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UNIDADES 1, 2 Y 3: FASE 5 - EVALUACIÓN DE SITUACIÓN

(ACTIVIDAD COLABORATIVA)

POR
JUAN BAYRON CÓRDOBA
YASSY YULIETH CASTILLO
JENNIFER ALEJANDRA MACÍAS
LEYDY YOHANA LÓPEZ
DIEGO FERNANDO ARIAS ESCOBAR

TUTOR
ANDRÉS ENRIQUE RAMÍREZ GALINDO

GRUPO: 151018_16

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD


ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD ECISA
ADMINISTRACIÓN EN SALUD
MAYO 19 DE 2020
MARIQUITA, TOLIMA
REFLEXIONES INDIVIDUALES DEL USO DE LA DIPIRONA

1. JUAN BAYRON CÓRDOBA:

LA DIPIRONA

 Grupo anatómico sobre el que actúa: Sistema nervioso


 Subgrupo terapéutico: analgésicos
 Subgrupo farmacológico: otros analgésicos y antipiréticos
 Subgrupo químico: Pirazolonas
 Principio activo: Metimazol
 ATC: N02BB02

La Dipirona es un derivado de las pirazolonas, perteneciente al grupo de los fármacos


antiinflamatorios no esteroideos (AINES), dentro de la gran variedad de este tipo de
fármacos (AINES) se encuentran diferentes características químicas, pero que participan de
algunas acciones farmacológicas comunes; en efecto son considerados como analgésicos,
antiinflamatorios, antipiréticos y antiagregantes plaquetarios.

La Dipirona es fármaco de alto uso en nuestro país, pues es un analgésico con características
farmacocinéticas muy favorables, con una alta biodisponibilidad oral, vida media adecuada y
una unión a proteínas plasmáticas mucho menor que la mayoría de los antiinflamatorios de la
familia AINES, además su asequibilidad es bastante interesante por su bajo costo y se
encuentra incluido en la listo de medicamentos del plan obligatorio de salud POS, lo que lo
convierte en una muy buena herramienta para el manejo de dolores agudos como la cefalea
tensional o crisis migrañosa de fácil control, dolores abdominales tipo cólico, dolores
crónicos, manejo analgésico postoperatorio, manejo de la fiebre y el malestar general
ocasionado por la gripe. Otro aspecto interesante de la Dipirona, es que está disponible en
nuestro país para administrarla por diferentes vías, como la vía oral, la vía intramuscular y la
vía intravenosa.

Como se comentaba anteriormente, es un medicamento de fácil acceso a toda la población


por su bajo costo en la presentación genérica; con respecto a la presentación comercial
(Novalgina es la más común en nuestro país) es cinco veces más costoso con relación al
promedio de los genéricos, pero, aun así, sigue siendo medianamente asequible al público.

INCIDENCIA DE LA DIPIRONA EN EVENTOS ADVERSOS

La aparente alta incidencia de trastornos hematológicos de alta letalidad, ha causado el retiro


de la Dipirona de varios mercados del mundo. En los años 80, el Estudio Internacional de
Agranulocitosis y Anemia Aplásica (IAAS) informó un alto riesgo de dichos eventos. En su
informe se reveló una incidencia global anual de agranulocitosis de 6,2 casos por millón, y
una tasa de mortalidad de 0,5 por millón. Por lo contrario, Kötter, en su revisión sistemática y
metaanálisis de eventos adversos asociados al uso de Metimazol (2013), luego de incluir 79
ensayos clínicos con aproximadamente 4.000 pacientes en los que se administró Dipirona por
periodos menores a 2 semanas, no reportó agranulocitosis ni muertes asociadas. Lo anterior
concuerda con lo expuesto por autores como Fieler (2015); en su ensayo clínico de
Metimazol, para dolor agudo postoperatorio en 1177 niños, describió una incidencia de
eventos adversos graves de 0,3%.8 Así mismo Ibáñez y Vidal (2005) en su artículo, de
agranulocitosis asociada a Metimazol, revisaron bases de datos con casos de agranulocitosis
y concluyeron que los trastornos hematológicos asociados a Dipirona son raros.

En nuestro medio, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos


(INVIMA) para el periodo 2002– 2015 reportó 2499 reacciones adversas asociadas a
Dipirona, de las cuales 85,2% fueron leves y 14,8% graves. Además, estableció una
incidencia del 0,5% para eventos adversos comprometiendo células blancas (sistema
hematopoyético.

La escasa evidencia científica ha generado una controversia relacionada a eventos adversos


asociados a Dipirona y a su eficacia analgésica. La certeza sobre su uso en otras naciones
controvierte las conclusiones americanas y pone de manifiesto la presencia de diferencias
regionales, las cuales podrían hablar de una predisposición inmunológica hacia el
compromiso medular (González et al., 2018).

La Dipirona también puede producir, aunque en poca frecuencia, reacciones alérgicas tan
graves y letales como shock anafiláctico y síndrome de Stevens-Johnson, incluso con
desenlaces fatales, lo que hace importante reconocer este riesgo en nuestros pacientes.
El mecanismo de generación de este grave trastorno por Dipirona puede ser debido a una
reacción anafiláctica mediada por anticuerpos tipo IgE o una reacción anafilactoide mediada
por liberación de histamina de manera inespecífica. La anafilaxia es una reacción alérgica de
afectación multisistémica; los casos graves pueden resultar en obstrucción completa de la vía
respiratoria y colapso cardiovascular por shock vasogénico. La anafilaxia es responsable de
una morbilidad considerable y mortalidad potencialmente evitable. Los primeros síntomas a
menudo son inespecíficos: taquicardia, eritema, urticaria, prurito difuso o localizado y
sensación de muerte inminente. Hay compromiso de la vía respiratoria como rinitis y tos. A
medida que el compromiso respiratorio es más severo, el edema de las vías aéreas superiores
puede causar estridor y en las inferiores ocasionar sibilancias.
El colapso cardiovascular es común en la anafilaxia grave, si no se corrige rápidamente; la
vasodilatación y el aumento de la permeabilidad capilar causan disminución de la precarga e
hipovolemia relativa, que puede conducir rápidamente a paro cardíaco. La isquemia
miocárdica, el infarto agudo de miocardio (IAM), las arritmias y la depresión cardiovascular
también pueden contribuir al deterioro hemodinámico rápido y al paro cardíaco.

