 1 Plethon Traté des Lois, ed, por Charles Alesandre y Augustin Pellisier, Paris, 1858; Folmpreso en Amsterdam en 1966. «2 Remesto a Plethon y la atsibucién de los oriculos a Zorosstro, véase Joseph Bidex y Fane Cumont, Les mages heléniss, 2 vole, Paris, 1988. Respecto al comentario de Plethon, nota 29, iewpecto a la copia de los himnos érficos que Plethon tenia véase R. y F. Masai, louvre de Georges Gémiste Plithon", Académie Royale des sciences, des letires, et des 1e, Bulletin de le Classe des Lettres, et des Sciences morales et politi 1964, nim. 40, pp. 596955 y 546. Se tlene el testo completo del tretado hon bre lav difereaciaa entre Platin y Aristtelea en Migne, Patrologie Gracco, fol 100, vol 881.982, Al comienan hay wn ataque caracterstio contra Averroes, 216 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA Entre los muchos puntos caracteristicos que le permiten a Plethon considerar a Platén como superior a Aristételes, insistié en Ia realidad de los universales y de las ideas, en el origen divino del mundo y en Ja inmortalidad del alma. Criticé también la descripeién que Aris. tételes hace de las virtudes morales como puntos medios entre dos vicios opuestos y, finalmente, insiste en que todos los acontecimientos arran- an de catisas necesarias; en su tratado Sobre el destino defiende un determinismo extremo, més estoico que platénico.* Podemos captar en fl platonismo de Plethon una vena profundamente racionalista, asi como la ausencia obvia de ese elemento mistico o espiritual tan sobre saliente e indispensable en el pensamiento de los neoplaténicos antiguos y de muchos platénicos renacentistas. El tratado que Plethon dedica a las diferencias entre Platén y Aris: tételes da comienzo a la famosa controversia sobre la relativa superio: ridad del uno o del otro, Ia que perduré varias décadas entre los bizantinos y luego entre algunos eruditos occidentales, controversia qué en ciertos estudios histéricos sobre el siglo Xv tiene una importancia. casi exagerada, Sin embargo, no cabe negar su significacién. Si, por el momento, hacemos de lado algunas discusiones de problemas especity Jes incluides en esa controversia, el primer ataque frontal contra ol tratado de Plethon fue compuesto hacia 1443 por Escolarios.* Es una defensa punto por punto de Aristételes, en la cual se demuestra un cond: imiento detallado de los escritos aristotélicos y en la cual se subray® ‘el acuerdo existente entre la filosofia aristotélica y la teologia crite tiana, No me inclino por atribuir este aristotelismo exclusivo y teoléy gico de Escolarios a una supuesta tradicién teolégica bizantina, come han hecho algunos historiadores, sino més bien a su obvia dependencl del pensamiento occidental, y en especial del tomismo. Sabemos ut Escolarios estaba mejor preparado en teologia latina que en las tradi ciones filoséficas y {ilolégicas bizantinas, quedando probada su grill ‘admiracién por Aquino en las numerosas traducciones que hizo de escritos de éste.* Es facil pasar por alto esos datos porque, en sus postreros, Escolarios adopté una posicién teolégica hostil « la uni 48 De fato es un cepitule (libro Tl, cap. 6) de las Leyes de Plethon, Se To imprimld Traité des Lois, ed, por Alexandre y Pellisier, pp. 6478 “Georges Scholatios, Oeuores complétes, ed. por Louis Petit, X. A. Siderides y Mi Jugie, Paris, 1935, vol. 4, pp. 1-116 “1 scolarios compuso epitomes de ls Summa contra Gentiles, do Tomis, y de a0 8 Theotogia, partes Vy lalla (Oeui 64, 1911-1983), dems, teadajo el com de Toms a la Fisica de Avstte Hispano y Gilberto Porretene, Oeuvres, EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL a7 cacién con la Iglesia latina, Esta actitud de Escolarios, tipicamente escolistica y occidental, aparece en las paginas iniciales de su tratado; en ellas habla con desprecio de Jos amigos italianos de Plethon, quienes se interesaban por Homero y Virgilio, por Cicerén y Deméstenes y quienes, por tanto, admiraban a Platén en razin del talento literario de éste y no eran capaces de juzgar el mérito filoséfico de Aristé- teles.