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SPRACHWISSENSCHAFT

Un análisis funcional y descriptivo


de los marcadores pragmáticos y
su traducción como herramienta
en la construcción del diálogo ficticio

Alejandro González Villar

Frank & Timme

Verlag für wissenschaftliche Literatur


Alejandro González Villar
Un análisis funcional y descriptivo de los marcadores pragmáticos y su traducción
como herramienta en la construcción del diálogo ficticio
Sprachwissenschaft, Band 27
Alejandro González Villar

Un análisis funcional y descriptivo


de los marcadores pragmáticos y
su traducción como herramienta
en la construcción del diálogo ficticio

Estudio contrastivo alemán-catalán-español


en base a tres novelas de Hans Fallada

Verlag für wissenschaftliche Literatur


Umschlagabbildung: Porträtkarikatur Hans Fallada, Zeichnung Erich Ohser, 1943

ISBN 978-3-7329-0183-8
ISSN 1862-6149

© Frank & Timme GmbH Verlag für wissenschaftliche Literatur


Berlin 2015. Alle Rechte vorbehalten.

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Wittelsbacherstraße 27a, 10707 Berlin.
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www.frank-timme.de

Zugleich Dissertation an der Universität Potsdam 2015


Gutachterinnen: Prof. Dr. Jenny Brumme / Prof. Dr. Gerda Haßler
Mündliche Prüfungen: 4. Februar 2015 (Universität Potsdam)
13. Mai 2015 (Universitat Pompeu Fabra, Barcelona)
Es feliz el que soñando, muere. Desgraciado el que muera sin soñar

Rosalía de Castro
Este trabajo ha salido adelante gracias a la dotación económica derivada de algunas
becas y contrataciones. Siguiendo un orden cronológico, me gustaría nombrar en
primer lugar la beca concedida por la catedrática Gerda Haßler en 2010, durante un
periodo de ocho meses, en el marco de la École Doctorale Internationale que me
permitió realizar mis primeras incursiones en el mundo de la investigación en la
Université de Paris Ouest Nanterre La Défense. En segundo lugar, quiero
mencionar la contratación en el Romanisches Seminar de la Ruprecht-Karls-
Universität Heidelberg durante el periodo de 2011-2013 en la cátedra de Sybille
Große. En tercer y último lugar, aludo a la generosa contratación durante 2013-
2014 por parte del Departament de Traducció i Ciències del Llenguatge de la
Universitat Pompeu Fabra en el marco del grupo de investigación CEDIT y más
concretamente en el proyecto TRADIF (FFI2010-16783) dirigido por la catedrática
Jenny Brumme. Además, quiero acentuar la nueva contratación por parte del
mismo Departamento durante casi toda la totalidad del año académico 2014-2015.
Agradecimientos

Me gustaría dar las gracias a todas y cada una de las personas que me han
ayudado en el proceso de esta tesis doctoral. En primer lugar, querría agradecer a
Prof. Dr. Gerda Haßler y Prof. Dr. Jenny Brumme la aceptación de mi propuesta,
ya que sin este primer paso no habría sido posible iniciar el presente trabajo.
Igualmente, me veo en la obligación de expresar mi satisfacción en cuanto a la
dedicación y tutorización de ambas. No puedo obviar en este espacio la ayuda
brindada en 2010 por Prof. Dr. Gerda Haßler que me permitió ser beneficiario de
una beca y poder realizar de esta manera una estancia en la Université Nanterre X
de París. Fue durante este tiempo en el que inicié la lectura de artículos y
monografías sobre los marcadores que más tarde asentarían las bases principales de
mi investigación. Asimismo, doy las más expresivas gracias a Prof. Dr. Jenny
Brumme por haber propuesto mi perfil al Departament de Traducció i
Interpretació de la Universitat Pompeu Fabra. Sin este año de contratación (2013-
2014) habría sido imposible poner punto y final a este trabajo, que «llevaba
pidiendo a gritos un final feliz» desde hacía algún tiempo. Además, la biblioteca de
la Facultat de Traducció i Interpretació dispone de un buen número de obras
especializadas. Todas ellas han sido clave en la investigación y redacción de mi tesis.
Jenny Brumme dispuso también ciertas lecturas de indudable utilidad para
completar aquellos vacíos que merecían ser revisados. Le doy asimismo las gracias
por los comentarios y las enmiendas del resumen en alemán incluido en este
trabajo. Quiero agradecer a la profesora Pilar Estelrich de la Facultat de Traducció i
Interpretació su amabilidad y disponibilidad a la hora de recibirme en su despacho
para aclarar mis dudas. Sus consejos, propuestas y correcciones han constituido sin
duda una ayuda valiosísima que me permitieron en su momento centrar el análisis
de los marcadores llevado a cabo.
Tampoco puedo dejar de nombrar la Universidad de Heidelberg, donde pasé
dos largos años (2011-2013) como Akademischer Mitarbeiter y uno posterior (2013-
2014) como Lehrbeauftragter en el Departamento de Románicas, en la cátedra de
Prof. Dr. Sybille Große. Atesoro gratos recuerdos tanto de mi superior y mis
compañeros como de los alumnos, que me acogieron y facilitaron la adaptación al

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nuevo entorno desde el primer momento. A todos ellos, les doy las gracias una vez
más por su buena disposición.
No quiero acabar estas líneas sin dejar de dar las gracias a todos aquellos que
han estado ahí a lo largo del proceso. Nombro aquí a mi familia, amigos y
compañeros de profesión. ¡Gracias por vuestro apoyo!

Barcelona, 18 de noviembre de 2014

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Índice

Instrucciones de lectura .......................................................................................................1


Abreviaturas ........................................................................................................................... 2
Abreviaturas de términos y conceptos ....................................................................... 2
Abreviaturas de algunas obras de trabajo ................................................................... 3
Lenguas de trabajo ......................................................................................................... 3
Novelas ............................................................................................................................3
0. Introducción ...................................................................................................................5
1. El autor y su obra........................................................................................................ 17
1.1. Apunte biográfico sobre Hans Fallada ........................................................... 17
1.2. Títulos de las obras principales y traducciones al español y catalán .......... 29
1.3. Novelas analizadas ............................................................................................. 30
Kleiner Mann – was nun? ...................................................................................... 30
Ein Mann will nach oben....................................................................................... 31
Jeder stirbt für sich allein ........................................................................................ 32
1.4. Prosopografía: los traductores de Kleiner Mann – was nun?,
Ein Mann will nach oben y Jeder stirbt für sich allein............................................. 33
Rosa Pilar Blanco ............................................................................................... 33
Ramon Monton i Lara ...................................................................................... 34
2. El lenguaje hablado y su recreación en la novela ................................................... 35
2.1. La evocación de la oralidad .............................................................................. 35
2.2. Variación ............................................................................................................. 41
2.2.1. Los tres niveles del lenguaje según Eugenio Coseriu ....................... 42
2.2.1.1. El continuo hablado – escrito en el nivel universal ........................ 43
2.2.1.2. El nivel histórico y la perspectiva intralingüística ........................... 47
3. La lengua en las obras de Hans Fallada ................................................................... 51
3.1. La presencia de la variación intralingüística en las novelas
de Hans Fallada .................................................................................................. 51
3.1.1. La reproducción de marcas diatópicas para evocar
la identidad de un personaje ................................................................. 51

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3.1.2. Análisis de los rasgos diatópicos en algunos personajes
de las novelas de Hans Fallada ............................................................. 64
3.1.3. En busca de soluciones: tratamiento y traslación
de los elementos diatópicos .................................................................. 69
3.1.4. La traducción de las marcas diatópicas en las versiones
española y catalana ................................................................................. 80
3.2. La presencia de rasgos de la lengua coloquial en las novelas
de Hans Fallada .................................................................................................. 86
3.2.1. El estadio de investigación de la lengua coloquial
en las tres lenguas ................................................................................... 86
3.2.2. En busca de una definición de Umgangssprache/Alltagssprache,
lengua coloquial y llengua col·loquial ................................................. 88
3.2.3. Rasgos universales de la inmediatez comunicativa
en las novelas de Hans Fallada............................................................. 98
3.2.4. Rasgos histórico-idiomáticos de la inmediatez comunicativa
en las novelas de Hans Fallada........................................................... 107
3.2.5. La traducción de los rasgos coloquiales en las novelas
de Hans Fallada .................................................................................... 112
4. El estudio de la recreación de la conversación espontánea en las novelas
de Fallada.................................................................................................................... 127
4.1. Caracterización de la conversación coloquial desde la etnometodología
y las teorías de la Escuela de Ginebra y su aplicación en el marco
de la oralidad ficticia ........................................................................................... 128
4.1.1. El turno de palabra .............................................................................. 130
4.1.2. La estructura o edificio de la conversación: un análisis
de la macroestructura, mesoestructura y microestructura ............. 135
5. Los marcadores: un galimatías terminológico y conceptual ............................... 147
5.1. La definición de marcador pragmático conversacional ............................. 149
5.2. La caracterización de los marcadores ........................................................... 150
5.2.1. Las dos macrofunciones de los marcadores y su representación
junto a las microfunciones en la novela de Hans Fallada .............. 150

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5.2.2. Las características formales de los marcadores. Una descripción
de sus rasgos sintácticos, morfosintácticos y suprasegmentales
de los marcadores................................................................................. 159
5.3. Los marcadores como elementos de cohesión y modalización................ 168
5.4. Marcadores pragmáticos: ¿un caso de gramaticalización o
de pragmatización? .......................................................................................... 179
5.5. Clasificación de algunos marcadores pragmáticos conversacionales
de las novelas de Hans Fallada: una visión polifuncional.......................... 192
6. El concepto de equivalencia en Traductología..................................................... 197
6.1. La equivalencia en el plano de la lengua ...................................................... 198
6.2. La equivalencia en el plano del habla: el enfoque funcionalista ............... 201
6.3. La consecución de la equivalencia comunicativa entre los TP y los TM ... 208
7. Resultados del análisis de los marcadores pragmáticos en el diálogo ficticio:
un enfoque comunicativo-funcional, contrastivo y traductológico .................. 217
7.1. Metodología seguida en el análisis de los marcadores ............................... 217
7.2. Resultados de los marcadores ........................................................................ 219
7.2.1. Ach was y sus variantes......................................................................... 219
7.2.2. Na y sus variantes na also, na denn, na ja, na klar, na schön;
na siehste, na, und?................................................................................... 221
7.2.3. Nanu ....................................................................................................... 232
7.2.4. Siehst du y sus variantes ........................................................................ 234
7.2.5. Verstehst du y sus variantes .................................................................. 236
7.2.6. Was? y sus variantes ............................................................................. 238
8. Conclusiones .............................................................................................................. 241
9. Resúmenes de los capítulos analizados para formar el corpus
de los marcadores pragmáticos ............................................................................... 251
10. Análisis detallado de los marcadores ..................................................................... 275
11. Deutsche Zusammenfassung .................................................................................. 389
12. Fuentes bibliográficas ............................................................................................... 405

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Instrucciones de lectura
A continuación agregamos algunas indicaciones prácticas, con el fin de facilitar la
lectura de esta tesis doctoral.

–Este trabajo está redactado íntegramente en lengua española, a excepción de un


resumen en lengua alemana ubicado en el epígrafe (11).
–Al principio de esta tesis se incluye una lista de abreviaturas, con el objetivo de
que el lector pueda identificar con mayor comodidad conceptos clave que aparecen
a lo largo de los epígrafes.
–Las citas e incursiones en otras lenguas se han traducido o parafraseado al español
en forma de nota a pie de página.
–En los ejemplos se ha marcado en negrita la palabra o grupo de palabras a las que
se hace referencia en la[s] explicación[es] o el análisis.
–En las citas se han incluido el [los] año[s] de publicación de la obra y el [los]
número[s] de página. En el caso de que las obras consultadas hayan sido editadas
y/o reimprimidas, se ha indicado el año de la edición utilizada, manteniendo a la
vez la fecha de la primera impresión entre corchetes.
–Las imprecisiones y/u omisiones que se han observado en las traducciones se han
marcado en VERSALITAS y comentado en notas a pie de página.
–En cada epígrafe los ejemplos empiezan a numerarse desde el principio
independientemente del conjunto del trabajo, de forma que en cada uno de ellos se
parte del número 1.
–Las notas a pie de página en los epígrafes 9 y 10 parten del número 1 así como la
nota en el resumen en alemán (epígrafe 11).

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Abreviaturas

Abreviaturas de términos y conceptos

A acto
CM contexto meta
CP contexto de partida
CUM cultura meta
DFM diálogo ficticio meta
DFP diálogo ficticio de partida
Ic intercambio comunicativo
IFM intervención ficticia meta
IFP intervención ficticia de partida
Ii intervención iniciativa
Ir intervención reactiva
Ir-i intervención reactiva iniciativa
LAT lugar apropiado para la transición
LE lector
LEM lector meta
LEP lector de partida
LM lengua meta
LP lengua de partida
SL sistema lingüístico
SLM sistema lingüístico meta
TB texto base
TM texto meta
TO texto original
TP texto de partida
UFLM unidad fraseológica lengua meta
UFLP unidad fraseológica lengua de partida

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Abreviaturas de las obras de trabajo

DAC Diccionari Alemany-Català


DCODE Diccionario de conectores y operadores del español
DIEC Diccionari de la llengua catalana de l’Institut d’Estudis Catalans
DPDE Diccionario de partículas del español
DRAE Diccionario de la Real Academia Española
GCC Gramàtica del català contemporani
GDLE Gramática descriptiva de la lengua española
GDS Grammatik der deutschen Sprache
GNV Gramàtica normativa valenciana
TGDS Textgrammatik der deutschen Sprache
WDP Wörterbuch deutscher Partikeln

Lenguas de trabajo

CAT catalán
DE alemán
ES español

Novelas (v. fuentes primarias en la bibliografía)

N1 Kleiner Mann – was nun?


Pequeño hombre, ¿y ahora qué?
I ara què, homenet?
N2 Ein Mann will nach oben
El hombre que quería llegar lejos
L’home que volia arribar lluny
N3 Jeder stirbt für sich allein
Solo en Berlín
Sol a Berlín

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0. Introducción
Todo lector aficionado al mundo de la novela se ha encontrado en mayor o
menor medida con pasajes donde prima el diálogo, forma lingüística propia del
canal oral y de índole espontánea e inmediata que refleja la interacción humana y
que constituye por ende la base de cualquier intercambio comunicativo. A pesar de
que el diálogo tiene su origen en la lengua hablada, los escritores lo utilizan en sus
obras para recrear situaciones imaginarias o reales en las que los personajes se
«adueñan» de un sistema de signos determinado –que actualizan en base al contexto
descrito y narrado en la novela y que responde a la capacidad natural que tiene el
ser humano de verbalizar sus emociones, necesidades y pensamientos– con el fin de
plasmar todo un entramado de relaciones psicoafectivas y sociales en un medio
gráfico.
De esta manera queda patente la posibilidad de reproducir una forma
concepcionalmente hablada en un medio que en principio no le es habitual: el
gráfico. Así pues, las fronteras entre oralidad y escrituralidad quedan bastante
difuminadas. Debido a ello, resulta difícil establecer una dicotomía entre lo que es
estrictamente lengua hablada y lo que, por el contrario, constituye la lengua escrita
–idea a la que aluden Söll (1974) y Koch y Oesterreicher (1985) con su
Nähe/Distanz-Modell [modelo de la inmediatez y distancia comunicativas]–. En relación con
esta última teoría, cabe diferenciar dos conceptos: por un lado el medio y por otro la
concepción. Con el primero se indica la realización, es decir el canal donde cobra vida
una determinada forma lingüística. Este puede ser fónico o gráfico. Con el segundo, en
cambio, se muestra la «configuración lingüística de la expresión» que vuelve a
desdoblarse en dos, en este caso se habla de concepción hablada y concepción escrita
(Koch y Oesterreicher 1990, traducción de López Serena 2007: 21).

En el presente estudio se investiga la relación entre el medio gráfico y la


concepción hablada, pues analizamos textos literarios, que reflejan la oralidad no
real o, en otras palabras, la oralidad fingida –término acuñado por Paul Goetsch en
1985–. Sin embargo, nosotros adoptaremos la expresión oralidad ficticia, que se
presenta como más amplia y neutra, tal y como justificamos en la novena nota a pie
del epígrafe 2.1 (v. pág. 37). Los diálogos ficticios son textos concebidos oralmente
que tratan como dice Brumme de crear la «ilusión de autenticidad» (2012: 13), y

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para ello el escritor y/o traductor debe valerse de ciertos recursos (2012: 13, v.
epígrafe 2.1). Así pues, el cometido de la oralidad reproducida en el medio gráfico
es el de causar en el LE el mismo efecto de una conversación real y bastante
cotidiana. Al ser una reproducción muy aproximada de la lengua hablada, afluye en
estos diálogos un alto número de palabras del tipo ach so, ach was, na, na ja, du, nicht
wahr?, was?, weißt du?, etc. Estas unidades han recibido el nombre de marcadores
discursivos, marcadores pragmáticos, partículas discursivas y muchas otras denominaciones,
que varían a tenor del enfoque teórico y de las tradiciones discursivo-lingüísticas de
cada país (v. el epígrafe 5). En el marco de este trabajo se optará por la voz marcador
pragmático conversacional, puesto que dichos elementos desempeñan funciones en el
nivel de la conversación como son por ejemplo: la señalización del inicio, del
desarrollo y del fin de intervenciones o intercambios, la ordenación de las
diferentes contribuciones, la determinación de las intenciones del hablante y el
efecto de estas para con su interlocutor, la toma de contacto y el cese del mismo,
entre muchas otras. Los escritores extrapolan esta realidad del medio fónico al
gráfico y mimetizan así la conversación real.

Nuestro corpus literario está basado en tres novelas del escritor alemán
Rudolf Ditzen (1893-1947), más bien conocido por el seudónimo Hans Fallada. Se
trata de Kleiner Mann – was nun? (1932), Ein Mann will nach oben (1942-3)1 y Jeder stirbt
für sich allein (1946). Ofreceremos en el primer epígrafe información sobre su vida y
un resumen sobre estas tres obras. Sin embargo, en el centro de nuestra
investigación se sitúan los marcadores pragmáticos ach was [y su respectiva variante],
na [y sus respectivas variantes], nanu, siehst du [y sus respectivas variantes], verstehst du
[y sus respectivas variantes] y was? [y su respectiva variante] (v. resultados en el
epígrafe 7 y el análisis detallado en el epígrafe 10). En primer lugar, se determinará la
función contextual que el marcador en cuestión desempeña en el fragmento
dialógico escogido. En segundo lugar, se observará cómo este se ha traducido al
español y al catalán, teniendo en cuenta en todo momento si se han respetado las

1 Ein Mann will nach oben fue publicado por primera vez con el título Die Frauen und der Träumer en
el Berliner Illustrirte Zeitung (fecha comprendida entre octubre de 1942 y febrero de 1943) y,
posteriormente, con el título Ein Mann will hinauf en la editorial Südverlag (Múnich, 1953). Sin
embargo, la edición en la que nos basamos procede del texto Ein Mann will nach oben, publicado
por la editorial Rowohlt (Reinbek, Hamburgo, 1970).

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variables comunicativo-situacionales. Por último, ofreceremos propuestas en los
casos en los que en nuestra opinión el traductor y la traductora no han encontrado
o bien no han proporcionado un equivalente funcional del marcador, es decir
cuando este se ha omitido u obviado, o bien compensado de otra forma.

Las unidades elegidas son elementos procedentes de diferentes categorías


gramaticales, que han sufrido un proceso de cambio a través del cual han adquirido
funciones a nivel discursivo, abandonando total o parcialmente el significado que
tenían en el plano proposicional. Hablamos en el caso de los marcadores de
pragmatización y no de gramaticalización, tal y como hacen Erman y Kotsinas (1993),
Aijmer (1997) o más recientemente Mroczynski (2012, 2013). Erman y Kotsinas
estipulan que las unidades que se vienen clasificando como marcadores tienen un
campo de actuación doble: por un lado, pueden funcionar a nivel proposicional y
por otro, pueden desarrollar funciones discursivas y actuar de este modo como
conectores discursivos, con lo que manifiestan continuidad conversacional o, lo que
es lo mismo, desempeñan un papel textual o interpersonal (v. epígrafes 5.2.1 y 5.5).
Aijmer, por su parte, interpreta la pragmatización como una forma de
subjetivización y manifiesta en relación con los marcadores que estos muestran la
actitud del hablante para con su interlocutor. La lingüista sueca hace hincapié en
que la pragmatización de unidades o expresiones como los marcadores se debe a
que no contribuyen a las condiciones de verdad de la proposición o secuencia
discursiva en la que se hallan enclavados. Es decir, no tienen un significado
ideacional o referencial, aunque sí textual e interpersonal (v. funciones del lenguaje en
Halliday, 1970). La aportación más reciente es la de Mroczynski, quien argumenta
que la pragmatización de una unidad dependerá del lugar donde esta actúe, es decir,
si el discurso o la conversación constituyen el campo de actuación de los
marcadores, entonces se podrá decir que dichos elementos están pragmatizados (v.
epígrafe 5.4).

Así pues, se pondrá en tela de juicio el concepto de gramaticalización en


relación con los marcadores. Nos parece poco conveniente la postura de ciertos
tratadistas cuando hablan de los marcadores como unidades gramaticalizadas en sus
definiciones, puesto que en las mismas incluyen la voz extraproposicional y además
dicen claramente que los marcadores no conforman un paradigma gramatical

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cerrado. Esto contradice, pues, la idea de gramaticalización de la que hablaban
Meillet (1912) o Kuryâowicz (1965), ya que las unidades que pasan a actuar como
marcadores no adquieren ni funciones gramaticales ni tampoco se vuelven más
gramaticales.

Bajo la voz marcador pragmático se incluyen unidades procedentes de diferentes


categorías gramaticales como conjunciones, verbos o sustantivos que adquieren
valores más abstractos, dejando de lado aquellos ideacionales o referenciales
cuando actúan en la conversación o el discurso. Esta abstracción tiene que ver con
funciones interpersonales, modales, textuales y expresivas. Tres de los seis
marcadores analizados son interjecciones –ach was, na [y sus variantes] y nanu–. Las
interjecciones han sido incluidas en las nóminas de monografías o trabajos que
tratan sobre marcadores. Razón de ello es que estas se acomodan a las propiedades
que se les vienen otorgando a los marcadores pragmáticos. Las tres interjecciones
mencionadas ocupan casi exclusivamente una posición enunciativa marginal y están
desprovistas de significado referencial, aunque sí que lo presentan de tipo
interaccional o interpersonal, modal e incluso textual [actuando normalmente a
modo de apertura en intervenciones iniciativas (na, nanu) o bien reactivas (ach was,
na, nanu)]. Por lo que atañe a los valores interaccionales de las interjecciones que
funcionan como marcadores, cabe destacar que estas guardan relación con los
vínculos establecidos entre hablante y oyente. Por último, las funciones modales
tienen que ver con los sentimientos o reacciones de los hablantes en relación con el
contexto –normalmente el más inmediato–. Así pues, las interjecciones contienen
una fuerte carga ilocutiva, y además pueden ser el desencadenante para conseguir
una determinada reacción en el interlocutor (fuerza perlocutiva). La alta frecuencia
con la que aparecen en los diálogos de los personajes tiene que ver igualmente con
la percepción de ciertas situaciones, es decir con lo extraverbal. Dos de los
marcadores restantes son verbos pragmatizados –siehst du y verstehst du [con sus
respectivas variantes]– cuyo significado referencial se ha visto mermado a favor de
otros como los de llamar y mantener la atención del interlocutor sobre una
secuencia conversacional o bien la intención de buscar la complicidad con este. Por
último, el pronombre interrogativo was? pierde su significado habitual si se halla al
final de una intervención. En este caso el hablante busca la confirmación o el
beneplácito del receptor.

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Los marcadores pragmáticos son unidades polifuncionales; con ello nos
referimos al hecho de que significantes como na, bueno o bé (v. definición de marcador
en 5.1 y clasificación en 5.5) pueden tener varios significados en los diferentes
contextos en los que aparecen. La situación comunicativa es por lo tanto clave a la
hora de interpretar qué función desempeña un marcador concreto. Hans Fallada
proporciona información muy valiosa para la interpretación de los marcadores
tanto en sus narraciones y descripciones como en los diálogos y explicaciones-
inciso, que agrega en ellos con el objetivo de verbalizar ciertos estados de ánimo,
gestos o acciones (v. 2.1; también Portolés Lázaro 2004: 70-3). Muchas de las
intervenciones de los personajes se ven no solo caracterizadas por un tipo de
lengua altamente coloquial, sino también por el empleo de ciertas marcas
diatópicas. Su uso en los diálogos no es ni mucho menos arbitrario, puesto que el
escritor desea satisfacer un doble fin: el de revelar la procedencia berlinesa de los
personajes y el de caracterizarlos socialmente estableciendo claras diferencias entre
ellos con el fin de causar empatía o aversión por parte del LE (v. epígrafe 3.1.1, v.
también lo que exponemos acerca de la cadena variacional según Koch y
Oesterreicher en el epígrafe 2.2.1.2).

En los estudios de traducción se suele hablar de traducción del dialecto, aunque


también Goetsch manifiesta que el empleo del dialecto en los diálogos es una manera
de conseguir evocar la oralidad real (1985: 202) cuando presenta en su artículo el
concepto de oralidad fingida. Si bien no coincidimos con la idea de que el dialecto
como tal se pueda reflejar en la literatura, es cierto que los escritores suelen realizar
únicamente una selección de rasgos prototípicos atribuibles a uno o varios
dialectos. Esto también es aplicable a las novelas de Hans Fallada y se muestra en la
elección asistemática de rasgos del dialecto berlinés. A modo de ejemplo, se
presenta el adverbio de negación nicht, que puede encontrar diferentes modos de
escritura (nich, nischt, o nicht) en la obra de Fallada (3.1.2). El objetivo del escritor no
es la reproducción de un dialecto, sino la voluntad de conseguir un efecto en el LE
(acto perlocutivo). El autor quiere representar una situación lo más auténtica
posible en la medida en que pone rasgos diatópicos en boca de gente obrera, niños
desprotegidos en el marco de su entorno social y padres alcohólicos y
maltratadores. Hemos considerado necesario analizar algunos fragmentos (v.
epígrafe 3.1.2) con marcas diatópicas para caracterizar la lengua que Fallada utiliza

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en los diálogos de algunos de sus personajes. Este análisis puede ayudar a su vez a
los LE españoles y/o catalanes que estén aprendiendo el alemán a conocer de cerca
una realidad que se refleja en las obras literarias de muchos autores no solo con el
objetivo de situar la novela o la acción de esta en un lugar geográfico específico,
sino también de mostrar una realidad social.

Las marcas diatópicas se mezclan con los rasgos coloquiales (v. epígrafe 3.2
sobre lengua coloquial) que tiñen el habla de todos los personajes. Ofrecemos en este
epígrafe una exposición extensa de lo que se entiende por lengua coloquial. El intento
de formular una definición esmerada parece haberse visto obstaculizado por la
confusión generada al relacionar el nivel de habla coloquial con un único tipo de
discurso [la conversación espontánea]. En este punto intentamos aclarar este
escollo. Si bien es verdad que la conversación natural e inmediata presenta una alta
carga de rasgos coloquiales y así lo reflejan los escritores en sus diálogos literarios,
existen no obstante otras formas lingüísticas –como las cartas a amigos [medio
gráfico]–, que recogen este nivel de habla. Cabe destacar que en el ámbito alemán,
lo coloquial –en su vertiente conversacional– o la Umgangssprache/Alltagssprache se
vio vinculado a las voces dialectales a finales del S.XIX (Wunderlich, 1894) y
principios del XX (Behaghel, 1900). Posteriormente, con el transcurso de las
décadas, lo coloquial se atribuirá al uso cotidiano de la lengua en situaciones relajadas
–sin tener en cuenta lo diatópico– tal y como rezan algunas de las definiciones, por
ejemplo la de Elise Riesel (1970) (v. epígrafe 3.2.2). En 3.2.3 y 3.2.4 se exponen los
rasgos coloquiales encontrados en los diálogos y en 3.2.5 se muestra cómo estos se
han vertido en las traducciones estudiadas. Con ello, pretendemos mostrar la
habilidad con la que Hans Fallada ha sabido actuar a la hora de reflejar lo coloquial en
las palabras de sus personajes a fin de facilitar la evocación de la realidad que llevan
a cabo los LE al leer la novela.

La traducción de los rasgos diatópicos y coloquiales constituye una tarea


ardua, puesto que las realidades de los SL no suelen coincidir. La recuperación de lo
diatópico en el TM no es posible según muchos traductólogos (v. epígrafe 3.1.3;
por ejemplo Hatim y Mason 1990 o Rabadán 1991), y cuando se lleva a cabo, se
incurre en el error de causar un efecto indeseado a priori en el LEM. Sin embargo,
muchos traductores practican la traducción de los rasgos diatópicos del TP por

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otros del TM –o en sus palabras la traducción del dialecto presente en el TP por otro
del SLM que se pueda equiparar al primero en cuanto a situación de uso, por
ejemplo– (v. epígrafe 3.1.3 postura de Julià Ballbé, Pau Vidal o Joan Casas). En
ocasiones, las marcas diatópicas se sustituyen por rasgos coloquiales o altamente
informales. La vía media u opción intermedia puede presentarse como una solución
a la problemática suscitada por la presencia de lo diatópico en el texto. Esta aboga
por combinar algunos rasgos diatópicos de diferentes dialectos de la LM, incluso,
ciertas veces, con otros de cariz coloquial y/o informal o incluso, dependiendo del
contexto, vulgar (v. Julià, cit. en Hurtado Albir 2001; Hervey, Higgins y Haywood
1995 en el epígrafe 3.1.3). Con todo, Czennia presenta nueve estrategias o formas
de proceder cuando el traductor se encuentra con un texto marcado diatópicamente
(v. traducción de Jenny Brumme, epígrafe 3.1.3, TABLA 1).

En las traducciones de Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton que constituyen


nuestro corpus no se han encontrado muestras de rasgos atribuibles a ningún
dialecto de los SLM. La primera ha sustituido dichas marcas aplicando un
procedimiento no transgresor (en palabras de Marco 2002, –sin transgresión–, v.
epígrafe 3.1.3, FIGURA 5), es decir, ha decidido emplear en varias ocasiones rasgos
que imitan la dejadez propia de quien no domina lo suficiente una lengua, por
ejemplo por la escasa escolarización en el personaje de Rieke (v. 3.1.1). Se trata de
reflejar dichos fenómenos en los diálogos mediante la eliminación de algunos
grafemas, con lo cual se evoca la elisión fonemática que ocurre en la lengua hablada
cuando la situación comunicativa lo permite o bien cuando existe algún
impedimento que limita al hablante. El traductor catalán, Ramon Monton, es
mucho más cauto, en el sentido que se mantiene neutro en su totalidad y apenas
transgrede la norma. Sus textos reproducen un habla prolija, a pesar de la inclusión
puntual de algunos vulgarismos y expresiones típicas de la lengua coloquial que
atañen al ámbito léxico-semántico de la lengua: tocar el dos (N2, cap. 4, pág. 23),
mamar-se el dit (N2, cap. 16, pág. 120), etc.

El análisis de los diálogos requiere una caracterización y sistematización de


las partes que los conforman con el fin de saber qué se está examinando. Por ello,
hemos creído necesario indagar en la estructura de la conversación. En el epígrafe 4
llevamos a cabo un intento de ordenación del gran edificio de la conversación (v.

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Tusón Valls [1997], 2003, sobre todo el cuarto capítulo). Centrándonos en el
aspecto concreto del turno de palabra expuesto en el famoso artículo de Sacks,
Schegloff y Jefferson (1974), creemos oportuno aplicar este marco –en principio
destinado a la interacción humana inmediata– al estudio de la oralidad ficticia. Tal y
como conviene Freunek la realidad representa un modelo y un punto de referencia
para los textos literarios (Freunek 2007: 26). Hans Fallada consigue acercarse a la
lengua hablada de tal manera que las intervenciones e intercambios de sus
personajes consiguen reflejar generalmente, ya no solo la fuerza ilocutiva de los
enunciados, sino también los LAT gracias al empleo de ciertos marcadores cuya
posición enunciativa muestra el cese o la transmisión del turno de palabra. La suma
de turnos de palabra genera intercambios, enclavados en secuencias, o bloques
temáticos, que constituyen la interacción humana. Las aportaciones de la escuela de
Birmingham (Sinclair y Coulthard 1975; Coulthard 1977; Edmonson 1981) y el
posterior desarrollo de estas por la escuela de Ginebra (Roulet et al. 1985, 1995) y
otros teóricos como Kerbrat-Orecchioni (1992-1994, 1996) asentaron las bases de
la estructura de la conversación proponiendo esquemas arborescentes, que
permiten una mejor visualización de las diferentes partes de la interacción. En el
corpus de nuestros seis marcadores, observamos cómo estos contribuyen a la toma
del turno de palabra en las intervenciones iniciativas o bien a determinar la función
ilocutiva que entrañan las intervenciones reactivas, donde se hallan, al expresar
diferentes estados de ánimo o sentimientos producidos por la «escucha» de lo
pronunciado por otro personaje, así como la contribución al desarrollo temático de
la conversación, la habilidad de poder irrumpir en la conversación y hacerse con el
turno de palabra, etc.

La estructura conversacional es una constante en este trabajo, puesto que la


función de los marcadores depende tanto del contexto como de la posición
enunciativa. Se constatará que la mayoría de marcadores –no solo los seis de
nuestro corpus, sino también aquellos de los que damos cuenta en el epígrafe 5,
con el fin de caracterizar la esencia general de estos– llevan a cabo una doble
función, es decir tanto a nivel textual como interpersonal, además de desempeñar
ciertas microfunciones que muchas veces tienen carácter modal. Un marcador
como trotzdem en el ejemplo (8) de 5.2.1 posee esa dualidad: por un lado, introduce
la intervención [carácter textual] y por otro, encabeza una opinión contraria de

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Johannes Pinneberg en relación con lo que lee en la carta de su madre y por ello
rebate el enunciado de su interlocutora, en este caso escrito [carácter interpersonal].
A su vez, de su uso se desprende un leve estado de irritación, puesto que Pinneberg
da a entender que lo que su madre ha escrito en la carta es una mentira. En esta
visión dualista formada por el binomio textual/interpersonal-expresivo hacemos un
intento de clasificación general, sin pretender en ningún momento ofrecer una
clasificación cerrada, ni mucho menos completa. Dentro de ambos grupos,
apelamos a las microfunciones o valores más concretos de algunos marcadores que
aparecen a lo largo de las tres novelas de Hans Fallada. En cada caso se han
identificado tanto los fragmentos escogidos como también las traducciones (v.
epígrafe 5.5). Además, se ha dado cuenta de las características formales de los
marcadores (v. epígrafe 5.2.2) y de su naturaleza cohesiva y modal (v. epígrafe 5.3).

El epígrafe 6 constituye el cierre teórico y es de suma importancia. En este se


presentan las dos perspectivas reinantes que ha habido en traductología con
respecto a la equivalencia hasta el presente. Por un lado, la creencia en la traducción
como actividad situada en el plano de la lengua y por otro, la práctica de este
mismo ejercicio en el plano del habla o lo que es lo mismo la consecución de la
equivalencia comunicativa, pragmática o textual. La primera de ellas ha sido desde
siempre objeto de críticas, puesto que no contempla el texto como unidad de
traducción, sino las palabras individuales que lo conforman. Con ello, algunos
traductólogos manifestaron que la equivalencia se da a priori, antes de que una
palabra entre a formar parte de un texto, y por ende se halle enclavada en un
contexto y situación comunicativa determinados. Si esto fuera así, la actividad del
traductor sería innecesaria y la traducción consistiría en una simple conmutación de
palabras o términos. Nuestro entorno ha demostrado que esto no puede ser así, ya
que las palabras tienen que ser interpretadas en su uso. Sobre todo aquellas cuyo
significado es de procesamiento y que reciben su significado en un contexto
determinado. Así pues, los marcadores tienen que ser interpretados no solo
semánticamente, sino también pragmáticamente. De esta manera el traductor
consigue trasladar los actos ilocutivos que conforman las intervenciones y por ende
los intercambios hasta llegar al nivel máximo de la interacción o conversación. Es
decir, se debe conseguir la equivalencia tanto a nivel general como también en el
plano microtextual o lo que es lo mismo, a nivel de actos de habla. Las traducciones

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estudiadas de las novelas de Hans Fallada presentan esa equivalencia en cuanto al
nivel textual general y en su mayoría también en el plano de los actos. En este
punto, cabe resaltar que la finalidad de Hans Fallada, escritor perteneciente a la
corriente literaria de la Neue Sachlichkeit, cuando escribe las novelas es el de mostrar,
criticar e incluso satirizar buena parte de la realidad vivida en la Alemania de la
primera mitad del S.XX y dicho cometido podría convertirse en el skopos de la[s]
traducción[es] [término de Hans Josef Vermeer, 1978, por el que se entiende
Translationszweck o finalidad de la traducción (v. Reiss y Vermeer 1991: 29, así como el
cuarto capítulo de su monografía 95-104)]. Los traductores Rosa Pilar Blanco y
Ramon Monton hacen lo propio en sus lenguas respectivas, añadiendo, eso sí,
ciertas explicaciones de algunas realidades mediante el uso de notas a pie de página
para salvar la falta de conocimientos que pueda haber por parte del LEM. En
cuanto a las intervenciones de los personajes, el trabajo llevado a cabo por los dos
traductores es adecuado a la finalidad comunicativa que trasluce el texto. Con todo,
en ocasiones se dan ciertas fosilizaciones, omisiones y malinterpretaciones de
algunos marcadores que presentan un acto ilocutivo algo modificado respecto de
aquel que se pretende transmitir en el TP.

El corpus mencionado a lo largo de esta introducción nace de la selección de


algunos capítulos de las tres novelas mencionadas, capítulos cuyos resúmenes
incluimos en el epígrafe 9. Los capítulos escogidos presentan una alta
concentración de las unidades analizadas. Además, los diálogos estudiados suelen
darse en situaciones cotidianas que tienen lugar mayoritariamente entre iguales, es
decir entre personajes que comparten el mismo estrato social. Sin embargo, en
ocasiones, analizamos intercambios entre agentes de policía o jefes con presos,
ciudadanos de a pie y empleados. En estos últimos, se da una jerarquía vertical, que
con todo, apenas se refleja en el uso del lenguaje, puesto que la coloquialidad e
informalidad son las protagonistas indudables de las conversaciones. Los jefes y
policías presentados por Fallada son personas de procedencia humilde, que han
ascendido laboralmente y también en la escala social por ideología política y/o
casualidad. Con todo, su forma de hablar deja traslucir un nivel cultural más bien
bajo –a excepción del señor von Senden en la N2– por lo que tampoco se observa
en ellos un uso cuidado de la lengua. Los ciento sesenta y nueve contextos han sido
recogidos en forma de fichas en el epígrafe 10, quedando así ordenados los

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marcadores por orden alfabético y empezando siempre por los capítulos de la N1,
seguidos de los de la N2 y por último de los de la N3. Los diálogos se encuentran
reproducidos tal y como aparecen en los TP y las traducciones. En la N2
observamos que el traductor catalán opta por agregar el signo de interrogación
invertido en las preguntas, práctica inhabitual en esta lengua –puesto que este signo
es universalmente exclusivo del español–. Sin embargo, decidimos mantenerlo. En
el caso de no haber observado la presencia de equivalentes para los marcadores por
parte de Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton, haremos propuestas de traducción
ateniéndonos a los parámetros situacionales, contextuales y co-textuales. Por
último, hemos decidido incluir marcadores del mismo tipo en la misma tabla
cuando estos formaban parte del mismo contexto o secuencia temática. En el
epígrafe 7 se incluyen los resultados del análisis en forma de descripción, tabla y
gráfico y en el epígrafe 10 las fichas correspondientes a cada uno de los seis
marcadores, donde se recogen todos los usos y equivalentes registrados, que se
comentarán de forma extensa en las conclusiones.

Con el fin de identificar las funciones de los marcadores en los textos


literarios alemanes y ver en qué medida se han trasladado al español y al catalán,
nos valemos no solo de nuestros conocimientos lingüísticos, sino también de un
buen número de obras de renombre con las que podemos determinar funciones
específicas y discriminar otras para los marcadores presentes. Presentamos de
forma sintética las obras de consulta utilizadas para las tres lenguas en la siguiente
tabla (v. pág. 17). Se trata de diccionarios monolingües y bilingües, de artículos y
capítulos de monografías y también de gramáticas.

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Obras de consulta para la discriminación y determinación funcional de los marcadores

CAT DE ES
Bach, Carme Duden Wörterbuch Briz, Antonio
Al cap i a la fi, en fi I en (recurso en línea) El español coloquial en la
definitiva: tres marcadors discursius http://www.duden.de/ conversación. Esbozo de
vehiculadors de la reformulació pragmapragmática
DWDS
conclusiva en català (1996)
(recurso en línea)
(2009)
Das Digitale Wörterbuch der Calsamiglia, Helena/Tusón,
Cuenca, Maria Josep deutschen Sprache Valls
La connexió i els connectors. GDS Las cosas del decir
Perspectiva oracional i textual Grammatik der deutschen Sprache, ([1999], 2012)
(2006) Band 1, (1997) DCODE (Fuentes, Catalina)
DAC Diccionario de conectores y
Hermann Paul (Deutsches
Diccionari Alemany-Català operadores del español
Wörterbuch Bedeutungsgeschichte
(Enciclopèdia Catalana (2009)
und Aufbau unseres Wortschatzes,
Barcelona, 2006)
décima edición revisada y DPDE
DIEC2 mejorada, 2002) Diccionario de partículas
Diccionario de la llengua catalana discursivas del español
TGDS
de l’Institut d’Estudis Catalans (recurso en línea)
Textgrammatik der deutschen
(recurso en línea) www.dpde.es
Sprache (Harald Weinrich)
http://dlc.iec.cat/
([1993], 2007) DRAE
GCC Diccionario de la Real Academia
WDP
Gramàtica del català contemporani Española
Wörterbuch deutscher Partikeln
(Volum 3) (recurso en línea)
(2009)
Els connectors textuals i les http://www.rae.es/
interjeccions (Cuenca, Maria
GDLE
Josep, 2002: 3173-3237)
Gramática Descriptiva de la
GNV Lengua Española, volumen 3,
Gramàtica Normativa Valenciana (1999)
(2006)
Moliner, María
Matamala, Anna Diccionario de uso del español
Interjeccions i lexicografia (1998)
Anàlisi de les interjeccions d’un
Porroche, Margarita
corpus audiovisual i proposta de
Aspectos de gramática del español
representació lexicogràfica (2008) coloquial para profesores de español
Payrató, Lluís como L2
Català col·loquial (2009)
Aspectes de l’ús corrent de la
Slabý Grossmann
llengua catalana
Diccionario de las lenguas española
([1988], 1996)
y alemana, al-esp tomo II
(ampliada y revisada por el Dr.
Carlos Illig, 2012)

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Der Mensch lebt nicht nur sein persönliches Leben als Einzelwesen,
sondern bewusst oder unbewusst, auch das seiner Epoche und
Zeitgenossenschaft.
Thomas Mann, Der Zauberberg (1924)2

1. El autor y su obra
1.1. Apunte biográfico sobre Hans Fallada3

Hans Fallada es el seudónimo que Rudolf Ditzen utiliza para publicar sus
novelas. El escritor decide llamarse así por el nombre de dos personajes de los
cuentos de los hermanos Grimm: Hans, el protagonista de Hans im Glück (Hans está
de suerte /Juan el de la suerte) y Falada, el caballo blanco, que aparece en Die Gänsemagd
(La niña de los gansos) (Williams 2012: 8).4 Nacido en Greifswald en 1893 (Williams
2012: 21; Manthey 2013: 7) es uno de los escritores cuyo destino se cruza con los
acontecimientos económicos, políticos y sociales que ensombrecen Alemania
durante la primera mitad del siglo XX y que influyen decisivamente en la diversidad
temática de sus relatos. De familia acomodada y burguesa, Rudolf Ditzen tiene una
infancia feliz junto a sus padres y hermanos en diferentes puntos de la geografía


2 Reproducimos esta cita según la traducción de Mario Verdaguer ([1925], 1946: 35): «El hombre
no vive únicamente su vida personal como individuo, sino que también, consciente o
inconscientemente, participa de la de su época y de la de sus contemporáneos».
3 Los datos aquí expuestos han sido extraídos de Mehr Leben als eins ([2002], 2012), versión
alemana de More Lives than One. A Biography of Hans Fallada (1998) elaborada por Jenny Williams y
de la publicación de Jürgen Manthey, Hans Fallada ([1963], 2013). Ambas biografías nos ofrecen
un recorrido detallado y exhaustivo de la vida del escritor y de las situaciones que rodearon su
tumultuosa existencia llena de altibajos y excesos, pero también de momentos felices. Igualmente,
consideramos oportuno ayudarnos de la página web de la Hans-Fallada-Gesellschaft e.V.
[www.fallada.de].
4 El nombre del cuento en español difiere dependiendo de la editorial. En el caso de Hans im
Glück optamos por la traducción Hans está de suerte que se encuentra en Hermanos Grimm, Cuentos
de María Teresa Zurdo (1999) de la editorial Cátedra. El título de este cuento aparece igualmente
como Juan el de la suerte en Jacob y Wilhelm Grimm, Cuentos completos, traducción de María Antonia
Seijo Castroviejo (2009) en la editorial Alianza, edición en la que también encontramos el título:
La niña de los gansos, el equivalente de Die Gänsemagd.

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alemana así como en el extranjero –Austria, Italia y Suiza–, donde la familia pasa
con asiduidad sus vacaciones (Williams 2012: 22, 25, 26).
A los seis años, Rudolf se traslada a Berlín con su familia debido a un
ascenso laboral de Wilhelm Ditzen, el padre y cabeza de familia. A principios de
1899, este es nombrado miembro del Consejo del Tribunal Cameral en Berlín, el
mayor ente jurídico de Prusia (Williams 2012: 24). En esta época Berlín es una
ciudad de contrastes, densamente poblada, y en la que el proceso de urbanización
avanza a pasos agigantados. Durante sus diez años allí, el pequeño Rudolf percibe
la diferencia de clases sociales que presenta la capital del Imperio Alemán. La
ostentosidad de los edificios y la modernidad de las infraestructuras no se traducen
ni mucho menos en bonanza económica para todos, ya que casi un millón de
personas vive en un inmueble de una sola habitación y no goza de una existencia
desahogada como la suya (Williams 2012: 32).

Sin embargo, el paso por el colegio supone un duro golpe para Rudolf, pues
se encuentra de repente con un entorno hostil lejos de la protección del hogar. Las
constantes burlas de sus compañeros por sus pantalones raídos y llenos de
remiendos o su pelo largo lo convierten en un niño introvertido que se refugia en la
literatura de Flaubert, Zola, Dumas, Dickens y Dostojewski (Williams 2012: 29;
Manthey 2013: 15). Este retraimiento, que sufre en la primera etapa de su infancia,
acarreará una serie de problemas que no se harán esperar. El primero de ellos tiene
lugar a los doce años cuando, inspirado por las aventuras de Robinson Crusoe,
planea escaparse al mar con un amigo. Rudolf nunca llega a cumplir esos
propósitos, ya que sus progenitores los descubren la noche anterior y le prohíben
salir de casa. Este hecho constituye el primero de los muchos enfrentamientos que
tendrán lugar entre el joven y sus padres (Williams 2012: 29-30). Wilhelm Ditzen
decide entonces cambiar a su hijo de centro escolar, porque está convencido de que
parte de la culpa del comportamiento de Rudolf se debe al ambiente del instituto
Prinz-Heinrich-Gymnasium. El nuevo entorno en Wilmersdorf comporta una
mejora en el rendimiento académico de Rudolf, lo que corrobora las sospechas del
padre en cuanto a la eficacia metodológica y educativa del anterior colegio
(Williams 2012: 30).

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La relación con su padre no es fácil y está salpicada de alguna que otra
desavenencia, lo que les lleva a romper lazos durante algún tiempo de la edad adulta
de Rudolf (Williams 2012: 81). Wilhelm Ditzen observa con entusiasmo como su
hijo se interesa durante la infancia por los casos judiciales de los que él se ocupa
con tesón y minuciosidad y por ello alberga la ilusión de que algún día su hijo siga
sus pasos (Williams 2012: 22-3). Esta esperanza se va diluyendo poco a poco, pues
se da cuenta de que lo que realmente le interesa a Rudolf es la dimensión humana
que entrañan las historias de las personas involucradas en los procesos judiciales. El
conocer más de cerca esta realidad le ayudará más tarde, junto con su imaginación y
creatividad, a la hora de ambientar algunos de los escenarios en sus relatos
(Williams 2012: 22). El gusto por la música es algo que Wilhelm comparte con su
mujer Elisabeth y de hecho no hay noche en la que no se animen y toquen alguna
partitura en el piano de casa ante la presencia de sus cuatro hijos. El intento de
Wilhelm de transmitir a Rudolf su fascinación por el mundo de la música es
también en vano, ya que el pequeño no muestra jamás el más mínimo interés
(Williams 2012: 26). Lo que sus padres nunca se imaginarán es que este niño
introvertido del que sus compañeros se ríen en el patio de la escuela llegará a ser
uno de los mayores literatos del país, cuya producción comprenderá desde cartas y
recensiones hasta novelas, que serán acogidas con gran clamor tanto en Alemania
como más allá de sus fronteras, sobre todo, algunas de ellas, décadas después de
haber sido escritas.

La pasión por la literatura es algo que Rudolf sí comparte con sus


progenitores. Además, resulta curioso el paralelismo del autor con una pariente
lejana llamada Luise Westkirch, que varios años antes de que él empiece a escribir,
ya habrá cosechado varios éxitos trabajando en sus Heimatsromane, un tipo de novela
cuyas historias versan sobre la cotidianidad de las vidas del pueblo llano. De ella se
dice que en sus tiempos viajaba en cuarta clase cuando iba en tren para escuchar
hablar a las personas de procedencia humilde y poder caracterizar así a los
personajes de sus relatos con las expresiones, el vocabulario y el deje más auténtico
posible (Williams 2012: 22). Al igual que ella, Ditzen buscará casi siempre la
inspiración para sus escritos en la realidad y para ello se basará o bien en su propia
experiencia o en la de parientes y amigos cercanos. De hecho, en un programa de
radio en el año 1946 dice que «todo lo que acontece en su vida acaba en un libro»

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(Williams 2012: 81). Otra persona de referencia que probablemente despierta su
interés por la lectura y la escritura es Adelaide Ditzen o Ada –como la llaman en la
familia–, una tía soltera que mantiene una estrecha relación con el escritor, sobre
todo durante su niñez y juventud. Será ella la que le introduzca en el mundo de las
lenguas extranjeras dándole clases de inglés y francés. Además, detrás de los
intentos que Rudolf hará tanto en 1912 –cuando envía por primera vez algunos
proyectos de traducción y una carta al director a un periódico de la época– como en
1913 –al hacer llegar una traducción de la novela Monsieur des Lourdines de Alphonse
de Chateaubriant a nueve editoriales alemanas– se encuentra indiscutiblemente la
figura de Adelaide, quien cree que a su sobrino le conviene traducir por dos
motivos: por un lado, por su tranquilidad emocional –al no entrañar esta tarea, en
su opinión, ningún peligro para su bienestar psíquico– y por otro, para ejercitar sus
destrezas lingüísticas en otros idiomas (Williams 2012: 57).

El adolescente Rudolf no rompe del todo con sus contactos del antiguo
instituto, pues mantiene relación con su amigo Walter Simmichen. Este tendrá,
aunque de forma indirecta, un papel primordial en su vida, ya que será él quien le
presente a Hanns Dietrich von Necker (Williams 2012: 45-52). Este último morirá
víctima de un tiro de escopeta, infortunio que encarna los planes de suicidio de dos
jóvenes –él mismo y su amigo fallecido– que no encuentran lugar en la Alemania
guillermina de 1911 (Manthey 2013: 35-8). Tres años antes, la apacible vida que los
Ditzen llevaban en Berlín se ve truncada por un cambio repentino debido a un
nuevo ascenso en la carrera del padre. La ciudad de Leipzig se presenta en 1908
como la nueva residencia de la familia, algo que por un lado supone una alegría para
su madre Elisabeth, pero por otro, un nuevo golpe para Rudolf, puesto que tiene
que dejar una escuela donde se encuentra a gusto y en la que ha hecho amigos
(Williams 2012: 32). La nueva era en Leipzig no traerá nada más que problemas.
Tras pasar las vacaciones de verano junto con unos amigos en Holanda, el joven
Rudolf contrae el tifus (Williams 2012: 36). Ya de vuelta en Leipzig, su delicado
estado de salud y convalecencia son un motivo para alejarse de la familia y llevan a
Rudolf a refugiarse en la bebida y el tabaco. El mal estado de salud tanto físico
como mental consumen poco a poco al joven, quien acaba ingresando en una
clínica psiquiátrica en Berka, cerca de Weimar, en marzo de 1911 (Williams 2012:
41). Será esta la fecha en la que Rudolf Ditzen deje para siempre de vivir en el

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hogar familiar. Una vez acabado el tratamiento, el Dr. Braune, por petición paterna,
se muestra dispuesto a acogerlo en su casa siempre y cuando se atenga a las normas
que imperan en un hogar cristiano. Un par de meses después, a Rudolf se le hace
imposible sobrellevar una vida con unas convenciones tan rígidas y por ello decide
cambiar de casa (Williams 2012: 42-45). Sus nuevos anfitriones serán Oskar von
Busse y su familia. Es bajo el asilo de este coronel cuando tiene lugar el fatídico
suceso que desemboca en la muerte de Hanns Dietrich von Necker. Al poco
tiempo, a Rudolf lo catalogan como enfermo mental y lo ingresan en la clínica
psiquiátrica de la Universidad de Jena. Durante su estancia en este centro,
aprovecha para escribir poemas cuyo contenido deja entrever su inestabilidad
emocional, que se trasluce en la presencia de delirios en los que anhela
continuamente la muerte (Williams 2012: 51).

A principios del año siguiente, en 1912, se traslada a Rudolf a un sanatorio


de Tannenfeld, donde recibe un tratamiento mucho más eficaz y adecuado a sus
circunstancias personales (Williams 2012: 53). Será el padre el encargado de costear
los cuidados de su hijo. Su tía Ada le hará compañía y aprovechará su estancia en la
clínica para dotar a su sobrino con sólidos conocimientos lingüísticos (Williams
2012: 54; Manthey 2013: 41). El Dr. Tecklenburg, quien se ocupa de Rudolf Ditzen
en Tannenfeld, es de la firme convicción de que lo que su paciente necesita es aire
fresco y una ocupación que requiera la realización de esfuerzos físicos (Williams
2012: 58). Así pues, en 1913 empieza a trabajar para el señor Schönekerl en
Posterstein, un municipio de Turingia en el que se ocupa de varias labores
campestres (Williams 2012: 62). Es aquí y en otras fincas donde Rudolf Ditzen
tiene la oportunidad de escuchar la lengua y los temas de conversación de los
agricultores y granjeros que después le serán de gran utilidad para reflejar el habla
de la clase obrera y del ciudadano medio (Williams 2012: 63). Alrededor de 1916
asume un trabajo de oficina en el que asiste a un tal Dr. Strömer en la Cámara
Agraria de Stettin (Williams 2012: 64). Durante este período conoce a Johannes
Kagelmacher, que se convierte en un íntimo amigo y con el que se verá y carteará
frecuentemente durante el resto de su vida. En Stettin, Rudolf Ditzen se ocupa de
la organización de los productos alimentarios, lo que le permite conocer de primera
mano el racionamiento de ciertos productos como el pan y la harina en tiempos de
guerra. A pesar de tener un trabajo que garantiza su sustento, Rudolf no está

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demasiado satisfecho con su vida en una ciudad de dimensiones tan reducidas
como Stettin, así que aprovecha la oportunidad de trasladarse a Berlín a finales de
año para prestar sus servicios a una empresa dedicada a reactivar la producción de
la patata (Williams 2012: 66).

El tedio vivido en Stettin toma cuerpo en algunas de sus obras como en Kleiner
Mann – was nun? (Williams 2012: 66) y Ein Mann will nach oben, donde Mia Pinneberg
y Rieke Busch, respectivamente, manifiestan una opinión negativa acerca de
Pomerania y de Priestitz, una pequeña localidad de Brandeburgo. Mia Pinneberg,
madre de Johannes, se muestra asombrada cuando conoce a su nuera Corderita, ya
que se la había imaginado completamente diferente. El motivo de su sorpresa es la
creencia en ciertos prejuicios, que conoce con toda certeza de oídas y que en el TP
se desprende del uso del verbo modal sollen y de la partícula átona ja: [...] ihr sollt ja
in Pommern noch Flanellunterwäsche tragen [...]« (v. 1.), [Se dice que en Pomerania todavía
lleváis ropa interior de franela (N1, ES, cap. 16, pág. 127)]. Rieke Busch se refiere a
Priestitz, un pueblo de Brandeburgo, como a in disset Kaff o in det Kaff que
traduciríamos como pueblo de mala muerte o bien poblacho, vocablo utilizado por Rosa
Pilar Blanco. La traductora habla en (2.1), sin embargo, de aldea, que no tiene una
connotación negativa en contraposición al alemán Kaff que sí la tiene [DWDS:
salopp, abwertend; armselige, kleine, gottverlassene Ortschaft, Nest].5

1) »Nun, Mama?« fragt Lämmchen lächelnd, »was hattest du denn gedacht?«


»Ach, weißt du, vom Lande, und Emma heißt du, und Lämmchen nennt er dich … Ihr
sollt ja in Pommern noch Flanellunterwäsche tragen. Nein, Hans, wie du das
fertiggebracht hast, dies Mädchen und Lämmchen … Eine Walküre ist das, hohe Brust und
stolzer Sinn … O Gott, nun werde bloß nicht rot, sonst denk ich gleich wieder:
Ducherow.«
»Aber gar nicht werde ich rot«, lacht Lämmchen. »Natürlich hab ich ’ne hohe Brust. Und
einen stolzen Sinn habe ich auch. Heute besonders. Berlin! Mandel! Und so ’ne
Schwiegermutter! Nur Flanell, Flanell habe ich nicht.«
(N1, DE, cap. 16, pág. 125)

2) […] Warum halten wir denn noch immer in disset Kaff?! […]«
(N2, DE, cap. 4, pág. 21)


5 [población mísera, pequeña y dejada de la mano de Dios] [Traducción propia]

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2.1.) […] Ick bin schon drei Tage hier, ick kenne jeden Schwanz in det Kaff! […]«
(N2, DE, cap. 4, pág. 21)

Posteriormente, Drossen –pequeña ciudad polaca que hasta el fin de la guerra será
una población alemana, en la que Rudolf trabajará durante unos meses entre 1923 y
1924 como contable en una empresa mediana que comercializa trigo y abono–
inspira al escritor a la hora de ambientar la primera trama en la localidad de
Ducherow (Pomerania Occidental) de Kleiner Mann – was nun?, escenario donde se
desarrolla la vida conyugal de los dos protagonistas Pinneberg y Corderita (Williams
2012: 97).

En 1919, cuando parece que las aguas han vuelto a su cauce, Rudolf intenta
quitarse la vida de nuevo. La razón principal es la frustración derivada de la
inseguridad acerca de su talento literario. Por otro lado, el hecho de tener que
romper la relación amorosa que mantiene con Anne Marie o Annia Seyerlen –una
mujer casada cuyo marido ha estado en el frente– y el hecho de haberle sustraído
una importante suma de dinero para satisfacer su adicción a la droga, lo llevan a un
intento de suicidio fallido (Williams 2012: 78). Unos tres meses después, su ansiado
sueño de convertirse en escritor empieza a cobrar forma con la conclusión de su
primer libro Der junge Goedeschal (publicado en 1920), cuyo contenido es altamente
autobiográfico (Williams 2012: 78). Después de ingresar durante un tiempo en una
clínica en Carlsfeld (Halle) para someterse a una terapia que lo ayudará a superar su
drogodependencia, el autor publica en 1923 otro éxito, Anton und Gerda, obra en la
que se observa una mayor madurez literaria gracias al desarrollo de técnicas
sofisticadas en la construcción dialógica, así como a la fluidez narrativa. Su paso por
la cárcel en 1924 y en 1926, al ser procesado por malversación de fondos y robo, lo
aprovecha para escribir (Williams 2012: 102). Después de cumplir dos largos años
de condena, decide empezar de cero y para ello se inscribe en una asociación de
abstinentes y se afilia al SPD (Partido Socialista Alemán) (Williams 2012: 119). En
esta época conoce a quien será su mujer y confidente, Anne Issel –a quien llamará
Suse–, y por quien se siente atraído desde el primer momento a causa de su
sencillez y fortaleza. Ella, por su parte, también se fija en él y valora su valentía para
afrontar el pasado y no esconderlo (Williams 2012: 121). En 1929 contraen
matrimonio y pese a vivir de forma austera y con pocos medios, son esos primeros

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años de vida común los más felices de la pareja (Williams 2012: 129). Rudolf Ditzen
encuentra en Suse un reflejo de su madre. A pesar de tener orígenes muy distintos,
ambas comparten el ser ahorradoras y ordenadas, así como el priorizar la limpieza
del hogar (Williams 2012: 130). La figura de Corderita, la protagonista de Kleiner
Mann – was nun?, muestra estas cualidades. Asimismo, la vena maternal de su esposa
puede también observarse en la ficción en el personaje de Corderita cuando esta se
sirve de apodos cariñosos como Junge –chico– para dirigirse a su marido Pinneberg,
tal y como Suse hiciera durante los primeros meses de convivencia (Williams 2012:
161).

Rudolf Ditzen recibe en 1930 una carta de Ernst Rowohlt, reconocido editor
y buen amigo que a lo largo de su vida le avanzará importantes sumas de dinero en
épocas de dificultad. El escrito contiene una buena noticia: la contratación como
director del departamento de reseñas en su editorial (Williams 2012: 136). Este
hecho le supondrá más tiempo libre para escribir, ya que al principio solo tendrá
que trabajar hasta primeras horas de la tarde (Manthey 2013: 85). Durante esta
época, se dedicará a escribir Pinneberg und sein Murkel que posteriormente se
convertirá en el gran éxito Kleiner Mann – was nun? Es también en este año en el que
nace su hijo Ulrich o Uli, como lo llamarán habitualmente (Manthey 2013: 86). El
nombre es el de su hermano menor, caído en el frente en el verano de 1918. Un
año más tarde, en 1931, se publican Bauern, Bonzen und Bomben así como doce
historias basadas en sus experiencias en el trabajo agrícola, la cárcel y los problemas
sociales. En 1932, cuando solo uno de cada tres trabajadores alemanes está
contratado a tiempo completo, Kleiner Mann – was nun? sale a la venta (Williams
2012: 135).

Una vez más, el alto contenido autobiográfico junto con el tratamiento de


temas que preocupan al ciudadano medio de la época hacen de este libro un éxito
rotundo (Manthey 2013: 157). El trabajo como empleado en la empresa de
abonos del señor Emil Kleinholz, la decencia, sencillez y fuerte personalidad de
Corderita –reflejo del modo de ser de su mujer Suse– y las preocupaciones de los
padres primerizos, fruto de sus propias experiencias con Uli, son reflejo de sus
vivencias personales. Por otro lado, las tensiones entre ciudadanos pertenecientes
a diferentes partidos políticos, la escasez de trabajo y la alta desocupación, los

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recortes en ayudas sociales, más la inestabilidad general, debido al aumento
considerable del número de afiliados al partido nazi, se recogen en este libro de
casi cuatrocientas páginas (Williams 2012: 161, 168-9). Son tantos los ejemplares
vendidos que con el montante percibido del Vossische Zeitung –siete mil marcos de
la época– se mudan a un chalé adosado en la localidad de Berkenbrück, a las
afueras de Berlín, donde Rudolf aprovecha al máximo su vida en familia y donde
encuentra tiempo e inspiración suficientes para escribir febrilmente (Williams
2012: 170, 179).

No obstante, no todo son elogios, pues ciertos periódicos como Das


Hamburger Tageblatt critican la novela y culpan a la comunidad judía de haber
influido en la inspiración del autor, puesto que Hans Fallada reproduce varias
escenas amorosas y retrata el tema del nudismo en Kleiner Mann – was nun? Además,
ciertos cargos políticos ven inapropiado que un personaje como Lauterbach –una
persona poco inteligente, a la que han propinado una buena paliza en un pueblo
donde la mayoría no simpatiza con las ideas nazis, y que es descrito como poco
más que un desgraciado– encarne a un seguidor acérrimo del Partido (Williams
2012: 175).

A pesar de que Rudolf Ditzen no acaba de estar del todo contento con el
resultado de su libro, entre ciento cincuenta y doscientos ejemplares se siguen
vendiendo a diario (Williams 2012: 178). En 1933 se ceden los derechos a las
editoriales extranjeras y su traducción al inglés –Little man, what now?– no se hace
esperar (Williams 2012: 186). El régimen nazi no afecta a la distribución y venta de
las obras de Fallada hasta 1934, año en el que el Ministerio para la Ilustración
Pública y Propaganda recomienda la retirada de las librerías de Kleiner Mann – was
nun? Este hecho lleva al autor a abandonar la redacción de la nueva novela a la que
se está dedicando en cuerpo y alma en aquellos momentos y a considerar el encargo
que una editorial le ha hecho previamente para escribir cuentos infantiles. La guerra
trae malestar en todos los sentidos y la censura de ciertos tipos de libros es el pan
de cada día, algo que también acaba afectando a la venta tan exitosa de su obra
Kleiner Mann – was nun? en Gran Bretaña. De hecho, la pérdida de contacto con los
lectores británicos se prolongará durante casi siete décadas hasta que se vuelve a
publicar Alone in Berlin en 2009 (Williams 2012: 277).

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Después de 1933, año en que también nace su hija Lore (Williams 2012:
196), en el período entre 1934 y 1943 publica un buen número de novelas: Wer
einmal aus dem Blechnapf frißt (1934), Wir hatten mal ein Kind (1934), Das Märchen vom
Stadtschreiber, der aufs Land flog (1935), Wolf unter Wölfen (1937), Der eiserne Gustav
(1938), Der ungeliebte Mann (1940) y Ein Mann will hinauf (1942-3)6. En este último
relato uno de los protagonistas principales, Karl Siebrecht, personifica la
perseverancia que tanto admira desde una edad muy temprana en la figura paterna.
Wilhelm Ditzen es una persona con unas metas muy definidas y después de haber
prestado servicio en un sinfín de instancias jurídicas, consigue un buen puesto en el
Tribunal Supremo de Leipzig. Esta constancia y gusto por el trabajo bien hecho se
refleja en el anhelo que Karl Siebrecht siente por prosperar y conseguir la conquista
de Berlín. Una vez más, se advierten las diferencias entre clases y los modos de vida
dispares: por un lado, la tranquila y holgada vida del señor von Senden en
Kurfürstendamm, y por otro, en comparación con la precaria existencia de los
Busch y de la señora Bromme en la Wiesenstrasse de Wedding. Por último, se
representa el período de posguerra, en el que el racionamiento de comida, la
pobreza y escasez de trabajo son habituales.

En medio de esta frenética producción literaria tienen lugar otros hechos que
marcan la vida del escritor, como por ejemplo la muerte de su padre en 1937,
enfermo de cáncer. Este triste suceso trae consigo un viaje a Leipzig en compañía
de Suse, a la que los padres han conocido por primera vez tres años antes. Allí
vuelve a encontrarse con su amigo Rowohlt, con el que hace tiempo no tiene
contacto. Esa semana se hace eterna para Rudolf, ya que le toca ocuparse del
entierro y de su madre y a la vez tiene que mantener el equilibrio y la compostura,
lo que le costará una nueva recaída una vez en casa (Williams 2012: 249-50).

Su matrimonio con Suse, con quien tiene un tercer hijo, Achim, también acaba
haciendo aguas debido a las infidelidades por parte de Rudolf, como por ejemplo


6 El título de esta obra aparece en ocasiones como Ein Mann will hinauf. V. Hans-Fallada-
Gesellschaft e.V. [http://www.fallada.de/index.php/de/] y Jenny Williams ([2002], 2012). Con
todo, en el marco de este trabajo nos acogemos al título Ein Mann will nach oben, publicado por
primera vez en la editorial Rowohlt (Reinbek, Hamburgo, 1970), pues la edición de 2012 con la
que trabajamos se basa en esta (v. igualmente la nota a pie 1).

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sus aventuras con Anneliese Benzin pero sobre todo con Ulla Losch, una mujer
mucho más joven que él, que a sus veinte años ya tiene una hija y que es
completamente el polo opuesto a su esposa. Ulla representa juventud, vitalidad y
diversión, algo que Rudolf anhela y por ello acaba trasladándose con ella a Feldberg
(Pomerania) (Williams 2012: 325). A pesar de sus escarceos amorosos, se dice que
Ditzen considera a Suse como a la compañera ideal, que no solamente le ha
aportado serenidad y fuerza, sino también con la única que consigue ser feliz. Con
todo, y a pesar de terminar su relación de forma amistosa, nunca llegan a retomarla.
Poco tiempo después de este conflicto, meses antes de su muerte en 1947, acaba de
escribir en un tiempo récord su obra Jeder stirbt für sich allein (1946), primera novela
antifascista de la posguerra. También este relato constituye un éxito rotundo, sobre
todo décadas más tarde cuando se vuelve a publicar y se venden millones de
ejemplares en varias lenguas (Williams 2012: 277). Una vez más, este libro presenta
varios aspectos biográficos como la muerte de su hermano Uli, personificado en
Ottochen Quangel (Williams 2012: 346). Otro aspecto llamativo es la forma tan
negativa que Ditzen tiene de caracterizar a la figura paterna en sus obras. Siempre
se trata de personas dadas a la mala vida, en su mayoría alcohólicos, o bien sujetos
egoístas y poco empáticos que apenas se han preocupado por sus hijos o por la vida
en familia. Una vez más nos hallamos, pues, ante la puesta en escena de una
realidad, ya que la relación entre el escritor y su progenitor fue siempre algo rígida
debido en parte al carácter autoritario de su padre, que se observa en los repetidos
intentos de encaminar a Rudolf hacia estudios que no le satisfacen. Quizá esa falta
de tacto y de empatía con su hijo es lo que lleva a Rudolf a crear una imagen de su
padre poco favorable, que después se dibuja en cada uno de sus relatos (Williams
2012: 81).

En realidad, el éxito de Hans Fallada radica tanto en su estilo narrativo como


en la autenticidad de sus diálogos, resultado de su sensibilidad literaria, aunque no
hay que pasar por alto que los temas tratados reflejan los problemas con los que se
identifica una parte de la sociedad alemana de antaño: la situación de necesidad y
pobreza de muchos ciudadanos de clase media y baja, la escasez de trabajo y la
opresión y el control que el régimen nazi ejerce en la población, por nombrar
algunos. Incluso Rudolf Ditzen se ve más de una vez envuelto en dificultades
económicas. Tiene que recurrir a la ayuda de sus padres (Williams 2012: 81) o bien

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a la de su amigo Rowohlt (Williams 2012: 88) para sobreponerse a las adversidades
y poder dedicarse de pleno a la actividad de escritor que tanto le llena y apasiona y
en la que se vuelca de pleno durante la mayor parte de su vida. Su existencia está
también marcada por los excesos con el alcohol y las drogas (Williams 2012: 77, 87,
99), que le hacen pasar por la cárcel (Williams 2012: 98) y por algunas clínicas
psiquiátricas (Williams 2012: 53) hasta el final de su vida. Así pues, la realidad de
Rudolf Ditzen no es muy diferente a la de otros, ya que las penurias económicas y
los casos de depresión o la inestabilidad emocional y el agotamiento crónico son
habituales en la época. Manifestamos que el autor es, junto con otros intelectuales
como Toller, Brecht, Kästner, Tucholsky y Benjamin, víctima de unas
circunstancias poco favorables y que podríamos tildar de desgraciadas, debido al
autoritarismo y fascismo en el que se ven abocados a vivir. Muchos de los episodios
de crisis nerviosas e intentos de suicidio, así como los encarcelamientos y estancias
en centros psiquiátricos dan testimonio de que Rudolf Ditzen no llevó una vida
fácil y de que el período en la que esta transcurre contribuye a agravar en más de
una ocasión su delicado estado emocional (Williams 2012: 14-5).

La vida y obra de Fallada han sido rememoradas en diferentes ocasiones y son


muchos sus admiradores; prueba de ello es el círculo de amigos establecido en
Feldberg en 1983. Dicho grupo colecciona ediciones inéditas, celebra con ahínco la
vida y obra del escritor y publica resultados de investigaciones interesantes, como
las indagaciones de Manfred Kuhnke –que aportan datos de la última etapa de la
vida del autor en Berlín– (Williams 2012: 12). El fin de la Guerra Fría trae consigo
un aumento de interés por la vida y obra de Fallada: en 1991 se construye la Hans-
Fallada-Gesellschaft y en 1993 se celebra el centenario de su nacimiento (Williams
2012: 15). En la actualidad, su obra ha vuelto a ocupar los primeros puestos en las
librerías, no solo en Alemania, sino también en otros países como España, donde
se ha traducido buena parte de la obra de Fallada tanto al catalán en Edicions de
1984 como al español en las editoriales Maeva y Seix Barral.

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1.2. Títulos de las obras principales y traducciones al español y catalán7

Título original Traducción ESP Traducción CAT

Der junge Goedeschal (1920)


Anton und Gerda (1923)
Bauern, Bonzen und Bomben (1931)
Kleiner Mann – was nun? (1932) Pequeño hombre, ¿y ahora qué? I ara què, homenet?
1.ª edición en la editorial Aufbau, 1954 (Maeva, 2009) (Edicions de 1984, 2009)
4.ª edición, 2012 Rosa Pilar Blanco Ramon Monton i Lara
Wer einmal aus dem Blechnapf frißt
(1934)
Wir hatten mal ein Kind (1934)
Das Märchen vom Stadtschreiber,
der aufs Land flog (1935)
Wizzel Kein, der Narr von
Schalkemaren (1935)
Altes Herz geht auf die Reise (1936)
Hoppelpoppel, wo du bist? (1936)
Llop entre llops
Wolf unter Wölfen (1937) (Edicions de 1984, 2012)
Ramon Monton i Lara
Der eiserne Gustav (1938)
Geschichten aus der Murkelei (1938)
Dies Herz, das Dir gehört (1939)
Kleiner Mann, großer Mann, alles
vertauscht (1940)
Der ungeliebte Mann (1940)
Damals bei uns daheim (1941)
Die Frauen und der Träumer (1942-3)
Ein Mann will hinauf (1953)
El hombre que quería llegar lejos L’home que volia arribar lluny
Ein Mann will nach oben Rowohlt
(Maeva, 2013) (Edicions de 1984, 2013)
Taschenbuch, 1970
Rosa Pilar Blanco Ramon Monton i Lara
1.ª edición en la editorial Aufbau, 2011
4.ª edición, 2012
Der Jungherr von Strammin (1943)
Heute bei uns zu Haus (1943)
El bebedor
Der Trinker (1944) (Seix Barral, 2012)
Christian Martí-Menzel
En mi país desconocido: diario de la
In meinem fremden Land: cárcel, 1944
Gefängnistagebuch (1944) (Seix Barral, 2012)
Christian Martí-Menzel


7 Los títulos en español y catalán se han extraído de <http://www.maeva.es>,
http://www.planetadelibros.com/editorial-seix-barral-9.html y <http://www.edicions1984.cat>.
Las fechas de publicación de los originales difieren en ocasiones según la fuente consultada. Con
todo, nos atenemos a lo expuesto en la Hans-Fallada-Gesellschaft e.V.

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Fridolin, der freche Dachs (1944)
Der Alpdruck (1946)
Jeder stirbt für sich allein (1946) Solo en Berlín Sol a Berlín
1.ª edición en la editorial Aufbau, 1947 (Maeva, 2011) (Edicions de 1984, 2011)
9.ª edición, 2011 Rosa Pilar Blanco Ramon Monton i Lara
Zwei zarte Lämmchen weiß wie
Schnee (1948)
Die Stunde, eh du schlafen gehst
(1954)
Das Frühwerk, zwei Bände:
Romane/Erzählungen (1993)
Drei Jahre kein Mensch (1993)
Strafgefangener Zelle 32 (1998)
Pechvogel und Glückskind (1998)

1.3. Novelas analizadas


El corpus de esta investigación lo compone una selección de diálogos
extraídos de tres novelas del escritor alemán Rudolph Wilhelm Ditzen (1893-1947),
conocido más bien por su alias Hans Fallada. Este novelista publica varias obras
que intentan reflejar la realidad de diferentes episodios de la historia alemana, y
pese a que todos sus personajes son inventados y nunca han existido –aunque están
inspirados en [su] la realidad–, logra crear en todo momento el escenario propicio
para trasladarnos a las diferentes épocas descritas y representar de esta manera
tanto las etapas de recesión como aquellas que esbozan el contexto de la Primera y
Segunda Guerras Mundiales. Con todo, a pesar de que los relatos tratan temas
oscuros, hay algo que siempre se repite: el principio que se abre con una escena
cotidiana y el final feliz en el que la esperanza queda dibujada en el horizonte.

Kleiner Mann – was nun?

Kleiner Mann – was nun? se publica en 1932, año en el que el escritor todavía
pertenece a la plantilla de la editorial Rowohlt, en la que está empleado a media
jornada y se encarga de la redacción de recensiones por el módico sueldo de 250
marcos (Manthey 2013: 85). Esta novela nos acerca a la vida de Johannes y Emma,
una pareja joven y entusiasta que nada más recibir la noticia de que esperan un hijo
emplean todas sus energías en prosperar y salir adelante por sus propios medios.
Sin embargo, no les resultará nada fácil labrarse un futuro triunfante, pues la
historia está ambientada en los últimos años de la República de Weimar, más

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exactamente entre 1930 y 1932, tiempo de fuerte crisis económica y por ende de
escasez de trabajo. El despido repentino de Johannes lleva a la pareja a trasladarse
de nuevo a Berlín, ciudad de la que habían salido para instalarse en un pequeño
pueblo de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, llamado Ducherow, y donde
Johannes Pinneberg había conseguido su primer trabajo. La situación de desempleo
obliga a la pareja a dejar su hogar en este municipio y a recurrir a la ayuda de la
madre del protagonista, pero una vez en la capital las cosas toman un giro
inesperado que turbará la esperanza de los jóvenes sobre su futuro. Al final, el
matrimonio reconoce que aquello que realmente importa es el amor y que, gracias a
este, podrán superar las contrariedades e inconvenientes que el futuro ponga en su
camino. Así, se trata de una publicación que obtiene el beneplácito de la sociedad
alemana de la época, al visualizarse en sus páginas los problemas con los que
millares de ciudadanos se encaran día a día: la elevada tasa de desocupación, las
estrecheces económicas y la abrumante tensión que se hace cada vez más
insoportable en el país, que apunta hacia un final desalentador y en 1933
desembocará en el Tercer Reich, bajo el mandato de Adolf Hitler.

Ein Mann will nach oben

Ein Mann will nach oben fue escrito en 1942 y 1943, aunque se publicó en
1953, es decir seis años después del fallecimiento del autor (Williams 2012: 379).
Este libro nos relata la historia de Karl Siebrecht, un joven que, tras quedarse
huérfano, decide abandonar su pueblo en 1919 para buscar un futuro mejor en la
capital. En el tren que lo lleva a Berlín conoce casualmente a Rieke Busch, una
adolescente con don de gentes y muy espabilada para su edad, que tiene a su cargo
a su hermana Tilda, la benjamina de la familia, y a su padre alcohólico. Ambos
congenian desde el primer momento y conversan de forma animada sobre las
aspiraciones y sueños por los que intentan luchar día a día en una ciudad que les
pondrá más de una traba. Rieke sueña con ser costurera, mientras que Karl tiene en
mente la conquista de Berlín, deseo que se va materializando poco a poco a lo largo
de la novela en la lucha continua para buscar un trabajo que satisfaga sus
expectativas y que le haga llegar lejos. El entramado de relaciones interpersonales se
va desarrollando a medida que avanza el relato, ya que se van sumando amigos
como Kalli, con el que fundará una empresa de transporte de equipajes después de

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haber perdido sus dos primeros empleos como albañil y delineante. Pero también
se cruzará en su vida algún que otro enemigo que contribuirá a la desilusión y
desesperación y a la más triste miseria económica. Posteriormente, el matrimonio
fallido con su amiga Rieke, el enamoramiento por su parte de una chica de clase alta
y las heridas de guerra, que casi le cuestan la vida en el frente, harán de él un
hombre más experimentado en los diversos ámbitos de la vida. Después de haber
pasado por numerosas dificultades y haberse visto abocados a más de un percance,
el destino llevará a los protagonistas por sendas muy distintas y cada uno acabará
encontrando su camino hacia la felicidad.

Jeder stirbt für sich allein

Jeder stirbt für sich allein fue la última novela del escritor, que además logró
escribir en un tiempo récord de veinticuatro días en 1946, concretamente, unos
meses antes de morir en febrero del año siguiente (Williams 2012: 345; Manthey
2013: 180). Este relato está inspirado en un hecho real que Fallada recoge de unas
actas de la Gestapo y narra las aventuras y desventuras de un matrimonio que se
opone al régimen nazi y se dedica a la distribución de postales por todo Berlín. El
hallazgo de estas tarjetas, cuyo contenido versa sobre el mal que está causando la
política de Hitler y su partido, será el detonante para que la policía emprenda una
acción de busca y captura contra los repartidores. Una noche desafortunada pone a
las fuerzas del orden sobre la pista de los Quangel, una pareja de obreros del barrio
de Prenzlauerberg, cuyo único objetivo es el de acabar con la persecución que está
sufriendo el pueblo judío y la guerra que ya tantas vidas se ha cobrado, incluso las
de jóvenes soldados alemanes –entre ellos, la de su hijo Otto– que no simpatizaban
con el régimen hitleriano. El registro policial, que tiene lugar en el piso del
matrimonio Quangel al cabo de dos años de haber estado repartiendo las papeletas
por los diferentes edificios de la ciudad, finaliza con los interrogatorios, la
detención, el paso por la cárcel y la posterior ejecución de Otto Quangel a manos
de un verdugo y con la muerte de Anna Quangel por la explosión de una bomba.
En medio de esta trama llena de acción y de intriga aparecen personajes
secundarios que cobran importancia en ciertas partes del relato, como por ejemplo
la cartera Eva Kluge, que se traslada a una zona rural para alejarse del fascismo
latente de la capital y que satisface su sueño de volver a formar una familia, después

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de haber perdido a la suya como consecuencia de los infortunios generados por la
guerra. Así pues, a pesar de tratarse de una novela pesimista, la escenificación final
en un paraje idílico en un día soleado deja lugar a un nuevo inicio lleno de
esperanza y con vistas a tiempos mejores.

1.4. Prosopografía: los traductores de Kleiner Mann – was nun?,


Ein Mann will nach oben y Jeder stirbt für sich allein8

A continuación, se presenta un breve apunte general sobre los dos


traductores de las novelas que sirven como corpus en este trabajo.

Rosa Pilar Blanco

Rosa Pilar Blanco, nacida en Madrid en 1952, es licenciada en filosofía y letras y


cuenta con una amplia trayectoría profesional que incluye la traducción de un sinfín
de autores de renombre como Petra Dunst-Benning, Cornelia Funke, Günter
Grass, Peter Härtling, Ludwig Hohl, Marie Luise Kaschnitz, Erich Kästner y
Christine Nöstlinger. Además, es traductora de la serie de libros infantiles Kika
Superbruja [en al. Hexe Lilli] del escritor alemán Ludger Jochmann, más conocido
como Knister. La madrileña fue galardonada, en 2004, con el prestigioso Premio de
Traducción de la Fundación Goethe por la traducción El jinete del dragón [en al.
Drachenreiter de Cornelia Funke, 1997], publicada en la editorial Siruela en 2002.
Algunas de sus traducciones en editoriales conocidas son: El camello de hojalata de
Ghazi Abdel-Qadir (Alfaguara infantil, serie naranja, 2005); Corazón de tinta (Círculo
de Lectores, S.A., 2006), ¡Apártate de Mississippi! (Siruela, 2006), Sangre de tinta
(Círculo de Lectores, S.A., 2005), Cuando Papá Noel cayó del cielo (Siruela, 2006) de
Cornelia Funke; Lena en el tejado (Alfaguara, 1999) y Algo pasa en la librería (Alfaguara,
2001) de Erich Kästner y Alemania: una unificación insensata de Günter Grass (El País:
Aguilar, 1990). En los últimos años ha traducido a la premio nobel de literatura
2009 Hertha Müller Todo lo que tengo lo llevo conmigo [en al. Atemschaukel, 2009], La casa
de la infancia de Marie Luise Kaschnitz (Editorial minúscula, 2009), Camino nocturno

8 Los datos expuestos en este epígrafe proceden de Letralia Tierra de Letras
[http://letralia.com/108/0428traduccion.htm] y de la Associació d’escriptors en llengua catalana
[http://www.escriptors.cat/autors/montonr/].

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de Ludwig Hohl (Editorial minúscula, 2010), La artesana de vidrio de Petra Dunst-
Benning (Maeva, 2014), así como algunas de las obras de Hans Fallada para la
editorial Maeva.

Ramon Monton i Lara

Ramon Monton i Lara, nacido en Sabadell en 1959, es traductor de varios idiomas y


también escritor. El catalán ha recibido varios premios entre los que destacan la
Crítica Serra d’Or en 2004 por la novela El nyèbit (Edicions Proa S.A., 2003), un
galardón que concede anualmente la revista Serra d’Or de la Abadía de Montserrat.
Además de haber traducido algunas novelas de Hans Fallada para Edicions de 1984
y de otros escritores reconocidos de la talla de Bertolt Brecht, Timbals a la nit
(Teatre complet I) y Santa Joana dels escorxadors (Teatre complet II, 2001), Robert
Walser, Els germans Tanner (Proa, 1999), Cornelia Funke, Els caçadors de fantasmes i la
columna de foc y Els caçadors de fantasmes corren perill ambas editadas en Estrella Polar en
2010 y Hertha Müller, L’home és un gran faisà en el món (Edicions Bromera, 2009) y En
terres baixes (Edicions de la Magrana, 2010), es autor de una recopilación de siete
cuentos: Inversemblances i fantasies, Els contes del llop, Històries d’amor i dissolució, El silenci
de les sirenes, La revolta dels moribunds, La pàtria dels coribants y L’encanteri, así como del
volumen de poesía en alemán Die Blumen sind blau.

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2. El lenguaje hablado y su recreación en la novela

2.1. La evocación de la oralidad

El término oralidad fingida9 –acuñado por Paul Goetsch en 1985– es un


hiperónimo bajo el que encuentran amparo una serie de manifestaciones lingüísticas
bautizadas con un sinfín de etiquetas tales como elementos, huellas y residuos orales
o bien simplemente como oralidad (1985: 202). Con este concepto, el anglista
alemán quiso aludir a los fenómenos de la oralidad que se encuentran en los textos
literarios cuya finalidad no es otra que la de conseguir evocar situaciones lo más
verosímiles posibles en un medio –el gráfico– que no es el propio para el
intercambio comunicativo inmediato y espontáneo. Se trata, pues, como dice
Brumme, de crear la «ilusión de autenticidad» (2012: 13). Para llegar a este fin, existe
un buen número de fenómenos heterogéneos entre los cuales se incluyen los
diálogos escritos, el estilo directo, el monólogo interior, la voz del narrador en
primera persona, así como múltiples formas de comunicación que ayudan a


9 Freunek (2007: 27) rechaza el uso del adjetivo fingiert [fingido] a la hora de describir fenómenos
orales en la literatura, ya que dicho vocablo puede llevar a asociaciones poco deseables como la
de «Vorspiegelung falscher Tatsachen» [simulación de hechos falsos] o incluso «Betrug» [engaño].
Sin embargo, tal y como dice Brumme (2012: 13) el Duden –y también el DWDS– incluye[n] la
acepción «erdichten/etwas frei erfinden», es decir [imaginarse/inventarse algo], que sería el
objetivo del escritor que utiliza ciertos elementos para evocar la oralidad en el texto escrito.
Freunek precisa además lo que entiende bajo fiktional [ficcional] y fiktiv [ficticio] en el marco de la
evocación de la oralidad. El primer concepto conlleva que algo sea «Teil einer nicht realen Welt»
[parte de un mundo irreal], mientras que el segundo supone que ese algo sea «erfunden, nicht
echt, künstlich erzeugt» [inventado, imitado, creación artificial]. A pesar de que fingiert y fiktiv son
próximos en algunas de sus acepciones, el primer término ha corrido peor suerte por poder
acarrear confusión debido a una cierta connotación negativa. Freunek acaba decantándose por el
término literarische Mündlichkeit (2007: 27-8) [oralidad literaria], puesto que su estudio se reduce al
análisis traductológico de obras de literatura alemana y rusa. Brumme (2012) opta por la voz
oralidad ficticia en su obra Traducir la voz ficticia, que comprendería también la representación del
habla fuera del ámbito literario, por ejemplo en el audiovisual. En el caso del análisis de los
diálogos de Hans Fallada podría hablarse tanto de fiktionale [ficcional], fiktive [ficticia] como también
de literarische Mündlichkeit [oralidad literaria]. Con todo, adoptamos en el marco de este trabajo el
término fiktive Mündlichkeit, o en su defecto oralidad ficticia, por ser este el más amplio y neutro.

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representar el discurso hablado, por ejemplo: la lengua coloquial, el dialecto10 o el
uso de algunas marcas diatópicas y diastráticas, el idiolecto, etc. (Goetsch 1985: 202;
Cadera 2002: 20; Brumme 2012: 14).
A pesar de que la oralidad ficticia está estrechamente ligada, incluso supeditada
a la oralidad cotidiana y real, no debemos considerar la primera como una copia o
reproducción perfecta de la segunda, sino que la realidad debe representar
únicamente un punto de referencia (Freunek 2007: 26). Por ello, estamos de
acuerdo con que «Mündlichkeit in geschriebenen Texten ist nie mehr sie selbst,
sondern stets fingiert und damit eine Komponente des Schreibstils und oft auch
der bewußten Schreibstrategie des jeweiligen Autors. Das heißt aber, die fingierte
Mündlichkeit läßt sich nicht allein nach Kriterien beschreiben und beurteilen, die
für mündliche Kommunikationssituationen in einer modernen Gesellschaft gelten
oder auf eine reine oral culture zutreffen mögen; vielmehr muß auch ihr Bezug zur
Schriftlichkeit gesehen und ihr Stellenwert als Bestandteil des geschriebenen Textes
gewürdigt werden» (Goetsch 1985: 202).11 Dicho esto, nos interesa conocer de
forma detallada los mecanismos lingüísticos, técnicas y procedimientos empleados
por Hans Fallada para ofrecer una imagen lo más certera posible de cómo ocurren
[o, más concretamente: ocurrían]12 los intercambios comunicativos y la manera en
que Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton los han vertido en sus respectivos TM.
Cabe destacar asimismo, la búsqueda de una visión objetiva característica de los
autores de la época –pertenecientes a la corriente de la Neue Sachlichkeit–, que
propugnaban «die Darstellung einer „objektiven” Wirklichkeit, die Behandlung der


10 En nuestro trabajo hablaremos de la presencia de marcas diatópicas y no de representación de un
dialecto, puesto que no tiene lugar ninguna reproducción sistemática, sino que simplemente se trata
de una selección de rasgos característicos que el escritor elige con fines específicos.
11 «La oralidad en los textos escritos nunca más vuelve a ser ella misma, sino que siempre será
fingida y, por consiguiente, un rasgo del estilo y a menudo también de la estrategia de expresión
desarrollada de forma consciente por el autor en cuestión. Esto quiere decir, por tanto, que no se
podrá ni describir ni evaluar la oralidad fingida sólo con los criterios que rigen las situaciones
comunicativas orales de la sociedad moderna o que sean válidos para una cultura puramente oral;
más bien se tendrá que tener en cuenta su relación con la escrituralidad y reconocer su
importancia como componente del texto escrito». [Traducción de Brumme 2012: 14]
12 La oralidad reflejada en las novelas de Hans Fallada es la de la primera mitad del siglo XX y
por ello debe tenerse en cuenta que ciertas formas lingüísticas han caído en desuso a día de hoy.

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zeitgenössischen Umwelt mit ihren sozialen und wirtschaftlichen Zuständen; sie
bevorzugten die Aussagemöglichkeiten einer tatsachenorientierten Literatur […]»
(Meyers Enzyklopädisches Lexikon [1976], 1980: 103).13 El diasistema propuesto
por Coseriu (1981), donde se recogen las diferencias internas que presenta una
lengua histórica, y el posterior desarrollo por parte de Koch y Oesterreicher (1985)
de una cuarta dimensión, en la que se esbozan las divergencias entre el lenguaje
hablado y el escrito, constituyen el marco propicio para describir de manera
pormenorizada los fenómenos y aspectos que crean una situación enunciativa. Esto
es antagónico a lo que ocurre en la oralidad auténtica, en la que son las
circunstancias y el contexto los que impulsan a emplear ciertas formas y usos
lingüísticos (Freunek 2007: 29). Así pues, queda claro que el proceso que lleva a
cabo Hans Fallada requiere una planificación, que se contrapone a la espontaneidad
que se le viene otorgando a un tipo de discurso como la conversación cotidiana.

En los diálogos de Hans Fallada se encuentran numerosas manifestaciones


lingüísticas que reflejan lo hablado, o en palabras de Koch y Oesterreicher: «la
inmediatez comunicativa» [Nähesprache] (1985). Así pues, pueden observarse, de
forma recurrente, características en todos los niveles lingüísticos: el pragmático-
textual, el sintáctico, el semántico y el fónico, que favorecen esa aproximación a la
conversación real gracias a una mímesis bastante fiel de esta por parte del autor.
Apuntaremos a modo de ejemplo a la presencia de fenómenos pragmático-textuales
como los marcadores –veremos en el epígrafe 5.1 lo que entendemos por este
término–; de rasgos sintácticos como anacolutos, frases o enunciados inacabados,
dislocaciones, faltas de concordancia y constructio ad sensum; de elementos semánticos
como el uso de palabras ómnibus, fraseologismos y metáforas; y por último de
aspectos fonéticos donde se hacen patentes las muestras de supresión de sonidos
(se evocan la aféresis, la síncopa y la apócope) o de pronunciaciones marcadas con
la ayuda de ciertos procedimientos gráficos.

Con todo, hay una serie de factores que difícilmente podrán reflejarse a la
perfección en un texto oral ficticio en el medio gráfico: la pronunciación y

13 «la representación de una realidad objetiva, el tratamiento del entorno contemporáneo y su
situación socioeconómica; [los escritores] preferían una literatura orientada hacia la objetividad
[…]». [Traducción propia]

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entonación, la mímica y la gesticulación, la posibilidad de formular preguntas
aclaratorias y un largo etcétera. Cortés Rodríguez afirma, por ejemplo, que «la
incorporación de lo coloquial en lo literario no se puede conseguir nunca con
autenticidad, [por lo que] [s]iempre se lleva a cabo una adaptación, que implica
simplificación o reducción y manipulación por parte del autor. [Esta manipulación
satisface una doble función: por un lado, intensifica el realismo de la ficción y por
otro, caracteriza a los personajes]» (1994: 38-9).

Los aspectos mencionados, sin embargo, no pueden ni deben pasarse por


alto debido a la relevancia contextual que tienen en el acto comunicativo. Así pues,
el autor de una novela deberá compensar los vacíos producidos por la
imposibilidad de trasladar al papel factores paralingüísticos –tal y como distintos
fenómenos prosódicos–, kinésicos –gestos, maneras y posturas– o bien proxémicos
–uso que los participantes hacen del espacio– mediante el empleo de ciertas técni-
cas (Portolés Lázaro 2004: 70-3). El escritor recurre, pues, a una mayor explicitud,
organización e integración textuales, así como a una orientación basada en las
convenciones establecidas del medio gráfico (Goetsch 1985: 207). Exponemos a
continuación algunas muestras que atestiguan la habilidad de Fallada para
compensar la falta de un contexto real en el que aparte de lo verbal entran en juego
elementos que no lo son, pero que ayudan a la interpretación de la interacción.

Observamos en (1) la descripción del modo de saludo entre suegro y nuera,


en el que Otto Quangel le tiende la mano a Trudel Baumann. Esto constituye un
aspecto kinésico, más concretamente una manera de llevar a cabo un gesto: dar la
mano es el modo de saludo más habitual en Alemania, incluso, en ocasiones, tal y
como se nos presenta aquí, entre familiares. Cabe tener en cuenta el aspecto
«temporal», ya que nos encontramos en 1940.

1) »Tag, Trudel«, sagt er und gibt ihr seine Hand, in die rasch und kräftig ihre warme,
mollige schlüpft.
»Tag, Vater«, antwortet sie. »Nun, was ist los bei euch zu Haus? Hat Muttchen mal
wieder Sehnsucht nach mir, oder hat Otto geschrieben? Ich will sehen, dass ich
möglichst bald mal bei euch reinschaue.«
(N3, DE, cap. 4, pág. 36)

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En el fragmento (2) pueden distinguirse varios aspectos paralingüísticos, kinésicos y
proxémicos. En cuanto a los primeros tenemos la manera –überrascht [sorprendida]–
en que Trudel pregunta a su suegro por qué la aparta de donde se encuentra o la
indicación de que esta produce un sonido –sie gibt einen Laut von sich [hace un ruido]–
tras leer el cartel en el que se comunica que tres hombres han sido ahorcados por
alta traición en la prisión de Plötzensee. Por lo que concierne a los segundos, nos
encontramos con los movimientos visuales –Quangels Blick fällt auf ein Plakat [la
mirada de Quangel cae sobre uno (un cartel)]–. Ya por último, el hecho de que Otto
Quangel toque a Trudel para retirarla de delante del cartel hacia un lado implica que
ambos están a poca distancia el uno del otro –ganz unwillkürlich hat er mit beiden
Händen die Trudel gefasst und sie so weit zur Seite gezogen [sin darse cuenta, agarra a Trudel con
las dos manos y la aparta hasta que ya no está delante del cartel]–.14

2) Diese Zusammenkunft der beiden findet in einem langen, zugigen Gange statt, dessen
getünchte Wände ganz vollgepflastert mit Plakaten sind. Unwillkürlich fällt Quangels
Blick auf ein Plakat, das schräg hinter Trudel hängt. Er liest ein paar Worte, die
fettgedruckte Überschrift: »Im Namen des deutschen Volkes«, dann drei Namen und:
»wurden wegen Landes und Hochverrates zum Tode durch den Strang verurteilt. Die
Hinrichtung wurde heute morgen in der Strafanstalt Plötzensee vollzogen.«
Ganz unwillkürlich hat er mit beiden Händen die Trudel gefasst und sie so weit
zur Seite gezogen, dass sie nicht mehr vor dem Plakat steht. »Wieso?«, hat sie erst
überrascht gefragt, dann sind ihre Augen dem Blick der seinen gefolgt, und sie liest
auch das Plakat. Sie gibt einen Laut von sich, der alles bedeuten kann: Protest gegen
das Gelesene, Ablehnung von Quangels Tun, Gleichgültigkeit, aber jedenfalls kehrt sie
nicht an den alten Platz zurück. Sie sagt und steckt den Kalender wieder in die Tasche:
»Heute Abend geht’s unmöglich, Vater, aber morgen werde ich gegen acht bei euch sein.«
(N3, DE, cap. 4, pág. 36-7)

En (3) volvemos a encontrarnos con un pasaje en el que se describen cambios en la


modulación de la voz, varios movimientos corporales y gestos, así como la relación
espacial existente entre los sujetos y de estos con el lugar en el que se desarrolla la
interacción. Los elementos paralingüísticos incluyen la manera que tiene Otto de
dirigirse a una Trudel desconsolada –und sagt, so sanft er kann [y dice lo más suavemente
que puede]–, el grito que el hombre profiere cuando escucha las palabras atroces de la

14 Las traducciones al castellano de lo indicado para el fragmento 2 y 3 son las de Rosa Pilar
Blanco (N3, ES, cap. 4, pág. 27/págs. 28-9).

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joven –ruft er erschrocken [exclama asustado]– o su susurro –murmelt er [murmulla]–
cuando comunica a Trudel que su prometido ha caído por culpa de los franceses.
En cambio, la manera en que Trudel se halla apoyada contra el cartel mientras llora
–nicht grade gegen dieses Plakat gelehnt [no debería llorar precisamente en ese cartel]–, la mirada
cuando clava los ojos en las palabras del cartel –einen Augenblick starrt sie die gedruckten
Worte verständnislos an [Durante un instante ella observa las palabras impresas sin
comprender]– o cuando agita la cabeza –sie schüttelt trotzig den Kopf [ella niega, tozuda, con
la cabeza]– así como la descripción de ciertos tipos de mirada –sie sieht ihn eindringlich
an [la muchacha le dirige una mirada penetrante]– serían elementos kinésicos. Una vez
más, como en el fragmento anterior, se muestra que ambos interlocutores están
cerca el uno del otro –fasst jetzt seine Hand fest in die ihre [mientras estrecha con fuerza la
mano de él entre las suyas]–.

3) Stattdessen starrt er wieder auf das Mädchen, über dessen Kopf »Im Namen des
deutschen Volkes« zu lesen ist. Nicht grade gegen dieses Plakat gelehnt, sollte sie
weinen. Er kann der Versuchung nicht widerstehen, er dreht ihre Schulter von der
Wand fort und sagt, so sanft er kann: »Komm, Trudel, nicht gegen dieses Plakat…«
Einen Augenblick starrt sie die gedruckten Worte verständnislos an. Ihr Auge ist
schon wieder trocken, ihre Schultern beben nicht mehr. Dann kommt wieder Leben in
ihren Blick, nicht das alte, frohe Leuchten, mit dem sie diesen Gang betreten, sondern
etwas dunkel Glühendes. Sie legt ihre Hand fest und doch zärtlich an die Stelle, wo das
Wort »gehängt« steht. »Ich werd nie vergessen, Vater«, sagt sie, »dass ich grade vor so
einem Plakat wegen Otto geheult habe. Vielleicht –ich möcht’s nicht –, aber vielleicht
wird auch mal mein Name auf so einem Wisch stehen.«
Sie starrt ihn an. Er hat das Gefühl, sie weiß nicht genau, was sie spricht. »Mädel!«, ruft
er erschrocken. »Besinn dich! Wie sollst du und solch ein Plakat … Du bist jung, das
ganze Leben liegt vor dir. Du wirst wieder lachen, du wirst Kinder haben …«
Sie schüttelt trotzig den Kopf. »Ich krieg keine Kinder, solange ich nicht bestimmt
weiß, sie werden mir nicht totgeschossen. Solange irgend so ein General sagen kann:
Marschier und krepier! Vater«, fährt sie fort und fasst jetzt seine Hand fest in die
ihre, »Vater, kannst du denn wirklich wie bisher weiterleben, jetzt, wo sie dir deinen
Otto totgeschossen haben?«
Sie sieht ihn eindringlich an, und wieder wehrt er sich gegen das Fremde, das in ihn
eindringt. »Die Franzosen«, murmelt er.
»Die Franzosen!«, ruft sie empört. »Redest du dich auf so was raus? Wer hat denn die
Franzosen überfallen? Na wer, Vater? Sag doch!«
(N3, DE, cap. 4, pág. 38-9)

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2.2. Variación

En el marco de este trabajo utilizaremos en ciertas ocasiones los términos


lenguaje y lengua como correspondientes entre sí en las tres lenguas de referencia.
Con todo, tenemos muy presente la disimilitud existente en las lenguas románicas
entre un sistema universal indeterminado denominado “langage, llenguatge,
lenguaje, etc.” y un sistema más restringido basado en símbolos lingüísticos que
recibe el nombre de “langue, llengua, lengua, etc.”.
Si observamos detenidamente algunas de las definiciones que ciertos
diccionarios –por ejemplo, el DWDS– nos ofrecen de lengua y sus equivalentes
(Sprache, langue, llengua, etc.),15 repararemos en seguida en la verosimilitud de lo
manifestado por Catford (1965: 83): «The concept of a ‘whole language’ is so vast
and heterogeneous that it is not operationally useful for many linguistic purposes,
descriptive, comparative, and pedagogical. It is therefore desirable to have a
framework of categories for the classification of ‘sub-languages’ or varieties within
a total language».16 El hecho de querer abarcar el estudio de varios marcadores
pragmáticos conversacionales que aparecen en diálogos entre hablantes de Berlín y
alrededores en situaciones cotidianas nos obliga a recurrir a la categorización
detallada de los subsistemas que engloba el término lengua y de los que cualquier
estudio descriptivo, contrastivo y traductológico suele tener cuenta.


15 Hemos buscado Sprache: «historisch entstandenes und sich entwickelndes System verbaler Zei-
chen, das einer bestimmten Einheit, Gliederung der menschlichen Gesellschaft als Kommuni-
kationsmittel sowie als Instrument des begrifflichen Denkens dient und das die Fixierung und
Speicherung des erworbenen Wissens ermöglicht» (DWDS, 1).
Según esta primera acepción vemos que se trata de un sistema de signos en desarrollo que sirve
como medio de comunicación igualmente que como instrumento para la verbalización del
pensamiento abstracto y que a la vez permite la fijación y el almacenamiento del conocimiento
adquirido. [Paráfrasis propia]
16 «El concepto de ‘whole language’ [lo traducimos por lengua] es tan amplio y heterogéneo que
no es apropiado para abordar la mayor parte de los propósitos lingüísticos, descriptivos,
comparativos y pedagógicos. Se requiere, por lo tanto, un marco de categorías apto para la
clasificación de sublenguas o variedades dentro de una lengua». [Traducción propia]

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2.2.1. Los tres niveles del lenguaje según Eugenio Coseriu

El lingüista rumano Eugenio Coseriu habla de la existencia de tres niveles del


lenguaje: el universal, el histórico y el individual. Este erudito parte de una definición
propia de lenguaje «actividad humana universal que se realiza individualmente, pero
siempre según técnicas históricamente determinadas (“lenguas”)» con el propósito de
delimitar las tres categorías que conforman y sirven para la descripción de este
concepto. Así pues, todo ser humano17 habla (nivel universal) y lo hace de forma
individual, incluso cuando dialoga. Además, el lenguaje «se presenta siempre como
históricamente determinado: como “lengua” (español, italiano, francés, alemán, etc.);
[es decir] no hay hablar que no sea hablar una lengua» (1981: 269).

Peter Koch y Wulf Oesterreicher ([1990], 2007: 23-4) recogen esta clasifica-
ción en tres niveles de manera más sintética y ordenada. El primero de todos, el
universal, que como ya se ha mencionado tiene que ver con la capacidad del habla,
incluiría operaciones lingüísticas como la referencialización (referirse lingüísticamente
a algún objeto), la predicación (decir algo sobre ese objeto), la orientación deíctica (situar
nuestros enunciados en el espacio y tiempo), la contextualización (insertar nuestros
enunciados en contextos) y la finalización (otorgar sentido a nuestros enunciados en
el marco de objetivos o fines pragmáticos). Por lo que respecta al segundo, nos
encontramos con el nivel histórico, que engloba dos aspectos: en primer lugar,
tenemos las lenguas individuales como técnicas históricas y sistemas de normas
junto con sus diferentes variedades y en segundo lugar, las tradiciones discursivas,
independientes de las lenguas históricas particulares, y que, en principio, pueden ser
puestas en práctica en diferentes comunidades lingüísticas. Entre estas se
encontrarían los géneros, las formas de interacción conversacional y los estilos, a


17 Coseriu hace una especificación en cuanto a la capacidad de hablar y puntualiza que «todos los
seres humanos adultos y normales hablan» (1981: 269). Nos parece esta una generalización,
puesto que también los niños y las personas deficientes son habitualmente capaces de
comunicarse. Por ello, omitimos ambos adjetivos en las líneas presentadas.

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modo de ejemplo. El último de todos los niveles es el individual o actual que atañe
a la enunciación particular y única en el hic et nunc.18

2.2.1.1. El continuo hablado – escrito en el nivel universal

Ludwig Söll puso punto y final a las observaciones que profesaban una
dicotomía férrea entre la lengua hablada y la lengua escrita. Este romanista alemán
introduce, en 1974, dos conceptos de suma importancia –el de medio y el de
concepción– que acaban con las paradojas suscitadas por la observación de ciertas
expresiones cuya configuración lingüística no se ajusta a los patrones tradicionales
que la comunidad lingüística tiene en mente de la oralidad o de la escrituralidad. A
modo de ejemplo, se podría nombrar la carta informal o la oración fúnebre, que
citamos a partir de lo expuesto en Koch y Oesterreicher (2007: 20), porque se
puede ilustrar con muestras que aparecen en las novelas de Fallada. Por un lado, la
carta que Corderita escribe a Mia Pinneberg para darle la noticia de que ha
contraído matrimonio con su hijo presenta una serie de rasgos que nos hacen
pensar en el género de la carta, cuya concepción es hablada, y en la narración oral
que podría tener lugar entre dos personas allegadas. Prueba de ello son: el
encabezado de cercanía con la fórmula –Liebe X [Querida X]– y el énfasis puesto
en el saludo con el signo exclamativo [!], la revelación de un apodo que refleja
afecto –Lämmchen [Corderita]–, el uso de hipocorísticos –Hannes–, la información
redundante y repetición de palabras –glücklich und zufrieden, und würden ganz glücklich
sein [...] [felices y satisfechos, y nos encantaría que se alegrase]– y también la presencia de
enunciados que verbalizan sentimientos y opiniones –was uns nicht so gefällt [lo que
no nos entusiasma demasiado] (N1, DE, cap. 15, pág. 118)/(N1, ES, cap. 15, pág. 80)–
. Por otro, la fórmula fúnebre –Asche zu Asche! Erde zu Erde! Staub zu Staub! [¡La
ceniza a la ceniza! ¡La tierra a la tierra! ¡El polvo al polvo!] (N2, DE, cap. 1, pág.
9)/(N2, ES, cap. 1, pág. 11)– que el pastor pronuncia durante el entierro del padre


18 Utilizamos en el epígrafe 2.2.1 y en los posteriores la terminología de Lengua hablada en la
Romania: español, francés, italiano (López Serena 2007: 23-4, traducción española del libro Gesprochene
Sprache in der Romania: Französisch, Italienisch, Spanisch, Koch y Oesterreicher, 1990).

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de Karl Siebrecht guarda un carácter poético que recuerda a algunos versículos
bíblicos.19

En primer lugar cabe especificar qué se entiende por «medio» y por


«concepción». El primero de los conceptos atañe al espacio donde se materializa el
mensaje transmitido, que puede ser fónico o gráfico, mientras que el segundo hace
referencia «a la configuración lingüística de la expresión» (Koch y Oesterreicher
2007: 21), que a su vez se desdobla en hablada y escrita. De esta diferenciación dual
surgen cuatro posibilidades tal y como se puede ver en la ilustración facilitada en
Koch y Oesterreicher y que nosotros elegimos adaptar al marco de nuestra
investigación (v. FIGURA 1).


19 Indicamos algunos de estos pasajes bíblicos en alemán y la referencia tanto en esta lengua
como en español.
1) Im Schweiße deines Angesichts / sollst du dein Brot essen, / bis du zurückkehrst zum
Ackerboden; / von ihm bist du ja genommen. / Denn Staub bist du, zum Staub musst du
zurück (Genesis, Der Fall des Menschen 3, 19, Die Bibel, Verlag Herder [1980], 2013: 7) [Génesis,
La caída 3,19, Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer [1975], 1976: 8].
2) Du lässt die Menschen zurückkehren zum Staub / und sprichst: „Kommt wieder, ihr
Menschen!“ (Psalm, Der ewige Gott – der vergängliche Mensch 90, 3, Die Bibel, Verlag Herder
[1980], 2013: 659) [Salmos 90, Fragilidad del hombre 90, 3, Biblia de Jerusalén, Desclée de
Brouwer [1975], 1976: 778].
3) Denn er weiß, was wir für Gebilde sind: / er denkt daran: Wir sind nur Staub (Psalm, Ein
Loblied auf den gütigen und verzeihenden Gott 103, 14, Die Bibel, Verlag Herder [1980], 2013: 664)
[Salmos 103, Dios es amor 103, 14, Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer [1975], 1976: 788].
4) Beide gehen an ein und denselben Ort. Beide sind aus Staub entstanden, beide kehren zum
Staub zurück (Kohelet, Die Übel der Welt 3, 20, Die Bibel, Verlag Herder [1980], 2013: 719)
[Eclesiastés, La muerte 3, 20, Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer [1975], 1976: 876].

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FIGURA 1: Oralidad y escrituralidad – concepcional y medial (Adaptación de lo expuesto en
Koch y Oesterreicher 2007: 21 y Schwitalla [1997], 2012: 20)20

Así pues, la combinación de medio y concepción ofrece según esta figura cuatro
posibilidades, a pesar de que como es lógico existen ciertas afinidades que son
indiscutibles: por un lado, entre hablado y fónico (conversación en un café) y por
otro, entre escrito y gráfico (tesis doctoral). Sin embargo, pueden darse igualmente
las combinaciones hablado y gráfico (reproducción de diálogos en una novela) y
escrito y fónico (guión de un monólogo de humor). Además, cabe aclarar que la
línea que separa el código gráfico y el código fónico representa una división estricta,
mientras que la línea discontinua encarna un continuo que se da entre lo hablado y
lo escrito, cuyos polos son la inmediatez comunicativa y la distancia comunicativa.

A lo largo de este continuo se situarían todo tipo de manifestaciones


lingüísticas que encuentran su lugar en un punto más o menos cercano a la
distancia o la inmediatez comunicativas, a tenor de las condiciones comunicativas
que se den en un contexto determinado y que a su vez este favorezca. Koch y
Oesterreicher enumeran una decena de parámetros a partir de los que se puede
caracterizar cualquier manifestación lingüística y situarla en el continuo
concepcional entre inmediatez comunicativa y distancia comunicativa: 1) el grado
público o privado de la comunicación, 2) el grado de familiaridad entre los

20 Adaptamos la propuesta que aparece en Koch y Oesterreicher a nuestras lenguas de trabajo:
alemán, español y catalán. Retomamos el ejemplo de los tratadistas alemanes para el español y el
expuesto en Schwitalla para el alemán. El catalán es nuestro.

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interlocutores, 3) el grado de implicación emocional, 4) el grado de anclaje en la
situación o en la acción, 5) el campo referencial, 6) la inmediatez física de los
interlocutores, 7) el grado de cooperación, 8) el grado de dialogicidad, 9) el grado
de espontaneidad y 10) el grado de fijación temática (2007: 26-7).
Estas variables que sirven para identificar una manifestación lingüística son
de naturaleza gradual a excepción de (6), puesto que el sentido espacial y temporal
solo puede entenderse en términos de inmediatez o distancia física. Los diálogos
que se presentan en los capítulos de las novelas analizadas son un reflejo de la
inmediatez comunicativa tal y como puede observarse en la siguiente muestra (1)
cuyas peculiaridades analizamos a continuación: el fragmento presenta la
interacción que tiene lugar entre una pareja, Johannes Pinneberg y Emma
Mörschel, que se encuentra delante de la consulta de un ginécologo con el que
tienen una cita. La comunicación es de carácter privado y el grado de familiaridad
entre ambos así como el de implicación emocional son elevados. El uso de un
saludo informal como Tag, de la partícula modal ja, que «weist auf Bekanntes hin»
(Duden, 3a) [hace referencia al conocimiento compartido], así como el marcador
siehst du, que apela al interlocutor y que muestra que el hablante desea hacerle ver
que estaba en lo cierto o tenía razón sobre un asunto o hecho, ponen de manifiesto
la confianza que los hablantes se profesan el uno al otro y la expresividad
exteriorizada fruto de la afectividad. El grado de anclaje y el campo referencial giran
en torno a la consulta del médico, los pacientes que no han dejado de entrar al
portal donde esta se encuentra y la inminente visita ginecológica. Por último, la
interacción cara a cara descrita propicia un alto grado de cooperación, lo que
conlleva a que esta constelación lingüística tenga carácter dialógico espontáneo y
libertad temática.

1) »Tag, Junge. Es ging wirklich nicht eher. Böse?«


»Keine Spur. Nur, wir werden endlos sitzen müssen. Es sind mindestens dreißig
Leute reingegangen, seit ich warte.«
»Sie werden ja nicht alle zum Doktor gegangen sein. Und dann sind wir ja
angemeldet.«
»Siehst du, daß es richtig war, daß wir uns angemeldet haben!«
(N1, DE, cap.1, pág. 8)

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Por lo que concierne a las estrategias de verbalización, que también se recogen en la
FIGURA 2, debe tenerse en cuenta la importancia de una buena contextualización
extralingüística en el texto escrito, puesto que es imprescindible para dibujar una
situación lo más verosímil posible a falta de los elementos paralingüísticos,
kinésicos y proxémicos reales, comentados en (2.1). Así pues, existe toda una
planificación por parte del escritor en cuanto a técnicas descriptivas y narrativas
debido a la distancia y, por ende, no presencia inmediata de los lectores. No
obstante, intenta transmitirse, por otro lado, la cercanía típica de la lengua oral con
recursos que delatan un escaso grado de planificación (anacolutos, parataxis, elipsis,
dislocaciones, suspensiones, etc.) y una configuración discursiva extensiva, lineal y
agregativa.

FIGURA 2: Medio y concepción. Continuo entre inmediatez y distancia comunicativas y perfil


concepcional de algunas formas comunicativas (Koch y Oesterreicher 2007: 34)

2.2.1.2. El nivel histórico y la perspectiva intralingüística

Tanto Coseriu como Koch y Oesterreicher parten del hecho de que el habla
se materializa en la forma de lenguas históricas –«lengua que se ha constituido
históricamente como unidad ideal e identificada como tal por sus propios hablantes
y por los hablantes de otras lenguas, comúnmente mediante un adjetivo “propio”:

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lengua española» (Coseriu 1981: 302).–, y esto, junto con el cambio lingüístico, es la
expresión más clara de la historicidad del lenguaje humano. La historicidad del
lenguaje presenta tanto una perspectiva externa, que queda patente en la diversidad
de lenguas históricas, como una interna o intralingüística que se desglosa en tres
dimensiones: la diatópica, la diastrática y la diafásica (Coseriu 1981: 302-3; Koch y
Oesterreicher 2007: 36-7).21 La variación diatópica atiende a un criterio espacial,
mediante el cual se establecen diferencias entre las diversas variedades habladas que
se dan en el continuo de un sistema lingüístico. En cuanto a la variación diastrática,
quedarían contempladas aquellas diferencias que tienen que ver con la pertenencia a
grupos y estratos sociales específicos, mientras que aquella diafásica está
relacionada con el uso de la lengua que se hace o debe hacer en situaciones
determinadas –registro– (2007: 36-7). El conjunto de estas tres variedades resulta
en «un sistema estructurado de tradiciones y normas lingüísticas, un diasistema»
(2007: 37). Koch y Oesterreicher manifiestan la carencia que se daría en el «espacio
variacional idiomático de una lengua histórica» (2007: 37) de no incluirse en esta
diasistemática la diferencia entre oralidad y escrituralidad. De hecho, existen
manifestaciones lingüísticas no marcadas que se situarían a lo largo del continuo
que se establece entre la distancia y la inmediatez comunicativas.22 Así pues, los dos
alemanes no vacilan en considerar la manifestación histórico-idiomática del
continuo entre inmediatez y distancia comunicativas como la cúspide o eje central
de este diasistema variacional. Por otro lado, entre las diferentes dimensiones
mencionadas se producen conexiones en una única dirección, con lo cual «en la
sincronía, lo diatópico puede funcionar como diastrático y lo diastrático como
diafásico, pero no a la inversa» (2007: 38). De estas palabras se deduce que «una
expresión dialectalmente muy marcada de un hablante [puede tildarse de]

21 Los dos primeros términos –diatópico y diastrático– fueron propuestos en 1951 por el lingüista
noruego Leiv Flydal en «Remarques sur certains rapports entre le style et l’état de langue», Norsk
Tidsskrift for Sprogvidenskap, 16, págs. 240-257. Así lo señala Coseriu en una nota a pie en la página
303 de Lecciones de lingüística general, que adopta estos dos términos el año 1957 añadiendo a su vez
diafásico para referirse a las diferencias que conciernen al estilo de la lengua.
22 Koch y Oesterreicher aportan un ejemplo con el objetivo de ilustrar lo aquí expuesto. La
«oración segmentada» (no lo he leído) no presenta ninguna marca diatópica, ni diastrática ni
tampoco diafásica; esta podría calificarse únicamente de manifestación típica de la lengua hablada
(2007: 37).

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diastráticamente baja [y esta, a su vez, podría] ser empleada por hablantes de
procedencia social muy diversa en una situación relajada e informal [o en otro
orden de palabras], diafásicamente baja» (2007: 38). Cabe añadir además, que las
«constelaciones comunicativas inmediatas» o dicho de otra manera, las
manifestaciones lingüísticas, que reflejan la inmediatez en la lengua, favorecen la
aparición de fenómenos lingüísticos marcados en contraposición a lo que ocurre en
la lengua de la distancia (Koch y Oesterreicher 2007: 153). V. la FIGURA 3

  D
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HVHQFLDO LQPHGLDWH]  GLVWDQFLD
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   E
(67$786 µLQPHGLDWH]¶  µGLVWDQFLD¶

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EDMR GLDIiVLFDPHQWH DOWR ',$6,67(
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 EDMR GLDVWUiWLFDPHQWH DOWR PDUFDGR

 
 IXHUWH GLDWySLFDPHQWH GpELO 

  

FIGURA 3: El espacio variacional histórico-idiomático entre inmediatez y distancia


comunicativas (Koch y Oesterreicher 2007: 39). Consúltese también Coseriu (1980).

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3. La lengua en las obras de Hans Fallada
En los capítulos de las tres novelas analizadas encontramos diálogos que
tienen lugar entre personajes que utilizan la lengua coloquial para describir
situaciones que atañen a sus vidas privadas y que reflejan interacciones con una
fuerte carga emotiva y, en ocasiones, afectiva. El empleo de manifestaciones
lingüísticas que recrean la inmediatez comunicativa es muy frecuente por parte de
Hans Fallada. Aparte de evocar este registro de habla en un tipo de discurso –la
conversación espontánea–, también proyecta, de vez en cuando y en algunas
novelas más que en otras, una lengua con marcas diatópicas cuyo empleo tiene
varias funciones, que veremos con más atención en lo que sigue.

3.1. La presencia de la variación intralingüística en las novelas


de Hans Fallada

3.1.1. La reproducción de marcas diatópicas para evocar la identidad


de un personaje

Die Sprache ist ein Spiegel einer Nation; wenn wir in diesen Spiegel schauen, so kommt ein großes, treffliches Bild
von uns selbst daraus entgegen.
Friedrich von Schiller23

Los diálogos que analizamos en las tres novelas tienen lugar principalmente
entre berlineses oriundos de varios distritos populares: Wedding, Prenzlauerberg y
Friedrichshain; así como entre habitantes de la población alemana de Ducherow,
situada en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. El lingüista
Helmut Schönfeld ilustra en su trabajo Berlinisch heute: Kompetenz – Verwendung –
Bewertung (2001: 13-17) la situación social de la urbe en diferentes etapas, la primera
de las cuales comprende hasta 1945; precisamente, las tramas de nuestros tres
relatos se desarrollan en un espacio temporal que engloba gran parte de la primera
mitad del siglo XX.


23 «La lengua es el espejo de una nación; cuando miramos en este espejo, aparece una imagen
grande y perfecta de nosotros mismos». [Traducción propia]

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En el primer apartado de su estudio Schönfeld destaca que Berlín llegó a su
auge en la segunda mitad del siglo XIX, más concretamente a partir de 1871,24 año
en que se convirtió en capital del Imperio Alemán y con ello en un centro
industrial, cultural e intelectual y que fue durante esa época en la que la población
sufrió cambios importantes en cuanto a su estructura, esencialmente por la gran
afluencia de personas procedentes de zonas rurales que se asentaron en bloques de
viviendas y edificios traseros de las zonas más desfavorecidas de la ciudad. Así
pues, encontramos a partir de dicha fecha un Berlín variopinto, marcado por
desigualdades socioeconómicas e impregnado por la diversidad de la procedencia
de sus gentes. No es de extrañar el contraste de zonas principalmente obreras con
otras ocupadas exclusivamente por la burguesía del momento, que residía en
mansiones que todavía hoy existen en áreas como Dahlem, Zehlendorf o
Grunewald. También en el mismo corazón de Berlín conviven a lo largo de esta
época personas con diferente poder adquisitivo, algo que se puede discernir
fácilmente por la localización de su vivienda. Por lo tanto, estaba marcado
socialmente si una persona residía en los pisos de la parte delantera o bien trasera
de los edificios, o si estos daban a las calles principales o secundarias (Schönfeld
2001: 13-4).

En N2 se observa la caracterización peyorativa del edificio de la


Wiesenstrasse, donde está ubicada la vivienda de los Busch, así como la
comparación de esta última con la situación “privilegiada”25 del domicilio de la
señora Bromme.26 Esta percepción se consigue tanto gracias a la descripción y
narración minuciosas como también a partir de los diálogos de los personajes. Las
ilusiones y expectativas de Karl Siebrecht, un muchacho de dieciséis años
procedente de la comarca de Uckermark, parecen desvanecerse cuando llega a un


24 Schönfeld (2001: 13). También Schulze ([2001], 2013: 155-165) dedica un capítulo de su libro
Breve historia de Alemania a presentar la época comprendida entre 1871 y 1890.
25 Escribimos “privilegiada” entre comillas, porque es únicamente la percepción de Rieke Busch
debido a que el patio de la señora Bromme es más espacioso y soleado. Con todo, no deja de
tratarse de un piso situado en la parte trasera del inmueble (al. Hinterhaus).
26 Este personaje se introduce con el nombre die Brommen (cap.7, pág. 49), aunque aparece en
ocasiones como die Bromme (cap.7, pág. 50, cap. 10, pág 72). Optamos por la segunda manera a la
hora de escribir el apellido de la mujer tal y como Rosa Pilar Blanco hace en su traducción.

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Berlín oscuro, lleno de humo y de hollín. Esta sensación de desazón aumenta
todavía más cuando tiene que subir sus maletas y las cestas de Rieke al quinto piso
de la Wiesenstrasse, pues se muestran las zonas comunes de un inmueble de la
parte trasera emplazado en un entorno hostil, sucio y que desprende un hedor
intenso. La rica adjetivación negativa [dunkel, eng, riechend, trostlos, vertreten,
beschmutzt y scheußlich]27 y el uso del verbo schaudern [esp. temblar, sentir escalofríos]
transmiten las pésimas condiciones en las que se halla el espacio descrito (v. 1).
En otro de los pasajes (v. 2), esta vez dialógico, Rieke hace alusión a la buena
disposición del edificio de Bromme. La reacción de Karl es de sorpresa, pues el
mal olor impera y las escaleras tienen el mismo aspecto cochambroso que donde
viven los Busch. Sin embargo, Rieke realza la amplitud del patio al que da el piso
de la mujer, que hospedará al muchacho durante unos días, y habla del sol y la luz
que tiene durante los meses de verano al igual que del aire que le llega para
ventilar la casa.

1) Es ging über zwei, drei dunkle Höfe, einer schien immer enger, riechender,
trostloser als der andere. Karl schauderte. Dann ging es eine enge Treppe hoch, eine
so vertretene, beschmutzte Treppe mit so scheußlicher Luft, daß es unbegreiflich
schien, wie die offene, zungenförmige blaue Gasflamme in dieser Luft überhaupt
brennen konnte. Türen über Türen, Gänge über Gänge, Lärm, Sprechen, Poltern,
Töpfegeklapper. Frauen, die schweigend und, wie es Karl Siebrecht vorkam, mit
feindlichen Augen den Korb an sich vorbeiließen. Immer höher hinauf, immer höher.
Und die Luft wurde immer schlimmer.
(N2, DE, cap. 6, pág. 41)

2) Sie gingen über zwei Höfe zurück, dann in ein Quergebäude und fingen wieder an,
Stufen zu erklettern.
»De Brommen hat’s jut, die hat ’ne feine Wohnung«, sagte Rieke. »Ick dachte
schon, ick könnte mit Vata’n und Tilda bei ihr ziehen. Na, wieder mal nischt!«
»Aber es riecht hier genauso, und die Treppen sind genauso scheußlich wie bei
euch!«
»Aber der Hof, Karl! Haste nich uff’n Hof jeachtet?«


27 Traducimos los adjetivos negativos tal y como aparecen en el DRAE: oscuro, angosto, maloliente,
desolador, desgastado, sucio y viciado. Los cuatro primeros y el último coinciden con la traducción al
español de Rosa Pilar Blanco (cap. 6, pág. 41), pero no vertreten [desgastado] y beschmutzt [sucio] por
omisión en el TM.

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»Der Hof? Der ist genauso düster wie bei euch.«
»Du hast ’nen Blick, Karl, dir sollten se zum Baurat machen – for Arbeeterwohnungen!
Der Hof hier is fast doppelt so jroß wie unserer! Wenn de Brommen de Fenster
uffmacht, kriegt se Luft, ick bloß Gestank, und sie hat im Sommer Sonne, ick nie!«
(N2, DE, cap. 7, pág. 49)

Algo similar puede verse en N3 cuando se introduce a un nuevo vecino de la


Jablonskistrasse 55, Emil Barkhausen, que es descrito como Schwätzer, Garnichts y
Rumsteher.28 Esta serie de atributos poco favorables concluye poco después con la
presentación de la situación de su domicilio (v. 3), que lo destapa como a un
desgraciado y poco más que un muerto de hambre. Otra vez, se presenta la parte
trasera del edificio y en esta ocasión incluso se dramatiza todavía más la situación,
ya que se ubica a la familia del susodicho en un sótano. Además, la repetición
mediante sinónimos (v. subrayado en 3) sirve para personificar negativamente el
entorno de Barkhausen y se evidencia igualmente en el mismo enunciado el mal
concepto que las personas tenían de aquellos que vivían en habitáculos que no
daban a la calle –...nur wegen der Leute ist es ihm manchmal peinlich–.29

3) [...] Er möchte doch nicht gerne, dass ihn jemand hier im Vorderhaus sähe, er selbst
wohnt im Hinterhaus, was sich Gartenhaus schimpft, im Souterrain, hat also zu gut
deutsch eine Kellerwohnung.30 Ihn selbst stört das nicht, nur wegen der Leute ist es
ihm manchmal peinlich.
(N3, DE, cap. 3, pág. 29)

En contraposición a lo expuesto, en la N2 puede verse también la opinión que la


mención de ciertas zonas céntricas y burguesas, como la Kurfürstenstrasse,
merecen a algunos berlineses de procedencia humilde. El enunciado (4)
pronunciado por la señora Bromme ilustra su concepción de la Kurfürstenstrasse,
donde en su opinión a Karl no se le ha perdido nada. La posterior mención de la


28 Nos atenemos a la traducción de Rosa Pilar Blanco: chismoso, don nadie e inútil (N3, ES, cap. 3,
pág. 18).
29 En la traducción de Rosa Pilar Blanco: aunque a veces le resulta penoso por la gente (N3, ES, cap. 3,
pág. 21).
30 Recurrimos aquí también a la traducción al español: él vive en el edificio de atrás, en lo que se
denomina despectivamente la caseta, en el sótano, o sea, para decirlo sin rodeos, que vive en una cueva (N3, ES,
cap. 3, pág. 21).

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vivienda del señor von Senden (5) nos muestra una existencia acomodada y sin
preocupaciones que hasta ahora no se había observado en la novela.

4) »Ich soll um vier bei einem Herrn in der Kurfürstenstraße sein«, lenkte Karl Siebrecht ab.
»In der Kurfürstenstraße? Det is ja der feine Westen! Da würde ick nich hinjehen, det
ist doch nischt für unsereinen! Bleibe im Lande und nähre dich redlich!«31
(N2, DE, cap. 10, pág. 72)

La adjetivación positiva, la presencia de objetos así como la distribución y los


espacios del inmueble que denotan opulencia, además de los olores procedentes del
ganso cocinado son signos que delatan unas condiciones de vida inmejorables en el
Berlín de 1909.

5) Karl Siebrecht machte den Mund weit auf und schluckte mehrmals hintereinander
beträchtliche Mengen Luft, bekanntlich ein unfehlbares Mittel gegen solche Rebellion
des Magens. Aber der noch immer spürbare Enten-Gänsebraten-Geruch erwies sich als
stärker: der Magen knurrte fort. Er knurrte auch weiter, als die Tür aufging und ein
grünlivrierter Knabe den Besucher von oben bis unten musterte, dann ziemlich
unverschämt sagte: »Mitkommen!« und den Karl Siebrecht erst durch die duftende
Küche führte – das Knurren nahm bedrohliche Formen an –, dann durch einen langen
Gang, in dem Schritte und Knurren hohl widerhallten, dann durch ein strahlend
erhelltes Riesenzimmer – das Eßzimmer, das Berliner Zimmer –, in dem eine
Dame mit einem Riesenhut mit zwei Riesenpleureusen einsam am endlosen,
weißgedeckten Tisch saß und etwas Braungebratenes vom Teller aß – oh, dieses
Knurren! –, und ihn schließlich in ein wiederum großes, aber dämmriges Zimmer
brachte, in dem der Herr von Senden in einen Sessel gegossen lag, angestrahlt vom
rötlichen Gasfeuer im falschen Kamin, die Füße in braunen knöpfbaren Halbschuhen
auf dem Kamingitter.2132
(N2, DE, cap. 11, pág. 74)


31 –A las cuatro tengo que visitar a un caballero en Kurfürstenstrasse –informó Karl Siebrecht
desviando la conversación.
–¿En Kurfürstenstrasse? ¡Eso está en el oeste finolis! Yo que tú no iría, eso no es pa gente como
nosotros. Quéate en el campo y gánate el pan honradamente (N2, ES, cap. 10, pág. 68).
32 Las traducciones al español en el recuadro son de Rosa Pilar Blanco (N2, ES, cap. 11, pág. 69-
70).

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Adjetivos –strahlend erhelltes [Riesenzimmer]
[habitación gigantesca] dotada de una iluminación resplandeciente
–großes [Zimmer]
[habitación] grande
Partes y –das Berliner Zimmer
objetos de la la sala berlinesa [N. de Rosa Pilar Blanco, cap. 11, pág. 69: peculiaridad de los
vivienda edificios burgueses de Berlín en el siglo XIX y principios del XX].
–Sessel
sillón
–Kamingitter
guardafuego

Como bien apunta Schönfeld: «Diese sozialökonomischen Unterschiede wirkten


sich auch sprachlich aus. Wie in anderen Großstädten gab es vor 1945 auch in
Berlin Stadtteile, in denen vorwiegend die ärmsten Bevölkerungsgruppen lebten.
Diese beherrschten gewöhnlich nur das ausgeprägte Berlinisch» (2001: 13-4).33 Esta
situación queda recogida en las obras de Fallada, donde la lengua coloquial de
algunos personajes está también muchas veces marcada diatópicamente y presenta
rasgos característicos del habla del área de Berlín y alrededores.34 Ejemplo de ello
son las intervenciones de Rieke Busch (N2) y del señor Persicke (N3) y, en
ocasiones, también los diálogos que tienen lugar entre Emil Barkhausen y su hijo
Kuno-Dieter o los de este último con Eva Kluge (N3), cuando ambos se conocen
en el campo, después de que él escape de Berlín; en este sentido, también
comentaremos ejemplos de otros personajes secundarios.
Duŕan Slobodník afirma que «l’écrivain emploie des éléments dialectaux dans
le discours direct pour caractériser ses personnages exclusivement du point de vue

33 «Las diferencias socioeconómicas de la población se hacen visibles en el uso de la lengua. En
Berlín, al igual que en otras grandes ciudades, existían ya antes de 1945 áreas ocupadas
principalmente por clases sociales muy humildes que dominaban exclusivamente el berlinés en su
forma más pura y auténtica». [Traducción propia]
34 Existe disparidad de opiniones en cuanto a si se debe considerar «el berlinés» como dialecto o
bien como variedad urbana coloquial –städtische Umgangssprache, en palabras de Schönfeld–. Así es
como lo clasifica este último lingüista debido a varios factores no solamente lingüísticos, sino
también históricos y geográficos. Sin embargo, otros estudiosos como Schlobinski lo consideran
dialecto. En el marco de este trabajo se hablará en todo momento de «evocación de la lengua
coloquial con marcas diatópicas», puesto que Hans Fallada no reproduce el habla berlinesa como
tal, sino que hace una selección de algunos rasgos prototípicos, que, sin embargo, no siguen una
sistematicidad en los diferentes diálogos.

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social» (1970: 142).35 Estas palabras resultan un tanto taxativas, pues el adverbio –
exclusivement [exclusivamente]– reduce el alcance de la caracterización que los
«elementos dialectales» pueden conferir a los diálogos. Sin embargo, esto no resulta
problemático aquí, porque Hans Fallada selecciona algunos rasgos lingüísticos del
berlinés –que observaremos en 3.1.2– y los pone en boca de sus personajes con el
fin que Slobodník defiende. Esto conviene a su vez con lo estipulado por Koch y
Oesterreicher (2007: 38-9), ya que los «elementos dialectales», pertenecientes al
nivel diatópico, funcionan para mostrar la procedencia social de algunos personajes
–nivel diastrático–. Es decir, lo diatópico puede funcionar como diastrático.

El empleo de marcas diatópicas juega un papel crucial en el personaje de


Rieke Busch,36 cuyo entorno social conlleva el agravante de que sea incapaz de
hablar alemán estándar de forma correcta. La joven ha gozado de una escasa
formación académica debido a la situación familiar en la que se ha visto y ve
abocada a vivir. Es huérfana de madre y tiene a su cargo a su hermana Tilda, aún
bebé, y a un padre alcohólico a los que tiene que vigilar noche y día. Este estado de
las cosas junto con la falta de una figura adulta, que le dé consejos y marque unas
pautas claras de lo que tiene que hacer a su edad, han contribuido a que Rieke
carezca de un dominio sólido de la lengua alemana estándar. Prueba de ello son
tanto la inclusión de «berlinismos»37 en el habla de la chica, como la recreación de
situaciones en las que Hans Fallada hace muestra de su pobre instrucción, por


35 «El escritor emplea elementos dialectales en el discurso directo para caracterizar a sus
personajes exclusivamente desde el punto de vista social». [Traducción propia]
36 Los orígenes de Rieke quedan claros desde el principio de la N2. En el cuarto capítulo ya se
hace alusión al dialecto de Rieke: [...] “Ja, daß du aus Berlin bist, habe ich auch schon gemerkt!”
lachte Karl Siebrecht vergnügt […]
–Jetzt lachte sie auch. »Ach, du meinst, von wejen meine Sprache? Na, laß man, wa können
nich alle uff dieselbe Tonart piepen! Det wäre zu langweilig! Übrijens, Friederike Busch is mein
Name! « (N2, DE, cap.4, pág. 22). Anteriormente a este fragmento, Rieke Busch explica a
Karl Siebrecht sus orígenes y dice que proviene de Wedding, de Pankstraße. A este
comentario, Karl le responde que ya había notado de dónde venía [sin necesidad de que se
lo hubiera dicho] y ríe. Ella contesta, riendo a su vez, que seguramente lo dice por su deje y que
no todos pueden hablar de la misma manera, ya que, de lo contrario, resultaría muy aburrido.
37 Con este término hacemos alusión a todas aquellas palabras que Fallada marca diatópicamente
para evocar el habla de la zona de Berlín y alrededores. La palabra no está registrada en el DRAE.

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ejemplo: Bin um Fier wieder da (N2, DE, cap. 10, pág. 72) Bolberé a las cuatro (N2, ES,
cap. 10, pág. 67) y Turnaré a les cuatre (N2, CAT, cap. 10, pág. 73).38 Estamos ante
un caso de conflicto ortográfico en el que hablantes del alemán, del español y del
catalán poco competentes suelen incurrir. En el caso del alemán la -v de vier se
pronuncia como /f/ > [fi:‫ ]ܣ‬y en español las letras -b y -v representan el mismo
fonema consonántico labial y sonoro /b/, por lo que volveré se pronuncia
[bol‫ޖ‬Ƣe‫ޖ‬re] y ello lleva a algunos a caer en esta falta ortográfica. La traductora Rosa
Pilar Blanco no ha recogido el error en la palabra cuatro, sino que ha buscado una
realidad equivalente y conocida en la LM y CUM para causar el mismo efecto que
en el TP. Por lo que respecta al catalán, Ramon Monton opta por recurrir a la
sustitución del fonema /o/ por el grafema <u> en tornaré. Aprovecha el fenómeno
fonético de la neutralización vocálica que tiene lugar en determinadas variedades
del catalán cuando el fonema tónico /o/ ocurre en posición átona dentro de la
palabra. El Diccionari català-valencià-balear muestra la pronunciación [tu‫ݐ‬ná] para las
variedades orientales y de Baleares, a excepción del mallorquín, que solo conoce
[to‫ݐ‬ná], menos en Sóller donde la realización fonética del fonema es igual a la
anterior. Además, el primer grafema de la palabra cuatre, que aparece también en el
letrero, debería ser <q> y no <c>.

El habla de Rieke se contrapone a la de Karl, que es en todo momento


estándar –menos cuando le da las «buenas noches» a la señora Bromme al poco de
haber llegado a su casa–.39 Hans Fallada personifica dos polos opuestos en Karl
Siebrecht y Rieke Busch, cuyos objetivos vitales difieren plenamente. Las marcas
diatópicas que singularizan el modo de hablar de la joven son desde el punto de
vista de Karl algo asociado al atraso y las pocas ganas de superación. Este aspecto
se encuentra en directa oposición con el cometido que se propone alcanzar el
chico: la «conquista de Berlín». El desdén que Karl Siebrecht profesa por el deje de
Rieke queda patente en más de una ocasión a lo largo de la novela, en contra de la

38 Se trata de un enunciado que Rieke Busch ha escrito y colgado en la puerta de su vivienda para
indicar su ausencia y que Karl Siebrecht lee.
39 Karl Siebrecht pronuncia: Also denn jute Nacht, Frau Bromme! (N2, DE, cap. 7, pág. 52). Este
enunciado contiene dos palabras marcadas diatópicamente: denn [en al. estándar dann] y jute [en al.
estándar gute]. Ni en la versión española ni en la catalana se incluyen propuestas con marcas, por
lo que se pierde este único intento de «aberlinización» por parte del recién llegado.

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disposición que Kalli Flau –amigo de ambos– muestra por adaptarse al entorno
obrero berlinés (6): Kalli Flau berlinerte [Kalli Flau empleaba “el dialecto” berlinés]. Karl es
de la firme opinión que Rieke Busch debe hablar alemán estándar y que Kalli Flau
no debe aprender berlinés.

6) Das war aber auch die einzige seemännische Erinnerung bei Kalli Flau. Im übrigen war
er ein Teilchen der Stadt Berlin geworden. Er schaukelte nicht einmal mehr beim
Gehen. Mit Rieke berlinerte er sogar manchmal – aber nur, wenn Karl Siebrecht nicht
in der Nähe war. Der hörte das gar nicht gerne: Rieke sollte richtig deutsch sprechen,
Kalli nicht berlinern lernen.
(N2, DE, cap. 36, pág. 299)

Kalli Flau, el grumete de Bremen, recrimina a Karl el hecho de haberse prometido


con Rieke y alega que este último quiere a una Rieke hecha a su medida y que en
todo el tiempo que se conocen ella no ha aprendido nada de Karl. Además, queda
manifiesta la “incorrección” (7) con la que la muchacha maneja el alemán y las
consecuencias que eso acarreará en el entorno social de Karl, pues el hecho de que
Rieke utilice el «Akkudativ» (Lasch 1928, Kruse 1987, Schlobinski 1988) lo
avergüenza e incomoda (8). Este intercambio que se da entre el caso acusativo y el
dativo constituye un «Stigma-Signal» (Löffler [1985], 2005: 117) o una «señal de
estigmatización social» (Brumme 2012: 55), pues tiene una connotación social
negativa según diferentes estudios.

7) [...] »Wieviel Jahre kennst du Rieke nun schon, Karl? Zehn Jahre, nicht wahr? Und was
hat sie von dir gelernt? Spricht sie richtig deutsch? [...]«
(N2, DE, cap. 65, pág. 445)

8) »[...] Und dich dann ihrer schämen, weil sie mir und mich verwechselt? [...]«
(N2, DE, cap. 65, pág. 446)

El señor Persicke (N3), cabeza de familia, ocupa un cargo político en el Partido y


aunque goza de una existencia bastante acomodada no es una persona con
demasiadas luces, algo que queda reflejado en los comentarios de su hijo Baldur;40


40 Baldur Persicke de dieciséis años manifiesta en algunas de sus intervenciones la concepción
que tiene de su padre: 1) »Wir wollen alle ein bisschen mehr werden als Vater, und wodurch
können wir es zu was bringen? [...]« (N3, DE, cap. 2, pág. 20) [–Todos queremos llegar un poco más alto

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además se revela un pasado más bien modesto: ein kleiner, ziemlich verkrachter Budiker
(N3, DE, cap. 2, pág. 17) [un modesto tabernero sin blanca] (N3, ES, cap. 2, pág. 11). A
pesar de haber cambiado de estatus social gracias al cargo que ocupa, el habla
diatópicamente marcada del hombre trasluce quién fue en el pasado y lo destapa
como a un obrero más sin muchos medios. En esta misma novela aparecen otros
dos personajes, cuya habla caracterizada por marcas diatópicas. Se trata del vecino
de Prenzlauerberg Barkhausen y de su hijo Kuno-Dieter. El primero es un hombre
sin oficio ni beneficio que se dedica a liar a la gente, a malear y a sacar provecho de
cualquier situación que se le presente favorable, como cuando intenta sustraer un
brazalete de zafiro a la señora Rosenthal después de que esta se haya suicidado al
saltar por la ventana de su piso. Una vez más, como en el caso de Persicke, nos
encontramos con una descripción negativa de un padre de familia sin escrúpulos
que maltrata a su hijo. Este personaje presenta un habla salpicada de rasgos
diatópicos en varias partes de la obra. No obstante, utiliza el estándar en algunas
ocasiones cuando habla con los comisarios o su vecino Quangel. Con todo, en las
conversaciones que mantiene con su hijo Kuno-Dieter y con otros muchachos el
habla local vuelve a ser indiscutiblemente la protagonista, que intenta dibujar el
paisaje urbano donde convive la gente de barrio a la que ya nos hemos referido más
arriba. En el caso del chico, el habla fuertemente marcada, igual que en el caso de
Rieke, cobra fuerza sobre todo en el trigésimo primer capítulo de la N3 (págs. 335-
47), donde este mantiene una conversación con Emil Barkhausen. Posteriormente,
en el cuadragésimo cuarto capítulo (págs. 447-61) esta constelación se mantiene
solo al principio, cuando Kuno conoce a Eva Kluge –la cartera que había escapado
de Berlín en busca de tranquilidad y que ya lleva dos largos años viviendo en el
campo–. Esto es así, porque es un arma de defensa que paulatinamente irá dejando
paso a la lengua sin marcas, tal y como el mismo Hans Fallada insinúa mediante la
voz del narrador «plötzlich sprach er ein ganz fehlerfreies Deutsch» (N3, DE, cap.
44, pág. 456) [De pronto hablaba un alemán completamente correcto y sin errores] (N3, ES,


que papá, y ¿cómo lo conseguiremos? (…)] (N3, ES, cap. 2, pág. 14) o 2) »Un du bist mein Oller, den
ich ein bisschen zu ville besoffen gesehen habe, als dass du mir noch groß imponierst« (N3, DE,
cap. 2, pág. 20) [–Y tú eres mi viejo, te he visto borracho demasiadas veces como para que sigas infundiéndome
respeto (…)] (N3, ES, cap. 2, pág. 14).

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cap. 44, pág. 356).41 Pocas páginas después de la conversación entre Eva y el chico,
el maestro sustituto del pueblo, Kienschäper, vuelve a decir a esta que el chico
habrá dejado de usar el berlinés en medio año, ya que cuando quiere sabe hablar
alemán estándar.42 Esta última apreciación es palpable en el último capítulo de la
novela, cuando el muchacho sale a hacer un encargo y tropieza por el camino con
su padre. En este instante, los dos intercambian unas palabras y mientras que
Barkhausen intenta persuadirlo y busca ayuda dirigiéndose a su hijo en dialecto, este
le responde únicamente en alemán estándar (v. capítulo 73 de la N3, págs. 662-8).

Así pues, Kuno-Dieter, a diferencia de Rieke Busch, sí que es capaz de


expresarse en alemán estándar. El joven lo utiliza en su día a día en el entorno
familiar y más tarde como escudo protector –solamente al principio– en lo que
será su nueva casa: una zona campestre de Brandeburgo. Con todo, parece ser que
su conocimiento de la lengua estándar es visiblemente superior al de Rieke. Esta
reconoce sus dificultades de aprendizaje y se limita a sí misma de esta manera:
[...]»I wo! Ick bin dumm jeboren, und ick lerne ooch nischt zu.« [...] (N2, DE, cap.
15, pág. 113). [... Yo he nacío tonta, y no voy a aprender na de na...] (N2, ES, cap. 15,
pág. 102).

Hans Fallada evoca el deje berlinés sobre todo en la N2 y N3 a través de


varias intervenciones de los personajes. Los cuatro hasta ahora citados cuya habla
está impregnada de rasgos diatópicos constituyen una muestra representativa para
constatar el objetivo con el que Fallada pone en boca de unos y de otros esta
selección de elementos lingüísticos a todos los niveles con el fin de intentar plasmar
una diferencia entre los personajes que manejan exclusivamente el estándar y
aquellos que, en su defecto, se sirven de las marcas diatópicas. Por otro lado, hay


41 Weeß ick doch! Weeß ick doch allet! Det steht ja an de Litfaßsäulen! Abendkurse für
fortgeschrittene Elektrotechniker« –plötzlich sprach er ein ganz fehlerfreies Deutsch–, »die
Grundlagen der Elektrotechnik.« (N3, DE, cap. 44, pág. 456). Hans Fallada indica mediante la
voz del narrador que Kuno habla un alemán correcto.
42 [...] Ein guter Kern steckt in dem Jungen; in einem halben Jahr wird er schon schamrot
werden, wenn er an das denkt, was er dir in den ersten Tagen alles gesagt hat. Er wird’s ablegen,
genauso wie sein Berlinisch. Hast du gemerkt, er kann ganz gut hochdeutsch reden, er will bloß
nicht.« (N3, DE, cap. 44, pág. 461).

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diferencias en cuanto a la impresión que se quiere dar de los diversos personajes.
Mientras que el señor Persicke, padre de familia afiliado al Partido
Nacionalsocialista, poco inteligente y caricaturizado como un borracho, que no
pierde ocasión de celebrar cualquier buena noticia con una botella de alcohol, Rieke
Busch es una muchacha bondadosa, huérfana de madre, que ha tenido que
arreglárselas para cuidar de su hermana menor Tilda y vigilar a un padre al que la
bebida lo ha llevado por muy mal camino. Debido a sus múltiples tareas y al no
tener a nadie que la guíe, la joven no acude con frecuencia a la escuela y por ello no
domina el alemán estándar o como ella misma dice, no es capaz de expresarse de
una forma jebildet.43 Así pues, en el primer caso se nos presenta a una persona con
características negativas que además se expresa de forma altamente coloquial e
incluso con múltiples vulgarismos; mientras que en el segundo, esta desviación del
estándar se utiliza más bien como un recurso para resaltar la espontaneidad, la
vivacidad y la inocencia de Rieke. El habla con marcas diatópicas juega pues un
doble papel en el presente caso: por un lado, el de marcar la procedencia y el
estrato social y por otro, el de definir y caracterizar la personalidad de los
personajes. Además, cabe mencionar que la figura paterna nunca sale bien parada
en las obras de Fallada: «Obwohl Vater und Sohn vieles gemeinsam hatten [...] war
ihre Beziehung bis kurz vor Wilhelm Ditzens Tod im Jahre 1937 stets heikel. Diese
Schwierigkeiten spiegeln sich auch in Rudolf Ditzens Romanen, in denen kaum
positive Vaterfiguren zu finden sind. In den Augen seines Sohnes blieb Wilhelm
Ditzen stets der hohe Richter, der Todesstrafen verhängte, der Vertreter einer
Gesellschaftsordnung, mit der sein Sohn sich überworfen hatte» (Williams 2012:
81).44 Tanto la personalidad apática y oscura como las marcas diatópicas ayudan a
darle una connotación negativa al señor Persicke y a su entorno. El caso de Emil
Barkhausen viene a ser el mismo que el de Persicke, pues se introduce a un
holgazán y maltratador, que intenta vivir a expensas de los demás. Ambos

43 Jebildet reden significa hablar de manera formal.
44 «A pesar de que padre e hijo tenían mucho en común [...], su relación fue siempre difícil hasta
poco antes de que Wilhelm Ditzen falleciera en 1937. Esta relación llena de altibajos se refleja en
las novelas de Rudolf Ditzen en las que apenas se encuentra una representación positiva de la
figura paterna. Wilhelm Ditzen era para su hijo el gran juez que aplicaba la pena de muerte, el
representante del orden social que tanto disgustaba a su hijo». [Traducción propia]

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personajes se diferencian, sin embargo, en algunos aspectos: la posición económica
y la agudeza, por ejemplo. Las circunstancias de Kuno-Dieter son parecidas a las de
Rieke, con la salvedad de que este sí que es capaz de hablar el estándar. En
conclusión, Hans Fallada nos presenta dos polos opuestos: por un lado, a dos
padres de familia caricaturizados negativamente y por otro, a dos niños que son
víctimas de sus circunstancias familiares y sociales. En ambos casos, las marcas
diatópicas tienen un papel primordial. Cabe destacar que el escritor busca mediante
su uso en los personajes de Rieke y Kuno-Dieter la empatía del lector, ya que
ambos son adolescentes que se han visto en la necesidad de madurar rápidamente
por su entorno poco favorable y las adversidades a las que han tenido que
sobreponerse. Asimismo, Hans Fallada pone en boca de otros personajes como la
señora Bromme y Zappow el habla con marcas diatópicas. El objetivo es el de
reflejar la realidad obrera y la coyuntura socioeconómica del momento, en la que
los más desfavorecidos eran siempre las clases trabajadoras y con menos recursos
para salir adelante.

En resumen, tal y como se puede ver en la FIGURA 4, las marcas diatópicas


tienen tres funciones, aparte de la de situar la trama en un sitio concreto –Berlín y
alrededores–. Los tres objetivos que acomete el escritor en este caso son: 1) la
descripción de la realidad obrera, 2) la búsqueda de empatía con el lector para con
los personajes infantiles y por último, 3) la búsqueda de rechazo por parte del lector
hacia varias de las figuras paternas de las novelas.

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FIGURA 4: Representación de las intervenciones con marcas diatópicas
connotación positiva vs. connotación negativa

3.1.2. Análisis de los rasgos diatópicos en algunos personajes


de las novelas de Hans Fallada45

Los siguientes fragmentos constituyen una muestra nítida de la selección de


rasgos diatópicos que Hans Fallada ha llevado a cabo con el fin de caracterizar a sus
personajes. En el primer capítulo de la N3, uno de los vecinos de la Jablonskistrasse
55, el señor Persicke, empieza a conversar animadamente sobre la noticia de la
rendición de las tropas francesas que trae el Völkischer Beobachter46 una vez la cartera

45 Para el análisis descriptivo de los fragmentos presentados nos apoyamos en la aportación de
Helmut Schönfeld (2001: 39-78), en la que lleva a cabo una clasificación sistemática de los rasgos
más característicos del Berlinisch.
46 Diario alemán perteneciente al NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) publicado
entre 1920 y 1945. Fue uno de los periódicos más influyentes y difundidos en la Alemania nazi, ya
que contaba con varias ediciones en diferentes partes del Reich: una en Berlín, otra en Múnich y
después también en el sur y el norte del territorio. Incluso con la anexión de Austria al Imperio

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Eva Kluge le ha hecho entrega de este y él lo ha empezado a hojear. El habla del
hombre está sembrada de rasgos fonéticos, sintácticos y léxico-semánticos que
recuerdan al deje prototípico berlinés. A modo de ejemplo, tenemos la variación
fónica, como äu>o: (Frollein), ei>e: (eenem, keen), au>o: (ooch, vakoofen), ei>i (rin); la
reducción vocálica en posición átona, en el caso de wir>wa, Sie>Se o die>de; la
desaparición de consonantes en posición final como en mal>ma, nun>nu; la
aparición de ciertas irregularidades gramaticales, desde el punto de vista estándar,
como en la oración und heut Nachmittag gehen wa valleicht bei de olle Jüdsche, donde la
preposición en alemán estándar sería zu seguida del artículo femenino dativo der,
con lo que tendríamos zu+der=zur y no bei seguida de acusativo; la coincidencia en
cuanto a forma del adverbio dann y de la conjunción denn, que en berlinés resulta
casi exclusivamente en denn; la aspiración del fonema /g/ sobre todo en el prefijo ge-,
que se realiza como una /j/ sonora (angefasst>anjefasst), también a principio de sílaba
(geben>jeben) o bien con el par de fonemas /g/>/r/ (sagen>saren); la elisión de la
vocal enclítica /҂/ por /Ω/ en la segunda persona del singular en el presente de
indicativo sollst du>sollste; el cambio del prefijo átono er- por a- en
Erbarmen>Abarmen. Además, aparecen palabras propias del léxico de la urbe, como
Schrippe –panecillo de forma ovalada–, Meckerköppe –hombres que se quejan
continuamente– y Aas –forma para designar a una persona infame– así como
coloquialismos, que no son solamente locales o regionales, sino de uso común en
todo el territorio de habla alemana, como Olle –adjetivo sustantivizado con el que
se designa de forma despectiva a una mujer–.47 Esta forma también la usa Baldur
Persicke para dirigirse a su padre «Un du bist mein Oller» (N3, DE, cap. 2, pág. 20).