CONCLUSIÓN

Es probable que se esté subestimando la incidencia real de la Dipirona por omisión o mala
información de los eventos adversos, pero esto tampoco confirma los primeros estudios que
asocian la Dipirona con daños orgánicos, por tanto, sería necesario realiza investigaciones
mucho más profundas y robustas a nivel nacional, para determinar la seguridad del uso de
este medicamento en la comunidad.

2. LEYDY YOHANA LÓPEZ

REFLEXIÓN DE LA DIPIRONA

Ha transcurrido poco más de un siglo, desde que la revolucionaria industria farmacéutica


alemana dio inicio a la producción masiva de aquel emblemático producto con propiedades
analgésicas y antipiréticas comercialmente reconocido con diversos nombres como Dipirona,
Novalgina, Lisalgil, buscapina o Neosaldina entre otros. Su génesis se asocia al simultáneo
control de estados de dolor e inflamación, aunque también de estados febriles.
A partir de entonces, su experimentación, ha venido generando debates con relación a posibles
contraindicaciones como la Agranulocitosis, cuya incidencia determina la pérdida de
autoinmunidad como producto de la pérdida de la capacidad de los glóbulos blancos para
contrarrestar la acción de algunos virus causantes de infección en el organismo humano, sumado
al caso de alergias de coloración rosácea sobre la piel. Aunque los índices de mortalidad no
registran un alto porcentaje, su baja incidencia en América Latina reporta un cálculo aproximado
de 1,6 casos por millón de habitantes al año, mientras que en países europeos se ha estimado
entre 1,9 y 9,2 casos por millón de habitantes al año. A partir de estos indicadores, pronto fueron
causal de la suspensión y prohibición por parte de la Organización mundial de la Salud,
organismo que motivó su exclusión del mercado en países como Alemania, Estados Unidos,
Francia y Venezuela, poniendo fin a un ciclo de automedicación ligado a la cultura americana.

Argumentos como la alteración de funciones gástricas y renales, terminaron entonces por


alimentar su discontinuidad del mercado, mientras los ambientalistas sustentaban su bajo nivel
de degradación, lo que pone en riesgo la vida de especies acuáticas no afines con los
componentes elementales del Metamizol.

Otros efectos adversos atribuidos al uso de la Dipirona, incluyen hipersensibilidad a sus


componentes, anafilaxia, pénfigo e hipotensión arterial, relacionadas con la administración
intravenosa rápida del medicamento.

Los índices de letalidad registrados por el uso de la Dipirona, siguen siendo aparentemente bajos
con relación a su polémico uso en el mercado farmacológico. Así las cosas, pudiera asegurarse
que el balance entre costos y beneficios leído a través de cifras mortales arrojaría saldos
suficientes para acreditar su uso. Sin embargo las disposiciones legales continúan sosteniendo
restricciones a este producto, promoviendo en su reemplazo el uso de medicamentos como el
Acetaminofén y el Diclofenaco, a los que se les atribuye menor peligrosidad.

Ahora bien, en materia de gestión del medicamento, se plantea la revisión y seguimiento a su


estricto manejo bajo prescripción, suministro, dosificación y seguimiento médico, como
alternativa ética para la no automedicación, vista como factor de riesgo potencialmente letal.

No resulta claro el costo de años y vidas perdidas generadas por el uso del medicamento, pues
aunque algunos sectores de la industria farmacéutica aducen su uso para salvar vidas con
probada efectividad, sus detractores lo ven como un enemigo silencioso cuyo costo ascendió a
millares de vidas humanas pérdidas durante el espacio de tiempo comprendido entre los años
1920 y 1970.

A nivel nacional, varios sectores de la comunidad médica, aseguran que la Dipirona es un


potente analgésico que produce efectos adversos menores y que las Reacciones Alérgicas a
Medicamentos (RAM) encontradas en enfermedades como hepatitis, agranulocitosis, anemia
aplásica, anemia hemolítica, anafilaxia grave y el síndrome de Stevens - Johnson son raras,
presentando tasas de incidencia que oscilan entre 1 y 25 casos por cada millón de pacientes, sin
embargo los protocolos médico- jurídicos establecidos en el país siguen siendo un gran obstáculo
a la hora de facilitar el uso del medicamento proscrito por agencias regulatorias de referencia,
por el riesgo de agranulocitosis y otras discrasias sanguíneas.

Aunque los casos jurídicamente tutelados por el uso de la Dipirona en Colombia están
resguardados por las reservas sumariales propias del ordenamiento legal del estado, se presume
que el reporte sea igualmente bajo, en virtud al número de muertes reportadas por uso de ese
producto analgésico, antipirético, espasmolítico y antiinflamatorio.

La ambigua dicotomía trazada entre el uso de medicamentos genéricos y aquellos de tipo


comercial no va más allá de los precios de su colocación en el mercado, pues en realidad tanto
sus principios activos como su dosificación y propiedades se mantienen como común
denominador en ambos casos.