** Tenemos en ese pasaje el tfpico contraste italiano entre escolas- ticismo y humanismo, pero traducido al griego. Plethon le respond a Escolarios hacia 1449, en un tratado donde vemos, entre otras cosas, luna nota interesante: el acuerdo fundamental entre Platén y Aristé- icles, que Escolarios atribuye a los antiguos, aparece ‘nicamente en Simplicio, quien intent6 combinar las doctrinas de los dos filésofos, para usarlas contra Ja Iglesia eristiana."* Aparte de esta controversia entre Plethon y Escolarios, antes y des- pués de la muerte del primero, hubo una discusién acerca de puntos iniis espeefficos de 1a doctrina, como son el concepto de sustancia o la dloctrina del destino, Aparte de Plethon y Besarién, en el debate parti- ciparon Teodoro Gaza, Miguel Apostolio, Andrénico Calisto y varios otros sabios griegos.” Una mayoria de sus tratados fue escrita en Italia, jiero en griego. Se los puede leer hoy dia en ediciones recientes, mas hho habiéndose escrito una historia minuciosa del debate, no puedo exa- ‘minarlo en mayor detalle. Debemos mencionar Comparationes philosophorum Platonis et Aris- totelis, tratado escrito en latin por Jorge de Trebisonda después de la muerte de Plethon, acaso en 1455, e impreso en el siglo xv1."" Esta obra fue mucho més violenta que la de Escolarios en sus ataques doc- \vinales y personales contra Plethon y el propio Platén; se defendia vu clla la superioridad de Aristételes respecto a Platén en todos los puntos, y especialmente en aquel de su acuerdo con la teologia cristiana. Vita actitud de Trapezuntio es bastante extrafia si tomamos en cuenta wu vida y su preparacién.® Este autor vino a Italia de Creta, asistié © Oeweres, vol. & p. 4 Migne, Patroloria Gracca, vol. 160, cols, 979020 y 98 © Cl Mahler, Kardinal Besarion, y Masai, Pléthon et le Platonisme de Mista. Respecto 4 Gans, véase Alfved Gorcke, Theodoros Gazes, Greifewald, 1903. Teodoro Gera, De jae, ‘sh yor John Wilson Taylor, University of Toronto Studies, Serie Filelégica, vol. 7, Toronto, Woh Respecto a Miguel Apostolio vase Denno J. Genakoplos, Greek Scholars in Venice, Mass, 1962, pp. 73110, Para Andrénico Calisto véase Giuseppe Cammelli, 0 Callisto", La Rinescita, 1942, mim. 5, pp. WOLI2L, 174214. Venecia, 1528; reimpreso en Francfort, 1965. © omigio Sabbadini,"Briciole umanistiche V", Giornale storico della teweratura italiana, wo, ‘pp 230241, “Hriciole umanitiche XXI", ibid, 1904, nim. 43, pp. 258258 218 BL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA a ls escuela de Victorino de Feltre, en Mantua, y combiné, por tanto, una educacién humanista latina con sus antecedentes bizantinos. Fue un erudito bilingiie, que por algin tiempo ensefié griego en Venecia, hizo traducciones latinas del griego —en especial de Aristételes, Ptolo- meo, Cirilo y Eusebio, pero también de las Leyes y el Parménides de Platén— y compuso cartas y tratados en latin, inclayendo libros de 16- gica y retérica que fueron muy influyentes. Sus traducciones y tra- tados muestran que tenia un cierto interés en la filosofia, desde luego, pero su preparacién de ninguna manera era teolégica 0 escoléstica, Dado que participé en muchas controversias con otros eruditos, bien podemos buscar la motivacién de su