Alemán, el Völkischer Beobachter vio la luz en Viena a partir de 1938. El hecho de que este se
divulgara en tantos lugares propició que la redacción tuviera en cuenta e incluyera la redacción de
muchos sucesos locales y regionales (Frei 1999: 96-107).
47 Las formas Aas y Meckerkopp se recogen en el Compact Minipräsent Dir Aas kenn ick! Berliner
Schimpfwörter, Compact Verlag München (2004). El uso de Schrippe lo hemos documentado en la
versión en línea del Duden, donde se especifica que se utiliza sobre todo en berlinés. En este
mismo diccionario, se recoge también el coloquialismo Olle, entrada en la que se apunta a un
uso regional sin precisar cuál. En nuestra opinión, el empleo de esta unidad se extiende a toda
Alemania.

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En esta ocasión parece ser que el hablante más que mostrar desprecio, muestra
todo lo contrario al añadir el posesivo mein y al hablar a su progenitor con afecto.

1) Persicke achtet gar nicht auf ihre Frage. Er reißt die Zeitung auseinander. »Da steht’s ja:
Frankreich kapituliert. Mensch, Frollein, und det saren Se eenem so, als ob Se
Schrippen vakoofen! Det müssen Se zackig herausbringen! Det müssen Se jedem
saren, bei dem Se kommen, det überzeugt noch die letzten Meckerköppe! Der zweite
Blitzkrieg, hätten wa ooch geschafft, und nu ab Trumeau nach England! In ’nem
Vierteljahr sind die Tommys erledigt, und denn sollste ma sehen, wie unser Führer
uns leben lässt! Denn können die andern bluten, und wir sind die Herren der Welt!
Komm rin, Mächen, trink’ nen Schnaps mit! Amalie, Erna, August, Adolf, Baldur –alle
ran! Heute wird blaugemacht, heut wird keene Arbeet anjefasst! Heute begießen wir
uns mal die Neese, heute hat Frankreich kapituliert und heut Nachmittag gehen wa
valleicht bei de olle Jüdsche in de vierte Etage, und det Aas muss uns Kaffee und
Kuchen jeben! Ick sare euch, die Olle muss jetzt, wo Frankreich ooch am Boden
liegt, jetzt kenne ick keen Abarmen mehr! Jetzt sind wa die Herren der Welt, und alle
müssen kuschen vor uns! [...]«
(N3, DE, cap. 1, pág. 10)

En el siguiente diálogo del decimoquinto capítulo de la novela N2, en el que se da


un intercambio entre Karl Siebrecht y Rieke Busch, se pueden apreciar igualmente
numerosas manifestaciones lingüísticas con marcas diatópicas. El primero habla en
alemán estándar, mientras que la segunda no. Se vuelve a dar, como en el caso
anterior, la variación fónica ei>e: (weeßte), ch>k (ick), s>t (wat, allet), ch>sch (nischt); la
realización de -er como -a, cuando esta combinación de fonemas aparece en
posición átona (immer>imma, oller>olla); la pérdida de -e final en la conjugación de
la primera persona del presente de indicativo (ick näh); la caída de -t a final de
palabra como en (nich, is); la aspiración del fonema /g/ y la realización de este
como una /j/ sonora a principio de sílaba (jedacht, janz, jehen) o bien cuando
aparece delante de un fonema consonántico como -r (Jroßes) y el cambio de los
casos dativo-acusativo, por ejemplo después de la preposición mit, donde en
berlinés se utiliza el acusativo mit all die Knopflöcher en vez de dativo como cabría
esperar en lengua estándar: mit all den Knopflöchern. Este fenómeno se da también en
la otra dirección, es decir, de acusativo a dativo, donde en estándar se dice für mich,
en berlinés se encuentra for mir. Se observa asimismo el cambio de -s a -t en el
artículo das, que en berlinés resulta en det. Cabe destacar que no se da una

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sistematicidad en la selección de algunos rasgos, pues, como se puede observar en
el ejemplo 2, aparece en una misma intervención näh y posteriormente nähe (v.
subrayado en fragmento 2).

2) »Was tust du? Konfektion?«


»Na ja, weeßte nich, wat Konfektion is? Ick denke imma, du weeßt allens! Denn näh
ick Kindermäntel. Erst ha ick jedacht, ick näh Wäsche. Aber Wäsche ist mir zu poplig
mit all die Knopflöcher und Spitzen an die weißen Hosen und Rüschen und Falten –
det is nischt for mir. Bei mir muß allet fix jehen. Ick nähe Kindermäntel.«
»Ja, kannst du das denn auch?«
Sie warf ihre hellen Haare in den Nacken und lachte, lachte übermütig und siegesgewiß.
»Du olla Dussel du! Und du willst wat Jroßes werden? Du willst janz Berlin erobern?
Ja, kannste denn det? Haste det jelernt? Na, wenn du’s noch nich kannst, denn
lernste det. So schlau wie die anderen sind wir doch allemal! Oder nich –? [...]«
(N2, DE, cap. 15, pág. 110-111)

En la siguiente intervención de Kuno-Dieter, en la que mantiene una conversación


con Eva Kluge en una zona rural algo alejada de Berlín, se aprecian una vez más
diversas manifestaciones lingüísticas atribuibles a la evocación del berlinés. La
desaparición de fonemas consonánticos a final de palabra como en nich(t) y un(d);
el cambio de la combinación fónica -nf por -mf (fünf>fümf) y de -er átona que pasa a
realizarse como -a (verhungern>vahungern, Vater>Vata, Rittergut>Rittajut); la
variación vocálica au>u (auf>uff) o ie>i (viele>ville); el alargamiento vocálico (er
(pronombre)>a) y el cambio de -g por -j a principio de sílaba (gesagt>jesagt,
eigentlich>eijentlich, Geschwister>Jeschwister).

3) »Warum denn nich?«, fragte er und lehnte sich zurück. Er blinzelte, jetzt völlig
gesättigt, behaglich auf seine Gastgeberin. »Warum denn nich! Wo se doch mal ’ne
Nutte is. Sie sagt’s doch selber. ›Wenn ick nich uff’n Strich ginge‹, hat se oft jesacht,
›müsstet ihr alle vahungern! ‹ Wa sind nemlich fümf Jeschwister, aba alle mit’n
andern Vata. Meiner soll’n Rittajut in Pommern habn. Ick wollt ’n eijentlich suchen
jehn un ihn ma bekieken. Muss ’ne ulkige Pflaume sein, Kuno-Dieter heißt a mit
Vornamen. Es kann nich ville mit so ’n dussligen Vornamen jebn, finden müsst ick
ihn eijentlich […]«
(N3, DE, cap. 44, pág. 454)

En el ejemplo 4, en las intervenciones de Emil Barkhausen, puede observarse el


fenómeno de la reducción de la primera persona del verbo werden: werde>wer y la

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reducción del infinitivo erzählen> erzähln o freuen>freun, fenómeno que Schönfeld
incluye en su nómina de berlinismos, aunque tal y como apunta es «üblich in (fast)
allen regionalen Umgangssprachen» (2001: 43).48 Por otro lado, tenemos la forma
man para el adverbio mal.

4) »Fünfzig Mark!« Es verschlug Barkhausen fast die Luft, als er diese unverschämte
Forderung hörte. »Ick wer dir saren, wat ick dir jebn werde. Ick wer dir fünf Mark jebn,
jenau die fünf Mark, die der Lulatsch da haben wollte, und darüber wirste dir jefälligst
noch freun! Ick bin nich so, aba …«
»Nee, Vata«, sagte Kuno-Dieter und sah aus seinen blauen Augen Barkhausen trotzig
an. »Du vadienst ’ne Stange Jold bei det Jeschäft, ick mach nich die janze Arbeet und
lasse mir mit fünf Mark abspeisen, so blau, denn sar ick dir eben jar nischt!«
»Wat willste mir den noch jroß erzähln!« lachte Barkhausen spöttisch. »Dass der
Kleene in dem Haus da drinsteckt, det weeß ick nu ooch so. Und det andre wer ick
schon alleene rauskriegen. Nee, jeh man jetzt nach Hause und lass dir von Mutter wat
zu essen jebn! Für janz dumm lässt sich dein Vata doch nich vakoofen! Ihr beiden
Helden! […]«
(N3, DE, cap. 31, pág. 343)

La N2 y N3 contienen numerosos fragmentos con marcas diatópicas que se


situarían en un continuo dependiendo de si presentan más o menos rasgos con el
fin de modular el habla de los personajes y así caracterizarlos. Las cuatro muestras
aquí analizadas muestran intervenciones en las que Fallada ha empleado una
selección notable de elementos que aparecen en el berlinés cotidiano, con el
cometido de representar de la mejor forma posible la procedencia, el estrato social
y la personalidad de algunos protagonistas. Sin embargo, tal y como sucede en la
realidad,49 Hans Fallada no es sistemático en la mímesis del habla coloquial
berlinesa y por ello el lector se puede encontrar frecuentemente con una palabra
que presenta varias formas en las intervenciones de los personajes. En las de Rieke
Busch constatamos esta «asistematicidad» en cuanto a algunas marcas diatópicas: ha’

48 «habitual en (casi) todas las variedades coloquiales regionales» [Traducción propia]
49 «[Es handelt sich beim Berlinischen um] ein sprachliches System mit eigenen sprachlichen
Regeln, in dem die einzelnen Elemente nicht wahllos –also unsystematisch– verwendet werden
können, wie Laien oft vermuten» (Schönfeld 2001: 39).
«El berlinés es un sistema lingüístico con reglas propias en el que los elementos no pueden
utilizarse de forma arbitraria –es decir, de manera asistemática–, tal y como el lego suele
suponer». [Traducción propia]

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ick (N2, DE, cap. 4, pág. 25), ick habe (N2, DE, cap. 4, pág. 44) e ick hab (N2, DE,
cap. 21, pág. 166); nich (N2, DE, cap. 4, pág. 23) y nischt (N2, DE, cap. 4, pág. 23);
jloobst de (N2, DE, cap. 13, pág. 96), ick gloobe (N2, DE, cap. 13, pág. 97), ick jloobe
(N2, DE, cap. 20, pág. 156) y jloobste (N2, DE, cap. 21, pág. 161), kriege (N2, DE,
cap. 4, pág. 23) y krieje (N2, DE, cap. 4, pág. 23).
Cabe resaltar que a pesar de que los rasgos analizados y comentados sirven
en la novela de Fallada para crear la ilusión de autenticidad del habla espontánea y
natural berlinesa y de los alrededores, hay algunos de ellos que también pueden
darse en otros dialectos del alemán.

3.1.3. En busca de soluciones: tratamiento y traslación de los elementos


diatópicos

Como se ha podido observar, Hans Fallada utiliza ciertas marcas diatópicas


en sus diálogos con bastante o incluso con alta frecuencia, sobre todo en N2 y N3.
La pregunta que todo traductor se ha hecho alguna vez al enfrentarse a un TP
marcado geográfica o bien socialmente es sin duda qué hacer con estas marcas:
¿traducirlas o no y cómo? Esta situación no deja de ser difícil de tratar ni de
resolver.
El skopos [término traductológico de Hans Josef Vermeer (1978), miembro
de la escuela funcionalista alemana de traducción] o las condiciones y con ello la
finalidad de un encargo de traducción serán decisivos a la hora de proceder de una
manera u otra. Tal y como concreta Nord (1991), el traductor deberá tener en
cuenta la función, el tiempo y el destinatario de su obra.

En primer lugar, debemos barajar las posibilidades de traducción que se


pueden dar cuando se nos presenta un TP repleto de marcas diatópicas. Los
distintos modos de actuación se encuentran en un esquema propuesto por Josep
Marco (2002: 81) –FIGURA 5– en el que se incluyen las diferentes posibilidades
existentes que se pueden originar a la hora de verter los diálogos de un texto
literario marcados diatópicamente de una LP a una LM. La primera dicotomía se
produce a la hora de decidir si se traduce el mensaje por un texto sin marcas, es
decir por la variedad de usuario estándar, o bien por uno con marcas –ya sea total o
parcialmente–. Si el traductor se decanta por marcar el TM, puede decidir si hacerlo
con rasgos pertenecientes al registro informal de la lengua (sin transgresión), es

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decir sin recurrir a marcas dialectales, o sirviéndose de algunas técnicas que apuntan
a la presencia de una forma dialectal determinada (con transgresión) –por ejemplo,
a través del «uso de ciertas estructuras incorrectas o de palabras no aceptadas en
lengua estándar» (Marco 2002: 81)–. Si se da el paso de transgredir la norma, el
traductor tendrá que determinar si utilizar marcas de un dialecto existente en la LM
o, por el contrario, “crearlas”;50 con lo que quedaría establecida la última dualidad
de la figura.

FIGURA 5: Opciones en la traducción de los dialectos (traducido al español de Marco 2002: 81)

La disparidad de opiniones en cuanto a la manera en la que se deben de traducir las


marcas de la variedad geográfica presente en los diálogos de una novela es tan
grande como lingüistas y traductores puede haber. Cabe destacar que en
traductología es habitual hablar de «traducción del dialecto», aunque «una
representación del dialecto en la literatura» es más que discutible, pues se trata de
una selección de rasgos observados por el escritor. Hans Fallada hace una selección
de elementos atribuibles a la variedad berlinesa y los pone en boca de algunos de
sus personajes con fines específicos. No se trata pues, de la reproducción
sistemática y total de un dialecto. Con todo, mantenemos la voz «dialecto» y


50 Cabe la posibilidad de mimetizar un dialecto geográfico de manera artificial recurriendo a
rasgos de diferentes dialectos locales ya existentes dentro de una lengua con el fin de que el lector
no asocie la variedad que se le presenta con ninguna en concreto.

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especificamos en cualquier caso que donde los autores hablan de «dialecto» en este
epígrafe, se entenderá «marcas diatópicas o dialectales».

Por un lado, se encuentran aquellos que consideran inapropiado sustituir las


marcas de un dialecto determinado en un TP por otro perteneciente a un sistema
lingüístico diferente en un TM. Esta posición la defienden teóricos como House
(1973), Coseriu ([1977], 1991), Rabadán (1991), Newmark (1992) y Hatim y
Mason (1990). Coseriu, como Slobodník, opina que el lenguaje puede tener una
función caracterizadora de los personajes, es decir este puede ayudar a connotar
ciertos aspectos. Una novela alemana puede presentar a un personaje que hable
bávaro y el mensaje de este podrá seguramente traducirse, aunque no «lo bávaro de
su hablar» (Coseriu 1991: 231) [la cursiva es nuestra; el término aparece entre
comillas en el original]. Este sería el caso de los personajes de Rieke Busch,
Persicke, Barkhausen y Kuno-Dieter, que evocan el habla berlinesa. En tales
situaciones no es posible una traducción, sino una adaptación (1991: 231).
Rabadán, por su parte, afirma que el dialecto utilizado para caracterizar a los
personajes de un TP presenta dificultades importantes al tener que trasladarse
estos rasgos [tan arraigados en un determinado sistema lingüístico y círculo
cultural] a otra lengua, «pues la configuración geográfica, y por tanto dialectal, de
dos países y dos lenguas no son equiparables, como tampoco lo son las relaciones
intrasistémicas que se establecen entre ellos» (1991: 112). Esta traductóloga
incorpora un ejemplo con el que argumenta su punto de vista apenas mostrado.
Según ella sería desacertado establecer paralelismos entre la situación de los
mineros de Yorkshire en Inglaterra con aquellos asturianos, debido a las
diferencias espaciales, sociales y temporales (1991: 112); en definitiva, cada grupo
se adscribe a una realidad completamente distinta. Dicho esto, resultaría extraño
poner en boca de un minero inglés el habla de uno del concejo de Langreo en
Asturias. Así pues, la traductóloga remite a Peter Newmark ([1988], 1995: 194-5;
traducción al español 1992: 262-3), quien había aportado el ejemplo de los
mineros citado por Rabadán tres años antes, esta vez tomando como referente a
los de Zola y comparándolos con los galeses, –una vez más con los asturianos en
la traducción española de 1992–. Este traductólogo dice que el traductor debe
resolver cuál es la tarea principal del dialecto en el texto, que a su juicio puede ser
de tres tipos: «a) mostrar un uso argótico del lenguaje, b) subrayar los contrastes

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sociales clasistas; y más raramente c) indicar las características culturales locales»
(1992: 263). En nuestra opinión, el cometido de las marcas dialectales en la
novelas de Fallada podría reducirse grosso modo a los dos últimos aspectos a los que
el autor alude y presenta en su trabajo A Textbook of Translation (1988). Así pues,
Newmark considera viable la traducción del dialecto una vez se haya identificado
su función en el TP y aboga por «producir con moderación un habla argótica
natural, que a ser posible oculte la clase social y que insinúe que se trata de un
dialecto, “procesando” sólo una pequeña parte de las palabras dialectales del
original» (1992: 263). En este punto, diferimos de lo dicho por el conocido teórico
de la traducción, en el sentido de que –tal y como hemos indicado más arriba–
una de las finalidades por la que algunos escritores utilizan marcas dialectales es la
de indicar la clase social de la que provienen los personajes. Si un traductor
escondiera el origen de estos, estaría quizá traicionando la voluntad del autor del
TP y por lo tanto violaría una de las finalidades que también cabría traspasar al
TM. Por último, la posición de Hatim y Mason (1990) secunda el parecer de los
demás lingüistas que defienden la posibilidad de traducir el dialecto del TP, pero
no por otro de la LM, sino por otras opciones. Ambos filólogos estiman que
«rendering ST dialect by TL standard has the disadvantage of losing the special
effect intended in the ST, while rendering dialect by dialect runs the risk of
creating unintended effects» (1990: 41).51 Tanto optar por una traslación a través
de la variedad estándar como a aquella dialectal geográfica de otra lengua
resultarían en productos poco creíbles e insatisfactorios, ya que los matices que el
dialecto aporta en el TP se perderían irremediablemente o bien se transmitiría una
realidad que no encuentra lugar en el CM. El ejemplo que incluyen en su
monografía Hatim y Mason del inglés de las Midlands en Inglaterra y su omisión
en las versiones de otras lenguas europeas es una muestra más de que la
traducción dialecto por dialecto no funciona debido a la artificialidad que se daría
de haber sido así (1990: 45).


51 «traducir el dialecto [o marcas dialectales] de la LP recurriendo al estándar del TM tiene la
desventaja de perder de vista el cometido o finalidad fijados por el TP, mientras que la traducción
de dialecto [marcas dialectales] por dialecto [marcas dialectales] conlleva el riesgo de crear efectos
indeseados». [Traducción propia]

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En conclusión, estos especialistas concuerdan en que la solución para
traducir un dialecto específico de una LP no es acudir a las realidades dialectales
que se dan en la LM debido a la desigualdad y falta de paralelismos entre el CP y el
CM –valga de ejemplo aquí una vez más la situación de los mineros–. Como bien
apuntaba Coseriu y también se adivinaba en la explicación de Newmark, la
adaptación de la variedad dialectal de la LP en el TM es el propósito que deberían o
podrían seguir los traductores para salvaguardar en parte los matices que se quieren
transmitir con la presencia del dialecto en el TP. De lo contrario, se caería en «la
sencilla (pero segura) fórmula de incluir explicaciones como “dijo en dialecto”»
(Rabadán 1991: 112) o bien en una propuesta estándar en el TM.

Justo en el extremo contrario, se encuentran traductores profesionales como


Joan Casas, Josep Julià y Pau Vidal que se han enfrentado a la difícil tarea de
trasladar al catalán el mosaico dialectal que define el carácter de los protagonistas de
las novelas italianas de Pier Paolo Pasolini, Emilio Gadda y Andrea Camilleri. El
camino que los tres maestros han escogido para resolver los escollos que supone la
traducción de las variedades de usuario de una lengua a otra, no ha sido otro que el
de verter la riqueza dialectal del italiano de los originales recurriendo a la no menor
abundancia lingüística que presenta el sistema catalán. Si volvemos al esquema de
Marco (2002), los tres catalanes han decidido optar por un texto con marcas en la
LM que sea natural, o sea plasmando dialectos ya existentes en el TM.

En una entrevista realizada por Caterina Briguglia (2011) a estos tres


traductores se puede percibir la defensa que promulgan a favor de la posibilidad de
encontrar en la LM equivalentes dialectales para comunicar lo que el escritor ha
expresado en dialecto en su obra. Joan Casas dio vida a los jóvenes de las barriadas
de Roma en la versión catalana de Ragazzi di vita utilizando la variedad xava, es decir
el habla barcelonesa, influida esta –como ya sabemos– por el castellano y el caló.
Aparte de utilizar esta variedad, el traductor se sirve de una sintaxis oral y
pleonástica que ayuda a reflejar el “barrio” que le faltaba a la versión catalana de
Una vita violenta de Maria Aurèlia Campany, tal y como indica él mismo (Briguglia
2011: 269).

Josep Julià Ballbé es un nombre que aparece repetidamente en múltiples


monografías que abordan la temática de la traducción del dialecto (Hurtado Albir

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2001; Ainaud, Espunya y Pujol 2003; Briguglia 2013), por desmarcarse de los
teóricos cuyo convencimiento de la intraducibilidad del dialecto por dialecto los ha
llevado a decantarse por el uso de la variedad estándar o la inclusión de agregados
como “dijo en dialecto”, opciones con las que se pierde el colorido del original y la
intención del autor (Hurtado Albir 2001: 583-4). Como traductor de Quer
pasticciaccio bruto de via Merulana al catalán decide adoptar los dialectos de esta lengua
para recoger la variedad veneciana, milanesa, napolitana, romana, etc. Una vez
entendidas las variedades del TP, se trata de escoger entre aquellas de la LM que
estén a disposición y resulten menos pesadas y es aquí donde Julià consigue
establecer un paralelismo entre ambos sistemas. Masoliver –el traductor al
castellano de la misma obra–, contrariamente, no concibe «convertir a molisanos,
partenopeos, vénetos, etc., en aragoneses, andaluces, gallegos, madrileños» y escoge
como método de traslación recursos como pueden ser las muletillas y los
vulgarismos (Hurtado Albir 2001: 586-7) pertenecientes al registro coloquial-vulgar
o la reproducción del texto íntegro con la traducción entre paréntesis o a pie de
página, o bien la traducción en lengua estándar (Bayarri y Cardona 1995: 255).52 El
caso de Masoliver constituiría una traducción marcada sin transgresión, ya que se
aplicaría como solución la sustitución del dialecto [marcas dialectales] por
elementos del registro informal de la LM y comentarios, menos cuando se traduce
por la variedad estándar, ya que sería entonces un texto no marcado. Con todo,
Julià no es severo cuando juzga la versión española de la novela, pues declara en la


52 Como se puede observar y bien afirman ambas autoras del artículo, el traductor no opta por
un criterio homogéneo para aplicar a lo largo de la obra con el objetivo de abordar la traslación
del texto, sino que mezcla las tres técnicas. La lengua estándar supone una pérdida «[d]el
colorismo y [d]el tono popular de la prosa gaddiana» (1995: 255). El propio escritor hace una
apreciación sobre el dialecto que se recoge en el trabajo de Bayarri y Cardona «Il dialetto è, spesso
una felice scappatoia per la verità, per la vera opinione. Il dialetto è sostanza vitaminica, di fronte
alla avitaminosi dell’accademia... Il romanesco ci ha offerto quella vivezza pittorica, quei liberi
toni del parlato, quell’humour che arricchiscono di armoniche sapienti e profonde lo
schematismo cachettico delle idee seriose» (1995: 255). Puede verse pues, que el dialecto es una
variedad que la lengua estándar no consigue suplir, ya que los ámbitos de uso de una y otra
variedad son distintos. De la cita se desprende la vivacidad y el colorido del dialecto de Roma
frente a la neutralidad de la variedad estándar.

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entrevista a Briguglia que Masoliver «ha fet el que volia fer» (Briguglia 2011: 272);53
pero fiel a sus años de práctica traductora, el procedimiento de trasladar las
variedades del original por un par o bien omitirlas en el TM no sería traducir
(Briguglia 2011: 272). Julià es de la firme opinión que los paralelismos dialectales
establecidos no causan confusión en el lector del TM, ya que este último a pesar de
evocar las hablas presentes en la traducción acudiendo al mundo real que le es
conocido, sabe que el referente cultural es aquel que el autor y traductor marcan en
la novela –en este caso el italiano–; así pues, el problema consiste más bien en
acostumbrarse a la representación de las voces dialectales (Briguglia 2011: 272).

Pau Vidal, traductor al catalán de Il birraio di Preston de Andrea Camilleri,


vuelve a recurrir a la traducción de dialecto de la LP por dialecto en la LM (dialecto
del italiano por dialecto en catalán). Estima que la traslación de un dialecto de la LP
por un registro informal en la LM no es pertinente, ya que los mismos dialectos
pueden utilizarse en diferentes situaciones y por consiguiente registros (Briguglia
2011: 276), por ejemplo, el dialecto siciliano en un evento festivo o el dialecto
siciliano usado entre bandas callejeras de un suburbio. Este traductor reconoce
haber empezado a variar los registros en sus textos –a pesar de las dificultades– con
el fin de evitar que el lector catalán asocie el siciliano con el nivel más bajo de la
lengua –registro popular– (Briguglia 2011: 276), ya que este no sonará igual en boca
de una familia adinerada que entre adolescentes del quartiere di Falsomiele, un barrio
conflictivo y con alto índice de criminalidad de Palermo. Mayoral respalda la
opinión de Vidal cuando dice que el uso de la variedad subestándar supone
«pérdida de contenido» y que el uso de esta puede sorprender «en personajes cultos
o en situaciones formales» (1990: 41).

«La viabilidad de la opción dialectal está sujeta a las siguientes


consideraciones» tal y como propone Julià (1995) y se recoge en Hurtado Albir
(2001: 589-90): 1) «el dialecto puede aparecer en diferentes géneros textuales y con
diversos usos textuales». Es necesario pues singularizar cada caso concreto; 2) se
debe de tener en cuenta la función social del dialecto en el TO, es decir el porqué
de su presencia; 3) se tiene que atender a la especificidad dialectal de cada lengua, ya

53 Masoliver como traductor al español de Quer pasticciaccio bruto de via Merulana ha procedido tal y
como quería al hacer frente al texto que se le presentaba en italiano. [Paráfrasis propia]

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que la situación puede variar de sistema a sistema y las connotaciones sociológicas
juegan un papel muy importante a la hora de traducir un texto; 4) la aparición del
dialecto en el TM debe de ser verosímil sin generar ningún tipo de artificialidad; 5)
saber «que no hay una única opción válida y [efectiva] para resolver la presencia
dialectal geográfica», ya que el traductor tiene a su disposición igualmente otras
opciones o combinación de estas.

Hasta ahora se han podido observar varias posibilidades en cuanto a la


manera en la que se traduce la representación de marcas dialectales. Por un lado,
tenemos a aquellos que no creen en la viabilidad de trasladar un dialecto de un
sistema lingüístico por otro de un sistema diferente. Por otro, tal y como explican
tres conocidos traductores y filólogos catalanes, en ocasiones si el sistema de la LM
lo permite, tal y como lo hace el catalán debido a su inventario dialectal, se puede
sustituir la variedad de usuario del TP por otra del sistema de llegada –atendiendo
siempre a las connotaciones que se puedan derivar de determinados usos
dialectales–. Estos mismos traductores no afirman que sea siempre fácil realizar
esta operación, razón por la cual hemos incorporado en el párrafo anterior las
observaciones a tener en cuenta a la hora de decantarse por esta opción en el
párrafo anterior. Por ello, Julià habla de la «opción interdialectal» (Hurtado Albir
2001: 586) que consistiría en la transposición por dialectos muy poco marcados
geográficamente hablando «e incluso a veces transformados en registros».54 Hervey,
Higgins y Haywood respaldan esta opción de «make relatively sparing use of TL
features that are recognizably dialectal without being clearly recognizable as
belonging to a specific dialect. Fortunately, there are many features of non-standard
accent, vocabulary and grammar that are widespread in a number of British
dialects» (1995: 113).55 Dicha opción sería una vía media que haría más llevadera la


54 Una vez más hacemos hincapié en que la opción de traducir las marcas diatópicas por un
registro informal no es siempre satisfactoria, ya que los dialectos pueden darse en diferentes
registros tanto formales como informales. De ser así, cabría singularizar cada caso y decantarse
por la opción más real y natural.
55 «La mejor opción y la más segura sería reducir el uso de rasgos en la LM que se reconocen
como dialectales sin que se atribuyan estos a ninguna variedad en concreto. Por suerte, hay
muchos rasgos prosódicos, léxicos y gramáticos de la variedad no estándar que encuentran
representación en numerosos dialectos británicos». [Traducción propia]

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ardua actividad de trasladar un texto altamente marcado dialectalmente y
correspondería, en nuestra opinión, en el esquema de Marco (2002) a una opción
medio transgresora [el término es nuestro]. En último lugar, quedaría la posibilidad de
producir un texto sin marcas o en otras palabras en variedad estándar, o de
incorporar ciertas notas del estilo –afirmó/dijo/agregó en dialecto– que quizá
defenderían los que no creen en la traslación de las marcas dialectales por marcas
dialectales. Esta alternativa también la consideran como la más segura Hervey,
Higgins y Haywood (1995: 113), aunque hablan de ella al final de su exposición, por
lo que consideramos que para ellos no es la más satisfactoria de las soluciones.

A modo de cierre, nombraremos a la traductóloga alemana Bärbel Czennia,


que recoge hasta nueve estrategias de traducción a la hora de abordar un texto
literario marcado dialectalmente. Muchas de ellas ya han ido apareciendo a lo largo
de este apartado, aunque volvemos a recogerlas en la TABLA 1 con el objetivo de
llevar a cabo un compendio de las soluciones que han surgido hasta el momento,
algunas más aptas y satisfactorias que otras, considerando siempre el contexto y la
situación de su aparición.

a) Sustitución de las marcas dialectales encontradas en el texto original


por marcas dialectales de la lengua meta.
b) Sustitución de las marcas dialectales encontradas en el texto original
por una combinación de rasgos típicos de varios dialectos (por
ejemplo, en el ámbito léxico) de la lengua meta (‘mestizaje
dialectal’, ‘dialecto artificial’).
c) Sustitución de las marcas dialectales encontradas en el texto original
por marcas sociolectales en la lengua meta.
d) Sustitución de las marcas dialectales del texto original por marcas
idiolectales (es decir, por particularidades lingüísticas individuales)
o marcas de registro (por ejemplo, particularidades en función de la
edad, el género o el ámbito laboral y profesional) en la lengua meta.
e) Sustitución de las marcas dialectales por el estándar sin renunciar
del todo a marcas (pragmáticas, morfosintácticas o léxico-
estilísticas) de oralidad en la lengua meta.
f) Sustitución de las marcas dialectales encontradas en el texto original
por una variedad de la lengua meta que se adapta al lenguaje de la
distancia comunicativa tanto en lo que concierne al estándar como
en lo que concierne a la concepción escrita.

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g) Omisión de los elementos dialectales.
h) Sustitución de las marcas dialectales del texto original por una
variante característica del lenguaje escrito que compensa la
información omitida añadiendo información (por ejemplo, en el
relato o los verbos declarativos que llaman la atención sobre las
marcas dialectales que caracterizan el habla de los personajes
ficticios sin recurrir a elementos no estándares).
i) Una combinación de a, b, c o d con f: uso excepcional de marcas
dialectales, sociolectales, ideolectales o de registro, por ejemplo, al
presentarse por primera vez un personaje ficticio que usa el
dialecto en la lengua original, para luego aplicar la estrategia f.

TABLA 1: Técnicas de traducción aplicables para un TP con marcas dialectales y sociolectales


según Czennia (2004a: 509-10), traducción de Brumme (2012: 203-4).

Nosotros compartimos la visión de los maestros catalanes y apoyamos la traducción


de elementos diatópicos de la LP por otros de la LM, siempre que esta no resulte
artificial y pueda darse en concordancia con el contexto de la novela sin despertar
connotaciones que no respondan a la naturaleza del TP y de la LP y a lo que se
intenta comunicar. Con todo, la pluralidad de recursos (uso de marcas dialectales, de
diferentes registros, construcciones sintácticas altamente orales, etc.) será clave para
poder ofrecer al público lector un TM prolijo y natural en su lengua que se lea sin
que se note que ha sido traducido, tal y como dice House (2009: 30), y que tampoco
caiga en la artificialidad, pues despertaría reacciones no deseadas. Las otras opciones
restantes serían igualmente factibles, pero sin duda alguna recurrir a la variedad
estándar o reproducir la LP en el TM e incorporar entre paréntesis o mediante notas
a pie de página explicaciones para esclarecer lo que se dice en la LP no nos parece la
solución de traducción más idónea. Dicha opción sería una manera fácil de obviar las
dificultades que entraña el TP y no “retratar” la riqueza que se ofrece en este. La
sustitución de las marcas de una variedad geográfica concreta por el habla popular o
incluso vulgar –registro informal– no se podrá dar siempre. Cabe estudiar pues el
entorno de la situación que se describe en la novela. Esto solamente sería factible si
se diera una situación como la de Ragazzi di vita, donde se tiene que reproducir el
habla de chicos de barrio –grupo social determinado– que sufren las consecuencias
de pertenecer a familias que no gozan de recursos económicos suficientes, con lo que
son víctimas de la crueldad de la gran urbe, que normalmente se ensaña con los más

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pobres. En este caso aparte del xava –opción de Casas– también podrían darse
expresiones de más alcance que se dan en otras variedades geográficas del sistema
lingüístico y que pueden calificarse de lengua altamente informal. Si tuviéramos, por
ejemplo, una novela de una familia de la alta sociedad berlinesa o vienesa cuyos
diálogos presentan marcas dialectales, sería inverosímil poner en boca de estos
personajes expresiones vulgares o palabras malsonantes en el TM. No obstante, Hans
Fallada nos presenta, por lo general, a personajes de nivel sociocultural bajo y son las
intervenciones de estos las que presentan marcas diatópicas en las novelas analizadas.

Con el fin de arrojar algo más de luz sobre las explicaciones teóricas de las
que hemos dado cuenta en este epígrafe, consideramos oportuno, junto con
Brumme, aunar el esquema de Marco (2002: 81) y, en parte, las técnicas de Czennia
(2004a: 509-10) con la cadena variacional de Koch y Oesterreicher (1990, 2007: 39)
para dar ampliamente cuenta de los procedimientos que el traductor puede tener en
cuenta a la hora de proceder ante un TP marcado diatópicamente (v. FIGURA 6)

FIGURA 6: Propuesta para la traducción de textos marcados diatópicamente según Brumme y


González Villar (2015)

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3.1.4. La traducción de las marcas diatópicas en las versiones española
y catalana

La presencia de marcas diatópicas en el TP es siempre una dificultad añadida


para el traductor, porque, como se ha podido observar, son testimonio de una
realidad sociocultural, que no tiene equivalente en la CUM. Sin embargo, el
traductor debe[ría] compensar el vacío causado por la imposibilidad de trasladar el
habla marcada como tal del TP –en este caso la mímesis del berlinés–. A
continuación, observaremos cómo proceden Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton
cuando se enfrentan a pasajes donde prima el habla con marcas diatópicas. En
términos generales, tenemos que decir que ninguno de los dos ha optado por la
primera de las técnicas, que Czennia aporta y Brumme traduce, según la cual se
puede dar una «sustitución de las marcas dialectales encontradas en el texto original
por marcas dialectales de la lengua meta». Es decir, los TM no se pueden asociar a
ningún punto geográfico específico del SLM.

Es imprescindible, en un estudio traductológico y contrastivo como este,


proceder a la observación pormenorizada de las posibles técnicas que el traductor
tiene en cuenta a la hora de enfrentarse a un texto con marcas dialectales. Para ello
cabrá fijarse en las traducciones de los fragmentos utilizados más arriba para la
descripción de los rasgos diatópicos.

En el primero de los ejemplos, Rosa Pilar Blanco ha optado por recoger


algunas palabras y expresiones coloquiales para salvar el registro y las marcas
dialectales del TP. Se traduce etwas herausbringen por soltar algo, opción que en el
María Moliner se define como «decir una noticia, un juicio acerca de algo o alguien,
etc., con intención de que se difunda» (1998: 1118). Así pues, se presenta la idea de
que la cartera Eva Kluge promulgue la capitulación de las tropas francesas con más
energía. El adjetivo erledigt que se refiere a los soldados británicos, «die Tommys»,
encuentra su equivalente en el español liquidados. El verbo liquidar tiene la acepción
de «matar a alguien» (María Moliner 1998: 195, 9) o de «acabar con algo, suprimirlo
o hacerlo desaparecer» (DRAE, 9) y se clasifica como informal y vulgar,
respectivamente. El verbo remojar puede utilizarse, como el alemán begießen (Duden,
2), para indicar que «un suceso se celebra bebiendo» (María Moliner 1998: 917, 2).
La expresión alemana am Boden liegen se traslada al TM por morder el polvo con lo que

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se evoca la idea de «derrota y rendición». El uso de palabras malsonantes como
cerda y, en cierta medida vieja, ayudan a conferir el carácter coloquial al TM, en
algunas ocasiones incluso vulgar, que transmite el señor Persicke en el TP. Además,
el uso continuo de los signos de exclamación ayuda, como en alemán, a transmitir
la expresividad que contendría la voz del hombre.

1) –Aquí lo dice: Francia ha capitulado. ¡Demonios, señorita, y usted me lo suelta como si
estuviera vendiendo panecillos! ¡Tiene que soltarlo con más brío! ¡Tiene que decírselo a
todos los que no tienen radio, eso convencerá a los últimos derrotistas! ¡También
GANAREMOS56 la segunda guerra relámpago, y en un santiamén nos plantaremos en
Inglaterra! ¡Los Tommys serán liquidados en tres meses, y entonces verán la vida que
nos depara nuestro Führer! ¡Entonces sangrarán los otros y nosotros seremos los amos
del mundo! ¡Pasa, muchacha, toma un aguardiente conmigo! ¡Amalie, Erna, August,
Adolf, Baldur, venid todos! ¡Hoy haremos fiesta, hoy no se trabaja! ¡Para empezar nos
remojaremos el gaznate, y esta tarde haremos una visita a la vieja judía del cuarto, y
esa cerda tendrá que darnos café y pastel! ¡Os digo que la vieja lo hará, ahora que
Francia ha mordido el polvo, ahora ya no tendré compasión! ¡Ahora somos los amos
del mundo y todos tienen que inclinarse ante nosotros!
(N3, ES, cap. 1, pág. 6)

Por su parte, Ramon Monton incluye expresiones coloquiales como no fotre brot que
significa «no hacer nada». La palabra fotre posee un carácter «comodín», pues cobra
un sentido u otro según el contexto (Payrató 1996: 117-8). En este caso recoge la
idea de «blaumachen», con lo que Persicke comunica a su familia que ese día no se
trabajará, pues se tiene que celebrar la rendición de las tropas francesas. El adjetivo
acabats equivale a liquidados y erledigt guardando su mismo carácter coloquial. El resto
del TM catalán resulta bastante neutro, a diferencia del español.

2) –Aquí ho té, ben clar: França ha capitulat. Caram, senyoreta, i m’ho diu com si vengués
panets, ho ha de proclamar ben fort i fer-ho saber a tots els qui no tinguin ràdio, això
convencerà els últims descontents! Hem guanyat la segona guerra llampec, i ara, cap a
Anglaterra! D’aquí a tres mesos, els anglesos estaran acabats, i llavors tothom veurà
que bé que viurem gràcies al nostre Führer! Perquè encara que els altres sagnin,
nosaltres serem els amos del món! Passa, noia, i beu una copa amb nosaltres! Amalie,
Erna, August, Adolf, Baldur, veniu! Avui no fotrem brot, avui ens emborratxarem!

56 Se da una imprecisión temporal. El enunciado tendría que rezar: «ganamos», puesto que el TP
«hätten geschafft» se refiere a un tiempo pasado y no futuro.

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Vinga, celebrem-ho, que aquesta tarda anirem a veure la vella jueva del quart pis i la
pocavergonya ens haurà de convidar a cafè i a pastís! Us asseguro que ho farà,
[OMISIÓN DEL FRAGMENTO ORIGINAL] no tindré cap mena de compassió amb ella!
Serem els amos del món i tothom s’haurà d’ajupir davant de nosaltres!
(N3, CAT, cap. 1, pág. 12)

Rosa Pilar Blanco mimetiza el habla de Rieke Busch mediante la eliminación de


ciertos sonidos consonánticos en «demasia(d)o», «aprendí(d)o» y «quie(re)s» e
incluso de sílabas enteras «to(do)», «pa(ra)», «tie(ne)», «arrastrá(da)». Según Payrató,
la «pérdida, adición y modificación de sonidos [se emplea con el cometido de reflejar]
una dicción rápida y una articulación relajada, por ejemplo» ([2003], 2010: 247). Este
fenómeno es propio de la lengua coloquial hablada y la traductora intenta compensar
con su empleo la presencia de marcas diatópicas del TP. Así pues, puede observarse
que un fenómeno como la pérdida fonemática recurrente, que se atribuiría a un
estrato social bajo, sustituye en el TM las marcas dialectales del TP.

3) –¿Que vas a dedicarte a qué? ¿A la confección?


–Es que no sabes lo que es la confección? Yo siempre pienso que lo sabes to. Coseré
abrigos infantiles.
Primero pensé en coser ropa interior. Pero la ropa interior me resulta demasiao
arrastrá con tantos ojales y puntillas en las bragas blancas y volantes y pliegues. Eso no
es pa mí. Conmigo to tie que ir deprisa. Coseré abrigos de niño.
–Pero ¿sabes hacerlo?
Ella se echó hacia atrás sus cabellos rubios y rió, insolente y segura de su triunfo.
–¡Ay, marmolillo! ¿Y tú quies triunfar? ¿Tú quies conquistar to Berlín? ¿Y sabes
hacerlo? ¿Lo has aprendío? Pues si no lo sabes, lo aprendes. ¡Nosotros somos tan
listos como cualquiera! ¿O no?
(N2, ES, cap. 15, pág. 100-1)

En el caso del catalán, el traductor Ramon Monton utiliza un registro estándar en el


que no se logra apreciar desviaciones que hagan pensar en una adolescente de
procedencia muy humilde y poco formada por ausentarse con frecuencia de la
escuela. El traductor podría haber optado por recursos como la elisión de fonemas
en ciertas formas verbales como vai en vez de vaig, prò, perxò o dons en lugar de però,
per això o doncs o bien plasmar el uso incorrecto de la combinación de pronombres
(m’hi) en entretenir-m’hi, por ejemplo de la siguiente manera: entretenir-me. La última
forma –aunque existe y es normativa– no sería correcta en el ejemplo 4, puesto que

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hi sustituye treballar amb roba blanca o dedicar-se a roba blanca y por ello debe incluirse
para formar un enunciado gramatical en este caso.

4) –¿Què dius que faràs? ¿Confecció?


–Sí, ¿és que no saps què és la confecció? Jo que em pensava que ho sabies tot! Em
dedicaré a cosir abrics per a criatures. Al principi vaig pensar que em dedicaria a la roba
blanca, però és massa complicada, amb tots aquells traus i puntetes i plecs i farbalans.
Jo no vull entretenir-m’hi tant. Per això cosiré abrics per a nens.
–¿I saps fer-ho?
La noia es va apartar els cabells clars del rostre i es va posar a riure amb aire de
superioritat.
–Però que beneit que arribes a ser! ¿I tu vols arribar a ser algú important? ¿Tu vols
conquerir Berlín? ¿I saps fer-ho? ¿Ho has après en algun lloc? Doncs el que no
sapiguem fer, ho hem d’aprendre! Si els altres poden, nosaltres també, ¿no trobes?
(N2, CAT, cap. 15, pág. 112-13)

En el ejemplo 5, donde habla Kuno-Dieter, Rosa Pilar Blanco resuelve una vez más
la traducción de las marcas diatópicas con la imitación de un deje relajado en el que
en parte no se pronuncian ciertas sílabas como en el caso de to(do)s, pué(de) y tié(ne)
o con la reproducción de recreaciones un tanto artificiales como paice en lugar de
parece. El léxico, compuesto por palabras como puta y tío o bien ciertas expresiones
ligadas al mundo de la prostitución como hacer la calle, ayuda a clasificar en gran
parte esta intervención como extremadamente coloquial.

5) –¿Por qué no? –preguntó, recostándose. Parpadeó complacido, ahora completamente
saciado, mientras observaba a su anfitriona–. ¡Y por qué no! Si es una puta. Ella misma
lo dice. «Si no hiciera la calle, solía decir, os moriríais de hambre tos vosotros.»
Porque somos cinco hermanos, pero tos de padres distintos. Me paice que el mío tenía
muchas tierras en Pomerania. En realidad quería ir a buscarlo y echarle un vistazo. Tié
que ser un tío raro, se llama Kuno-Dieter. No pué haber muchos con ese nombre tan
ridículo, en realidad tendría que encontrarlo...
(N3, ES, cap. 44, pág. 355)

En cambio, Ramon Monton se sirve una vez más del estándar para verter el TP al
catalán y solo salva en el TM la palabra puta e idiota, con lo que no se consigue
transferir ese tono coloquial e incluso vulgar, que Rosa Pilar Blanco sí le da a su
texto. El TM catalán no cumple la función del TP, que no es otra que la de
mimetizar el habla de un adolescente rebelde. Este utiliza el habla marcada como

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escudo [eufemismo] para protegerse de las adversidades que le han acechado
durante su vida. El traductor neutraliza incluso la expresión alemana auf den Strich
gehen en una frase si no ho fes, que elide el énfasis que Kuno-Dieter quiere dar a que
su madre ejerce realmente la prostitución. Así pues, cabría haber agregado exercir la
prostitució, por ejemplo.

6) –I per què no? –va dir el noi, tirant-se cap enrere i mirant la seva amfitriona amb
expressió satisfeta–. Per què no, si és veritat que és una puta? Sempre ens diu que si no
ho fes ens moriríem tots de gana. A casa som cinc germans, tots de pares diferents. El
meu diuen que té terres a Pomerània. De fet, m’agradaria veure la fila que fa. Ha de ser
un individu ben estrafolari, perquè es diu Kuno-Dieter. No hi deu haver gaire gent amb
un nom tan idiota, o sigui que no serà gaire difícil trobar-lo...
(N3, CAT, cap. 44, pág. 435)

Rosa Pilar Blanco vuelve a emplear en (7) una serie de coloquialismos como
grandullón, pasta en vez de dinero, despachar para echar o alfeñique en lugar de enclenque al
igual que locuciones como sacar las castañas del fuego [ser resolutivo en cuanto a un
asunto en concreto]. Además, transfiere el alargamiento vocálico de la palabra
nee>nooo. El texto de Ramon Monton (8), en contraposición, vuelve a ser
demasiado neutro y apenas trasluce un ápice de coloquialidad, pues difícilmente se
encuentran palabras pertenecientes a este registro de habla: gànguil, homenet que
mediante el sufijo diminutivo refleja la debilidad de Enno Kluge y la expresión
aixecar la camisa [engañar a alguien] son los únicos rastros que presentarían una
divergencia del estándar.

7) –¡Cincuenta marcos! –Barkhausen casi se quedó sin aliento al escuchar esa exigencia
desvergonzada–. Yo te diré lo que te voy a dar. Te daré cinco marcos, justo los cinco
marcos que me pidió ese grandullón de ahí, ¡y alégrate de que te los dé! Yo no soy...
–Que no, padre –repuso Kuno-Dieter mirando con rebeldía a Barkhausen con sus ojos
azules–. Vas a ganar un montón de pasta con este negocio, yo no te voy a sacar las
castañas del fuego para que luego me despaches con cinco marcos, ni que fuera
tonto, para eso no te digo nada.
–¿Qué cosa tan importante pretendes contarme? –Barkhausen rio sarcástico–. ¿Que el
alfeñique está en ese edificio? Eso ya lo sé. Y el resto lo averiguaré solo. Nooo, vete a
casa y que tu madre te dé algo de comer. ¡No creas que tu padre es tan majadero! ¡Vaya
par de héroes!
(N3, ES, cap. 31, pág. 266)

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8) –Cinquanta marcs! –Barkhausen va estar a punt de quedar-se sense respiració en sentir
aquella exigència tan desvergonyida–. Vols saber què et donaré? Et donaré cinc marcs,
exactament els cinc marcs que m’ha demanat aquest gànguil, i encara pots estar
content! Jo no sóc així, però...
–No, pare –va dir Kuno-Dieter, mirant fixament Barkhausen amb els seus ulls blaus–.
Tu guanyaràs un munt de diners amb aquest assumpte, i, després de la feina que he fet,
jo no em conformaré amb només cinc marcs, quina misèria! Per aquest preu no
t’explicaré res.
–I es pot saber què m’has d’explicar? –va dir Barkhausen, deixant anar una rialla
sarcàstica–. Que l’homenet s’està en aquella casa, això ja ho sé. I la resta ja ho sabré pel
meu compte. Val més que te’n tornis cap a casa i que la mare et prepari alguna cosa per
menjar! El teu pare no es deixa aixecar la camisa tan fàcilment! Esteu fets una bona
parella de pinxos!
(N3, CAT, cap. 31, pág. 331)

Los TM en catalán son mucho más neutros que los españoles, pues Ramon
Monton ha optado, salvo en contadas ocasiones, por traducciones que reflejan casi
exclusivamente el estándar. Contrariamente, Rosa Pilar Blanco se desmarca de la
norma lingüística y decide trasladar el habla de ciertos personajes, que está marcada
diatópicamente en el TP, mediante el empleo de ciertas técnicas. Esta opta por
marcar su texto sin transgresiones, es decir no recurre a una imitación de la oralidad
sirviéndose de rasgos dialectales de la LM. Las marcas de oralidad encontradas en
sus textos consisten en la evocación de pronunciaciones relajadas, que consigue con
la eliminación de algunos sonidos, y también gracias al uso regular de locuciones,
expresiones y términos coloquiales. Su aportación consigue trasladar el mismo
efecto que el TP al lector del TM: mostrar la dejadez o incorrección con la que
hablan algunos personajes –que tiene diferentes fines según de quien se trate–. Las
traducciones al catalán se ven privadas en su mayoría de esa espontaneidad del TP
por su uso muy correcto de la lengua, que solamente se desvía a veces con la
inclusión de palabras de rango más coloquial como: mi-te’l (N2, CAT, cap. 5, pág.
30) en vez de mira’l [mira, ahí está], garjola (N2, CAT, cap. 6, pág. 41) en lugar de presó
[trullo/cárcel] o estar grillat (N2, CAT, cap. 7, pág. 52) para estar boig [estar pirado/estar
loco]. Ramon Monton podría haber optado por la misma técnica que Rosa Pilar
Blanco, pues es más que factible para el catalán. Ciertas elisiones en palabras de uso
común son recurrentes en la lengua oral diaria de los hablantes del catalán y con

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ello se habría vertido la autenticidad que a nuestro juicio se ha conseguido en el TP
y en el TM español.

3.2. La presencia de rasgos de la lengua coloquial en las novelas


de Hans Fallada

3.2.1. El estadio de investigación de la lengua coloquial en las tres lenguas

La bibliografía en lengua alemana que trata sobre conceptos como Umgangss-


prache, Alltagssprache o gesprochene Sprache es harto variada. En la misma Duden, Gram-
matik der deutschen Gegenwartssprache (2009), se dedican apartados a estas tres voces y
el diccionario de la misma editorial recoge Umgangssprache y Alltagssprache como ex-
presiones sinónimas. Wunderlich (1894) es quien acuñó el término Umgangssprache y
Behaghel ([1900], 1927) lo define ya a principios del siglo XX. Ambos alemanes
estudian este concepto desde el punto de vista de la dialectología y por ello inclu-
yen, tal y como veremos posteriormente, la voz dialecto [Mundart] a la hora de defi-
nir Umgangssprache, contraponiendo esta última forma lingüística a Schriftsprache. Wal-
ter Porzig (1950) contrapone Umgangssprache a Hochsprache (equivalente a
Schriftsprache) y destaca la expresión de la emotividad como una de las funciones
centrales de este registro. Walter Henzen (1954) recopila una serie de consideracio-
nes de varios autores acerca de este concepto y las analiza, siendo su punto de par-
tida la lengua escrita y el dialecto, formas entre las cuales se sitúa la Umgangssprache.
La obra Der Stil der deutschen Alltagsrede de Elise Riesel apareció por primera vez en
Moscú en 1964 y seis años más tarde, en 1970, se publicó una edición ampliada
donde se inquieren los aspectos teóricos principales ya recogidos anteriormente
sobre lo que se entiende por lengua del día a día y sus rasgos definitorios. Ulf Bi-
chel (1973) ofrece una recopilación de todos los trabajos realizados hasta la fecha
de su publicación y muestra así una vasta cantidad de marcos teóricos en los que se
encuadra el estudio de la Umgangssprache. Johannes Schwitalla con su Gesprochenes
Deutsch ([1997], 2012) y Michael Hoffmann con Funktionale Varietäten des Deutschen –
kurz gefasst (2007) representan los estudios más actuales de este ámbito. El primero
expone de forma exhaustiva las manifestaciones semánticas, prosódicas y sobre to-
do sintácticas del registro coloquial hablado, algo que Narbona echa de menos para
el español cuando afirma que las observaciones acerca de la sintaxis coloquial son

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escasas e insuficientes y que las existentes parten en su mayoría del análisis de los
diálogos de obras literarias y no de una base real (1989: 157).
Los estudios sobre la lengua del día a día o «el uso idiomático coloquial»
(Narbona 1989: 149) en el marco de la lengua española han proliferado desde que
Werner Beinhauer asentara los cimientos de este registro con su obra Spanische
Umgangssprache (1929), cuya traducción al castellano en 1964 se realizó a partir de la
segunda edición del libro aparecida en 1958. El objetivo del autor fue el de familia-
rizar a los usuarios alemanes con los medios expresivos más notorios del español
coloquial, entendido este último exclusivamente como la lengua viva conversacional
(1985: 9). A raíz de esta obra, que ha sido venerada por los más célebres filólogos
como Dámaso Alonso, quien por encargo del lingüista alemán dedicó unas palabras
–todas ellas de enaltecimiento– a su obra, se ha llevado a cabo un buen número de
estudios con el cometido de atender la investigación de las lenguas vivas y darles el
reconocimiento oportuno. Con todo, tal y como Gregorio Salvador declara, «el es-
tudio de la lengua hablada [coloquial ha sido relegado a un segundo plano y se ha
considerado] meramente incidental con respecto al de la lengua escrita» (1977: 60).
En los años posteriores a estas palabras, sin embargo, la situación mejora y da paso
a esas publicaciones de indiscutible calidad que sirven para completar lo dispuesto
por Beinhauer y con ello amplian los horizontes de un ámbito todavía en la actuali-
dad no del todo profundizado. A modo ilustrativo se pueden nombrar las aporta-
ciones de Emilio Lorenzo, El español de hoy, lengua en ebullición (1966) [La publicación
de Emilio Lorenzo es anterior a las palabras de Gregorio Salvador, aunque la in-
cluimos por contener esta obra apreciaciones interesantes sobre el español colo-
quial.], Antonio Narbona, Sintaxis española: nuevos y viejos enfoques (1989), Ana María
Vigara Tauste, Morfosintaxis del español coloquial. Esbozo estilístico (1992), Luís Rodrí-
guez Cortés, Tendencias actuales en el estudio del español (1994) y Los estudios de español
hablado entre 1950 y 1999 (2002) e indudablemente los trabajos de Antonio Briz y del
grupo Val.Es.Co, Pragmática y gramática del español hablado: Actas del II Simposio sobre
análisis del discurso oral (1995) y El español coloquial en la conversación (1998), además de
la valiosa aportación de Margarita Porroche Ballesteros, Aspectos de gramática del espa-
ñol coloquial para profesores de español como L2 (2009). No podemos dejar de mencionar
a Lluís Payrató, de quien se encuentra un artículo en el libro que recoge las ponen-
cias del II Simposio sobre el español coloquial celebrado en Valencia en noviembre de

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1995 y a quien básicamente se podría definir como un pragmatista y sociolingüista
que ha abordado principalmente el estudio del catalán coloquial, con sus publica-
ciones Català col·loquial ([1988], 1996) y Pragmàtica, discurs i llengua oral: introducció a
l’anàlisi funcional de textos ([2003], 2010). En lo que sigue pretendemos ilustrar de
forma más extensa lo que algunas de estas obras exponen –si bien algunas no se
recogerán, por contener explicaciones muy similares a las consideradas más centra-
les–.

3.2.2. En busca de una definición de Umgangssprache/Alltagssprache,


lengua coloquial y llengua col·loquial

Las voces alemanas Alltagssprache y Umgangssprache se presentan como las más


convenientes para definir la lengua que aparece en los diálogos de las novelas de
Hans Fallada con el fin de mimetizar el habla corriente y espontánea de la
conversación diaria. A primera vista, cualquier hablante podría identificar con suma
facilidad el significado de ambos términos, pues son transparentes. Sin embargo,
una vez más, tal y como suele ser habitual en los círculos de los lingüistas teóricos,
la polémica generada en torno a Alltagssprache y Umgangssprache en cuanto a su
contenido semántico no ha acabado de remitir, sino todo lo contrario, pues esta se
ha visto acrecentada tal y como muestran varios de los intentos fallidos que se han
llevado a cabo a fin de encontrar una definición que satisfaga a todos.

Por ello, pretendemos mostrar una compilación de algunas de las


aportaciones más destacadas de los dos términos por parte de los germanistas,
además de observar la manera en la que ha transcurrido la investigación en el
ámbito de la lingüística española y catalana. Este abanico de explicaciones nos será
de gran utilidad a la hora de formular una definición propia, que incluya todos los
rasgos que entraña la lengua cotidiana desde nuestro punto de vista.

La mayoría de los trabajos consultados que estudian la Umgangssprache


recogen la contribución de Hermann Wunderlich fechada en 1894. Parece ser Unsere
Umgangssprache in der Eigenart ihrer Satzfügung una de las primeras monografías donde
se estudia a fondo este registro de habla. El lingüista alemán manifiesta que «die
Umgangssprache sich in der Zeit des heutigen gesteigerten Verkehrs sichtlich der
lokalen Besonderheiten zu entledigen sucht, um mit weithin geltenden Formen

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ihren Kreis gerade so auszudehnen, wie dies der Schriftsprache nach
mehrhundertjährigem Ringen längst gelungen ist» (Vorwort X).57 De estas palabras
se desprende el carácter «supraregional» que se le otorga a esta forma, pues esta
constituye un medio de comunicación, que abarca un territorio mayor que el de los
dialectos. Además, Wunderlich nombra por un lado «las peculiaridades locales», que
aluden al dialecto, y por otro la lengua estándar. La Umgangssprache es pues una
forma que busca la consecución de una mayor comprensión que las hablas locales y
se sitúa con ello en la dirección del estándar. El DWDS la emplaza entre ambos, es
decir, la Umgangssprache es un vehículo de comunicación que se encuentra entre los
dialectos y la lengua estándar: «Existenzform der Sprache, die zwischen den
Mundarten und der für das gesamte Sprachgebiet gültigen Sprachform steht».58

En su afán de arrojar luz sobre el significado de Umgangssprache, el tratadista


suizo Walter Porzig define este término como la «Sprachform, die im alltäglichen
Umgang der Menschen untereinander angewendet wird. Sie ist gewissermassen ein
Gerät, eines unter vielen, das dazu hilft, den Ablauf des täglichen Lebens zu
erleichtern oder zu ermöglichen» (1950: 189).59 Dicha forma desempeña una doble
función: en primer lugar, se emplea para la comunicación inmediata en situaciones
vitales prácticas y en segundo lugar, sirve como vehículo para manifestar estados de
ánimo. De ahí que sea una forma lingüística con una fuerte carga emotiva, que se
muestra por ejemplo en el uso recurrente de hipérboles y repeticiones. Este aspecto
se refleja en la lengua que Hans Fallada pone en boca de sus personajes, tal y como
muestran las siguientes intervenciones de Enno Kluge. En (1) puede observarse
una exageración en cuanto a la visión que el hombre tiene del trabajo que se le
encomienda mediante el uso del compuesto Riesenarbeit y sus respectivas
traducciones trabajo tremendo y feinada de por, mientras que en (2) se constata la

57 «la Umgangssprache busca desligarse de las peculiaridades locales en la nueva era de la
comunicación con el fin de ampliar su alcance mediante el uso de formas [lingüísticas] vigentes,
tal y como la lengua estándar logró conseguir después de muchos años de lucha». [Traducción
propia]
58 «forma lingüística que se sitúa entre los dialectos y la lengua utilizada comúnmente en toda una
zona o dominio lingüístico». [Traducción propia]
59 «forma lingüística que se emplea en las relaciones humanas del día a día. Constituye una
herramienta, una entre muchas, que posibilita o ayuda a facilitar en cierta manera el desarrollo de
la vida cotidiana». [Traducción propia]

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reduplicación de un enunciado con el fin de enfatizar que la adquisición de una
radio es algo útil y bueno.

1) »Aber warum sortierst du es? Das ist ja eine Riesenarbeit! […]« (N3, DE, cap. 27,
pág. 287)
–¿Y por qué lo seleccionas? ¡Es un trabajo tremendo! [...] (N3, ES, cap. 27, pág.
224)
–Però per què els tries? Això és una feinada de por! […] (N3, CAT, cap. 27, pág.
278)

2) »Das mach, das tu, Emil! Radio ist immer gut, zum Behalten und zum Verkaufen!
Immer ist Radio gut!« (N3, DE, cap. 7, pág. 74)
–¡Entonces no te lo pienses dos veces, Emil! Una radio siempre es buena, para
quedársela y para venderla. Una radio siempre es buena. (N3, ES, cap. 7, pág. 56)
–Fes-ho, Emil! Una ràdio sempre va bé; tant si te la vols guardar com si la vols
revendre, una ràdio sempre va bé! (N3, CAT, cap. 7, pág. 72)

La bifuncionalidad de la Umgangssprache está directamente relacionada con el uso de


ciertos fenómenos lingüísticos –que comentaremos en los siguientes apartados
(3.2.3 y 3.2.4)–, pero que Porzig resume grosso modo en una sintaxis oracional simple
y un léxico poco preciso (1950: 190).

En 1954 Walter Henzen reconoce la problemática existente en cuanto a la


falta de una definición sólida del término acuñado por Wunderlich sesenta años
antes cuando afirma que «die Umgangssprache [sei] am leichtesten zu umschreiben,
aber am schwersten zu beschreiben» (1954: 21)60 y sitúa esta forma de lengua entre
Mundart y Schriftsprache.61 Este tratadista sostiene que antes o después los lingüistas
se verán en la obligación de «die Umgangssprache an den Hörnern zu fassen»,
(1954: 22)62 ya que «wir [sind] immer noch über ihr Wesen [wenig] unterrichtet»
(1954: 22)63 y que además «die bisherigen, allgemein gehaltenen Ausführungen über


60 «la Umgangssprache [constituye una de las formas] más fáciles de parafrasear, pero [a la vez] la
más difícil de describir». [Traducción propia]
61 «entre el dialecto y la lengua escrita» [Traducción propia]
62 «coger la lengua oral por los cuernos» [Traducción propia]
63 «todavía estamos [poco] duchos en lo que a su esencia respecta». [Traducción propia]

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den Sachverhalt gelegentlich aneinander vorbeireden» (1954: 21).64 Esta última
aserción se asienta en el antagonismo de opiniones surgidas hasta ese momento en
torno al término y concepto, que aquí nos ocupa. Hay lingüistas que defienden, por
ejemplo, que esta forma se acerca al dialecto en cuanto a los rasgos segmentales y
suprasegmentales, mientras que otros como Wunderlich (1894: 6) y Behaghel
([1920], 1927: 12) son de la opinión que es la sintaxis la que más se asemeja o bien
la que es coincidente entre Umgangssprache y Dialekt o Mundart.65 Ambos autores
califican de antónimas las voces Umgangssprache y Schriftsprache, a diferencia de la
mencionada propuesta de gradación que Henzen realiza años después: Mundart-
Umgangssprache-Schriftsprache (1954: 21). Proporcionamos a continuación una cita de
Wunderlich en la que relaciona dialecto y Umgangssprache a través de la sintaxis y
opone este registro a Schriftsprache o lengua escrita, así como una definición de lo
que Behaghel entiende por Umgangssprache:

Wer die mundartliche Litteratur namentlich auf dem Gebiete der Prosa
überblickt, dem wird es nicht entgangen sein, wie nahe sich oft gerade in der
Satzfügung einzelne Mundarten berühren, die in ihrem Lautstande schroff von
einander abstehen. Und wer diese Einheitspunkte der Satzfügung verbindet,
wird finden, dass sie im Grunde nur dieselben Linien ergeben, die wir in der
Umgangsprache66 gegenüber der Schriftsprache gezogen finden; in allen diesen
verschiedenen Erscheinungsformen prägt sich eben immer wieder die
mündliche Mitteilung gegen die geschriebene aus, die Rede gegen die Schrift
(Wunderlich 1894: 6).67


64 «las observaciones generales hechas hasta el momento son en ocasiones contradictorias».
[Traducción propia]
65 «Die Mundarten zeigen in syntaktischer Hinsicht eine im wesentlichen gleiche Struktur wie die
Umgangssprache» (Wunderlich 1894: 6); «[Die Umgangssprache steht] in der Satzfügung meist
auf der Seite der Mundart» (Behaghel 1927: 12).
«Los dialectos muestran una sintaxis bastante similar a la de la lengua coloquial». [Traducción
propia]; «La lengua coloquial coincide con el dialecto en el nivel de la sintaxis». [Traducción
propia]
66 Escribimos Umgangsprache con una sola -s en las citas de Wunderlich, tal y como él mismo
propone. Se renuncia pues al Fugenmorphem -s al que solemos estar acostumbrados cuando nos
encontramos con este compuesto.
67 «Todo aquel que esté ducho en literatura de prosa que incluya pasajes dialectales se habrá
percatado cuan coincidentes pueden ser algunos dialectos en lo que respecta a la sintaxis, a pesar

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An der Spitze dieser Zwischenstufen [verschiedene Abstufungen zwischen
Schriftsprache und Mundart] steht eine Form, die erst neuerdings ihren festen
Namen erhalten hat, die sogenannte Umgangssprache. Das ist die Sprache des
gebildeten Verkehrs, eine Sprache, die in Lauten und Formen den Gesetzen
der Schriftsprache sich unterwirft, die aber in der Auswahl der Wörter ihre
eigenen Wege geht und namentlich in der Satzfügung meist auf der Seite der
Mundart steht, zur Schriftsprache einen scharfen Gegensatz bildet (Behaghel
1927: 12).68

En nuestra opinión, Umgangssprache no es «die Sprache des gebildeten Verkehrs»


[lengua de la comunicación culta]. Esta última sería más bien la que se podría oír en
la Administración Pública o en un bufete de abogados, por ejemplo. En tales
contextos se emplearía, o al menos cabría esperar que así fuera, el registro estándar
o la Hochsprache. En contraposición a lo dicho por Behaghel, secundamos las
palabras de Porzig cuando afirma que la Umgangssprache es un registro del que toda
persona se sirve, sea cual sea su estrato social: «[es gibt] kein Mitglied der
Sprachgemeinschaft, das sich nicht im täglichen Leben der Umgangssprache
bediente» (1950: 192). Se trata pues de una forma lingüística al alcance de todos y
por ello no debe caerse en asociaciones erróneas del tipo: Hochsprache (Sprache der
Gebildeten) o Umgangssprache (Sprache der Ungebildeten) (Porzig 1950: 193).

La lingüista austriaca Elise Riesel parte del «uso lingüístico» a la hora de


definir Stil der Alltagsrede o des Alltagsverkehrs ([1964], 1970: 60), es decir emplea un
criterio funcional. Así pues, estamos hablando del «Gebrauch der Sprache im
täglichen Umgang der Menschen: hauptsächlich im privaten Leben – im Familien-

de diferir de manera importante en la fonética. El estudioso o individuo que relacione y observe
estas cuestiones sintácticas, verá que muchas de ellas también se dan en la Umgangssprache [lengua
coloquial] a diferencia de la lengua escrita. En todas estas manifestaciones lingüísticas del ámbito
sintáctico puede observarse la polarización de lo hablado y lo escrito». [Paráfrasis propia]
68 «En la cúspide de estos grados intermedios [existencia de varias gradaciones entre lengua
escrita y dialecto] se encuentra una forma que ha recibido recientemente la denominación de
Umgangssprache [lengua coloquial]. Es la lengua de la “comunicación culta” [–entendemos aquella
que tiene lugar entre personas estudiadas y formadas–], una forma sujeta a las normas de la
lengua escrita en cuanto a la fonética y las formas –morfología–, que se supedita, sin embargo, al
dialecto en el ámbito del léxico y especialmente en el sintáctico. Esto último conlleva a una clara
oposición en relación a la lengua escrita». [Traducción propia]

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und Freundeskreis, auf der Straße, im Laden, in der Straßen- und Eisenbahn u. dgl.
m., aber auch im täglichen Arbeitsleben, im Verkehr mit Berufskollegen, falls diese
Art der Verständigung nicht allzu professionellen oder allzu offiziellen Charakter
annimmt» (1970: 60).69 En la misma definición nos encontramos con la palabra
Umgang, lo que tiene sentido si se tiene en cuenta la aserción, que la lingüista hace
justo al principio del segundo epígrafe de su segundo capítulo, con la que se
estipula que el estilo descrito estriba en la Umgangssprache y sus diferentes
gradaciones (1970: 60). Aparte del ámbito de uso, existe una serie de aspectos que
caracterizan este registro: la naturalidad, la brevedad, la extensión de ciertas
expresiones, la expresividad y la sencillez (Riesel 1970; Hoffmann 2007: 15-7;
Duden Grammatik 2009: 1150), que recogeremos y ejemplificaremos más tarde. De
estas líneas deriva que la Alltagssprache descansa sobre los cimientos de la
Umgangssprache, con lo que se afianza esa relación de sinonímia de la que se habla en
el diccionario Duden.

Ulf Bichel (1973) ofrece una compilación que se podría calificar, a nuestro
modo de ver, de íntegra, por la aparición de cuantiosas y valiosas contribuciones
que parten de distintos preceptos. Este mismo nombra a algunos de los autores
hasta ahora citados y considera el trabajo de Werner (sic) Henzen (1954) como la
obra central de la que parten estudios posteriores. Además, utiliza esta monografía
para evidenciar la pobre evolución de la investigación concerniente a la Umgangss-
prache, pues contiene explicaciones muy similares a otras realizadas mucho antes –la
de Gustav Roethe en 1913–, donde se establece un paralelismo exacto al colocar
Umgangssprache entre dialecto y lengua estándar (Bichel 1973: 2). En la introducción
se confirma que la dificultad de llegar a un consenso radica no solo en el galimatías
terminológico que rodea al término, sino que también en lo que cabe entender por
umgangssprachlich [coloquial] (Bichel 1973: 3).

La Umgangssprache alemana, que constituye un registro de habla, se relaciona,


a tenor de lo expuesto hasta el momento, con un tipo de discurso: la conversación


69 «Uso de la lengua en el trato diario entre personas: principalmente en la vida privada – en el
círculo de familiares y amistades, en la calle, en las tiendas, en los [transportes], etc., pero también
en el ámbito laboral cotidiano con los compañeros de trabajo, siempre y cuando la comunicación
no tome un carácter demasiado oficial». [Traducción propia ligeramente modificada]

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cotidiana. Así pues, a pesar de no ser la conversación el único medio donde la len-
gua coloquial cobra vida y se actualiza, sí que es el más propicio para acogerla por
las condiciones comunicativas de las que Koch y Oesterreicher hablan (2007: 26-7).
Con esto subrayamos una vez más la afinidad existente entre la concepción hablada
y el código fónico. Johannes Schwitalla en su libro Gesprochenes Deutsch, publicado
por primera vez en 1997 y reeditado hasta cuatro veces –la última en 2012–, parte
de la pregunta: Was ist gesprochene Sprache? [¿Qué es la lengua hablada?]. Con «lengua
hablada» se refiere a la «coloquial», pues así lo atestiguan los apartados posteriores
dedicados a cuestiones prosódicas, sintácticas y léxicas. Elise Riesel (1970) y Mi-
chael Hoffmann (2007) recogen igualmente algunos fenómenos atribuibles al nivel
coloquial de la lengua, en el que las condiciones comunicativas favorecen este uso
que en otros contextos no resultaría pertinente.

En los estudios realizados en el ámbito del español coloquial, tal y como


muestra la definición de Werner Beinhauer, también se asocia este registro a la con-
versación cotidiana: «el habla tal como brota, natural y espontáneamente en la con-
versación diaria, a diferencia de las manifestaciones lingüísticas conscientemente
formuladas, y por tanto más cerebrales, de oradores, predicadores, abogados, con-
ferenciantes, etc., o las artísticamente moldeadas y engalanadas de escritores, perio-
distas o poetas» ([1929], 1985: 9). Con sus palabras, el alemán alude al famoso con-
tinuo que se da entre la inmediatez y la distancia comunicativas (Söll 1974; Koch y
Oesterreicher 1985), y más concretamente a los extremos, ya que contrapone la
conversación espontánea a aquellas manifestaciones lingüísticas más elaboradas y
planeadas, en palabras de Gregory «[those linguistic utterances that display] the
speaking of what is written to be spoken as if not written» (1967: 189) [oral no es-
pontáneo Æ ejecución oral del escrito para ser dicho como si no fuera escrito]. Por
otro lado, también contrapone la conversación natural e informal a aquella que se
intenta imitar en el medio escrito con el fin de recrear en este la palabra fluida y
efímera y dar así una imagen lo más cercana posible a la realidad. Una vez más nos
remitimos a Gregory para caracterizar esta[s] forma[s] lingüística[s] como «written
not necessarily to be spoken, [but] to be read as if heard» (1967: 189) [escrito no
necesariamente para ser dicho, [sino] para ser leído como si se escuchara] (v. FI-
GURA 7).

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FIGURA 7: Aspects of varieties differentiation (Gregory 1967: 189), gráfico traducido
por Bernal (2008: 77) a partir de lo reproducido en Payrató (1996: 62)

Otra definición en la que nos podemos apoyar, y de hecho, se han inspirado otros
muchos para caracterizar este registro, es la de Emilio Lorenzo. Este destaca dos
constantes en el acto coloquial: por un lado, la presencia física de uno o más inter-
locutores «con cuya atención, iniciativa o reacción oral o no oral cuenta el hablante;
y [por otro,] un marco espacial y temporal que sirve de referencia a toda la comuni-
cación» (Lorenzo [1966], 1980: 39-40). A partir de estas, Lorenzo formula una defi-
nición que en palabras de Vigara Tauste es el intento más logrado hasta aquel mo-
mento –año 1990– de determinar y fijar los límites del español coloquial: «el
español coloquial es el conjunto de usos lingüísticos registrables entre dos o más
hispanohablantes, conscientes de la competencia de su interlocutor o interlocuto-
res, en una situación normal de la vida cotidiana, con utilización de los recursos
paralingüísticos y extralingüísticos aceptados y entendidos, pero no necesariamente
compartidos por la comunidad en que se producen» (definición de Lorenzo, 1980:
38; recogida también por Vigara Tauste 1990: 13). Junto con las constantes se dan
también variables como la experiencia común –modificable a tenor del grado de
convivencia de los hablantes y que propicia la aparición de ciertas formas lingüísti-
cas (presencia de pronombres/proverbos con función anafórica, perspectiva de
presente)–, el carácter deíctico, el egocentrismo de los participantes, entre otros
muchos aspectos (Lorenzo 1980: 39-48; Briz 1998: 38-9). Vigara Tauste apunta que

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«en términos generales, lo que designamos con el sintagma español coloquial es el
empleo común que hacen de un determinado sistema lingüístico los hablantes de
una determinada sociedad (la española) en sus actos cotidianos de comunicación» y
para acabar de dar precisión al concepto destaca el carácter urbano de la variedad
que se encarna en la conversación (o coloquio) cuyas características consustanciales
son «la actualización oral, la inmediatez y la interdependencia dinámica de todos los
elementos en el proceso de la comunicación» (1992: 35-8). En último lugar, men-
cionaremos algunas observaciones hechas por Antonio Briz,70 cuya trayectoria pro-
fesional se ha desarrollado sobre todo en este campo. El valenciano define el espa-
ñol coloquial como un registro o nivel de habla y no de lengua,71 ya que el uso viene
determinado por la situación y las circunstancias de la comunicación. Secundamos
lo argumentado por Briz, aunque volvemos a recalcar que muchas de las definicio-
nes y por ende de los estudios donde estas se encuentran incluyen la palabra «con-
versación» a la hora de definir «coloquial» debido a que constituye el marco propi-
cio para el empleo de este registro en particular. Así lo afirma también Margarita
Porroche (2009: 25). De hecho, Briz estudia el español coloquial en el marco de la
conversación. Algo que pocos han hecho, puesto que tal y como afirma Narbona
muchas investigaciones parten de los diálogos insertos en obras literarias para el
análisis de la sintaxis coloquial, por ejemplo (1989: 157). Esta variedad no es propia
de una única clase social, aunque sí que es la única que [suelen] dominar los hablan-
tes de nivel sociocultural bajo o medio-bajo (v. también Porzig 1950: 192). No se
trata de un registro ni uniforme ni homogéneo, pues variará cuando entren en juego
los registros de lengua (variedades diatópicas y diastráticas), por ello muchas veces
se oye hablar de lengua/variedad coloquial madrileña, gaditana, ovetense, etc., y
también de si la conversación se produce entre las clases más desfavorecidas o si
por el contrario tiene lugar entre las gentes a quien no acucian dificultades econó-
micas (clase media, o media-alta). Resumiendo, se trata de una modalidad que se

70 Hemos completado con algunas ideas personales aquello apuntado por Briz.
71 Briz (1998: 36-7) rechaza, por ejemplo, utilizar el adjetivo vulgar y/o popular como sinónimo(s)
de coloquial, ya que el/los primero[s] hace[n] referencia a un nivel de lengua medio-bajo o bajo,
mientras que el segundo es un nivel de habla. Aprovechamos para añadir que este mismo
tratadista rehusa utilizar igualmente términos como conversacional en calidad de sinónimo de
coloquial, ya que se está nombrando por un lado, a un tipo de discurso y por otro, al registro
informal que puede utilizarse en este.

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adquiere de forma natural y progresiva desde que nacemos hasta que llegamos a
adquirir por completo la capacidad de hablar y de expresarnos (Briz 1998: 40).

Lluís Payrató, que es el máximo exponente en cuanto al estudio del «català


col·loquial», define este registro como «la modalitat de la llengua catalana que uti-
litzen els parlants en l’àmbit d’ús col·loquial o quotidià»72 y este queda delimitado
por los parámetros de campo cotidiano, modo oral espontáneo, tenor interactivo y
tono informal ([1988], 1996: 59). El lingüista barcelonés muestra en su estudio estos
cuatro factores para dar cuenta de las características intrínsecas de esta variedad.
Resulta difícil, por no decir imposible, aunar todos los temas que pueden darse en
el discurso coloquial; por ello acordamos considerar que «[les] converses al cafè so-
bre les més altes qüestions nacionals al costat de disputes familiars sobre el reparti-
ment de les tasques domèstiques [o fins i tot la conversa d’ascensor]»73 podrían
formar, al menos en parte, el marco ideal en el que se establece un continuo donde
se podrían encuadrar diferentes manifestaciones lingüísticas que se ajusten a con-
versaciones sobre cuestiones ordinarias sin requerir estas ningún tipo de especiali-
zación. El habla coloquial tal y como la conocemos es oral y espontánea, además de
no preparada. En el marco de la conversación, los participantes admiten, según
Payrató, una regla de juego que representaría el caso ideal –a pesar de que a veces
resulte un tanto utópico dependiendo de la situación–: «Que sempre parli algú però
que mai no parli més d’una persona alhora» (1996: 61).74 Decimos que es una situa-
ción un tanto ilusoria, ya que muchas veces no se respetan los turnos de habla y ello
lleva a solapamientos que pueden desembocar en malentendidos. En cuanto al te-
nor, decimos que el discurso coloquial tiene como cometido el establecimiento de
la interacción cuyo primer eslabón son los rituales de contacto, como pueden ser
los saludos, los intercambios verbales o conversaciones breves en la vía pública. Por
último, únicamente apuntar que el tono de la conversación coloquial es el informal,


72 «la modalidad de la lengua catalana que utilizan los hablantes en el ámbito de uso coloquial o
cotidiano». [Traducción propia]
73 «[las] conversaciones en el café sobre las más importantes cuestiones nacionales al igual que las
disputas familiares sobre el repartimento de las tareas domésticas [o incluso la conversación de
ascensor]». [Traducción propia]
74 «que siempre hable alguien pero que nunca hable más de una persona a la vez». [Traducción
propia]

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implicando este la aparición de ciertos rasgos sintácticos, fonéticos y formas de tra-
tamiento, que aquellos hablantes de elaboraciones más descolladas que producen
ponencias universitarias o formulan ciertos discursos con el fin de poner el broche
final a unas negociaciones importantes no osarían emplear debido a que los interlo-
cutores serían intransigentes con ellos.

Una vez vistas algunas de las definiciones más punteras formuladas por estudio-
sos de las tres lenguas, nos gustaría indicar lo que entendemos en el presente traba-
jo por Umgangssprache/Alltagssprache, lengua coloquial y llengua col·loquial. Con este tér-
mino se denomina un registro de habla que tiene lugar normalmente en la
interacción cotidiana y se emplea en situaciones distendidas en las que se conversa
sobre temas variados que no requieren planificación ni preparación previa.

Con todo, este registro encuentra también su lugar en el medio escrito, pues el
afán por reflejar la lengua viva y espontánea lleva, por ejemplo, a escritores, guio-
nistas y pregoneros a emplear esta variedad en sus libros y textos en general. Ade-
más, dicha variedad es supraregional y suele ser inteligible en todo un territorio lin-
güístico, por lo que cualquier hablante que pertenece a este la domina y se sirve de
ella a diario con fines interactivos y expresivos.

3.2.3. Rasgos universales de la inmediatez comunicativa en las novelas


de Hans Fallada

Los diálogos de las novelas de Hans Fallada presentan una serie de rasgos
prototípicamente hablados en todos los niveles lingüísticos, que además pueden
observarse en muchas lenguas y no únicamente en alemán. Así pues, nos
encontramos, según la clasificación coseriana en el nivel universal de la lengua (1981:
269). Siguiendo, en parte, a Koch y Oesterreicher empezaremos describiendo el nivel
pragmático-textual donde se nombran los marcadores discursivos (2007: 72-85).
Estos pueden agruparse según sus funciones en distintas clases, aunque desempeñan,
en la mayoría de ocasiones, más de un papel discursivo. En la clasificación de Koch y
Oesterreicher aparece un primer grupo denominado «marcadores de la organización
discursiva», que incluiría toda unidad con un cometido estructurador de apertura,
continuación o cierre. En (1) puede observarse la interjección tja, que actúa como
marcador reactivo de apertura de turno de palabra y que muestra un matiz de

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reflexión o cavilación (DWDS), pues el hablante pretende ganar tiempo para la
formulación del enunciado mediante su uso. Además, muestra la reacción de sorpresa
del hablante, pues acaban de transmitirle una información que desconocía. En (2)
puede observarse igualmente apertura discursiva mediante las unidades so y so, also a la
vez que la transmisión de un estado de ánimo de sorpresa por parte del hablante. Este
primer tipo de marcadores está directamente relacionado con los de «turno de
palabra», pues dan pie al inicio de interacciones, que se rigen por una estructura diáfana
marcada por los cambios de turno. Los turnos están formados por secuencias
enunciativas que incluyen marcadores que ayudan a una emisión más clara del mensaje,
ateniéndose siempre al contexto lingüístico y extralingüístico. A su vez, los dos autores
alemanes incluyen los «marcadores fáticos» en el nivel pragmático-textual de los rasgos
universales lingüísticos, que juegan igualmente un papel primordial en la interacción,
pues son las unidades encargadas de establecer (3), mantener (4) y finalizar (5) el
contacto entre emisor y receptor. Los tres grupos están interrelacionados y velan por el
éxito comunicativo de las interacciones entre los hablantes.

1) »Da, lesen Sie!«, sagte der Kommissar Escherich zu dem Assistenten Schröder und gab
ihm das Protokoll in die Hand.
»Tja«, antwortete Schröder und reichte die Bogen zurück. »Da hat er es also doch
gestanden und ist nun reif für den Volksgerichtshof und den Scharfrichter. Ich hätte es
nicht gedacht.« Er setzte nachdenklich hinzu: »Und so was läuft frei auf der Straße
rum!«
(N3, DE, cap. 25, pág. 262)

2) »An wen schreibste denn, Evchen?«


Unwillkürlich antwortet sie ihm, trotzdem sie sich fest vorgenommen hat, nicht mehr
mit ihm zu sprechen. »An Karlemann …«
»So«, sagt er und legt die Zeitungen aus der Hand. »So, also an den schreibste und
schickst ihm womöglich auch noch Päkchen, aber für seinen Vater haste nicht mal ’ne
Kartoffel und ’n Happen Fleisch übrig, hungrig wie der ist!«
(N3, DE, cap. 5, pág. 52)

3) »Sehen Sie, Kluge«, sagte der Kommissar, »ich wusste doch, ich kann mich auf meinen
Ortssinn verlassen. Da haben wir schon den See!«
(N3, DE, cap. 33, pág. 363)

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4) »Kostenpunkt höchstens fünfundzwanzig Mark, junger Mann! Verstehen Sie! Einer
von meinen Skatbrüdern hat einen für zwanzig, echt englisch, Wolle und angewebtes
Futter, verstehen Sie!«
(N1, DE, cap. 37, pág. 286)

5) »Kenn ich nicht. Soll aber auch einen Bericht machen über das Ausreißen des Kluge.
Kurz, sachlich, kein Geschwafel, keine persönlichen Vorteile, verstanden, Herr
Schröder?«
(N3, DE, cap. 25, pág. 264)

Aparte de marcadores pragmáticos, a los que dedicaremos más atención en el punto


(5) de nuestro trabajo, se advierten ciertos mecanismos de modalización como las
partículas modales en algunas de las intervenciones y diálogos. Estas unidades
«hacen alusión a determinadas condiciones contextuales e interaccionales
relacionadas con actos ilocutivos o a determinadas expectativas (sin hacerlo de
forma realmente explícita)» (Koch y Oesterreicher 2007: 97). Las partículas denn y
doch enfatizan los enunciados en los que se encuentran, por un lado la pregunta (6)
y por otro, la afirmación (7, 8) (DWDS: denn 1a; doch 2.1). Además, la partícula doch
tiene en la intervención del comisario (segunda parte de 8) el significado de
recordar algo que parece que se ha olvidado (DWDS 2.1), en este caso que Enno
Kluge era según el informe el responsable de la distribución de las postales.

6) »Was macht ihr denn hier, ihr beide?«, klingt eine scharfe Stimme von der Tür her.
(N3, DE, cap. 7, pág. 75)

7) »Und dann lebe ich ganz zurückgezogen, ich habe kaum noch Verbindung mit der
Welt. Aber Sie, Herr Persicke, Sie und Ihre Persicke, Sie und Ihre Familie, Sie sind es
doch, die die beiden Einbrecher überrascht haben […]«
(N3, DE, cap. 8, pág. 82)

8) »Herr Kommissar«, sagte der Assistent Schröder, »ich kann’s noch immer nicht ganz
glauben, dass der Kluge die Karte hingelegt hat. Ich hab’s doch gesehen, wie ich sie
ihm in die Hand gab, der hat noch nie was von der Karte gewusst! Das hat sich alles
bloß dieses hysterische Frauenzimmer, die Sprechstundenhilfe, ausgedacht.«
»Aber es steht doch im Protokoll, dass er sie hingelegt hat«, wandte der Kommissar
ein, doch ohne besonderen Nachdruck.
(N3, DE, cap. 25, pág. 263)

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En cuanto a la sintaxis de la inmediatez comunicativa que se ve reflejada en las
novelas, podemos hacer alusión a enunciados inacabados o suspendidos (Porroche
Ballesteros 2009: 49). En (9), Otto Quangel no sabe exactamente como decirle a
Trudel Baumann que Ottochen ha caído en el frente y los puntos suspensivos
indican esa confusión, nerviosismo y, en definitiva, desabrimiento que el personaje
vive en su fuero interno. También aparecen intervenciones que presentan
enunciados con una pausa breve, que el mismo hablante retoma a los pocos
segundos (10) con la misma palabra –sonst– con la que interrumpió su turno de
palabra. Por otro lado, se dan las «Konstruktionsübernahmen» (Schwitalla 2012:
104) con las que el hablante bien puede querer repetir, completar o corroborar lo
dicho por su interlocutor (11 y 12).

9) »Es muss schon heute Abend sein, Trudel«, sagte Otto Quangel. »Die Sache ist
nämlich die …«
(N3, DE, cap. 4, pág. 36)

10)Pinneberg geht auf die Frage mit der Gerechtigkeit nicht näher ein. »Und sonst?« fragt
er hartnäckig.
»Ja, sonst…« Herr Friedrichs zuckt die Achseln. »Sonst ist auch nischt […]«
(N1, DE, cap. 14, pág. 109)

11)Frau Mörschel steht wieder am Herd. Das Fett brutzelt, sie fragt: »Was sind Sie denn?
Können Sie denn überhaupt heiraten?«
»Ich bin Buchhalter. In einem Getreidegeschäft.«
»Also Angestellter?«
»Ja.«
(N1, DE, cap. 2, pág. 19)

12)»Wie ist er denn, dein Vater?«


»Gott, du wirst ja gleich sehen. Ist ja auch egal. Du heiratest mich, mich, mich, ohne
Vater und Mutter.«
»Aber mit dem Murkel.«
»Mit dem Murkel, ja. Nette unvernünftige Eltern bekommt er. Nicht eine
Viertelstunde können sie vernünftig sitzen ...«
(N1, DE, cap. 2, pág. 21)

Las dislocaciones sintácticas son igualmente comunes en la lengua coloquial


hablada y tienen el fin de resaltar ciertos elementos en el enunciado, pues existe una
necesidad de que «el mensaje [esté] ordenado en función de lo que el emisor piensa
que el destinatario necesita saber» (Haßler 2008: 123-4). Así pues, «en determinadas
circunstancias, y [claramente] con una finalidad comunicativa, el hablante realza la

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dimensión opositiva de uno de los segmentos del discurso y lo focaliza. Su
propósito comunicativo es el de llamar la atención del receptor con el fin de
subrayar el foco o de vencer en el destinatario una predisposición contraria»
(Haßler 2008: 125). La casera de los Pinneberg en Ducherow, la señora
Scharrenhöfer, responde a la afirmación de Corderita (13) con un enunciado
encabezado con el participio geraubt [robado] para hacer prevalecer su punto de vista
y comunicar la razón por la que se empobreció tanto. La anciana atribuye su
desgracia a algún inquilino de los que pasaron por la vivienda alquilada, ya que
según ella, su pobreza se debe a un hurto y no a la devaluación del marco. En (14)
el objeto ocupa la primera posición en vez de la tercera, como es habitual. Con ello,
el señor Quangel acentúa su actitud de resignación, pues no cree que unos pocos
ciudadanos puedan luchar contra el régimen. En cambio, su interlocutora, Trudel
Baumann, asegura todo lo contrario de forma contundente; algo que se desprende
de la focalización de viel. Por otra parte, la dislocación a la izquierda puede tener
que ver con la presentación de información ya conocida (el tema) por ambos
interlocutores a la que se agregará posteriormente nueva información (rema). Este
fenómeno puede verse en (15), donde Enno Kluge quiere hacer creer a su ex-mujer
Eva con la dislocación del sintagma preposicional mit den Weibern, que sus líos
amorosos han acabado de una vez por todas.

13)»Aber da war doch die Geldentwertung«, macht Lämmchen einen neuen Versuch.
»Geraubt hat er es mir«, sagt die alte Frau kläglich, und die hellen Tränen fließen
mühelos aus ihren Augen. »Ich will Ihnen die Bücher zeigen, ich hab es jetzt gemerkt,
die Zahlen sind nachher ganz anders, so viele Nullen.«
(N1, DE, cap. 6, pág. 51)

14)»Aber was können wir denn tun?«, wehrt sich Otto Quangel verzweifelt gegen dieses
Drängen. »Wir sind nur ein paar, und all die Millionen sind für ihn, und jetzt nach
diesem Siege gegen Frankreich erst recht. Gar nichts können wir tun!«
»Viel können wir tun!«, flüstert sie eifrig. […]«
(N3, DE, cap. 4, pág. 39)

15)Sie fragte: »Warum machst du das nicht bei einer von deinen Freundinnen ab? Die sind
dir doch sonst gut genug für so was!«

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Er schüttelte den Kopf: »Mit den Weibern bin ich durch, Evchen, mit denen befass
ich mich nicht mehr, mit denen hat’s mir gereicht. Wenn ich alles bedenke, du warst
doch immer die Beste von allen, Evchen. [...]«
(N3, DE, cap. 5, pág. 43)

Otro rasgo prototípico de la lengua coloquial hablada es el de matizar semánticamente


ciertos constituyentes sintácticos mediante el fenómeno de la repetición (Koch y
Oesterreicher 2007: 125). En (16) un juez asiente a lo dicho anteriormente por Baldur
Persicke y hace una precisión agregando el adjetivo vollkommen en la segunda parte del
enunciado para manifestar que sabe de lo que su interlocutor le está hablando. En (17)
vuelve a darse una precisión semántica cuando se repite el espacio al que se está
haciendo referencia, es decir no se trata de una habitación cualquiera [en al. Zimmer],
sino concretamente de un dormitorio [en al. Schlafzimmer].

16)Der tut nicht nur überlegen, der ist es wirklich. Baldur Persicke sagt fast bittend:
»Verstehen Sie, Herr Kammergerichtsrat, Vater ist, gradeheraus gesagt, völlig besoffen.
Die Kapitulation von Frankreich …«
»Ich verstehe, ich verstehe vollkommen«, sagt der alte Rat und macht eine
beschwichtigende Handbewegung.
(N3, DE, cap. 8, pág. 82)

17)»Aus dem Zimmer? Aus dem Schlafzimmer?« fragt der Verkäufer und versteht nur
sehr langsam.
(N1, DE, cap. 22, pág. 165)

La presencia de anacolutos en la lengua hablada es muy habitual, aunque Hans


Fallada representa este fenómeno en pocas ocasiones en sus diálogos. Por
anacoluto se entienden rupturas y cambios de construcciones sintácticas en el
discurso (Koch y Oesterreicher 2007: 123-4; Brumme 2008: 29-30; Schwitalla 2012:
117). En (18) observamos un anacoluto en la intervención de Johannes Pinneberg
cuando responde a la pregunta de Schlüter, un actor. El joven reacciona a la
pregunta de este algo nervioso con una intervención encabezada por la unidad weil...
y divaga algo hasta que le explica el motivo por el que le gustó una escena en
particular de una de sus películas.

18)»So, das war das Schönste. Und warum war es das Schönste?« fragt der Schauspieler
unersättlich weiter.

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»Weil …, ach wissen Sie, es war mir so, bitte lachen Sie nicht, es war so wie wir.
Verstehen Sie, uns kleinen Leuten geht es nicht sehr gut jetzt, und manchmal ist es so,
als grinste uns alles an, das ganze Leben, verstehen Sie, und man wird so klein …«
(N1, DE, cap. 45, pág. 345)

La expresividad de la lengua coloquial se manifiesta con ciertos elementos de


carácter adverbial como schrecklich, cuyo cometido es el de intensificar o exagerar lo
expresado (DWDS, 3; Duden, 3b). Así pues, Marie Kleinholz hiperboliza la
ordinariez de Corderita con el empleo de schrecklich en (19). Por otro lado, el uso de
ciertas expresiones conocidas –nivel léxico-semántico–, que entrañan un matiz
enfático, muestran ciertos estados de ánimo como enfado e irritación. En (20) el
pastor, que trabaja en la cárcel, pide al director que se busque un médico que
realmente se ocupe de los presos y no los deje morir. Esta petición irrita al
responsable del centro (zum Donnerwetter), que tiene cosas más importantes en las
que pensar, y por ello lo despacha de forma poco apropiada (Scheren Sie sich zum
Henker). El uso de ciertos adjetivos hiperbólicos como todsicher en (21), que resalta
la firmeza con lo que se asevera algo, es también muestra de la efusividad de este
tipo de registro. Por último, facilitaremos una lista para destacar la presencia de
ciertas expresiones, fraseologismos y giros idiomáticos (22).

19)»Schrecklich gewöhnlich sah die Person aus. So aufgedonnert.«


(N1, DE, cap. 13, pág. 104)

20)»Nein, nein, zum Donnerwetter, nein! Scheren Sie sich zum Henker!«
(N3, DE, cap. 59, pág. 571)

21)»[…] Glaubst du, daß du durchkommst?


Todsicher. Ich würde ja schon durchkommen, wenn ich die Erlaubnis gegeben hätte,
das Bild zu bringen […]«
(N1, DE, cap. 38, pág. 293)

22)»Reden Sie bloß kein Blech, Pinneberg, reden Sie von Dingen, von denen Sie was
verstehen! […]«
(N1, DE, cap. 38, pág. 298)

»Ach, reden Sie keinen Stuß! Nicht mit Geld. Geld habe ich wie Mist. […]«
(N1, DE, cap. 38, pág. 299)

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»Ach, du großer, kleiner Junge, du! Willst du mir jetzt aus dem Nest fliegen?! […]«
(N2, DE, cap. 2, pág. 14)

» […] Na ja, wa müssen alle mal abhauen, det is nicht anders! […]«
(N2, DE, cap. 4, pág. 21)

Ach was! hatte Karl Siebrecht gerade gedacht, und laut rief er: »Da haben wir den
Salat!« Da lag er schon auf dem Bürgersteig, halb begraben unter seinen Stoffpaketen.
(N2, DE, cap. 19, pág. 143)

» […] Ich bin Schuß mit dir!«


(N2, DE, cap. 20, pág. 159)

Wir sollen nicht jedem auf die Semmel schmieren, wer wir sind und was wir vorhaben!
(N3, DE, cap. 2, pág. 19)

Vielleicht riechen andere den Braten auch, und vielleicht sind andere besser
angeschrieben als wir.
(N3, DE, cap. 2, pág. 21)

»Wer zum Kuckuck hat denn von dir verlangt, dass du was von der Sache verstehst?
(N3, DE, cap. 7, pág. 68)

Existen determinadas palabras como verbos y sustantivos que semánticamente son


imprecisos y adquieren un significado u otro en función del contexto en el que
aparecen (Hoffmann 2007: 17). El verbo machen y los sustantivos Ding(s), Sache y
Zeug(s) reciben el nombre de términos comodín [en al. Schwammwörter/Allerweltswörter
(Riesel 1970: 88-9)], por su validez en múltiples contextos. En (23) Barkhausen
utiliza el verbo machen con el significado de gehen, verbo que aparece anteriomente
en el mismo enunciado, y que el receptor del mensaje, Enno Kluge, entiende por
el cotexto y la situación comunicativa. En (24) das Dings se refiere al asunto de
cómo Baldur Persicke descubre a Emil Barkhausen y Enno Kluge robando en
casa de la señora Rosenthal. En (25) das Zeugs remite al contenido del informe
sobre el caso del reparto de las postales contra el Partido, mientras que en (26)
Sache alude a la actuación del comisario Rusch cuando se ocupa de resolver un

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intento de robo de una pulsera de zafiros de la vecina Rosenthal por parte de
Emil Barkhausen.

23)»Gut, sehr gut!«, stimmte Barkhausen zu. »Und wenn du auf den Stettiner gehst, mach
ich auf den Anhalter. Weißte, das fällt weniger auf!«
»Auch nicht schlecht ausgedacht, Emil, hast auch ein helles Köpfchen!«
(N3, DE, cap. 7, pág. 74)

24)»Na, Vater, wie habe ich das Dings gedreht? Du mit deiner ewigen Angst! Siehst du …«
(N3, DE, cap. 8, pág. 78)

25)»Ach, lassen Sie doch die blöde Vorleserei! Sie sehen doch, ich bin besoffen, wie soll
ich denn da das Zeugs kapieren? […]«
(N3, DE, cap. 25, pág. 267)

26)»Eigentlich war das Kreuz gar nicht für Sie bestimmt, Escherich. Eigentlich sollte es Ihr
Kollege, der Rusch, kriegen, für eine ganz zackige Sache, die er mit einer ollen Jüdin
gedreht hat. Aber Sie kamen eben eher.«
(N3, DE, cap. 25, pág. 271)

Por último, aparecen acortamientos como como Alex (27) o Schupo (28) en vez de
Alexanderplatz y Schutzpolizei, que respaldan el principio de brevedad o reducción de
la lengua coloquial (Hoffmann 2007: 16).

27)»Die nicht! Die tüchtigsten Leute vom Alex!«


(N3, DE, cap. 25, pág. 269)

28)»Und wenn Sie jetzt nicht sofort in der U-Bahn verschwinden, übergebe ich Sie da dem
Schupo! Der kann Sie gleich mal wegen Erpressung festnehmen.«
(N3, DE, cap. 33, pág. 360)

En las novelas se reflejan frecuentemente los alargamientos fonéticos de la lengua


hablada con la reproducción doble de ciertos grafemas como en (29), donde neenee
revela el enfado del señor Friedrichs ante la insistencia de Johannes Pinneberg.
Además, el escritor puede resaltar en cursiva la entonación marcada de una palabra
o constituyente enunciativo en la lengua hablada como en (30), donde la emisora
achaca a su marido que su hijo haya caído en desgracia en el frente. Por su parte,

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Anna Quangel se desmarca con el empleo del acento enfático (Espunya 2008: 65)
mein –en cursiva en el medio gráfico– de apoyar las ideas del Partido.

29)»Neenee, Herr Pinneberg«, sagt Herr Friedrichs etwas ärgerlich.


(N1, DE, cap. 14, pág. 109)

30)»Ich und mein Führer?«, murmelt er, ganz überwältigt von diesem Angriff. »Wieso ist er
denn plötzlich mein Führer? […]«
(N1, DE, cap. 1, pág. 15)

3.2.4. Rasgos histórico-idiomáticos de la inmediatez comunicativa


en las novelas de Hans Fallada

En términos generales pueden observarse construcciones sintácticas, que no


siguen el orden canónico de la lengua estándar alemana, tal y como estipula Die neue
Gelbe: Lehr- und Übungsbuch der deutschen Grammatik, de la editorial Hueber, por
ejemplo. La siguiente intervención de Corderita incluye un enunciado en forma de
oración subordinada – oración principal. Cuando la oración principal va pospuesta
a la subordinada, el verbo de la principal debe aparecer en lo que se denomina
«segunda posición», es decir justo después de la coma (Dreyer y Schmitt, Hueber
2000: 149). En la lengua coloquial hablada esta regla se pasa en ocasiones por alto y
tal y como se ve en (1) es el adverbio immer el que ocupa esta posición en vez de bin,
la primera persona del verbo sein. Este fenómeno puede relacionarse con una
focalización, pues la hablante quiere resaltar el hecho de que «nunca la sacaban a
bailar». Por otro lado, las gramáticas prescriptivas marcan el uso del Konjunktiv I
cuando estamos ante una construcción de estilo indirecto (Dreyer y Schmitt,
Hueber 2000: 275). Sería este el caso cuando la joven le hace saber a Pinneberg lo
que su madre solía decirle a su hermano Karl (v. ejemplo 1). Así pues, para
reproducir las palabras de su madre, la chica tendría que haber dicho: »[…] Und
wenn dann Mutter zum Karl gesagt hat, er solle seine Freunde schicken […]«. Con todo, suele
renunciarse al uso de esta forma gramatical y recurrirse al presente de indicativo en
alemán coloquial hablado.

1) »Du bist der erste, der das sagt. Wenn wir mal zum Tanz gegangen sind, immer bin
ich sitzengeblieben. Und wenn dann Mutter zum Karl gesagt hat, er soll seine Freunde

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schicken, hat er gesagt: ›Wer will denn mit so ’ner Ziege tanzen?‹ Wirklich, du bist der
erste …«
(N1, DE, cap. 3, pág. 26)

Koch y Oesterreicher hablan de faltas de concordancia (2007: 121) cuando presentan


los rasgos universales del lenguaje de la inmediatez comunicativa. Sin embargo,
ciertos casos serían específicos del nivel histórico de la lengua alemana. Por ejemplo,
la discordancia entre el género de un sustantivo femenino die Gewerkschaft y el
pronombre anafórico neutro das (2), que le sigue en un enunciado posterior y que
remite a die Gewerkschaft. Este fenómeno vuelve a ser atribuible a la lengua coloquial
hablada, pues el pronombre neutro das prevalece ante las formas masculina y
femenina en el discurso hablado cuando se remite a una realidad, hecho o acción.

2) »Ja«, sagt er. »An denen kann man ja nichts ändern. Steuern sechs Mark und
Arbeitslosenversicherung zwei Mark siebzig. Und Angestelltenversicherung vier Mark.
Und Krankenkasse fünf Mark vierzig. Und die Gewerkschaft vier Mark fünfzig …«
»Na, deine Gewerkschaft, das ist doch überflüssig …«
(N1, DE, cap. 3, pág. 29)

La elisión de ciertos elementos sintácticos es común en la conversación coloquial,


pues esta se rige por el principio de economía. Según este, el emisor no tiene que
proporcionar más información de la estrictamente necesaria al receptor (Schwitalla
2012: 102). Determinadas unidades pueden eliminarse si han sido mencionadas
previamente y se sobrentienden. En alemán, el sujeto es obligatorio, aunque en
ocasiones se prescinde de él en el hablado espontáneo, si el receptor puede
recuperar la información por el contexto más próximo. De esta manera, la forma
finita del verbo puede ocupar en ocasiones la primera posición en el enunciado
como en (3) y (4) (v. Verbspitzenstellung en Henjum, 2004: 27).

Hans Fallada recoge este fenómeno en la muestra en la que el


Obergruppenführer Prall echa en cara al comisario Escherich que pretenda colgarse
una medalla por la redacción impecable de su informe. El enunciado en alemán
estándar rezaría: »[…] Sie wollen sich wohl mit Ihrem geistreichen Protokoll dicketun, was?
[…]«, mientras que en la intervención de Prall (3) se prescinde del sujeto Sie. Tanto
en los ejemplos (4) como (5) vuelve a omitirse el sujeto, en este caso wir y en (5)

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también el artículo indeterminado eine. Parece ser esta una tendencia en la mímesis
de la lengua hablada de Hans Fallada.

3) »Ach, lassen Sie doch diese blöde Vorleserei! Sie sehen doch, ich bin besoffen, wie soll
ich denn da das Zeugs kapieren? [ø=Sie] Wollen sich wohl mit Ihrem geistreichen
Protokoll dicketun, was? Andere Berichte folgen, sind nicht so wichtig wie der vom
großen Kriminalisten Escherich! Wenn ich schon so was höre! Kurz und Furz: Haben
Sie den Kartenschreiber geschnappt?«
(N3, DE, cap. 18, pág. 267)

4) »[ø=Wir] Haben nicht geheiratet, damit Mutter Spaß hat«, sagt er kurz angebunden.
(N1, DE, cap. 4, pág. 36)

5) Als Escherich, das Verdienstkreuz noch immer in der Hand, sein Büro betrat, saß da
sein Vertreter am Apparat und rief: »Was denn? Fall Klabautermann? Ist das kein
Irrtum? Hier liegt kein Fall Klabautermann vor!«
»Geben Sie her!«, sagte Escherich und fasste nach dem Hörer. »Und verdimensionie-
ren Sie sich schleunigst!«
Er rief in den Apparat: »Ja, hier Kommissar Escherich! Was ist mit Klabautermann?
Wollen [ø=Sie] wohl [ø=eine] Meldung erstatten?«
(N3, DE, cap. 25, pág. 271)

La Ausklammerung es otro rasgo típico del discurso oral (TGDS [1993], 2007: 83-5),
que se define como «la tendencia a colocar fuera del paréntesis o marco oracional
(parte de la frase situada entre la forma finita y la forma infinita del verbo) ciertos
componentes sintácticos que tendrían que estar dentro de este» (Brumme 2008: 33).
Existen varios tipos de Ausklammerung, aunque la más frecuente es la de los
adjuntos preposicionales en los diálogos escritos por Hans Fallada (6), sobre todo
las que incluyen enumeraciones [mit der Nichtstuerei und dem Kneipenlaufen und dem
Pferdewetten]. La gramática Duden considera Rechtsversetzung y Ausklammerung como el
mismo fenómeno, ya que el sintagma desplazado queda a mano derecha del
paréntesis oracional (2009: 886).

6) »Det mußte er doch, Karle! Laß dir det bloß erzählen: der Kiesow hatt ’n uff dem
Bahnsteig erwischt mit der roten Mütze und wollte ihn anzeigen wejen Betrug.
(N2, cap. 31, pág. 245)

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Ich hab’s dreimal erlebt und das vierte Mal und noch mal und noch mal, und nun hat’s
geschnappt bei mir, nun ist es alle!
(N3, DE, cap. 5, pág. 44)

Schließlich sagt Frau Gesch: »Na, nun habe ich Ihnen den Gefallen getan, Herr Kluge.
Aber ich sage Ihnen: einmal und nicht wieder. Und wenn Sie Ihr Versprechen nicht
halten und fangen das wieder an mit der Nichtstuerei und dem Kneipenlaufen
und dem Pferdewetten …«
(N3, DE, págs. 49-50)

»Kenn ich nicht. Soll aber auch einen Bericht machen über das Ausreißen des Kluge
[…]«
(N3, DE, cap. 25, pág. 264)

El uso de adverbios pronominales en posición separada es un aspecto sintáctico


que la Duden Grammatik recoge como fenómeno de la lengua coloquial regional
(1998: 445, 2009: 581). Esto puede verse claramente en el enunciado (7), donde
aparece la expresión sich von etwas eine Scheibe abschneiden. Otro rasgo sintáctico, que
es prototípico del hablado coloquial es la confusión en el uso del binomio wie-als en
frases comparativas. Esto se refleja igualmente en algunas intervenciones como en
(8) en la que Corderita se compara a la mayoría de mujeres por lo que respecta a la
falta de deseo sexual en los últimos meses de embarazo. En su intervención, se
observa el uso de wie en detrimento de als, que es lo que prescriben las gramáticas
(Dreyer y Schmitt, Hueber 2000: 225).

7) Keßler kostet es aus. »Sie werden befriedigt sein ... Na, und was sagt ihr nun?« Er
erklärt: »Er hat mir ausdrücklich bestätigt, daß er in der Spenerstraße wohnt, sonst
würde ich natürlich keinen Ton gesagt haben.«
»Das ist alles mögliche!« – »Da kann man sich ’ne Scheibe von abschneiden.«
(N1, DE, cap. 25, pág. 191)

8) »Na schön«, sagt sie. »Ich glaube, bei mir kommt das später wie bei andern, mir ist
wenigstens noch gar nicht so. Nun mach das dumme Buch zu.«
(N1, DE, cap. 28, pág. 215)

En cuanto al ámbito morfológico y semántico, Hans Fallada recurre a sustantivos


acabados en -ei (9) para caracterizar acciones o hechos de manera negativa en varias
ocasiones. Según la Duden Grammatik, este sufijo aparece principalmente con verbos

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intransitivos con el cometido de conferir un matiz de duración o repetición a las
acciones descritas, a menudo para recalcar su perduración en contra de la voluntad
del hablante (1998: 517, 2009: 727). El diccionario Duden marca el uso de los
sustantivos que presentamos a continuación como «umgangssprachlich» [coloquial]
y «abwertend» [peyorativo] o «meist abwertend» [generalmente peyorativo]. Los
contextos en los que se han encontrado estos sustantivos tienen que ver con
enunciados en los que los hablantes describen situaciones donde prevalece la
mentira, el mal comportamiento o bien las recriminaciones.

9) »Soll ihr Geld sparen. So ’ne Festfresserei, wo alle nur dreckige Witze reißen, ist mir
gräßlich.«
(N1, DE, cap. 4, pág. 36)

Plötzlich ruft die Alte klar und deutlich: »Vergessen Sie am Montag nicht die
Anmeldung bei der Polizei! Sonst habe ich Scherereien.«
(N1, DE, cap. 6, pág. 52)

Nee, das ganze Bild ist eine Schauspielerei, von der Aufnahme angefangen bis zum
Händeklatschen.
(N3, DE, cap. 2, pág. 19)

Du weißt doch, dass ich dich für so ’ne Meckerei ins KZ bringen kann?
(N3, DE, cap. 3, pág. 26)

»Weil dir alles gleichgültig ist bis auf deine Rennwetterei«, antwortete sie nun doch.
(N3, DE, cap. 5, pág. 44)

Schließlich sagt Frau Gesch: »Na, nun habe ich Ihnen den Gefallen getan, Herr Kluge.
Aber ich sage Ihnen: einmal und nicht wieder. Und wenn Sie Ihr Versprechen nicht
halten und fangen das wieder an mit der Nichtstuerei und dem Kneipenlaufen und
dem Pferdewetten…«
(N3, DE, cap. 5, págs. 49-50)

»Nun sitz bloß nicht so da, Eva, als wenn du so ’ne Marmorfigur wärst! Was ist denn
schon los? Du hast für ein paar Tage wieder ’nen Mann in der Wohnung, ich werd dir
schon keine Scherereien machen. Und was ich dir versprochen habe, das halte ich. […]«
(N3, DE, cap. 5, pág. 51)

Hans Fallada consigue reflejar también el nivel fónico de la lengua coloquial


hablada en sus diálogos. El escritor logra este efecto recurriendo a la técnica de «la

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elisión silábica reflejada en la grafía por el uso del apóstrofo o la simple elisión del
grafema o grafemas al respecto» (Brumme 2008: 32). Así pues, nos encontramos,
por un lado, con ciertas muestras in ’ner en vez de in einer o du’s en lugar de du es (10).
Por otro, se dan en alemán ciertos adverbios que en el registro coloquial hablado
prescinden del primer sonido vocálico; muestra de ello son draus y drauf (11).

10)»Emma! Mutter! Unser junger Mann ist in ’ner Gewerkschaft? […]«


(N1, DE, cap. 2, pág. 22)

»Wenn du’s vielleicht einmal in der Woche gründlich machtest?«


(N1, DE, cap. 5, pág. 47)

11)»Es ist ein sehr belehrendes Buch«, sagt Jachmann vernehmlich. »Habe ich eine Masse
draus gelernt.«
(N1, DE, cap. 38, pág. 295)

»Habe ich nicht so drauf geachtet«, brummt Pinneberg.


(N1, DE, cap. 42, pág. 322)

3.2.5. La traducción de los rasgos coloquiales en las novelas


de Hans Fallada

Una vez vistos algunos de los rasgos universales e histórico-idiomáticos del


lenguaje de la inmediatez comunicativa que se reflejan en las obras de Hans Fallada,
pretendemos examinar las traducciones de algunos de los ejemplos expuestos y
también de otros fragmentos. Estos últimos nos parecen interesantes por los
recursos utilizados en las LM.
En primer lugar, cabe constatar la presencia de marcadores conversacionales
en ambas traducciones. En (1 y 2) y (3 y 4) aparecen las unidades vaya, caram y vaja,
que actúan como marcadores reactivos a un enunciado del interlocutor con los que
además se abre un turno de palabra. En ambos casos, los hablantes muestran
sorpresa por lo que se les está comunicando, pues no contaban con ello. El traductor
ha recurrido al recurso de la repetición (caram, caram) para intensificar su asombro en
(2), mientras que en el TM español la unidad aparece una sola vez, como en el TP.

1) –¡Lea esto! –exclamó el comisario Escherich a su ayudante Schröder entregándole el


expediente.

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–Vaya –contestó Schröder, devolviéndole los pliegos–. Así que lo ha confesado y está
listo para el Tribunal del Pueblo y el verdugo. No lo habría creído. –Y añadió
meditabundo–: Y alguien así camina libre por la calle.
(N3, ES, cap. 25, pág. 204)
2) –Tingui, llegeixi! –va dir el comissari Escherich al comissari adjunt Schröder, i li va
donar el protocol.
–Caram, caram –va fer Schröder mentre li tornava els fulls–, o sigui que ha confessat
i ja està a punt perquè l’enviïn al tribunal popular i després al botxí. No m’ho hauria
pensat mai! –va exclamar i, tot seguit, va afegir, pensarós–: I que aquesta mena
d’individus voltin pel carrer, lliures!
(N3, CAT, cap. 25, pág. 254)

3) –¿A quién escribes, Evita?


Ella le contesta sin querer, a pesar de que se había propuesto firmemente no hablarle más.
–A Karl.
–Vaya –dice él, dejando los periódicos–. Vaya, así que a él le escribes y seguramente
hasta le envías paquetitos, pero no tienes ni siquiera una patata ni un bocado de carne
para su padre, hambriento como está.
(N3, ES, cap. 5, pág. 39)

4) –A qui escrius, petita Eva?


Ella li contesta, sense voler, perquè s’havia proposat no parlar-li en absolut:
–A Karlemann.
–Vaja, vaja! –diu ell, mentre deixa els diaris–, o sigui que li escrius i potser encara li
enviaràs algun paquetet, i, en canvi, al seu pare no li has deixat ni una patata i un
trosset de carn, amb la gana que té!
(N3, CAT, cap. 5, pág. 52)

En cuanto a los marcadores de contacto, debemos constatar su traducción en los


TM (5-10). Ramon Monton opta por una pregunta retórica en (6) para abrir el canal
de comunicación y mostrar a Enno Kluge que estaba en lo cierto cuando decidió
tomar ese camino hasta el lago. Por lo que concierne al resto de las opciones de
traducción, corroboramos que estas cumplen la misma función que en el TP (5-10).

5) –Lo ve, Kluge –dijo el comisario–, ya sabía yo que podía fiarme de mi sentido de la
orientación. Ahí está el lago.
(N3, ES, cap. 33, pág. 282)

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6) –Què li sembla, Kluge? –va dir el comissari–. Sabia que podia confiar en el meu sentit
de l’orientació. Aquí tenim el llac!
(N3, CAT, cap. 33, pág. 350)

7) –Precio máximo, veinticinco marcos, joven. Compréndalo. Uno de mis compañeros
de partida tiene uno de veinte, inglés genuino, de lana y con forro de punto.
¡Compréndalo!
(N1, ES, cap. 37, pág. 287)

8) –Màxim vint-i-cinc marcs, oi que m’entén, jove? Un dels meus companys de timba
n’ha trobat un per vint, anglès autèntic, llana i folre repuntat, oi que m’entén?
(N1, CAT, cap. 37, pág. 289)

9) –No lo conozco. Pero que redacte otro informe sobre la huida de Kluge. Breve,
conciso, nada de palabrería, y sin juicios personales, ¿entendido, señor Schröder?
(N3, ES, cap. 25, pág. 205)

10)–No el conec. Prepari també un informe sobre l’intent de fugida de Kluge. Breu i
objectiu, sense xerrameca inútil ni judicis personals, entesos, senyor Schröder?
(N3, CAT, cap. 25, pág. 255)

Las partículas modales alemanas suelen ser uno de los fenómenos lingüísticos cuya
traducción a otras lenguas, como al catalán y español, más problemas conlleva,
pues su presencia es escasa en estas. Por ello, el traductor opta muchas veces por
obviarlas y eliminarlas de su texto. Esto ocurre con los enunciados alemanes
presentados en el punto (3.2.3), aunque aparecen otros que contienen igualmente
partículas en el TP cuyo significado sí se ha recogido en el TM catalán. Con el
empleo de la partícula doch en (11), el hablante «expresa la esperanza de que su
interlocutor confirme lo dicho» (Duden, 3). Por otro lado, la partícula alemana denn
(11) puede «expresar el vivo interés del hablante por algo en enunciados
interrogativos», tal y como recoge el Duden en su primera acepción. La presencia
de esta unidad en la intervención del señor Kleinholz denota el deseo del hombre
por saber qué es lo que su empleado Johannes Pinneberg tiene planeado durante
su día de descanso. Ramon Monton recoge ambos matices al sustituir las partículas
alemanas por equivalentes funcionales en catalán (13). En primer lugar, decide
traducir doch por oi?, una interjección (DIEC 2.1.1; GCC, Cuenca 2002: 3225) que

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clasificamos como marcador conversacional y que sitúa en el final del enunciado y
no en posición intermedia como sucede con doch en el TP. Además, la presencia
del predicado asertivo débil suposo ayuda a modalizar el enunciado, pues tiene que
ver con las nociones epistémicas de «suposición» (GCC, Cuenca 2002: 2355-6). En
segundo lugar, el interés del hablante en catalán se transmite mediante la unidad es
pot saber [...]? con la que se inicia una secuencia discursiva.

11)»Herr Pinneberg, Sie werden doch nicht verlangen, daß ich morgen für Sie Dienst
mache, bloß weil Sie Launen haben. Was haben Sie denn morgen vor?«
(N1, DE, cap. 12, pág. 92)

12) –Señor Pinneberg, no pretenderá usted que yo haga mañana servicio, solo por
capricho. ¿Qué plan tiene para mañana?
(N1, ES, cap. 12, pág. 95)

13)–Senyor Pinneberg, suposo que no espera que jo faci la feina en el seu lloc només perquè
a vostè se li ha ficat al cap que no vol venir, oi? Es pot saber què ha de fer demà?
(N1, CAT, cap. 12, pág. 95)

En (14) la partícula modal ja sirve «para dar énfasis al enunciado en el que aparece»
(DWDS, II, 1b). Rosa Pilar Blanco ha dedicido emplear el conjunto de unidades
formado por pero y es que (15). Con la primera, un chófer introduce «una objeción a
las palabras de su interlocutor» (Porroche Ballesteros 2009: 114), un policía. Además,
este añade es que con lo que introduce una explicación (Porroche Ballesteros 2009:
180-1; GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 3972) de la razón por la
que no puede marcharse de la estación. Ramon Monton opta por utilizar igualmente
el marcador és que (16), que cumple la misma función que en español. Así pues,
observamos que la partícula modal se ha recogido en forma de marcador en los TM.

14)»Wie ist das hier?« fragt ein Schupo. »Weiterfahren, Chauffeur.«


»Die Dame will, ich soll warten, Herr Hauptwachtmeister.«
»Weiterfahren, Chauffeur.«
»Die zahlt ja nicht!«
(N1, DE, cap. 16, pág. 123)

15)–¿Qué pasa aquí? –pregunta un policía–. Circule, chófer.


–La señora desea que espere, señor agente.

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–Circule, chófer.
–¡Pero es que no me paga!
(N1, ES, cap. 16, pág. 126)

16) –Què passa aquí? –pregunta un policia–. No es pot quedar aquí, circuli, conductor!
–La senyora vol que m’esperi, senyor agent.
–Circuli, conductor!
–És que no em vol pagar!
(N1, CAT, cap. 16, pág. 123)

Los enunciados inacabados y marcados mediante puntos suspensivos en el TP


aparecen también en los TM (17) y (18). Se transmite así la indecisión de Otto Quangel
de cómo decirle a Trudel que Ottochen ha fallecido. Por otro lado, en el TP se dan
enunciados en los que tienen lugar pausas, que se retoman con la misma palabra con la
que se ha finalizado antes de interrumpirlos. Este patrón cambia en ambos TM: Rosa
Pilar Blanco pone en boca de Friedrichs la unidad bueno (19), un marcador reactivo e
iniciador de turno de palabra, y posteriormente se reinicia su turno con otras palabras;
mientras que Ramon Monton repite las palabras de Johannes Pinneberg (20) en forma
de pregunta (una altra cosa?), con lo que se le da al inicio de la intervención de
Friedrichs un sentido de asombro. Las «Konstruktionsübernahmen» de las que habla
Schwitalla también se recogen en los TM (21 y 22) y (23 y 24).

17)–Tiene que ser esta misma tarde, Trudel –precisa Otto Quangel–. La verdad es que...
(N3, ES, cap. 4, pág. 27)

18)–Haurà de ser aquest vespre mateix, Trudel –diu Otto Quangel–. La qüestió és que...
(N3, CAT, cap. 4, pág. 36)

19)Pinneberg no analiza con más detalle la cuestión de la justicia.


–¿Y en otra cosa? –pregunta, tenaz.
–Bueno... –El señor Friedrichs se encoge de hombros–. En otra cosa tampoco hay
nada.
(N1, ES, cap. 14, pág. 111)

20)Pinneberg deixa de banda la qüestió de la justícia.


–I no podria provar una altra cosa? –pregunta, obstinat.
–Una altra cosa? –el senyor Friedrichs arronsa les espatlles–. No ho crec pas [...]
(N1, CAT, cap. 14, pág. 111)

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21)–Y usted ¿qué es? –pregunta la anciana–. ¿Está en condiciones de casarse?
–Soy contable. En un comercio de granos.
–Entonces, empleado, ¿eh?
–Sí.
(N1, ES, cap. 2, pág. 19)

22) –I vostè què és? Té mitjans per casar-se?


–Sóc comptable. En una empresa de cereals.
–O sigui que és un empleat?
–Sí.
(N1, CAT, cap. 2, pág. 20)

23) –¿Cómo es tu padre?


–Dios, pronto lo comprobarás. Además, da igual. Vas a casarte conmigo, conmigo,
conmigo, sin padre ni madre.
–Y con el crío.
–Y con el crío, por supuesto. Tendrá unos padres simpáticos e insensatos. Incapaces
de permanecer sentados como es debido ni un cuarto de hora...
(N1, ES, cap. 2, pág. 21)

24) –I com és, el teu pare?


–Valga’m Déu, ara ho veuràs. De totes maneres, que sigui com vulgui. Tu et casaràs
amb mi, amb mi, amb mi, sense mon pare i ma mare.
–Però amb el menut.
–Amb el menut sí. Tindrà uns pares ben eixelebrats! No se saben estar quietons ni un
quart d’hora...
(N1, CAT, cap. 2, pág. 22)

En el ámbito sintáctico los traductores utilizan asimismo algunos recursos tal y


como ocurre en el TP con el fin de mimetizar la inmediatez comunicativa. Por un
lado, la presencia de anacolutos como en (25) y (26), que en este caso reproducen el
nerviosismo de Johannes Pinneberg ante el actor Schlüter. El joven vendedor
empieza su intervención y agrega información que no sabe muy bien como enlazar
de manera lógica y ordenada. Posteriormente, superada esta primera fase, consigue
expresarse de manera más prolija y explica al actor la razón por la que se siente
identificado con una de las escenas de sus películas. En esta segunda parte, «las
secuencias se van agregando conforme acuden a la mente del hablante» (Porroche

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Ballesteros 2009: 48); prueba de ello es la trabazón de enunciados conseguida
mediante el uso de la unidad y.

25)–Porque... ay, sabe usted, me sentí, por favor, no se ría, fue igual que nosotros.
A nosotros, la gente corriente, ahora no nos va muy bien, ¿entiende?, y a veces es como
si la vida entera nos mirase con burla, ¿comprende?, y te vuelves tan insignificante...
(N1, ES, cap. 45, pág. 346)

26)–Perquè... miri, li diré el que vaig sentir en aquell moment, i no se’n rigui:
perquè era com nosaltres, ho entén? A nosaltres, la gent humil, les coses ara no ens
van gaire bé, i de vegades és com si tot es rigués de nosaltres, com si tota la vida se’n
burlés, ho entén?, i un es va encongint cada cop més...
(N1, CAT, cap. 45, pág. 350)

Las especificaciones semánticas de constituyentes sintácticos también se recogen en


los TM (27 y 28), aunque Ramon Monton (28) recurre a la repetición de un
segmento de la intervención anterior (que me’n faig càrrec), pronunciada por Baldur
Persicke en vez de emplear el adverbio perfectament.

27)No se las da de superior, lo es de verdad. Baldur Persicke dice casi suplicante:


–Comprenda usted, señor juez del Tribunal Cameral, mi padre, reconozcámoslo sin
rodeos, está completamente bebido. La capitulación de Francia...
–Lo comprendo, lo comprendo perfectamente –asiente el antiguo juez con un
ademán tranquilizador–.
(N3, ES, cap. 8, pág. 63)

28)No és només que adopti un posat de superioritat, és que és realment superior a tots
els qui l’envolten, i Baldur li diu, en un to quasi suplicant:
–Faci-se’n el càrrec, senyor conseller del tribunal suprem, el meu pare està
completament borratxo, parlant clar. La capitulació de França…
–I tant, i tant, que me’n faig el càrrec –diu el vell conseller, i fa un gest
tranquil·litzador amb la mà–.
(N3, CAT, cap. 8, pág. 80)

Las dislocaciones aparecen también en los TM, aunque no siempre en los mismos
casos que en el TP. A modo de ejemplo, recuperamos la intervención de Enno
Kluge en la que deja claro a Eva que se han acabado sus líos amorosos con otras
mujeres. El enunciado de Enno Kluge contiene el objeto preposicional mit den

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Weibern o en su defecto mit denen tres veces invertido, con lo que se recoge la
referencia que Eva Kluge hace a las mujeres y se introduce el tema de la
intervención (29). El texto de Rosa Pilar Blanco presenta el orden canónico sujeto-
verbo-objeto (30), mientras que Ramon Monton sí que imita el TP, al menos en la
primera parte del enunciado, y reproduce la estructura del alemán. Para ello, el
traductor emplea el pronombre això seguido de la preposición de en posición
enunciativa inicial (31).

29)»Mit den Weibern bin ich durch, Evchen, mit denen befass ich mich nicht mehr,
mit denen hat’s mir gereicht. Wenn ich alles bedenke, du warst doch immer die Beste
von allen, Evchen. [...]«
(N3, DE, cap. 5, pág. 43)

30)–He terminado con las mujeres, Evita, no pienso dedicarme más a ellas, me he
hartado. Pensándolo bien, tú siempre has sido la mejor de todas, Evita. Pasamos unos
años buenos entonces, cuando los chicos eran pequeños...
(N3, ES, cap. 5, pág. 32)

31)–Això de les dones s’ha acabat per a mi, petita Eva, ja no m’hi relaciono, ja en tinc
prou. Com més hi penso, més m’adono que tu has estat la millor de totes, petita Eva.
Vam passar uns bons anys, llavors, quan els nens encara eren petits.
(N3, CAT, cap. 5, pág. 43)

Las unidades invariables lo que (33) y el que (34) son muy productivas tanto en
español como en catalán con el fin de poner de relieve cierta información en un
enunciado determinado (Porroche Ballesteros 2009: 298; GCC, Cuenca 2002:
1214). Además, la GCC hace hincapié en la presencia de esta unidad en oraciones
exclamativas (2002: 1214) y, por otro lado, cabe precisar que su posición es
exclusivamente inicial.

32)Der Baldur legt vor angestrengtem Nachdenken die Stirne in Falten. Nach einer Weile sagt
er: »Klauen wollste, du Aas, das ist dein Spaß mit der ollen Jüdschen. Na, geh voran!«
(N3, DE, cap. 3, pág. 31)

33)Baldur frunce el ceño mientras reflexiona con esfuerzo. Al cabo de un rato dice:
–Lo que querías es robar, cerdo, esa es tu diversión con la vieja judía. ¡Vamos, tú delante!
(N3, ES, cap. 3, pág. 23)

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34)Baldur arrufa el front, ple de profundes reflexions:
–El que volies era robar, pocavergonya! Aquesta és la broma que volies fer amb la
vella jueva, i ara fot el camp!
(N3, CAT, cap. 3, pág. 32)

En el ámbito semántico, destacamos que el sufijo alemán -ei se recoge con su


homólogo -ón/-ona en español. Este sufijo es «de uso prácticamente ilimitado con
los sustantivos y casi siempre colorea las voces de un fuerte sentido peyorativo»
(GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4673). El DRAE recoge en su
inventario la voz comilona (2), que designa una «comida muy abundante y variada» y
actuaría en (35) como equivalente de Festfresserei. De ambas voces se desprende esa
idea desfavorable que Johannes Pinneberg tiene de los banquetes de boda. En
catalán (36), sin embargo, el traductor recurre a la voz de cariz coloquial xeflis, que
designa «una menjada abundant i festosa» (Diccionari català-valencià-balear). Así
pues, el recurso por el que se ha optado no ha sido el de la sufijación como en los
dos casos anteriores, sino que se ha recurrido a la variante coloquial de xefla.
Además, el adjetivo inacabable enfatiza esa concepción tan negativa de Johannes, ya
que parece que las reuniones nunca tengan fin. El sustantivo alemán Schauspielerei se
traduce por pantomima (37) y escenificació magistral (38) con lo que se salvaguarda ese
matiz de farsa del Führer hacia el pueblo, que el joven Baldur Persicke comunica a
su familia cuando les muestra la fotografía del Völkischer Beobachter donde aparece
con el mariscal Göring. En el caso de Nichtstuerei se ha optado por holgazanear (39) y
fer el dropo (40) con lo que se recoge asimismo esa idea negativa.

35)–Que ahorre su dinero. Esas comilonas donde todos se limitan a soltar chistes verdes
me parecen horripilantes.
(N1, ES, cap. 4, pág. 36)

36)–Val més que s’estalviï els diners. No suporto aquells xeflis inacabables en què
tothom no fa res més que explicar acudits obscens.
(N1, CAT, cap. 4, pág. 36)

37)Noo, la foto es una pantomima de principio a fin, empezando por la toma hasta las
palmadas.
(N3, ES, cap. 2, pág. 13)

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38)No, tota la foto és una escenificació magistral, incloent-hi el somriure i el fet de
picar-se les cuixes.
(N3, CAT, cap. 2, pág. 20)

39)Y si no cumple su promesa y empieza de nuevo a holgazanear, a ir a la taberna y a


apostar en las carreras...
(N3, ES, cap. 5, pág. 37)

40)I si no compleix la seva paraula i comença a fer el dropo un altre cop i a anar per les
tavernes i a apostar a les curses de cavalls...
(N3, CAT, cap. 5, pág. 49)

En otras ocasiones, la connotación negativa del sufijo -ei se recoge en otro lugar del
enunciado en el que la palabra está enclavada. En (41) Rennwetterei se traduce por el
sustantivo apuestas, que resulta demasiado neutro y no acaba de transmitir ese matiz
peyorativo del TP. Con todo, la presencia de la expresión importar un bledo consigue
contrarrestar esa falta de coloquialidad e índole peyorativa que apuesta no tiene en
contraposición a Rennwetterei. En catalán (42) se opta también por una solución
bastante neutra a la hora de traducir, pues el traductor se acoge a la palabra apostes.

41)–Porque, salvo tus apuestas, todo te importa un bledo –replica ella–.


(N3, ES, cap. 5, pág. 33)

42)–Perquè tot t’és igual, a banda de les teves apostes –va contestar ella–.
(N3, CAT, cap. 5, pág. 45)

El diminutivo -ito y su forma análoga catalana -et llaman la atención en los TM, pues
se repiten varias veces tanto con el valor de «aminoración» como con el de
«aprecio», o ambos a la vez (GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999:
4651). El sintagma alemán unser kleines Nest (N1, DE, cap. 30, pág. 227) se traduce
recurriendo a los sufijos -ito y -et. Las formas nidito (43) y niuet (44) contienen un
matiz afectivo y aluden asimismo al tamaño reducido de la vivienda berlinesa de los
Pinneberg.

43)–Sí –dice ella y se vuelve un momento para contemplar la habitación. Una sonrisa
extraña y absorta ilumina su rostro–. Ahora tendrás que fregar tú solo. Mantendrás bien
limpio nuestro nidito, ¿eh? Es un poco trabajoso, pero me gusta tanto pensar en esto...
(N1, ES, cap. 30, pág. 229)

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44)–Sí –diu ella, i contempla l’habitació, amb un somrís estranyament lluminós
inundant-li el rostre–. Sí, hauràs d’acabar de rentar els plats tu sol. I oi que netejaràs
una mica el nostre niuet? Porta una mica de feina, però m’agradarà pensar que està
tot net i polit.
(N1, CAT, cap. 30, pág. 229)

En otros casos, el sufijo -ito no guarda ningún valor de afección y simplemente se


refiere a la realización de una actividad de manera cautelosa, por ejemplo. En (45) la
locución adverbial paso a paso aparece en su forma diminutiva y pretende
exacerbarse que el paseo hasta el parque va a tener lugar de forma muy lenta. En
este caso, el TP contiene el adverbio langsam, mientras que en catalán se elimina este
matiz de lentitud y precaución (46), que debe mantenerse por el embarazo de
Corderita.

45)–He pensado bajar muy despacio, pasito a pasito, hasta el Schlosspark –sugiere–.
Está tan bonito.
(N1, ES, cap. 30, pág. 228)

46)–He pensat –diu ell– que podríem baixar tot passejant fins al parc del palau,75 que ara
està preciós.
(N1, CAT, cap. 30, pág. 228)

El sufijo -illo aparece en los diálogos, aunque de manera menos frecuente. La


GDLE (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4650) recoge el valor de
aminoración de esta forma, aunque no le atribuye ningún rasgo de afecto en
contraposición a -ito. Con todo, el uso que hemos registrado (47) entraña un matiz
de menosprecio, pues se menciona el desvalimiento de Enno Kluge, un hombre al
que todo se le ha vuelto en contra. Rieke Busch también emplea el sufijo -illo
(dinerillo) para mencionar que se sacará un pequeño sobresueldo que le vendrá muy
bien para llegar más desahogada a fin de mes (48).


75 El Schlosspark es un parque de estilo barroco situado en el barrio berlinés de Charlottenburg.
Con todo, Ramon Monton opta por traducir el topónimo por «parc del palau». Esto puede
generar cierta confusión en el lector y desorientarlo cuando intente situar la trama en su «mapa
mental de la metrópoli». Cabe destacar, por otra parte, que los nombres de algunas calles y otros
parques también se hallan traducidos.

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47)–Es un pobre hombrecillo atemorizado, mi Obergruppenführer. Para decirlo con
sinceridad: es un cobarde del carajo. Si le aprieta las tuercas, soltará mentira tras
mentira, le dirá lo que usted desee, y nosotros correríamos detrás de mil mentiras. De
este modo nos conducirá sin rodeos hasta el autor de las postales.
(N3, ES, cap. 25, pág. 210)

48)–Pues claro. Conozco una empresa en Jerusalemerstrasse que me admitirá enseguía.


Esos trabajan sin intermediario, así que me ganaré un dinerillo extra. ¡Dios, Karl,
cuando tenga mi máquina de coser, esto si que va a ser vida! Y siempre con Tilda...
Tilda no volverá a estar sola.
(N2, ES, cap. 15, pág. 110)

El adverbio schrecklich, que puede cobrar un matiz intensificador cuando acompaña


a algunos adjetivos como hemos visto en el ejemplo (19) de 3.2.3, se traduce por las
locuciones adverbiales de lo más (49) y d’allò més (50) en los TM. Ambas formas
llevan a cabo la misma función tal y como recogen el DRAE y el DIEC.

49) –Tenía un aspecto de lo más ordinario esa persona. Tan emperifollada.


(N1, ES, cap. 13, pág. 107)
50) –Tenia un aspecte d’allò més ordinari, tan empolainada!
(N1, CAT, cap. 13, pág. 107)

Por otro lado, los dos TM presentan un amplio inventario por lo que a expresiones,
frases hechas y giros idiomáticos se refiere. En primer lugar, resulta interesante
mencionar el ejemplo del verbo abhauen (apartado 3.2.3, 22) por el sentido figurado
que cobra en la intervención de Rieke Busch. El significado de este es morir, aunque
tal y como proponen ambos traductores las soluciones coloquiales diñarla (51) y
tocar el dos (52) son mucho más propicias, porque se sitúan en el nivel coloquial de la
lengua. El catalán se sirve como el alemán del recurso de la metáfora, pues tocar el
dos significa simplemente marcharse (DIEC, 7.1) y solo se interpreta como llegar al
término de la vida por el contexto presentado. El TM español, sin embargo,
presenta como equivalente una palabra del campo semántico de la muerte diñarla,
que tendría el mismo significado y por ende también se entendería en otra
situación.

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51)–¡Vaya por Dios, lo siento de veras! Por eso vas tan de negro, yo pensé que estabas
d’aprendiz con algún pastor. En fin, tos tenemos que diñarla algún día, no hay na
qu’acer.
(N2, ES, cap. 4, pág. 25)
52)–Caram, doncs sí que em sap greu! Per això vas vestit de negre, ja em pensava que
estudiaves per ser pastor. En fi, tots hem de tocar el dos en un moment o altre, i no
hi podem fer res!
(N2, CAT, cap. 4, pág. 23)

En segundo lugar, el alemán y el español presentan un paralelismo en cuanto a la


estructura de ciertas expresiones coloquiales y metafóricas como es el caso de (53 y
54) mientras que en catalán (55) se recurre al uso del verbo ensumar(-se). Las
expresiones den Braten riechen, olerse la tostada y el verbo ensumar(-se) acompañado de
objeto directo (alguna cosa) hacen referencia a la posibilidad de que alguien se entere
de las intenciones de los Persicke en cuanto a la señora Rosenthal si no son lo
bastante cautelosos con sus comentarios y acciones. Por último, cabe destacar el
empleo de una expresión en los tres textos, aunque la forma del TP (56) difiera de
la de los TM (57 y 58). Es decir, las propuestas de traducción guardan cierta
analogía en términos de forma, que el TP no muestra.

53)»[...] Vielleicht riechen andere den Braten auch, und vielleicht sind andere besser
angeschrieben als wir.«
(N3, DE, cap. 2, pág. 21)

54)A lo mejor también otros se huelen la tostada, y puede que gocen de más simpatías
que nosotros.
(N3, ES, cap. 2, pág. 14)

55)Potser n’hi ha d’altres que s’ho ensumen i estan més ben situats que nosaltres.
(N3, CAT, cap. 2, pág. 22)

56)Ach was! hatte Karl Siebrecht gerade gedacht, und laut rief er: »Da haben wir den
Salat!« Da lag er schon auf dem Bürgersteig, halb begraben unter seinen Stoffpaketen.
–»Da hast du den Salat!« antwortete ihm eine andere lachende Stimme, und jemand
machte sich daran, die Pakete von ihm abzuräumen.
(N2, DE, cap. 19, pág. 143)

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57)«¡Bah!», acababa de pensar Karl Siebrecht, y ya en la acera, medio enterrado bajo sus
paquetes de tela, exclamó en voz alta:
–¡La hemos liado buena!
–¡La has liado buena! –le contestó otra voz riendo, y alguien comenzó a apartar los
paquetes.
(N2, ES, cap. 19, pág. 127)

58)[OMISIÓN DEL MENSAJE EN EL TM] –Ara sí que l’he feta bona! –va exclamar, estès a
la voravia i mig enterrat entre els paquets de teixits.
–Sí, ara sí que l’has feta bona! –va dir una altra veu, rient, i algú es va posar a apartar
els paquets.
(N2, CAT, cap. 19, pág. 145)

Las palabras das Dings, das Zeugs y die Sache se traducen igualmente por otras cuyo
significado es únicamente ostensible por contexto, pues fuera de un marco
determinado pueden referirse a un sinfín de realidades. El asunto, aquest assumpte, todo
eso, alguna cosa, un asunto, un tema (59) constituyen sintagmas imprecisos, que son
frecuentes en la conversación coloquial por la presencia inmediata de referentes.

59)¿Qué, padre, cómo he manejado el asunto? ¡Tú y tu eterno miedo! Ves cómo...
(N3, ES, cap. 8, pág. 60)

–Què, pare, et sembla bé com he organitzat aquest assumpte? Tu que sempre tens
por, i ja ho veus...
(N3, CAT, cap. 8, pág. 76)

–¡Bah, olvide esa estúpida lectura! Ya ve que estoy borracho, ¿cómo voy a entender
todo eso?
(N3, ES, cap. 25, pág. 208)

–Ja n’hi ha prou, pari de llegir-me ximpleries! Ja veu que estic borratxo, com vol que
entengui alguna cosa?
(N3, CAT, cap. 25, pág. 259)

–Lo cierto es que la cruz no iba destinada a usted, Escherich. En realidad debía
recibirla su colega, Rusch, por un asunto muy vidrioso con una vieja judía. Pero usted
ha llegado antes.
(N3, ES, cap. 25, pág. 211)

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–De fet, la creu no anava destinada a vostè, Escherich, sinó que l’havia de rebre el seu
col·lega Rusch per haver resolt un tema molt delicat relacionat amb una vella jueva.
Però vostè ha arribat abans.
(N3, CAT, cap. 25, pág. 262)

En último lugar, haremos referencia al ámbito fonético. En el TM español se


encuentra una reproducción aproximada de algunos fenómenos que tienen lugar en
la conversación espontánea en contextos distendidos entre familiares o vecinos. A
modo de ejemplo, encontramos una aféresis (60) (...nas en vez de buenas) en la
intervención de Karl Mörschel cuando llega a casa y saluda a su familia y Pinneberg.
Asimismo, se marca en cursiva el posesivo mi (61) con lo que el lector se imagina
una pronunciación marcada –acento enfático– (Espunya 2008: 65) de este en el
enunciado. Los signos exclamativos e interrogativos dobles pueden indicar
igualmente un tono diferente de voz en el medio gráfico tal y como se muestra en
(62). En los TM catalanes no encontramos ningún intento de acercamiento a una
pronunciación que se desvíe de la estándar, con lo que hay una pérdida sustancial
de la oralidad que Fallada mimetiza en sus diálogos.

60)–... nas noches –gruñe y, haciendo caso omiso del invitado, se despoja de la chaqueta,
el chaleco y la camisa. Pinneberg lo contempla con creciente asombro.
(N1, ES, cap. 2, pág. 24)

61)–¿Yo y mi Führer? –murmura el hombre abrumado por el ataque–. ¿Cómo es que de


pronto es mi Führer?
(N3, ES, cap. 1, pág. 9)

62)–¿¿Un poco?? –Corderita lo mira echando chispas–.


(N1, ES, cap. 5, pág. 48)

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4. El estudio de la recreación de la conversación espontánea en
las novelas de Fallada

La noble conversación es hija del discurso, madre del saber, desahogo del alma, comercio de los corazones,
vínculo de la amistad, pasto del contento y ocupación de personas.
Baltasar Gracián

Hans Fallada pretende ofrecer una imagen lo más verosímil posible de la


conversación cotidiana y espontánea y para ello no es únicamente necesario un
acercamiento a las estructuras lingüísticas prototípicas de la lengua hablada
coloquial, sino que se requiere de igual modo una planificación rigurosa de la
situación de enunciación y del esqueleto de este tipo de discurso. Es decir, es
preciso llevar a cabo una observación de la situación hablada prototípica y de las
diferentes partes que la conforman para intentar recrear una interacción
suficientemente real en el medio gráfico que satisfaga las expectativas del lector en
cuanto a la evocación del escenario y la interacción desarrollada en este por parte de
los personajes.

Kerbrat-Orecchioni (1996: 4) y Calsamiglia y Tusón ([1999], 2012: 18)


convienen en que son tres los rasgos que caracterizan la situación de enunciación
oral prototípica: la participación y presencia simultáneas y la relación interpersonal.
Esta requiere pues «la participación simultánea de [dos o más] personas» con el fin
de iniciar una interacción cara a cara en la que se «intercambian palabras» (Kerbrat-
Orecchioni 1996: 4) en un espacio y tiempo determinados. El análisis que llevamos
a cabo tiene en cuenta los intercambios dialogales entre varios personajes en
diferentes ambientes, es decir en espacios como pueden ser un piso, la calle, los
transportes públicos o las dependencias de ciertos entes públicos o privados. La
conversación es, como indica Payrató, una acción comunicativa y no únicamente
una actividad lingüística (Payrató 1996: 200). En este proceso de interacción social
se produce una secuencia de actos interactivos, que comprende las acciones y
conductas de los interlocutores en el proceso de intercambio que se ven envueltos,
enlazada esta con otra de actos ilocutivos, o sea las acciones que se producen
utilizando la lengua o en otras palabras las intenciones del hablante. Los actos

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 127


interactivos conciernen a lo que es la estructura conversacional y más
concretamente a la apertura, desarrollo y cierre dialogales, así como a la concesión y
toma del turno de palabra –eje central sobre el que se construye la conversación–,
mientras que entre los ilocutivos podrían incluirse promesas, reproches, órdenes,
etc. (Payrató 1996: 200-1).

En lo que sigue nos proponemos analizar de manera pormenorizada la


manera en que el escritor alemán ha conseguido recrear en sus novelas
conversaciones espontáneas. Para ello, nos apoyaremos en los fundamentos de la
etnometodología enunciados por Sacks, Schegloff y Jefferson en 1974. Con todo,
precisamos una vez más que nuestro análisis concierne a la representación del
intercambio cara a cara y no al de las conversaciones telefónicas como el de estos
tres tratadistas.

4.1. Caracterización de la conversación coloquial desde


la etnometodología y las teorías de la Escuela de Ginebra
y su aplicación en el marco de la oralidad ficticia

La década de los 70 marca un antes y un después en los estudios de la


conversación. Hasta entonces, la investigación se había llevado a cabo desde una
perspectiva puramente normativa, es decir el cometido no había sido otro que el de
inculcar las reglas necesarias para adueñarse de «l’art de bien converser» (Kerbrat-
Orecchioni 1996: 10).76 Sin embargo, a partir de la fecha mencionada el punto de
vista es descriptivo y el objetivo pasa a ser la indagación de cómo se organiza la
conversación a partir de la observación de un amplio corpus de conversaciones
grabadas y solícitamente transcritas (Kerbrat-Orecchioni 1996: 10). Cabe destacar la
interdisciplinariedad y los diferentes enfoques desde los que se han abarcado los
estudios de la conversación: el de tipo psicológico y psiquiátrico, los de tipo
etnosociológico (la etnografía de la comunicación y la etnometodología), así como
los de tipo lingüístico y filosófico.

Llegados a este punto, nos interesa reconocer cómo se construye el edificio


de la conversación y su casuística. Los etnometodólogos Sacks, Schegloff y


76 «el arte del buen conversar» [Traducción propia]

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Jefferson (1974) llegan a una serie de conclusiones que caracterizan la conversación
espontánea tras haber analizado un sinfín de muestras orales, tal y como puede
verse en su artículo A simplest systematics for the organization of turn-taking for conversation.
De esta manera, esta disciplina se instaura como aquella que «más luz ha aportado
sobre los mecanismos que se ponen en juego a la hora de construir interacciones
comunicativas ordenadas y estructuradas» (Tusón Valls [1997], 2003: 54). La
etnometodología afianza el propósito de describir el desarrollo de la conversación y
la manera en la que los interlocutores alternan los turnos de palabra77 y enmiendan
equívocos e inexactitudes, de la misma forma que permite llevar a buen término la
negociación de los temas tratados en las diferentes secuencias que erigen el
enrevesado edificio de la conversación (Kerbrat-Orecchioni 1996: 13).

Siendo el turno de palabra la unidad básica a partir de la cual se construye la


conversación, se dan una serie de particularidades que son intrínsecas y evidentes en
cualquier intercambio de este tipo, tal y como hemos mencionado más arriba. Sacks,
Schegloff y Jefferson incluyen en su trabajo una nómina de catorce rasgos frecuentes
en la conversación espontánea sin entrar en la consideración de los factores
contextuales, a pesar de que la organización en turnos es notablemente «context-
sensitive» (1974: 700). Enumeramos este inventario de características aprovechando
la traducción aproximada que nos ofrecen Calsamiglia y Tusón en Las cosas del decir:

1. El cambio de hablante es recurrente o, al menos, se produce. Es decir, una de


las características de la conversación es que es dialogal.
2. En general, no habla más de una persona a la vez.
3. Los solapamientos (dos –o más– participantes hablando a la vez) son comunes
pero breves.
4. Las transiciones más comunes entre un turno de palabra y el siguiente son las
que se producen sin intervalos ni solapamientos, o las que se producen con un
breve intervalo.


77 Los turnos de palabra constituyen la unidad básica de la conversación, definiéndose estos
como «huecos estructurales rellenados con emisiones informativas que son reconocidas por los
interlocutores mediante su atención manifiesta y simultánea que hacen que la conversación
progrese dentro de un orden» (Briz 1998: 52, basándose en Sacks et al., 1974; Gallardo, 1993b y
1996; Fant 1996: 150).

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5. El orden de los turnos de palabra no es fijo.
6. La duración de los turnos de palabra no es fija, si bien se tiende a un cierto
equilibrio.
7. La duración de una conversación no se especifica previamente.
8. Lo que dicen los hablantes no se ha especificado previamente.
9. La distribución de los turnos de palabra no se ha especificado previamente.
10.El número de hablantes puede variar.
11.El discurso puede ser continuo o discontinuo.
12.Existen técnicas para la distribución de los turnos.
13.Se utilizan diferentes unidades formales de construcción de los turnos (una
palabra, una frase, una oración, etc).
14.Existen mecanismos para reparar los errores o las transgresiones en la toma de
la palabra.
(Calsamiglia y Tusón 2012: 20-1, basado en Sacks, Schegloff y Jefferson 1974: 700-1)

De este registro de atributos se desprende que este tipo de discurso es por regla
general indefinible e imprevisible tanto por lo que respecta al contenido como al
tiempo, puesto que los interlocutores no saben a ciencia cierta el rumbo que puede
tomar una conversación determinada a priori. Habida cuenta de esto, se aprecia un
alto grado de improvisación por parte de los participantes (Calsamiglia y Tusón
2012: 21), que no impide que estos se pongan de acuerdo en los temas que van a
tratar así como en su posterior desarrollo conversacional en el que se irán
alternando los turnos que darán paso a la consolidación de un diálogo.

4.1.1. El turno de palabra

La conversación es un texto a varias voces (Cots et al. 1989: 59; Kerbrat-


Orecchioni 1996: 4; Tusón 2003: 55; Calsamiglia y Tusón 2012: 18) en el que se
alternan los llamados turnos de palabra mediante la sucesión de intervenciones a
cargo de diferentes hablantes. El turno de palabra constituye la unidad básica de la
organización conversacional en la que los interlocutores están sometidos a un
sistema de derechos y deberes. Así pues, el locutor tiene el derecho de mantener la
palabra durante un tiempo, pero también el deber de cederla llegado el momento.
El sucesor, por su parte, tiene el deber de escuchar al locutor durante su

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intervención, pero también el derecho de hacerse con la palabra después de un
tiempo y el deber de tomarla (Kerbrat-Orecchioni 1996: 28-9). El cambio de turno
puede tener lugar de dos modos: el primero de ellos recibe el nombre de
heteroselección (1) y el segundo de autoselección (2). En el primer caso, la persona
que está en posesión de la palabra selecciona al siguiente hablante, mientras que en
el segundo es uno de los presentes el que se hace con la palabra sin haberle sido
esta otorgada (Sacks et al. 1974: 703; Kerbrat-Orecchioni 1990: 169-72; Calsamiglia
y Tusón 2012: 21-2).

1) Contexto: Pinneberg se dirige angustiado al médico después de haber recibido la


noticia del embarazo de Corderita con el objetivo de que el facultativo desmienta lo
afirmado o bien le dé una solución. Al gritar Pinneberg su nombre y decirle el sueldo
que percibe por cada mes de trabajo, el doctor Sesam se da por aludido y responde
con una negativa a lo que insinúa el joven. En este caso nos hallamos ante una
heteroselección, ya que Johannes Pinneberg se dirige claramente al médico y este
reacciona a su enunciado aun sin complacerlo.

»[...] Der Arzt steht in der Ecke, er wäscht sich die Hände. Schräg schaut er hinüber zu
Pinneberg. Dann sagt er eilig: »Ein bißchen zu spät, Herr Pinneberg, mit der Verhütung.
Die Tür ist zu. Ich denke Anfang des zweiten Monats.«
Pinneberg ist ohne Atem. Das war wie ein Schlag. Dann sagt er hastig:
L1: »Herr Doktor, es ist doch unmöglich! Wir haben so aufgepaßt! Ganz unmöglich ist
das. Sag doch selbst, Lämmchen…«
L2: »Junge!« sagt sie. »Junge...«
L3: »Es ist so«, sagt der Arzt. »Irrtum ausgeschlossen. Und glauben Sie mir, Herr
Pinneberg, ein Kind ist für jede Ehe gut.«
L1: »Herr Doktor«, sagt Pinneberg, und seine Lippe zittert. »Herr Doktor, ich verdiene im
Monat hundertachtzig Mark! Ich bitte Sie, Herr Doktor!«
Doktor Sesam sieht schrecklich müde aus. Was jetzt kommt, das kennt er, das hört er an
jedem Tage dreißigmal.
L3: »Nein«, sagt er. »Nein. Bitten Sie mich erst gar nicht darum. Kommt überhaupt nicht
in Frage. Sie sind beide gesund. Und Ihr Einkommen ist gar nicht schlecht. Gar – nicht –
schlecht.«
(N1, DE, cap. 1, pág. 12)

2) Contexto: Todavía en la consulta, Johannes Pinneberg no se da por vencido y toma


la palabra de nuevo, sin que el doctor Sesam haya dado pie a ello, para volver sobre
el tema anteriomente apuntado. En esta ocasión, el mecanismo que rige el cambio de

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turno es la autoselección, pues el médico daba por acabada la consulta y Johannes
Pinneberg vuelve a dirigirse al facultativo.

»[...] L1: »Herr Doktor!« sagt Pinneberg fieberhaft.


L2: Hinter ihm steht Lämmchen und streicht ihm über die Haare. »Laß, Junge, laß! Es wird
schon gehen.«
L1: »Aber es ist ganz unmöglich…« bricht Pinneberg aus – und wird still. Die Schwester ist
hereingekommen.
(N1, DE, cap. 1, pág. 12-3)

El cambio de turno se produce siempre en un LAT (lugar apropiado para la


transición),78 reconocible fácilmente por un número considerable de señales que
pueden agruparse en tres categorías a tenor de su condición semiótica: verbales,
fonéticas y de naturaleza gestual (Kerbrat-Orecchioni 1996: 30-1). En el marco de
este trabajo, son las primeras aquellas que mejor se pueden apreciar a simple vista
en los turnos, ya que son las más fáciles de trasladar al papel. Las otras dos también
pueden encontrarse gracias a los comentarios de la voz narrativa.

Entre las primeras podríamos incluir la completitud sintáctico-semántica del


enunciado, a pesar de no constituir esta un requisito ni suficiente ni necesario para
dar por finalizado el turno de palabra: pensemos en los enunciados inacabados. En
(3) se encuentra un enunciado suspendido, acompañado del ademán de sacar la
cartera para pagar la visita médica [sagt Pinneberg und zieht sein Portemonnaie].
Con ello, Johannes Pinneberg da a entender al doctor que quiere saber lo que
deben abonar por la revisión ginecológica. Así pues, tenemos una señal verbal
acompañada de una gestual para dar pie a un cambio de turno.