El gran reto consiste en revisar la viabilidad de uso de acuerdo a la dosificación experimental con
el propósito de determinar el verdadero nivel de riesgo aportado por el producto y sus índices de
efectividad comparada con el registrado por productos como Diclofenaco y Acetaminofén,
debate que debe sostener la organización mundial de la salud OMS, teniendo en cuenta las
condiciones encontradas en cada contexto en particular y tomando como único objetivo la
preservación de la salud y la vida de los pacientes.
3. YASSY YULIETH CASTILLO MOSQUERA:

EL IMPACTO ECONÓMICO DEL FÁRMACO SELECCIONADO EN EL SISTEMA DE


SALUD COLOMBIANO.

En primer lugar Para la farmacovigilancia los problemas relacionados con medicamentos


incluyen para la sociedad costos muy altos en el gasto de salud pública, por tanto, todos los
esfuerzos que se hagan para reducir la aparición de problemas relacionados con medicamentos,
eventos adversos y reacciones adversas se verán inmensamente recompensados,
preliminarmente con vidas humanas y mejoramiento en la calidad de vida, y posteriormente en
ahorros económicos en los gastos de salud pública. De manera que, Para responder a dichos
lineamientos se deben establecer sistemas de vigilancia epidemiológica en el cual participen los
profesionales médicos, profesionales farmacéuticos y profesionales de la salud. Por esta razón
numerosos artículos que hacen mención del amplio uso en Colombia y Latinoamérica, sobre
por el riesgo de agranulocitosis y otras discrasias sanguíneas de la dipirona, eficacia y bajo costo
de este.

La dipirona (metamizol) es un analgésico y antipirético del grupo de las Pirizolonas; la dipirona


inhibe la acción de la ciclooxigenasa y, en consecuencia, la síntesis de prostaglandinas, acción
que parece explicar sus propiedades analgésicas y antipiréticas. Por lo tanto, a pesar de esto y de
que sus metabolitos también bloquean la síntesis de prostaglandinas, su actividad
antiinflamatoria es discreta; Se ha considerado que su efecto analgésico también depende de una
acción central, además de su efecto periférico. Por otro lado, relaja y reduce la actividad del
músculo liso gastrointestinal y uterino. La dipirona se absorbe bien después de administración
oral, y sus concentraciones plasmáticas alcanzan cifras máximas entre los 30 y 120 min. Puede
aplicarse por vía intramuscular o intravenosa. Tiene una vida media biológica de 8 a 10 h. Su
unión a proteínas plasmáticas es discreta, se metaboliza rápidamente en el hígado, donde se
transforma hasta convertirse en 4-metilaminoantipirina y en 4-aminoantipirina, metabolitos
activos los cuales son eliminados por la orina.
El uso de dipirona y la eficacia varía de acuerdo a estas. Su baja toxicidad y su eficacia soportan
su uso en la práctica clínica se utiliza ampliamente para el tratamiento del dolor agudo y crónico.
Diferentes estudios han analizado que otros analgésicos podrían ser eficaces para esta indicación.
Se describe que la eficacia de lornoxicam IM 16 mg/día, diclofenaco 150 mg/día, ketoprofeno
200 mg/día y dipirona 3 g/día es muy similar para el dolor postoperatorio agudo; y la eficacia de
una dosis única de dipirona es similar a la de los otros analgésicos para esta indicación.
Recientemente se ha propuesto que dipirona es más eficaz que parecoxib o paracetamol
parenteral en el tratamiento del dolor postoperatorio. Se plantea que dipirona 1 g IM tres veces al
día es más eficaz que diclofenaco 75 mg dos veces al día, para esta indicación. (Tatiana Patricia
Buitrago-González & Vallejos-Narváez., 2014).

Un estudio realizado Clínica Universidad de la Sabana. Chía, Colombia. Denotan el impacto


económico de la dipirona (Víctor Hugo González-Cárdenasa & Juan S. Infante, 2018) “Kötter5
en su revisión sistemática y metanálisis de eventos adversos asociados al uso de Metamizol
(2013), luego de incluir 79 ensayos clínicos con aproximadamente 4.000 pacientes en los que se
administró dipirona por periodos menores a 2 semanas, no reportó agranulocitosis ni muertes
asociadas. Lo anterior concuerda con lo expuesto por autores como Fieler (2015); en su ensayo
clínico de metamizol, para dolor agudo postoperatorio en 1177 niños, describió una incidencia de
eventos adversos graves de 0,3%.8 Así mismo Ibáñez y Vidal (2005) en su artículo, de
agranulocitosis asociada a Metamizol, revisaron bases de datos con casos de agranulocitosis y
concluyeron que los trastornos hematológicos asociados a dipirona son raros.13 En nuestro
medio, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) para el
periodo 2002– 2015 reportó 2499 reacciones adversas asociadas a dipirona, de las cuales 85,2%
fueron leves y 14,8% graves. Además, estableció una incidencia del 0,5% para eventos adversos
comprometiendo células blancas (sistema hematopoyético), pero sin describir el tipo de
alteración, severidad, ni reversibilidad. Al igual publicaron 12 casos de mortalidad”. por lo tanto
en Colombia, el INVIMA ha recomendado la formulación de dipirona en el ámbito hospitalario,
en población adulta y pediátrica, por periodos cortos; Lo anterior es acorde a la evidencia
internacional para la prevención de eventos adversos relacionados a la dipirona.14,20 En el
presente estudio, un importante número de individuos recibió dicho medicamento por menos de
siete días (76,79%).Si bien, este indicador demuestra un compromiso mayoritario por una
administración segura de medicamentos, no solventa que aún falta por incorporarse buenas
prácticas de fármaco-vigilancia en la rutina médica, y por ende es aun prioritaria su intervención
e inclusión en la políticas de mejoramiento de la calidad de la atención médica, las cuales
deberían incluir una administración segura y un seguimiento integro de la función
hematopoyética y renal cuando la dipirona es prescrita por más de siete días.