tratado antiplaténico en las rela ciones personales que tuvo con la escuela de Plethon. Quizé le desagra- dara también la actitud hostil de Platén hacia la retérica y 1a poesia, actitud dificil de aceptar por un humanista con preparacién retori E] tratado de Trapezuntio fue causa de varias réplicas, y dio pie para que el cardenal Besarién compusiera su gran tratado In calumniae torem Platonis. Esta obra, revisada varias veces por su autor, fue escrita probablemente entre 1458 y 1469, primero en griego y luego en una versin latina impresa en 1469." Besarién no sélo defiende la vida y la doctrina de Platén contra los ataques de Trapezuntio, sino que ado mis describe las contribuciones de Platén a los distintos campos de la erudicién, para terminar presentando las doctrinas metafisicas de Plas tén subrayando sus méritos intrinsecos y su acuerdo con la teologlt. ctistiana, Besarién trata a Arist6teles con sumo respeto y tiende a ai nizarlo con Platén més bien que a criticarlo. A menudo cita a 10 te6logos latinos, en especial a Agustin, Aquino y Duns Escoto. La es, por su carécter general, mas bien apologética que filoséfica, pel tiene el gran mérito de presentar por primera vez, a los eruditos lati un cuadro amplio y equilibrado, aunque no siempre exacto, de la trina de Platén, cuadro basedo en un conocimiento completo de escritos de éste y de sus comentadores de la Antigiiedad. La obra cin Giorgio Castellani, “Giorgio de Trebisonda maestro di eloquensa a Vieensa © a Ve Nuovo Archivio Veneto, 1896, nim. 11, pp. 123-142. Véase también John Monfasani, Gt Trebizond: A Biography and A Study of Hie Rhetoric and Logic, Leiden, 1976. © Respecto a las treducciones de Platén, wéase Raymond Kiibansky, “Plato's Pai in the Middle Ages and the Renaissance”, Medieval and Renaissance Studi 1943, nim 1, pp. 281330 y 289.904. Carin, “Ricerche sulle traduxioni di Platone”, pp. 318. Respecto a las traducciones de Aristteles, wéase Eugenio Garin, “Le tradusion| nistiche di Aristotele nel secolo xv", Atti e Memorie delf Accademia Fliorentina di 8 ‘Morali “La Colombaria” / 16, s2. 2 / (1987-1950, publieado en 1951), pp. 55-104 5 Geaméhaualog der Wiegendrucke 4193, Véare ol texto griego Kardinal Bessarion, vol. 2. EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL 29 16 ampliamente y cuenta entre los primeros libros impresos en Italia;** fue recibida con mucho entusiasmo por varios eruditos griegos, italia- nos y franceses, cuyas cartas se conservan."* Al igual que Trapezuntio, Besarién combina una cultura humanista latina con una preparacién bizantina; y como era cardenal de Ja Iglesia Romana, era obligatorio que la publicacién de sus opiniones tuviera mucho peso y autoridad. Ademés, fue mecenas de muchos eruditos griegos e italianos, quienes estaban prestos a defender y dar apoyo a su obra, La famosa controversia respecto a Platén y Aristételes no terminé dlel todo con Ia obra de Besarién, pues prosiguié por un tiempo tras la publicacién de ésta. No s6lo se ve la influencia de Besarién en el prefacio que Giovanni Andrea de Bussi escribié para Apuleyo,"* o en la réplica hecha por Perotti a otra obra de Trapezuntio que se ha per- ‘lido,* sino ademés en una serie de tratados eseritos por Domizio Cal- ‘levini, Fernando de Cérdoba y Andreas Contrarius atin desconocidos inéditos, Andreas, hijo de Trapezuntio, intent6 defender la posicién de padre de los ataques de Fernando de Cérdoba.” Pertenece ya al siglo xvi un tratado inédito contra Trapezuntio escrito por el eremita gustino Ambrosio Flandino," un autor prolifico que también compuso tratados polémicos contra Pomponazzi y Lutero, asi como comentarios Voluminosos sobre varias obras de Platén. Acaso tengamos la iltima ‘epercusién de la controversia, e incluso de la obra de Plethon, en la jolémica antiaristotélica de un influyente fil6sofo de finales del si lo xvt, quien estaba excelentemente preparado en griego y quien pasd jte de su vida en Padua, Veneci y los tritorios griegos de Venecia: vanceseo Patrizi.”