3) Contexto: La enfermera entra en el despacho y avisa al médico que alguien lo


requiere por teléfono. Con esto, Johannes Pinneberg no lo vuelve a importunar,
aunque empieza a pronunciar un enunciado que deja a medias, ya que el señor Sesam
ve la intención del joven y por eso cae en la cuenta de que debe de preparar la
factura a razón de la visita de la pareja. El facultativo entiende el mensaje de
Johannes Pinneberg y toma su turno con ach ja, una interjección que funciona como
marcador pragmático y que expresa que el hablante cae en la cuenta de algo, o bien
que ha entendido el propósito de su interlocutor.


78 Terminología original de Sacks et al. (1974), TRP (transition-relevance place).

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»[...] L1: »Herr Doktor werden am Apparat verlangt.«
L2: »Sie sehen«, sagt der Arzt. »Passen Sie auf, Sie freuen sich noch. Und wenn das
Kind da ist, kommen Sie sofort zu mir. Dann machen wir das mit der Verhütung.
Verlassen Sie sich nicht aufs Nähren. Also denn… Mut, junge Frau!«
Er schüttelt Lämmchen die Hand.
L1: »Ich möchte gleich…«, sagt Pinneberg und zieht sein Portemonnaie.
L2: »Ach ja«, sagt der Arzt, schon in der Tür, und sieht die beiden noch einmal an,
schätzend. »Na, fünfzehn Mark, Schwester.« […]«
(N1, DE, cap. 1, pág. 13)

Por otro lado, tanto las preguntas en general (4) como el empleo de ciertos
marcadores conversacionales con función apelativa o fática pueden constituir un
LAT. Estos suelen ocupar la última posición en el enunciado y el hablante busca
con ellos reafirmarse en sus palabras y en ocasiones también el acuerdo del
interlocutor tal y como atestiguan los ejemplos (5), (6) y (7).

4) Contexto: La joven pareja habla sobre qué tipo de anillos les gusta y conviene que
prefiere el mate al brillante. Posteriormente, Corderita pregunta a Pinneberg lo que
pueden costar y él dice que no lo sabe, aunque propone una cifra aproximada
“treinta marcos” en forma de pregunta, que deja traslucir duda. En ambas preguntas
tiene lugar un LAT, al propiciar ambas una reacción por parte del interlocutor.

»[...] Einen Augenblick ist Stille, beide sitzen sich brav gegenüber, die Hände liegen auf dem
Tischchen.
L1: »Ringe müssen wir uns auch kaufen«, sagt Pinneberg gedankenvoll.
L2: »O Gott, ja«, sagt Lämmchen rasch. »Sag schnell, welche magst du lieber, glänzend oder
matt?«
L1: »Matt!« sagt er.
L2: »Ich auch! Ich auch!« ruft sie. »Ich glaube, wir haben in allem den gleichen Geschmack,
das ist fein. – Was werden die kosten?«
L1: »Ich weiß auch nicht. Dreißig Mark?«
L2: »So viel?«
(N1, DE, cap. 2, pág. 20-1)

5) Contexto: En este caso, Johannes Pinneberg propone a Corderita casarse y cuanto
antes se dé el enlace mejor. Tras la afirmación, el futuro esposo añade was? para
reafirmarse en lo dicho. En la segunda situación se muestra una serie de enunciados
que se dan entre Rieke y un viajante con quien coincide en el vagón. La joven

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formula un enunciado al que agrega la unidad wat? con la que busca reafirmarse y
conseguir una reacción por parte del interlocutor.

»[...] Wie wenn alle Weihnachtsbäume ihres Lebens auf einmal in ihr brennten, dachte
Pinneberg und wurde ganz verlegen vor Rührung.
L1: »Also geht in Ordnung, Lämmchen«, sagte er. »Machen wir. Und möglichst bald, was?«
L2: »Junge, du brauchst es aber nicht. Ich komme auch so zurecht. Nur, da hast du recht,
besser ist es schon, wenn der Murkel einen Vater hat.«
(N1, DE, cap. 2, pág. 16)

»[...] L1: Det is achtbar! – Det is nich schlecht! – Zwölf Mark sechzig – det hat unsereener die
ganze Woche nur! – Na, aba die Bahnfahrt jeht ab! – Wat denn, die Bahn ist doch nich teuer!«
So ging es hin und her im Abteil.
L2: »Ick frage mir nur«, ließ sich Rieke Busch wieder vernehmen, »wenn Se uff Kundschaft
jehn, wollen Sie ja doch ’nen juten Eindruck machen, wat?«
L1: »Selbstredend!«
(N2, DE, cap. 5, pág. 33)

6) Contexto: Rieke decide que tiene que salir a la calle a buscar a su padre, que seguramente
se encuentre ebrio en alguna taberna de Berlín. Karl Siebrecht la acompaña después de
haber discutido largo y tendido sobre el asunto y nada más salir al patio y dirigirse a la
entrada del edificio, Rieke se tropieza con Ernst, el panadero, que está en compañía de
una muchacha que es planchadora. Ernst espeta enfadado a Rieke que mire antes de
llevarse a alguien por delante. Al poco rato, Rieke y Karl alcanzan la parada del tranvía y
una vez suben al vehículo, ven que Ernst Bremer también ha subido en el último vagón.
Rieke se dirige a él y le pregunta qué tal con Lotte. Él le responde que no conoce a
ninguna Lotte. Rieke, con ironía, le dice que obviamente estaba solo y Ernst asegura que
sí, añadiendo oder? al final de su intervención. Tal y como indica el Duden, esta unidad
forma parte de preguntas retóricas donde se espera aprobación por parte del interlocutor,
aunque puedan darse objecciones. En este caso la unidad favorece que se dé un LAT,
aunque la respuesta de Rieke es harto burlona.

»[...] L1: »Welche Lotte? Ick kenn doch keene Lotte!«


L2: »Ach, det warst du wohl nich, ebend im Durchjang?«
L1: »Den du umjerannt hast, det war ick! Vasteht sich!«
L2: »Und keene Lotte nich? Da standste wohl janz alleene, Ernst?«
L1: »Stand ick ooch! Oder –?«
L2: »Oder wat, Ernst?«
L1: »Oder stand ick nich alleene?«

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L2: »Doch! Du standst alleene, und die Lotte stand ooch alleene! Ihr habt euch bloß ein
bißchen aneinanderjehalten, det ihr nich umjefallen seid, Ernst!«
(N2, DE, cap. 12, pág. 86)

7) Contexto: El comisario Rusch y Baldur Persicke se encuentran en el piso de la


señora Rosenthal, que se acaba de quitar la vida. Después de que el agente haya
hablado con el joven, deja que este se quede con algunos objetos, que se encuentran
en la vivienda. Posteriormente, le advierte de que en el caso de que vuelva a ver al
vecino Barkhausen merodeando por el inmueble, no quiere que se produzcan más
riñas, ya que no le gusta. El comisario concluye su enunciado con verstanden?, unidad
con la que deja más que claro que no quiere que se vuelva a cometer un episodio de
pelea, y que además da paso a que el interlocutor inicie su turno.

»[...] Er ging zur Tür. Er sagte noch, über die Schulter weg:
L1: Ȇbrigens, wenn dieser Barkhausen hier wieder auftauchen sollte, es gibt keine
Stänkereien mit ihm. Ich mag so was nicht, verstanden?«
L2: »Jawohl, Herr Kommissar«, antwortete Baldur Persicke gehorsam, und damit trennten
sich die beiden Herren – nach einem so erfolgreich verbrachten Morgen.
(N3, DE, cap. 16, pág. 162)

4.1.2. La estructura o edificio de la conversación: un análisis


de la macroestructura, mesoestructura y microestructura79

Una vez vistos los rasgos prototípicos de la conversación coloquial y


quedando el turno de palabra establecido como la unidad básica sobre la cual esta se
erige, ahondaremos en su estructura a varios niveles. Cabe tener en cuenta como
punto de referencia la macroestructura, que se divide en la apertura, el desarrollo y
el cierre. Algunos estudios siguen la misma línea de investigación de Sacks,
Schegloff y Jefferson, que se ocuparon de la observación de cómo transcurren las
conversaciones telefónicas para extraer conclusiones y dar muestras de las rutinas
de este tipo de discurso (Brinker y Sager [1989], 2006; Gülich y Mondada 2008). La
misma observación puede llevarse a cabo para las conversaciones cara a cara o en
su defecto, la recreación de estas en el medio gráfico.


79 Jörg Kilian habla de tres niveles por lo que se refiere a la estructura de la conversación: la
macroestructura, la mesoestructura y la microestructura (2005: 65).

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Describiremos la macroestructura y más específicamente como tiene lugar la
apertura, el desarrollo y el cierre conversacionales en las novelas de Fallada. Es
imposible explicar esta sin hacer alusión tanto a los elementos de la mesoestructura
–cambio de hablante, intervención del oyente o receptor, enlace de actos de habla–
como de la microestructura –categorías sintácticas, léxicas y morfofonológicas–
(Kilian 2005: 65). Se pueden observar diferentes formas de toma de contacto entre
los personajes de las novelas de Hans Fallada y por ende de inicio conversacional.
Más alla de las fórmulas claramente ritualizadas y consagradas en su mayoría como
pares adyacentes prototípicos, existen otras maneras de entablar una conversación
según la situación lo disponga. En (1) puede verse el intercambio de saludos entre
dos conocidos (suegro y nuera), que conforma un par adyacente y cuyo cometido
es el de establecer una conversación. El hecho de saludarse no siempre conlleva el
inicio de una interacción como en este caso, pues un intercambio como L1:
N’abend! - L2: N’abend! es factible entre dos vecinos que se cruzan por la escalera sin
que se traspase la barrera del saludo. Retomando la apertura conversacional, cabe
destacar los contextos en los que una intervención que contiene un saludo no se
corresponde con una respuesta idéntica, es decir casos en los que no se da el par
adyacente (2) y el interlocutor toma su turno respondiendo directamente a lo
preguntando anteriormente.

1) »Tag, Trudel«, sagt er und gibt ihr seine Hand, in die rasch und kräftig ihre warme,
mollige schlüpft.
»Tag, Vater«, antwortet sie. […]«
(N3, DE, cap. 4, pág. 36)

2) »Tag, Junge. Es ging wirklich nicht eher. Böse?«


»Keine Spur. Nur, wir werden endlos sitzen müssen. Es sind mindestens dreißig Leute
reingegangen, seit ich warte.«
(N1, DE, cap. 1, pág. 8)

En otras ocasiones, las conversaciones coloquiales se inician mediante marcadores


pragmáticos con los que el emisor requiere la atención de alguien y espera una
reacción por su parte. En (3) Rieke Busch quiere que Karl Siebrecht, que se
encuentra en el vagón, le eche una mano para subir las cestas al tren. Así pues, el
marcador na actúa como un estructurador de inicio conversacional que pretende
atraer la atención de un interlocutor del que se requiere ayuda. Esta petición

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provoca un enunciado reactivo en el que se verbaliza una disculpa, ya que Karl
Siebrecht no se ha percatado de que Rieke no puede subir sola sus cestas.

3) »Na, du langer Laban!« schalt die helle Stimme unter einem kaputzenförmigen Hut
hervor. »Siehste nich, det ick mir mit die Reisekörbe eenen Bruch heben tue?! Kiek
nich und faß lieber an!«
Rasch griff Karl zu und zog den schweren Korb in den Wagen. »Entschuldigen Sie
nur«, sagte er eilig. »Ich dachte –«
(N2, DE, cap. 4, pág. 20)

El marcador nanu (4) puede encabezar igualmente el marco conversacional. Rieke


Busch muestra su asombro al ver a Ernst Bremer en el tranvía e inicia su turno con
el marcador nanu a lo que siguen dos preguntas que entrañan cierto reproche. El
chico reacciona molesto y responde a lo dicho por Rieke directamente sin saludar.

4) »Nanu, Ernst!« rief Rieke. »Wat is denn mir dir los? Jehste den jetzt ooch noch noch
woanders uff de Tour?«
»Ich kann jehen, wo andere ooch jehen!« sagte der Bäcker mürrisch und warf einen
feindseligen Blick auf Karl Siebrecht.
(N2, DE, cap. 4, pág. 85)

Asimismo, se dan situaciones (5) en las que la rutina habitual permite que se
produzcan interacciones, sobre todo entre personas conocidas, en las que se
prescinde del saludo habitual y se apela a la atención del interlocutor con la
pronunciación de su nombre. Emma Mörschel entra con Pinneberg en casa y su
madre, que se encuentra en la cocina, la llama sin haberla visto. La señora Mörschel
supone que es ella, pues su hijo Karl está todavía trabajando. La muchacha
responde a la orden emitida por la madre con una petición –Einen Augenblick, Mutter
[Un momento, mamá]– y posteriormente una explicación –Ich zieh nur meine Schuh aus.
[Voy a quitarme los zapatos.] (N1, ES, cap. 2, pág. 17)–.

5) Lämmchen schloß die Tür auf: ein kleiner Vorplatz. Hinter einer angelehnten Tür
klang eine Stimme: »Emma, komm gleich mal her!«
»Einen Augenblick, Mutter«, rief Emma Mörschel. »Ich zieh nur meine Schuh aus.«
(N1, DE, cap. 2, pág. 17)

Estos intercambios representan diálogos en su expresión mínima, aunque a


menudo las intervenciones poseen un doble carácter y por ello, en terminología de

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Briz, reciben el nombre de reactivo-iniciativas (2007: 17). Es decir, el receptor u
oyente reacciona a un mensaje que le llega a través del canal comunicativo por
parte de su interlocutor y este se manifiesta por lo dicho de forma inmediata, y así
sucesivamente, ocasionando de esta manera un encadenamiento de intervenciones
que conforman varios intercambios, secuencias –unidades temáticas, cambio de
actividad discursiva o de constelación de los interlocutores– y por ende una
unidad dialogal mayor. Este desarrollo constituye el cuerpo de la conversación,
donde los interlocutores introducen los temas que van a negociar y discutir
posteriormente. En (6) se observa el desarrollo de un diálogo y puede constatarse
que las intervenciones constituyen turnos –intervenciones-turno– (Briz 2007: 20-2) al
haber sido atendidas y aceptadas tanto por Otto como por Anna Quangel. De lo
contrario, estaríamos ante el caso de intervenciones que no forman un turno, al no
ser estas ni apreciadas ni tenidas en cuenta por el receptor. La presencia del
marcador dann ayuda a la progresión temática de la conversación.

6) »[…] Die Erwähnung der Trudel brachte Anna Quangel sofort auf andere Gedanken.
Sie warf einen Blick auf den blitzenden Regulator an der Wand und fragte: »Wirst du’s
noch bis zu deiner Schicht schaffen?«
»Ich habe heute die Schicht von eins bis elf«, antwortete er. »Ich werd’s schaffen.«
»Gut«, sagte sie. »Dann geh, aber bestell sie nur hierher und sag ihr noch nichts von
Ottochen. Ich will’s ihr selber sagen. Dein Essen ist um zwölfe fertig.«
»Dann geh ich und sag ihr, sie soll heute Abend vorbeikommen«, sagte er, ging aber
noch nicht, sondern sah ihr ins gelblich weiße, kranke Gesicht.
(N3, DE, cap. 1, pág. 16)

El encadenamiento de intervenciones reactivo-iniciativas afianza el conjunto de


características que se le viene atribuyendo a la conversación: dinamismo, tensión
dialógica, [espontaneidad], [falta de planificación], [variedad temática], entre otras
(Briz 2007: 18). La presencia de estas intervenciones en la conversación constituye
un rasgo diferenciador con respecto a otros géneros discursivos dialogales donde
prevalecen intervenciones iniciativas y reactivas, como es el caso de la entrevista.
Además, la aparición fecunda de este tipo de intervenciones es un indicador de su
centralidad estructural (e informativa) dentro de la conversación (diálogo-cuerpo o
central) en comparación con las intervenciones de apertura y cierre que se conocen
con el nombre de diálogos-marco. Por último, cabe decir que dentro de las

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intervenciones se dan los actos que corresponden a las funciones ilocutivas e
interactivas y estos pueden a su vez dividirse en subactos (Tusón Valls 2003: 62).

En (7) podemos observar el inicio de una conversación y su desarrollo


inmediato. La toma de contacto se produce por parte de Rieke Busch que se acerca
a Karl Siebrecht, quien la espera delante de los aparadores de Hagedorn. La
muchacha emplea la forma Junger Mann –tratamiento de confianza (Duden, b)– e
introduce desde el principio el tema en torno al que va a girar la conversación: la
adquisición de la máquina de coser. A continuación, Rieke deja el tema principal de
lado y explica a Karl el motivo por el cual ha llegado tarde: la caída de su padre de
una escalera. Después de explicarle el incidente, la muchacha cambia de tema
mediante el uso de la unidad kiek [mira] y señala a la máquina de coser para
mostrársela a Karl.

7) »Junger Mann, det is aber nich det richtige Fenster!« sprach Riekes helle Stimme
neben ihm. Sie hatte schon eine Weile dagestanden, war seinem Blick gefolgt und hatte
seinen Seufzer gehört. »Und nun kommste und siehst meine Maschine an! Ick weeß,
Karl, ick bin zu spät dran, ick konnte nich anders. Se haben Vata’n jebracht, er is von
der Leiter jefallen, natürlich molum! Hat sich nich ville jetan, ’ne Brüsche an de Stirn
und de Hand verstaucht.«
»Das is aber schlimm, Rieke!«
»Wieso is det schlimm? Mit’s Mauern wär’s doch bei dem Frost jeden Tag alle jewesen,
und nu ha ick den Mann doch unter Aufsicht. Die Männa, wo ihn jebracht haben,
sagen ja, keena hat Vata’n zu Schnaps injeladen, nie nich. Aber det muß nich wahr
sind, jegen ’ne Frau halten die Männa bei so wat immer zusammen. Na, nu ha ick
Vata’n zu Haus, und nu wer ick ihn det Saufen schon wieder abjewöhnen. – Kiek, det
is meine Nähmaschine.« –Und sie zeigte auf eine ziemlich große schwere Maschine,
die kaum Schmuck aufwies, ein sehr sachliches Ding für so ein junges Mädchen,
dachte Karl Siebrecht.
»Die sieht aber viel zu schwer für dich aus, Rieke!« meinte er. »Willst du nicht lieber
eine leichtere nehmen? Die da links sieht doch viel hübscher aus.«
(N2, DE, cap. 16, pág. 117)

Las reacciones de Karl Siebrecht a las intervenciones de Rieke son dos en el


fragmento incluido. Por un lado, tenemos el asombro del chico por la caída de
Busch y por otro, una respuesta que muestra la opinión acerca del tamaño
desproporcionado de la máquina de coser. Esta segunda reacción está compuesta

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de una objeción –Die sieht aber viel zu schwer für dich aus, Rieke!– [Parece demasiado pesada
para ti, Rieke] y de una propuesta –Willst du nicht lieber eine leichtere nehmen? Die da links
sieht doch viel hübscher aus.– [¿No preferirías una más ligera? Esa de la izquierda parece mucho
más bonita.] (N2, ES, cap. 16, pág. 106).
En cuanto al cierre se dan igualmente diferentes posibilidades para rematar la
conversación. Incluimos en la nómina de expresiones de cierre ciertos marcadores
discursivos como also, que acompañan a enunciados que indican el término de una
interacción (8): mach es gut, ich werde dich vermissen y viel Glück [¡qué vaya bien!, te echaré de
menos y buena suerte]. La intervención de Karl en la que da las gracias y le desea suerte
al ingeniero jefe es también una secuencia diáfana de cierre. Lo mismo es válido en
(9) donde Kalli Flau y Karl intercambian unas palabras y se despiden una vez el
último avisa que esa misma tarde pasará por casa de los Busch.

8) »Ich will es dir wünschen«, sagte der Oberingenieur trübe.


»Also, mach es gut, Karl, du weißt, ich werde dich vermissen. Ich habe immer
gerne an deinem Zeichentisch gestanden. Viel Glück, Karl!«
»Ich danke Ihnen auch schön, Herr Oberingenieur. Und ich wünsche Ihnen
auch viel Glück!« Der Oberingenieur seufzte bloß. Die Tür des Zeichensaales schlug
hinter Karl Siebrecht zu. Die hundert Jahre seines Sichersitzens waren vorüber.
(N2, DE, cap. 18, pág. 141)

9) »Was macht die Rieke?«


»So wie immer. Danke.«
»Ich komme heute abend mal bei euch vorbei.«
»Schön, werde ich ihr bestellen.«
»Also, Kalli!«
»Also! Mach es gut, Karl!«
(N2, DE, cap. 33, pág. 278)

En (10) el marcador na denn indica también cierre discursivo, pues el señor Beese y
Karl Siebrecht dan por acabada la conversación sobre el boicoteo que el joven sufre
por parte de otros mozos que se encargan del transporte de equipajes. Se trata este
caso de un par adyacente. Esta unidad ocupa la última posición en la intervención
de Beese, mientras que Karl inicia su turno con ella y posteriormente pronuncia el
nombre del hombre.

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10)»Sie können nichts dafür, Herr Beese, ich weiß.«
»Ich habe auch mit ein paar Kollegen geredet. Sie sind nicht dagegen, sie sagen bloß,
erst mußt du dein Kram in Ordnung haben.«
»Ich habe mein Kram schon in Ordnung, Herr Beese. Bloß gegen die Gemeinheit von
anderen kann man nichts machen.«
»Eben! Was ich sage. Erst mußt du mit den Rotmützen glatt sein. – Na denn!«
»Na denn, Herr Beese!«
(N2, DE, cap. 32, pág. 262)

Por último, cabe resaltar las formas prototípicas de finalización como gute Nacht
(11) [buenas noches, N2, ES, cap. 19, pág. 133] o auf Wiedersehen! (12) [adiós, N2, ES,
cap. 39, pág. 278], entre muchas otras como pueden ser Tschüss, bis bald, etc.

11)»Und paß gut auf, mit dem Licht und dem Feuer! Bist du auch wirklich satt? Na schön,
morgen früh bringe ich mehr, Kalli, auch eine Kanne Kaffee. Gute Nacht, Kalli!«
»Gute Nacht, Karl! Gott, werde ich schlafen!«
»Ich auch, Kalli! Gute Nacht!«
(N2, DE, cap. 19, pág. 150)

12)»Auf Wiedersehen, Fräulein – Fräulein ...«


»Nun, wie heiße ich? Sehen Sie, es fällt Ihnen nicht einmal etwas ein!«
»Auf Wiedersehen, Fräulein – Bruder!«
Einen Augenblick betrachteten sie sich schweigend. Es war noch unentschieden bei
ihr, ob sie zornig werden oder lachen wollte. Dann lachte sie. »Also frech sind Sie auch
noch!« rief sie. »Idiotisch, ungeschickt, frech – gottlob, daß ich Sie nie wiedersehe!«
»Auf Wiedersehen!« sagte er ernst und ging. Als er sich nach zehn Schritten
umdrehte, ertappte er sie, wie sie den endlich gefundenen Fetzen des Bildes aufhob.
Ihre Blicke begegneten einander. Mit einer zornigen Bewegung warf sie den Kopf in
den Nacken, daß die langen Korkzieherlocken hochflogen, dann streckte sie ihm die
Zunge aus und entfernte sich eilends.
(N2, DE, cap. 39, pág. 318-9)

Cualquier fragmento conversacional, independientemente de ocupar una posición de


apertura, cuerpo o cierre conversacional, puede desmembrarse en cuatro
componentes: por un lado, dos dialógicos –secuencia e intercambio– y, por otro, dos
monológicos –intervención y acto/subacto– (Tusón Valls 2003: 61). Los
investigadores de la escuela de Ginebra –Roulet y Moeschler, entre otros (1985,
1995)– indagan en la estructura conversacional, estableciendo una jerarquía de más a

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menos [interacción Æ secuencia Æ intercambio Æ intervención Æ acto (subacto)]
(v. FIGURA 8).

FIGURA 8: Adaptación del gráfico de Tusón Valls ([1997], 2003: 61) sobre los constituyentes
de la conversación

A continuación analizaremos unos segmentos de una conversación de la N1 de


Fallada (cap. 4, pág. 36-7) en función de estos componentes para visualizar mejor
los fundamentos teóricos que subyacen tras las expresiones sinónimas «diálogo» y
«conversación» y la jerarquía existente entre los elementos que los conforman.
Extraemos tres secuencias temáticas de la N1 y nos fijamos en los intercambios que
se desdoblan en intervenciones iniciativas y reactivas y estas en actos (v. también
Briz 2007: 15-40).

1. Secuencia
Er hat anscheinend auch gerade daran gedacht. »Deine Mutter sitzt nun längst wieder zu
Haus«, sagt er.
»Ja«, sagt sie. »Mutter ist böse, deswegen ist sie auch nicht mit zur Bahn gegangen. ’ne
Hundehochzeit ist das, hat sie gesagt, wie wir weggegangen sind vom Standesamt.«
»Soll ihr Geld sparen. So ’ne Festfresserei, wo alle nur dreckige Witze reißen, ist mir
gräßlich.«
»Natürlich«, sagt Lämmchen. »Mutter hätte es nur Spaß gemacht.«
»Haben nicht geheiratet, damit Mutter Spaß hat«, sagt er kurz angebunden.
Pause.
(N1, DE, cap. 4, pág. 36)

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–Tema de conversación Æ el disgusto y enfado de la señora Mörschel al no
haberse celebrado un banquete después de la unión civil entre los dos jóvenes.
El intercambio comunicativo, las intervenciones iniciativas, reactivo-iniciativas y
reactivas, y los actos de la primera secuencia podrían esquematizarse de la siguiente
manera (FIGURA 9).

FIGURA 9: Esquema de la interacción entre Johannes Pinneberg y Corderita

La primera intervención (Ii) de Johannes Pinneberg es un enunciado en el que se


afirma que la señora Mörschel se debe de encontrar ya en casa. Esta emisión
constituye un único acto (A1). Corderita reacciona a las palabras de su marido con
una intervención reactivo-iniciativa (Ir-i) compuesta por tres actos (A1, A2, A3). El
primero de ellos (A1) es una afirmación materializada con un –Ja– [Sí], el segundo
(A2) una explicación-justificación –Mutter ist böse, deswegen ist sie auch nicht mit zur
Bahn gegangen– [(Mamá) está enfadada, por eso no nos acompañó al tren] y el tercero (A3)
manifiesta una afirmación con la opinión que la madre tiene acerca de la boda –’ne
Hundehochzeit ist das, hat sie gesagt, wie wir weggegangen sind vom Standesamt– [Menudo asco
de boda, dijo al salir del Registro Civil].
A su vez Johannes reacciona a la intervención de Corderita (Ir-i) y ocupa su
turno con una intervención de dos actos (A1, A2). Ambos expresan la opinión del
joven esposo: –Soll ihr Geld sparen– [Que ahorre su dinero] (A1) y –So ’ne Festfresserei, wo

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alle nur dreckige Witze reißen, ist mir gräßlich– [Esas comilonas donde todos se limitan a soltar
chistes verdes me parecen horripilantes] (A2). Corderita vuelve a concordar con la opinión
de su marido (Ir-i) y le da la razón mediante –Natürlich– [Claro que sí] (A1) y añade –
Mutter hätte es nur Spaß gemacht– [A mamá le habría divertido] (A2). Así pues, volvemos
a estar ante dos actos. A esta afirmación, Pinneberg responde con una intervención
formada por un acto y con ella se cierra esta primera secuencia, ya que no
desencadena ningún tipo de reacción por parte de Corderita, –Haben nicht geheiratet,
damit Mutter Spaß hat– [No nos hemos casado para divertir a mamá] (Ir, A1).

2. Secuencia
»Du«, fängt Lämmchen wieder an, »ich bin so schrecklich gespannt auf die Wohnung.«
»Na ja, hoffentlich gefällt sie dir. Viel Auswahl ist nicht in Ducherow.«
»Also, Hannes, beschreib sie mir noch mal.«
»Schön«, sagt er und erzählt, was er schon öfter erzählt hat. »Daß sie ganz draußen liegt,
hab ich schon gesagt. Ganz im Grünen.«
»Das finde ich grade so fein.«
»Aber es ist ein richtiger Mietskasten. Maurermeister Mothes hat ihn da draußen hingesetzt,
hat gedacht, da kommen noch mehr. Aber keiner kommt und baut da.«

(N1, DE, cap. 4, pág. 36-7)

–Tema de conversación Æ la expectación de Corderita por el piso de Ducherow


y la descripción del lugar donde éste se encuentra por parte de Johannes.

El intercambio, las intervenciones y los actos de la primera secuencia podrían


esquematizarse de la siguiente manera (FIGURA 10).

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FIGURA 10: Esquema de la interacción entre Johannes Pinneberg y Corderita

Después de una breve pausa, Corderita retoma la palabra y restablece el canal de


comunicación mediante el marcador –Du– [Oye] (Ii, A1) con el cual se dirige a
Johannes y le comunica en una afirmación su entusiasmo por el nuevo piso –ich bin
so schrecklich gespannt auf die Wohnung– (Ii, A2). Pinneberg reacciona a lo que dice su
esposa y le comunica en su intervención-turno que espera que le guste –Na ja,
hoffentlich gefällt sie dir– (Ir-i, A1) y que en Ducherow no hay mucho donde escoger –
Viel Auswahl ist nicht in Ducherow– (Ir-i, A2). Le sigue una intervención de un acto –
Also, Hannes, beschreib sie mir noch mal– (Ir-i, A1) en el cual Corderita formula una
petición a Johannes con la finalidad de que este le describa la vivienda y él
reacciona aceptando, –Schön– [De acuerdo] (Ir-i, A1) y explica la zona en la que esta
se halla situada, –Daß sie ganz draußen liegt, hab ich schon gesagt. Ganz im Grünen– [Ya te
he dicho que está situada en las afueras de la ciudad, en pleno campo] (Ir-i, A2). La joven le
transmite su satisfacción, –Das finde ich grade so fein– [Eso me parece estupendo]. Sigue
una advertencia de Johannes sobre el estado de la vivienda e información sobre la
zona solitaria en la que se encuentra, –Aber es ist ein richtiger Mietskasten. Maurermeister
Mothes hat ihn da draußen hingesetzt, hat gedacht, da kommen noch mehr. Aber keiner kommt
und baut da– (Ir-i, A1). Corderita quiere saber la razón y Johannes le contesta que no

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lo sabe, –Weiß ich nicht– (Ir-i, A1) y que está demasiado desolado y alejado de la
ciudad y además que el camino que lleva hasta allí está sin pavimentar,–Ist den Leuten
zu einsam, zwanzig Minuten von der Stadt. Kein gepflasterter Weg– (Ir-i, A2).

3. Secuencia
»Also die Wohnung«, erinnert sie ihn.
»Ja, also, wir wohnen ganz oben, bei der Witwe Scharrenhöfer.«
(N1, DE, cap. 4, pág. 37)

–Tema de conversación Æ recordatorio de Corderita a Johannes con el


cometido de que vuelva a la descripción del piso y no de la zona donde está
ubicado.
El intercambio, las intervenciones y los actos de la primera secuencia podrían
esquematizarse de la siguiente manera (FIGURA 11).

FIGURA 11: Esquema de la interacción entre Johannes Pinneberg y Corderita

Corderita recuerda a Johannes en su intervención que le hable del piso –Also die
Wohnung– (Ii, A1), ya que anteriormente solo ha puesto énfasis en la zona y no ha
entrado en detalle en la descripción del inmueble. Corderita emplea el marcador also
para retomar el tema que se ha eludido y pedirle otra vez por la vivienda. Johannes
le responde que vivirán arriba del todo, en casa de la viuda Scharrenhöfer –Ja, also,
wir wohnen ganz oben, bei der Witwe Scharrenhöfer– (Ir, A1) e introduce la explicación
igualmente mediante el marcador also.

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5. Los marcadores: un galimatías terminológico y conceptual

Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo.

Miguel de Cervantes

Las conversaciones coloquiales presentan un porcentaje elevado de unidades


como ach was, na, ich mein(e), bueno, dicho sea de paso, doncs o en qualsevol cas, a las que se
ha agrupado bajo la etiqueta de marcadores pragmáticos (Erman y Kotsinas 1993,
Brinton 1996, Fraser 1996, Gisle Andersen 2001, Günthner y Mutz 2004, González
Condom 2004, Aijmer y Simon-Vandenbergen 2006 y 2011), o discursivos
(Schiffrin 1987, Redeker 1990, Payrató 1996, Jucker y Ziv 1998, Portolés Lázaro
[1998] y 2007, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999, Cuenca 2001, 2002,
2008, 2011, Auer y Günthner 2003, Marín Jordà 2005, Fraser 2005, Waltereit 2006,
Traugott 2007, Porroche Ballesteros 2009, Hentschel 2010), partículas discursivas
(DPDE, Fischer 2000 y 2006), partículas dialógicas [del alemán Dialogartikeln
(Weinrich [1993], 2007) o Gesprächspartikeln (Schwitalla 2006, Duden 2006)], señales
discursivas [del italiano segnali discorsivi (Bazzanella 1995)], operadores discursivos
(Redeker 1991, Casado Velarde 1991, Portolés Lázaro 1998, Martín Zorraquino y
Portolés Lázaro 1999, Fuentes Rodríguez 2009), enlaces extraoracionales (Gil Gaya
1943), conectores (Cuenca 2006, Fuentes Rodríguez 2009), etc. Estos elementos no
han dejado de suscitar el interés de muchos lingüistas desde que Deborah Schiffrin
publicara Discourse markers en 1987.80 La lingüista americana define este concepto
como «sequentially dependent elements which bracket units of talk» (1987: 31)81 y
se propone examinar la función de un total de once marcadores discursivos [su
término] en el marco de la conversación. Gracias a una descripción pormenorizada
logra una caracterización general de las unidades expuestas a estudio y propone dos
clasificaciones tipológicas: la primera de ellas se basa en el nivel de habla o


80 Lingüistas como Gil Gaya ([1943], 1998: 325-331) ya habían apuntado a la existencia de este
tipo de unidades mucho antes, aunque de forma más somera y sin llevar a cabo una
sistematización de rasgos y mucho menos un intento de clasificación.
81 «[Los marcadores] son elementos secuencialmente dependientes que marcan las fronteras
entre las unidades de habla». [Paráfrasis en base a lo expuesto por Marín Jordà 2005: 60-1]

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componente discursivo en el que actúan y la segunda en las coordenadas
contextuales en que se sitúan. Con este análisis establece en el apartado final de su
monografía una serie de requisitos para saber si una unidad debe considerarse o no
marcador discursivo. Se trata de una lista breve compuesta por cinco características
distintivas (v. Schiffrin 1987: 328), que posteriormente ha ido ampliándose a
medida que iban surgiendo trabajos que apuntaban hacia una mejora cuantitativa y
cualitativa en cuanto a la investigación de estos elementos.

A este trabajo pionero le siguen un buen número de publicaciones que


abarcan el estudio de los marcadores desde diferentes teorías y en las que la
terminología puede y suele diferir, así como lo hace la clasificación proporcionada.
Resulta imposible citar todos y cada uno de los trabajos escritos al respecto hasta el
momento, aunque sí que es necesario recoger las contribuciones más sustanciales
para mostrar un estadio de la investigación lo más completo y actual posible. Desde
los albores de los 90 se encuentran monografías de indiscutible calidad donde se
definen y caracterizan este tipo de unidades basándose en los preceptos de varias
teorías lingüísticas. En el marco de este trabajo, consideramos las voces
mencionadas anteriormente como sinónimas, aunque nosotros utilizaremos la
denominación de marcador pragmático conversacional. Razón de ello es la función que
asumen las seis unidades estudiadas en los diálogos analizados, puesto que actúan
en el marco de la conversación ficticia asumiendo generalmente un papel
distributivo, interpersonal y expresivo-emotivo. Además, concordamos con lo
expuesto por Aijmer y Simon-Vandenbergen cuando argumentan que marcador
pragmático [pragmatic marker en sus palabras] es un término paraguas que engloba
tanto funciones a nivel textual como interpersonal (2011: 227), es decir, que dichas
unidades asumen papeles de organización discursiva [en el medio escrito y oral] y
dentro de este último en la conversación –los marcadores tienen que ver con
funciones relacionadas con la toma, el mantenimiento, el cese y el cambio de turno
de palabra–; además de desarrollar funciones que tienen que ver con la relación
entre los interlocutores. Desechamos el término «partícula» tal y como hace Brinton
(1996: 29-30), pues consideramos que es demasiado genérico y además confuso, al
poder establecerse cualquier tipo de relación sinónima equívoca con las partículas
modales alemanas. Ofrecemos en 5.5 una clasificación sistemática de los
marcadores pragmáticos conversacionales comentados a lo largo de este epígrafe.

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5.1. La definición de marcador pragmático conversacional

Antes de centrarnos de manera pormenorizada en las características de los


marcadores y llevar a cabo una clasificación de aquellos que se recopilarán en el
presente epígrafe, es necesario definir lo que entendemos por marcador pragmático
conversacional en el marco de nuestro trabajo. Dejamos claro desde el principio que
aquí el adjetivo conversacional debe entenderse en el sentido de conversación ficticia y
no real. Además, puntualizamos que no entendemos este tipo de unidades de la
forma que lo hacen Martín Zorraquino y Portolés Lázaro (GDLE, 1999: 4143-
4199), ya que la clasificación que proponen deja fuera marcadores que también
aparecen en la lengua hablada espontánea y en su recreación en la novela de Hans
Fallada. En nuestra opinión todos los marcadores pueden aparecer en menor o
mayor grado en una conversación, contando, eso sí, con ciertas excepciones cuya
aparición en el coloquio es muy poco habitual: ahora bien, por lo demás, por el contrario,
en consecuencia y en suma (Portolés Lázaro 2007: 126). Nuestra definición de marcador
pragmático es la siguiente:

Los marcadores pragmáticos son unidades morfosintácticamente


invariables que ocupan posiciones por lo general periféricas en el
enunciado que aparecen y que son el resultado de un proceso de cambio
unidireccional (aquí: pragmatización) a través del cual han adquirido nuevas
funciones a nivel discursivo, dejando en parte o totalmente de lado su
significado referencial. Estos elementos pueden englobarse en dos grandes
grupos según su función: 1) textuales e 2) interpersonales. La inclusión de
un marcador en uno de los grupos no lo excluye del otro, debido a la
naturaleza polifuncional que los caracteriza, es decir un marcador cuya
función principal sea la de interacción, también puede servir para dar una
cierta estructura a la conversación, como es el caso de los elementos que
marcan el turno de palabra.

Creemos que tanto los textuales u organizativo-estructuradores como los


interpersonales desempeñan [o pueden desempeñar] funciones de índole modal,
por lo que en nuestra clasificación final (5.5) no estableceremos un apartado
específico para los marcadores que entrañen valores modalizadores. Nos atenemos
en todo momento a las macrofunciones aludidas por Brinton y a ciertas

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microfunciones dentro de las primeras que derivan de las observaciones del corpus
elaborado a partir de las muestras extraídas de las novelas de Hans Fallada.

5.2. La caracterización de los marcadores

La tarea de llevar a cabo una revisión exhaustiva de todo lo publicado acerca


de un tema como son «los marcadores» resulta inabarcable por el simple hecho de
que existe un mar de trabajos escritos al respecto. Por ello, asumimos desde un
principio que toda recopilación resultará incompleta, aunque procuraremos ofrecer
una contribución con las definiciones y características de los trabajos más logrados
hasta la fecha actual.

Partimos de la idea de que nos hallamos ante un fenómeno lingüístico que se


sitúa en el nivel universal de la lengua (Coseriu 1981; Koch y Oesterreicher 1990) y
por ello las monografías y artículos en los que nos centramos contemplan un buen
número de lenguas, entre las cuales destacamos el inglés –por ser el trabajo de
Deborah Schiffrin el primero que establece el término discourse marker y da una
definición a través de la observación de un grupo de unidades que ayudan a la
coherencia discursiva; además de ser la lengua en la que se han publicado múltiples
monografías de valor incuestionable–, el alemán, el catalán y el español –nuestras
tres lenguas de trabajo–.

5.2.1. Las dos macrofunciones de los marcadores y su representación


junto a las microfunciones en la novela de Hans Fallada

Richard Waltereit menciona en relación a los Diskursmarker [su término] que


a menudo se puede observar «eine charakteristische Mischung von ausdrucksseitigen
und funktionalen Bestimmungselementen» (2006: 4)82 por lo que concierne a las
definiciones existentes en las diferentes lenguas observadas. Es decir, los tratadistas
atribuyen por un lado ciertas propiedades morfosintácticas y sintácticas a estas
unidades, como la invariabilidad, la posición periférica en el enunciado y la falta de
contenido proposicional; y por otro les otorgan el papel de guiar las inferencias que
se realizan en la comunicación y contribuyen a la cohesión y coherencia discursivas.


82 «una mezcla típica de rasgos formales y funcionales». [Traducción propia]

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Por lo que respecta a la funcionalidad de los marcadores, es difícil llegar a un
consenso en forma de lista cerrada. Con todo, los estudios de marcadores incluyen
siempre una nómina mayor o menor de funciones, que Laurel J. Brinton (1996)
agrupa en dos grandes categorías basándose en la clasificación de las funciones del
lenguaje postulada por Michael Halliday en 1970: la ideacional, la interpersonal y la
textual. De estas tres, Brinton recoge las dos últimas y las relaciona con los
marcadores, puesto que estos elementos llevan a cabo tanto funciones textuales
como interpersonales, pero ninguna ideacional o representativa. Los marcadores
discursivos tienen normalmente un significado de procesamiento a diferencia de los
nombres, adjetivos y verbos (Brinton 1996: 38; Jucker y Ziv 1998: 3; GDLE,
Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4058; González Condom 2004: 347),
aunque algunos de ellos guardan «una evidente relación con el significado
conceptual de las unidades que los han originado» (Murillo 2000: 136-7, también
cit. en Portolés Lázaro 2007: 25).83 Hay marcadores cuya función primordial es la
de ordenar la información en la contribución, en este caso hablada, mientras que
otros desempeñan funciones más bien subjetivas y de carácter interpersonal, es
decir que afectan a la relación de los interlocutores y a su interacción. Con todo, en
la mayoría de ocasiones los marcadores muestran ambas macrofunciones y dentro
de ellas otras más específicas.

A continuación, ejemplificaremos con una recopilación de muestras de las


tres novelas de Hans Fallada estas dos macrofunciones así como aquellas más
concretas. En (1) encontramos enumeradas de la mano de los marcadores
ordenadores (erstens, zweitens, drittens y viertens) las razones por las que Lauterbach no
piensa rescindir su contrato en la empresa de Kleinholz. Esta distribución se lleva a
cabo igualmente mediante el uso de la unidad und, que ayuda a añadir información,
cohesionar y dar fluidez a la contribución del hablante (Cuenca 2006: 152-3;
Calsamiglia y Tusón 2012: 238).

1) Dort stürzte er sich auf Lauterbach und sagte atemlos: »Lauterbach, sofort zu
Kleinholz und kündigen! Denk an dein Ehrenwort! Er hat mir eben gekündigt.«


83 Portolés Lázaro alude a marcadores como en cambio, no obstante, por consiguiente y por el contrario
para indicar que estas piezas lingüísticas en concreto conservan su significado conceptual, que
coincide con el de procesamiento ([1998], 2007: 24-5).

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Ernst Lauterbach aber nahm langsam den Arm von der Kurbel der Windfege, sah
Pinneberg erstaunt an und sprach: »Erstens ist es eine Minute vor zwölf, und bis
zwölf kann ich nicht mehr kündigen, und zweitens müßte ich ja auch erst mit Schulz
sprechen, und der ist nicht da. Und drittens habe ich vorhin von Mariechen gehört,
daß du verheiratest bist, und wenn das wahr ist, bist du schön hinterlistig zu uns
Kollegen gewesen. Und viertens …«
(N1, DE, cap. 13, pág. 107-8)

En (2) Corderita ordena sus intervenciones mediante los mismos marcadores


ordenadores que en el ejemplo (1). En este fragmento, Heilbutt, compañero de
trabajo de Johannes, se presenta en casa de la señora Mia Pinneberg, donde
también viven Johannes y Corderita. Esta última no cuenta con ninguna visita, y no
sabe quién es hasta que el hombre acaba presentándose. La joven se disculpa y
justifica su confusión con un enunciado iniciado con also, seguido de los motivos
por los que no ha reconocido al hombre. Cada una de estos se presenta en una
intervención diferente, a las que Heilbutt reacciona con enunciados reactivos muy
escuetos. El marcador also se clasifica en varias obras como Gliederungssignal (TGDS
2007: 831) o Gliederungspartikel (WDP 2009: 62-73). Una vez más, la unidad und
antepuesta a los ordenadores ayuda a la cohesión y fluidez discursiva.

2) »Gott, Herr Heilbutt«, sagt Lämmchen. »Was müssen Sie von mir denken? Aber es hat
natürlich gar keinen Zweck, daß ich Ihnen etwas vorkohle. Also, erstens habe ich
gedacht, Sie wollen zu meiner Schwiegermutter, die heißt nämlich auch Pinneberg …«
»Richtig«, sagt Heilbutt und lächelt vergnügt.
»Und zweitens hat mit der Junge gar nicht gesagt, daß er Sie heute einladen will.
Darum war ich so perplex.«
»Nicht sehr«, sagt Herr Heilbutt beruhigend.
»Und drittens verstehe ich nicht, wie er um vier dort weggehen kann – wieso denn
schon um vier? – und jetzt noch nicht hier ist.«
»Er wollte noch was besorgen.«
(N1, DE, cap. 23, pág. 171)

En la lengua hablada es frecuente utilizar el marcador und dann, que puede verse
reflejado en el medio gráfico como en (3, 4, 5) para dar continuidad al discurso e
introducir nuevos elementos en la conversación. En este caso, estaríamos ante un
conector aditivo, pues el cometido de este elemento es el de añadir información y
ayudar a la fluidez conversacional.

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3) »Das mach, das tu, Emil! Radio ist immer gut, zum Behalten und zum Verkaufen!
Immer ist Radio gut!«
»Na, denn wollen wir mal sehen, ob wir das Ding in einen Koffer verstauen können
und dann stopfen wir Wäsche rundherum.«
(N3, DE, cap. 7, pág. 74)

4) Pinneberg geht auf die Frage mit der Gerechtigkeit nicht näher ein. »Und sonst?« fragt
er hartnäckig.
»Ja, sonst …« Herr Friedrichs zuckt die Achseln. »Sonst ist auch nischt. Ein richtiger
ausgebildeter Buchhalter sind Sie ja nicht, Herr Pinneberg, wenn Sie auch ein bißchen
bei Kleinholz da reingerochen haben. Gott, Kleinholz, das ist auch so ein Betrieb …
Ist es denn wirklich wahr, daß er sich jede Nacht besäuft und dann Frauenzimmer
mit ins Haus bringt?«
(N1, DE, cap. 14, pág. 109)

5) Eine Zeitlang herrschte tiefstes Schweigen zwischen beiden. Dann sagte der kleine
Enno Kluge plötzlich zusammenschauernd: »Aber ins Wasser gehe ich nicht …«
»Nein, nein«, sagte der Komissar gütig zuredend. »Das sollen Sie auch nicht, Kluge.
Sehen Sie, ich habe Ihnen hier was anderes mitgebracht, sehen Sie nur, so ’ne hübsche
kleine Pistole. Die brauchen Sie nur gegen die Stirn zu drücken, haben Sie keine Angst,
ich werde Ihnen die Hand halten, dass sie nicht zittert, und dann machen Sie den
Finger nur ein klein bisschen krumm … Sie werden keinen Schmerz spüren, plötzlich
sind Sie weg von all diesen Quälereien und Verfolgungen und haben endlich mal Ruhe
und Frieden …«
(N3, DE, cap. 33, pág. 367-8)

Los marcadores digresores también están ligados a las funciones de estructuración


discursiva. En el fragmento (6), Escherich realiza una puntualización al final de su
intervención mediante übrigens tras haber rechazado el ofrecimiento de su superior
Prall en cuanto a servirse una copa de armañac. El comisario refuta la invitación de
Prall pidiendo disculpas y refiriéndose a la cantidad de trabajo que le espera, a lo
que posteriormente agrega que ya no está acostumbrado a la bebida. El adverbio
übrigens puede introducir información que el hablante ha olvidado mencionar antes
en su intervención y que parece ser en este caso la razón por la que Escherich no
quiere consumir alcohol. De ahí que esta unidad entrañe un valor aditivo en la
intervención (v. WDP 2009: 881-3, uso de übrigens en enunciados declarativos). Este
mismo papel lo desempeña außerdem en (7), que agrega un argumento en la misma

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dirección que el acto anterior de esa misma intervención. El señor Jachmann se
dirige a Johannes Pinneberg y le pregunta si realmente desea trabajar en los
almacenes Mandel, de los que no tiene una opinión demasiado favorable al
llamarlos Knochenmühle [«Stelle, wo auftreibende, anstrengende Arbeit geleistet
werden muss»] (DWDS).84 En esa misma intervención el hombre añade mediante
außerdem un segundo argumento –un sueldo máximo de quinientos marcos–, que
debería jugar en contra de solicitar un empleo en Mandel.

6) Nach einem Stündchen wurde Escherich dann aber doch vorgelassen. Das Zimmer
mit den deutlichen Spuren eines Trinkgelages sah ziemlich wüst aus, und der Herr
Prall, dunkelrot von Armagnac glühend, sah auch ziemlich wüst aus. Aber er sagte
leutselig: »Da, Escherich! Schenken Sie sich doch auch ein Glas ein! Das sind die
Früchte unseres Sieges über Frankreich: echter Armagnac, zehnmal besser als Kognak.
Zehnmal? Hundertmal! Warum trinken Sie nicht?«
»Bitte um Verzeihung, Herr Obergruppenführer, ich habe heute noch ziemlich viel zu
tun, möchte einen klaren Kopf behalten. Übrigens bin ich das Trinken nicht mehr
gewohnt.«
(N3, DE, cap. 25, pág. 265)

7) »Aber du weißt doch alles ganz gut«, läßt sich Frau Pinneberg vernehmen. »Verkäufer
bei Mandel. Herrenkonfektion.«
»Bei Mandel? Mögen Sie denn das in so einer Knochenmühle?« fragt Jachmann und
kneift die Augen ein. »Außerdem glaub ich nicht, daß er da mehr als fünfhundert
monatlich kriegt.«
(N1, DE, cap. 17, pág. 134)

En (8) la intervención de Johannes muestra por un lado la alegría compartida con


Corderita, que le acaba de entregar la carta que le ha enviado la señora Mia
Pinneberg desde Berlín, pero por otro también irritación. En el escrito, la mujer
dice tener un puesto de trabajo decente para su hijo en los almacenes Mandel y
expresa su pesadumbre al haberse enterado por Corderita de su anterior empleo en
una empresa de abonos. Tal y como hace saber en su carta, la madre de Johannes
dice que no puede lograr entender cómo su hijo pudo emplearse en una compañía
de ese tipo con la formación que ella le brindó. Pinneberg parece no estar de
acuerdo con las palabras de su madre tal y como muestra con el conector

84 Puesto de trabajo en el que las tareas desarrolladas resultan agotadoras y muy laboriosas.
[Traducción propia]

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contraargumentativo trotzdem, con el que introduce una puntualización, que no
acaba de cerrar, y que apuntaría hacia una apreciación del locutor diferente a la de
su progenitora. La presencia de opiniones divergentes queda además manifiesta con
el acto que aparece posteriormente introducido mediante na ja en la misma
intervención. Esta unidad trasluce un matiz de discrepancia (v. este valor de na en la
GDS 1997: 397-8), pues Johannes sabe por experiencia propia que los hechos
relatados por su madre no son veraces y puede deducirse que esta no se ha
esmerado en ofrecerle buenas oportunidades formativas. El adverbio trotzdem
funciona como marcador extraoracional, ya que no contrapone dos oraciones, sino
que introduce una opinión antagónica a lo expuesto en la carta de su madre. Esta
unidad tiene un valor de introductor de nuevas unidades informativas en la
conversación y también una fuerte carga emotiva, pues muestra desacuerdo y un
claro matiz de irritación, que se desprende de la mentira de Mia Pinneberg. En
cuanto a na ja también puede constatarse un doble papel: por un lado, el de
introducir una explicación y por otro, el de marcar claramente una distancia entre lo
dicho por el interlocutor –en este caso la redactora de la carta– y lo que piensa el
locutor y realmente representa el estado de las cosas. Así pues, de este enunciado
inferimos, aun sin estar explícito, que Johannes Pinneberg no ha tenido una buena
formación académica. Esto puede corroborarse más adelante con las palabras del
señor Friedrichs, funcionario del DAG [SEA en la traducción] (Sindicato de
Empleados Alemanes), que afirma que «die DAG ist auch sehr gegen [...] das
Rüberwechseln schlecht ausgebildeter Kräfte von der einen Branche in die andere.»
(N1, DE, cap. 14, pág. 108),85 cuando el joven intenta poner solución a su situación
de parado.

8) »O Jungchen, Jungchen, was bin ich glücklich!«


»Ja, mein Mädchen. Ja, meine Süße. Ich ja auch. Trotzdem Mama, mit ihrer
Ausbildung … Na ja, ich will jetzt nichts sagen. Geh gleich hin und telegrafiere.«
(N1, DE, cap. 15, pág. 118)

La unidad marcada diatópicamente vastehste tiene claramente una función interpersonal


de llamar la atención del interlocutor y hacerlo partícipe de la conversación, es decir, el


85 «El SEA también se opone [...] al cambio de personal poco cualificado de un ramo a otro»
(N1, ES, cap. 14, pág. 111).

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hablante quiere despertar el interés de su oyente por lo que está diciendo (TGDS
2007: 833). Además, hace progresar el discurso y sirve para introducir información
nueva a modo de explicación de lo dicho. Si nos fijamos en el segmento descrito en
(9), Rieke Busch manifiesta que ser huérfano tiene sus ventajas y a través de vastehste
argumenta por qué. El ejemplo que pone es el de su padre, que le trae más
problemas que alegrías, y del que dice que nunca le echa una mano en casa debido a
su alcoholismo crónico. Por otro lado, en esta intervención aparece la unidad na ja
que entraña un valor conclusivo y otro de distanciamiento, que marca el fragmento
que encabeza como algo que no se debe tomar demasiado en serio (TGDS 2007:
887). En este último enunciado, Rieke disculpa a su padre y alega que todo ser
humano tiene sus defectos.

9) »Ach, du bist Vollwaise? Det kann janz jut sind, vastehste, wir haben Vata’n noch,
aber manchmal denk ick, ohne Vata jings bessa. Er is Maurer, aber meistens macht er
blau! Sonst een tüchtjer Maurer, allens, wat recht is, ooch jutmütig, bloß, det der Mann
so wasserscheu is –. Na ja, wa haben alle unsre Fehler …«
(N2, DE, cap. 4, pág. 21)

Pinneberg emplea la unidad du en (10) con el fin de establecer contacto con su


mujer Corderita y expresar su estado de ánimo. Se trata de un marcador que indica
un alto grado de confianza entre los interlocutores y cuya atención se centra en el
oyente (Porroche Ballesteros 2009: 166). Una vez Pinneberg ha dicho que se siente
idiota, Corderita reacciona con la unidad ja? con la intención de indagar un poco
más en el estado de ánimo de su marido y posteriormente le pregunta cuánto le ha
costado el espejo de baño adquirido. A continuación, agrega en un nuevo acto
introducido por aber con el que manifiesta la posibilidad de que Pinneberg pueda
decidir si decírselo o no. La unidad aber no actúa como conjunción adversativa, sino
que tiene el cometido de presentar la oportunidad de ocultar información. La
unidad du desempeña una función fática, pues con ella se abre el canal de
comunicación y el emisor requiere la atención de la oyente. Estaríamos pues ante
una función interpersonal, aunque con ella también se empieza la intervención, por
lo que no se puede obviar el componente de organizador textual que esta alberga.
El elemento reactivo ja? manifiesta que el hablante está escuchando y muestra
interés por el estado de ánimo del interlocutor. El carácter interpersonal vuelve a
manifestarse una vez más y aunque introduce igualmente una intervención, la

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función interpersonal prevalece. La unidad aber introduce un ofrecimiento por parte
de Corderita y aporta un matiz de comprensión, según el cual la joven no insiste en
ningún momento para que Johannes le diga el precio del espejo, sino que lo deja a
su libre albedrío.

10)»Du, Lämmchen«, sagt Pinneberg, tief ehrlich, »ich bin ein schrecklicher Idiot
gewesen.«
»Ja?« fragt sie und denkt ein Weilchen nach. Und dann sagt sie: »Was kostet denn die
Toilette? Aber du sollst nicht davon reden, wenn du nicht magst. Es ist schon alles
gut. Du hast mir eine Freude machen wollen.«
(N1, DE, cap. 24, pág. 179)

Los marcadores reformulativos son igualmente muy frecuentes en la conversación


espontánea y una constante en las novelas de Fallada. En (11) das heißt, cuyo orden
aparece invertido [heißt das], concretiza lo especificado en el acto anterior de esa
misma intervención reactiva que responde a la pregunta del comisario Escherich
sobre cuál es el grado de conocimiento de Enno Kluge en cuanto a las postales.
Esta puntualización supone pues «una vuelta atrás sobre un enunciado o segmento
de enunciado» (Robles i Sabater 2012: 160) pronunciado por el hablante mismo
(autorreformulación), es decir por el asistente Schröder, que es quien tiene el turno
de palabra en este caso.

11)»Gut!«, lobte Escherich. »Und was weiß er von den Karten?«


»Ich habe«, sagte der Assistent vorsichtig, »ihn die aufgefundene Karte einmal vorlesen
lassen. Den Anfang, heißt das.«
(N3, DE, cap. 24, pág. 248)

En (12) jedenfalls, que equivale a de todos modos o en cualquier caso, es un conector que
da un giro enunciativo hacia lo más relevante, que es lo presentado en el segundo
enunciado. En este intercambio comunicativo, las dos trabajadoras de la Asociación
de Mujeres no han convencido a Anna Quangel para que presente sus disculpas a la
señora Gerich. Una de ellas dice que no soporta el clima de tensión que se vive bajo
el régimen nacionalsocialista y la otra la advierte para que se cuide de volver a hacer
un comentario de ese estilo. Posteriormente, esta última introduce, mediante
jedenfalls, que han conseguido arreglar el revuelo ocasionado por Anna Quangel por

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las ofensas a la señora Gerich, la mujer de un alto cargo. Este marcador conector
apunta pues al tema principal de la conversación.

12)Die Mollige fährt fort: »Manchmal wünsche ich es mir direkt, nichts weiter zu sein als
eine einfache Arbeiterin, in der Masse zu verschwinden. Man wird so erledigt von
diesem ewigen Vorsichtigsein, dieser nie ablassenden Angst …«
Das Mutterkreuz schüttelt den Kopf. »Ich würde lieber nicht so reden«, sagt sie kurz.
Und sie setzt hinzu, als die andere gekränkt schweigt: »Jedenfalls haben wir die Sache
auch ohne die Quangel, so gut wie es ging, hingekriegt. Er hat ausdrücklich gesagt, der
Fall ist für ihn erledigt, und das melden wir nach oben weiter.«
(N3, DE, cap. 17, pág. 176)

La interjección Mensch! (13) pertenece al grupo de las expresivas (TGDS 2007: 859)
y muestra en la intervención la sorpresa de Rieke Busch cuando se percata de que
Karl Siebrecht no sabe que Die Palme es un albergue para los sin techo. Esta unidad
constituye un marcador conversacional cuya función es claramente interpersonal, ya
que la hablante muestra un sentimiento de asombro ante el desconocimiento de
esta entidad caritativa por parte de Karl.

13)»Acker? Ach, du meenst Feld, wo se Kartoffeln druff bauen? Det jibt’s hier nich. Det
war valleicht mal früha. Wir wohnen ja ooch Wiesenstraße, aba Wiese is nich, dafür
haben wa de Palme!«
»Die Palme? Was ist denn das? Ein botanischer Garten?«
»Mensch! De Palme, det weeßte nich? Det is de Herberje zur Heimat, die haben wir
jrade vis-à-vis! Wo die Penna und die Stroma schlafen, wenn se sonst keene Bleibe
haben! […]«
(N2, DE, cap. 6, pág. 36)

Esta unidad puede albergar también un valor de enfado e impaciencia como en la


intervención de (14), donde un conductor insulta al taxista que ha llevado a Mia
Pinneberg hasta la estación y lo apremia con insistencia a que se aparte y no
obstruya el camino por donde circulan los turismos.

14)»Zahlen Sie bitte, meine Dame. Das geht hier nicht, auch andere Leute wollen
abreisen.«
»Will ich ja gar nicht. Ich komme gleich wieder zurück.«
»Mein Geld will ich, Sie olle angestrichene …«
»Ich schreib Sie auf, Chauffeur!«

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»Mensch, fahr vor, oller Dussel, oder ich rassele dir in deinen Bugatti …«
(N1, DE, cap. 16, pág. 124)

Puede decirse que en la gran mayoría de ocasiones los marcadores entrañan ambos
valores, aunque uno prevalezca sobre el otro. Por otro lado, cabe tener en cuenta
las funciones específicas que se encuentran dentro de estos dos grandes grupos y
que es necesario identificar para llevar a cabo una buena traducción, tal y como se
mostrará en el análisis de los seis marcadores que se estudian en el marco de este
trabajo. La polifuncionalidad es una de las características que no pasa desapercibida
en todos y cada uno de los trabajos sobre marcadores, ya que una misma unidad
adquiere normalmente un papel conversacional o discursivo diferente a tenor del
contexto en el que se halle enclavada.

5.2.2. Las características formales de los marcadores. Una descripción


de sus rasgos sintácticos, morfosintácticos y suprasegmentales
de los marcadores

En el epígrafe anterior se mencionaba que la mayoría de definiciones


incluyen rasgos formales y funcionales. En lo que sigue, nos centraremos en los
primeros, que atañen a características sintácticas, morfosintácticas y fonológicas,
puesto que ya hemos hablado de los rasgos funcionales.

Brinton especifica en su trabajo que algunos lingüistas como Keller (1979:


222) consideran la posición inicial como un rasgo definitorio de los marcadores
pragmáticos. La lingüista rebate que este aspecto sintáctico sea aplicable a la extensa
nómina de unidades consideradas y estudiadas bajo la etiqueta «marcador», puesto
que muchos de ellos aparecen en una posición media o final en la proposición o
enunciado (1996: 33). Jucker y Ziv recogen solo las palabras de Brinton, que
remiten a Keller (1998: 3).86 Estos omiten la segunda parte, en la que la tratadista
canadiense deja clara su postura y afirma que los marcadores pueden ocupar otras
posiciones que no son la inicial. Sin embargo, pocos párrafos después coinciden en
que esta no puede adoptarse como criterio, puesto que no le es exclusiva a los
marcadores (1998: 4). En nuestro caso, este criterio no es aplicable en absoluto,


86 «[Discourse markers] are restricted to sentence-initial position» (1998: 3), característica (d).

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pues nuestro corpus presenta marcadores que ocupan tanto una posición inicial,
como media o final.

Hay ciertas unidades que sí que ocupan exclusivamente una posición inicial,
mientras que otras muestran preferencia por la media o la final. Por otro lado,
muchos de estos elementos pueden ocupar varias posiciones en la conversación.
En el ejemplo (1) la unidad ach so muestra que el señor Jachmann ha comprendido
lo dicho por Pinneberg (v. Duden 2, d). Esta ocupa la posición inicial, ya que
remite inmediatamente a lo enunciado por el joven. En la misma intervención
vuelve a repetirse este mismo elemento en una autorespuesta a una pregunta, en la
que ach so vuelve a ocupar la primera posición. En este ejemplo, aparece la unidad
gramaticalizada sage ich Ihnen [o en su defecto sage ich dir], que tildamos de marcador
y muestra como el hablante se pone en la piel del interlocutor y corrobora que la
vida puede resultar complicada por las renuncias a las que uno debe de atenerse en
determinadas circunstancias. Este marcador ocupa una posición final indepen-
dientemente del contexto, pues el hablante da fuerza a lo afirmado anteriormente
por él mismo e intenta con su empleo un acercamiento al interlocutor.

1) »Alkohol ist doch ausgeschlossen, Herr Jachmann«, sagt Pinneberg vorwurfsvoll.
»Meine Frau nährt doch.«
»Ach so, sie nährt. Natürlich. Wieso eigentlich nährt sie? Ach so, den Jungen nährt
sie. Natürlich! Und dann ißt man keine Kognakkirschen? Hab ich auch noch nicht
gewußt. Dies Leben ist eins der schwersten, sage ich Ihnen!« Er hat sich wieder ins
Geschäft geredet.
(N1, DE, cap. 38, pág. 297-8)

Las unidades conocidas como Vergewisserungssignale (TGDS 2007: 833-4; Imo 2010:
12-7), Rückversicherungssignale (Schwitalla [1997], 2012: 159), äußerungsfinale
Diskursmarker (Auer y Günthner 2003: 14-6) o simplemente clasificadas en
ocasiones como interjecciones (GDS 1997: 384-6) del tipo oder?, ne?, nicht wahr? y
was? ocupan casi siempre una posición final en el enunciado (v. ejemplos 2 y 4).87
Con todo, en algunas ocasiones hay marcadores de esta clase que permiten la
posposición de algunos elementos con lo que se añade información nueva o bien se

87 Adoptamos en español el término «marcador de demanda de confirmación o de acuerdo»
(Calsamiglia y Tusón 2012: 239), que agrupa el mismo tipo de unidades que el alemán
Vergewisserungssignale o Rückversicherungssignale.

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lleva a cabo una especificación como en (3) –ohne jedes Vorurteil–. Su uso está
siempre ligado a la llamada de atención del interlocutor, de quien se espera
normalmente una reacción «preferida» (3) que satisfaga las expectativas del emisor.
No obstante, esta puede divergir de lo esperado o deseado, como sucede en (2). Así
pues, este tipo de elementos puede conducir a una convergencia (preferida) o bien a
una divergencia (no preferida) (GDS 1997: 384) o en otras palabras, a una reacción
positiva o negativa por parte del interlocutor y con ello a una reacción esperada y
deseada o a una inesperada y no deseada, respectivamente.

2) »Weißt du«, erklärt er verlegen, »es ist wegen der Leute. Wir haben doch keine Karten
verschickt, überhaupt nichts angezeigt. Und wenn sie uns so sehen, sie könnten doch
beleidigt sein, nicht wahr?«
»Das versteh ich nicht«, sagt Lämmchen verblüfft. »Das mußt du mir noch mal
erklären. Wieso können die Leute beleidigt sein, wenn wir verheiratet sind?«
(N1, DE, cap. 5, pág. 40)

3) »[…] Das wird auch wieder so ein persönliches Urteil, das können wir dem
Untersuchungsrichter überlassen, wie er die einzelnen Aussagen bewertet. Wir arbeiten
nur rein sachlich, nicht wahr, Schröder, ohne jedes Vorurteil.«
»Selbstverständlich, Herr Kommissar.«
(N3, DE, cap. 25, pág. 263)

4) Aber während der Kommissar so ganz friedlich vor sich hin schwätzte, ging sein Blick
zwischen dem Barkhausen und dem Baldur Persicke hin und her, hin und her. Dann
fuhr Rusch fort: »Na, ich denke, du wirst nichts dagegen haben, uns auf einem kleinen
Spaziergang zu begleiten? Oder?«
»Aber nein!«, versicherte Barkhausen, zitterte dabei, und sein Gesicht wurde noch
fahler. »Aber gerne komme ich mit! Mir liegt ja am meisten daran, dass alles richtig
aufgeklärt wird, Herr Kommissar!«
(N3, DE, cap. 16, pág. 159)

A pesar de que nicht wahr se posiciona normalmente al final, hemos detectado un


ejemplo en el que aparece más bien al principio (v. 5). Corderita pretende llamar la
atención de Johannes sobre el mensaje que va a introducir con el cometido de
motivar una reacción preferida o favorable para ella, es decir que su marido se
responsabilice y mantenga el piso en orden mientras ella está en el hospital.

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5) »Ja, abwaschen mußt du nun allein. Und, nicht wahr, du hältst unser kleines Nest
schön sauber? Es macht ein bißchen Arbeit, aber ich denke so gerne hierher.«
(N1, DE, cap. 30, pág. 227)

Ciertas unidades ocupan posiciones intermedias en el discurso y desempeñan un


papel tanto de mantenimiento de contacto con el interlocutor como de ayuda a la
progresión conversacional. En (6) las unidades und dann y und se hallan enclavadas
en medio de secuencias enunciativas y ayudan a dar paso a nuevos fragmentos
informativos en los que incluso se recogen enunciados en estilo directo para
rememorar momentos clave en la narración de ciertos hechos. El marcador verstehst
du es una clara llamada de atención al interlocutor con el objetivo de que este
mantenga la atención y así hacerlo partícipe de los hechos que se están explicando.
Además, da paso a nuevos actos informativos.

6) »Ich werd dem Richter schon Bescheid stoßen! Glaubst du denn das, Pinneberg, nun
sag mal ehrlich, zweimal hab ich mit ihr getanzt und dann hab ich gesagt: ›Gnädiges
Fräulein, es ist hier so rauchig, wollen wir mal rausgehen?‹ Na, und da gleich, einen
Tanz haben wir nur versäumt, verstehst du, und da soll ich der alleinige Vater sein? So
doof!«
(N1, DE, cap. 13, pág. 98)

Vistas las posiciones que pueden ocupar ciertos marcadores, sería contradictorio
incluir en nuestra nómina de características descriptivas de los marcadores que la
inicial fuera la única posible. Debería hablarse más bien de una posición enunciativa
periférica (Auer y Günthner 2003: 1)88 con autonomía suprasegmental (Brinton 1996:
33; Jucker y Ziv 1998: 3; GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4064-
66; Auer y Günthner 2003: 1; Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 2010: 189-90;
Aijmer y Simon-Vandenbergen 2011: 226), es decir los marcadores presentan una
pausa posterior que en el texto escrito suele representarse mediante el uso de comas
(7) o incluso de puntos (8). Con todo, pueden observarse casos, como en (9), en los
que no se incluyen cuando en la lengua hablada probablemente se realizaría una
pausa antes de dar paso al enunciado o secuencia enunciativa que sigue.

88 Esta es una de las características principales que diferencia a los marcadores de las partículas
modales (Auer y Günthner 2003: 1), pues estas últimas están integradas en la oración y ocupan
siempre el denominado Mittelfeld (Duden 2009: 591, 874), es decir siempre se encuentran en el
medio de una proposición.

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7) »Weil Sie mich da doch viel einfacher in der Fabrik oder in meiner Wohnung
festnehmen könnten.«
»Also, ’ne Wohnung hast du auch, Sohn?«
»Aber natürlich, Herr Kommissar. Meine Frau ist doch bei der Post, ich bin richtig
verheiratet […]«
(N3, DE, cap. 23, pág. 245)

8) »Sie wird ja nicht immer weinen. Und überhaupt, das ist ausgemacht, nicht wahr, wir
sind schrecklich reserviert! Wir wollen keinen Verkehr mit andern Leuten haben. Wir
sind für uns genug.«
»Natürlich. Aber wenn sie aufdringlich ist?«
(N1, DE, cap. 4, pág. 37)

9) Die Dame strahlt. »Aber natürlich [pausa corta] zahle ich. Wenn der Mann nicht
warten darf, ich will doch nichts Verbotenes. […]«
(N3, DE, cap. 24, pág. 256)

La posición que los marcadores ocupan en el enunciado en el que aparecen es


algo a tener en cuenta a la hora de analizarlos, ya que puede ser un criterio
esencial que nos dé pistas sobre sus funciones. Aunque ciertos marcadores
pueden ocupar indistintamente una posición inicial, media o final como se
ejemplifica en (10), (11) y (12), la movilidad y versatilidad de estos elementos se
halla, en muchas ocasiones, restringida. En (10) la posición de natürlich obliga a
cambiar el orden de las palabras en el enunciado, ya que el verbo debe ocupar
siempre la segunda posición en el enunciado alemán; mientras que en español
(11), al ser esta una lengua con mayor libertad sintáctica, no se deben realizar
modificaciones. A pesar de los cambios realizados en alemán, no se producen
cambios de sentido visibles, puesto que el foco es el sustantivo Pfeifenkopf en todo
caso. En catalán (12), se ha recurrido a una expresión para recoger el marcador
alemán y por ello las posibilidades de movilidad se ven reducidas y obligan a
modificar el enunciado de forma leve.

10)Das wird natürlich kein Pfeifenkopf. (enunciado original)


Natürlich wird das kein Pfeifenkopf. (enunciado modificado)
Das wird kein Pfeifenkopf, natürlich [nicht]. (enunciado modificado)
(N3, DE, cap. 18, pág. 179)

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11)Esto, evidentemente, no será una cazoleta de pipa. (enunciado original)
Evidentemente, esto no será una cazoleta de pipa. (enunciado modificado)
Esto no será una cazoleta de pipa, evidentemente. (enunciado modificado)
(N3, ES, cap. 18, pág. 140)

12)Però no et pensis que això serà una cassoleta de pipa. (enunciado original)
Això no serà una cassoleta de pipa, no t’ho pensis [pas]. (enunciado modificado)
(N3, CAT, cap. 18, pág. 173)

La movilidad dentro del enunciado no es siempre posible, puesto que, a modo de


ejemplo, existen muchas unidades cuya posición inicial o final es obligatoria y no
casual. En muchas ocasiones, el mismo contexto determinará que posición deberán
tomar los elementos que actúan como marcadores. En la intervención (13) la
unidad darum recoge el tema de toda una conversación que versa sobre el
secretismo relacionado con la vida matrimonial de Johannes y Corderita. Nadie
puede saber que Johannes está felizmente casado, puesto que Kleinholz planea
casarlo con su hija y cualquier movimiento en falso podría suponer su despido. La
unidad darum actúa como conector consecutivo a nivel extraoracional, puesto que
relaciona el extraño modo de actuar de Johannes con la presión que sufre en la
oficina de Kleinholz. Esta toma la primera posición en la intervención de
Pinneberg, que antepone el conector al adverbio ja. Se trasluce en este caso un claro
matiz enfático con el que el hablante pretende aclarar de una vez por todas su
comportamiento desde que llegaron a la población de Ducherow.

13)»So ist das also«, sagt Lämmchen. »Und das wolltest du mir nicht erzählen? Und
darum bist du ganz heimlich verheiratet mit geschlossenem Verdeck und der
Ringhand in der Hosentasche?«
»Darum, ja. Ach Gott, Lämmchen, wenn die rauskriegen, daß ich verheiratet bin, die
Weiber ekeln mich ja in einer Woche heraus. Und was dann?«
(N1, DE, cap. 7, pág. 61)

En (14) la unidad sehen Sie introduce la intervención del señor Mörschel a la vez que
se «busca la atención, participación y complicidad del interlocutor» (Porroche
Ballesteros 2009: 168). En esta ocasión, dicha unidad podría ocupar otra posición,
pero entonces se pondría el foco en otro acto o fragmento. Así pues, una vez se ha
conseguido que el joven Pinneberg haya puesto la atención y se haya involucrado

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en la conversación, el emisor recurre al conector consecutivo, que una vez más
alberga una función no proposicional. Con este elemento, el padre de Corderita
transmite su preferencia por los trabajadores ante los empleados y la relaciona con
el hecho de que los primeros cobran las horas extras, mientras que los segundos no.
La posición que ocupa también trasluce una enfatización de la relación y
explicación de por qué el hombre prefiere un trabajador para su hija.

14)»Überstunden«, sagt Herr Mörschel lakonisch. Und zu Pinneberg zwinkernd: »Sie


machen auch manchmal Überstunden, nicht wahr?«
»Ja«, sagt Pinneberg. »Ziemlich oft.«
»Aber ohne Bezahlung?«
»Leider. Der Chef sagt …«
Herrn Mörschel interessiert nicht, was der Chef sagt. »Sehen Sie, darum wäre mir ein
Arbeiter für meine Tochter lieber; wenn mein Karl Überstunden macht, kriegt er sie
bezahlt.«
(N3, DE, cap. 2, pág. 22)

Las unidades ach was! (15) y na, und? (16) ocupan una posición inicial en la
intervención reactiva de los personajes, ya que encarnan sensaciones o sentimientos
producidos por lo apenas dicho por el interlocutor. La única posición que ambas
pueden ocupar es la primera o la de apertura conversacional, con lo que el hablante
expresa por un lado incredulidad con ach was y por otro desmarque de la opinión
del interlocutor con na, und –?

15)»Hier wird erst seit gestern geheizt.«


»Ach was, seit gestern! Das sagen Sie auch so aufs Geratewohl! […]«
(N2, DE, cap. 9, pág. 65)

16)»Aber vielleicht habe ich es jetzt auch nötig. Ich fahre nach Berlin, für immer.«
»Na, und –?« Da haste doch sicher ’nen Onkel oder jehst uff ’ne bessere Schule?«
(N2, DE, cap. 4, pág. 26)

Por otro lado, optamos por incluir en nuestra definición de marcador la invariabilidad,
característica morfosintáctica que cumple un buen número de las unidades que
encuentran cobijo bajo el concepto que estudiamos. Con todo, no es una propiedad
que encarne la esencia de todos y cada uno de los marcadores. De hecho, algunos
lingüistas, como Prieto de los Mozos (2001: 199-201), critican la anexión o

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consideración de este factor definitorio al grupo de los marcadores, por el simple
hecho de haber unidades que aún no están del todo fijadas y permiten ciertas
variaciones, como es el caso de siehst du/mira/mira u hör (mal)/oye, escucha/escolta que
admiten la modificación de número y persona como en (17, 18, 19). En cambio,
otros elementos como Mensch, hombre u home se hallan fosilizados en su uso
conversacional y no guardan conexión con la unidad de procedencia, en este caso, un
sustantivo común de género masculino y número singular. Esta unidad puede
utilizarse tanto en contextos donde se ven implicadas varias personas, como en
situaciones en las que el oyente es un sujeto masculino o femenino. En (20)
Jachmann atenúa mediante el empleo de Mensch y sus equivalentes hombre (21) y home
(22) un reproche que le hace a Johannes Pinneberg por no haber sido lo bastante
cauteloso y haber dicho su nombre en alto a sabiendas de que alguien los seguía.

17)»Hören Sie mal, junger Mann, das brauchen Sie mir nun nicht zu erzählen, daß mein
Skatbruder mich ansohlt. Der ist reell, verstehen Sie.« Und der Dicke regt sich weiter
auf.
»Das habe ich nicht nötig, verstehen Sie, mir von Ihnen meinen Skatbruder
schlechtmachen zu lassen.«
(N1, DE, cap. 37, pág. 286)

18)–¡Escuche, joven, no es necesario que me venga ahora con que mi compañero de


partida me miente! Él es formal, ¿entiende? –El enojo del gordo va en aumento–. No
tengo la menor intención, entiéndalo, de permitir que difame a mi compañero de
partida.
(N1, ES, cap. 37, pág. 287)

19)–Escolti, jove, pretén dir-me que el meu amic m’enganya?


És una persona de confiança, m’entén? –però l’home gras encara continua enfilant-se–
: O és que es pensa que he vingut aquí perquè insulti el meu amic?
(N1, CAT, cap. 37, pág. 289)

20)»Das Wetter ist jetzt immer herrlich, nicht wahr, Herr …?«
Und hätte sich beinahe mit dem Namen verplappert.
»Passen Sie bloß auf, Mensch«, flüstert Jachmann. Und vernehmlich: »Ja, wir haben
ein wirklich schönes Wetter.«
(N1, DE, cap. 38, pág. 295)

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21)–El tiempo es espléndido, ¿verdad, señor...? –Y por poco se le escapa el nombre.
–Tenga cuidado, hombre –susurra Jachmann. Y en tono audible–: Sí, es un tiempo
magnífico.
(N1, ES, cap. 38, pág. 296)

22)–Quin temps més fantàstic que fa, no troba, senyor... –i de poc no se li escapa
«Jachmann».
–Faci el favor d’anar més amb compte, home! –xiuxiueja Jachmann, i diu en veu alta–:
És veritat, tenim un temps realment fantàstic.
(N1, CAT, cap. 38, pág. 298)

Otro caso interesante de invariabilidad se da con el marcador sagen wir (23) con el
que el hablante introduce información que no debe de ser tomada al pie de la letra,
pues se trata de algo aproximado. En (23) puede observarse como el comisario
Escherich emplea la primera persona del plural, a pesar de tratarse de un único
sujeto, para decirle a Enno Kluge que si firma el informe, le concederá el privilegio
de faltar «un día por semana» a la fábrica, que debe entenderse en cualquier caso
como «de vez en cuando». Lo mismo es válido para las unidades digamos (24) y posem
per cas (25) en español y catalán, respectivamente.

23)»Wird heute noch erledigt, Herr Kluge. Heute noch! Lassen Sie sich da morgen mal ein
bisschen sehen, und unterlassen Sie überhaupt diese blöde Krankschreiberei! Mal
einen Tag blau, sagen wir einmal in der Woche, da wird niemand mehr ein Wort
sagen, wenn ich mit denen gesprochen habe. Soll es so recht sein, Herr Kluge?«
(N3, DE, cap. 24, pág. 257)

24)–Quedará resuelto hoy mismo, señor Kluge. ¡Hoy mismo! Mañana déjese caer por allí,
y olvídese de esas ridículas bajas médicas. Por no ir a trabajar de vez en cuando,
digamos una vez por semana, nadie volverá a decirle ni una palabra después de que
yo haya hablado con ellos. ¿Le parece bien, señor Kluge?
(N3, ES, cap. 24, pág. 200)

25)–Avui mateix quedarà tot enllestit, senyor Kluge. Avui mateix! I demà s’hi presenta i
deixi’s estar d’aquestes bajanades de demanar la baixa! Si no va a treballar posem per
cas un dia a la setmana, ningú no li dirà res, després de que jo hagi parlat amb els seus
superiors, li sembla bé, senyor Kluge?
(N3, CAT, cap. 24, pág. 249)

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Por último, cabe destacar que los marcadores no contribuyen al contenido
proposicional del enunciado en el que se hallan debido a su esencia generalmente
procedimental y no conceptual –aunque se dan ciertas excepciones (Murillo 2000,
cit. en Portolés Lázaro 2007)–. Los marcadores pragmáticos proceden de categorías
muy heterogéneas (conjunciones, interjecciones, adverbios, sustantivos, verbos,
etc.), que pasan a actuar en un plano extraoracional tras un proceso que nosotros
llamaremos «pragmatización» (v. 5.1 y 5.4) mediante el cual adquieren valores más
abstractos que ayudan al hablante a realizar conexiones de ideas, además de extraer
inferencias de los enunciados o bien modalizarlos. Natürlich tiene tanto en (26)
como en (27) un significado referencial, pues es en ambos casos un adjetivo
declinado, que alude por un lado al color innato del cabello de una persona y, por
otro, a la afabilidad y sencillez caracterial de un sujeto. Contrariamente, el natürlich
en (28), cuyo carácter es adverbial, desempeña una función en el nivel
conversacional y no contribuye a la veracidad del enunciado. En esta intervención
reactiva (28), Johannes Pinneberg expresa mediante el uso de esta unidad la certeza
que tiene sobre un determinado estado de las cosas: la capacidad de cocinar con tan
solo dos fogones. Este natürlich está enclavado en una intervención reactiva, que
representa un cambio en la línea argumentativa de la conversación. Una vez más
queda patente la invariabilidad de las unidades que actúan como marcadores.

26)Das ist nicht ihre natürliche Haarfarbe.


(DWDS, 2: angeboren)

27)Sie ist ein sehr natürlicher Mensch.


(DWDS, 3: unverbildet, ungezwungen)

28)»Mit zwei Flammen«, ergänzt Lämmchen traurig. »Wie ich das machen soll, das ist mir
noch schleierhaft. Auf zwei Flammen kann doch kein Mensch ein Essen kochen.
Mutter hat vier Flammen.«
»Aber natürlich geht es mit zweien.«
(N1, DE, cap. 4, pág. 38)

5.3. Los marcadores como elementos de cohesión y modalización

La disparidad de etiquetas empleadas para denominar a las unidades de las


que venimos hablando radica normalmente en su polifuncionalidad. Los nombres

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«conector» y «operador» aparecen recurrentemente en varios trabajos y representan
dos clases específicas de marcadores. El primer concepto designa elementos cuya
función es la de enlazar enunciados en el nivel discursivo o conversacional. Así
pues, en este caso son necesarios al menos dos miembros enunciativos entre los
cuales se sitúa el conector. Este se posiciona en el segundo miembro y puede gozar
de más o menos movilidad dentro de él. El segundo, sin embargo, hace referencia a
unidades situadas dentro del enunciado, que sin afectar a su contenido
proposicional, son responsables de señalar la actitud subjetiva del hablante o de
indicar la responsabilidad que este toma ante su acto enunciativo, por ejemplo
(DCODE, Fuentes 2009: 12-3). Estas dos etiquetas representan pues dos tipos de
marcadores, que a su vez entrañan macrofunciones y microfunciones vistas en
(5.2.1).

El concepto de conector cabe interpretarlo en su vertiente discursiva, puesto


que puede desempeñar igualmente la función de engarce intraoracional como
vemos en (1). En el marco de nuestro trabajo prestamos únicamente atención a los
conectores marcadores, es decir a aquellos elementos con valor procedimental «que
conectan de un modo semántico-pragmático un miembro del discurso con otro
expreso en la mayoría de sus usos o si no, con una suposición contextual fácilmente
accesible» (Portolés Lázaro 2007: 36-7) que tienen el cometido «[d’]indi[car]
instruccions que tenen a veure amb la interpretació de l’estructura discursiva»
(Cuenca 2006: 146).89 La diferencia entre (1) y (2) reside en que mientras el primer
trotzdem tiene la función de conector intraoracional, el segundo actúa en un nivel
superior: el conversacional. En este último fragmento (2), Johannes Pinneberg
expresa mediante trotzdem una opinión divergente a lo que su madre expresa en la
carta que les ha enviado. El conector contraargumentativo trotzdem relaciona en este
contexto dos pareceres distintos: el de la madre en el medio gráfico, «was für ein
Unsinn, daß er, den ich so gut habe ausbilden lassen, in ›Düngemitteln‹ arbeitet!»
(N1, DE, cap. 15, pág. 118) y el de Johannes en el medio fónico: «Trotzdem Mama,
mit ihrer Ausbildung... Na ja, ich will jetzt nichts sagen.» (N1, DE, cap. 15, pág.
118).


89 «de indicar instrucciones que tienen que ver con la interpretación de la estructura discursiva».
[Traducción propia]

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1) Sie haben nur wenig gespart, trotzdem wollen sie ein Haus kaufen.
(HDK 2003: 1)

2) »O Jungchen, Jungchen, was bin ich glücklich!«


»Ja, mein Mädchen. Ja, meine Süße. Ich ja auch. Trotzdem Mama, mit ihrer
Ausbildung … Na ja, ich will jetzt nichts sagen. Geh gleich hin und telegrafiere.«
(N1, DE, cap. 15, pág. 118)

Por otro lado, resulta imposible relacionar el concepto de «conector» con una única
categoría gramatical, puesto que se trata de una clase funcional, que agrupa
elementos pertenecientes a distintas clases de palabras (GCC, Cuenca 2002: 3178).
Es decir, tanto las conjunciones, los adverbios, algunas estructuras oracionales con
verbos conjugados, así como ciertos sintagmas preposicionales e incluso las
interjecciones pueden desempeñar funciones de conexión o cohesión. Ciertos
autores como Cuenca (2002, 2006) han trabajado con profundidad el tema de los
conectores textuales. Según ella, los conectores parentéticos y las conjunciones son
los conectores básicos a nivel discursivo. Entre los primeros se encuentran formas
procedentes de categorías muy distintas como sintagmas preposicionales, estructuras
orales con verbos conjugados y adverbios. Además, estas unidades lingüísticas
evidencian, cada una a su modo, un carácter apositivo, la combinabilidad y la
mobilidad enunciativa (GCC, Cuenca 2002: 3180-3184). En (3) el sintagma
preposicional de fet es un conector parentético, con el que Kleinholz relaciona la mala
condición física de Lauterbach con el hecho de que no pueda llevar a buen término
sus obligaciones laborales. No obstante, esta unidad está clasificada como operador
por Catalina Fuentes (1994), ya que en su opinión presenta «un miembro del
discurso como un hecho como cierto y, consiguientemente, con más fuerza
argumentativa que otro argumento que se pudiera pensar como discutible o
meramente probable.» (según GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999:
4141). Esta misma lingüista aporta varios años más tarde dos entradas diferentes en
el DCODE: una en la que de hecho actúa como conector y otra como operador
(2009: 89-90). Así pues, existen ciertas divergencias en lo que respecta al alcance o
foco de algunas unidades que actúan como marcadores, y de ello que en ocasiones
se consideren conectores y no operadores y viceversa. En este caso, abogamos por
una función claramente conectiva, porque se introduce un argumento desfavorable

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para sacar adelante el trabajo, que implica a todas luces una discusión anterior sobre
la condición física de Lauterbach.

3) –Jo treballo –diu Lauterbach.


–Sí, sí, és clar –diu Emil dolçament–. Ja ho veurem.
De fet, avui no crec que pugui fer tota la feina que tenia per a vostè… Vostè ara
mateix està malalt!
(N1, CAT, cap. 13 , pág. 103)

En (4) Emil Kleinholz se lamenta del estado deplorable de su empleado Kleinholz


y le pregunta si cree que será capaz de trabajar en esas condiciones. Posteriormente,
introduce una suposición mediante en canvi sin esperar respuesta. Así pues, este
conector expresa un contraste entre los dos enunciados que enlaza. Emil Kleinholz
deduce que Lauterbach no será capaz de sacar su trabajo adelante y lo contrasta con
el hecho de que seguramente este quiera percibir su mismo sueldo de siempre.

4) –És una veritable llàstima veure’l així, senyor Lauterbach. Un ull de vellut, el nas inflat
i un braç... En fi, així es pensa que podrà treballar com sempre? En canvi, suposo que
voldrà que li pagui com sempre, oi?
(N1, CAT, cap. 13 , pág. 103)

Las conjunciones también entrañan valores de unión en la conversación, donde


operan como engarces de enunciados. En el habla coloquial, tal y como señala
Cuenca (GCC 2002: 3185), las conjunciones und/y/i y aber/pero/però son aquellas
más habituales. En (5) la señora Gesch informa a Enno Kluge que su ex-mujer Eva
se encuentra en Ruppin y agrega mediante und una advertencia. Esta unidad se
traduce por y (6) y però (7).

5) »Oh!« Der Kleine war so interessiert, dass er die Pistole rasch wieder absetzte. »Ist sie
hier in Berlin? Ich würde sie gern noch einmal sprechen.«
»Nein, sie ist nicht in Berlin«, antwortete der Kommissar und verfluchte sich, weil er
seinem Grundsatz, nie eine richtige Mitteilung zu geben, untreu geworden war. Gleich
hatte man die Folgen! »Sie ist immer noch im Ruppischen bei ihren Verwandten. Und
es ist schon besser, du sprichst nicht mit ihr, Kluge.«
(N3, DE, cap. 33, pág. 370)

6) ¡Oh! –El hombrecillo estaba tan interesado, que apartó la pistola en el acto–. ¿Está
aquí, en Berlín? Me gustaría volver a hablar con ella.

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–No, no está en Berlín –contestó el comisario maldiciéndose por haber infringido su
máxima de no proporcionar información –. Sigue en Ruppin con sus parientes. Y es
mejor que no hables con ella, Kluge.
(N3, ES, cap. 33, pág. 287)

7) –Oh! –va exclamar, tan interessat que fins i tot va abaixar de seguida la pistola–. És
aquí, a Berlín? M’agradaria parlar amb ella.
–No, no és a Berlín –va contestar el comissari, i es va maleir perquè havia traït el seu
principi de no donar mai informació. Ara li hauria de dir la resta–. Encara és a Ruppin,
amb els seus parents. Però val més que no parlis amb ella, Kluge.
(N3, CAT, cap. 33, pág. 356)

Las interjecciones de nuestro corpus muestran claramente una función cohesiva,


puesto que se encargan de enlazar intervenciones. En (8) la unidad ach was constituye
una reacción inmediata, en la que se expresa incredulidad, a un enunciado que
informa sobre el estado del bebé. Así pues, ach was actúa como puente entre una
unidad informativa [die Hände des Babys sind so heiß.]90 y una opinión derivada de esta
[die sind vom Schreien heiß]91 y en definitiva, con todo el acto enunciativo.

8) »Faß mal seine Händchen an, die sind so heiß.«


»Ach was!« Pinneberg ist ungnädig. »Die sind vom Schreien heiß. Was meinst du, was
ich schwitzen würde, wenn ich so brüllte? Keinen trockenen Faden hätte ich am
Leibe!«
(N1, DE, cap. 42 , pág. 322)

Los conectores albergan también valores modales, pues tienen ciertos fines como
por ejemplo la enfatización o bien la atenuación, la introducción del punto de vista
del hablante relacionándolo con el fragmento anterior, por ejemplo, etc.

Como se ha podido apreciar más arriba, los operadores discursivos son


marcadores de significado procedimental, que «condicionan las posibilidades
argumentativas y discursivas del miembro del discurso en el que se incluyen». Estos
no relacionan miembros de enunciados u oraciones en el discurso oral o escrito a
diferencia de los conectores (GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999:
4139; Portolés Lázaro 2007: 143; DCODE, Fuentes 2009: 12). En cuanto a su


90 «[Las manos del bebé] están muy calientes» (N1, ES, cap. 42, pág. 323).
91 «Están calientes de gritar» (N1, ES, cap. 42, pág. 323).

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clasificación, no reina consenso sobre los tipos de operadores existentes. En la
GDLE se incluyen únicamente dos grupos: los de refuerzo argumentativo y los de
concreción (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4140-43), aunque Portolés
Lázaro había añadido un año antes (1998) un tercer grupo en su clasificación: los
operadores de formulación (2007: 144). Por su parte, Catalina Fuentes habla de
cuatro grupos de operadores: los enunciativos, los modales, los informativos y los
argumentativos (2009: 13). En nuestra opinión, es esta la división más completa y
por ende lograda hasta el momento.

A continuación, veremos detenidamente el valor modal de algunos


operadores discursivos. En (9) digo yo es un operador enunciativo, que afecta al
enunciado donde se encuentra y en el que se trasluce cierto matiz de duda. La
mujer no sabe a ciencia cierta si su nuera consume alcohol o no y por ello atenúa su
mensaje con dicha unidad, con lo que también muestra que puede estar equivocada
en su aseveración (DCODE, Fuentes 2009: 112-3). Por otro lado, el futuro simple
empleado –beberá– ratifica esa incertidumbre al igual que el del TP alemán –wird
deine Frau auch trinken (N1, DE, cap. 16, pág. 127)–. La versión catalana expresa esa
probabilidad y margen de error en lo dicho con el verbo modal deure (deber de) y
empleando a su vez el sufijo -eta en miqueta (poquito) (N1, CAT, cap. 16, pág. 127).

9) –¡Sí que lo hiciste, Hans, no mientas! Como es lógico, a veces yo me tomaba una copa
de champán con los clientes conocidos…
–De aguardiente –tercia Pinneberg con expression sombría.
–De vez en cuando también me tomo un licor. Tu mujer también beberá, digo yo.
–Mi mujer no prueba el alcohol.
(N1, ES, cap. 16, pág. 130)

El operador modal anda en el intercambio (10) señala que el emisor trata de


«convencer al oyente para que haga algo» (DCODE, Fuentes 2009: 45). Dicha
unidad se emplea con el cometido de atenuar el mandato proferido en el enunciado.
El TP alemán no incluye ningún marcador, aunque suaviza la orden mediante el
adverbio mal –»Leg da mal zwanzig Mark auf den Tisch.« (N1, DE, cap. 18, pág. 203)–.
El texto catalán incluye la interjección vinga (venga) (N1, CAT, cap. 18, pág. 205) –
que incluimos en nuestro repertorio de marcadores– con la que se puede introducir
un ruego o una orden.

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10)–Joven –dice el maestro Puttbreese mirando a Pinneberg con sus ojillos enrojecidos
parpadeantes–. Joven, no acepto dinero por el chamizo, faltaría más. Dese por enterado.
–Sí –responde Pinneberg.
–Está usted enterado –insiste el maestro Puttbreese levantando la voz.
–¿Sí? –pregunta Pinneberg alentador.
–Dios –dice Corderita–. Anda, deja veinte marcos encima de la mesa.
(N1, ES, cap. 27, pág. 205-6)

En (11) el operador modal en realidad se emplea con el fin de dar un giro al rumbo
de la conversación y además de enfatizar el enunciado introducido (DCODE,
Fuentes 2009: 139). Pinneberg puntualiza que su intención es buscar un empleo en
la sección de confección de caballero y que su anterior empleo fue únicamente una
medida para salir adelante y conseguir una forma de sustento. El TP alemán incluye
la unidad eigentlich –»Ich dachte auch … eigentlich Herrenkonfektion … das war nur zur
Aushilfe …« (N1, DE, cap. 27, pág. 142).

11)–Bueno, nosotros no llevamos abonos –le comunica el señor Lehmann.


¡Vaya por Dios! Pinneberg, que es un infeliz, solo acierta a balbucear:
–Ejem, yo creía… En realidad, confección de caballero… Eso fue una medida
provisional…
(N1, ES, cap. 18, pág. 145)

Por último, nos centraremos en algunos adverbios modales conocidos como


epistémicos y evidenciales. No son pocos los estudios que incluyen ciertos adverbios
acabados en -mente (evidentemente, aparentemente, visiblemente, ciertamente, naturalmente, etc.)
y locuciones adverbiales del tipo por lo visto en la nómina de marcadores pragmáticos
(Haßler 2005: 229-243; GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 2010: 134-146;
Haßler 2011: 247-262). Con estas unidades el hablante o en este caso los personajes
de las novelas estudiadas muestran ciertas actitudes con respecto al contenido de los
mensajes de las intervenciones, es decir, ayudan a modalizar el enunciado en el que se
encuentran. Los elementos de los ejemplos que se presentarán a continuación se
incluirían en la nómina de adverbios o locuciones adverbiales epistémicos y/o
evidenciales, que funcionan como marcadores en el nivel conversacional [ficticio].
Cabe definir en primer lugar, lo que se entiende por epistemicidad [entiéndase modalidad
epistémica] y evidencialidad con el fin de entender las funciones desempeñadas por las
unidades clasificadas como tales. El primero de los conceptos puede definirse como

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el grado de compromiso, que el hablante [aquí personaje] asume en relación con lo
dicho o descrito en un enunciado determinado. La responsabilidad contraída
respecto al contenido del enunciado puede variar según si el hablante manifiesta una
seguridad absoluta o si por el contrario, tiene dudas y por ello decide no implicarse
manteniendo una cierta distancia. El segundo concepto atañe al «origen del
conocimiento que se transmite» (Haßler 2011: 255), es decir se apunta al «modo
cómo la información que se transmite, ha sido adquirida» (Haßler 2005: 229). Existe
disparidad de opiniones en cuanto a la relación entre ambos conceptos debido a que
«los matices semánticos y pragmáticos que separan las formas de evidencialidad y de
modalidad son muchas veces difusos» (López Ferrero 2005: 7, citado según
documento PDF de la UPF). López Ferrero (2005) alude a dos visiones
contrapuestas en su trabajo. Por un lado, se presenta el parecer de Palmer (1986),
quien habla exclusivamente de modalidad epistémica e incluye la evidencialidad en
ella; y por otro, se hace referencia a Chafe (1986), que cataloga ambas categorías bajo
la etiqueta de evidencialidad. La postura de Palmer está representada en la GDLE,
obra en la que los marcadores de evidencia (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro
1999: 4147-61; 63.6.2.2.-63.6.2.5.) están supeditados a los marcadores de modalidad
epistémica (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4146-61; 63.6.2.) y en
algunos artículos como los de la lingüista alemana Haßler, quien afirma que «en
muchos casos, los adverbios epistémico-modales (ciertamente, seguramente, evidentemente,
o locuciones adverbiales como por lo visto, al parecer) no denotan solamente la
seguridad del hablante en cuanto al contenido de lo dicho, sino también el modo
cómo la información que se transmite, ha sido adquirida [es decir, un significado
evidencial]» (Haßler 2005: 229).

En lo que sigue analizaremos algunas unidades encontradas en las novelas de


Fallada, que modalizan y además muestran de dónde proviene la información del
enunciado en el que aparecen. La unidad por lo que sabemos introduce una secuencia
informativa que los hablantes que la pronuncian pueden conocer o bien de forma
directa a través de la persona implicada o bien por terceras personas. Con todo, el
origen de la fuente parece ser más bien el segundo, o sea el conocimiento indirecto,
que procede de aquello oído por otros. En (12, 13 y 14) encontramos una
intervención del señor Lange, uno de los abogados del señor Eich –futuro suegro
de Karl Siebrecht–, que profiere una aserción modalizada mediante el marcador por

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lo que sabemos con el que toma una ligera distancia ante lo asertado y por ende no se
compromete con el interlocutor en cuanto a la pieza informativa ofrecida. El TP
alemán y el texto catalán presentan una unidad similar: soviel uns bekannt ist y pel que
sabem, respectivamente.

12)–No ha llegado ninguna contraorden, si es a eso a lo que se refiere, señor Siebrecht.


Por lo que sabemos, el señor Eich ha salido de viaje.
(N2, ES, cap. 102, pág. 548)

13)»Es ist keinerlei Gegenorder gekommen, wenn Sie das meinen, Herr Siebrecht. Soviel
uns bekannt ist, ist Herr Eich zur Zeit verreist.«
(N2, DE, cap. 102, pág. 638)
14)–No hem rebut cap mena de contraorde, si és això el que vol dir. Pel que sabem, ara
mateix el senyor Eich està de viatge.
(N2, CAT, cap. 102, pág. 633)

En esta misma línea se sitúa por lo visto, que según la GDLE «presenta el segmento
discursivo al que afecta como algo sobre cuya verdad no quiere comprometerse el
hablante, [es decir,] el que habla excluye todo tipo de responsabilidad sobre dicho
contenido; lo presenta como conocido a través de otros, dicho por otros u oído a
otros» (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4159). A nuestro entender, esta
afirmación es demasiado restrictiva. En nuestra opinión, un hablante puede
introducir con dicha unidad ciertas deducciones hechas a partir de aquello que dice
o está diciendo el interlocutor. A modo de ejemplo, aportamos dos intervenciones
en las tres lenguas en las que los personajes realizan ciertas asociaciones. La primera
de ellas (15, 16 y 17) presenta una inferencia del señor von Senden, realizada a
partir del relato de los hechos en boca de Karl Siebrecht sobre su vida en pareja
con Hertha Eich. El hombre infiere que Karl Siebrecht no tiene la culpa de que
Hertha Eich se haya marchado días antes del enlace de ambos sin dar explicaciones
a una casa en los bosques de Turingia. En la segunda (18, 19 y 20), Ilse Gollmer
bromea sobre cómo Karl Siebrecht conoció a la que después se convertiría en su
mujer, Hertha Eich, pues fue a raíz de un bolso. De este mismo modo también se
conocieron Karl Siebrecht y ella en un parque. El marcador por lo visto introduce
este mensaje en tono jocoso y representa asimismo una suposición.

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15)–Otro cigarrillo más y estaré como nuevo –le comunicó el señor Von Senden–. Por
cierto, Karl, hijo, te pido disculpas. Por lo visto, no has cometido faltas decisivas.
Prosigue tu relato...
(N2, ES, cap. 102, pág. 553)

16)»Nun noch eine Zigarette, dann bin ich frisch«, sagte Herr von Senden. »Ich bitte dich
übrigens um Entschuldigung, mein Sohn Karl, soweit ich sehe, hast du keinen
entscheidenden Fehler gemacht. Erzähle weiter …«
(N2, DE, cap. 102, pág. 644)

17)–Un altre cigarret i quedaré com nou –va dir el senyor von Senden–. Per cert, et
demano disculpes, Karl, fill meu, pel que m’expliques, no sembla que hagis comès
cap error decisiu. Però continua explicant…
(N2, CAT, cap. 102, pág. 638)

18)–No lo es –replicó Karl, divertido–. Hertha olvidó su bolso en el taxi, yo se lo llevé al


día siguiente, comenzamos a hablar, etcétera, etcétera, etcétera.
–¡Por lo visto, siente predilección por los bolsos! –Ilse Gollmer rio.
–¡No siempre surten ese efecto milagroso! Con usted no me casé.
(N2, ES, cap. 111, pág. 596)

19)»Es ist gar nicht ungewöhnlich«, antwortete Karl Siebrecht vergnügt. »Die Dame
Hertha hatte ihre Handtasche im Auto vergessen, ich brachte ihr am nächsten Tag, wir
kamen ins Gespräch und so weiter, und so weiter.«
»Mit Handtaschen scheinen Sie es zu haben!« lachte Ilse Gollmer.
(N2, DE, cap. 111, pág. 694-5)

20)–Però tampoc és cap història extraordinària –va respondre Karl Siebrecht, divertit–. La
senyoreta Hertha es va deixar la bossa al cotxe, jo l’hi vaig portar l’endemà, ens vam
posar a parlar, etcètera, etcètera.
–Sempre en treu molt de profit, de les bosses de les noies! –va dir Ilse Golmer, rient.
(N2, CAT, cap. 111, pág. 688)

Los adverbios en -mente tales como evidentemente aparecen raramente en los diálogos
de las novelas de Hans Fallada. Hemos localizado únicamente un contexto
dialógico en el que este adverbio muestra evidencialidad visual (v. también
evidemment en Haßler 2014: 168 ), y lo hace precisamente en dos ocasiones; en
ninguna de ellas se ponen de relieve nociones abstractas, puesto que estas quedan

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más bien relegadas a la prensa escrita (v. ejemplos en Haßler 2011: 257). En (21)
evidentemente presenta una evidencia directa que los personajes visualizan y a través
de la cual se pone de manifiesto la belleza despampanante de una artista, amiga de
von Senden. Este adverbio evidencial se presenta en el TP alemán como natürlich y
selbstverständlich (22), mientras que en catalán, el traductor emplea dos locuciones
adverbiales: i tant! y per descomptat! (23).

21)–Mi pequeño osito me gusta tantísimo... –Y empezó a bailar.


–¡Lástima! –dijo el capitán de caballería, de nuevo muy nervioso–. Precisamente en
este baile no es tan buena.
–Parece atractiva, tío Bodo –comentó Ilse Gollmer.
–Evidentemente –coincidió Karl Siebrecht un poco imprudente.
–¡Es atractiva! –exclamó el señor Von Senden, algo molesto por esa alabanza
imprudente–. Y baila de maravilla.
–¡Evidentemente! –repitió Ilse Gollmer, con no menos imprudencia que su
acompañante.
(N2, ES, cap. 111, pág. 597)

22)»Mein kleiner Teddybär gefällt mir gar so sehr …« Und sie fing an zu tanzen …
»Schade!« sagte der Rittmeister wieder sehr nervös. »Gerade in diesem Tanz ist sie
nicht ganz so gut.«
»Sie sieht reizend aus, Onkel Bodo«, meinte Ilse Gollmer.
»Natürlich!« stimmte Karl Siebrecht etwas töricht zu.
»Sie ist reizend!«, sagte Herr von Senden, ein wenig verstimmt durch dieses törichte
Lob. »Und sie tanzt auch gut.«
»Selbstverständlich!« sagte Ilse Gollmer, nun nicht weniger töricht als ihr Begleiter.
(N2, DE, cap. 111, pág. 695-6)

23)«El meu osset és tan bufonet…». I després es va posar a ballar...


–Llàstima! –va dir el capità de cavalleria, un altre cop molt nerviós–. Precisament en
aquest ball no s’hi llueix gaire.
–Sembla encantadora, oncle Bodo –va dir Ilse Gollmer.
–I tant! –va assentir Karl Siebrecht, a la babalà.
–No és que ho sembli, és encantadora! –va dir el senyor von Senden, una mica
trasbalsat per aquell elogi tan irreflexiu.
–Per descomptat! –va dir Ilse Gollmer, en un to no menys frívol que el meu
acompanyant.
(N2, CAT, cap. 111, pág. 689-90)

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El adverbio verdaderamente se recoge en algunas obras como en el DCODE (2009:
354) como operador modal. En esta se resalta la actitud enfatizadora del elemento
que pone de relieve la veracidad del segmento introducido. Con todo, en la
intervención recogida (24) se percibe no únicamente el énfasis puesto en el paso de
la Primera Guerra Mundial, sino también la percepción que Karl Siebrecht tiene del
piso en el que él y Rieke vivían antes de que estallase esta. En este sentido, sería una
expresión sinónima de evidentemente, puesto que visualiza el deterioro del inmueble y
lo relaciona directamente con los cuatro largos años de guerra.

24)–Y también te acostumbrarás a otra vivienda, y por último a la villa Grunewald. –Karl
miró a su alrededor–. No, Rieke, tenemos que salir de aquí, y cuanto antes mejor. Mira
qué aspecto tiene todo: el papel pintado, la tarima, las ventanas. ¡Esto ya no es una
casa, es una cueva! Verdaderamente, se nota que habido guerra.
(N2, ES, cap. 61, pág. 372)

25)»Und so wirst du dich eben an eine neue Wohnung gewöhnen und schließlich an die
Villa im Grunewald!« Er sah sich um. »Nein, Rieke, hier müssen wir raus, und je eher,
um so besser! Wie das alles aussieht: die Tapeten, die Diele, die Fenster! Das ist ja keine
Wohnung mehr, das ist eine Höhle! Man merkt wahrhaftig, daß Krieg gewesen ist!«
(N2, DE, cap. 61, pág. 427-8)

26)–I també t’acostumaries a viure en un altre pis i, finalment, en una vil·la a Grunewald!
–va dir ell i va mirar al seu voltant–. No, Rieke, hem de marxar d’aquí, al més aviat
possible! Mira quin aspecte que té, tot plegat: el paper de les parets, el parquet, les
finestres! Això ja no és un pis, és un forat! Es nota de seguida que hi ha hagut una
guerra!
(N2, CAT, cap. 61, pág. 423)

Incluimos los adverbios epistémicos y evidenciales bajo los marcadores


interpersonales, puesto que en nuestra opinión el hablante toma un grado de
compromiso mayor o menor con su interlocutor a tenor del grado de conocimiento
u origen del mismo en relación con lo aseverado en el enunciado.

5.4. Marcadores pragmáticos: ¿un caso de gramaticalización o


de pragmatización?

Los marcadores proceden de palabras que tienen un papel en el plano de la


sintaxis de la lengua como adverbio, conjunción, interjección o incluso sustantivos

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comunes, ciertos sintagmas y construcciones breves92 y que adquieren nuevas
funciones una vez pasan a actuar en el nivel textual o bien conversacional, donde
estas unidades constituyen una pieza clave en el entramado de relaciones que se da
en los enunciados que configuran tanto un texto oral como escrito. Así pues, se ve
un proceso de cambio unidireccional que va de la gramática al discurso, que
tradicionalmente ha recibido el nombre de gramaticalización –entendido este
fenómeno en el marco de estudio de los marcadores en sentido general y no
específico como manifiesta Meillet (1912)– a pesar de no haber sido considerados
los marcadores un paradigma cerrado, sintácticamente hablando. Tal y como se
discutirá de aquí en adelante en este epígrafe, algunos lingüistas refutan dicho
término y de ahí que hayan recurrido a otros términos como el de pragmatización
(Erman/Kotsinas 1993, Aijmer 1997, 2007, Ridruejo Alonso 2002,
Günthner/Mutz 2004, Mroczynski 2012, 2013) para poner nombre a esta
evolución, ya que como señalan Günthner y Mutz: «the emergence of discourse-
pragmatic functions in [...] adverbs, conjunctions, etc. (in various languages)
demonstrate that narrow concepts of grammaticalization, which are based on
morphosyntactic criteria, are not sufficient to explain processes involved in the
development of pragmatic markers [...]» (2004: 99).93 En lo que sigue, mostramos
cómo la conjunción adversativa aber adquiere una función distinta cuando funciona

92 No hemos encontrado ninguna definición del término marcador discursivo que incluya el grupo
de los sustantivos comunes como posibles candidatos para poder actuar en el nivel
conversacional de la lengua. La mayoría hablan de la incorporación de los adverbios, las
conjunciones e interjecciones. Con todo, nos remitimos a algunos estudios (Cuenca 2006: 174-7,
Cuenca y Torres Vilatarsana 2008, Annette Myre Jørgensen 2008 y Øyunn Rishøi Hedemann
2010) que sí atribuyen a estas unidades –sustantivos comunes como home/hombre, dona/mujer,
tío/a, chaval– un carácter fático, apelativo, interactivo, de mantenimiento del canal comunicativo, y
que en definitiva otorgan al diálogo frescura a la vez que revelan cercanía y complicidad entre los
interlocutores e implicación en el intercambio. Con ciertos sintagmas y construcciones breves
apelamos a estudios de elementos como ich mein –en alemán–, (Günthner y Imo, 2003, Die
Reanalyse als Diskursmarker: ich mein-Konstruktionen im gesprochenen Deutsch) o ba’ y you know –sueco e
inglés–, (Erman/Kotsinas, 1993, Pragmaticalization: the case of ba’ and you know).
93 «La aparición de funciones pragmático-discursivas en unidades como adverbios y
conjunciones (en varias lenguas) muestra que los angostos conceptos de gramaticalización
propuestos, basados en criterios morfosintácticos, no pueden servir para explicar los procesos en
los que se ven envueltos los marcadores pragmáticos». [Traducción propia]

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en el nivel extrapredicativo, puesto que su cometido es completamente diferente a
cuando lo hace en el marco oracional. En (1) el comisario Escherich introduce
mediante aber una proposición en la que manifiesta la unión de la policía a pesar de
las dificultades generadas por aquellos guardias que se oponen clandestinamente al
régimen. Así pues, la presencia de aber lleva sin duda a una conclusión contraria a lo
que cabría esperar por lo expresado en la proposición anterior a la coordinada.
Normalmente, las actividades llevadas a cabo por los opositores o miembros de la
resistencia se traducen en contratiempos para los seguidores de un régimen político.
Sin embargo, la inclusión de la conjunción coordinante adversativa da un giro a la
línea argumentativa de la conversación.

1) »[…] Wissen Sie, Schröder, es arbeiten jetzt viele Außenseiter in unserm Beruf, aber
wir halten doch stets zusammen, und davon haben wir ja denn auch manches Gute.
[…]«

(N3, DE, cap. 25, pág. 263-4)

Sin embargo, en (2) la misma unidad ha adquirido una función pragmática, pues
actúa en el nivel de la conversación y no en el proposicional. Aber se incluye en la
intervención reactiva de Pinneberg con el cometido de mostrar una protesta por
parte del joven, es decir una negativa relacionada con su disponibilidad laboral los
domingos. Este marcador pragmático que procede de una conjunción podría
elidirse y el enunciado en el que aparece continuaría teniendo sentido. Con todo,
ese efecto ilocutivo de queja se perdería indudablemente y con ello se resentiría
igualmente la cohesión que este elemento confiere al discurso.

2) Kleinholz ist entsetzt. »Der olle Kube?! Dem soll ich die Bodenschlüssel in die Hand
geben? Der Kube ist schon seit Vatern da, aber den Bodenschlüssel hat er noch nie in
die Hand bekommen. Nee, nee, Herr Pinneberg, Sie sehen’s ja jetzt ein. Sie sind der
Mann an der Spitze. Sie machen morgen Dienst.«
»Aber ich kann nicht, Herr Kleinholz!«
(N1, DE, cap. 12, pág. 92)

La unidad pero en (3) también tiene un valor pragmático con el que Corderita introduce
una opinión contraria a lo expresado por Pinneberg. Además, este punto de vista
divergente que se presenta en un enunciado exclamativo manifiesta seguramente el
estado de desesperación de la hablante por una situación que la sobrepasa.

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3) –Que no, que no me lo creo –estalla de nuevo su marido–. No creo que tenga dolores.
No hace más que disimular, para que lo cojan en brazos.
–¡Pero, chico, si nunca lo cogemos en brazos!
(N1, ES, cap. 42 , pág. 323-4)

En (4) Pinneberg enfatiza su condición de padres primerizos con poca experiencia


mediante la unidad però que. En este caso dicha unidad no contribuye a las
condiciones de verdad de la proposición, sino que tiene que ver con las emociones
y actitudes del hablante frente a una situación complicada. Incluso, puede
adivinarse un matiz de reproche por parte de Pinneberg, ya que se echa en cara el
no poder hacer nada para que su hijo deje de llorar.

4) –Si almenys ens ho pogués dir! Si almenys pogués assenyalar què li fa mal! Menudet,
digues a la mama on et fa pupa, digues, a on?
–Però que rucs que som! –diu Pinneberg, furiós–. No sabem res. Si sabéssim alguna
cosa, potser el podríem ajudar.
(N1, CAT, cap. 42 , pág. 327)

Se constata una posición inicial para aber, pero y però (que) cuando actúan en el
nivel conversacional o discursivo. En (2) y en (3) aber y pero constituyen el inicio
de una intervención reactiva en la que por una parte se manifiesta una negativa y
por otra se expresa una opinión contraria. Por otro lado, se ve claramente una
función de cohesión –intervención iniciativa > intervención reactiva–, que en (4)
no está tan clara. En este último intercambio, però que no es una reacción a lo
dicho por Corderita, sino que remite directamente a la globalidad de la situación.
La unidad léxica aber puede por tanto recorrer dos caminos: uno hacia la
gramática y otro hacia la pragmática. Aber opera a nivel oracional en (1), mientras
que en (2), (3) y (4) lo hace a nivel conversacional.

El verbo sehen en la construcción imperativa Sehen Sie, que aparece en la


intervención de Jachmann (5), tiene un valor referencial y alude a la percepción
visual del bebé, que yace en la cuna. En el transcurso de este intercambio
comunicativo, Jachmann y Corderita están conversando sobre las dificultades
por las que tanto ella como su marido Johannes están pasando. Llegados a un
punto de la conversación, el hombre le dice que se olvide de los problemas y que
observe a su hijo. Sin embargo, en (6) la misma forma adquiere un significado

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procedimental, que tiene que ver con una llamada al interlocutor y su inclusión
en aquello que se está contando. En otras palabras, el hablante busca con Sehen
Sie atraer la atención del oyente y acercarse a él. Además, este marcador ayuda a
introducir una explicación sobre las labores cotidianas de la pareja.

5) »Junge Frau«, sagt Jachmann. »Ich …«


»Sehen Sie mal den Murkel in seinem Bettchen, und nun kommt es vielleicht besser,
und der Junge rappelt sich wieder auf und hat eine Stellung und eine Arbeit […]«
(N1, DE, cap. , pág. 386)

6) »Ach Gott, Herr Jachmann«, sagt Lämmchen.


»Natürlich ist der Murkel herrlich, aber das ganze Leben nur auf das Kind stellen?
Sehen Sie, ich geh am Tag nähen …«
(N1, DE, cap. 49, pág. 382)

Lo mismo sucede con el adjetivo bueno que en su valor referencial puede describir
tanto a una persona que no conoce malicia como expresar la alta cualidad de un
objeto determinado o por ejemplo la validez de un sujeto en una materia. En (7)
este adjetivo presentado en su forma femenina singular y masculina plural –
variación de género y número– manifiesta por un lado un modo de actuación ético
o un patrón de comportamiento impoluto y por otro una época de bonanza
económica y prosperidad.

7) Qué razón tienes, Emil... hacemos una buena obra, para el pueblo alemán y para
nuestro Führer. Son los buenos tiempos que él nos prometió.
(N3, ES, cap. 7, pág. 57)

En cambio, bueno toma valores discursivos tanto en (8) como en (9): en la primera
muestra tiene un valor conclusivo, pues introduce un enunciado que apunta
directamente hacia un cierre en el intercambio; mientras que en la segunda, esta
misma unidad ayuda a la progresión conversacional y a dar paso a otras secuencias
enunciativas, que presentan información nueva. Bauhr (1994) registra tres
macrofunciones para bueno –metadiscursivas, expresivas y pragmáticas–94 y un buen


94 Las funciones que Bauhr atribuye a bueno son todas discursivas, por lo que podríamos decir
que todas albergan un valor pragmático. Así pues, la macrofunción pragmática puede resultar algo
genérica y por ello cabría sustituirla por funciones de conformidad o anuencia.

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número de microfunciones, que muestran la polifuncionalidad de este marcador.
Aparte de cierre y progresión conversacional, destacamos para esta unidad otros
valores metadiscursivos como el de autocorrección en (10) o (11) (Bauhr 1994: 103-
6; GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4196), el de rectificación por
parte del interlocutor (12) (Bauhr 1994: 101-3) o el de pre-comienzo [en palabras de
Bauhr 1994: 110] o comienzo conversacional en (13), que se emplea con el
cometido de llamar la atención del interlocutor y dar paso a un intercambio. Por
último, mencionaremos el bueno que propicia e introduce un giro temático (14).

8) –¡Hazlo, hombre! Bueno, en ese caso vamos a empaquetarlo todo.


–Eso, manos a la obra. ¡Ya va siendo hora!
(N3, ES, cap. 7, pág. 57)

9) Como desee, señora Gesch. Prepárese, tengo abajo a dos agentes, puede venirse ahora
mismo. Y déjele a su marido... porque tiene marido, ¿verdad? ¡Claro que lo tiene!
Bueno, pues déjele a su marido una nota: «Estoy en la Gestapo. Regreso
indeterminado». Vamos señora Gesch, escriba la nota.
(N3, ES, cap. 25, pág. 213)

10)¡De eso ni hablar! Irá Corderita en persona. Qué se ha figurado él. Andar es muy sano
y, además, ¿cree que se va a quedar allí sentada temiendo que él compre el salmón
equivocado? Ella tiene que verlo con sus propios ojos, comprobar cómo la vendedora
lo corta, loncha a loncha. Así que irá ella cueste lo que cueste.
–De acuerdo. Vas tú.
–Y ¿cuánto?
–Mitad de cuarto. Bueno, mejor trae un cuarto. Permitámonos el lujo de ser
generosos por una vez.
(N1, ES, cap. 14, pág. 114)

11)–Voy a contarte to’ lo qu’ha pasao. Hace ya más de un año, mi llamado padre, me
tangó cincuenta pavos, y encima me zurró la badana. Así que me fui a buscar a unos
amigos, bueno, amigos, lo que se dice amigos, no eran, unos camorristas, ya sabes, y
entonces nos abalanzamos sobre mi viejo y lo atizamos.
(N3, ES, cap. 44, pág. 355)

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12)–No le parecía bien a todo el mundo.
–Bueno, a casi todo, joven señora. El ser humano es así, no aprende, tropieza siempre
en la misma piedra. Yo también –Jachmann hace una pausa–. Porque me trasladaré de
nuevo a casa de su suegra.
(N1, ES, cap. 50, pág. 385)

13)–Bueno, este es vuestro cuarto...


(N1, ES, cap. 17, pág. 131)

14)–Tutti... una vieja amiga... –articuló con esfuerzo antes de echarse de nuevo a llorar.
–Válgame Dios, está usté hecho un guiñapo –dijo despectiva la señora Gesch. ¡Si yo
me derrumbase en cuanto me fueran mal las cosas...! Bueno, ¿cómo se llama de
verdad la tal Tutti y dónde vive?
(N3, ES, cap. 10, pág. 72)

Bueno en su función de marcador también entraña ciertos valores expresivos como


en (15), donde Rieke Busch manifiesta su desconcierto al ver que Karl Siebrecht la
observa sin decir nada. Otro ejemplo sería el intercambio (16) en el que se hace
visible la incredulidad y por ende desacuerdo del comisario Prall cuando repite la
unidad bueno, bueno en la intervención reactiva a la aserción que Escherich ha hecho
sobre la eficacia de sus hombres.

15)–¡Tú y tus remilgos! ¿Acaso vamos a estafar a esa gente? No. Recibirán su dinero, y al
momento. Eso es solo por lo asquerosamente joven que soy. Vamos, Karl, no te
pongas de morros... ¿Sí o no?
–Vale, sí.
–Eres muy amable, Karl, m’alegro mucho. Eres un amigo de verdá, a las duras y a las
maduras, siempre había deseao tener algo así. ¡Cuánto me alegro, Karl! ¡Anda, ven,
echemos un baile! –Y dando vueltas, levantándose la falda con la punta de los dedos,
tarareó–: Ven, Karl, ven a bailar, ven a mi alegre... Ay, no, así no es. ¿Cómo sigue, Karl?
Pero bueno, ¿qué haces ahí plantao mirándome embobao? ¿Tengo monos en la cara?
(N2, ES, cap. 15, pág. 102)

16)–Yo ya habría sacado el nombre a la fuerza. Vigílalo... espero que no se les ocurra perderlo.
–Esos, no. Son los hombres más eficaces de la plaza Alexander.
–¡Bueno, bueno! –Prall volvía a animarse a ojos vistas–. Ya sabe que a mí no me
gustan esas arbitrariedades. Preferiría tener a ese tipo en mis manos.
(N3, ES, cap. 25, pág. 209-10)

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En cuanto a las funciones de las que habla Bauhr (1994: 88-98) se hallan también
las llamadas propiamente pragmáticas, que coincidirían con los valores de
aceptación o conformidad mostrados en (17).

17)–Yo no quiero un abrigo –explica el estudiante.


–No, por supuesto que no. Es solo por la talla. Si el señor quisiera tomarse la molestia.
Vea... ¿extraordinario, verdad?
–Bueno –dice el estudiante–. No me queda nada mal. Y ahora enséñeme la gabardina
azul, por favor.
(N1, ES, cap. 20, pág. 154)

Las unidades observadas pueden actuar tanto en el marco oracional como en el


discursivo. En este último, dichos elementos han adquirido nuevas funciones
después de haber pasado por un proceso en el que se han desprendido total o al
menos parcialmente de su significado referencial. El camino recorrido por las
unidades que actúan como marcadores es de la sintaxis al discurso, por lo que las
definiciones de gramaticalización no son aplicables en ningún caso a esta evolución
de la que se viene hablando. Ya la definición de Meillet reza que este fenómeno
implica «le passage d’un mot au rôle d’élément grammatical» ([1912], 1921: 131)95 y
la de Kuryâowicz que se trata de un proceso consistente «in the increase of the
range of a morpheme advancing from a lexical to a grammatical or from a less
grammatical to a more grammatical status [...]» (1965: 69; 1975: 52).96 Aportaciones
más modernas como las de Lehmann hablan de la pérdida de autonomía y fijación
de la unidad gramaticalizada:

Die Grammatikalisierung einer sprachlichen Einheit ist vor allem ihre Verfestigung,
d.h. ihre Unterwerfung unter Beschränkungen des Sprachsystems. Die fragliche
Einheit verliert an struktureller Autonomie. Das besagt für den Sprecher, dass er die
Freiheit, sie nach seinen kommunikativen Absichten zu manipulieren, verliert und ihm
stattdessen die Grammatik diktiert, wie er damit verfahren muss (Lehmann 2005: 2).97


95 «la atribución de carácter gramatical a una unidad léxica» [Traducción propia]
96 «la ampliación del alcance de un morfema, que avanza del nivel léxico al gramatical o, que bien
adquiere un estatus todavía más gramatical del que ya tiene». [Traducción propia]
97 «La gramaticalización de una unidad lingüística es ante todo su fijación, es decir su sometimiento a
las restricciones del sistema lingüístico. La unidad en cuestión pierde en autonomía estructural. Esto

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Lehmann propone seis parámetros sincrónicos (v. TABLA 2) fundamentados en la
base de tres aspectos que son relevantes a la hora de determinar la autonomía de
una unidad o forma lingüística, concretamente: el peso, la cohesión y la variabilidad y su
combinación con las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas.

Parámetros sincrónicos de gramaticalización (según Lehmann 1982, 1986)

relaciones paradigmáticas relaciones sintagmáticas


peso integridad alcance estructural
cohesión paradigmaticidad ligamiento o unión
variabilidad variabilidad paradigmática variabilidad sintagmática

TABLA 2: Traducción de T4: The parameters of grammaticalization, Lehmann 1995: 123

En relación al establecimiento de estos parámetros, Lehmann habla de una serie de


procesos que tienen lugar cuando una unidad se halla en proceso de
gramaticalización tal y como se observa en la TABLA 3. La gramaticalización de
una unidad lingüística se traduce en una pérdida de autonomía importante, sobre
todo cuando estos seis procesos coinciden.

Parámetros y procesos de gramaticalización (según Lehmann 1986)

parámetro gramaticalización débil proceso gramaticalización fuerte


integridad Conjunto de rasgos semánticos; astringencia Rasgos semánticos escasos;
posiblemente polisilábicos monosegmentales.
paradigmaticidad La unidad participa indirecta- paradigmatización Paradigma pequeño e
mente en un campo semántico. integrado.
variabilidad Elección libre de unidades de obligatoriedad Elección obligatoria, uso
paradigmática acuerdo con sus intenciones obligatorio.
comunicativas
alcance La unidad se relaciona con un condensación La unidad modifica una
constituyente de complejidad palabra o raíz.
arbitraria.
ligamiento o La unidad está yuxtapuesta de coalescencia La unidad es un afijo o incluso
unión manera independiente. un portador de rasgos.
variabilidad La unidad se puede mover fijación La unidad ocupa una posición
sintagmática libremente. fija.

TABLA 3: Lehmann 1995, terminología adaptada de lo expuesto en Sánchez Marco 2008 y


Company Company 2009

supone para el hablante perder la libertad de manipular la unidad lingüística según sus intenciones
comunicativas y en lugar de eso, proceder tal y como le dicta la gramática». [Traducción propia]

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Un ejemplo diáfano de gramaticalización lo constituiría el sufijo alemán -heit, que
se remonta al sustantivo germánico *haidu –significaba manera, forma– (Kluge
2011: 408). Así pues, se presenta un proceso de cambio en el que un sustantivo
se ha transformado en sufijo. Dicha evolución cumple los parámetros de
gramaticalización establecidos por Lehmann (1982, 1986, 1995): por un lado, el
sufijo derivativo muestra menos autonomía si se compara con *haidu, puesto que
este depende de la raíz a la que acompaña –presencia de un proceso de
coalescencia– y por otro, el alcance del sufijo es mucho más reducido debido a
que este modifica únicamente la raíz –proceso de condensación–, mientras que el
sustantivo mencionado establecía relaciones a nivel sintagmático. Además, las
unidades que presentan este sufijo se encuentran dentro de un paradigma, el de
los sustantivos abstractos.

En catalán, el verbo anar (ir) está gramaticalizado cuando actúa como


auxiliar en la perífrasis verbal que constituye el tiempo del pretèrit perfet perifràstic.
En este caso, el verbo en cuestión está vacío de contenido semántico y precede a
una forma nominal de un verbo conceptual, por ejemplo: vaig estudiar (estudié).98
En español, el prefijo hetero- que constituye el primer elemento de compuestos
cultos procede del griego héteros, donde significaba «otro» (Coromines [1961],
2010) y que preserva actualmente ese significado en las palabras de las que forma
parte, como en heterogéneo (DRAE: 1. adj. Compuesto de partes de diversa
naturaleza). Se trata pues de un elemento que no puede funcionar por sí solo,
sino que es parte de un compuesto.

Después de haber visto estas tres definiciones y algunos ejemplos de


gramaticalización, creemos tal y como afirma Traugott que «if, with Lehmann, we
interpret grammaticalization as a process of loss of autonomy, especially the
reduction in form, scope, etc. identified with the development of morphology, then
the emergence of discourse markers necessarily cannot be an instance of
grammaticalization» (2007: 150).99 La lingüista norteamericana opina que los


98 V. el artículo Sobre el perfet perifràstic del català de Enric Vallduví incluido en las Actes del cinquè
col·loqui d’estudis catalans a Nord-amèrica (1989) en el que se recopilan las observaciones de varios
lingüistas acerca del origen de la perífrasis que conforma este tiempo verbal.
99 «no podemos tratar los marcadores discursivos como un caso de gramaticalización si la
interpretamos tal y como lo hace Lehmann, es decir como un proceso de pérdida de autonomía,

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parámetros establecidos por Lehmann deberían modificarse si se quisiera
considerar los marcadores como un caso de gramaticalización y aboga por una
ampliación del concepto en el que se tengan en cuenta parámetros semántico-
pragmáticos tales como la subjetivización y el aumento de fuerza pragmática (1995:
1). Por su parte, la anglista Ilse Wischer habla de dos subtipos de gramaticalización:
el primero de ellos es el tradicional y definido por Meillet (1912), Kuryâowicz
(1969), Lehmann (1982) y Hopper y Traugott (1993), mientras que el segundo hace
referencia a todos aquellos procesos en los que una unidad determinada adquiere
valores más subjetivos y expresivos (Wischer 2000: 356). Esta lingüista constata que
los fenómenos de gramaticalización y pragmatización comparten algunos de los
procesos establecidos por Lehmann. En cuanto a la astringencia –el primero de los
procesos–, se cumple en el caso de los marcadores en la medida en que se
desprenden en gran parte de su valor referencial y alcanzan funciones que tienen
que ver con las intenciones y emociones del emisor. Sin embargo, tal y como se ha
apuntado en otros apartados, los marcadores no han sido considerados un
paradigma cerrado. Muestra de ello es el afloramiento incesante de múltiples
trabajos, que abogan por la inclusión de nuevas unidades en este grupo. La
obligatoriedad no es un proceso intrínseco en relación a los marcadores. Hemos
visto que muchos enunciados continuarían teniendo sentido, a pesar de perder en
fuerza ilocutiva y por ende en subjetivización. Tampoco la reducción de alcance o
coalescencia es un proceso que se pueda atribuir a las unidades que pasan a
funcionar como marcador, pues sucede todo lo contrario, es decir, no afectan,
únicamente, a la proposición donde se encuentran, sino que establecen relaciones
intratextuales, intertextuales e interpersonales. La independencia suprasegmental y
la sintáctica contradicen el proceso de coalescencia por el que sí que atraviesan
unidades que se han gramaticalizado como por ejemplo el sufijo -lich en gründlich.
Por último, los marcadores presentan muchas veces varias posibilidades en cuanto
a su posición en un texto o conversación se refiere. Así pues, la fijación tampoco
podría considerarse como un proceso aplicable a todas las unidades que operan
como marcadores.


especialmente de reducción en forma y alcance, etc. identificado con el desarrollo de la
morfología». [Traducción propia]

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Wischer afirma con su clasificación que la «grammaticalization is not merely
a syntactic change, but a global one, including –apart from syntax– morphology,
phonology, semantics and discourse as well» (2000: 357).100 Traugott y Wischer
buscan una solución a este «fuzzy concept» (Aijmer 1997: 6),101 que se ha ido
volviendo cada vez más opaco debido a la inclusión de cambios sintácticos,
semánticos y pragmáticos bajo esta etiqueta. Coincidimos con Wischer, quien
diferencia entre dos tipos de gramaticalización: subtipo 1 y subtipo 2; consideramos
que ambas categorías contemplan elementos que sufren un proceso de
recategorización (2000: 357). Sin embargo, a nuestro parecer, cabría llamar al
segundo subtipo «pragmatización», pues los elementos incluidos tienen que ver con
la actitud del emisor hacia el receptor. Esta última cabe entenderse no únicamente
como proceso, sino también como resultado y por ello consideramos que «wenn
ein Ausdruck in die Pragmatik gelangt, ist er pragmatikalisiert» (Mroczynski 2012:
112).102

Al igual que cuando Lehmann establece ciertos parámetros para la


gramaticalización, Mroczynski hace lo propio para la pragmatización (v. TABLA 4).
Este parte de la idea de gramaticalización de Heine/Kuteva (2007), según los cuales
este fenómeno se refleja en todos los niveles de la lengua, es decir en la pragmática,
la semántica, la morfosintaxis y la fonética (2013: 139).

parámetro proceso nivel


configuración discursivización pragmático
significado polisemización semántico
cohesión sintagmática desligamiento/desunión sintáctico
prosodia emancipación fonético

TABLA 4: Traducido y adaptado de lo expuesto en Mroczynski 2012: 115 y 2013: 139

El nivel de la pragmática se subdivide a su vez en tres subparámetros: el grado de la


función metacomunicativa, el grado del alcance discursivo y el grado de la
multirelacionalidad discursiva. El primero se refiere a la adquisición de una función


100 la «gramaticalización no es únicamente un cambio sintáctico, sino uno de índole global, que
incluye –aparte de la sintaxis– procesos morfológicos, fonológicos, semánticos y también
discursivos». [Traducción propia]
101 «concepto vago» [Traducción propia]
102 «una expresión está pragmatizada cuando actúa en la pragmática». [Traducción propia]

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metacomunicativa. El segundo concierne al alcance de los marcadores, pues estos
establecen relaciones entre acciones, secuencias enunciativas e incluso con la
realidad exterior y el contexto. Por último, el tercer parámetro tiene que ver con el
número de relaciones discursivas, que generan los marcadores. El nivel semántico
está representado en los marcadores en la medida en que estos dejan total o
parcialmente su significado referencial y adoptan otro. Mientras mayor sea la
distancia de la unidad pragmatizada respecto de aquella de la que proviene, mayor
será el estadio de pragmatización. El nivel sintáctico está relacionado con el
ligamiento o unión –parámetro de Lehmann–. Mientras menos trabazón sintáctica
muestra una unidad que actúa como marcador con el contorno lingüístico que la
rodea, mayor es su grado de pragmatización. En el nivel prosódico o fonético, los
marcadores se caracterizan por la independencia suprasegmental que muestran en
relación a las otras unidades que los rodean en el enunciado que se encuentran.

De todos los niveles, el pragmático es el único parámetro necesario, pues sin


la discursivización es imposible la pragmatización. Los otros tres entran en acción,
cuando la unidad en cuestión muestra tendencias discursivas. Llegados a este punto,
cabe definir el concepto de pragmatización, que entendemos como un proceso a
través del cual una unidad lingüística se desprende total o parcialmente de su
significado semántico para adquirir una función discursiva y que generalmente, tal y
como manifiesta Mroczynski, genera autonomía sintáctica y prosódica en esta
(2012: 117).

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5.5. Clasificación de algunos marcadores pragmáticos conversacionales
de las novelas de Hans Fallada: una visión polifuncional103

FUNCIONES FUNCIONES DE ES CAT


GENERALES ESPECÍFICAS DE
DE LOS LOS
MARCADORES MARCADORES
MACRO- MICRO-
FUNCIONES FUNCIONES
Estructuradores de la Erstens (...), und Primero, (...); En primer lloc, (...).
información zweitens. Und drittens segundo; tercero; (...). En segon lloc, (...). I
TEXTUALES (ordenadores) (...). Und viertens (...) Y cuarto (...) en tercer lloc, (...). I en
quart lloc (...)
*en una misma (N1, cap. 13, (N1, cap. 13, pág. 110) (N1, cap. 13, pág. 110)
intervención pág. 107-8)
Estructuradores de la Also, erstens (...). En fin, en primer En primer lloc, (...).
información Und zweitens (...). lugar (...) En segon lloc, (...).
(ordenadores) Und drittens (...). Y segundo, (...). I, en tercer lloc, (...)
Y tercero (...).
*en diferentes inter- (N1, cap. 23, pág. 171) (N1, cap. 23, pág. 174) (N1, cap. 23, pág. 172)
venciones de un mismo
hablante con
intervenciones reactivas
del interlocutor
Conectores aditivos und dann (…) y luego (...) i (...)
(N3, cap. 7, pág. 74) (N3, cap. 7, pág. 56) (N3, cap. 7, pág. 72)
, und dann (...) y después (...) (N1, i després (...)
(N1, cap. 14, pág. 109) cap. 14, pág. 111) (N1, cap. 7, pág. 111)
und dann (...) , y a continuación (...) , després (...)
und (...) y (...) i (...)
(N3, cap. 33, (N3, cap. 33, pág. 286) (N3, cap. 33, pág. 354)
pág. 367-8)
Marcador digresor104 Übrigens (...) Además, (...) A més, (...)
y conector aditivo (N3, cap. 25, (N3, cap. 25, pág. 206) (N3, cap. 25, pág. 257)
*el hablante cae en la pág. 265)
cuenta de no haber
mencionado algo y
este algo constituye
una pieza de
información
discursiva nueva.
Conectores Trotzdem (...) A pesar de todo, Però això de (...)
contraargumentativos (N1, cap. 15, (N1, cap. 15, pág. 121) (N1, cap. 15, pág. 121)
pág. 118)
Ø Ø De fet, (...)
(N1, cap. 13, pág. 101) (N1, cap. 13, pág. 103) (N1, cap. 13, pág. 103)


103 En negrita se encuentran marcadas aquellas unidades que no son marcadores pragmáticos,
pero que satisfacen pragmática y comunicativamente las necesidades textuales y situacionales en
el fragmento conversacional ficticio en el que se hallan enclavadas.
104 Portolés Lázaro ([1998], 2007: 146) incluye los «digresores» bajo los «marcadores de
estructuración», aunque nosotros establecemos un grupo por separado al ser übrigens una unidad
tanto digresora como de adición.

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wenigstens (...) cuando menos (...) En canvi, (...)
(N1, cap. 13, pág. 100) (N1, cap. 13, pág. 103) (N1, cap. 13, pág. 103)
Conectores Und darum (...)? ¿Por eso (...)? I per això (...)?
consecutivos (N1, cap. 7, pág. 61) (N1, cap. 7, pág. 63) (N1, cap. 7, pág. 62)
Marcadores de Nein, (…) Bueno, (...) No, (...)
corrección (N1, cap. 14, pág. 112) (N1, cap. 14, pág. 114) (N1, cap. 14, pág. 114)
*autocorrecciones , det heeßt, (N3, cap. , bueno, (N3, cap. 44, , a veure, (N3, cap. 44,
44, pág. 455) pág. 355) pág. 436)
Marcadores de Na, (...) Bueno, (...) Ø
corrección (N1, cap. 50, pág. 383) (N1, cap. 50, pág. 385) (N1, cap. 50, pág. 385)
*rectificadores
(enmiendas por parte
del interlocutor)
Marcadores (...), heißt das. quiero decir Ø
reformuladores (N3, cap. 24, pág. 248) (N3, cap. 24, pág. 193) (N3, cap. 24, pág. 240)
Marcadores de Aber natürlich, (...) Claro que sí, (...) I tant, (...)
afirmación (N3, cap. 23, pág. 245) (N3, cap. 23, pág. 191) (N3, cap. 23, pág. 237)

Natürlich. Por supuesto. És clar.


(N1, cap. 4, pág. 37) (N1, cap. 4, pág. 39) (N1, cap. 4, pág. 37)
Marcadores de aber Ø Però (...)
negación parcial (N1, cap. 24, pág. 179) (N1, cap. 24, pág. 182) (N1, cap. 24, pág. 181)
*se da la oportunidad
al interlocutor de que
decida si explicitar o
no una información
determinada
Marcadores iniciativos Du, (...) Oye, (...) Escolta, (...)
de apertura (N1, cap. 24, pág. (N1, cap. 24, pág. 182) (N1, cap. 24, pág. 181)
*fático o de 179)
establecimiento de Hören Sie mal ¡Escuche (...)! Escolti, (...)
contacto (N1, cap. 37, pág. 286) (N1, cap. 37, pág. 287) (N1, cap. 37, pág. 289)
Also, (...) Bueno, (...) Bé, (...)
(N1, cap. 17, pág. 129) (N1, cap. 17, pág. 131) (N1, cap. 17, pág. 128)
Marcadores reactivos Ach so, (...) Ah, ya. Ah, (...)
de apertura (N1, cap. 38, pág. 297-8) (N1, cap. 38, pág. 299) (N1, cap. 38, pág. 301)
*acuse de recibo y Ach was (...) ¡(...), bobadas! Au, va home, va.
afirma que se ha (N2, cap. 9, pág. 65) (N2, cap. 9, pág. 61) (N2, cap. 9, pág. 66)
entendido lo dicho Na, und? ¿Y qué? ¿I què?
(N2, cap. 4, pág. 26) (N2, cap. 4, pág. 28) (N2, cap. 4, pág. 27)
Marcadores (...), vastehste, (...) (...), ¿me entiendes? (...), ¿saps? (...)
continuativos (N2, cap. 4, (...) (N2, cap. 4, pág. 23)
pág. 21) (N2, cap. 4, pág. 25)
*en la intervención de Ø Bueno, (...) Ø
un hablante (N3, cap. 25, pág. 273) (N3, cap. 25, pág. 213) (N3, cap. 25, pág. 264)
Marcadores Ja? (...) ¿De veras? (...) I doncs? (...)
continuativos (N1, cap. 24, pág. 179) (N1, cap. 24, pág. 182) (N1, cap. 24, pág. 181)
*intervención reactiva
del interlocutor que
hace progresar la
conversación
Marcadores Also (...) Bueno, (...) O sigui que (...)
continuativos (N3, cap. 10, pág. 93) (N3, cap. 10, pág. 72) (N3, cap. 10, pág. 91)
*se introduce un giro
temático en la
conversación
Marcadores de cierre Na ja, (...) Bueno, (...) En fi, (...)
(N1, cap. 15, pág. 118) (N1, cap. 15, pág. 121) (N1, cap. 15, pág. 121)
Na ja, (...) En fin, (...) En fi, (...)
(N2, cap. 4, pág. 21) (N2, cap. 4, pág. 25) (N2, cap. 4, pág. 23)

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(...), sage ich Ihnen (...), se lo aseguro (...), li ho ben
(N1, cap. 38, pág. 297- (N1, cap. 38, pág. 299) asseguro
8) (N1, cap. 38, pág. 301)
(…), nicht wahr? (…), ¿no crees? (...), no trobes?
(N1, cap. 5, pág. 40) (N1, cap. 5, pág. 26) (N1, cap. 5, pág. 40)
oder? (...), ¿verdad? (...), oi que no?
(N3, cap. 16, pág. 159) (N3, cap. 16, pág. 124) (N3, cap. 16, pág. 155)
Na, (...) Bueno, Doncs (...)
(N3, cap. 7, pág. 75) (N3, cap. 7, pág. 57) (N3, cap. 7, pág. 73)
Jedenfalls De todos modos Al capdavall, (...)
(N3, cap. 17, pág. 176) (N3, cap. 17, pág. 138) (N3, cap. 17, pág. 171)
Marcadores que (…), nicht wahr? (…), ¿no crees? (...), no trobes?
buscan el acuerdo del (N1, cap. 5, pág. 40) (N1, cap. 5, pág. 26) (N1, cap. 5, pág. 40)
INTERPERSONAL interlocutor Oder? (...), ¿verdad? (...), oi que no?
ES (N3, cap. 16, pág. 159) (N3, cap. 16, pág. 124) (N3, cap. 16, pág. 155)
Marcadores que Schön Bueno No està malament
Y EXPRESIVOS expresan acuerdo con (N1, cap. 20, pág. 150) (N1, cap. 20, pág. 154) (N1, cap. 20, pág. 151)
el interlocutor
Marcadores que Trotzdem A pesar de todo, Però això de (...)
expresan desacuerdo (N1, cap. 15, pág. 118) (N1, cap. 15, pág. 121) (N1, cap. 15, pág. 121)
con el interlocutor Na, und? ¿Y qué? ¿I què?
(N2, cap. 4, pág. 26) (N2, cap. 4, pág. 28) (N2, cap. 4, pág. 27)
Marcadores que Ach was (...) ¡(...), bobadas! Au, va home, va.
expresan incredulidad (N2, cap. 9, pág. 65) (N2, cap. 9, pág. 61) (N2, cap. 9, pág. 66)
Na, na! ¡Bueno, bueno! Ja ho veurem, ja ho
(N3, cap. 25, pág. 269) (N3, cap. 25, veurem
pág. 209-10) (N3, cap. 25,
pág. 261)
Marcadores que Na ja, (...) Bueno, (...) En fi, (...)
expresan (N1, cap. 15, pág. 118) (N1, cap. 15, pág. 121) (N1, cap. 15, pág. 121)
distanciamiento y
resignación
Marcadores (…), sagen wir (...), digamos posem per cas
operadores de (N3, cap. 24, pág. 257) (N3, cap. 24, pág. 200) (N3, cap. 24, pág. 249)
distanciamiento ante
lo dicho
*el enunciado debe
entenderse de modo
aproximado y no
literal, por lo que no
se ve compromiso
alguno por parte del
hablante.
Marcadores Wird deine Frau (...), digo yo deu beure una
operadores de auch trinken. (N1, cap. 16, pág. 130) miqueta.
distanciamiento ante (N1, cap. 16, pág. 127) (N1, cap. 16, pág. 127)
lo dicho
*el hablante se reserva
un margen de duda
Marcadores que (...), vastehste, (...) (...), ¿me entiendes? (...), ¿saps? (...)
expresan complicidad (N2, cap. 4, pág. 21) (...) (N2, cap. 4, pág. 23)
con el interlocutor (N2, cap. 4, pág. 25)
(...) ,sage ich Ihnen (...), se lo aseguro (...), li ho ben
(N1, cap. 38, (N1, cap. 38, pág. 299) asseguro
pág. 297-8) (N1, cap. 38, pág. 301)
Marcadores que Du, (...) Oye, (...) Escolta, (...)
muestran el alto grado (N1, cap. 24, (N1, cap. 24, pág. 182) (N1, cap. 24, pág. 181)
de confianza pág. 179)
compartido entre
interlocutores

194 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


Marcadores que Mensch! ¡Pero hombre! Caram, (...)
expresan asombro (N2, cap. 6, pág. 36) (N2, cap. 6, pág. 37) (N2, cap. 6, pág. 37)
ante algo inesperado o Wat (...) Pero bueno, (...) ¿Però què et passa?
una acción del (N2, cap. 15, pág. 112) (N2, cap. 15, pág. 102) (N2, cap. 15, pág. 114)
interlocutor
Marcadores mal Anda (...) Vinga, (...)
operadores que (N1, cap. 27, pág. 203) (N1, cap. 27, (N1, cap. 27, pág. 205)
atenúan una orden pág. 205-6)
proferida al
interlocutor
Marcadores Soviel uns bekannt ist Por lo que sabemos, Pel que sabem,
epistémicos y (N2, cap. 102, (N2, cap. 102, (N2, cap. 102,
evidenciales pág. 638) pág. 548) pág. 633)
, soweit ich sehe, Por lo visto, , pel que m’expliques
*expresan el (N2, cap. 102, (N2, cap. 102, (N2, cap. 102,
compromiso del pág. 644) pág. 553) pág. 638)
hablante respecto a lo (…) scheinen Sie es ¡Por lo visto! Sempre en treu molt
enunciado en una zu haben! (N2, cap. 111, de profit
escala que va de la (N2, cap. 111, pág. 553) (N2, cap. 111,
seguridad absoluta a la pág. 694-5) pág. 688)
incertidumbre; Natürlich! Evidentemente, I tant!
además pueden Selbstverständlich! ¡Evidente-mente! Per Descomptat!
manifestar el origen (N2, cap. 111, (N2, cap. 111, (N2, cap. 111,
de la fuente de pág. 695-6) pág. 597) pág. 689-90)
información wahrhaftig, Verdadera- Es nota de seguida
(N2, cap. 61, mente! (N2, cap. 61, pág. 423)
pág. 427-8) (N2, cap. 61, pág. 372)

TABLA 5: Clasificación detallada de algunos marcadores según sus funciones

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 195


6. El concepto de equivalencia en Traductología

Ser traductor significa ejercer el noble oficio de comunicar entre sí a hombres separados por barreras
lingüísticas, total o parcialmente, infranqueables para ellos.

Valentín García Yebra

El sustantivo equivalencia constituye un concepto central en Traductología.


Esta noción ha sufrido una evolución importante desde que Vinay y Darbelnet
(1958) y Jakobson (1959) abordaran su estudio desde un punto de vista
puramente prescriptivo. Estos sitúan la equivalencia en el plano de la lengua,
mientras que otras concepciones, originadas a mediados de los sesenta,
introducen un enfoque funcionalista, o lo que es lo mismo, tratan la equivalencia
en el plano del habla. Este último planteamiento será objeto de estudio en años y
décadas posteriores de la mano de Güttinger (1963) [traducir con cumplimiento], Nida
y Taber (1969) [equivalencia dinámica], House (1977, 1997, 2009) [preservación del
significado], Newmark (1987) [traducción comunicativa], Reiss y Vermeer (1984) [teoría
funcional de la traducción], Hatim y Mason (1990) [la dimensión pragmática del contexto,
estructura ilocutiva], Nord (1991, 1993, 2012) [análisis textual para la traducción, modelo
funcional de análisis pretraslativo], Rabadán (1991) [criterio funcional y relacional,
equivalencia translémica], Neubert y Shreve (1992) [equivalencia textual y comunicativa],
Lvóvskaya (1997) [equivalencia comunicativa], etc.

En el marco de nuestro estudio, respaldamos la difusión del sentido o


significado del mensaje en todo momento, y por ello decimos que la equivalencia
funcional tiene lugar cuando el traductor consigue transmitir la carga ilocutiva y
perlocutiva que entraña el TP –en este caso las intervenciones de los personajes de
Hans Fallada– con los medios lingüísticos propios de las LM con el cometido de
elaborar un TM natural y espontáneo que cause en el LEM el mismo efecto que en
el LEP. De esta manera queda establecida una reciprocidad entre TP y TM. En este
tipo de equivalencia la transmisión del sentido se sobrepone a la reproducción de
los signos semánticos y es exclusiva de cada binomio textual traducido. Indicamos
igualmente que consideramos equivalencia funcional, equivalencia comunicativa y

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 197


equivalencia pragmática como voces sinónimas. Con todo, adoptaremos el término
equivalencia comunicativa para hablar del nivel micro o secuencial cuando los DFM o
las IFM sean equivalentes a los DFP o a las IFP y adecuados en la medida que
satisfagan las exigencias de los SLM con el fin de conseguir un producto que
atienda las exigencias de los LEM.

6.1. La equivalencia en el plano de la lengua

Vinay y Darbelnet clasifican la equivalencia en el plano de la lengua como un


procedimiento de traducción más junto con otros seis (v. Vinay y Darbelnet [1958],
1990: 55) en Stylistique comparée du français et de l’anglais. Méthode de traduction. Los dos
franceses recalcan la posibilidad de «que deux textes [peuvent rendre] compte d’une
même situation en mettant en œuvre des moyens stylistiques et structuraux
entièrement différents» (Vinay y Darbelnet 1990: 52).105 El ejemplo que utilizan con
el fin de esclarecer esta explicación es la reacción de un sujeto que se golpea los
dedos mientras clava un clavo. Si este es francés proferirá un aïe, mientras que si es
inglés dirá ouch (1990: 52). En este caso, la persona en cuestión pronuncia una
interjección en ambas lenguas, por lo que el medio expresivo empleado es
gramaticalmente idéntico. Por ello, las últimas palabras de la definición de
equivalencia de Vinay y Darbelnet deberían rezar «unidades cuya forma difiere
entre lenguas aún tratándose de una misma estructura»,106 en el caso de operar con
el ejemplo apenas mostrado. Estos autores atribuyen a la equivalencia un carácter
sintagmático, que ejemplifican igualmente con unidades fraseológicas. Volvemos a
incidir en que tampoco en esta ocasión se emplean medios estilísticos ni
estructurales distintos entre lenguas, puesto que las muestras presentan
equivalencias del tipo UFLP <> UFLM, como wie die Faust aufs Auge passen <> venir


105 «que dos textos [pueden recrear] una misma situación empleando medios estilísticos y
estructurales completamente diferentes». [Traducción propia]
106 Interpretamos medios estructurales como categorías gramaticales o bien ciertos sintagmas, por ello
optamos por forma cuando nos referimos al aspecto que adopta una estructura a tenor de la
lengua. La forma de las interjecciones suele variar de una lengua a otra y así es en el caso expuesto
más arriba en el que la expresión de dolor se verbaliza diversamente: aïe (francés), ouch (inglés),
aua (alemán), aunque la forma es idéntica en el binomio español-catalán ay/uy, ai/ui.

198 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


como anillo al dedo o bien wir sind erschossen (N1, DE, cap. 12, pág. 96) <> estamos
perdidos (N1, DE, cap. 12, pág. 98) <> estem llestos (N1, CAT, cap. 12, pág. 99).

Por su parte, el tratadista ruso Roman Jakobson habla de tres tipos de


traducción en su artículo On Linguistic Aspects of Translation:

1) La intralingüística o reformulación de signos verbales mediante otros de la


misma lengua;
2) la interlingüística o la traducción propiamente dicha entre dos lenguas; y
3) la intersemiótica o transmutación, es decir la interpretación de los signos
verbales de un texto mediante los signos de un sistema no verbal.
(Jakobson 1959: 233)

Jakobson manifiesta la inexistencia de la equivalencia completa entre


unidades en los tres tipos de traducción mencionados y contempla este concepto
como «the cardinal problem of language and the pivotal concern of linguistics»
(1959: 233).107 En ningún momento tiene en cuenta los elementos lingüísticos en un
contexto, sino que su campo de estudio se restringe a la palabra como atestigua el
artículo citado.

John Catford publica seis años más tarde, en 1965, un trabajo que supone la
llegada de un punto de vista contrapuesto al imperante hasta la fecha en el marco
de la noción de equivalencia: el textual. Este lingüista y traductólogo escocés
discierne entre correspondencia formal y equivalencia textual. La primera se define como
«cualquier categoría [LM] (unidad, clase, estructura, elemento de estructura, etc.), de
la cual se puede decir que ocupa tan aproximadamente como es posible, el
“mismo” lugar en la “economía” LM que el ocupado por la categoría LO en la
economía LO» (cit. en Hurtado Albir 2001: 215). En el lado contrario, se halla la
equivalencia textual que representa «cualquier forma (texto o porción de texto) LM
que resulte ser el equivalente de una forma dada (texto o porción de texto) LO», «la
porción de un texto LM que cambia sólo cuando una porción dada del texto LO
cambia» (cit. en Hurtado Albir 2001: 215). La equivalencia se encuentra
estrechamente ligada a los factores contextuales y cotextuales en este último caso.


107 «el problema principal de la lengua y la preocupación crucial de la lingüística» [Traducción
propia]

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 199


Con todo, Hurtado Albir vitupera las consideraciones de Catford, puesto que en su
opinión no aporta ejemplos apropiados que contemplen un plano superior al
proposicional. Así pues, las observaciones realizadas por el lingüista se ven
rebatidas por una ejemplificación desacertada. Parece ser este un intento
malogrado, pues Snell-Hornby tilda la definición que Catford propone de equivalente
textual de circular y de ser por ello poco apta para los fines traductológicos a nivel
de habla (1988: 20).