Finalmente es evidente que los programas institucionales de farmacovigilancia liderados por los
comités de farmacia y terapéutica y que, permiten fortalecer la red nacional de farmacovigilancia
e impactar en resultados positivos de uso adecuado de medicamentos (teniendo en cuenta las
dosis diarias definidas y plasmándolas en los protocolos de manejo clínico) y que esta forma
prevenir los efectos secundarios en las instituciones prestadoras de servicios de salud. La
dipirona basados en su perfil de seguridad se puede deducir que es muy diverso ya que en
algunos países como lo es el nuestro tiene un amplio uso y en otro se prohíbe por grandes
incidencias de mortalidad y comorbilidad.

4. JENNIFER ALEJANDRA MACIAS LOZANO:

EL IMPACTO ECONÓMICO DEL FÁRMACO SELECCIONADO EN EL SISTEMA DE


SALUD COLOMBIANO.

Desde el inicio de la humanidad se han venido empleando elementos para realizar los diferentes
procedimientos tanto para diagnóstico, como para tratamiento, y rehabilitación de las
enfermedades que afectan al ser humano. Algunos de ellos se emplean comúnmente en el hogar
y tienen un riesgo bajo para la salud, lo cual hace que un fallo en su utilización no ponga en
peligro la salud del individuo ni de los que lo rodean; sin embargo, existen algunos dispositivos
médicos que por su características (frecuencia de uso, alta tecnología), empleados para la
prevención, diagnóstico, tratamiento o rehabilitación de enfermedades, en caso de fallar,
conllevan un riesgo de generar, un incidente adverso en el paciente, en la persona que maneja el
dispositivo, o en el medio ambiente, siendo por tanto un riesgo de salud pública que es
importante vigilar y controlar.

Por lo anterior, es necesario implementar de forma sistemática un sistema de vigilancia de


dispositivos médicos con el fin de proteger la salud individual y colectiva, realizando:
• Identificación del evento adverso.

• Registro de estos incidentes.

• Confirmación a través del análisis del caso.

• Evaluación del evento para verificar si fue puntual y si puede atribuirse el fallo a riesgos
asociados diferentes a la calidad del producto como tal.

• Implementación de las acciones sanitarias correspondientes tales como retiro del producto del
mercado con el fin de realizarle los ajustes respectivos y así permitir o no su salida nuevamente
al mercado.

Es por eso que se requiere el compromiso de las diferentes partes implicadas en la fabricación,
comercialización y uso de los dispositivos médicos, correspondiendo a las entidades sanitarias
establecer las responsabilidades de cada una de ellas, con el fin de facilitar el proceso de
vigilancia dentro de los posibles fallos del dispositivo médico.

A continuación se muestran apartes de los lineamientos dados por la Organización Mundial de


la Salud en su Boletín de Dispositivos Médicos Seguros, de fecha Diciembre de 2003. Dentro de
los deberes que plantea dicho documento para tener dispositivos médicos seguros encontramos:

La Administración debe:

• Garantizar su compromiso y apoyo.

• Establecer mecanismos que permitan reconocer las normas nacionales e internacionales y


evaluar su cumplimiento. Formular y aplicar políticas nacionales.

• Garantizar la seguridad y funcionamiento de los dispositivos médicos. • Asociarse a sistemas


internacionales de alerta.

• Crear un órgano regulador de los dispositivos médicos que se ocupe de:

- Los criterios básicos de aceptación; requisitos de segundad y funcionamiento; sistemas de


control de calidad. Empaque y etiquetado

- El control de las importaciones

- El control de la producción local


- El registro de distribuidores y productos

- La vigilancia poscomercialización

- La educación del usuario

- La formulación de políticas claras en materia de donaciones

- La revisión periódica de políticas y normas

El fabricante debe:

• Cumplir las recomendaciones relativas a la armonización mundial de los requisitos y


procedimientos reglamentarios.

• Realizar pruebas o ensayos clínicos que permitan fundamentar los supuestos beneficios del
producto.

• Cumplir los requisitos de etiquetado y empaque. El importador/distribuidor debe:

• Asegurar que el producto cumple los requisitos reglamentarios.

• Evitar la publicidad engañosa.

• Mantener registros de distribución.

• Proporcionar asistencia técnica al usuario.

• Cumplir con todas sus obligaciones

El usuario debe:

• Procurarse capacitación adecuada.

• Vigilar en todo momento que los dispositivos sean seguros y funcionen adecuadamente. •
Asegurarse de calibrar y mantener los dispositivos con regularidad.

• Intercambiar información y consultar los problemas.

• Asegurarse de que la eliminación de desechos es adecuada.

El ciudadano debe:
• Informarse e insistir en que los productos sean seguros, eficaces, de buena calidad y asequibles.

Errores de medicación:

Existen muchas causas de reacciones adversas a medicamentos que están relacionadas con la
administración incorrecta de los mismos. La dosificación supra terapéutica y la sobredosis franca
son las más frecuentes, pero otros errores también pueden ocurrir:

• Vía incorrecta de administración (p. ej. Administración intraarterial en vez de endovenosa o


subcutánea)

• Producto incorrecto (p. ej. etiquetado erróneo)

• Etiquetado inadecuado del empaque

• Mal uso del empaque (p. ej. deglución del empaque sin haberlo removido) • Preparación
incorrecta (p. ej. dilución incompatible o incorrecta)

• Paciente incorrecto (p. ej. paciente del mismo nombre o similar en la cama de al lado) •
Preparación inadecuada del paciente (deglución de una tableta mientras se está acostado sin
agua)

• Etiquetado no claro sobre las instrucciones de preparación para el farmacéutico o el paciente.

• Nombres que se prestan a confusión.