* En conclusién, quiero examinar brevemente a los principales repre- entantes del platonismo occidental del siglo xv: Cusano, Ficino y Vico, Ninguno de ellos participé en el debate sobre la supremacia de Vatin © Aristételes que hemos comentado y, por otra parte, una ma- \ Sweynheym y Pennartz, los dos alemanes que introdujeron Ia imprenta en Ttalia, lo Mohler ha publicado la correspondencia de Besariéa con Ficino, Argiropoulos, Fichet, it, Omnibono Leoniceno, Fielfo, Penormita y otros en Kardinal Besserion, vl. 3. * Woviah Botlield, Prefaces to the First Editions of the Creek end Roman Classics, Lon- ies 861, pp, 68:78 © Mohler, Kardinal Bessaron, 8, pp. 343-315, "Hl comienzo y el final del tratado de Andress Traperuntio fueron publicedos por F\. Zaccaria, Her Litterarium per Haliam, Venecia, 1762, pp. 127134 Espero estudiar y Fblies esos tratados en colaboracién con John Monfasani y Frederick Purnell. is, Bbtion-que National © Discusiones Peripateteae, ms, Int, 620, fenccia, 1571; ed, aumentada, Basile, 158. m0 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA yoria de su pensamiento fue original o remonta a fuentes occidentales Misicas o medievales. Sin embargo, no podemos terminar nuestra ex- plicacién sin mencionar los nexos mas o menos obvios que nen, estos : platénicos occidentales con sus predecesores y contemporéneos bizanti- nos, y en especial con Plethon y Besarién. al No es posible limitar el pensamiento de Cusano, tan complejo y ori- ginal, a la simple etiqueta del platonismo, pero es obvio por sus doc: frinas, por sus citas y por el contenido de su biblioteca que se sentia muy atraido por Platén y su escuela."* Fue decisiva en el pensamiento de Cusano Ia influencia de Agustin, del Areopagita y de Proclo; ade- mis afirma explicitamente que descubrié su doctrina de la ignoranci erudita durante su regreso de Constantinopla. Sin embargo, se_opi- na actualmente que su conocimiento del griego era limitado. Poco cabemos acerca de sus relaciones personales con los eruditos de Bizan- tio, excepto por aquellas que tenfa con Besarién, de las cuales hay Varios testimonios, y porque otros eruditos bizantinos, como Atanasi Ye Constantinopla, le dedicaron algunas traducciones al latin de obras ggriegas. Sin embargo, Cusano vivid rodeado de humanistas italianos {que eran conocedores de lo griego; en especial podemos mencionar 2 Giovanni Andrea de Bussi, obispo de Aleria, y Pietro Balbo, obispo de Tropea, quienes pertenecfan a su circulo fntimo, Muy recientemente nos hemos enterado de que el Parménides de Platén y la Teologia pla Yonica de Proclo fueron traducidos a pedido de Cusano, el primero por Trapeuuntio y el segundo por Pietro Balbo;* yo mismo he descubierto una traduceién latina del De fato, de Plethon, hecha por Juan Sofiana para Cusano, que al parecer era parte de la biblioteca personal de eat ‘timo. Si para Cusano el platonismo era una parte importante de su me paracién, para Marsilio Ficino era el corazén mismo de su obra y 0 Edmond Vansteenberghe, Le cardinal Nicholas de Cues, Paris, 1920; reimprow Francfort, 1968. ‘e [bid, pp. 29:30 Respecto a su regreso de Constantinopla, fase Cusano, De docta rantia, Raymond Klibansky, Leipzig, 1982, p. 163. (Morimichi Watanabe trajo & mi me ete pasaje.) . ‘c: Klibansky, “Plato's Parmenides