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OBJETIVOS: UN PUNTO DE PARTIDA


Introducción
            Existe en toda investigación un elemento fundamental que marca el punto de partida y llegada, el investigador debe
seguirlo como un camino trazado. Es un mapa que nos enfoca en una ruta determinada dándole sentido a todo esfuerzo que
dicha investigación nos obliga a realizar. Este trabajo propone las pautas básicas que se consideran a la hora de plantear y
diseñar ese camino, proveyendo al mismo tiempo no solo de una intención sino también de una finalidad. Son los objetivos
quienes conforman el cuerpo de ese mapa; rigen y determinan todo aspecto humano estructurando desde su dualidad
un plan de vida.
Si la vida se considerara una investigación de campo y suponemos que nadie emprende un camino sin un destino marcado, ya
sea tangible o intangible, podemos entonces suponer que los objetivos a nivel general son el punto de partida más importante a
considerar pues ellos son  ese destino que deseamos alcanzar y la razón por la cual iniciamos ese viaje. En las siguientes
páginas se expondrá brevemente su planeamiento, redacción y clasificación  tratando de mostrar un enfoque práctico del cual
esperamos saquen los lectores el mayor beneficio posible.

¿QUé ES UN OBJETIVO?
Toda investigación nace con un propósito o finalidad, algunas tratan de contribuir  en la solución de un problema en particular,
otras esperan alcanzar algún grado de conocimiento en determinada área. Este propósito o finalidad será el objetivo que 
constituirá el punto de partida y orientará así el curso de todo el proceso investigativo. Si este es bien formulado logra transmitir
claramente la intencionalidad del investigador, permitiendo también determinar si tal investigación rindió o no los frutos
esperados.
 

EL PLANTEAMIENTO DE UN OBJETIVO
            El principal requisito en el momento de plantear los objetivos de una investigación es que estos sean alcanzables,
lógicos y coherentes con la realidad. Es decir que el interés que se persiga considere  las posibilidades y limitaciones
del trabajo realizado.
  
            Dependiendo del tipo de investigación o de la meta que se pretenda alcanzar, el investigador puede plantearse uno o
varios objetivos primarios de los cuales se derivaran una serie de objetivos secundarios; ya sean los primeros o los segundos
siempre se ordenarán según su relevancia. Es importante mencionar que dentro de una investigación pueden existir tantos
objetivos como el investigador considere necesario, siendo los objetivos secundarios un desglose del o de los objetivos
primarios. Los objetivos corresponden a la etapa exploratoria de la investigación ubicándose generalmente dentro de
la introducción del reporte final.
            Al determinar  el rumbo a tomar mediante un objetivo primario que abarcará en forma general nuestro propósito
fundamental debemos sistematizar las estrategias que harán posible el logro de nuestras metas, por ello debemos revisar los
objetivos en cada etapa de nuestra indagación para evitar errores que al final obstaculizarían el resultado real.
            La valoración de todo el trabajo se da a partir de los objetivos propuestos, los cuales deben ser claramente
identificables con el resultado obtenido.    

LA CLASIFICACIÓN DE LOS OBJETIVOS


            Existe una serie de clasificaciones para los objetivos que nos permiten decidir sobre los medios y las herramientas que
vayamos a emplear, entre estos están‫ ׃‬objetivo instruccional, objetivos de investigación (de los cuales se desprenden el
objetivo general y los objetivos  específicos) y objetivos metodológicos entre otros.

El objetivo instruccional se formula alrededor del aprendizaje y los objetivos de investigación son los enunciados claros y


precisos de las metas que se persiguen, los objetivos metodológicos aclaran el sentido de la hipótesis y colaboran en el logro
operacional de la investigación en todos sus niveles.
 El objetivo primario es el propósito primordial en la búsqueda de determinados conocimientos por ello posee una autonomía
propia. A este objetivo se le denomina Objetivo General, pues abarca todas las expectativas que el indagador se propone a
nivel global. De este objetivo general se desglosan una serie de objetivos secundarios  a los que denominamos Objetivos
Específicos, estos son en sí una fragmentación que permitirá alcanzar con mayor facilidad el objetivo general. Los objetivos
específicos son una esquematización que permite evaluar, comparar y determinar si el objetivo general responde a los
resultados logrados.
                Esta clasificación varía según la dirección que se desee tomar y el enfoque general de la persona que los plantea.

LA REDACCIÓN DE LOS OBJETIVOS
            Cuando se desea plasmar en el papel la redacción de los objetivos se han de tomar en cuenta dos preguntas simples:
¿Cómo? y ¿Para qué? Si se cuestionan los objetivos generales con la pregunta ¿Cómo?, la respuesta serán los objetivos
específicos; cuando hacemos la pregunta ¿Para qué? nos señalarán el objetivo general. Para lograr la mejor orientación dentro
de una investigación todos los objetivos deben estar redactados tan claramente como sea posible, ya que las conclusiones se
referirán al logro o fracaso de los mismos.
Es indispensable que halla un equilibrio entre los objetivos; pues si los objetivos específicos sobrepasan al objetivo general
proponiendo operaciones no implicadas en el desestabilizarían las conclusiones finales y gran parte del proceso de todo la
investigación. Si por el contrario los objetivos específicos son incompletos respecto del objetivo general, entonces la
investigación será incompleta.
                        Los objetivos se refieren también al tipo de conocimientos que se desean alcanzar, y se debe tener cuidado en
su formulación. El objetivo bien formulado logra transmitir en pocas palabras la intención del investigador, para ello se elaboran
enunciados que excluyen el mayor número de interpretaciones posibles, así se logra ese sentido de exactitud respecto a
nuestra intención.
En la redacción se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para considerar los aspectos más relevantes en su
formulación:
1. Deben ser concretos, es decir no redundar en frases largas y poco claras
2. Ser factibles es decir tomar en cuenta todos los aspectos involucrados
dentro de la investigación: tiempo, dinero, personal, perspectivas y capacidad.
3. Identificar el abordaje del tema, el destino de dicha investigación y el uso
de los recursos, en otras palabras el diseño cualitativo o cuantitativo del proyecto.
4. El uso de los verbos en infinitivo, para identificar de forma clara los
resultados esperados.

El uso de verbos se debe a la implicación de cada objetivo como una acción por realizar, ya que indican los pasos a seguir se
presentan en orden alfabético de acuerdo al verbo y su grado de importancia.
 
LOS ELEMENTOS CLAVE DE UN OBJETIVO
Lo esencial es que un objetivo incluya tres elementos básicos‫׃‬
·         Exponer el proceso de la investigación:
Informando en términos simples las acciones que se seguirán durante la investigación, de ese modo se aclara de ante mano
cual es la intención del proyecto.
·         Desarrollar un conocimiento:
Los objetivos deben dirigirse a lograr un acervo intelectual o práctico, es decir que deben enfocarse en conseguir datos,
suministrar teorías y arrojar luz sobre un tema determinado.
·         Expresar  el contenido de la investigación:
Al redactar cada objetivo se no debe desviar del tema en cuestión, ya que el éxito o fracaso de dicha investigación solo
depende del cumplimiento de los objetivos planteados.
           
             Cuando redactamos el objetivo general incluimos estos tres elementos de una forma global, abarcando en forma
universal la investigación. Cuando nos enfocamos en los objetivos específicos los orientamos en gran parte a esbozar logros
determinados, razón por la cual no incluimos en ellos los tres aspectos mencionados sino que nos abocamos en uno de ellos.
 
MAPA CONCEPTUAL

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