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Suicidio: Lo que deben saber los padres

El suicidio puede prevenirse. Conoce los factores de riesgo, las señales de


advertencia y los pasos que puedes seguir para proteger a tu hijo(a) en
riesgo.

¿Tu hijo(a) está en riesgo de suicidarse? Puesto que ninguna persona es inmune,
existen factores que pueden hacer que algunas personas sean más vulnerables
que otros. Comprender la manera de saber si tu hijo puede ser suicida y dónde
buscar ayuda y tratamiento.

¿Qué hace que las personas sean vulnerables al suicidio?

Muchas personas que intentan suicidarse o se suicidan presentan trastornos de


salud mental. Como resultado, tienen problemas para hacer frente al estrés que
genera cada situación que se presente día a día, como enfrentar el rechazo, el
fracaso, las rupturas, los problemas familiares o situaciones vividas en el pasado
que le afectan en el diario vivir. Tampoco son capaces de ver que pueden cambiar
sus vidas — y que el suicidio es una respuesta permanente, no una solución a un
problema temporal.

¿Cuáles son los factores de riesgo para el suicidio en adolescentes?

Una persona puede presentar ideas o conductas suicida debido a ciertas


circunstancias de la vida como:

 Tener un trastorno psiquiátrico, como depresión, bipolaridad, ansiedad,


esquizofrenia, entre otros.
 Una pérdida o conflicto que involucre a amigos o a familiares cercanos.
 Antecedentes de maltrato físico o abuso sexual, o exposición a la violencia.
 Problemas de alcoholismo o drogadicción.
 Problemas físicos o médicos, por ejemplo, quedar embarazada o tener una
infección de transmisión sexual.
 Ser víctima de hostigamiento.
 Problemas en el entorno académico, familiar, social o laboral.
 Sentir incertidumbre acerca de la orientación sexual.
 Exposición al suicidio de un familiar o amigo.
 Ser adoptado.
 Antecedentes familiares de trastorno del estado de ánimo o
comportamiento suicida.
¿Qué papel desempeña la Psicología?

La Psicología desempeña, al menos, un doble papel en el campo de la conducta


suicida: el tratamiento y la prevención. Por un lado, el enfoque funcional y
contextual de la Psicología es fundamental para entender los problemas clínicos o
existenciales, cuya doble vertiente comparte la conducta suicida.

Las terapias psicológicas ofrecen la oportunidad de debatir acerca de tales


problemas en un ambiente seguro, donde el psicólogo puede validar el sufrimiento
de los pacientes o clientes a la vez que les orienta hacia la vida con nuevas
estrategias de afrontamiento. De hecho, numerosos estudios han puesto de
relieve el rol fundamental de las intervenciones psicoterapéuticas dirigidas a la
ideación, las tentativas y la conducta suicida.

¿Qué papel juegan los antidepresivos?

En general, la mayoría de los antidepresivos son seguros, pero la Administración


de Alimentos y Medicamentos exige que todos los antidepresivos tengan
advertencias de recuadro negro, la advertencia más estricta para los
medicamentos recetados.

Las advertencias llaman la atención sobre el hecho de que los niños, adolescentes
y adultos jóvenes menores de 25 años pueden tener un aumento en los
pensamientos o conductas suicidas cuando toman antidepresivos, especialmente
en las primeras semanas después de comenzar o cuando se cambia la dosis.

Recuerda que es más probable que los antidepresivos reduzcan el riesgo de


cometer suicidio a largo plazo, ya que mejoran el estado de ánimo.

¿Cuáles son las señales de advertencia suicida?


Las señales de advertencia de suicidio en adolescentes podrían incluir las
siguientes:

 Hablar o escribir sobre el suicidio; por ejemplo, hacer declaraciones como


"me voy a matar" o "ya voy a dejar de ser un problema para ti"
 Aislarse y evitar el contacto social
 Tener cambios de humor
 Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas
 Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación
 Cambiar la rutina normal, incluidos los patrones de alimentación y sueño
 Hacer cosas arriesgadas o autodestructivas
 Regalar pertenencias cuando no hay otra explicación lógica de por qué se
está haciendo esto
 Tener cambios en la personalidad o ponerse extremadamente ansioso o
inquieto cuando se presenta alguna de las señales de advertencia
mencionadas anteriormente
¿Qué debería hacer si sospecho ideación o tentativa suicida?
Si crees que tu hijo está en peligro inmediato, llama al número de ayuda inmediato
proporcionado o a emergencias.

Si sospechas que tu hijo podría estar pensando en el suicidio, habla con él o ella
inmediatamente. No tengas miedo de usar la palabra "suicidio"; hablar de suicidio
no le dará ideas, sino que va a generar un círculo de confianza en el que podrán
buscar soluciones al problema.

Pídele a tu hijo que hable de sus sentimientos y escúchalo con atención. No


desestimes sus problemas. En cambio, asegúrale que lo amas. Recuérdale a tu
adolescente que puede superar lo que sea que esté sucediendo, y que tú estás
dispuesto a ayudar. No aconsejes ni prometas cosas que no están a tu alcance o
que no vas a poder cumplir.

Además, busca ayuda médica para tu hijo. Pídele al médico de tu hijo que te guíe
para saber qué hacer y te brinde información fiable. Las personas que tienen
sentimientos suicidas generalmente necesitan ver a un psiquiatra o psicólogo con
experiencia en el diagnóstico y tratamiento de niños con problemas de salud
mental.

El médico querrá obtener una imagen precisa de lo que está sucediendo de una
variedad de fuentes, como el adolescente, los padres o tutores, otras personas
cercanas al adolescente, informes escolares y evaluaciones médicas o
psiquiátricas previas.

¿Qué puedo hacer para evitar el suicidio?

Puedes tomar medidas para ayudar a proteger a tu hijo. Por ejemplo:

 Ocuparte de la depresión o ansiedad. No esperes a que tu hijo acuda a ti.


Si tu hijo está triste, ansioso o parece estar en apuros, pregúntale qué le
pasa y ofrécele tu ayuda.
 Prestar atención. Si tu hijo está pensando en suicidarse, es probable que
muestre señales de advertencia. Escucha lo que dice y observa cómo se
comporta. Nunca ignores las amenazas de suicidio como un melodrama.
 Desalentar el aislamiento. Alienta a tu hijo a pasar tiempo con amigos y
familiares que lo apoyen o a realizar actividades que le gusten y que
ayuden a mantener un estado emocional estable.
 Alentar un estilo de vida saludable. Ayuda a tu hijo a comer bien, hacer
ejercicio y dormir regularmente.
 Apoyar el plan de tratamiento. Si tu hijo recibe tratamiento por un
comportamiento suicida, recuérdale que podría llevar tiempo sentirse mejor.
Ayúdalo a seguir las recomendaciones de su médico. También anímalo a
participar en actividades que le ayuden a recuperar la confianza en sí
mismo. No dejar medicamentos que hayan sido prescritos por
psicoterapeuta solo porque “ya se siente bien” hasta que este indique.
 Almacenar de forma segura las armas de fuego, el alcohol y los
medicamentos. El acceso a los medios puede influir si un adolescente
ya es suicida.
Recuerda que el suicidio se puede evitar. Si estás preocupado por tu hijo, habla
con él o ella y busca ayuda de inmediato

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