Las reflexiones de este epígrafe recuerdan a la estructura de las obras


lexicográficas bilingües como el DAC o el Slabý/Grossmann en las que se
proporcionan equivalentes con explicaciones un tanto exiguas, pues cabría añadir
en su gran mayoría ejemplos contextualizados con el fin de observar cómo operan
las unidades en cuestión. La interjección na! cuenta con un buen número de
equivalentes según los diccionarios nombrados tanto en catalán como en español,
aunque no se observa su alcance y campo de actuación de forma apropiada debido
a la descontextualización que presentan.

alemán apunte breve sobre uso catalán español


begütigend vaja!, bo!, bé ¡vaya!
(atenuante)
Ungläubigkeit ca!, i ca!, vols dir? ¡no diga!
(incredulidad)
auffordernd ‫׎‬ ¡ea!, ¡vamos!
na! (exhortativo)
da hast du’s ‫׎‬ ¡toma!
(evidenciar un hecho concreto)
‫׎‬ ¡ya ve Ud.!
leichtes Staunen ‫׎‬ ¡tate!, ¡cáspita!,
(asombro ligero) ¡caramba!
anknüpfend (relacionante) ‫׎‬ pues

TABLA 6: Equivalentes a partir de lo expuesto en el DAC 2006: 433 y en el Slabý Grossmann


2009: 791

Sin lugar a dudas, la aportación lexicográfica bilingüe representa un primer paso en


el proceso traductor. Con todo, cualquier profesional renunciaría a día de hoy a una
manera de proceder que contemplase exclusivamente el plano de la lengua. De ser

200 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


así, el traductor o traductora caería seguramente en errores importantes que
propiciarían textos deleznables. El diccionario monolingüe Duden no aporta esta
vez la suficiente información, puesto que incluye una definición general en la que se
especifican algunos usos –tal y como se hace en las obras bilingües– y ofrece
algunas frases sueltas que el consultante debe interpretar a su libre albedrío –algo
que no deja de ser peligroso, sobre todo para el traductor poco experimentado o
aquel que se inicia y que todavía no domina la LP. Contrariamente, el DWDS
contextualiza todos los usos presentados con explicación y ejemplo
correspondiente. Así pues, este diccionario se halla en camino a la equivalencia
textual, funcional o comunicativa, que trataremos en el epígrafe siguiente (6.2) y
que resulta imprescindible para el traductor.

6.2. La equivalencia en el plano del habla: el enfoque funcionalista

A mediados de la década de los sesenta se pone en tela de juicio el enfoque


prescriptivo y se aboga por la equivalencia a nivel textual, puesto que tal y como
apunta Coseriu «no se traducen los significados, los contenidos de lengua como
tales; más aún: que la traducción no atañe siquiera al plano de las lenguas, sino al
plano de los textos» ([1977], 1991: 219). Nida y Taber emplean el término equivalente
en su definición de traducción en la que manifiestan que «translating consists in
reproducing in the receptor language the closest natural equivalent of the source-
language message, first in terms of meaning and secondly in terms of style» ([1969],
1982: 12).108 Es decir, «translating must aim primarily at “reproducing the
message”» (1982: 12).109 En el plano textual, estos dos lingüistas hablan de la
equivalencia dinámica con la que se persigue que un texto en cuestión tenga el mismo
efecto en el LEM que en LEP, puesto que de lo contrario la traducción «will have
failed to accomplish its purpose» (1982: 24).110 No obstante, Nida y Taber


108 «traducir consiste en reproducir el equivalente natural más cercano a la LO en la LM: en
primer lugar en lo concerniente al significado y en segundo a lo referente al estilo». [Traducción
propia]
109 «traducir debe apuntar principalmente a la “reproducción del mensaje”». [Traducción propia]
110 «habrá fracasado en la consecución de su propósito». [Traducción propia]

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reconocen que la equivalencia nunca podrá ser completamente idéntica por las
diferencias culturales e históricas de las comunidades (1982: 24).111

A finales de los setenta se presenta la Skopostheorie de la mano del


traductólogo alemán Hans J. Vermeer (1978), que será el fundador del
funcionalismo traductológico alemán. Esta teoría propugna que «el principio
dominante de toda traslación es su finalidad» (Reiss y Vermeer 1991: 96). Antes de
continuar, debe quedar claro que se entiende por proceso traductor, es decir la
actividad en la que se ve envuelto el sujeto que acepta un encargo de traducción,
puesto que el escopo o la finalidad es el resultado de dicho proceso.112 En un
momento determinado, un emisor de partida [Rudolf Ditzen bajo el séudonimo
Hans Fallada] ofrece información113 a un conjunto de receptores alemanes de
primera mitad del S. XX [nos decantamos más bien por el término lector o LEP
(desde el punto de vista del traductor o LEM)]. Como bien indican Reiss y Vermeer
esta acción [la producción de los TP: novelas] está guiada por las expectativas que
tiene el emisor con respecto a los receptores y a su situación/situaciones [Hans
Fallada ofrece a sus LE una visión crítica de la realidad del país y de los peligros que
esta puede llegar a entrañar y espera con ello abrirles los ojos –cabe tener en cuenta
el espectro de los diferentes LEP (los que leyeron el TP antaño y los que lo leen
actualmente)]–. Los traductores se consideran como un receptor más del TP
[salvaguardando el espacio temporal entre la redacción de las novelas y su lectura
por parte de Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton]. Rosa Pilar Blanco y Ramon
Monton informan con su producto a un grupo de receptores [LEM] sobre la

111 La equivalencia o correspondencia total se antoja en ocasiones como un imposible debido a
estas diferencias a las que apuntan Nida y Taber y que se hacen patentes en los TM de nuestro
análisis. En estos encontramos muchas veces notas a pie de página con el fin de esclarecer ciertos
conceptos propios de los periodos históricos de Alemania, que no conocen equivalente ni en
español ni tampoco en catalán.
112 El proceso traductor se puede entender de forma general tal y como lo definen Reiss y Vermeer
(1991: 109-10) o Nord (2012: 15-21), aunque en cada caso habrá variables que lo hagan diferente
de otro. Nosotros lo aplicamos al caso de la traducción de las novelas de Hans Fallada.
113 Especificamos que no solo informa sobre unos hechos –en este caso describe hechos
verídicos sucedidos en la Alemania de la primera mitad del S. XX, a pesar de la ficción de sus
personajes y situaciones–, sino que en muchas ocasiones hiperboliza y satiriza la situación del
momento.

202 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


información comunicativa anterior [la situación descrita por el autor en sus novelas]
(Reiss y Vermeer 1991: 122-3).

Así pues, toda traducción se rige por su finalidad. En este caso, el objetivo de
Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton es verter el mensaje general de Hans Fallada al
español y al catalán. Ya a nivel menos genérico, o sea en el plano de las secuencias
textuales, los traductores aspiran a reproducir los actos de habla que «está[n] más o
menos dirigido[s] a una finalidad (es intencional) y, como tal, es un instrumento
para alcanzar unos objetivos» (Stern 1974: 75, cit. en Reiss y Vermeer 1991: 96). La
función de estos actos no es otra que la de caracterizar a los personajes y los
enunciados que estos pronuncian con el fin de evocar un escenario lo más próximo
posible a la realidad descrita. En este caso el escopo del TP y el del TM son
coincidentes y por ello los traductores buscan equivalentes en el SLM, ateniéndose
siempre a las necesidades contextuales y estilísticas, para que el TM cause en el
LEM el mismo efecto que el TP causó en el LEP –describir la realidad de una etapa
de la historia alemana–.

Posteriormente, en los albores de los ochenta y durante toda esta década y la


de los noventa encontramos un buen número de tratadistas que siguen esta
vertiente plenamente pragmática, textual y/o comunicativa por lo que respecta a la
equivalencia traductora. No obstante, tal y como señala Lvóvskaya, existen criterios
disociados, pese a los logros conseguidos por las diferentes escuelas al apostar por
un enfoque comunicativo [su término] en el marco de las teorías de la traducción
(1997: 43). Además, esta traductóloga rusa critica el hecho de que «se intent[e]
explicar en el marco de una misma teoría toda actividad bilingüe,
independientemente de que persiga o no la equivalencia comunicativa del TM y el
TO» (1997: 43), con lo que alude a Reiss y Vermeer (1984). En esta misma línea,
Lvóvskaya tampoco cree que se pueda concebir una única teoría universal de la
traducción, es decir establecer preceptos aplicables en cualquier caso y situación.
Razón de ello son las distintas modalidades de traducción y también la pluralidad
tipológica de textos (1997: 43). Nosotros, por nuestra parte, opinamos que sí que se
puede establecer una teoría general o un análisis específico para la traducción, en
palabras de Nord (2012: 11). Eso sí, la traducción de una pareja de textos estará
siempre sujeta a un contexto determinado que conllevará la aplicación de ciertos

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 203


procedimientos, que quizá no se acomoden a otra situación donde también se
traduzcan otros textos parecidos o no. Además, conocer y tener en cuenta el
escopo de la traducción o mejor dicho del encargo de traducción es imprescindible
a la hora de la toma de decisiones.

Dicho esto, cabe revisar algunas definiciones del término y concepto en su


vertiente textual y comunicativa con el fin de arrojar luz sobre lo que debe
entenderse por equivalencia. Circunscribimos en todo momento las consideraciones
acerca de dicho concepto al marco de la traducción literaria. Tal y como hemos
mencionado más arriba, la correspondencia del efecto comunicativo entre LEP y
LEM de la que hablan Nida y Taber ([1969], 1982: 24) queda también secundada
por el suizo Güttinger (1963) cuando habla de leistungsgemäßes Übersetzen (cit. en
Reiss y Vermeer [1984], 1991: 125). Según este, la consecución del mismo efecto en
el LEM que en el LEP se obtiene cuando la traducción de un texto satisface las
expectativas en cuanto a lo que es habitual en una situación concreta. Aquí se
revela, pues, la importancia de la dimensión pragmática y su primacía sobre la
semántica de los signos en traducción (Reiss y Vermeer 1991: 125). Este principio
estipula que cabe traducir siempre de la forma más natural posible ateniéndose a la
nueva situación comunicativa, que corresponde a la CL. El concepto de traducción
adecuada está estrechamente ligado al de traducción equivalente. Sin embargo, hay una
diferencia entre ambos, y esta radica en que la noción de traducción equivalente
contempla el proceso comunicativo bilingüe en su totalidad, es decir tanto «en su
aspecto de fidelidad conceptual al TO como en el de la fidelidad al usuario del TM»
(Lvóvskaya 1997: 53), mientras que la noción de traducción adecuada «evalúa tan
sólo la correspondencia del TM a la nueva situación comunicativa que se da en la
CUM» (Lvóvskaya 1997: 53). Así pues, «una traducción comunicativamente
equivalente siempre será por definición adecuada a la nueva situación, pero no
siempre ocurre lo contrario» (Lvóvskaya 1997: 53). En ocasiones, el traductor
puede ofrecer un producto que satisfaga al LEM por su adecuación a la situación
comunicativa en la CUM, aunque este no guarde relaciones de tipo intencional-
funcional con el TP. En lo que respecta a la traducción de las novelas de Hans
Fallada no es este el caso, puesto que los TM sí que guardan un fuerte vínculo con
los TP y por ello las traducciones buscan encontrar tanto la aceptación del LEM –
por lo que se refiere a naturalidad de la redacción del TM [es así como nosotros

204 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


entendemos adecuación a la nueva situación]– como la fidelidad a la obra de Hans
Fallada –en cuanto a contenido–.

García Yebra comenta en su obra En torno a la Traducción los aspectos


teóricos que trabajaron Nida y Taber y concluye que «el traductor se encuentra
constantemente frente a una serie de oposiciones binarias que le obligan de
continuo a tomar decisiones, [para enumerar algunas de estas]: el contenido contra
la forma [o] el sentido contra el estilo» ([1983], 1989: 60). Defensor de un enfoque
funcionalista y comunicativo, es consciente, como Nida y Taber, de que la
equivalencia total –en el marco de la literatura– no es viable: «Ningún lector puede
captar en su totalidad, en todos sus matices, en todas sus vibraciones, el mensaje de
una obra literaria. El sentido que atribuimos a las palabras está determinado por los
múltiples contextos, por el conjunto de las situaciones en que las hemos aprendido,
ya por vía oral o por transmisión escrita; por eso, para comprender un texto
literario exactamente igual que su autor, sería preciso tener exactamente la misma
constitución espiritual que él, y haber aprendido las palabras exactamente en los
mismos contextos y en las mismas situaciones; sería preciso identificarse con el
autor, ser el autor mismo» (García Yebra 1989: 129). En esta misma línea de incluir
la pragmática en la teoría y práctica de la traducción se sitúa Graciela Reyes –quien
partiendo de lo dicho por Grice (1957), en cuanto a significado no natural en
contraposición a significados que expresan una causalidad natural–, expone que el
significado no natural es tanto o más importante que el convencional, puesto que es
necesario reconocer la intención del hablante con el fin de poder interpretar el
mensaje correctamente (Reyes 2006: 175-6). Este significado conocido como
significado del hablante o comunicativo contiene las intenciones del emisor, que los
interlocutores infieren por la relación de las palabras con el contexto en el que se
pronuncian. Los marcadores son únicamente interpretables en un contexto, entre
otras cosas por su polifuncionalidad, y por ello pueden entenderse únicamente
teniendo en cuenta los parámetros situacionales e interpersonales. Estos
parámetros junto con el conocimiento del mundo y del lenguaje ayudan a crear la
comunicación y hacen progresar la conversación (Reyes 2006: 178). El significado
de las palabras que constituyen cada uno de los fragmentos no es lo único que se
tiene que entender en el proceso traductor, sino que es imprescindible saber qué es
o qué son los enunciados y la implicación de las palabras en el marco de estos. El

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 205


filósofo inglés J. Austin (1962) investigó la manera en la que las oraciones pueden
representar acciones con el objetivo de conseguir una finalidad comunicativa más
allá de los diferentes elementos léxicos que comprenden la proposición. En su
venerada obra How to do things with words? (1962) Austin comprobó que todo
enunciado aparte de su significado tiene una cierta fuerza comunicativa, que
encarna el elemento dinámico que hace avanzar la comunicación. El inglés
distinguió entre tres tipos diferentes de acciones que tienen lugar cuando un
hablante pronuncia un enunciado:

a) El acto locutivo que es la acción de pronunciar un enunciado en sí;


b) el acto ilocutivo que refleja la intención del hablante al pronunciar dicho
enunciado: prometer, jurar, ordenar, negar, condenar, etc.; y
c) el acto perlocutivo que muestra el efecto que tiene el enunciado en el
receptor o lector o bien en qué medida se ven alterados su actitud y
conocimientos por el enunciado en cuestión.
(a partir de lo citado en Hatim y Mason 1990: 59-60, [traducción propia])

De estos tres tipos diferenciados por Austin nos interesa sobre todo el acto
ilocutivo. Aparte de que se haya logrado traducir la esencia global de un texto, cabe
detenerse en las secuencias más pequeñas, que encarnan las intenciones del
hablante –o en este caso personaje– al pronunciar los enunciados (actos ilocutivos).
De ello hemos tenido cuenta a la hora de determinar la función de los marcadores a
lo largo de este trabajo, así como de ver cómo se traslada en los respectivos TM la
fuerza ilocutiva que dichas unidades entrañan en los respectivos TM. Es decir, se ha
observado qué marcadores introducen un reproche o una orden en alemán (por
ejemplo, el marcador na) y cuáles son los equivalentes plasmados en catalán y en
español que aportan esa fuerza al enunciado.

Albrecht Neubert, igual que la mayoría de los traductológos que profesan la


vertiente textual y comunicativa de la traducción, objeta que únicamente ciertos
términos del ámbito de las ciencias pueden encontrar una correspondencia en el
plano de la lengua. A pesar de ello, incluso estos adquieren una nueva significación
cuando entran a formar parte de textos en los que desempeñan nuevas funciones.
Por ello, el teórico alemán concluye que la equivalencia es solo posible entre textos
y que dos textos son equivalentes cuando sus perfiles textuales derivan de

206 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


prototipos situacionales y funcionales equivalentes. La equivalencia es una medida
de cómo un texto concreto puede ocupar la misma posición de otro a lo largo de
las fronteras culturales y lingüísticas. Así pues, la equivalencia comunicativa y
textual es una medida práctica que garantiza el éxito pragmático y comunicativo y
por ello, tiene que ver con el efecto textual o el valor comunicativo (1992: 142-8).

La traductóloga alemana Christiane Nord matiza como tantos otros


tratadistas la anfibología y la arbritrariedad con la que se ha tratado y utilizado el
concepto de equivalencia. Nord conviene en que la idea de equivalencia supone
ciertas exigencias en todos los niveles del texto:

a) En el nivel pragmático, el TB [texto base, su término para TP] y el TM deben


tener la misma relación funcional y también dirigirse al mismo receptor [en
nuestras palabras: lector].
b) La exigencia de que el TM «refleje», «copie», «imite» el TB o «represente la
belleza» del mismo se refiere a los factores intratextuales de contenido y
forma característicos de ambos textos.
c) El TM debe reproducir la interdependencia entre los factores intratextuales
(de contenido y formales) y extratextuales (casi siempre con referencia al
receptor) del TB con el fin de que se dé una relación de equivalencia y con
ello una igualdad de valores y efectos comunicativos.
(Nord 2012: 34)

Cabe, con todo, tener en cuenta que el escopo o finalidad determinará en mayor o
menor medida la equivalencia textual y/o comunicativa. Como ya hemos
mencionado más arriba, las traducciones de estas novelas tienen la misma función
que el TP tanto en el nivel general como también en los fragmentos textuales y
dialógicos. Reiss y Vermeer manifiestan que la equivalencia que se da entre textos
no tiene por qué suponer una equivalencia entre elementos individuales
[entiéndanse intervenciones, actos, etc.] y viceversa (1991: 131). Así pues, en
palabras de estos dos traductólogos la equivalencia queda definida «como la
relación que existe entre elementos lingüísticos de una pareja de textos y como
relación entre textos completos», a pesar de que esta noción también «abarca [el
plano] cultural» (1991: 131).

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 207


Con el objetivo de concluir y dejar clara una vez más nuestra postura en
cuanto a la consecución de equivalencia comunicativa, diremos que esta se cumple
cuando el TP y el TM coinciden en cuanto a la transmisión de los actos ilocutivos y
perlocutivos y causan el mismo efecto tanto en el LEP como en el LEM.

6.3. La consecución de la equivalencia comunicativa entre los TP y los TM

A continuación, comentaremos algunas muestras de las novelas con el fin de


observar cómo han procedido los traductores y poder concluir si ha habido o no
equivalencia y/o adecuación, sobre todo por lo concerniente al vertimiento de los
marcadores pragmáticos. Coincidimos con González Condom cuando resalta que
el valor de los marcadores pragmáticos es importante, puesto que sin ellos, el
contenido proposicional de un texto no se vería afectado, aunque sí que habría una
pérdida importante de fuerza ilocutiva (2012: 219) y perlocutiva.

En el siguiente ejemplo, Ramon Monton ha querido reproducir literalmente


el mensaje del TP generando un enunciado que no se adecúa a la situación
comunicativa que se describe. El señor Mörschel importuna a su futuro yerno
Johannes Pinneberg durante la cena. El joven se siente atacado y quiere hacer valer
su voz, por lo que inicia un nuevo turno de palabra con la fórmula Na, erlauben Sie
mal (1), que el traductor catalán reproduce como Perdoni un moment (2). En nuestra
opinión, el mensaje catalán no es apropiado para la situación descrita, puesto que
no reproduce la molestia ni tampoco la disconformidad que siente Johannes por los
comentarios del padre de Corderita. Cabría pues sustituir dicha fórmula por escolti o
miri, que funcionan como marcadores fáticos a la vez que desempeñan un acto
ilocutivo de protesta con el que se pretende acallar al interlocutor (acto
perlocutivo). Por el contrario, la traducción propuesta encajaría en una situación en
la que un peatón viese obstaculizado su paso en la vía pública por la presencia de
otro, debido por ejemplo a la estrechez de la misma. Así pues, Perdoni un moment no
es pragmáticamente equivalente ni tampoco adecuado.

1) »Na, erlauben Sie mal«, sagt Pinneberg wütend. »Wir sind kein gelber Verband! Wir
werden nicht von den Arbeitgebern finanziert. Wir zahlen unsern Bundesbeitrag
selber.«

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»Für die Bonzen! Für die gelben Bonzen! Na, Emma, da hast du dir ja den Richtigen
ausgesucht. Einen DAG-Mann! Einen richtigen Dackel!«
(N1, DE, cap. 2, pág. 23)

2) –Perdoni un moment –diu Pinneberg, furiós–. No som un sindicat groc! No ens
finança pas la patronal. Nosaltres mateixos paguem les nostres quotes.
–Per als jerarques! Per als jerarques de la camarilla groga. Molt bé, Emma, et felicito,
has anat a buscar l’home més adequat. Un home de la SEA! Un gosset de la patronal!
(N1, DE, cap. 2, pág. 24)

En contraposición a este ejemplo, se dan situaciones en las que a pesar de no


reproducirse el mismo marcador en el TM, semánticamente hablando, sí que se
consigue el mismo efecto en el LEM, pues el traductor recurre a un equivalente
funcional para este fin. El alemán Wissen Sie (3) introduce el turno de palabra de
Johannes Pinneberg e intenta, en un primer instante, no ir directamente al quid de
la cuestión. Es decir, retrasa el momento en el que el joven le comunica al actor
Schlüter cuál ha sido su escena preferida. La traductora al español (4) opta por pues,
que sirve para introducir respuestas, y combinado con bueno trasluce también ese
matiz de no querer contestar de forma inmediata a lo requerido y retardar el
mensaje principal de la intervención. El traductor catalán (5) sigue la línea del
alemán, porque escoge, como en el TP, un marcador fático miri, aunque no se da
una correspondencia semántica como ocurriría con sap.

3) »Die Handlung kenne ich schon«, sagt der Schauspieler.


»Also hat es Ihnen gefallen? Schön. Und was von mir hat Ihnen am besten gefallen?
»Wissen Sie, so viel … Aber vielleicht war doch am schönsten, wissen Sie, wie Sie da
an den Tisch zurückkommen, Sie sind auf der Toilette gewesen …«
(N1, DE, cap. 45, pág. 345)

4) –Ya conozco la trama –dice el actor–. ¿Así que le gustó?


Estupendo. Y ¿qué es lo que más le gustó de mí?
–Pues, bueno, tantas cosas... Pero quizá lo mejor fue, ya sabe, cuando usted regresa a
la mesa. Usted ha ido al servicio...
(N1, ES, cap. 45, pág. 346)

5) Sí, ara en recordo l’argument –diu l’actor–. O sigui que li va agradar? Molt bé. I què és
el que més li va agradar?

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–Miri, moltes coses... Però potser la millor escena és aquella en què torna del lavabo a
la taula...
(N1, CAT, cap. 45, pág. 349-50)

En (6) puede observarse como el asistente Schröder expresa sus dudas acerca de la
culpabilidad de Enno Kluge en cuanto a la autoría de las postales. Escherich
empieza su turno de palabra con el marcador aber, que señala hacia una opinión
contrapuesta y por ende expresa desacuerdo con lo que el interlocutor ha dicho.
Además, esta unidad manifiesta igualmente que se pretende desautorizar a Schröder
y desvalorizar su opinión. Es decir, el comisario Escherich persigue que Schröder
se acomode a lo expuesto en el informe y que no dé más vueltas al caso de las
postales, puesto que lo importante es culpar a alguien sin importar de quien se trate.
En este caso, tanto la traducción al español (7) como al catalán (8) –pero y però–
ejecutan el mismo papel que el TP, es decir, son equivalentes en relación al TP y
adecuados en cuanto a la situación de la CUM.

6) »Herr Kommissar«, sagte der Assistent Schröder, »ich kann’s noch immer nicht ganz
glauben, dass der Kluge die Karte hingelegt hat. Ich hab’s doch gesehen, wie ich sie
ihm in die Hand gab, der hat noch nie was von der Karte gewusst! Das hat sich alles
bloß dieses hysterische Frauenzimmer, die Sprechstundenhilfe, ausgedacht.«
»Aber es steht doch im Protokoll, dass er sie hingelegt hat«, wandte der Kommissar
ein, doch ohne besonderen Nachdruck. »Im Übrigen möchte ich Ihnen raten, in Ihrem
Bericht nichts von hysterischem Frauenzimmer zu schreiben. […]«
(N3, DE, cap. 25, pág. 263)

7) –Señor comisario –repuso el ayudante Schröder–, todavía no acierto a creer del todo
que Kluge haya dejado la postal. ¡Cuando se la puse en la mano me di cuenta de que
no sabía nada de ella! Todo eso se lo ha inventado esa histérica, la auxiliar de la
consulta.
–Pero la declaración afirma que él la depositó –adujo el comisario como de pasada–.
Dicho sea de paso, le aconsejaría que no mencionase nada sobre una histérica en su
informe.
(N3, ES, cap. 25, pág. 205)

8) –Senyor comissari –va dir el comissari adjunt Schröder–, encara no em puc creure que
hagi estat aquest Kluge qui ha deixat la postal a l’entrada de la consulta del metge. He
vist de seguida, quan li he donat la postal, que no en sabia res de res! Tot plegat s’ho ha
inventat aquella histèrica de l’auxiliar de la consulta.

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–Però el protocol diu clarament que ha estat ell qui l’ha deixada en aquell lloc –va
objectar el comissari, sense insistir-hi gaire–. D’altra banda, li aconsello que no posi res
al seu informe sobre una dona histèrica.
(N3, CAT, cap. 25, pág. 254-5)

La ausencia de este marcador aparte de traducirse en una reacción poco natural en


el habla espontánea, no mostraría probablemente el presente enunciado como una
opinión contraria ni tampoco como coacción ejercida por parte del hablante, sobre
todo teniendo en cuenta la falta de entonación en el medio gráfico.

En (9), en la intervención de Enno Kluge, el enunciado Junge, Junge!, que es


un marcador que manifiesta el asombro del hablante debido a una situación
(Duden, 1b), no se transmite de manera correcta en español (10). La traductora
confunde el marcador pragmático con un vocativo y de esta manera se pierde la
fuerza ilocutiva y el efecto de sorpresa que entraña la unidad alemana en el TP. Con
ello, el efecto expresivo del TM en el LEM español se ve mermado
considerablemente a pesar de la presencia de signos exclamativos. Huelga decir que
cabría reemplazar este equívoco por una solución que transmitiera la sorpresa del
hablante y la intención de este de conseguir la atención de Barkhausen. Una unidad
como ¡ostras! solventaría el problema y ejecutaría el mismo papel que el marcador
del TP. El traductor catalán (11) sí que consigue mostrar el mismo efecto de
sobresalto con manoi.

9) Dann hat ihn auch der Schnaps nicht mehr interessiert, und er ist den Barkhausen
suchen gegangen. Der hat noch immer in der großen Stube gestöbert, hat die Schränke
und die Koffer aufgemacht, und was drin verpackt war, auf die Erde geschmissen,
immer auf der Suche nach etwas noch Besserem.
»Junge, Junge, die haben wohl ihren ganzen Wäscheladen mitgenommen!«, hat Enno
ganz überwältigt gesagt.
»Red nicht, hilf lieber!« ist des Barkhausen Antwort gewesen. »Bestimmt ist hier noch
Schmuck versteckt und Geld – das sind doch reiche Leute gewesen, die Rosenthals,
Millionäre sind die gewesen –, und du hast von faulen Fischen geredet, Ochse, der du
bist!«
(N3, DE, cap. 7, pág. 72)

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10) Después también deja de interesarle el aguardiente, y se marcha a buscar a
Barkhausen. Éste sigue revolviendo el cuarto grande y, tras abrir los armarios y las
maletas, arroja al suelo su contenido en busca siempre de algo mejor.
–¡CHICO, CHICO, esos debieron de llevarse consigo toda su tienda de lencería! –
exclama Enno abrumado.
–¡Deja de hablar y echa una mano! –replica Barkhausen–. Seguro que aquí hay todavía
joyas escondidas y dinero... estos, los Rosenthal, antes eran gente rica, millonarios... ¡y
tú, cenutrio, hablas de asuntos turbios!
(N3, ES, cap. 7, pág. 54-5)

11)Després va perdre també l’interès per l’aiguardent i es va posar a buscar Barkhausen,


que continuava remenant a l’habitació gran, havia obert els armaris i les maletes i havia
tirat per terra tot el que contenien, a la recerca d’algun objecte més valuós que tot el
que havia trobat.
–Manoi, sembla que s’hagin emportat tota la botiga! –exclama Enno, aclaparat.
–No xerris tant i dóna’m un cop de mà! –li contesta Barkhausen–. Segur que han
amagat joies i diners en algun lloc, al capdavall eren gent rica, els Rosenthal,
milionaris... i tu parlaves de gent sospitosa, mira que ets beneit!
(N3, CAT, cap. 7, pág. 70-1)

Por último, vamos a analizar un intercambio entre Pinneberg y Corderita en el que


la equivalencia se da solo a medias. En este caso, hemos incorporado como objeto
de estudio un fraseologismo y sus respectivas traducciones, así como algunos
marcadores y partículas modales. En (12) la unidad fraseológica erschossen sein [lit.
estar/ser fusilado] puede significar estar muy cansado o bien encontrarse en una
situación de difícil solución (Wendungen, Redensarten, Sprichwörter, 3). En
español, un lector quedaría extrañado si viera esta expresión traducida literalmente
y atribuiría la presencia de esta a un equívoco por parte del traductor. En esta
última lengua, un fraseologismo que se acerca a la unidad alemana es estar perdido, tal
y como propone Rosa Pilar Blanco (13) y que según el María Moliner se emplea
cuando un sujeto se encuentra ante «un peligro o apuro gravísimos de los cuales no
hay esperanzas de librarse o de salir» (1998: 637). Prescindiríamos, sin embargo, de
la última proposición de la definición: «Se usa mucho hiperbólica o jocosamente».
Johannes Pinneberg pronuncia estas palabras tras haberse cruzado con la familia
Kleinholz, cuyo cabeza de familia le había encomendado hacerse cargo del reparto
de pienso ese domingo. El joven cree que ese encuentro desafortunado conllevará

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su despido al día siguiente, por lo que no hay señales de exageración ni tampoco de
jocosidad. Ramon Monton, por su parte, recurre a la fórmula estar llest (14) (DIEC2,
2.4.), que significa «estar irremissiblement perdut».114 Las equivalencias presentadas
preservan el sentido del TP, pues los traductores «han dado prioridad a la
dimensión pragmática de los signos lingüísticos [ante aquella semántica]» (Reiss y
Vermeer 1991: 125). El efecto conseguido en el LEM es en este caso idéntico a
aquel del LEP, puesto que en ambas intervenciones se presenta a un Pinneberg
desesperado y acongojado por un despido casi seguro.

Esta impresión en el LEM se ve afectada en el caso del empleo del verbo


rausschmeißen en (12), de uso coloquial (DWDS, 2) y connotado negativamente [es.
echar a la calle/poner de patitas en la calle]. La forma estándar en alemán es entlassen [es.
despedir], que es el registro que recuperan Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton en
sus respectivos textos. Es decir, ambos obvian el registro coloquial presentado en el
TP y deciden elevarlo, con lo que se pierde totalmente el efecto negativo que la
intervención de Pinneberg provoca en el LEP. A nuestro parecer, cabe mantener el
registro del autor con el fin de transmitir la angustia del protagonista. Así pues,
opciones como poner de patitas en la calle (DRAE, 1) o bien donar la bola (DIEC2,
1.3.2.) serían idóneas para situar la intervención en el nivel coloquial y conseguir la
misma finalidad que en el TP. Después de una intervención reactiva de Corderita
en la que pregunta a Johannes a quién se está refiriendo, el joven le dice que
evidentemente a su jefe Kleinholz. Al instante, cae en la cuenta de que su mujer no lo
conoce y le explica que la gente con la que acaban de encontrarse es la familia
Kleinholz. El marcador na introduce la intervención reactiva de Pinneberg a la
pregunta de Corderita. Este muestra el rema o información nueva –Kleinholz– como
algo evidente, pues en un principio el joven esposo da por descontado que su mujer
sabe con quién se acaban de cruzar. La partícula modal doch ayuda además a
enfatizar esa evidencia. La traductora Rosa Pilar Blanco emplea, en lugar de un
marcador, una pregunta que empieza repitiendo el pronombre interrogativo quién
de la intervención anterior. ¿Quién va a ser? [...], por supuesto (13) y Doncs [...], qui ha de
ser (14) cubren la misma función pragmática de na [...] doch en el TP.
Posteriormente, Pinneberg pronuncia un Ach Gott! (12), Dios mío (13) y És clar (14),
que indica que acaba de percatarse del desconocimiento de Corderita en cuanto a

114 «estar irremediablemente perdido». [Traducción propia]

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los Kleinholz. Por último, Corderita vuelve a repetir Ach Gott! (12), que se traduce
por Ay, Dios mío (13) y Mare de Déu (14), con el cometido de mostrar su desazón por
lo acontecido. El catalán a diferencia del español sigue un estilo más libre y a pesar
de conseguir una equivalencia pragmática no presenta la semántica, puesto que no
se recurre a Déu meu!, sino a Mare de Déu!

12)Der Junge aber stand da, leichenblaß, die Hände in den Taschen, und murmelte: »Wir
sind erschossen, Lämmchen. Morgen schmeißt er mich raus.«
»Wer denn? Wer?«
»Na, Kleinholz doch! Ach Gott, du weißt es ja noch gar nicht. Das waren
Kleinholzens!«
»Ach Gott!« sagte Lämmchen auch und tat einen ganz tiefen Atemzug. »Das nenne
ich nun freilich Malesche.«
(N1, DE, cap. 12, pág. 96)

13)El chico, pálido como un cadáver, las manos en los bolsillos, murmura:
–Estamos perdidos, Corderita. Mañana me despedirá.
–¿Quién?
–¿Quién va a ser? ¡Kleinholz, por supuesto! Dios mío, tú no lo sabes. Esos eran los
Kleinholz.
–Ay, Dios mío –musita ella con un profundo suspiro–. Eso es lo que yo llamo una
contrariedad.
(N1, ES, cap. 12, pág. 98)

14)El nen es va quedar allà palplantat, pàl·lid com un mort, amb les mans a les butxaques,
murmurant:
–Estem llestos, Xaieta. Demà mateix em farà fora.
–Però qui? Qui?
–Doncs Kleinholz, qui ha de ser! És clar, tu no ho saps. Aquests eren els Kleinholz.
–Mare de Déu! –diu la Xaieta, i respira profundament–. Això sí que es tenir mala
sort!
(N1, CAT, cap. 12, pág. 99)

Una vez vistos algunos de los ejemplos en los que se aprecia la equivalencia
comunicativa, ofrecemos un esquema en el que se observa dicha equivalencia tanto
a nivel global como a nivel microtextual, es decir en el nivel del diálogo o
intercambio mínimo. Es en este donde las unidades como los marcadores deben [o
deberían] satisfacer las mismas funciones en el TM que en el TP, una vez

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identificada la fuerza ilocutiva que estos entrañan en el TP. La equivalencia a nivel
microtextual es esencial para que se dé la equivalencia a nivel global, ya que de ello
dependerá la consecución del mismo efecto en el LEM que en el LEP. En el lado
contrario, se puede visualizar la inequivalencia, fruto de la omisión por no haber
detectado el marcador correctamente o bien por haberlo obviado (v. FIGURA 12).

FIGURA 12: La consecución de la equivalencia comunicativa a nivel global y microtextual

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7. Resultados del análisis de los marcadores pragmáticos en el
diálogo ficticio: un enfoque comunicativo-funcional,
contrastivo y traductológico

7.1. Metodología seguida en el análisis de los marcadores

En este epígrafe presentamos los resultados del análisis exhaustivo y


pormenorizado de seis unidades que actúan como marcadores pragmáticos: ach was,
na, nanu, siehst du, verstehst du y was? El estudio individualizado de las unidades en
cuestión puede encontrarse en el epígrafe 10 en forma de tablas. Estas unidades
presentan ciertas variantes, que se han tenido en cuenta igualmente en este estudio:
ach wat, na also, na denn, na ja, na klar, na schön, na siehste, na und?, sehen Sie, da siehst du
es, siehste, so, siehste, vastanden[?], vastehste[?], verstanden?!, wat[?]. Como bien puede
observarse, algunas de ellas presentan variación diatópica. El autor pretende evocar
el habla berlinesa incluso marcando estas unidades, que aparecen comúnmente en
la lengua hablada con el fin de conferir a los diálogos de sus personajes una mayor
autenticidad.

Los diálogos proceden de treinta y cinco capítulos de las tres novelas


analizadas y presentan en su mayoría una relación de igualdad entre los personajes,
debido principalmente a su pertenencia a la clase obrera. Sin embargo, contamos
asimismo con la presencia de algunos intercambios comunicativos caracterizados
por la presencia de una jerarquía vertical del tipo jefe/asalariado (TP. 004, 012,
025, 029, 030, 031, 032, 033, 074, 075, 076, 084, 120, 126, 158), cargo laboral
superior/cargo laboral inferior (TP. 013), comisario u oficial superior/agente de
policía (TP. 011, 108, 109, 110, 111, 112, 155, 169), agente, fuerza del
orden/ciudadano de a pie (TP. 100, 103, 104, 113, 141, 142) o
funcionario/ciudadano (TP. 035). Algunos de los contextos pueden repetirse
debido a que en ellos aparece más de uno de los marcadores estudiados; sin
embargo tenemos cuenta de cada unidad por separado en las fichas incluidas. Los
diálogos entre padres e hijos o bien antiguos jefes y trabajadores quedan agrupados
en la primera de las categorías mencionadas, es decir la no jerárquica. Así pues, de
los 169 contextos recopilados, 139 no presentan ningún tipo de jerarquía, mientras

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 217


que 30 sí lo hacen. El primer grupo constituye un 82,25% de los casos y el segundo
un 17,75%, respectivamente.

En cada caso se presenta una tabla en la que se incluye el fragmento


analizado y discutido. Con el fin de compensar la falta de un contexto real, se
incluye una descripción de la situación inmediata en la que se enclava la
conversación ficticia (v. epígrafe 10). Esta nos ayuda a interpretar mejor la función
del marcador estudiado y también a comentar los equivalentes propuestos así como
a hacer aportaciones propias en caso de omisiones –41 casos en total–. La mayor
prevalencia de estas se encuentra en la traducción de na con 16 omisiones en
español y 18 en catalán, seguidas de ach was –ES: 1, CAT: 2–, siehst du –ES: 1, CAT:
2–, was? –ES: 0, CAT: 1– y de nanu y verstehst du con 0.

La descripción de las funciones se ha llevado a cabo con la ayuda de las


obras que se señalan en el recuadro de la introducción. Sin embargo, al tratarse de
microfunciones supeditadas a las dos categorías propuestas por Brinton (1996):
textual e interpersonal, se dan casos en los que es complicado relacionar todos los
usos encontrados con los ya inventariados en las diferentes fuentes de consulta. Se
presenta asimismo como oportuna la opción de proponer marcadores o bien otras
unidades equivalentes en el TM, que pueden operar a nivel funcional y satisfacer el
papel que los elementos del TP desempeñan. No pretendemos en ningún momento
criticar la labor realizada por los traductores, sino simplemente cubrir los vacíos
producidos fruto de las omisiones, cualquiera sea su origen, que despojan a las
intervenciones de la fuerza ilocutiva presentada en el TP. El objetivo que este
análisis pretende satisfacer es el de iniciar una recopilación de microfunciones en
base a textos hablados ficticios, que faciliten la tarea del traductor literario a la hora
de enfrentarse a textos repletos de marcadores. La omisión de tales unidades puede
llevar a un fracaso comunicativo, por lo que debe tenerse en cuenta su presencia y
en la mayoría de los casos recuperarse en el TM.

A continuación presentamos pues, los resultados obtenidos del estudio de


los marcadores en forma de tabla y gráfico, que se presentan por orden alfabético
en el epígrafe 7. Estos están numerados por lo que le será fácil al lector de esta
tesis, en caso de necesidad, remitirse al comentario individualizado así como al
respectivo resumen, situados en los puntos 9 y 10. Los recuadros presentan la

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función del marcador alemán así como los equivalentes propuestos en español y
catalán. Las omisiones se han marcado con el símbolo de conjunto vacío Ø y las
aportaciones propias en VERSALITAS. Las gráficos esquematizan las funciones
principales de los recuadros y nos dan, por ende, una visión global de las
microfunciones encontradas en los diálogos ficticios. El marcador alemán en
cuestión y su posición más habitual en los intercambios e intervenciones aparecen
en un círculo anaranjado, mientras que las funciones aludidas se presentan en
recuadros azules, así como los equivalentes españoles se indican en verde y los
catalanes en rojo. En VERSALITAS vuelven a aparecer algunas de las propuestas
propias, que hemos considerado interesante incluir.

7.2. Resultados de los marcadores

7.2.1. Ach was y sus variantes

El marcador ach was aparece en doce contextos a lo largo de los capítulos


analizados, aunque las funciones desempeñadas pueden esquematizarse en seis tal y
como se muestra en el esquema (v. FIGURA 13). Dicho marcador pragmático
ocupa generalmente la primera posición en las intervenciones reactivas de los
personajes, que responden a intervenciones previas del interlocutor o bien a
estímulos producidos por las circunstancias extralingüísticas más inmediatas. En
cuanto a las funciones interpersonales, puede decirse que esta unidad se enclava en
contextos en los que los personajes muestran una actitud negativa, es decir
distanciamiento de lo afirmado por su interlocutor; asombro con matiz de
irritación; enfado, impotencia y menosprecio; negación o voluntad nula de ceder
ante algo; queja e irritación o bien interrupción y retracción. Los equivalentes
funcionales propuestos en español y catalán son unidades que corresponden al
registro de habla coloquial y cuyo campo de actuación habitual es la conversación
espontánea. Ambos traductores han recurrido a ellas para cubrir la fuerza ilocutiva
que se desprende de los enunciados de los TP que contienen el marcador ach was.
Se distingue igualmente la variedad y por ende riqueza de posibles equivalentes, que
satisfacen las necesidades comunicativas en los respectivos TM. Además, la marca
diatópica ach wat! –que en los contextos recopilados aparece en dos ocasiones (005
y 006)– encuentra en el TM español un correspondiente marcado gracias a la elisión

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inicial del grafema -v (evoca el fenómeno de la aféresis). Con este procedimiento la
traductora pretende diferenciar el habla de Rieke Busch de la de Karl Siebrecht, tal
y como se percibe en el TP gracias a la selección de marcas diatópicas. Las
pronunciación relajada y descuidada en este caso revela la escasa formación escolar
del personaje de Rieke Busch.

TABLA DE RESULTADOS
N° TEXTO AL Función ESP CAT
001 Ach was! interrupción / retracción ¡Bah! En fi, és igual!
002 Ach was! actitud escéptica y de oposición ¡Qué va! Au va!
003 Ach was! distanciamiento de opinión (en cat. Déjate de Vinga, home
transmisión de un matiz de ánimo) bobadas
004 Ach was! distanciamiento de opinión ¡Pamplinas! Bestieses!
Ach was [...]! [...] bobadas! Au, va home, va
005 Ach wat! disconformidad, incredulidad ¡Bah! Ø
QUÈ DIUS [ARA]!;
VINGA HOME!

006 Ach wat! disconformidad, despreocupación, ¡Amos, anda! Sigui com sigui, ja
infundir ánimos està fet!
007 Ach was distanciamiento de opinión ¡Qué va! ¿I què?
008 Ach was queja, irritación Ø Vinga
¡QUÉ DIABLOS!
¡VENGA YA!
009 Ach was! sorpresa (matiz de irritación) ¡Pero qué dices! Caram!
010 Ach was! impotencia, enfado, menosprecio ¡Bah! ¡Se acabó! En fi!
011 Ach was sorpresa, incredulidad, ¿Que no [...]? Què diu ara?
contrariedad, indignación ¡Pamplinas!
012 Ach was! negación ¡Ni hablar! Vinga

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ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 13: Síntesis de los valores de ach was y sus variantes en los diálogos ficticios y
equivalencias

7.2.2. Na y sus variantes na also, na denn, na ja, na klar, na schön, na


siehste, na, und?

El marcador na ha sido objeto de estudio en varias obras de suma


importancia en el ámbito de los estudios alemanes. La GDS (1997: 396-402), la
TGDS (2007: 836-7) y el WDP (2009: 575-88) dedican un espacio al estudio de esta
unidad, que suele clasificarse como interjección o bien partícula dialógica (v. caso
de naja en la TGDS). Las dos primeras gramáticas contemplan na como un
elemento habitual de la conversación real, que muestra la voluntad del emisor de
abrir un turno de palabra y de continuar con su intervención, a la vez que revelan

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actitudes de discrepancia, resignación, vacilación, escepticismo, etc. (GDS 1997:
396-402; TGDS 2007: 836-7). Si bien es cierto que dichas funciones son las más
recurrentes, la aparición del WDP supone indiscutiblemente un salto cuantitativo y
cualitativo en la investigación de este elemento. La clasificación que proponen
Métrich y Faucher (2009) para na es ordenada y muestra una sistematicidad notable.
Estos autores proponen que dicha unidad puede ser un equivalente oracional, una
interjección o bien una partícula estructuradora. Dentro de estos tres grandes
grupos encuentran lugar un sinfín de microfunciones, cuyo ámbito de actuación se
actualiza únicamente mediante el contexto inmediato en el que aparece. En los 100
contextos recogidos para na y sus variantes puede observarse que existe una alta
tendencia a la omisión en las traducciones: 16 casos en español y 18 en catalán. Las
opciones propuestas por los traductores satisfacen por lo general las necesidades y
exigencias comunicativas de cada uno de los contextos y estas se circunscriben
igualmente al ámbito de la conversación coloquial y espontánea. En el caso de la
traducción de na y sus variantes no se distingue ninguna marca, ya que la unidad
tampoco está marcada en el TP. Con todo, creemos que se podría haber aplicado,
de vez en cuando, el procedimiento de la marcación en aquellas unidades procedentes
de personajes cuya habla sí que difiere del estándar en el TP. Se dan dos casos en
los que se presenta la combinación de na, siehste –en boca del personaje de Rieke
Busch– (se incluye este en la tabla de resultados: 057 y 064 y en el esquema de los
resultados principales del marcador siehst du). El pronombre enclítico -te, que remite
a la forma estándar du, evoca la lengua hablada típica de Berlín y la traductora Rosa
Pilar Blanco opta por una marca en su texto –¡Mía tú qué bien!–, que evoca el
fenómeno de la síncopa –eliminación de sonidos en lo hablado– mediante la
supresión de algunos grafemas.

Esta unidad ocupa casi exclusivamente la primera posición tanto en


intervenciones iniciativas como en aquellas reactivas. Sin embargo, en ciertos
contextos esta se halla en medio de una intervención, con lo que también se
observa la ayuda que na brinda a la progresión discursiva. De los 100 contextos,
hemos resumido en 12 las funciones atribuibles a na (v. FIGURA 14), en 11
aquellas relacionadas con na ja (v. FIGURA 15), en 3 los valores de na also (v.
FIGURA 16) y en 2 y 1 aquellas funciones para na denn (v. FIGURA 17) y na schön
(v. FIGURA 18), respectivamente. Por otro lado, se da como hemos comentado la

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combinación na siehste (2 casos, v. gráfico de siehst du, pág. 252), na klar (v. ejemplo
20) y también na, und? (v. ejemplo 059), que introduce una opinión contraria a lo
dicho por el interlocutor. Este último caso no aparece en forma de gráfico por su
baja frecuencia. Por otro lado, cabe destacar la fosilización en cuanto a la
traducción de algunos contextos tal y como comentaremos en las conclusiones.

TABLA DE RESULTADOS

N° TEXTO AL Función ESP CAT


013 Na, [...] Retarda la respuesta, introduce una Bueno, [...] Ø
orden. EH...; MMM...; BÉ...

014 Na ja Atenúa el enunciado que introduce, Ø En fi


muestra duda e incertidumbre. HOMBRE,

015 Na also Expresa que cede ante una petición y Bueno Molt bé
hace alusión al conocimiento
compartido.
016 Na, hör mal, Introduce un sentimiento de sorpresa Venga ya, [...] De debò? [...]
[...] en el sentido de incredulidad y de
desacuerdo.
017 Na, [...] Se apela al interlocutor, se introduce Oiga Ø Perdoni un
un enunciado que muestra enfado. moment

Se apela al interlocutor, se introduce


un enunciado que muestra disgusto,
Na, [...] desilusión, reproche. Incluye un matiz Vaya, [...] Molt bé, [...]
de jocosidad.
018 Na ja, [...] Introduce una reafirmación, aclara sus [...], sí Sí home, sí, [...]
palabras. Incluye un matiz de ironía.
019 Na ja, [...] Introduce la expresión de una [...], vamos Caram, i tot [...]
desilusión, se hace una matización. (A diferencia del (La unidad i tot
TP y el TM enfatiza el
catalán la unidad segmento
matizada va discursivo que
antepuesta al sigue).
marcador
conversacional)
020 Na klar Introduce una réplica donde se Claro, hombre És clar, és clar,
muestra desacuerdo. Incluye un tono [...]
irónico.
021 Na... Introduce una discrepancia, que deja No sé... Bé...
entrever duda.
022 Na, [...] Introduce una opinión distinta a la del Bueno, [...] Em sembla que
interlocutor. [...]
023 Na ja, [...] Introduce un matiz de duda y el En fin, [...] Bé, [...]
marcador que abre un turno de palabra
guía hacia una conclusión.
024 Na also Introduce un sentimiento de Ajajá I jo una
complacencia para con el interlocutor. beneitona

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 223


025 Na Introduce un enunciado donde se Bueno Molt bé
busca que el receptor se ajuste a la
voluntad del hablante.
026 Na, [...] Introduce una petición y dan Bueno, [...] Doncs vinga va,
continuidad al discurso. [...]
027 Na also Expresa acuse de recibo. Ah Molt bé
028 Na, [...] Introduce una consecuencia de lo Total, [...] I llavors [...]
explicado y agrega un resumen que
apunta a un final.
029 Na, [...] Abre el canal comunicativo y Vaya, vaya, [...] Què, [...]?
manifiesta un matiz de amenaza (tono
intimidatorio).
030 Na ja Introduce un matiz de duda o bien la Bien Sí, sí, és clar
voluntad de ocultar los méritos del
interlocutor.
031 Na schön, Manifiesta la conformidad o De acuerdo, [...] Molt bé, [...]
[...] aprobación del hablante.
032 Na, [...] Introduce un enunciado que manifiesta Qué [...] Caram, [...]
sorpresa.
033 Na, [...] Introduce una petición y a veces En fin, [...] Molt bé, [...]
también acuerdo con lo dicho.
034 Na, [...] Se da continuidad al discurso y se Bueno, [...] OMISIÓN
introduce un mensaje con rotundidad.
035 Na ja, [...] Contiene un matiz tranquilizador. Bueno, [...] Ø
VINGA, HOME!

036 Na, [...] Introduce una conclusión y da Bueno, [...] , però [...]
continuidad al discurso.
037 Na ja, [...] Introduce una discrepancia. Bueno, [...] En fi, [...]
038 Na, [...] Introduce un turno que manifiesta las ¿Qué tal [...]? Què [...]?
enormes ganas de hablar del emisor.
039 Na ja Introduce un acuerdo, pero con cierto Sí, claro Sí, és clar
matiz de duda y preocupación.
040 Na ja, [...] Introduce un giro temático. Bueno, [...] En fi, [...]
041 Na also! Manifiesta la resolución de una duda. ¡Acabáramos! Molt bé!
042 Na, [...] Introduce una respuesta. Claro, claro És clar, [...]

Na, [...] Introduce un giro temático. Bueno, [...] En fi, [...]


043 na Introduce un giro temático. Ø , però, en fi
PERO, BIEN;
AUNQUE, BUENO

044 Na, [...] Introduce una discrepancia. Bueno, [...] En fi, [...]
045 Na ja, [...] Introduce una resignación. Ø Doncs em sembla
LA VERDAD ES que [...]
QUE [...]

046 Na, na Introduce una discrepancia. Pues no sé En fi


047 Na ja Manifiesta el sosiego del interlocutor. En fin D’acord
048 Na schön Manifiesta conformidad. De acuerdo D’acord
049 Na, [...] Introduce una enmienda. Bueno, [...] Ø

224 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


QUÈ DIU ARA!;
PERÒ QUÈ DIU!

050 na ja, [...] Introduce un distanciamiento del en fin, [...] En fi, [...]
emisor hacia lo dicho por el
interlocutor y se concluye una
intervención.
051 Na, [...] Agrega nueva información, da Bueno, [...] En fi, [...]
continuidad al discurso y cierra la
intervención.
052 Na, [...] Elemento para apelar la atención de ¡Eh!, [...] Ø
alguien. EI!; EP!

Na, [...] Introduce una petición. Ø Ø


VAMOS; VENGA AU; AU VA; VINGA

053 Na, [...] Introduce la petición de una ¿Y [...]? ¿Es pot saber
explicación. [...]?

Na, [...] Se apela a la atención del interlocutor y A ver, [...] Digues, [...]
se formula una pregunta.
054 Na ja, [...] Manifiesta resignación. En fin, [...] En fi, [...]
055 Na ja, [...] Introduce una conclusión, que muestra En fin, [...] En fi, [...]
un matiz de resignación.
056 Na, [...] Ayuda a mantener el turno e introduce Ø Ø
una deducción hecha por el hablante. BUENO, BÉ,

057 Na, siehste! Expresa la satisfacción de opiniones ¡Mía tú que bien! Ves per on!
coincidentes y da paso a otras
secuencias enunciativas.

Ayuda a la continuidad discursiva. Bueno, [...]


Na, [...] i [...]
058 Na, [...] Introduce una explicación y hace Ø Llavors [...]
progresar el discurso. BUENO; MIRA

Na, [...] Hace una apreciación. Es que [...] Ø


ÉS QUE

059 Na Introduce una apreciación contraria a Ø En canvi


lo dicho anteriormente. EN CAMBIO,

Na, und –? Introduce una opinión contraria, un ¿Y qué? ¿I què?


desacuerdo en forma de pregunta.
060 Na, [...] Introduce un ruego ¡Anda, [...]! Vinga, [...]
061 na, [...] Introduce una apreciación, apela al , bueno, [...] OMISIÓN
conocimiento compartido.
062 Na, [...] Introduce una disidencia con respecto Ø Doncs [...]
a lo dicho anteriormente. OIGA, ESCOLTI, DONCS

Na, [...] Acusa recibo e introduce una Sí, [...] Sí, [...]
puntualización contraria.
063 Na, [...] Introduce una réplica con la que el Oiga, [...] Ø
emisor se defiende por lo afirmado. ESCOLTI; MIRI;
PERDONI,

064 Na, siehste Manifiesta complicidad Ya lo ves Mira que bé!

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 225


065 Na, [...] Cesa en la insistencia y pone de relieve Bueno, [...] Ø
cierta información. BÉ, NO EN
PARLEM MÉS

066 Na, [...]! Introduce un parecer común, muestra ¡Vale [...]! D’acord [...]!
el acuerdo de los interlocutores.
067 Na, [...] Introduce una reacción. Ø Ø
¡MENOS MAL! QUE BÉ!
Na, [...] Introduce una orden. Anda, [...] I ara val més [...]
068 Na, [...] Introduce una reacción. Pues [...] Ø
DONCS

069 Na ja, [...] Introduce una reacción de asombro ante ¿Es que [...]? Sí, ¿és que [...]?
el desconocimiento del interlocutor.
070 Na, [...] Introduce una respuesta a la propia Pues [...] Doncs [...]
pregunta.
071 Na, [...] Introduce una petición. Vamos Au va, [...]
072 Na, [...] Introduce una especificación. Ø Però [...]
PERO

Na, [...] Manifiesta que se comparte la misma Ø Ø


opinión. BUENO, BÉ,

073 Na, [...] Introduce la renuncia a seguir dando Bah, [...] Ø


explicaciones. Incluye un matiz de TANT SE VAL,
resignación.
074 Na, [...] Seguido de nombre propio muestra un Bueno, [...] En fi, [...]
tono de familiaridad.
075 Na ja, [...] Introduce un giro temático en la Pues [...] En fi, [...]
conversación.
076 Na, [...] Introduce una explicación. Bueno, [...] Mira, [...]
077 Na denn! Introduce una actitud de gratificación ¡Ya está! Molt bé, [...]
a modo de despedida.
Na denn! ¡Hasta otra! Molt bé!

Na denn! Bueno, hombre, Molt bé!


pues
078 Na, [...] Introduce una explicación y da Ø Ø
continuidad discursiva. MIRA; PUES, MIRA; MIRA,
DONCS,

079 Na, [...] Introduce una reacción favorable a las Bueno, hombre, D’acord, [...]
palabras y la actitud del interlocutor. [...]
080 Na schön, Introduce una actitud Vale, [...] En fi, [...]
[...] condescendiente.
081 Na also! El hablante muestra al interlocutor que ¡Pues a callar! Doncs no cal que
está en lo cierto y no admite discusión. en parlem més!
082 Na, [...] Introduce una exhortación. Bueno, [...] Doncs [...]
083 Na, [...]? Seguido de un sobrenombre muestra ¿Qué tal, [...]? ¿I doncs, [...]?
un tono de familiaridad.
084 Na schön, Muestra complacencia. Estupendo Molt bé
[...]

Na schön Muestra condescendencia. De acuerdo D’acord, [...]

226 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


085 Na schön Muestra complacencia. Bien, [...] Molt bé, [...]

Na schön Muestra condescendencia. De acuerdo D’acord


086 Na und –? Muestra que no se comparte la opinión Bueno, ¿y qué? ¿I què?
negativa del interlocutor.
087 Na, [...] Introduce un enunciado en el que se ¡Entonces [...]! Doncs [...]
pide algo.
088 Na, [...] Introduce un enunciado donde se pide ¿Es que [...]? I doncs, [...]
algo.
089 Na! Introduce un enunciado donde se instiga ¡Vamos! Vejam
a pensar al interlocutor a pensar.
090 Na ja Introduce una afirmación parcial. Bueno, sí La veritat [...]
091 Na, [...] Introduce un deseo. Bueno, [...] Doncs [...]
092 Na, [...]! Introduce una orden. ¡Vamos [...]! i ara [...]
093 Na denn, [...] Muestra el carácter condescendiente Pues nada, [...] En fi, [...]
hacia el interlocutor.
094 Na, [...] Introduce el cierre de una Bueno, [...] En fi, [...]
conversación.
095 Na, [...] Introduce una despedida con tono de Vaya, [...] Bé, [...]
disgusto.
096 Na, [...] Introducen la reformulación de Que [...] Doncs que [...]?
preguntas anteriores y una pregunta al
Na, [...] interlocutor. ¿Qué [...]? I què vols que en
faci?
097 Na, [...] Introduce una conclusión. Ø Ø
BUENO, BÉ, LLAVORS
ENTONCES

098 Na, [...] Introduce la respuesta a una pregunta. ¡Pues [...]! Doncs [...]

Na, [...] Ø Doncs [...]


PUES

099 Na, [...] Introduce una orden con la que se Bueno, [...] Vinga, [...]
cierra la intervención.
100 Na schön! Manifiesta acuerdo. Está bien D’acord!
101 Na schön Manifiesta acuerdo. Vale, vale Ah, caram
(contiene también
un matiz de
sorpresa)
102 Na, [...] Introduce el fin de un fragmento Bueno En fi
conversacional.
103 Na, [...] Ejerce la función de dar continuidad. Ø En fi, [...]
ENTONCES; ASÍ
Na, [...] Manifiesta la complacencia del PUES, Ø
interlocutor. Ø I BÉ?

104 Na ja, […] Introduce una explicación. En fin La veritat és que

Na, […] Permite la continuidad discursiva. Pero, en fin I tu

Na schön! Expresa conformidad. ¡De acuerdo! D’acord

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 227


105 na Introduce un sentimiento de Bueno, [...] , però no [...]
indiferencia.
106 Na ja, [...] Introduce una conclusión. Bueno, [...] En tot cas, [...]
107 Na schön Muestra una actitud de De acuerdo En fi, [...]
condescendencia y rendición.
108 Na, [...] Introduce una aclaración, un intento ¿Es que [...]? Ø
de averiguar algo. OMISIÓN

109 Na, [...] Bien, [...] Vinga, [...]


Introduce una orden.
Na Vamos, [...] Vinga, [...]
110 Na, na! Introduce un enunciado que manifiesta ¡Bueno, bueno! Ja ho veurem, ja
incredulidad y exiguo reconocimiento. ho veurem
111 Na ja, […] Introduce un enunciado donde se ¡Bien, bien [...]! Molt bé, […]
expresa condescendencia y
complacencia.
112 Na ja, […] Introduce una explicación a modo de En fin, […] En fi, […]
conclusión.
113 Na, […] Introduce un asenso y una respuesta Bueno, […] D’acord, […]
evasiva.

228 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 14: Síntesis de los valores de na en los diálogos ficticios y equivalencias

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 229


FIGURA 15: Síntesis de los valores de na ja en los diálogos ficticios y equivalencias

230 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


FIGURA 16: Síntesis de los valores de na also en los diálogos ficticios y equivalencias

FIGURA 17: Síntesis de los valores de na denn en los diálogos ficticios y equivalencias

FIGURA 18: Síntesis de los valores de na schön en los diálogos ficticios y equivalencias

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 231


7.2.3. Nanu

El caso de nanu es de los menos polifuncionales, puesto que su función es


prácticamente la de mostrar asombro e incredulidad. Sin embargo, catalogamos
hasta cuatro valores principales en los que encuentran cobijo las unidades de los
ocho contextos identificados en los capítulos. Entre estos incluimos obviamente
ejemplos, que presentan ciertos matices como el que entraña el enunciado que
encabeza un parecer distinto al del interlocutor (v. 118) y aquel que introduce una
intervención en la que se adivina un tono jocoso e irónico (v. 119). Entre los
equivalentes funcionales encontramos ciertas expresiones como ¡quia! cuyo uso
parece algo anticuado en comparación con las otras soluciones encontradas como
¡hombre! o ¡caramba! o bien aquellas catalanas. Sin embargo, debemos recordar que
nos encontramos en la primera mitad del S.XX y por ello esta opción se adecua al
contexto. El marcador nanu aparece en intervenciones reactivas en primera
posición, ya que responde inmediatamente al estímulo de algún comentario que el
interlocutor ha hecho o bien a las circunstancias más inmediatas.

TABLA DE RESULTADOS

N° TEXTO AL Función ESP CAT


114 Nanu [...]? Muestra asombro. Caramba, ¿[...]? I doncs, com és
que [...]?
115 Nanu [...]! Muestra emoción y asombro. ¡Hombre! Caram [...]!
116 Nanu! Manifiesta asombro. ¡Caramba! Manoi!
117 Nanu! Manifiesta asombro, pero sin ¡Caramba! I doncs?
inmutación.
118 Nanu! Manifiesta asombro y deseo de ¡Quia! Per què?
parecer diferente.
119 Nanu, [...]! Manifiesta sorpresa y contiene un ¡Caramba, [...]! ¿I doncs, [...]?
tono irónico.
120 Nanu, [...]? Manifiesta asombro. Caramba, [...]? I ara, [...]?
121 Nanu! Manifiesta incredulidad. ¡Caramba! I ara!

232 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 19: Síntesis de los valores de nanu en los diálogos ficticios y equivalencias

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 233


7.2.4. Siehst du y sus variantes

El marcador siehst du se clasifica como unidad de continuidad discursiva


(TGDS 2007: 833) con el cometido de activar el interés del oyente por lo que se le
está diciendo. En los 23 casos encontrados –dos de ellos en combinación con na [a
estos ya hemos aludido en los resultados de este último marcador]– puede
observarse la presencia de muchas variantes (sehen Sie, da siehst du/siehste es, siehste,
etc.). Así pues, se observan contextos donde se marca la distancia entre los
personajes por la presencia de Sie [intercambio entre el señor Mörschel y Johannes
Pinneberg (123), Kleinholz y Lauterbach (126) Jachmann y Corderita (129); Karl
Siebrecht y el señor von Senden (140), el comisario Escherich y Enno Kluge (141),
etc.] y otros donde no se encuentran diferencias generacionales o de eslabón social
o poder. Esquematizamos las funciones principales en cinco (v. FIGURA 20),
puesto que muchas de ellas se repiten y pueden agruparse en una misma categoría
funcional. Las propuestas de traducción son variadas, aunque muchas de ellas
contienen el verbo ver conjugado en español y veure en catalán. La marcación
diatópica en el TP se traslada al TM español (138) e incluso una vez al catalán (133),
aunque de forma algo más leve. Rosa Pilar Blanco opta una vez más por la elisión
de grafemas, que evocan el habla descuidada de Rieke Busch.

TABLA DE RESULTADOS

N° TEXTO AL Función ESP CAT

122 Siehst du Se mantiene la atención del ¿Ves [...]? Veus [...]?


interlocutor y se hace ver al
interlocutor que se estaba en lo cierto.
123 Sehen Sie Se expone un argumento al Ve usted Ho veu
interlocutor.
124 Siehst du Se muestra acuerdo con las palabras Ya lo ves Ja ho veus
del interlocutor.
125 Siehst du Manifiesta la angustia del emisor. ¿Lo ves? Això
126 Sehen Sie Se intenta demostrar algo al ¿Lo ve? OMISIÓN
interlocutor.
127 [Da] siehst du Se hace ver al interlocutor que se ¿Lo ves? Oi que ho veus?
[es]! estaba en lo cierto.
128 [Da] siehst du Se hace ver al interlocutor que se ¿Lo ves? Ho veus?
[es]! estaba en lo cierto.
129 Sehen Sie Se introduce un ejemplo o Fíjese per exemple
explicación. (posición dos en
el enunciado)

234 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


130 Sehen Sie Se busca la atención del interlocutor Escuche Sap què passa?
para que se concentre en el
segmento informativo que sigue.
131 Sehen Sie Se busca la complicidad del Escuche Ho veu?
interlocutor y se introduce una
explicación.
132 Sehen Sie Se busca la complicidad del Fíjese , perquè [...]
(final) interlocutor. (inicial) (final, enunciado
inacabado)
133 Siehste! Manifiesta complicidad y se ¿Lo ves? Mite’l, el senyor
introduce reproche.
134 Siehste! Se muestra al interlocutor que se ¡Acabáramos! ¿Oi que ho veus?
está en lo cierto.
135 Siehst du [...]! Se apela a la atención del ¿Ves [...] ? ¿Ho veus [...]?
interlocutor y se hace manifiesta una
evidencia.
136 Siehste Se hace ver al interlocutor que sus ¿Lo ves? ¿Oi que ho veus?
palabras lo delatan.
137 [Da] siehste Se pone de relieve una evidencia. ¿Lo ves, [...]? ¿Ho veus, [...]?
[es], [...]!
138 So, siehste, Se entrega algo a alguien con lo que Aquí ties Vinga
[...]! se complacen sus deseos.
139 Siehst du Se pone de relieve una evidencia. Ø Ø
VES, VEUS,

140 Sehen Sie Introduce un ejemplo. ¿Ve usted [...]? Ø


VEU?

141 Sehen Sie Pone de relieve una evidencia. Lo ve Què li sembla


[...]?
142 Siehst du Pone de relieve una evidencia. Ya ves Ja veus
143 Siehst du Manifiesta una evidencia y Lo ves Ho veus [...]?
satisfacción.
144 Siehst du Manifiesta complicidad. Sabes Ho veus [...]?

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ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 20: Síntesis de los valores de siehst du y sus variantes en los diálogos ficticios y
equivalencias

7.2.5. Verstehst du y sus variantes

El marcador verstehst du, al igual que siehst du, aparece en la TGDS (2007: 833)
y aparte de ser una unidad de continuidad discursiva o conversacional lleva a cabo
una serie de funciones entre las que se encuentran la búsqueda de conformidad con
el interlocutor, la marca de contundencia de un mensaje específico, la muestra de
prevalencia de un punto de vista, la puesta de relieve de ciertas evidencias, la marca
de ciertas precisiones, etc. (v. FIGURA 21). Una vez más, esta unidad se ve
marcada diatópicamente en el TP en la forma vastehste, aunque no se traslada a
ninguno de los TM. Por otra parte, las soluciones de traducción son bastante
homogéneas (en español a partir de fórmulas creadas a partir de entender y comprender
y en catalán de entendre, en su mayoría). Su posición es intermedia y final en las
intervenciones.

236 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


TABLA DE RESULTADOS

N° TEXTO AL Función ESP CAT

145 , verstehst du, Implica al interlocutor en la , entiendes, , m’entens?


conversación, hace que este
mantenga la atención y ayuda a la
continuidad discursiva.
146 , vastehste Mantiene el hilo comunicativo, da , ¿me entiendes? , ¿saps?
continuidad discursiva y hace
prevalecer un punto de vista.
147 , vastehste? Muestra una transición e introduce , ¿entiendes? , ¿ho entens?
una precisión a la vez que hace que
el interlocutor ponga atención a lo
dicho.
148 , vastanden? Busca la conformidad con el , ¿hecho? , sents,
interlocutor.
149 , vastehste? Llama la atención del interlocutor y , ¿entiendes? , ¿ho entens?
lo hace partícipe.
, vastehste? , ¿entiendes? , ¿ho entens?
Pone de relieve una evidencia.
, vastehste? , ¿entiendes? , ¿ho entens?
150 verstanden?! Ayuda a cerrar un mandato con , ¿entendido? , ¿entesos?
rotundidad y el hablante se asegura
de que el mensaje ha llegado.
151 , verstehst du Ayuda a la progresión discursiva y , ¿comprendes? , ¿m’entens?
a agregar o introducir información
nueva, además de mostrar
complicidad con el interlocutor.
152 , verstehst du? El hablante manifiesta la , ¿entiendes? , ¿ho entens?
complicidad con el interlocutor y
se retracta de algo.
153 , verstehst du? El hablante busca la complicidad , ¿entiendes? , ¿ho entens?
del interlocutor.
154 , verstehst du? El hablante comprueba si su , ¿entiendes? , ¿ho entens?
interlocutor ha entendido el
mensaje.
155 , verstanden, Indica que la voluntad del emisor , ¿entendido, [...]? , entesos,
es irrevocable.


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ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 21: Síntesis de los valores de verstehst du y sus variantes en los diálogos ficticios y
equivalencias

7.2.6. Was? y sus variantes

El marcador was? y su variante wat? [que evoca el habla berlinesa] aparece en


nuestro corpus un total de trece veces y con su empleo, los personajes buscan la
conformidad de su interlocutor y también se reafirman en lo enunciado. Este caso
sería pues el menos polifuncional de todos. Se encuentran varios contextos con la
variante marcada diatópicamente wat (T. 161, 162, 163 y 164), cuyas traducciones al
español también se han visto marcadas con la eliminación del grafema <d> en
verdad, derivando en verdá (se evoca el fenómeno de la apócope: supresión de uno o
varios sonidos al final de una palabra). Las soluciones de traducción son bastante
heterogéneas en español, mientras que en catalán sucede todo lo contrario. En esta

238 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


última lengua se recurre constantemente a oi, menos en algunos casos contados
solucionados con d’acord? (T. 156 y T. 165) o és que? (169).

TABLA DE RESULTADOS

N° TEXTO AL Función ESP CAT


156 , was? Manifiesta la búsqueda de conformidad y , ¿vale? , d’acord?
aceptación por parte del interlocutor.
157 , was? El hablante espera una respuesta afirma- , ¿no? , oi?
tiva por parte del interlocutor.
158 , was? El hablante intensifica y ratifica lo dicho. , eh? , oi?

, was? El hablante hace hincapié en lo que dice , ¿eh? , oi?


y pide confirmación.
159 , was, [...]? Se busca la ratificación del interlocutor. ¿verdad [...]? , oi, [...]?
160 , was? Se busca la confirmación del interlocu- ¿ [...] eh? oi?
tor.
161 , wat? Se busca la confirmación del interlocu- ¿a que sí? Ø
tor. OI?; NO?; EH?

162 , wat? Se busca una respuesta afirmativa del ¿verdá? ¿oi que [...]?
, wat? interlocutor y se hace patente la compli- ¿eh? ¿oi?
cidad.
163 wat, [...]? Se busca verificar una aserción. ¿Verdá [...]? ¿Oi que [...]?
164 , wat? Se busca confirmar una aserción y las ¿eh? ¿no trobes?
, wat? unidades en cuestión ayudan a engarzar , ¿verdá? , ¿oi?
, wat? los enunciados de la intervención. , eh, , ¿oi, [...]?
165 , was? Se busca la conformidad del interlocutor. , ¿vale? , ¿d’acord?
166 , was? Se busca la aprobación del interlocutor. , ¿eh? ¿[...], oi?
, was? , ¿no crees? ¿oi?
, was? , ¿eh? , ¿oi?
167 , was? Se busca la conformidad del interlocutor. ¿ [...], no? , ¿oi?
168 , was? Se busca el asenso del interlocutor. , ¿eh?, , oi?
169 , was? Se busca la conformidad del interlocutor. , ¿verdad? És que [...]?


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ESQUEMATIZACIÓN DE LOS RESULTADOS PRINCIPALES

FIGURA 22: Síntesis de los valores de was? y sus variantes en los diálogos ficticios y equivalencias

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8. Conclusiones
El análisis de los marcadores en los fragmentos dialógicos refleja la
polifuncionalidad evidenciada en 5.2.1. El papel desempeñado por las unidades es
doble: por un lado, textual, y por otro, interpersonal y expresivo. Además,
cualquiera de estas unidades ejecuta a su vez una serie de microfunciones, que
hemos expuesto de forma amplia en nuestro estudio. Estas deben determinarse
siempre en relación con el contexto comunicativo para poder discriminar aquellos
rasgos atribuibles a cada uno de los marcadores en cuestión.

Cabe destacar que algunas obras de consulta incluyen usos contextualizados


de marcadores que si bien se corresponden normalmente con el plano de actuación
de estos, no acaban de ser lo suficientemente específicos. Prueba de ello son ciertas
microfunciones que no quedan contempladas en el espacio que dichas monografías
dedican al estudio de los marcadores. A modo de ejemplo, la GDS ofrece
únicamente tres usos de la interjección na –establecimiento de contacto,
discrepancia o mantenimiento solícito del canal de comunicación (1997: 396-402)–.
Estos están ejemplificados con muestras orales y relacionados por tanto con la
estructura conversacional de la que se ha dado cuenta en el epígrafe 4 (en nuestro
trabajo obviamente aplicada a la oralidad ficticia). Por otro lado, se incluyen las
combinaciones más recurrentes que contienen la interjección na, poniéndose de
relieve na ja debido a su presencia e importancia en la organización discursiva
(1997: 401-2). La TGDS de Harald Weinrich recoge la combinación na ja, a la que
otorga dos usos: 1) por un lado, el de indicar al interlocutor que no se tome lo
dicho demasiado en serio y de esta forma restarle importancia a un enunciado o
mensaje concreto. Este uso va acompañado normalmente de una connotación
conciliadora o de resignación, aunque también puede tener un significado de
vacilación o expectación, por ejemplo; y 2) por otro, el de mostrar un cierto
escepticismo o muestra de duda. Estas aportaciones constituyen un primer
acercamiento al estudio de esta y otras unidades clasificadas como interjecciones
y/o partículas. En 2009 la aparición del Wörterbuch deutscher Partikeln –WDP– (2009)
de Métrich y Faucher supone un avance tanto cuantitativo como cualitativo en el
estudio de lo que los autores llaman partículas. En esta obra se trata un amplio
repertorio de partículas alemanas y sus equivalentes franceses –se incluyen

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conjunciones, interjecciones, adverbios, conectores, etc.–. No entraremos en la
discusión del término que ambos autores utilizan y que parece funcionar como
término paraguas para un buen número de unidades procedentes de diferentes
categorías gramaticales (v. epígrafe 5). Lo realmente interesante de la entrada de na
es la recopilación de varias microfunciones dentro de las tres funciones principales
atribuidas a la unidad, según si se considera esta como equivalente oracional,
interjección o bien partícula estructural. En el marco de nuestra investigación
partimos de que na es una interjección, tal y como queda patente en el Duden y el
DWDS, que funciona como marcador pragmático cuando aparece en los
intercambios e intervenciones analizados. Decimos que es un marcador, porque
aparece en compañía de otras unidades y es partícipe de la fuerza ilocutiva que
entraña un enunciado en concreto –es decir, no actúa de forma aislada–. El hecho
de que el número de microfunciones sea tan elevado ha permitido discernir algunos
usos que no conocíamos o que quizá no nos resultaban tan familiares en
comparación con los más comunes.

Sin embargo, siempre quedan contextos en los cuales se presenta dicho


marcador –na–, cuyo uso no se encuentra descrito en ninguna de las obras
consultadas. Esto resulta más que comprensible si tenemos en cuenta que ningún
estudio, por muy extenso que sea, podrá incluir todos y cada uno de los usos
existentes para un elemento lingüístico y, por lo tanto, la especificidad de este no
será nunca del 100%. Aparte del carácter introductor o de iniciador de una
intervención, dicha unidad puede cubrir un amplio inventario de funciones, ya que
se halla en enunciados cuya fuerza ilocutiva es diversa: con este marcador [y sus
variantes: na ja, na schön, na denn, na also] se puede retardar una respuesta, atenuar
una afirmación, introducir una discrepancia, expresar acuse de recibo, manifestar
conformidad o aprobación, introducir un giro temático, marcar una actitud de
resignación o una especificación, etc.

Tal y como hemos contemplado en el estudio de este marcador, se da una


especie de fosilización en la traducción catalana de na y alguna de sus variantes o
combinaciones como na ja. Ramon Monton tiende a reemplazar este marcador por
en fi de forma un tanto repetitiva, concretamente, en 19 casos de los contextos
registrados para na. En nuestra opinión, en algunas intervenciones podría haberse

242 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


optado por otras expresiones sinónimas. El uso de en fi aparece en contextos donde
se introducen discrepancias, giros temáticos, distanciamientos de lo dicho por el
interlocutor, resignación, condescendencia o cierre de intervención. Dicho
elemento encuentra fácil emplazamiento en enunciados donde se verbalizan estos
actos ilocutivos o acciones y por ello su iteración en la versión catalana.

Los otros marcadores no se encuentran con la frecuencia de na, aunque


también son bastantes los contextos recopilados en los que aparecen. La unidad ach
was se muestra como un elemento que revela escepticismo, oposición, incredulidad,
distanciamiento de opinión, queja, irritación, sorpresa, etc. Los traductores utilizan
marcadores muy variados para recoger los actos ilocutivos mencionados e incluso
la variante marcada diatópicamente –ach wat– se muestra la traducción española a
través de una aféresis ¡amos, anda! (v. Trad. ES 006). En el caso de ach was
encontramos un amplio repertorio de funciones en la GDS (1997: 402-3), que
coinciden con las encontradas en los fragmentos dialógicos analizados para este
marcador. La TGDS (2007: 838), en cambio, solo menciona que esta unidad, aparte
de sorpresa, contiene matices de atenuación y menosprecio. En nuestra opinión,
esta última obra contempla pocos contextos de uso y por ello extrae apenas un par
de funciones, que contrastan con todas las incluidas en la GDS y en nuestro
corpus. En ambas obras se apunta hacia el valor textual de ach was y su empleo en el
diálogo. Este marcador ocupa siempre la primera posición en las intervenciones
reactivas de los doce contextos estudiados en las obras. El emplazamiento
enunciativo de ach was difiere del de na, por ejemplo. Mientras que ach was se
encuentra únicamente en posición inicial de intervenciones reactivas, na puede
encontrarse tanto en estas como en las intervenciones iniciativas de los personajes.

El caso de nanu –marcador que ocupa igualmente una posición inicial– es


hasta ahora uno de los menos polifuncionales, pues su marco de actuación se sitúa
en enunciados en los que se expresa el asombro, emoción o incredulidad del
hablante. Esta reacción proviene tanto de intervenciones anteriores como de
situaciones extralingüísticas que despiertan sentimientos de sorpresa, puesto que el
emisor no esperaba o contaba con algo. El inventario de traducciones es más que
variado y algunas opciones coinciden con lo que ofrece el DAC (2006: 440) y el
Slabý Grossmann (2012: 802). A pesar de que este elemento no está marcado

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diatópicamente en el TP, se podría haber optado por una marcación en los TM. A
modo de ejemplo, podría indicarse un ligero alargamiento vocálico en ciertas voces
como una buena técnica para mostrar el asombro. En la Trad. ES 115, podría
haberse advertido este sentimiento de la siguiente manera: hombreee, evitando así los
tan habituales signos de exclamación.

La TGDS recoge unidades como weißt du, siehst du y verstehst du bajo las
Sprechersignale [señales del hablante] y más concretamente las Fortsetzungssignale [señales de
continuación] (2007: 832-3). La función principal que se les otorga es la de despertar
el interés del interlocutor y mantenerlo durante la conversación. En este mismo
punto se mencionan las formas coloquiales weißte, siehste y verstehste. Algunas de estas
y otras similares aparecen en los intercambios de nuestro corpus. En definitiva,
estos marcadores tienen un papel textual importante, pues guardan relación con la
distribución y continuidad discursiva.

El caso de siehst du [y sus variantes: sehen Sie, [na] siehste [!], [da] siehst du [es]] es
realmente interesante debido a las posiciones y funciones que puede llegar a asumir.
En la mayoría de las intervenciones, esta unidad ocupa una posición inicial en la
intervención reactiva y tiene el cometido de activar el interés del interlocutor en el
contenido conversacional transmitido. Además, se hace patente que el hablante
quiere hacer ver al oyente que estaba en lo cierto o bien que un suceso o acción
eran evidentes (v. TP. DE 127). En ocasiones incluso se descubre un cierto matiz
de reproche e irritación, como en el contexto apenas mencionado. Por otro lado,
este marcador aparece igualmente en la mitad de una intervención y ayuda a dar
continuidad al discurso en la medida en que se introduce una explicación (v. TP.
DE 143). Por último, este marcador muestra la complicidad que se da entre los
interlocutores (v. TP. 144). La traductora Rosa Pilar Blanco vuelve a reflejar el uso
que Fallada hace de las marcas diatópicas en el TP. Esta reproduce en dos
ocasiones la voz siehste por dos formas que recuerdan a un habla descuidada y
prototípica de las clases más desfavorecidas –¡mía tú qué bien! (v. Trad. ES 057) y
aquí ties (v. Trad ES 138)–. Ramon Monton, por su parte, opta por el utilizar una
única vez la forma mi-te’l (v. Trad CAT 133), clasificada esta última como coloquial
y marcadamente informal en el CCMM. El resto de traducciones parece mantenerse
dentro de la neutralidad, a pesar de estar también marcadas algunas formas del TP.

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El marcador verstehst du [y sus variantes: vastehste [?], vastanden?, verstanden [?!]]
cumple diferentes funciones, como son: la de implicar al interlocutor en la
conversación y con ello hacer que mantenga la atención en el discurso, la de buscar
la conformidad, la de manifestar complicidad, la de poner de relieve ciertas
evidencias, la de ayudar a la progresión discursiva, la de comprobar si el
interlocutor ha entendido el mensaje, la de retractarse de algo, etc. Por lo que
concierne a la marcación diatópica, ninguno de los dos traductores ha optado por
trasladarla a su TM. Por otro lado, tal y como se ha comentado (v. comentario 145 y
146), nos parece que en el discurso oral y espontáneo sabes es mucho más natural y
habitual que entiendes. Quizá, tal y como se ha hecho con el marcador siehst du, cabría
haber elidido algún sonido intervocálico como por ejemplo la -b en sabes, siempre y
cuando se hubiera optado por esta forma en vez de por entiendes, o bien cambiar la
forma saps por sats, como es típico en la lengua hablada coloquial.

Por último el marcador was? [y su variante: wat] parece tener una única
función a nivel interpersonal, y es la de buscar en el interlocutor el asenso o la
confirmación de lo afirmado. Su posición es final en el enunciado y con ello cierra
las intervenciones en las que se halla. La función la recoge el diccionario Hermann
Paul (2002: 1148). Las traducciones al español y catalán no siguen a veces el orden
enunciativo del TP y por ello pueden encontrarse modificaciones en cuanto al orden
del marcador en la intervención, que responden al uso natural de la LM (v. Trad.
CAT 163, Trad. CAT 169). Rosa Pilar Blanco recoge las marcas diatópicas del TP
empleando ciertos procedimientos como la apócope ¿verdá[...]? (v. Trad. ES 164).

En general, los traductores han encontrado equivalentes funcionales variados


para los marcadores alemanes. Afirmamos pues, que las traducciones al español y al
catalán son adecuadas al los CM y satisfacen las mismas funciones en los TM que
los elementos alemanes en el TP. En ocasiones, se han omitido los marcadores
injustificadamente, aunque estos casos son raros. En ausencia de los marcadores,
hemos ofrecido una propuesta con el fin de cubrir el vacío producido.

Nuestro objetivo principal se ha visto cumplido: hemos conseguido descifrar las


funciones específicas de los marcadores en cada uno de los contextos estudiados y ver
cómo estas se han mantenido en los TM, gracias a la labor llevada a cabo y a buen
término por los traductores. Ambos han buscado un amplio repertorio de posibles

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equivalentes y los han utilizado a tenor de las variantes contextuales y comunicativas
concretas de cada intercambio. Con ello, se ha conseguido reflejar y evocar el habla
espontánea y fresca en cada momento, que nos hace pensar en la conversación real
que mantendrían las personas de carne y hueso. Los diccionarios, manuales, artículos y
las gramáticas nos han ayudado a la hora de determinar ciertas funciones, así como en
la busca de equivalentes y en la comprobación de hasta qué punto una unidad de la
LM que aparece en el TM puede cumplir lo marcado en el TP.

En nuestra opinión, la ayuda ofrecida por las obras consultadas es correcta,


aunque todavía no deja de haber un vacío importante, que los diccionarios no
pueden suplir. Como se ha podido observar, ofrecen equivalentes no siempre
contextualizados y, por ello, no resultan de gran ayuda al traductor. Echamos en
falta para las combinaciones alemán-español y alemán-catalán una obra con un
amplio inventario de ejemplos tanto de la conversación real como ficticia en los que
aparezcan los marcadores pragmáticos más habituales. El WDP es una obra de
referencia, que podría extenderse a la contemplación de otras combinaciones
lingüísticas como las nuestras. Nuestro trabajo podría constituir un primer
acercamiento que debería, evidentemente, completarse con otros contextos de uso
y más unidades que funcionasen como marcadores. Con todo, el objetivo de
nuestra investigación se reduce al estudio de unidades lingüísticas que actúan en el
marco de la oralidad ficticia en tres novelas de Hans Fallada. Además, nuestro
cometido no ha sido nunca el de cubrir todas las funciones habidas y por haber de
una unidad en concreto, sino ajustarnos a los elementos encontrados en los
capítulos y ordenarlos con el fin de obtener una clasificación sistemática y nítida.
Esto nos ha permitido ver el comportamiento de los marcadores en el medio
gráfico y la manera en que estos ayudan a ofrecer una imagen lo más cercana
posible a la comunicación real.

Uno de nuestros miedos iniciales era encontrarnos con traducciones que


mostraran vacíos importantes en cuanto a la traducción de los marcadores
pragmáticos. Este proviene seguramente de la experiencia con los diálogos que
contienen un alto índice de partículas modales en los TP alemanes. La traducción de
estas partículas se omite en muchas ocasiones, con lo que se pierden matices
importantes. Las partículas modales son muy características de la lengua alemana y

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no tanto de las románicas como el catalán o el español. Así pues, el traductor debería
servirse de otras unidades lingüísticas para mostrar la modalidad en estos casos. Nos
referimos, por ejemplo, al uso de determinados tiempos o perífrasis verbales o al
empleo de ciertos recursos sintácticos (Brumme 2008: 40). No obstante, la
traducción de los marcadores trabajados se ha llevado a cabo casi siempre,
habiéndose obviado tan solo en algunos contextos sin compensación alguna. Así
pues, nuestro análisis y clasificación posterior han sido fructíferos y nos han
permitido ofrecer un buen número de muestras que sin duda podrán ser útiles tanto
a estudiantes como a traductores que trabajen con estas combinaciones lingüísticas.

La poca atención que ha recibido la lengua hablada se hace patente en la


traducción de los diálogos novelescos, puesto que algunos profesionales pasan por
alto determinadas marcas orales que estos contienen, como los marcadores o las
partículas modales. Esto se debe, en parte, al desconocimiento de la importancia
que estos tienen en el marco de la conversación a la hora de vertir ciertos matices
sobre lo dicho. Esta monografía ha pretendido, además, arrojar algo más de luz
sobre algunos de los temas que mayor controversia presentan en el campo de la
lingüística. La presencia de rasgos diatópicos y marcas de la lengua coloquial posee
una gran importancia en la obra de Hans Fallada. En las vertientes traductoras y los
múltiples estudios que existen acerca de obras con personajes cuya habla difiere de
lo considerado estándar, se suele encontrar la voz dialecto o bien se incluye la
fórmula la traducción del dialecto. En este aspecto, mostramos algo más de cautela y
opinamos que el escritor en ningún momento pretende hacer una transferencia
sistemática del berlinés en el medio gráfico. Los rasgos atribuibles a este metrolecto
(Löffler [1985] 2005: 137) son en parte asistemáticos, es decir que no siguen un
patrón y encuentran, por ello, diferentes formas de escritura. La intención de
Fallada, como ya hemos mencionado en 3.1.1, es la de marcar una diferencia entre
los personajes que emplean marcas diatópicas y aquellos que no lo hacen. La
presencia de marcas diatópicas del berlinés puede indicar tanto algo positivo como
algo negativo, a tenor de quién sea el personaje que lo utilice. En el caso de los
padres de familia, como el del señor Persicke o Barkhausen, se pretende ofrecer
una visión negativa de ambos con el uso de estas marcas, es decir, se intenta buscar
el rechazo del lector –v. lo apuntado por Jenny Williams 2012: 81 y recogido en
3.1.1–. En el lado opuesto, se encuentran las intervenciones de Kuno-Dieter y

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Rieke Busch, víctimas del destino y de las circunstancias que les ha tocado vivir. En
estos casos se busca la empatía del lector. En otros, hay personajes secundarios
cuya habla está caracterizada por rasgos diatópicos, que reflejan la realidad obrera
del momento. Con el fin de identificar los rasgos más habituales en la novela de
Fallada, hemos analizado de forma pormenorizada algunos de estos (v. 3.1.2). El
trabajo de Helmut Schönfeld (2001) ha sido crucial, pues ofrece clasificaciones
interesantes a estos efectos. Sin embargo, la mayor dificultad, tal y como hemos
apuntado antes, es la de erradicar las voces dialecto y traducción o traducir el dialecto de
las contribuciones que estudian el habla de los personajes de las novelas, sobre
todo desde el punto de vista de la traducción. En este punto existe disparidad de
opiniones, tantas como traductólogos y traductores y, por ello, hemos dado parte
de la situación en 3.1.3. Tal y como mencionamos en su momento, estamos de
acuerdo en trasladar de alguna manera el deje mostrado en el TP, pero no a costa
de emplear un dialecto determinado de la LM en el TM. Esto podría generar
dificultades en el LM, pues podrían no entenderse ciertos dialectos. Abogamos más
bien por el empleo de marcas coloquiales o informales, siempre y cuando proceda,
y también algún que otro rasgo que, aún siendo diatópico, encuentre comprensión
y aceptación en un amplio círculo de lectores. Rosa Pilar Blanco realiza una labor
interesante, puesto que marca el habla de Rieke y Kuno-Dieter mediante
procedimientos tales como la aféresis o la apócope y la de Persicke y Barkhausen
con expresiones y léxico harto informales y vulgares.

Otro punto que hemos intentado clarificar ha sido el concepto de lengua


coloquial que a menudo se ha confundido o estudiado únicamente en relación a un
tipo de discurso: la conversación espontánea. Cabe decir pues, que este registro de
habla no es exclusivo de la interacción cotidiana, aunque exista un estrecho vínculo
entre ambos. La extracción de los diferentes fenómenos coloquiales en los diferentes
niveles de la lengua nos ha ayudado a caracterizar este registro en los diálogos y a
hacer un análisis contrastivo entre las tres lenguas, que sin duda puede ser una vez
más una herramienta útil para todos los que trabajen en el ámbito de la traducción.

El trabajo con los diálogos novelescos nos ha obligado a indagar más a


fondo en lo que se conoce como edificio o estructura conversacional. Para conocer
de cerca los entresijos de la forma que adopta una interacción, debemos saber la

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composición de esta. Han sido varias las escuelas que han dado parte de estos
elementos. Por un lado, el artículo de Sacks, Schegloff y Jefferson en 1974
constituye uno de los prismas principales de la teoría conversacional, pues estudian
en base a conversaciones telefónicas la apertura, el desarrollo y el cierre
conversacionales. Estos tratadistas ponen especial atención en los cambios de turno
de palabra. Nosotros hemos hecho lo propio centrándonos sobre todo en los
marcadores pragmáticos, es decir en la manera en que estos participan en la toma
de contacto y en su respectivo desarrollo y cierre. Por otro, los teóricos de la
escuela de Ginebra proponen los esquemas arborescentes, que permiten
desmenuzar la interacción en varios componentes: secuencias, intercambios,
intervenciones, actos e incluso subactos. Esto puede ayudar a encontrar funciones a
ciertos elementos como los marcadores, que a primera vista no resultan tan
evidentes, y con ello atribuirles el papel que asumen en la interacción de forma
correcta.

La parte dedicada a la presentación de los marcadores ha supuesto la


elección de un buen número de obras y la discriminación de muchas otras. Los
marcadores suponen todavía un punto negro en los estudios lingüísticos y de
traducción debido a la falta de consenso en torno a muchos de los aspectos que los
conciernen. En primer lugar, no existe una clasificación cerrada de dichas unidades.
Sí que hay tratadistas que han propuesto una u otra ordenación de elementos,
aunque en los últimos años, tal y como han mostrado ciertos proyectos como el
DPDE, el número de unidades consideradas como marcadores no deja de
aumentar en masa. En segundo lugar, no existe un consenso en si se debe hablar de
gramaticalización o bien de pragmatización por lo que al proceso de cambio y
fosilización de estas unidades se refiere. Además, hay diferencias importantes en
cuanto a las propiedades de estos elementos. Por nuestra parte, hemos intentado
concebir una clasificación lo más clara posible, en base a algunos ejemplos de
fragmentos dialógicos, y en la que exponemos directamente la función
desempeñada en estos y los equivalentes en las traducciones. Se trata de una
ordenación abierta aunque, por otra parte, bastante completa en cuanto a funciones
pragmáticas se refiere.

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El tema de la equivalencia es igualmente enrevesado y por ello le hemos
dedicado un espacio en nuestra tesis. Partiendo de las dos posturas clásicas: la
equivalencia en el plano de la lengua y la equivalencia en el plano del habla, hemos
defendido aquella que apuesta por la transmisión del sentido. Lo más importante a
la hora de traducir es trasladar la esencia del TP y no las palabras. En último lugar, a
través de algunos ejemplos se ha intentado mostrar la consecución de la equivalencia
comunicativa entre los TP y los TM de las novelas. En términos generales, puede
decirse que se da la equivalencia entre los intercambios analizados.

Para finalizar, volvemos a indicar que hemos estudiado la equivalencia de los


marcadores en un número reducido de unidades, que son muy frecuentes en el
discurso hablado espontáneo. No obstante, sería deseable continuar esta
investigación con contextos extraidos de obras de otros escritores y sus respectivas
traducciones. Con ello, podría ampliarse la investigación de estos marcadores, y de
algunos otros, que revelan los entresijos y casuística principales de estas unidades y
su funcionamiento en la conversación –en este caso ficticia–. La equivalencia
comunicativa es posible, tal y como se ha observado en el trabajo de ambos
traductores. Con el fin de conocer más de cerca si esto es también así en otros
casos, cabría observar la labor que han llevado a cabo otros traductores. En el caso
de Fallada, esto no es factible, puesto que únicamente existe una única traducción
de las obras analizadas. Como desiderátum para un futuro próximo, albergamos la
esperanza de poder realizar un diccionario como el WDP para las combinaciones
alemán-español-catalán en base a un extenso repertorio de contextos identificados
en diálogos novelescos, que evocan la lengua hablada y cuya temática así como
espacio temporal, deberían establecerse a priori, como se ha procedido en el
presente estudio.

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9. Resúmenes de los capítulos analizados para formar el corpus
de los marcadores pragmáticos

N1 Kleiner Mann –was nun?

Capítulo DE: Pinneberg erfährt etwas Neues über Lämmchen und faßt einen großen Entschluß [cap. 1, págs. 7-15. Vorspiel,
die Sorglosen]
Traducción ES: Pinneberg se entera de algo nuevo sobre Corderita y toma una decisión transcendental [cap. 1, págs. 7-15. Prelu-
dio, los despreocupados]
Traducción CAT: Pinneberg s’assabenta d’una cosa que desconeixia sobre la Xaieta i pren una gran decisió [cap. 1, págs. 7-16.
Preludi, els inconscients]

Resumen
El apuesto Johannes Pinneberg espera a su novia Emma Mörschel –cuyo apodo es Corderita– delante del edificio
de la Rothenbaumstrasse n.° 24. La joven pareja tiene cita en la consulta del Dr. Sesam, un ginecólogo. El mucha-
cho duda en si debería encenderse o no un cigarro, ya que a pesar de que Corderita llega veinte minutos tarde, sabe
que está a punto de aparecer. Al encenderlo, la chica dobla la esquina y lo sorprende. Esta pregunta a Johannes si
está enfadado por el retraso y él responde que no, aunque seguramente tendrán que esperar un buen rato hasta ser
atendidos. Corderita intenta restarle importancia al asunto y recuerda a su atildado Johannes que han pedido la hora.

Suben las escaleras y la enfermera que está en el umbral de la puerta requiere los volantes con tono de pocos ami-
gos. Pinneberg responde que son pacientes privados, lo que hace cambiar la actitud de la practicante de manera
radical. Esta los hace pasar a un salón ante la mirada inquisitiva de la muchedumbre de pacientes que llena la sala de
espera. Las quejas llegan a los oídos de la joven pareja y de la enfermera, algo que los llega a incomodar. Entonces,
la enfermera tilda de ordinarios a los pacientes del seguro, que se quejan a voces al ver pasar a los “supuestos” pa-
cientes privados. Una vez sentados, Corderita parece agitada por las palabras negativas que ha pronunciado la ayu-
dante del médico, ya que considera que es una actitud despreciativa hacia la gente corriente que contribuye pagando
sus impuestos. Además, ellos tampoco tienen seguro privado, tal y como ha afirmado Pinneberg.

La enfermera les pide los datos personales mientras llega el Dr. Sesam. Una vez facilitada la información requerida y
antes de que el médico llegue, Corderita siente la necesidad imperiosa de acudir al cuarto de baño. Johannes malhu-
morado le dice que siempre le ocurre lo mismo y que debería haber ido antes. Se abre la puerta de la consulta y,
todavía discutiendo, el Dr. Sesam les pide que hagan el favor de pasar. El facultativo habla con Johannes y le comu-
nica que ha leído su escrito en el que solicita conocer una protección completamente segura. Seguidamente, le pide a
Corderita que se desvista para examinarla. Hace pasar a la chica a una habitación contigua donde la visita, mientras
Johannes aguarda nervioso al otro lado desde donde escucha un tono de voz procedente de Corderita que le resulta
totalmente desconocido.

El médico da la buena nueva a la pareja, con lo que coge a Pinneberg desprevenido y lo deja atónito. El futuro pa-
dre no da crédito a que Corderita esté embarazada. El Dr. Sesam pide a la pareja que acuda una vez haya nacido el
bebé para informarles sobre los métodos anticonceptivos. Una vez paga los quince euros en concepto de visita,
Pinneberg parece mustio y Corderita intenta animarlo. El joven sigue en sus trece y se muestra todavía incrédulo
ante la noticia.

Una vez más deben separarse. Corderita tiene que ir a cenar con su familia. Johannes se enoja ante la idea de volver
a separarse de nuevo en la Lütjenstrasse, calle donde vive Corderita con su familia. Contrariado y confuso, Johannes
Pinneberg corre detrás de Corderita escalera arriba y le pide matrimonio.

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Capítulo DE: Mutter Mörschel – Herr Mörschel – Karl Mörschel: Pinneberg gerät in die Mörschelei [cap. 2, págs. 16-25.
Vorspiel, die Sorglosen]
Traducción ES: La señora Mörschel, el señor Mörschel y Karl Mörschel. Pinneberg cae en manos de la «mörsche-
lería» [cap. 2, págs. 16-25. Preludio, los despreocupados]
Traducción CAT: La mare Mörschel. El senyor Mörschel. Karl Mörschel. Pinneberg va a parar al cau dels Mörschel [cap. 2,
págs. 16-26. Preludi, els inconscients]

Resumen
Corderita se ha quedado sobrecogida por las palabras de Johannes. Ella le dice que no tiene por qué hacerlo, pero
seguidamente se rectifica en lo dicho y afirma que es obviamente preferible que el bebé tenga un padre. Esto parece
coger una vez más desprevenido a Johannes, que por un instante se había olvidado del embarazo de su novia y
simplemente pensaba en su propio interés –el de no esperar siempre un par de horas en la calle siempre un par de
horas hasta que Emma acabase de cenar–.

Johannes Pinneberg insiste en subir a casa de los Mörschel, pero Corderita le dice que quizá sería mejor preparar a
sus padres antes de pasar a las presentaciones. El joven comenta que en ciertas ocasiones es mejor hacer las cosas
cuanto antes, sin esperar. Por otro lado, quiere saber si sus futuros suegros se alegrarán de conocerle. Ella, pensati-
va, contesta que por lo que respecta a su madre, sí, pero que su padre es un hombre algo difícil y que en muchas
ocasiones le gusta bromear de manera sardónica.

Una vez en el piso, Emma entra en la cocina donde se halla su madre preparando la cena y esta, sin girarse, ordena a
su hija que baje al sótano a por leña. La muchacha le presenta de inmediato a Johannes, que está junto a ella, y le
transmite la intención que tienen de casarse. La señora Mörschel manda a su hija de nuevo que haga el favor de
bajar y esta obedece. El rostro enfurecido de la mujer hace presagiar que el joven Pinneberg va a recibir una buena
reprimenda y, en efecto, le reprocha de manera un tanto agresiva, haber deshonrado a su hija de tal manera. La
mujer alude obviamente a la preñez de Emma y empieza a insultarlo. Posteriormente, le pregunta por su situación
laboral y se queda tranquila al oír que su salario es tan solo de ciento ochenta marcos brutos. La señora Mörschel es
de la firme convicción de que su hija debe continuar siendo sencilla, ya que son de clase obrera.

Una vez Corderita sube del sótano con la leña, la madre los envía a la habitación, ya que quiere hablar con el padre
antes de que conozca a Johannes Pinneberg. Sentados a la mesa, el señor Mörschel examina a Pinneberg de arriba a
abajo y empieza a aturdir al joven con preguntas sobre su trabajo y se ensaña con él por su condición de empleado
en unas oficinas. Lo tacha de no luchar por sus derechos y de hacer horas extras sin remunerar, »Sie machen auch
manchmal Überstunden, nicht wahr?« »Ja«, sagt Pinneberg. »Aber ohne Bezahlung?« »Leider. Der Chef sagt...« Herrn Mörschel
interessiert nicht, was der Chef sagt. »Sehen Sie, darum wäre mir ein Arbeiter für meine Tochter lieber; wenn mein Karl Überstunden
macht, kriegt er sie bezahlt.« (pág. 22). Además, el viejo Mörschel echa en cara a Johannes Pinneberg que los empleados
normalmente se creen mejores que los obreros y que son unos esquiroles. La madre de Emma interviene e intenta
calmar los ánimos. Poco después llega Karl, el otro hijo de los Mörschel, y la discusión se acalora todavía más cuan-
do los dos hombres de la familia se exaltan y quedan así patentes sus ideales políticos durante sus insultos, »Ein
richtiger Bourgeois ist mir noch immer lieber als ihr Sozialfaschisten.« »Sozialfaschisten« antwortet der Alte böse. »Wer wohl Faschist
ist, du Sowjetjünger!« (pág. 25). Los miembros del KPD tildaban de fascistas a los socialistas, algo que se ve reflejado
en los diálogos de este capítulo [aprovechamos este momento para corregir una imprecisión en la traducción al
español donde Rosa Pilar Blanco traduce Sozialfaschisten por nacionalsocialistas, algo totalmente incorrecto, ya que se
confunden los miembros del SPD con los del NSDAP].

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Capítulo DE: Geschwätz in der Nacht von Liebe und Geld [cap. 3, págs. 25-32. Vorspiel, die Sorglosen]
Traducción ES: Charla nocturna sobre el amor y el dinero [cap. 3, págs. 26-33. Preludio, los despreocupados]
Traducción CAT: Xerrada nocturna sobre amor i diners [cap. 3, págs. 26-34. Preludi, els inconscients]

Resumen
La agitada cena ha acabado y la pareja de novios está sentada en la oscura cocina. El matrimonio Mörschel está
durmiendo en habitaciones separadas y el hermano de Corderita no se encuentra en la vivienda, ya que ha acudido a
una reunión del Partido Comunista. Johannes Pinneberg le hace saber a su novia que le gustaría vivir bien y la joven
se da por aludida al instante, puesto que los Mörschel no llevan una existencia demasiado cómoda .

Corderita comenta igualmente que en su casa no abundan las buenas formas y que, a pesar de trabajar tanto fuera
como en casa, su hermano Karl y su padre nunca tienen una buena palabra para ella, incluso la menosprecian siem-
pre que pueden, y la llaman “tonta”. Ella confiesa que los comentarios proferidos por algunos miembros de su
familia, como su hermano, le hacen sentirse poco inteligente o guapa. Johannes le dice que no le dé vueltas a esas
cosas porque para él ella es hermosa. Al decir eso, se da cuenta de que nunca hasta el momento había reparado en la
belleza de su futura mujer. Quizá ahora que lo decía, no la veía tan bonita como antes. A continuación, Corderita le
dice que no quiere agobiarlo con más lamentos.

Acto seguido, empiezan a hablar de la vida de casados que llevarán, del dinero que tienen ahorrado y de lo que
podrían gastar mensualmente en alquiler, comida y gastos adicionales como luz, agua, etc. Lo calculan varias veces,
pero desgraciadamente comprueban que con el sueldo de Pinneberg no podrán llevar una vida desahogada ni mu-
cho menos, teniendo en cuenta que tendrán un hijo y que querrán ahorrar una pequeña cantidad todos los meses.
Finalmente, Corderita saca todo su positivismo y ruega a Johannes que deje de hacer cálculos, y piensa que si otros
consiguen llegar a fin de mes, ellos también podrán.

La señora Mörschel se levanta y le pregunta a la joven pareja de novios si no van a dormir. Después les asegura que ese día
dormirá con su marido y así podrán tener su habitación para ellos solos. A Pinneberg no le apetece demasiado dormir en
casa de los padres de su futura esposa y esta, bromeando, le dice que eso le pasa por ser todo un burgués.

Capítulo DE: Erbsensuppe wird angesetzt und ein Brief geschrieben, aber das Wasser ist zu dünn [cap. 10, págs. 75-82. Erster
Teil, die kleine Stadt]
Traducción ES: Corderita prepara una sopa de guisantes, que queda demasiado aguada, y escribe una carta [cap. 10, págs. 78-
84. Primera parte, una ciudad pequeña]
Traducción CAT: Algú prepara una sopa de pèsols i algú altre escriu una carta, però la sopa surt massa clara [cap. 10, págs. 77-
84. Primera part, la petita ciutat]

Resumen
Corderita quiere cocinar una sopa de guisantes pero antes tiene que hacer la compra. Mientras camina por la ciudad
de Ducherow, va pensando en si sabrá preparar ese plato que con tanto ahínco se ha propuesto elaborar. Incluso le
asalta la idea de preguntar la receta a su madre, pero piensa que será mejor arreglárselas por sí misma. No tiene
demasiado tiempo, ya que además de tener la comida lista para las doce, tiene que escribir a Marie Pinneberg, la
madre de su marido, para comunicarle que se han casado.

Empieza a darle vueltas sobre cómo empezar la carta. Finalmente, sigue su instinto y escribe lo que le apetece. Pre-
viamente, Johannes había puesto sobre aviso a su mujer sobre cómo era su madre, destacando de ella su actitud
libertina desde haber enviudado veinte años atrás. Pinneberg llega puntual a comer y cuando Corderita saca la ca-
zuela con la sopa, le pregunta si no cree que está demasiado aguada. Él la tranquiliza diciéndole que seguramente
tendrá buen sabor. Finalmente, acaban constatando que a la sopa le faltan minutos de cocción.

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Entre toda la agitación, Corderita le pregunta a Johannes si le apetecerían mejor unos huevos fritos con patatas. Él
responde afirmativamente y le recuerda a su joven esposa que para que la sopa no esté tan aguada, necesita que el
agua se consuma. Ya más animada propone dejar la sopa para la cena. Entre tanto, sentados a la mesa, Pinneberg
decide explicarle a Corderita lo que sucede en la oficina de Kleinholz, su jefe. Corderita cree que lo mejor para no
dejarse intimidar por el jefe es unirse a los compañeros y así evitar el despido con el que su superior les lleva amena-
zando desde hace tiempo. El positivismo de Corderita se hace manifiesto al final, cuando menciona que es imposi-
ble que los compañeros puedan traicionarle y que a una pareja joven como ellos les tiene que ir bien en la vida, ya
que son buenas personas y nunca han hecho daño a nadie.

Capítulo DE: Wie Pinneberg mit dem Engel und Mariechen Kleinholz ringt und wie es doch zu spät ist [cap. 13, págs. 96-108.
Erster Teil, die kleine Stadt]
Traducción ES: Pinneberg lucha con el ángel y con la pequeña Marie Kleinholz, y a pesar de todo es demasiado tarde [cap. 13,
págs. 99-110. Primera parte, una ciudad pequeña]
Traducción CAT: Com Pinneberg lluita amb l’àngel i amb Marieta Kleinholz, però ja és massa tard [cap. 13, págs. 99-110.
Primera part, la petita ciutat]

Resumen
Pinneberg llega temprano a la oficina y busca desesperadamente a Schulz y Lauterbach, sus dos compañeros de
trabajo. Ninguno de los dos ha llegado todavía y Pinneberg maldice a su jefe, al que se encontró por casualidad el
día anterior, domingo, subido en un coche con su familia. Este hecho no habría tenido importancia, si la semana
anterior Kleinholz no le hubiera encargado con apremio que ese mismo domingo se tendría que encargar del servi-
cio de caballerizas. Pinneberg se había negado, porque era su día de fiesta y además era una tarea que se le había
asignado a Lauterbach.

Johannes Pinneberg quiere hablar con Schulz y Lauterbach. Era el día de despido y habían pactado que en el caso
de que Kleinholz finalmente decidiera despedir a uno de ellos, los otros dos se solidarizarían y renunciarían a su
puesto. Schulz llega a las ocho y cuarto y empieza a contar sus miserias a Pinneberg sobre una muchacha de Hell-
dorf que dice haberse quedado embarazada de él. Un hecho harto improbable, según Schulz, ya que solo habían
estado bailando. Poco después llega Lauterbach, con claras muestras de haber sido agredido por habitantes de la
región por sus ideas políticas a favor del nacionalsocialismo.

A continuación, Emil Kleinholz entra sobrio en la oficina y empieza a increpar a sus trabajadores. A Schulz lo envía
a hacer un recado al molino, mientras que a Lauterbach también le hace ver que su trabajo en la empresa no tiene
importancia alguna, aunque con un tono más apaciguado que el que utilizó con Schulz. A pesar de todo, Lauterbach
se defiende ante las acusaciones de Kleinholz, aludiendo a su buen trabajo. A Pinneberg, le comunica que debe de
preparar la cuenta de la administración de la granja de Hönow.

El joven comprueba que el saldo de la empresa es negativo y teme lo peor, por lo que empieza a pensar en el pacto
con sus dos compañeros y en la posibilidad de no cumplir su palabra si alguien acaba siendo despedido. Al joven
esposo, le gustaría tener a Corderita cerca en esos momentos para poder consultarle qué haría ella en su lugar, ya
que confía a ciegas en su sentido de la moralidad y de hacer el bien. Cuando se asoma a la ventana de la oficina ve
pasar por delante a su mujer, que está yendo a hacer la compra. En ese preciso instante entra Marie Kleinholz, la
hija del dueño. Es habitual que las mujeres de la familia irrumpan en la oficina para tender la colada, aunque ese día,
Pinneberg percibe que la chica está malhumorada y que anda a la gresca. En una guerra verbal, Marie arremete con-
tra la esposa de Pinneberg y la tilda de ser “una cualquiera“ y dice haberla visto en un local de mala reputación –un
prostíbulo–. Pinneberg se defiende y le devuelve el insulto para ponerla en su lugar. Marie empieza a llorar y sale de
la oficina, al oír a su madre llamarla.

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Emil Kleinholz entra poco después y le comunica a Pinneberg su despido, que tendrá lugar dentro de un mes, ya
que todavía está resentido porque el domingo fue él quien tuvo que repartir el pienso, y no Pinneberg, como le
había indicado. Así pues, minutos antes de que toquen las doce, Pinneberg se acerca a Lauterbach y le comenta lo
que acaba de suceder. La súplica de Pinneberg resulta en vano y Lauterbach dice que no dimitirá por un par de
razones, especialmente, por no haberle comentado nada sobre su matrimonio.

Capítulo DE: Herr Friedrichs, der Lachs und Herr Bergmann, aber alles ist umsonst: Es gibt nichts für Pinnebergs [cap. 14,
págs. 108-115. Erster Teil, die kleine Stadt]
Traducción ES: El señor Friedrichs, el salmón y el señor Bergmann, pero todo es inútil: no hay nada para Pinneberg [cap. 14,
págs. 110-118. Primera parte, una ciudad pequeña]
Traducción CAT: El senyor Friedrichs, el salmó i el senyor Bergmann. Tot és inútil: no hi ha res per als Pinneberg [cap. 14,
págs. 110-118. Primera part, la petita ciutat]

Resumen
Pinneberg acude a la oficina de su sindicato, donde quiere comprobar su situación tras el despido. El señor Frie-
drichs, el funcionario que le atiende, no puede hacer nada por Pinneberg, ni tan siquiera conseguirle trabajo en otra
localidad, ya que los locales tienen preferencia ante los forasteros, más aún en la coyuntura económica del momen-
to. Ante la insistencia del joven parado, el hombre apunta sus datos en un papel para ponerse en contacto con él si
saliera alguna cosa.

Johannes deambula por el parque y evita volver a la oficina de Kleinholz para no escuchar las burlas de sus compañe-
ros. Absorto en sus pensamientos, Pinneberg recuerda una noche en la que estaban cenando y a Corderita le repugnaba
todo cuanto veía. La muchacha empezó a hablar entonces del salmón que había visto ese día en un negocio de delicates-
sen y de lo mucho que le había apetecido, pero que finalmente no había comprado por su elevado precio.

Corderita, animada por su marido, vuelve a la ciudad y compra unos gramos de salmón. Horas más tarde, Pinneberg
la sorprende llorando en el vestíbulo y Corderita le explica que se ha ido comiendo la ración por el camino y se
disculpa por no haberle guardado nada. El muchacho la tranquiliza y le dice que no se haga reproches.

Pinneberg vuelve a la realidad y se encamina hacia el negocio del señor Bergmann, su primer empleador. Su cometi-
do es volver a conseguir el puesto que tenía antes de trabajar para el señor Emil Kleinholz. Bergmann, un judío bajo
y poco agraciado, ya entrado en años, pide a Johannes Pinneberg que mejor se olvide de que alguna vez ha trabajado
allí. De ninguna manera volvería a recuperar el empleo que en su día tuvo por la diferencia y malas palabras con la
señora Bergmann en su día – la señora Bergmann le había pedido a Pinneberg hacer un recado, pero este se negó
respondiéndole que ella no era nadie para mandarle.

Capítulo DE: Ein Brief kommt, und Lämmchen läuft in der Schürze durch die Stadt, um bei Kleinholz zu heulen [cap. 15, págs.
116-119. Erster Teil, die kleine Stadt]
Traducción ES: Llega una carta y Corderita corre en delantal por la ciudad para llorar ante Kleinholz [cap. 15, págs. 118-121.
Primera parte, una ciudad pequeña]
Traducción CAT: Arriba una carta i la Xaieta corre amb davantal per la ciutat per anar a plorar a l’oficina de Kleinholz [cap.
15, págs. 118-121. Primera part, la petita ciutat]

Resumen
Corderita recibe una carta procedente de Berlín cuyo remitente reza: «Mia Pinneberg, Berlín NW 40, Spenerstrasse
92II.». La joven tiene un buen presentimiento y decide abrirla sin la presencia de su marido. Loca de contenta, no
puede evitar una gran alegría. Con todo, no quiere agitarse demasiado, ya que, según el libro El divino milagro de la
maternidad, tal excitación podría afectar al niño.

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Poco después de haberse arreglado, Corderita sale de la vivienda y se dirige a la oficina de Kleinholz, donde su ma-
rido todavía está empleado hasta que finalice el mes, para anunciarle la buena nueva. En la oficina enseña a su mari-
do las líneas que les ha escrito su madre, pero Pinneberg no puede de dejar sentirse contrariado, ya que no acaba de
estar de acuerdo con lo que su progenitora ha escrito.

Finalmente, se conoce la próxima ocupación del joven Pinneberg: primer vendedor en los almacenes Mandel de
Berlín. Así pues, dejarán la pequeña localidad de Ducherow y volverán a la capital. Lauterbach espeta con desdeño
que se trata de unos almacenes dirigidos por judíos, a lo que Kleinholz, su actual y por poco tiempo aún jefe, le
recomienda que se informe bien antes de entrar a trabajar en un sitio nuevo.

Capítulo DE: Der Junge muß sein Mittag haben und Frieda sich ein Beispiel nehmen. Wenn ich sie nun nie wiedersehe? [cap. 30,
págs. 224-233. Zweiter Teil, Berlin]
Traducción ES: El chico tiene que comer a mediodía y Frieda tomar ejemplo. ¿Y si ya no vuelvo a verla más? [cap. 30, págs.
226-235. Segunda parte, Berlín]
Traducción CAT: El nen té dret al seu dinar i Frieda n’ha de prendre exemple. I si no la torno a veure mai més? [cap. 30, págs.
226-235. Segona part, Berlín]

Resumen
El señor Kröpelin, jefe de la sección de confección de caballero de Mandel, deja que Pinneberg se marche a casa
antes de lo habitual, ya que el parto de Corderita es inminente. Pinneberg aprieta el paso para llegar cuanto antes a
casa y unirse a su mujer. Al atravesar la entrada del edificio y al llegar al patio, se encuentra con Puttbreese, el casero,
quien lo importuna con alguna que otra grosería sobre el estado de su mujer.

Pinneberg despacha rápido al hombre y se reúne con Corderita. Pinneberg quiere fumar y le pide a su mujer que
esperen un poco para comer. La comida es motivo de sorpresa para Johannes: chuletas, típica comida de domingo.
Cuando acaban de comer, se ponen a fregar y a Corderita parecen venirle contracciones.

Deciden ir al hospital y ya en la calle se sitúan delante del Kleiner Tiergarten, que se presenta como una extensión de
terreno inmensa. Intentan avanzar lo más deprisa que pueden, pero en vano. Se ven obligados a parar en un banco
en el que hay sentadas varias mujeres que empiezan a hablar sobre el estado de la muchacha. Una de ellas alega que
el embarazo es únicamente fastidioso para la mujer, ante lo que Pinneberg se molesta.

Una vez que Corderita se ha repuesto medianamente, continúan su camino hacia la entrada del hospital y se encuen-
tran con una enfermera que les informa de adónde tienen que ir para que los atiendan. Cuando llegan a la zona de
partos, Pinneberg y Corderita se tienen que separar. La enfermera jefe pide los datos a Johannes y le dice que podrá
volver a traer todas las cosas de Corderita cuando le den el alta en un plazo de ocho días. Corderita infunde ánimos
a su marido, a quien ve bajo de moral, y manifiesta que si otras pueden [o han podido], ella también. Una vez fuera,
a Pinneberg le asalta el peor de los temores: no volver a verla jamás.

Capítulo DE: Pinneberg wird verhaftet, und Jachmann sieht Gespenster. Rum ohne Tee [cap. 38, págs. 294-301. Zweiter Teil,
Berlin]
Traducción ES: Pinneberg es detenido y Jachmann ve fantasmas. Ron sin té [cap. 38, págs. 293-302. Segunda parte, Berlín]
Traducción CAT: Pinneberg és detingut i Jachmann veu fantasmes. Rom sense te [cap. 38, págs. 297-304. Segona part, Berlín]

Resumen
Pinneberg sale de los almacenes Mandel y de repente alguien le asalta por atrás. Se trata de Jachmann, el antiguo
amante de su madre Mia, quien empieza a adular al joven por su trabajo. A continuación, con su verborrea típica, le
pregunta por su mujer y al poco rato manifiesta un comportamiento un tanto extraño y peculiar.

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Jachmann insta a Pinneberg a pararse ante el escaparate de una librería y a disimular ante la presencia extraña de un
hombre entrado en carnes y vestido de gris que los está siguiendo. Este sigue conversando, y Pinneberg observa que
el hombre ha perdido parte de la vivacidad que poseía antes.

Jachmann quiere dirigirse a casa de los Pinneberg con el fin de ver también a Corderita y al bebé que acaba de tener
el matrimonio. Al ver que su acompañante toma el camino incorrecto, Pinneberg le comunica que ahora residen en
Alt-Moabit. Antes de plantarse en su casa, el señor insiste en que debe de comprar bombones y flores para la joven
madre. Con este propósito, intenta averiguar sus gustos en cuanto al chocolate. Pinneberg, desconcertado por tal
comportamiento, advierte a Jachmann que deje de comprar cosas al bebé, que solo tiene tres meses. Además, Pin-
neberg tiene que advertir a Jachmann que en su casa no se bebe alcohol, como cuando quiere comprar bombones
con guindas al coñac o cuando pregunta si junto con el té para la cena también beben ron.

Capítulo DE: Der Murkel ist krank. Junger Vater, was ist denn? [cap. 42, págs. 319-327. Zweiter Teil, Berlin]
Traducción ES: El bebé está enfermo. Joven padre, ¿qué le pasa? [cap. 42, págs. 320-329. Segunda parte, Berlín]
Traducción CAT: El menut està malalt. Jove pare, què li passa? [cap. 42, págs. 322-331. Segona part, Berlín]

Resumen
Johannes y Corderita se desvelan por los gritos nocturnos del bebé. Son las tres y cinco de la mañana y la joven
madre quiere encender la luz para comprobar qué le pasa a su pequeño. Johannes se niega, pues habían acordado
que no se ocuparían de los llantos nocturnos. Con todo, la muchacha no se queda tranquila, ya que en esta ocasión
el llanto suena distinto. Corderita cree que quizá le duela la barriga así que le prepara un té de hinojo. Sin embargo,
acaban comprobando que el bebé está amoratado y empiezan a preocuparse. Pero, el padre cree que los gritos son
una llamada de atención para que lo cojan en brazos. Los llantos no cesan durante una hora y Pinneberg, que tiene
que trabajar al día siguiente, nervioso, empieza a maldecir todo; algo de lo que posteriormente se arrepiente.

Corderita vuelve a levantarse otra vez y ve que el bebé tiene las manos muy calientes. Ella y Johannes acaban acor-
dando que irán al hospital a las siete de la mañana. La intención de llamar a un médico a las cinco es un tanto absur-
da, pues nadie les atenderá a esas horas de la madrugada. Tan pronto como pueden, llegan al centro médico donde
una enfermera examina al pequeño y comprueba que el dolor y los lloros son del primer diente que le está saliendo.
Pinneberg, agradecido, se despide y se va a trabajar.

Capítulo DE: Autobesuch der Siedlung. Zwei warten in der Nacht. Lämmchen kommt wirklich nicht in Frage [cap. 50, págs.
381-388. Nachspiel, alles geht weiter]
Traducción ES: Visita en coche a la colonia. Dos esperan en la noche. Corderita realmente no viene al caso [cap. 50, págs. 383-
390. Epílogo, la vida sigue]
Traducción CAT: Visita en cotxe a la colònia. Dos que esperen enmig de la nit. No es poden tenir esperances amb la Xaieta [cap.
50, págs. 383-391. Epíleg, la vida continua]

Resumen
Jachmann y Corderita se ven después de mucho tiempo en la nueva casa de la pareja, situada a las afueras de Berlín.
El antiguo amante de la señora Mia Pinneberg se sorprende al no encontrar a Johannes Pinneberg en casa a esas
horas de la noche. Se acerca a la cuna donde yace el bebé y dice no entender cómo el joven padre puede estar fuera
con la criatura en casa. Corderita sale en defensa de su marido, y responde que están contentos de ser padres, pero
que no pueden consagrar su vida únicamente al niño. La muchacha habla igualmente de la situación que están atra-
vesando y confiesa a Jachmann que Pinneberg no puede continuar estando en casa sin trabajar. Corderita se lamenta
de que tal situación no se corresponde con la constelación de la mayoría de los hogares alemanes de la época. Ante
esas palabras, Jachmann se manifiesta algo contrariado. Durante la Primera Guerra Mundial, muchas mujeres traba-
jaban, mientras los hombres estaban en el frente, y a nadie parecía importarle.

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Mientras tanto, Corderita está cada vez más desanimada y piensa que su marido, que había ido a Berlín a cobrar el
subsidio por desempleo, quizás haya sido víctima de algún infortunio: que haya dado un mal paso o acabado embo-
rrachándose en algún local de mala muerte. Jachmann da ánimos a la muchacha y le asegura que quizás pueda en-
contrarle trabajo.

La noche acaba convirtiéndose en el momento perfecto para las confesiones de dos personas que se tenían y tienen
simpatía. Jachmann revela haber estado un año en la cárcel, ya que Mia Pinneberg, su amante celosa, lo había de-
nunciado por sus presuntos negocios sucios cuando descubrió una infidelidad suya. A pesar de todo, el hombre
tiene la intención de volver junto a Mia, ya que es la mujer junto a la que quiere pasar el resto de sus días.

Corderita rechaza la ayuda que Jachmann le ofrece, a pesar de que este le confiesa que la madre de Pinneberg tiene
30 000 marcos alemanes en su cuenta y estaría en condiciones de echarles una mano. Corderita no quiere que las
vidas de Mia y Pinneberg vuelvan a cruzarse, ya que la relación entre madre e hijo siempre había sido bastante tor-
mentosa. Se despiden y Jachmann se lleva las maletas que la joven pareja le había guardado hace ya tiempo cuando
todavía vivía en Berlín.

N2 Ein Mann will nach oben

Capítulo DE: Fahrt mit der Kleinbahn [cap. 4, págs. 19-28. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: Viaje en el ferrocarril de vía estrecha [cap. 4, págs. 23-30. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke
Busch]
Traducción CAT: Viatge amb el trenet [cap. 4, págs. 21-29. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Karl Siebrecht, un chico de dieciséis años, se acaba de despedir de Minna, la criada que lo ha cuidado desde peque-
ño como a un hijo. Sentado en el vagón no ha podido contener las lágrimas, que acaban bañando sus ojos. Así pues,
él mismo ha podido comprobar que la despedida de su tierra no le ha resultado tan fácil como había pensado en un
primer momento. Ya no visualiza la estación y todo lo que hasta ahora ha formado parte de su vida. Todo ha que-
dado atrás para dar paso a una nueva existencia. En busca de un pañuelo, da con la caja que Minna le ha entregado
antes de subir al convoy. En esta encuentra el reloj de oro de su padre fallecido y diez monedas grandes de oro que
suman la cantidad de doscientos marcos. El joven se pregunta cuánto tiempo habrá estado ahorrando la vieja criada
con el mísero sueldo que ha tenido siempre, sobre todo en los últimos tiempos. Se propone devolvérselo nada más
pisar Berlín, pero recapacita y finalmente cambia de idea y, para que no se ofenda, decide enviarle el dinero cuando
haya conseguido su primer empleo y ahorrado algo.

El tren para en la estación de Priestitz y de repente una voz lo increpa y le pide ayuda para subir las maletas y una
cesta al vagón. El muchacho no ve el rostro de la voz que se esconde detrás de esas ropas largas y cuando de repen-
te ambos individuos se miran, Karl Siebrecht repara que se trata de una niña con un bebé que no para de llorar. La
muchacha no para de hablar y durante la conversación descubren cosas el uno del otro. A ambos se les ha muerto la
madre, y a Karl también el padre. Por otro lado, Rieke Busch, así es como se llama la adolescente, revela con orgullo
que la han bautizado con agua del río Spree y que proviene del barrio de Wedding. Al oír estas palabras, Karl no
puede evitar que se le escape la risa y le comunica que ya se había dado cuenta de ello por su acento. Rieke también
ríe en respuesta y es precisamente en este momento cuando se presentan formalmente.

Rieke Busch explica con pelos y señales que ha ido a pasar unos días a la granja de su tía Bertha, quien, desde la
muerte de su madre, todos los años les mandaba parte de los productos de la matanza. Pero en vista de que un año
no mandó nada, decidió ir ella misma a partir de entonces a buscar los paquetes. Mientras Rieke habla animadamen-
te, el tren frena de forma brusca, y Rieke se enfurece, porque su hermanita Tilda se ha caído del asiento. El revisor
entra en el compartimento y culpa directamente a ambos de haber tirado del freno de emergencia, ya que ha encon-

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trado el cable cerca de ellos. Después de una discusión acalorada, Rieke consigue quitarse de encima al revisor.
Posteriormente, los dos nuevos amigos acaban conversando sobre sus respectivos caracteres y Rieke acaba bro-
meando también con el revisor y el maquinista.

Capítulo DE: Auf der Reise [cap. 5, págs. 28-34. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: De viaje [cap. 5, págs. 30-35. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: Continuació del viatge [cap. 5, págs. 30-35. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Antes de llegar a Berlín, los viajeros tienen que hacer transbordo en Prenzlau, pero pierden el tren y por ello deben
de permanecer en la sala de espera de la estación de la localidad durante un buen rato. Allí los dos jóvenes conver-
san y Karl Siebrecht ayuda a Rieke a calmar a su hermanita Tilda, que no para de llorar. Ambos se cuentan sus pla-
nes para el futuro. Mientras Karl alberga grandes esperanzas y sueños, Rieke es más realista y lo único que desea es
convertirse en lavandera y dejar la escuela, aunque posteriormente, le gustaría comprarse una máquina de coser y
convertirse en costurera.

Rieke advierte a su nuevo amigo que no puede andarse con remilgos. Le comenta que en Berlín hay trabajo, pero
que es difícil empezar por altos cargos y por ello le aconseja buscar algo como obrero. Igualmente, le comenta que
debería vestir de otra manera para que lo acepten. El viaje prosigue hacia Berlín y el vagón en el que se encuentran
está repleto de berlineses que muestran su carácter jocoso conversando los unos con los otros. Rieke es el centro de
atención de ese vagón e imita al revisor con el que han tenido un percance hace un rato para entretener a los demás.
En ese mismo trayecto, varios pasajeros ofrecen ayuda a Karl y le comentan posibles trabajos donde podría encajar,
pero guiado por la experiencia indiscutible de Rieke, este decide hacer caso omiso a lo que escucha.

Capítulo DE: Rein in die Arbeit! Raus aus der Arbeit! [cap. 9, págs. 60-67. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke
Busch]
Traducción ES: Principio y fin del trabajo [cap. 9, págs. 57-64. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: Principi i fi de la primera feina [cap. 9, págs. 61-69. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke
Busch]

Resumen
Karl Siebrecht ha sido empleado en la obra donde trabaja el señor Busch, padre de Rieke. Contento de haber obte-
nido su primera ocupación en la gran urbe, el joven se esfuerza por adaptarse bien. Lo ponen junto a Edwin Raabe
para ayudarlo a cargar carbón. Este trabajador es un anciano con un aspecto cochambroso que importuna a Karl
con miles de preguntas sobre por qué está allí y qué es lo que busca. Edwin sospecha que el capataz de la obra ha
enviado a Karl para saber más sobre sus actividades y achaca su presencia a una falta de confianza del jefe de obra
hacia él. Llegados a un punto, Karl contesta de mala manera al anciano y le pide que no lo siga incomodando.

Justo al lado hay una pareja de secadores que se encargan de quitar la humedad a los pisos. Durante el descanso,
Karl Siebrecht pasa junto a ellos y les lleva un cubo de carbón y leña para que ambos puedan entrar en calor. Una
vez de vuelta, Karl Siebrecht sorprende a Edwin hurgando en sus cosas. El muchacho amenaza al anciano y le dice
que como lo vuelva a molestar, se lo comunicará al responsable.

A mediodía, el señor Kalubrigkeit, el mismísimo dueño, se presenta allí para inspeccionar cómo avanza todo. Es una
persona inconformista a la que no le gusta ser contrariada y muy crítica con todo el mundo. El hombre empieza a
hacer comentarios de desdén hacia Karl, ya que no ve cómo puede causar beneficio alguno su presencia en la obra.
Para empeorar la situación, Edwin Raabe le dice a Kalubrigkeit que el joven Karl ha ofrecido a los secadores carbón
y leña, lo que enfurece al jefe. La poca simpatía que Kalubrigkeit ha despertado en Karl se manifiesta cuando este
confirma las acusaciones de Raabe y dirigiéndose al capataz –cuñado de Kalubrigkeit de aspecto bondadoso– le

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pregunta cómo puede permitir que los secadores trabajen en esas condiciones. Esta pregunta muestra a un Kalu-
brigkeit cada vez más iracundo y fuera de sí. Al final ordena despedir al muchacho, al viejo Busch y a los secadores.
El señor von Senden, el capataz, le comunica una dirección a Karl: «Kurfürstenstrasse 72, Senden» para que la re-
cuerde antes de marcharse. Así es como Karl Siebrecht consiguió y perdió su primer empleo el mismo día.

Capítulo DE: Der eifersüchtige Bäcker [cap. 12, págs. 83-88. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: El panadero celoso [cap. 12, págs. 77-82. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: El gelós forner [cap. 12, págs. 85-90. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
El viejo Busch no ha regresado a casa desde que lo despidieron esa misma mañana de la obra. Rieke empieza a estar
preocupada, y cree que, debido a su dependencia del alcohol, seguramente esté ahogando sus penas en la taberna
Grüner Baum. Karl se ofrece a ayudarla, pero Rieke lo rechaza, ya que no cree que pueda serle de mucha utilidad. El
chico se siente ofendido y culpable e insiste una y otra vez hasta que Rieke cede. Esta le ha dicho por activa y por
pasiva que lo que debería hacer es descansar y así estar fresco para la mañana siguiente, en la que empezará como
empleado en el estudio de delineación, donde el señor von Senden le había indicado ir.

Ambos salen del edificio y comprueban que está lloviendo. En la entrada Rieke se topa con Ernst Bremer, el pana-
dero, que está en actitud amorosa con una muchacha llamada Lotte. Ya en el tranvía Karl y Rieke se encuentran con
el otro muchacho, que intenta seducir a Rieke a la vez que observa a Karl con una mirada de desdén. Ernst quiere
echarles una mano para encontrar al viejo Busch, pero Rieke se niega, al ver que las intenciones de Ernst son conse-
guir de ella algo más que una amistad. El panadero se molesta, y no entiende por qué él no puede pero Karl sí. Rieke
le explica que Karl es un muchacho cabal, que no anda pensando en chicas y que además ya tiene una novia en su
pueblo, como bien corrobora Siebrecht.

Una vez Ernst baja del tranvía, Karl y Rieke se enfrascan en una conversación en la que la chica se interesa por esa
tal Erika Wedekind, hija del pastor de su localidad. Karl se siente un tanto incómodo e intenta obviar las preguntas
de Rieke con evasivas. Llegan a su destino y se apean.

Capítulo DE: Bruder und Schwester [cap. 15, págs. 109-115. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: Hermano y hermana [cap. 15, págs. 99-104. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: Germà i germana [cap. 15, págs. 111-117. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Las cosas parecen ir sobre ruedas en casa de los Busch. Han entrado de pleno en el invierno, pero el frío todavía no
acucia tanto como de costumbre, por lo que el viejo Busch continúa yendo a trabajar sin problemas. Los albañiles
acuden a la obra siempre y cuando la temperatura sea superior a cuatro grados bajo cero. Rieke sirve aguardiente
por las noches a su padre, quien desde que murió su mujer había caído en la adicción a la bebida; sin embargo, pare-
cía estar recuperándose.

El dinero que Karl Siebrecht aporta por la comida también ayuda a la economía familiar. Toda la bonanza se nota
en que la carne ha dejado de ser exclusivamente plato de domingo y también en que Rieke ya ha comprado todas las
reservas para el invierno e incluso ha adquirido ropa para Tilda –su hermana menor, todavía bebé– y ella misma.

Una noche, Rieke confiesa a Karl su sueño desde que era niña: comprar una máquina de coser. La joven pide a Karl
que la acompañe para comprar la máquina a plazos, y eso solo es factible si alguien mayor como Karl se presenta en
el negocio con ella. Necesitan la firma de un mayor de edad y por ello deben de convencer al propietario de la tien-
da de que su madre está enferma.

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Karl propone que pagará la máquina de golpe con lo que tiene en su cuenta, pero Rieke se niega rotundamente y
dice que ese dinero está ahí para un caso de necesidad. Finalmente, el joven se compromete a ir con Rieke a la tien-
da. La chica, loca de contento, se lo agradece y le pide que la bese; necesita que alguien le muestre afecto. Karl y ella
se abrazan y de repente el muchacho nota como alguien tira de él y lo empuja al suelo. El padre de Rieke está fuera
de sí y parece muy enfurecido.

Rieke pide a Karl que se vaya a la cama, ya que el altercado con su padre la ha desanimado. Ella se pondrá entretan-
to a hacer los deberes que le había prometido a Karl, para de esta forma no perjudicar sus labores escolares. A partir
de ese día, el viejo Busch recae en su vicio y esto pone sobre alerta a la familia.

Capítulo DE: Die Nähmaschine [cap. 16, págs. 115-121. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: La máquina de coser [cap. 16, págs. 104-109. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: La màquina de cosir [cap. 16, págs. 117-123. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Karl Siebrecht espera a Rieke Busch delante de Hagedorn, el negocio donde van a comprar la máquina de coser que
la muchacha lleva tanto tiempo anhelando. Mientras espera, Karl mira las bicicletas que hay en el escaparate y piensa
en preguntar por los precios una vez estén dentro, ya que le gustaría hacerse con una de ellas para conocer más a
fondo Berlín.

Al poco rato Rieke llega y ambos entran en el negocio en el que los atiende inmediatamente el señor Hagedorn, que
los embauca con la típica verborrea que caracteriza a los vendedores. Les informa de que las máquinas de coser
inglesas son mucho mejores que las alemanas. Rieke, algo impaciente, le responde que ya lo sabe y le pregunta direc-
tamente el precio de la que le interesa. Hagedorn responde que la máquina inglesa cuesta noventa táleros y Rieke,
sorprendida, le hace saber que su “madre” había acudido a la tienda días atrás, y que a ella le había dicho que costa-
ba 250 marcos a plazos. El vendedor desconfía de ellos y no está dispuesto a vender la máquina sin que un adulto
firme el contrato.

Acto seguido, Mieze Hagedorn, la mujer del vendedor, intenta calmar los ánimos y les pone un contrato delante a
Karl y Rieke. Karl, asustado, cree que es mejor irse, porque comprar la máquina sin el consentimiento y firma de un
adulto podría acarrearles problemas en el futuro. Finalmente, Rieke convence a su “hermano Karl” y acaban fir-
mando el contrato. A pesar de que han conseguido su propósito, Karl tiene un mal presentimiento.

Capítulo DE: Ein Zwischenfall im Zeichenbüro [cap. 18, págs. 131-141. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: Incidente en el estudio de delineación [cap. 18, págs. 117-126. Libro primero: el joven, primera parte:
Rieke Busch]
Traducción CAT: Un incident a la sala de dibuix [cap. 18, págs. 132-142. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Rieke Busch ha conseguido emplearse en el taller de costura de la señorita Zappow, en el que, con alguna que otra
dificultad, lleva aprendiendo el oficio durante dos días. La Zappow no es una mujer demasiado amable y a menudo
arremete contra el trabajo de Rieke objetando cualquier imperfección que haya podido cometer. Ya en casa, donde
Rieke cosía día tras día, ve la alegría que su amigo Karl manifiesta al ser pluriempleado, mientras que ella oculta todo
tipo de temores por la economía familiar.

Karl le pregunta a Rieke si no se agobia todo el día en casa, pero esta lo niega. El hecho de estar en casa se traduce
en no gastar dinero ni pasar frío. Karl, sin embargo, necesita airearse después de salir del estudio de delineación y
por ello está tan contento de trabajar en el almacén de Felten como repartidor.

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 261


Con todo, las cosas se tuercen cuando un día se presenta el jefe del estudio, el también dueño de la obra, el señor
Kalubrigkeit. Karl, confuso, intenta pasar desapercibido y se esconde hasta que Kalubrigkeit no sube a las oficinas
del piso de arriba con un grupo de dibujantes. Ya más tranquilo, el encargado, el señor Hartleben, y von Senden
conversan con Karl y se interesan por la progresión de sus planos. Hartleben alaba sus progresos, algo de lo que
von Senden se enorgullece. La alegría dura más bien poco, ya que Kalubrigkeit, un hombre de aspecto no muy agra-
dable, dicho sea de paso, arremete contra Siebrecht nada más verlo. El jefe recuerda los incidentes que tuvieron
lugar en la obra y lo vuelve a tildar de anarquista y problemático. Esta situación de reprimenda y confusión la apro-
vecha un empleado llamado Feistlein, quien guarda envidia y rencor hacia Karl Siebrecht, para echar leña al fuego y
decir que Karl no es nada más que un vago que se escaquea de sus quehaceres siempre que puede.

Ante tal afirmación, Kalubrigkeit se enciende y vuelve a insultar a Karl. Nadie en el estudio hace nada por defender-
lo, ni tan siquiera los dos hombres que hace un momento estaban maravillados con su trabajo en el estudio. El
despido de Karl Siebrecht es inmediato y no se puede hacer nada por él, más que entregarle su documentación, el
finiquito y una carta de recomendación. Lo que parecía un empleo sólido ha acabado repentinamente.

Capítulo DE: Kalli Flau tritt auf [cap. 19, págs. 141-150. Erstes Buch: der Jüngling, erster Teil: Rieke Busch]
Traducción ES: Aparece Kalli Flau [cap. 19, págs. 126-133. Libro primero: el joven, primera parte: Rieke Busch]
Traducción CAT: Kalli Flau entra en escena [cap. 19, págs. 143-152. Llibre primer: el jove, primera part: Rieke Busch]

Resumen
Karl acaba de ser despedido del estudio de delineación. Al no tener otra cosa que hacer, decide llegar antes al taller
del señor Felten –quien vende sedas–. Allí le aguardan muchos paquetes que transportar por toda la ciudad de Ber-
lín. Nada más llegar, Felten manifiesta las quejas de los clientes, que reciben sus entregas a altas horas de la noche.
El joven Karl se ofrece a llegar durante unos días algo más temprano de lo habitual. Sus palabras levantan la sospe-
cha de Felten, quien intuye que en el estudio han prescindido de Karl, y así se lo hace saber. El chico lo niega y alega
que por el momento no hay demasiado volumen de trabajo.

Karl pide un aumento de sueldo y Felten se niega a ofrecerle más de veinte marcos por su trabajo de repartidor. Es
más, su intención es pagarle quince marcos, ya que los repartos empezarán a menguar dentro de poco. Más tarde, el
joven coge la bicicleta y se aventura por las calles de la gran ciudad. En su camino tropieza y cae del vehículo. Un
joven algo mayor que él, aunque más bajo, le echa una mano para levantarse y recoger los paquetes del suelo. El
joven se ofrece a acompañarle hasta la casa donde Karl debe efectuar la entrega.

Karl empieza a desconfiar de su nuevo conocido, pues parece querer no despegarse de él ni de tener ninguna prisa
en irse. Más tarde cuando Karl ya ha acabado su jornada, en las inmediaciones del negocio de Felten, vuelve a en-
contrarse con el joven, quien se presenta como Karl Flau. El muchacho había adoptado el diminutivo de Kalli du-
rante la época en que fue grumete en el Emma –un barco–, parece cansado y su tez morena parece haber adquirido
un tono grisáceo. El joven procedente de Bremen confiesa a Karl sus penurias y le explica que ha acabado en Berlín
porque busca empleo.

Siebrecht ofrece a Kalli Flau quedarse a pasar la noche en el taller de Felten, donde hay una estufa con la que no
pasará frío. Le da también los bocadillos que lleva consigo de casa y le comunica que volverá por la mañana con
café y más comida.

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Capítulo DE: Vier Jahre später [cap. 36, págs. 295-301. Erstes Buch: der Jüngling, dritter Teil: Franz Wagenseil]
Traducción ES: Cuatro años después [cap. 36, págs. 259-264. Libro primero: el joven, tercera parte: Franz Wagenseil]
Traducción CAT: Quatre anys després [cap. 36, págs. 295-301. Llibre primer: el jove, tercera part: Franz Wagenseil]

Resumen
Es la primavera de 1914. Han transcurrido cuatro años desde que Karl Siebrecht llegara a Berlín. La Compañía
Berlinesa de Transporte de Equipajes lleva en funcionamiento desde que Siebrecht se había juntado con Franz
Wagenseil, un hombre entrado ya en la cuarentena, que presenta cambios de humor, cuando las situaciones no le
resultan favorables.

Los Busch, Kalli Flau y Karl Siebrecht han dejado Wedding y habitan en la planta baja de un piso en la Wiesenstras-
se. Rieke Busch no está nada contenta de vivir en ese barrio, porque está repleto de locales de mala reputación y de
prostitutas y bailarinas que trabajan en ellos. En la misma vivienda está situada la oficina del negocio en el que tam-
bién está empleada la señora Palude, la antigua secretaria de Wagenseil. La mujer de gesto y carácter adusto ha ad-
quirido un aire más amable. Incluso está dispuesta a aprender cosas nuevas, como mecanografiar. A Franz Wagen-
seil no le entusiasma su presencia cuando acude a su oficina, ya que todavía existen resquemores entre ellos que el
paso del tiempo no ha podido borrar. Uno de ellos es el hecho de que una noche en la que este se disponía a salir de
tabernas, la Palude, que le odiaba por sus continuas vejaciones, le pasara adrede una llamada de Else –la esposa de
Wagenseil– con el fin de entorpecer sus planes.

A pesar de las quejas de Rieke, Karl hace ver a la joven que no hay en todo Berlín un local más propicio para llevar a
buen término su trabajo, pues la estación de Stettin se encuentra justo al lado. Kalli Flau es el mayor de los tres y
percibe doscientos cincuenta marcos, mientras que Karl gana cincuenta más. La decisión de que Karl cobre más
responde a la voluntad de Flau, ya que el primero asume todas las responsabilidades del negocio. Rieke sigue ejer-
ciendo como costurera y tiene bastante éxito, aunque tampoco puede elaborar tantas prendas como le gustaría debi-
do a que también tiene que cuidar de su hermana Tilda. El viejo Busch ha experimentado una leve mejoría y no es
necesario estar tan pendiente de él, tan solo padece de vez en cuando algún delirio que ahoga en vasos de alcohol de
la taberna. A raíz de la mejoría de su padre respecto al alcohol, Rieke le pregunta a Karl si se acuerda de la vez en
que este le robó ciento sesenta marcos de la libreta. Al oír esto, Karl piensa en Minna, la mujer que lo crió en el
pueblo del que proviene, en la región de Uckermark.

La situación es inmejorable para todos, ya que ambos amigos, Karl y Kalli, han pasado de ser tiburones –mozos de
equipaje no autorizados– a jefes de una empresa de transportes y se ocupan de llevar el equipaje pesado de los foras-
teros y viajantes que llegan a Berlín. Con todo, el que mayor provecho saca del negocio es Franz Wagenseil, que
vive exclusivamente de facilitar vehículos a la compañía.

Capítulo DE: Der Vater einer jungen Dame [cap. 48, págs. 362-377. Erstes Buch: der Jüngling, dritter Teil: Franz Wagenseil]
Traducción ES: El padre de una joven [cap. 48, págs. 315-327. Libro primero: el joven, tercera parte: Franz Wagenseil]
Traducción CAT: El pare d’una damisel·la [cap. 48, págs. 361-375. Llibre primer: el jove, tercera part: Franz Wagenseil]

Resumen
Karl Siebrecht, después de haber hablado con el consejero Kunze, se dirige a Unter den Linden, donde hay varios
negocios de venta de automóviles. Entra en uno de ellos y pretende hablar directamente con el jefe, algo harto im-
posible, ya que el jefe no se encuentra en el local del concesionario más que de muy de vez en cuando. Al salir de la
tienda, el joven empieza a cavilar y se le ocurre localizar la calle y número de Gollmer, el jefe del negocio, en la guía
telefónica. Para ello se dirige al café Bauer, enfrente del concesionario. Una vez que encuentra la dirección, coge
varios medios de transporte para llegar a la Königsallee 27 en el distrito de Grunewald.

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Allí se encuentra con una gran villa en la que vive el señor Gollmer. Después de llamar a la puerta tres veces, una
joven rubia con tirabuzones le abre y le pregunta con tono iracundo el porqué de su insistencia. Ambos se recono-
cen al instante. Los dos habían chocado accidentalmente en un parque y Karl le había pisado el bolso sin querer. El
muchacho la toma por una de las criadas de Gollmer, algo que se desmentirá posteriormente al adivinar que se trata
de Ilse Gollmer. El joven anuncia el motivo de su visita e Ilse le comunica que su padre no se encuentra ese día de
muy buen humor, y además, están a punto de comer. Con todo, el joven pasa y ve en el jardín, después de haber
bordeado la casa, a un individuo alto, gordo y calvo con cara de pocos amigos, que está inspeccionando el césped.
Después de intercambiar varias frases, el señor Gollmer toma a Karl Siebrecht por su jardinero y lo deja arreglando
el jardín a la par que le encomienda que elimine los insectos que lo están devastando. En ese espacio de tiempo en el
que Karl arregla el desatino que hay armado en el jardín, los Gollmer se disponen a comer.

Más tarde Ilse Gollmer sale fuera y en un intento de adular a Siebrecht, cumple la promesa de que su padre escuche
a aquel joven que tanto anhela hablar con él. El señor Gollmer lo atiende y ambos toman café, mientras Karl Sie-
brecht le expone su historia con pelos y señales. Posteriormente, el empresario se interesa y pregunta por todo tipo
de cuestiones que se le antojan relevantes cuando se trata de negocios: kilómetros recorridos, cantidad de equipaje
transportado, las ganancias que han tenido hasta el momento, salarios de los empleados, etc. Ante el convencimien-
to infundido por el joven, Gollmer accede a prestarle el dinero para que pueda empezar a poner en marcha lo que se
presenta como un negocio ideal.

Capítulo DE: Der Vormund [cap. 56, págs. 407-409. Erstes Buch: der Jüngling, Zwischenspiel: in der fremden Heimat]
Traducción ES: El tutor [cap. 56, págs. 353-355. Libro primero: el joven, interludio: en una tierra extraña]
Traducción CAT: El tutor [cap. 56, págs. 405-406. Llibre primer: el jove, interludi: a l’estranya terra nadiua]

Resumen
Karl Siebrecht está de visita en su antigua pequeña ciudad, en la que hasta el momento ha visto a Minna, su cuida-
dora tras la muerte de su madre. El joven pasa por el negocio de su tío Studier, y compra esos caramelos de limón
que tanto le gustaban de niño. De paso le pide a su tío unos minutos para hablar esa misma noche de un asunto
privado. El tío tiene pleno municipal y le resultará imposible, así que le pide que pase a la trastienda y hablen en ese
momento. Karl le hace saber que en dos días cumplirá la mayoría de edad y por ello le pide una liquidación de su
tutela. El tío dice haber renunciado a ser su tutor y afirma que no hay herencia alguna, algo que fácilmente le podrá
confirmar el alcalde de la localidad. Karl intuye una cierta aversión por parte del familiar y cae en la cuenta que
aparte de Minna, también el tío Studier ha sido víctima de las habladurías de la gente de aquellos lares que lo vieron
en Berlín hace tiempo transportando equipajes con una carretilla. Molesto, Karl Siebrecht dice no necesitar nada de
ellos y se despide.

Capítulo DE: Suche nach dem Vergangenen [cap. 63, págs. 434-439. Zweites Buch: Der Mann, vierter Teil: Friederike
Siebrecht]
Traducción ES: En busca del pasado [cap. 63, págs. 377-382. Libro segundo: el hombre, cuarta parte: Friederike
Siebrecht]
Traducción CAT: A la recerca del passat [cap. 63, págs. 429-435. Llibre segon: l’home, quarta part: Friederike Siebrecht]

Resumen
Son las últimas semanas del año 1919 y Karl Siebrecht alberga el deseo de restablecer lo que un día fue el negocio
más exitoso de transportes de todo Berlín –Compañía Berlinesa de Transporte de Equipajes Siebrecht & Flau–. La ciudad
próspera que dejó no se parece en nada a la que se le presenta ante los ojos: gris, vacía, sombría y devastada. En sus
visitas a las diferentes estaciones en las que cargaban los equipajes de los viajeros en sus automóviles, conocidos
como canarios por su color amarillo, es reconocido por algún que otro pasante, que le pregunta por su estado.

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Los pocos que todavía trabajan en las estaciones adivinan el deseo impetuoso del joven de volver a dedicarse a lo
que hizo un día. Todos lo desaconsejan que intente llevar adelante su propósito y le relatan la situación desalentado-
ra del momento, por la poca afluencia de viajeros y la consiguiente escasez de equipajes. Karl se encuentra con dos
conocidos del pasado: el señor Beese, mozo de equipaje, y Kunze, el consejero con el que el muchacho habló en el
pasado cuando su empresa estaba en transición y el chico dejó de utilizar carruajes para poner en marcha el trans-
porte con automóviles. Beese y Siebrecht se enseñan mutuamente las heridas sufridas durante la Primera Guerra
Mundial, mientras que su visita a Kunze solo hace que desilusionarlo más, ya que este le advierte que Berlín no se
recuperará ni en cincuenta años.

Posteriormente, Siebrecht se pasea por Unter den Linden, donde hay varios negocios de venta de automóviles y que,
como antes de la guerra, están expuestos tras los escaparates. La única diferencia de la que se percata el joven es que en
esta ocasión los nombres ya no son alemanes, sino franceses, ingleses y americanos. Incluso el nombre de la compañía
del señor Gollmer, quien en su momento dispuso los vehículos para la empresa de Siebrecht y Flau, ha sufrido una leve
modificación, ya que se ha añadido un “& Cía”. La tienda está llena de potenciales clientes pudientes a los que Karl
Siebrecht no soporta. Es precisamente en su visita a la tienda, tras la negativa recibida al preguntar por el paradero del
señor Gollmer, en la que se encuentra a uno de sus antiguos enemigos de la estación de Stettin, Franz Tischendorf. El
tiburón, mote con el que se denominaba a los mozos transportistas no autorizados, le explica lo que ha sido de su vida.
Karl no puede reprimir sus ganas de decirle que sigue siendo el mismo maleante de antaño. Por lo que puede deducir
de sus palabras, sigue envuelto en asuntos turbios relacionados con un supuesto negocio de coches usados en Wa-
llstrasse. Karl le pregunta a Tischendorf por el paradero del señor Gollmer, pero este tampoco lo sabe.

Finalmente, decide ir a Grunewald, donde vivía el señor Gollmer y su hija Ilse, aquella joven que tanto le había
llamado la atención en el pasado y por la que sentía una atracción a la que no dio rienda suelta en su momento. Una
vez allí comprueba que todo está cerrado y que no hay rastro de las dos personas a las que anda buscando.

Capítulo DE: Karl Siebrecht wird Aufkäufer [cap. 77, págs. 505-514. Zweites Buch: Der Mann, vierter Teil: Friederike
Siebrecht]
Traducción ES: Karl Siebrecht se convierte en comprador [cap. 77, págs. 437-445. Libro segundo: el hombre, cuarta parte:
Friederike Siebrecht]
Traducción CAT: Karl Siebrecht fa de comprador a l’engròs [cap. 77, págs. 501-511. Llibre segon: l’home, quarta part:
Friederike Siebrecht]

Resumen
Karl Siebrecht se siente liberado después de haber abandonado a su mujer Rieke Busch, con la que había contraído
matrimonio después de la guerra. Estaba sumido en una triste existencia en la que nada le satisfacía, ni su conviven-
cia con Rieke ni su nuevo trabajo de taxista. El muchacho, que ya es todo un hombre, acude a Emil Engelbrecht, un
tratante de ganado que conoce del pasado. Este último tiene el propósito de que el joven compre para él lo que sea,
pues quiere deshacerse de una cierta cantidad de dinero.

En su insistencia por deshacerse de ese dinero que apenas tiene valor, debido a la situación de posguerra, consigue
convencer al joven. Al final, Karl Siebrecht acaba cediendo y le dice todo lo que necesitaría, entre otras cosas un
trabajo permanente, una habitación y un anticipo. El tratante le facilita las cosas y posteriormente le pregunta enca-
recidamente si tendría un recadero que pudiera acudir a la Eichendorffstrasse a recoger sus pertenencias. Desafor-
tunadamente, Rieke Busch no permite que el enviado recoja las cosas de Karl y le comunica que en caso de que Karl
quiera recuperar sus cosas, tiene que ser él quien vaya a buscarlas.

Karl Siebrecht no quiere volver a pisar la vivienda en la que vivió algunos de los momentos más felices y exitosos de
su vida. Entretanto decide ir a Wallstrasse, a sabiendas del “supuesto” negocio del que Tischendorf le había habla-

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do. Ambos se ven y Siebrecht le hace saber sus intenciones y Tischendorf le responde que no tiene demasiado
tiempo, porque la prisa lo apremia para marcharse a Nueva York a trabajar a la fábrica de automóviles Ford. Tis-
chendorf, uno de sus enemigos más acérrimos, acaba comentándole que posee unos cuantos vehículos. Karl, muy
interesado, en verlos le instiga para que se los enseñe, pero Tischendorf le recuerda que no tiene tiempo, ya que
antes de marchar a Nueva York, tiene que pasar por Hamburgo.