Uso inadecuado):

El uso inadecuado puede ocurrir a cualquier nivel: al del prescriptor, dispensador, paciente u
otro. Las decisiones y acciones inapropiadas hechas por el prescriptor pueden ocurrir en
cualquier paso del camino de la farmacoterapia racional: diagnóstico, objetivo terapéutico,
estrategia terapéutica, clase de fármaco, producto farmacéutico, direcciones de dosificación,
dosis diaria, duración del tratamiento, vigilancia de efectos adversos, cambios en la dosificación,
verificación de la eficacia, terminación de la terapia cuando ya no es necesario. Estas decisiones
deben hacerse en el contexto de la relación riesgo/beneficio, recordando que ninguna RAM es
aceptable cuando no hay una indicación real para prescribir un medicamento dado a un paciente
en particular en un momento particular. Similarmente las R A M s son inaceptables si hay
contraindicaciones que hacen el riesgo del tratamiento demasiado peligroso.
Uso inadecuado puede ocurrir a cualquier nivel: al del prescriptor, dispensador, paciente u otro.
Las decisiones y acciones inapropiadas hechas por el prescriptor pueden ocurrir en cualquier
paso del camino de la farmacoterapia racional: diagnóstico, objetivo terapéutico, estrategia
terapéutica, clase de fármaco, producto farmacéutico, direcciones de dosificación, dosis diaria,
duración del tratamiento, vigilancia de efectos adversos, cambios en la dosificación, verificación
de la eficacia, terminación de la terapia cuando ya no es necesario. Estas decisiones deben
hacerse en el contexto de la relación riesgo/beneficio, recordando que ninguna RAM es aceptable
cuando no hay una indicación real para prescribir un medicamento dado a un paciente en
particular en un momento particular.

Los errores de dispensación están relacionados con el etiquetado incorrecto, dificultad en leer las
prescripciones escritas a mano, confusión en el nombre de los medicamentos, dilución incorrecta
de jarabes, suspensiones y demás.

Finalmente el uso inadecuado por el paciente incluye dependencia, abuso, uso peligroso de
medicamentos sin indicación médica, suicidio, consumo de medicamentos vencidos, dispensar y
prescribir medicamentos a otros, autoprescripción, almacenamiento inapropiado, y fallo para
leer y seguir las instrucciones al paciente.

COLOMBIA ACREDITADA POR LA OMS EN EL PROGRAMA MUNDIAL DE


MONITOREO DE MEDICAMENTOS

En un reconocimiento a los esfuerzos de la nación en avanzar significativamente en materia de


Farmacovigilancia, Colombia acaba de ser acreditada como país miembro oficial del Programa
Mundial de Monitoreo de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Al acreditarnos como país miembro oficial, adquirimos el acceso a la base de datos de reportes
de la OMS y al análisis que se hace de la misma, de modo que seremos informados
oportunamente cuando la seguridad de un producto amerite su retiro del mercado antes que este
logre lesionar pacientes colombianos y recibiremos la Asesoría que solicitemos en temas
relacionados con seguridad de medicamentos.
El proceso de acreditación lo solicitó el INVIMA en Noviembre de 2003, presentando el
programa colombiano de fármaco vigilancia a la Organización Mundial de la Salud, que luego de
evaluarlo decidió incluir a Colombia como miembro asociado en Diciembre de ese mismo año.

Luego fue necesario hacer compatible el sistema de recolección y procesamiento de datos de


nuestro sistema con el centro del programa que opera en la ciudad de Uppsala, Suecia, tras lo
cual se inició el envío de reportes valorando la consistencia de la información enviada. Como
resultado de la organización efectiva del sistema colombiano de farmacovigilancia, la OMS
aceptó a Colombia como miembro oficial en Junio de 2004.

En oportunidades anteriores se había solicitado la participación en el grupo de la OMS, pero


entonces el programa Nacional de farmacovigilancia no se encontraba lo suficientemente maduro
como para responder a los requisitos de la membresía. El programa de la OMS inició en 1968
como una red de naciones organizadas en torno al tema de la vigilancia de los fármacos, que hoy
en día cuenta con la participación de 73 países miembros oficiales y 13 miembros asociados a
quienes se les está evaluando permanentemente para ser considerados próximamente como
asociados oficiales.

El Centro de Uppsala cuenta con tres millones de reportes de eventos adversos a medicamentos
recolectados en todo el mundo, con lo que se constituye en una de las bases de datos más grande
a nivel mundial, lo que le da al programa la capacidad de generar señales de muy buena calidad.
De esta forma el INVIMA, como ente regulador, podrá apoyarse en las señales generadas por la
OMS, para la toma de decisiones sanitarias.

5. DIEGO FERNANDO ARIAS ESCOBAR:

REFLEXIÓN SOBRE EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA DIPIRONA EN


COLOMBIA.

En Colombia, el Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA, reglamento que


la dipirona debe ser suministrada bajo fórmula médica como un analgésico de segunda opción,
para tratar casos de dolor o fiebre moderados o intensos que no han cedido ante otras opciones
farmacológicas. El uso de la dipirona está restringido de forma ambulatoria y para las
instituciones prestadoras de servicios de salud debe ser prescrita por un especialista.

En Estados Unidos la dipirona ha sido prohibida por ser relacionada con el desarrollo de
agranulocitosis. Por esta misma razón ha sido restringido su uso y comercialización en otros
países. Sin embargo un estudio de “International Agranulocytosis and Aplastic Anemia Stuyd”
en algunos países de Europa, encontró que la dipirona produce un incremento de riesgo de 1 por
1,1 millones de exposiciones a la semana, señalando que la incidencia es de 1 por cada 30.000
usuarios.

Se ha considerado que la agranulocitosis no es la única reacción seria de la dipirona ni la más


frecuente, siendo diez veces mayor la aparición de shock anafiláctico y que algunos factores
políticos influyeron en los años 70 para que Estados Unidos prohibiera el uso del fármaco,
teniendo en cuenta que es un medicamento hecho en Alemania.

