Eí.: n una época de misticir:r. . ----:.,.

1 L stnsmi,
.E-=especiales, es fácil que :l ::;-- sr¿ .Hrl-lr{m &!
manela eqUivOcada. PerO le B:i.,: : i:-_n-ad mü¡l!!iü¡ü.

I
profecías que afirman la erisr:i¡:= , .. :r.m;qü¡ ,@
cíelo. Cielo y eternidad rer ela -e¡: ::-1-:.
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acerca de los tiempos por r f ¡¡- \ :a::¡. .rt ir lrn:g¡¡6r
de trascendental interés tales ¡r¡::,,
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El cielo es más que una imasin3¡tr:-=: Ja 3Tr{t¡:ñlxs x

lll'11 LlI N u/'f
un concepto filosófico. El cielo ¡s l: ,__: tr:-rn[ i ru:$
donde Dios el Padre 1, Jesucnrr, , .-r--l -*-.r* *
glorioso hogar que espera a todo ei gur --::-
- "'Njr;Jtrj:lmf
y ltl acepta como su Señor r Sah 3¿,_-¡
l ¡;:;¡;'.-:l i: i es el director ejecurir,_ :e. l::,t-: &
Investigaciones Pretribulacionistas en \1 ;.::::¡-r. n- l
Posee un título avanzado del Semllr¡1.,: l-:.,.,-,:.. .m
Dallas y un doctorado de1 Semina¡ir. T:,_,,..¡- .,u;am
'I lt::i¡ ¿ ¡i:a F.¡;. r:.,
recibió su maestn¡ r J.-(: -r-idr: f,r
Teología Histórica clel Semtna¡io Te..i¡,:r-._
Ha serr ido como capellán de la \lann¡ ¿r -:" ;l --_
- lr¡*;¡¡.
durante muchos años y en la actualid¿d i.-: :rj:r::&&l
en Newport, Rhode Isiand. Como coaul,¡ris, ¡_i :¡:r"tu*
incluyen otros libros de ia Serie .Prot-erÍ¡- F-:,_ú-3.m:!,.
por Editorial Portavoz.

ISBN 0_é¿5'{_13r+"+
TuommlcnY
EDITORIAL PORTAVOZ

Fv*,i*++i.-a 9 llII[[H{|H, TrutoTltY ilnmv

 Conteni.do
Introducción

I
PRIMERA PARTE
i

¿Qué es el cielo?
1. ¿.Dónde se enseña en la Biblia acerca del cielo? 8
2. ¿Existe alguna diferencia ente cielo y eternidad? l0
3. ¿Dónde estó el cielo? ¿Acaso ya existe? l0
4. ¿Cuánd.o empieza el estado eterno o la eterniilad? lL
5. ¿Qué es la ciudail eterna? 12
6. ¿Cuól es la relación que existe ente el milenio y el estada
etemo? 12
7 . ¿ final del milenio? 13
Qué ocurre al
8. ¿Cómo se relacionan los juicios futuros con el cielo? 15

SEGUNDA PARTE
¿Cómo va a ser el cielo?
Tíruto_del original: Heaven and Eternity, @ l9g7 por pre_ 9. ¿Qué va a ocurrir en el cielo? 17
Trib Research Center y publicado pór Harvest House 10. ¿Tendremos cuerpos en el cielo? 19
Publishers, Eugene, Oregon 97402. 11. ¿Tendremos identidad personal y reconoceremos a otros
en el cielo? 20
Edición en casrcllano: C-ielo y eternidad por Thomas Ice y t2. ¿Nos reuniremos con amigos y familiares cristianos
Timothy
P9*y, O 1999 poi Editorial p;rtav;;, filial de en el cielo? 2l
lGq.t Publications, Graná Rapids, Michigan
ios derechos reservados.
+gi0t. to¿os 13. ¿Hay matrimonio en el cielo? 2L
t4. ¿Cómo se relacionan los dngeles con el cielo y la eternidad? 22

Ningyra partg de esta publicación podrá reproducirse de nin_ TERCERA PARTE

guna forma sin permiso escrito prévio de lós
editores, con la
excepción de porciones breves én revistas y/o reseñas.
¿Quién va a estar en el cielo?
15. ¿Quienes son los habitantes d¿l cielo? 23
Traducción: John Bernal 16. ¿Qué ocurre en el momento d¿ la muerte? 24
Diseño de la portada: Alan G. Hartman .
17 ¿Qué pasa con la idea de que el alma queda dormida? 25
Compaginación: Nicholas G. Richardson 18. ¿Quién entra al cieLo? 26
19. ¿ Qué hay de los bebés, los niños y otras personas incapaces de
EDITORIAL PORTAVOZ entender el evangelio? 27
K-regel Publications 20. ¿QLré relación tiene Jesucristo con el cielo? 29
P.O. Box 2607
Grand Rapids, Michigan 49501 EE. UU.
CUARTA PARTE
!'isítenos en: www.portavoz.com
¿Qué futuro le espera a los no cristianos?
rsBN 0-8254-1347-8 2t. ¿Acaso todo el mundo no va al cielo? 29
22. ¿Qué es el infierno? 30
| 2 3 4 5 edición/año 03 02 01 00 99 23. ¿En qué parte enseña la Biblia acerca del infierno? 30
24. ¿El castigo va a ser etemo? 32
Printed in the United States of America 25. ¿Y qué hay de la aniquilación? 32
 C;e,¿r -', erernidad

.Sc ;q; dei universalismo? 33

. r)Li ia
dz la reencarnación? 34
;Qú itar de las enseñan;as sobre eternidad en
airas religiones? 35
3. ;Qué hav" de las experiencias cercanas a la muefte?
36

