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TALLER 12:

Derechos de los ciudadanos

Presenta:
Ángela Yubelly Gómez Torres
Diego Andrés Ome Rojas
Emili Alexandra Morales López

Docente:
Cristiam Manuel Zamora Rivera

Asignatura:
Constitución político

Pitalito Huila Colombia Noviembre 25 de 2018


Introducción:
Los Derechos Humanos en la actualidad han adquirido una cierta importancia a tal
punto que ante cualquier hecho está en boca de una persona. Pero ¿Qué son
los Derechos Humanos? ¿Qué implica la Violación de uno de ellos? ¿Vivimos
realmente bajo el amparo de los Derechos Humanos? Todas estas preguntas tienen
respuestas, pero hay que verlas desde un punto de vista que sea imparcial ante la
realidad mundial que se está viviendo en esta época.
Acciones constitucionales derechos a los ciudadanos:

Problema

Una de las cuestiones más problemáticas que surgen en el período posterior a la


concertación de un acuerdo de paz es la manera en que han de tratarse los crímenes de
guerra y los abusos de los derechos humanos cometidos por el Gobierno anterior. En
tanto que los defensores de los derechos humanos presionan para que se rindan cuentas
de los crímenes cometidos y se impongan castigos para evitar abusos ulteriores, a los
partidarios de la solución del conflicto les preocupa la posibilidad de que el castigo de
los perpetradores ocasione más desintegración de la sociedad, lo cual dificultaría más el
proceso de restablecimiento.

Posible solución a los derechos humanos:

Una de las conclusiones interesantes de nuestros estudios de caso es que el desacuerdo


acerca de si se debe castigar o rehabilitar a los perpetradores ocurre no solo después de
concertado un acuerdo, sino también en todas las demás fases del conflicto. En
Colombia, donde persiste la violencia y no se ha logrado acuerdo, esta tensión se
manifiesta en la respuesta del Gobierno a los guerrilleros, en particular a las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Uno de los redactores de nuestro
estudio afirma que aunque los líderes de las FARC desean genuinamente la inclusión y
la dignidad, han llegado a considerar la violencia como única vía por la que pueden
participar en un Gobierno del que, a lo largo de generaciones, han sido apartados por los
liberales y los conservadores. Sin embargo, en el curso de los años estas mismas
guerrillas se han dedicado a actividades ilícitas, incluidos los crímenes de guerra y el
tráfico de drogas, a fin de apoyar sus operaciones. Esto crea un verdadero desafío:
reconocer el legítimo interés de la guerrilla en establecer que la política, y no la
violencia, es la vía para resolver las diferencias (la perspectiva de la solución de
conflictos), y a la vez reforzar el estado de derecho enjuiciando a los delincuentes por
sus actividades relacionadas con las drogas y los secuestros (la perspectiva de los
derechos humanos). 
Desarrollo de la acción:

La comunidad internacional desempeña un papel clave para determinar si las prácticas


en materia de derechos humanos y de solución de conflictos se contraponen o se
complementan.
En nuestros tres casos, hubo actores externos que tuvieron una enorme repercusión en la
forma en que han evolucionado los procesos de defensa de los derechos humanos y de
solución del conflicto. Los Estados Unidos y las Naciones Unidas, en particular,
establecieron la pauta mediante sus políticas y conductas.