in the Middle Ages and the Reneissance toce a Ia tadvecén de In Teologa platéniea, de Proc, wéase Raymond Ki wedings of the British Academy, 1949, p. 11. H. D. Saffrey, “Sur In tradition many ge le Théslogie Platonicienne de Proclus", en Autour Aristte, Recueil Rules flere & Monseigneur A. Mansion, Vovaina, 1985, pp. 387-490, P. O. Kristeller, Her It 2 vole, Londres y Leiden, 1968:1967 vol. 1, p. th P.O. Kriseller, “A Latin Translation of Gemiston Plethon's De Jato by Job Sophianos dedicated to Nicholas of Cusa", en Nicold Cusano agli Iris del Mondo Mod a come un. 17b208. EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL a ou pensamiento. Su traduccién al latin de Platén puso a disposicién de los lectores occidentales, por primera vez, todo el Corpus de los didlogos de Platn, por lo cual debe considerarse esta empresa un acontecimiento capital en la historia del platonismo y del pensamiento occidental, A esa traduecién debemos agregar sus introducciones y comentarios, entre los cuales fue en especial famoso e influyente el dedicado al Simposio; su traduccién e interpretacién de Plotino, que rrodujo en el mundo occidental a este importante pensador; y sus traducciones de varios escritos de otros neoplatGnicos, como Porfirio, Jémblico y Proclo, asi como de varios escritores seudoplaténicos como Hermes Trismegisto, Zoroastro, Orfeo y Pitégoras. Ademés, Ficino pre- sonté en su Teologia platénica y en sus cartas la filosofia platénica se- in la entendia, y de tal modo 1a ensefién en sus cursos y en las esposi- ciones de stt Academia platénica. Varias afirmaciones dispersas een sus cseritos no permiten deducir que consideraba el resurgimiento del platonismo como una tarea que la divina providencia le tenfa asig- nada. Si nos preguntamos el papel de las influencias bizantinas en el re- surgimiento del platonismo, de suceder que tuviera alguno, podemos ‘lar una respuesta parcial a la cuestién. En el prefacio a su versién de Plotino (1492) Ficino afirma que, durante el Concilio de Florencia, Cosme de Médicis escuché algunas conferencias dadas por Plethon: lun profundamente impresionado quedé por ellas, que concibié Ja idea ‘le fundar en Florencia una Academia platénica, tarea para la cual ‘ligié a Ficino cuando éste aiin era joven.” Conociendo el modo en que icino gusta de hablar, dudo en darle a esta historia el sentido literal ‘que. muchos historiadores le conceden, pero hay en ella un grano de verdad y es seguro que Ficino intentaba trazar un lazo hist6rico entre obra y la de Plethon. A decir verdad, el pasaje no esté aislado por tompleto en la obra de Ficino, ya que éte menciona a Plethon por lo Inenos otras cuatro veces, siendo una de ellas de interés especial, pues Mirma el autor que Averroes comprendié mal el pensamiento de Aris- \itcles por ignorar el griego.“* En un temprano prefacio a diez dié- Jogos platénicos ofrecidos a Cosme (1464), Ficino afirma que el jpivity de Platén volé de Bizancio 2 Florencia. Hemos descubierto Véase Kristeller, IU pensero filosofico de Marsitio Fieino, cap. 1. © Fein, Opera Omnia, wl. 2, p. 1837 © Kristeller, IE pensiero filosfico di Marslio Ficino, p. 460. Respecto al comentario Weive Avervors, wise Opera, p. 827. © Supplementum Ficinianum, ed. por P. O, Kristeller, Florencia, 1937; reimpreso en 1973, wh 2p 106 22 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDIGION BIZANTINA EL PLATONISMO BIZANTINO Y EL OCCIDENTAL 2s hace poco que Ficino posefa y en parte copié con su propia mano el nismo de Ficino, como la posicién cent tate Griego de algunos eseritos de Plethon." Ademés, encontré en un Ul univers, Ie experience espsital de le vida contempltra 