Aunque un país de referencia para Colombia prohíba el uso de la dipirona, el INVIMA como
ente controlador tiene la facultad de tomar decisiones acerca de los medicamentos suministrados
por instituciones de salud en Colombia. El valor de la dipirona ha sido alto en el manejo
terapéutico de casos específicos, demostrando su eficacia para el manejo de dolores agudos leves
y moderados, como el cólico renal, o el dolor postoperatorio, al igual que para el manejo de la
fiebre. Su administración intravenosa, permite un efecto rápido cuando se requiere. El suministró
intravenoso debe ser lento para evitar la hipotensión.

Este fármaco también es utilizado con efectividad para dolores músculo esquelético agudo,
postquirúrgico, cáncer, quemaduras, cólicos viscerales. En caso de que el tratamiento se
prolongue por más de 7 días, se debe realizar monitoreo con hemograma para evitar la aparición
de agranulocitosis.

Se reconocen algunos efectos adversos presentados por el uso de la dipirona, de lo cual se han
realizado diversos estudios clínicos. Entre los eventos registrados se encuentran nauseas,
sequedad de la boca y vómitos, algunos pacientes también han presentado erupciones cutáneas.

Las reacciones adversas presentadas en un estudio realizado en la población Europea, mostraron


que la mayoría de reacciones adversas se clasificaron como moderadas, (51,5%), leves (23,6%),
no clasificadas (17,5%), graves (6,4 %) y fatales (1%). Durante 11 meses de seguimiento a
42.300 pacientes se les dio al menos una dosis de dipirona de los cuales 59 casos presentaron
alguna reacción adversa relacionada al uso de la dipirona. Así mismo en Colombia, en el hospital
de San Jorge de la ciudad de Pereira, se realizó un estudio con 59 pacientes que presentaron
reacciones adversas por el uso de dipirona, de 42.300 pacientes que recibieron al menos una
dosis de dipirona durante la atención médica. Las reacciones adversas presentadas con mayor
frecuencia fueron rash, disnea y reacción anafiláctica grave. De estos pacientes solo un paciente
presento granulocitopena asociada a dipirona (incidencia de 2,1 por 100.000 pacientes/ año).

El 89,9 % de los casos se consideraron casos leves y el 10.2% fueron graves. El 15,3% de estos
pacientes tenían antecedentes de reacciones adversas relacionados con la dipirona.

Estos estudios permiten concluir que las reacciones adversas asociadas al uso de la dipirona son
poco frecuentes a pesar de su amplio uso en Colombia. Sin embargo, se deben mejorar los
protocolos de seguridad para evitar que los pacientes presenten posibles reacciones adversas, y
tener en cuenta las descripciones literarias que hacen referencia a la toxicidad hematológica al
momento de prescribir la dipirona.

La dipirona tiene un amplio uso en el sistema de salud colombiano, para tratar con eficacia el
dolor y la fiebre, incluso la fiebre refractaria. Comparando el ibuprofeno, el nimesulide y la
dipirona como antipiréticos, la disminución de la temperatura es mayor con la dipirona que con
ibuprofeno. La dipirona tiene muchos beneficios para el control analgésico, generando un efecto
analgésico más rápido y duradero.

La eficacia de la dipirona para el tratamiento del dolor posoperatorio y el dolor abdominal,


también es otro motivo de amplio uso no solo en Colombia sino en América Latina.

Es de anotar que también sigue siendo usada en países como Austria, Bélgica, Francia,
Alemania, Italia, Países Bajos, Turquía, España, Suiza, Sudáfrica y Rusia. De hecho en Brasil es
el analgésico más utilizado debido a que es eficaz y de bajo costo, además que puede ser
administrado por varias vías.

Su costo y efectividad es segura para el alivio de la migraña asociada a otros síntomas, lo que la
convierte en una buena alternativa para su tratamiento.
Este medicamento, es de fácil adquisición para el sistema de salud colombiano, tiene cobertura
de la demanda en todo el país incluso en instituciones de servicios de salud de difícil acceso. La
adquisición por parte de las instituciones de salud, requiere autorización por parte del INVIMA.
Es un medicamento eficaz aunque la prohibición en varios países ha dificultado su perfil de
seguridad para garantizar tranquilidad total sobre su utilización.

Los precios de compra de la dipirona en marcas comerciales son relativamente económicos, de


fácil adquisición para los particulares que que mediante prescripcíon médica deseen adquirirla.
Por ejemplo una caja de dipirona x 1 Ampolla Solución Inyectable cuesta en el mercado 3.600
pesos. La dipirona 500 Mg / ML caja con frasco con 10 ML Rx, 8.295 pesos. Una caja de
dipirona 1g/ 2ml en presentación de 20 unidades de ampollas cuesta 46.946 pesos. (Precios de
referencias tomadas de las farmacias Pasteur y Cafam).

Es recomendable para su utilización tener en cuenta los protocolos establecidos en la institución


médica, y que el suministro siempre sea supervisado, una vez se observen efectos adversos se
debe suspender el medicamento, y observar si los síntomas no deseados desaparecen. Como
futuros Administradores de salud, es importante conocer la incidencia de los fármacos, sus
efectos adversos, las prescripciones que requiere, su utilidad y factores de costo beneficio para la
institución.