Finalmente, Karl Siebrecht decide fiarse y le entrega el dinero a Tischendorf. No es hasta más tarde cuando tiene el
presentimiento de que este lo ha enredado y le ha mentido, tal y como se demostrará posteriormente.

N3 Jeder stirbt für sich allein

Capítulo DE: Was Baldur Persicke zu sagen hatte [cap. 2, págs. 17-21. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: Lo que tenía que decir Baldur Persicke [cap. 2, págs. 11-15. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: El que havia de dir Baldur Persicke [cap. 2, págs. 18-22. Primera part: Els Quangel]

Resumen
Otto Quangel sale de su vivienda en la Jablonskistrasse después de haber recibido la desgraciada noticia de la caída
de su hijo en el frente. Este hombre de carácter frío y reservado pasa por delante del piso de los Persicke, sus veci-
nos de la planta de abajo, cuyos miembros tienen cargos en el Partido. El padre tiene varias funciones importantes
en el Partido, mientras que los dos hijos mayores prestan sus servicios a las SS. Es importante mostrar cautela en ese
ambiente de represión y de denuncia, en el que muchos están al acecho de sorprender a otros haciendo algo ilegal
para así acudir a la polícia a la más mínima y sacar provecho de ello. El campo de concentración de Sachsenhausen,
en las inmediaciones de la capital, está cada día más lleno y la guillotina de Plötzensee opera a diario. Quangel atra-
viesa el patio y sale a la calle, habiendo percibido parte de la conversación que mantenían los Persicke.

Más que de un intercambio se trataba de una disertación de Baldur Persicke, el más inteligente de los hijos, dirigida a
los demás miembros del clan. Esta hace referencia a una fotografía del Völkischer Beobachter donde aparecen el Füh-
rer y Göring alegrándose de la capitulación de Francia. El joven insiste en la imposibilidad de que el fotógrafo de
prensa estuviera presente en el preciso instante en que llegó la noticia y por ello habla de engaño por parte de Hitler
hacia el pueblo. Este hecho merece todo el respeto por parte del pueblo alemán y es algo de lo que se debe apren-
der, es decir, nadie debe de adivinar los planes del otro. Baldur hace alusión a lo que su padre ha dicho anteriormen-
te sobre la señora Rosenthal, una vecina judía, de la que el cabeza de familia dijo que tendría que convertirse en su
sierva y servirles café y tarta. El hijo compara la actitud de su padre con la del vecino Quangel, un hombre precavi-
do que no habla con nadie sobre sus ideales. El silencio reina en la vivienda de los Persicke y para saciar su ego,
Baldur se las idea para ganar la aprobación de todos sus hermanos diciendo que únicamente siguiendo los ideales del
Partido, conseguirán llegar más lejos que su padre.

Capítulo DE: Ein Mann namens Barkhausen [cap. 3, págs. 21-34. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: Un hombre llamado Barkhausen [cap. 3, págs. 15-25. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: Un home anomenat Barkhausen [cap. 3, págs. 23-35. Primera part: Els Quangel]

Resumen
El reproche de la esposa de Otto Quangel –Anna–, a raíz de la muerte de Ottochen, por el apoyo que había profe-
sado supuestamente al Führer, ocupa los pensamientos del marido durante buena parte del trayecto hacia la fábrica
donde trabaja. Otto cae en la cuenta de no haber querido a su hijo como cualquier padre. El hombre nunca se posi-
cionó a favor de las ideas de Hitler por lo que no entiende las palabras de Anna: «tú y tu Führer».

El recorrido hasta el trabajo lo hace acompañado de Barkhausen, un vecino que no tiene ninguna ocupación más que la
de importunar y entrometerse en los asuntos de los demás. El facineroso Barkhausen le pregunta a Quangel con curiosi-

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dad por qué va a la fábrica a esa hora tan poco habitual. Otto Quangel intenta deshacerse de él. Le dice que tiene prisa,
pero el malhechor le informa de que llevan el mismo camino y así empieza con su verborrea a inmiscuirse en su vida.

Abstraído en sus cavilaciones, Quangel piensa en cómo el régimen de Hitler lo está desangrando con el dinero que
tiene que aportar en la Organización de Ayuda Invernal y en el Frente del Trabajo, donde tiene otro pequeño em-
pleo. Los miembros del Partido están mejor considerados que los que no pertenecen a él, y son inmunes a cualquier
contratiempo que se les pueda venir encima. Anna, por su lado, ingresó voluntariamente en la Organización de
Mujeres donde tiene a muchas otras por debajo de ella a las que puede mandar; sobre todo, disfruta enviando a
alguna fábrica a esas holgazanas, que no saben hacer otra cosa que pintarse las uñas. Esto es algo paradójico, ya que
siempre ha sido una persona sometida a órdenes tanto por sus trabajos anteriores como por su situación en casa, en
la que Otto lleva la voz cantante y todo se hace a su manera.

Barkhausen no se ha ido todavía. Le dice a Quangel que según ha oído, han recibido una carta del ejército y el remi-
tente no es precisamente su hijo. Entonces empieza a arremeter con la cartera y a tacharla de chismosa. Quangel
muestra su rabia y dice que ojalá Francia se hubiera rendido; de esta forma, su Otto seguiría con vida. Barkhausen le
responde que morir por la patria honra a las personas y que por una buena causa a él no le importaría que todos sus
hijos murieran a la vez por una bomba. Barkhausen apoya con fervor las ideas del Führer y dice que dentro de poco,
cuando hayan invadido más países, serán los reyes del mundo. Para Quangel todos esos muertos no valen la riqueza
y las conquistas que Alemania pueda conseguir.

Barkhausen aprovecha el haber sonsacado estas opiniones a Quangel para chantajearlo y pedirle diez marcos a cam-
bio de no irse de la lengua y denunciarlo a la policía. Los planes no le salen según lo previsto, ya que comprueba que
Quangel no se deja acoquinar fácilmente y se niega a prestarle ese dinero. Para sus adentros, piensa que quizá eso le
pueda funcionar con Anna Quangel que, debido a su sensibilidad por la reciente muerte de su hijo, estará más dis-
puesta a contarle cosas. Al separarse, Barkhausen cae en la cuenta de que puede conseguir algo de dinero yendo a
casa de la señora Rosenthal, la vieja judía, también vecina de los Quangel. Al encaminarse a cumplir su propósito, se
encuentra con Baldur Persicke, quien lo sorprende y lo obliga a entrar en su casa para ofrecerle aguardiente y disua-
dirlo así de sus ideas. Además, los Persicke le entregan veinte marcos con lo que no tendrá que enfrentarse a su
mujer Otti, quien a menudo lo reprende por no traer dinero a casa, ya que tiene cinco hijos a su cargo. Esta había
ejercido la prostitución en el barrio obrero de Prenzlauerberg, en la avenida Schönhauser y de ello se deduce que
algunos de los críos no sean hijos biológicos de Barkhausen. Con todo, la mujer le exige que aporte suficiente dine-
ro a la economía familiar.

Al llegar a su casa, Barkhausen encuentra a su mujer conversando con un hombre. Esto no le sorprende en absolu-
to, para él incluso es mejor; pues le evitará tener que entregar diez marcos a Otti. Al poco de haber entrado, aban-
dona la vivienda y empieza a pensar de nuevo en cómo puede conseguir dinero sin demasiado esfuerzo extorsio-
nando a alguien que le proporcione información. En seguida se le viene a la cabeza el nombre de Enno Kluge.

Capítulo DE: Enno Kluges Heimkehr [cap. 5, págs. 41-56. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: El astuto regreso de Enno [cap. 5, págs. 31-42. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: Enno Kluge torna a casa [cap. 5, págs. 41-55. Primera part: Els Quangel]

Resumen
Eva Kluge, la cartera, termina su reparto hacia las dos de la tarde y está francamente cansada. Hasta las cuatro se dedica
a finiquitar sus cheques y giros postales. Después, antes de ir a casa, para en la carnicería para hacer la compra con la
cartilla de racionamiento. A eso de las seis sube las escaleras de su vivienda, en el barrio de Friedrichshain.

Al llegar a su puerta ve a un hombre al que reconoce en seguida: se trata de Enno Kluge, su ex marido. Su presencia
la coge desprevenida, ya que su relación se había disuelto hacía mucho tiempo, concretamente desde que sus dos

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hijos se marcharon a la guerra. Enno es un hombre de labia e intenta embaucar a Eva haciéndole recordar cosas
agradables del pasado, como cuando criaron a sus hijos. Su intención no es otra que la de que Eva le deje pasar unos
días en casa. Ha agotado la baja por enfermedad y necesita demostrar un domicilio fijo hasta que vuelva a poder
ampararse bajo el seguro de enfermedad y evitar así que lo envíen al frente.

Eva Kluge no está dispuesta a caer en sus redes una vez más. Ya le ha causado muchos problemas y le pide que se
vaya con alguna de sus amigas, y que se olvide de ella. Empecinado en su objetivo, le explica qué hará esta vez para
que le concedan la baja. De repente, al ver que sus ruegos no surten efecto, Enno comunica a Eva que se va. Es
realmente sorprendente que no haya insistido más. Eva entra en su piso y empieza a preparar la cena, mientras
aprovecha para zurcir unas cuantas medias que rompe con facilidad durante el día. Poco a poco se repone del can-
sancio y piensa en escribir a su hijo mayor Karl, su preferido.

De repente llaman al timbre y Eva se acerca a la mirilla. Es su vecina, la señora Gesch. Le abre la puerta con la cadena y
Gesch le pide si puede echarle un vistazo a un forúnculo que le ha salido en la espalda. Después de que la mujer entre
en la vivienda, un pie se interpone en la puerta y aparece Enno, quien aprovecha para meterse en el piso.

La señora Gesch dice que espera no haber causado ningún contratiempo y si la situación lo requiere ayudará a Eva
Kluge a despachar a Enno del habitáculo. Eva hace ademán de que no importa y la vecina se va. A continuación,
Eva se dispone a cenar mientras Enno la mira; los dos no intercambian palabra alguna. Acto seguido, ella se dispone
a escribir a su hijo Karl y Enno le pregunta a quién pretende enviar la carta. Al saberlo, le pregunta cómo es capaz
de mandarle unas líneas a un hijo que está implicado en las muertes y el maltrato de judíos y en cambio no ofrecerle
a él algo de comer. A Eva se le cae el mundo encima al escuchar que su ex marido había visto en una taberna una
fotografía en la que Karl aparece golpeando a un niño judío. Ella se culpabiliza por esas atrocidades, pero en el
fondo piensa que se lo tiene merecido por estar en el Partido y haber jurado por el Führer y todos sus actos. Algo
que tuvo que hacer para poder ser cartera.

Eva empieza a meter sus enseres y cosas de valor en su habitación, donde las guardará bajo llave. Ya no pretende
echar a ese hombre de su vivienda. No le quedan más fuerzas, que las necesarias para echarse a dormir e intentar
conciliar el sueño. Enno aprovecha la pesadumbre de Eva y se cuela en el cuarto para intentar robarle algo. Encuen-
tra una cartilla con una suma más que sustanciosa, 632 marcos. Al descubrirlo, Eva espeta furiosa: «¡Fuera! ¡Fuera!».
Enno sale del edificio y piensa en su taberna habitual. Ahí podrá pasar seguramente la noche.1 Una vez sola en casa,
Eva se dispone a escribir a la única persona que le queda, su hijo menor Max, y le pide que nunca pierda la decencia.

Capítulo DE: Nächtlicher Einbruch [cap. 7, págs. 67-76. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: Robo en la noche [cap. 7, págs. 51-58. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: Irrupció nocturna [cap. 7, págs. 66-74. Primera part: Els Quangel]

Resumen
Emil Barkhausen y Enno Kluge están en un restaurante llamado Ferner liefen bebiendo a lo grande, a pesar de que el
tabernero ya les ha dicho tres veces que es la hora de cerrar. Una vez en la calle ambos siguen hablando animosa-
mente y a Enno se le pasa de repente por la mente ir a ver a Tutti, una mujer con la que estuvo y que le podría dar


1 Constatamos un error importante de traducción. Rosa Pilar Blanco traduce der Budiker (DE,
pág. 55) por Budiker (ES, pág. 42), es decir confunde un sustantivo común de baja frecuencia con
un nombre propio empleado en su uso coloquial por la presencia del artículo determinado.
Budiker es menos frecuente que Kneipenwirt o Besitzer einer Kneipe. El traductor Ramon Monton lo
traduce correctamente por taverner (CAT, pág. 55).

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posada esa noche, en vez de adentrarse en asuntos turbios. Barkhausen le ha confirmado por activa y por pasiva que
su visita a casa de la señora Rosenthal constituye una incautación, casi legal, respaldada por las SS.

Finalmente, Enno acaba cediendo, aunque más bien por el hambre que lo ciega que no por el botín que puedan
sacar de la casa de la Rosenthal. Barkhausen vuelve a justificarse y le dice a Enno que su presencia será crucial para
que los bienes que adquieran se repartan equitativamente y que las SS no les jueguen una mala pasada.

Una vez en el edificio encienden la luz y avanzan escaleras arriba sin los zapatos para causar el menor ruido posible
y no levantar sospechas. Después, ya en el inmueble se disponen a buscar a la señora Rosenthal para atarla y poder
robarle con tranquilidad. La mujer no se halla en el piso, lo que supone mayor tranquilidad para los saqueadores.
Enno Kluge corre a la despensa, pero allí solo hay cebollas y medio pan, que no duda en consumir para calmar su
hambre. También hay bebida en la casa, así que ambos acaban echando un trago.

Después, acuerdan no llevárselo todo para no levantar sospechas, y depositar el botín en las taquillas de las estacio-
nes de Stettin y Anhalt hasta que el asunto se calme y nadie pueda señalarlos con el dedo, ya que de lo contrario
sería muy peligroso. En medio de su propósito vislumbran una radio que gusta a Emil Barkhausen, pues su mujer
Otti es aficionada a escucharla. Pronto comprueban que no cabe en las maletas y en el tumulto visualizan la figura
de un muchacho, Baldur Persicke, que les pregunta qué están haciendo allí. Ahora empiezan los problemas, tal y
como Barkhausen hace saber a Kluge.

Capítulo DE: Siegestanz im Elysium [cap. 13, págs. 118-127. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: Baile de la victoria en el Elíseo [cap. 13, págs. 91-99. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: Ball de la victòria a l’Elysium [cap. 13, págs. 114-123. Primera part: Els Quangel]

Resumen
Con motivo de la caída de Francia, el Elíseo, un gran salón de baile situado en el norte de Berlín, muestra una estampa
en la que abundan los uniformes de diferentes instituciones del Partido. En medio de ese gentío, hay cuatro personas
sentadas a una mesa que desentonan con el resto de los presentes por no llevar ni uniformes ni tampoco insignias del
Partido. Se trata de una pareja y otros dos hombres que han llegado posteriormente y han pedido permiso para sentar-
se. Uno de los hombres de frente despejada, de unos treinta y pocos años, dice que el lugar elegido para la reunión es
inadecuado, puesto que cuatro civiles llaman la atención entre toda esa muchedumbre trajeada. El acompañante de la
chica le responde que eso no es para nada verdad, al contrario, más bien no despiertan ningún interés en los demás,
pues están ocupados con sus quehaceres y conversaciones a la vez que bailan y celebran la victoria sobre Francia.

Posteriormente, el cuarto componente, que atiende al nombre de Bebé, por sus rasgos aniñados, se dirige a la chica
y le pregunta qué es lo que con tanto apremio les quiere comunicar. Trudel Baumann, la novia del fallecido Otto-
chen, admite haber cometido un desliz. Poco conforme con la respuesta, Grigoleit, el hombre de frente alta, insta a
Trudel para que cuente con pelos y señales lo que lleva guardado y tiene miedo de contar. Las lágrimas bañan los
ojos de la joven y Grigoleit comprende que ha hablado más de la cuenta sobre la célula comunista a la que pertene-
cen los cuatro. Los tres hombres jóvenes miran inquisitivos a Trudel mientras explica que en efecto ha hablado con
su antiguo suegro sobre su grupo, pero reconoce no haber dado ningún nombre.

Trudel se compromete a no volver a hablar sobre el tema con nadie y a mantener la boca cerrada. Grigoleit y Bebé
especulan con la posibilidad de que la muchacha vuelva a hacerlo y ponen en duda sus palabras. El compañero de
Trudel dice que bastará con hacerse una idea de quién es Quangel. La pareja decide ponerse a bailar para calmar los
ánimos, pero el ambiente está tan caldeado que vuelven a la mesa por el sentimiento negativo que abruma a la cán-
dida muchacha. Karl Hergesell, que así se llama el muchacho moreno que está a su lado, le dice que tiene que vivir y
que no se deje intimidar por las palabras de los otros dos miembros de la célula. El joven se ofrece a acompañarla el
resto de la noche para evitar que la joven pueda caer en desgracia.

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Los jóvenes vuelven a discutir y Bebé y Grigoleit deciden marcharse. En medio de la confusión, un hombre vestido
de uniforme escucha algo relacionado con la disolución de una célula. Se interesa por el asunto, ya que puede tratar-
se de espías o miembros de la Resistencia. El hombre decide hacer preguntas a la pareja, ya que Grigoleit dice, ya
saliendo del salón, que si tan interesado está, le pregunte a la jovencita que se encuentra en una de las mesas. Final-
mente, el hombre comprueba que seguramente se trate de un malentendido y sobre todo de una discusión de pareja,
por lo que una simple verificación de datos será más que suficiente para evaporar las dudas. Ambos jóvenes se diri-
gen más tarde a la calle, donde Karl le recuerda a la chica que tiene que vivir mientras esta se dirige corriendo al
tranvía que está a punto de irse.

Capítulo DE: Das Ende der Frau Rosenthal [cap. 16, págs. 141-162. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: El final de la señora Rosenthal [cap. 16, págs. 110-127. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: La fi de la senyora Rosenthal [cap. 16, págs. 137-158. Primera part: Els Quangel]

Resumen
La señora Rosenthal está escondida en casa del juez jubilado Fromm. Los días y noches solitarias se le hacen cada
vez más difíciles de soportar. Necesita a alguien con quien intercambiar unas palabras y distraerse. Con este pro-
pósito, la mujer sale del espacio donde está apartada y se aventura por la casa para encontrar al señor Fromm,
quien parece no encontrarse en el inmueble. A quien se encuentra es a Liese, la criada, quien no le dirige la pala-
bra y la ahuyenta para que vuelva al espacio donde la están escondiendo, ya que es el lugar más seguro, en el que
nadie la podría ver desde fuera. La anciana vuelve a su escondrijo y presa de la desesperación ingiere una buena
cantidad de somníferos para intentar dormir y dejar atrás los fantasmas que la aturden y no la dejan tranquila. De
poco le sirven, ya que las pesadillas son cada vez más recurrentes. Al levantarse visualiza la carta que empezó
hace tres días y que iba dirigida a su marido Siegfried, que se encuentra en manos de la Gestapo. Oye unos pasos
en la escalera y en ese preciso momento tiene una alucinación y visualiza a su marido subiendo a casa. Ofuscada
sale de la vivienda de Fromm y sube las escaleras con la desdicha de toparse con Baldur Persicke, a quien la oca-
sión se le presenta más que favorable. El joven estudiante acude a casa, donde todos duermen, y se pone en con-
tacto con las oficinas de la Gestapo para que acudan a interrogar a la señora Rosenthal y sonsacarle de esta mane-
ra dónde guarda el dinero y las joyas.

Al poco rato el comisario Rusch y su ayudante Friedrich acuden a la Jablonskistrasse y ven a la anciana en su vivien-
da totalmente confundida y absorta en sus pensamientos. Le preguntan de buena manera en qué lugar está el dinero,
pero ella no lo recuerda. A continuación, por orden del comisario, el ayudante se encierra en la cocina con ella y
empieza a interrogarla por la fuerza con métodos inhumanos. Persicke y el comisario conversan entretanto en el
salón. De repente los gritos sorprenden a los dos sujetos y el comisario abre la puerta para encontrarse únicamente
con su ayudante. La señora Rosenthal acaba de precipitarse al vacío, aprovechando un despiste del joven. Los
Quangel han observado esa mañana de domingo tan apacible lo sucedido, pero cierran las ventanas y Otto le dice a
su mujer que tienen que hacer como si no hubiera pasado nada y actuar con total normalidad. Esa mañana Anna
quería reconciliarse con su marido y retirar el reproche que le había hecho cuatro días antes al recibir la noticia de la
muerte de su hijo.

Emil Barkhausen se halla por casualidad en el patio cuando la señora Rosenthal cae en él. Ve de inmediato la pulsera
que lleva en la mano, la coge y la guarda en el bolsillo. Minutos después, Rusch, Friedrich y Persicke se presentan en
el patio e intuyen que ese hombre de poca confianza ha podido sustraer a la fallecida la pulsera de zafiros. Barkhau-
sen lo niega e indica que la pulsera se encuentra unos metros más allá. A pesar de que la encuentran, arrestan a
Barkhausen por las sospechas y se lo llevan a comisaría.

Rusch y Baldur Persicke vuelven a subir a la vivienda y beben una copa. El primero inquiere al segundo que le ex-
plique toda la verdad sobre lo que andaba buscando junto con Barkhausen en el inmueble, ya que existían varios

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indicios de que el joven ya había estado allí anteriormente. El comisario se marcha dejando al muchacho a cargo de
que vigile las pertenencias que todavía están allí y las guarde a buen recaudo, a excepción de las cosas que le ha
permitido que coja.

Capítulo DE: Auch Anna Quangel macht sich frei [cap. 17, págs. 163-176. Erster Teil: Die Quangels]
Traducción ES: También Anna Quangel se libera [cap. 17, págs. 127-138. Primera parte: Los Quangel]
Traducción CAT: Anna Quangel també queda lliure [cap. 17, págs. 158-171. Primera part: Els Quangel]

Resumen
Esa mañana de domingo, después del triste suceso, los Quangel la pasan en casa. Otto Quangel tenía previsto expli-
carle a Anna lo que le rondaba por la cabeza, pero desiste al no encontrarse con ánimos. Sin embargo, Anna apro-
vecha para desahogarse todo lo que puede y llorar la muerte de su hijo. Jamás se había mostrado su marido tan
cariñoso como esa mañana soleada que daría paso al crudo y oscuro invierno en el que Otto volvería a mostrarse
parco en palabras e indiferente. Esa noche Otto pide a Anna que haga el favor de abandonar la Organización de
Mujeres, ya que también él ha conseguido librarse de su cargo en el Frente del Trabajo.

Así pues, Anna empieza a discurrir cuál sería la mejor opción para que la destituyesen de su cargo y cae en la cuenta
de que muchas mujeres alemanas, que no prestan sus servicios a las empresas de armamento, llevan vidas holgadas.
Estas eran tachadas de traidoras al Führer y al pueblo alemán. Anna sabe que en Friedrichshain vive una mujer que
le viene como agua de mayo para la consecución de su objetivo. La grandiosa e imponente villa de los Gerich hace
que un sentimiento de inseguridad se apodere de Anna en un primer momento, pero está decidida a dar ese paso
para poder quitarse ese peso de encima. Una vez tiene a la señora de la casa delante, la importuna con todo tipo de
preguntas y la llega a ofender cuando le pregunta si tiene hijos, ya que se deduce que el matrimonio no los puede
concebir. Anna Quangel llega a la conclusión de que esa mujer es una holgazana y no duda en mirarla y mostrarle
todo el desprecio que siente hacia ese tipo de personas.

La mujer de Gerich llama a toda prisa a su marido, que es Obersturmbannführer, y le hace saber la manera en la que
Quangel ha arremetido contra ella soltando todo tipo improperios. El teniente la calma y le dice que vayan esa no-
che a cenar y a la ópera y así puedan olvidarse de tan desagradable incidente. La mujer exige que su visitante le pre-
sente sus disculpas. Gerich llama a varios teléfonos y pone sobre aviso a todo Berlín. Al final, dos mujeres que tra-
bajan en la oficina de la organización reciben la orden de comunicarle a Anna Quangel la remoción de su cargo y
ellas mismas se encargan de presentar las disculpas a la señora Gerich. No podría haber tenido más suerte; el matri-
monio Quangel ya no tiene nada que ver con el Führer.

Capítulo DE: Kommissar Escherich bearbeitet die Sache Klabautermann [cap. 25, págs. 262-276. Zweiter Teil: Die Gestapo]
Traducción ES: El comisario Escherich trabaja en el caso duende [cap. 25, págs. 204-215. Segunda parte: La Gestapo]
Traducción CAT: El comissari Escherich treballa en el cas «Follet de mal averany» [cap. 25, págs. 254-267. Segona part: La
Gestapo]

Resumen
El comisario Escherich le entrega a su ayudante Schröder un expediente en el que Enno Kluge consta como el autor
de las postales en contra del régimen nazi y que desde hace tiempo se llevan distribuyendo en toda la ciudad de
Berlín. El comisario está seguro de que Kluge los conducirá hasta el verdadero autor de las postales, pero Schröder
no cree que el hombre tenga nada que ver con ese asunto que atenta contra el honor del Führer y del pueblo ale-
mán. Escherich se remite a la declaración y no lo pone en tela de juicio. Schröder acaba concordando con la opinión
de su superior.

Poco después Escherich se presenta en las oficinas de la Gestapo en la Prinz-Albrecht-Strasse y pide ser recibido de
inmediato por su superior inmediato, el señor Prall, quien está reunido con otros altos cargos de forma ociosa, por

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los chillidos que emanan de las estancias donde se encuentran. Después de haber esperado una hora, Escherich
entra y Prall, visiblemente ebrio, invita al comisario a que brinde con él. El comisario lee su informe sobre el caso
Duende a su Obergruppenführer, pero el estado de este es tan lamentable que no entiende ni una sola palabra de lo que
se le está diciendo. Después de un sinfín de juegos que acaban con la paciencia de Escherich, Prall acomete contra
él y le pregunta por qué Kluge no está arrestado. Escherich informa que tiene a dos hombres tras la pista de Kluge y
que acabarán dando con el auténtico redactor de las postales que los trae de cabeza. Acto seguido, antes de que
Escherich deje las dependencias de la Gestapo, Prall le hace entrega de la Cruz al Mérito, no sin antes afirmarle que
en realidad esta condecoración la tenía reservada para el comisario Rusch, por su eficiencia en el caso de la señora
Rosenthal.

Al volver a comisaría, Escherich se encuentra con la mala noticia de que sus hombres han perdido a Enno Kluge
entre el gentío de Alexanderplatz. Iracundo, comunica a sus agentes que ahora tendrá que poner a otras dos perso-
nas para relevarlos, ya que el hecho de que haya desaparecido significa que Kluge se ha percatado de que lo seguían.
Escherich se acerca a casa de los Kluge para saber más sobre ellos, pero allí solo consigue hablar con la señora
Gesch, quien accede a hablar después de la amenaza del comisario.

Capítulo DE: Escherich und Kluge gehen spazieren [cap. 33, págs. 357-372. Zweiter Teil: Die Gestapo]
Traducción ES: Escherich y Kluge salen de paseo [cap. 33, págs. 278-289. Segunda parte: La Gestapo]
Traducción CAT: Escherich i Kluge se’n van a fer un volt [cap. 33, págs. 345-358. Segona part: La Gestapo]

Resumen
Escherich lleva detenido a Enno Kluge por la calle, pero el agente todavía no ha nombrado el sitio al que se dirigen.
De repente, se encuentran con Emil Barkhausen merodeando por la vía pública y este, al verlos, intenta esconderse,
pero el comisario lo avista y lo aborda. Barkhausen saluda y hace ademán de querer estrechar la mano de Kluge,
pero este no le devuelve el saludo, ya que lo había metido en el lío del robo en el inmueble de la señora Rosenthal y
posteriormente también lo había traicionado revelando su paradero a la autoridad tras haber chantajeado a la señora
Häberle, su novia. Barkhausen esperaba igualmente recibir una recompensa de la policía, pero al final esta parecía
haberse quedado en agua de borrajas.

Acto seguido, el comisario Escherich y Enno Kluge entran en una tasca para disfrutar de un abundante festín sin
ningún tipo de privaciones. Mientras cenan, Escherich presume sin pudor alguno de que no es él quien va a pagar
esos manjares, sino que el dinero saldrá de la recompensa que debería haber entregado a Barkhausen. Así el comisa-
rio habla de justicia distributiva.

Posteriormente, el comisario habla de una reunión con un hombre que vive en las afueras de Schlachtensee y tiene
que encontrarse con él allí a las diez. Además, este menciona que seguramente su rostro le resultará familiar. Enno
Kluge se queda algo perplejo. Así, ambos viajan a Schlachtensee con el ferrocarril metropolitano, pero al llegar allí
no ven nada más que oscuridad, ya que con el objetivo de prevenir los ataques aéreos, no hay iluminación alguna.
Llegan a una zona lacustre y Enno Kluge confiesa su miedo al agua y por ello, en vista de que cree que el agente lo
va a arrojar al agua, empieza a gritar y a pedir socorro. Enno Kluge desconfía del comisario y lo tacha de traicionero.

Una vez se sientan y después de que Kluge se haya calmado, Escherich confiesa que la reunión era una mentira y que
es consciente de que él no tiene nada que ver con la autoría de las postales que llevan repartiéndose por Berlín durante
mucho tiempo. Reconoce que ha sido una mala idea inculparlo, pero ahora ya no hay vuelta atrás, ya que la Gestapo
desconfiará y lo torturará hasta que oigan lo que quieren oír: que es culpable. Escherich le da dos opciones: que él
mismo acabe con su vida con la pistola que tiene allí o que termine sus días encarcelado en las dependencias de la Ges-
tapo. Kluge parece convencerse de que la primera opción es la mejor, ya que así pondrá fin a su sufrimiento y a la mala
suerte que ha caído sobre él. Kluge solo le pide una cosa al agente: que una vez muerto no lo tire al agua.

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Después de que la pistola se dispare por accidente en una maniobra de Kluge, Escherich decide poner punto y final
a esa estúpida situación y se oyen dos disparos muy seguidos. El cuerpo de Kluge se desliza del embarcadero al agua
y se hunde. Escherich deja la pistola en el embarcadero y, como ya no hay transporte público, regresa a Berlín a pie.
En esta larga caminata, Escherich se pregunta qué le parecerá la paz al cobarde y llorón de Enno Kluge, el hombre
que nunca supo querer ni tampoco sacarle partido a la vida.

Capítulo DE: Die erste Warnung [cap. 36, págs. 388-397. Dritter Teil: Das Spiel steht gegen die Quangels]
Traducción ES: El primer aviso [cap. 36, págs. 373-381. Tercera parte: La suerte le da la espalda a los Quangel]
Traducción CAT: El primer avís [cap. 36, págs. 345-358. Tercera part: Les coses es torcen per als Quangel]

Resumen
La ira que Otto Quangel siente hacia Hitler aumenta en 1942, cuando Alemania invade la Unión Soviética. El lacó-
nico trabajador ha seguido minuciosamente la génesis del ataque y ha concluido que tanto el Führer como los altos
dirigentes mienten al pueblo en su favor. Por ello, en una de las postales no dudó en escribir que en Rusia nadie
pensaba en guerra cuando los soldados alemanes penetraron en territorio soviético. Quangel se ha aficionado a
escuchar los comentarios ajenos sobre la guerra, aunque estos son cada vez menos frecuentes. El miedo a que al-
guien pueda delatar al otro es muy grande, sobre todo después de que once hombres de la fábrica desaparecieran de
la noche a la mañana. Con el fin de llenar las vacantes, aparecieron rostros nuevos de los que en ocasiones se sospe-
cha que puedan ser espías.

Ahora en vez de cajas para bombas fabrican ataúdes que transportarán seguramente cuerpos sin vida de soldados
caídos en el frente o bien los miles de muertos que yacen en los campos de concentración. Quangel suele pensar en
todo esto y por ello escribe cada vez con más diligencia sus postales por mucho que a veces le cueste más esfuerzo
acabarlas. La redacción de las postales no conlleva la preocupación de antaño, aunque lo hayan sorprendido en dos
ocasiones depositando un par de ellas en varios edificios de la ciudad. Trudel Hergesell, la novia de su hijo fallecido,
ahora casada con uno de los miembros de la ya disuelta célula comunista, fue una de las personas que lo vio. Otto
dudó mucho tiempo en si debía o no informar a Anna sobre su encuentro con Trudel y finalmente lo hizo. Anna
Quangel, preocupada, contesta que no puede continuar teniendo ese tipo de descuidos, ya que le pueden costar la
detención y el posterior paso por la guillotina. Anna dice que si fuera ella quien las distribuyese llamaría menos la
atención y hace gala de la agilidad de sus piernas. Otto se niega a que sea ella quien reparta las postales y finalmente
ella propone que lo hagan los dos.

Anna está empecinada en saber cómo se apellida Trudel y dónde vive, ya que esta cogió la postal que Otto había
depositado en la Kleine Alexanderstrasse y está intranquila por si alguien la pudo haberla visto. Eso conllevaría que
la detuviesen y, una vez en manos de la Gestapo, acabaría sin duda alguna confesando que los autores de las posta-
les eran los Quangel.

Los malos presentimientos se ciernen sobre Otto, quien le dice a su mujer que muchas veces piensa que no saldrán
exentos de la condena por actuar contra el Führer. Anna, por el contrario, aun con un sentimiento de desazón, no
cree que los descubran, ya que la suerte está de su parte.

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Capítulo DE: Der gute Pastor [cap. 59, págs. 568-575. Vierter Teil: Das Ende]
Traducción ES: El buen pastor [cap. 59, págs. 445-451. Cuarta parte: El desenlace]
Traducción CAT: El bon pastor [cap. 59, págs. 545-551. Quarta part: La fi]

Resumen
El pastor Friedrich Lorenz, enfermo de tuberculosis, desempeña su trabajo en la cárcel ayudando a los condenados
a muerte para que no pierdan su fe ni se sientan tan solos. Este se enfrenta al director de la prisión al haber fallecido
el séptimo encarcelado en dos semanas. Lo acusa de tener a un médico que comete negligencias continuamente,
pero el carcelero hace caso omiso y sigue a lo suyo.

El pastor le recuerda al director que él mismo no quedó satisfecho con la labor del médico una noche en la que
precisó de sus servicios para curar a su hijo al que le supuraba un oído y gritaba consecuentemente de dolor. Su hijo
se encontraba en peligro de muerte y fue otro médico el que tuvo que intervenir. El religioso le recuerda que Dios
no permite que se burlen de él a pesar de que no sea cristiano. Al final, el funcionario parece mostrarse más dócil y
propone ver lo que puede hacer para prescindir de ese médico que empina el codo en vez de hacer su trabajo.

El pastor tiene un cruce de palabras con el médico, que acaba de enviar a un grupo de presos a un campo de con-
centración, ya que según él, aun sin revisión previa, son aptos para trabajar. Enzarzados en una discusión, el clérigo
le hace algunos reproches y el sanitario le dice que es capaz de adivinar si alguien sirve o no para trabajar. Asimismo,
hace alusión al pésimo estado de salud de su interlocutor y según él no durará más de tres meses, ya que, debido a
los esputos que lleva expeliendo desde el mes de mayo, pronto empezará a vomitar sangre. El pastor le corrige y le
comunica que ya ha empezado con esos vómitos. El médico le dice que lo examinará y que posteriormente le con-
seguirá un permiso para viajar a Suiza.

El pastor sigue mostrando interés por los enfermos encarcelados pero el médico le hace saber que un alto porcenta-
je de ellos morirá en los campos de concentración, por lo que no tiene demasiada importancia si mueren antes o
después. El clérigo iracundo espeta que si esa es su actitud, debería cesar de su cargo. Posteriormente, el pastor le
dice al médico que pronto lo apartarán de su cargo por lo incauto que ha sido. El médico feliz responde que así
ascenderá de posición y no tendrá que trabajar más, por lo que le da sus más efusivas gracias. El pastor le dice que
una buena manera de agradecérselo, sería liberando a dos personas que se hallan adolecidas en aquella cárcel.

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10. Análisis detallado de los marcadores
Marcador pragmático Ach was!
conversacional
Identificador »Was verbitten Sie sich? Gar nichts verbitten Sie sich. Hab ich was gesagt, daß Sie die
N1, cap. 13, pág. 104 Staubtücher klauen? Einer, hab ich gesagt. Ich glaub gar nicht, daß solche Mädchen
TP. DE 001 Staubtücher anfassen, das ist viel zu gewöhnliche Arbeit für solche.«
»Hören Sie, Fräulein Kleinholz«, beginnt Pinneberg. Und besinnt sich. »Ach was!« sagt
er und setzt sich an seinen Platz zum Arbeiten.
»Ist auch besser, Sie sind still. Sich auf offener Straße mit so einer abzuknutschen […]«
Equivalencia ¡Bah!
Identificador –¿Qué es lo que no tolera? Usted no tolera nada de nada. ¿Acaso lo he acusado de
N1, cap. 13, pág. 106 robar los trapos del polvo? He dicho «alguien». No creo que semejantes chicas toquen
Trad. ES 001 los trapos del polvo, es un trabajo demasiado vulgar para este tipo de chicas.
–Oiga usted, señorita Kleinholz –comienza Pinneberg, pero recapacita–. ¡Bah! –añade
antes de sentarse en su puesto a trabajar.
–Sí, es mejor que se calle. Mira que andar besuqueándose con una así en una calle
pública...
Equivalencia En fi, és igual!
Identificador –Què és el que no tolera? No cal que toleri res, que li he dit que sigui vostè, qui roba
N1, cap. 13, pág. 106-7 els draps de la pols? He dit que deu haver-hi algú, però no crec pas que aquesta mena
Trad. CAT 001 de noies es dignin a tocar ni un drap de la pols, això seria una feina massa vulgar per a
elles.
–Escolti, senyoreta Kleinholz –comença a dir Pinneberg, però s’hi repensa–. En fi, és
igual! –diu, finalment, i es torna a asseure al seu lloc per continuar treballant.
–Sí, val més que calli. Mira que petonejar-se en ple carrer amb una d’aquestes donotes...
Johannes Pinneberg se encuentra con la hija de su jefe, Marie Kleinholz, quien pretende extender la ropa en la mesa
grande de la oficina. La chica se queja cuando ve que la mesa todavía no se encuentra despejada como es habitual
todos los lunes por la mañana. Pinneberg se disculpa e intenta retirar todo cuanto hay encima, pero Marie arremete
contra él y lo acusa de estar observando por la ventana a las chicas que pasan. Pinneberg decide no responder, pero
la muchacha, empecinada en buscar pelea, aprovecha para preguntar por el paradero del trapo del polvo. Cuando
Pinneberg responde que no lo ha visto, Marie replica que hay alguien que le roba los trapos todas las semanas. El
joven contable se da por aludido y le hace saber a su interlocutora que no tiene nada que ver con su desaparición.
Marie contesta que ya se lo imaginaba, pues sacar el polvo es una tarea demasiado vulgar para chicas como su mujer.
Johannes se dirige a Marie Kleinholz, pero interrumpe su enunciado con ach was! al poco de haber tomado el turno
de palabra. Mediante el empleo de esta unidad intenta contenerse y no le sigue el juego, puesto que supondría entrar
en una discusión.

Rosa Pilar Blanco utiliza la unidad ¡bah! con la que se expresa igualmente una retracción en el propósito de contestar
a las palabras de Marie. En el María Moliner, encontramos que esta interjección que clasificamos como marcador
pragmático conversacional puede denotar «que no se da importancia a algo que se ve u oye». Por su parte, Ramon
Monton opta por en fi, és igual!, que nosotros entendemos como unidad empleada para quitar hierro a un asunto,
aunque en todas las fuentes consultadas –DIEC, GNV, Cuenca y el artículo de Carme Bach– donde aparece este
marcador no se incluye tal función. Se asocia en fi con valores de conclusión y reformulación. Sí que es cierto, que
Pinneberg cesa en su intento de contestar a la impertinencia de Marie, pero no es este el sentido que recogen las
fuentes arriba mencionadas, que otorgan a en fi una función de elemento recapitulativo. La GDLE clasifica la unidad
en fin como reformulador recapitulativo y uno de los valores que incluye es el de resignación por parte del hablante
(GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4137), función que también correspondería al contexto actual.

A pesar de que la solución del traductor es adecuada, también se podría haber propuesto bah! o bah, és igual! como en
el caso del español. Este elemento entraña un valor de reticencia, que la GNV incluye en el apartado de interjeccions
expressives (2006: 329) y por ello satisfaría pragmáticamente las presentes circunstancias contextuales.

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Marcador pragmático Ach was!
conversacional
Identificador Also machen sie Licht, wieder wandert der Murkel in Mamas Arm, und wieder ist er im
N1, cap. 42, pág. 322 gleichen Augenblick still. Er schluckt noch einmal und ist ruhig.
TP. DE 002 »Da hast du es«, sagt Pinneberg erbost. »So was gibt es ja gar nicht, Schmerzen, die im
Augenblick aufhören, wo man ihn in den Arm nimmt.«
»Faß mal seine Händchen an, die sind so heiß.«
»Ach was!« Pinneberg ist ungnädig. »Die sind vom Schreien heiß. Was meinst du, was
ich schwitzen würde, wenn ich so brüllte? Keinen trockenen Faden hätte ich am Leibe!
Equivalencia ¡Qué va!
Identificador Total, que encienden la luz, la madre coge en brazos al bebé, que vuelve a callarse al
N1, cap. 42, pág. 323 instante. Traga saliva otra vez y se calma.
Trad. ES 002 –Ya lo ves –comenta furioso–. Es un dolor inexistente, pues cesa en cuanto se le coge
en brazos.
–Tócale las manitas, están muy calientes.
–¡Qué va! –Pinneberg es implacable–. Están calientes de gritar. ¿Te imaginas lo que
sudaría yo si gritase de ese modo? ¡No tendría ni un trocito seco en todo mi cuerpo!
Equivalencia Au va!
Identificador O sigui que encenem el llum i la mama torna a passejar el menut en braços i, en un
N1, cap. 42, pág. 325-6 moment, torna a tranquil·litzar-se, somica un cop i es queda callat.
Trad. CAT 002 –Ja hi tornem! –diu Pinneberg, emprenyat–. Quina mena de dolor és aquest, que li
passa de seguida que l’agafes?
–Agafa-li la maneta, la té molt calenta.
–Au va! –diu Pinneberg, de mal humor–. Les té calentes de tant plorar, et penses que
jo no suaria si no cridés així? No em quedaria cap racó sec en tot el cos!
Johannes Pinneberg y Corderita se despiertan alertados por el llanto de su bebé. Desconcertada por los gritos de
dolor del pequeño, la joven pareja no sabe muy bien qué hacer. Corderita está muy preocupada y así se lo hace saber
a su marido, ya que nunca antes había oído llorar de esa manera a su hijo. Después de haberse levantado varias
veces para intentar calmarlo, la joven madre vuelve a cogerlo en brazos y lo mece mientras pasea por la habitación.
El niño cesa entonces de lamentarse, algo a lo que el padre no reacciona de manera positiva, pues no logra entender
qué tipo de dolor es ese. Corderita le dice a Johannes que el bebé tiene las manos muy calientes. Este espeta iracun-
do un ach was! seguido de una explicación en la que intenta mostrar a su mujer que los gritos son la causa aparente
de que tenga las manos ardiendo.

Este marcador aparece justo después de la intervención de Corderita, en la que afirma que al bebé le sucede algo, e
introduce la de Pinneberg. Se observa la aportación de un punto de vista diferente en el que se niega que lo comuni-
cado por la joven madre sea cierto y se alegan otras razones por las que el pequeño está dando voces. En la traduc-
ción al español, Rosa Pilar Blanco opta por ¡qué va!, propuesta óptima que recoge por un lado ese matiz de incredu-
lidad y negación y por otro el tono coloquial que cabe salvaguardar en el TM. Ramon Monton decide recurrir en
catalán a la expresión interjectiva au va! con la que también se muestra esa actitud escéptica y de oposición a lo
enunciado a la vez que se respeta el registro.

En las obras en las que nos apoyamos se recoge esta unidad. El DRAE clasifica qué va como locución interjectiva colo-
quial y remite a la voz sinónima quia. El DIEC, en cambio, no incluye en su inventario la combinación au va!, que, sin
embargo, sí aparece en la GNV. En esta última obra se cataloga este elemento como interjección conativa, cuya función
sería la de incidir sobre el comportamiento del interlocutor y más específicamente la de pedir un favor o dar una orden
(2006: 329). En este contexto, no creemos que au va! asuma un papel exhortativo, sino que desempeña uno expresivo en
el que se da a entender que el emisor manifiesta su incredulidad ante lo declarado anteriormente por su interlocutora.

Marcador pragmático Ach was


conversacional
Identificador Pinneberg sitzt auf der Bettkante, sieht Lämmchen trübe an.
N1, cap. 42, pág. 324 »Na ja, recht hast du ja.« Er nickt. »Hübsch haben wir uns festgefahren, Frau Pinne-
TP. DE 003 berg. Sehr hübsch. Das haben wir auch nicht gedacht.«
»Ach was«, sagt Lämmchen. »Sei nicht so, Junge. Das sieht jetzt alles nur so grau aus.
Das wird auch wieder besser.«
Equivalencia Déjate de bobadas
Identificador Pinneberg, sentado en el borde de la cama, mira entristecido a su esposa.
N1, cap. 42, pág. 325 –Tienes razón –asiente–. Estamos en un callejón sin salida, señora Pinneberg. Sin
Trad. ES 003 salida. Con eso no contábamos...

276 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


–Déjate de bobadas –replica Corderita–. No seas así, chico. Ahora todo parece gris,
pero las cosas mejorarán.
Equivalencia Vinga, home
Identificador Pinneberg s’asseu a l’espona del llit i es queda mirant la Xaieta, amb posat ombrívol.
N1, cap. 42, pág. 328 –Doncs em sembla que tens raó. Sí que l’hem feta bona, senyora Pinneberg, estem ben
Trad. CAT 003 arreglats: no havíem pensat mai en tot això.
–Vinga, home –diu la Xaieta–, no t’ho agafis així. Ara ho veus tot negre, però ja
veuràs com milloraran les coses.
Los padres primerizos presos de la desesperación, no saben qué más hacer ni tampoco a quién acudir. Johannes
quiere ir en busca de un médico con el fin de que atienda al bebé. Nada más comunicar sus intenciones a su mujer,
esta lo desalienta de sus propósitos en vista de la hora y a sabiendas de que su vivienda no está en condiciones de
recibir visitas. El joven le da la razón y, desanimado, le dice a Corderita que no hay ninguna solución para que el
pequeño deje de llorar.

Ante tal absurda aserción, la joven esposa replica con un enunciado que empieza con ach was!, que en la traducción
al español se recoge como déjate de bobadas y en catalán como vinga, home. La elección de Rosa Pilar Blanco satisface
las necesidades lingüísticas contextuales, a pesar de no recogerse en ninguna de las obras con las que trabajamos.
Romanços!, opción del DAC (2006: 433), sería el equivalente más próximo a la propuesta castellana. Ramon Monton
se inclina por vinga, home, que manifiesta ese distanciamiento de opinión y expresa por ende desacuerdo, y con lo que
además se trasluce un matiz de voluntad de infundir ánimo. Sin embargo, ese aspecto de intentar alentar al interlo-
cutor no se encuentra tan presente en la expresión déjate de bobadas.

En español, la traductora ha decidido traducir ach was! por una expresión conocida en la LM, que cumple cabalmen-
te la función expresada por dicha interjección. En catalán, contrariamente, se ha optado por dos unidades lingüísti-
cas que conjuntamente manifiestan ese sentimiento de desaprobación y de dar ánimo al mismo tiempo.

Marcador pragmático Ach was! / Ach was [...]!


conversacional
Identificador »Immer machen Sie so ’ne Geschichten! Erst den Busch – wo ich Ihnen den Busch
N2, cap. 9, pág. 64-5 extra verboten habe, und nun diesen Bengel! – Halt keine Maulaffen feil, Junge! Siehst
TP. DE 004 du nicht, daß das Feuer nicht brennt?! Da steht er und glotzt! Und überhaupt, wozu
hier noch trocknen? Die Wohnung ist trocken!« – Ein langer Herr mit einem scharfen
Gesicht, aber dunklen, nicht unangenehmen Augen bemerkte, daß die Wände noch
feuchte Flecken zeigten. – »Ach was! Die Wände schwitzen eben. Das kommt, weil die
Feuchtigkeit rauszieht. Seit wann heizt ihr hier in der Wohnung, Junge? Das kostet
alles ein Geld! Nu –?«
»Ich bin erst seit heute früh hier.«
»Hättest du dich erkundigt! Dieser andere soll kommen, wie heißt er doch, dieser
schwarze Buckel! Da wird einfach losgefeuert, ohne Sinn und Verstand, Polier –!«
»Hier wird erst seit gestern geheizt.«
»Ach was, seit gestern! Das sagen Sie auch so aufs Geratewohl! Und immerzu ist der
Koks alle, natürlich, der Kalubrigkeit bezahlt neuen! Nächstens heize ich ganz Berlin!
Nu, wo ist der Zwerg?«
Equivalencia ¡Pamplinas! / ¡[...] bobadas!
Identificador –Siempre me sale usted con las mismas historias. Primero Busch, cuando yo lo había
N2, cap. 9, pág. 61-2 prohibido ex profeso, y ahora este granujilla. ¡Deja de papar moscas, chico! ¿No ves
Trad. ES 004 que el fuego no arde? ¡Míralo, ahí parado mirando embobado! Por otra parte, ¿para qué
se está secando aquí todavía? ¡La vivienda ya está seca! –Un hombre alto de semblante
severo, pero cuyos ojos oscuros no resultaban desagradables, comentó que las paredes
aún tenían manchas de humedad–. ¡Pamplinas! Lo que pasa es que están sudando.
Eso sucede porque sale la humedad. ¿Desde cuándo estáis calentando esta vivienda,
chico? ¡Todo esto cuesta un dineral! ¿Y bien?
–Yo solo llevo aquí desde esta mañana.
–Pues tendrías que haberte informado. Que venga el otro, ese jorobado vestido de negro...,
¿cómo demonios se llama? ¡Aquí se enciende el fuego por las buenas, a lo loco, capataz!
–Aquí solo se calienta desde ayer.
–¡Desde ayer, bobadas! Usted habla por hablar. Y continuamente se acaba el carbón,
pero qué importa, Kalubrigkeit pagará lo que haga falta. ¡Dentro de poco calentaré
todo Berlín! Bueno, ¿dónde está ese enano? –

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Equivalencia Bestieses! / Au, va home, va
Identificador –Sempre em ve amb històries! Començant per Busch, tenint en compte que li vaig
N2, cap. 9, pág. 66 prohibir explícitament que el tornés a agafar, i ara aquest noi! ¿Es pot saber què fas
Trad. CAT 004 aquí badant, noi? ¿Que no veus que el foc s’apaga? I per què assequeu aquest pis, si ja
està sec! –un home llargarut de rostre sever i ulls foscos però agradables va observar en
veu alta que a les parets encara hi havia taques d’humitat–. Bestieses! Les parets tras-
puen perquè la humitat ja se’n va. ¿I quan fa que escalfes aquest pis, noi? Això ens
costa diners, ¿ho saps?
–Des d’aquest matí.
–Ho hauries d’haver preguntat. Que vingui l’altre, com es diu, aquest vell geperut, que
m’expliqui per què gasteu carbó sense solta ni volta, capatàs!
–Vam començar a escalfar aquest pis ahir.
–Au, va home, va. Des d’ahir, diu! M’ho ha dit sense pensar! I quan s’acabi el carbó,
Kalubrigkeit ja en comprarà més! Aviat escalfaré tot Berlín! Vinga, ¿on és aquest nan?
Tras su llegada a Berlín, y superados los primeros imprevistos, Karl se despierta algo aturdido cuando su casera, la
señora Bromme, le tira de las sábanas a toda prisa. La intención no es otra que la de recordarle que tiene que ir a
buscar trabajo con el señor Busch. Una vez desayunado, el joven se dirige a la vivienda de los Busch, donde se en-
cuentra a Rieke, quien desciende las escaleras para ir a la escuela. El padre de familia está sentado en la cocina dando
de comer a Tilda, la benjamina de la familia, a quien tiene que dejar sola en casa. Una vez fuera de la vivienda, Karl y
el señor Busch se dirigen a la parada del tranvía con el que viajan durante un rato y del que más tarde se apean para
continuar su trayecto a pie hasta la obra de Kalubrigkeit. Cuando llegan a su destino, se encuentran con un capataz
que hace a Walter Busch conocedor de su situación de despido. Karl no se viene abajo ante el desconcierto y la
pesadumbre y decide subir a la obra con el cometido de pedirle trabajo al encargado.

Siebrecht explora el terreno y empieza a echar una mano a una pareja que se ocupa de secar las viviendas y proteger-
las de los brotes de humedad así como también a Edwin, un viejo obrero. El jefe, Kalubrigkeit, llega allí y reprende
al capataz por haber vuelto a contratar a Busch, de quien anteriormente se había deshecho, a la vez que se queja por
haber empleado al joven Karl. El empresario empieza a arremeter con los allí presentes y espeta un ach was! cuando
von Senden, su cuñado, lo alerta de que en las paredes todavía hay manchas de humedad. Kalubrigkeit toma su
turno de palabra con esta unidad –ach was!– con el fin de oponerse a lo observado por von Senden y aseverar que las
paredes se están desempapando.

Así pues, gracias al marcador ach was! el locutor se desmarca de lo que le han comunicado e introduce una
afirmación contraria. La traducción al español es ¡pamplinas! y en catalán bestieses! Ambas propuestas prueban que el
empresario Kalubrigkeit toma por absurda la afirmación de que las paredes están todavía húmedas. El DRAE
apunta que esta unidad se utiliza para indicar algo con poco fundamento: «dicho o cosa de poca entidad,
fundamento o utilidad» (3), al igual que el DIEC, en el que se alude a la cualidad de necedad: «neciesa en el dir o en
el fer». Los diccionarios bilingües no recogen ninguno de estos dos elementos.

En otra de las intervenciones de Kalubrigkeit, que sigue a la que hemos apenas tratado, ach was! vuelve a introducir
un enunciado en el que queda patente su escepticismo hacia las palabras del capataz, cuando afirma que las vivien-
das solamente llevan calentándose un día. ¡Bobadas! y au, va home, va! se encargan en esta ocasión de transmitir en
ambas traducciones ese sentimiento de recelo e incredulidad que la unidad alemana manifiesta. En esta ocasión, en
catalán se ha optado por un conjunto de elementos y no por una sola palabra.

Marcador pragmático Ach wat!


conversacional
Identificador Und Rieke hatte schon Kohlen für den ganzen Winter gekauft und Kartoffeln, sie hatte
N2, cap. 15, pág. 109-10 für Tilda und sich warmes Zeug angeschafft, und bei alledem hatte sie sogar noch Geld
TP. DE 005 zurückgelegt. »Ick jloobe wirklich, du hast det Jlück in’t Haus jebracht, Karl«, konnte
sie am Abend sagen, wenn die beiden in der Küche zusammensaßen. Tilda schlief dann
schon, und der alte Busch saß am Fenster, starrte in die Nacht hinaus, das Schnapsglas
auf dem Fensterbrett, er sah und hörte nichts.
»Verrede es dir bloß nicht, das Glück«, sagte Karl Siebrecht warnend.
»Ach wat! Unglück kommt von alleene, jetzt freu ick mir erst mal.«
Equivalencia ¡Bah!
Identificador Rieke ya había comprado carbón y patatas para todo el invierno, había adquirido ropa
N2, cap. 15, pág. 99-100 de abrigo para Tilda y para ella, e incluso había ahorrado.
Trad. ES 005 –¡En serio, creo qu’as traío suerte a esta casa, Karl! –decía por las noches, cuando am-
bos se sentaban en la cocina.

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Para entonces Tilda ya dormía, y el viejo Busch, junto a la ventana, miraba fijamente la
noche, con el vaso de aguardiente encima del alféizar. Él no veía ni oía nada.
–Sobre todo, no te vayas de la lengua con la suerte –le advertía Karl Siebrecht.
–¡Bah! Las desgracias vienen solas, de momento voy a estar alegre.
Equivalencia Ø
Identificador Rieke havia comprat carbó i patates per passar tot l’hivern, roba d’abric per a Tilda i
N2, cap. 15, pág. 111-2 per a ella mateixa i, després de totes aquestes despeses, encara havia aconseguit estal-
Trad. CAT 005 viar uns quants diners.
–Estic convençuda que has portat sort a aquesta casa! –li va dir un vespre a la cuina. A
aquella hora, Tilda, ja dormia i el vell Busch contemplava la nit, amb l’ampolla
d’aiguardent a l’ampit de la finestra, i no veia ni sentia res.
–No temptis la sort! –la va advertir Karl Siebrecht.
–Ø Deixa’m gaudir d’aquest bon moment! Les desgràcies ja vénen soles!
Parece ser que la suerte está de parte de los Busch, ya que el padre vuelve a trabajar como albañil y Rieke ha podido
satisfacer las necesidades de la familia, gracias al sueldo del padre y al dinero que ella misma recibe por limpiar la
oficina del abogado Schneider. Además, Karl Siebrecht aporta dinero por comer en su casa. Las provisiones para el
duro invierno en forma de carbón y de patatas ya están en la vivienda. Rieke ha podido ahorrar después incluso de
haber comprado un abrigo para Tilda y otro para ella.

Rieke Busch, con su característica jovialidad, expresa su alegría por que Karl se encuentre con ellos, y atribuye a su
presencia la buena suerte que están teniendo en su familia. La joven no se cansa de repetirlo pero Karl Siebrecht
replica que no debería decir eso, pues tal y como esta viene, también se va. Entonces, Rieke responde con ach wat! –
marcado diatópicamente–, que indica disconformidad con lo asertado e introduce su opinión acerca de la fortuna y
la mala suerte. Rosa Pilar Blanco ha elegido la unidad ¡bah! para indicar que la hablante no acaba de tomarse en serio
lo que su interlocutor dice. Según el DRAE, esta interjección, que funciona como marcador conversacional, «denota
incredulidad y [o] desdén» (1), matices también secundados en el diccionario bilingüe Slabý Grossmann, donde la
primera propuesta de traducción para ach was! es ¡bah! (2012: 25).

Para el texto catalán, Ramon Monton no ha aportado ningún elemento que trasluzca a la vez esta expresividad y
divergencia que deriva del uso de ach was! Así, proponemos una traducción como, por ejemplo, apa!, que en la GNV
queda clasificada bajo las interjecciones expresivas que evidencian incredulidad (2006: 329), o què dius! o vinga home!,
tal y como propone el DAC (2006: 16). Observamos que la omisión de esta unidad provoca una pérdida de elo-
cuencia y priva al mensaje de vivacidad, situando el texto en un nivel más bien neutro y no tan coloquial.

Marcador pragmático Ach wat!


conversacional
Identificador »Natürlich!« sagte Rieke und schrieb schon. Halt! Hatte Karl Siebrecht noch einmal
N2, cap. 17, pág. 121 rufen wollen, aber es war schon zu spät. Zögernd stand er da, den Halter in der Hand,
TP. DE 006 eine Unruhe in der Brust warnte ihn. Aber da war der flehende Blick seiner kleinen
Freundin, ihr felsenfestes Vertrauen auf ihn, er würde sie nie steckenlassen. Karl Sieb-
recht schrieb, er schrieb: Karl Busch.
»Wir hätten nicht unterschreiben sollen, sagte er gleich darauf wieder, sie hatten kaum
den Laden verlassen. »Es war dumm von uns!«
»Ach wat!« lachte Rieke vergnügt. »Mir kleid’t dumm, Karle, det weeßte doch. Die
Hauptsache: ick hab meine Maschine!«
Equivalencia ¡Amos, anda!
Identificador –Claro que sí –dijo Rieke, empezando a firmar.
N2, cap. 17, pág. 109 –¡Alto!, intentó gritar Karl Siebrecht, pero ya era demasiado tarde. Se quedó allí, vaci-
Trad. ES 006 lando, con el portaplumas en la mano, con una inquietud dentro de su pecho que le
prevenía. Pero allí estaba la mirada suplicante de su amiguita, su confianza inquebran-
table en él porque nunca la dejaría en la estacada. Karl Siebrecht estampó la siguiente
firma: Karl Busch.
–No deberíamos haber firmado –insistió en cuanto salieron de la tienda–. Ha sido una
estupidez por nuestra parte.
–¡Amos, anda! –Rieke rio satisfecha–. Yo me hago la tonta, Karl, ya lo sabes. Lo im-
portante es que he conseguío mi máquina de coser.
Equivalencia Sigui como sigui, ja està fet!
Identificador –És clar –va dir Rieke, i va signar. Karl Siebrecht hauria volgut aturar-la, però ja era
N2, cap. 17, pág. 122-3 massa tard, i es va quedar allà palplantat amb el portaploma a la mà i una vaga inquie-
Trad. CAT 006 tud al cor. Però la mirada suplicant de la seva amiga i la confiança absoluta que li tenia

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li impedien deixar-la a l’estacada, i Karl Siebrecht va signar «Karl Busch».
–No hauríem d’haver signat –va repetir quan ja havien sortir de la botiga–. Ha estat
una ximpleria.
–Sigui como sigui, ja està fet! –va dir Rieke, rient, divertida–. [OMISIÓN DEL MENSA-
JE DE PARTIDA] I el més important és que ja tinc la màquina que volia!
Las ganas de Rieke Busch por comprar una máquina de coser con la que poder cumplir su sueño de ser modista
queda patente en las numerosas muestras de insistencia a Karl Siebrecht para ir a Hagedorn. Finalmente, le conven-
ce y urden un buen plan para que la acompañe a la tienda en calidad de “hermano mayor”. De esta forma, podrán
pagar el utensilio a plazos sin la firma de la madre. Ya dentro del comercio, surgen complicaciones, pues el señor
Hagedorn desconfía de los dos jóvenes. Con todo, al final se salen con la suya y consiguen hacerse con la máquina
de coser bajo la condición de que la señora Busch firme lo antes posible el contrato.

Ya en la calle, Karl se arrepiente de esa negociación y tilda de “estupidez” lo que acaban de hacer. Rieke pronuncia
ach wat! que revela la procedencia berlinesa de la chica a la par que intenta infundir ánimos para que el joven no le dé
más vueltas. En ese momento, Rieke no cree que el haber cerrado un contrato pueda acarrear problemas en un
futuro, por lo que su punto de vista es antagónico al de Karl. ¡Amos, anda! y sigui com sigui, ja està fet! son dos opciones
que se presentan como satisfactorias, ya que de ambas se desprende la despreocupación con la que Rieke vive el
momento de adquisición de la máquina y se hace ostensible esa contraposición de opiniones. Rosa Pilar Blanco
emplea una elipsis –la caída de la -v en vamos–, fenómeno que está marcado como diastráticamente bajo. Pretende
reflejar así el habla de Rieke y contraponerla a la de Karl.

Por otra parte, es importante destacar que ni el DPDE ni el DRAE recogen la combinación ¡vamos, anda! tal y como
hace el María Moliner: «(inf.). Expresión de incredulidad o con que *se rechaza o *desecha cualquier cosa» (1998:
96). Así pues, este es el caso de Rieke Busch, quien muestra su estado de recelo y despreocupación de que la compra
de la inglesa les pueda traer problemas. Por su parte, Maria Josep Cuenca incluye la unidad sigui com sigui como conec-
tor parentético concesivo en la GCC (2002: 3197) en la que le otorga ese papel de contraste entre un segundo y
primer elemento.

Marcador pragmático Ach was


conversacional
Identificador »Im Winta?« fragte sie dagegen, echtes Großstadtkind, das sie war. »Da verderbe ick mir
N2, cap. 18, pág. 133 doch draußen bloß mein Zeug. Det spart – in de Stube sitzen. Det wirste schon sehen,
TP. DE 007 wie lange deine Klamotten halten, Karl, jetzt wo de alle Tage uff de Straße liegst.«
»Ach was«, lachte er. »Das tut gerade gut, sich ordentlich durchpusten zu lassen. Und
wenn die Kleider hinüber sind, gibt’s neue, ich verdiene ja genug Geld!«
Equivalencia ¡Qué va!
Identificador –¿En invierno? –preguntaba ella en cambio, como la genuina chica de capital que era–.
N2, cap. 18, pág. 119 Ahí fuera solo me echaría a perder la ropa. Estar en casa es ahorrar. Ya verás lo que te
Trad. ES 007 dura la ropa ahora que te pasas el día en la calle.
–¡Qué va! –Karl rio–. Es francamente agradable airearse de lo lindo. Y cuando se
rompa la ropa, compraré otra nueva, al fin y al cabo gano dinero suficiente.
Equivalencia ¿I què?
Identificador –A l’hivern és millor –li contestava ella, com a filla d’una gran ciutat que era–. Així no
N2, cap. 18, pág. 134-5 se’m farà malbé la roba. ¿Quant et penses que t’aguantarà, a tu, si passes tantes hores al
Trad. CAT 007 carrer?
–¿I què? –va dir ell, rient– Se’m posa bé, que em toqui l’aire. I si se’m fa malbé la roba,
me’n compraré de nova, per això guanyo diners!
Karl Siebrecht disfruta de su situación de pluriempleado entre el taller de delineación y el puesto de recadero en el
negocio de telas del señor Felten. Por la noche, cuando ya está en casa, le dice a Rieke que no logra entender cómo
puede aguantar todo el día encerrada cosiendo. La muchacha le contesta que en invierno es una suerte poder hacer-
lo, ya que el tiempo invita a ello y, de lo contrario, además, se le estropearía la ropa. Asimismo, le advierte que él
también podría echar a perder su indumentaria.

Karl responde con ach was!, porque defiende una opinión contraria e introduce así el enunciado en el que afirma
necesitar airearse y que en el caso de que su ropa se dañase, podría comprarse otra, porque gana suficiente dinero.
En español, Rosa Pilar Blanco propone ¡qué va!, mientras que Ramon Monton convierte la afirmación de la joven
Busch en una pregunta que Karl responde con otra ¿i què? Esta última propuesta queda recogida en el DRAE, aun-
que no en el DIEC, y a través de dicha opción se exhibe el desinterés por parte del hablante hacia lo dicho por el
interlocutor.

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El Slabý Grossmann recoge ¡qué diablo! y ¡quia! (2012: 25) que equivaldrían a la propuesta de Rosa Pilar Blanco. En
esta misma línea, el DRAE sí que recoge la unidad ¡qué va!, aunque remite a ¡quia! En el caso del catalán, también
habría sido posible mantener la forma del original, es decir, sin formular preguntas. Para ello, cabría haber usado
unidades como i ara!, què dius! o bah!, que denotan incredulidad como se propone en la GNV (2006: 329).

Marcador pragmático Ach was


conversacional
Identificador Es gab sehr viel zweifelhafte Lokale in diesen Straßen und ganz unzweifelhafte Däm-
N2, cap. 36, pág. 295 chen. Rieke Busch stellte oft Vergleiche an zwischen den Proletariern des Weddings
TP. DE 008 und diesen Damen, die auf den Schnepfenstrich zogen, und diese Vergleiche konnten
nicht zum Vorteil der neuen Wohnung ausfallen.
Karl Siebrecht aber sagte gereizt: »Ach was, Rieke, was sollen die ewigen Quengeleien?
Das weiß ich alles selbst. Aber kennst du eine Wohnung und einen Laden, die günsti-
ger für meine Zwecke liegen? Na also!«
Equivalencia Ø
Identificador En esas calles había numerosos locales equívocos y damiselas completamente inequí-
N2, cap. 36, pág. 259 vocas. Rieke Busch hacía frecuentes comparaciones entre los proletarios de Wedding y
Trad. ES 008 esas damas que hacían la calle, comparaciones poco halagüeñas precisamente para la
nueva vivienda.
–¿Ø A qué vienen esas continuas quejas, Rieke? –inquiría Karl Siebrecht irritado–. De
sobra lo sé. Pero ¿conoces una vivienda y una tienda mejor situadas para mis fines?
¡Pues a callar!
Equivalencia Vinga, [...]!
Identificador En aquells carrers hi havia molts locals equívocs en què treballaven senyoretes de pro-
N2, cap. 36, pág. 295 fessió inequívoca. Rieke Busch comparava sovint els proletaris de Wedding i aquelles
Trad. CAT 008 senyores que voltaven pels carrers i aquella comparació no afavoria gens el concepte
que tenia del seu nou domicili.
–Vinga, Rieke! –protestava Karl Siebrecht, irritat–. Ja n’hi ha prou, de rondinar! Ja ho
sé, tot això que em dius. Però ¿on podria trobar un pis amb botiga que m’anés millor
per al negoci? Doncs no cal que en parlem més!
Los Busch, Karl y Kalli se han mudado a la Eichendorffstrasse debido a la apertura de la nueva oficina de la Com-
pañía Berlinesa de Transporte de Equipajes. Rieke Busch no parece adaptarse al nuevo entorno. La vivienda y sus
alrededores no le acaban de convencer y los clubs de alterne mucho menos. Sus quejas parecen no querer cesar y
por ello Karl Siebrecht, un tanto molesto, le pregunta a Rieke a qué vienen esos lamentos continuos. Esa demanda
está introducida por ach was y la unidad está enclavada en una serie de enunciados que componen una intervención
en la que el mismo Karl, a tenor de un supuesto silencio de Rieke, se responde a sí mismo la cuestión de que no
existe local más económico y mejor situado que aquel.

En catalán, Ramon Monton ha elegido vinga, unidad con la que se requiere que la muchacha ponga fin a sus incesan-
tes críticas. Cuenca recoge este elemento como interjección impropia cuya función es pedir algo o dar una orden
(GCC 2002: 3222). En español se ha omitido este elemento, aunque podría haberse recuperado con unidades tales
como ¡qué diablos!, ¡venga ya!, que ayudarían a mostrar todavía más el estado de ánimo del joven –gereizt [irritado]– y
con las que se pediría a Rieke Busch que pusiera punto y final a sus quejas.

Marcador pragmático Ach was!


conversacional
Identificador Zitronendrops aus Onkel Ernsts Laden waren die Begeisterung seiner Jungenjahre
N2, cap. 56, pág. 408 gewesen, er hatte aber nie genug davon bekommen. Heute abend wollte er sich einmal
TP. DE 009 an ihnen sattessen – die Heimatstadt sollte ihm doch nicht nur Enttäuschungen brin-
gen!
»Nach Ladenschluß habe ich auch keine Zeit«, erwiderte der Onkel mürrisch. »Wir
haben heute Stadtverordnetensitzung. Sage mir gleich, was du willst. Komm mit.« Er
öffnete eine Klappe im Ladentisch und forderte den Neffen auf, ihm in sein Büro zu
folgen.
»Erst möchte ich meine Bonbons«, sagte Karl Siebrecht beharrlich.
»Ach was!« rief der Onkel ärgerlich, besann sich aber und tat Bonbons in eine Tüte. Er
wog sie ab. »Macht zwanzig Pfennig!« sagte er, hielt die Tüte mit der einen Hand hin
und streckte gleichzeitig die andere Hand leer aus.

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Equivalencia ¡Pero qué dices!
Identificador Los caramelos de limón de la tienda del tío Ernst le habían antes entusiasmado en su
N2, cap. 56, pág. 354 infancia, pero nunca había podido hartarse. Esa noche pensaba hacerlo, ¡su ciudad
Trad. ES 009 natal no le traería únicamente decepciones!
–Cuando cierre tampoco tendré tiempo –replicó el tío, malhumorado–. Hoy tenemos
pleno municipal. Dime lo que quieres. Ven. –Y abriendo una trampilla en el mostrador,
invitó al sobrino a seguirlo a su oficina.
–Primero mis caramelos –insistió Karl Siebrecht.
–¡Pero qué dices! –exclamó irritado el tío, pero lo pensó mejor e introdujo los cara-
melos en una bolsa. La pesó. –¡Veinte pfennig! –dijo, sosteniendo la bolsa con una
mano y extendiendo al mismo tiempo la otra, vacía.
Equivalencia Caram!
Identificador Els caramels de llimona de la botiga de l’oncle Ernst eren els seus preferits quan era
N2, cap. 56, pág. 405-6 petit, mai no en tenia prou. I aquell vespre se’n volia fer un tip, així la seva vella ciutat li
Trad. CAT 009 donaria alguna cosa més que decepcions!
–Quan tanqui la botiga no tindré temps –va respondre l’oncle, sorrut–. Avui tenim ple
a l’ajuntament. Digue’m,
¿ara què vols? Vine –va obrir el taulell i va indicar al seu nebot que el seguís fins al despatx.
–Primer vull els meus caramels –va insistir Karl Siebrecht.
–Caram! –va exclamar l’oncle, empipat, però es va contenir, va ficar els caramels en
una paperina i els va pesar –. Són vint cèntims –va dir, agafant la paperina amb una mà
mentre parava l’altra mà.
Karl Siebrecht está de visita en su pequeña ciudad y aprovecha para pasar a saludar a sus tíos que tienen un negocio.
Entra en la tienda y al principio su tío Studier no lo reconoce. A los pocos minutos, se percata de quién es y le pre-
gunta a qué se debe su visita. El joven le responde que eso se lo dirá cuando cierre la tienda. Sin embargo, el tío le
comunica que no tiene tiempo, pues esa misma tarde hay pleno municipal. Dicho esto, el hombre invita a su so-
brino a que pase a la trastienda y este le ruega que le venda primero los caramelos de limón que tanto ansía. El pa-
riente de Karl pronuncia un ach was! ante la sorpresa, que se ha traducido por ¡pero qué dices! y caram! con lo que se
expresa lo mismo que en el TP.

La entrada de caram! en el DIEC remite a carall!, es decir, Ramon Monton ha optado por una unidad eufemística y
dado que la situación se da entre personas de confianza, el tío podría haber utilizado, en nuestra opinión, carall! para
demostrar de forma más directa su asombro. Contrariamente a lo esperado, no hemos encontrado ¡pero qué dices! en
ninguna de las obras consultadas, quizá por su carácter de unidad compuesta. Este elemento cubre las mismas fun-
ciones que el catalán, pues muestra asombro de alguien que espera que su interlocutor le explique de inmediato un
asunto importante, sin entretenerse en nimiedades.

Marcador pragmático Ach was!


conversacional
Identificador Der Säugling sagte: »Aha, jetzt haben wir schon den zweiten Plapperer am Tisch.
N3, cap. 13, pág. 124 Verliebt, was? Ich dachte mir so was schon immer. Kommen Sie, Grigoleit, die Zelle
TP. DE 010 ist aufgelöst. Es gibt keine Zelle mehr. Und das nennt ihr Disziplin, ihr Weiberherzen!«
»Nein, nein!«, rief das Mädchen. »Hören Sie nicht auf ihn! Es ist wahr, er liebt mich.
Aber ich liebe ihn nicht. Ich will heute Abend mit euch gehen…«
»Nichts!«, sagte der Säugling jetzt wirklich zornig. »Seht ihr denn nicht, dass ihr gar
nichts mehr tun könnt, da er…« Er machte eine Kopfbewegung zu dem Dunklen hin.
»Ach was!«, sagte er dann kurz. »Es ist ausgespielt! Komm, Grigoleit!«
Equivalencia ¡Bah! ¡Se acabó!
Identificador Bebé dijo: –Ajá, ya tenemos al segundo deslenguado de la mesa. Enamorado, ¿eh?
N3, cap. 13, pág. 96-7 Siempre me lo imaginé. Vámonos, Grigoleit, la célula está disuelta. Ya no existe. ¡Y a
Trad. ES 010 esto llamáis disciplina, sois unos blandengues!
–¡No, no! –negó la chica–. ¡No le hagas caso! Es verdad, él me quiere. Pero yo no. Me
iré con vosotros esta noche y...
–¡No! –replicó Bebé, ahora furioso de veras–. Es que no veis que ya no podéis hacer
nada, que él... –Hizo un movimiento de cabeza hacia el moreno–. ¡Bah! ¡Se acabó! –
concluyó luego–. Vamos, Grigoleit.
Equivalencia En fi!
Identificador El nadó va dir: –Vaja, vaja, o sigui que ja tenim un segon xerraire a la taula. Enamorat,
N3, cap. 13, pág. 121 oi? Ja fa temps que m’ho pensava. Vingui, Grigoleit, la cèl·lula ja no existeix. I d’això
Trad. CAT 010 en dieu disciplina, babaus?

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–No, no! –va exclamar la noia–. No li faci cas! És veritat que m’estima, però jo no
l’estimo pas. Aquesta nit me n’aniré amb vosaltres...
–Res! –va dir el nadó, ara realment enfadat–. És que no veieu que ja no ha res a fer,
que ell...?
I va assenyalar el morè amb un moviment del cap.
–En fi! –va dir–. S’ha acabat! Anem, Grigoleit!
Trudel Baumann, Karl Hergesell, Grigoleit y Bebé se han reunido en el Elíseo, donde los simpatizantes del Partido
están celebrando la victoria sobre Francia. El motivo de este encuentro no es otro que el de que Trudel pueda
quitarse el peso de encima de haber confesado al padre de su novio Ottochen, caído en el frente, su pertenencia a
una célula comunista.

En el momento en que los allí sentados se enteran de la noticia, dicen que tendrán que vigilar al señor Quangel para
saber si es un hombre de confianza y evitar así que se vaya de la lengua. Además, el enfado de Grigoleit y Bebé no se
hace esperar y empiezan a arremeter contra Trudel, quien desconsolada, está dispuesta a acceder a las peticiones de los
otros dos miembros. Estos le preguntan si accedería a quitarse la vida para no continuar hablando y acabar destapando
la célula a la que pertenecen. Karl Hergesell habla con ella a solas mientras bailan y le ruega que no se tome en serio el
arrebato de Grigoleit y Bebé, y que sobre todo no cumpla sus deseos, pues ella no tiene la culpa de nada.

Finalmente, cuando Grigoleit y Bebé descubren que Karl Hergesell está de parte de Trudel Baumann, porque está
enamorado, ven que no hay nada más que hacer. El chico nunca permitirá que esta se suicide. Bebé, ante la
impotencia, espeta ach was! y se dirige a Grigoleit para comunicarle que no pueden perder más el tiempo y que la
célula está disuelta. Por ello, se marchan del Elíseo. Este elemento transmite el enfado del emisor y el menosprecio
que siente hacia Trudel y Karl por haber incumplido los preceptos de la unidad a la que pertenecían. Además,
apremia a su interlocutor para que salgan de allí lo antes posible.

Rosa Pilar Blanco consigue causar el mismo efecto en el TM que en el original gracias al uso de ¡bah! ¡se acabó! con el
que se muestra vilipendio hacia los interlocutores. Ramon Monton escoge en fi!, que ninguna obra de referencia en
catalán incluye en su inventario con esta función. Margarita Porroche comenta esta unidad en su gramática (2009:
178) y pone de relieve el matiz de resignación que concuerda con el enunciado que sigue: s’ha acabat!

Marcador pragmático Ach was


conversacional
Identificador »Bitte um Verzeihung, Herr Obergruppenführer, ich habe heute noch ziemlich viel zu
N3, cap. 25, pág. 265 tun, möchte einen klaren Kopf behalten. Übrigens bin ich das Trinken nicht mehr
TP. DE 011 gewohnt.«
»Ach was, nicht gewohnt! Klarer Kopf, Flausen! Wozu brauchen Sie einen klaren
Kopf? Lassen Sie jemand anders Ihre Arbeit tun, und schlafen Sie sich aus. Prost,
Escherich – auf unsern Führer!«
Equivalencia ¡Pamplinas!
Identificador –Le pido disculpas, mi Obergruppenführer, hoy tengo bastante que hacer y me gustaría
N3, cap. 25, pág. 206 mantener la cabeza despejada. Además, ya no estoy acostumbrado a la bebida.
Trad. ES 011 –¿Que no está acostumbrado? ¡Pamplinas! ¡Cabeza despejada, bobadas! ¿Para qué
necesita usted una cabeza despejada? Mande a otro a hacer su trabajo y duerma a pier-
na suelta. ¡Salud, Escherich, por nuestro Führer!
Equivalencia Què diu ara?
Identificador –M’haurà d’excusar, Obergruppenführer, però encara tinc moltes coses per fer i prefe-
N3, cap. 25, pág. 257 reixo conservar el cap clar. A més, ja no tinc costum de beure.
Trad. CAT 011 –Què diu ara? Que ja no en té costum? I que vol tenir el cap clar? No em vingui amb
romanços! Ordeni a algú altre que faci la seva feina i vagi-se’n a descansar. Salut, Es-
cherich, pel nostre Führer!
El comisario Escherich se dirige a la calle Prinz-Albrecht, donde se encuentran las oficinas de la Gestapo, con el
cometido de poder hablar con su superior, el Obergruppenführer Prall, y comunicarle todo lo relacionado con el caso
Duende, cuyo principal sospechoso hasta el momento es Enno Kluge. Cuando Escherich llega, se ve obligado a
esperar durante una hora, ya que Prall se encuentra reunido. Una vez lo hacen pasar, observa signos de una innega-
ble celebración por todo lo alto. Prall le ofrece a Escherich una copa de armañac, pero este rechaza la invitación,
porque no acostumbra a beber.

Prall responde con ach was!, que en español se recoge mediante ¿que no...? y ¡pamplinas! y en catalán con què diu ara?
De esta manera, se transmite la sorpresa y la incredulidad que alberga el superior hacia su subordinado, pues no se
acaba de creer que no consuma alcohol. Además, ambas unidades permiten mantener el registro coloquial, que

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puede sorprender al tratarse de una situación de trabajo. Ambos traductores optan por transformar el enunciado
exclamativo del TP en uno interrogativo en el TM –en el que se hace una pregunta retórica a la que el superior Prall
no espera respuesta por parte de Escherich–. Rosa Pilar Blanco incluye asimismo la voz ¡pamplinas! con lo que acaba
de describir la actitud altanera de Prall, que no tiene en cuenta la voluntad de su interlocutor. Cuenca incluye en su
inventario de interjecciones la unidad i ara, que equivaldría a què diu ara? y cuyo papel discursivo es el de mostrar
contrariedad e indignación (GCC, Cuenca 2002: 3218), tal y como muestra la actitud del superior Prall.

Marcador pragmático Ach was!


conversacional
Identificador »Ich werde dich ins Wasser schmeißen, du Lump! Das ist dann nur Notwehr!« Und er
N3, cap. 33, pág. 371 packte den Kleinen bei der Schulter.
TP. DE 012 »Nein, nein, bitte nicht! Bitte das nicht! Ich werde das andere auch bestimmt tun! Nur
nicht ins Wasser! Du hast es mir heilig versprochen…«
Der Kommissar hatte ihn bei der Schulter gepackt.
»Ach was! Jetzt keine Winseleien mehr! Du hast doch nie die Courage dazu! Ins Was-
ser…!«
Equivalencia ¡Ni hablar!
Identificador –¡Voy a tirarte al agua, cabrón! ¡Y habrá sido en defensa propia! –Y agarró al hombreci-
N3, cap. 33, pág. 288 llo por el hombro.
Trad. ES 012 –¡No, no, por favor, no! ¡Eso no, por favor! ¡Te aseguro que haré lo que quieras! ¡Pero
al agua, no! Me lo has prometido...
El comisario lo había agarrado por el hombro.
–¡Ni hablar! ¡Deja de lloriquear! ¡Nunca tendrás valor para hacerlo! ¡Al agua...!
Equivalencia Vinga [...]!
Identificador –Et tiraré a l’aigua, pocavergonya! I en aquest cas serà legítima defensa! –i va agafar
N3, cap. 33, pág. 357 l’homenet per les espatlles.
Trad. CAT 012 –No, no, si us plau, no! Faré el que m’has dit, però no em tiris a l’aigua. M’has jurat
que...
[OMISIÓN DEL MENSAJE DE PARTIDA]
–Vinga, s’ha acabat fer el ploricó! No tindràs mai prou valor per fer-ho! A l’aigua!
Escherich y Enno Kluge se hallan en el lago Schlachtensee y allí el comisario le hace saber al pobre hombre cuál es
su situación: va a ser condenado irremediablemente, porque los jefes de las SS creen que es el autor material de las
postales distribuidas por todo Berlín. El hombre, acongojado, confiesa que prefiere morir en ese preciso instante
que caer en manos de los policías y, dicho esto, Escherich muestra su acuerdo y le propone acabar mucho más
rápido si está dispuesto a suicidarse de un tiro en el muelle en el que se encuentran.

Kluge acepta, atemorizado, pero pide no caer en el agua, pues siempre le ha tenido miedo. Accidentalmente la
pistola se dispara en manos de Kluge y eso hace enfurecer al comisario, quien fuera de sí, decide acabar él mismo
con la vida de Enno. Este implora al policía que no lo tire al agua, como le había prometido. Escherich espeta ach
was! y se niega a cumplir las peticiones del indefenso hombre. Rosa Pilar Blanco opta por ¡ni hablar! y Ramon
Monton por vinga. La traductora da a entender ese efecto de enfado e impaciencia del TP que tiene, como indica el
DRAE, el cometido de «rechazar [y] negar una propuesta». La solución catalana simplemente introduce una orden –
función conativa (GNV 2009: 329; GCC, Cuenca 2002: 3222)– sin que pueda llegar a traslucirse del todo ese
sentimiento de irritación, rechazo y negación. En este contexto, podría haberse usado una interjección fática de
negación (GNV 2009: 330), por ejemplo: d’això res o ni pensar-ho o también, en nuestra opinión, unidades como ni
parlar-ne o què t’empatolles?, incluso combinadas con vinga!

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Ich möchte gleich …« sagt Pinneberg und zieht sein Portemonnaie.
N1, cap. 1, pág. 13 »Ach ja«, sagt der Arzt, schon in der Tür, und sieht die beiden noch einmal an,
TP. DE 013 schätzend. »Na, fünfzehn Mark, Schwester.«
»Fünfzehn …«, sagt Pinneberg gedehnt und sieht die Tür an.
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador –Querría... –dice Pinneberg mientras saca la cartera.
N1, cap. 1, pág. 13 –Ah, sí –interviene el médico, ya en la puerta, valorando a ambos de una ojeada–.
Trad. ES 013 Bueno, quince marcos, enfermera.
–Quince... –murmura Pinneberg arrastrando las sílabas con los ojos en la puerta.

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Equivalencia Ø
Identificador –Voldria –diu Pinneberg, traient el portamonedes.
N1, cap. 1, pág. 14 –Ah, sí –diu el metge, ja a la porta, tornant-se’ls a mirar amb ulls escrutadors–. Ø Són
Trad. CAT 013 quinze marcs, infermera.
–Quinze... –diu Pinneberg, lentament, mirant cap a la porta.
El Dr. Sesam acaba de visitar a Corderita y ha confirmado a la joven pareja que pronto serán padres. Pinneberg,
todavía desconcertado por la noticia, saca la cartera del bolsillo y empieza un turno que deja incompleto, porque el
médico ya se ha dado cuenta de su intención. El nuevo turno empieza con ach ja, unidad con la que muestra que
acaba de caer en la cuenta de que tiene que decir lo que deben abonar por la visita. Posteriormente, el facultativo
echa un vistazo a los dos jóvenes y vacila antes de pronunciar la cifra de quince marcos que va precedida de na, con
lo que retarda la respuesta, posiblemente porque no está seguro de lo qué decir. Además, introduce una orden
dirigida a la enfermera, quien se encarga de cobrar las visitas de los pacientes (v. función de na como
Gliederungspartikel 3.1.c.; 3.2. en WDP 2009: 579-580).

La traducción bueno, por la que opta Rosa Pilar Blanco, puede retardar la contestación del hablante, tal y como nos
dice Briz (1996: 210), que clasifica este elemento como una marca reguladora de inicio. Asimismo, bueno entraña ese
matiz de duda e indecisión que parece tener el médico. El Slabý Grossmann incluye en la entrada de na la acepción
[auffordernd: ordenar], bajo la cual se encuentran como equivalentes ¡ea! ¡vamos! (2012: 791), que podrían ser de
utilidad en otros contextos, pero, en ningún caso, en este. La relación médico-enfermera es formal y laboral y las
dos unidades mencionadas se situarían en contextos más bien informales, por ejemplo: Na, mach jetzt schnell [¡ea!,
rápido/rapidito].

En catalán, Ramon Monton ha omitido el marcador. La ausencia de este priva de naturalidad a lo enunciado, pues
en cualquier conversación espontánea un hablante no empezaría su turno de una manera tan abrupta después de
una pausa. Creemos que, en este contexto, podría haberse elegido un elemento como eh..., mmm... o bé... con los que
se refleja ese tiempo que el médico se toma para cavilar lo que les va a cobrar en concepto de visita. Los tres
elementos están recogidos como interjecciones metalingüísticas en la GNV (2006: 330) y funcionan como
marcadores conversacionales pragmáticos, ya que su alcance es extralingüístico. Por lo que concierne al registro, se
trata de elementos que se adecuarían a la situación comunicativa de manera óptima.

Marcador pragmático Na ja
conversacional
Identificador Lämmchen fragte bedenklich: »Gleich willst du mit? Ist es nicht besser, ich bereite
N1, cap. 2, pág. 17 Vater und Mutter vor, wo sie doch noch gar nichts von dir wissen...?«
TP. DE 014 »Was doch sein muß, tut man am besten gleich«, erklärte Pinneberg und wollte noch
immer nicht auf die Straße.
»Übrigens werden sie sich doch bestimmt freuen?«
»Na ja«, meinte Lämmchen nachdenklich. »Mutter sehr. Vater, weißt du, da darfst du
dich nicht dran stoßen. Vater flachst gerne, der meint das nicht so.«
Equivalencia Ø
Identificador Corderita pregunta, dubitativa:
N1, cap. 2, pág. 17 –¿Ahora mismo? ¿No será mejor que prepare a papá y mamá? Todavía no saben nada
Trad. ES 014 de ti ...
–Cuando hay que hacer algo, cuanto antes mejor –declara Pinneberg sin intentar diri-
girse a la calle–. Además, seguro que se alegrarán, ¿no?
–Ø Mamá, mucho –comenta Corderita meditabunda–. Papá, ya sabes, no te lo tomes
muy a pecho. A mi padre le gusta bromear, no habla en serio.
Equivalencia En fi
Identificador La Xaieta li va preguntar, amoïnada:
N1, cap. 2, pág. 17 –Vols dir ara mateix? No seria millor que preparés els meus pares, tenint en compte
Trad. CAT 014 que no saben res de tu?
–El que s’ha de fer, val més fer-ho de seguida –va sentenciar Pinneberg, que es negava
a tornar al carrer–. A més, segur que se n’alegraran, oi?
–En fi –va respondre la Xaieta, pensarosa–. La mare sí. El pare… val més que te l’agafis
amb calma. Se’n fum del mort i de qui el vetlla, però és millor no fer-li gaire cabal.
En este contexto, Corderita se muestra dudosa, porque la pregunta de Pinneberg sobre si sus padres se alegrarán de
conocerlo la ha dejado algo desconcertada. Se advierte de inmediato por el na ja la incertidumbre (TGDS 2007: 837;
WDP 2009: 584, v. 3.3.f. Gliederungspartikel) que la chica siente por la manera en que pueda reaccionar su padre,
posiblemente por su mal carácter. Por otra parte, este marcador atenúa el enunciado que introduce, ya que de lo
contrario resultaría muy brusco. Desde el momento en que se pronuncia esta partícula el oyente es conocedor de

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que la respuesta de su interlocutor incluirá información con la que no contaba.
En la versión española se omite el marcador, mientras que en catalán se ha escogido la unidad en fi. Este es un ele-
mento conclusivo que introduce la respuesta a la pregunta de Johannes Pinneberg y, al igual que con su equivalente
alemán, se pone de relieve ese matiz de duda, que no hemos encontrado en ninguna obra ni artículo, como puede
ser la GCC (Cuenca, 2002) o el análisis de Carme Bach (2009) en el que se examinan las funciones de tres marcado-
res: al cap i a la fi, en fi y en definitiva.

En español se podría haber optado por hombre, que ayudaría a mitigar la respuesta. Cabría naturalmente tener en
cuenta aspectos suprasegmentales, tal y como apunta Porroche Ballesteros (2009: 209). En el diálogo escrito, la
aclaración –comenta Corderita meditabunda– ayuda a compensar la falta de la voz que determina el significado de la
intervención. Además, esta unidad también transmitiría el matiz de duda de na y en fi.

Marcador pragmático Na also


conversacional
Identificador »Sei nicht so frech, Ütz«, schilt die Alte. »Sonst kriegst du doch noch deinen Backs. –
N1, cap. 2, pág. 20 Geht in die Schlafstube und schleckt euch ab. Ich will mit Vater zuerst allein reden.«
TP. DE 015 »Na also«, sagt Lämmchen. »Hast du meinen Bräutigam auch schon gefragt, ob er
Kartoffelpuffer mag? Heute ist unser Verlobungstag.«
»Weg mit euch!« sagt Frau Mörschel. »Und daß ihr mir nicht die Tür abschließt, ich
sehe ein paarmal, daß ihr keine Dummheiten macht.«
Equivalencia Bueno
Identificador –No seas tan descarada, chica –le riñe la vieja–. O te ganarás un sopapo. Id al
N1, cap. 2, pág. 20 dormitorio a besuquearos. Primero deseo hablar a solas con tu padre.
Trad. ES 015 –Bueno –dice Corderita–. ¿Has preguntado ya a mi novio si le gustan las tortas de
patata rallada? Hoy es el día de nuestro compromiso.
–¡Largo de aquí los dos! –exclama la señora Mörschel–. Y nada de cerrar la puerta, iré a
echar un vistazo un par de veces para que no cometáis ninguna tontería.
Equivalencia Molt bé
Identificador –No siguis tan descarada, mossa! –la renya la vella–. Vés amb compte que encara
N1, cap. 2, pág. 21 rebràs! Aneu al dormitori i petonegeu-vos tant com vulgueu. Primer vull parlar a soles
Trad. CAT 015 amb ton pare.
–Molt bé –diu la Xaieta–, però ja li has preguntat al meu promès si li agrada la TRUITA
DE PATATES?1 Avui és el dia en què ens hem promès.
–Toqueu el dos! –diu la senyora Mörschel–. I no tanqueu la porta amb clau, que vindré
a mirar si feu bestieses!
La madre de Corderita acaba de conocer a su futuro yerno. Antes de cenar en familia, la mujer considera oportuno
hablar con el padre a solas y explicarle el compromiso de su hija con el joven Johannes Pinneberg. La señora
Mörschel ordena a la joven pareja que se retire al dormitorio. Corderita responde con na also, con lo que se entiende
que cede a la voluntad de su madre a la vez que resalta lo que le dijo a Johannes sobre su padre cuando este le
preguntó si se alegraría de su enlace –es decir, cuando mostró incertidumbre (v. TP. DE 014)–. Acto seguido, añade
un segmento de información complementario a su intervención, que a nuestro parecer queda algo artificial debido a
la falta de conexión. En el texto catalán, sin embargo, el marcador però asegura la continuidad discursiva y refleja la
naturalidad y espontaneidad del habla real, que echamos en falta tanto en el texto alemán como en el español. Tanto
la traducción española como la catalana ofrecen dos soluciones para na also, que se ajustan al contexto
perfectamente: bueno y molt bé. Ambas, expresan acuerdo con lo ordenado por la madre (GDLE, Martín Zorraquino
y Portolés Lázaro 1999: 4162; GCC, Cuenca 2002: 3224).


1 Ramon Monton ha traducido Kartoffelpuffer por truita de patates. En nuestra opinión, ambos platos
son diferentes: el Kartoffelpuffer se prepara a partir de patatas ralladas y presenta un borde muy
fino, mientras que la preparación de la tortilla de patatas, cuyo grosor es mayor que el del
Kartoffelpuffer, requiere, además de patatas, también huevo. Con la traducción de un elemento
típico de la cultura de partida por otro de la cultura meta se genera un cambio de referente a nivel
ideacional, que no acaba de encontrar su lugar en el contexto descrito. Además, debe tenerse en
cuenta el precio de los huevos durante los años 20 debido a la inflacción del momento y a la
situación más bien modesta de Corderita y Pinneberg. Fuente: http://www.planet-wissen.de/
politik_geschichte/deutsche_politik/weimarer_republik/hyperinflation.jsp.

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Marcador pragmático Na
conversacional
Identificador »Oh, sie denkt sich schon was dabei«, sagt Pinneberg und grinst. »Deine Mutter weiß
N1, cap. 2, pág. 20 Bescheid, verstehst du, was uns der Doktor heute gesagt hat.«
TP. DE 016 »Natürlich weiß sie das. Mutter weiß immer alles. Ich glaub, du hast ihr gut gefallen.«
»Na, hör mal, so sah es aber nicht aus.«
»Mutter ist so. Mutter muß immer schimpfen. Ich hör’s schon gar nicht mehr.«
Equivalencia Venga ya
Identificador –Oh, a veces sí –contesta Pinneberg con una sonrisa sardónica–. Tu madre está al cabo
N1, cap. 2, pág. 20-1 de la calle, ya me entiendes, de lo que hoy nos ha comunicado el doctor.
Trad. ES 016 –Pues claro. Mamá siempre lo sabe todo. Creo que le has caído bien.
–Venga ya, pues no daba esa impresión.
–Mamá es así. Siempre regañando... Yo ya ni la escucho.
Equivalencia De debò?
Identificador –Oh, ho sap perfectament! –diu Pinneberg, somrient, sorneguer–. Ta mare ja està al
N1, cap. 2, pág. 21 corrent del que ens ha dit avui el doctor.
Trad. CAT 016 –És clar que ho sap, la mare sempre ho sap tot. Em penso que li has agradat.
–De debò? Doncs no m’ho ha semblat pas.
–La mare és així. Necessita remugar sempre. Jo ja no li faig cas.
Corderita y Johannes se encuentran en el dormitorio y mientras esperan a que los llamen para cenar, el joven le
comunica a su novia, en un punto de la conversación, que la madre está al corriente de su estado. Corderita le
responde que esta siempre lo sabe todo y añade que tiene la impresión de que le ha caído bien. Cuando Johannes
escucha esto, inicia una intervención con na, hör mal, que indica sorpresa en el sentido de incredulidad y por ende
desacuerdo, pues el encuentro con la señora Mörschel ha sido de todo menos agradable (v. un sentido cercano en
WDP 2009: 583-4, Gliederungspartikel 3.3.e)

La solución en español refleja perfectamente esta función que acabamos de comentar con el marcador venga ya, que
Porroche Ballesteros presenta en su manual (2009: 164). El traductor catalán opta por formular una pregunta
retórica de debò?, que expresa desacuerdo (GNV 2006: 330; GCC, Cuenca 2002: 3224) con lo que la muchacha ha
dicho.

Marcador pragmático Na, […] / Na, […]


conversacional
Identificador »Na, erlauben Sie mal«, sagt Pinneberg wütend. »Wir sind kein gelber Verband! Wir
N1, cap. 2, pág. 23 werden nicht von den Arbeitgebern finanziert. Wir zahlen unsern Bundesbeitrag selber.«
TP. DE 017 »Für die Bonzen! Für die gelben Bonzen! Na, Emma, da hast du dir ja den Richtigen
ausgesucht. Einen DAG-Mann! Einen richtigen Dackel!«
Equivalencia Oiga / Vaya, […]
Identificador –Oiga –replica Pinneberg, furioso–. ¡No somos una organización amarilla! A nosotros
N1, cap. 2, pág. 23 no nos financian los empresarios. Nosotros pagamos una cuota federal.
Trad. ES 017 –¡Para los mandamases! ¡Para los mandamases amarillos! Vaya, Emma, has escogido a
la persona adecuada. ¡Un hombre del SEA! ¡Un perro posibilista!
Equivalencia Ø Perdoni un moment / Molt bé, [...]
Identificador –Ø Perdoni un moment –diu Pinneberg, furiós–. No som un sindicat groc! No ens
N1, cap. 2, pág. 24 finança pas la patronal. Nosaltres mateixos paguem les nostres quotes.
Trad. CAT 017 –Per als jerarques! Per als jerarques de la camarilla groga. Molt bé, Emma, et felicito,
has anat a buscar l’home més adequat. Un home de la SEA! Un gosset de la patronal!
Pinneberg y el señor Mörschel se acaban de conocer. Este último ha empezado con su particular ataque diciendo
que preferiría un obrero para su hija en vez de un empleado. Después lo tacha de pertenecer a una organización
amarilla cuando Pinneberg afirma estar afiliado a un sindicato. Ante esa acusación, Pinneberg se defiende dirigién-
dose a su interlocutor con un na, a través del que introduce su respuesta alegando que los empleados pagan su cuota
federal. Así pues, la función de este marcador es la de llamar la atención, al mismo tiempo que de introducir una
explicación en forma de protesta por lo que Mörschel le acaba de reprochar. En español, la traductora decide utili-
zar oiga, unidad con la que se apela al interlocutor y se muestra enfado y reprensión por lo que ha dicho, en este caso
por haberle faltado al respeto, ya que el padre de Emma ha acusado a Pinneberg, su futuro yerno, de algo incierto.
En catalán, se ha optado por traducir la frase alemana que aparece detrás del marcador –erlauben Sie mal– y que en
español se ha omitido. Esta elección no nos parece propicia, puesto que no resulta adecuada en la situación presen-
tada. Una unidad como escolti cubriría el doble papel que hemos comentado: por un lado, el de captar la atención de
Mörschel y por otro, el de reconvenir a este por lo dicho.

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En la secuencia enunciativa que sigue, el señor Mörschel usa el marcador na, con el que encabeza una afirmación
para expresar su disgusto y desilusión por la decisión de su hija Emma de prometerse con Johannes Pinneberg. En
este caso, el hecho de que el padre mencione el nombre de su hija, no quiere decir que busque, ni mucho menos,
una respuesta o reacción. En este enunciado solamente se muestra la molestia y el reproche, porque su hija ha esco-
gido a alguien que no es afín a sus gustos e ideales. Además, hay un matiz de jocosidad que se recoge muy bien en la
versión catalana, en la que Mörschel pronuncia –et felicito–, después de molt bé, que actúa como equivalente de na y de
vaya –el marcador elegido en español–.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Sie zum Beispiel«, sagt Mörschel und kneift die Augen ganz gemein ein und feixt. »Sie
N1, cap. 2, pág. 23 zum Beispiel haben sich doch Vorschuß genommen?«
TP. DE 018 »Wieso?« fragt Pinneberg verwirrt. »Vorschuß …?«
»Na ja, Vorschuß«, grinst der andere noch mehr. »Vorschuß, da, bei der Emma. Nicht
sehr fein, Herr. Mächtig proletarische Angewohnheit …«
Equivalencia [...], sí
Identificador –Usted, por ejemplo... –le corta Mörschel, entrecerrando los ojos con muy mala idea
N1, cap. 2, pág. 24 mientras sonríe–. Usted, por ejemplo, ya ha cobrado un anticipo, ¿no?
Trad. ES 018 –¿Por qué lo dice? –pregunta Pinneberg, desconcertado–. ¿Anticipo?
–Anticipo, sí –insiste el otro ensanchando la sonrisa–.
Anticipo, ahí, con Emma. No es muy fino, señor mío. Es una costumbre de lo más
proletaria...
Equivalencia Sí home, sí, [...]
Identificador –Vostè, per exemple –diu Mörschel, fent una ganyota grollera–, ja s’ha cobrat un
N1, cap. 2, pág. 25 avançament.
Trad. CAT 018 –Què vol dir, un avançament? –pregunta Pinneberg, desconcertat.
–Sí home, sí, un avançament –diu l’altre, exagerant encara la ganyota–. Un
avançament amb Emma. Això no és gaire delicat per part seva, senyor. És un costum
molt proletari.
Los Mörschel están sentados a la mesa y el cabeza de familia, empecinado en buscar gresca, le espeta a su futuro
yerno que ya ha cobrado un anticipo. Con esta metáfora hace referencia a que no ha perdido el tiempo y ha dejado
embarazada a su hija sin estar casados. Johannes Pinneberg, algo confuso, pide una explicación para saber a lo que
se está refiriendo el señor Mörschel. Este último vuelve a reafirmar y aclarar sus palabras con na ja y acto seguido
vuelve a repetir la palabra –Vorschuß [anticipo]–.

Rosa Pilar Blanco opta en su traducción por un simple sí, que recoge la función del na ja alemán, aunque, en nuestra
opinión, podría haberse repetido este adverbio para intensificar su respuesta. En este caso, cabría encabezar el turno
de palabra con el adverbio repetido y posteriormente añadir el sustantivo –sí, sí, anticipo–. Ramon Monton utiliza esta
técnica de repetición y añade además home, que otorga al discurso naturalidad y fluidez. El DPDE cataloga la unidad
hombre en la segunda de sus entradas como intensificador reafirmador, que sería la función en el contexto que nos
ocupa. En las obras consultadas para el catalán se relaciona el uso de home como enfático y se señala además que
puede ir acompañado de palabras que indican afirmación y negación (Cuenca 2006: 174-7). El uso irónico, que en
determinados contextos puede adquirir esta combinación de sí y home, es válido en este contexto (Cuenca 2006:
176). Se trata pues de una reiteración de lo afirmado anteriormente, que va acompañada de una sonrisa, tal y como
se describe en el fragmento.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Das ist der Bräutigam von Emma«, erklärt Frau Mörschel. »Sie wollen bald heiraten.«
N1, cap. 2, pág. 24 »Hat sie doch einen abgekriegt«, sagt Karl. »Na ja, einen Bourgeois. Ein Prolet ist ihr
TP. DE 019 nicht fein genug.«
»Siehst du«, sagt Vater Mörschel, sehr befriedigt.
Equivalencia [...], vamos
Identificador –Este es el novio de Emma –explica la señora Mörschel–. Quieren casarse pronto.
N1, cap. 2, pág. 25 –Así que ha pescado a uno –dice Karl–. Un burgués, vamos. Un proleta no es lo bas-
Trad. ES 019 tante fino para ella.
–Ya lo ves –dice papá Mörschel, muy satisfecho.

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Equivalencia Caram, [...] i tot
Identificador –Aquest és el promès d’Emma –li explica la senyora Mörschel–, es pensen casar aviat.
N1, cap. 2, pág. 26 –O sigui que al final n’ha pescat un? –exclama Karl–. Caram, i tot un burgès! Es veu
Trad. CAT 019 que un proletari no és prou bo per a ella.
–Ja ho veus –diu el pare Mörschel, tot satisfet.
Karl, hermano de Emma Mörschel, llega a casa del trabajo y se encuentra con la noticia de la boda de la joven por
boca de su madre. Sorprendido, da a entender que finalmente la muchacha ha conseguido echarse un novio y, toda-
vía algo desconcertado por la primicia, manifiesta su decepción por tratarse de un burgués en vez de un obrero. El
enunciado que encabeza este sentimiento de desilusión empieza por na ja, unidad que también sirve para matizar el
tipo de persona de la que se trata. En el DWDS encontramos una expresión, que aparece como definición de esta
unidad, y que en este contexto podría encajar muy bien: da haben wir’s!

Esta expresión en español se ha traducido por vamos y aparece al final del enunciado, justo antes de retomar el turno
para decir que un obrero no es lo suficientemente bueno para ella. Esta unidad matiza la unidad antepuesta (DPDE)
y expresa sorpresa. En catalán, Ramon Monton empieza la intervención con caram, cuyo significado denota extrañe-
za e incluso enojo, algo que también sugiere el DIEC (carall 1.2.). Con i tot delante de un burgès se intensifica la cuali-
dad de ciudadano acomodado y con ello, según interpretamos por el contexto y situación comunicativa, el hablante
expresa mediante este añadido un desprecio todavía mayor hacia ese grupo social.

Marcador pragmático Na klar


conversacional
Identificador »Du zahl man lieber dein Kostgeld, eh du hier den Mund aufreißt«, erklärt Mutter
N1, cap. 2, pág. 25 Mörschel.
TP. DE 020 »Was heißt ›siehst du‹«, sagt Karl gallig zu seinem Vater. »Ein richtiger Bourgeois ist
mir noch immer lieber als ihr Sozialfaschisten.«
»Sozialfaschisten«, antwortet der Alte böse. »Wer wohl Faschist ist, du Sowjetjünger!«
»Na klar«, sagt Karl, »ihr Panzerkreuzerhelden ...«
Equivalencia Claro, hombre
Identificador –Mejor será que pagues tu contribución a la casa antes de abrir la boca aquí –declara
N1, cap. 2, pág. 25 mamá Mörschel.
Trad. ES 020 –¿Qué significa «ya lo ves»? –pregunta Karl, malhumorado, a su padre–. Prefiero a un
verdadero burgués antes que a vosotros, los NACIONALSOCIALISTAS.2
–NACIONALSOCIALISTAS –responde el viejo, furioso–. Aquí no hay más fascista que tú,
secuaz de los soviéticos.
–Claro, hombre –replica Karl–, vosotros, los héroes del acorazado...
Equivalencia És clar, és clar, [...]
Identificador –Seria millor que em donessis els diners per a les despeses, en comptes d’obrir tant la
N1, cap. 2, pág. 26 boca –l’adverteix la mare Mörschel.
Trad. CAT 020 –Què vol dir «ja ho veus»? –pregunta Karl al seu pare, malhumorat–. Jo m’estimo més
un veritable burgès que un socialfeixista com vosaltres.
–Socialfeixistes? –respon el vell, enrabiat–. Qui és feixista aquí, cadell soviètic?
–És clar, és clar, vosaltres sou uns socialistes immaculats!
Karl y su padre se enzarzan en una discusión en la que se descalifican mutuamente debido a sus desavenencias en
cuanto a la política del momento. A razón del comentario –ya lo ves–, Karl le comenta a su padre que prefiere a los
burgueses antes que a los socialistas, a quienes califica de fascistas, lo que el padre rebate diciendo que los únicos
fascistas son los secuaces de los soviéticos. Karl espeta con sorna un na klar con lo que también replica a su padre,
añadiendo otra reprimenda y llamando a los de su ideología héroes del acorazado. Este marcador expresa la impasibili-
dad por lo que el padre acaba de decir y da paso a otra apreciación. Además de indiferencia, se trasluce un tono
irónico, que tanto las traducciones al español como al catalán recogen. Cuenca habla de lectura irónica en el caso de
la combinación de sí y home (2006: 176), algo que nosotros también extenderíamos a claro, hombre y a la duplicación és
clar, és clar, como se estipula en la GDLE para el español (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4158). De
ambos se desprende que Karl, hermano de Corderita, no está de acuerdo con su padre y que, por ende, no conside-
ra que los comunistas sean unos fascistas.


2 Los miembros del KPD tildaban de fascistas a los socialistas, algo que se ve reflejado en los
diálogos de este capítulo. En el texto español se da una una imprecisión, pues Rosa Pilar Blanco
traduce Sozialfaschisten por nacionalsocialistas. Esto es incorrecto porque se confunden los miembros
del SPD con los del NSDAP (Schulze [2001], 2013: 225).

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Marcador pragmático Na ...
conversacional
Identificador Er sagt stolz und langsam: »Vierhundertsiebzig.«
N1, cap. 3, pág. 28 »Au fein!« sagt Lämmchen. »Das wird grade glatt. Sechshundert Mark. Junge, was ein
TP. DE 021 Haufen Geld!«
»Na ...«, sagt er. »Viel finde ich es ja nicht. Aber man lebt schrecklich teuer als Jungge-
selle.«
Equivalencia No sé...
Identificador Él dice despacio y orgulloso:
N1, cap. 3, pág. 29 –Cuatrocientos setenta.
Trad. ES 021 –¡Qué bien! –exclama Corderita–. Todo irá como una seda. Seiscientos marcos. ¡Me-
nudo montón de dinero, chico!
–No sé... –comenta él–. A mí no me parece mucho. Pero la vida de soltero es carísi-
ma.
Equivalencia Bé...
Identificador Ell diu lentament, orgullós:
N1, cap. 3, pág. 30 –Quatre-cents setanta.
Trad. CAT 021 –Oh, que bé! –diu la Xaieta–. Quina sort, nen, siscents marcs, però això és un munt de
diners!
–Bé... –diu ell– jo no trobo que siguin tants diners. Però és que la vida de solter és
molt cara.
Corderita y Johannes hablan sobre la cantidad de dinero que tienen ahorrado. Cuando Corderita descubre que
Johannes tiene 470 marcos y le suma sus 130, no puede disimular su alegría y le dice que seiscientos marcos son un
buen respaldo. El joven discrepa y así se lo hace saber a Corderita mediante un enunciado que encabeza con na, que
muestra duda. Esta intervención contiene inmediatamente después del marcador la opinión del muchacho viel finde
ich es ja nicht y una justificación de la razón por la que no ha podido guardar más dinero: aber man lebt schrecklich teuer
als Junggeselle.

Rosa Pilar Blanco emplea no sé, que transmite un punto de vista diferente al de Corderita, igual que el bé por el que
opta Ramon Monton. Este último elemento contradice la aseveración de la muchacha, tal y como recoge una de las
acepciones del DIEC y la GCC (Cuenca 2002: 3227). Cabe concluir diciendo que ambas soluciones dejan entrever
un matiz de duda, que se ve acrecentado por los puntos suspensivos.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Ja«, sagt er. »An denen kann man ja nichts ändern. Steuern sechs Mark und Arbeitslo-
N1, cap. 3, pág. 29 senversicherung zwei Mark siebzig. Und Angestelltenversicherung vier Mark. Und
TP. DE 022 Krankenkasse fünf Mark vierzig. Und die Gewerkschaft vier Mark fünfzig…«
»Na, deine Gewerkschaft, das ist doch überflüssig…«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –Bien –contesta él–. Ahí no hay nada que hacer. Impuestos: seis marcos y seguro de
N1, cap. 3, pág. 30 desempleo, dos con setenta. Y seguro de empleados, cuatro marcos. Y seguro de
Trad. ES 022 enfermedad, cinco con cuarenta. Y el sindicato, cuatro marcos cincuenta...
–Bueno, el sindicato sobra...
Equivalencia Em sembla que [...]
Identificador –Sí –diu ell–, els descomptes són intocables. Impostos, sis marcs. L’assegurança contra
N1, cap. 3, pág. 31 l’atur, dos marcs amb setanta. L’assegurança dels empleats, quatre marcs. La quota de
Trad. CAT 022 l’assegurança de malaltia, cinc marcs amb quaranta. I el sindicat, quatre marcs amb
cinquanta...
–Em sembla que això del teu sindicat és una cosa ben inútil...
Con la partícula na y bueno Corderita hace una puntualización sobre algo que ha dicho Johannes Pinneberg
introduciendo una opinión contraria. Tal y como estipula la GDLE, este tipo de bueno «se emplea normalmente al
inicio de una intervención reactiva que implica un cierto desajuste, oposición, disconformidad, desacuerdo, etc., con
el interlocutor» (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4176). En catalán, el traductor opta por la forma em
sembla (que) con la que la voz de la protagonista cobra más fuerza, debido a que es una fórmula nítida para expresar
una opinión. Coincidiría este uso, pues, con la función de discrepancia que se presenta en la GDS (pág. 397-8) y en
Las cosas del decir (Calsamiglia y Tusón 2012: 249) y la GDLE (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4176).

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Marcador pragmático Na ja, [...]
conversacional
Identificador »Und sparen wollen wir doch auch was.«
N1, cap. 3, pág. 30 »Mindestens zwanzig Mark im Monat.«
TP. DE 023 »Dreißig.«
»Aber wie?«
»Rechnen wir noch mal.«
»An den Abzügen ändert sich nichts.«
»Und billiger kriegen wir kein Zimmer und Küche.«
»Vielleicht fünf Mark billiger.«
»Na ja, ich will mal sehen. ’ne Zeitung möchte man sich aber auch halten.«
Equivalencia En fin, [...]
Identificador –Y también queremos ahorrar algo.
N1, cap. 3, pág. 30-1 –Por lo menos veinte marcos al mes.
Trad. ES 023 –Treinta.
–Pero ¿cómo?
–Repasemos las cuentas.
–Las retenciones están bien.
–Y no conseguiremos habitación y cocina más baratas.
–A lo mejor cinco marcos menos.
–En fin, ya veré. Pero también me gustaría comprar el periódico.
Equivalencia Bé, [...]
Identificador –A més hauríem d’estalviar alguna cosa.
N1, cap. 3, pág. 32 –Almenys vint marcs al mes.
Trad. CAT 023 –Trenta.
–Tornem-ho a comptar.
–Els descomptes són intocables.
–I tampoc no trobarem una habitació amb cuina més barata.
–Potser per cinc marcs menys.
–Bé, ja ho veurem. També ens podríem subscriure a un diari.
La partícula compuesta na ja (W DP 2009: 585, v. f u nc ión Gli e d e r un g s p a rt ik e l 3. 3. f .[Skepsis =
e s c e p t i c i s m o ] ) se ha traducido por en fin, aunque habría cabido también la posibilidad de utilizar un bueno –
como en catalán (bé)– a modo de cierre o conclusión con un matiz de duda, que se desprende tanto del mismo
marcador como de la frase a la que acompaña ich will mal sehen al no saber si conseguirán una habitación con cocina
por cinco marcos menos. Cuenca señala este matiz de duda que bé puede obtener a tenor del contexto en que se halle
(GCC 2002: 3227).

Marcador pragmático Na also


conversacional
Identificador »Also setzen wir uns wieder auf die Küchenstühle«, schlägt sie vor. »Mir tut schon alles
N1, cap. 3, pág. 32 weh.«
TP. DE 024 »Ich komm ja schon, Lämmchen«, sagt er reumütig.
»Ja, wenn du nicht willst…?«
»Ich bin ein Schaf, Lämmchen! Ich bin ein Schaf!«
»Na also«, sagt sie. »Dann passen wir ja zueinander.«
»Das wollen wir gleich sehen«, sagt er.
Equivalencia Ajajá
Identificador –Bueno, en ese caso sentémonos de nuevo en las sillas de la cocina –sugiere–. Me
N1, cap. 3, pág. 33 duele todo el cuerpo.
Trad. ES 024 –Ya voy, Corderita –responde, contrito.
–Si no quieres...
–¡Soy una oveja, Corderita! ¡Soy una oveja!
–Ajajá –dice ella–. Entonces hacemos buena pareja.
–Eso lo comprobaremos enseguida –sentencia él.
Equivalencia I jo una beneitona
Identificador –Vinga, doncs quedem-nos asseguts tranquil·lament a les cadires de la cuina –proposa
N1, cap. 3, pág. 34 ella–. De totes maneres, a mi ja em fa mal tot.
Trad. CAT 024 –No, anem a l’habitació, Xaieta –diu ell, penedit.
–Sí, però i si no vols...?
–Sóc un beneit, Xaieta, sóc un beneit!

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–I jo una beneitona –diu ella–, de manera que estem fets l’un per a l’altra.
–Això ho sabrem de seguida –diu ell.
La señora Mörschel cede la habitación a su hija y a Pinneberg. El muchacho está algo incómodo, porque no le apete-
ce pasar la noche junto con Corderita en casa de sus padres. Finalmente, cuando Corderita le propone sentarse en las
sillas de la cocina, reflexiona y acepta ir a la habitación. Johannes dice que es una oveja [en al. Schaf], que tiene el sen-
tido de persona cándida y dócil, así como cordero en español y anyell en catalán. Rosa Pilar Blanco ha traducido literal-
mente Schaf por oveja, quizá para no repetir corderito y Corderita. En nuestra opinión, la propuesta de Ramon Monton,
beneit, es mucho mejor, pues transmite ese matiz de persona ingenua que obedece y dice que sí a todo sin plantearse
las cosas.

Cuando Pinneberg le dice a Corderita que es una oveja, ella aprueba su afirmación con satisfacción mediante la uni-
dad na also, que la traductora al español recoge como ajajá. Esta forma aparece como ajá tanto en el DRAE como en
el María Moliner (1998: 103-4) y manifiesta complacencia. Ramon Monton ha renunciado al marcador conversacional
y preferido recurrir a la repetición del adjetivo beneit en su forma femenina, beneitona.

Marcador pragmático Na
conversacional
Identificador »Das kann ich doch nicht sagen, Herr Kleinholz«, erklärt er unruhig. »Ich kann doch
N1, cap. 9, pág. 75 nicht gegen meine Kollegen reden.«
TP. DE 025 Herr Kleinholz genießt den Fall.
»Sich würden Sie also nicht entlassen, wenn Sie ich wären?« fragt er.
»Wenn ich Sie ...? Mich selbst? Ich kann doch nicht ...«
»Na«, sagt Emil Kleinholz und steht auf. »Ich bin überzeugt, Sie überlegen sich die
Sache. Sie haben ja wohl monatliche Kündigung. Das wäre dann also am ersten Sep-
tember zum ersten Oktober, nicht wahr?«
Equivalencia Bueno
Identificador –No puedo contestarle, señor Kleinholz –declara, preso de la inquietud–. No puedo
N1, cap. 9, pág. 77 hablar contra mis colegas.
Trad. ES 025 El señor Kleinholz paladea la ocasión.
–¿Así que si usted fuera yo no se despediría? –inquiere.
–¿Si yo fuera...? ¿A mí mismo? Pero si no puedo…
–Bueno –replica Emil Kleinholz, levantándose–. Estoy convencido de que reflexiona-
rá sobre el asunto. Porque tiene usted un mes de preaviso, ¿verdad? Y eso sería el uno
de septiembre para el primero de octubre, ¿me equivoco?
Equivalencia Molt bé
Identificador –No li puc dir, senyor Kleinholz –declara, angoixat–: No puc parlar contra els meus
N1, cap. 9, pág. 77 companys de feina.
Trad. CAT 025 El senyor Kleinholz gaudeix de la situació.
–Si vostè fos jo, no s’acomiadaria pas a vostè mateix, oi?
–Si jo fos vostè? Jo? Però és que no puc...
–Molt bé –diu Kleinholz, mentre s’aixeca–, estic convençut que hi rumiarà. El seu
termini d’acomiadament és d’un mes, oi? O sigui que, si l’hagués d’acomiadar l’u
d’octubre, li ho hauria de comunicar l’u de setembre, no és veritat?
Kleinholz habla con Pinneberg, a quien contrató como contable para su empresa por un sueldo de 180 marcos. El
patrón quiere casar a su hija y su táctica es emplear únicamente a trabajadores solteros, motivo por el cual no puede
salir a la luz su matrimonio con Corderita. Johannes le cuenta a su mujer que Kleinholz anda detrás de él con el
objetivo de que acabe cediendo y se case con su hija. El superior llega a un punto en el que consigue atosigar al
joven de mala manera, amenazándolo incluso con el despido a través de falsos pretextos. En una conversación,
después de un episodio desagradable en el que Kleinholz ha soprendido a sus tres empleados cuchicheando sobre
su vida a sus espaldas, el jefe pregunta a Pinneberg si se lo ha pensado. Esta pregunta pone en un apuro al chico, ya
que sabe muy bien que el hombre quiere juntarlo con su hija Marie. Pinneberg le pregunta a qué se refiere y Klein-
holz, lleno de furia, responde que está hablando del despido. El hombre le pregunta al joven trabajador a quién
elegiría él en caso de despedir a alguien. El muchacho, desconcertado, dice que él no puede tomar ese tipo de deci-
siones, cosa que Kleinholz rebate con un na y aprovecha para introducir una conclusión con la que invita a Johannes
Pinneberg a reflexionar sobre ello en un tiempo máximo de un mes. En español se ha elegido un bueno y en catalán
un molt bé para solventar la traducción del marcador. En este contexto se adivina un matiz conciliador, pues Klein-
holz pretende que el joven Johannes acabe ajustándose a su voluntad (GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro
1999: 4162; GCC, Cuenca 2002: 3224).

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Marcador pragmático Na, [...]
conversacional
Identificador »Was gibt’s denn?«
N1, cap. 10, pág. 79 »Erbsensuppe.«
TP. DE 026 »Fein. Na, bring schon den Topf. Ick decke unterdessen.«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –¿Qué hay de comer?
N1, cap. 10, pág. 81 –Sopa de guisantes.
Trad. ES 026 –Estupendo. Bueno, trae la cazuela. Entretanto pondré la mesa.
Equivalencia Doncs vinga va, [...]
Identificador –¿Què has fet?
N1, cap. 10, pág. 81 –Sopa de pèsols.
Trad. CAT 026 –Molt bé. Doncs vinga va, porta l’olla. Jo mentrestant pararé taula.
Corderita ha preparado una sopa de guisantes. Cuando acaba, se pone a escribir una carta a su suegra en la que le
expresa su feliz vida de casada. Johannes llega hambriento del trabajo a mediodía y se sorprende cuando ve que la
mesa todavía no está puesta. El joven le pide a Corderita que traiga la cazuela, mientras él pone la mesa. Johannes
introduce su petición mediante un na que responde a su impaciencia, ya que tiene hambre y esperaba encontrarse la
mesa lista (v. función 3.1.c. de petición/orden en WDP 2009: 579).

Rosa Pilar Blanco traduce na por bueno. Aparte de introducir una petición, función que no está recogida en ninguna
de nuestras obras de consulta, la unidad bueno está inserida en un fragmento que aparece como continuidad del
contexto más inmediato, tal y como indica el DPDE (1). El marcador conversacional por el que opta Ramon Mon-
ton, doncs vinga va, también ayuda a evidenciar la actitud impaciente de Johannes por comer y permite introducir la
petición a su mujer. Además, tal y como hemos comentado en el caso del español, también doncs permite manifestar
continuidad discursiva (Cuenca 2006: 178; GCC, Cuenca 2002: 3190). A nuestro parecer, el catalán transmite mucho
mejor la actitud de Johannes Pinneberg que el español, pues la presencia de vinga va ayuda a aumentar la visión de la
necesidad que el joven tiene de satisfacer su apetito cuando da prisa a Corderita para que vaya a buscar la cazuela.

Marcador pragmático Na also


conversacional
Identificador Wird im Stall sein, denkt Pinneberg und macht sich auf dem Hof zu schaffen. Da steht
N1, cap. 13, pág. 97 das rote Auto und wird gewaschen. Wärst du doch gestern um zehn mit einer Panne
TP. DE 027 zusammengebrochen! Denkt Pinneberg. Und sagt laut: »Der Chef noch nicht auf?«
»Wer hat denn gestern eigentlich Futter ausgegeben?«
»Der olle Kube, Herr Pinneberg, Kube.«
»Na also«, sagt Pinneberg und geht wieder aufs Büro.
Equivalencia Ah
Identificador Estará en el establo, piensa Pinneberg, y sale a echar un vistazo al patio. Allí está el
N1, cap. 13, pág. 99 automóvil rojo: lo están lavando. ¡Ojalá hubieras sufrido ayer una avería!, piensa Pin-
Trad. ES 027 neberg. Y dice en voz alta:
–¿Aún no se ha levantado el jefe?
–Todavía están todos durmiendo, señor Pinneberg.
–Por curiosidad, ¿quién repartió ayer el pienso?
–El viejo Kube, señor Pinneberg, Kube.
–Ah –contesta Pinneberg antes de regresar a la oficina.
Equivalencia Molt bé
Identificador «Deu ser a la quadra», pensa Pinneberg, i es dirigeix cap al pati. I allà hi ha el cotxe
N1, cap. 13, pág. 99-100 vermell, i algú que el neteja. «Tant de bo que ahir a les deu t’haguessis estavellat», pensa
Trad. CAT 027 Pinneberg i diu, en veu alta:
–El patró encara no s’ha llevat?
–Encara dormen tots, senyor Pinneberg.
–I ahir qui es va encarregar del pinso?
–El vell Kube, senyor Pinneberg.
–Molt bé –diu Pinneberg, i se’n torna cap al despatx.
Pinneberg se dirige al trabajo muy nervioso, porque tiene el presentimiento de que su jefe lo va a reprender. El día
anterior, un domingo, Kleinholz le había ordenado repartir el pienso. Él se negó, ya que la tarea se le había enco-
mendado en un principio a Lauterbach y no estaba dispuesto a ceder ante el mandato de Kleinholz. Al día siguiente,
nada más llegar a la oficina, Pinneberg pregunta a otro hombre allí presente quién ha sido finalmente el encargado
de hacer el reparto. Cuando Pinneberg escucha el nombre de Kube, pronuncia un na also que se ha traducido por ah
y molt bé, respectivamente.

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Según la TGDS (2007: 839), la combinación de na y also muestra que «ein erhoffter und erwarteter Sachverhalt
endlich eingetreten ist», es decir, un hecho esperado tiene lugar finalmente. Por el contexto, se deduce que Johannes
Pinneberg está intranquilo por saber si alguien ha repartido el pienso el día anterior. Cuando escucha que efectiva-
mente una persona lo ha hecho y que se trata del viejo Kube, el joven pronuncia un na also y sigue su camino hasta el
interior de la oficina. En nuestra opinión, na also no tiene ese matiz de endlich (mal) que Weinrich recoge en su obra y
que ejemplifica en base al siguiente enunciado: / Frau Doktor, mit der neuen Lesebrille kann ich vorzüglich sehen ÷ na also! /
(TGDS 2007: 839). El uso en este contexto responde más bien a que se ha recibido el mensaje correctamente o
como dice Porroche Ballesteros, siguiendo a Vázquez Veiga, expresa «el acuse de recibo » (2009: 191). Esta función
la cubre la unidad ah, que es también la opción de Rosa Pilar Blanco. En el texto de Ramon Monton encontramos
molt bé, que igualmente satisface la función de que el mensaje del interlocutor se ha recibido y comprendido correcta-
mente.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Und wenn sie den Mut hat?«
N1, cap. 13, pág. 98 »Ich werd dem Richter schon Bescheid stoßen! Glaubst du denn das, Pinneberg, nun
TP. DE 028 sag mal ehrlich, zweimal hab ich mit ihr getanzt und dann hab ich gesagt: ›Gnädiges
Fräulein, es ist hier so rauchig, wollen wir mal rausgehen?‹ Na, und da gleich, einen Tanz
haben wir nur versäumt, verstehst du, und da soll ich der alleinige Vater sein? So doof!«
»Wenn du nichts beweisen kannst.«
Equivalencia Total, [...]
Identificador –¿Y si se atreve?
N1, cap. 13, pág. 100 –¡Yo me encargaré de informar al juez! Pero ¿es que tú te lo crees, Pinneberg? Ahora
Trad. ES 028 dime la verdad, bailé dos veces con ella y después dije: «Señorita, esto está lleno de
humo, ¿salimos un momento?». Total, que regresamos enseguida, solo nos perdimos
un baile, entiendes, ¿y ahora resulta que voy a ser el padre? ¡Venga ya!
–Si no puedes probar nada...
Equivalencia I llavors [...]
Identificador –I si s’atreveix?
N1, cap. 13, pág. 100-1 –Li explicaré tota la veritat al jutge! T’ho pots ben creure, Pinneberg, només vaig ballar
Trad. CAT 028 dues vegades amb ella i li vaig dir: «Senyoreta, aquí hi ha molt de fum, vol que sortim
un moment a fora?» I llavors només vam perdre un ball, m’entens? Per això haig de
ser jo l’únic pare de la criatura? No hi ha dret!
–Però no tens cap mena de prova.
Schulz explica a Pinneberg el problema que ha tenido con una muchacha, que dice haberse quedado embarazada de
él durante una fiesta en el pueblo de Helldorf. Este afirma no haber mantenido ningún tipo de relación con la chica,
pues solo estuvieron bailando y únicamente se ausentaron durante unos minutos para airearse. Schulz repite la pre-
gunta que le hizo el día del baile a la joven en estilo directo y a continuación afirma que la consecuencia de haber
salido fuera del recinto no fue otra que la de perderse un solo baile. Na introduce en este caso una consecuencia al
mismo tiempo que la conclusión de la historia que tuvo lugar el día de la fiesta. Schulz pretende resumir lo que pasó
para esclarecer la situación a su interlocutor y reafirmarse en que él no puede ser de ninguna manera el padre de la
criatura que espera la chica.

Las unidades total y i llavors llevan también hacia un desenlace en el que se recoge un resumen de lo acontecido
(DRAE, 3; Cuenca 2002: 179). La conjunción i, que actúa en este contexto como un marcador, ayuda a la cohesión
discursiva y da más autenticidad a la evocación oral del diálogo, ya que cualquier hablante del catalán utilizaría esta
unidad para dar continuidad a su intervención.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Hör mal, das verbitt ich mir! Wir haben doch unser Ehrenwort...«
N1, cap. 13, pág. 99 Emil Kleinholz tritt ein.
TP. DE 029 Kleinholz ist an diesem Morgen leider nüchtern, er ist sogar so nüchtern, daß er bis zur
Tür Schulzens Schnaps- und Biergeruch riecht. Er gibt einen Auftakt, er macht einen
Anfang, er sagt: »Na, wieder mal ohne Arbeit, meine Herren? Gut, daß heute Kündi-
gungstag ist, einen von Ihnen werde ich abbauen.« Er grinst. »Arbeit ist knapp, was?«
Equivalencia Vaya, vaya, [...]
Identificador –¡Eso no lo consiento! Que hemos empeñado nuestra palabra de honor...
N1, cap. 13, pág. 101 Entra Emil Kleinholz.
Trad. ES 029 Por desgracia, esa mañana Kleinholz está sobrio, tan sobrio que el olor a aguardiente y

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cerveza de Schulz llega hasta la puerta. Y comienza diciendo:
–Vaya, vaya, ¿otra vez ociosos, señores? Me encanta que hoy sea día de despido, pien-
so echar a uno de ustedes –sonríe sarcástico–. ¿El trabajo escasea, eh?
Equivalencia Què, [...]
Identificador –No, de cap de les maneres! Vam donar la nostra paraula d’honor...
N1, cap. 13, pág. 101-2 En aquell moment entra Emil Kleinholz.
Trad. CAT 029 Per desgràcia, aquest matí va serè, fins i tot tan serè que, de la porta estant, ja sent
pudor d’aiguardent i de cervesa de Schulz. Hi ha un breu preludi i, després, els deixa
anar de seguida:
–Què, senyors, un altre cop sense fer brot? Molt bé, com que avui és dia u,
n’acomiadaré un de vostès –diu, somrient amb expressió malèvola–. No hi ha gaire
feina, oi?
Kleinholz entra en la oficina y al ver a sus tres empleados hablando, les pregunta si no tienen trabajo que hacer.
Encabeza su pregunta con un na, para establecer el canal comunicativo, y posteriormente anuncia que ese día tendrá
lugar el despido por lo que tendrá que deshacerse de uno de ellos. El marcador entraña un matiz de amenaza, tal y
como marca una de las acepciones del DWDS, cuyos ejemplos son únicamente enunciados exclamativos –na warte,
mein Freundchen! [ya verás lo que es bueno, amigo / vas a ver lo que vale un peine]–. En el caso que nos ocupa, Fallada pone en
boca de Kleinholz un enunciado interrogativo –encabezado por na–, que supone el mismo tono intimidatorio que
en el ejemplo proporcionado.

Rosa Pilar Blanco ha solucionado la traducción con vaya, vaya, que a tenor del contexto puede significar una cosa u
otra. Algunas obras realzan el valor de sorpresa al igual que el de decepción o disgusto (Porroche Ballesteros 2009:
211-3), pero en este fragmento entendemos la repetición de vaya al inicio de la intervención de Kleinholz como la
introducción de un enunciado amenazante, sensación que se ve intensificada por dicha reiteración. El pronombre
interrogativo què?, sin su función sintáctica habitual, puede dar pie a numerosas interpretaciones, entre las cuales se
incluiría aquella de la que venimos hablando. Consideramos que no desempeña su papel gramatical porque no res-
ponde al modelo pregunta-respuesta del que suele formar parte, sino que tiene el cometido de comenzar un turno
de palabra para dirigirse a un grupo de sujetos y amonestarlos, pues parecen estar ocupados con otros menesteres
ajenos a su trabajo.

Marcador pragmático Na ja
conversacional
Identificador »Sachte, Herr Lauterbach, sachte. Wissen Sie, Politik ist ganz gut, und Nationalsozia-
N1, cap. 13, pág. 101 lismus ist vielleicht sehr gut, werden wir sehen nach den nächsten Wahlen und uns
TP. DE 030 danach richten, aber daß ausgerechnet ich die Kosten tragen soll...«
»Ich arbeit«, sagt Lauterbach.
»Na ja«, sagt Emil sanft. »Werden wir ja sehen. Glaub nicht, daß Sie heute arbeiten, die
Arbeit, die ich habe ... Sie sind ja ’n kranker Mann.«
Equivalencia Bien
Identificador –Calma señor Lauterbach, calma. La política está muy bien, ¿sabe usted?, y el nacional-
N1, cap. 13, pág. 103 socialismo quizá sea muy bueno, ya lo veremos después de las próximas elecciones y
Trad. ES 030 nos atendremos al resultado, pero que yo tenga que correr con los gastos...
–Yo trabajo –se defiende Lauterbach.
–Bien –contesta Emil con voz suave–. Ya lo veremos. No creo que hoy trabaje usted,
el trabajo que tengo... Usted es un enfermo.
Equivalencia Sí, sí, és clar
Identificador –A poc a poc, senyor Lauterbach, a poc a poc. Miri, la política està molt bé, i el nacio-
N1, cap. 13, pág. 103 nalsocialisme potser també, ja actuarem en funció de com vagin les properes eleccions,
Trad. CAT 030 però que hagi de ser jo qui pagui les despeses de tot això...
–Jo treballo –diu Lauterbach.
–Sí, sí, és clar –diu Emil, dolçament–. Ja ho veurem. De fet, avui no crec que pugui
fer tota la feina que tenia per a vostè... Vostè ara mateix està malalt!
Emil Kleinholz se encuentra con sus empleados en la oficina. El jefe se dirige envalentonado a cada uno de ellos
para decirles si los va a despedir o no y les echa en cara con desfachatez lo que piensa de cada uno de ellos. Cuando
llega el turno de hablar con Lauterbach, que no es muy listo, Kleinholz argumenta que el trabajo que desarrolla en la
empresa puede ser seguramente muy valioso, aunque posteriormente se acaba yendo por las ramas e introduce el
tema del nacionalsocialismo. En su opinión, esta ideología política puede que traiga prosperidad, pero cabrá esperar
a las próximas elecciones para verlo. Con todo, el jefe no cree que deba mantener a tres trabajadores en su empresa,
por mucha bonanza que pueda haber en un futuro. Lauterbach se defiende y responde a Kleinholz que él sí trabaja.
Este responde con cinismo con un na ja, mediante el que refleja duda (WDP 2009: 585, 3.3.f. [Skepsis= escepticis-

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mo]) o voluntad de ocultar los méritos del asalariado. Desde nuestro punto de vista, esta función se representa de
manera impecable en la versión catalana con la fórmula sí, sí, és clar, ya que el emisor del enunciado no cede ante la
opinión del interlocutor y con ello no le da la razón. En español, el marcador bien no acaba de evidenciar la función
a la que nos venimos refiriendo. Abogaríamos más bien por opciones del tipo: bueno... –con tono de suspense– o la
repetición bueno, bueno –indicaría desacuerdo parcial o total al igual que un matiz de duda [nota: bueno, asociado a una
pronunciación enfática, indica desacuerdo (DPDE, 3)]– o bien un equivalente de forma como sí, sí, claro.

Marcador pragmático Na schön, [...]


conversacional
Identificador »Ich arbeite«, sagt Lauterbach trotzig und wütend. »Ich dreh die Windfege. Haben Sie
N1, cap. 13, pág. 101 man keine Angst, Herr Kleinholz!«
TP. DE 031 »Na schön, ich komme dann mal vor zwölf zu Ihnen rauf, Lauterbach, und sage
Ihnen Bescheid wegen der Kündigung.«
Equivalencia De acuerdo, […]
Identificador –Yo trabajo –repite Lauterbach, tozudo y rabioso–. Me encargaré de los sacos en el
N1, cap. 13, pág. 103 molino. No tema, señor Kleinholz.
Trad. ES 031 –De acuerdo, entonces subiré a verlo a las doce, Lauterbach, y le comunicaré lo del despido.
Equivalencia Molt bé, [...]
Identificador –Ho faré –diu Lauterbach, obstinat i furiós–. No passi ànsia, senyor Kleinholz, jo faré
N1, cap. 13, pág. 104 anar la ventadora!
Trad. CAT 031 –Molt bé, doncs abans de les dotze ja pujaré per comunicar-li què he decidit sobre
l’acomiadament.
El señor Kleinholz cede ante las palabras de Lauterbach, cuando este le dice que no tiene motivos por los que
preocuparse, ya que se encargará de la tarea encomendada. Para mostrar esta conformidad y aprobación con
Lauterbach, Kleinholz emplea na schön que en español y catalán se recoge acertadamente como de acuerdo (GDLE,
Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4170) y molt bé (GCC, Cuenca 2002: 3224), respectivamente.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Na, Sie sehen ja heute so festlich aus. Ihnen kann ich wohl keine Dreckarbeit geben?
N1, cap. 13, pág. 101-2 Machen Sie mir mal den Kontoauszug für die Gutsverwaltung Hönow per
TP. DE 032 einunddreißigsten August. Und passen Sie vor allem bei den Strohlieferungen auf. Die
haben da mal Haferstroh statt Roggenstroh geliefert, und der Waggon ist beanstandet.«
»Weiß Bescheid, Herr Kleinholz«, sagt Pinneberg. »Das war der Waggon, der an den
Rennstall in Karlshorst ging.«
Equivalencia Qué [...]
Identificador –Qué aspecto tan emperifollado tiene usted hoy. No podré encargarle ningún trabajo
N1, cap. 13, pág. 104 sucio, ¿verdad? Prepare el extracto de la cuenta de la administración de la granja
Trad. ES 032 Hönow para el treinta y uno de agosto. Y preste atención sobre todo a las entregas de
paja. Se suministró paja de avena en lugar de la de centeno y han interpuesto una
reclamación por el vagón.
–Lo sé, señor Kleinholz –contesta Pinneberg–. Era el vagón que fue a la cuadra de
caballos de carreras de Karlshorst.
Equivalencia Caram, [...]
Identificador –Caram, trobo que avui té un aspecte festiu. No li puc pas encarregar cap feina bruta,
N1, cap. 13, pág. 104 oi? Prepari’m un extracte del compte de l’administració de la finca de Hönow fins al
Trad. CAT 032 trent-u d’agost. I, sobretot, controli les remeses de palla, perquè ens va enviar palla de
civada en comptes de palla de blat i hem rebut una queixa pel contingut del vagó.
–Ja ho sé, senyor Kleinholz –diu Pinneberg–. Va ser el vagó que va anar a l’hipòdrom
de Karlshorst.
Kleinholz acaba de tildar de basura tanto a Schulz como a Lauterbach, que ya no están presentes. Empieza su turno
de palabra con la unidad na e introduce así una intervención en la que manifiesta abiertamente su sorpresa por el
aspecto tan ataviado que presenta Pinneberg. En el enunciado se encuentra además la partícula átona ja, con la que
se hace referencia a algo conocido (DWDS, II-1-a) u obvio por las circunstancias situacionales y que, por otro lado,
muestra ese matiz exclamativo –o de sorpresa– que se quiere transmitir al lector.

En la traducción al español, la intervención la introduce qué, unidad con la que se pondera una cualidad –
emperifollado– (DRAE) y en catalán, caram, con lo que se manifiesta igualmente sorpresa o admiración (DIEC, carall
1.2.). Así pues, vemos que el enunciado que en alemán transmite ese sentimiento de asombro mediante na y
posteriormente, la inclusión de la partícula ja en el enunciado se recoge con un único elemento en las traducciones.

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Marcador pragmático Na, [...]
conversacional
Identificador »Weiß Bescheid, Herr Kleinholz«, sagt Pinneberg. »Das war der Waggon, der an den
N1, cap. 13, pág. 102 Rennstall in Karlshorst ging.«
TP. DE 033 »Sie sind einer«, sagt Emil. »Sie sind richtig, Herr Pinneberg. Wenn man alles solche
Leute wie Sie hätte! Na, machen Sie das dann. Guten Morgen.«
Und raus ist er.
Equivalencia En fin, […]
Identificador –Lo sé, señor Kleinholz –contesta Pinneberg–. Era el vagón que fue a la cuadra de
N1, cap. 13, pág. 104 caballos de carreras de Karlshorst.
Trad. ES 033 –¡Hay que ver cómo es usted! –exclama Emil–. Es un hombre cabal, señor Pinneberg.
¡Ojalá todos fueran como usted! En fin, hágalo así. Buenos días. Y sale.
Equivalencia Molt bé, [...]
Identificador –Ja ho sé, senyor Kleinholz –diu Pinneberg–. Va ser el vagó que va anar a l‘hipòdrom
N1, cap. 13, pág. 104 de Karlshorst.
Trad. CAT 033 –Molt bé –diu Emil–, així m’agrada, senyor Pinneberg. Tant de bo tots els meus em-
pleats fossin com vostè! Molt bé, doncs encarregui’s de tot això. Bon dia. I se’n va.
El señor Kleinholz dice no poder encomendar a Pinneberg, por su aspecto acicalado, ningún trabajo en el que se
ensucie, por lo que le ordena preparar el extracto de cuenta de la administración de la granja Hönow. El joven se
acuerda de qué se trata y hace alarde de ello, por lo que el jefe lo felicita y halaga. Acto seguido, le pide que se encar-
gue del asunto a través de un enunciado que introduce con na, y con el que se da por concluida la interacción. Así
pues, este na introduce una petición u orden y muestra acuerdo con lo dicho por Johannes Pinneberg, pues el traba-
jador está perfectamente al corriente del asunto que se trata, y posteriormente cierra el enunciado.

En español, el uso de en fin muestra semánticamente a la perfección esta marca de cierre que hemos mencionado
(Porroche Ballesteros 2009: 178), y en catalán molt bé es asimismo una unidad de acuerdo (Matamala 2008: 255). Con
todo, opinamos que una unidad como vale funcionaría mejor en este contexto, pues mostraría por un lado acuerdo y
por otro también cierre (DPDE). Asimismo, molt bé lo encontramos únicamente como elemento iniciador, como es
el presente caso, pero no debemos olvidar en ningún momento que marca igualmente, tal y como vemos, un cierre
discursivo.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Vater sagt, er hat sie schon in der Palmengrotte gesehen, da war sie Kellnerin.«
N1, cap. 13, pág. 105 Neue Pause.
TP. DE 034 »Na, manche Herren lieben das Gewöhnliche, das reizt sie grade, sagt Vater.«
Neue Pause.
»Sie tun mir leid, Herr Pinneberg.«
»Und Sie mir auch«, sagt Pinneberg.
Ziemlich lange Pause. Marie ist etwas verblüfft. Schließlich: »Wenn Sie hier frech zu
mir werden, Herr Pinneberg, sage ich es Vatern. Der schmeißt Sie gleich raus.«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Dice papá que la ha visto en el local Las Palmeras, donde era camarera. –Nueva pausa–
N1, cap. 13, pág. 107 . Bueno, a algunos hombres les gusta lo ordinario, eso les excita, afirma papá. –Nueva
Trad. ES 034 pausa–. Me da usted pena, señor Pinneberg.
–Y usted a mí también –contesta Pinneberg.
Pausa muy larga. Marie se siente un tanto desconcertada. Al final: –Si va a ponerse
impertinente conmigo, señor Pinneberg, se lo contaré a mi padre. Le despedirá en el
acto.
Equivalencia no presencia del marcador por omisión del fragmento en el TP
Identificador –El pare diu que la va veure a la Gruta de les Palmeres, fent de cambrera. [OMISIÓN
N1, cap. 13, pág. 107 DEL MENSAJE DE PARTIDA]
Trad. CAT 034 Una altra pausa.
–Vostè em fa pena, senyor Pinneberg.
–I vostè me’n fa a mi –li contesta ell.
Pausa bastant llarga. Marie s’ha quedat estupefacta. Finalment, diu: –Si es comporta
amb insòlencia amb mi, senyor Pinneberg, ho diré al pare i el farà fora de seguida.

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En esta ocasión, Marie, hija de Emil Kleinholz, entra en la oficina donde está Pinneberg y en busca de pelea arreme-
te contra él y empieza a meterse en su vida privada. Dice haberlo visto en la calle besuqueándose con una chica y
afirma que su padre le había comentado que esa muchacha trabajaba de camarera en Las Palmeras. Afirma además
que a algunos hombres les gusta lo ordinario. La joven Kleinholz empieza su afirmación de que lo chabacano agrada
a muchos con el marcador na, después de haber hecho una pausa. Así pues, esta unidad permite retomar el turno de
conversación y añadir información nueva al discurso precedente, además de asegurar con rotundidad lo que se está
diciendo.

Rosa Pilar Blanco escoge la unidad bueno para reflejar esta continuidad y certitud, mientras que en la versión catalana
nos encontramos con que Ramon Monton ha omitido este fragmento. En nuestra opinión, na se podría haber tra-
ducido por una unidad como és clar que o és ben cert que.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador Pinneberg legt auf Vernunft keinen Wert. »Wir erwarten ein Kind, Herr Friedrichs«,
N1, cap. 14, pág. 109 sagt er leise.
TP. DE 035 Friedrichs sieht schräg zu dem Bittsteller hoch. Dann sehr gemütlich tröstend: »Na ja,
Kinder bringen Segen. Sagt man. Sie haben ja erst mal die Arbeitslosenunterstützung.
Wie viele müssen sich mit weniger einrichten. Es geht, seien Sie sicher.«
»Aber ich muß …«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Pinneberg no concede valor alguno a la sensatez.
N1, cap. 14, pág. 112 –Esperamos un hijo, señor Friedrichs –musita.
Trad. ES 035 Friedrichs alza la vista de soslayo hacia el solicitante. Después, con tono muy
afectuoso, consolador:
–Bueno, los hijos vienen con un pan debajo del brazo. Eso dicen. De momento cuenta
usted con el subsidio de desempleo. Cuántos tienen que apañarse con menos... Todo se
arreglará, se lo aseguro.
–Pero tengo...
Equivalencia Ø
Identificador Però a Pinneberg li és ben igual, ser raonable o no.
N1, cap. 14, pág. 112 –Esperem un fill, senyor Friedrichs –diu, en veu baixa.
Trad. CAT 035 Friedrichs mira de reüll el sol·lictant (sic), pero després adopta un to agradable,
consolador:
–Ø Diuen que els infants porten prosperitat. De moment, cobrarà el subsidi d’atur.
Molts han de passar amb menys! Tot anirà bé, ja ho veurà.
–Però és que haig de...
Pinneberg se encuentra en la oficina de su sindicato, pues acaba de ser despedido. El señor Friedrichs le hace saber
que la situación laboral es muy precaria, pero le infunde ánimos y afirma que las cosas se arreglarán pronto. Cuando
Pinneberg comenta que va a ser padre, Friedrichs le dice con un tono consolador que los niños vienen con un pan
debajo del brazo, enunciado que introduce mediante la unidad na ja y que equivaldría a la función de
«beschwichtigende Konnotation» a la que se alude en la TGDS (2007: 837). El hombre del sindicato intenta calmar
al joven Pinneberg, quien parece estar muy alterado por la situación de desazón e incertidumbre que se le presenta.

Rosa Pilar Blanco usa bueno, mientras que Ramon Monton omite el marcador. Creemos que el traductor debería
haber añadido un elemento con el que igualmente se infundiera ánimo y recoger así la fuerza ilocutiva que presenta
el enunciado original, por ejemplo: vinga, home! [...]

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Hat es einen Zweck? Nein, es hat keinen Zweck. Wissen Sie, Pinneberg, meine Frau
N1, cap. 14, pág. 115 wird Sie bitten lassen, immer wieder, wird Sie wieder herbestellen, sie will sich’s überle-
TP. DE 036 gen. Aber nehmen wird sie Sie doch nicht, ich müßte es Ihnen dann sagen zum Schluß,
daß es doch nichts ist. Frauen sind so, Herr Pinneberg. Na, Sie sind jung, da wissen Sie
noch nichts von. Wie lange sind Sie verheiratet?«
»Gut vier Wochen.«
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador –¿Tiene eso sentido? No, no lo tiene. Sepa usted, Pinneberg, que mi mujer lo obligará a
N1, cap. 14, pág. 117-8 rogar una y otra vez, le hará venir de nuevo, querrá pensárselo. Pero no lo readmitirá y
Trad. ES 036 al final yo me vería obligado a comunicarle que no hay nada que hacer. Las mujeres son

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así, señor Pinneberg. Bueno, usted es joven, todavía no sabe nada de eso. ¿Cuánto
tiempo lleva casado?
–Poco más de cuatro semanas.
Equivalencia , però [...]
Identificador –I de què serviria? No, és inútil. La meva dona el deixaria suplicar una vegada i una
N1, cap. 14, pág. 118 altra, li diria que tornés, que s’ho ha de rumiar. Però no el tornaria a contractar mai i al
Trad. CAT 036 final hauria de ser jo qui li ho digués. Les dones són així, senyor Pinneberg, però vostè
és jove i encara no ho sap. Quant fa que és casat?
–Quatre setmanes ben bones.
Johannes Pinneberg ha ido a ver a su antiguo jefe, el señor Bergmann, para que le vuelva a dar el trabajo que tenía
antaño. Este le explica que eso no va a ser posible, pues la disputa que el joven tuvo con su mujer, la señora Berg-
mann, fue tal que ella nunca le permitiría volver a contratarlo.

El anciano le comenta a su antiguo empleado que las mujeres no dan su brazo a torcer y acto seguido manifiesta que
él todavía no es consciente debido a su joven edad. Este último enunciado se introduce mediante el marcador na,
que forma parte de este mensaje presentado como una conclusión de lo dicho anteriormente. Además, esta unidad
permite la continuidad y fluidez discursiva.

Rosa Pilar Blanco utiliza bueno en su traducción y Ramon Monton però. Ambos cumplen la misma función, es decir,
encabezan un enunciado en el que se colige que Pinneberg, por su juventud, todavía no conoce lo suficientemente
bien el modus operandi de las mujeres. Los dos elementos ayudan a dar asimismo cohesión discursiva y continuidad,
que desemboca en la pregunta de cuánto tiempo lleva casado.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »O Jungchen, Jungchen, was bin ich glücklich!«
N1, cap. 15, pág. 118 »Ja, mein Mädchen. Ja, meine Süße. Ich ja auch. Trotzdem Mama, mit ihrer Ausbildung
TP. DE 037 ... Na ja, ich will jetzt nichts sagen. Geh gleich hin und telegrafiere.«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –Ay, chiquito, chiquito, ¡qué feliz soy!
N1, cap, 15, pág. 121 –Sí, mi niña, sí, mi amor. Yo también. A pesar de todo, mamá, con su formación...
Trad. ES 037 Bueno, ahora no diré una palabra. Ve y ponle un telegrama.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –Oh, nen, nen, que feliç que sóc!
N1, cap. 15, pág. 121 –Sí, estimada, sí, amor meu, jo també. Però això de l’educació… En fi, prefereixo no
Trad. CAT 037 dir res, de moment. Vinga, vés a enviar-li el telegrama ara mateix.
Corderita acude al taller de Kleinholz en busca de su marido después de haber recibido correo de Berlín. La
madre de Pinneberg ha enviado una carta en la que informa a su nuera sobre la testarudez de su hijo y donde
también comenta haberle encontrado un puesto de trabajo en los almacenes Mandel. Además, comenta su asombro
sobre que su Johannes haya podido acabar en una empresa de abonos después de los esfuerzos que ella hizo por
darle una buena formación. Corderita comunica a su marido que está muy contenta y él responde que
también comparte esa alegría, aunque pone en entredicho lo que su madre dice sobre las posibilidades
académicas o educativas. Con todo, no ahonda más allá en el asunto y deja el enunciado en suspense introducido
por na ja que pone de manifiesto esa discrepancia o punto de vista diferente al de su madre. Las unidades bueno
(DPDE, 3) y en fi marcan también esa disconformidad que el hablante exterioriza.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Er überquert Alt-Moabit, geht noch ein paar Schritte, ein Mann bietet ihm einen Strauß
N1, cap. 30, pág. 224-5 Maiglöckchen an, aber es geht nicht, so gerne er möchte, es ist über den Etat. Nun
TP. DE 038 kommt der Hof, die Garagentür, sie steht offen, Meister Puttbreese hantiert an seinen
Möbeln.
»Na, junger Mann«, sagt er und blinzelt rotgerändert aus dem Dunkeln in den Sonnen-
schein. »Schon Vater?«
»Noch nicht«, sagt Pinneberg. »Aber bald.«
Equivalencia ¿Qué tal, […]?
Identificador Cruza Alt-Moabit, da unos pasos, un hombre le ofrece un ramo de muguete, pero, por
N1, cap. 30, pág. 226-7 más que quisiera, supera el presupuesto. Acaba de llegar al patio, la puerta del garaje
Trad. ES 038 está abierta, el maestro Puttbreese manipula sus muebles.
–¿Qué tal, joven? –inquiere parpadeando con los ojos ribeteados de rojo al salir de la

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oscuridad a la luz del sol–. ¿Ya ha sido padre?
–Aún no –responde Pinneberg–. Pero no tardaré.
Equivalencia Què, [...]?
Identificador Travessa el carrer d’Alt Moabit, camina unes quantes passes i un home li ofereix un
N1, cap. 30, pág. 226-7 ram de muguet, però és impossible; ell prou que voldria comprar-lo però, si ho fes,
Trad. CAT 038 ultrapassaria el pressupost. Travessa el pati i la porta del garatge, que és oberta, i veu el
mestre Puttbreese treballant en els seus mobles.
–Què, jove? –li diu, aclucant els ulls envermellits, perquè la claror de fora l’enlluerna–.
Ja és pare?
–Encara no –diu Pinneberg–, però ho seré aviat.
Pinneberg se dirige a su casa después de que el señor Kröpelin le haya dado libre debido a la
intranquilidad que el joven ha manifestado a lo largo de la jornada por el inminente parto de su mujer.
Cuando llega a su edificio, se encuentra por sorpresa en el patio del inmueble a su arrendador, que se dirige al joven
con un saludo encabezado por na, interesándose a la vez por si ya ha sido padre. En español esta actitud se
manifiesta mediante ¿qué tal? y en catalán a través de què?

Este marcador de apertura muestra la fuerte disposición del señor Puttbreese para conversar largo y tendido con el
joven Pinneberg. Con todo, observamos, por el contexto más inmediato, que Johannes no está por la labor de
quedarse a hablar con su casero, pues lo apremian las ganas de comer y la preocupación por el estado de su mujer.