6 la eae ere ana traduceién andnima al latin del comentario hecho por dlootrina dal amor platinio no soupen, cbviaments, an lagar do ‘impor. Plethos a los Ordoulos ealdeos,y tengo algunas razones para atribuila Tancia en of pletouinmo de sun prodeveeoros Miantiogs. i fieino Existen otras huellas de la influencia bizantina en Ficino, Si vamos de Ficino a Pico, los lazos con el platonismo bizanti Copis ate, con su propia mano, la tradueciOn que Teaversari hizo de se vuelren macho menos direcios, No hay duda de que la preparacan sees Se Gaon y mis tarde tradujo una obra de Psellos.” Tuvo eo- tscoldsica que Pico recibié en Padua y en Paris, su avervoismo.y su Trepondencia con Besatién e incluso pudiera haberlo visitado; por otro ttusiasmo por la teologia hebrea y por la edbela To separan de un Trae ttabG mucho au obra fn calumniatorem Platonis, y 1a incluyé en mode mucho més definitive que a Ficino dela tradicion humanist del una lista de escritos platénicos que envié a su amigo alemén Martin platonismo bizantino, y en especial de Plethon.” Pero puede comparar- se, en cierto grado, con la actitud de Besarién el famoso proyecto de establecer una armonia entre Platén y Aristételes y entre sus escuelas. ‘Cuando pasamos del siglo xv al xv1, notamos algunas tendencias anti- avistotélieas fuertes que alcanzan su'punto culminante en la obra de Francesco Patrizi, y a las cuales puede unirse de un modo més o menos directo con la obra de Plethon, Sin embargo, la forma predominante en que el siglo xv1 recibié 1a herencia del platonismo esta representada por Ficino y por Pico, Ese platonismo tenfa como funcién establecer un tipo de metafisica racional que apoyara, en lugar de oponerse, & lu teologia dogmatica y la ciencia empirica. Les ideas platénicas més spulares en el siglo xvt eran las doctrinas de la vida contemplativa a inmortalidad, de la dignidad del hombre y del amor platénico. a histérica de la teologia antigua hallé expresién en la filosofia jporenne de Agostino Esteuco, quien arrancaba de una nocién derivada tle Proclo y de Plethon y, mas directamente, de Ficino y de Pico. Sin embargo, el intento de Esteuco por armonizar el platonismo con la teo- Jogia cristiana e incluso con la ciencia aristotélica estaba més préximo Prenninger.* ‘Ahore bien, cuando comparamos las obras de Ficino con las de Plethon y Besarién, hallamos pocas similitudes reales y mucha discres pancia en sus fuentes, problemas e intereses intelectuales. Desde luego, Ficino esté de acuerdo con Plethon en el concepto histérico de que hubo una tradicién antigua en la teologia pagana, que retrocedia méy alld de Platon, para legar a Pitagoras y los caldeos; pero quiz curra que Ficino haya derivado estg idea directamente de Proclo, y to de Plethon, Sin embargo, de ser cierto que este diltimo fue el primera) tn atribuir @ Zoroastro los Ordculos caldeos, Ficino estaria manifow tando asi su dependencia de Plethon, pues a menudo cita los Ordculog ‘con gran respeto y siempre los considera una obra de Zoroastro. platonismo de Ficino coincide con el de Plethon en la teoria de las Faeas y en la doctrina de la inmortalidad, pero me inclino por. pensil que esos conceptos son més nucleares y més complejos en Ficino qiie ar Plethon. Aquél rechaza sin duda el fatalismo de éste, y como haat hhincapié en la armonfa entre filosofia platénica y teologia cristiana, encontraba muy alejado de las tendencias paganas atribuidas a Pleth Fn este aspecto, y en su actitud comparativamente tolerante respect ‘Anistételes, Ficino més bien sigue a Besarién. Pero, a diferencia ste, no se interesaba en atribuir a Platén las doctrinas especifi de las distintas