ACTIVIDAD COLABORATIVA:

SÍNTESIS

La Dipirona es un derivado de las pirazolonas, perteneciente al grupo de los fármacos


antiinflamatorios no esteroideos (AINES) que es considerada como analgésico, antiinflamatorio,
antipiréticos y antiagregante plaquetario, de alto uso en nuestro país por sus características
favorables y su alta biodisponibilidad, además su asequibilidad es bastante interesante por el bajo
costo y se encuentra incluido en la lista de medicamentos del plan obligatorio de salud POS,
convirtiéndose en una excelente opción para el manejo de dolores agudos como la cefalea
tensional o crisis migrañosa, dolores abdominales tipo cólico, dolores crónicos, manejo
analgésico postoperatorio, manejo de la fiebre y el malestar general.
La Dipirona como cualquier otro tipo de fármaco, puede producir, aunque en poca frecuencia,
reacciones alérgicas tan graves y letales como shock anafiláctico y síndrome de Stevens-
Johnson, incluso con desenlaces fatales, lo que hace importante reconocer este riesgo en nuestros
pacientes.

La aparente alta incidencia de trastornos hematológicos de alta letalidad, ha causado el retiro de


la Dipirona de varios mercados del mundo, pero se ha comprobado que los estudios no han sido
concluyentes y que, por el contrario, se ha hecho necesario realizar nuevos estudios mucho más
profundos y robustos, con el fin de determinar dicha incidencia en la población colombiana y de
esta manera poder describir cual es la incidencia real del fármaco en dichos trastornos.

En primer lugar Para la farmacovigilancia los problemas relacionados con medicamentos


incluyen para la sociedad costos muy altos en el gasto de salud pública, por tanto, todos los
esfuerzos que se hagan para reducir la aparición de problemas relacionados con medicamentos,
eventos adversos y reacciones adversas se verán inmensamente recompensados,
preliminarmente con vidas humanas y mejoramiento en la calidad de vida, y posteriormente en
ahorros económicos en los gastos de salud pública. Por lo tanto, El uso de la dipirona está
restringido de forma ambulatoria y para las instituciones prestadoras de servicios de salud debe
ser prescrita por un especialista. La dipirona basados en su perfil de seguridad se puede deducir
que es muy diverso ya que en algunos países como lo es el nuestro tiene un amplio uso y en otro
se prohíbe por grandes incidencias de mortalidad y comorbilidad.

La Dipirona (metamizol) es un analgésico y antipirético del grupo de las Pirizolonas; la dipirona


inhibe la acción de la ciclooxigenasa y, en consecuencia, la síntesis de prostaglandinas, acción
que parece explicar sus propiedades analgésicas y antipiréticas; la eficacia varía de acuerdo a
estas. Su baja toxicidad y su eficacia soportan su uso en la práctica clínica se utiliza ampliamente
para el tratamiento del dolor agudo y crónico, manejo de dolores agudos leves y moderados,
como el cólico renal, o el dolor postoperatorio, al igual que para el manejo de la fiebre. A pesar
de esto y de que sus metabolitos también bloquean la síntesis de prostaglandinas, su actividad
antiinflamatoria es discreta; Se ha considerado que su efecto analgésico también depende de una
acción central, además de su efecto periférico.

Teniendo en cuenta la eficacia analgésica y antipirética del metamizol, que se encuentra


documentada en diversos estudios, se reconoce los potentes efectos analgésicos que tiene la
Dipirona en la práctica clínica, aún en ausencia de la acción antiinflamatoria. Otro aspecto
relevante del metamizol o dipirona es su seguridad; su efecto controla en dolor adecuadamente
con un menor grado de inhibición de la síntesis de PGs gastroprotectoras a nivel periférico en
comparación con otros AINES (fármacos antiinflamatorios no esteroideos), por lo tanto el daño
gastrointestinal es mínimo.

Aunque se conocen algunas reacciones adversas relacionadas con el suministro de la dipirona,


es necesario conocer sus causas, por ejemplo, el suministro intravenoso de dipirona puede
ocasionar una caída brusca de la presión, sin embargo si se administra diluida y lentamente, se
dará tiempo a la activación de procesos homeostáticos evitando que se presente la reacción
adversa.

Además de su eficacia y seguridad para controlar el dolor y la fiebre, este fármaco es de costo
reducido. Esta razón influye en que la dipirona sea un fármaco de amplio uso en los países de
latino américa. Una de las preocupaciones del uso de la dipirona son los casos de agranulocitosis
pero la incidencia es relativamente baja, teniendo en cuenta que el medicamento se ha
suministrado en muchos países durante más de 70 años. Se ha usado ampliamente para manejar
el dolor agudo, dolor crónico, el dolor postoperatorio, el dolor abdominal, la migraña y el cólico
renal. Estos beneficios le han dado ventaja sobre otros medicamentos como el diclofenaco o el
ibuprofeno. También cabe resaltar que el tratamiento de la Migraña con dipirona intravenosa se
considera seguro y por su costo-efectividad es una buena alternativa.

En Colombia, el Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA, reglamento que


la dipirona debe ser suministrada bajo fórmula médica como un analgésico de segunda opción,
para tratar casos de dolor o fiebre moderados o intensos que no han cedido ante otras opciones
farmacológicas. Así mismo el INVIMA define las contraindicaciones para su uso entre las cuales
están los pacientes con hipersensibilidad a dipirona o a otras pirazolonas o pirazolindinas,
pacientes con síndrome conocido de asma por analgésicos o pacientes con intolerancia conocida
a los analgésicos, pacientes con profiria, pacientes con deficiencia genética de glucosa, pacientes
con alteraciones de la función de la médula ósea, tercer trimestre del embarazo, neonatos y
lactantes menores de 3 meses o menos de 5kg de peso, lactantes menores de un año por vía
intravenosa, pacientes con hipotensión arterial preexistente, insuficiencia hepática o renal.
En la Administración de Salud es importante conocer los conceptos farmacológicos, los
mecanismos de acción, su costo-efectividad y contraindicaciones, con el fin de evitar efectos
adversos que representen un peligro para la salud de los pacientes. Aunque los medios y algunos
estudios han creado confusión sobre la seguridad y eficacia de la dipirona, algunos argumentos
carecen de sustento científico. En conclusión el uso amplio de la dipirona es favorable teniendo
en cuenta su eficacia, seguridad y costo.