Las Naciones Unidas fueron el factor externo dominante en Sierra Leona, al desplegar
sobre el terreno a un sólido equipo de expertos en derechos humanos para que
asesoraran sobre las disposiciones del acuerdo de paz, conformaran una comisión de la
verdad y coordinaran las actividades de las numerosas organizaciones no
gubernamentales de derechos humanos que funcionaban en el país. Incluso por la parte
de la solución del conflicto, como se señaló anteriormente, el Representante Especial
del Secretario General para Sierra Leona adoptó una enérgica posición en contra de la
amnistía internacional por violaciones de los derechos humanos. Las Naciones Unidas
también ayudaron a establecer un tribunal encargado de enjuiciar a los perpetradores,
cuando se produjo una intensificación de la violencia después de concertado el acuerdo.
La colaboración que tuvo lugar entre los agentes de la solución del conflicto y los de
defensa de los derechos humanos en Sierra Leona, alentada y respaldada por las
Naciones Unidas, proporciona un modelo positivo que puede aprovecharse al organizar
operaciones en otros países. Como demuestran nuestros casos, esa colaboración no ha
ocurrido en Colombia ni en Irlanda del Norte. En Colombia, con el adiestramiento
militar y el apoyo financiero de los Estados Unidos, el Gobierno ha adoptado un
enfoque militarista frente los movimientos de la guerrilla con la esperanza de eliminarla
y destruir el tráfico de drogas. No ha logrado ninguno de estos objetivos. Mientras que
las violaciones de los derechos humanos atraen la atención internacional, de
organizaciones no gubernamentales y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, el proceso de establecimiento de la paz no ha recibido un
apoyo exterior comparable. Al parecer, la participación internacional, especialmente del
Gobierno de los Estados Unidos, ha empeorado la situación en lugar de mejorarla, sobre
todo con respecto a la colaboración entre el elemento de derechos humanos y el de
solución de conflictos.
En alguna medida, lo mismo puede afirmarse de Irlanda del Norte. De acuerdo con los
autores de nuestros estudios, el proceso de establecimiento de la paz, emprendido bajo
los auspicios de mediadores internacionales, reforzó la noción de dos tribus enfrascadas
en una competencia inevitable. Las disposiciones relativas a la distribución del poder,
consagradas en el Acuerdo del Viernes Santo de 1998, afirmaron aún más estas
divisiones. Al mismo tiempo, podrían haberse evitado 30 años de violencia si la
comunidad internacional hubiera estado dispuesta a enfrentar la discriminación y los
abusos de los derechos humanos que tuvieron lugar allí mucho antes de que empezaran
los disturbios. Incluso hoy día, los orígenes del conflicto relacionados con los derechos
humanos no se han resuelto y persiste una violencia de baja intensidad. Tanto el
programa de derechos humanos como el de solución del conflicto están sufriendo las
consecuencias.

Por tanto, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de incorporar las normas


de derechos humanos en las actividades de solución de conflictos con miras al
establecimiento de la paz en los casos de asimetría extrema del poder. Las normas de
derechos humanos ayudan a abordar estas asimetrías de dos maneras importantes. En
primer lugar, ayudan a empoderar a la parte más débil, una norma que ya tiene el
respaldo de la comunidad de solución de conflictos. Al fortalecer el hincapié en las
normas de derechos humanos, los procesos de solución de conflictos a cargo de una
tercera parte pueden lograr mayor eficacia al dar a la parte más débil el apoyo que tal
vez necesite para negociar desde un punto de vista más equitativo. En segundo lugar, las
normas de derechos humanos son importantes para fortalecer la noción de que la
soberanía de un Estado entraña la responsabilidad de proteger a los civiles que se hallan
dentro de sus fronteras. Más importante aún es que quienes diseñan y ponen en marcha
procesos de solución de conflictos para la consolidación de la paz en situaciones de
conflicto interno, no pueden asumir que los derechos humanos "no son asunto nuestro".
Son componentes clave de los intereses y las preocupaciones de las partes, importantes
indicadores de la asimetría de poder y en ocasiones de abusos de poder, y con
frecuencia son tanto causas como consecuencias de los conflictos que nos proponemos
zanjar o transformar. Es crucial que los encargados de consolidar la paz conozcan y
comprendan los puntos fuertes y débiles de las normas de derechos humanos, así como
la forma de utilizarlas de manera constructiva y apropiada.

 
Conclusión:

Los Derechos Humanos son la resultante de la Búsqueda de equidad entre los Hombres
del Mundo. Su promoción nos ha llevado a vernos de forma igual pero lamentablemente
siguen habiendo formas de acción que no permiten el libre desenvolvimiento de la
persona.

Pero no solamente es esto, sino también es una forma de vida, que se traduce en la
libertad de opinión, de acción, entre otros logrando una pacífica interacción de las
personas dentro de una Sociedad.

Los Derechos Humanos son importantes en el sentido de igualdad de oportunidades y


de desarrollo, pero también implica que nosotros como hombres sepamos valorar ello y
promover la diversidad pero de manera pacífica, con verdadera justicia y un gran valor.

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