disciplinas clementales y filoséficas o de la teol dogmatica. Y vieeversa, algunas de las ideas fundamentales del pla Vanes nlas 1 y 2. France da Discs himas y mown de Fina, eesti ; ney cer de Fine, xls ebro Vain y Ail 7 ul pb eben do cue, Past Kell, Sadie In Renee Thouth and Later, pp 29-896, Rees a Furi, vsve Dealer Protas, Vo pecin, eee ampliads, Basilea, 1581. En el siglo xvi intentaron comparar ‘2 Pla (sn Aeintle env er len sgaentes eno Berardi Dont, (De Pstances “ours pidomplioe dine, inprem jum era el tad de Piston eal Pe usta ml Vesey 10) Sasi Fu Mur (De tre Ae st do ns dros cnn, Laan 15S) ae. Carinae Plato com Arte cra phasophi eompara, Part, 15%) Cabri’ Burst (Prciparam conte im Arbo et Plats cnet, Venwcia 153) Taco Maan (De tilt nus meted en Ge qibus omnes Pltnls et Anata derleg compe 1" Coa, 1t6 sts Ta unto Plt odie phwphtam prota, tee “yin Mas Arr Vee 19), Pee Parl Tos Mao Cio ss sil eh ish sabi PB rene un Walenta el ta de Pletons ea por Nets Selo rk, ms, 10066, f, 155-221y, pees e Bugenio Garin, "Per Ta storia della cultare filoaficn del Rinascimento”, critics & woria della fitoofia, 1957, nim. 12, pp. 321; id, “Platonict bizantini ¢ pla Flint", Studi sul platonismo medievale, Florencia, 1958, pp. 153-219. A. Keller, “Twe antne Scholars and Their Reception in Teal", Jourmat of the Warburg and Cow Trutitates, 1957, nim, 20, pp. 363-30, Cf, Keisteller, leer Htaticar, vol. Ys p14 ‘8 Vat. Outob. lat. 2966. (© Kristeller, Studies in Renaissance Thought and Letters, pp, 164165 10 Opera Omnia, vol. 2, pp. 19991945, 1 Thi, p. 899. 1) en Ie National 22 EL PENSAMIENTO RENACENTISTA Y LA ERUDICION BIZANTINA la actitad de Besarién, Es la misma actitud que tenemos en la Ci 2 oe ge Rafael, donde 1a Escuela de Atenas se encuentra frente a la Dagputa del Santisimo Sacramento, y donde Platin y Avistiteles ocx. panel centro, representando asi, de un modo simbético, 1a filosofia secular. “Antes de concluir me gustaria corregir un malentendido al que en ocationvs ha dado lugar mi posicién. Estoy convencido de que el play tetra del siglo xv, ¥ también el humanismo, fueron movimientos inte Tcctuales de gran importancia y de alguna originalidad, pero nunca me propuse dar la impresién de que la vide intelectual del siglo.x¥, © del Fromnsraiento en general, pudiera ser comprendida en funcién inion xeneeieT humanismo y del platonismo. ‘También estaban presentes las poderoses tradiciones de Ta filosofie aristotéiea, de Ta teologia, de la oy y de las distinas disefplinas eientfioas, por no hablar de la frets, er popular, de las artes y de la vida religisa, politica y econémi {el periodo. Por otra parte, si s6lo centramos la atencién en el uma see y el platonismo, noteremos en ellos una gran variedad de, ee, vacvigs originales y tradicionales. Entre estos diltimos debe, concederse fran importancia a la influencia de los autores latinos antiguos ¥_ 7A Fear ee No deseo negar ninguno de esos puntos, ni siquiera por infe: sien En este ensayo me he propuesto, simplemente y de acuerdo ‘Tema elegido, subrayar el hecho —que creo imposible negs— {que el platonismo italiano, del Renacimiento, junto con el humani see ecrtista, recibieron algunos impulsos importantes de la tradi Lnantina, Fue una fortuna que Ja cultura bizantina, en el mom a earede su fin trégico, pudiera transmitir al mundo occidental “Tesno la herencia de su pensamiento, su erudicién y sus libros y, jw cermcio, las ideas y los textos que habia recibido de la Grecia antl J que preservé para el futuro a lo largo de un periodo de casi afios. Cuanta ParTE LOS CONCEPTOS DE HOMBRE EN EL RENACIMIENTO

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