Marcador pragmático Na ja
conversacional
Identificador »Du, Lämmchen«, sagt er und will ihr erklären, daß er findet, solche Quälerei ist eine
N1, cap. 30, pág. 231 viehische Gemeinheit. Aber er sagt es nicht. Statt dessen meint er: »Ach, ich wollte
TP. DE 039 dich ein bißchen unterhalten. Aber mir fällt gar nichts ein, Lämmchen. Ich muß
immerzu daran denken.«
»Du brauchst gar nichts zu sagen, Junge«, sagt sie. »Und Sorgen sollst du dir auch nicht
machen. Diesmal kann ich wirklich sagen, was andere können, kann ich auch.«
»Na ja«, sagt er. »Das schon – aber …«
Equivalencia Sí, claro
Identificador –Oye, Corderita –dice intentando explicarle que esa tortura le parece una brutalidad.
N1, cap. 30, pág. 233 Pero se calla. En lugar de eso, comenta–: Ay, me gustaría distraerte un poco, pero no
Trad. ES 039 se me ocurre nada. Solo puedo pensar en eso.
–No necesitas decir nada, chico –contesta–. Y tampoco tienes por qué preocuparte.
Esta vez puedo decir de verdad que si otras pueden, yo también.
–Sí, claro –reconoce él–. Eso sí... pero...
Equivalencia Sí, es clar
Identificador –Escolta, Xaieta –diu ell, i voldria confessar-li que no hi ha dret que hagi de passar per
N1, cap. 30, pág. 233 tota aquella tortura, però no ho fa, sinó que diu, simplement–: Et voldria distreure
Trad. CAT 039 d’alguna manera, però no se m’acut res, Xaieta. Hi hauré de continuar pensant.
–No cal que em diguis res, nen –diu ella–. I tampoc no cal que pateixis. Aquest cop et
puc dir realment que, si les altres poden, jo també podré.
–Sí, es clar –diu ell–, però...
Corderita y Johannes ya están en el hospital, pues las contracciones de la chica anunciaban el inminente parto del
bebé. Johannes querría infundir ánimos a su mujer, pero no se le ocurre nada. La joven le dice que esté tranquilo y
que todo irá bien, pues si otras han podido, ella también lo conseguirá.

Dicho esto, Johannes pronuncia un na ja que manifiesta acuerdo, aunque el enunciado que sigue contiene una «leicht
zweifelnde Nuance», es decir un matiz de duda por la presencia de aber [pero]. El DAC ofrece unidades como bé!, està
bé! y d’acord! (2006: 433) como elementos equivalentes de na ja. Estas muestran conformidad de opiniones, tal y como
refleja la solución de Ramon Monton: sí, és clar. Rosa Pilar Blanco propone una solución que coincide en la forma con
la traducción de Monton, sí, claro y con el sentido del que venimos hablando. En ambas versiones se halla presente la
unidad pero y però para mostrar ese ápice de vacilación e intranquilidad, que contiene el TP.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Sachte, Herr Jachmann«, sagt Pinneberg. »Von wegen beneidenswert. Sie möchten
N1, cap. 38, pág. 294 keine drei Tage mit mir tauschen. Bei Mandel …«
TP. DE 040 »Wieso bei Mandel? Ich wollte, ich hätte Ihre Stellung! Das ist doch was Festes, Soli-
des«, sagt der trübe Jachmann und geht langsam mit Pinneberg weiter. »Das ist ja jetzt

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alles so triste. Na ja, was macht denn die Frau, Flitterwöchner?«
»Geht ihr gut«, sagt Pinneberg. »Wir haben jetzt einen Jungen.«
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador –Cuidadito, señor Jachmann –le advierte Pinneberg–. De envidiable, nada. Usted no
N1, cap. 38, pág. 295-6 querría cambiarse por mí ni tres días. En Mandel...
Trad. ES 040 –¿Cómo que en Mandel? ¡Ya me gustaría tener su empleo! Es seguro, sólido –dice el
lúgubre Jachmann mientras camina despacio en compañía de Pinneberg–. Ahora está
todo tan tristón. Bueno, ¿y qué tal su mujer, recién casado? –Está bien –contesta su
interlocutor–. Tenemos un niño.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –A poc a poc, senyor Jachmann –diu Pinneberg–. La meva situació no és gens ni mica
N1, cap. 38, pág. 297 envejable. No aguantaria en el meu lloc ni tres dies. Als magatzems Mandel...
Trad. CAT 040 –Oh, els magatzems Mandel! Ja m’agradaria tenir la seva feina, que és una cosa ferma,
segura –diu el melangiós Jachmann, mentre continua caminant lentament amb
Pinneberg–. Ara és tot tan trist! En fi, com està la seva dona, jove marit?
–Està bé –diu Pinneberg–, ara tenim un nen.
Jachmann sorprende a Pinneberg a la salida de los almacenes Mandel, donde el último trabaja. El compañero
sentimental de su madre, Jachmann, felicita a Pinneberg por su situación privilegiada al tener un empleo fijo que
garantiza tranquilidad en los tiempos que corren. El joven le comenta que su vida no es para nada envidiable,
aunque Jachmann parece negarse a creerlo. A continuación, se da un cambio de tema que se produce de la mano
de la unidad na ja (WDP 2009: 586, 3.3.f.) y el hombre le pregunta al joven por su mujer Emma, a lo que
Pinneberg responde que se encuentra bien y que ahora son padres de un niño. En español se recurre a la unidad
bueno
–marcador de transición (Calsamiglia y Tusón 2012: 239)– y en catalán a en fi con el cometido de dar pie a un giro
conversacional. Con este en fi se da por concluida la conversación en la que Jachmann anhela una situación como la
del joven Pinneberg y se da paso a la demanda de información nueva.

Marcador pragmático Na also!


conversacional
Identificador Die Verkehrsampel brennt rot, sie müssen einen Augenblick warten.
N1, cap. 38, pág. 297 »Sehen Sie ihn noch?« fragt Jachmann gespannt.
TP. DE 041 »Ich denke, ich soll nicht ... Nein, ich sehe ihn nicht mehr. Der ist vorhin geradeaus
gegangen.«
»Na also!« sagt Jachmann, und es klingt sehr befreit und befriedigt. »Habe ich mich
eben geirrt. Manchmal sieht man Gespenster.«
Equivalencia ¡Acabáramos!
Identificador El semáforo en rojo les obliga a pasar.
N1, cap. 38, pág. 298 –¿Lo ve todavía? –pregunta Jachmann tenso.
Trad. ES 041 –Pensaba que no tenía que... No, ya no lo veo. Antes ha seguido andando todo recto. –
¡Acabáramos! –exclama Jachmann con tono de alivio y satisfacción–. Me he equivo-
cado. Y es que a veces uno ve fantasmas.
Equivalencia Molt bé!
Identificador El semàfor es posa vermell i s’han d’esperar un moment.
N1, cap. 38, pág. 300 –Encara el veu? –pregunta Jachmann, expectant.
Trad. CAT 041 –Em pensava que no havia de... No, ja no el veig. Deu haver continuat caminant tot
recte.
–Molt bé! –diu Jachmann, satisfet i com si s’hagués alliberat d’alguna cosa–. Segura-
ment m’he confós. De vegades ja veig fantasmes.
Poco después de su encuentro y de intercambiar las primeras palabras, Jachmann se dirige a Pinneberg con
tono misterioso y le pide que le hable sin pronunciar su nombre. El joven, totalmente confundido, encuentra
esta situación muy extraña y pide explicaciones que por el momento no obtiene. Lo único que sabe es que un
hombre los está siguiendo. Al poco de haberse parado por un semáforo en rojo, Jachmann pregunta a Pinneberg
si el individuo está todavía detrás de ellos. Johannes responde con una negativa y le informa de que ha seguido
caminando recto. El hombre responde entonces con un na also! después del momento de tensión e incertidumbre,
con lo que parece que se ha quitado un buen peso de encima –«ein erhoffter und erwarteter Sachverhalt [ist
endlich] eingetreten» [sucede finalmente algo anhelado y esperado] (TGDS 2007: 839)–, matiz que se adivina
también cuando dice que en ocasiones se ven fantasmas. Con la expresión acabáramos, perteneciente al registro
coloquial de la lengua castellana, se expresa igualmente la resolución de una duda después de una gran dilación
(DRAE) y lo mismo vale para molt bé, en catalán.

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Marcador pragmático Na, […] / Na, […]
conversacional
Identificador »Können Sie mir nicht erzählen, Herr Jachmann ...?« fängt Pinneberg an.
N1, cap. 38, pág. 297 »Gar nichts. Das heißt später. Später natürlich. Jetzt wollen wir erst mal zu Ihnen. Zu
TP. DE 042 Ihrer Frau. Einen Jungen haben Sie? Oder ein Mädchen? Ausgezeichnet! Vorzüglich!
Ist doch alles glatt gegangen? Na, natürlich. Bei so ’ner Frau!
Wissen Sie, Pinneberg, ich habe nie kapiert, daß Ihre Mutter ’nen Sohn gekriegt hat,
das muß ein Versehen des Himmels, nicht nur der Gummifabriken gewesen sein. Na,
entschuldigen Sie! Sie kennen mich ja. Wo ist denn hier ein Blumenladen? Wir kom-
men doch noch an einem Blumenladen vorbei? Oder ißt Ihre Frau lieber Konfekt?«
»Aber es ist wirklich nicht nötig, Herr Jachmann …«
Equivalencia Claro, claro / Bueno, [...]
Identificador –¿No puede contarme, señor Jachmann...? –comienza a decir Pinneberg.
N1, cap. 38, pág. 298 –Nada. Es decir, más tarde. Más tarde, naturalmente. Ahora queremos primero ir a su
Trad. ES 042 casa. A ver a su mujer. ¿Tiene un hijo? ¿O es hija? ¡Magnífico! ¡Excelente! ¿Y fue todo
bien? Claro, claro. ¡Con semejante mujer! ¿Sabe, Pinneberg?, nunca entendí que su
madre tuviera un hijo, eso debió de ser un error del cielo, no solo de las fábricas de
caucho. Bueno, perdone. Usted ya me conoce. ¿Dónde hay por aquí una floristería?
Porque pasaremos por una floristería, ¿no? ¿O su mujer prefiere los bombones?
–De veras, no es necesario, señor Jachmann...
Equivalencia És clar, [...] / En fi, [...]
Identificador –I no em podria explicar, senyor Jachmann...? –comença a dir Pinneberg.
N1, cap. 38, pág. 300 –Impossible. En tot cas, després. Sí, és clar, després. Ara anem a casa seva, a veure la
Trad. CAT 042 seva dona. O sigui que tenen un nen? O era una nena? Excel·lent! Perfecte! I va anar
tot bé? És clar, amb una dona com la seva! Sap què, Pinneberg? Mai no he aconseguit
entendre que la seva mare tingués un fill, devia ser una badada del cel, a banda d’un
error de la fàbrica de gomes. En fi, perdoni’m, ja sap com sóc! I em pot dir on hi ha
una floristeria? Hi passarem per davant? O a la seva dona li agraden més els bombons?
El señor Jachmann empieza a hablar ininterrumpidamente a modo de monólogo y no deja intervenir en ningún
momento al joven Pinneberg. Él mismo responde a las preguntas que se hace. Jachmann le pregunta si su hijo es
niño o niña y si todo ha ido bien, a lo que él mismo contesta na, natürlich. Observamos en este caso que el marcador
na encabeza la respuesta de su pregunta, unidad que entraña además un matiz intensificador. En español se repite el
marcador claro claro, claro y en catalán el traductor recurre a és clar.

Posteriormente, Jachmann empieza a argumentar que no entiende como su madre, Mia Pinneberg, pudo tener un
hijo, pues se debió de tratar de un error del cielo y no solo de la fábrica de caucho. Dicho esto, se disculpa con un
enunciado que contiene na en primera posición. Este enunciado es conclusivo, pues se pretende dar un giro temáti-
co en la conversación, como se puede ver cuando Jachmann le pregunta a Pinneberg por los gustos de su mujer en
cuanto a flores y bombones. Esta vez las soluciones en las traducciones son bueno y en fi, respectivamente.

Marcador pragmático na, [...]


conversacional
Identificador »Aber es ist wirklich nicht nötig, Herr Jachmann …«
N1, cap. 38, pág. 297 »Das weiß ich, das bestimme ich, junger Mann, was nötig ist.« Oh, wie ist Jachmann
TP. DE 043 plötzlich in Gang! »Blumen und Pralinés? Das wirkt auf jedes Frauenherz. Das heißt,
bei Ihrer Mutter wirkt es nicht, na, reden wir nicht davon, das ist ein anderer Fall.
Also, Blumen und Konfekt. Warten Sie, ich gehe gleich hier rein.«
»Sie sollen aber nicht …«
Equivalencia Ø
Identificador –De veras, no es necesario, señor Jachmann...
N1, cap. 38, pág. 298 –Lo sé, joven, pero yo decido lo que es necesario. –¡Oh, cómo se ha animado
Trad. ES 043 Jachmann de repente!–. ¿Flores y bombones? Eso ablanda el corazón de cualquier
mujer. Bueno, el de su madre no, Ø no hablemos de eso, se trata de un caso diferente.
Decidido, flores y bombones. Espere, entraré aquí mismo.
–En serio, no tiene que...
Equivalencia però, en fi, [...]
Identificador –Oh, no és necessari, senyor Jachmann...
N1, cap. 38, pág. 300 –El que sigui o no necessari, ja ho decidiré jo, jove! –sembla que Jachmann ja s’ha
Trad. CAT 043 tornat a posar en marxa–. Flors i bombons farcits? Això arriba al cor de qualsevol
dona. Més ben dit, de qualsevol dona menys la seva mare però, en fi, val més que no

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en parlem, ella és un cas a part. Ja està decidit, flors i bonbons! Esperi’s un moment,
torno de seguida.
–Però no cal, senyor Jachmann...
Jachmann continúa hablando y comenta el efecto que causan las flores y los bombones en todas las mujeres. Esto
no funciona en el caso de Mia Pinneberg. Una vez más, Jachmann utiliza na, aunque en esta ocasión en medio de su
intervención y no al inicio, para dejar de lado un tema y dar un giro al hilo conversacional. A nuestro parecer,
Ramon Monton consigue el mismo efecto que el TP con el empleo de però, en fi, unidad con la que se alude al cierre
de una secuencia temática. En el caso del español, Rosa Pilar Blanco ha omitido el marcador, con lo que no se acaba
de señalar esa transición temática ante la que se encuentra el lector. Proponemos unidades como pero, bien o aunque,
bueno para colmar ese hueco.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Aber Herr Jachmann ist schon weg, es dauert eine ganze Weile, und dann ist er wieder
N1, cap. 38, pág. 298-9 da.
TP. DE 044 »So ein Blumenladen, Herr Pinneberg, das wäre was für Ihre Frau. Müßte ich ihr
einrichten. Irgendwo in einer guten Gegend, wo die Affen es zu würdigen wissen,
wenn eine schöne Frau bedient.«
Pinneberg wird ganz verlegen. »Na, daß meine Frau schön ist, Herr Jachmann …«
»Reden Sie bloß kein Blech, Pinneberg, reden Sie von Dingen, von denen Sie was
verstehen! Ich weiß nicht, verstehen Sie überhaupt von was was? Schönheit… Sie
glauben auch wohl an Filmschönheit, außen manikürtes Fleisch und innen Geldgier
und Doofheit?«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Pero su interlocutor ya se ha ido y transcurre un buen rato antes de que aparezca.
N1, cap. 38, pág. 299-300 –Una tienda de flores así, señor Pinneberg, estaría bien para su mujer. Debería
Trad. ES 044 montarle una. En alguna zona elegante, donde esos micos sepan apreciar que les
atienda una mujer hermosa.
–Bueno, señor Jachmann, eso de que mi mujer es hermosa... –replica Pinneberg muy
confundido.
–¡No diga tonterías, Pinneberg, no hable de lo que no entiende! No sé, la verdad,
¿entiende usted de algo? Belleza... Usted seguramente creerá en la belleza
cinematográfica, carne con la manicura por fuera y por dentro codicia y estupidez,
¿verdad?
Equivalencia En fi, [...]
Identificador Però el senyor Jachmann ja se n’ha anat i, al cap d’una bona estona, torna a sortir.
N1, cap. 38, pág. 301-2 –Quina floristeria, senyor Pinneberg! Seria perfecta per a la seva dona. N’hi hauria de
Trad. CAT 044 comprar una en un bon barri, on els pixapolits sàpiguen valorar que els despatxi una
dona bonica.
–En fi, senyor Jachmann, si troba bonica la meva dona... –diu Pinneberg, tímidament.
–Faci el favor de no desbarrar, Pinneberg, i no parli de coses en què no entén! A veure,
però vostè hi entén, en alguna cosa? La bellesa... Què és per a vostè la bellesa? També
és un admirador de la bellesa del cinema, que no és cap altra cosa que carn adobada per
fora i cobdícia i estupidesa per dins?
Jachmann sale de la floristería y comenta a Pinneberg que su mujer Emma debería llevar un negocio de ese tipo en
una zona bonita de la ciudad, donde los clientes supieran apreciar el servicio de una mujer guapa. Pinneberg toma el
turno de palabra que comienza con el marcador na y de esta forma introduce una opinión que difiere de lo
expresado por el señor Jachmann. En la intervención se lee entre líneas que Pinneberg no considera a su mujer una
belleza ni mucho menos.

Rosa Pilar Blanco emplea la unidad bueno con la que se puede marcar desacuerdo (Calsamiglia y Tusón 2012: 239) y
Ramon Monton en fi, que refleja del mismo modo un parecer distinto, a pesar de que en las obras consultadas se
clasifique principalmente como elemento conclusivo.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Der muß kommen!«
N1, cap. 42, pág. 324 »Jungchen, wenn du ihn hier rauf bringst in diese Wohnung, die Leiter rauf, es gibt
TP. DE 045 Stank. Der zeigt uns womöglich an, daß wir hier wohnen. Ach, der klettert gar nicht
erst die Leiter rauf, der denkt, du willst ihm was tun.«

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Pinneberg sitzt auf der Bettkante, sieht Lämmchen trübe an.
»Na ja, recht hast du ja.« Er nickt. »Hübsch haben wir uns festgefahren, Frau Pinne-
berg. Sehr hübsch. Das haben wir auch nicht gedacht.«
Equivalencia Ø
Identificador –¡Tiene que venir!
N1, cap. 42, pág. 325 –Chiquito, como lo subas por la escalera a esta vivienda, nos buscaremos un lío. Segu-
Trad. ES 045 ramente nos denunciará por vivir aquí. Bah, ni siquiera subirá por la escalera, pensará
que quieres hacerle algo.
Pinneberg, sentado en el borde de la cama, mira entristecido a su esposa.
–Ø Tienes razón –asiente–. Estamos en un callejón sin salida, señora Pinneberg. Sin
salida. Con eso no contábamos...
Equivalencia Doncs em sembla que […]
Identificador –Però és que ha de venir!
N1, cap. 42, pág. 328 –Nen, si el portes fins aquí, a aquest pis, pujant per aquesta escala... tindrem
Trad. CAT 045 problemes. Potser ens denunciarà pel fet de viure aquí. O no voldrà ni pujar per l’escala
perquè es pensarà que li vols fer qui sap què.
Pinneberg s’asseu a l’espona del llit i es queda mirant la Xaieta, amb posat ombrívol.
–Doncs em sembla que tens raó. Sí que l’hem feta bona, senyora Pinneberg, estem
ben arreglats: no havíem pensat mai en tot això.
El bebé de Emma y Johannes llora sin cesar durante la noche y, al borde de la desesperación, el joven le dice a su
mujer que va a salir en busca de un médico. Su esposa le advierte de que no tiene sentido. Piensa que nadie va a ir a
su casa a esas horas de la madrugada y, que en caso de que alguien lo hiciera, se negaría a subir hasta su vivienda por
miedo, debido al aspecto que el inmueble ofrece por fuera. El marcador na ja indica resignación, porque mediante
este, Pinneberg se acomoda a lo dicho por Emma y decide no recurrir a ningún tipo de ayuda. Este marcador
constituye el inicio de un enunciado en el que el joven ve las cosas con perspectiva y se da cuenta de que su
propuesta es descabellada. En español se omite el marcador y en catalán se opta por el enunciado doncs em sembla que.
El hablante expresa de esta manera su opinión y se ajusta a la voluntad de la interlocutora. En español el mismo
sentido podría haberse recogido con la verdad es que [tienes razón], expresión con la que se puede entrever que el
emisor recapacita sobre lo dicho.

Marcador pragmático Na, na


conversacional
Identificador »Ach was«, sagt Lämmchen. »Sei nicht so, Junge. Das sieht jetzt alles nur so grau aus.
N1, cap. 42, pág. 324 Das wird auch wieder besser.«
TP. DE 046 »Das ist«, sagt Pinneberg, »weil wir gar nichts sind. Wir sitzen allein. Und die andern,
die genau so sind wie wir, die sitzen auch allein. Jeder dünkt sich was. Wenn wir we-
nigstens Arbeiter wären! Die sagen Genosse zueinander und helfen einander …«
»Na, na«, sagt Lämmchen. »Wenn ich an das denke, was Vater manchmal erzählt hat
und was Vater erlebt hat …«
Equivalencia Pues no sé
Identificador –Déjate de bobadas –replica Corderita–. No seas así, chico. Ahora todo parece gris,
N1, cap. 42, pág. 325-6 pero las cosas mejorarán.
Trad. ES 046 –Esto se debe –prosigue Pinneberg– a que somos unos don nadie. Estamos solos. Y
los demás, que son igual que nosotros, también están solos. Todos se dan importancia.
¡Si por lo menos fuéramos obreros! Ellos se llaman camaradas y se ayudan entre sí...
–Pues no sé –dice Corderita–. Si pienso en lo que a veces contaba papá y en las
experiencias que vivió...
Equivalencia En fi
Identificador –Vinga, home –diu la Xaieta–, no t’ho agafis així. Ara ho veus tot negre, però ja veuràs
N1, cap. 42, pág. 328 com milloraran les coses.
Trad. CAT 046 –Això ens passa –diu Pinneberg– perquè no som res i estem sols. I els qui són com
nosaltres també estan sols. Si almenys fóssim obrers! Es diuen els uns als altres
camarades i s’ajuden mútuament…
–En fi –diu la Xaieta–, quan penso en el que m’explicava de vegades el pare i en el que
li ha tocat viure...
Pinneberg está realmente preocupado por la situación en la que se encuentran y es Corderita quien lo anima y le dice
que las cosas mejorarán. El joven padre se reprocha no ser obrero, ya que estos se ayudan los unos a los otros
cuando surgen problemas. Los empleados, en cambio, son independientes y van a lo suyo. Corderita pronuncia un
na, na que introduce una intervención en la que apunta que no está del todo segura que eso sea así, si se basa en las
experiencias que su padre contaba (WDP 2009: 576, 2.).

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Así pues, se ve una discrepancia entre lo afirmado por Pinneberg y lo que comenta Corderita. Esta pone en tela de
juicio que los obreros sean tan dispuestos y serviciales los unos con los otros. Rosa Pilar Blanco escoge pues no sé y
Ramon Monton en fi. Ambas unidades muestran esa disidencia. La GDLE (Martín Zorraquino y Portolés Lázaro
1999: 4084) indica que pues puede introducir una reacción a una aseveración que puede no acomodarse a lo dicho
por el interlocutor, como es el caso de Corderita cuando se aleja de la opinión de Pinneberg.

Marcador pragmático Na ja
conversacional
Identificador Und nach einer Weile fragt er nachdenklich: »Wieviel muß er denn kriegen?«
N1, cap. 42, pág. 327 »Zwanzig«, sagt die Schwester.
TP. DE 047 »So viele! « sagt Pinneberg. »Und er brüllt immer so?«
»Das ist verschieden«, tröstet die Schwester. »Alle brüllen nicht bei allen Zähnen.«
»Na ja«, sagt Pinneberg. »Wenn man nur Bescheid weiß.«
Equivalencia En fin
Identificador Al cabo de un rato, pregunta meditabundo:
N1, cap. 42, pág. 328 –Y ¿cuántos tienen que salirle?
Trad. ES 047 –Veinte –contesta la enfermera.
–¿Tantos? –inquiere Pinneberg–. ¿Y siempre gritará igual?
–Depende. No todos lloran con todos los dientes.
–En fin. Al menos sabemos de qué se trata –se consuela Pinneberg.
Equivalencia D’acord
Identificador I, al cap d’una estona, pregunta, amoïnat:
N1, cap. 42, pág. 331 –I quantes n’hi han de sortir?
Trad. CAT 047 –Vint –diu la infermera.
–Tantes! –exclama Pinneberg–. I cada cop haurà de plorar així?
–Depèn –el consola la infermera–, no tots ploren cada cop que els surt una dent.
–D’acord –diu Pinneberg–, ara ja em quedo més tranquil.
Pinneberg consigue que una enfermera lo acompañe a casa y vea lo que le pasa a su hijo. Le toman la
temperatura y una vez la sanitaria constata que lo que le sucede al pequeño es que le ha salido su primer diente, el
joven matrimonio se tranquiliza y el padre, Johannes, manifiesta este sentimiento de sosiego a través de na ja. En la
versión española dicho estado de ánimo se transmite a través de en fin y en la catalana con d’acord.

Marcador pragmático Na schön


conversacional
Identificador Nach einer Weile entschließt sich der Mann, er steht auf und klopft gegen die Tür.
N1, cap. 50, pág. 381-2 »Fahren wir noch nicht bald, Herr?«
TP. DE 048 »Mensch!« ruft der Blonde. »Mögen Sie kein Geld verdienen?«
»Das schon«, sagt der Chauffeur. »Aber das kost ja ’ne Stange Gold, die Wartezeit.«
»Das kostet meine Stange Gold«, sagt der große Mann. »Setzen Sie sich wieder auf
Ihren Hintern und probieren Sie mal, ob Sie den großen Katechismus noch können.
Wasser tut’s freilich nicht … Sie werden Ihr blaues Wunder erleben!«
»Na schön«, sagt der Chauffeur. »Dann penn ich eine Ecke.«
Equivalencia De acuerdo
Identificador Al cabo de un rato el hombre se decide, se levanta y llama a la puerta:
N1, cap. 50, pág. 384 –¿Tardaremos mucho en marcharnos, señor?
Trad. ES 048 –¡Pero, hombre! –exclama el rubio–. ¿Acaso no desea usted ganar dinero?
–Pues claro –contesta el chófer–. Pero es que el tiempo de espera cuesta un ojo de la cara...
–Vale, pero de la mía –precisa el hombretón–. Vuelva a sentarse sobre sus posaderas y
compruebe si aún recuerda el catecismo. El bautismo no es simple agua... Se quedará
pasmado de asombro.
–De acuerdo –dice el chófer–. Entonces echaré una cabezadita.
Equivalencia D’acord
Identificador Al cap d’una estona, l’home es decideix, s’aixeca i pica a la porta:
N1, cap. 50, pág. 384 –Encara no marxem, senyor?
Trad. CAT 048 –Què li passa? –exclama el ros–. Que no vol guanyar diners?
–És clar que sí –diu el conductor–, però el temps d’espera li costarà un ull de la cara.
–Això és cosa meva –diu l’home alt–. Agafi una cadira i, si no té res per entretenir-se,
intenti recordar el catecisme. Amb l’aigua no n’hi ha prou... Endavant, faci memòria, es
quedarà amb un pam de nas!
–D’acord –diu el conductor–, me n’aniré a clapar una mica.

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El taxista llama a la puerta de los Pinneberg para preguntar al señor Jachmann si va a tardar mucho tiempo más. El
conductor le avisa de que el tiempo de espera le costará un ojo de la cara. Jachmann le contesta que eso no importa
y le recomienda que recuerde el catecismo mientras espera sentado en el vehículo. El hombre pronuncia finalmente
un na schön que expresa conformidad con su cliente, función que recoge el Duden, y que en español se ha traducido
por de acuerdo (GDLE, Martín Zorraquino y Portolés Lázaro 1999: 4170) y en catalán por d’acord (GCC, Cuenca
2002: 3224).

Marcador pragmático Na
conversacional
Identificador »Wieso ist denn das unmöglich? Im Kriege haben ja auch die Frauen die Arbeit ge-
N1, cap. 50, pág. 383 macht, und die Männer haben einander totgeschlagen, und jeder hat’s in Ordnung
TP. DE 049 gefunden. Diese Regelung ist sogar besser.«
»Nicht jeder hat’s in Ordnung gefunden.«
»Na, fast jeder, junge Frau. Der Mensch ist so, er lernt nichts zu, er macht immer
wieder dieselben Dummheiten. Ich auch.« Jachmann macht eine Pause. »Ich zieh näm-
lich auch wieder zu Ihrer Schwiegermutter.«
Equivalencia Bueno
Identificador –¿Por qué va a ser imposible? En la guerra las mujeres también trabajaban mientras los
N1, cap. 50, pág. 385 hombres se mataban entre sí, y a todo el mundo le parecía bien. Esta regulación es
Trad. ES 049 incluso mejor.
–No le parecía bien a todo el mundo.
–Bueno, a casi todo, joven señora. El ser humano es así, no aprende, tropieza siempre
en la misma piedra. Yo también –Jachmann hace una pausa–. Porque me trasladaré de
nuevo a casa de su suegra.
Equivalencia Ø
Identificador –Per què ha de ser impossible? A la guerra, les dones també treballaven mentre els
N1, cap. 50, pág. 385 homes es mataven els uns als altres, i tothom ho trobava bé. Fins i tot els semblava
Trad. CAT 049 millor.
–No tothom ho trobava tan bé.
–Ø Quasi tothom, joveneta. L’ésser humà és així, no aprèn res, sempre comet les ma-
teixes bestieses. I jo també –Jachmann fa una pausa– Me’n torno a viure a casa de la
seva sogra.
Después de una dura jornada en Berlín, en la que Pinneberg ha cobrado el subsidio y poco después ha sido increpa-
do por un policía en plena calle por el mero hecho de pararse delante del aparador de un comercio de alimentos
selectos, vuelve a casa. Delante de su jardín adivina la presencia de dos hombres en el salón de su casa, en la que
también se encuentran su mujer y el pequeño. Se trata de Jachmann, el antiguo amante de su madre, que conversa
con su esposa Emma. Ella le explica al hombre su situación actual y manifiesta su descontento en cuanto al pano-
rama que se está viviendo en el país. Jachmann protesta y dice que durante la guerra muchas mujeres trabajaban
mientras los hombres estaban en el frente y que entonces nadie rechistaba. A este enunciado, Corderita responde
que no todo el mundo estaba de acuerdo con eso. El hombre la corrige diciendo que casi todos lo estaban y hace
esta apreciación a través de na, con lo que se muestra que esta unidad introduce una enmienda a lo apenas dicho por
la joven interlocutora. Es decir, Jachmann desaprueba lo dicho por Corderita. En español, la traductora recurre a
bueno (Calsamiglia y Tusón 2012: 239), con lo que se consigue el mismo efecto. Contrariamente, en catalán se omite
el marcador, y bien se podría haber agregado al inicio una unidad como què diu ara! (GNV, interjección fática de desa-
cuerdo, 2006: 330) o però què diu!

Marcador pragmático na ja, [...]


conversacional
Identificador »Natürlich bin ich so…«, sagt Jachmann.
N1, cap. 50, pág. 387 »Zu den paar Menschen, die Sie mögen, sind Sie nett, und zu allen andern sind Sie
TP. DE 050 wahrscheinlich gar nicht nett.«
»Stimmt!« sagt Jachmann. »Sie mag ich, junge Frau.«
»Und dann leben Sie gerne und haben gerne viel Geld, und es muß Betrieb um Sie sein,
und Sie müssen immer was vorhaben – na ja, es ist Ihre Sache. Wie Mama mir das
gesagt hat, Sie sind steckbrieflich gesucht, habe ich gleich gewußt, es stimmt.«
Equivalencia en fin, […]
Identificador –Pues claro que soy tan...
N1, cap. 50, pág. 389 –Con las personas a las que quiere es amable y con las demás seguramente no.
Trad. ES 050 –¡Cierto! –contesta Jachmann–. Y a usted la quiero, joven señora.
–Y además le gusta la buena vida y el dinero, y que haya diversión a su alrededor, y

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siempre tiene que tener compromisos... en fin, eso es cosa suya. Cuando mamá me
dijo que estaba en busca y captura, supe en el acto que era verdad.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –És clar que sóc com sóc... –diu Jachmann.
N1, cap. 50, pág. 389-90 –Amb les persones que l’estimen, és amable, però amb les altres, segurament no deu
Trad. CAT 050 ser gaire amable...
–És veritat –diu Jachmann–. I a vostè l’estimo, joveneta.
–I després li agrada viure i tenir molts diners, necessita animació al seu voltant i sempre
ha de tenir algun negoci entre mans... En fi, és cosa seva. Quan la mama em va dir que
hi havia una ordre de detenció contra vostè, vaig saber de seguida que era cert.
Jachmann le dice a Corderita haber pasado un año en la cárcel y ella le contesta que ya lo sabía. Posteriormen-
te, empieza a hacer sus propias conjeturas de la razón por la que el hombre pudo haber sido detenido y encar-
celado. Ella le dice que seguramente es buena persona con la poca gente que le cae bien y que con el resto, sin
embargo, no debe de serlo. Además, añade otros factores que hubieran podido favorecer su arresto hace un año
y después de hacer una enumeración, pronuncia el enunciado na ja, es ist Ihre Sache. El marcador introduce un enun-
ciado en el que la joven decide no juzgar a su interlocutor. El español y el catalán recurren a en fin y a en fi, res-
pectivamente. Ambas formas, al igual que la alemana, guían hacia una conclusión en la que la emisora decide no
entrometerse en los asuntos de su interlocutor. Es decir, Corderita toma distancia de los actos de Jachmann.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Und wissen Sie auch, wer mich angezeigt hat?«
N1, cap. 50, pág. 387 »Mama, nicht wahr?«
TP. DE 051 »Natürlich, Mama. Frau Marie, genannt Mia Pinneberg. Wissen Sie, Lämmchen, ich
war ein bißchen fremd gegangen, und Mama ist ein Teufel, wenn sie eifersüchtig ist.
Na, Mama ist auch dabei reingefallen, nicht schlimm, vier Wochen.«
»Und nun gehen Sie wieder zu ihr? Aber ich verstehe es schon. Sie gehören zusammen.«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –Y ¿sabe quién me denunció?
N1, cap. 50, pág. 389 –Mamá, ¿verdad?
Trad. ES 051 –Pues claro. La señora Maria, llamada Mia Pinneberg. ¿Sabe, Corderita?, le fui infiel, y
cuando está celosa se convierte en un demonio. Bueno, ella también cayó en la trampa,
nada grave, cuatro semanas.
–¿Volverá con ella? Lo entiendo, sí señor. Están hechos el uno para el otro.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –I sap qui em va denunciar?
N1, cap. 50, pág. 390 –La mama, oi?
Trad. CAT 051 –Naturalment, la mama. La senyora Marie, àlies Mia Pinneberg. Sap què passa, Xaieta?
Jo he estat una mica infidel, i la mama és un dimoni, quan es posa gelosa. En fi, el cas és
que la mama també va anar a parar a la garjola, no va ser gaire: quatre setmanes i prou.
–I ara se’n torna amb ella? De totes maneres, ho entenc. Són l’un per a l’altra.
Jachmann pregunta a Corderita si sabe quien lo denunció y esta responde que se trata efectivamente de la señora
Mia Pinneberg, su suegra. El hombre le confiesa que le fue infiel y la mujer decidió denunciarlo por algunos
asuntos sucios en los que andaba metido. En un cierto punto de su explicación hace una puntualización que
introduce con el marcador na. Se trata del elemento con el que Jachmann introduce que a su antigua amante
también le tocó pasar cuatro semanas en la cárcel, es decir, agrega nueva información, con lo que también da
continuidad a su discurso y cierra con ello su intervención. Rosa Pilar Blanco propone bueno y Ramon Monton en
fi. En el caso del catalán, podríamos utilizar igualmente algún otro marcador como bé para evitar la repetición tan
acusada del marcador una y otra vez.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »Na, du langer Laban!« schalt die helle Stimme unter einem kaputzenförmigen Hut
N2, cap. 4, pág. 20 hervor. »Siehste nich, det ick mir mit die Reisekörbe eenen Bruch heben tue?! Kiek
TP. DE 052 nich und faß lieber an!«
Rasch griff Karl zu und zog den schweren Korb in den Wagen. »Entschuldigen Sie
nur«, sagte er eilig. »Ich dachte –«
»Dachte sind keene Lichte! Hier, faß noch mal an – hau ruck! Siehste, den hätten wa
… So, un nu nimmste Tilda’n hoch!« Und zu dem plärrenden Kind: »Weene nich,
Tilda! Der Mann tut dir nischt – er is ja gar keen Mann, er is bloß dußlig, und dußlig is

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er, weil er nie aus seinem Kuhkaff rausjekommen is! Na, und nu jib mir ooch mal die
Hand, du Kavalier – Hau ruck! Diese verfluchten Kleedagen!«
Equivalencia ¡Eh, [...]! / Ø
Identificador –¡Eh, tú, larguirucho! –resonó la voz que surgía de debajo de un sombrero con forma
N2, cap. 4, pág. 24 de capucha–. ¿No ties ojos en la cara o qué? ¿No ves que me voy a herniar con esta
Trad. ES 052 cesta? ¡Deja de mirar y echa una mano!
Karl agarró rápidamente la pesada cesta de viaje para meterla en el vagón.
–Discúlpeme –contestó deprisa–. Creía que...
–¡No ties que creer más que en Dios y en los santos mandamientos! ¡Déjate de rollos y
agarra esto, arriba! ¿Lo ves? Ya está to. Ahora solo falta que subas a Tilda –dijo, y,
dirigiéndose a la niña que sollozaba, añadió–: ¡No llores, Tilda, que este hombre no
v’acerte na! Aparte de que no es un hombre, sino un atontao, y está atontao porque
nunca ha salido de su pueblucho de mala muerte. Ø Y ahora vuelve a darme la mano,
mozalbete. ¡Arriba! ¡Malditas ropas!
Equivalencia Ø/Ø
Identificador –Ø Tu, tanoca! –va cridar la veu sota un barret amb forma de caputxa–. ¿Que no veus
N2, cap. 4, pág. 22 que no puc amb el cistell? No et quedis mirant i dóna’m un cop de mà!
Trad. CAT 052 Ràpidament, Karl va agafar el feixuc cistell i el va pujar al vagó.
–Perdoni –va dir, precipitadament–, em pensava...
–¿Què et pensaves? Au, que no tenim tot el dia, agafa’m la nena! –i va dir a la criatura,
que ploriquejava–: No ploris, Tilda! Aquest home no et farà res, perquè no és ni un
home, és un carallot que no ha sortit mai del seu poble de mala mort! Ø I ara dóna’m
la mà, cavaller, vinga, uix, aquests maleïts vestits!
Rieke Busch abre el canal de comunicación para pedir ayuda a Karl Siebrecht, que ya se halla en el tren. Esta
pronuncia un na, du langer Laban! y posteriormente requiere a Karl que le eche una mano para subir el equipaje al
vagón. Este marcador indica el inicio de un intercambio comunicativo y muestra la fuerte voluntad de hablar que
Rieke alberga. Rosa Pilar Blanco utiliza la unidad ¡eh [...]! que sirve igualmente como «elemento de llamada»
(Porroche Ballesteros, pág. 196), mientras que Ramon Monton renuncia al uso de cualquier marcador conversacional.
Proponemos elementos como ei! o ep! (GNV, 2006: 329; DIEC, 1) que sirven para llamar la atención de un sujeto y
establecer la comunicación.

Más adelante, cuando Karl Siebrecht se disculpa por no haberla visto, la muchacha sigue la conversación y le vuelve a
pedir que le dé la mano para poder incorporarse al vagón. Esta vez, na funciona como marcador de continuidad a la
vez que encabeza una petición. Ambas traducciones han obviado en este caso el uso de marcadores. Podría haberse
recurrido a unidades tales como vamos o venga y au, au va/vinga, que cumplirían con la misma función de dar fluidez al
discurso así como de dar pie a una petición. Creemos que elementos como por favor o per favor resultarían demasiado
formales para una situación en la que los dos interlocutores son adolescentes y en la que además se intenta presentar a
una protagonista un tanto descarada y muy aguda para su edad.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador Als Karl Siebrecht diese energische Dame in den Wagen zog – sie hatte dabei die
N2, cap. 4, pág. 20-1 Röcke ungeniert hochgenommen und zwischen die Knie geklemmt–, sah er zum ersten
TP. DE 053 Mal ihr Gesicht. Nach der Stimme hatte er gemeint, es müsse eine junge Frau sein, eine
sehr junge vielleicht. Nun sah er mit Staunen, daß es ein Kind war, ein Mädchen von
dreizehn oder vierzehn Jahren, schätzte er, in den viel zu weiten Kleidern einer alten
Frau, aber mit dem ein bißchen frechen, vergnügten Gesicht einer Spitzmaus! Ganz
hell – mit einer langen dünnen Nase, hellen flinken Augen und mit einem schmalen,
sehr beweglichen Mund. »Na, wat grinste?« fragte das Mädchen gleich. »Ach, du
dachtest, ick wär deine Jroßmutta! Nee, is nich! Wetten, du rätst nich, wie alt ick bin?
Na, wie alt bin ick?« Und gleich weiter, ohne eine Antwort abzuwarten: »Warum halten
wir denn noch immer in disset Kaff?! Wejen mir kanns weiterjehn! Wär ick nich
gewesen und die Tilda, hätt‘ er übahaupt nich halten brauchen! Er soll man machen,
det wa weiterkommen, sonst vapassen wa in Prenzlau noch den Anschluß!«
»Sie müssen erst die Milchkannen einladen«, erklärte Karl. »Die sollen auch mit nach
Berlin.«
»Ach so is det! Du weest hier woll Bescheid? Biste von hier? Aber ick habe dir hier nie
jesehen! Ick bin schon drei Tage hier, ick kenne jeden Schwanz in det Kaff!«

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Equivalencia ¿Y [...]? / A ver, [...]
Identificador Cuando Karl Siebrecht subió al vagón a la enérgica dama –ella se había remangado las
N2, cap. 4, pág. 24 faldas sin ceremonia, sujetándolas entre las rodillas–, vio por primera vez su rostro. Por
Trad. ES 053 la voz suponía que debía de tratarse de una mujer joven, acaso muy joven. Pero en ese
momento comprobó asombrado que era una cría, una niña de trece o catorce años,
conjeturó, vestida con las ropas demasiado grandes de una mujer mayor pero con el
rostro un tanto descarado y alegre de una musaraña. Muy rubia, con una nariz larga y
delgada, ojos claros y despiertos, y boca de labios muy finos y vivaces.
–¿Y tú qué miras? –preguntó la niña–. Ah, ya, te creías que era tu abuela. Pues t’as
colao. Apuesto a que no adivinas mi edá. A ver, ¿cuántos años tengo? –Y deprisa, sin
aguardar respuesta, añadió–: ¿Por qué seguiremos paraos aún en este poblacho? ¡Ojalá
nos vayamos pronto! Si no hubía sío por mí y por Tilda, no hubía tenío ni que parar.
Más vale que se dé prisa o llegaremos tarde al transbordo en Prenzlau.
–Primero tienen que cargar las cántaras de leche –explicó Karl–. Esas también van a
Berlín.
–¡Acabáramos! Conoces este pueblo. ¿Eres de aquí? Pues no t’e visto nunca. Ya llevo
tres días aquí, conozco a to Cristo de est’aldea.
Equivalencia ¿Es pot saber [...]? / Digues, [...]
Identificador I mentre Karl Siebrecht ajudava a pujar al vagó aquella senyora tan enèrgica –que es va
N2, cap. 4, pág. 22-3 arromangar la faldilla desvergonyidament i se la va aguantar entre les cuixes– li va veure
Trad. CAT 053 per primera vegada el rostre. En sentir la seva veu havia pensat que havia de ser jove,
fins i tot molt jove. Però va comprovar, sorprès, que era una criatura, una noia que
devia tenir uns tretze o catorze anys, que duia la roba massa ampla d’una dona gran
però tenia un rostre divertit i descarat de musaranya, amb un nas llarg i prim, els ulls
clars i eixerits i els llavis estrets i mòbils.
–¿Es pot saber què mires? –va preguntar la noia de seguida–. ¿És que et pensaves que
era la teva àvia? Doncs no! A veure si endevines l’edat que tinc! Digues, ¿quants anys
tinc? –i, sense esperar resposta, va afegir–: ¿I què fem encara aturats? Per mi podem
continuar! De fet, si no fos per mi i per Tilda no caldria ni que s’hagués parat. Hauríem
de fer-ne via, si no encara perdrem l’enllaç de Prenzlau.
–Primer han de carregar les gerres de llet –li va explicar Karl–. També les han de
transportar fins a Berlín.
–¿Ah, sí? ¿I tu com ho saps? ¿Que ets d’aquí? Doncs jo no t’hi he vist! He passat tres
dies en aquest racó de món i hi conec tothom!
La joven muchacha pregunta a Karl qué está mirando e introduce esta pregunta con na. Posteriormente continúa
hablando y lo reta a que adivine su edad, incluso con insistencia, pues lo pregunta dos veces. En la segunda ocasión
vuelve a formular una pregunta a través de na. Para el primer enunciado, na, wat grinste? tenemos como equivalentes
¿y tú qué miras? y ¿es pot saber què mires? La unidad y no funciona en este contexto como una conjunción copulativa,
sino que tiene un papel extralingüístico cuyo cometido es poner énfasis en lo preguntado (DRAE, 2.3.) y equivale a
la expresión por la que opta Ramon Monton ¿es pot saber...? / ¿se puede saber...? Esta última queda recogida en el María
Moliner y constituye un elemento con el que se «inicia la petición de una *explicación sobre cierta acción, actitud,
etc., que se encuentra improcedente o injustificada» (1998: 999). La sorpresa de Karl cuando comprueba que Rieke
es una niña, le deja sin saber reaccionar y por ello se queda mirando embobado a la muchacha. De ahí que Rieke
Busch pregunte de forma tan directa que es lo qué está mirando, con lo que se transmite igualmente un matiz de
cierta molestia.

Para na, wie alt bin ick? encontramos a ver, ¿cuántos años tengo? y digues, ¿quants anys tinc? Ambas unidades –a ver y digues–
funcionan como fórmulas iniciadoras del discurso y con ellas se llama la atención del interlocutor antes de formular
una pregunta o petición.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Nein, ich bin eine Station weiter her. Aber ich weiß hier Bescheid, mein Vater hat hier
N2, cap. 4, pág. 21 mal den Bahnhof gebaut. Bei wem waren Sie – warst du den hier?«
TP. DE 054 »Ach nee, den Bahnhof? So wat nennt ihr hier Bahnhof?! So wat nenn ick ne
Sommerbluse – vorne offen und hinten ooch nich ville. Die kann dein Vater sich an
den Hut stecken!«
Unwillkürlich sagte Karl Siebrecht: »Mein Vater ist am Montag gestorben.«
»Ach nee, det tut mir aba leid! Desterwegen biste so Schwarz, ick habe jedacht, du bist
beim Paster in de Lehre. Na ja, wa müssen alle mal abhauen, det is nicht anders! Bei

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uns is die Mutta verstorben – seitdem spiel ick die Ziehmutter zu det Jör. – Tilda, wenn
du den Nuckel noch eenmal hinschmeißt, ballre ick dir eine! Siehste, wie die pariert?!
Respekt muß sind – die jehorcht mir, als wär ick nich die Schwester, als wär ick die
Mutta. Mutta haste noch?«
Equivalencia En fin, [...]
Identificador –No, yo vengo de una estación más lejana. Pero conozco esto, mi padre construyó esta
N2, cap. 4, pág. 24-5 estación. ¿A quién ha visitado... has visitado aquí?
Trad. ES 054 –¿Estación? ¿Llamáis estación a esto? Pues yo lo llamo blusa de verano, aireá p’alante y
p’atrás. ¡Menuda filfa hizo tu padre!
Karl Siebrecht repuso sin darse cuenta:
–Mi padre falleció el lunes.
–¡Vaya por Dios, lo siento de veras! Por eso vas tan de negro, yo pensé que estabas
d’aprendiz con algún pastor. En fin, tos tenemos que diñarla algún día, no hay na
qu’acer. A nosotros se nos murió la madre. Desde entonces yo hago de ama de cría de
esta mocosa. ¡Cómo vuelvas a tirar el chupete, te sacudo, Tilda! ¿T’as fijao cómo
obedece? El respeto es obligao, esta me obedece como si yo fuera su madre en lugar de
su hermana. ¿Vive tu madre?
En fi, [...]
Identificador –No, jo he pujat una parada abans. Però conec això perquè el meu pare va construir
N2, cap. 4, pág. 23 aquesta estació. S’estava... ¿t’estaves a casa d’algú?
Trad. CAT 054 –Una estació, ¿d’això en dieu una estació? Però si és com una brusa d’estiu, oberta per
davant i sense gran cosa tampoc per darrere. El teu pare va quedar ben descansat!
–El meu pare va morir aquest dilluns –va dir Karl Siebrecht, maquinalment.
–Caram, doncs sí que em sap greu! Per això vas vestit de negre, ja em pensava que estu-
diaves per ser pastor. En fi, tots hem de tocar el dos en un moment o altre, i no hi podem
fer res! A casa es va morir la mare i des de llavors que faig de mare adoptiva de la criatura.
Tilda, si tornes a tirar la pipa et clavaré un castanyot! ¿Veus com em fa cas? Ha d’aprendre a
tenir-me respecte, i em creu com si fos sa mare i no pas la seva germana. I tu, ¿tens mare?
La conversación entre Karl y Rieke empieza a fluir. La muchacha se impacienta un poco, pues el tren no arranca.
Karl dice que todavía tienen que cargar las cántaras de leche y que por ello están parados. Rieke se sorprende de que
el chico llame estación a eso, puesto que el concepto de estación que ella tiene es totalmente diferente. A
continuación, Karl le explica que fue su padre quien construyó esa estación y después de escuchar la opinión poco
favorable de la muchacha sobre ese espacio, este le hace saber que su progenitor acaba de morir. La muchacha le da
el pésame y le dice en un enunciado que comienza con na ja, que todo el mundo tiene que morir un día u otro. Esta
unidad expresa un sentimiento de resignación (WDP 2009: 584, 3.3.f.), es decir, no se puede hacer nada en contra
de la muerte, ya que es un proceso por el que todo ser humano tiene que pasar antes o después.

Las unidades que se utilizan en las traducciones son en fin y en fi, que transmiten igualmente esa sensación de
conformidad con las pautas que marca la naturaleza y ante las que poco se puede hacer. Para acabar de enfatizar esta
parte de la intervención, se podría añadir ¿qué le vamos a hacer? o què hi farem? y de esta forma expresar que no se
puede luchar contra el destino.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Nein, meine Mutter ist schon lange tot.«
N2, cap. 4, pág. 21 »Ach, du bist Vollwaise? Det kann janz jut sind, vastehste, wir haben Vata’n noch, aber
TP. DE 055 manchmal denk ick, ohne Vata jings bessa. Er ist Maurer, aber meistens macht er blau!
Sonst een tüchtjer Maurer, allens, wat recht is, ooch jutmütig, bloß, det der Mann so
wasserscheu is –. Na ja, wa haben alle unsre Fehler…«
Equivalencia En fin, [...]
Identificador –No, murió hace mucho tiempo.
N2, cap. 4, pág. 25 –¿Así que eres huérfano del to? Pues eso pue estar muy bien, ¿me entiendes? Nosotras
Trad. ES 055 aún tenemos padre, pero a veces pienso que nos iría mejor sin él. Es albañil, pero casi
nunca da un palo al agua. Y eso que es buen paleta; en fin, pa ser justa, es de buena
pasta, solo que el hombre no quie ver el agua ni en pintura... En fin, tos tenemos
nuestros defectos...
Equivalencia en fi, [...]
Identificador –No, la meva mare fa temps que és morta.
N2, cap. 4, pág. 23 –¿O sigui que ets orfe? Doncs potser no és mala cosa, ¿saps? Nosaltres encara tenim el
Trad. CAT 055 pare, però de vegades penso que sense ell estaríem millor. És paleta i un bon home, fa

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bé la seva feina,
PERÒ SOVINT, EN COMPTES D’ANAR A TREBALLAR, ES QUEDA A CASA
DORMINT LA MONA,3 en fi, ningú és perfecte!
Rieke Busch le pregunta a Karl si tiene madre y el joven le confiesa que su madre ya hace tiempo que murió. La
muchacha le comenta que quizá ser huérfano del todo no esté tan mal, ya que su padre, el señor Busch, les causa
problemas tanto a ella como a su hermana. Rieke concluye su intervención con un enunciado introducido por na ja
en el que constata que nadie es perfecto (WDP 2009: 586, 3.3.f.). Aparte de ser un elemento conclusivo, se ve una
vez más un connotación de resignación; tanto la opción en fin como en fi recogen ambas características.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Ja, daß du aus Berlin bist, habe ich auch schon gemerkt!« lachte Karl Siebrecht
N2, cap. 4, pág. 22 vergnügt. Er wußte nicht, wie es ihm erging, aber diese kleine Person ließ ihn all seinen
TP. DE 056 Kummer und sein Abschiedsweh vergessen. Sie war eine so unglaubliche Mischung
von Kind und Erwachsenem! Lebensklug – und doch kindlich!
Jetzt lachte sie auch. »Ach, du meinst, von wejen meine Sprache? Na, laß man, wa
können nich alle uff dieselbe Tonart piepen! Det ware zu langweilig! Übrijens,
Friederike Busch is mein Name!«
»Karl Siebrecht«, stellte sich der Junge vor.
Equivalencia Ø
Identificador –Claro, ya me había dado cuenta de que eres de Berlín –Karl rio satisfecho.
N2, cap. 4, pág. 25 No sabía cómo, pero esa jovencita le hacía olvidar la tristeza y el dolor de la despedida.
Trad. ES 056 ¡Qué mezcla tan increíble de niña y adulta! Con experiencia de la vida y, sin embargo,
¡infantil!
Ella también rio.
–Ah, ya, lo dices por mi acento. Ø Tos no podemos hablar igual, sería demasiao
aburrío. Por cierto, me llamo Friederike Busch.
–Karl Siebrecht –se presentó el chico.
Equivalencia Ø
Identificador –Sí, ja m’he adonat que ets de Berlín! –va dir Karl Siebrecht, rient, divertit. Sense saber
N2, cap. 4, pág. 24 com, aquella petita persona li havia fet oblidar totes les seves preocupacions i el pòsit
Trad. CAT 056 d’enyorança que li havia deixat el comiat. Aquella noieta era una barreja increïble de
criatura i persona adulta! Perquè tenia experiència de la vida i, en canvi, continuava sent
una nena!
Ella també es va posar a riure.
–Ah, ¿ho dius per l’accent? Ø Cadascú és d’on ha nascut, i si tothom parlés igual seria
molt avorrit. Per cert, em dic Friederike Busch!
–Karl Siebrecht –es va presentar el noi.
Rieke le comenta a Karl su procedencia berlinesa y él riendo puntualiza que ya se había dado cuenta. La muchacha
inquiere si es por su acento y sin esperar respuesta alguna, continúa su discurso con una cadena enunciativa que
inicia el marcador na. Este elemento manifiesta la «Kontinuitätssicherung» de la que se habla en la GDS (1997: 398-
402), es decir, la hablante intenta mantener el turno de palabra. Tanto en español como en catalán se ha renunciado
al uso de marcadores conversacionales. En nuestra opinión, en el texto español se podría haber añadido bueno
(DPDE) y en el catalán bé (Cuenca 2006: 178).

Marcador pragmático Na [+ siehste]! / Na, [...]


conversacional
Identificador »Sehr anjenehm, Karl! « Und sie gab ihm ihre kleine, graue, schon sehr verarbeitete
N2, cap. 4, pág. 22-3 Kinderhand. »Karl heeßt auch mein Vetter, in dem Kaff da, von dem ick komme, in
TP. DE 057 Priestitz. Aber er is man doof uff beede Backen, mit dem kann ick keen Wort reden,
mit dir kann ick jut reden, Karl–!«
»Ich mit dir auch!«
»Na, siehste! Und warum ick in Priestitz war? Da is doch Muttas Schwesta, Tante
Bertha! Solange Mutta noch lebte, und ooch det Jahr nach ihrem Wegscheiden hat se
uns imma von’s Schlachtefest Pakete jeschickt. Aber letztet Jahr: Neese! Da ha’ ick
disset Jahr zu Vata’n jesagt: det gibt et ja nu nich, wenn so wat erst inreißt, denn


3 El TM catalán contiene un sentido diferente de lo especificado en el TP. Remitimos a la
traducción española de Rosa Pilar Blanco para entender cómo cabría haber abordado el
enunciado.

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kucken wad et janze Leben in den Mond! Ick fahre hin! Na, der Olla hat ja jenuschelt,
aba da mach ick ma nischt draus. Ick ihm einfach ’nen Zettel hinjelegt, die Tilda
uffjepackt und losjeschoben!«
Equivalencia ¡Mía tu que bien! / Bueno, [...]
Identificador –Mucho gusto, Karl. –Le tendió su mano pequeña, gris y ya encallecida–. Mi primo de
N2, cap. 4, pág. 26 Priestitz, la aldea de la que vengo, también se llama Karl. Pero ese es más tonto que
Trad. ES 057 mandao hacer de encargo; con ese no pueo hablar ni media palabra, contigo sí que me
entiendo bien, Karl.
–Y yo contigo.
–¡Mía tu que bien! ¿Que por qu’e estao en Priestitz? Pues porque ahí vive la hermana
de mi madre, la tía Bertha. En vida de mi madre, y también el año después de su
muerte, ella siempre nos mandaba paquetes de la matanza. Pero el último año, ¡na de
na! Conque le dije a padre: «Esto no pue ser, como siga así nos vamos a quear toa la vía
sin na. Me voy p’allá». Bueno, el viejo rezongó, pero a mí no me importa. Le dejé una
nota, cargué con Tilda y me piré.
Equivalencia Ves per on! / i [...]
Identificador –Molt de gust, Karl! –i li va donar la seva maneta de criatura, que ja es veia grisa i
N2, cap. 4, pág. 24 gastada de tant treballar–. El meu cosí, el que viu a Priestitz, també es diu Karl, però és
Trad. CAT 057 un beneit del cabàs, no hi puc tenir cap conversa seguida, però amb tu sí que es pot
parlar, Karl!
–Amb tu també!
–Ves per on! ¿I saps per què he vingut a Priestitz? Doncs perquè hi viu la germana de
la meva mare, la tieta Bertha! Mentre la mare encara vivia i fins i tot un any després de
la seva mort sempre ens enviava paquets quan feien la matança. Però l’últim any no ens
va enviar res de res, i un dia li vaig dir al meu pare: si aquesta comença a fer l’orni val
més que la vagi a veure, i el meu pare va remugar alguna cosa però no li vaig fer cas, li
vaig deixar una nota, vaig agafar la menuda i vaig fúmer el camp.
Rieke le dice a Karl que con él se puede hablar y el muchacho siente lo mismo. Ella responde con na, siehste!
traducido por ¡mía tú que bien! y ves per on! Las tres expresiones muestran la satisfacción de que se haya dado tal
coincidencia de opiniones y además propician la continuidad discursiva (WDP 2009: 587, 3.3.i.). La forma siehste, al
igual que otras sinónimas, está clasificada como «Fortsetzungssignal» (TGDS 2007: 832-3) [marca de progresión
discursiva], pero en el presente contexto manifiesta igualmente júbilo.

Esta forma –siehste– pertenece a la lengua coloquial (Umgangssprache), e incluso podríamos decir que se encuentra
marcada diatópicamente por su terminación (-te), puesto que es más común en el norte que en el sur de Alemania.
En la traducción al español, la expresión se marca diastráticamente, ya que se pone en boca de Rieke mía en vez de
mira; la caída de la -r intervocálica trasluce una falta de corrección lingüística que tiene como trasfondo un nivel
educativo bajo. En catalán, por el contrario, se recurre a una expresión del léxico común, aunque sin marcas tan
explícitas como las anteriores. Su uso no sorprendería ni mucho menos en una situación algo más formal, a pesar
del matiz afectivo o de sorpresa que entraña.

Un poco más adelante, Rieke explica a Karl la historia de tía Bertha y se añade un na con el cometido de dar
continuidad al discurso de manera fluida y natural, tal y como tendría lugar en la lengua hablada real, se añade un na.
A continuación se expresa la actitud que tomó el padre cuando su hija le comunicó que se marchaba al campo a ver
a su tía, que le daría los paquetes de comida que siempre enviaba. Rosa Pilar Blanco opta por bueno y en catalán se ha
optado por la unidad i, con lo que se observa ese avance en el discurso.

Marcador pragmático Na, […] / Na, […]


conversacional
Identificador »Und was hat die Tante gesagt, als du da so einfach ankamst? Du hattest dich doch
N2, cap. 4, pág. 23 nicht angemeldet, Friederike?«
TP. DE 058 »Rieke heeß ick, Friederike is bloß fors Amt, und wenn ick Schläje kriege, aber ick
krieje keene mehr, jejen mir hebt keener mehr die Hand! –Die Frau hat Oojen
jemacht, det kann ick dir flüstern, wie Mantelknöppe! Wat willste denn hier? Fragt
mir die Frau. Und den noch mit det Balg?! – Erlobe mal, Tante Bertha, sare ick zu
die Frau, der Balg is deine fleischliche Nichte und dir wie aus’t Jesichte jeschnitten,
und denn wollt ick mir man bloß die kleene Anfrage erlauben, ob hier unter deine
Schweine Keuchhusten ausjebrochen is? – Na, da mußte se doch lachen, und denn
war se janz ordentlich. Det von’t vorje Jahr, hat se wieder jutgemacht und mehr wie
det. Und det nächste Jahr soll ick wiederkommen, mit det Schicken ist et ihr zu

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umständlich. Na, laß se, die is schlecht mit die Feder, vastehste? Adresseschreiben
und so! – Det Kleed is ooch von ihr! Schöne Wolle, er jing nich mehr in’n Korb, aba
dalassen, keene Ahnung! Hab ick’s über die andre Kleedage jezogen, haste det
jemerkt?«
Equivalencia Ø / Es que
Identificador –¿Y qué le dijiste a tu tía cuando te presentaste en su casa por las buenas? ¿No deberías
N2, cap. 4, pág. 26 haber anunciado tu llegada, Friederike?
Trad. ES 058 –Eh, que me llamo Rieke, Friederike es solo pa la autoridá, y cuando me pegan, pero a
mí ya no me pega nadie, a mí nadie me levanta la mano. ¡La mujer puso unos ojos
como platos, ya te digo, como botones de abrigo! «¿Qué haces aquí?», me suelta ella.
«Y encima con la cría esta.» «Permíteme, tía Bertha», le digo a la buena mujer, «la cría
esta es tu sobrina carnal y tie tu misma cara, y aparte solo quiero hacer una pequeña
pregunta: ¿es que a tus cerdos les ha entrao la tos ferina?». Ø Menúo ataque de risa le
dio, pero después se portó, las cosas como son. Reparó lo del año pasao y más toavía.
Y me ha dicho vuelva el año que viene, que enviarlo es una lata. Es que no se le da
bien la pluma, ¿entiendes? ¡Escribir direcciones y tal! Este vestido también es suyo.
Buena lana, ya no cabía en la cesta, pero ¿dejarlo allí? ¡Nanay! Me lo puse encima de
mis ropas, ¿t’as dao cuenta?
Equivalencia Llavors / Ø
Identificador –¿I què va dir la tieta quan et va veure arribar sense avisar? Per què no li vas dir que
N2, cap. 4, pág. 25 vindries, ¿oi, Friederike?
Trad. CAT 058 –Em dic Rieke, Friederike és per als documents oficials I quan algú em pega, però ara
ja no em pegarà ningú, ningú més m’aixecarà la mà. La dona va fer uns ulls com unes
taronges i em va dir: «Però ¿què hi fas, aquí? ¿I on vas, amb la petita?». Mira, tieta
Bertha, jo que li vaig dir, la menuda és neboda teva i, a més, se t’assembla molt. Fa
molt de temps que no en sabem res, dels teus porcs, ¿que han agafat la tos ferina?
Llavors la dona es va posar a riure i va ser molt amable. M’ha donat el que ens tocava
de l’any passat i una mica més, i m’ha convidat a tornar l’any que ve, perquè diu que se
li fa massa complicat enviar-ho per correu. Ø Això d’escriure no és per a ella, ¿ho
entens? L’adreça i tot això! Per cert, el vestit també és seu! És de llana bona, no m’hi
cabia al cistell i no volia deixar-lo de cap de les maneres, i me l’he posat damunt del que
portava, ¿ho has notat?
Rieke explica a Karl la reacción de su tía a la gracia que le soltó en el pueblo, porque esta no les había enviado el
paquete de la matanza. Una vez formula la pregunta en estilo directo, introduce la explicación de como esta se tomó
el comentario con un na, que en español no se ha traducido y en catalán sí –llavors– (GCC, Cuenca 2002: 3190). Así
pues, estas unidades dan paso a nueva información, ya que introducen una explicación y hacen progresar el discurso.
Bueno o mira cumplirían la función aquí ilustrada, pues ambas contribuyen al avance de la intervención y sirven para
introducir explicaciones, como se muestra en Porroche Ballesteros (2009: 166). A continuación, Rieke hace una
apreciación sobre la dejadez de su tía en cuanto al envío de paquetes, que inicia con na y que se ha traducido por es
que en español y se omite en el caso del catalán. En esta última lengua, se podría haber incluido asimismo un
equivalente de forma como és que.

Marcador pragmático Na / Na, und?


conversacional
Identificador »Ick hab so ville Dresche in meinem Leben bezogen, früher, davor ha’ ick keene Angst
N2, cap. 4, pág. 25-6 mehr! Und den det Schlimpfen, det lernt man, wo wir wohnen. Wenn de dir da nich
TP. DE 059 wehrst, biste glatt erschossen. Na, du hast det nich nötig jehabt, for dir is immer
jesorgt worden, det sieht man.«
»Aber vielleicht habe ich es jetzt auch nötig. Ich fahre nach Berlin, für immer.«
»Na, und –? Da haste doch sicher ’nen Onkel oder jehst uff ’ne bessere Schule?«
Equivalencia Ø / ¿Y qué?
Identificador –He recibío tantos palos en la vida que ya no me dan na de miedo. Donde vivimos,
N2, cap. 4, pág. 28 s’aprende a reñir. Si allí no te defiendes, date por muerto. Ø A ti no te ha hecho falta,
Trad. ES 059 de ti s’an preocupao siempre, eso salta a la vista.
–Pues quizá ahora también me haga falta a mí. Porque voy a Berlín, para siempre.
–¿Y qué? Seguro que tendrás algún tío... ¿O es que te cambias a un colegio mejor?
Equivalencia en canvi / ¿i què?
Identificador –Ja he rebut tantes castanyes a la meva vida que no em fa por res! I també he après que
N2, cap. 4, pág. 27 si no et defenses et trepitgen. Tu, en canvi, ja es veu que no has hagut d’aprendre a
Trad. CAT 059 defensar-te, perquè sempre t’han cuidat.

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–Però potser ara n’hauré d’aprendre, perquè me’n vaig a Berlín per sempre.
–¿I què? Segur que vas a casa d’un oncle o a una escola millor, ¿oi?
Rieke Busch explica a Karl las dificultades que tiene la vida y le hace saber que desde pequeña ha tenido que salir
adelante sola. Además, presenta Berlín y más precisamente el barrio de donde viene como un lugar en el que uno
necesita defenderse para sobrevivir. Cuando llega a este punto de su intervención hace una apreciación encabezada
por na en la que puntualiza que a él seguramente no le haya hecho falta arreglárselas por sí mismo. Este na introduce
un cambio discursivo en tanto que contrapone su experiencia de buscavidas a la cómoda existencia de Karl. Ramon
Monton ha sabido reflejar este contraste con en canvi (GCC, Cuenca 2002: 3196) que Rosa Pilar Blanco omite sin
más, pudiendo haberse decantado por en cambio.

Posteriormente, en otra intervención la chica espeta un na und? después de que Karl le haya respondido que tendrá
que aprender a defenderse a partir de ahora. Esta unidad introduce una opinión contraria, es decir, un desacuerdo
con lo afirmado por Karl. Esto se refleja además en lo que Rieke dice después, ya que cree que no le hará falta
espabilarse, porque va a casa de algún familiar o a una escuela mejor. Las traducciones en las obras española y
catalana son ¿y qué? / ¿i què? La primera se incluye en el inventario del DRAE y se menciona su empleo en contextos
en los que se le resta importancia a lo dicho por otro.

Marcador pragmático Na, […]


conversacional
Identificador »Und du mein Vata!« lachte sie mit Überzeugung. »Du tätest was erleben!«
N2, cap. 4, pág. 28 »Na, gib mir ’nen Süßen«, sagte der Schaffner, »bist ja noch ein Kind!«
TP. DE 060
Equivalencia ¡Anda, […]!
Identificador –Pues si tú fueras mi padre –replicó ella, riendo convencida–, te ibas a enterar de lo
N2, cap. 4, pág. 30 que vale un peine…
Trad. ES 060 –¡Anda, dame un besito, que todavía eres una niña! –exclamó el revisor.
Equivalencia Vinga, […]
Identificador –I si tu fossis el meu pare també em sentiries! –va dir ella, rient a cor què vols.
N2, cap. 4, pág. 29 –Vinga, NO SIGUIS TAN DESCARADA,4 que encara ets una criatura! –va dir el revisor.
Trad. CAT 060
Una vez más aparece el marcador na introduciendo un ruego (WDP 2009: 579, 3.1.c.). En esta ocasión, la
conversación en tono de broma que mantienen Rieke y el revisor incluye esta unidad, con la que el hombre le pide a
la niña que le dé un beso. Las traducciones de este elemento son anda (DRAE, 2) y vinga (GCC, Cuenca 2002: 3222).

Marcador pragmático na, […]


conversacional
Identificador […] Aba Wäsche kann ick, alle Tage ’nen Taler und den die Stullen, da mach ick uns
N2, cap. 5, pág. 29 dreie von satt. Und den spar ick! Uff wat spar ick? Uff ’ne Nähmaschine, und den leg
TP. DE 061 ich mir uff die Schneiderei, damit wird Jeld vadient. Arbeet? Arbeet jenug, det wirste
selba bald sehen, bloß genieren mußte dir nich, aussuchen is nich. Und deine feinen
Hände – na, det weeßte selba, die werden wohl nich lange fein bleiben!«
»Ich hätte gerne was mit Autos zu tun«, sagte Karl Siebrecht.
Equivalencia , bueno, […]
Identificador Sin embargo lavar sí que sé, tos los días un tálero, y luego los bocadillos, con eso
N2, cap. 5, pág. 31 tendré p’artarnos los tres. ¡Y encima ahorraré! ¿Que pa qué? Pa una máquina de coser,
Trad. ES 061 y luego me dedicaré a la costura, con eso se gana un dineral. ¿Trabajo? ¿Trabajo hay pa
dar y tomar, pronto lo comprobarás tú mismo, solo que no ties que andarte con
remilgos, no se pue escoger. Y tus manos delicás..., bueno, eso ya lo sabes, no seguirán
tan finas mucho tiempo.
–Me gustaría algo relacionado con los coches –apuntó Karl Siebrecht.
Equivalencia no presencia del marcador por omisión del fragmento catalán.
Identificador Però així i tot rentant guanyo un tàler cada dia, i amb això ens podem alimentar tots
N2, cap. 5, pág. 31 tres i fins i tot estalvio una mica. ¿Que per què estalvio? Per comprar-me una màquina
Trad. CAT 061 de cosir i dedicar-me a la sastreria i guanyar encara més. ¿Que si hi ha feina? I tant, tu
mateix ja ho veuràs, potser no podràs triar gaire però, si vols, treballaràs. I aquestes

4 Apreciamos un cambio de sentido en el TM catalán, pues se ha traducido el enunciado alemán
«Na, gib mir ’nen Süßen» por «Vinga, no siguis tan descarada». El TP nos comunica que el revisor
le pide a Rieke en plan de broma que le dé un beso.

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mans tan delicades que tens [OMISIÓN DEL MENSAJE DE PARTIDA] no ho seran durant
gaire temps més.
–M’agradaria treballar amb cotxes –va dir Karl Siebrecht.
Rieke sigue hablando sin parar durante el viaje y le cuenta a Karl su intención de comprar una máquina de coser.
Ella le comenta que en Berlín hay trabajo suficiente y que no es difícil conseguir algo siempre y cuando se esté
dispuesto a empezar desde abajo. La chica hace referencia a las manos cuidadas de Karl y puntualiza mediante na,
elemento que ayuda al flujo discursivo, que, como ya sabe, no tardará en estropearlas debido al trabajo. Así pues, na
y su traducción bueno presentan una pieza informativa que forma parte del conocimiento compartido de los dos
hablantes. En catalán se ha omitido el pasaje que contiene el marcador y por ello proponemos: bé, això ja ho saps.

Marcador pragmático Na, […] / Na, […]


conversacional
Identificador »Ach, den Dreck kenn ick«, sagte Rieke rasch. »Wenn man so ’n Ding uff de Lampe
N2, cap. 5, pág. 32-3 setzt, is’t duster, wie wenn Neumond scheint, oder blakt, als wenn Ruß schneit. Det is
TP. DE 062 doch Mist, Sie!«
»Na, erlauben Sie mal«, protestierte der Jüngling. »Ich komme soeben aus Prenzlau
und Umgegend, ich habe dreiundsechzig Stück von dem Pfiffikus verkauft.«
»Det wollen wa dahinjestellt sein lassen! Valleicht sind se in Prenzlau so helle, det se’t
jern een bißchen duster haben wollen. Wat vadienen Se den nu an so een Stück?«
»Zwanzig Pfennige!«
»Det is achtbar! – Det is nich schlecht! – Zwölf Mark sechzig – det hat unsereener die
ganze Woche nur! – Na, aba die Bahnfahrt jeht ab! – Wat denn, die Bahn ist doch nich
teuer!«
So ging e shin und her im Abteil.
Equivalencia Ø / Sí, […]
Identificador –Bah, ya conozco esa birria –replicó deprisa Rieke–. Cuando pones un chisme de esos
N2, cap. 5, pág. 34 encima de la lámpara, oscurece tanto como con luna nueva, o humea como si nevase
Trad. ES 062 hollín. ¡Es una mierda, oiga!
–Ø Permítame –protestó el joven–. Acabo de llegar de Prenzlau y alrededores, donde
he vendido sesenta y tres unidades del Pfiffikus.
–¡Eso habría que verlo! A lo mejor en Prenzlau hay tanta claridá que les apetece estar
medio a oscuras. ¿Y cuánto gana usté por pieza?
–¡Veinte céntimos!
–¡Una cantidá respetable!
–No está mal.
–Doce marcos con sesenta, eso es lo que gana uno de nosotros en toa la semana.
–Sí, pero hay que descontar el viaje en tren.
–¿Y qué? ¡El tren no es caro!
Así iba y venía por el compartimento.
Equivalencia Doncs / Sí, […]
Identificador –Sí, ja la conec, aquesta merda! –va dir Rieke, ràpidament–. Quan el poses en un llum,
N2, cap. 5, pág. 34 l’habitació queda tan fosca com si fos una nit de lluna nova o hagués nevat sutge. Una
Trad. CAT 062 bona porqueria la veritat!
–Doncs [OMISIÓN DEL MENSAJE DE PARTIDA] ara mateix vinc de Prenzlau i rodalia –
va protestar el jove– i hi he venut seixanta-tres cremadors.
–Doncs no ho entenc. Potser a Prenzlau tenien massa llum i volien estar una mica més
a les fosques. ¿I es pot saber quant guanya, per cada cremador que ven?
–Vint cèntims.
–Caram, és una suma respectable! Dotze marcs amb seixanta! Això és el que guanyo en
tota una setmana! Sí, però se n’ha de descomptar els viatges! I què, el tren no és car! –
van intervenir unes quantes veus al compartiment.
Rieke Busch importuna a un joven que acaba de ofrecer un posible trabajo a Karl y le dice que conoce la mierda de
quemadores económicos Pfiffikus que vende. El hombre joven responde a Rieke en forma de protesta y encabeza su
enunciado con na, seguido de erlauben Sie mal y, a continuación, contradice lo afirmado por la chica, pues esos objetos se
venden más que bien. Rosa Pilar Blanco prescinde del uso de un marcador y desde nuestro punto de vista, debería
haber incluido un elemento como oiga, para indicar igualmente protesta y enfado por parte del vendedor a razón de las
palabras de su interlocutora. Ramon Monton opta por doncs, que bien muestra el inicio de una intervención contraria a
lo expuesto por Rieke, pero cabría transmitir ese valor de enojo con escolti, por ejemplo. Claro está que el lector tendrá
que recurrir a su imaginación para cubrir la carencia de elementos suprasegmentales y gestuales que pueden dar a la
expresión un sentido u otro. Incluso abogaríamos por una combinación de escolti, doncs […]

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El segundo na funciona como marcador de acuse de recibo e introduce una puntualización a lo dicho por el joven
vendedor, que representa un punto de vista distinto y que viene también de la mano de la unidad aber: [no gana usted
tanto, pues a su sueldo tiene que descontarle los viajes en tren]. En las traducciones se recurre a sí en ambos casos.

Marcador pragmático Na, […]


conversacional
Identificador »Det is een Jeschäft ohne Risiko, det jloob ick – aber für Sie! – Nee, Karl, laß man. Uff
N2, cap. 5, pág. 34 so ’ne mußte nie hören. Wenn schon eener und erzählt dir, du kannst zwölf Mark am
TP. DE 063 Tag vadienen, und ohne Arbeet, und sieht aus, als hätte sein Magen seit sieben Wochen
keene Schrippe nich jesehen – den sag bloß: hau ab, dir kenn ick!«
»Na, erlauben Sie mal, meine Dame! Ick kann Ihnen beweisen –«
»Det können Se mir aba nich beweisen, det det Loch in Ihre Jacke keen Loch is und
det Ihre Schuhe keen Wassa ziehen. Und det jenügt mir! – Nee, Karl, wir reden erst
mal mit Vata’n. Wenn Vata seinen hellen Tag hat, is es ooch helle. Bloß, mir schwant,
er ist mal wieda blau!«
Equivalencia Oiga, […]
Identificador Es un negocio sin riesgo, claro que sí... ¡pero pa usté! Nooo, Karl, olvídalo. Nunca
N2, cap. 5, pág. 35 escuches a un tipo así. Si te viene uno y te cuenta que pues ganar doce marcos al día, y
Trad. ES 063 sin trabajar, y tie pinta de que su estómago lleva siete semanas sin ver ni de lejos un
bocadillo, limítate a decirle: lárgate, que te conozco, bacalao.
–Oiga, señora mía, permítame, puedo demostrarle que...
–Lo que no pue demostrarme es que el agujero de su chaqueta no es un agujero y que
sus zapatos no se calan. ¡Y vale ya! Nooo, Karl, primero hablaremos con padre.
Cuando padre tie el día claro, también hay claridá. Solo que me huelo que volverá a
estar trompa.
Equivalencia Ø
Identificador És clar que és un negoci sense cap mena de risc, però per a vostè! No, Karl, no li facis
N2, cap. 5, pág. 35 cas, val més que ni te l’escoltis. Si et ve algú i et diu que guanya dotze marcs diaris però
Trad. CAT 063 fa una fila de no haver menjat gaire durant les últimes set setmanes, digue-li: au, fot el
camp, que et veig venir.
–Ø Benvolguda senyora, li puc demostrar que…
–No et pot demostrar que no té un forat a la jaqueta i forats a les sabates, I amb això ja
en tinc prou! No, Karl, anirem a parlar amb el pare. Si el pare té bon dia et podrà
ajudar. El que passa és que em temo que deu tornar a estar borratxo.
El joven vendedor vuelve a replicar a Rieke en forma de protesta, pues la chica lo juzga sin conocerlo y le comenta a su
amigo Karl que no se fíe de personas que le cuentan semejantes historias. Rieke no cree que el joven gane doce marcos a
razón de su trabajo, porque de lo contrario no andaría vestido con cuatro harapos. La expresión con la que el hombre se
dirige a Rieke vuelve a ser na, erlauben Sie mal, que en español se ha traducido por oiga, [...], permítame y en catalán se omite
directamente. En nuestra opinión, cabría sustituir permítame por perdone, puesto que el último se adaptaría mejor a la
situación presentada, que no se trata ni de lejos de un contexto formal. En catalán, podría optarse por escolti/miri o perdoni.

Marcador pragmático [Na], siehste


conversacional
Identificador »Det hab ick doch jleich jemorken, det du vom Wedding bist, du Aas du!« strahlte der
N2, cap. 6, pág. 34-5 Alte.
TP. DE 064 »Na, siehste«, lachte Rieke, »da weeßte schon, wie ick heiße! Aas heiße ick! Und wie
heißt du, Opa?«
»Küraß heiß ich. Nummer siebenundachtzig. Müllerstraße, vergiß nicht!«
Equivalencia Ya lo ves
Identificador –¡Ya me olía yo que eres de Wedding, peazo de granuja! –exclamó el viejo, radiante.
N2, cap. 6, pág. 35-6 –Ya lo ves –dijo Rieke riendo–, así que ya sabes cómo me llamo. ¡Me llamo granuja!
Trad. ES 064 ¿Y tú, abuelo?
–Kürass, Müllerstrasse. Número 87. ¡No lo olvides!
Equivalencia Mira que bé!
Identificador –Ja m’ho pensava, ja, que havies de ser de Wedding, bandarra! –va exclamar el vell,
N2, cap. 6, pág. 36 radiant.
Trad. CAT 064 –Mira que bé! O sigui que ja saps com em dic i tot! Bandarra! ¿I tu com et dius, avi?
–Em dic Kürass. Müllerstrasse número 87, no te n’oblidis.
Rieke entabla conversación con un anciano llamado Kürass con el fin de que le preste una carretilla para llevar las
cosas hasta su casa. La chica dice ser de Wedding y el hombre responde que ya se lo había imaginado. Kürass la

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llama granuja y ella bromeando responde na, siehste a lo que sigue un enunciado en el que dice al hombre que ya sabe
como se llama. Mediante esta unidad se busca una vez más la complicidad del interlocutor. Las unidades ya lo ves y
mira que bé! cumplen en este caso la misma función.

Marcador pragmático Na, […]


conversacional
Identificador »Wahrscheinlich, weil ich ihm leid getan habe, ich bin nämlich arbeitslos.«
N2, cap. 9, pág. 61 »Und den sanft anfassen!« Der Buckel seufzte, noch kummervoller. »Ich sehe schon,
TP. DE 065 du bist stickum…«
»Was bin ich?«
»Du willst es nur nich sagen. Na, den laß, aba det sare ick dir: wer uff mir jesagt hat,
hier stinkt’s, der hat jelogen!« Er erregte sich stärker: »Hier schnüffelste nischt raus! Ick
habe keenen Koks nich verschoben! Wer det sagt, lügt. Und sonst ooch nischt.«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –Seguramente porque le di pena, porque estoy sin trabajo.
N2, cap. 9, pág. 58 –¡Y después lo de tratarte con suavidá! –El jorobado suspiró, aún más atribulado–. Ya
Trad. ES 065 veo que eres muy aficionado a los secretos...
–¿Qué?
–Pero no quies reconocerlo. Bueno, déjalo, pero una cosa te digo: quien haya dicho de
mí que aquí apesta, ha mentío –afirmó. Y luego, más alterado–: ¡Aquí no ties na que
husmear! ¡Yo no trapicheo con el carbón! Quien lo diga miente. Ni con ninguna otra
cosa.
Equivalencia Ø
Identificador –Segurament per llàstima, perquè jo no tenia feina.
N2, cap. 9, pág. 62-3 –¿I a més t’hem de tractar amb miraments? –el geperut va sospirar encara amb més
Trad. CAT 065 aflicció–. Ja ho entenc, tu ets un espieta...
–¿Que sóc un què?
–No cal que dissimulis. Ø Però t’ho diré ben clar: qui hagi fet córrer la brama que aquí
fem tripijocs menteix! –i va afegir, cada cop més esverat–: No descobriràs cap
martingala!
Jo no he robat carbó! Ni carbó ni res! I qui digui el contrari menteix!
Karl Siebrecht ha empezado a trabajar en una obra y lo ponen a ayudar a un operario viejo llamado Edwin. Desde el
primer momento, el hombre sospecha que el capataz ha encomendado al muchacho la misión de vigilar de cerca
todos sus movimientos. Edwin increpa a Karl y no lo deja ni a sol ni a sombra, insistiendo ininterrumpidamente en
si está allí para supervisar su trabajo. El joven empieza a impacientarse y llega a sentirse muy agobiado, por lo que
decide seguirle la corriente durante un rato.

Edwin concluye en que Karl no quiere desvelar si realmente le han encargado vigilarlo y así se lo hace saber.
Posteriormente, cesa en su insistencia e introduce una puntualización en su intervención en la que se defiende de
cualquier posible acusación que haya podido recaer sobre él. El fragmento en el que decide finalizar con su
interrogatorio y poner de relieve la información nueva empieza con el marcador na, unidad que Rosa Pilar Blanco
traduce por bueno y que Ramon Monton elimina en su texto y podría haber traducido por bé, no en parlem més.

Marcador pragmático Na, […]!


conversacional
Identificador Sie sah ihn fest an. Er sah sie wieder an, mit leuchtenden Augen. Alle Müdigkeit war
N2, cap. 12, pág. 84-5 von den beiden abgefallen. Dann drehte sich Rieke kurz um. Sie nahm ein Tuch vom
TP. DE 066 Haken, ein dunkles Umhängetuch mit langen Fransen, wie es die Arbeiterfrauen
tragen. Sie legte es über Kopf und Schultern und sagte: »Na, denn komm, Karl! Laß
det Kind die Bulette, sagt Mutta.«
»Und Mutta hat immer recht!« lachte Karl Siebrecht, als er schon hinter ihr die Treppe
hinunter stieg.
Equivalencia ¡Vale […]!
Identificador Ella lo miró con firmeza. Él le devolvió la mirada con los ojos brillantes. Ninguno
N2, cap. 12, pág. 78-9 sentía ya el menor vestigio de cansancio. De pronto, Rieke se volvió. Tomó un paño
Trad. ES 066 del gancho, un mantón oscuro de largos flecos como los que llevan las obreras, se lo
echó sobre la cabeza y los hombros y anunció:
–¡Vale, pues entonces ven, Karl! No hay que cortar el revesino al niño, como decía mamá.
–Y mamá siempre tenía razón. –Karl Siebrecht rio mientras bajaba las escaleras detrás
de ella.

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Equivalencia D’acord, […]
Identificador Ella el va mirar fixament. Ell se la va quedar mirant amb els ulls brillants. Cap dels dos
N2, cap. 12, pág. 86 se sentia cansat. Al cap d’un moment, Rieke es va girar, va agafar un mocador d’un
Trad. CAT 066 penjador, un mocador fosc amb serrells com els que solien dur les dones treballadores,
se’l va col·locar damunt del cap i les espatllers (sic) i va dir:
–D’acord, doncs vine, Karl. Càrrega que plau, no pesa, deia la mare.
–I la mare sempre tenia raó! –va dir Karl Siebrecht, rient, mentre baixava les escales
darrere d’ella.
Rieke se dispone a salir de casa en busca de su padre. Karl insiste en acompañarla y la muchacha acepta aunque en un
primer momento se muestra algo reacia: na, denn komm, Karl! Este uso en el que na introduce un parecer común entre dos
partes se refleja mediante vale y d’acord en los textos traducidos. Esta función se haya registrada en el DPDE y el DIEC (2.1.).

Marcador pragmático Na, […] / Na, […]


conversacional
Identificador »Du kannst det, du kannst zehne haben, und wenn de de elfte siehst, rennste schon
N2, cap. 12, pág. 87 wieda wie Franz Piependeckel! Aber Karl is nich so – wat, Karl, du bist nich so?«
TP. DE 067 »Nein, bestimmt nicht!«
»Na, Jott sei Dank! Det wäre ja ooch noch schöner, wenn du und hättest ooch mit
Oojenverdrehen anjefangen! Wenn du wüßtest, wie du aussiehst, Ernst! Na, nu mach
man, Lotte wartet – se wartet doch?«
Equivalencia Ø / Anda, […]
Identificador –¡Cállate de una vez, Ernst! –replicó Rieke Busch con tono enérgico–. Eso lo harás tú,
N2, cap. 12, pág. 81 que pues tener diez y si aparece la número once, echas a correr tras ella como un bobo.
Trad. ES 067 Pero Karl no es así. ¿Verdá, Karl, que no eres así?
–Por supuesto que no.
–¡Ø A Dios gracias! Estaría bonito que tú también empezaras a poner ojitos. ¡Si
supieras qué pinta ties, Ernst! Anda, lárgate ya, que Lotte espera... porque espera, ¿no?
Equivalencia Ø / I ara val més
Identificador –¿Vols callar, Ernst? –va dir Rieke Busch, enèrgicament–. Això ho fas tu, tu en pots
N2, cap. 12, pág. 89 tenir deu a la vegada i, si en veus una altra, hi vas al darrere com si no en tinguessis cap!
Trad. CAT 067 Però Karl no és així. ¿Oi que no ets així, Karl?
–No, la veritat és que no!
–Ø Gràcies a Déu! Només faltaria que ara em comencessis a anar al darrere. Te
n’hauries de donar vergonya, Ernst! I ara val més que te’n vagis, que Lotte et deu
esperar, perquè suposo que t’espera en algun lloc, ¿oi?
Rieke y Karl se encuentran a Ernst Bremer, el panadero, en el tranvía. Este tiene fama de mujeriego y Rieke se lo
echa en cara. La chica no duda en aclarar que su amigo Karl no es como él, pues tiene a su novia Ria en el pueblo y
no anda buscando aventuras. Después de tal afirmación, Rieke busca una confirmación por parte de Karl y al darle
la razón respira tranquila: na, Jott sein Dank! (WDP 2009: 580, 3.1.d.). Este na, que introduce un enunciado en el que
se muestra la alegría de la hablante y que actúa como intensificador de lo que se expresa a continuación, no se refleja
en ninguna de las dos traducciones. Unidades como ¡menos mal! o que bé! (GNV 2006: 329) ayudarían a reforzar el
sentimiento de contento que alberga Rieke.

A continuación, en la misma intervención, Rieke vuelve a utilizar na para dar una orden, que la hablante cree que será
difícil que su interlocutor lleve a cabo, pues parece empecinado en querer flirtear con ella. Esta función la satisface anda
(DRAE, 2) en español y ara val més en catalán. En nuestra opinión, la solución que propone Ramon Monton es
demasiado formal y convendría sustituirla por una expresión algo más informal: i ara/ apa, ara ves-te’n. Así, en catalán,
más que una petición, parece que se esté dando un consejo y este no es el sentido que transmite el TP.

Marcador pragmático Na, […]


conversacional
Identificador »Küßt se dir denn?«
N2, cap. 12, pág. 88 »Doch, ja, sie hat mir schon einen Kuß gegeben.«
TP. DE 068 »Na, denn is’t jut, Karl. Ick dachte schon, dafür wäre se zu fromm, det wäre ooch nich
det richtige! Aber so is’t jut, Karl, wenn se dir küßt.«
Equivalencia Pues
Identificador –¿Y te besa?
N2, cap. 12, pág. 81 –Sí. Me ha besado una vez.
Trad. ES 068 –Pues entonces está bien, Karl. Pensaba que era demasiao piadosa pa eso, lo que
tampoco sería bueno. Pero si ella te besa, mu bien.

318 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


Equivalencia Ø
Identificador –¿I us heu fet petons?
N2, cap. 12, pág. 90 –Sí, sí que ens hem fet petons.
Trad. CAT 068 –Ø Això està bé, Karl. Em temia que no fos massa pietosa, llavors no seria per a tu,
però si us feu petons, està bé.
Na inicia el turno de palabra de Rieke Busch e introduce la reacción de la muchacha a lo dicho por Karl. Esta
encuentra bien que Ria ya lo haya besado. Rosa Pilar Blanco opta por pues (Calsamiglia y Tusón 2012: 239) y Ramon
Monton no incluye ningún marcador en su traducción. Una unidad como doncs hubiera satisfecho la función
desempeñada por na en esta situación.

Marcador pragmático Na ja, […]


conversacional
Identificador »Ach, Karl, du bist doch bloß een Junge, darum redste ooch so dußlig! Zu nähen hat
N2, cap. 15, pág. 110 ’ne Frau immer, det merkt ihr Männer bloß nich! Und den, wenn ick erst ’ne Maschine
TP. DE 069 habe, den mach ick all den Quatsch nicht mehr mit Reinmachen. Det bringt doch keen
Jeld, Karl. Nee, denn nähe ick Konfektion…«
»Was tust du? Konfektion?«
»Na ja, weeßte nich, wat Konfektion is? Ick denke imam, du weeßt allens! Denn näh
ick Kindermäntel. Erst ha ick jedacht, ick näh Wäsche. Aber Wäsche ist mir zu poplig
mit all die Knopflöcher und Spitzen an die weißen Hosen und Rüschen und Falten –
det is nischt for mir. Bei mir muß allet fix jehen. Ick nähe Kindermäntel.«
Equivalencia ¿Es que [...]?
Identificador –Ay, Karl, tú eres un chico, por eso dices esas bobás. Una mujer siempre tie algo que
N2, cap. 15, pág. 100 coser, solo que los hombres no os dais cuenta. Aparte de que cuando tenga una
Trad. ES 069 máquina de coser, dejaré toda esa tontería de la limpieza. Eso da pocas perras. Nooo,
entonces me dedicaré a la confección...
–¿Que vas a dedicarte a qué? ¿A la confección?
–¿Es que no sabes lo que es la confección? Yo siempre pienso que lo sabes to. Coseré
abrigos infantiles. Primero pensé en coser ropa interior. Pero la ropa interior me resulta
demasiao arrastrá con tantos ojales y puntillas en las bragas blancas y volantes y
pliegues. Eso no es pa mí. Conmigo to tie que ir deprisa. Coseré abrigos de niño.
Equivalencia Sí, ¿és que […]?
Identificador –Ai, Karl, com es nota que ets un home, per això dius aquestes ximpleries! Una dona
N2, cap. 15, pág. 112 sempre té coses per cosir, el que passa és que vosaltres no us n’adoneu! I si tinc una
Trad. CAT 069 màquina deixaré aquesta feina de la bugaderia que em dóna tants pocs diners i em
dedicaré a la confecció...
–¿Què dius que faràs? ¿Confecció?
–Sí, ¿és que no saps què és la confecció? Jo que em pensava que ho sabies tot! Em
dedicaré a cosir abrics per a criatures. Al principi vaig pensar que em dedicaria a la roba
blanca, però és massa complicada, amb tots aquells traus i puntetes i plecs i farbalans.
Jo no vull entretenir-m’hi tant. Per això cosiré abrics per a nens.
Rieke comenta a Karl que quiere dedicarse a la confección. El muchacho, confundido, no lo entiende y le pregunta
qué es eso. Rieke introduce, mediante na ja, una pregunta que muestra su asombro ante el desconocimiento del
significado de confección. Rosa Pilar Blanco opta en su traducción por ¿es que [...]? mientras que Ramon Monton
recurre al adverbio sí, seguido de ¿és que [...]?

Porroche Ballesteros dedica un epígrafe a la unidad es que (2009: 180-2) en el que expone una buena variedad de
ejemplos, que muestran una función de explicación-justificación. Este valor no es el que presenta la unidad aquí,
puesto que en este contexto se muestra el asombro de la hablante a la vez que se inquiere al interlocutor si no sabe
qué es aquello sobre lo que habla.

Marcador pragmático Na, […]


conversacional
Identificador Sie warf ihre hellen Haare in den Nacken und lachte, lachte übermütig und
N2, cap. 15, pág. 111 siegesgewiß. »Du olla Dussel du! Und du willst was Jroßes werden? Du willst janz
TP. DE 070 Berlin erobern? Ja, kannste denn det? Haste det jelernt? Na, wenn du’s noch nich
kannst, denn lernste det. So schlau wie die anderen sind wir doch allemal! Oder nich –?«
»Doch!« mußte Karl Siebrecht zugeben. »Aber wirst du auch Arbeit kriegen?«

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Equivalencia Pues
Identificador Ella se echo hacia atrás sus cabellos rubios y rio, insolente y segura de su triunfo.
N2, cap. 15, pág. 100-1 –¡Ay, marmolillo! ¿Y tú quies triunfar? ¿Tú quies conquistar to Berlín? ¿Y sabes
Trad. ES 070 hacerlo? ¿Lo has aprendío? Pues si no lo sabes, lo aprendes. ¡Nosotros somos tan
listos como cualquiera! ¿O no?
–Sí –se vio obligado a admitir Karl–. Pero ¿conseguirás trabajo?
Equivalencia Doncs
Identificador La noia es va apartar els cabells clars del rostre i es va posar a riure amb aire de
N2, cap. 15, pág. 113 superioritat.
Trad. CAT 070 –Però que beneit que arribes a ser! ¿I tu vols arribar a ser algú important? ¿Tu vols
conquerir Berlín? ¿I saps fer-ho? ¿Ho has après en algun lloc? Doncs el que no
sapiguem fer, ho hem d’aprendre! Si els altres poden, nosaltres també, ¿no trobes?
–És clar! –va concedir Karl Siebrecht–. ¿Però vols dir que tindràs feina?
Rieke responde a la pregunta de Karl sobre si sabe coser con una exclamación y una secuencia de preguntas que ella
misma acaba contestando con la unidad na y que en las traducciones se recoge a través de pues y doncs,
respectivamente. Este elemento sirve como introductor de una respuesta en una conversación íntima, tal y como
incluye el DWDS (2i) o Porroche Ballesteros (2009: 102-3), que insiste en la presentación de información nueva
(rema). El catalán doncs desempeña exactamente el mismo papel.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Ach, du mit dein feinet Jetue! Wollen wa denn die Leute rinlegen? Die sollen doch ihr
N2, cap. 15, pág. 112 Jeld kriegen, uff die Stunde kriegen se’s! Det is doch bloß, weil ick noch so aasig jung
TP. DE 071 bin! Na, Karl, zieh keenen Flunsch – willste oder willste nich?«
»Ich will schon.«
»Det is schon von dir, Karl, det freut mir. Du bist een richtiger Freund durch dick und
dünn, so wat ha ick mir imma jewünscht. Ach, Karl, wollen wa eenen scherbeln?«
Equivalencia Vamos [...]
Identificador –¡Tú y tus remilgos! ¿Acaso vamos a estafar a esa gente? No. Recibirán su dinero, y al
N2, cap. 15, pág. 101-2 momento. Eso es solo por lo asquerosamente joven que soy. Vamos Karl, no te
Trad. ES 071 pongas de morros... ¿Sí o no?
–Vale, sí.
–Eres muy amable, Karl, m’alegro mucho. Eres un amigo de verdá, a las duras y a las
maduras, siempre había deseao tener algo así. ¡Cuánto me alegro, Karl! ¡Anda, ven,
echemos un baile!
Equivalencia Au va, [...]
Identificador –Vinga, no siguis tan llepafils! No els enganyarem pas, aquesta gent, perquè els paga-
N2, cap. 15, pág. 114 rem els diners amb puntualitat! L'únic problema és que sóc massa jove! Au va, Karl, no
Trad. CAT 071 facis morros, ¿m’ajudaràs o no?
–Sí, d'acord.
–Així m'agrada, Karl, me n’alegro molt. Ets un amic de cap a peus, com sempre havia
desitjat. Ai, Karl, estic més contenta! Vine, ¿vols que ballem una mica?
En esta conversación Rieke pide a Karl que la acompañe a comprar la máquina de coser que tanto tiempo lleva
anhelando. Su propósito es poder pagarla a plazos y para ello necesita a alguien mayor que sepa expresarse bien.
Karl le propone coger el dinero que Minna le dio al dejar el pueblo. Rieke rechaza inmediatamente su propuesta
pues habían pactado que ese dinero se utilizaría únicamente en situación de emergencia. La muchacha intenta
convencer a un Karl contrariado de que no incurrirán en ningún impago y de que pagarán puntualmente los
plazos a los que haya que hacer frente una vez adquieran el utensilio. Rieke inicia su exhortación con un na que
en español se ha traducido por vamos (DRAE, 1) y en catalán por au va (GCC, Cuenca 2002: 3222). Ambas
fórmulas guían en las traducciones respectivas hacia una incitación para que Karl deje de preocuparse y de
mostrar su enfado.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »Bin ick det, Karl? Bin ick deine Schwesta?« rief sie und lief auf ihn zu. »Det is jroßartig
N2, cap. 15, pág. 113 von dir, darauf jibst de mir ’nen Kuß!« Sie legte die Arme um seinen Hals. »Na, ’nen
TP. DE 072 richtigen, ’nen richtigen süßen … Mach die Oogen zu und denk, ick bin deine Ria –!«
»Das darfst du nicht sagen, Rieke. Das schickt sich nicht! Du bist meine Schwester.«
»Na, det weeß ick doch, du olla feina Hammel! Det ick nich deine Jeliebte bin, det
weeß ick. So liebste mir nich, nich uff die Art! Aber desterwejen kannste mir doch ’nen

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richtigen Kuß jeben, nich so wie een Stockfisch. Det hat mir schon imma jefehlt, det
mir mal eena streichelt. Mit die olle Knutscherei habe ick jar nischt im Sinn. Also, Karl,
nu mal los, nimm mir mal richtig in deine Arme …«
Equivalencia Ø/Ø
Identificador –¿Eso soy, Karl? ¿Tu hermana pequeña? –preguntó corriendo hacia él–. Es estupendo
N2, cap. 15, pág. 103 por tu parte, y por eso me vas a dar un beso.
Trad. ES 072 –Le rodeó el cuello con sus brazos–. Ø Uno de verdá, uno bien dulce... Anda, cierra
los ojos y piensa que soy tu Ria...
–No digas eso, Rieke. ¡No está bien! Eres mi hermana.
–Ø ¡Eso ya lo sé, atontao! De sobra sé que no soy tu quería... Que tú no me quieres así,
de ese modo. Pero a pesar de to, pues darme un beso de verdá, y no como un aburrío.
Siempre he echao en falta que alguien me hiciera una caricia. Yo no estoy pensando pa
na en besuqueos. Anda, Karl, venga, tómame en tus brazos como es debío...
Equivalencia Però [...] / Ø
Identificador –¿Sóc la teva germana, Karl? –va exclamar la noia, i se li va acostar ràpidament–. Això
N2, cap. 15, pág. 115 és fantàstic, m’has de fer un petó! –va dir, i el va abraçar–. Però un petó de debò, molt
Trad. CAT 072 dolç... Tanca els ulls i imagina’t que sóc la teva Ria...
–No diguis aquestes coses, Rieke. Això no està bé! Tu ets la meva germana.
–Ø Ja ho sé, capsigrany! Ja sé que no sóc la teva estimada i que no m’estimes d’aquesta
manera. Però per això mateix em pots fer un petó de debò, no com si fossis un bacallà
sec. Sempre he trobat a faltar que algú m’amanyagués, encara que no em passa mai pel
cap això de petonejar-me amb algú. Vinga, Karl, abraça’m ben fort...
Rieke y Karl se encuentran en casa y este le dice a la muchacha que la considera su hermana. Ella, emocionada,
corre hacia él y le rodea el cuello con las manos pidiéndole un beso. Rieke no duda en especificar el tipo de beso que
espera mediante un enunciado introducido por na, en el que dice querer un beso de verdad, de esos dulces. Ramon
Monton emplea la unidad però que actúa igualmente como marcador discriminatorio, pues excluye ciertos tipos de
besos y pone de relieve aquello que realmente quiere. Rosa Pilar Blanco podría haber utilizado pero en su texto para
conseguir el mismo efecto que en el original.

El segundo na que Rieke usa en su siguiente intervención introduce un enunciado que muestra claramente la
coincidencia de su opinión con la de Karl acerca de su relación. Así pues, con esta unidad la emisora reacciona y
asiente a lo dicho por Karl. Además, se trata de un enunciado exclamativo (3.1.d.). En ninguna de las traducciones
encontramos un equivalente para esta unidad. Podrían haberse recogido equivalentes del tipo bueno y bé.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Wieso is det schlimm? Mit’s Mauern wär’s doch bei dem Frost jeden Tag alle jewesen,
N2, cap. 16, pág. 117 und nu ha ick den Mann doch unter Aufsicht. Die Männa, wo ihn jebracht haben,
TP. DE 073 sagen ja, keena hat Vata’n zu Schnaps injeladen, nie nich. Aber det muß nich wahr
sind, jegen ’ne Frau halten die Männa bei so wat immer zusammen. Na, nu ha ick
Vata’n zu Haus, und nu wer ick ihn det Saufen schon wieder abjewöhnen. – Kiek, det
is meine Nähmaschine.« –Und sie zeigte auf eine ziemlich große schwere Maschine, die
kaum Schmuck aufwies, ein sehr sachliches Ding für so ein junges Mädchen, dachte
Karl Siebrecht.
»Die sieht aber viel zu schwer für dich aus, Rieke!« meinte er. »Willst du nicht lieber
eine leichtere nehmen? Die da links sieht doch viel hübscher aus.«
»Det is doch nischt für schwere Mantelstoffe, Karl! Na, laß man, dadervon verstehste
nischt. Laß mir man machen. Komm rin, Karl. – Sage mal, det macht dir doch wirklich
nischt aus, wenn ick sare, du bist mein Bruda? Karl Busch mußte dir unterschreiben,
vajiß nich!«
Equivalencia Bah, [...]
Identificador –¿Por qué va a ser malo? Con este frío la construcción se habría acabao cualquier día, y
N2, cap. 16, pág. 106 ahora tengo al hombre vigilao. Los hombres que lo trajeron dicen que nadie invitó
Trad. ES 073 jamás a padre a aguardiente. Pero eso no pue ser verdá, los hombres siempre se apoyan
frente a una mujer. Bueno, ahora tengo a padre en casa y conseguiré quitarle la
costumbre de la bebía. Mira, esta es mi máquina de coser. –Y señaló una muy grande y
pesada, casi sin adornos, un objeto muy práctico para una chica tan joven, pensó Karl.
–Parece demasiado pesada para ti, Rieke –comentó–. ¿No preferirías una más ligera?
Esa de la izquierda parece mucho más bonita.
–Esa no vale pa las gruesas telas de abrigo, Karl. Bah, déjalo, no entiendes na d’eso.

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Déjame a mí. Entremos, Karl. Y dime, ¿de verdá no te importa que diga que eres mi
hermano? Ties que firmar como Karl Busch, no lo olvides.
Equivalencia Ø
Identificador [OMISIÓN DEL MENSAJE DE PARTIDA] Els homes que l’han acompanyat a casa diuen
N2, cap. 16, pág. 119 que ningú l’ha convidat a aiguardent, però segur que no és veritat, davant d’una dona
Trad. CAT 073 els homes sempre es defensen els uns als altres. Si tinc el pare a casa, ja procuraré que
deixi el vici de beure. Mira, aquesta és la meva màquina de cosir –i va assenyalar una
màquina bastant grossa sense gaires ornaments, una baluerna molt seriosa per a una
noia tan jove, va pensar Karl Siebrecht.
–És massa grossa per a tu, Rieke! –va dir–. ¿Per què no n’agafes una de més petita?
Aquesta de l’esquerra es veu molt més bonica.
–Però no serveix per a la tela gruixuda dels abrics, Karl! Ø Deixa-ho estar, que tu no hi
entens. Deixa’m fer a mi, vinga, extrem, Karl. Escolta, ¿no et fa res si els dic que ets el
meu germà? I hauràs de signar com a Karl Busch, no te n’oblidis!
Rieke Busch comprueba que su amigo Karl no tiene demasiada idea de máquinas de coser a juzgar por los
comentarios que hace. La chica utiliza na para iniciar un enunciado en el que renuncia a seguir dándole
explicaciones, pues no servirá de nada. Queda manifiesto de esta manera un matiz de resignación y desdén en las
palabras de Rieke hacia Karl. Además de que Karl sepa o no que una máquina es mejor o peor para coser
determinados tipos de tela, no es algo a lo que Rieke le dé importancia. Lo que realmente quiere es darse prisa en
adquirir la máquina. Rosa Pilar Blanco utiliza bah para expresar asimismo ese sentimiento de desdén (Porroche
Ballesteros 2009: 198) y resignación, mientras que Ramon Monton lo suprime. Se podría haber añadido una unidad
como tant se val que introdujera deixa-ho estar, pues es una combinación recurrente en catalán coloquial hablado.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Die Schneiderin, eine ältliche, sonst nicht gerade süße Person, sagte zu ihr beim
N2, cap. 18, pág. 132 Abschied: »Na, Rieke, und wenn de wieder nich Bescheid weeßt, denn fragste mir
TP. DE 074 direkt – de tolle Hintenherum mag ich uff den Tod nich ausstehen!«
Rieke Busch machte ihren allerschönsten Schulmädchenknicks und sagte: »Denn dank
ick ooch schön, Fräulein Zappow!«
»Und mit dem Bügeln von die schweren Stoffe kommste doch nich zurecht, Rieke«,
fuhr Fräulein Zappow kategorisch fort.
Equivalencia Bueno, […]
Identificador La costurera, una persona entrada en años y no precisamente dulce, le dijo al despedirse:
N2, cap. 18, pág. 118 –Bueno, Rieke, si necesitas aprender algo, me lo preguntas directamente. –¡Odio a
Trad. ES 074 muerte hacerlo to a escondías!
Rieke Busch replicó con su mejor reverencia escolar:
–¡Mu agradecía, señorita Zappow!
–Y tampoco se te da bien el planchao de telas pesadas –continuó tajante la señorita
Zappow–.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador La sastressa, una dona de mitjana edat que no tenia precisament un caràcter gaire dolç,
N2, cap. 18, pág. 133 li va dir, a tall de comiat:
Trad. CAT 074 –En fi, Rieke, sempre que tinguis algun dubte m’ho pots preguntar a mi directament. I,
PER CERT, NO PUC NI VEURE AQUELL VELL HIPÒCRITA!5
Rieke Busch va fer una educada reverència de col·legiala i va dir:
–Moltes gràcies, senyoreta Zappow!
–I no crec que puguis planxar les teles gruixudes, Rieke –va continuar dient la
senyoreta Zappow, categòrica.
La señorita Zappow se dirige a Rieke y le comenta, mediante un enunciado encabezado por na, que le puede
preguntar cualquier duda que tenga. Es decir, esta unidad sirve para iniciar un turno de palabra y en este caso
acompaña a un nombre propio de persona, por lo que coincidiría con la acepción de familiaridad (vertraulich) de la
que habla el DWDS. Podemos apreciar que la sastra tutea a Rieke, pero no al contrario, ya que en todo momento
Rieke la trata de Fräulein Zappow. Rosa Pilar Blanco usa la unidad bueno (Calsamiglia y Tusón 2012: 239) y Ramon


5 En el TM catalán se halla un error de sentido en relación al TP. Constatamos que «de tolle
Hintenherum mag ich uff den Tod nich ausstehen!» se ha traducido por «I, per cert, no puc ni
veure aquell vell hipòcrita». Creemos que se debe a un error de lectura en el que se ha confundido
quizá «tolle» con «Olle».

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Monton en fi. Puede que el traductor haya escogido esta unidad debido a que la sastra está a punto de salir del taller
–sagte ihr beim Abschied–. El uso de en fi llega a hacerse un tanto repetitivo, pues parece ser uno de los marcadores que
más se utilizan a lo largo del texto catalán.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »Ach nein?« sagte der Felten sehr aufmerksam, und der Junge wußte sofort, daß er
N2, cap. 19, pág. 141-2 einen Fehler gemacht hatte. »Da haben Sie dich wohl rausgesetzt?«
TP. DE 075 »Keine Spur!« rief Karl Siebrecht. »Was Sie bloß denken, Herr Felten. Ich müßte auch
erst den Oberingenieur fragen. Sicher ist noch gar nichts.«
»Soso. Na ja, denn mach mal schnell, Karl. Du mußt heute mindestens viermal fahren.«
»Es würde auch eine Kleinigkeit extra kosten, wenn ich dann vormittags käme«, bohrte
Karl Siebrecht weiter.
Equivalencia Pues
Identificador –¿Ah, no? –replicó el señor Felten muy atento, y en ese mismo instante el chico supo
N2, cap. 19, pág. 126 que había cometido un error–. Te han despedido, ¿eh?
Trad. ES 075 –¡De eso nada! –exclamó Karl Siebrecht–. ¡Qué cosas se le ocurren señor Felten! Ade-
más, tendría que preguntar antes al ingeniero jefe. Todavía no hay nada seguro.
–Vale, vale. Pues entonces date prisa, Karl. Hoy tienes que hacer por lo menos cuatro
viajes.
–Si viniera por las mañanas, solo le costaría un poco más –insistió Karl Siebrecht.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –¿Ah, no? –va dir Felten, astutament, i el noi es va adonar de seguida que acabava de
N2, cap. 19, pág. 143 cometre un error–. ¿És que t’han acomiadat?
Trad. CAT 075 –No, i ara! –va exclamar Karl Siebrecht–. No sé pas què es pensa, senyor Felten. Pri-
mer haig de parlar amb l’enginyer superior. Encara no estic segur de si podré treballar
més hores per a vostè.
–Vaja, vaja. En fi, val més que no t’entretinguis, Karl. Avui hauràs de fer almenys
quatre viatges.
–Però li costarà una mica més si vinc també al matí –va insistir Karl Siebrecht.
En este fragmento, Karl Siebrecht se dirige a su trabajo de repartidor antes de la hora habitual, porque acaba de
ser despedido del taller de delineación. El chico propone a su jefe, el señor Felten, acudir unas horas antes de lo
normal e incluso hacer jornada completa durante unas semanas. Al oír esta propuesta, Felten sospecha y tiene el
atrevimiento de preguntarle a Siebrecht si han prescindido de él en el taller, algo que ofende a Karl y le hace
saltar. El jefe decide no continuar con su propósito de averiguar lo que ha pasado, ya que el tiempo es oro y hay
que hacer muchas entregas. El hablante da por cerrado un tema concreto con el enunciado que introduce na ja y
utiliza este marcador como puente para empezar a hablar de otra cosa (WDP 2009: 586, 3.3.f.). En español el
marcador pues también puede cubrir las funciones de transición e iniciación. Ramon Monton, por su parte,
emplea en su traducción en fi con lo que se da por rematado el segmento en el que Felten indaga sobre el
posible despido de Siebrecht. En nuestra opinión, a pesar de ser este habitualmente un marcador de finalización
tanto en español como en catalán (GCC, Cuenca 2002: 179; Calsamiglia y Tusón 2012: 237), actúa al menos en este
contexto dando paso a otro tema y por ende introduciéndolo.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Was, noch mehr?!« rief Herr Felten. […] »Kommt gar nicht in Frage, Karl! Zwanzig
N2, cap. 19, pág. 142 Mark sind mir schon lange viel zuviel!«
TP. DE 076 »Meine Arbeit ist bestimmt zwanzig Mark wert!«
»Stimmt! Alles, was wahr ist! Aber rechnen kannst du nicht, Karl! Wenn ich mir nun
einen Laufburschen für zwölf Marknehme –«
»Was der schon tut für zwölf Mark in der Woche! Das ist doch Bruch, Herr Felten!«
»Gewiß wird er weniger tun als du, Karl. Aber der ist dann zehn, elf Stunden hier, und
in der Zeit schafft er für seine zwölf Mark eben doch soviel wie du für deine zwanzig
in vier Stunden! Da habe ich doch recht, Karl?« Karl schwieg. »Na, ich will nicht so
sein, Karl. Ich will dich ja auch nicht auf zwölf Mark runtersetzen, aber von der nächs-
ten Woche an sagen wir fünfzehn, was? Ich kann doch kein Geld an dir verlieren!«
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador –¿Cómo, más aún? –exclamó el señor Felten–. ¡Ni hablar del peluquín, Karl! Con con-
N2, cap. 19, pág. 126-7 tratar a un recadero por doce marcos...
Trad. ES 076 –¿Y qué haría ese por doce marcos a la semana? ¡No valdría nada, señor Felten!

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–Seguro que hará menos que tú, Karl. Pero estará aquí diez, once horas, y en ese tiem-
po por doce marcos hará lo mismo que tú por veinte en cuatro horas. ¿Tengo razón o
no la tengo, Karl?
–El chico calló–. Bueno, no quiero ser así, Karl. Tampoco pretendo bajarte el sueldo a
doce marcos, pero desde la semana que viene digamos que quince, ¿vale? ¡No puedo
perder dinero contigo!
Equivalencia Mira, [...]
Identificador –¿Què, encara més? –va exclamar el senyor Felten–.
N2, cap. 19, pág. 143-4 De cap de les maneres, Karl! Vint marcs ja són prou diners!
Trad. CAT 076 –Però la meva feina els val!
–D’acord, però em sembla que no en saps gaire, de comptar, Karl! Pensa que podria
trobar un noi dels encàrrecs per dotze marcs!
–¿I què farà per dotze marcs a la setmana? Això és una misèria, senyor Felten!
–Segur que no treballarà tant com tu, Karl. Però com que passarà deu o onze hores
aquí, farà per dotze marcs el mateix que fas tu en quatre hores per vint marcs! ¿Oi que
tinc raó, Karl? –Karl no deia res–. Mira, no vull abusar, Karl. No et rebaixaré el sou a
dotze marcs però, a partir de la setmana que ve, te’n donaré quinze, ¿d’acord? No vull
perdre diners amb tu!
El señor Felten retoma la palabra con na después del silencio que se produce cuando Karl no responde a la
pregunta de si tiene o no razón. Esta unidad tiene en este caso la función de continuidad discursiva y como puede
observarse introduce una explicación en la que Felten le hace ver al joven que puede ponerse en su piel y que no le
bajará el sueldo a doce marcos. Las soluciones bueno (es.) y mira (cat.) son más que satisfactorias para cubrir la
equivalencia funcional (continuidad/introducción explicativa) en los TM. Estas funciones se recogen en el DCODE
de Catalina Fuentes (bueno, 3 y 4, 2009: 62) y en Cuenca (GCC, 2002: 3226).

Marcador pragmático Na denn! / Na denn! / Na denn!


conversacional
Identificador »Was ist Schacht?« fragte Karl Siebrecht. »Und was ist ein Smutje?«
N2, cap. 19, pág. 144-5 »Schacht sind Prügel, und Smutje ist der Koch«, sagte der andere schnell. »Wollen wir
TP. DE 077 nun die Pakete im Dreck liegen lassen, oder wollen wir sie wieder aufladen?«
»Aufladen!« Der Junge gefiel ihm immer besser. »Aber wir brauchen sie nicht wieder zu
packen. Zehn Häuser weiter lade ich ab –das Stück schiebe ich.«
»Gemacht! « sagte der andere, und schweigend luden die beiden auf.
»Na denn! Ich danke dir auch schön«, sagte Karl Siebrecht, als sie damit fertig waren.
»Warte! Das Stück gehe ich noch mit«, meinte der andere und half schieben.
»Na denn!« sagte Karl Siebrecht wieder, als sie vor dem Haus angelangt waren.
»Bringst du parterre oder höher? « fragte der Matrose, aber er war wohl nur ein Schiffs-
junge.
»Zweiter Stock!«
»Dann also los!« sagte der und belud sich mit einem Stoß Pakete.
»Ich kann dir aber nichts geben –« mußte Karl Siebrecht nun doch sagen.
»Halt doch den Rand! Hab ich dich schon um was gebeten? Ich hab gerade eine Vier-
telstunde Zeit.«
Und sie buckelten gemeinsam die Pakete in den zweiten Stock.
»Na denn! Danke auch schön!« sagte Karl Siebrecht zum dritten Mal, als sie wieder
unten auf der Straße waren.
Equivalencia ¡Ya está! / ¡Hasta otra! / Bueno, hombre, pues
Identificador –¿Qué es eso de leña? –preguntó Karl–. ¿Y qué es un marmitón?
N2, cap. 19, pág. 128 –Leña son palos, y marmitón es el cocinero –respondió el otro deprisa–. ¿Dejamos los
Trad. ES 077 paquetes tirados en el barro o volvemos a cargarlos?
–¡A cargarlos! –El chico cada vez le caía mejor–. Pero no tenemos que volver a emba-
larlos. Me toca descargar diez casas más allá; ese trozo empujaré yo.
–¡Hecho! –repuso el otro, y ambos cargaron en silencio.
–¡Ya está! Oye, muchas gracias –dijo Karl cuando terminaron.
–Espera, te acompaño el trecho que falta –dijo el otro, ayudando a empujar.
–¡Hasta otra! –volvió a decir Karl Siebrecht cuando llegaron al edificio.
–¿Vas a dejarlo en la planta baja o más arriba? –preguntó el marinero, aunque segura-
mente era un simple grumete.
–Voy al segundo piso.
–Pues vamos allá –dijo el chico cargando con una pila de paquetes.

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–Pero no puedo darte nada… –lo informó Karl.
–¡Cierra el pico! ¿Acaso te he pedido algo? Justo ahora tengo un cuarto de hora libre.
Y transportaron juntos los paquetes hasta el segundo piso.
–Bueno, hombre, pues muchas gracias –dijo Karl Siebrecht por tercera vez cuando
volvieron a la calle.
Equivalencia Molt bé, [...] / Molt bé! / Molt bé!
Identificador Massa llenya i poc pinso!
N2, cap. 19, pág. 145-6 –¿Què vols dir? –va preguntar Karl Siebrecht.
Trad. CAT 077 –Que em clavaven massa garrotades i em donaven molt poc menjar! –va dir l’altre,
ràpidament–. –¿Què vols fer, deixem els paquets aquí tirats o els tornem a carregar al
tricicle?
–Tornem-los a carregar! –va dir Siebrecht, que a cada cop trobava més simpàtic aquell
noi–. Però no tornaré a pujar al tricicle. Deu edificis més enllà ja els haig de descarre-
gar, o sigui que l’empenyeré com si fos un carretó.
–D’acord! –va dir l’altre, i van carregar en silenci els paquets al tricicle.
–Molt bé, doncs moltes gràcies –va dir Karl Siebrecht, quan van acabar.
–Espera’t, ja t’acompanyo –va dir l’altre, i el va ajudar a empènyer el tricicle.
–Molt bé! –va repetir Karl Siebrecht, quan van arribar davant la casa.
–¿Has de deixar els paquets a la planta baixa o més amunt? –va preguntar el mariner,
que només devia ser un grumet.
–Al segon pis!
–Som-hi, doncs! –va dir, i va agafar un munt de paquets.
–Però no et podré donar res, ¿sents? –el va advertir Karl Siebrecht.
–Tanca la boca! ¿Que t’he demanat res, jo? Encara tinc un quart d’hora.
I van traginar junts els paquets fins al segon pis.
–Molt bé! Doncs moltes gràcies! –va repetir Karl Siebrecht per tercera vegada, quan
van tornar a ser al carrer.
Karl Siebrecht pronuncia na denn en tres ocasiones dentro de un espacio cercano en el discurso. El protagonista, que
acaba de salir de la compañía de Felten, está inmerso en sus pensamientos por lo acontecido y a la vez preocupado por
la incertidumbre que le depara el futuro. En ese momento cae de la bicicleta en la que transporta los paquetes que tiene
que repartir. Cubierto por la mercancía transportada, se le acerca un muchacho y entre los dos cargan los paquetes en la
bicicleta, a lo que Karl agradecido dice »Na denn! Ich danke dir auch schön«, una vez han acabado de colocar el género. Su
nuevo acompañante decide ir con él hasta el portal donde tiene que entregar uno de sus pedidos. Allí Karl vuelve a
repetir el mismo marcador y hasta en una tercera ocasión cuando ya han bajado a la calle. En los tres casos, el marcador
introduce un enunciado de gratificación y despedida (WDP 2009: 582, 3.3.c.). No obstante, na denn aparece aislado en el
segundo enunciado, aunque se encuentra emplazado en una posición en la que se sobrentiende el sentido gracias al
cotexto y contexto más inmediato. Rosa Pilar Blanco ofrece un amplio abanico de posibilidades para el marcador, a
diferencia de Ramon Monton que opta por seguir el patrón de Fallada y traducir na denn por molt bé en las tres ocasio-
nes. La traductora española evita la reiteración del marcador y escoge tres posibilidades para trasladarlo al TM: ya está,
¡hasta otra!, bueno, hombre, pues. Estas alternativas, sobre todo las dos primeras, albergan un matiz de separación, en defini-
tiva de adiós. La última es la menos transparente, aunque una vez se estudia en su contexto, su significado es diáfano,
pues es una fórmula oral que cualquier hispanohablante podría usar para dar las gracias a modo de despedida.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Der andere lachte. Ein vergnügtes, sehr lautes Lachen. Aber diesmal lachte Karl Sieb-
N2, cap. 19, pág. 145 recht nicht mit, er war mißtrauisch geworden. Bedenken stiegen in ihm auf über diesen
TP. DE 078 anhänglichen Begleiter. »Gemeine Kälte heute!« sagte der, während Karl Siebrecht
fleißig trat.
»Ja«, wurde ihm nur kurz geantwortet.
»Na, in der Jerusalemer werde ich erst mal einen steifen Grog genehmigen«, meinte der
Seefahrer. »Da gibt’s doch was, wo man einen Grog kriegen kann?«
Equivalencia Ø
Identificador El chico se echó a reír. Fue la suya una risa satisfecha, muy ruidosa. Pero esta vez Karl
N2, cap. 19, pág. 129 no la secundó, se había despertado su desconfianza. Le asaltaron las dudas sobre ese
Trad. ES 078 acompañante tan pegajoso.
–¡Menudo frío hace hoy! –dijo el otro mientras Karl pedaleaba con brío.
–Sí –fue la sucinta respuesta.
–Ø Lo primero que haré en Jerusalemer será tomarme un grog bien fuerte –comentó el
marinero–. Porque allí habrá algún sitio donde tomarse un grog, ¿no?

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Equivalencia Ø
Identificador L’altre es va posar a riure alegrement, però aquest cop Karl Siebrecht no va riure pas,
N2, cap. 19, pág. 146 perquè, de cop i volta, havia deixat de confiar en aquell acompanyant tan fidel.
Trad. CAT 078 –Quin fred que fa, avui! –va dir, mentre Karl Siebrecht pedalava enèrgicament.
–Sí –va respondre Karl, lacònic.
–Ø Quan arribi a la Jerusalemer Strasse em prendré un grog ben fort –va dir el mari-
ner–. ¿Saps d’algun lloc on serveixin grog?
Kalli Flau está animado y pretende entablar una conversación con Karl Siebrecht, quien empieza a desconfiar de su
acompañante. El joven grumete le comunica a Karl que lo primero que hará en la Jerusalemerstrasse será tomarse
un grog, en su ánimo de no cesar el intercambio comunicativo. En este contexto, na introduce una explicación y da
continuidad al discurso, a la vez que muestra esas incesantes ganas de proseguir la comunicación. Ambos traducto-
res han omitido el marcador y bien podrían haber recurrido a una unidad como mira o mira, pues / mira, doncs.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Ich wollte dir bloß noch was sagen ...«
N2, cap. 19, pág. 147 »Was denn? Mach schon – mir ist saukalt!«
TP. DE 079 »Mir auch. Ich habe dich nämlich vorhin angesohlt: ich trinke gar keinen Grog. Ich
vertrage keinen, verstehst du?«
»Ja …« sagte Karl Siebrecht zögernd, Das war alles etwas seltsam. Der Mensch sah auf
einmal so erbärmlich aus.
Der machte plötzlich eine große, aber ungeschickte Bewegung. »Das wollte ich dir bloß
sagen. Damit du nicht denkst, ich bin ein Lügner.«
»Na, das macht ja nichts. Ist schon gut«, meinte Karl Siebrecht etwas verlegen.
»Also denn!« sagte der andere, schwieg, ging aber noch immer nicht. Nach einem Au-
genblick sagte er: »Was ich dich fragen wollte …« Er zögerte, dann sagte er rasch: »Wie
heißt du eigentlich?«
Equivalencia Bueno, hombre, […]
Identificador –Solo quería decirte una cosa más...
N2, cap. 19, pág. 130-1 –¿De qué se trata? ¡Date prisa, estoy pasmado de frío!
Trad. ES 079 –Yo también. Es que antes te he mentido: yo no bebo grog. No aguanto ni uno, ¿en-
tiendes?
–Sí… –contestó Karl vacilante. Todo aquello era algo raro. Este tipo parecía de pronto
tan digno de lástima.
Esbozó un movimiento ampuloso, aunque torpe.
–Solo quería decirte eso. Para que no pienses que soy un mentiroso.
–Bueno, hombre, no tiene importancia. Solucionado –dijo Karl con cierta turbación.
–Vale, pues… –dijo el otro, y calló, pero seguía sin marcharse. Al cabo de un rato aña-
dió–: Lo que quería preguntarte... –Vaciló, y dijo deprisa–: Por cierto, ¿cómo te llamas?
Equivalencia D’acord, [...]
Identificador –Només et volia dir una cosa...
N2, cap. 19, pág. 148-9 –¿Què vols? Digues-ho d’una vegada! Tinc molt de fred!
Trad. CAT 079 –Jo també. Et volia dir que abans t’he mentit: no sóc bevedor de grog. No el suporto,
¿ho entens?
–Sí... –va dir Karl Siebrecht, vacil·lant. Allò era molt estrany. De cop i volta, aquell noi
li inspirava llàstima.
L’altre va fer un moviment ampul·lós però maldestre.
–T’ho volia dir perquè no et pensis que sóc un mentider.
–D’acord, no passa res –va dir Karl Siebrecht, una mica cohibit.
–Molt bé! –va dir l’altre, i es va quedar callat, però no se n’anava i, al cap d’un moment,
va dir–: ¿Com et dius, de fet?
En este caso na aparece en un enunciado afirmativo que introduce una reacción favorable a las palabras de
Kalli Flau, el grumete de Bremen. Este último quiere mejorar su imagen ante Karl diciéndole que no tolera el
grog, como le había dicho antes, cuando quería tomarse una copa. Karl quita hierro al asunto y mediante un na
inicia un enunciado en el que le hace ver que no lo considera un mal chico. En español la combinación bueno,
hombre se ocupa de introducir el enunciado que contrarresta la opinión negativa que Karl haya podido forjarse de
Kalli. En catalán nos encontramos una vez más con una solución muy neutra, un d’acord. En nuestra opinión,
el traductor podría haber optado por un grupo de marcadores para evitar así la repetición constante de esta unidad.
Proponemos una solución como vinga, va, no passa res.

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Marcador pragmático Na schön, [...]
conversacional
Identificador »Was morgen wird, das werden wir noch sehen! Jetzt schläfst du erst mal hier, und
N2, cap. 19, pág. 150 morgen, ganz zeitig, bin ich wieder da und lasse dich raus. Ich schließ dich ein, das
TP. DE 080 darfst du mir nicht übelnehmen.«
»I wo! Ich werde schlafen, sage ich dir!«
»Und paß gut auf, mit dem Licht und dem Feuer! Bist du auch wirklich satt? Na schön,
morgen früh bringe ich mehr, Kalli, auch eine Kanne Kaffee. Gute Nacht, Kalli!«
»Gute Nacht, Karl! Gott, werde ich schlafen!«
»Ich auch, Kalli! Gute Nacht!«
Equivalencia Vale, [...]
Identificador –¡Ya veremos lo que pasa mañana! De momento dormirás aquí, volveré para abrirte
N2, cap. 19, pág. 133 mañana muy temprano. Te dejaré encerrado, no creo que te lo tomes a mal.
Trad. ES 080 –¡Para nada! Dormiré como un tronco, te lo aseguro.
–Y ten mucho cuidado con la luz y con el fuego. ¿De verdad estás saciado? Vale, ma-
ñana temprano traeré más, Kalli, incluyendo una jarra de café. Buenas noches, Kalli.
–Buenas noches, Karl. ¡Dios, voy a dormir como un tronco!
–Yo también, Kalli. Buenas noches.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –Demà ja en parlarem! De moment dorm una mica aquí i demà al matí, ben d’hora,
N2, cap. 19, pág. 151-2 vindré i et deixaré sortir. T’haig de tancar amb clau, no t’ho agafis malament.
Trad. CAT 080 –No pateixis! T’asseguro que dormiré com una soca!
–I apaga el llum i l’estufa! ¿Estàs tip de debò? En fi, demà te’n portaré més, Kalli, i
també una gerra de cafè. Bona nit, Kalli!
–Bona nit, Karl! Valga’m Déu, que bé que dormiré!
–Jo també, Kalli! Bona nit!
Karl mete a Kalli Flau, a quien acaba de conocer, en el taller del señor Felten con la intención de que pase allí la noche.
Le proporciona lo poco que lleva de comer encima y le pregunta si se ha quedado satisfecho. Ya desde un principio se
deduce que el muchacho lleva algunos días sin comer, y sin que se haga explícito que el muchacho no se ha podido
saciar, Karl continúa con su intervención e introduce con na schön que mañana traerá más comida. Así pues, se ve la
actitud condescendiente y conforme del protagonista hacia el que más tarde se convertirá en un buen amigo. Esta
función se transmite con las unidades vale (DCODE 2009: 346) y en fi, respectivamente.

Observamos una vez más la preferencia exclusiva por en fi de Ramon Monton. En nuestra opinión, se podría haber
optado por la unidad española vale, con lo que naturalmente se transgrederían las normas lingüísticas. Con todo, vale
aparece en las conversaciones coloquiales en catalán, puesto que es un marcador conversacional muy productivo que
los hablantes han adoptado debido a la convivencia de las dos lenguas. En la evocación de los diálogos, por lo tanto,
no sería erróneo reproducir la realidad y optar por esta unidad o en su defecto por val, que existe y se utiliza repetida-
mente en el habla coloquial, pero que el DIEC no recoge, porque no pertenece al repertorio de la lengua normativa.

Marcador pragmático Na also!


conversacional
Identificador Rieke Busch stellte oft Vergleiche an zwischen den Proletariern des Weddings und
N2, cap. 36, pág. 295 diesen Damen, die auf den Schnepfenstrich zogen, und diese Vergleiche konnten nicht
TP. DE 081 zum Vorteil der neuen Wohnung ausfallen. Karl Siebrecht aber sagte gereizt: »Ach was,
Rieke, was sollen die ewigen Quengeleien? Das weiß ich alles selbst. Aber kennst du
eine Wohnung und einen Laden, die günstiger für meine Zwecke liegen? Na also!«
Equivalencia ¡Pues a callar!
Identificador Rieke Busch hacía frecuentes comparaciones entre los proletarios de Wedding y esas damas
N2, cap. 36, pág. 259 que hacían la calle, comparaciones poco halagüeñas precisamente para la nueva vivienda.
Trad. ES 081 –¿A qué vienen esas continuas quejas, Rieke? –inquiría Karl Siebrecht irritado–. De
sobra lo sé. Pero ¿conoces una vivienda y una tienda mejor situadas para mis fines?
¡Pues a callar!
Equivalencia Doncs no cal que en parlem més!
Identificador Rieke Busch comparava sovint els proletaris de Wedding i aquelles senyores que volta-
N2, cap. 36, pág. 295 ven pels carrers i aquella comparació no afavoria gens el concepte que tenia del seu
Trad. CAT 081 nou domicili.
–Vinga, Rieke! –protestava Karl Siebrecht, irritat–. Ja n’hi ha prou, de rondinar! Ja ho
sé, tot això que em dius. Però ¿on podria trobar un pis amb botiga que m’anés millor
per al negoci? Doncs no cal que en parlem més!

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En este fragmento se relata el traslado de vivienda al barrio de Schöneberg, ya que Karl necesita estar delante
de una de las estaciones principales, en este caso de la Stettiner Bahnhof, con el fin de poner en marcha el negocio
de transporte de equipajes que con tanta ilusión anhela. Rieke Busch no está del todo convencida de poder
sentirse a gusto en su nuevo entorno, porque la vivienda tiene poca luz y el sistema de ventilación es
insatisfactorio. Además, el ambiente que se respira en las calles no le acaba de gustar por los locales en los que se
llevan a cabo negocios sucios y por las señoritas que ejercen la prostitución. Karl le reprocha sus quejas y le dice
que no hay mejor sitio para su negocio. En este contexto, Karl le pregunta si conoce un lugar más idóneo para sus
menesteres. La joven no reacciona y él mismo responde con na also!, con lo que da por concluida la discusión. En la
versión española y catalana se recurre a una traducción mediante dos expresiones que pertenecen al día a día y que
están fijadas en la lengua: ¡pues a callar! y doncs no cal que en parlem més! Las tres expresiones indican que el hablante tiene
razón en lo dicho y el silencio de la interlocutora es prueba de ello.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Das sagen Sie nun auch!« sagte Herr Beese und lächelte. Es war ein kümmerliches, es
N2, cap. 63, pág. 435 war ein erbärmliches Lächeln, aber es war ein Lächeln. Er nahm seine Mütze ab. »Und
TP. DE 082 nun kieken Sie mal!«
Ja, das war nun freilich nicht mehr zu übersehen: quer über Herrn Beeses glatten run-
den Schädel lief eine breite, feurige Narbe. »Granatsplitter?« fragte Karl Siebrecht
sachverständig.
Herr Beese nickte nur. »Douaumont!« sagte er kurz.
»Na, dann kucken Sie mich auch mal ab, Herr Beese!« forderte Karl Siebrecht ihn auf
und nahm seinen weichen Filzhut ab. Er mußte ziemlich tief in die Kniebeuge gehen,
denn Herr Beese war ja nur ein kleiner Mann. »Fühlen Sie ruhig unter meinen Haaren!
Sie läuft fast wie bei Ihnen – Verdun!«
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador ¡Qué cosas dice! –exclamó el señor Beese esbozando una sonrisa; una sonrisa raquítica,
N2, cap. 63, pág. 378-9 lastimosa, pero sonrisa al fin y al cabo. Se quitó la gorra–. ¡Vea esto!
Trad. ES 082 Sí, era imposible pasarlo por alto: una cicatriz ancha y roja como el fuego atravesaba el
cráneo liso y redondo del señor Beese.
–¿Un fragmento de granada? –preguntó Karl con conocimiento de causa.
El señor Beese se limitó a asentir con la cabeza.
–Douaumont –precisó.
–Bueno, pues entonces eche otro vistazo a esto, señor Beese –le rogó él, quitándose su
blando sombrero flexible. Tuvo que doblar mucho las rodillas, porque el señor Beese
era un hombre bajo–.
Toque tranquilamente por debajo del pelo. Es casi igual que la suya... ¡Verdún!
Equivalencia Doncs
Identificador –Això és el que es pensa! –va dir el senyor Beese, somrient. Era un somriure esquifit,
N2, cap. 63, pág. 431 llastimós, deplorable, però al capdavall era un somriure. Es va treure la gorra–. Miri, miri!
Trad. CAT 082 I ho va veure de seguida. Una ampla cicatriu de color vermell intens travessava el crani
rodó i llis del senyor Beese.
–¿Metralla? –va preguntar Karl Siebrecht, com un entès en matèria.
El senyor Beese va assentir amb el cap.
–Donaumont! –va afegir, simplement.
–Doncs miri això, senyor Beese! –va replicar Karl Siebrecht, i es va treure el tou barret
de feltre, tot i que es va haver d’ajupir força perquè el senyor Beese era molt baixet–.
Toqui, toqui, aquí, sota els cabells! Quasi al mateix lloc que la seva... Verdun!
El marcador na funciona otra vez como unidad exhortativa (WDP 2009: 579, 3.1.c.). Karl Siebrecht indica al
transportista Beese en su intervención –iniciada con na– que mire detrás de sus cabellos para descubrir la cicatriz que
se esconde en la parte trasera de su cabeza. Todavía conserva una marca, fruto de la batalla de Verdún. Bueno
y doncs ejecutan el mismo papel que el marcador alemán.

Marcador pragmático Na, [...]?


conversacional
Identificador Karl Siebrecht wandte sich zögernd zum Ausgang. Ein Verkäufer ging an ihm vorüber.
N2, cap. 63, pág. 437-8 Flüchtig sahen sie einander an, gleichzeitig erkannten sie sich, mit einem Ruck blieben
TP. DE 083 sie beide stehen. »Na, Haifisch?« fragte Hans Tischendorf, ganz im Ton des Stettiner
Bahnhofs und grinste dabei ungemein.
»Was machst du denn hier bei uns? Auto kaufen, was? Ich empfehle dir den Packard da

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hinten, kostet nur eine Kleinigkeit, viertausend Dollar – he?« Und er lachte. Er hatte
noch immer das bleiche, käsige Gesicht mit den unruhigen Mausaugen, aber die Pickel
waren verschwunden, und die Ratte war sehr selbstsicher geworden.
[…]
»Du bist also doch in der alten Branche geblieben, genau wie auf dem Stettiner Bahn-
hof, wo dir manchmal Koffer verlorengingen, Tischendorf!« sagte Karl Siebrecht kalt.
Equivalencia ¿Qué tal, […]?
Identificador Karl Siebrecht se dirigió vacilante a la salida. Un vendedor pasó a su lado. Sus ojos se
N2, cap. 63, pág. 380-1 cruzaron y se reconocieron: se detuvieron de golpe.
Trad. ES 083 –¿Qué tal, tiburón? –preguntó Hans Tischendorf, con el mismo tono de la estación de
Stettin, esbozando una abierta sonrisa–. ¿Qué haces aquí, con nosotros? Comprar un
coche, ¿eh? Te recomiendo ese Packard de ahí detrás, cuesta una bagatela, apenas cua-
tro mil dólares... –Y rio.
Aún tenía la cara pálida como el queso, y ojos inquietos de ratón, pero los granos ha-
bían desaparecido, y el ratón había adquirido mucha seguridad en sí mismo. Sin duda
Tischendorf había tenido éxito, y tampoco tenía aspecto de haber ido al frente.
[...]
–Así que continúas en el antiguo ramo, igual que en la estación de Stettin, donde a
veces distraías maletas, ¿verdad, Tischendorf? –replicó Karl con frialdad.
Equivalencia ¿I doncs, [...]?
Identificador Karl Siebrecht es va dirigir vacil·lant cap a la sortida i un venedor li va passar pel da-
N2, cap. 63, pág. 433-4 vant. Es van mirar fugaçment, es van reconèixer de seguida i tots dos es van aturar.
Trad. CAT 083 –¿I doncs, tauró? –va preguntar Hans Tischendorf, somrient, en el mateix to que feia
servir a l’estació de Stettin–. ¿Què hi fas, aquí? ¿Vols comprar un cotxe, oi? Et recomano
el Packard d’allà darrere, una ganga, quatre mil dòlars, ¿què et sembla? –i es va posar a
riure. Continuava tenint la mateixa cara pàl·lida i macilenta i els mateixos ulls inquiets de
ratolí, però ja no tenia acne i la rata s’havia convertit en un home segur de si mateix.
Segur que Tischendorf havia tingut èxit i no semblava pas que hagués estat a la guerra.
[...]
–O sigui que continues al mateix gremi, ¿oi, Tischendorf? Com a l’estació de Stettin, en
què de tant en tant perdies maletes! –va dir Karl Siebrecht, fredament.
Su antiguo adversario Tischendorf se cruza por casualidad con Siebrecht en el negocio de coches de Gollmer y le
pregunta por su estado con un na en vez de con un wie geht’s? Se trata en este caso de un marcador conversacional,
ya que es una unidad que sirve para interactuar y con la que se da comienzo a una conversación entre personas que
ya se conocen (vertrauliche Anrede, DWDS). Además, después de haber pasado tantos años, se adivina la curiosidad y,
por ende, las ganas de conversar de Tischendorf. En castellano, la traductora se decide por qué tal y en catalán,
Ramon Monton por i doncs? Ambas expresiones consiguen mostrar el propósito del original.

Marcador pragmático Na schön / Na schön


conversacional
Identificador »Schön. Dann werden wir Ihnen zwei Handtaschen mit diesem Dreck vollstopfen, und
N2, cap. 77, pág. 505-6 Sie werden für mich einkaufen gehen.«
TP. DE 084 »Was soll ich denn für Sie einkaufen?«
»Irgendwas! Fahrräder, Autos, Stoffe, Uhren, Seife – was Sie eben kriegen. Ist ja ganz
egal, bloß, daß ich dies Zeugs loswerde!«
»Ich fürchte, ich bin ein schlechter Händler, Herr Engelbrecht.«
»Sie sollen auch gar nicht handeln, Sie sollen kaufen, was Ihnen vor die Nase kommt.
Am schönsten wären Autos – wissen Sie nicht jemanden, der mit alten Autos handelt?«
Karl Siebrecht fiel jemand ein. Er antwortete kurz: »Vielleicht.«
»Na schön«, sagte Engelbrecht. »Klemmen Sie sich tüchtig dahinter, es soll Ihr Schade
nicht sein. Ich werde Sie mit Ware, nicht mit Geld bezahlen.«
»Herr Engelbrecht, ich suche aber eine dauernde Beschäftigung, ich würde auch einen
Lastzug hier in Berlin führen. Ich brauche auch ein Zimmer hier in der Nähe, einen
Vorschuß…«
Der Händler richtete seine dunklen, glanzlosen, zu kleinen Augen auf ihn. » Na schön, das
können Sie alles haben. Vorschuß nehmen Sie sich von dem Geld, soviel Sie brauchen […]«
Equivalencia Estupendo / De acuerdo
Identificador –Bien. Entonces atiborraremos dos maletines con esta basura, y saldrá usted de com-
N2, cap. 77, pág. 437-8 pras para mí.
Trad. ES 084 –¿Qué tengo que comprarle?

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–¡Cualquier cosa! Bicicletas, coches, telas, relojes, jabón..., lo que consiga. ¡Da comple-
tamente igual, lo importante es que me libre de esto!
–Me temo que soy mal negociante, señor Engelbrecht.
–No tiene usted que negociar nada, compre lo que vea. Lo mejor sería automóviles…
¿No sabrá de alguien que comercie con coches usados?
Karl Siebrecht hizo memoria.
–Quizá –fue su lacónica respuesta.
–Estupendo –dijo Engelbrecht–. Esfuércese todo lo que pueda, que no le perjudicará.
Le pagaré con mercancía, no con dinero.
–Pero señor Engelbrecht, yo busco una ocupación permanente, estaría dispuesto a con-
ducir un camión aquí, en Berlín. También necesito una habitación cerca, y un anticipo...
El tratante dirigió hacia él sus ojillos oscuros, sin brillo.
–De acuerdo no hay problema. El anticipo puede tomarlo del dinero, todo lo que
necesite [...]
Equivalencia Molt bé / D’acord, [...]
Identificador –Molt bé. Llavors li omplirem dues bosses amb aquesta porqueria i se n’anirà a com-
N2, cap. 77, pág. 502 prar per a mi.
Trad. CAT 084 –¿I què vol que li compri?
–El que sigui! Bicicletes, automòbils, teles, rellotges, sabó, tot el que trobi. M’és indife-
rent, mentre em serveixi per desempallegar-me d’aquesta merda!
–Em temo que sóc un mal negociant, senyor Engelbrecht.
–No cal que negociï res. Només ha de comprar tot el que li passi pel davant. Però
sobretot m’agradaria que fossin automòbils. ¿Sap d’algú que es dediqui a vendre cotxes
usats?
Karl Siebrecht va recordar algú que s’hi dedicava, i va respondre, lacònicament:
–Potser sí.
–Molt bé –va dir Engelbrecht–. Doncs ja es pot començar a organitzar, segur que no
hi sortirà perdent. Però vull que sàpiga que li pagaré en gènere i no pas en diners.
–Però senyor Engelbrecht, jo busco una feina estable, fins i tot estaria disposat a portar
un camió per Berlín. I també necessito una habitació per aquí a prop i un avançament
...
El comerciant se’l va mirar amb els seus ulls foscos, opacs i diminuts.
–D’acord, ja hi pot comptar. I si necessita un avançament, agafi tots els diners que
necessiti [...]
El señor Engelbrecht quiere deshacerse del dinero devaluado y pregunta a Karl si conoce a alguien que venda co-
ches usados para poder comprarlos. El muchacho recuerda el encuentro con Tischendorf en el antiguo negocio de
Gollmer y responde que quizá sí. El hombre pronuncia na schön cuando escucha esa afirmación parcial, que indica
complacencia. Este sentimiento se traslada a las traducciones mediante estupendo y molt bé.

Posteriormente, Karl hace a Engelbrecht conocedor de su situación y comenta que anda buscando un trabajo esta-
ble, así como que también necesita una habitación y un anticipo. Engelbrecht vuelve a decir na schön. Esta unidad
muestra una actitud condescendiente hacia el interlocutor, tal y como reflejan los elementos por los que han optado
ambos traductores: de acuerdo y d’acord.

Marcador pragmático Na, schön, [...] / Na schön


conversacional
Identificador »Habe ich nie anders erwartet, Haifisch!« antwortete Siebrecht und nahm die Papiere.
N2, cap. 77, pág. 510-1 Sie sahen ganz manierlich aus, die Papiere. Natürlich, es waren alte Wagen, es waren
TP. DE 085 auch sehr gefahrene Wagen, aber eigentlich mußte mit ihnen etwas anzufangen sein.
Besser als Papiergeld waren sie jedenfalls.
»Na, schön, Tischendorf«, sagte Karl Siebrecht und legte die Papiere wieder zusam-
men. »Das kann unter Umständen was werden. Ich will mir die Autos morgen früh mal
ansehen.«
[…]
»Dafür kriegst du bei mir die Wagen billiger!«
Sie sahen einander beide prüfend an. Jeder in einiger Unruhe, es könnte aus dem Ge-
schäft doch nichts werden.
»Na schön«, sagte Karl Siebrecht dann. »Werde ich mir ein Taxi nehmen und schnell
nach Weißensee rausfahren. Es ist zwar dunkel, aber etwas werde ich von den Autos
doch sehen.«

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Equivalencia Bien, [...] / De acuerdo
Identificador –¡No esperaba otra cosa, tiburón! –contestó Karl alcanzando los papeles.
N2, cap. 77, pág. 441-2 Tenían un aspecto muy decente, esos papeles. Desde luego los vehículos eran viejos, y
Trad. ES 085 estaban muy usados, pero la verdad era que tenían posibilidades. Y sin duda eran mejo-
res que el papel moneda.
–Bien, Tischendorf –prosiguió volviendo a juntar los papeles–. Con ciertas condicio-
nes, creo que llegaremos a un acuerdo. Quiero ver esos vehículos mañana temprano.
[…]
–¡A cambio tú te llevarás los vehículos más baratos!
Los hombres escudriñaban, cada uno de ellos inquieto porque el negocio se quedase en
agua de borrajas.
–De acuerdo –accedió Karl–. Tomaré un taxi y saldré deprisa a Weissensee. Ya ha
oscurecido, pero algo podré ver de los vehículos.
Equivalencia Molt bé, [...] / D’acord
Identificador –No m’esperava una altra cosa de tu, tauró! –va respondre Siebrecht, i va agafar els
N2, cap. 77, pág. 507-8 papers. Els papers es veien correctes. Naturalment, els vehicles eren vells i molt usats,
Trad. CAT 085 però encara es podrien aprofitar. En tot cas, eren millors que el paper moneda.
–Molt bé, Tischendorf –va dir Karl Siebrecht, i va tornar a agrupar els papers–. Potser
encara ens posarem d’acord. M’agradaria veure els vehicles demà al matí.
[…]
–Si em compres els vehicles a mi et sortiran més barats! Tots dos es van dirigir una
mirada escrutadora, perquè en el fons tots dos temien que el negoci se n‘anés en orris.
–D’acord –va dir Karl Siebrecht–. Agafaré un taxi i me n’aniré ràpidament cap a Weis-
sensee. Ja s’ha fet fosc, però suposo que encara veuré alguna cosa dels teus vehicles.
Karl Siebrecht quiere ver los papeles de los coches que Tischendorf le ofrece. Las malas experiencias del pasado
levantan un sentimiento de desconfianza en Karl, que parece disiparse cuando comprueba que lo que Hans Tis-
chendorf le muestra está en orden. Vuelve a juntar todos los papeles y parece satisfecho con el inminente negocio
que están a punto de cerrar. El chico pronuncia un na schön, con lo que deja traslucir su sentimiento de complacen-
cia, y a continuación le comunica a su interlocutor que querría ver los coches el día siguiente. Bien y molt bé muestran
igualmente la satisfacción de Karl, derivada de la adquisición de los automóviles. Posteriormente, na schön vuelve a
aparecer para proyectar la actitud condescendiente de Karl hacia la voluntad de Tischendorf, que en español se ha
traducido a través de de acuerdo y en catalán con d’acord.

Marcador pragmático Na und?


conversacional
Identificador »Richtige Autos, mit denen man bloß nicht fahren kann! Das sind ja über fünfhundert
N2, cap. 77, pág. 512-3 Friedensmark für einen Ausschlachtwagen!«
TP. DE 086 »Na und –? Zahlst du mir Friedensmark oder zahlst du mir Papiermark? Was glaubst
du denn, was ich für einen Aufschlag zahlen muß, wenn ich den Dreck in gute ameri-
kanische Dollars einwechsele?«
»Dreck für Dreck!« antwortete Karl Siebrecht. »Früher hat man solchen Bruch in den
nächsten See gefahren. Gibt‘s denn in Weißensee keinen See?«
Equivalencia Bueno, ¿y qué?
Identificador –¡Coches de verdad con los que no se puede viajar! ¡Eso supone más de quinientos
N2, cap. 77, pág. 443 marcos de la posguerra por un vehículo que está para el desguace!
Trad. ES 086 –Bueno, ¿y qué? ¿Me vas a pagar con marcos de posguerra o con marcos de papel?
¿Qué recargo crees que tendré que pagar cuando cambie esa mierda por buenos dóla-
res americanos?
–¡Mierda por mierda! –replicó Karl–. Antes, esa chatarra se arrojaba al lago más cer-
cano. ¿No hay ningún lago en Weissensee?
Equivalencia ¿I què?
Identificador –Sí, i tant!, automòbils de debò que no poden ni circular! Això són més de cinc-cents
N2, cap. 77, pág. 509 marcs d’abans de la guerra per una colla de vehicles que només serveixen per
Trad. CAT 086 desballestar!
–¿I què? ¿Però em pagaràs amb marcs [D’ABANS DE LA GUERRA]6 o amb marcs de
paper? ¿Tens idea del recàrrec que hauré de pagar per canviar aquesta porqueria per
bons dòlars americans?

6 El «Friedensmark» equivalente al «Goldmark» es el dinero que estuvo en curso durante la infla-
ción de los años veinte (Duden).

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–Una porqueria a canvi d’una altra! –va contestar Karl Siebrecht–. Abans, aquestes
desferres les tiraven als llacs. ¿És que no hi ha cap llac a Weissensee?
Karl Siebrecht se queda boquiabierto cuando Hans Tischendorf le informa sobre el precio de los automóviles. Su
viejo enemigo le dice que se trata de coches de verdad y Karl replica que ya están casi para el desguace, por lo que
considera que la oferta es desproporcionada. Tischendorf reacciona con na und? que encarna una pregunta con la
que el hablante muestra que no comparte la opinión negativa de su interlocutor (Duden). Además, este le hace ver
que sus condiciones tampoco son nada favorables. Tischendorf no saldrá ganando ni mucho menos con la venta de
los vehículos, porque tendrá que cambiar el dinero por dólares y para ello deberá pagar ciertos impuestos. Las uni-
dades bueno, ¿y qué? e ¿i què? denotan también que el hablante no se acomoda a lo expresado por el oyente y que
tiene otro punto de vista diferente.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Lange wogte der Kampf, manch beißendes Wort fiel, auch die Vergangenheit wurde
N2, cap. 77, pág. 513 wieder aufgerührt. Aber schließlich gab Hans Tischendorf das erste Zeichen von
TP. DE 087 Schwäche zu erkennen: »Na, dann sag doch, was du zahlen willst!«
»Zweihundert Milliarden, das ist mein äußerstes Gebot!« sagte Karl Siebrecht.
Equivalencia ¡Entonces [...]!
Identificador La lucha fluctuó largo rato, se oyó alguna que otra palabra hiriente, también se removió
N2, cap. 77, pág. 443 el pasado. Pero al final Hans Tischendorf dio la primera señal de debilidad.
Trad. ES 087 –¡Entonces di tú cuánto quieres pagar!
–¡Doscientos millardos, y es mi última oferta! –exclamó Karl Siebrecht.
Equivalencia Doncs
Identificador La lluita es va allargar i, de tant en tant, tant l’un com l’altre deixaven anar comentaris
N2, cap. 77, pág. 509 incisius que feien referència al passat. Però, finalment, Hans Tischendorf va mostrar el
Trad. CAT 087 primer indici de feblesa:
–Doncs digues quant estàs disposat a pagar!
–Dos-cents mil milions és la meva última oferta! –va dir Karl Siebrecht.
Hans Tischendorf y Karl Siebrecht se enzarzan en una discusión en la que incluso salen a relucir los trapos sucios
del pasado. Cuando la conversación llega a un cierto punto, Hans decide poner punto y final a ese intercambio que
no los llevará a ningún sitio, y decide rendirse. Este dice entonces, mediante un enunciado inquisitivo que se enca-
beza con la unidad na, qué cantidad es la que quiere pagar. Vemos otra vez como na introduce un enunciado exhor-
tativo (WDP 2009: 579-80, 3.1.c.). Porroche Ballesteros incluye en el epígrafe que dedica a entonces, marcador por el
que opta Rosa Pilar Blanco, esta función de mandato, que incluso puede cubrir la unidad pues, entonces (2009: 179-
80). Ramon Monton escoge doncs, que desempeña el papel apenas comentado.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Bei den Persickes aber haben sie darum so geschrien, weil das Licht der Familie, der
N3, cap. 2, pág. 18 Baldur, der jetzt aufs Gymnasium geht und, wenn’s Vater mit seinen Beziehungen
TP. DE 088 schafft, sogar auf eine Napola soll –weil also der Baldur im »Völkischen Beobachter« ein
Bild gefunden hat. Auf dem Bild sind der Führer und der Reichsmarschall Göring zu
sehen, und unter dem Bilde steht: »Beim Empfang der Nachricht von der Kapitulation
Frankreichs.« So sehen die beiden auf dem Bilde auch aus: der Göring lacht über sein
ganzes feistes Gesicht, und der Führer klatscht sich sogar die Schenkel vor Vergnügen.
Die Persickes haben sich auch wie die auf dem Bilde gefreut und gelacht, der Baldur aber,
der Helle, hat gefragt: »Na, seht ihr denn nichts Besonderes auf dem Bilde?«
Equivalencia ¿Es que […]?
Identificador En casa de los Persicke gritaban tanto porque Baldur, la lumbrera de la familia, que
N3, cap. 2, pág. 12 ahora iba al instituto y que, si su padre lo conseguía con sus relaciones, incluso
Trad. ES 088 ingresaría en una Napola, ha encontrado una foto en el Völkischer Beobachter. En ella
aparecen el Führer y Göring, el mariscal del Reich, y debajo se lee: «Recibiendo la
noticia de la capitulación de Francia.» Y así es como se ve a los dos en la foto: Göring
exhibe una sonrisa de oreja a oreja en su cara obesa, y el Führer se palmea los muslos
de satisfacción. Los Persicke también se alegran y ríen como los de la imagen, pero
Baldur, el lumbreras, pregunta: ¿Es que no veis nada especial en esa fotografía?
Equivalencia I doncs, [...]
Identificador A casa dels Persicke, però, cridaven d’aquella manera perquè la llumenera de la família,
N3, cap.2, pág. 19-20 Baldur, que anava a l’institut i, si el seu pare ho aconseguia gràcies a les seves
Trad. CAT 088 influències, fins i tot ingressaria aviat en una Napola, havia trobat una foto al Völkischer

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Beobachter en què es veien el Führer i el mariscal Göring, i sota la foto deia: «En rebre la
notícia de la capitulació de França». Aquest és l’aspecte que tenien tots dos a la foto: un
somrís d’orella a orella il·luminava el rostre adipós de Göring, i el Führer es picava les
cuixes de pura satisfacció. Els Persicke també estaven tan contents com els de la foto,
però Baldur, la llumenera, va preguntar: I doncs, no veieu cap cosa que us cridi
l’atenció, en aquesta foto?
En la última pregunta del fragmento na tiene una función exhortativa, es decir, el emisor incita al receptor
mediante la pregunta a prestar atención, en este caso, al contenido de una fotografía. La presente unidad ejerce
además una función estructuradora de apertura discursiva y apelativa, pues se intenta llamar la atención sobre el
receptor y hacer hincapié a la vez sobre algo que resulta evidente, al menos desde el punto de vista del
enunciador. Las traducciones al castellano y al catalán son, a nuestro parecer, más que acertadas, puesto que
contienen el mismo matiz de querer establecer una conversación y de inducir al receptor hacia un determinado
objetivo: el de despertar su agudeza para que distinga algo que el emisor da por sentado o cataloga de evidente.
Las elecciones de ambos traductores muestran elementos pertenecientes a la oralidad, por lo que la
espontaneidad que caracteriza a este plano de la lengua queda reflejada en las fórmulas es que y i doncs. Porroche
Ballesteros (2009: 180-2) dedica un apartado al marcador es que, clasificándolo bajo aquellos que se ocupan de
organizar el mensaje, más concretamente de introducir una explicación-justificación. En el ejemplo presentado, es
que introduce una pregunta y no una explicación-justificación, por lo que es más bien un signo de impaciencia
por parte del enunciador, que reclama la perspicacia de los interlocutores para hacerles llegar a una determinada
conclusión.