Dipirona sódica, también llamada metamizol, es una pirazolona que pertenece a los
antiinflamatorios no esteroides (AINE), fue introducido por primera vez en Alemania en 1922.
Dipirona tiene propiedades como analgésicas, antipiréticas, espasmolítico, con un mínimo efecto
antiinflamatorio. En 1977, la FDA (Food and Drug Administration) prohibió su uso en los
Estados Unidos debido a los efectos adversos hematológicos como agranulocitosis y anemia
aplásica, a partir de esto, el uso de dipirona ha sido cuestionado en diferentes países, pues aun
sabiéndose de las citadas reacciones adversas, sigue utilizándose en varios países debido a su
bajo costo, eficacia y administración por varias vías. En Colombia, existen más de 20
medicamentos con registro sanitario vigente INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de
medicamentos y Alimentos), que contienen como principio activo dipirona, aprobado para las
siguientes formas farmacéuticas : dipirona sódica solución inyectable, dipirona magnésica de
solución inyectable, dipirona tabletas, solución oral y jarabe; para fabricar vender e importar.

El uso actual de la dipirona es muy controvertido, debido a que en algunos países se ha prohibido
y en otros no. Sin embargo en Colombia, sigue utilizándose pues los efectos adversos más
frecuentes parecen estar relacionados con la forma de uso y no con la aparición de
agranulocitosis y anemia aplásica.

Propiedades farmacodinámicas Dipirona 500 mg Tabletas contiene como principio activo la sal
sódica del metamizol, que pertenece al grupo de las pirazolonas. Los principales efectos
farmacológicos del metamizol (Dipirona) son sus actividades analgésica, antipirética y
espasmolítica. El mecanismo de acción no ha sido investigado en detalle. Algunos datos indican
que el mecanismo de acción de metamizol (Dipirona) y su principal metabolito (4-N-
metilaminoantipirina) podría ser una combinación del modo de acción central y periférico. En
Colombia, el INVIMA tiene registro sanitario aprobado para las siguientes formas
farmacéuticas: dipirona sódica solución inyectable de 1 g/2 ml y 2 g/5 ml, dipirona magnésica
solución inyectable de 2,5 g/5 ml, dipirona tabletas de 500 y 324 mg, solución oral 50 mg/ml y
jarabe 50 mg/ml.

Al comparar la dipirona con los antinflamatorios no esteroideos (AINES), la evidencia


disponible sugiere que estos últimos pueden tener un riesgo más elevado de producir hemorragia
gastrointestinal, una complicación de alta incidencia y morbimortalidad en la práctica clínica, en
comparación con la baja incidencia de agranulocitosis de la dipirona. Aunque las interacciones
farmacológicas de la dipirona son varias, muchas están reportadas por el simple hecho de que la
dipirona es un AINES de baja potencia, principalmente las relacionadas con el riesgo de
hemorragia, que como ya se mencionó previamente es muy bajo comparado con los otros
AINES.

La Dipirona es un medicamento muy utilizado ya que es un potente A nivel nacional, varios


sectores de la comunidad médica, aseguran que la Dipirona es un potente analgésico que produce
efectos adversos menores y que las reacciones alérgicas a medicamentos (RAM) encontradas en
enfermedades como hepatitis, agranulocitosis, anemia aplásica, anemia hemolítica, anafilaxia
grave y el síndrome de Stevens, este medicamento puede producir reacciones anafilácticas y
anafilactoides, las cuales en muy raras ocasiones pueden ser graves y amenazantes para la vida.

Los índices de letalidad registrados por el uso de la Dipirona, siguen siendo aparentemente bajos
con relación a su polémico uso en el mercado farmacológico. Así las cosas, pudiera asegurarse
que el balance entre costos y beneficios leído a través de cifras mortales arrojaría saldos
suficientes para acreditar su uso, por ello La incidencia de agranulocitosis sigue siendo
controvertida es decir es muy baja, es decir en cuanto a la tasa de incidencia lo cual sugiere una
baja susceptibilidad para este efecto adverso.
CONCLUSIONES

 La Dipirona es un medicamento de amplio uso en Colombia y otros países de América


latina, que ha sido estudiado desde su aparición en el año de 1922 cuando comenzó su
producción masiva por el laboratorio Hoechst AG en Alemania, siendo un tratamiento
analgésico, antipirético, espasmolítico y antiinflamatorio eficaz contra dolores agudos,
crónicos, cólicos renales, migrañas, dolores postoperatorios y que funciona efectivamente
como antipirético al tratar la fiebre, incluso la fiebre refractaria, mostrando ventajas en
comparación con otros medicamentos del grupo de los AINES por ser más rápido y su
efecto más duradero.
 El costo de la dipirona, comparado con su efectividad hace que sea un medicamento de
amplio uso en varios países siendo una de las mejores opciones para el tratamiento de
dolor. Aunque se conocen algunos efectos adversos que son objeto de estudio, su
incidencia ha sido baja en comparación con otros fármacos.
 Para suministrar el fármaco de la Dipirona, es necesario conocer los efectos adversos que
puede ocasionar y las contraindicaciones del medicamento. Así mismo que es un
medicamento que solo se puede distribuir o comercializar bajo prescripción médica como
un medicamento de segunda línea.
 Conlleva un riesgo muy bajo de generar discrasias sanguíneas en población
latinoamericana posiblemente por factores farmacogenéticos aún no identificados.
Los principales factores de riesgo incluyen la duración del tratamiento, la dosis empleada
y el uso concomitante de otros medicamentos que generen mielotoxicidad.
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