Marcador pragmático Na! + [doch]


conversacional
Identificador Sie starren ihn abwartend an, so völlig sind sie von der geistigen Überlegenheit dieses
N3, cap. 2, pág. 18 Sechzehnjährigen überzeugt, dass keiner auch nur eine Vermutung laut werden lässt.
TP. DE 089 »Na!«, sagt der Baldur. »Überleg doch mal! Das Bild ist doch von ’nem
Pressefotografen gemacht worden […]
Equivalencia ¡Vamos!
Identificador Los demás lo miran expectantes, tan convencidos están de la superioridad intelectual
N3, cap. 2, pág. 12 de ese chico de dieciséis años que ninguno se atreve a aventurar la menor suposición.
Trad. ES 089 –¡Vamos! –exclama Baldur–. ¡Pensad un poquito! La foto la ha hecho un fotógrafo de
prensa.
Equivalencia Vejam + [oi]
Identificador Els altres se’l van quedar mirant, expectants, tan convençut de la superioritat
N3, cap. 2, pág. 20 intel·lectual d’aquell noi de setze anys que ningú no es va atrevir a expressar ni una sola
Trad. CAT 089 suposició.
–Vejam –va dir Baldur–, penseu una mica! La foto va ser presa per un fotògraf de
premsa, oi?
En el siguiente ejemplo, el cometido del enunciado en el que aparece na es idéntico al anterior a pesar de aparecer en
una oración exclamativa. En este caso, mediante el empleo de la partícula na y sus equivalentes vamos y vejam, se instiga
al receptor a que piense. En el caso del catalán, esta función queda reforzada con oi que sería, en este contexto, el
equivalente funcional del doch alemán. Mediante este marcador de control en catalán y la partícula modal alemana, el
hablante se reafirma y busca el reconocimiento y la aprobación por parte del receptor de una cosa obvia. Este matiz se
omite en la traducción castellana, donde bien se podría haber añadido un ¿sí? o un ¿verdad que sí? para ajustarse lo más
posible al original y acabar de transmitir el mensaje de partida.

Marcador pragmático Na ja
conversacional
Identificador Die andern nicken eifrig mit den Köpfen; endlich glauben sie erfasst zu haben, worauf
N3, cap. 2, pág. 19 der Baldur hinauswill. »Ja, ihr nickt«, sagt der Baldur ärgerlich, »aber ihr macht’s ganz
TP. DE 090 anders! Keine halbe Stunde ist es her, da habe ich Vatern erst vor der Briefträgerin
sagen hören, die olle Rosenthal oben soll uns Kaffee und Kuchen spendieren …«
»Och, die olle Judensau!«, sagt Vater Persicke, aber doch mit einem entschuldigenden
Ton in der Stimme.
»Na ja«, gibt der Sohn zu, »viel Aufhebens wird von der nicht gemacht, wenn ihr mal
was passiert. Aber wozu den Leuten so was erst erzählen? Sicher ist sicher […]«
Equivalencia Bueno, sí
Identificador –Los demás asienten con vehemencia con la cabeza; por fin creen haber comprendido
N3, cap. 2, pág. 13 adónde quiere llegar Baldur–. Sí, sí, vosotros asentís –continúa Baldur irritado–, pero
Trad. ES 090 os comportáis de manera completamente distinta. No hace ni media hora he oído decir

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a papá delante de la cartera que la vieja Rosenthal, la que vive arriba, nos tendrá que
invitar a café y pastel...
–¡Y qué, esa vieja cerda judía! –replica su padre, pero con un tono de disculpa en la
voz. [...]
–Bueno, sí –reconoce el hijo–, si alguna vez le sucede algo, no harán mucho ruido por
ella. Pero ¿para qué contárselo a la gente? La seguridad es la seguridad.
Equivalencia La veritat
Identificador [...] –els altres assentien amb el cap, sol·lícitament. Per fi els havia semblat comprendre
N3, cap. 2, pág. 21 on volia anar a parar Baldur–. Sí, ja podeu anar fent que sí amb el cap –va dir Baldur,
Trad. CAT 090 enrabiat–, però després feu el que acabo de dir! No fa ni mitja hora que he sentit com
el pare deia davant la cartera que la vella Rosenthal del pis de dalt ens hauria de
convidar a cafè i pastís...
–Oh, la vella truja jueva! –va dir el pare Persicke, tot i que amb un deix de disculpa a la veu.
–La veritat –va concedir el fill– és que tampoc no hi haurà gaire soroll, si mai li passa
res. Però per què hem d’explicar a la gent aquesta mena de coses? Val més anar amb
compte. [...]
Baldur Persicke sigue hablando enfrente de su familia sobre su vecina, la señora Rosenthal. El joven explica como
su padre le ha dicho a la cartera Eva Kluge que cuando ganaran la guerra, los judíos como Rosenthal tendrían que
estar a su servicio. El cabeza de familia interrumpe la intervención de su hijo y le resta importancia a lo dicho
cuando espeta con desprecio que se trata simplemente de una vieja judía. Baldur inicia entonces un nuevo turno de
palabra encabezado por na ja en el que empieza dando la razón a su padre, pues en caso de que le sucediera algo
malo a la señora no se generaría ningún revuelo. Con todo, en la segunda parte de la intervención se halla un aber,
con lo que se rebate parte de lo afirmado anteriormente. Así pues, estaríamos ante una afirmación parcial y no total.
Rosa Pilar Blanco opta por bueno, sí con lo que se da la razón al interlocutor, al igual que sucede en catalán con la
veritat. Este asenso queda, sin embargo, rebatido parcialmente en la segunda mitad de la intervención por la
presencia de la unidad pero y però.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Der Emil Barkhausen ist nicht beleidigt, den Barkhausen kann man so leicht nicht
N3, cap. 3, pág. 25 beleidigen, er stimmt eifrig zu: »Sie sagen’s, wie’s ist, Quangel! Warum kann die Kluge,
TP. DE 091 die Briefschleiche, nicht das Maulwerk halten? Aber nein, gleich muss sie allen
erzählen: Die Quangels haben einen Brief aus dem Felde mit Schreibmaschinenschrift
bekommen! Ist doch genug, wenn sie erzählen kann, dass Frankreich kapituliert hat!«
Er macht eine kleine Pause, und dann fragt er mit einer ganz ungewohnten halblauten,
teilnehmenden Stimme: »Verwundet oder vermisst oder …?«
Er schweigt. Quangel aber – nach einer längeren Pause – antwortet nur indirekt auf die
Frage des anderen: »Also Frankreich hat kapituliert? Na, das hätten die gut auch einen
Tag früher machen können, dann lebte mein Otto noch …«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador –¡Cuánta razón tiene, Quangel! ¿Por qué la tal Kluge, esa cartera mosquita muerta, no
N3, cap. 3, pág. 18 puede mantener el pico cerrado? Pues no señor, enseguida tiene que contárselo a
Trad. ES 091 todos: Los Quangel han recibido del frente una carta escrita a máquina. ¡Si basta con
que cuente que Francia ha capitulado! –hace una pequeña pausa, y después, bajando la
voz y en un tono completamente desacostumbrado, compasivo, añade–: ¿Está herido,
desaparecido o...?
Enmudece. Pero Quangel –tras un prolongado silencio– responde sólo de manera
indirecta a la pregunta del otro:
–¿Así que Francia ha capitulado? Bueno, ojalá lo hubieran hecho un día antes, pues en
ese caso mi Otto aún viviría...
Equivalencia Doncs
Identificador –Té molta raó, Quangel! Per què aquesta Kluge, la cartera, no pot tenir la boca
N3, cap. 3, pág. 26 tancada? Doncs no, de seguida ha d’explicar a tothom que els Quangel han rebut una
Trad. CAT 091 carta del front escrita a màquina! No en tindria prou anunciant que França ha capitulat?
–fa una petita pausa i, tot seguit, pregunta amb veu sobtadament baixa i compassiva–:
Ferit o desaparegut o...?
I guarda un respectuós silenci, però Quangel, després d’una pausa força llarga, respon
de manera indirecta la pregunta de l’altre:
–O sigui que França ha capitulat? Doncs ho podrien haver fet un dia abans, així potser
el meu Otto encara seria viu...

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Otto Quangel escucha a un Barkhausen que parece no querer terminar de hablar. El vecino se hace cada vez más
impertinente e inquiere, a sabiendas de que los Quangel han recibido una carta del frente, si su hijo está herido o
desaparecido. Otto replica a lo dicho por Barkhausen con una pregunta y sigue con su turno de palabra, introducido
por na, en el que expresa su deseo de que los franceses bien podrían haber capitulado un día antes, con lo que
seguramente su hijo todavía seguiría con vida. Esta unidad ayuda a la progresión discursiva y da pie a la expresión de
un deseo que ya difícilmente se podrá cumplir. Bueno y doncs son las unidades que cumplen este doble papel en los
TM.

Marcador pragmático Na, […]!


conversacional
Identificador Der Baldur legt vor angestrengtem Nachdenken die Stirne in Falten. Nach einer Weile
N3, cap. 3, pág. 31 sagt er: »Klauen wolltste, du Aas, das ist dein Spaß mit der ollen Judschen. Na, geh
TP. DE 092 voran!«
So grob die Worte auch waren, so klangen sie doch zweifelsfrei wohlwollender; für so
was hatte Barkhausen ein feines Ohr. So sagt er denn mit einem fur den Witz um
Entschuldigung bittenden Lacheln: »Ick klau nicht, Herr Persicke, ick organisier!
manchmal ein bisschen!«
Equivalencia ¡Vamos, […]!
Identificador Baldur frunce el ceño mientras reflexiona con esfuerzo. Al cabo de un rato dice:
N3, cap. 3, pág. 23 –Lo que querías es robar, cerdo, esa es tu diversión con la vieja judía.
Trad. ES 092 ¡Vamos, tú delante!
Por groseras que sean sus palabras, ahora sin duda parecen mas benévolas; Barkhausen
tiene un oído muy fino para esas cosas. Así que, pidiendo disculpas por el chiste con
una sonrisa, replica:
–Yo no robo, señor Persicke, solo afano un poco de vez en cuando.
Equivalencia i ara [...]
Identificador Baldur arrufa el front, ple de profundes reflexions:
N3, cap. 3, pág. 32 –El que volies era robar, pocavergonya! Aquesta és la broma que volies fer amb la vella
Trad. CAT 092 jueva, i ara FOT EL CAMP!7
Tot i la brusquedat de les paraules, tenien un deix de benvolença, i Barkhausen tenia
l'orella molt fina per a aquesta mena de subtileses.
–Jo no robo pas, senyor Persicke. Només miro d'organitzar-me una mica.
Baldur Persicke ordena a Barkhausen de forma imperativa que baje las escaleras cuando lo sorprende llamando a la
puerta de la señora Rosenthal y lo hace mediante un enunciado encabezado por el marcador na (WDP 2009: 579-80,
3.1.c.). La traductora al español nos ofrece como solución vamos, con lo que recoge el mandato expresado o
exhortación, tal y como se indica en la entrada de dicha unidad en el DRAE (1). En catalán se opta por i ara, que no
constituye en este caso un marcador conversacional. Podría haberse recogido este mandato en forma de una unidad
como vinga va!

Marcador pragmático Na denn, [...]


conversacional
Identificador So rückte er denn seine Jockeymütze ein wenig schief und sagte: »Na denn, Evchen,
N3, cap. 5, pág. 44-5 wenn du durchaus nicht willst, wenn du mir nicht mal so ’nen kleinen Gefallen tun willst,
TP. DE 093 wo du weißt, dein Mann ist in Not, mit dem du fünf Kinder gehabt hast, und drei liegen
auf dem Kirchhof, und die zwei Jungen kämpfen für Führer und Volk …« Er brach ab,
er hatte ganz maschinenmäßig so vor sich hin geredet, weil er das Immerweiterreden aus
den Kneipen gewohnt war, obwohl er doch begriffen hatte, hier war jedes Reden
zwecklos. »Also, ich geh denn jetzt, Evchen. Und dass du’s weißt, ich nehm dir nichts
übel, das weißt du, ich mag sein, wie ich will, übelnehmen tu ich nichts.«
»Weil dir alles gleichgültig ist bis auf deine Rennwetterei«, antwortete sie nun doch.
»Weil dich sonst nichts auf der Welt interessiert, weil du nichts und keinen gern haben
kannst, nicht einmal dich selbst, Enno.«


7 El enunciado «Na, geh voran! » se ha traducido en el TM catalán por «i ara fot el camp!». Se ha
dado pues un cambio de sentido en relación al TP, ya que en este último se le está diciendo a
Emil Barkhausen, que pase delante con el fin de que salga de casa y no que se esfume como nos
propone Ramon Monton.

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Equivalencia Pues nada, [...]
Identificador Así que ladeando un poco su gorra de jockey dice:
N3, cap. 5, pág. 33 –Pues nada, Evita, si te niegas a todo trance, si ni siquiera quieres hacerme un favor
Trad. ES 093 tan pequeño, sabiendo lo apurado que está tu marido, con el que has tenido cinco
hijos, tres de los cuales yacen en el cementerio y dos luchan por su Führer y su patria...
–se interrumpe, ha hablado de manera maquinal, porque por las tabernas se ha
acostumbrado a hablar por los codos, a pesar de que ha comprendido que ahora las
palabras son inútiles–. En fin, Evita, me marcho. Que sepas que no te lo tomo a mal,
eso ya lo sabes, seré como sea, pero no te reprocho nada.
–Porque, salvo tus apuestas, todo te importa un bledo –replica ella–. Porque no te
interesa otra cosa en el mundo, porque no puedes querer a nada ni a nadie, ni siquiera a
ti mismo, Enno.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador De manera que es va posar la gorra de gairell i va dir:
N3, cap. 5, pág. 44-5 –En fi, petita Eva, si vols fer-me aquest petit favor sabent que el teu marit necessita
Trad. CAT 093 ajuda, l’home amb qui has tingut cinc fills, tres dels quals ja són al cementiri i dos
encara combaten pel Führer i el poble... –es va interrompre perquè parlava d’esma, de
la mateixa manera que solia fer a les tavernes, encara que s’havia adonat que era inútil
continuar parlant–. D’acord, doncs me n’aniré, petita Eva. I que sàpigues que no m’ho
agafo malament, ja saps que, sigui com sigui, el que no sóc és rancorós.
–Perquè tot t’és igual, a banda de les teves apostes –va contestar ella–. Perquè no
t’interessa cap altra cosa en aquest món, perquè no t’estimes res ni ningú, ni tan sols a
tu mateix, Enno.
Esta partícula aparece igualmente en combinación con la partícula modal denn. En el contexto que mostramos
(oración afirmativa) se ve claramente una muestra de resignación en la que el hablante, Enno Kluge, se da por
vencido y no sigue con su propósito. Es una partícula doble que podríamos tildar de conclusiva (WDP 2009: 582,
3.3.c.) y que transmite el carácter condescendiente del hablante hacia su interlocutor. Este hecho se transmite con el
pues nada y en fi, donde el que habla se ajusta a la voluntad del oyente.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Schließlich sagt Frau Gesch: »Na, nun habe ich Ihnen den Gefallen getan, Herr Kluge.
N3, cap. 5, pág. 49-50 Aber ich sage Ihnen: einmal und nicht wieder. Und wenn Sie Ihr Versprechen nicht
TP. DE 094 halten und fangen das wieder an mit der Nichtstuerei und dem Kneipenlaufen und
dem Pferdewetten …« Sie unterbricht sich, sie hat in das Gesicht von Frau Kluge
gesehen, sie sagt: »Und wenn ich Mist gemacht habe, ich helfe Ihnen auf der Stelle, das
Männeken rauszuschmeißen, Frau Kluge. Wir beide schaffen das doch wie nischt!«
Eva Kluge macht eine abwehrende Bewegung. »Ach, lassen Sie schon, Frau Gesch, es
ist ja doch alles egal!«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Finalmente la señora Gesch dice: –Bueno, ya le he hecho a usted el favor, señor Kluge.
N3, cap. 5, pág. 37 Pero se lo digo claramente: una y no más. Y si no cumple su promesa y empieza de
Trad. ES 094 nuevo a holgazanear, a ir a la taberna y a apostar en las carreras... –se interrumpe al ver la
expresión de la señora Kluge y añade –: Y si he metido la pata, la ayudaré ahora mismo a
echar fuera a este hombrecito, señora Kluge: ¡Entre las dos no nos costará esfuerzo!
Eva Kluge hace un ademán de rechazo.
–¡Bah, déjelo, señora Gesch, qué más da!
Equivalencia En fi, [...]
Identificador Finalment, la senyora Gesch diu: –En fi, li he fet aquest favor, senyor Kluge, però li
N3, cap. 5, pág. 49 asseguro que serà l’última vegada. I si no compleix la seva paraula i comença a fer el
Trad. CAT 094 dropo un altre cop i a anar per les tavernes i a apostar a les curses de cavalls… –
s’interromp, mira la senyora Kluge i afegeix–: Si m’he ficat de peus a la galleda,
l’ajudaré a fer-lo fora un altre cop, senyora Kluge. Entre totes dues ens serà més fàcil.
Eva Kluge va fer un gest de rebuig.
–No s’amoïni, senyora Gesch, és igual!
El uso que se da en este caso sería el de na explicativo, con el que se introduce meramente un pasaje informativo. Una vez
más ocupa una posición inicial en la que se da paso a un fragmento más o menos extenso de discurso, tomando así un
papel de estructurador. El texto con el que lo ejemplificamos presenta un desenlace tal y como indica el marcador de cierre
schließlich, utilizado en la narración de los hechos, es decir, se concluye una conversación con una explicación que se ha
iniciado con na. En español se utiliza el marcador bueno, que introduce asimismo la explicación arriba mencionada y que

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puede tener valor conclusivo, mientras que en catalán este desenlace se manifiesta de manera mucho más explícita
utilizando la partícula discursiva en fi y que señala obviamente el punto final de un intercambio comunicativo.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Frau Gesch sagt ein wenig gekränkt: »Na, denn guten Abend oder Heil Hitler – ganz
N3, cap. 5, pág. 50 wie den Herrschaften das lieber ist!«
TP. DE 095 Hastig sagt Enno Kluge: »Heil Hitler!«
Und langsam, als erwache sie aus einem Schlaf, antwortet Eva Kluge: »Gute Nacht,
Frau Gesch.« Sie besinnt sich. »Und wenn wirklich was mit Ihrem Rücken ist«, setzt sie
hinzu.
Equivalencia Vaya, […]
Identificador La señora Gesch dice un tanto ofendida: –Vaya, pues entonces buenas noches o Heil
N3, cap. 5, pág. 38 Hitler... como prefieran los señores.
Trad. ES 095 Enno Kluge responde a toda prisa:
–¡Heil Hitler!
Eva Kluge contesta despacio, como si despertara de un sueño:
–Buenas noches, señora Gesch –y volviendo en sí, añade–: Si de verdad le pasa algo en
la espalda...
Equivalencia Bé, [...]
Identificador La senyora Gesch diu, una mica ofesa: –Bé, doncs bona nit o Heil Hitler, com
N3, cap. 5, pág. 50 prefereixin!
Trad. CAT 095 Enno Kluge diu ràpidament:
–Heil Hitler!
I, lentament, com si s’acabés de despertar, Eva Kluge contesta:
–Bona nit, senyora Gesch –i afegeix–: I si li passa alguna cosa a l’esquena...
El enunciado de despedida que pronuncia la señora Gesch, tras haber ayudado a Enno Kluge a entrar a casa de su
exmujer Eva, revela un tono de disgusto y ofensa, no solo por el adjetivo gekränkt, sino también por el marcador
na, que una vez más encabeza el discurso. Sus equivalentes vaya y bé, sobre todo el primero, son transmisores de
este sentimiento de desazón de la interlocutora. En el caso del español, vaya se utiliza, según el DRAE (2.1.),
«para comentar algo que satisface o que por el contrario, decepciona o disgusta», con lo que dicha sensación
se duplica al tener por un lado el adjetivo y por otro la interjección que actúa como marcador. En las obras
de consulta no se hace referencia a que ni na ni bé tengan la función de expresar pena o disgusto, a
diferencia de su homólogo español; simplemente lo interpretamos así por la presencia del adjetivo. Además, los
tres marcadores tienen una función de cierre o conclusión y apoyan las unidades que siguen a una pausa corta:
denn [variación del estándar dann] (WDP 2009: 582, 3.3.c.), pues entonces y doncs.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »Prost, Emil! Warum sollste nich noch ein bisschen suchen? Die Nacht ist lang, und
N3, cap. 7, pág. 73 wir bezahlen die Lichtrechnung doch nicht. Aber was ich dich fragen wollte: Wo willst
TP. DE 096 du denn mit deinen Koffern hin?«
»Wieso? Was meinste denn damit, Enno?«
»Na, wo du die hinbringen willst? Wohl in deine Wohnung?«
»Na, denkste, ich schaff sie aufs Fundamt? Klar schaff ich die in meine Wohnung, bei
meine Otti. Und morgen früh nischt wie ab damit in die Münzstraße und die ganze
Sore verscheuert, damit der Vogel wieder zwitschert!«
Equivalencia Que / ¿Qué [...]?
Identificador –¡Salud Emil! ¿Y por qué no buscas un poco más? La noche es larga y nosotros no
N3, cap. 7, pág. 55 pagamos la factura de la luz. Pero quería preguntarte una cosa: ¿dónde piensas llevar
Trad. ES 096 tus maletas?
–¿Cómo? ¿Qué quieres decir, Enno?
–Que adónde piensas llevarlas. ¿A tu casa?
–¿Qué te figuras, que voy a llevarlas a la oficina de objetos perdidos? Pues claro que
me las llevaré a casa, con mi Otti. Y mañana temprano las transportaré a la calle Münz
y venderé todo el botín a precio de saldo, para que el pajarito vuelva a trinar.
Equivalencia Doncs que [...]? / I què vols que en faci?
Identificador –Salut, Emil! I per què no has de poder buscar una mica més? La nit és llarga, i no
N3, cap. 7, pág. 71-2 serem pas nosaltres els qui paguem la factura de la llum. Però et voldria preguntar una
Trad. CAT 096 cosa: on aniràs amb les maletes?

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–Per què? Què vols dir amb això, Enno?
–Doncs que on les portaràs? A casa teva?
–I què vols que en faci? Que les dugui a l’oficina d’objectes perduts? És clar que me
les emportaré a casa meva, amb la meva Otti. I demà al matí ho convertiré en calés
perquè la bossa soni.
Na aparece también en el inicio de preguntas con las que se reformulan otras hechas anteriormente con el fin de
evitar malentendidos e intentar poner luz en el mensaje de dos interlocutores (WDP 2009: 579, 3.1.b.). En realidad
este uso de na se encuentra a caballo entre el de unidad de inicio de una reformulación y el de una exhortación, pues
contiene ambos matices: el de volver a manifestar lo ya dicho y el de exigir una explicación (WDP 2009: 579-80,
3.1.c.). En español esta función la efectúa qué y en catalán doncs que. Un ejemplo lo encontramos cuando Barkhausen
replica y le dice a Enno que adónde va a llevar las cosas si no es a su casa, con un enunciado introducido por na, que
se reproduce a través de qué y i què vols que en faci?

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador »Auch nicht schlecht ausgedacht, Emil, hast auch ein helles Köpfchen!«
N3, cap. 7, pág. 74 »Man kommt unter Leute«, sagte Barkhausen bescheiden.
TP. DE 097 »Man hört dies und das. Der Mensch ist wie ’ne Kuh, er lernt immer noch zu.«
»Recht haste! Na, denn prost, Emil!«
»Prost, Enno!«
Equivalencia Ø
Identificador –¡Tampoco está mal pensado, Emil, tú también tienes muy buena cabeza!
N3, cap. 7, pág. 56 –Uno se relaciona con gente –responde Barkhausen, humilde–. Uno escucha esto y
Trad. ES 097 aquello. Las personas son como las vacas, siempre aprenden algo nuevo.
–¡Cuánta razón tienes! ¡Ø Salud, Emil!
–¡Salud, Enno!
Equivalencia Ø
Identificador –No està gens malament, tampoc, veig que també tens una ment desperta, Emil!
N3, cap. 7, pág. 72 –Amb el temps, un s’espavila –va dir Barkhausen, amb modèstia–. I a còpia de tractar
Trad. CAT 097 amb gent, sempre vas aprenent coses noves.
–Tens raó. Ø Salut, Emil!
–Salut, Enno!
Emil Barkhausen y Enno Kluge se encuentran en casa de la señora Rosenthal con el fin de sustraerle algunas de
sus pertenencias más preciadas. Los dos maleantes se sorprenden al ver lo abarrotada que está la vivienda y
deciden que cada uno llenará dos maletas con lo que pueda, y el resto quedará para la noche siguiente. Ambos
conversan animadamente y comparten confidencias. A continuación, justo antes de ponerse a brindar, Enno dice
jovialmente: »Recht haste! Na, denn prost, Emil! «, enunciado en el que utiliza el marcador na como introductor
de algo conclusivo (WDP 2009: 582, 3.3.c.) y que precede a un silencio en el que los dos hombres se miran
complacidos y beben antes de empezar a empaquetar los objetos que desean llevarse. Ni la versión española ni
tampoco la catalana incluyen la traducción del marcador, aunque podría haberse añadido un bueno, entonces o un bé,
llavors para obsequiar al diálogo reproducido con la viveza típica del oral. Hans Fallada incorpora denn después de
na, que como ya se ha visto anteriormente es la variante dialectal berlinesa del dann estándar. Conjuntamente con
haste, que a su vez forma igualmente parte del inventario de marcas diatópicas mencionado, ambas marcas ponen
de manifiesto la situación altamente coloquial y diatópicamente marcada que caracteriza en esta novela el habla
de algunos de los personajes. Sin embargo, este aspecto queda bastante diluido en las traducciones, sobre todo en
la versión catalana.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »Und wann holste dir den Kram wieder?«
N3, cap. 7, pág. 74 »Na, wenn die Luft wieder rein ist, Emil, denn doch!«
TP. DE 098 »Und wovon lebste so lange?«
»Na, ich hab dir doch gesagt, ich gehe bei die Tutti. Wenn ich der erzähle, was ich für
’n Ding gedreht habe, nimmt sie mich liebend mit beiden Backen auf!«
Equivalencia ¡Pues [...]! / Ø
Identificador –¿Y cuándo volverás a por los trastos?
N3, cap. 7, pág. 56 –¡Pues cuando no haya moros en la costa, Emil, es evidente!
Trad. ES 098 –¿Y de qué vivirás mientras tanto?
–Ø Ya te lo he dicho, me iré a casa de Tutti. En cuanto le cuente el asunto que tengo
entre manos, me acogerá cariñosa con una sonrisa de oreja a oreja.

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Equivalencia Doncs / Doncs
Identificador –I quan aniries a buscar-ho?
N3, cap. 7, pág. 72 –Doncs quan ja no hi hagués gens de perill.
Trad. CAT 098 –I mentrestant, de què viuries?
–Doncs ja t’ho he dit, me n’aniré a casa de Tutti. I quan li expliqui el negoci que he fet,
em rebrà amb els braços oberts.
La unidad na en alemán puede introducir la respuesta a una pregunta igual que lo hace el pues en castellano y el doncs
en catalán. En palabras de Porroche Ballesteros, pues introduce el rema o información nueva a algo que ya se
conoce, es decir, la pregunta o tema (2009: 102-3). El uso discursivo de doncs en catalán no queda recogido en el
DIEC, ya que en este solamente se documentan los usos sintácticos de consecuencia y oposición o antítesis. Con
todo, encontramos doncs en calidad de conector aditivo en la clasificación de Cuenca (GCC, 2002: 3190), y sirve
como unidad para iniciar una respuesta.

Además, es frecuente el empleo reiterativo de esta partícula en un espacio de tiempo muy breve, como lo demuestra
el ejemplo alemán, respetado también en la traducción catalana, pero no en la española.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Sie trinken, und Barkhausen fährt dann fort: »Aber den Radio, den möchte ich doch
N3, cap. 7, pág. 75 mitnehmen. Wenn das olle Dings durchaus nicht in den Koffer rein will, häng ich mir
TP. DE 099 den Kasten mit einem Strick vor die Brust. Dann habe ich die Hände immer noch frei.«
»Das mach, Mensch. Na, denn wollen wir mal zusammenpacken!«
»Ja, das wollen wir. Wird Zeit!«
Equivalencia Bueno, [...]
Identificador Beben, y Barkhausen prosigue:
N3, cap. 7, pág. 57 –Pero me gustaría llevarme la radio. Si el maldito cacharro no quiere entrar en la
Trad. ES 099 maleta, me colgaré la caja al cuello con una cuerda. Eso me permitiría tener las manos
libres.
–¡Hazlo, hombre! Bueno, en ese caso vamos a empaquetarlo todo.
–Eso, manos a la obra. ¡Ya va siendo hora!
Equivalencia Vinga, [...]
Identificador Tornen a beure, i Barkhausen insisteix:
N3, cap. 7, pág. 73 –Però m’agradaria emportar-me la radio. Si aquesta vella andròmina no vol entrar a la
Trad. CAT 099 maleta, me la penjaré del coll lamb una corda. Així, a més, tindré les mans lliures.
–Doncs fes-ho, home. Vinga, agafem les coses i marxem.
–Sí, agafem les coses, que ja és hora.
En esta situación se puede tildar una vez más de conclusivo el uso de na, otra vez acompañado de denn [dann]. Mediante
la presencia de este marcador se introduce un enunciado que intenta transmitir la voluntad de llevar a cabo una acción
con bastante celeridad. Concretamente, apremia el deseo de acabar cuanto antes con el robo de los objetos de la señora
Rosenthal y no levantar sospechas en el vecindario. Así pues, esta unidad atesora un matiz finalizador y de prontitud
por completar una acción. Rosa Pilar Blanco se inclina por bueno, una opción muy halagüeña, puesto que por un lado,
satisface el matiz de cierre discursivo y, por otro, se ajusta al registro coloquial de la lengua, característico del discurso
espontáneo, y en el que «la expresividad es lo más adecuado» (Calsamiglia y Tusón 2012: 239). Estas dos últimas
lingüistas incorporan este elemento bajo los marcadores de finalización y conclusión. Por su lado, Ramon Monton
decide utilizar la forma vinga, que se emplea con el fin de meter prisa a alguien para que reaccione y lleve a cabo algo, tal
y como indica el DIEC en la primera acepción de esta unidad o la GCC (Cuenca 2002: 3222).

Marcador pragmático Na schön!


conversacional
Identificador »Und warum stritten Sie?«
N3, cap. 13, pág. 125-6 »Ich will ihn nicht.«
TP. DE 100 »Warum war dann dieser Herr so empört über Sie, wenn Sie ihn nicht wollen?«
»Was weiß ich? Vielleicht glaubte er meinen Worten nicht. Es ärgerte ihn auch, dass ich
mit ihm tanzte.«
»Na schön!«, sagte der Gedunsene, klappte das Notizbuch zu und sah dabei von
einem zum andern.
Equivalencia Está bien
Identificador –¿Y por qué discutían?
N3, cap. 13, pág. 98 –Yo no lo quiero.
Trad. ES 100 –¿Y por qué estaba ese hombre tan enfadado con usted, si no lo quiere?

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–¿Qué sé yo? A lo mejor no ha creído en mis palabras. También le ha cabreado que
bailase con él.
–Está bien –repuso el gordo, cerrando su libro de notas y mirando a ambos.
Equivalencia D’acord!
Identificador –I es pot saber per què discutien?
N3, cap. 13, pág. 122 –Perquè jo no l’estimo.
Trad. CAT 100 –Però per què aquell altre senyor s’ha enfadat tant amb vostè, si ha dit que no l’estima?
–I què sé jo! Potser no es creu les meves paraules. També l’ha molestat el fet que ballés
amb ell.
–D’acord! –va dir el botinflat, va tancar el seu quadern de notes i va mirar-los
alternativament a l’un i a l’altra.
Na schön aparece como muestra de cierre y consentimiento con lo que se da la conversación por concluida. En
castellano, está bien es un equivalente funcional, mientras que el traductor catalán utiliza la fórmula d’acord.

Marcador pragmático Na schön


conversacional
Identificador »Ich habe zwei Brüder in der SS«, sagt Baldur Persicke eifrig.
N3, cap. 16, pág. 153 »Na schön«, gibt sich Kommissar Rusch zufrieden.
TP. DE 101
Equivalencia Vale, vale
Identificador –Tengo dos hermanos en las SS –replica Baldur Persicke con vehemencia.
N3, cap. 16, pág. 120 –Vale, vale. –El comisario Rusch se da por satisfecho–.
Trad. ES 101
Equivalencia Ah, caram
Identificador –Tinc dos germans a les SS –diu Baldur Persicke, sol·lícit.
N3, cap. 16, pág. 149 –Ah, caram –diu el comissari Rusch, donant-se per satisfet–.
Trad. CAT 101
Na schön aparece como muestra de cierre y de consentimiento. En castellano, tenemos como equivalente vale, vale –
repetido este último para enfatizar el fin del intercambio comunicativo–. El traductor catalán utiliza la fórmula ah,
caram, que también cierra una intervención a la vez que expresa sorpresa o enfado sobre algo dicho anteriormente
por otro interlocutor. En este caso se manifiesta un sentimiento de sorpresa.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Dann fragte sie: »Und das Geld und der Schmuck auf dem Tisch, Herr Rat?«
N3, cap. 16, pág. 156 Einen Augenblick stand er beinahe hilflos da, kläglich sah er aus mit dem ratlosen
TP. DE 102 Lächeln auf dem Gesicht. »Ja, Liese«, sagte er dann. »Damit wird’s schwer werden.
Erben werden sich wohl keine melden. Und für uns ist’s nur eine Last…«
»Ich tu’s in den Mülleimer«, schlug Liese vor.
Er schüttelte den Kopf. »Für Mülleimer sind die zu schlau, Liese«, sagte er dann. »Das
können die ja gerade, im Müll rumwühlen! Na, ich werde schon sehen, wo ich damit erst
einmal bleibe. Mach bloß schnell mit dem Zimmer! Die können jede Minute kommen!«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Luego pregunta:
N3, cap. 16, pág. 122 –¿Y el dinero y las joyas que hay encima de la mesa, señor consejero?
Trad. ES 102 Durante un momento se queda indeciso, da lástima ver esa sonrisa desconcertada en
sus labios.
–Sí, Liese –asiente al fin–, eso será difícil. Seguro que no se presentan herederos. Y
para nosotros no es más que una carga...
–Lo meteré en el cubo de la basura –propone Liese.
El anciano niega con la cabeza.
–Para el cubo de la basura ellos son muy listos, Liese –aduce–. ¡Rebuscar en la basura,
eso se les da a las mil maravillas! Bueno, ya veré qué hago con eso. ¡Ahora ordena
deprisa el cuarto! ¡Pueden venir en cualquier momento!
Equivalencia En fi, [...]
Identificador Després va preguntar-li:
N3, cap. 16, pág. 152 –I els diners i les joies que ha deixat damunt la taula, senyor conseller?
Trad. CAT 102 Per un moment, l’home es va quedar perplex i tenia un aspecte llastimós, amb aquell
somrís desorientat al rostre.
–Sí, Liese –va dir–, això pot ser un problema. Segurament no hi haurà cap hereu que

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ho reclami i, per a nosaltres, no serà més que una càrrega...
–I si ho tiro a les escombraries? –va proposar Liese.
Ell va remenar el cap.
–Són massa llestos perquè ho puguem tirar simplement a les escombraries. Segur que el
primer que farien seria remenar galledes. En fi, ja rumiaré què podem fer-ne. Però ara
cuida’t de l’habitació, que poden venir en qualsevol moment!
El consejero Fromm, que tenía a la señora Rosenthal en su casa, está consternado por lo sucedido. Liese, la chica de
servicio, le pregunta qué van a hacer con las joyas y el dinero que la fallecida ha dejado ese mismo día en la mesa del
escondrijo. La sirvienta propone tirar las pertenencias de la anciana judía, pero el señor Fromm dice que en caso de
hacer eso, la policía daría fácilmente con ellas. Finalmente, el hombre introduce un enunciado con na en el que
comenta que ya verá lo qué hará y pide a Liese que se ocupe de ordenar el dormitorio lo antes posible. Así pues, este
marcador tiene la función de introducir un enunciado cuyo objetivo es finalizar un fragmento conversacional o
secuencia temática.

Rosa Pilar Blanco escoge la unidad bueno, una de cuyas funciones inventariadas en Las cosas del decir (Calsamiglia y
Tusón 2012: 239) es la de finalizar una intervención. Ramon Monton vuelve a optar una vez más por en fi, que se-
mánticamente señala hacia un desenlace.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »So!«, sagte der Kommissar Rusch. »So ein Vogel bist du also! So ein Vogel arbeitet
N3, cap. 16, pág. 159 also für meinen Kollegen Escherich! Das wird meinen Kollegen Escherich mächtig
TP. DE 103 freuen, so was zu hören!«
Aber während der Kommissar so ganz friedlich vor sich hin schwätzte, ging sein Blick
zwischen dem Barkhausen und dem Baldur Persicke hin und her, hin und her. Dann
fuhr Rusch fort: »Na, ich denke, du wirst nichts dagegen haben, uns auf einem kleinen
Spaziergang zu begleiten? Oder?«
»Aber nein!«, versicherte Barkhausen. Zitterte dabei, und sein Gesicht wurde noch
fahler. »Aber gerne komme ich mit!« Mir liegt ja am meisten daran, dass alles richtig
aufgeklärt wird, Herr Kommissar!«
»Na, dann ist’s ja schön!«, sagte der Kommissar trocken. Und nach einem raschen
Blick auf Persicke: »Friedrich, nimm dem Mann die Handfessel ab. Der kommt auch so
mit. Oder?«
Equivalencia Ø/Ø
Identificador –¡Vaya! –exclamó el comisario Rusch–. ¡Menudo pájaro estás hecho! Así que un granu-
N3, cap. 16, pág. 124 ja como tú trabaja para mi colega Escherich! ¡Pues te aseguro que mi colega se alegrará
Trad. ES 103 muchísimo cuando se entere de lo sucedido!
Pero mientras el comisario hablaba entre dientes tan tranquilo, su mirada pasaba una y
otra vez de Barkhausen a Baldur Persicke. Entonces, Rusch añadió:
–Ø Supongo que no tendrás nada que oponer si te pido que nos acompañes a dar un
paseíto, ¿verdad?
–Claro que no –aseguró Barkhausen, pero temblaba, y su rostro se puso más macilento
aún–. Tendré mucho gusto en acompañarlos, faltaría más. ¡Soy el más interesado en
que todo se aclare, señor comisario!
–Ø Me alegro de veras –contestó con tono seco el policía. Y, tras dirigir una mirada
rápida a Persicke–: Friedrich, quítale las esposas a este hombre. Nos acompañará
igualmente, ¿me equivoco?
Equivalencia En fi, [...] / Ø
Identificador –Sí, home, sí –va dir el comissari Rusch–, estàs fet una bona peça, tu! I un individu
N3, cap. 16, pág. 154-5 com tu treballa per al meu colega el comissari Escherich? Segur que se n’alegrarà, quan
Trad. CAT 103 ho sàpiga!
Però mentre el comissari parlava tranquil·lament, la seva mirada es passejava tota
l’estona entre Barkhausen i Baldur Persicke, i llavors va dir:
–En fi, suposo que no et farà res acompanyar-nos a fer un voltet, oi que no?
–I ara, és clar que no! –va assegurar Barkhausen, tremolant, amb el rostre cada cop més
descolorit–. Vindré amb molt de gust, perquè tinc molt d’interès que tot l’assumpte
s’aclareixi, senyor comissari!
–Ø Molt bé, molt bé –va dir el comissari, secament, i, després d’una llambregada a
Persicke, va afegir –: Friedrich, treu-li les manilles. Vindrà igualment amb nosaltres, oi
que sí?

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El comisario Rusch pregunta a Barkhausen si tendría algún inconveniente en acompañarlo a las dependencias poli-
ciales. Esta pregunta está encabezada por na (DWDS, i; WDP 2009: 579, 3.1.b.) y tiene una función de dar conti-
nuación a la conversación entre Barkhausen y Rusch. Rosa Pilar Blanco no traduce el marcador y bien podría haber
optado por elementos como entonces o así pues (Calsamiglia y Tusón 2012: 239). Por su parte, Ramon Monton vuelve
a recoger la unidad en fi.

Posteriormente, el comisario vuelve a iniciar su intervención con na y expresa su contento ante la disposición de
Barkhausen por solucionar el asunto del posible intento de hurto de la pulsera de la señora Rosenthal. En nuestra
opinión, en este contexto na se utiliza como sinónimo de na schön. Tanto en español como en catalán se recoge esta
complacencia –na, dann ist’s ja schön – a través de la expresión me alegro de veras y la repetición de la unidad molt bé.

Marcador pragmático Na ja, […] / Na, […] / Na schön!


conversacional
Identificador Er sagte schneller, als er die empörte Bewegung des jungen Baldur Persicke sah: »Überleg
N3, cap. 16, pág. 161-2 dir’s gut, mein Sohn! Eventuell nehme ich sogar einen HJ-Führer mit in die Prinz-Albrecht-
TP. DE 104 Straße, wenn er mich nämlich gar zu unverschämt ansohlt. Überleg dir’s, ob du nicht die
Wahrheit vorziehst. Vielleicht bleibt die Wahrheit ganz unter uns, wollen mal sehen, was du
zu erzählen hast.« Und da er Baldur schwanken sah: »Ich hab nämlich auch ein paar Be-
obachtungen gemacht, Observationen nennen wir so was. Zum Beispiel habe ich deine
Stibbelsohlen da hinten auf der Bettwäsche gesehen. In die Ecke biste heute noch gar nicht
gekommen. Und woher haste eigentlich so schnell gewusst, dass hier Kognak ist und wo er
steht? Und was denkst du, was mir der Barkhausen alles in seiner Angst erzählt? Nee, habe
ich das nötig, hier sitzen und mich von dir anlügen lassen? Dafür biste mir noch zu grün!«
Das sah der Baldur auch ein, und er packte aus.
»So!«, sagte der Kommissar schließlich. »So. Na ja, jeder tut, was er kann. Die Dum-
men Dummes und die Klugen oft noch was viel Dümmeres. Na, mein Sohn, zum
Schluss biste ja denn doch noch schlau geworden und hast den Vater Rusch nicht
angelogen. So was soll nicht unbelohnt bleiben. Was möchtste hier denn gerne haben?«
Baldurs Augen leuchteten auf. Eben noch war er völlig entmutigt gewesen, aber nun
sah er wieder Licht.
»Den Radioapparat mit dem Plattenspieler und den Platten, Herr Kommissar! «, flüs-
terte er gierig.
»Na schön!«, sagte der Kommissar gnädig. »Ich habe dir ja gesagt, vor sechse komme
ich nicht wieder hierher. Sonst noch was?«
Equivalencia En fin, [...] / Pero, en fin, [...] / ¡De acuerdo!
Identificador Y, al observar el movimiento furioso del joven Baldur Persicke, añadió más deprisa:
N3, cap. 16, pág. 126 –Piénsalo bien, hijo. Si me engañan con mucha desvergüenza, puedo llevarme a la calle
Trad. ES 104 Prinz-Albrecht incluso a un dirigente de las Juventudes Hitlerianas. Piensa si no prefie-
res decir la verdad. Es posible que la verdad quede entre nosotros, ya veremos lo que
tienes que contar. –Y al percatarse de la vacilación de Baldur–: Yo también he observa-
do un par de cosas. Nosotros lo llamamos hacer observaciones. Por ejemplo, he visto las
suelas de tus botas ahí detrás, encima de la ropa. Y hoy no te has acercado a ese rincón.
¿Y cómo te has enterado tan deprisa de que aquí había coñac y dónde estaba? ¿Te figuras
lo que me contará el miedoso de Barkhausen? Nooo, chico, ¿crees que necesito estar aquí
sentado dejando que me cuentes mentiras? ¡Para eso aún estás muy verde!
Baldur también lo comprendió así y desembuchó.
–Bien –dijo al final el comisario–. Bien. En fin, cada cual hace lo que puede. Los ton-
tos, tonterías, y los listos a menudo, tonterías mayores aún. Pero, en fin, hijo, al final
has acabado por ser listo y no has mentido a papá Rusch. Eso merece un premio. ¿Qué
te gustaría poseer de aquí?
Los ojos de Baldur relucieron. Momentos antes estaba totalmente desanimado, pero
ahora volvía a ver la luz.
–La radio con tocadiscos y los discos, señor comisario –susurró ávido.
–¡De acuerdo! –respondió el comisario, magnánimo–. Ya te he dicho que no regresaré
por aquí hasta las seis. ¿Alguna cosa más?
Equivalencia La veritat és que [...] / I tu, [...] / D’acord
Identificador Ho va dir de pressa en adonar-se d’un gest d’indignació del jove Baldur Persicke.
N3, cap. 16, pág. 156-7 –Rumia bé abans de contestar, fill meu! Estic disposat a emportar-me fins i tot un cap de
Trad. CAT 104 les Joventuts Hitlerianes al carrer del Príncep Albert si entenc que n’ha fet un gra massa.
Considera si no et sortirà més a compte dir-me la veritat. És possible que tot plegat quedi

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entre nosaltres, depèn del que tinguis per explicar-me –i, com que va veure que Baldur
dubtava, va afegir –: M’he fixat en un parell de coses, he fet un parell d’observacions,
com diríem nosaltres. Per exemple, he vist les petjades de les teves botes en aquella roba
de llit d’allà darrere, i això és una mica estrany, perquè avui no hi has passat. A més, com
has sabut de seguida que aquí hi havia conyac i on era? I què et penses que m’ha arribat a
explicar Barkhausen, amb la por que li ha agafat? O sigui que no et molestis a explicar-me
cap mentida, perquè ets molt jove i encara no tens gaire experiència.
Baldur va reconèixer que tenia raó i va buidar el pap.
–Molt bé! –va dir el comissari, finalment–. La veritat és que tothom fa el que pot. Els
idiotes fan idioteses i els espavilats sovint fan idioteses encara més grosses. I tu, fill
meu, has estat prou llest per dir la veritat al comissari Rusch. Això mereix una recom-
pensa. A veure, què voldries agafar d’aquí?
Els ulls de Baldur van brillar. Ja se sentia completament desanimat, però ara tornava a
veure la llum.
–L’aparell de ràdio amb els tocadiscos i els discos, senyor comissari! –va xiuxiuejar,
àvidament.
–D’acord –va dir el comissari, benvolent–. I alguna cosa més? Ja t’he dit que no torna-
ria abans de les sis...
El comisario Rusch y Baldur Persicke se encuentran en el inmueble de la fallecida señora Rosenthal. El primero
nota, por sus movimientos, que el joven ya ha estado allí antes y así se lo hace saber. El policía le dice que haga el
favor de decirle si eso es así, porque no lo va a poder engañar. Finalmente, el chico confiesa y el comisario Rusch,
satisfecho, vuelve a intervenir introduciendo mediante na ja una explicación. De esta forma, clarifica que cada uno
hace lo que puede: los tontos tonterías y los listos tonterías aún mayores. A continuación, prosigue su turno de
palabra mediante na y concluye que el joven Persicke es lo suficientemente lúcido para decir la verdad. Posterior-
mente, el comisario ofrece a Baldur que se lleve lo que quiera de la vivienda. El joven hace una selección y Rusch
expresa conformidad a través de la unidad na schön.

Rosa Pilar Blanco utiliza en fin y Ramon Monton la veritat és que para reproducir na ja. La unidad que usa el traductor
catalán pertenece al inventario del DPDE y podría encontrar igualmente cobijo en los marcadores de manifestación
de certeza de los que se habla en Las cosas del decir (Calsamiglia y Tusón 2012: 237), pero no la hemos encontrado
registrada en la bibliografía catalana. Con esta se «destaca la veracidad de lo dicho, así como el compromiso sincero
del hablante al decirlo», así pues muestra una actitud sólida respecto a lo comentado. El segundo na tiene un matiz
continuativo y conclusivo que se reproduce mediante pero, en fin e i tu, mientras que la conformidad manifestada por
na schön cobra vida a través de ¡de acuerdo! y d’acord.

Marcador pragmático na, [...]


conversacional
Identificador Für die Quangels verlief dieser Sonntag nicht so erfolgreich, wenigstens kam es nicht
N3, cap. 17, pág. 163 zu der von Frau Anna gewünschten Aussprache.
TP. DE 105 »Nee«, sagte Quangel auf ihr Drängen, »Nee, Mutter, heute nicht. Der Tag hat falsch
angefangen, an solchem Tag kann ich nicht tun, was ich eigentlich wollte. Und wenn
ich’s nicht tun kann, will ich auch nicht davon sprechen. Vielleicht andern Sonntag.
Horchst du? Ja, da schleicht wohl schon wieder einer von den Persickes über die
Treppe – na, lass sie! Wenn sie uns nur in Frieden lassen!«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Para los Quangel la mañana no fue tan fructífera, al menos las explicaciones tan
N3, cap. 17, pág. 127 ansiadas por Anna no llegaron.
Trad. ES 105 –Nooo –dijo Quangel contestando a sus ruegos–. Nooo, mamá, hoy no. El día ha
empezado mal, en un día así no puedo hacer lo que de verdad me apetece. Y si no
puedo hacerlo, tampoco deseo hablar de ello. Quizá otro domingo. ¿Lo oyes? Ya
vuelve a deslizarse por la escalera uno de los Persicke. Bueno, que lo haga. ¡Con tal de
que nos dejen en paz!
Equivalencia , però no […]
Identificador Per als Quangel, aquell diumenge no va ser tan profitós. En tot cas, no hi va haver la
N3, cap. 17, pág. 158 conversa que esperava Anna, i Quangel es va limitar a repetir, davant la insistència de la
Trad. CAT 105 seva dona:
–No, mare, avui no. El dia ha començat malament, i, en un dia així, no podré fer el que
voldria. I si no puc fer-ho m’estimo més no parlar-ne. Potser un altre diumenge. Què
fas, que escoltes? Sí, segurament torna a haver-hi a l’escala un o altre dels Persicke,
però no en facis cabal mentre ens deixin en pau!

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En este caso Anna y Otto se encuentran en su vivienda un domingo. El marido oye a alguien subiendo las
escaleras y supone que será algún miembro de la familia Persicke. Entonces, Otto le pregunta a su mujer si ha
oído a alguien fuera que caminaba arrastrándose, a lo que ella responde –na, lass sie! Wenn sie uns nur in Frieden
lassen! El marcador na introduce un enunciado que muestra la indiferencia de la protagonista hacia lo que hagan
sus vecinos, ya que sus pensamientos giran continuamente en torno a la figura de su hijo Otto ya fallecido.
Es un enunciado conclusivo e indica que el asunto es trivial. Se expresa a la vez la intención de cambiar de tema de
conversación o de actividad. Esto puede observarse en el contexto más inmediato, en el que el matrimonio
dedica parte del domingo a a hablar sobre su hijo y a ver las pocas fotos que conservan de él. La unidad bueno en
español muestra ese matiz de impasibilidad en las palabras de Anna Quangel de querer cerrar ese fragmento para dar
un giro conversacional temático. Este sentimiento se encuentra igualmente en la versión catalana gracias a la unidad
però no en la que se le resta importancia a lo que está sucediendo y se disuade a la vez al interlocutor de actuar al
respecto.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador Anna Quangel richtete sich steif auf und sah die andere mit duster glühenden Augen
N3, cap. 17, pág. 169 an. (In diesem Augenblick hatte sie vollkommen vergessen, warum sie diesen Besuch
TP. DE 106 gemacht hatte.) »Sagen Sie mal!«, rief sie und gab ihrer Stimme absichtlich einen ge-
wöhnlichen Klang. »Wollen Sie mich und die Frauenschaft verhöhnen? Wollen Sie sich
etwa über die Arbeitsbestimmungen und unsern Führer lustig machen? Ich warne Sie!«
»Und ich warne Sie!«, schrie Frau Gerich dagegen. »Sie scheinen nicht zu wissen, bei
wem Sie sind! Ich und mich über eine Bestimmung lustig machen! Mein Mann ist
Obersturmbannführer!«
»Ach so!«, sagte Anna Quangel. »Ach so!« Ihre Stimme war plötzlich ganz ruhig ge-
worden. »Na ja, Ihre Angaben habe ich ja nun, Sie bekommen dann Bescheid! Oder
haben Sie noch irgendwas geltend zu machen? Vielleicht eine kranke Mutter zu versor-
gen?«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador Anna Quangel se incorporó muy tiesa y la miró con unos ojos que fulguraban som-
N3, cap. 17, pág. 132-3 bríos. (En ese momento había olvidado por completo el motivo de su visita.)
Trad. ES 106 –¡Oiga! –exclamó, imprimiendo deliberadamente a su voz el tono de siempre–. ¿Pre-
tende acaso burlarse de mí y de la Organización de Mujeres? ¿Quiere reírse de las dis-
posiciones laborales y de nuestro Führer? ¡Se lo advierto!
–¡Yo también se lo advierto! –gritó la señora Gerich–. Por lo visto ignora con quién
está hablando. ¡Burlarme yo de una disposición! ¡Mi marido es Obersturmbannführer!
–¡Ah, ya! –contestó Anna Quangel–. ¡Vaya! –De repente su voz se calmó por comple-
to–. Bueno, tengo sus datos, ya recibirá usted noticias. ¿O desea mencionar algo más?
¿Quizá que cuida de una madre enferma?
Equivalencia En tot cas, [...]
Identificador Anna Quangel es va posar molt rígida i va mirar l’altra amb els ulls encesos de còlera –
N3, cap. 17, pág. 164 en aquell moment ja no recordava l’objectiu de la seva visita.
Trad. CAT 106 –Escolti! –va exclamar, en un to de veu deliberadament desagradable–. És que pretén
burlar-se de mi i de la Frauenschaft? És que pretén burlar-se del Führer i de les dispo-
sicions laborals? Vagi amb compte!
–I vostè vagi amb compte també! –li va cridar la senyora Gerich–. Em fa l’efecte que
no sap amb qui parla! Burlar-me de les disposicions laborals! El meu marit és Ober-
sturmbannführer!
–Caram! –va dir Anna Quangel–. En tot cas, ja tinc les seves dades i ens posarem en
contacte amb vostè. Vol al·legar alguna altra cosa? Ha de cuidar una mare malalta o
alguna cosa així?
Anna Quangel ha importunado bastante a la señora Gerich, a la que ha acudido con un objetivo más que defini-
do: abandonar la Organización de Mujeres. Después de una conversación acalorada en la que Anna ha tenido una
actitud más que impertinente e incluso insultante hacia la señora Gerich, esta le revela que es la mujer de un
Obersturmbannführer. Anna Quangel se hace la sorprendida, aunque sabía perfectamente con qué intención men-
cionaba este dato su interlocutora. Así, baja y controla su tono de voz –por supuesto, adrede– e intenta ir cerran-
do la conversación. Mediante na ja le dice a la señora Gerich que ya tiene sus datos y cesa en su interrogatorio, no
antes sin hacer una última pregunta (WDP 2009: 586, 3.3.f.). Bueno y en tot cas guían también hacia ese cierre y
muestran la actitud de haber cumplido con el “supuesto” objetivo de la visita: investigar y conseguir los datos de
la señora Gerich.

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Marcador pragmático Na schön
conversacional
Identificador Die beiden Damen tauschen einen Blick. Ihnen ist alles klar. Diese Frau hat den einzi-
N3, cap. 17, pág. 174 gen Sohn verloren, und da sieht sie solch eine Dame, von der sie meint, sie will sich
TP. DE 107 einer kleinen Pflicht entziehen, nicht das geringste Opfer bringen … So was muss ja
schiefgehen.
Die Mollige sagt: »Sie werden sich doch entschließen, eine kleine Entschuldigung vor-
zubringen?«
»Sobald Sie mir bewiesen haben, dass ich im Unrecht bin.«
Die Weißhaarige: »Aber ich habe es Ihnen bewiesen!«
»Dann habe ich es nicht begriffen. Für so was bin ich wohl zu dumm.«
»Na schön. Dann müssen wir es erst einmal allein versuchen. Ein schwerer Weg für
uns.«
Equivalencia De acuerdo
Identificador –Las dos mujeres cruzan una mirada. Para ellas todo está claro. Esta mujer ha perdido
N3, cap. 17, pág. 136 a su único hijo y entonces se encuentra con una de esas mujeres distinguidas que cree
Trad. ES 107 que desean escaquearse de una pequeña disculpa, ¿eh? –inquiere la regordeta.
–En cuanto ustedes me demuestren que estoy equivocada.
Y la canosa:
–¡Pero si se lo he demostrado!
–Entonces no lo habré comprendido. Debo de ser muy tonta para eso.
–De acuerdo. Entonces tendremos que intentarlo nosotras solas. Será un camino duro
para las dos.
Equivalencia En fi, [...]
Identificador Les dues dones intercanvien una mirada. De cop i volta ho han entès tot. Aquella dona
N3, cap. 17, pág. 169 ha perdut el seu fill únic a la guerra i es troba amb una dama que, segons ella, defuig les
Trad. CAT 107 seves responsabilitats i no vol fer ni el més petit sacrifici, i llavors passa el que passa...
La grassoneta li diu:
–Suposo que no li farà res presentar les seves disculpes a aquesta senyora...
–Sempre que em demostrin que no he actuat correctament.
La dels cabells blancs li diu:
–Però si li acabo de demostrar!
–Doncs jo no ho he entès. No dec ser prou intel·ligent per a aquesta mena de coses.
–En fi, doncs ho haurem de fer totes soles. Serà una situació molt difícil per a nosal-
tres.
Dos funcionarias de la Organización de Mujeres hacen una visita a Anna Quangel a razón de lo acontecido aquel
mismo día en casa de la señora Gerich. Las dos mujeres intentan en vano que la señora Quangel recapacite y pre-
sente sus disculpas ante Gerich, quien se siente muy ofendida. Ella se niega y parece no querer reconocer su supues-
ta falta, por lo que las funcionarias cesan en sus intentos y muestran una actitud de condescendencia a la par que de
rendición mediante un enunciado, que empieza por na schön. Ambas reconocen que les espera una tarea muy dura,
pues serán ellas mismas quienes tengan que disculparse por no haber conseguido que Anna Quangel las acompañe.
Las traducciones que desempeñan este papel en los TM son de acuerdo y en fi.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Escherich stieß also an, stieß mehrmals an und trank mit.
N3, cap. 25, pág. 266 »Also, was gibt’s, Escherich?«, sagte dann Prall und versuchte, an seinem Schreibtisch
TP. DE 108 möglichst grade zu stehen, an ihm und durch ihn. »Was haben Sie denn da?«
»Ein Protokoll«, erklärte Escherich. Von mir aufgenommen in Sachen meines Klabau-
termanns. Ein paar andere Berichte und Protokolle folgen noch, aber dieses ist das
wichtigste. Bitte, Herr Obergruppenführer.«
»Klabautermann?«, fragte Prall, scharf nachdenkend. »Das ist doch der Kerl mit den
Karten. Na, ist Ihnen da doch was eingefallen, Escherich, wie ich Ihnen befohlen
habe?«
Equivalencia ¿Es que […]?
Identificador Así que Escherich brindó varias veces y bebió con él.
N3, cap. 25, pág. 207 –¿Qué hay de nuevo, Escherich? –inquirió entonces Prall, procurando mantenerse lo
Trad. ES 108 más derecho posible en su escritorio–. ¿Qué tiene ahí?
–Un informe –explicó Escherich–. Redactado por mí sobre mi Duende. Le seguirán
otro par de informes y expedientes, pero éste es el más importante. Tenga, mi

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Obergruppenführer.
–¿Duende? –preguntó Prall, perspicaz–. Ése es el tipo de las postales. ¿Es que se le ha
ocurrido algo, tal como le ordené, Escherich?
Equivalencia Ø
Identificador Per tant Escherich va brindar i va beure.
N3, cap. 25, pág. 257 –I doncs, què hi ha de nou, Escherich? –va dir Prall, mentre intentava aguantar-se dret
Trad. CAT 108 repenjant-se en un escriptori–. Què és això que porta?
–Un protocol –va respondre Escherich–. L’he redactat jo mateix i té a veure amb el cas
del meu follet de mal averany. Encara falten uns quants informes i protocols, però
aquest és el més important. Miri-s’ho, Obergruppenführer.
–El follet de mal averany? –va preguntar Prall, esforçant-se per recordar–. És clar,
l’individu de les postals. Ø Ha tingut alguna altra idea, Escherich, com li vaig ordenar?
El comisario Escherich va en busca de su superior, el Obergruppenführer Prall, quien se halla en medio de una
celebración con otras autoridades. Este último hace esperar a Escherich cerca de una hora, y lo recibe en un estado
de embriaguez considerable. Prall ofrece a su subordinado una copa de armañac para celebrar la victoria sobre
Francia, pero Escherich muestra rechazo, y declara ser abstemio. Al final, acaba cediendo y brindan. Entre brindis y
tragos, el superior pregunta a Escherich qué es lo que lo trae por allí. Escherich responde que lleva consigo un
informe sobre el caso Duende. Este suceso ha alborotado y lleva dando dolores de cabeza a los altos mandos de la
ciudad durante más tiempo del deseado. Prall intenta averiguar si su subalterno ha tenido alguna idea que permita
avanzar en las investigaciones del caso y llevarlo a su fin. Con el propósito de mostrar su interés, formula la
pregunta Na,ist Ihnen da doch was eingefallen, Escherich, wie ich Ihnen befohlen habe? El marcador na introduce una cuestión
(WDP 2009: 3.1.b.) en la que se pide aclaración al oyente sobre si ha sido resolutivo y ha logrado arrojar luz sobre
los entresijos del caso de la distribución de las postales en contra del régimen. En español, Rosa Pilar Blanco recurre
a es que para encabezar esta pregunta, mientras que en catalán se omite. Esta unidad ha sido categorizada por
Porroche Ballesteros como introductor de una explicación-justificación. Sin embargo, aquí se inquiere con
curiosidad si ya se le ha ocurrido algo al interlocutor. En catalán podría haberse optado por una unidad como i bé
para cubrir la función de na.

Marcador pragmático Na, [...] / Na, […]


conversacional
Identificador »Prost, Escherich!«
N3, cap. 25, pág. 267 »Danke gehorsamst, Herr Obergruppenführer! Prost!«
TP. DE 109 »Na, nun lesen Sie doch weiter, Escherich! Nee, fangen Sie noch mal wieder von vorne
an. Die eine Stelle ist mir noch nicht ganz aufgegangen. Immer ein langsamer Denker
gewesen …«
Und Escherich las. Ja, jetzt wurde er genauso gequält, wie er vor zwei Stunden den
schmächtigen Kluge gequält hatte, genau wie den plagte auch ihn nur das Verlangen,
aus der Tür herauszukommen. Aber er musste lesen, lesen und trinken, trinken und
lesen, solange das dem andern beliebte. Er fühlte schon, wie es flockig, wolkig in sei-
nem Kopf zog – seine gute Arbeit, ade! Verdammte Zucht!
»Prost, Escherich!«
»Prost, Herr Obergruppenführer!«
»Na, denn lesen Sie noch mal von Anfang an!«
Equivalencia Bien, [...] / Vamos, [...]
Identificador –¡Salud, Escherich!
N3, cap. 25, pág. 208 –¡Gracias, mi Obergruppenführer! ¡Salud!
Trad. ES 109 –Bien, ¡siga leyendo, Escherich! O mejor no, vuelva a empezar por el principio. Hay
un pasaje que no termino de entender. Siempre he sido lento de entendederas...
Y Escherich leía. Sí, ahora lo atormentaban igual que dos horas antes había atormentado
él al débil Kluge, y al igual que éste, también a él lo corroía el deseo de salir por la puerta.
Sin embargo, tenía que leer, leer y beber, beber y leer, mientras eso agradara al otro. Ya
sentía que se le nublaba la cabeza... ¡Adiós a su estupendo trabajo! ¡Maldita disciplina!
–¡Salud, Escherich!
–¡Salud, mi Obergruppenführer!
–Vamos, lea desde el principio.
Equivalencia Vinga, [...] / Vinga, [...]
Identificador –Salut, Escherich!
N3, cap. 25, pág. 258-9 –A les seves ordres, gràcies, Obergruppenführer, salut!
Trad. CAT 109 –Vinga, continuï llegint, hi ha un tros que encara no he acabat d’entendre. Sempre he
estat una mica lent pensant...

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I Escherich es va posar a llegir de nou. Ara el turmentaven exactament de la mateixa
manera que ell havia turmentat el pobre Kluge feia dues hores, i, exactament com ell,
l’únic que desitjava era sortir per la porta. Però havia de llegir, de llegir i de beure, de
beure i de llegir mentre l’altre volgués.
Ja sentia com el cervell se li esponjava i se li omplia de boira. A fer punyetes la bona
feina que havia fet! Maleïda disciplina!
–Salut, Escherich!
–Salut, Obergruppenführer!
–Vinga, torni a llegir des del principi!
Mediante un enunciado encabezado por na, el señor Prall pide a Escherich que siga leyendo. Este marcador introdu-
ce un turno de palabra que da progresión a la conversación entre Prall y Escherich, a la vez que presenta una orden
(DWDS, f; Duden; WDP 2009: 579, 3.1.c.). Bien y vinga son las opciones que escogen ambos traductores. En nuestra
opinión, Rosa Pilar Blanco podría haber añadido la unidad pues delante de bien y Ramon Monton doncs delante de
vinga con el objetivo de marcar todavía más en el texto ese carácter de prisa, con el que el hablante apremia al inter-
locutor para que lleve a cabo una orden o un mandato. Posteriormente, se vuelve a dar una intervención de Prall,
donde na se encuentra en la misma posición y tiene la misma función. Esta vez, la traductora al español opta, a
diferencia de Ramon Monton, por un nuevo marcador: vamos. Este elemento sirve para introducir una exhortación
(DRAE) como en el caso anterior.

Marcador pragmático Na, na!


conversacional
Identificador Und wirklich, nachdem er sich heiser geschrien, ließ Prall seinen Untergebenen los. Er
N3, cap. 25, pág. 269 goss sich ein weiteres Glas Armagnac ein, musterte Escherich mit bösem Blick und
TP. DE 110 krächzte:
»Nun melden Sie gefälligst, warum Sie diese Riesendummheit gemacht haben!«
»Zuerst möchte ich melden«, sagte Escherich leise, »dass der Mann standing durch
zwei unserer besten Leute vom Präsidium beschattet wird. Ich denke, früher oder
später wird er doch seinen Auftraggeber, den Briefeschreiber, aufsuchen. Jetzt leugnet
er, ihn zu kennen. Der bekannte große Unbekannte.«
»Ich hätte den Namen schon aus ihm rausgepresst. Diese Beschatterei – womöglich
verlieren die noch den Mann!«
»Die nicht! Die tüchtigsten Leute vom Alex!«
»Na, na!« Aber ersichtlich zog bei Prall wieder besseres Wetter auf. »Sie wissen, ich
will diese Eigenmächtigkeiten nicht haben! Ich hätte den Mann lieber in meinen
Fingern!«
Equivalencia ¡Bueno, bueno!
Identificador Y en efecto, después de haber gritado hasta enronquecer, Prall soltó a su subordinado.
N3, cap. 25, pág. 209-10 Se sirvió otra copa de armañac, observó furioso a Escherich y graznó:
Trad. ES 110 –¡Y ahora haga el favor de contarme por qué ha cometido tamaña estupidez!
–Ante todo me gustaría mencionar –contestó Escherich en voz baja– que ese hombre
está siendo vigilado continuamente por dos de nuestros mejores hombres de Jefatura.
Creo que antes o después irá a ver a su cliente, el autor de las postales. Ahora niega
conocerlo. El conocido gran desconocido.
–Yo ya le habría sacado el nombre a la fuerza. Vigílalo (sic)… espero que no se les
ocurra perderlo.
–Esos, no. Son los hombres más eficaces de la plaza Alexander.
–¡Bueno, bueno! –Prall volvía a animarse a ojos vistas–. Ya sabe que a mí no me
gustan esas arbitrariedades. Preferiría tener a ese tipo en mis manos.
Equivalencia Ja ho veurem, ja ho veurem
Identificador I, en efecte, quan la veu se li va enrogallar va deixar anar el seu subordinat. Es va
N3, cap. 25, pág. 260-1 omplir una altra copa d’armanyac, va dirigir una mirada furibunda a Escherich i va dir:
Trad. CAT 110 –I ara faci el favor d’explicar-me per què ha fet aquesta immensa bajanada!
–En primer lloc –va dir Escherich a mitja veu–, vull que sàpiga que he ordenat que dos
dels millors agents de la comissaria vigilin contínuament aquest home. Penso que tard
o d’hora es posarà en contacte amb l’autor de les postals, amb qui li ha encarregat
repartir-les. Ara afirma que no el coneix. De moment, continua sent un gran
desconegut.
–Jo ja li hauria arrencat el nom de l’autor de les postals. No me’n refio, de la seva
vigilància... I si el perden?
–Això és impossible. Són els millors agents d’Alexanderplatz.

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–Ja ho veurem, ja ho veurem –va exclamar Prall, però era evident que s’havia
tranquil·litzat–. De totes maneres, ja sap que no m’agrada que prengui decisions pel seu
compte! Preferiria tenir aquest home en el meu poder!
El Obergruppenführer pide a Escherich que haga pasar al hombre al que parece tener bajo su custodia. Cuando el
comisario confiesa haberlo dejado en libertad, Prall estalla y manifiesta su ira contra su interlocutor con voces y
continuos zarandeos. Con todo, Escherich mantiene la calma en todo momento y no se deja importunar por la
agresividad de su superior. Al final, los efectos del alcohol hacen su trabajo; Prall deja de acosar a Escherich y se
calma. El alto cargo quiere saber por qué su subordinado ha cometido una estupidez de tal magnitud y Escherich
contesta que el sospechoso se encuentra bajo la vigilancia de dos policías competentes de la zona de Alexanderplatz.
Prall espeta un repentino na na con el que muestra incredulidad y exiguo reconocimiento por el trabajo de
Escherich, ya que ni todavía ni existen sólidos resultados ni se ha arrestado a nadie por la autoría de las postales que
atentan contra los principios del régimen. En español la repetición bueno, bueno y en catalán ja ho veurem, ja ho veurem
consuman la transmisión de escepticismo derivada del miedo de que Enno Kluge pudiera escaparse, pues se
esfumaría cualquier oportunidad de culpabilizar a alguien. Además esta repetición de na (na, na) muestra enfado,
desaprobación y una fuerte crítica al trabajo de Escherich por parte de Prall (WDP 2009: 576, 2.).

Marcador pragmático Na ja, [...]!


conversacional
Identificador Laut aber sagte er: »Das ist so ein verängstigtes kleines Geschöpf, Herr
N3, cap. 25, pág. 269 Obergruppenführer. Die Wahrheit zu sagen: feig wie Schifferscheiße. Wenn Sie den
TP. DE 111 zwiebeln, der kackt Lügen über Lügen, der sagt Ihnen alles aus, was Sie wollen, und wir
laufen hinter hundert Lügen her. So führt er uns glatt zum Kartenschreiber.«
Der Obergruppenführer lachte: »Na ja, Sie oller Fuchs, also trinken wir noch einen!«
Also tranken sie noch einen.
Equivalencia ¡Bien, bien, [...]!
Identificador Sin embargo, en voz alta añadió:
N3, cap. 25, pág. 210 –Es un pobre hombrecillo atemorizado, mi Obergruppenführer.
Trad. ES 111 Para decirlo con sinceridad: es un cobarde del carajo. Si le aprieta las tuercas, soltará
mentira tras mentira, le dirá lo que usted desee, y nosotros correríamos detrás de mil
mentiras. De este modo nos conducirá sin rodeos hasta el autor de las postales.
El Obergruppenführer rio.
–¡Bien, bien, es usted zorro viejo, vamos, echemos otro trago!
Bebieron.
Equivalencia Molt bé, [...]
Identificador I va dir, en veu alta:
N3, cap. 25, pág. 261 –És un homenet esporuguit, Obergruppenführer. Parlant clar, de seguida es caga a les
Trad. CAT 111 calces. Si el maltracta, començarà a dir mentides sense parar i seguirem cent pistes
falses. En canvi, d’aquesta manera ens portarà directament a l’autor de les postals.
L’Obergruppenführer es va posar a riure: –Molt bé, gat vell, prenguem una altra copa!
I van tornar a brindar.
Escherich convence a Prall de que la idea de haber dejado al hombre en libertad es la mejor manera de dar con el
paradero del autor de las postales. El Obergruppenführer llega a la conclusión de que su subordinado tiene razón y
pronuncia complacido un na ja que introduce un enunciado en el que se alude a la sabiduría y experiencia del comisario.
Así pues, en las palabras de Prall se aprecia finalmente satisfacción, al contrario que en el fragmento anterior, por la
quizás inminente detención del autor de las postales. Esta condescendencia y complacencia, en definitiva esta
coincidencia en cuanto a opiniones se plasma en español con la unidad bien, bien, mientras que en catalán se acude a molt bé.

Marcador pragmático Na ja, [...]


conversacional
Identificador »... Jedenfalls danke ich gehorsamst.«
N3, cap. 25, pág. 270 Der Obergruppenführer Prall weidete sich an der Überraschung des Dekorierten.
TP. DE 112 »Na ja, Escherich«, sagte er dann. »Sie wissen ja, ich bin gar nicht so. Und schließlich
sind Sie ja doch ein ganz tüchtiger Beamter. Man muss Sie nur manchmal ein bisschen
auf den Trab bringen, sonst schlafen Sie mir noch ganz ein. Wollen noch mal einen
genehmigen. Prost, Escherich, auf Ihr Kreuz!«
»Prost, Herr Obergruppenführer! Und nochmals meinen gehorsamsten Dank!«
Equivalencia En fin, [...]
Identificador –En cualquier caso, gracias, siempre a sus órdenes…
N3, cap. 25, pág. 211 El Obergruppenführer se regocijaba con la sorpresa del condecorado.
Trad. ES 112 –En fin, Escherich –añadió–, ya sabe que yo no soy así. Al fin y al cabo usted es un

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funcionario muy eficiente. Sólo hay que hacerlo sudar un poco de vez en cuando, o se
me duerme como un lirón. Venga, tomemos otra. ¡Salud, Escherich, por su cruz!
–¡Salud, mi Obergruppenführer! ¡Y reciba mi más rendida gratitud!
Equivalencia En fi, [...]
Identificador –En tot cas, l’hi agraeixo moltíssim.
N3, cap. 25, pág. 262 L’Obergruppenführer Prall es delectava en la torbació del condecorat.
Trad. CAT 112 –En fi, Escherich –va dir, finalment–. Ja sap que jo no sóc així, i, al capdavall, vostè és
un funcionari molt capacitat, però de tant en tant se l’ha de burxar una mica perquè no
s’adormi. Vinga, fem un altre brindis. Salut, Escherich, per la seva creu!
–Salut, Obergruppenführer! I li torno a agrair moltíssim aquest honor!
El Obergruppenführer decide condecorar a Escherich con la Cruz al Mérito Militar. El comisario, incrédulo,
dice a su superior que no merece tal mención. Prall reconoce a Escherich como buen funcionario que lleva su
trabajo casi siempre a buen término, a pesar de que de vez en cuando n e c e s i t e algún toque de atención para
reaccionar. Prall agrega, después de haberle otorgado la Cruz, un enunciado con na ja en el que introduce una
conclusión (WDP 2009: 586, Gliederungspartikel 3.3.f.) y en el que deja claro que el repentino ataque de ira anterior
no va con su persona y que, por tanto, es consciente de su gran valía como servidor del pueblo alemán. Esta
deducción se expresa en las dos lenguas de las traducciones con en fin y en fi, respectivamente.

Marcador pragmático Na, [...]


conversacional
Identificador Der Kommissar hat den Barkhausen nur aufgesucht, um ihm sein Geld zu geben und
N3, cap. 33, pág. 359 ihn nach Haus zu schicken. Aber jetzt lässt er das Geldpäckchen in seiner Tasche wie-
TP. DE 113 der los und hört erheitert, wie Barkhausen grob antwortet: »Und habe ich dich nicht
laufenlassen, Enno? Wenn du Ochse dich gleich wieder fangen lässt, dafür kann ich
nichts. Ich habe mein Versprechen gehalten.«
Der Kommissar sagt: »Na, darüber unterhalten wir uns noch mal, Barkhausen. Jetzt
machen Sie, dass Sie nach Haus kommen.«
»Aber vorher will ich mein Geld, Herr Kommissar«, verlangt Barkhausen. »Sie haben
mir fest fünfhundert Eier versprochen, wenn ich Ihnen Enno liefere. Da haben Sie ihn
am Arm, und nun spucken Sie auch aus!«
Equivalencia Bueno, […]
Identificador El comisario sólo había ido a buscar a Barkhausen para darle su dinero y mandarlo a
N3, cap. 33, pág. 279 casa. Pero ahora suelta el paquetito de dinero dentro de su bolsillo y escucha, divertido,
Trad. ES 113 cómo Barkhausen contesta con voz grosera:
–¿Y acaso no te he dejado marchar, Enno? Yo no tengo la culpa de que seas un cenu-
trio y te dejes atrapar al momento. Yo he cumplido mi promesa.
El comisario dice:
–Bueno, ya volveremos a hablar de eso, Barkhausen. Ahora, váyase a su casa.
–Pero antes quiero mi dinero, señor comisario –exige Barkhausen–. Me prometió usted
quinientos si le entregaba a Enno. Ya lo lleva del brazo, así que, afloje la mosca.
Equivalencia D’acord, [...]
Identificador El comissari volia veure Barkhausen per donar-li els diners i enviar-lo cap a casa, però
N3, cap. 33, pág. 346 ara es torna a guardar el paquet dels diners a la butxaca i escolta, divertit, la resposta
Trad. CAT 113 grollera de Barkhausen:
–I és que no t’he deixat, marxar, Enno? Si tu ets tan babau de deixar-te detenir una
altra vegada, jo no puc fer-hi res. Jo ja he complert la meva promesa.
–D’acord, ja en parlarem, de tot això, Barkhausen –diu el comissari–. Ara faci el favor
d’anar-se’n cap a casa.
–Però abans doni’m els meus diners, senyor comissari –va exigir Barkhausen–. Em va
prometre cinc-cents marcs si li lliurava Enno. Ara que ja el té, és el moment d’afluixar
la mosca.
El comisario Escherich y Barkhausen se ven en la calle y este último le dice al policía que ha cumplido con su parte
del trato; le ha hecho saber dónde se encontraba Enno Kluge, a quien ahora mismo lleva arrestado. Escherich asien-
te e intenta ignorar lo dicho por Barkhausen. De esta forma, mediante una intervención iniciada con na responde
que ya hablarán del tema más adelante. Las unidades que se encargan de transmitir esta función de asenso y de res-
puesta evasiva en las traducciones son bueno y d’acord.

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 349


Marcador pragmático Nanu, [...]?
conversacional
Identificador Pinneberg ist vieles nicht selbstverständlich. Die häßlichen Steingutteller mit den
N1, cap. 2, pág. 24 schwärzlichen Anschlagstellen, die halb kalten Kartoffelpuffer, die nach Zwiebeln
TP. DE 114 schmecken, die saure Gurke, das laue Flaschenbier, das nur für die Männer dasteht,
dazu diese trostlose Küche, der waschende Karl…
Karl setzt sich an den Tisch, sagt brummig: »Nanu, Bier?«
»Das ist der Bräutigam von Emma«, erklärt Frau Mörschel. »Sie wollen bald heiraten.«
»Hat sie doch einen abgekriegt«, sagt Karl. »Na ja, einen Bourgeois. Ein Prolet ist ihr
nicht fein genug.«
»Siehst du«, sagt Vater Mörschel, sehr befriedigt.
Equivalencia Caramba, [...]
Identificador Pinneberg, sin embargo, piensa que hay muchas cosas que no son naturales. Los feos
N1, cap. 2, pág. 25 platos de loza con las zonas negruzcas desportilladas, las tortas medio frías de patata
Trad. ES 114 con sabor a cebolla, el pepino en vinagre, la floja cerveza embotellada solo para los
hombres, amén de esa cocina desalentadora, el tipo ese lavándose…
Karl se sienta a la mesa y farfulla entre dientes:
–Caramba, ¿cerveza?
–Este es el novio de Emma –explica la señora Mörschel–. Quieren casarse pronto.
–Así que ha pescado a uno –dice Karl–. Un burgués, vamos. Un proleta no es lo bas-
tante fino para ella.
–Ya lo ves –dice papá Mörschel, muy satisfecho.
Equivalencia I doncs, com és que [...]?
Identificador En canvi, hi ha moltes coses que Pinneberg no troba tan naturals: aquells plats tan
N1, cap. 2, pág. 26 lletjos I escantonats de ceràmica barata amb esquerdes negroses, les truites de patates
Trad. CAT 114 fredes I amb gust de ceba, els cogombres agres, la cervesa tèbia, només apta per a
homes i, a més, aquella cuina desolada amb Karl rentant-s’hi les aixelles.
Karl s’asseu a taula i remuga:
–I doncs, com és que hi ha cervesa?
–Aquest és el promès d’Emma –li explica la senyora Mörschel–, es pensen casar aviat.
–O sigui que al final n’ha pescat un? –exclama Karl–. Caram, I tot un burgès! Es veu
que un proletari no és prou bo per a ella.
–Ja ho veus –diu el pare Mörschel, tot satisfet.
Los Mörschel están sentados a la mesa y el último en llegar es Karl, el hermano de Corderita. Cuando ve la cerveza,
este pronuncia la interjección nanu, que actúa como marcador y manifiesta asombro, tal y como recogen el Duden y
el DWDS. Así pues, se deduce por contexto que en casa de los Mörschel no se suele beber cerveza y que se tiene
que tratar, por ende, de una ocasión especial: la presencia de Johannes Pinneberg, el prometido de su hermana. La
interjección caramba se encarga de denotar esa extrañeza en el texto de Rosa Pilar Blanco y la pregunta i doncs, com és
que? trasluce igualmente ese mismo estupor en la traducción de Ramon Monton. Tanto el Slabý Grossmann (2012:
802) como el DAC (2006: 440) incluyen como equivalentes algunas unidades, que también podrían haber funciona-
do en este contexto: ¡hombre!, home! o coi (cony!), entre otras. Sin embargo, en estos dos diccionarios, hemos echado de
menos algunos elementos que cabría también nombrar por su cariz coloquial: ¡ostras!, ¡joder!, òndia! y hòstia!

Marcador pragmático Nanu, [...]!


conversacional
Identificador Gradewegs marschiert Pinneberg in Bergmanns Laden, gradewegs in das kleine, dunkle
N1, cap. 14, pág. 114 Vogelbauer, das einfach vom Laden abgeschlagen ist. Und wirklich sitzt der Chef da
TP. DE 115 und zieht einen Brief auf der Kopierpresse ab. Das macht man noch bei Bergmann.
»Nanu, Pinneberg!« sagt Bergmann. »’s Leben noch frisch?«
»Herr Bergmann«, sagt Pinneberg atemlos. »Ich bin ein Riesenkamel gewesen, daß ich
von Ihnen fort bin. Ich bitt um Entschuldigung, Herr Bergmann, ich will auch gerne
immer die Post holen.«
Equivalencia ¡Hombre, […]!
Identificador Pinneberg se encamina derecho hacia la tienda de Bergmann, hacia la pequeña y oscura
N1, cap. 14, pág. 116 jaula separada de la tienda. Y en efecto, allí está el jefe, imprimiendo una carta en la
Trad. ES 115 prensa copiadora. Eso aún se hace en Bergmann.

350 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


–¡Hombre, Pinneberg! –lo saluda Bergmann–. ¿Cómo le va?
–Señor Bergmann –contesta Pinneberg, acongojado–. He sido un tremendo idiota por
haberle dejado. Le pido disculpas, señor Bergmann, me gustaría recuperar MI PUESTO.8
Equivalencia Caram, […]!
Identificador Va directament cap a l’establiment de Bergmann, cap a la petita gàbia fosca separada de
N1, cap. 14, pág. 116 la botiga. I, efectivament, allà hi ha el patró, fent la còpia d’una carta amb una premsa
Trad. CAT 115 copiadora. A la botiga de Bergmann encara fan aquesta mena de coses.
–Caram, Pinneberg! –exclama Bergmann–. Com li va tot?
–Senyor Bergmann –diu Pinneberg, sense alè–. Vaig fer una bestiesa immensa quan
vaig plegar de la seva botiga. Li demano perdó, senyor Bergmann. Amb molt de gust
aniré sempre a buscar la correspondència.
Bergmann, antiguo jefe de Johannes, se sorprende al verlo entrar en su tienda. El anciano judío pronuncia nanu,
Pinneberg!, con lo que deja entrever la emoción y el asombro de que el muchacho se haya presentado allí. Rosa Pilar
Blanco opta por utilizar ¡hombre! y Ramon Monton caram! con lo que se consigue el mismo efecto en los TM, tal y
como recogen el DRAE y el DIEC (carall, 1.2.). Por otro lado, los diccionarios bilingües Slabý Grossmann y el DAC
también incluyen estas propuestas de traducción.

Marcador pragmático Nanu!


conversacional
Identificador Die Zigarette ist zu Ende, und sie fangen mit dem Essen an.
N1, cap. 30, pág. 226 »Nanu!« sagt Pinneberg. »Koteletts – das ist ja Sonntagsessen.«
TP. DE 116 »Schweinefleisch ist jetzt billig«, sagt sie entschuldigend.
»Und dann habe ich gleich für morgen mitgebraten, dann hast du… dann haben wir
mehr Zeit für uns.«
»Ich hab gedacht«, sagt er, »wir tippeln mal ganz langsam nach dem Schloßpark runter.
Es ist da jetzt so schön.«
»Morgen früh, Junge, morgen früh.«
Dann sind sie beim Abwaschen. Lämmchen hat gerade einen Teller in der Hand, da stöhnt
sie auf, mit weit offenem Munde. Ihr Gesicht wird ganz blaß, grau, und dann sehr rot.
»Was ist denn, Lämmchen?« fragt er erschrocken und bringt sie in ihren Stuhl.
»Die Wehen«, flüstert sie nur und hat keine Zeit mehr für ihn, sitzt da, ganz vornüber-
gebeugt, den Teller hat sie noch in der Hand.
Equivalencia ¡Caramba!
Identificador El cigarrillo se ha terminado y empiezan a comer.
N1, cap. 30, pág. 228 –¡Caramba! –exclama Pinneberg–. Chuletas... esto es comida de domingo.
Trad. ES 116 –Ahora la carne de cerdo está barata –se disculpa ella–.
Y además, de paso, lo he dejado ya preparado para mañana, así tú... así tendremos más
tiempo para nosotros.
–He pensado bajar muy despacio, pasito a pasito, hasta el Schlosspark –sugiere–. Está
tan bonito.
–Mañana temprano, chico, mañana temprano.
Después friegan los cacharros entre ambos. Corderita tiene un plato en la mano cuan-
do lanza un gemido, con la boca muy abierta. Su rostro palidece, después se pone gris y
luego muy colorada.
–¿Qué te pasa, Corderita? –pregunta asustado, conduciéndola hasta su silla.
–Las contracciones –se limita a susurrar, pero ya no tiene tiempo para él, se ha sentado
completamente inclinada hacia delante, con el plato todavía en la mano.
Equivalencia Manoi!
Identificador El cigarret s’ha acabat i es posen a dinar.
N1, cap. 30, pág. 228 –Manoi! –exclama Pinneberg–. Costelles, però si això és un dinar de diumenge!
Trad. CAT 116 –Ara la carn de porc va barata –diu ella, disculpant-se–. A més, també n’he fregides per
a demà, així tu... així tindrem més temps per a nosaltres.
–He pensat –diu ell– que podríem baixar tot passejant fins al parc del palau, que ara
està preciós.
–Demà al matí, nen, demà al matí.


8 En el fragmento español identificamos un error de traducción, pues se ha traducido «die Post»
por «mi puesto» en vez de por «correspondencia» o «correo». La traductora ha confundido este
sustantivo con «der Posten».

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 351


Després es posen a rentar els plats. La Xaieta, que té un plat a la mà, deixar anar un
gemec i obre molt la boca. La cara se li torna blanca, grisa i, finalment, molt vermella.
–Què et passa, Xaieta? –pregunta ell, espantat, i li acosta una cadira.
–Els dolors del part –xiuxiueja ella, i ja no pot estar per ell, sinó que es queda a la ca-
dira, inclinada cap endavant, amb el plat encara a la mà.
Pinneberg llega a casa antes de lo habitual, porque el parto de Corderita es inminente. El joven exclama nanu! cuan-
do ve que hay chuletas para comer. Con el empleo de esta unidad se adivina su asombro, pues se trata de una comi-
da de domingo tal y como indica el enunciado que sigue. Los traductores han optado por ¡caramba! y manoi! para
reproducir en los TM la misma función de extrañeza que presenta el TP. La entrada manoi! del DIEC remite a renoi!;
de lo que deducimos que la frecuencia de la segunda unidad es mayor en contextos coloquiales orales.

Marcador pragmático Nanu!


conversacional
Identificador Es ist Abend, ein schöner heller Abend, später Frühling, halber Sommer. Pinneberg ist
N1, cap. 38, pág. 294 fertig mit seiner Tagesarbeit, er kommt aus dem Warenhaus Mandel, er ruft seinen
TP. DE 117 Kollegen zu: »Also dann morgen wieder!« Und trabt los.
Eine Hand legt sich auf seine Schulter. »Pinneberg, Sie sind verhaftet!«
»Nanu!« sagt Pinneberg und ist kein bißchen erschrocken.
»Wieso?« Ach Gott, Sie, Herr Jachmann! Ich habe Sie ja eine Ewigkeit nicht gesehen!«
»Da sieht man das gute Gewissen«, sagt Jachman melancholisch. »Kein bißchen
zusammengezuckt. Gott, wer es auch so hätte wie diese jungen Leute! Benei-
denswert!«
Equivalencia ¡Caramba!
Identificador Es una hermosa y clara tarde de finales de primavera que preludia el verano. Pinneberg,
N1, cap. 38, pág. 295 finalizado su trabajo cotidiano, sale de los grandes almacenes Mandel y se despide de
Trad. ES 117 sus compañeros:
–¡Hasta mañana! –Y echa a andar.
Una mano se apoya en su hombro.
–Queda usted detenido, Pinneberg.
–¡Caramba! –exclama Pinneberg sin asustarse lo más mínimo–. ¿Y eso por qué? Ay,
Dios, es usted, señor Jachmann. Llevaba una eternidad sin verlo.
–Ahí se ve la buena conciencia –contesta Jachmann con tono melancólico–. No se
ha sobresaltado lo más mínimo. ¡Dios, quién fuera como estos jóvenes! Es envidia-
ble.
Equivalencia I doncs?
Identificador És un vespre clar i agradable de final de primavera, quasi d’estiu. Pinneberg ha acabat
N1, cap. 38, pág. 297 la jornada laboral, surt dels magatzems Mandel, s’acomiada dels seus companys fins al
Trad. CAT 117 dia següent i es posa a caminar.
Al cap d’un moment, però, algú li posa una mà a l’espatlla.
–Està detingut, Pinneberg!
–I doncs? –exclama Pinneberg, una mica espantat–. Es pot saber per què? Valga’m
Déu, senyor Jachmann! Feia una eternitat que no el veia.
–Com es nota que té la consciència tranquil·la –diu Jachmann, amb melangia–. No s’ha
sobresaltat gens ni mica. Qui pogués ser com aquest jovent! No sap com l’envejo!
Johannes Pinneberg sale de los almacenes Mandel. De repente, alguien le pone una mano en la espalda y le dice:
«Queda usted detenido, Pinneberg». El joven empleado pronuncia nanu! Y, sin inmutarse, pregunta por qué. Al
darse la vuelta, comprueba que se trata del señor Jachmann. Rosa Pilar Blanco escoge una vez más la unidad ¡caram-
ba!, mientras que Ramon Monton propone i doncs? Ninguna de las obras consultadas para el catalán recoge este
último elemento, aunque su uso es común en la lengua coloquial hablada.

Marcador pragmático Nanu!


conversacional
Identificador »Das sollen Sie aber nicht! Das hört jetzt auf!«
N1, cap. 50, pág. 382-3 »… ich geh am Tag nähen, und er besorgt das Haus und das Essen und das Kind. Er
TP. DE 118 schimpft nicht, er macht’s sogar wirklich gerne, aber was ist das für ein Leben für ihn?
Sagen Sie, Jachmann, soll denn das ewig so weitergehen, daß die Männer zu Haus
sitzen und machen die Hausarbeit und die Frauen arbeiten? Es ist doch unmöglich!«
»Nanu!« sagt Jachmann. »Wieso ist denn das unmöglich?« Im Kriege haben ja auch die
Frauen die Arbeit gemacht, und die Männer haben einander totgeschlagen, und jeder
hat’s in Ordnung gefunden. Diese Regelung ist sogar besser.«

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Equivalencia ¡Quia!
Identificador –Pues no debe hacerlo. ¡Ahora eso se acabará!
N1, cap. 50, pág. 384-5 –… me dedico a coser y él se encarga de la casa, de la comida y del niño sin rechistar.
Trad. ES 118 Lo hace incluso con verdadero placer, pero ¿qué vida es esa para él? Dígame, Jach-
mann, ¿es que las cosas van a continuar eternamente así, los hombres en casa haciendo
las labores domésticas y las mujeres trabajando? ¡Es imposible!
–¡Quia! –replica Jachmann–. ¿Por qué va a ser imposible? En la guerra las mujeres
también trabajaban mientras los hombres se mataban entre sí, y a todo el mundo le
parecía bien. Esta regulación es incluso mejor.
Equivalencia Per què?
Identificador –No ho faci més! Això s’ha acabat!
N1, cap. 50, pág. 385 –Me’n vaig a cosir i ell es cuida de la casa, el menjar i el nen. No rondina, fins i tot li
Trad. CAT 118 agrada fer-ho, però quina vida és aquesta per a ell? Digui’m, Jachmann, és que això ha
de continuar així per sempre, que els homes es quedin a fer la feina de la casa i les
dones treballin? No és impossible?
–Per què? –diu Jachmann–. Per què ha de ser impossible? A la guerra, les dones també
treballaven mentre els homes es mataven els uns als altres, i tothom ho trobava bé.
Fins i tot els semblava millor.
Corderita se queja de la constelación actual del país y opina que los papeles asumidos por los hombres y las mujeres
se han invertido. La chica no ve con buenos ojos que los hombres se ocupen de la casa y sean ellas las que vayan a
trabajar. Jachmann no puede dejar de mostrar su asombro al escuchar esas palabras y replica con la unidad nanu!,
pues no está para nada de acuerdo con lo que Corderita acaba de decir. Por ello, apela a la situación que se vivió
durante la Primera Guerra Mundial –época en la que se dieron las mismas circunstancias–.

Rosa Pilar Blanco opta por la unidad ¡quia! en su traducción. El DRAE clasifica este elemento como una interjección
coloquial usada «para denotar incredulidad o negación». En nuestra opinión, es la presencia de un punto de vista dife-
rente lo que nanu! o ¡quia! ponen de relieve en este caso, pues Jachmann no cree que la situación sea tan extraña. Ramon
Monton reproduce nanu! mediante per què? que enlaza con la pregunta no és impossible?, que Corderita formula en la
versión catalana. Con el empleo de este elemento, el hablante muestra tanto asombro como un parecer diferente.

Marcador pragmático Nanu, […]!


conversacional
Identificador An der Haltestelle der Straßenbahn standen sie allein. Aber gerade als sie einstiegen,
N2, cap. 12, pág. 85 kam noch ein dritter gelaufen, und hinter ihnen schob sich der Bäckergeselle Ernst
TP. DE 119 Bremer in den fast leeren Wagen. – »Nanu, Ernst!« rief Rieke. »Wat is denn mir dir
los? Jehste den jetzt ooch noch woanders uff de Tour?«
»Ick kann jehen, wo andere ooch jehen!« sagte der Bäcker mürrisch und warf einen
feindseligen Blick auf Karl Siebrecht.
Equivalencia ¡Caramba [...]!
Identificador Estaban solos en la parada del tranvía. Justo cuando montaban llegó alguien corriendo,
N2, cap. 12, pág. 79 y tras ellos entró en el vagón casi vacío el oficial panadero Ernst Bremer.
Trad. ES 119 –¡Caramba, Ernst! –exclamó Rieke–. ¿Qué te pasa? ¿Es que ahora te dedicas a hacer la
ronda en otro lao?
–Yo pueo ir ande vayan otros –dijo enfadado el panadero, lanzando una mirada hostil a
Karl Siebrecht.
Equivalencia ¿I doncs, [...]?
Identificador A la parada del tramvia no hi havia ningú més. Però quan van pujar al tramvia, va venir
N2, cap. 12, pág. 87 una altra persona corrent i es va enfilar darrere seu al vagó quasi buit: l’oficial forner
Trad. CAT 119 Ernst BREMMER (sic).9
–¿I doncs, Ernst? –va exclamar Rieke–. ¿Què et passa? ¿T’han agafat ganes d’anar a fer
un volt?
–Si n’hi ha que se’n van a fer un volt, jo també puc anar-hi, em sembla a mi –va dir el
forner, amb posat sorrut, i va dirigir una mirada hostil a Karl Siebrecht.
Rieke y Karl se encuentran en el tranvía. La muchacha ve subir al mismo vagón a Ernst Bremer, quien hace un rato
estaba en una actitud amorosa con una chica llamada Lotte. Rieke sabe que Ernst es un mujeriego y por ello es
normal que vaya con más de una chica a la vez. Así, exclama nanu, Ernst! con tono algo irónico –y que el lector debe
imaginarse– para expresar sorpresa. Esta función la desempeñan ¡caramba! e ¿i doncs?, respectivamente.


9 El apellido del panadero es Bremer y no Bremmer como aparece en el TM catalán.

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Marcador pragmático Nanu, [...]?
conversacional
Identificador [...] Aber das Lächeln verging ihm, als eine fette, schleppende Stimme sagte: »Ach,
N2, cap. 18, pág. 137-8 Schwager, würdest du nicht einen Augenblick raufkommen und ein paar Worte mit
TP. DE 120 dem Oberbaurat reden? Er macht nun doch Schwierigkeiten wegen der Bauerlaubnis.
Nanu, wer ist denn das?«
Der Herr Kalubrigkeit mochte vom Bauzeichnen nichts verstehen und von der ganzen
Bauerei wenig. Aber Menschenkenntnis hatte er, und ein Gesicht, das er einmal gese-
hen hatte, vergaß er so leicht nicht wieder. Er hatte einen von Koksstaub geschwärzten
Karl Siebrecht gekannt, und nun sah er einen sauber gewaschenen Jüngling mit hohem
Stehkragen, aber das konnte ihn nicht einen Augenblick irreführen. »Das ist ja der Kerl
aus Pankow!« schrie Herr Kalubrigkeit, und seine Stimme wurde gellend. »Das ist ja der
rote Hetzer, den ich vom Bau geschmissen habe! Das ist ja der Lump, der meinen
Koks und mein Holz verschenkt, das ist der Kerl, der mir meinen Polier abspenstig
machen wollte, der mir tausend Schwierigkeiten mit diesen Trockenmietern gemacht
hat! – Was machen Sie denn hier –?!« Jetzt rückte der Kalubrigkeit dem Siebrecht di-
rekt auf den Leib, und wie es sich gehört, wurde er dabei immer intimer. »Was hast du
auf meiner Zeichenstube zu suchen?! Willst du etwa meine Maler aufhetzen, du Anar-
chist, du –?!«
»Einen Augenblick bitte, Schwager«, ließ sich Herr von Senden vernehmen, aber seine
Stimme klang nur schwach gegen das Gebrüll des Selfmademannes.
»Keinen Augenblick, Schwager! Machst du, daß du von meinem Büro kommst, du
Lümmel, du?! Auf der Stelle verschwindest du, oder ich lasse dich wegen Hausfrieden-
bruchs einstecken! Ich zähle bis drei – und wenn du dann nicht fort bist –! Eins – zwei
– drei –!«
Vor sich das unabwendliche Ende, war Karl Siebrecht ganz ruhig geworden. Er hatte
nicht die geringste Ursache, sich von irgendwem zu verkriechen. So hatte er gelassen
das »drei« abgewartet, und als ihn nun der Kalubrigkeit ansah, vor Wut fast berstend
und doch schon voller Hohn, weil der Junge sich eines Hausfriedensbruches schuldig
gemacht hatte, sagte er: »Ich bin hier Bauzeichner bei Ihnen, Herr Kalubrigkeit, fest
angestellt. So ganz ohne weiteres können Sie mich nun wohl doch nicht heraussetzen,
glaube ich!«
Equivalencia Caramba, […]
Identificador Pero la sonrisa se borró de sus labios cuando una voz potente y ominosa dijo:
N2, cap. 18, pág. 122-3 –Oye, cuñado, ¿por qué no subes un momento y hablas un rato con el arquitecto mu-
Trad. ES 120 nicipal? No hace más que poner pegas al permiso de construcción. Caramba, ¿a quién
tenemos aquí?
El señor Kalubrigkeit podía no entender nada de delineación y poco de construcción
en general. Pero tenía olfato para las personas, y no olvidaba fácilmente una cara por
mucho que la hubiera visto una sola vez. Había conocido a un Karl Siebrecht ennegre-
cido de polvo de carbón y ahora veía a un joven limpio con cuello duro, pero eso no lo
despistó ni un instante.
–¡Este es el tipo de Pankow! –gritó el señor Kalubrigkeit con voz estridente –. ¡El
agitador rojo que eché de la obra! ¡El sinvergüenza que regala mi carbón y mi leña, el
tipo que intentó enfrentar conmigo a mi capataz, que me creó mil dificultades con los
inquilinos secadores! ¿Qué hace usted aquí? –En ese momento, Kalubrigkeit arremetió
directamente contra Siebrecht, y como solía suceder adoptó un tono más íntimo–.
¿Qué diablos buscas en mi estudio? ¿Pretendes incitar a mis pintores, anarquista?
–Un momento, por favor, cuñado –medió el señor Von Senden, pero su voz sonó
débil frente a la del hombre que se había hecho a sí mismo.
–¡De eso nada, cuñado! ¡Y tú, granuja, lárgate ahora mismo de mi oficina! ¡O te vas
ahora mismo o haré que te encierren por allanamiento de morada! Contaré hasta tres, y
como no te hayas marchado para entonces... ¡Uno, dos, tres!
Ante el inevitable final, Karl Siebrecht se tranquilizó por completo. No tenía el menor
motivo para esconderse de nadie, así que aguardó tranquilo al «tres» y, cuando Kalu-
brigkeit lo miraba casi reventado de ira pero ya lleno de sorna porque el chico se había
hecho culpable de allanamiento de morada, contestó:
–Soy un delineante de su empresa, señor Kalubrigkeit. Con trabajo fijo. ¡Me parece que
no puede usted echarme por las buenas!

354 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


Equivalencia I ara, [...]
Identificador Però el somrís es va esvair dels seus llavis quan una veu lenta i untuosa va dir:
N2, cap. 18, pág. 139 –Cunyat, ¿podries pujar un moment i parlar una mica amb l’inspector superior d’obres?
Trad. CAT 120 Encara fa el ronsa amb el permís d’obres. I ara, però ¿què hi fa, aquest, aquí?
El senyor Kalubrigkeit no hi entenia gens ni mica de plànols ni d’arquitectura en gene-
ral, però sí que era bon fisonomista, i no oblidava fàcilment un rostre. Havia conegut
Karl Siebrecht amb la cara negra de sutge, i ara tenia davant seu un noi net i polit amb
coll dur, però aquesta nova aparença no l’enganyava en absolut.
–Però si és el noi de Pankow! –va cridar el senyor Kalubrigkeit amb veu estrident–. És
l’agitador anarquista que vai fer fora de l’obra! És el pocavergonya que regalava el meu
carbó i la meva fusta, que va enredar el meu capatàs i em va crear mil problemes amb
els inquilins secs! ¿Es pot saber què fa aquí? –i, en posar-se davant mateix de Siebrecht,
va adoptar un to més íntim–: ¿Què fas a la meva sala de dibuix?
¿És que vols amotinar els meus pintors, maleït anarquista?
–Un moment, si us plau, cunyat –va dir el senyor von Senden, però la seva veu sonava
molt feble en comparació amb els crits d’aquell home que s’havia fet a si mateix.
–Res de moments, cunyat! Ara mateix te’n vas de la meva oficina, miserable, o et denun-
cio per violació de domicili! Comptaré fins a tres i si no has marxat... Un... dos... tres!
Karl Siebrecht no es va moure ni va perdre la calma. No tenia cap mena de motiu per
arrossegar-se davant de ningú, de manera que va esperar tranquil·lament que Kalu-
brigkeit comptés fins a tres i, quan l’altre el va mirar amb una barreja de ràbia i sar-
casme, perquè pensava acusar-lo realment de violació de domicili, li va dir:
–M’han contractat com a delineant a la seva oficina, senyor Kalubrigkeit, i em sembla
que no em pot acomiadar injustificadament.
El señor Kalubrigkeit ha llegado a su estudio de delineación por el que apenas suele pasar. Karl Siebrecht está em-
pleado allí sin que él lo sepa. El chico intenta disimular y esconderse cuando lo ve entrar, debido al enfrentamiento
que tuvieron hace unas semanas, ya que si Kalubrigkeit lo descubre no dudará en despedirlo.

El hombre acaba viéndolo y muestra su asombro mediante nanu!, cuyas traducciones i ara y caramba transmiten el
mismo sentimiento de extrañeza. El contexto más inmediato pone incluso de relieve un matiz de desaprobación –
como indica el DIEC (2.2.)– ya que Kalubrigkeit nunca hubiera permitido la contratación de Karl Siebrecht.

Marcador pragmático Nanu!


conversacional
Identificador »Nein, seien Sie lieber nicht dabei, wenn ich Ihrem Vater alles erzähle – wenn Sie dabei
N2, cap. 48, pág. 374 sind, kann ich nicht ordentlich reden.«
TP. DE 121 »Nanu!« rief sie erstaunt. »Ich finde, Sie können gewaltig reden, wenn ich da bin! Sie
lassen mich überhaupt nicht zu Wort kommen! Ich –«
»Zum Donnerwetter noch einmal!« schrie eine gewaltige Stimme aus der Villa. »Willst
du mal meine Leute nicht von der Arbeit abhalten, Ilse? Und Sie, Jüngling, beeilen Sie
sich ein wenig, für Unterhaltungen bezahle ich Sie nicht! Den Kaffee, Ilse, und ein
bißchen dalli!«
Equivalencia ¡Caramba!
Identificador No, mejor que no esté presente cuando le cuente todo a su padre… Su presencia me
N2, cap. 48, pág. 324 impide hablar como es debido.
Trad. ES 121 –¡Caramba! –exclamó, asombrada–. Pues a mí me parece que en mi presencia habla
usted de maravilla. ¡Es más, ni siquiera me deja hablar a mí! Yo…
–¡Rayos y truenos! –gritó una voz formidable procedente de la villa–. ¿Quieres dejar de
distraer a mis empleados, Ilse? Y usted, joven, dese un poco de prisa, que no le pago
por charlar. ¡El café, Ilse, y deprisita!
Equivalencia I ara!
Identificador No, ben mirat val més que no hi sigui, quan parli amb el seu pare. Si la tinc al davant
N2, cap. 48, pág. 372 segur que m’atabalaré.
Trad. CAT 121 –I ara! –va exclamar ella, sorpresa–. Doncs trobo que parla un munt, encara que jo hi
sigui. No em deixa ni parlar! Jo…
–Maleït sia, un altre cop! –va cridar una veu poderosa des de dins de la casa–. ¿Vols
parar de distreure la gent de la feina, Ilse? I vostè, jove, afanyi’s una mica, que no li
pago per xerrar! El cafè, Ilse, au, vinga, espavila’t!
Karl Siebrecht está trabajando en el jardín del señor Gollmer debido a una confusión. El muchacho obedece las
órdenes para no contrariar al hombre y porque espera conseguir ayuda económica para finalmente poder abrir un

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negocio que tiene entre manos. Su hija Ilse, a quien ya conoce, merodea por las inmediaciones del jardín y se acerca
para ver cómo le va el trabajo a su nuevo “jardinero”.

Karl pide a Ilse que haga el favor de despertar a su padre de la siesta, porque necesita hablar con él lo antes posible.
Además, le ruega que no esté presente cuando le exponga su proyecto a Gollmer, pues se pondría nervioso y le costaría
mucho hablar. La joven responde que no lo ve nada retraído y no cree que se desenvuelva mal, aunque ella esté delan-
te. Ilse contesta con un enunciado encabezado por nanu!, que se ha traducido por i ara! y ¡caramba! Las tres unidades
muestran incredulidad ante lo manifestado por Karl Siebrecht, pues cree que el chico es bastante echado para adelante.

Marcador pragmático Siehst du, [...]!


conversacional
Identificador »Tag, Junge. Es ging wirklich nicht eher. Böse?«
N1, cap. 1, pág. 8 »Keine Spur. Nur, wir werden endlos sitzen müssen. Es sind mindestens dreißig Leute
TP. DE 122 reingegangen, seit ich warte.«
»Sie werden ja nicht alle zum Doktor gegangen sein. Und dann sind wir ja angemeldet.«
»Siehst du, daß es richtig war, daß wir uns angemeldet haben!«
Equivalencia ¿Ves [...]?
Identificador –Hola, chico. De veras, no he podido llegar antes. ¿Enfadado?
N1, cap. 1, pág. 8 –Qué va. Solo que tendremos que esperar una eternidad. Desde que estoy aquí han
Trad. ES 122 entrado treinta personas por lo menos.
–Pero no todos irán al médico. Además, nosotros tenemos cita previa.
–¿Ves qué bien hicimos solicitándola?
Equivalencia Veus [...]?
Identificador –BON DIA,10 nen. No he pogut venir abans. T’has enfadat?
N1, cap. 1, pág. 8 –Gens ni mica. Però ens haurem d’esperar una eternitat. Han entrat almenys trenta
Trad. CAT 122 persones des que t’espero.
–Però no deuen anar pas totes al metge. I, a més, nosaltres tenim hora.
–Veus com valia la pena agafar hora?
Corderita saluda a su novio Johannes Pinneberg, que lleva esperando unos minutos delante de la consulta del gine-
cólogo con el que tienen cita a las cuatro. La chica le pregunta si está enfadado por su retraso y él le contesta que no,
pero que les tocará seguramente esperar. Ella le recuerda que tienen cita previa a lo que Johannes asiente y le pre-
gunta si se da cuenta de que hicieron bien en pedir la hora. Este empieza su intervención con siehst du, unidad que
pertenece a las Sprechersignale de las que se habla en la TGDS (2007: 832-4) y más concretamente a las Fortsetzungssig-
nale (pág. 832-3). Elementos como siehst du están relacionados directamente con el oyente y tienen el cometido dis-
cursivo de activar el interés de este en el contenido conversacional que se transmite y también de mantener su aten-
ción en la medida en que se intenta hacer partícipe al interlocutor. En este caso, además, el hablante quiere hacer ver
a Corderita, que estaba en lo cierto cuando solicitaron cita previa, porque las consultas médicas suelen estar abarro-
tadas. Se deduce pues, que Johannes fue el que tuvo la idea de pedir la hora, algo a lo que Corderita no dio segura-
mente importancia en su momento. La muestra de haber hecho lo correcto se transmite mediante ¿ves? (Porroche
Ballesteros 2009: 168) y veus? (GCC, Cuenca 2002: 3225).

Marcador pragmático Sehen Sie, [...]


conversacional
Identificador »Überstunden«, sagt Herr Mörschel lakonisch. Und zu Pinneberg zwinkernd: »Sie
N1, cap. 2, pág. 22 machen auch manchmal Überstunden, nicht wahr?«
TP. DE 123 »Ja«, sagt Pinneberg. »Ziemlich oft.«
»Aber ohne Bezahlung?«
»Leider. Der Chef sagt…«
Herrn Mörschel interessiert nicht, was der Chef sagt. »Sehen Sie, darum wäre mir ein
Arbeiter für meine Tochter lieber; wenn mein Karl Überstunden macht, kriegt er sie
bezahlt.«


10 Apreciamos una imprecisión en el TM catalán, pues «Tag» es una fórmula de saludo general,
tal y como se recoge en el Duden. En el contexto que se nos presenta son las cuatro de la tarde,
por lo que traducir «Tag» por «Bon dia» no sería apropiado, ya que nos encontramos entre el
tiempo situado entre el mediodía y el anochecer. Una opción a tener en cuenta sería «Buenas
tardes» o simplemente «Hola» [como en español], que se adecuaría mucho más al contexto
situacional.

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Equivalencia Ve usted, [...]
Identificador –Horas extra –contesta lacónico el señor Mörschel. Y guiñando un ojo a Pinneberg–:
N1, cap. 2, pág. 22 Usted también hará horas extra, ¿verdad?
Trad. ES 123 –Sí –responde Pinneberg–. Con mucha frecuencia.
–Pero ¿gratis?
–Por desgracia. El jefe dice…
Al señor Mörschel le importa un comino lo que dice el jefe.
–Ve usted, por eso preferiría un obrero para mi hija; cuando mi Karl hace horas extra,
se las pagan.
Equivalencia Ho veu […]
Identificador –Hores extres –diu el senyor Mörschel, lacònicament i, picant l’ullet a Pinneberg,
N1, cap. 2, pág. 23 pregunta–: Vostè també deu fer hores extres de tant en tant, oi, jove?
Trad. CAT 123 –Sí –diu Pinneberg–, bastant sovint.
–Però sense cobrar-les?
–Per desgràcia. El nostre patró diu…
Al senyor Mörschel no li interessa gens ni mica, el que digui el patró.
–Ho veu perquè preferiria un obrer per a la meva filla? Quan el meu Karl fa hores
extres, les cobra.
El señor Mörschel importuna a su futuro yerno y no duda en decirle a la cara que prefiere un obrero antes que a un
empleado para su hija. El hombre le pregunta si hace horas extras y Johannes responde afirmativamente. A continuación,
quiere saber si las hace gratis, pues lo sospecha. El muchacho asiente y alude a su jefe para justificar el porqué de sus horas
extras no remuneradas. El señor Mörschel contesta que a él no le importa lo que diga un superior, pues los obreros cobran
más por las horas extras. De esta forma, le hace ver a su yerno que esa es una de las razones por las que prefiere que su
hija esté con un obrero. Su argumento empieza con Sehen Sie. Rosa Pilar Blanco opta, tal y como en el original, por un
enunciado afirmativo, mientras que Ramon Monton convierte el mensaje en una pregunta a la que no se espera respuesta,
tal y como queda explícito en la TGDS (2007: 833). Las traducciones son ve usted y ho veu, respectivamente.

Marcador pragmático Siehst du


conversacional
Identificador Karl setzt sich an den Tisch, sagt brummig: »Nanu, Bier? «
N1, cap. 2, pág. 24 »Das ist der Bräutigam von Emma«, erklärt Frau Mörschel. »Sie wollen bald heiraten. «
TP. DE 124 »Hat sie doch einen abgekriegt«, sagt Karl. »Na ja, einen Bourgeois. Ein Prolet ist ihr
nicht fein genug. «
»Siehst du«, sagt Vater Mörschel, sehr befriedigt.
Equivalencia Ya lo ves
Identificador Karl se sienta a la mesa y farfulla entre dientes:
N1, cap. 2, pág. 25 –Caramba, ¿cerveza?
Trad. ES 124 –Este es el novio de Emma –explica la señora Mörschel–. Quieren casarse pronto.
–Así que ha pescado a uno –dice Karl–. Un burgués, vamos. Un proleta no es lo
bastante fino para ella.
–Ya lo ves –dice papá Mörschel, muy satisfecho.
Equivalencia Ja ho veus
Identificador Karl s’asseu a taula i remuga:
N1, cap. 2, pág. 26 –I doncs, com és que hi ha cervesa?
Trad. CAT 124 –Aquest és el promès d’Emma –li explica la senyora Mörschel–, es pensen casar aviat.
–O sigui que al final n’ha pescat un? –exclama Karl–. Caram, i tot un burgès! Es veu
que un proletari no és prou bo per a ella.
–Ja ho veus –diu el pare Mörschel, tot satisfet.
La señora Mörschel le comunica a su hijo Karl que tienen de invitado al prometido de Emma. El hermano de esta
se percata de que, por su aspecto e indumentaria, se trata de un burgués. Por ello dice, en voz alta, que se ha
buscado un buen partido y que un obrero no es lo suficiente para ella. El cabeza de familia dice estar de acuerdo
con su hijo dice y lleno de satisfacción pronuncia siehst du. Esta unidad se ha traducido por ya lo ves y ja ho veus. En
nuestra opinión, el empleo de ya ves en vez de ya lo ves es mucho más común, si nos atenemos al acervo lingüístico
del español coloquial hablado.

Marcador pragmático Siehst du, […]


conversacional
Identificador Sie wirft beide Arme um seinen Hals. »Jungchen, wenn ich nun eine untüchtige
N1, cap. 10, pág. 80 Hausfrau bin! Ich möchte es gern alles so nett für dich machen. Und wenn der Murkel
TP. DE 125 kein richtiges Essen kriegt, kommt er auch nicht vorwärts!«

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»Meinst du jetzt oder nachher?« fragt er lachend. »Glaubst du, du lernst es nie? «
»Siehst du, du veräppelst mich auch noch.«
»Mit der Suppe, das habe ich mir eben schon auf der Treppe überlegt. Der Suppe fehlt
doch gar nichts, nur zuviel Wasser. Wenn du sie noch mal aufsetzt und ganz lange
richtig kochen läßt, daß alles Wasser auskocht, was zuviel ist, dann haben wir doch ’ne
richtige gute Erbsensuppe.«
Equivalencia ¿Lo ves?
Identificador Ella le rodea el cuello con sus brazos.
N1, cap. 10, pág. 83 –Ay, chico, mira que si soy un ama de casa incapaz...
Trad. ES 125 Quisiera hacerlo todo perfecto para ti. Y si el crío no toma una buena comida,
tampoco crecerá.
–¿Te refieres a ahora o al futuro? –pregunta él riendo–. ¿Crees que no aprenderás nunca?
–¿Lo ves? Encima me tomas el pelo.
–Lo de la sopa se me acaba de ocurrir hace un momento en la escalera. A la sopa no le
falta nada, solo está aguada. Si vuelves a ponerla al fuego y la dejas hervir durante
mucho rato, se consumirá el agua que sobra y tendremos una auténtica y suculenta
sopa de guisantes.
Equivalencia Això, [...]
Identificador Ella se li tira al coll.
N1, cap. 10, pág. 82-3 –Ai, nen, quin desastre de mestressa de casa que sóc! Jo que voldria fer-ho tot bé per a
Trad. CAT 125 tu. I si el menut no menja bé, no creixerà!
–Vols dir ara o més endavant? –pregunta ell, somrient–. Que et penses que no
n’aprendràs mai?
–Això, ara només em falta que et riguis de mi!
–Mira, a l’escala he pensat que, a la sopa, no li falta res: només li sobra aigua. Si la
tornes a posar al foc i la deixes que es vagi fent amb calma, que s’evapori l’aigua que li
sobra, tindrem una bona sopa de pèsols.
Corderita está disgustada, porque le ha salido la sopa de guisantes algo aguada. La chica empieza a preocuparse por
si no es capaz de alimentar al hijo que esperan. Johannes le pregunta entre risas si cree que nunca aprenderá a
cocinar. Su mujer le responde con un enunciado encabezado por siehst du y le dice que solo le hace falta que se ría de
ella en ese preciso instante. Muestra con el empleo de esta unidad su angustia por la incapacidad de no
desenvolverse bien en la cocina y cree al mismo tiempo que Johannes la considera una mala ama de casa, porque le
toma el pelo. Esta unidad se ha traducido por ¿lo ves? y això.

Marcador pragmático Sehen Sie


conversacional
Identificador Dies war selbst für Emil eine hohe Höhe von Gemeinheit. Denn erstens einmal war
N1, cap. 14, pág. 101 das Drehen der Klapper alles andere, nur keine Angestelltenarbeit, und zweitens
TP. DE 126 brauchte man eigentlich zwei sehr gesunde und kräftige Arme dazu.
»Sehen Sie«, sagt Kleinholz. »Ich hab’s ja gedacht, Sie sind invalide. Gehen Sie nach
Haus, Herr Lauterbach, aber Gehalt zahle ich Ihnen nicht für die Tage. Das ist keine
Krankheit, was Sie haben.«
»Ich arbeite«, sagt Lauterbach trotzig und wütend. »Ich dreh die Windfege. Haben Sie
man keine Angst, Herr Kleinholz!«
Equivalencia ¿Lo ve?
Identificador Esto es una consumada maldad, incluso para Emil. Por dos razones: primera, porque
N1, cap. 14, pág. 103 descargar los sacos no es precisamente el trabajo de un oficinista y, segunda, porque
Trad. ES 126 requiere un par de brazos muy vigorosos y sanos.
–¿Lo ve? –dice Kleinholz–. Me lo imaginaba, está usted inválido. Váyase a casa, señor
Lauterbach, pero durante estos días no le pagaré el salario. Lo suyo no es una enfermedad.
–Yo trabajo –repite Lauterbach, tozudo y rabioso–. Me encargaré de los sacos en el
molino. No tema señor Kleinholz.
Equivalencia no presencia del marcador por omisión del fragmento en el TM.
Identificador Allò, fins i tot tractant-se d’Emil, era una grandíssima porcada, perquè, en primer lloc,
N1, cap. 14, pág. 103-4 fer anar la ventadora no era una feina d’empleat i, en segon lloc, calia tenir els dos
Trad. CAT 126 braços ben forts i sans. [OMISIÓN DEL MENSAJE DE PARTIDA].
–Ho faré –diu Lauterbach, obstinat i furiós–. No passi ànsia, senyor Kleinholz, jo faré
anar la ventadora!
Emil Kleinholz tiene la intención de despedir a uno de sus trabajadores. El empresario se dirige a Lauterbach, uno
de sus empleados, a quien los habitantes de un pueblo cercano han propinado una buena paliza por sus ideas

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nacionalsocialistas. El oficinista presenta un aspecto deplorable, pues tiene el cuerpo lleno de magulladuras y
morados. Kleinholz lo quiere mandar a casa, porque el trabajo que le quería encomendar era el de descargar sacos y
la pelea ha dejado a Lauterbach destrozado y sin dos brazos sanos y fuertes para realizar esta tarea. Kleinholz
demuestra a su empleado que no podrá llevar a cabo dicho trabajo y lo hace mediante una intervención iniciada por
Sehen Sie o ¿lo ve?, a lo que añade que es un inválido. Ramon Monton ha omitido el fragmento donde se encuentra
este marcador en su texto, aunque podría haberse traducido como ho veu?

Marcador pragmático [Da] siehst du [es]!


conversacional
Identificador Aber er steht beinahe schneller auf als Lämmchen. Er macht das Licht an, und das
N1, cap. 42, pág. 320 Kind verstummt einen Augenblick, als es die Helle sieht, und fängt sofort wieder an
TP. DE 127 mit Brüllen. Es ist dunkelrot.
»Mein Murkelchen«, sagt Lämmchen und beugt sich über ihn und hebt das kleine Paket
aus der Krippe. »Mein Murkelchen, tut es weh? Zeig Mama, wo es weh tut!«
In der Wärme ihres Leibes, auf den Armen hin und her gewiegt, schweigt der Murkel.
Dann schluchzt er tief auf, schweigt, schluchzt wieder.
Triumphierend sagt Pinneberg, der am Spirituskocher hantiert: »Da siehst du es! Nur
auf den Arm hat er gewollt!«
Equivalencia ¿Lo ves?
Identificador Pero Pinneberg se levanta casi más deprisa que ella. Enciende la luz y el niño
N1, cap. 42, pág. 321 enmudece un instante al ver la claridad, pero reanuda su llanto. Está amoratado.
Trad. ES 127 –Pequeñito mío –dice Corderita, e, inclinándose sobre él, levanta el pequeño paquete
de la cuna–. Pequeñito mío, ¿te duele? Enséñale a mamá dónde te duele.
Al calor del cuerpo de su madre, mecido de un lado a otro en los brazos, el bebé se
calla. Después exhala un profundo suspiro, calla y rompe a llorar.
Pinneberg, que trajina junto al infiernillo de alcohol, dice con voz triunfal:
–¿Lo ves? ¡Solo quería que lo cogieran en brazos!
Equivalencia Oi que ho veus?
Identificador Però ell s’aixeca més de pressa que la Xaieta, encén el llum, el nen es queda callat un
N1, cap. 42, pág. 323-4 moment en veure la claror i de seguida torna a posar-se a plorar. Té la cara molt
Trad. CAT 127 vermella.
–Ai, menudet meu –diu la Xaieta, s’inclina damunt d’ell i treu el paquetet del bressol–.
Menudet, què et fa mal? Ensenya a la mama on et fa mal.
En sentir l’escalfor del seu cos i el contacte dels braços que el bressolen, el menut calla
una mica, després somica, es queda callat i torna a somicar.
Pinneberg, que ha encès el fogonet d’alcohol diu, triomfant:
–Oi que ho veus? Només volia que l’agafessis!
El bebé de Corderita y Johannes no deja de llorar. Ella se levanta y coge al niño en brazos para intentar calmarlo.
Pinneberg le hace ver a Corderita que estaba en lo cierto cuando le dijo que el pequeño solo buscaba llamar la
atención y que se ocuparan de él. Johannes busca mediante el empleo de da siehst du es! y sus correspondientes ¿lo ves?
y oi que ho veus? (GCC, Cuenca 2002: 3225) que Corderita reconozca que él tenía razón. El traductor catalán ha
añadido además la unidad oi con lo que refuerza esa voluntad de pedir conformidad a lo dicho (DIEC, 2.1.).

Marcador pragmático [Da] siehst du [es]!


conversacional
Identificador »Aber, Jungchen, wo wir ihn doch nie tragen!«
N1, cap. 42, pág. 322-3 »Also, paß auf: Jetzt leg ihn mal in die Krippe, und du wirst sehen, er schreit!«
TP. DE 128 »Aber…«
»Lämmchen, leg ihn in die Krippe. Bitte tu mir den Gefallen, leg ihn mal rein. Du sollst
sehen…«
Lämmchen sieht ihren Mann an und legt den Jungen in die Krippe. Licht auslöschen
ist dieses Mal unnötig, der Murkel brüllt sofort los.
»Da siehst du es!« frohlockt der Junge. »Und nun nimm ihn raus, du wirst sehen, er ist
gleich wieder ruhig.«
Equivalencia ¿Lo ves?
Identificador –¡Pero, chico, si nunca lo cogemos en brazos!
N1, cap. 42, pág. 324 –Bueno, presta atención: acuéstalo en la cuna y ya verás cómo se pone a gritar.
Trad. ES 128 –Pero…
–Corderita, acuéstalo en la cuna. Te lo ruego, hazme el favor, acuéstalo y verás...
Corderita mira a su marido y acuesta al niño en la cuna. Esta vez no es necesario

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apagar la luz, pues el bebé empieza a berrear en el acto.
–¿Lo ves? –El joven se alegra–. Ahora, sácalo, y verás cómo se calma al momento.
Equivalencia Ho veus?
Identificador –Però nen, és que no l’agafem mai!
N1, cap. 42, pág. 326 –Doncs fem una cosa: ara deixa’l al bressol i veuràs com plora.
Trad. CAT 128 –Però…
–Xaieta, deixa’l al bressol. Vinga, fes-me el favor, deixal’hi i ho veuràs...
La Xaieta es queda mirant el seu marit i deixa el nen al bressol. Aquest cop no cal ni
que apaguin el llum, perquè el menut es posa a plorar de seguida.
–Ho veus? –diu Pinneberg, exultant–. I ara torna’l a agafar i veuràs com calla
ràpidament.
Corderita vuelve a poner al bebé en la cuna por orden de Johannes. El joven padre quiere mostrar a su mujer que el
bebé empezará a llorar de nuevo cuando ya no se encuentre en sus brazos. Efectivamente, Johannes Pinneberg tiene
razón y así se lo indica a su esposa: da siehst du es!, ¿lo ves? y ho veus? (GCC, Cuenca 2002: 3225).

Marcador pragmático Sehen Sie, [...]


conversacional
Identificador »Ja, ich war ein bißchen weg.« Jachmann steht auf und tritt an das Bett des Murkels.
N1, cap. 50, pág. 382 »Rätselhaft, wie so ’n Vater fortbleiben kann, wenn ihm das im Bett liegt!«
TP. DE 129 »Ach Gott, Herr Jachmann«, sagt Lämmchen. »Natürlich ist der Murkel herrlich, aber
das ganze Leben nur auf das Kind stellen? Sehen Sie, ich geh am Tag nähen…«
»Das sollen Sie aber nicht! Das hört jetzt auf!«
Equivalencia Fíjese, […]
Identificador –Sí, estuve fuera. –Jachmann se levanta y se acerca a la cama del crío–. Es un misterio
N1, cap. 50, pág. 384 que un padre pueda estar fuera con esto en la cama.
Trad. ES 129 –Por Dios, señor Jachmann –dice Corderita–. Por supuesto que el crío es precioso,
pero ¿consagrar la vida entera solamente al niño? Fíjese, yo durante el día me dedico a
coser...
–Pues no debe hacerlo. ¡Ahora eso se acabará!
Equivalencia [...], per exemple, […]
Identificador –Sí, he estat fora durant un temps –Jachmann s’aixeca i s’acosta al llit del menut–. No
N1, cap. 50, pág. 384-5 m’explico que un pare pugui trigar tant tenint aquesta criatura a casa que l’espera!
Trad. CAT 129 –Ai, senyor Jachmann –diu la Xaieta–, ja ho sé que el nen és preciós, però un no es pot
dedicar tota la vida al menut! Jo ara, per exemple, durant el dia me’n vaig a cosir...
–No ho faci més! Això s’ha acabat!
Jachmann le dice a Corderita que no entiende como Pinneberg puede estar fuera teniendo una criatura en casa. La
mujer responde que están muy contentos con el bebé, pero que no pueden permitir que su vida gire única y
exclusivamente en torno a él. Dicho esto, pone el ejemplo de que ella va a coser durante el día y lo introduce
mediante sehen Sie, fíjese y per exemple. Estas unidades sirven para captar la atención del interlocutor y enfatizar la
información que sigue.

Marcador pragmático sehen Sie, […]


conversacional
Identificador Jachmann sieht sie lange nicht an. Er hat seinen großen Löwenkopf Lämmchen ganz
N1, cap. 50, pág. 384 zugedreht, er sieht sie voll an. »Sie müssen nicht immerzu an die Bahn denken,
TP. DE 130 Lämmchen«, sagt er. »Ihr Mann kommt wieder. Der kommt bestimmt wieder.«
»Es ist nicht nur das Trinken«, sagt Lämmchen. »Trinken wäre schlimm, aber nicht
sehr schlimm. Aber sehen Sie, er ist ja so kaputt, irgendwas kann ihm passieren – er
war heute bei dem Puttbreese, der kann gemein zu ihm gewesen sein, so was
schmeißt ihn um heute. Er kann nicht mehr viel aushalten heute, Jachmann, er
kann…«
Equivalencia Escuche, […]
Identificador Jachmann le dirige una prolongada mirada. Con su gran cabeza de león completamente
N1, cap. 50, pág. 386 girada hacia Corderita, la mira de hito en hito.
Trad. ES 130 –Deje de pensar continuamente en el tren, Corderita –le aconseja–. Su marido volverá,
se lo aseguro.
–No es solo la bebida –comenta la mujer–. Beber sería malo, pero no demasiado.
Escuche, está tan hecho polvo que puede pasarle cualquier cosa, hoy se habrá reunido
con Puttbreese, que puede haber sido malvado con él; ahora ese tipo de cosas lo
tumban. En la actualidad ya no aguanta mucho, Jachmann, puede...

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Equivalencia Sap què passa?
Identificador Jachmann se la queda mirant una estona. Ha girat el seu enorme cap de lleó
N1, cap. 50, pág. 386-7 completament cap a la noia i la mira de fit a fit.
Trad. CAT 130 –No pot estar tota l’estona pendent del tren, Xaieta –diu–. El seu marit ja tornarà.
Segur que tornarà.
–És que no penso només en la beguda –diu la Xaieta–. Que s’emborratxés estaria
malament, però encara hi ha coses pitjors. Sap què passa? És que està tan malament
que li pot haver passat qualsevol cosa... Avui ha anat a veure Puttbreese, i és possible
que aquell home l’hagi tractat de qualsevol manera i això l’hagi acabat d’enfonsar. És
que ja no pot més, Jachmann, i és capaç fins i tot de...
Corderita está muy preocupada, porque Johannes todavía no ha vuelto de Berlín. Jachmann consuela a la joven esposa
y le dice que estará al llegar. La chica le explica lo mal que lo está pasando, porque está parado. En su intervención
Corderita le dice a Jachmann que su preocupación no es únicamente que su marido se pueda emborrachar, sino que se
le pase por la cabeza poner fin a su vida. Encontramos la unidad sehen Sie, precedida de aber, con lo que se pone el foco
de atención a la secuencia que sigue, dejando de lado información antigua. La presencia de este elemento hace que el
interlocutor ponga toda su atención a lo que le explican a la vez que se busca su complicidad, tal y como señala
Porroche Ballesteros para este tipo de unidades: oye/oiga (2009: 166-8), ¿sabes? (pág. 168-9). Las unidades propuestas por
Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton: escuche y sap què passa? (Payrató 1996: 206) satisfacen ambas funciones.

Marcador pragmático Sehen Sie


conversacional
Identificador »Ach, Herr Jachmann«, sagt Lämmchen. »Sie meinen es ja gut. Aber geben Sie sich
N1, cap. 50, pág. 385-6 keine Mühe, wenn es jetzt wieder kommt, darf es nicht wieder mit Schwindel und Lüge
TP. DE 131 kommen. Der Junge muß raus aus der Angst, muß sich wieder frei fühlen.«
»Ja…«, sagt Jachmann betrübt. »Wenn Sie heute auch noch solchen Luxus wollen,
ohne Schwindel und Lüge…, das kann ich freilich nicht!«
»Sehen Sie«, sagt Lämmchen eifrig, »die andern stehlen sich hier Holz für die Feuerung.
Wissen Sie, ich finde es gar nicht schlimm, aber ich habe zu dem Jungen gesagt, du darfst
nicht. Er soll nicht runter, Jachmann, er soll nicht! Das soll er behalten. Luxus – ja,
vielleicht, aber das ist unser einziger Luxus, den halt ich fest, da passiert nichts, Jachmann.«
Equivalencia Escuche
Identificador –Ay, señor Jachmann. Lo hace con la mejor intención. Pero no se esfuerce; si surge
N1, cap. 50, pág. 387-8 otra ocasión, no lo haga con artimañas y mentiras. El chico tiene que superar el miedo,
Trad. ES 131 necesita sentirse libre de nuevo.
–Ya… –dice Jachmann contrito–, pero como hoy pretenda encima que no haya
artimañas y mentiras... ¡De veras, no soy capaz de eso!
–Escuche –dice Corderita con mucha vehemencia–, aquí los demás roban la leña para
calentarse. Sepa que a mí no me parece mal, pero le he dicho a mi chico, tú no puedes
hacerlo. ¡Él no tiene que degradarse, Jachmann, por nada del mundo! Tiene que
conservar la decencia. Un lujo… sí, tal vez, pero es el único lujo que tenemos y lo
conservaré pase lo que pase, Jachmann.
Equivalencia Ho veu?
Identificador –Ai, senyor Jachmann –diu la Xaieta–, ja sé que ho fa amb bona intenció, però no s’hi
N1, cap. 50, pág. 388 esforci, perquè si li trobés alguna cosa, tornaria a ser amb enganys i mentides. El nen
Trad. CAT 131 ha de superar la por, ha de tornar a sentir-se lliure.
–Sí… –diu Jachmann, tristament–. Si, tenint en compte com estan les coses, encara es
vol permetre el luxe que sigui sense enganys ni mentides... la veritat és que no puc fer-
hi res.
–Ho veu? –diu la Xaieta, ràpidament–. Aquí els altres roben llenya per escalfar-se, i no
és que ho trobi tan malament, però li vaig dir al nen que no ho fes. No s’ha de degradar
d’aquesta manera. Ha de conservar la dignitat i l’honradesa. Que és un luxe? Potser sí,
és el luxe que nosaltres ens volem permetre, i no passa res per això, Jachmann.
Corderita le hace saber a Jachmann que su marido no puede verse envuelto una vez más en situaciones llenas de
engaños y mentiras, por mucho que estas propicien el hallazgo de un empleo. Le agradece mucho su disposición,
pero renuncia a cualquier tipo de ayuda. Jachmann responde que es muy difícil pedirle no recurrir a sus artimañas y
si esa es su condición, entonces no les podrá echar una mano. Corderita reacciona mediante sehen Sie e inicia un
turno de palabra en el que explica que hay vecinos que roban leña para calentarse, pero que ellos mantendrán su
dignididad y no lo harán. Mediante el marcador alemán y sus equivalentes escuche y ho veu? se apela al interlocutor en
busca de su complicidad a la vez que se explica que ellos son gente honrada.

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Marcador pragmático Sehen Sie
conversacional
Identificador Aber er fährt nicht, er steht nicht einmal auf von seinem Stuhl, er sieht Lämmchen
N1, cap. 50, pág. 387 groß an. »Heute morgen sechs Uhr, Lämmchen«, sagt er, »bin ich aus dem Kittchen
TP. DE 132 entlassen worden. Ich hab ein Jahr abgerissen, junge Frau«, sagt Jachmann.
»Jachmann«, sagt Lämmchen, »seit Sie damals wegblieben in der Nacht, hab ich mir
immer so was gedacht. Nicht gleich, aber es war doch möglich. Sehen Sie«,
Lämmchen weiß nicht recht, wie sie es sagen soll, »Sie sind doch so…«
Equivalencia Fíjese
Identificador Pero en vez de marcharse o levantarse de su silla, contempla a Corderita con
N1, cap. 50, pág. 389 admiración.
Trad. ES 132 –Esta mañana a las seis, Corderita, me han soltado de la trena –le confiesa–. He pasado
un año a la sombra, jovencita.
–Jachmann, desde la noche que usted no volvió he pensado siempre algo así –reconoce
Corderita–. No enseguida, pero cabía esa posibilidad. Fíjese –no sabe bien cómo
expresarlo–, es usted tan...
Equivalencia , perquè [...]
Identificador Però no se’n va pas, ni tan sols s’aixeca de la cadira, i es mira la Xaieta amb els ulls molt
N1, cap. 50, pág. 389 oberts.
Trad. CAT 132 –Aquest matí a les sis, Xaieta –diu–, m’han deixat anar de la presó. M’hi he estat un
any, joveneta –afegeix Jachmann.
–Jachmann –diu la Xaieta–, des d’aquella nit en què se’n va anar, ja em vaig imaginar
una cosa així. No vol dir que li hagués de passar de seguida, però era molt possible que
li acabés passant, perquè... –la Xaieta no sap com continuar–. És que vostè és com és...
Jachmann confiesa a Corderita haber pasado un año en la cárcel y la muchacha le responde que se lo había
imaginado. A continuación, apela a Jachmann y busca complicidad mediante el uso de sehen Sie que encabeza un
enunciado inacabado Sie sind doch so ... Esta unidad se recupera con fíjese en español, mientras que el traductor catalán
opta por traducirla mediante la conjunción perquè, y así daría paso a la explicación del motivo aludido en la oración
principal. La complicidad de la que hablamos se pierde en la versión catalana, por lo que cabría haber optado por un
equivalente funcional como sap o miri.

Marcador pragmático Siehste!


conversacional
Identificador […] Aba Wäsche kann ick, alle Tage ’nen Taler und denn die Stullen, da mach ick uns
N2, cap. 5, pág. 29-30 dreie von satt. Und denn spar ick! Uff wat spar ick? Uff ’ne Nähmaschine, und denn
TP. DE 133 leg ich mir uff die Schneiderei, damit wird Jeld vadient. Arbeet? Arbeet jenug, det
wirste selba bald sehen, bloß genieren mußte dir nich, aussuchen is nich. Und deine
feinen Hände – na, det weeßte selba, die werden wohl nich lange fein bleiben!«
»Ich hätte gerne was mit Autos zu tun«, sagte Karl Siebrecht.
»Siehste!« Antwortete sie, und ihre Augen funkelten vor Spott. »Det lieb ick! Schon
willste dir die Arbeet aussuchen! Erst nimm, wat de kriegst! Und wenn’s
Kinderwagenschieben is – Auto kommt denn von alleene! Und überhaupt Auto – det
sind doch allet Schlosser und Mechaniker, jloobste denn, det kannste von alleene, wat
die sich in vier Jahren Lehre beijebogen haben? So mach man weiter, denn brauchste
jar nich erst anzufangen, denn fahr man jleich bei deine Minna!«
Equivalencia ¿Lo ves?
Identificador Sin embargo lavar sí que sé, tos los días un tálero, y luego los bocadillos, con eso
N2, cap. 5, pág. 31-2 tendré p’artarnos los tres. ¡Y encima ahorraré! ¿Que pa qué? Pa una máquina de coser,
Trad. ES 133 y luego me dedicaré a la costura, con eso se gana un dineral. ¿Trabajo? ¿Trabajo hay pa
dar y tomar, pronto lo comprobarás tú mismo, solo que no ties que andarte con
remilgos, no se pue escoger. Y tus manos delicás..., bueno, eso ya lo sabes, no seguirán
tan finas mucho tiempo.
–Me gustaría algo relacionado con los coches –apuntó Karl Siebrecht.
–¿Lo ves? –replicó ella con los ojos brillantes de sorna. ¡Así me gusta! ¡Amos…, que ya
estás queriendo escoger el curro! ¡Primero acepta lo que te den, aunque sea empujar
cochecitos de niño, el coche ya llegará! Y amás, lo del coche... Ahí son tos cerrajeros y
mecánicos, ¿t’as creío que vas a saber sin más lo que ellos han aprendío en cuatro años
como aprendices? Pa seguir así no ties ni que empezar, pa’iso vuélvete ahora mismo
junto a tu Minna.

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Equivalencia Mi-te’l, el senyor
Identificador Però així i tot rentant guanyo un tàler cada dia, i amb això ens podem alimentar tots
N2, cap. 5, pág. 31 tres i fins i tot estalvio una mica. ¿Que per què estalvio? Per comprar-me una màquina
Trad. CAT 133 de cosir i dedicar-me a la sastreria i guanyar encara més. ¿Que si hi ha feina? I tant, tu
mateix ja ho veuràs, potser no podràs triar gaire però, si vols, treballaràs. I aquestes
mans tan delicades que tens no ho seran durant gaire temps més.
–M’agradaria treballar amb cotxes –va dir Karl Siebrecht.
–Mi-te’l, el senyor –va dir ella, i els ulls li brillaven sorneguerament–. Ja es vol triar la
feina! Val més que comencis agafant el que trobis i més endavant tot arribarà, sobretot
si aviat has d’empenyèr un cotxet. I ni més ni menys que cotxes! Els qui hi treballen
són manyans i mecànics, ¿és que et penses que sabràs fer el que ells han après en quatre
anys d’aprenentatge? Així és com es fan les coses i, si no t’hi vols emmotllar, val més
que te’n tornis amb la teva Minna!
Rieke le dice a Karl que hay trabajo suficiente en Berlín. El problema principal es que no se puede escoger
demasiado. El chico responde a Rieke que le gustaría encontrar algo que tuviera que ver con coches. La chica
exclama siehste! nada más escuchar este deseo y le advierte que no se puede ser tan selectivo y que tendrá que
empezar desde abajo. La hablante busca complicidad con Karl, al mismo tiempo que introduce un reproche Schon
willste dir die Arbeet aussuchen! y le acaba dando un consejo Erst nimm, wat de kriegst!

La traducción al español es ¿lo ves? y al catalán mi-te’l, el senyor. En catalán se nos presenta una forma reducida, pues la
normativa sería mira-te’l. La traducción propuesta por Ramon Monton pertenece al discurso coloquial altamente
informal, tal y como estipula el llibre d’estil de la CCMA. Esta recogería la marca diatópica (-te) que presenta el
marcador alemán. Cabe aclarar que el equivalente propuesto no muestra ningún signo de nivel diastrático bajo, sino
que se situaría en el ámbito diafásico, pues cualquier hablante del catalán lo utilizaría en una situación cotidiana
distendida. Lluís Payrató no incluye esta unidad en el apartado de estratègies i rutines conversacionals (8.3.1, 1996: 204),
donde sí se recoge la forma mira/-i bajo la etiqueta de verbos de percepción.

Marcador pragmático Siehste!


conversacional
Identificador »Ich bin kein Spion vom Polier.«
N2, cap. 9, pág. 61 »Siehste! Nun ist’s raus! Aber vom Chef biste eener! Ich hab’s jleich an deine Pfoten
TP. DE 134 jesehen, wie ich deine Pfoten jesehen habe, ha’ ick mir jesagt, det is eener von’s Büro,
der kommt schnüffeln!«
»Aber bestimmt nicht! Ich weiß nich mal, wie der Chef heißt!«
Equivalencia –¡Acabáramos!
Identificador –No soy un espía del capataz.
N2, cap. 9, pág. 58 –¡Acabáramos! ¡Ya lo has soltao! ¡Pues lo serás del jefe! Si me cosqué al momento: por
Trad. ES 134 tus manos, na más verlas me dije, este es uno de la oficina que viene a husmear.
–Te aseguro que no. ¡Ni siquiera sé cómo se llama el jefe!
Equivalencia ¿Oi que ho veus?
Identificador –Jo no sóc un espia del capatàs.
N2, cap. 9, pág. 63 –¿Oi que ho veus? Ja ho has dit! Si no ho ets del capatàs, ho deus ser del cap! Me n’he
Trad. CAT 134 adonat de seguida, quan he vist les teves mans tan delicades he pensat: «Mira, aquest
l’han enviat del despatx per tafanejar!».
–No és veritat! Però si no sé ni com es diu, el cap!
Edwin lleva importunando a Karl Siebrecht desde hace un buen rato, porque quiere sonsacarle si el capataz lo ha
enviado para vigilarlo. El muchacho le ha dicho varias veces que está allí para trabajar como los demás y hace explí-
cito que no es ningún espía del capataz. El viejo Edwin exclama siehste! con lo que quiere mostrar que al decir eso el
muchacho se acaba de delatar, es decir, que ya no cabe duda alguna de que Karl Siebrecht controla sus movimien-
tos. Las dos propuestas de los traductores –¡acabáramos! y ¿oi que ho veus?– satisfacen esta función de haber salido de
dudas ante lo que inicialmente se presentaba como una sospecha sin fundamento.

Marcador pragmático Siehst du, [...]!


conversacional
Identificador »Ja – und wenn er blau is, haut er sich hin, wo er jeht und steht. Dann denkt er, sein
N2, cap. 12, pág. 84 Bette is überall. – Ick jeh los. Hau dir in de Falle, Karl, det de frisch bist morjen!«
TP. DE 135 »Ich gehe mit dir, Rieke!«
»Nee, du schläfst! Ick komme alleene zurecht! Ick bin immer alleene zurechtjekommen!
Ick brooche dir nich!«
»Siehst du, Rieke, nun bist du mir doch böse, daß ich deinen Vater um seine Arbeit

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gebracht habe!«
»Du oller Dussel! Sagte sie und sah ihn mit ihrem alten Mut und Humor an. Wat du dir
allens inbildest! Zu wat soll ick dir böse sind?! Da kannste doch nischt for!«
Equivalencia ¿Ves [...]?
Identificador –Sí…, y cuando está bebío, se tumba esté onde esté. Porque se cree que tie cama en
N2, cap. 12, pág. 78 toas partes. Me marcho. Y tú vete a la piltra, mañana ties que estar bien descansao.
Trad. ES 135 –Te acompaño, Rieke.
–¡No! Acuéstate. Ya me las arreglaré. Yo siempre me las he arreglao sola. No te
necesito.
–¿Ves como estás enfadada conmigo por ser el causante de que tu padre haya perdido
el trabajo?
¡Atontao! –dijo ella mirándolo con su viejo ánimo y humor–. ¡Mira to lo que te
imaginas! ¿Por qué iba a estar enfadá contigo? ¿Qué culpa ties tú?
Equivalencia ¿Ho veus, [...]?
Identificador –Sí, i quan el pare està borratxo, s’estira on sigui i es pensa que ja és al llit. Vaig a
N2, cap. 12, pág. 85-6 buscar-lo. Estira’t, Karl, cal que demà estiguis ben descansat.
Trad. CAT 135 –T’hi acompanyo, Rieke!
–No, posa’t a dormir! Me’n sortiré sola! Sempre me n’he sortit sola de tot! De debò, no
et necessito!
–¿Ho veus, Rieke? Estàs enfadada amb mi perquè, per culpa meva, el teu pare ha
perdut la feina.
–No siguis carallot! –va exclamar la noia, amb el seu bon humor i el seu coratge de
sempre–. ¿Però què t’empatolles? ¿Per què haig d’estar enfadada amb tu, si no vas
poder fer-hi res?
Rieke quiere ir a buscar a su padre en vista de que todavía no ha llegado a casa. Karl le dice que la acompañará, pero
la chica rechaza su ayuda. Este responde mediante un enunciado encabezado con siehst du en el que apela a la
atención de Rieke para hacer manifiesta la evidencia de que la chica está enfadada tal y como imaginaba. Una vez
más los traductores emplean las unidades ¿ves? y ¿ho veus?

Marcador pragmático Siehste, [...]!


conversacional
Identificador »Det jeht dir doch nischt an, Ernst, wat? Ha ick dir jefragt, wieso du deine Brautens so
N2, cap. 12, pág. 86 plötzlich wechselst?«
TP. DE 136 »Siehste, jetzt redst de schon von Brautens! Erst heeßt det Freund, und denn is det
Bräutijam!«
»Du bist doof uff beede Backen, Ernst, det biste! Det kannste dir jar nicht denken, det
man ooch wat anderet im Koppe hat als deine olle dußlige Knutscherei! Wat ick mir
dafor koofe! Und denn, ick jeh noch uff Schule, Ernst, besinn dir!«
Equivalencia ¿Lo ves?
Identificador –Eso a ti ni te va ni te viene, Ernst. ¿Te pregunto yo a ti por qué cambias tanto de
N2, cap. 12, pág. 80 novia?
Trad. ES 136 –¿Lo ves? Ya estás hablando de novias. Primero l’as llamao amigo, y ahora ya es tu novio.
–¡Eres más tonto que Abundio! Tú crees que tos tienen la cabeza como tú, llena de
estúpidos magreos. ¡A mí eso me importa un bledo! Aparte de que toavía voy a la es-
cuela. ¡Hazme el favor de volver en ti, Ernst!
Equivalencia ¿Oi que ho veus?
Identificador –Mira això no és cosa teva, Ernst! ¿És que jo et pregunto per què canvies tant de pro-
N2, cap. 12, pág. 88 mesa?
Trad. CAT 136 –¿Oi que ho veus? Ja parles de prometatge. Ara dius que és el teu amic, però després
diràs que és el teu promès.
–Tu no hi toques, Ernst! ¿Et penses que tothom és com tu i no té res més al cap que
ganes de petonejar-se als portals? ¿Què en trauria, de tot això? A més, vaig a l’escola,
Ernst, ¿és que no ho saps?
Ernst Bremer y Rieke conversan en el tranvía. El panadero quiere saber si hay algún tipo de relación entre la chica y
su acompañante, Karl Siebrecht. Rieke Busch no quiere que Ernst se entrometa en su vida y le dice que ella tampo-
co le pregunta por qué cambia de novia cada poco tiempo. Dicho esto, el chico le hace ver que sus palabras la dela-
tan, tal y como observamos en (135). Ramon Monton vuelve a escoger la misma unidad ¿oi que ho veus?, mientras que
Rosa Pilar Blanco opta por ¿lo ves?

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Marcador pragmático [Da] + siehste + [es], [...]!
conversacional
Identificador »Du spinnst ja, Ernst! Der is nich wie du.«
N2, cap. 12, pág. 87 »Ick will dir was sagen, Ernst«, mischte sich jetzt Karl Siebrecht in diese sich ständig
TP. DE 137 steigernde Zwiesprache. »Da irrt sich die Rieke, ich bin auch wie du.«
»Da siehste es, Rieke! Aba…«
Equivalencia ¿Lo ves, [...]?
Identificador –¡Estás majara, Ernst, él no es como tú!
N2, cap. 12, pág. 80 –Te diré una cosa, Ernst. –Karl intervino en ese diálogo que iba subiendo de tono
Trad. ES 137 poco a poco–. Rieke se equivoca, yo también soy como tú.
–¿Lo ves, Rieke? Pero...
Equivalencia ¿Ho veus, [...]?
Identificador –Estàs sonat, Ernst! Ell no és com tu!
N2, cap. 12, pág. 88 –Et vull dir una cosa, Ernst –va dir Karl Siebrecht, que havia decidit intervenir en
Trad. CAT 137 aquella conversa cada cop més animada–: Rieke s’equivoca, perquè sí que sóc com tu.
–¿Ho veus, Rieke? Però...
Rieke se enfada con Ernst por inmiscuirse en su vida privada. Karl reacciona de repente y contradice a Rieke en sus
afirmaciones. El muchacho reconoce ser igual que Ernst Bremer. El panadero aprovecha la situación y exclama da
siehste es, Rieke!, con lo que quiere poner de relieve la evidencia de que Karl es exactamente igual que él en el tema de
líos amorosos. Los equivalentes vuelven a ser una vez más ¿lo ves? y ¿ho veus?

Marcador pragmático So, siehste, [...]!


conversacional
Identificador Der alte Busch hatte schon eine ganze Weile am Fenster sachte vor sich hingebrummt
N2, cap. 15, pág. 111 und gemurrt, sie hatten im Eifer ihrer Unterhaltung aber nicht auf ihn geachtet. Jetzt
TP. DE 138 schlug er mit der Hand zornig gegen die Fensterscheibe, daß sie klirrte. Rieke Busch
sprang auf. »Ja doch, Vata! Kriegst noch eenen. Sei bloß ruhig, du erschreckst ja det
Kind! – So, siehste, Vata! Und trink schön langsam, noch eenen jibt es heute abend
nich.«
»Karl«, sagte sie dann und setzte sich wieder zum Jungen. »Kommste mit, wenn ich die
Nähmaschine koofe?«
»Aber ich verstehe nichts von Nähmaschinen!«
Equivalencia Aquí ties, [...]
Identificador El viejo Busch llevaba ya un buen rato gruñendo y murmurando entre dientes junto a
N2, cap. 15, pág. 101 la ventana pero, enfrascados en la conversación, no se habían percatado. En ese
Trad. ES 138 momento, enfurecido, golpeó con la mano el cristal de la ventana, que tintineó. Rieke
se levantó de un salto.
–¡Sí, padre, sí! Te echaré otro más. Pero estate tranquilo, que vas a asustar a la niña.
Aquí ties, padre. Y bebe despacito, que esta noche ya no hay más, Karl,
¿m’acompañarás a comprar la máquina de coser? –preguntó luego, sentándose
nuevamente junto al chico.
–¡Pero si yo no entiendo nada de máquinas de coser!
Equivalencia Vinga, [...]
Identificador El vell Busch ja feia estona que murmurava davant de la finestra, però estaven tan
N2, cap. 15, pág. 113 ficats a la seva conversa que no li van fer cas. Ara, de sobte, va clavar un cop de puny
Trad. CAT 138 al vidre i EL VA TRENCAR.11 Rieke Busch es va aixecar de cop i va dir:
–No t’amoïnis, pare! TE’N COMPRARÉ UNA ALTRA!12 Però estigues tranquil, que
espantaràs la nena! Vinga, pare, i beu a poc a poc, que avui no en tinc cap més. Karl –
va dir, mentre s’asseia de nou al costat del noi–, ¿m’acompanyaràs, quan vagi a comprar


11 Puntualizamos que «klirren» (Duden, acepción a) no significa «trencar», sino «trontollar». Así
pues, en el TM catalán se da un cambio de sentido que cabría enmendar para transmitir lo mismo
que el TP.
12 En la misma intervención Rieke dice «kriegste noch eenen» que en catalán se ha traducido por
«te’n compraré una altra!». El sentido del enunciado es que la chica sirve otra copa a su padre,
pues en el cotexto le advierte de que tiene que beber despacio, porque no hay más. Así pues, se
ha confundido la acepción 1a «bekommen, erhalten; mit etwas bedacht, versehen werden» con la
2b «kaufen können, (gegen Geld) erhalten» (Duden).

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la màquina de cosir?
–Però si jo no hi entenc, de màquines de cosir!
Rieke y Karl están enfrascados en una conversación. El viejo Busch golpea uno de los cristales de la ventana y esto
hace reaccionar a su hija Rieke. La chica le dice que le servirá otro vaso de aguardiente y le ruega que se tranquilice,
porque podría asustar a Tilda. Rieke le sirve una copa e inicia una intervención con la unidad so, siehste, con la que
manifiesta que ahora ya tiene lo que quiere –se complace al interlocutor– y le ruega beber despacio. Aquí ties y vinga
son los equivalentes elegidos en los TM. Una vez más, Rosa Pilar Blanco evoca el habla de Rieke mediante el uso de
formas que manifiestan un dominio escaso de la forma estándar (so, siehste aquí ties), es decir, se sustituye una
marca diatópica por una diastrática.

Marcador pragmático Siehst du, [...]


conversacional
Identificador Karl Siebrecht sprang auf. Sein Ärmel verwischte die noch nicht trockene Tusche, aber
N2, cap. 18, pág. 135 das sah er jetzt noch nicht. »Herr von Senden!« rief er und freute sich. »Ich habe Sie
TP. DE 139 auch gesehen. Ich freu mich…«
»Siehst du, Karl, das ist hübsch von dir«, meinte der Rittmeister, »und am hübschesten
finde ich es, daß man dir deine Freude deutlich am Gesicht abliest. Die sitzen oben in
ihrer Finanzabteilung und essen Kaviarbrötchen, wir können ruhig ein Wort miteinan-
der plaudern. Wie gefällt es dir denn hier? Aber zuerst muß ich wohl den Herrn Ober-
ingenieur Hartleben fragen, wie du ihm gefällst?«
»Er macht sich, er macht sich«, sagte der Oberingenieur lächelnd. »Seinen Jahren ent-
sprechend, leistet er genug.«
Equivalencia Ø
Identificador Karl Siebrecht se levantó de un salto. Su manga emborronó la tinta china que aún no
N2, cap. 18, pág. 121 se había secado, pero en ese momento no se percató.
Trad. ES 139 –¡Señor Von13 Senden! –exclamó con alegría–. Yo también lo he visto a usted. Me alegro...
–Ø Muy amable por tu parte, Karl –dijo el capitán de caballería–. Pero lo mejor de
todo es que tu alegría se refleja claramente en tu rostro. Esos están reunidos ahí arriba
en el departamento financiero, comiendo canapés de caviar, así que podemos charlar
tranquilamente un rato. ¿Te gusta esto? Pero antes debo preguntar al señor ingeniero
jefe Hartleben si está contento contigo.
–Va mejorando, va mejorando –contestó el ingeniero jefe con una sonrisa–. Rinde
bastante para su edad.
Equivalencia Ø
Identificador Karl Siebrecht es va aixecar d’una revolada i es va empastifar lleugerament la màniga
N2, cap. 18, pág. 137 amb la tinta del dibuix, tot i que no se’n va adonar.
Trad. CAT 139 –Senyor von Senden! –va exclamar, content–. Jo també l’he vist i m’alegro...
–Ø Això està molt bé, Karl –va dir el capità de cavalleria–, m’agrada que expressis
obertament aquesta alegria en veure’m. Els altres són al departament financer, menjant
panets amb caviar, i podem xerrar una estona. ¿T’agrada la feina? O potser hauria de
preguntar primer a l’enginyer superior Hartleben si li agrada tenir-te aquí...
–No ho fa gens malament, tenint en compte l’edat que té –va dir l’enginyar (sic) supe-
rior, somrient.
El señor von Senden pone de relieve una evidencia mediante la unidad siehst du, además de mostrar la complicidad
con su interlocutor, Karl Siebrecht. Este elemento no se recoge ni en la traducción española ni catalana. Podría
haberse optado por un elemento como ves y veus, respectivamente.

Marcador pragmático Sehen Sie, [...]


conversacional
Identificador »Aber«, fragte der Rittmeister erstaunt, »sollte sich da nicht eine etwas würdigere und
N2, cap. 18, pág. 136-7 einträglichere Beschäftigung für dich finden lassen? Botenjunge auf einem Dreirad!
TP. DE 140 Sicher hat Herr Hartleben dann und wann Überarbeit zu vergeben, die nicht schlecht
bezahlt wird – nicht wahr, Herr Hartleben?« Der nickte.
Der Junge überlegte einen Augenblick, dann stürzte er sich kopfüber in seine Antwort.
»Aber«, rief er »ich will gar keine andere Arbeit! Die gefällt mir, das finde ich gerade so


13 La primera letra de la preposición Von, que forma parte del apellido von Senden, se encuentra
escrita en mayúscula en el TM español, mientras que en catalán se mantiene tal y como aparece
en el TP, es decir, en minúscula.

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schön in Berlin, daß man hier tun und lassen kann, was man will! Daß keiner nach
einem fragt! Warum ist denn das unwürdig, Botenjunge zu sein? Warum ist es würdi-
ger, Zeichnungen zu machen? Ich versteh das nicht, und der richtige Berliner, soweit
kenne ich Berlin auch schon, versteht das auch nicht. Wissen Sie, Herr Rittmeister, wie
mir ein Mann das erste Trinkgeld in die Hand gedrückt hat, da habe ich gezuckt. Da
hat er zu mir gesagt: ›Bist du zu fein, Geld zu verdienen? Da biste wohl auch zu fein,
Brot zu essen?‹ – Sehen Sie, Herr Rittmeister, das war ein richtiger Berliner – der hat
recht! Das ist das einzig Unwürdige: Brot zu essen, das man nicht verdient hat! – Ver-
zeihen Sie, Herr Rittmeister, Sie habe ich natürlich nicht damit gemeint!«
Equivalencia ¿Ve usted, [...]?
Identificador –Pero ¿no podríamos encontrar para ti una ocupación algo más digna y lucrativa? –
N2, cap. 18, pág. 122 preguntó asombrado el capitán de caballería–. ¡Repartidor en un triciclo! Seguro que el
Trad. ES 140 señor Hartleben tiene de vez en cuando algún trabajo extra bien pagado que encomen-
darte. ¿Verdad, señor Hartleben?
Este asintió. El chico meditó un instante y respondió:
–¡Pero es que yo no quiero otro trabajo! Ese me gusta, lo que me encanta de Berlín es
que uno puede hacer lo que le dé la gana. Nadie pregunta por ti. ¿Por qué es indigno
ser repartidor? ¿Por qué es más digno dibujar? Yo no lo entiendo, y el auténtico berli-
nés, por lo que conozco de la ciudad, tampoco. ¿Sabe usted, señor capitán de caballe-
ría? Cuando un hombre me puso en la mano la primera propina, di un respingo. Y él
replicó: «¿Eres demasiado fino para ganar dinero? Entonces también serás demasiado
fino para comer pan.» ¿Ve usted, señor capitán de caballería? Ese era un auténtico
berlinés... ¡y tenía razón! Lo único indigno es comer el pan que uno no se ha ganado.
Perdone, señor capitán de caballería, es evidente que no lo digo por usted.
Equivalencia Ø
Identificador –¿I no podries haver trobat alguna ocupació més digna i ben remunerada, per a tu?
N2, cap. 18, pág. 138 Mira que fer de noi dels encàrrecs amb un tricicle! Segur que el senyor Hartleben de
Trad. CAT 140 vegades té un excés de feina i et podria pagar molt bé de preu les hores extraordinàries,
¿oi, senyor Hartleben? –l’altre va assentir amb el cap.
El noi va reflexionar un moment i va contestar, de bursada:
–Però és que no vull cap altra feina! Aquesta ja m’agrada, això és el que m’encanta de
Berlín, que pots fer el que vulguis sense que ningú et faci preguntes! ¿I per què ha de
ser una ocupació indigna, fer de noi dels encàrrecs? ¿És més digne fer de delineant? Jo
no ho veig d’aquesta manera, i els veritables berlinesos, pel que jo sé, tampoc l’hi
veuen. ¿Sap què, senyor capità de cavalleria? El primer cop que un home em va donar
una propina, em vaig estremir, i ell em va dir: «¿Què et passa, ets massa delicat per
guanyar-te el pa? ¿Llavors també ets massa delicat per menjar-te’l?» Ø Aquest, senyor
capità de cavalleria, era un autèntic berlinès, i tenia raó! Això és l’únic que és realment
indigne: menjar-se el pa que un no s’ha guanyat. I perdoni, senyor capità de cavalleria,
no em referia pas a vostè.
El señor von Senden le comenta a Karl que quizá le pueda conseguir un trabajo mejor para que así acabe de ganarse
bien el jornal. Un trabajo de transportista en un taller de telas no es lo más adecuado para un chico como él. Este le
responde que está contento con su segundo empleo y no cree que sea peor que su trabajo en el estudio. Karl no está
dispuesto a aceptar la ayuda de nadie, pues quiere conquistar Berlín por sus propios medios. El joven le pone un ejem-
plo a von Senden sobre lo que le dijo un hombre berlinés que le quería dar una propina. A continuación, introduce la
moraleja de la historia mediante la unidad sehen Sie, traducida por ¿ve usted? y omitida en el texto catalán –proponemos:
veu?–. La conclusión que Karl extrae es que lo realmente indigno es comerse el pan que uno no se ha ganado.

Marcador pragmático Sehen Sie, [...]


conversacional
Identificador »In dieser Finsternis finden wir nie den Weg«, sagte Kluge angstvoll. »Herr Kommissar,
N3, cap. 33, pág. 363 bitte, lassen Sie uns zurückfahren! Bitte! Ich will lieber die Nacht bei Ihnen auf der
TP. DE 141 Gestapo sitzen, als…«
»Reden Sie keinen Unsinn, Kluge!«, unterbrach ihn der Kommissar grob und zog den
Arm des Schmächtigen fest durch den seinen. »Glauben Sie, ich fahre hier die halbe
Nacht mit Ihnen spazieren, um eine Viertelstunde vor dem Ziel umzukehren?« Etwas
sanfter fuhr er fort: »Ich kann jetzt schon ganz gut sehen. Wir müssen den Nebenweg
da nehmen, da kommen wir am schnellsten zum See…«
Schweigend gingen sie los, beide vorsichtig mit den Füßen nach unsichtbaren
Hindernissen tastend.

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Als sie ein Stück Weg gegangen waren, schien die Luft vor ihnen heller zu werden.
»Sehen Sie, Kluge«, sagte der Kommissar, »ich wusste doch, ich kann mich auf meinen
Ortssinn verlassen. Da haben wir schon den See!«
Equivalencia Lo ve, [...]
Identificador –Con esta oscuridad jamás encontraremos el camino –se quejó Kluge muerto de
N3, cap. 33, pág. 282 miedo–. Señor comisario, por favor, regresemos. ¡Se lo ruego! Prefiero pasar la noche
Trad. ES 141 con usted en la Gestapo a ...
–¡Déjese de estupideces, Kluge! –lo interrumpió brutalmente el comisario, agarrando con
fuerza el brazo del alfeñique–. ¿Se figura que vengo aquí a pasear con usted en plena noche
para dar media vuelta un cuarto de hora antes de llegar a mi destino? –Y prosiguió con tono
más suave–: Yo veo muy bien. Si tomamos ese camino lateral, llegaremos antes al lago...
Echaron a andar en silencio, tanteando con cuidado con los pies en busca de
obstáculos invisibles.
Tras recorrer un tramo del camino, el aire ante ellos pareció aclararse.
–Lo ve, Kluge –dijo el comisario–, ya sabía yo que podía fiarme de mi sentido de la
orientación. Ahí está el lago.
Equivalencia Què li sembla, [...]?
Identificador –Amb aquesta foscor no trobarem mai el camí –va dir Kluge, esporuguit–. Senyor
N3, cap. 33, pág. 350 comissari, per favor, per què no tornem? Si us plau! M’estimo més passar la nit al seu
Trad. CAT 141 costat a la Gestapo que...
–Au va, no digui més ximpleries, Kluge! –el va interrompre el comissari, bruscament, i
va agafar amb força el braç d’aquell homenet feble–. Es pensa que m’estaré mitja nit
passejant amb vostè per girar cua un quart d’hora abans de l’objectiu? –i va afegir, en to
més amable–: Ara ja m’hi veig millor. Hem d’agafar aquest camí lateral, que ens durà de
seguida fins al llac...
I es van posar a caminar en silenci, vigilant tots dos molt bé on ficaven els peus.
Quan havien recorregut un tros de camí, l’aire es va aclarir una mica.
–Què li sembla, Kluge? –va dir el comissari–. Sabia que podia confiar en el meu sentit
de l’orientació. Aquí tenim el llac!
El comisario Escherich lleva a Enno Kluge arrestado. Después de haber recorrido un buen tramo de camino,
llegan finalmente a la zona lacustre. El policía se dirige al hombre y le demuestra que tiene un buen sentido de
la orientación, pues no se equivocó escogiendo el camino. Una vez más, el hablante muestra una evidencia a su
interlocutor que transmite mediante el marcador sehen Sie. Este se ha traducido por lo ve y la pregunta què li
sembla?

Marcador pragmático Siehst du, [...]


conversacional
Identificador »Lass mich nicht ins Wasser rutschen, wenn ich tot bin, versprich mir das. Vor dem
N3, cap. 33, pág. 369 Wasser habe ich Angst. Lass mich hier oben liegen, auf dem trockenen Steg.«
TP. DE 142 »Natürlich. Das verspreche ich dir!«
»Schön, gib mir die Hand darauf, Escherich.«
»Hier!«
»Und du wirst mich nicht betrügen, Escherich? Siehst du, ich bin nur ein kleines, elendes
Aas, es macht nicht viel aus, ob man mich betrügt oder nicht. Aber du wirst es nicht tun?«
Equivalencia Ya ves
Identificador –Cuando esté muerto, no me dejes caer al agua. El agua me da miedo. Déjame aquí
N3, cap. 33, pág. 287 arriba, sobre el embarcadero seco.
Trad. ES 142 –Claro que sí. Te lo prometo.
–Bien, entonces dame la mano, Escherich.
–Aquí la tienes.
–¿No me engañarás, Escherich? Ya ves que no soy más que un pequeño y miserable
canalla, no importa mucho que me engañen o no. Pero tú no lo harás, ¿verdad?
Equivalencia Ja veus
Identificador –No em tiris a l’aigua quan sigui mort, m’ho has de prometre. Em fa por l’aigua.
N3, cap. 33, pág. 355 Deixa’m aquí mateix, damunt de l’embarcador.
Trad. CAT 142 –És clar, només faltaria! T’ho prometo.
–Molt bé, dóna’m la mà, Escherich.
–Aquí la tens!
–I no m’enganyaràs, Escherich? Ja veus que sóc un pobre home i en el fons m’és igual
que m’enganyin, però no m’enganyaràs, oi, Escherich?

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Enno Kluge acepta la propuesta de Escherich y decide quitarse la vida de un tiro. El hombre le dice al policía que
no quiere que lo arroje al agua una vez muerto, porque le tiene miedo. Enno le pide una nueva confirmación antes
de llevar a cabo su cometido y pone de relieve una evidencia –que es un pobre desgraciado– a través de la unidad
sehen Sie, aquí realizada como siehst du y que se traslada a los TM con ya ves y ja veus.

Marcador pragmático Siehst du, [...]


conversacional
Identificador »Die Gefahr ist nicht größer als früher, nicht größer als damals, als ich die erste Karte
N3, cap. 36, pág. 393 in der Neuen Königstraße ablegte. Gefahr ist immer, Anna, für jeden, der das tut, was
TP. DE 143 wir tun. Oder möchtest du, dass wir ganz damit aufhören?«
»Nein!«, rief sie laut. »Nein, ich hielte es keine zwei Wochen ohne diese Karten aus!
Wozu leben wir dann noch? Das ist ja unser Leben, diese Karten!«
Er lächelte düster, mit einem düsteren Stolz sah er sie an.
»Siehst du, Anna«, sagte er dann. »So mag ich dich. Wir haben keine Angst. Wir wis-
sen, was uns droht, und wir sind bereit, zu jeder Stunde sind wir bereit – aber hoffent-
lich geschieht es zu einer möglichst späten Stunde.«
Equivalencia Lo ves, [...]
Identificador –El peligro no es mayor que antes, cuando dejé la primera postal en la calle Neue
N3, cap. 36, pág. 307 König. Anna, para quien hace lo que hacemos nosotros siempre hay peligro. ¿O prefie-
Trad. ES 143 res que lo dejemos?
–¡No! –exclamó ella en voz alta–. No, no aguantaría ni dos semanas sin esas postales.
¿Para qué vivimos ya? ¡Esas postales son nuestra vida!
Su marido sonrió, apesadumbrado, y la contempló con un orgullo sombrío.
–Lo ves, Anna –contestó–. Así te quiero. No tenemos miedo. Sabemos lo que nos
amenaza, y estamos dispuestos, sí, estamos dispuestos en todo momento... pero ojalá
suceda lo más tarde posible.
Equivalencia Ho veus, [...]?
Identificador –El perill no és pas més gran que abans, que aquell dia que vaig deixar la primera postal
N3, cap. 36, pág. 377-8 a la Neue Königstrasse. El perill sempre hi és, Anna, per a algú que es dedica al que
Trad. CAT 143 fem nosaltres. O vols que ho deixem estar?
–No! –va cridar ella–. No, no suportaria ni dues setmanes sense aquestes postals! Si no,
quin sentit tindria la vida?
Aquestes postals són la nostra vida!
Ell se la va mirar amb un somrís ombrívol que amb prou feines amagava l’orgull que sentia.
–Ho veus, Anna? –va dir–. Això és el que m’agrada de tu. No tenim por. Sabem què
ens amenaça i estem disposats a enfrontar-nos a qualsevol perill, però tant de bo que
això no ens passi fins molt més endavant.
Anna Quangel tiene miedo de que la policía descubra que ella y su marido son los autores y repartidores de postales.
Otto le advierte de que el peligro no es mayor que antes, pero aún así se cerciora de si quiere seguir adelante con el
plan. La mujer le responde llena de orgullo que las postales son toda su vida y que no querría abandonar lo que
están haciendo por nada del mundo. Otto pone de relieve una evidencia –la valentía de su mujer y la satisfacción
que eso le produce– con un enunciado que empieza por siehst du, lo ves y ho veus.

Marcador pragmático Siehst du, [...]


conversacional
Identificador Er legte seine große, verarbeitete Hand beruhigend auf ihre kleine, warme, zitternde.
N3, cap. 36, pág. 395-6 »Und wenn wir nicht durchkommen? Würdest du irgendetwas bereuen? Möchtest du
TP. DE 144 etwas ungetan wissen von dem, was wir getan haben?«
»Nein, nichts! Aber wir werden unentdeckt durchkommen, Otto, ich fühle das!«
»Siehst du, Anna«, sagte er, ohne auf ihre letzte Versicherung zu achten. »Das wollte
ich hören. Wir werden nie etwas bereuen. Wir werden zu dem stehen, was wir getan
haben, auch wenn sie uns sehr quälen.«
Equivalencia Sabes, [...]
Identificador Para tranquilizarla, Quangel colocó su mano grande, estropeada por el trabajo, sobre la
N3, cap. 36, pág. 309 suya, pequeña, cálida, temblorosa.
Trad. ES 144 –¿Y si no es así? ¿Lamentarías algo? ¿Te arrepentirías de algo de lo que hemos hecho?
–No de nada. Pero no nos descubrirán, Otto, lo presiento.
–Sabes, Anna –dijo sin prestar atención a su última aseveración–. Eso es lo que quería
oír. Nunca nos arrepentiremos de nada. ¡Defenderemos lo que hemos hecho por mu-
cho que nos torturen.

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Equivalencia Ho veus, [...]?
Identificador L’home va posar la seva mà grossa i endurida pel treball damunt la mà petita i tremolo-
N3, cap. 36, pág. 380 sa d’Anna Quangel.
Trad. CAT 144 –I si no ens en sortim? Et penediries d’alguna cosa? Preferiries no haver fet alguna de
les coses que hem fet?
–No, no em penediria de res! Però no ens descobriran, Otto, tinc la sensació que no
ens descobriran.
–Ho veus, Anna? –va dir ell, sense fer cabal de les últimes paraules de l’altra–. Això és
el que volia sentir. Mai no ens penedirem de res. Defensarem el que hem fet per molt
que ens torturin.
Otto le pregunta a Anna si se arrepentiría en el caso de que la Gestapo o las SS acabaran descubriendo que son los
autores de las postales. Ella responde negativamente, pero tiene el presentimiento de que todo irá bien. Otto mani-
fiesta su satisfacción al escuchar esas palabras y así se lo hace saber a su mujer mediante un enunciado que empieza
por siehst du, unidad con la que expresa complicidad con Anna y le hace ver que su actitud es la correcta. Las traduc-
ciones son sabes y ho veus.

Marcador pragmático , verstehst du, [...]?


conversacional
Identificador »Und wenn sie den Mut hat?«
N1, cap. 13, pág. 98 »Ich werd dem Richter schon Bescheid stoßen! Glaubst du denn das, Pinneberg, nun
TP. DE 145 sag mal ehrlich, zweimal hab ich mit ihr getanzt und dann hab ich gesagt: ›Gnädiges
Fräulein, es ist hier so rauchig, wollen wir mal rausgehen?‹ Na, und da gleich, einen
Tanz haben wir nur versäumt, verstehst du, und da soll ich der alleinige Vater sein? So
doof!«
»Wenn du nichts beweisen kannst.«
Equivalencia , entiendes,
Identificador –¿Y si se atreve?
N1, cap. 13, pág. 100 –¡Yo me encargaré de informar al juez! Pero ¿es que tú te lo crees, Pinneberg? Ahora
Trad. ES 145 dime la verdad, bailé dos veces con ella y después dije: «Señorita, esto está lleno de
humo, ¿salimos un momento?». Total, que regresamos enseguida, solo nos perdimos
un baile, entiendes, ¿y ahora resulta que voy a ser el padre? ¡Venga ya!
–Si no puedes probar nada...
Equivalencia , m’entens?
Identificador –I si s’atreveix?
N1, cap. 13, pág. 100-1 –Li explicaré tota la veritat al jutge! T’ho pots ben creure, Pinneberg, només vaig ballar
Trad. CAT 145 dues vegades amb ella i li vaig dir: «Senyoreta, aquí hi ha molt de fum, vol que sortim
un moment a fora?» I llavors només vam perdre un ball, m’entens? Per això haig de
ser jo l’únic pare de la criatura? No hi ha dret!
–Però no tens cap mena de prova.
Schulz le explica a Pinneberg sus problemas con una muchacha del pueblo que dice haberse quedado embarazada
de él. Le cuenta que solo se ausentaron de la pista de baile durante unos minutos y añade el marcador verstehst du en
su intervención. Dicha unidad sirve para implicar al interlocutor en la conversación e intentar de esta manera que
ponga y mantenga la atención a lo que se está comunicando. Se trata además de un elemento que ayuda a la conti-
nuidad discursiva (TGDS 2007: 833). Calsamiglia y Tusón (2012: 239) etiquetan este tipo de unidades como marcado-
res de confirmación o de acuerdo e incluyen la unidad ¿me entiendes?, que coincide prácticamente con la propuesta de Rosa
Pilar Blanco –entiendes–. Con todo, cabe decir que, a nuestro parecer, ¿sabes? es mucho más frecuente en la lengua
hablada coloquial. Sucede lo mismo en catalán, donde Ramon Monton ha traducido verstehst du por m’entens?

Marcador pragmático , vastehste,


conversacional
Identificador »Nein, meine Mutter ist schon lange tot.«
N2, cap. 4, pág. 21 »Ach, du bist Vollwaise? Det kann janz jut sind, vastehste, wir haben Vata’n noch,
TP. DE 146 aber manchmal denk ick, ohne Vata jings bessa. Er ist Maurer, aber meistens macht er
blau! Sonst een tüchtjer Maurer, allens, wat recht is, ooch jutmütig, bloß, det der Mann
so wasserscheu is –. Na ja, wa haben alle unsre Fehler…«
Equivalencia , ¿me entiendes?
Identificador –No, murió hace mucho tiempo.
N2, cap. 4, pág. 25 –¿Así que eres huérfano del to? Pues eso pue estar muy bien, ¿me entiendes?
Trad. ES 146 Nosotras aún tenemos padre, pero a veces pienso que nos iría mejor sin él. Es albañil,
pero casi nunca da un palo al agua. Y eso que es buen paleta; en fin, pa ser justa, es de

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buena pasta, solo que el hombre no quie ver el agua ni en pintura... En fin, tos tenemos
nuestros defectos...
Equivalencia , ¿saps?
Identificador –No, la meva mare fa temps que és morta.
N2, cap. 4, pág. 23 –¿O sigui que ets orfe? Doncs potser no és mala cosa, ¿saps? Nosaltres encara tenim el
Trad. CAT 146 pare, però de vegades penso que sense ell estaríem millor. És paleta i un bon home, fa
bé la seva feina, però sovint, en comptes d’anar a treballar, es queda a casa dormint la
mona, en fi, ningú és perfecte!
Karl Siebrecht le dice a Rieke que su madre murió hace mucho tiempo. Rieke exclama que entonces es huérfano del
todo y añade una pregunta de la que no espera respuesta. Además, señala que eso puede estar muy bien y agrega
vastehste en su intervención, unidad que da paso a por qué su condición de huérfano puede ser beneficiosa. Este
elemento está marcado diatópicamente y su función principal es la de mantener el hilo conversacional y dar
progresión al discurso a la vez que hacer prevalecer un punto de vista. Las propuestas de traducción en los TM son
¿me entiendes? y ¿saps? Volvemos a hacer hincapié en que la unidad ¿sabes? es mucho más común en el discurso oral.
En las tres lenguas este marcador se halla después de una aserción que manifiesta un punto de vista. En ninguna de
las dos traducciones se traslada la caracterización diatópica del TP, como se ha hecho en otros fragmentos.
Propondríamos la caída de la consonante intervocálica -b en sabes (saes) y el cambio de la consonante -p por -t en saps
(sats), con lo que se conseguiría una marca profusamente diastrática en el primer caso y diafásica en el segundo. La
voz sats es frecuente en el discurso hablado coloquial y no solo está en boca de personas de capas sociales bajas. No
obstante, señalizaríamos de esta manera el deje de Rieke Busch y lo diferenciaríamos del de Karl como en el TP.

Marcador pragmático , vastehste?


conversacional
Identificador »Und was hat die Tante gesagt, als du da so einfach ankamst? Du hattest dich doch
N2, cap. 4, pág. 23 nicht angemeldet, Friederike?«
TP. DE 147 »Rieke heeß ick, Friederike is bloß fors Amt, und wenn ick Schläje kriege, aber ick
krieje keene mehr, jejen mir hebt keener mehr die Hand! –Die Frau hat Oojen jemacht,
det kann ick dir flüstern, wie Mantelknöppe! Wat willste denn hier? Fragt mir die Frau.
Und denn noch mit det Balg?! – Erlobe mal, Tante Bertha, sare ick zu die Frau, der
Balg is deine fleischliche Nichte und dir wie aus’t Jesichte jeschnitten, und denn wollt
ick mir man bloß die kleene Anfrage erlauben, ob hier unter deine Schweine
Keuchhusten ausjebrochen is? – Na, da mußte se doch lachen, und denn war se janz
ordentlich. Det von’t vorje Jahr, hat se wieder jutgemacht und mehr wie det. Und det
nächste Jahr soll ick wiederkommen, mit det Schicken is et ihr zu umständlich. Na, laß
se, die is schlecht mit die Feder, vastehste? Adresseschreiben und so! – Det Kleed is
ooch von ihr! Schöne Wolle, er jing nich mehr in’n Korb, aba dalassen, keene Ahnung!
Hab ick’s über die andre Kleedage jezogen, haste det jemerkt?«
Equivalencia , ¿entiendes?
Identificador –¿Y qué le dijiste a tu tía cuando te presentaste en su casa por las buenas? ¿No deberías
N2, cap. 4, pág. 26 haber anunciado tu llegada, Friederike?
Trad. ES 147 –Eh, que me llamo Rieke, Friederike es solo pa la autoridá, y cuando me pegan, pero a mí
ya no me pega nadie, a mí nadie me levanta la mano. ¡La mujer puso unos ojos como
platos, ya te digo, como botones de abrigo! «¿Qué haces aquí?», me suelta ella. «Y encima
con la cría esta.» «Permíteme, tía Bertha», le digo a la buena mujer, «la cría esta es tu
sobrina carnal y tie tu misma cara, y aparte solo quiero hacer una pequeña pregunta: ¿es
que a tus cerdos les ha entrao la tos ferina?». Menúo ataque de risa le dio, pero después se
portó, las cosas como son. Reparó lo del año pasao y más toavía. Y me ha dicho vuelva el
año que viene, que enviarlo es una lata. Es que no se le da bien la pluma, ¿entiendes?
¡Escribir direcciones y tal! Este vestido también es suyo. Buena lana, ya no cabía en la
cesta, pero ¿dejarlo allí? ¡Nanay! Me lo puse encima de mis ropas, ¿t’as dao cuenta?
Equivalencia , ¿ho entens?
Identificador –¿I què va dir la tieta quan et va veure arribar sense avisar? Per què no li vas dir que
N2, cap. 4, pág. 25 vindries, ¿oi, Friederike?
Trad. CAT 147 –Em dic Rieke, Friederike és per als documents oficials I quan algú em pega, però ara
ja no em pegarà ningú, ningú més m’aixecarà la mà. La dona va fer uns ulls com unes
taronges i em va dir: «Però ¿què hi fas, aquí? ¿I on vas, amb la petita?». Mira, tieta
Bertha, jo que li vaig dir, la menuda és neboda teva i, a més, se t’assembla molt. Fa
molt de temps que no en sabem res, dels teus porcs, ¿que han agafat la tos ferina?
Llavors la dona es va posar a riure i va ser molt amable. M’ha donat el que ens tocava
de l’any passat i una mica més, i m’ha convidat a tornar l’any que ve, perquè diu que se

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li fa massa complicat enviar-ho per correu. Això d’escriure no és per a ella, ¿ho
entens? L’adreça i tot això! Per cert, el vestit també és seu! És de llana bona, no m’hi
cabia al cistell i no volia deixar-lo de cap de les maneres, i me l’he posat damunt del que
portava, ¿ho has notat?
Rieke le explica a Karl por qué ha estado en Priestitz. La muchacha tiene una tía allí que siempre les enviaba parte
de la matanza, pero dejó de hacerlo cuando falleció la señora Busch. Fue entonces cuando la chica tomó la decisión
de ir al pueblo para tener provisiones suficientes para todo el año. Rieke comenta que la razón de que la tía dejara de
enviar los paquetes fue la poca habilidad con la pluma. Dicho esto, especifica, no sin antes añadir vastehste?, a lo que
se refiere concretamente: escribir direcciones. Esta unidad vuelve a servir como un puente entre una aserción y un
fragmento posterior de discurso en el que se aclara o explica lo anterior. Asimismo, Rieke pretende con este
marcador que Karl ponga atención a lo que le está explicando. Las unidades que recogen estas funciones son
¿entiendes? y ¿ho entens?

Marcador pragmático , vastanden?


conversacional
Identificador »Und du mein Vata!« lachte sie mit Überzeugung. »Du tätest was erleben!«
N2, cap. 4, pág. 28 »Na, gib mir ’nen Süßen«, sagte der Schaffner, »bist ja noch ein Kind!«
TP. DE 148 Sie gab ihm ungeniert aus dem Abteilfenster einen Kuß.
»Und nu mach een bißchen Dampf, Franz«, sagte sie. »Det wa noch rechtzeitig nach
Prenzlau kommen! Und da hilfste mir bei die Körbe, vastanden? Det biste mir schul-
dig, Franz!«
Equivalencia , ¿hecho?
Identificador –Pues si tú fueras mi padre –replicó ella, riendo convencida–, te ibas a enterar de lo
N2, cap. 4, pág. 30 que vale un peine...
Trad. ES 148 –¡Anda, dame un besito, que todavía eres una niña! –exclamó el revisor.
Y ella, muy desenvuelta, le dio un beso desde la ventanilla del compartimento.
–Y ahora dale caña, Franz –le urgió ella–. A ver si llegamos a tiempo a Prenzlau. Allí
me echarás una mano con la cesta de viaje, ¿hecho? Eso me lo debes, Franz.
Equivalencia , sents,
Identificador –I si tu fossis el meu pare també em sentiries! –va dir ella, rient a cor què vols.
N2, cap. 4, pág. 29 –Vinga, no siguis tan descarada, que encara ets una criatura! –va dir el revisor.
Trad. CAT 148 Ella li va enviar un petó per la finestra, desvergonyida, i va dir:
–I ara espavileu-vos una mica, Franz, que hem d’arribar a temps a Prenzlau! I quan
baixi m’ajudes amb el cistell, sents, Franz, me’n deus una!
Rieke bromea con el maquinista y le dice que se dé prisa pues no quiere perder la conexión en Prenzlau. Además, le
hace saber que la tendrá que ayudar con la cesta cuando baje del tren, pues es una manera de compensación por
haber parado tanto rato en la estación del pueblo donde cargaron las cántaras de leche. A esto, Rieke añade vastan-
den? (Vergewisserungssignal, según la TGDS, pág. 7-8), que intenta buscar la conformidad de Franz, el maquinista.
Rosa Pilar Blanco opta por ¿hecho? que equivale a ¿vale? e indica que se busca el asentimiento del interlocutor
(DRAE). Ocurre exactamente lo mismo con sents, que pertenecería a las interjecciones fáticas y metalingüísticas de
las que habla Cuenca (pág. 171-3), y que representa una petición de acuerdo.

Marcador pragmático , vastehste? / , vastehste? / , vastehste?


conversacional
Identificador Leider stellte sich bald heraus, daß bei solchen Berufen, von denen die Mitfahrer
N2, cap. 5, pág. 31-2 Kenntnis hatten, mehr Kräften verlangt wurden, als dem Karl Siebrecht zuzutrauen
TP. DE 149 waren. »Ick habe jedacht«, sagte ein biederer Schnauzbart, »du könntest vielleicht bei
uns in den Stall, Junge. Ick bin bei die städtischen Omnibusse, vastehste? Mit ’nem
Lackpott hoch vom Bock, vastehste? Unsa Futtameista braucht mal wieder ’nen Jehil-
fen. Mit dem Putzen und dem Futterschütten, det jinge ja noch, aba all die Säcke vom
Boden, jeder anderthalb Zentner, det kannste nich, da machste bei schlapp.«
»Ich habe schon anderthalb Zentner getragen«, sagte Karl Siebrecht.
»Ja, eenmal! Aba det weeßte doch, eenmal is keenmal. Und wenn de denn nacheinan-
der zwanzig Säcke runterbuckeln mußt, da wirste weich! Denn wat biste? Du bist
weich! Det is keen Fleesch von ’nem Arbeeter, wat du auf dem Leibe hast, det ist so
nüchterenet Kalbfleesch, vastehste? Allens Zadder, so is det.«
Equivalencia , ¿entiendes? / , ¿entiendes? / , ¿entiendes?
Identificador Por desgracia, pronto se puso de manifiesto que los oficios de que tenían conocimiento
N2, cap. 5, pág. 33 los compañeros de viaje requerían más fuerza de la que le atribuían a Siebrecht.
Trad. ES 149 –He pensao –dijo un honrado hombre con mostacho– que quizá podrías venir a trabajar

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al establo con nosotros, chico. Yo estoy en los autobuses municipales, ¿entiendes? Con
una chistera en lo alto del pescante, ¿entiendes? Y nuestro encargao del forraje siempre
necesita otro ayudante. Limpiando y echando pienso te las arreglarías, pero cargar con tos
los sacos del suelo, ca uno de quintal y medio, con eso no pues, te derrengarías.
–Yo ya he cargado un quintal y medio –informó Karl.
–¡Sí, una vez! Pero una vez no es na, tú ya me entiendes. Y cuando tengas que echarte a
la espalda veinte sacos seguíos, t’ablandarás. Porque ¿qué es lo que eres? ¡Un blando!
Tu cuerpo no está hecho de carne de obrero, sino de floja carne de ternera, ¿entien-
des? To fibra, así es.
Equivalencia , ¿ho entens? / , ¿ho entens? / , ¿ho entens?
Identificador Per desgràcia, tots els oficis que li proposaven els seus companys de viatge eren per a
N2, cap. 5, pág. 33 persones amb més força física que Karl Siebrecht.
Trad. CAT 149 –Havia pensat –va dir un home amb bigoti– que potser podries treballar als nostres
estables, jove. Treballo als òmnibus municipals, ¿ho entens? Amb un pot de vernís al
pescant, ¿ho entens? El nostre encarregat del farratge necessita un ajudant. Sí que
podries netejar i repartir el farratge, però quan haguessis d’aixecar els sacs, que pesen
un quintar i mig cadascun, t’espantaries.
–Ja he portat algun cop un quintar i mig de pes –va dir Karl Siebrecht.
–Sí, potser un cop. Però això no vol dir res. I quan hagis de traginar vint sacs seguits,
segur que no t’aguantaràs! Perquè ja es veu que ets massa delicat, no tens carn de treba-
llador, no estàs prou fort, ¿ho entens? No serviries de cap de les maneres.
Un hombre entabla conversación con Karl para explicarle que trabaja en los autobuses municipales y repite en dos
ocasiones la unidad vastehste? con lo que intenta captar la atención de Karl y hacerlo partícipe de lo que está narran-
do. Este marcador permite dar progresión a la intervención e ir enlazando enunciados que conforman diferentes
fragmentos informativos. En la última intervención que recogemos en esta ficha, el viajero vuelve a repetir vastehste?
para dar énfasis al enunciado en el que constata que Karl no está en buena forma física, por lo que no podría llevar a
cabo las tareas que se le asignarían en un trabajo como el que desempeña el hombre. Así pues, el hablante pone de
relieve una evidencia. La unidad se ha traducido por ¿entiendes? y por ¿ho entens? en los tres casos. En nuestra opinión,
resultaría más natural la presencia de marcadores conversacionales como ¿sabes? o ¿saps? en vez de los propuestos.

Marcador pragmático verstanden?!


conversacional
Identificador »O heilige Einfalt …« murmelte der Herr von Senden.
N2, cap. 18, pág. 140 »Hübsche Dinge hört man da, hübsche Dinge«, meinte Kalubrigkeit. »Nun, darüber
TP. DE 150 werden wir später reden, wir müssen jetzt hinauf zum Oberbaurat, Schwager. – Herr
Hartleben, geben Sie diesem – Jungen seine Papiere und soviel Geld, wie er eben zu
kriegen hat. In fünf Minuten ist er aus der Zeichenstube – verstanden?!«
»Jawohl, Herr Kalubrigkeit«, sprach der Oberingenieur.
Equivalencia , ¿entendido?
Identificador –Qué ingenuidad... –murmuró el señor Von Senden.
N2, cap. 18, pág. 125 –Muy bonito lo que estoy escuchando, muy bonito –comentó Kalubrigkeit–. Bueno, ya
Trad. ES 150 abordaremos el asunto más tarde, ahora tenemos que subir a ver al arquitecto munici-
pal, cuñado. Y usted, señor Hartleben, dele a este... joven su documentación y el dinero
que le corresponda. Dentro de cinco minutos lo quiero fuera del estudio, ¿entendido?
–Sí, señor Kalubrigkeit –contestó el ingeniero jefe.
Equivalencia , ¿entesos?
Identificador –Quina ximpleria! –va murmurar el senyor von Senden.
N2, cap. 18, pág. 141-2 –Sí que haig de sentir coses ben galdoses! –va dir Kalubrigkeit–. En fi, ja en parlarem
Trad. CAT 150 més tard, ara hem de pujar a veure el conseller superior d’obres, cunyat. Senyor Hartle-
ben, torni a aquest noi els seus papers i els diners que li devem. En cinc minuts el vull
fora de l’oficina, ¿entesos?
–Sí, senyor Kalubrigkeit –va dir l’enginyer superior.
Kalubrigkeit descubre que el joven Karl está empleado en su taller de delineación. El hombre se rebela contra su
cuñado, el señor von Senden, por haberlo contratado después del incidente en la obra. Kalubrigkeit ordena que se le
entreguen los papeles y el finiquito al chico en un máximo de cinco minutos. Este mandato lo cierra con la unidad
verstanden? para expresar rotundidad y asegurarse de que su mensaje ha llegado al receptor. Se facilita incluso que el
interlocutor pueda hacerse con el turno de palabra (TGDS 2007: 834). Los participios ¿entendido? y ¿entesos? son las
traducciones propuestas. Cuenca (2006: 172) habla de que entesos «vehicula una petició d’acord», aunque en este caso
se trata de una orden categórica.

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Marcador pragmático , verstehst du
conversacional
Identificador Unwillkürlich fragte Karl Siebrecht: »Du bist wohl nicht von hier? Du bist wohl aus
N2, cap. 19, pág. 144 Hamburg?«
TP. DE 151 »Nein!« lachte der. »Aber ich komme aus Bremen. Ich bin vom Schiff ausgerissen,
verstehst du. Zuviel Schacht, und der Smutje gab mir nie was zu fressen.«
»Was ist Schacht?« fragte Karl Siebrecht. »Und was ist ein Smutje?«
Equivalencia , ¿comprendes?
Identificador Sin pensar, Karl dijo:
N2, cap. 19, pág. 128 –Tú no eres de aquí, ¿verdad? Seguro que eres de Hamburgo.
Trad. ES 151 –¡No! –dijo el otro riendo–. Vengo de Bremen. Me he largado del barco, ¿compren-
des? Demasiada leña, y el marmitón nunca me daba de comer.
–¿Qué es eso de leña? –preguntó Karl–. ¿Y qué es un marmitón?
Equivalencia , ¿m’entens?
Identificador [...] Karl Siebrecht li va preguntar, sense pensar-hi gaire:
N2, cap. 19, pág. 145 –Tu no deus ser d’aquí, ¿oi? ¿Que ets d’Hamburg?
Trad. CAT 151 –No! –va dir l’altre, rient!–. Vinc de Bremen. M’he escapat del vaixell, ¿m’entens?
Massa llenya i poc pinso!
¿Què vols dir? –va preguntar Karl Siebrecht.
Kalli Flau le explica a Karl que se ha escapado de un barco. El motivo de la huida es que trabajaba mucho y encima
recibía palos y poca comida. El joven grumete pronuncia la unidad verstehst du, después de comentar que dejó el
barco pero antes de dar las razones para ello. Es decir, es una unidad que marca la progresión discursiva y ayuda a
presentar información nueva, además de buscar la complicidad del interlocutor. ¿Comprendes? y ¿m’entens? cumplen
las funciones aquí descritas para el alemán.

Marcador pragmático , verstehst du?


conversacional
Identificador »Ich wollte dir bloß noch was sagen …«
N2, cap. 19, pág. 147 »Was denn? Mach schon – mir ist saukalt!«
TP. DE 152 »Mir auch. Ich habe dich nämlich vorhin angesohlt: ich trinke gar keinen Grog. Ich
vertrage keinen, verstehst du?«
»Ja …« sagte Karl Siebrecht zögernd. Das war alles etwas seltsam. Der Mensch sah auf
einmal so erbärmlich aus.
Equivalencia , ¿entiendes?
Identificador –Solo quería decirte una cosa más...
N2, cap. 19, pág. 130-1 –¿De qué se trata? ¡Date prisa, estoy pasmado de frío!
Trad. ES 152 –Yo también. Es que antes te he mentido: yo no bebo grog. No aguanto ni uno, ¿en-
tiendes?
–Sí... –contestó Karl vacilante. Todo aquello era algo raro. Ese tipo parecía de pronto
tan digno de lástima...
Equivalencia , ¿ho entens?
Identificador –Només et volia dir una cosa...
N2, cap. 19, pág. 148-9 –¿Què vols? Digues-ho d’una vegada! Tinc molt de fred!
Trad. CAT 152 –Jo també. Et volia dir que abans t’he mentit: no sóc bevedor de grog. No el suporto,
¿ho entens?
–Sí... –va dir Karl Siebrecht, vacil·lant. Allò era molt estrany. De cop i volta, aquell noi
li inspirava llàstima.
Kalli Flau confiesa que no tolera el alcohol, a pesar de haber dicho lo contrario hace unas horas. Este añade la uni-
dad verstehst du? después de su aserción, que se ha traducido por ¿entiendes? y ¿ho entens?, con la que se busca la com-
plicidad del interlocutor y retractarse en lo dicho.

Marcador pragmático , verstehst du?


conversacional
Identificador »Ich bin von Vater eine ganze Wucht gewöhnt, Karl«, erzählte Kalli. »Darauf kannst du
N2, cap. 19, pág. 149 dich verlassen, aber was zuviel ist, ist zuviel, sagte der Pastor, da fiel er ins Jaucheloch.
TP. DE 153 So bin ich denn ausgerissen, und heilfroh sind die, daß ich von Bord bin, darauf kannst
du dich verlassen! Ich bin ja doch nur deren Jonas gewesen, verstehst du? So nennen
sie den, der dem Schiff Unglück bringt. Weißt du, der Jonas gehört eigentlich in einen
Walfischbauch und nicht an Bord.«
»Und was willst du nun anfangen, Kalli?«

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»Mir hier Arbeit suchen! In Berlin gibt’s für alle Arbeit. In Berlin kommt jeder hoch, so
sagen sie doch überall, also wird es schon wahr sein. Ich hätte auch schon Arbeit, bloß –«
Equivalencia , ¿entiendes?
Identificador –Estoy acostumbrado a las tundas de mi padre, Karl –contaba Kalli–, te lo aseguro.
N2, cap. 19, pág. 132 Pero lo que es demasiado, es demasiado, como decía el pastor, y un día cayó a la senti-
Trad. ES 153 na. Así me largué, y esos estarán locos de alegría por que ya no esté a bordo, ¡te lo
aseguro! Porque yo no era más que su Jonás, ¿entiendes? Así llaman al que trae la
desgracia al barco. Ya sabes, Jonás tiene que estar en la tripa de una ballena y no a
bordo.
–¿Qué piensas hacer ahora, Kalli?
–Buscar trabajo. En Berlín hay trabajo para todos. En Berlín progresa todo el mundo,
dicen por todas partes, de modo que será verdad. Yo también tendría trabajo, solo
que...
Equivalencia , ¿ho entens?
Identificador –El meu pare ja em tocava el crostó, Karl, t’ho pots ben creure,14 però allò ja passava
N2, cap. 19, pág. 151 de mida –va continuar dient Kalli– i em vaig escapar, i estic segur que es van posar ben
Trad. CAT 153 contents, t’ho pots ben creure! Em deien que jo era el seu Jonàs, ¿ho entens? Així és
com anomenen qui porta mala sort a un vaixell, perquè Jonàs era aquell que va tenir
tanta mala sort que va anar a parar a la panxa d’una balena.
–¿I ara què penses fer, Kalli?
–Buscar-me feina! A Berlín hi ha feina per a tothom. A Berlín qualsevol pot prosperar,
o això diuen, per tant deu ser veritat. De fet, ja TENIA15 una feina, però...
Kalli Flau le explica a Karl que la situación vivida en el barco era infame. Además, los otros marineros lo llamaban
Jonás. Después, el muchacho introduce la unidad verstehst du? y, posteriomente, comenta lo que se entiende por ese
nombre en un barco. El cometido de este marcador es la búsqueda de complicidad con el interlocutor a la vez que
proporcionar una explicación de lo apenas afirmado. Una vez más nos reiteramos en lo dicho y creemos que unida-
des como ¿sabes? y saps? sonarían más naturales que ¿entiendes? y ¿ho entens?

Marcador pragmático , verstehst du?


conversacional
Identificador Karl Siebrecht wandte sich zögernd zum Ausgang. Ein Verkäufer ging an ihm vorüber.
N2, cap. 63, pág. 438 Flüchtig sahen sie einander an, gleichzeitig erkannten sie sich, mit einem Ruck blieben
TP. DE 154 sie beide stehen. »Na, Haifisch?« fragte Hans Tischendorf, ganz im Ton des Stettiner
Bahnhofs und grinste dabei ungemein. »Was machst du denn hier bei uns? Auto
kaufen, was? Ich empfehle dir den Packard da hinten, kostet nur eine Kleinigkeit,
viertausend Dollar – he?« Und er lachte. Er hatte noch immer das bleiche, käsige
Gesicht mit den unruhigen Mausaugen, aber die Pickel waren verschwunden, und die
Ratte war sehr selbstsicher geworden. Bestimmt hatte Tischendorf Erfolg gehabt, und
er sah auch nicht so aus, als sei er im Felde gewesen. Er trug einen dunklen Anzug mit
diskreten hellen Nadelstreifen, dazu ein rohseidenes Oberhemd. »Willst du wieder
Lastautos kaufen?« fuhr Hans Tischendorf fort. »Ich habe zufällig gesehen, daß du hier
mal Großkäufer gewesen bist! Aber mit dem Fuhrgeschäft ist es doch vorbei. Heute
muß man handeln, mein Lieber, nur handeln! Beim Arbeiten setzt man Geld zu, beim
Handeln muß man ja verdienen, schon durch die Markentwertung!« Er sah den
ehemaligen Feind an. »Ich mache diesen Laden hier nur doch nebenbei«, sagte er lässig.
»Ich habe eine eigene Firma in der Wallstraße. Gebrauchtwagen, verstehst du? Wenn
du zu mir kommst, kann ich dir was zeigen. Man kann gebrauchte Wagen heute
erstaunlich billig kaufen – Heeresgut, verstehst du? Man muß natürlich nicht zu genau
nach den Papieren fragen, und die Wagen müssen ein bißchen anders angepinselt
werden – aber für hundert Mark kann man ja einen Haufen Farbe kaufen, was?«
Wieder lachte er. »Sag mir nur, was du brauchst, Siebrecht! Ich besorge dir alles! Du
kannst dir den Wagen gewissermaßen auf der Straße aussuchen, und eine Woche später

14 En el TM catalán se omite el fragmento: [...] sagte der Pastor, da fiel er ins Jaucheloch [...]
15 En el TM catalán se traduce «Ich hätte» por «tenia» en vez de por «tindria» (condicional simple
o prospretérito). Con el imperfecto se da la idea de que Kalli Flau ya estaba trabajando y eso no
es así, pues se hace alusión a que podría haber sido así si se hubieran dado determinadas
circunstancias. Se deduce por la presencia de «pero» [unidad que introduce una objeción a lo
precedente], que estas no han sido favorables para el hablante, pues no tiene trabajo.

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hast du ihn! Das sind Geschäfte, was?«
»Du bist also doch in der alten Branche geblieben, genau wie auf dem Stettiner Bahn-
hof, wo dir manchmal Koffer verlorengingen, Tischendorf!« sagte Karl Siebrecht kalt.
Equivalencia , ¿entiendes?
Identificador Karl Siebrecht se dirigió vacilante a la salida. Un vendedor pasó a su lado. Sus ojos se
N2, cap. 63, pág. 380-1 cruzaron y se reconocieron: se detuvieron de golpe.
Trad. ES 154 –¿Qué tal, tiburón? –preguntó Hans Tischendorf, con el mismo tono de la estación de
Stettin, esbozando una abierta sonrisa–. ¿Qué haces aquí, con nosotros? Comprar un
coche, ¿eh? Te recomiendo ese Packard de ahí detrás, cuesta una bagatela, apenas
cuatro mil dólares... –Y rio.
Aún tenía la cara pálida como el queso, y ojos inquietos de ratón, pero los granos
habían desaparecido, y el ratón había adquirido mucha seguridad en sí mismo. Sin duda
Tischendorf había tenido éxito, y tampoco tenía aspecto de haber ido al frente. Vestía
traje oscuro de discreta raya diplomática y camisa de seda cruda.
–¿Quieres volver a comprar camiones? –continuó Hans Tischendorf–. He visto por
casualidad que en su día fuiste un buen cliente. Pero el negocio del transporte se ha
acabado. ¡Hoy lo que se impone es el comercio, querido, el comercio puro y duro! Al
trabajar se pone dinero, al comerciar hay que ganar, aunque solo sea por la
depreciación del marco. –Observó a su antiguo enemigo–. Esta tienda es para mí un
trabajo secundario –informó con tono de indiferencia–. Tengo mi propia empresa en
Wallstrasse. Coches usados, ¿entiendes? Si vienes a verla, te enseñaré algo. Hoy se
pueden comprar coches usados a un precio asombrosamente barato. Procedentes del
ejército, ¿comprendes? Como es lógico, no hay que ser puntilloso con los papeles, y los
vehículos hay que pintarlos, pero por cien marcos se puede adquirir un montón de
pintura, ¿no crees?
–Volvió a reír–. ¡Dime solamente qué necesitas, Siebrecht! Te lo conseguiré. Por así
decirlo, puedes escoger el coche en la calle y una semana más tarde lo tendrás. Eso son
negocios, ¿eh?
–Así que continúas en el antiguo ramo, igual que en la estación de Stettin, donde a
veces distraías maletas, ¿verdad, Tischendorf? –replicó Karl con frialdad.
Equivalencia , ¿ho entens?
Identificador Karl Siebrecht es va dirigir vacil·lant cap a la sortida i un venedor li va passar pel da-
N2, cap. 63, pág. 433-4 vant. Es van mirar fugaçment, es van reconèixer de seguida i tots dos es van aturar.
Trad. CAT 154 –¿I doncs, tauró? –va preguntar Hans Tischendorf, somrient, en el mateix to que feia
servir a l‘estació de Stettin–. ¿Què hi fas, aquí? ¿Vols comprar un cotxe, oi? Et reco-
mano el Packard d’allà al darrere, una ganga, quatre mil dòlars, ¿què et sembla? –i es va
posar a riure. Continuava tenint la mateixa cara pàl·lida i macilenta i els mateixos ulls
inquiets de ratolí, però ja no tenia acne i la rata s’havia convertit en un home segur de si
mateix. Segur que Tischendorf havia tingut èxit i no semblava pas que hagués estat a la
guerra. Portava un vestit fosc amb fines ratlles blanques i una camisa de seda crua.
–¿Vols tornar a comprar vehicles de transport? –va continuar dient Tischendorf–.
He vist per casualitat que havies estat un gran comprador! Però el negoci del trans-
port s’ha acabat. Avui s’ha de negociar, amic meu, negociar! Si vols treballar, hi has
d’invertir diners, si negocies, en guanyes amb la depreciació del marc! –va mirar el
seu antic enemic i va afegir–: Jo treballo en aquesta botiga de més a més –va dir, en
to indolent–. Tinc el meu propi negoci a la Wallstrasse. Automòbils usats, ¿ho en-
tens? Si em véns a veure te l’ensenyaré. Es poden comprar automòbils usats a un
preu increïble, material de guerra, ¿ho entens? Evidentment que no pots ser molt
exigent amb la documentació, i els automòbils s’han de pintar una mica per dissimu-
lar. Però es pot comprar un munt de pintura amb cent marcs, ¿oi? –va tornar a riure i
va continuar dient–: Només m’has de dir què necessites, Siebrecht! Jo et buscaré el
que sigui! En certa manera, pots triar el cotxe que vulguis i en una setmana serà teu!
Això sí que són negocis, ¿oi?
–O sigui que continues al mateix gremi, ¿oi, Tischendorf? Com a l’estació de Stettin, en
què de tant en tant perdies maletes! –va dir Karl Siebrecht, fredament.
L’altre va deixar de riure i el seu rostre va recuperar l’antiga expressió covarda però
alhora insolent.
–¿On puc trobar el senyor Gollmer?
–¿El vell? No en tinc ni idea! No l’he vist mai, ni tan sols el conec. No ve mai per aquí.
Crec que només és propietari nominal, si és que encara és a l’empresa!

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Tischendorf hace a Karl conocedor del tipo de negocio que tiene y añade, mediante la unidad verstehst du?, si ha
entendido de lo que se trata. Posteriormente, agrega varios detalles sobre los pormenores de la empresa de los que
se deduce que el chico anda metido en asuntos turbios. Así pues, el marcador avanza la poca seriedad y opacidad de
la empresa de coches de segunda mano. Las propuestas de traducción vuelven a ser ¿entiendes? y ¿ho entens?

Marcador pragmático , verstanden,


conversacional
Identificador »Kenn ich nicht. Soll aber auch einen Bericht machen über das Ausreißen des Kluge. Kurz,
N3, cap. 25, pág. 264 sachlich, kein Geschwafel, keine persönlichen Vorteile, verstanden, Herr Schröder?«
TP. DE 155 »Zu Befehl, Herr Kommissar!«
»Also denn, Schröder! Wenn Sie die Berichte abgegeben haben, werden Sie ja mit die-
ser Sache nicht mehr befasst werden, höchstens mal irgendeine Aussage vor einem
Richter oder bei uns auf der Gestapo …« Er betrachtete seinen Untergebenen sinnend.
»Schon dreieinhalb Jahre, Herr Kommissar.«
Equivalencia , ¿entendido, […]?
Identificador –No lo conozco. Pero que redacte otro informe sobre la huida de Kluge. Breve, objeti-
N3, cap. 25, pág. 205-6 vo, nada de palabrería, y sin juicios personales, ¿entendido, señor Schröder?
Trad. ES 155 –Como usted mande, señor comisario.
–Pues nada más, Schröder. Cuando haya entregado los informes, ya no tendrá que
ocuparse más de este asunto, a lo sumo alguna declaración ante un juez o con noso-
tros, en la Gestapo...
–Contempló pensativo a su subordinado–. ¿Cuánto tiempo lleva usted siendo mi ayu-
dante, señor Schröder?
–Tres años y medio ya, señor comisario.
Equivalencia entesos
Identificador –No el conec. Prepari també un informe sobre l’intent de fugida de Kluge. Breu i obje-
N3, cap. 25, pág. 255-6 ctiu, sense xerrameca inútil ni judicis personals, entesos, senyor Schröder?
Trad. CAT 155 –A les seves ordres, comissari!
–I quan em porti els informes, ja no cal que s’ocupi més d’aquest assumpte. A tot esti-
rar, potser haurà de fer alguna declaració davant d’un jutge o a les nostres oficines de la
Gestapo... –va dir mentre observava el seu subordinat, pensarós–.
Quant fa que és comissari adjunt, senyor Schröder?
–Ja fa tres anys i mig, senyor comissari.
Escherich da la orden a su asistente de que redacte un informe sobre el intento de huida de Enno Kluge. El comisa-
rio especifica que el informe tiene que ser conciso y objetivo y cierra su intervención con la unidad verstanden, tradu-
cida por ¿entendido [...]? y entesos. Dicha unidad indica que la voluntad del emisor es irrevocable.

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador Wie wenn alle Weihnachtsbäume ihres Lebens auf einmal in ihr brennten, dachte
N1, cap. 2, pág. 16 Pinneberg und wurde ganz verlegen vor Rührung.
TP. DE 156 »Also geht in Ordnung, Lämmchen«, sagte er. »Machen wir. Und möglichst bald, was?«
»Junge, du brauchst es aber nicht. Ich komme auch so zurecht. Nur, da hast du recht,
besser ist es schon, wenn der Murkel einen Vater hat.«
»Der Murkel«, sagte Johannes Pinneberg. »Richtig, der Murkel.«
Equivalencia , ¿vale?
Identificador «Como si todos los árboles de Navidad de su vida ardieran de pronto en su interior»,
N1, cap. 2, pág. 16 piensa Pinneberg, muy turbado por esa emoción.
Trad. ES 156 –Entonces, todo arreglado, Corderita –dice–. Lo haremos. Y cuanto antes, ¿vale?
–Pero, chico, no tienes por qué hacerlo. Ya me las arreglaré. Pero, claro, tienes razón,
es mejor que el crío tenga un padre.
–El crío –murmura Johannes Pinneberg–. Claro, el crío.
Equivalencia , d’acord?
Identificador «Com si tots els arbres de Nadal de la seva vida s’haguessin encès de cop dins seu», va
N1, cap. 2, pág. 16-7 pensar Pinneberg, torbat d’emoció.
Trad. CAT 156 –Ja està decidit, Xaieta –va dir ell–. Ho farem. I tan aviat com puguem, d’acord?
–Nen, però no cal que ho facis. Me’n sortiré igualment. Però potser tens raó: sempre és
millor que el menut tingui un pare.
–El menut –va dir Johannes Pinneberg–. Exacte, el menut.

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Pinneberg acaba de pedirle la mano a Corderita. Esta muestra su emoción ante la propuesta y el chico afirma que se
casarán lo antes posible. Pinneberg cierra su turno con la unidad was?, que busca el acuerdo y/o la conformidad de
su novia. Este elemento es muy habitual en la lengua hablada y aparece «al final de un enunciado o intervención en
la que el hablante pide el acuerdo al interlocutor» (Hermann Paul, 2002: 1148). Rosa Pilar Blanco propone ¿vale? y
Ramon Monton d’acord?
El DPDE recoge vale como unidad que «indica aceptación de lo dicho o acuerdo, con frecuencia, de cierre». En este
contexto cabría hablar, sin embargo, de «búsqueda de aceptación o conformidad» como hace Cuenca (2006: 172),
quien recoge d’acord como elemento que «vehicula una petició d’acord».

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador Herrn Mörschel interessiert nicht, was der Chef sagt. »Sehen Sie, darum wäre mir ein
N1, cap. 2, pág. 22 Arbeiter für meine Tochter lieber; wenn mein Karl Überstunden macht, kriegt er sie
TP. DE 157 bezahlt.«
»Herr Kleinholz sagt…«, beginnt Pinneberg von neuem.
»Was die Arbeitgeber sagen, junger Mann«, erklärt Herr Mörschel, »das wissen wir
lange. Das interessiert uns nicht. Was sie tun, das interessiert uns. Es gibt doch ’nen
Tarifvertrag bei euch, was?
»Ich glaube«, sagt Pinneberg.
»Glaube ist Religionssache, damit hat ’n Arbeiter nischt zu tun. Bestimmt gibt es ihn.
Und da steht drin, daß Überstunden bezahlt werden müssen. Warum krieg ich ’nen
Schwiegersohn, dem sie nicht bezahlt werden?«
Equivalencia , ¿no?
Identificador Al señor Mörschel le importa un comino lo que dice el jefe.
N1, cap. 2, pág. 22 –Ve usted, por eso preferiría un obrero para mi hija; cuando mi Karl hace horas extras,
Trad. ES 157 se las pagan.
–El señor Kleinholz dice… –insiste Pinneberg.
–Hace mucho que sabemos lo que dicen los empresarios, joven –declara el señor
Mörschel–. No nos interesan sus palabras, sino sus hechos. Porque vosotros también
tendréis un convenio colectivo, ¿no?
–Eso creo –contesta Pinneberg.
–Creer es una cuestión religiosa, un obrero no tiene nada que ver con eso. Seguro que
lo tenéis. Y dirá que las horas extra hay que pagarlas. ¿Por qué voy a tener un yerno al
que no se las pagan?
Equivalencia , oi?
Identificador Al senyor Mörschel no li interessa gens ni mica, el que digui el patró.
N1, cap. 2, pág. 23 –Ho veu perquè preferiria un obrer per a la meva filla? Quan el meu Karl fa hores
Trad. CAT 157 extres, les cobra.
–El senyor Kleinholz diu... –comença a dir de nou Pinneberg.
–Ja sabem el que diuen els empresaris –li aclareix el senyor Mörschel–, i això no ens
interessa. El que ens interessa és el que fa vostè. Deveu tenir un conveni col·lectiu, oi?
–Crec que sí –diu Pinneberg.
–Creure és cosa de la religió, i un obrer no hi té res a veure. Segur que en teniu un, i
deu dir que les hores extres s’han de pagar. Per què haig de tenir un gendre que no
cobra les hores extres?
El señor Mörschel quiere descubrir si su futuro yerno tiene un convenio colectivo en su empresa. Realiza una afir-
mación que finaliza en interrogación –was?–, con lo que se busca que el joven responda de manera afirmativa. Rosa
Pilar Blanco emplea ¿no? Dicha unidad se utiliza en «sentido interrogativo, para reclamar o pedir contestación afir-
mativa» (DRAE, 4). Por su parte, Ramon Monton usa oi? con el mismo fin de intentar buscar una confirmación y
reafirmarse en lo dicho (DIEC, 2.1.1.).

Marcador pragmático , was? / , was?


conversacional
Identificador »So bin ich! Ich hätte ja heute ganz gut zu Haus bleiben können, aber ich hab an euch
N1, cap. 13, pág. 99 gedacht, daß heute soviel zu tun ist.«
TP. DE 158 »Und heute ist immerhin Kündigungstag«, sagt Pinneberg.
»Und wer nicht da ist, den beißen die Hunde.«
»Hör mal, das verbitt ich mir! Wir haben doch unser Ehrenwort…«
Emil Kleinholz tritt ein.
Kleinholz ist an diesem Morgen leider nüchtern, er ist sogar so nüchtern, daß er bis zur

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Tür Schulzens Schnaps- und Biergeruch riecht. Er gibt einen Auftakt, er macht einen
Anfang, er sagt: »Na, wieder mal ohne Arbeit, meine Herren? Gut, daß heute
Kündigungstag ist, einen von Ihnen werde ich abbauen.« Er grinst. »Arbeit ist
knapp, was?«
Er sieht auf die drei, triumphierend, sie schleichen betreten zu ihren Plätzen. Schon
fährt Kleinholz dahinter her: »Nee, mein lieber Schulz, das könnte Ihnen so passen,
Ihren Rausch für mein teures Geld auf dem Büro ausschlafen. Feuchtes
Familienbegräbnis gehabt, was? Wissen Sie?« Er sinnt. Dann hat er es. »Wissen Sie,
Sie können mal auf den Anhänger von dem Lastwagen krabbeln und nach der
Weizenmühle fahren. Und daß Sie mir fein die Bremse bedienen, das geht ganz
hübsch bergauf und bergab, ich wird dem Chauffeur Bescheid sagen, daß er ein
bißchen auf Sie aufpaßt und Ihnen eine klebt, wenn Sie’s Bremsen vergessen haben.«
Equivalencia ¿[...] ,eh? / , ¿eh?
Identificador –Yo soy así. Hoy habría podido quedarme tranquilamente en casa, pero he pensado en
N1, cap. 13, pág. 101-2 vosotros, en lo mucho que hay por hacer.
Trad. ES 158 –Y en que hoy es día de despido –advierte Pinneberg.
–Y al que no está, le muerden los perros.
–¡Eso no lo consiento! Que hemos empeñado nuestra palabra de honor...
Entra Emil Kleinholz.
Por desgracia, esa mañana Kleinholz está sobrio, tan sobrio que el olor a aguardiente y
cerveza de Schulz llega hasta la puerta. Y comienza diciendo:
–Vaya, vaya, ¿otra vez ociosos, señores? Me encanta que hoy sea día de despido, pienso
echar a uno de ustedes –sonríe sarcástico–. ¿El trabajo escasea, eh?
Mira a los tres con aire triunfal, ellos se retiran, cortados, a sus puestos. Kleinholz los
acomete por detrás:
–Nooo, mi querido Schulz, eso le vendría al pelo, dormir la mona en la oficina a costa
de mi dinero. Tuvo un entierro familiar húmedo, ¿eh? ¿Sabe? –reflexiona y de pronto
se le ocurre una idea–. ¿Sabe?, puede gatear hasta el remolque del camión y viajar al
molino. Y maneje bien el freno, que el camino discurre pero que muy cuesta arriba y
cuesta abajo. Avisaré al chófer para que lo vigile un poco y le sacuda una bofetada si se
le olvida frenar.
Equivalencia , oi? / , oi?
Identificador –Jo sóc així. Avui em podria haver quedat a casa, però he pensat en vosaltres i en tota
N1, cap. 13, pág. 101-2 la feinada que hi ha avui per fer.
Trad. CAT 158 –A més, avui és dia u –diu Pinneberg.
–Vols dir que qui no hi sigui, que el bombin?
–No, de cap de les maneres! Vam donar la nostra paraula d’honor...
En aquell moment entra Emil Kleinholz.
Per desgràcia, aquest matí va serè, fins i tot tan serè que, de la porta estant, ja sent la
pudor d’aiguardent i de cervesa de Schulz. Hi ha un breu preludi i, després, els deixa
anar de seguida:
–Què, senyors, un altre cop sense fer brot? Molt bé, com que avui és dia u,
n’acomiadaré un de vostès –diu, somrient amb expressió malèvola–. No hi ha gaire
feina, oi?
Se’ls mira tots tres, amb expressió triomfant, mentre els altres tornen, encongits, a les
seves taules. Però Kleinholz continua parlant, implacable.
–Caram, caram, estimat Schulz, que es pensa que li pago perquè vingui al despatx a
dormir la borratxera? Devia tenir un enterrament força remullat, oi? Sap què farà? –
diu, rumia, un moment i afegeix–: Pugi al remolc del camió i vagi-se’n al molí. I
procuri despertar-se de tant en tant, perquè el camí fa moltes pujades i baixades. Ja
li diré al conductor que el vigili i li clavi una bufetada si veu que està a punt de cau-
re.
Kleinholz entra con actitud provocativa en la oficina y con un enunciado asertivo, que cierra con la unidad was?,
busca intensificar y ratificar lo dicho. Es decir, el empresario pretende despedir a uno de sus trabajadores y para ello
les hace creer que sufre muchas pérdidas debido a que tiene que pagar tres sueldos. El hombre les echa en cara estar
hablando, porque no tienen trabajo que hacer. Kleinholz prosigue con su intervención. Cuando se dirige a Schulz
afirma que debió de emborracharse a base de bien y agrega was? al final de su enunciado para hacer hincapié. Rosa
Pilar Blanco emplea la unidad ¿eh?, que puede tanto enfatizar como pedir confirmación sobre un hecho (Porroche
Ballesteros 2009: 197). Ramon Monton utiliza oi? con las mismas funciones.

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Marcador pragmático , was, [...]?
conversacional
Identificador »Die lassen sich Zeit, die Weiber«, sagt Puttbreese und riecht heftig nach Schnaps. »Wenn
N1, cap. 30, pág. 225 man das so bedenkt, es ist alles ein großer Mist. Richtig verrückt. Denken Sie nach, junger
TP. DE 159 Mann, was ist es, gar nichts ist es, ein Moment ist es, ach, das ist ja nicht mal ein Moment,
ruck-zuck machen Sie. Und dann? Dann haben Sie den Klotz am Bein das ganze Leben. «
»Stimmt! « sagt Pinneberg. »Mahlzeit, Meister, ich will essen gehen. «
»Schön war’s aber doch, was, junger Mann? « bemerkt Herr Puttbreese. »Und ich will
ja auch nicht gesagt haben, daß bei Ihnen mit einemmal Feierabend gewesen ist.
Ruckzuck einmal? Habe ich nicht gesagt, so wie wir gebaut sind. «
Equivalencia ¿verdad [...]?
Identificador –Se toman su tiempo las mujeres –dice Puttbreese, que desprende un olor a
N1, cap. 30, pág. 227 aguardiente que mata–. Mirándolo bien, todo es una mierda. Una verdadera locura.
Trad. ES 159 Piénselo, joven, lo que es, no es nada, es un momento, bah, ni siquiera es un momento,
transcurre en un abrir y cerrar de ojos. ¿Y después? ¡Te has echado un (sic) losa encima
para toda la vida!
–Cierto –contesta Pinneberg–. Me voy a comer maestro, que ya es hora.
–Pero a pesar de todo estuvo bien, ¿verdad joven? –comenta el señor Puttbreese–.
Tampoco he querido decir que usted lo despachase todo en una vez. ¿En un
momento? Yo no he dicho eso, siendo como somos.
Equivalencia , oi, [...]?
Identificador –Les dones s’ho agafen amb calma, oi? –diu Puttbreese, i l’alè li fa molta pudor
N1, cap. 30, pág. 227 d’aiguardent–. Segons com un s’ho miri, és un bon maldecap. Una veritable bogeria.
Trad. CAT 159 Pensi una mica, jove, tot ve d’un moment de diversió que passa de seguida, una bufada,
fas pim pam i després, què? Doncs que t’has de quedar amb el paquet per a tota la vida.
–Té raó, mestre –diu Pinneberg–. Que tingui un bon dia, me’n vaig a dinar.
–De totes maneres, segur que aquell moment devia valer la pena, oi, jove? –observa el
senyor Puttbreese–. I no vull dir que, amb una vegada, ja hagin fet la feina, i ara! Des-
prés un hi torna, pim pam, perquè som fets així.
Puttbreese importuna a Pinneberg con su verborrea en el patio del inmueble. El casero le dice que eso de divertirse
está muy bien, pero que después hay que atenerse a las consecuencias. Se refiere naturalmente al bebé que la joven
pareja está esperando. Johannes no quiere darle más conversación y le da la razón para quitárselo de encima. El
hombre vuelve a dirigirse al joven y afirma que a pesar de todo seguro que mereció la pena por la diversión y el
placer del momento. El hombre agrega hacia el final de la primera parte de este enunciado la unidad was?, con la que
se espera una ratificación de lo dicho. El objetivo del señor Puttbreese es curiosear e indagar en la vida de los Pin-
neberg. Las unidades que satisfacen esta función en los TM son ¿verdad? y oi? La posición que ocupan estos elemen-
tos en la intervención es exactamente la misma que en el TP.

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador »Erlauben Sie mal! « empört sich Pinneberg. »Meine Frau hat schon alle Viertelstunden
N1, cap. 30, pág. 230 Wehen. Sie kann doch nicht bis morgen früh ohne Bett sein.«
TP. DE 160 Die Schwester lacht, ach, sie lacht ihn direkt aus. »Das erste, was?« fragt sie Lämmchen,
und Lämmchen nickt. »Na, Sie kommen natürlich erst mal in den Kreißsaal, und dann«,
wendet sie sich mitleidig erklärend an Pinneberg, »dann, wenn das Baby da ist, wird wohl
auch ein Bett frei sein.« Im anderen Ton: »Und machen Sie man schnell, junger Mann,
daß Sie mit Ihren Papieren zurechtkommen. Sie holen dann Ihre Frau hier wieder ab.«
Equivalencia ¿ [...], eh?
Identificador –¡Permítame! –exclama Pinneberg enfadado–. Mi mujer tiene contracciones cada
N1, cap. 30, pág. 231-2 cuarto de hora. No puede estar sin cama hasta mañana temprano.
Trad. ES 160 La enfermera se echa a reír, se ríe de él en sus narices.
–¿Primeriza, eh? –pregunta a Corderita, que asiente–.
Bueno, como es natural, usted vendrá primero a la sala de partos y después –se vuelve
explicando compasiva a Pinneberg–, después, cuando llegue el bebé, seguro que
también habrá una cama libre –y en otro tono–: Y dese prisa, joven, en arreglar sus
papeles. Después volverá aquí a recoger a su mujer.
Equivalencia , oi?
Identificador –Perdoni un moment! –diu Pinneberg, indignat–. La meva dona ja té contraccions cada
N1, cap. 30, pág. 232 quinze minuts. No es pot quedar sense llit fins demà.
Trad. CAT 160 La infermera riu, se’n riu a la cara, sense miraments.

380 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


–És el primer, oi? –pregunta a la Xaieta, i la Xaieta assenteix amb el cap–. Naturalment,
primer passarà a la sala de parts i després –continua dient, dirigint-se compassivament a
Pinneberg–, quan arribi el nen, segur que ja quedarà un llit lliure. –Llavors canvia de to
i afegeix: –I ara, jove, procuri anar de pressa amb els tràmits. Després ja vindrà a buscar
la seva dona.
Pinneberg y Corderita están en el hospital. El muchacho, nervioso, le comunica a la enfermera que su mujer necesita
atención inmediatamente, pues las contracciones son cada vez más frecuentes. La sanitaria ríe cuando observa el
nerviosismo del padre y pregunta a Corderita si son primerizos añadiendo un was? en posición final. La intención de
la enfermera cuando emplea este marcador es confirmar la impresión que la actitud del padre ha causado en ella.
Corderita asiente con la cabeza para informar a la mujer de que está efectivamente en lo cierto. Posteriormente, la
sanitaria continúa con explicaciones rutinarias. Las traducciones son ¿[...], eh? y oi? Ambas quedan recogidas en
varias obras como Porroche Ballesteros (2009: 197), Calsamiglia y Tusón (2012: 239), DPDE, Cuenca (2002: 172),
entre otras.

Marcador pragmático , wat?


conversacional
Identificador »Na, und –? Da haste doch sicher ’nen Onkel oder jehst uff ’ne bessere Schule?«
N2, cap. 4, pág. 26 »Nein. Ich habe niemanden dort. Und ich muß mir selber mein Geld verdienen.«
TP. DE 161 »Wat du nich sagst! Aber du hast schon ’ne Stellung ausjemacht, wat? Du bist Koof-
mich oder so wat, mit deinem tipptopp jestärkten Halsabschneider –!«
Equivalencia , ¿a que sí?
Identificador –¿Y qué? Seguro que tendrás algún tío... ¿O es que te cambias a un colegio mejor?
N2, cap. 4, pág. 28 –No, no tengo a nadie allí. Y tendré que ganarme el pan por mí mismo.
Trad. ES 161 –¡Qué cosas dices! Seguro que ya ties un empleo, ¿a que sí? Comerciante o algo pare-
cío, con ese cuello alto almidonao tan finolis que paece que te va a cortar el gaznate.
Equivalencia Ø
Identificador –¿I què? Segur que vas a casa d’un oncle o a una escola millor, ¿oi?
N2, cap. 4, pág. 27 –No, no hi tinc ningú i, a més, m’hauré de guanyar la vida.
Trad. CAT 161 –Sí, sí, és clar, però ja deus tenir una feina que t’espera! Ø Deus ser comerciant o una
cosa així, amb aquest tallacolls tan elegant que portes!
Rieke le dice a Karl que, a diferencia de ella, seguramente habrá tenido una buena infancia y adolescencia. La mu-
chacha cree que siempre le han sacado las castañas del fuego, y se sorprende cuando Karl replica que a partir de
ahora tendrá que espabilarse. Rieke está convencida de que tiene un trabajo que lo espera en Berlín, pero Karl lo
niega. La muchacha busca la confirmación de Karl mediante la unidad wat?, marcada diatópicamente, que en español
se ha traducido por ¿a que sí? y en catalán se elimina. Ramon Monton podría haber recurrido a una unidad como oi?,
no? o eh? con lo que se transmitiría la búsqueda de corroboración en el interlocutor. En este tipo de unidades mono-
silábicas es complicado buscar un equivalente en la LM que esté marcado diatópicamente como en el TP.

Marcador pragmático , wat? / , wat?


conversacional
Identificador »Ick frage mir nur«, ließ sich Rieke Busch wieder vernehmen, »wenn Se uff Kundschaft
N2, cap. 5, pág. 33 jehn, wollen Sie ja doch ’nen juten Eindruck machen, wat?«
TP. DE 162 »Selbstredend!«
»Ick frage mir nur, warum Se sich da so ’ne olle Kluft anpellen? In der Jacke da haben
Se direkt een Loch! Det ist wohl vom Pfiffikus? Bei zwölf Mark den Tag müssen Se
doch Klamotten haben wie Jraf Kooks!«
»Aber, meine Dame«, sagte der Jüngling und fiel vor lauter Patzigkeit in das schönste
Berlinisch, »Sie haben sich bei det Wetta ooch nich jrade fein injepuppt! Denken Sie,
ick lasse mir mein bestet Zeug einweechen?«
»Da haben Se recht!« rief Rieke Busch. »Und weil’s so naß is, haben Se Schuhe mit
Wasserlöcher anjezogen, det et nich so lange dauert, bis de Füße naß werden, wat?«
Equivalencia ¿verdá? / ¿eh?
Identificador –Me pregunto una cosa –volvió a decir Rieke Busch–. Cuando usté busca clientela,
N2, cap. 5, pág. 34 querrá causar buena impresión, ¿verdá?
Trad. ES 162 –¡Por supuesto!
–Entonces me pregunto por qué lleva un traje tan viejo. ¡Tie usté un agujero de tomo y
lomo en la chaqueta! ¿Se lo habrá hecho con el Pfiffikus? ¡Porque con doce marcos al
día tie que tener más ropa que un marqués!
–Pero, señora mía –dijo el joven, y ante semejante descaro sacó a relucir el más cerrado

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berlinés–, con este tiempo usté tampoco va lo que se ice acicalá. ¿S’a creío usté que voy
a dejar que se me moje la ropa?
–¡En eso lleva razón! –exclamó Rieke Busch–. Y como el tiempo es tan húmedo, se ha
puesto zapatos con agujeros pal agua, pa que se le mojen deprisa los pies, ¿eh?
Equivalencia ¿oi que[...]? / ¿oi?
Identificador –Em pregunto una cosa –va dir Rieke Busch–: ¿oi que quan va veure els seus clients
N2, cap. 5, pág. 34-5 vol causar una bona impressió?
Trad. CAT 162 –Naturalment.
–Doncs ¿per què porta roba tan vella? A la jaqueta fins i tot té un forat! ¿Que se l’ha fet
amb el cremador econòmic? Si guanya dotze marcs al dia podria anar vestit com un
comte!
–Però benvolguda senyora –va dir el noi en un to una mica impertinent–, amb aquest
mal temps, ¿com vol que em posi els millors vestits que tinc? Vostè tampoc no va
precisament molt elegant.
–Té raó! –va exclamar Rieke Busch–. I com que plou s’ha posat sabates amb forats
perquè l’aigua li remulli ben aviat els peus, ¿oi?
Rieke Busch está atacando a un vendedor ambulante que quería convencer a Karl de lo maravilloso que era su ne-
gocio. La muchacha se ha fijado en la vestimenta que lleva el hombre y empieza a arremeter contra él con el fin de
dejarlo en evidencia y sonsacarle la verdad. El vendedor no puede sacar doce marcos semanales con la venta del
Pfiffikus. Rieke asiente que probablemente quiera causar buena impresión a los clientes y él asiente. La chica finaliza
su intervención con wat? Busca de esta manera la conformidad del vendedor, que responde con el adverbio –
selbstredend [naturalmente]–. Más adelante, después de un furtivo intercambio de palabras, Rieke vuelve a acometer al
hombre y se burla de los zapatos agujereados que lleva. En esta ocasión afirma con sorna que los agujeros tienen la
finalidad de mojarle los pies cuando llueve. Una vez más busca una respuesta afirmativa en el interlocutor. Por otro
lado, dicho elemento busca la complicidad y cercanía del oyente.

El primer wat? se ha traducido por ¿verdá? y por ¿oi que? La unidad propuesta por Rosa Pilar Blanco está marcada
diastráticamente, con lo que se refleja el habla de Rieke también en el TM español. Constatamos que Ramon Mon-
ton posiciona la unidad al principio del enunciado, a diferencia del TP y de la traducción española. El segundo wat?
resulta en ¿eh? y ¿oi?

Marcador pragmático wat, […]?


conversacional
Identificador »Du kannst det, du kannst zehne haben, und wenn de de elfte siehst, rennste schon
N2, cap. 12, pág. 87 wieda wie Franz Piependeckel! Aber Karl is nich so – wat, Karl, du bist nich so?«
TP. DE 163 »Nein, bestimmt nicht!«
»Na, Jott sei Dank! Det wäre ja ooch noch schöner, wenn du und hättest ooch mit
Oojenverdrehen anjefangen! Wenn du wüßtest, wie du aussiehst, Ernst! Na, nu mach
man, Lotte wartet – se wartet doch? «
Equivalencia ¿verdá [...]?
Identificador –¡Cállate de una vez, Ernst! –replicó Rieke Busch con tono enérgico–. Eso lo harás tú,
N2, cap. 12, pág. 81 que pues tener diez y si aparece la número once, echas a correr tras ella como un bobo.
Trad. ES 163 Pero Karl no es así. ¿Verdá, Karl, que no eres así?
–Por supuesto que no.
–¡A Dios gracias! Estaría bonito que tú también empezaras a poner ojitos. ¡Si supieras
qué pinta ties, Ernst! Anda, lárgate ya, que Lotte espera... porque espera, ¿no?
Equivalencia ¿oi que [...]?
Identificador –¿Vols callar, Ernst? –va dir Rieke Busch, enèrgicament–. Això ho fas tu, tu en pots
N2, cap. 12, pág. 89 tenir deu a la vegada i, si en veus una altra, hi vas al darrere com si no en tinguessis cap!
Trad. CAT 163 Però Karl no és així. ¿Oi que no ets així, Karl?
–No, la veritat és que no!
–Gràcies a Déu! Només faltaria que ara em comencessis a anar al darrere. Te n’hauries
de donar vergonya, Ernst! I ara val més que te’n vagis, que Lotte et deu esperar, perquè
suposo que t’espera en algun lloc, ¿oi?
Rieke Busch le recrimina a Ernst Bremer ser tan mujeriego. La muchacha pone como ejemplo antagónico a su
amigo Karl, que es hombre de una sola mujer. Rieke emplea la unidad wat para verificar su aserción cuando se dirige
a Karl. Esta vez el marcador precede al enunciado y no ocupa la posición final habitual. Rosa Pilar Blanco marca
verdad (>verdá) una vez más para manifestar la «dialektal gefärbte Rede» (habla con marcas diatópicas) de Rieke
Busch, que en el TM español cobra vida gracias a la reproducción de una serie de elementos asociados al habla de
los más iletrados. Ramon Monton usa ¿oi que? En nuestra opinión, el traductor debería emplear más elementos

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orales marcados para no perder la autenticidad del diálogo original. Proponemos, a modo de ejemplo un enunciado
que incluya el marcador pues, utilizado también en catalán, sobre todo en la variedad barcelonesa, como asegura
Payrató (1996: 159): Pues tu Karl, no ets així, ¿oi?

Marcador pragmático wat?


conversacional
Identificador »Ja, det müssen wa!« sagte Rieke mit Seufzen und stand auf. »Schade, det war janz
N2, cap. 12, pág. 88 jemütlich hier! Der Ernst war zu drollig, wat? Und dann deine Erika – Erika ist ein
TP. DE 164 feiner Name, wat? Von die mußte mir noch alles erzählen, Karl, wat?«
»Du weißt doch schon alles, Rieke!«
Equivalencia ¿eh? / ¿verdá? / ¿[...], eh, [...]?
Identificador –Sí –reconoció Rieke suspirando, y se levantó–. Lástima, con lo bien que se está aquí.
N2, cap. 12, pág. 81 Qué chistoso ha estao Ernst, ¿eh? Y luego, tu Erika... Erika es un nombre muy fino,
Trad. ES 164 ¿verdá? ¿Me lo contarás to de ella, eh, Karl?
–Ya lo sabes todo, Rieke.
Equivalencia ¿no trobes? / ¿oi? / ¿oi, [...]?
Identificador –Sí, és veritat! –va dir Rieke, sospirant, i es va aixecar–. Llàstima, ara que s’hi estava tan
N2, cap. 12, pág. 90 bé! Aquest Ernst és ridícul, ¿no trobes? Erika és un nom elegant, ¿oi? M’ho explicaràs
Trad. CAT 164 tot sobre ella, ¿oi, Karl?
–Ja ho saps tot, Rieke!
Rieke Busch repite en una misma intervención la unidad wat? que, además de desempeñar el papel que le venimos
otorgando, tiene una función engarzadora de enunciados, es decir, cohesiva. Este marcador se ha traducido por ¿eh?
y ¿verdá? en español y por ¿no trobes? y ¿oi? en catalán. En el último caso, tanto las unidades ¿eh? como ¿oi? tienen que
preceder al nombre propio Karl para que el enunciado no sea agramatical en estas dos lenguas, mientras que en
alemán aparece al final.

Marcador pragmático was?


conversacional
Identificador »Was der schon tut für zwölf Mark in der Woche! Das ist doch Bruch, Herr Felten!«
N2, cap. 19, pág. 142 »Gewiß wird er weniger tun als du, Karl. Aber der ist dann zehn, elf Stunden hier, und
TP. DE 165 in der Zeit schafft er für seine zwölf Mark eben doch soviel wie du für deine zwanzig
in vier Stunden! Da habe ich doch recht, Karl?« Karl schwieg. »Na, ich will nicht so
sein, Karl. Ich will dich ja auch nicht auf zwölf Mark runtersetzen, aber von der
nächsten Woche an sagen wir fünfzehn, was? Ich kann doch kein Geld verlieren!«
Karl Siebrecht war so verblüfft über diesen unerwarteten Ausgang seiner Forderung auf
Lohnaufbesserung, daß er eine ganze Weile schwieg. Dann sagte er ärgerlich: »Tut mir leid,
Herr Felten. Für weniger als zwanzig Mark arbeite ich nicht. Dann mache ich Schluß!«
Equivalencia ¿vale?
Identificador –¿Y qué haría ese por doce marcos a la semana? ¡No valdría nada, señor Felten!
N2, cap. 19, pág. 126-7 –Seguro que hará menos que tú, Karl. Pero estará aquí diez, once horas, y en ese
Trad. ES 165 tiempo por doce marcos hará lo mismo que tú por veinte en cuatro horas. ¿Tengo
razón o no la tengo, Karl?
–El chico calló–. Bueno, no quiero ser así, Karl. Tampoco pretendo bajarte el sueldo a
doce marcos, pero desde la semana que viene digamos que quince, ¿vale? ¡No puedo
perder dinero contigo!
Karl Siebrecht se quedó tan desconcertado por el inesperado desenlace de su petición
de mejora salarial que guardó silencio durante un rato. Luego dijo, irritado:
–Lo siento, señor Felten. Pero no trabajaré por menos de veinte marcos. ¡Se acabó!
Equivalencia ¿d’acord?
Identificador –¿I què farà per dotze marcs a la setmana? Això és una misèria, senyor Felten!
N2, cap. 19, pág. 144 –Segur que no treballarà tant com tu, Karl. Però com que passarà deu o onze hores
Trad. CAT 165 aquí, farà per dotze marcs el mateix que fas tu en quatre hores per vint marcs! ¿Oi que
tinc raó, Karl? –Karl no deia res–. Mira, no vull abusar, Karl. No et rebaixaré el sou a
dotze marcs però, a partir de la setmana que ve, te’n donaré quinze, ¿d’acord? No vull
perdre diners amb tu!
Karl Siebrecht es va quedar tan perplex davant del resultat inesperat de la seva deman-
da d’augment de sou que es va quedar una bona estona en silenci. Però, finalment, va
dir, enfadat:
–Em sap greu, senyor Felten. Però per menys de vint marcs no penso treballar.
M’estimo més plegar.

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El señor Felten le comunica a Karl que no puede perder dinero con él y por ello se verá obligado a reducirle el
sueldo. El hombre le dice que le pagará a razón de quince marcos en vez de los veinte que le viene dando. Este
pronuncia la unidad was? al final del enunciado para buscar la conformidad de Karl Siebrecht. Las unidades ¿vale? y
¿d’acord? son las traducciones de Rosa Pilar Blanco y Ramon Monton en los TM.

Marcador pragmático , was? / , was? / , was?


conversacional
Identificador Karl Siebrecht wandte sich zögernd zum Ausgang. Ein Verkäufer ging an ihm vorüber.
N2, cap. 63, pág. 437-8 Flüchtig sahen sie einander an, gleichzeitig erkannten sie sich, mit einem Ruck blieben sie
TP. DE 166 beide stehen. »Na, Haifisch?« fragte Hans Tischendorf, ganz im Ton des Stettiner
Bahnhofs und grinste dabei ungemein. »Was machst du denn hier bei uns? Auto kaufen,
was? Ich empfehle dir den Packard da hinten, kostet nur eine Kleinigkeit, viertausend
Dollar – he?« Und er lachte. Er hatte noch immer das bleiche, käsige Gesicht mit den
unruhigen Mausaugen, aber die Pickel waren verschwunden, und die Ratte war sehr
selbstsicher geworden. Bestimmt hatte Tischendorf Erfolg gehabt, und er sah auch nicht
so aus, als sei er im Felde gewesen. Er trug einen dunklen Anzug mit diskreten hellen
Nadelstreifen, dazu ein rohseidenes Oberhemd. »Willst du wieder Lastautos kaufen?«
fuhr Hans Tischendorf fort. »Ich habe zufällig gesehen, daß du hier mal Großkäufer
gewesen bist! Aber mit dem Fuhrgeschäft ist es doch vorbei. Heute muß man handeln,
mein Lieber, nur handeln! Beim Arbeiten setzt man Geld zu, beim Handeln muß man ja
verdienen, schon durch die Markentwertung!« Er sah den ehemaligen Feind an. »Ich
mache diesen Laden hier nur doch nebenbei«, sagte er lässig. »Ich habe eine eigene Firma
in der Wallstraße. Gebrauchtwagen, verstehst du? Wenn du zu mir kommst, kann ich dir
was zeigen. Man kann gebrauchte Wagen heute erstaunlich billig kaufen – Heeresgut,
verstehst du? Man muß natürlich nicht zu genau nach den Papieren fragen, und die
Wagen müssen ein bißchen anders angepinselt werden – aber für hundert Mark kann
man ja einen Haufen Farbe kaufen, was?« Wieder lachte er. »Sag mir nur, was du
brauchst, Siebrecht! Ich besorge dir alles! Du kannst dir den Wagen gewissermaßen auf
der Straße aussuchen, und eine Woche später hast du ihn! Das sind Geschäfte, was?«
»Du bist also doch in der alten Branche geblieben, genau wie auf dem Stettiner Bahnhof,
wo dir manchmal Koffer verlorengingen, Tischendorf!« sagte Karl Siebrecht kalt.
Der andere hörte auf zu lachen. Sofort bekam sein Gesicht den alten feigen und doch
frechen Ausdruck.
»Wo treffe ich Herrn Gollmer?«
»Den Alten? Keine Ahnung! Habe ihn nie gesehen, kenne ihn gar nicht. Kommt nie
hierher. Ich glaube, er ist nur noch stiller Teilhaber, wenn er überhaupt noch in der
Firma ist!«
Equivalencia ¿eh? / ¿no crees? / ¿eh?
Identificador Karl Siebrecht se dirigió vacilante a la salida. Un vendedor pasó a su lado. Sus ojos se
N2, cap. 63, pág. 380-1 cruzaron y se reconocieron: se detuvieron de golpe.
Trad. ES 166 –¿Qué tal, tiburón? –preguntó Hans Tischendorf, con el mismo tono de la estación de
Stettin, esbozando una abierta sonrisa–. ¿Qué haces aquí, con nosotros? Comprar un
coche, ¿eh? Te recomiendo ese Packard de ahí detrás, cuesta una bagatela, apenas
cuatro mil dólares... –Y rio.
Aún tenía la cara pálida como el queso, y ojos inquietos de ratón, pero los granos
habían desaparecido, y el ratón había adquirido mucha seguridad en sí mismo. Sin duda
Tischendorf había tenido éxito, y tampoco tenía aspecto de haber ido al frente. Vestía
traje oscuro de discreta raya diplomática y camisa de seda cruda.
–¿Quieres volver a comprar camiones? –continuó Hans Tischendorf–. He visto por
casualidad que en su día fuiste un buen cliente. Pero el negocio del transporte se ha
acabado. ¡Hoy lo que se impone es el comercio, querido, el comercio puro y duro! Al
trabajar se pone dinero, al comerciar hay que ganar, aunque solo sea por la depreciación
del marco. –Observó a su antiguo enemigo–. Esta tienda es para mí un trabajo secundario
–informó con tono de indiferencia–. Tengo mi propia empresa en Wallstrasse. Coches
usados, ¿entiendes? Si vienes a verla, te enseñaré algo. Hoy se pueden comprar coches
usados a un precio asombrosamente barato. Procedentes del ejército, ¿comprendes? Como
es lógico, no hay que ser puntilloso con los papeles, y los vehículos hay que pintarlos, pero
por cien marcos se puede adquirir un montón de pintura, ¿no crees?
–Volvió a reír–. ¡Dime solamente qué necesitas, Siebrecht! Te lo conseguiré. Por así
decirlo, puedes escoger el coche en la calle y una semana más tarde lo tendrás. Eso son

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negocios, ¿eh?
–Así que continúas en el antiguo ramo, igual que en la estación de Stettin, donde a
veces distraías maletas, ¿verdad, Tischendorf? –replicó Karl con frialdad.
El otro dejó de reír. Su rostro adoptó al instante la antigua expresión de cobardía y
descaro.
–¿Dónde puedo ver al señor Gollmer?
–¿Al viejo? ¡Ni idea! No lo he visto jamás, no lo conozco. Nunca viene por aquí. Creo
que ya no es más que un socio capitalista, suponiendo que aún siga en la empresa.
Equivalencia ¿ [...], oi? / ¿oi? / ¿oi?
Identificador Karl Siebrecht es va dirigir vacil·lant cap a la sortida i un venedor li va passar pel da-
N2, cap. 63, pág. 380-1 vant. Es van mirar fugaçment, es van reconèixer de seguida i tots dos es van aturar.
Trad. CAT 166 –¿I doncs, tauró? –va preguntar Hans Tischendorf, somrient, en el mateix to que feia
servir a l‘estació de Stettin–. ¿Què hi fas, aquí? ¿Vols comprar un cotxe, oi? Et reco-
mano el Packard d’allà al darrere, una ganga, quatre mil dòlars, ¿què et sembla? –i es va
posar a riure. Continuava tenint la mateixa cara pà l·lida i macilenta i els mateixos ulls
inquiets de ratolí, però ja no tenia acne i la rata s’havia convertit en un home segur de si
mateix. Segur que Tischendorf havia tingut èxit i no semblava pas que hagués estat a la
guerra. Portava un vestit fosc amb fines ratlles blanques i una camisa de seda crua.
–¿Vols tornar a comprar vehicles de transport? –va continuar dient Tischendorf–. He
vist per casualitat que havies estat un gran comprador! Però el negoci del transport s’ha
acabat. Avui s’ha de negociar, amic meu, negociar! Si vols treballar, hi has d’invertir
diners, si negocies, en guanyes amb la depreciació del marc! –va mirar el seu antic
enemic i va afegir–: Jo treballo en aquesta botiga de més a més –va dir, en to indolent–.
Tinc el meu propi negoci a la Wallstrasse. Automòbils usats, ¿ho entens? Si em véns a
veure te l’ensenyaré. Es poden comprar automòbils usats a un preu increïble, material
de guerra, ¿ho entens? Evidentment que no pots ser molt exigent amb la documenta-
ció, i els automòbils s’han de pintar una mica per dissimular. Però es pot comprar un
munt de pintura amb cent marcs, ¿oi? –va tornar a riure i va continuar dient–: Només
m’has de dir què necessites, Siebrecht! Jo et buscaré el que sigui! En certa manera, pots
triar el cotxe que vulguis i en una setmana serà teu! Això sí que són negocis, ¿oi?
–O sigui que continues al mateix gremi, ¿oi, Tischendorf? Com a l’estació de Stettin, en
què de tant en tant perdies maletes! –va dir Karl Siebrecht, fredament.
L’altre va deixar de riure i el seu rostre va recuperar l’antiga expressió covarda però
alhora insolent.
–¿On puc trobar el senyor Gollmer?
–¿El vell? No en tinc ni idea! No l’he vist mai, ni tan sols el conec. No ve mai per aquí.
Crec que només és propietari nominal, si és que encara és a l’empresa!
Hans Tischendorf incluye la unidad was? en su intervención para buscar la aprobación de Karl Siebrecht. Aparece
tres veces y se ha traducido mediante las unidades ¿eh? ¿no crees? y ¿oi?

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador »Also schön«, sagte er. »Bei dir ist aber auch gar nichts los. Wollen wir das Geld jetzt
N2, cap. 77, pág. 514 zählen?«
TP. DE 167 Gottlob wurden nur die Packen gezählt, auf ein paar Millionen kam es beiden nicht an.
»Und nun los, in deine Bude!« sagte Tischendorf. »Eichendorffstraße, was?«
»Nein, ich wohne bei Engelbrecht«, antwortete Siebrecht. »Ich habe die Wagen für den
Viehhändler Engelbrecht gekauft.«
Equivalencia ¿[...], no?
Identificador –De acuerdo –dijo–. Aunque tú también podías ceder un poco. ¿Contamos ahora el dinero?
N2, cap. 77, pág. 444 Por suerte solo contaron los fajos, a ninguno de ellos le importaban mucho un par de
Trad. ES 167 millones.
–¡Y ahora, a tu casa, vamos! –exclamó Tischendorf–. ¿Eichendorffstrasse, no?
–No, vivo donde Engelbrecht –contestó Siebrecht–. He comprado estos vehículos
para el tratante de ganado Engelbrecht.
Equivalencia ¿oi?
Identificador –D’acord –va dir–. Suposo que no vas folrat d’armilla. ¿Comptem els diners?
N2, cap. 77, pág. 510 Per sort, només van comptar els paquets, perquè a cap dels dos li venia d’uns quants
Trad. CAT 167 milions més o menys.
–I ara som-hi, anem cap a casa teva! –va dir Tischendorf–. Eichendorffstrasse, ¿oi?

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–No, ara visc a ca l’Engelbrecht –va dir Siebrecht–. He comprat els vehicles per al
comerciant Engelbrecht.
Hans Tischendorf quiere confirmar el domicilio de Karl Siebrecht. Este recuerda que Karl vivía en Eichendorfstras-
se cuando trabajaba en la Stettiner Bahnhof y le pregunta si deben dirigirse allí. Sin embargo, Karl le responde que
vive en casa de Engelbrecht y que tienen que ir hasta él. Tischendorf agrega después del nombre de la calle la unidad
was?, con la que inquiere una confirmación. Se ha traducido por ¿no? y ¿oi?

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador Der Säugling sagte: »Aha, jetzt haben wir schon den zweiten Plapperer am Tisch.
N3, cap. 13, pág. 124 Verliebt, was? Ich dachte mir so was schon immer. Kommen Sie, Grigoleit, die Zelle
TP. DE 168 ist aufgelöst. Es gibt keine Zelle mehr. Und das nennt ihr Disziplin, ihr Weiberherzen!«
»Nein, nein!«, rief das Mädchen. »Hören Sie nicht auf ihn! Es ist wahr, er liebt mich.
Aber ich liebe ihn nicht. Ich will heute Abend mit euch gehen…«
»Nichts!«, sagte der Säugling jetzt wirklich zornig. »Seht ihr denn nicht, dass ihr gar
nichts mehr tun könnt, da er…« Er machte eine Kopfbewegung zu dem Dunklen hin.
»Ach was!«, sagte er dann kurz. »Es ist ausgespielt! Komm, Grigoleit!«
Equivalencia ¿eh?
Identificador –Ajá, ya tenemos al segundo deslenguado de la mesa. Enamorado, ¿eh? Siempre me lo
N3, cap. 13, pág. 97 imaginé. Vámonos, Grigoleit, la célula está disuelta. Ya no existe. ¡Y a esto llamáis
Trad. ES 168 disciplina, sois unos blandengues!
–¡No, no! –negó la chica–. ¡No le hagas caso! Es verdad, él me quiere. Pero yo no. Me
iré con vosotros esta noche y...
–¡No! –replicó Bebé, ahora furioso de veras–. Es que no veis que ya no podéis hacer
nada, que él... –Hizo un movimiento de cabeza hacia el moreno–. ¡Bah! ¡Se acabó! –
concluyó luego–. Vamos, Grigoleit.
Equivalencia oi?
Identificador –Vaja, vaja, o sigui que ja tenim un segon xerraire a la taula. Enamorat, oi? Ja fa temps
N3, cap. 13, pág. 121 que m’ho pensava. Vingui, Grigoleit, la cèl·lula ja no existeix. I d’això en dieu
Trad. CAT 168 disciplina, babaus?
–No, no! –va exclamar la noia–. No li faci cas! És veritat que m’estima, però jo no
l’estimo pas. Aquesta nit me n’aniré amb vosaltres...
–Res! –va dir el nadó, ara realment enfadat–. És que no veieu que ja no ha res a fer,
que ell...?
I va assenyalar el morè am un moviment del cap.
–En fi! –va dir–. S’ha acabat! Anem, Grigoleit!
Bebé, uno de los miembros de la célula comunista, se percata del comportamiento protector de Karl Hergesell hacia
Trudel Baumann. El hombre lo tacha de soplón y le dice a la cara que ya se olía que que estaba enamorado desde
hace tiempo. Las unidades was?, ¿eh? y ¿oi? buscan el asenso de Hergesell a las palabras de Bebé.

Marcador pragmático , was?


conversacional
Identificador »Prost, Escherich!«
N3, cap. 25, pág. 267 »Prost, Herr Obergruppenführer!«
TP. DE 169 »Na, denn lesen Sie noch mal von Anfang an!«
Bis dieses Spiel dem Prall plötzlich langweilig wurde, bis er grob sagte: »Ach, lassen Sie
doch diese blöde Vorleserei! Sie sehen doch, ich bin besoffen, wie soll ich denn da das
Zeugs kapieren? Wollen sich wohl mit Ihrem geistreichen Protokoll dicketun, was?
Andere Berichte folgen, sind nicht so wichtig wie der vom großen Kriminalisten
Escherich! Wenn ich schon so was höre! Kurz und Furz: Haben Sie den
Kartenschreiber geschnappt?«
»Zu Befehl, nein, Herr Obergruppenführer. Aber…«
Equivalencia ¿verdad?
Identificador –¡Salud, Escherich!
N3, cap. 25, pág. 208 –¡Salud, mi Obergruppenführer!
Trad. ES 169 –Vamos, lea desde el principio.
De repente ese juego aburrió a Prall y dijo con tono grosero:
–¡Bah, olvide esa estúpida lectura! Ya ve que estoy borracho, ¿cómo voy a entender
todo eso? Quiere pavonearse con su brillante informe, ¿verdad? ¡Le seguirán otros,
pero no tan importantes como el de Escherich, el gran criminalista! ¡Lo que hay que

386 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


oír! Termine de una vez: ¿ha atrapado al autor de las postales?
–A sus órdenes, mi Obergruppenführer. Pero…
Equivalencia És que [...]?
Identificador –Salut, Escherich!
N3, cap. 25, pág. 258-9 –Salut, Obergruppenführer!
Trad. CAT 169 Vinga, torni a llegir des del principi!
Finalment, de cop i volta, Prall va sentir que ja l’avorria aquell joc i va exclamar, grolle-
rament:
–Ja n’hi ha prou, pari de llegir-me ximpleries! Ja veu que estic borratxo, com vol que
entengui alguna cosa? És que té ganes de presumir, amb el seu protocol ple de frases
brillants? Encara falten uns quants informes, però no seran tan importants com els del
gran comissari Escherich! Quines coses s’han de sentir! Però anem al gra: ja han atrapat
l’autor de les postals?
–A les seves ordres, encara no, Obergruppenführer, però...
El Obergruppenführer Prall está en estado de embriaguez y no entiende nada de lo que el comisario Escherich le dice.
De repente, el primero interrumpe al comisario mientras lee y le comunica que está demasiado bebido para entender
una palabra. Acto seguido, afirma a su subordinado que si su intención es la de alardear y colgarse medallas. Prall
busca confirmación a sus palabras con was? ¿verdad? y ¿és que? El marcador catalán ocupa una posición inicial en el
enunciado, a diferencia de sus homólogos alemán y español.

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11. Deutsche Zusammenfassung:
Funktionale und deskriptive Analyse der pragmatischen
Marker und deren Übersetzung – Ihr Beitrag zum Aufbau des
fiktiven Dialoges. Eine kontrastive Studie: Deutsch, Spanisch,
Katalanisch anhand dreier Romane von Hans Fallada
In den letzten Jahren wurden vermehrt Arbeiten zum Thema der
Übersetzung von „fingierter Mündlichkeit“ veröffentlicht, die auf den bereits 1985
erschienenen Aufsatz Fingierte Mündlichkeit in der Erzählkunst entwickelter Schriftkulturen
von Paul Goetsch zurückgreifen. Das Thema der Evokation gesprochener Sprache
im Schriftlichen ist demnach nicht neu und bereits gut bearbeitet, scheint jedoch
unerschöpflich, sobald eine Perspektive eingenommen wird, die den Gegenstand in
neuem Licht erscheinen lässt. Der Zusammenhang zwischen fingierter Mündlich-
keit und Übersetzung fand jahrelang kaum Beachtung. Erst mit den Arbeiten von
Jenny Brumme und der Forschungsgruppe CEDIT (Centre d’Estudis de Discurs i
Traducció) wird dem Gesprochenen im schriftlichen Medium aus kontrastiver und
übersetzungswissenschaftlicher Sicht angemessene Aufmerksamkeit geschenkt. Es
sei an dieser Stelle nur auf einige Veröffentlichungen verwiesen: La oralidad fingida:
descripción y traducción. Teatro, cómic y medios audiovisuales (2008), La oralidad fingida: obras
literarias. Descripción y traducción (2008), Construir, deconstruir y reconstruir. Mímesis y
traducción de la oralidad y la afectividad (2010), The translation of fictive dialogue (2012) y
Traducir la voz ficticia (2012). Die beiden 2008 veröffentlichten Bände enthalten
eingehende übersetzungswissenschaftliche Analysen zu Phänomenen, die im Sinne
der Romanautoren das Gesprochene in der Figurenrede evozieren sollen. Die auf
sämtlichen Sprachebenen – Syntax, Semantik und Lexik, Phonetik und Pragmatik –
zu findenden Redemittel werden systematisch klassifiziert. Als Analysekorpus
dienen Dialoge bzw. Monologe aus Romanen, Theaterstücken, Comics und Essays,
die die real gesprochene Sprache nachahmen wollen. Die nachfolgenden Arbeiten
aus den Jahren 2010 bis 2012 behandeln ebenfalls prototypische Sprachphäno-
mene, die die sogenannte Oralität – bei Brumme und Espunya als Synonym für
gesprochene Sprache und Mündlichkeit verwendet (2012: 7) – im geschriebenen Medium
widerspiegeln. Wie aus den Titeln der jüngst publizierten Bände und Monographien
hervorgeht, wird der Terminus fiktiv anstelle von fingiert bevorzugt, da die

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 389


Verwendung von letzterem negative Assoziierungen – wie etwa Betrug –
hervorrufen kann.

Die vorliegende Arbeit beabsichtigt, einen weiteren Beitrag zu drei gegen-


wärtig aktuellen Themenbereichen an der Schnittstelle zwischen Sprach- und
Übersetzungswissenschaft zu leisten: 1) der Theorie der fingierten Mündlichkeit, 2)
der Theorie und Beschreibung der pragmatischen Marker und 3) der kontrastiven
Beschreibung pragmatischer Marker mit Blick auf deren Übersetzung. Der
Schwerpunkt der Arbeit liegt somit auf der Feststellung der Funktionen
pragmatischer Marker im fiktiven Dialog. Das Korpus basiert auf ausgewählten
Dialogen aus verschiedenen Kapiteln der drei Romane von Hans Fallada: Kleiner
Mann – was nun? (1932), Ein Mann will nach oben (1942-3) und Jeder stirbt für sich allein
(1946). In Kapitel 1 werden deshalb der Autor und die analysierten Werke vor-
gestellt. Kapitel 2 ist der Evokation der gesprochenen Sprache im Roman gewidmet
(2.1.) und gibt den theoretisch-methodologischen Rahmen für die Analyse der
fiktiven Dialoge bei Fallada vor, das heißt, der Modellierung sprachlicher Variation
innerhalb eines Kontinuums (2.2). Anhand von Beispielen wird zum einen dia-
topisch markierte Figurensprache (3.1.1 und 3.1.2) und deren Übersetzung ins
Spanische und Katalanische untersucht (3.1.3 und 3.1.4). Zum anderen wird die
Präsenz von Elementen der Umgangssprache belegt (3.2). Es folgt ein Abschnitt
(4) zu den Mechanismen des Gesprächsaufbaus in den drei Romanen aus dem
Blickwinkel der Ethnomethodologie. Die untersuchten Dialoge entspinnen sich
größtenteils zwischen Figuren verschiedener sozialer Klassen und Schichten, vor-
wiegend jedoch zwischen Angehörigen der mittleren und unteren Schicht. Die
Kommunikationssituationen beziehen sich auf das Alltagsleben der geschilderten
Figuren, und ihre Thematik reicht von wirtschaftlichen, gesellschaftlichen und poli-
tischen Problemen der ersten Hälfte des 20. Jahrhunderts in Deutschland bis hin zu
den persönlichen Nöten eines jeden Einzelnen. In Kapitel 5 wird auf die Erfor-
schung von Diskursmarkern eingegangen und die eigene theoretische Position
vorgestellt. Abschnitt 6 ist dem Konzept der Äquivalenz in der Übersetzungs-
wissenschaft und seiner Anwendung auf die Übersetzungsanalyse gewidmet.

In Kapitel 7 folgen die Ergebnisse der Untersuchung der sechs häufig


auftretenden Marker: ach was, na [und Varianten], nanu, siehst du [und Varianten],

390 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


verstehst du [und Varianten] und was? Zur Erstellung des Korpus wurde auf solche
Kapitel zurückgegriffen, die einen prononcierten Anteil von Dialogen und damit
höheren Anteil an pragmatischen Markern aufweisen. Die aus diesen Gesprächen
ausgewählten Marker werden ausgehend von der Polyfunktionalität dieser sprach-
lichen Einheiten auf ihre spezifischen Funktionen hin untersucht. In den benutzten
Nachschlagewerken und der Sekundärliteratur (Grammatik der deutschen Sprache,
Textgrammatik der deutschen Sprache, Wörterbuch der deutschen Partikeln usw.) werden oft
mehrere Funktionen für die ausgewählten Marker angegeben. Die Grammatiken,
Monographien, Handbücher sowie die einsprachigen bzw. zweisprachigen
Wörterbücher bilden in diesem Sinne eine gute, ausbaufähige Grundlage für die
hier vorgelegte Analyse. Ziel war es, ein möglichst umfassendes Inventar von
pragmatischen Funktionen der im fiktiven Dialog ausgewählten Marker zusammen-
zustellen. Dies erforderte die Berücksichtigung einiger Variablen, die in direkter
Verbindung zum Gebrauch dieser Marker im Deutschen stehen. Damit sind vor
allem der sprachliche Kontext, d.h. das Auftreten diatopischer und umgangs-
sprachlicher Merkmale im Dialog und der Aufbau eines fiktiven Alltagsgespräches
gemeint: 1) Welche Teile machen einen Dialog aus?, 2) An welcher/welchen
Stelle[n] fungiert ein bestimmter Marker in einer Aussage und mit welcher Funk-
tion? Außerdem wird berücksichtigt, inwiefern die deutschen Marker ins Spanische
bzw. Katalanische übersetzt werden und ob kommunikative Äquivalenz erzielt
wird. Den Schluss des Kapitels bildet deshalb eine Gegenüberstellung von Funk-
tionen und Übersetzungsäquivalenten. Es folgen die Schlussfolgerungen (Kapitel
8), die Zusammenfassung der untersuchten Fragmente und die einzelnen Analysen
aller aufgeführten Marker. Vorliegende Zusammenfassung (Kapitel 10) bietet dem
deutschen Leser einen Überblick über die Gliederung, Herangehensweise und
Ergebnisse der Dissertation.

Ausgehend von Söll (1974) und Koch und Oesterreicher (1985) steht, wie
bereits angedeutet, die Untersuchung der gesprochenen Konzeption im schrift-
lichen Medium – insbesondere die Nähesprache – im Mittelpunkt der Arbeit. Es
ging hauptsächlich darum, einen herausragenden Teil jener Sprachelemente zu er-
forschen, die im Romantext helfen, eine ungebundene Situation des Alltagslebens
widerzuspiegeln. Dazu wurde das Augenmerk auf die pragmatischen Marker und
ihre Äquivalenz gelegt. Die Verwobenheit von gesprochensprachlicher (diamesi-

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 391


scher) Markiertheit und diatopischer Bindung des Gesprächs (Koch/Oesterreicher
1990) lässt sich dabei besonders gut in Falladas Romanen und hier wiederum
anhand der Diskursmarker nachvollziehen.

Einige von Falladas Figuren äußern sich in dem ihrem Umfeld ent-
sprechenden Dialekt, der für den deutschsprachigen Leser eindeutig den Berliner
Raum evoziert. Im Rahmen der Romanhandlung verknüpft Fallada mit dem
Einsatz dialektaler Merkmale in der Figurenrede bestimmte Absichten: Zum einen
dienen die diatopisch markierten Aussagen zur Inszenierung der Handlungen
gebürtiger Berliner im Roman und zum anderen zur Schilderung von Figuren mit
geringerem Bildungsniveau oder aus niederen Gesellschaftsschichten. Die dia-
topische Markierung ist in diesem Sinne mit bestimmten Wirkungsabsichten
verbunden, nämlich Empathie oder Abneigung beim Leser auszulösen.

Zu den Gestalten, die eher Abneigung hervorrufen, gehören die verschie-


denen Vaterfiguren. Wie aus den Worten der Fallada-Biografin Jenny Williams
hervorgeht, «[war die Beziehung zwischen Wilhelm Ditzen und seinem Sohn –
Rudolf Ditzen [Hans Fallada] –] stets heikel. Dies widerspiegelt sich in den drei
Romanen Falladas, in denen kaum positive Vaterfiguren zu finden sind» (2012: 81).
Persicke und Barkhausen verkörpern beispielsweise die autobiografisch angelegte
Spannung, die Williams erwähnt. Beide Männer sind Anhänger des NS-Regimes,
Nichtstuer, Alkoholiker und wenig familienbewusst. Der unter N3 (Jeder stirbt für
sich allein) klassifizierte Gesprächsbeitrag von Persicke (S. 10 im Buch, S. 69 in der
Dissertation) zeigt dabei eine zumeist diatopisch markierte Sprache voller umgangs-
sprachlicher Redewendungen. Auch Barkhausen verwendet ausschließlich dia-
topisch markierte Sprache im Gespräch mit seinem Sohn Kuno-Dieter. Diese
Markierungen im Mund der beiden Figuren repräsentieren somit das Bestialische
und Grausame, zu dem Menschen ihres Schlages fähig sind. In dieser Hinsicht ist
die markierte Sprache negativ konnotiert.

Auf der anderen Seite stehen die Figuren Rieke Busch und Kuno-Dieter, die
Empathie auslösen. Die mangelnde Bildung von Rieke Busch, die sich in ihrer
Redeweise widerspiegelt, ist ihrem familiären und sozialen Umfeld geschuldet. Das
halbwüchsige Mädchen wächst ohne Mutter und mit einem alkoholsüchtigen Vater
auf, der kaum den Unterhalt der Familie verdienen kann. Rieke vernachlässigt meist

392 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


die Schule und ist überfordert, da sie sich um den Haushalt, ihre kleine Schwester
Tilda und die Familie kümmern muss. Diese Verantwortung lässt ihr keine Zeit für
die Schule, wo sie – ihren eigenen Worten zufolge – Schreiben und Hochdeutsch
lernen könnte. Die andere Figur, die Empathie auslöst, ist Kuno-Dieter Bark-
hausen, ein wehrloser Junge, der von seinem Vater misshandelt wird. Sein häus-
liches Umfeld bietet ihm keinerlei Geborgenheit, nur Rügen und Maßregelungen.
Die diatopisch markierte Sprache, der sich Kuno-Dieter bedient, wenn er zum
Beispiel mit der Briefträgerin Eva Kluge und dem Dorflehrer Kienschäper spricht,
ist eine Art von Schutz. Der Junge ist aus eigener Erfahrung gewohnt, seinen
Mitmenschen zu misstrauen. Die Verwendung einer markierten Sprechweise bietet
ihm Schutz und gewährleistet eine gewisse Distanz zu seinen Gesprächspartnern.
Sowohl bei Rieke Busch als auch bei Kuno-Dieter ist die diatopisch markierte
Sprache nicht negativ konnotiert, eher geht sie konform mit der Charakterisierung
der Figuren und ist Zeichen missliebiger Lebensumstände im Falle der beiden
Jugendlichen.

In diesem Sinne ist die Wirkung auf den Leser zum einen negativ [Abnei-
gung] und zum anderen positiv [Empathie]. Darüber hinaus setzt Fallada ebenfalls
eine gewisse diatopische Markierung in den Beiträgen anderer Figuren ein wie etwa
bei Frau Bromme und Frau Zappow. In diesen Fällen zielt die Markierung darauf,
die Arbeiterrealität und das Urberlinische zu vermitteln.

Seitens der Übersetzungswissenschaft wird dem Problem der Übersetzung


diatopisch markierter Sprache seit längerer Zeit Aufmerksamkeit geschenkt. Dabei
ist meist die Rede von Dialekt und Übersetzung des Dialekts, was allerdings als
theoretische Modellierung zu kurz greift, da die Figurensprache nicht einfach eine
Verschriftung gesprochener Sprache darstellt, sondern vom Schriftsteller als
wesentlich erachtete Merkmale enthält, die er z.B. zur Evokation räumlicher
Variation zielgerichtet auswählt. Das trifft auch auf Falladas Romane zu, in denen
die diatopisch markierte Sprache – wie bereits erwähnt – eine bestimmte Charak-
terisierung der Figur anlegt und damit die Rezeption steuert. Eine systematische
Wiedergabe der Mundart zählt nicht zu Falladas Zielen. Es genügt, einen Blick auf
die Schreibweise verschiedener Wörter zu werfen, die eine für Berlin und Umfeld
typische Aussprache anzeigen sollen: nich/nischt, ick gloobe/ick jloobe. Diese Absicht

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 393


wird anhand weniger Merkmale umgesetzt, die die Aufmerksamkeit des Lesers im
Rahmen der standardisierten Schriftsprache lenken, aber nicht erschweren. In der
Arbeit werden einige der verwendeten diatopischen Merkmale vorgestellt und
analysiert (siehe 3.1.2).

Im Folgenden werden kurz grundlegende Vorgehensweisen und Meinungen


dargelegt, die in der Übersetzungswissenschaft hinsichtlich der Übertragung dia-
topisch markierter Sprache eingenommen werden. Einen wichtigen Beitrag zur
Diskussion leistete der Übersetzungswissenschaftler Josep Marco (2002). Das von
ihm aufgestellte Schema stellt die zwei Situationen dar, mit denen der Übersetzer
konfrontiert werden kann: einerseits kann ihm ein nicht markierter Text vorliegen
und andererseits ein [mehr oder wenig] markierter. Wenn der Text markiert ist,
dann kann sich der Übersetzer laut Marco entweder für einen ebenfalls markierten
oder einen nicht markierten Text in der Zielsprache entscheiden. Ist der Text in der
Zielsprache markiert, können die vom Übersetzer ausgesuchten Merkmale real oder
frei erfunden sein. In der vorliegenden Arbeit wird das von Marco vorgeschlagene
Schema überprüft und erweitert (3.1.3).

Über die Übertragung der markierten Rede gibt es in der Übersetzungs-


wissenschaft allerdings keine Einigkeit, ja es werden durchaus gegensätzliche
Standpunkte eingenommen. Auf der einen Seite befinden sich die Übersetzer und
Theoretiker, die für die Verwendung eines Dialekts1 in der Zielsprache plädieren,
während auf der anderen diejenigen stehen, die den Gebrauch markierter Rede in
der Zielsprache ablehnen. Zu letzteren gehören Peter Newmark (1988) und Rosa
Rabadán (1991), die anhand der Sprechweise der Bergleute in verschiedenen
Sprachen, Ländern und Kulturen zu bedenken geben, dass ein Dialekt in der
Ausgangsrealität kein Pendant in einer anderen Zielrealität hat. Zwar mögen sich
die Lebensumstände der Bergleute generell ähneln, doch ist die Realität von Land
zu Land verschieden und stets von den konkreten zeitlichen, gesellschaftlichen und
räumlichen Aspekten abhängig. Newmark und Rabadán zufolge wäre es also
unangebracht, die Sprache von asturischen Bergleuten mit der ihrer nordenglischen

1 Dialekt wird in kursiv geschrieben, weil in übersetzungswissenschaftlichen Arbeiten davon die
Rede ist. Darunter wird in dieser Arbeit diatopisch markierte Sprache im schriftlichen Medium
verstanden, die dazu dient, das Mündliche zu evozieren.

394 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


Kollegen zu vergleichen und die räumlich (und sozial) markierte Sprache in der
Ausgangsversion durch die entsprechende räumlich markierte Sprache im Zieltext
zu ersetzen.

Hatim und Mason treffen den Kern des Problems, wenn sie behaupten:
«rendering ST dialect by TL standard has the disadvantage of losing the special
effect intended in the ST, while rendering dialect by dialect runs the risk of creating
unintended effects» (1990: 41). Dem Zitat ist insbesondere zu entnehmen, dass
weder die eine noch die andere Lösung ein geeignetes und erfolgreiches Verfahren
darstellt. Es muss vielmehr ein anderer Weg gefunden werden. Der renommierte
Übersetzer Josep Julià spricht von einer interdialektalen Option und schlägt die
Wiedergabe leicht markierter dialektaler Rede durch in Register umgewandelte
Formen im Zieltext vor. Hervey, Higgins und Haywood sind ebenfalls dieser Mei-
nung, da der Übersetzer «[can] make relatively sparing use of TL features that are
recognizably dialectal without being clearly recognizable as belonging to a specific
dialect. Fortunately, there are many features of non-standard accent vocabulary and
grammar that are widespread in a number of British dialects. » (1995: 113).

Bei den Übersetzungen von Hans Fallada sind zwei verschiedene Vor-
gehensweisen festzustellen. Rosa Pilar Blanco, die Übersetzerin der Romane ins
Spanische, legt großen Wert auf die Übertragung markierter Sprache, um eine
ähnliche Wirkung auf den Leser in der Zielsprache zu erlangen. Entsprechend stellt
ihr Text einen Versuch dar, einen Ausgleich zwischen Ausgangstext und Zieltext zu
erreichen, indem sie sprachliche Mittel einsetzt, die ausschließlich der Umgangs-
sprache angehören. Hierzu zählen Phänomene wie: 1) das Weglassen bzw. Wieder-
holung mancher Grapheme – pué(de), tié(ne), to(do)s, nee –, die an eine nachlässige
Aussprache erinnern; 2) die Verwendung umgangssprachlicher Redewendungen
oder alltäglichen Wortschatzes liquidar [erledigen im Sinne von töten] anstelle von
matar [töten, umbringen], pasta [Stange Jold im Sinne von Kohle] anstelle von dinero [Geld],
u.a. Der katalanische Übersetzer Ramon Monton geht im Gegensatz zur spani-
schen Übersetzerin mit der Sprache sehr akkurat um. Die im spanischen Text auf-
gegriffenen Merkmale sind in den katalanischen Versionen nicht zu finden. Ramon
Monton verwendet ebenfalls nur selten informelle Ausdrücke: estar grillat [einen
Knall/Schuss haben] anstelle von estar boig [verrückt sein], garjola [Knast] anstelle von

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 395


presó [Gefängnis]. Bei den katalanischen Übersetzungen bleiben diese Markierungen
im Bereich der Lexik und Semantik. Allerdings wäre es auch ihm möglich gewesen,
andere Abweichungen zu markieren, beispielsweise im Bereich der Syntax – falsche
Anwendung der Pronomina [pronoms febles] – oder der Phonetik – durch Ände-
rungen in den Graphemen im schriftlichen Medium vorzunehmen, per això
[deshalb] > perxò –. Die katalanischen Versionen sind durch das weitgehende
Ausblenden umgangssprachlicher Formen der Standardvarietät sehr nah, ja ent-
sprechen dieser größtenteils. Der Gebrauch des Standards im Zieltext ebnet die im
Ausgangstext vorhandene sprachliche Variation ein und lässt die Nuancen der
markierten Sprache verschwinden. Der Leser des Zieltextes muss also Aspekte der
Charakterisierung der Figuren durch ihre Sprechweise über andere Wege
kompensieren.

An die Ausführungen zur diatopischen Markierung der Figurensprache und


deren Übersetzung schließt sich die Behandlung des Konzeptes der Umgangssprache
an, da eine Reihe von Redebeiträgen Merkmale aus diesem Bereich enthält. Ein
Überblick über den Forschungsstand weist die unterschiedliche Darstellung des
Phänomens in verschiedenen Publikationen in den behandelten Sprachen aus. Im
deutschsprachigen Bereich liegen zahlreiche Beiträge zum Begriff der
Umgangssprache vor, der 1894 von Hermann Wunderlich geprägt wurde. Seit dem
Ende des 19. Jahrhunderts wurde das Konzept in der deutschen Sprachwissen-
schaft eingehend behandelt und genauer gefasst (Porzig 1950, Henzen 1954, Riesel
1964 y 1970, Bichel 1973, Schwitalla 1997 und Hoffmann 2007). Für die
Erforschung der spanischen Umgangssprache muss an erster Stelle die Arbeit von
Werner Beinhauer (1929) genannt werden. Diese stellt eine gute Basis für spätere
Untersuchungen dar, die die Umgangssprache zuallererst in einer spezifischen
Textsorte, nämlich dem Gespräch verorten. Demzufolge untersucht die spanische
Forschung (Briz und Val.Es.Co) die Umgangssprache vornehmlich im Rahmen des
Alltagsgesprächs. Was das Katalanische anbelangt, so kamen die ersten Anstöße
von Lluís Payrató (1988), der die Umgangssprache ebenfalls in den Bereich der
Konversation einbettet.

Ein Konsens über eine gemeinsame Definition des vorliegenden Begriffs ist
im Laufe der Jahre noch nicht zustande gekommen. Wunderlich hob den

396 © Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur


überregionalen Charakter der Umgangssprache hervor. Es handele sich dabei, um
eine Sprachform, die auf die Verständigung einer größeren Sprecherzahl abzielt.
Diese Form befinde sich deshalb sehr nahe an der Standardsprache. Das DWDS-
Wörterbuch ist auch dieser Auffassung: «Existenzform der Sprache, die zwischen
den Mundarten und der für das gesamte Sprachgebiet gültigen Sprachform steht».
Jahrzehnte nach Wunderlich wurden weitere Versuche unternommen, den Begriff
aus der Sicht der Sprachverwendung abzugrenzen. So definiert der Schweizer
Walter Porzig: «Sprachform, die im alltäglichen Umgang der Menschen unter-
einander angewendet wird. Sie ist gewissermassen ein Gerät, eines unter vielen, das
dazu hilft, den Ablauf des täglichen Lebens zu erleichtern oder zu ermöglichen»
(1950: 189). Einerseits ermögliche die Umgangssprache – auch Alltagssprache
genannt – eine bessere Verständigung in praktischen und lebenswichtigen
Situationen; andererseits sei diese Sprachform eine Quelle der Emotionalität, die
sich in der Verwendung von Hyperbeln und Wortwiederholungen niederschlage.
Weiterhin gehören zu den Merkmalen der Umgangssprache eine nicht allzu
komplexe Syntax und unscharfe Lexik (Porzig 1950: 190).

Angewandt auf die Romane von Hans Fallada lassen sich die vorgenannten
Merkmale der Umgangssprache gut nachvollziehen. In der Redeweise einiger
Figuren ist der Gebrauch von Hyperbeln zu beobachten, wie etwa bei Enno Kluge,
wenn er von Riesenarbeit spricht [übersetzt als trabajo tremendo/feinada de por]. Ebenso
wird das Mittel der Wiederholung eingesetzt, wenn Kluge z.B. relevante Aussagen
im Dialog hervorheben will: Radio ist immer gut/Immer ist Radio gut! (N3, DE, Kap. 7,
S. 74) [Una radio siempre es buena/Una radio siempre es buena (N3, ES, Kap. 7, S. 56);
Una ràdio sempre va bé/una ràdio sempre va bé! (N3, CAT, Kap. 7, S. 72)].

Der Arbeit von Walter Porzig (1950) folgt vier Jahre später die Feststellung
von Walter Henzen (1954), dass sich keiner bis zum damaligen Zeitpunkt richtig
um die Essenz dieser Sprachform gekümmert habe. Sein Fazit ist ernüchternd: 1)
«die bisherigen, allgemein gehaltenen Ausführungen über den Sachverhalt reden
aneinander vorbei» (1954: 21), 2) «wir sind immer noch über ihr Wesen wenig
unterrichtet» (1954: 22) und 3) «man muss die Umgangssprache an den Hörnern
fassen» (1954: 22). Aus diesem Befund leitet sich die Notwendigkeit ab, neue
Kriterien bzw. Merkmale zu bestimmen, um den Begriff der Umgangssprache

© Frank & Timme Verlag für wissenschaftliche Literatur 397


definieren zu können. Die Beiträge von Elise Riesel ([1964], 1970), Johannes
Schwitalla ([1997], 2012) und Michael Hoffmann (2007) heben wichtige Merkmale
dieser Sprachform hervor, die an ihre Verwendung gebunden sind: so die
Ungezwungenheit, Knappheit, die Breite und Ausdrucksfülle, die Expressivität und
Ausdrucksverstärkung und die Einfachheit (Hoffmann 2007: 16-7). In der
vorliegenden Arbeit werden diese Eigenschaften zur Erklärung des Begriffs als
zentral angesehen und zur Formulierung einer eigenen Definition herangezogen:
«Es handelt sich um ein Sprachregister, das in der alltäglichen Interaktion und in
spannungsfreien Situationen verwendet wird, in denen eine Vielfalt von Themen
behandelt werden kann, die keine Planung benötigen».

In der spanischen Forschung ist der Begriff der Umgangssprache („lengua


coloquial“) ebenfalls umstritten. Einige Autoren verankern das umgangssprachliche
Register ausschließlich im spontanen Gespräch. Wenngleich dieser Meinung
zuzustimmen ist, kann jedoch nicht von einer ausschließlichen Bindung an das
Alltagsgespräch gesprochen werden, denn das umgangssprachliche Register kann
ebenso in anderen Situationen (z.B. Briefen, E-Mails) Verwendung finden.

In den Romandialogen von Hans Fallada lässt sich eine ganze Reihe von
universellen und einzelsprachlichen Phänomenen (Koch und Oesterreicher 1990)
nachvollziehen, die an die natürliche und spontane Kommunikation im Alltag er-
innern. Anhand einiger Beispiele wurden die entsprechenden Merkmale festgestellt.
Es wurde deutlich, dass die Redemittel verschiedenen Sprachebenen angehören,
d.h. es sind Phänomene, die auf der Ebene der Syntax, Lexik und Semantik sowie
im Bereich der Pragmatik angesiedelt sind. Hier sind ebenfalls die untersuchten
pragmatischen Marker als universelles Phänomen anzutreffen. Sie bilden den
Mittelpunkt der Arbeit als textuelle bzw. diskursive und interpersonelle Einheiten,
die insbesondere die Funktionen im Alltagsgespräch bedienen wie etwa die
Eröffnung, die Steuerung des Ablaufs und die Beendigung des Gesprächs. Meist ist
die Rede von einer Doppelfunktion, die sich ebenfalls in einige bzw. mehrere
Mikrofunktionen aufgliedern lässt.

Darüber hinaus zählen zu den universellen Eigenschaften der Umgangs-


sprache jene Strukturen, die keinem festen Satzbauplan folgen. Die [gesprochene]
Umgangssprache – auch ihre fiktive Variante im Roman – zeichnet sich durch viele

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unvollständige Sätze aus, die Wiederholungen, Mittel der Intensivierung und
Anakoluthe aufweisen. Die Expressivität und Emotionalität dieser Sprachvariante
kommt durch hyperbolische Adjektive, Phraseologismen und Metaphern zustande.
Typisch sind ebenfalls Schwammwörter bzw. Allerweltswörter, von denen Elise
Riesel spricht (1970: 88-9). Solche Wörter finden in vielen Kontexten Anwendung
und werden in Abhängigkeit von der Gesprächssituation verschieden ausgelegt. In
der Figurenrede schlägt sich das in Wörtern wie beispielsweise Substantive – das
Dings, das Zeugs, die Sache – und Verben wie machen nieder. Phänomene wie die
Knappheit kommen auch vor, so etwa, wenn einige Figuren Abkürzungen wie Alex
oder Schupo verwenden anstelle von Alexanderplatz oder Schutzpolizei.

Ein letzter Aspekt bezieht sich auf die Wiedergabe des Gesprochenen im
geschriebenen Medium. Zur Dehnung von Phonemen durch den Sprecher werden
manche Grapheme wiederholt: »Neenee, Herr Pinneberg«, sagt Herr Friedrichs
etwas ärgerlich (N1, DE, Kap. 14, S. 109). Die im Gesprochenen betonten Silben
oder Laute (emphatischer Akzent) werden gelegentlich im schriftlichen Medium
durch die Schreibweise durch Kursive markiert: »Ich und mein Führer?«, murmelt
er, ganz überwältigt von diesem Angriff. »Wieso ist er denn plötzlich mein Führer?
[…]« (N1, DE, Kap. 1, S. 15).

Einzelsprachlich motivierte Elemente der Nähesprache sind auch in den


geschriebenen Dialogen von Hans Fallada zu finden. Dazu gehört eine gesprochen-
sprachlich geprägte Wortstellung im Satz. Im folgenden Beispiel ist es der Spreche-
rin wichtig, die Häufigkeit eines Ereignisses und der emotionalen Wirkung zu
unterstreichen. Die Emphase bewirkt, dass das Adverb immer auf die erste Position
vorrückt, wo das Verb erscheinen müsste, sobald einem Hauptsatz ein Nebensatz
vorausgeht (Dreyer und Schmitt, Hueber 2000: 149): Du bist der erste, der das sagt.
Wenn wir mal zum Tanz gegangen sind, immer bin ich sitzengeblieben […] (N1, Kap. 3, S.
26). In der gesprochenen Sprache und ihrer Widerspiegelung in den untersuchten
Romanen wird diese Wortstellung gelegentlich genutzt, um die wichtigste Auskunft
im Satz hervorzuheben.

Darüber hinaus ist die Ellipse des Subjekts (Verbspitzenstellung) im


Deutschen eine häufig zu findende Erscheinung im Bereich des Gesprochenen, die
nicht dem Standard entspricht. Andere Phänomene, die hierzu zählen, sind

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bestimmte Typen der Ausklammerung, die Verwechslung von wie und als oder die
Bildung von Substantiven, die auf -ei enden: Festfresserei, Schauspielerei, Meckerei.

Die Untersuchung ergab, dass sowohl die universellen als auch die einzel-
sprachlichen Phänomene der Nähesprache ins Spanische und Katalanische durch
ähnliche oder einzelsprachliche Elemente übersetzt wurden.

Um die fiktiven Gesprächsbeiträge effektiv zu analysieren, wurde in der


vorliegenden Arbeit auf bereits existierende Modellierungen zurückgegriffen. Dazu
gehören die Darstellungen von Sacks, Schegloff und Jefferson (1974) sowie die der
Genfer Schule, Roulet und Moeschler (1985, 1995), und jene von Kerbrat-
Orecchioni (1992, 1994, 1996). Sacks, Schegloff und Jefferson legen den Fokus
ihrer Forschung auf den Sprecherwechsel [turn-taking], der hier im Zusammenhang
mit der Präsenz der pragmatischen Marker im schriftlichen Medium von Bedeutung
ist. Zahlreiche der untersuchten Einheiten tragen zur Gesprächseröffnung, zum
Gesprächsablauf und zur Gesprächsbeendigung bei und folgen dabei der Makro-,
Meso- und Mikrostruktur von Gesprächen (Kilian 2005: 65). Einige der Marker –
wie beispielsweise na – können sowohl den Diskurs eröffnen als auch in einem
Beitrag stehen, der eine Reaktion auf einen vorigen Beitrag oder das Außer-
sprachliche darstellt. In dieser Hinsicht ist es wichtig, den Aufbau des Gesprächs zu
modellieren und so zu erkennen, an welcher Stelle der jeweilige pragmatische
Marker normalerweise erscheint. Entsprechend der Genfer Schule wurden in der
vorliegenden Arbeit einige der Dialoge in Baumstruktur dargestellt, wodurch sich
die verschiedenen Teile anschaulicher gestalten ließen.

In einem weiteren Punkt wird die Theorie der pragmatischen Marker


behandelt. Es folgt ein Überblick über die in verschiedenen Sprachen und Traditio-
nen veröffentlichten Arbeiten. Die pragmatischen Marker wurden aus vielen Per-
spektiven betrachtet und untersucht, was die Formulierung einer eigenen
Definition notwendig machte. Pragmatische Marker sind ursprünglich Elemente
wie Substantive, Adverbien, Konjunktionen und Interjektionen, die durch einen
Wandlungsprozess in die Pragmatik gelangen und auf dieser Ebene fungieren. Die
Funktionen, die sie ausführen, sind mehrere: zum einen haben sie textuelle Funktio-
nen – Markierung der Eröffnung, des Ablaufs und der Beendigung eines
Gesprächs – und zum anderen interpersonelle und expressive Funktionen, die mit den

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illokutiven Akten der Aussagen sowie mit der Stellung der Gesprächspartner
zueinander in Verbindung stehen. Anhand mehrerer, aus den Romanen von Fallada
stammenden Beispiele wird in dieser Arbeit eine offene Klassifikation vorgelegt, die
nichtdestotrotz wichtige Funktionen im Bereich des Gesprächs widerspiegelt. Dies
kann eine Orientierung für all diejenigen bieten, die im Bereich der Übersetzung
arbeiten.

Wie bereits aus Untersuchungen zur Übertragung von Modalpartikeln


(Beerbom 1994, Prüfer 1995 und Buthmann 2014) bekannt ist, sind viele
Übersetzer mit diesen Einheiten nicht vertraut genug und die Übersetzung ist daher
nicht immer erfolgreich. Ähnliches gilt auch im Falle der pragmatischen Marker.
Eine systematische Kategorisierung kann deshalb nur helfen, die Bedeutung dieser
Einheiten für die Übersetzung und das Funktionieren des zielsprachlichen Textes
hervorzuheben.

Als Vergleichsgröße wird das Konzept der kommunikativen Äquivalenz


angesetzt, da es erlaubt festzustellen, welche Einheiten in der Zielsprache die
angeführten Funktionen in der Ausgangssprache erfüllen können. Die von einigen
Autoren wie Jean Paul Vinay und Jean Darbelnet (1958) und zum Teil auch J. C.
Catford (1965) vorgelegten Ausführungen zur Äquivalenz auf Systemebene bleiben
in dieser Arbeit ausgeschlossen. Die Kontexte sind äußerst wichtig in der
Übersetzung und es geht in erster Linie in Fritz Güttingers Wörter (1963) um
leistungsgemäßes Übersetzen. Daher werden bei der Äquivalenztheorie die Theoretiker
der Leipzigerschule miteinbezogen, da diese für die Übertragung der Funktionen
plädieren. Im spanischen Sprachraum sind die Ansichten von Valentín García
Yebra und Graciela Reyes in dieser Hinsicht von großer Bedeutung. Was die Über-
tragung der pragmatischen Marker in den spanischen und katalanischen Werken
betrifft, ist die kommunikative Äquivalenz meist vorhanden. Kleine Un-
genauigkeiten haben sich gelegentlich bei der Übersetzung einiger Einheiten, wie
etwa bei Junge, Junge (N3, DE, Kap. 7, S. 72) ins Spanische ¡Chico, chico! (N3, ES,
Kap. 7, S. 54-5) eingeschlichen. Das heißt, dass manche Elemente nicht vom Über-
setzer als Marker identifiziert wurden. Vielmehr beschäftigt uns hier die
Problematik mit möglichen Äquivalenten, die sich als nicht situationsadäquat ent-
puppen: Na, erlauben Sie mal (N1, Kap. 2, S. 23) vs. Perdoni un moment (N1, Kap. 2,

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S. 24). Die Form Na, erlauben Sie mal ist im Deutschen ein Zeichen des starken
Protests, während die katalanische Übersetzung Perdoni un moment in der beschrie-
benen Situation [Familienabendessen, bei dem künftigen Schwiegervater und
Schwiegersohn über die Arbeiterkonditionen diskutieren] wenig passend ist, da sie
lediglich eine Bitte um Erlaubnis oder eine Entschuldigung einleitet.

Für die Schwierigkeiten, die beim Übersetzen pragmatischer Marker


entstehen, sind z.T. auch Wandlungsprozesse verantwortlich. Umstritten bei den
Markern ist, ob diese einem Grammatikalisierungs- oder Pragmatikalisierungs-
prozess unterliegen. Diese Arbeit folgt den theoretischen Ausführungen
Mroczynskis (2012, 2013), der ausgehend vom neuesten Forschungsstand von
Pragmatikalisierung spricht, da die Marker in einem Wandlungsprozess in die
Pragmatik gelangen und vielerlei Funktionen ausführen.

Die sechs untersuchten Marker wurden in verschiedenen Kontexten


eingehend analysiert, um einige Funktionen herausstellen zu können. Der Marker
na und seine Varianten [na ja, na schön, na denn, na also] können eine ganze Reihe von
Funktionen erfüllen, beispielsweise: eine Antwort verzögern, eine Aussage ab-
mildern, eine Diskrepanz einführen, Übereinstimmung erzielen, Themawechsel
einleiten, Verzicht auf etwas erklären, eine Botschaft bestätigen. Diese Einheit steht
zumeist an erster Stelle in einer Aussage, sowohl bei der Eröffnung eines Ge-
sprächs bzw. beim Ergreifen des Wortes als auch bei der Reaktion des Rezipienten.

In der Analyse des Markers na und in den Schlussfolgerungen ist die Rede
von einer Fossilisierung bei einigen Kontexten, in denen die Wiedergabe ins
Katalanische stets en fi [19 von 100 Kontexten] ist. Auch wenn der kommunikative
Zweck meist erfüllt ist, hätte der Übersetzer andere Varianten miteinbeziehen
können, die zur Versprachlichung von Diskrepanzen, Distanzierung, Resignation,
Nachgiebigkeit und Beendigung dienen können.

Die anderen Elemente kommen seltener im Text vor, sind aber ebenfalls
von großer Bedeutung, da sie zur Gestaltung des illokutiven Akts beitragen. Der
Marker ach was erfüllt viele Funktionen im Bereich der Emotionen: Skepsis aus-
drücken, Misstrauen und Meinungsdiskrepanz äußern, Beschwerde einlegen,
Überraschung, Erstaunen und Aufregung mitteilen. Die Übersetzer übertragen den

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Marker durch verschiedene Elemente in die Zielsprachen, um den entsprechenden
illokutiven Akt wiedergeben zu können. Die diatopisch markierte Variante ach wat
wird im spanischen Text durch eine Aphärese markiert, die nachlässiges Sprechen
anzeigt: ¡amos, anda! (siehe Trad. ES 006). Das weist darauf hin, dass die spanische
Übersetzerin durchaus die Absicht des Autors im Ausgangstext erkannt hat und
diese entsprechend im Zieltext widerspiegeln möchte. Die Lösung geht konform
mit der Charakterisierung der Figur von Rieke Busch, deren Sprache einen
deutlichen Bildungsmangel offenbart. Der vorliegende Marker unterscheidet sich
von na, indem er lediglich bei Reaktionen auf eine vorausgehende Aussage bzw.
etwas Außersprachliches zu finden ist. Bei nanu handelt es sich um einen ähnlichen
Fall, da dieser Marker ausschließlich bei Reaktionen zu finden ist, in denen
Überraschung, Erstaunen und Misstrauen zum Ausdruck gebracht werden.

Zwei weitere Marker, die untersucht wurden, sind siehst du und verstehst du
[mit ihren Varianten]. Beide werden als Sprechersignale klassifiziert und den
Fortsetzungssignalen zugeordnet (TGDS: 832-3). Die Hauptfunktion beider
Einheiten ist, das Interesse des Gesprächspartners zu wecken und dieses im
Gesprächsablauf aufrechtzuerhalten. Die Formen siehste und vastehste sind auch in
den Dialogen von Fallada vertreten, werden allerdings nicht immer im Zieltext
entsprechend markiert. Wiederum ist es die spanische Übersetzerin, die zwei
markierte, nicht standardsprachliche Optionen anbietet: ¡mía tú qué bien! (siehe Trad.
ES 57) und aquí ties (siehe Trad. ES 138). Beide Marker besitzen eine äußerst
wichtige textuelle Funktion, da sie für die Diskursgliederung und den allgemeinen
Gesprächsablauf sorgen.

Der letzte Marker – was? – am Ende eines Redebeitrags signalisiert die Suche
eines Konsens bzw. einer Bestätigung des Sprechers für eine bestimmte Aussage
(Paul 2002: 1148). Noch einmal sind markierte Abweichungen im Zieltext zu
finden, die im Ausgangstext diatopisch markierte Einheiten reproduzieren, etwa
durch eine Apokope ¿verdá[...]? (siehe Trad. ES 163-4). Dieser Marker kennzeichnet
das Ende einer Aussage; der Sprecher fordert damit seinen Gesprächspartner auf
den Beitrag fortzuführen.

Insgesamt konnte festgestellt werden, dass die pragmatischen Marker anhand


ihrer Polyfunktionalität meist adäquat übertragen wurden. Die Lösungen

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entsprechen größtenteils den im Roman dargestellten illokutiven Akten, die die real
gesprochene Sprache evozieren. In bestimmten Fällen wurden eigene Vorschläge
gemacht, um den Verlust an Authentizität decken zu können.

Diese Arbeit sollte anhand der 169 analysierten Beispiele einen Anfang einer
noch künftigen Forschung im Bereich der pragmatischen Marker und deren
Übersetzung darstellen. Wie in den Schlussfolgerungen erwähnt, wäre es für die
Zukunft wünschenswert, die bereits behandelten Marker sowie andere Einheiten
im fiktiven Dialog ausführlicher zu beschreiben. Das Wörterbuch der deutschen Partikel
wäre dafür ein grundlegendes Werk, das eine hervorragende Basis für ein solches
Projekt bietet. Dazu könnten andere Schriftsteller herangezogen werden, aber auch
weitere Werke von Hans Fallada selbst und deren Übersetzungen. Die Tatsache,
dass Fallada noch recht unbekannt in Spanien ist, hat uns bewogen, nur die
neuesten Übersetzungen zu analysieren und nicht auf die einzig bekannte frühere
Version von Kleiner Mann – was nun? (¿Y ahora qué?, primera edición en castellano
por la Editorial Salesiana, Santiago de Chile, 1934) zurückzugreifen. Es wäre
sicherlich interessant zu sehen, welche Unterschiede es zwischen der älteren
Version und der Neuausgabe gibt. Wenngleich es richtig zu behaupten ist, dass es
so viele mögliche Übersetzungen gibt, wie es Übersetzer gibt, sind dem Gebrauch
der pragmatischen Marker auch Grenzen gesetzt, die nicht nur dem Kontext und
Zeitpunkt der Übersetzung geschuldet sind. Der Vergleich zwischen der
spanischen Übersetzung von 1943 und der von 2009 des Buches Kleiner Mann – was
nun? könnte aber durchaus auch Hinweise dazu liefern, wie sich die Marker im
Laufe der Zeit verändern – also wie sich die Marker in ihrer Diachronie verhalten –
bzw. wie das Verhältnis der Übersetzer zu diesen Markern variiert. Ein weiteres
Desideratum wäre herauszufinden, welche Marker in den Dialogen von
Angehörigen der Oberschicht in den drei untersuchten Romanen eingesetzt
werden, um die verwendeten Register untereinander zu kontrastieren.

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SPRACHWISSENSCHAFT

Band 1 Sergio Viaggio: A General Theory of interlingual Mediation.


408 Seiten. ISBN 978-3-86596-063-4

Band 2 Karl-Ernst Sommerfeldt: Regionalgeschichte im Spiegel


der Sprache. 188 Seiten. ISBN 978-3-86596-077-1

Band 3 Ulla Fix: Stil – ein sprachliches und soziales Phänomen.


Beiträge zur Stilistik. Herausgegeben von Irmhild Barz,
Hannelore Poethe, Gabriele Yos. 462 Seiten.
ISBN 978-3-86596-138-9

Band 4 Anja Seiffert: Autonomie und Isonomie fremder und indigener


Wortbildung am Beispiel ausgewählter numerativer Wortbildungs-
einheiten. 418 Seiten. ISBN 978-3-86596-141-9

Band 5 Ulla Fix: Texte und Textsorten – sprachliche, kommunikative und


kulturelle Phänomene. 510 Seiten. ISBN 978-3-86596-179-2

Band 6 Juliana Goschler: Metaphern für das Gehirn. Eine kognitiv-


linguistische Untersuchung. 244 Seiten. ISBN 978-3-86596-188-4

Band 7 Maria Wirf Naro: La composition en allemand : structure


sémantique et fonction littéraire. Mit einer ausführlichen
Zusammenfassung in deutscher Sprache. 416 Seiten.
ISBN 978-3-86596-284-3

Band 8 Bettina Bock / Ulla Fix / Steffen Pappert (Hg.): Politische Wechsel –


sprachliche Umbrüche. 404 Seiten. ISBN 978-3-86596-363-5

Band 9 Kerstin Preiwuß: Ortsnamen in Zeit, Raum und Kultur.


Die Städte Allenstein/Olsztyn und Breslau/Wrocław. 470 Seiten.
ISBN 978-3-86596-368-0

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SPRACHWISSENSCHAFT

Band 10 Werner Holly: Sprache und Politik. Pragma- und medien-


linguistische Grundlagen und Analysen, herausgegeben
von Sonja Ruda und Christine Domke. 394 Seiten.
ISBN 978-3-86596-438-0

Band 11 Hatice Deniz Canoğlu: Kanak Sprak versus Kiezdeutsch – Sprach-


verfall oder sprachlicher Spezialfall? Eine ethnolinguistische
Untersuchung. 138 Seiten. ISBN 978-3-86596-483-0

Band 12 Ulla Fix: Sprache in der Literatur und im Alltag. Ausgewählte


Aufsätze. 452 Seiten. ISBN 978-3-86596-369-7

Band 13 Anja Hennemann / Claudia Schlaak (Hg.): Korpuslinguistische


Untersuchungen. Analysen einzelsprachlicher Phänomene.
202 Seiten. ISBN 978-3-86596-519-6

Band 14 Joachim Born / Wolfgang Pöckl (Hg.): „Wenn die Ränder ins


Zentrum drängen …“. Außenseiter in der Wortbildung(sforschung).
304 Seiten. ISBN 978-3-86596-449-6

Band 15 Ulla Fix: Sprache, Sprachgebrauch und Diskurse in der DDR.


Ausgewählte Aufsätze. 744 Seiten. ISBN 978-3-86596-549-3

Band 16 Jenny Brumme / Sandra Falbe (ed.): The Spoken Language


in a Multimodal Context. Description, Teaching, Translation.
316 Seiten. ISBN 978-3-7329-0021-3

Band 17 Inna Kozlova: De la búsqueda a la consulta. Resolución de


problemas léxicos en producción textual en lengua extranjera.
374 Seiten. ISBN 978-3-7329-0049-7

Band 18 Gerd Antos / Ulla Fix / Bettina Radeiski (Hg.): Rhetorik der Selbst-


täuschung. 262 Seiten. ISBN 978-3-86596-513-4

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SPRACHWISSENSCHAFT

Band 19 Carmela Pérez-Salazar / Inés Olza (eds.): Del discurso de los medios


de comunicación a la lingüística del discurso. Estudios en honor
de la profesora María Victoria Romero. 598 Seiten.
ISBN 978-3-7329-0058-9

Band 20 Cordula Schwarze / Carmen Konzett (Hg.): Interaktionsforschung:


Gesprächsanalytische Fallstudien und Forschungspraxis.
234 Seiten. ISBN 978-3-7329-0073-2

Band 21 Ingrid Wotschke: How Educated English Speak English. Pronun-


ciation as Social Behaviour. 282 Seiten. ISBN 978-3-7329-0062-6

Band 22 Rudolf von Raumer: Geschichtliche Grammatik der Deutschen


Sprache (1851). Faksimile der Handschrift und Transkription,
herausgegeben von Hannelore Schwartze-Köhler. Mit einer
Einleitung von Horst Haider Munske. 326 Seiten.
ISBN 978-3-7329-0079-4

Band 23 Josef Klein: Grundlagen der Politolinguistik. Ausgewählte Aufsätze.


392 Seiten. ISBN 978-3-7329-0110-4

Band 24 Joanna Szczęk: Absageschreiben auf Bewerbungen. Eine pragma-


linguistische Studie. 420 Seiten. ISBN 978-3-7329-0146-3

Band 25 Hartmut E. H. Lenk / Ulrike Richter-Vapaatalo (Hg.): Sie leben nicht


vom Verb allein. Beiträge zur historischen Textanalyse, Valenz- und
Phraseologieforschung. 228 Seiten. ISBN 978-3-7329-0098-5

Band 26 Anja Hennemann / Claudia Schlaak (Hg.): Politische und


mediale Diskurse. Fallstudien aus der Romania. 296 Seiten.
ISBN 978-3-7329-0074-9

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SPRACHWISSENSCHAFT

Band 27 Alejandro González Villar: Un análisis funcional y descriptivo de los


marcadores pragmáticos y su traducción como herramienta en la
construcción del diálogo ficticio. Estudio contrastivo alemán-catalán-
español en base a tres novelas de Hans Fallada. 436 Seiten.
ISBN 978-3-7329-0183-8

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