QTIINTA PARTE
Acerca d,e esta serie ...
-- ¿Cuál es la importancia del cielo en la actualidad?
30. ¿ Ia creencía en el cielo no es en realidad simple esiapismo La serie «Profecía» está pensada para dar a los lectores un
? 3g
breve sumario de temas y cuestiones individuales de la profecía
)!. ¡
;Qué hat del dolor las aflicciones que ,*prri^enrikos? 39
32. ¿ P or qué debe ría yo interesarm¿ en el cieli? 4l bíblica. Para referencia rápida y facilidad de estudio, estas obras
33. ¿ Cómo puedo estar seguro de que iré al cielo? 42 se redactan en un formato de pregunta y re§puesta. Las pregun-
Conclusión 4 tas siguen unaprogresiónlógica, de modo que el lector que las
Notas 45 lea seguidas conseguirá un mejor aprecio por el tema y las cues-
Lecturas re comendadas 48 tiones involucradas. Cada tít¡¡{o está totalmente documentado con
notas al final del libro.
La perspectiva teológica que se presenta en toda la serie es la
premilenarista y pretribulacional. Los autores reconocen que ésta
no es la única posición aceptada por los cristianos evangélicos,
pe.o creemos que es la perspectiva de mayor aceptación y más
destacada* Es también nuestra convicción que el premilenarismo,
y de manera específica el pretribulacionismo, es la explicación
más acorde con el plan profético de Dios revelado en la Biblia.
El estudio de la profecía y de sus intrincados componentes es
una empresa detallada y compleja, pero no es de imposible com-
prensión o resolución. Es susceptible de error, malas interpreta-
ciones y confusión. Pero esas posibilidades no deberían inducir
a ningún cristiano a apartarse del estudio de la profecía ni a ale-
jarse de una sincera y útil discusión acerca de la misma. El pro-
pósito de esta serie es proporcionar una herramienta concisa y
coherente a todos los que deseen una mejor comprensión de las
Escrituras. Si el lector profundiza, tendrá grandes compensacio-
nes, y obtendrá satisfacción al ir creciendo en el conocimiento y
en el amor de nuestro Señor Jesucristo y de su Palabra.

Libros de la serie «profecía» por
Thomas Ice y Timothy J. Demy
El Anticristo
Armagedón y el medio ori¿nte
Elanebatamicnto
2.000 d.C. y la predicción de la venida de Cri*to
El milenio
Jerusalén en la profecía bíbtica
I-a segunda venida de Cisto
Las señales finales
El templo de las úhimos días
I_atibulación
1
-
INTRODT]CCIÓN
Hace mucho tiempo, en medio de terrible sufrimiento y muer-
tes, Job preguntó, «si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?». Tu-
vieron que pasar siglos antes de que su pregunta recibiera una
respuesta concreta y definitiva dada por Jesucristo quien dijo,
«Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente» (Juan 1 l:25,26). En la noche anterior a su cruci-
fixión, Jesús dijo a sus discípulos, «En la casa de mi Padre mu-
chas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; vo¡
pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare
lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde
yo estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:2,3).
El lugar del que Jesús hablaba es el cielo. Es la esperanza de
todos los que creen en El. A través de los siglos, el cielo ha sido
representado por artistas, poetas, autores y predicadores. San
Agustín, Dante, John Milton, Juan Bunyan, C.S. Lewis y mu-
chos más han escrito acerca del cielo y sus glorias. Se canta del
cielo en himnos, cánticos espirituales, música clásica, así como
en tonadas del oeste y de estilo country. Se menciona en chistes
y en serrnones, en hospitales y salones de clase. Casi todo el
mundo tiene algunas nociones vagas sobre el cielo-algunas bí-
blicas y otras no bíblicas. La promesa del cielo ha traído espe-
rar,za a los desalentados, consuelo a los afligidos y seguridad a
los que estiín librando batallas espirituales.
El cielo es real. En una época de fantasía, efectos especiales,
misticismo y apatía espiritual, es fácil que el cielo se represente
eróneamente. No obstante, la Biblia es muy clara en cuanto a la
existencia y propósito del cielo. Y dado que el cielo y el estado
eterno son parte del plan de Dios para las edades, el cielo y la
profecía tienen una relación integral.
Algunas veces cuando leemos el periódico, la noticia más
significativa no se encuentra en la primera página ni en los titu-
lares, sino en los obituarios. Si acaso no hemos sido notificados
por amigos y seres queridos, es aquí donde nos enteramos de la
muerte de amigos, vecinos y conocidos. En estas breves líneas y
columnas se nos recuerda la brevedad de la vida y la certeza de
la muerte. Cuando pensamos en nuestra propia muerte o la muerte
de un ser querido la teología se vuelve algo muy personal.
Lo que creamos acerca de la vida y la muerte, del bien y el
mal, y de cielo e infierno es de gran ffascendencia. C.S. Lewis
escribió sobre la importancia del cielo, señalando que, «si usted
lee la historia, encontrará que los cristianos que hicieron las
mayores contribuciones a este mundo, solamente fueron aque-
Ilos que pensaron tnás en el siguiente... Es debido a que los cris-
tianos en gran parte han dejado de pensar en el otro mundo, que
se han vuelto tan poco efectivos en éste>>. ¡ Cuánta verdad encie-
 8 Cielo y eternidad
rra esto para todos nosotros! pensar en el cielo tiene ia
mayor
importancia a nivel personal y teológico.
I.a escatología es el estudio de eventos y personajes
futuros
con base en las profecías de la Biblia. fodai üs profecías
bíbli_
cas concernientes al futuro se cumplirián conformé
al plan y tiem-
po de Dios-. Esto tiene que ver con cada persona que
Éaya vivido,
que viva ahora o que llegue a vivir. Laienseñanias
dé la Siblia
sobre cielo e infierno se relacionan con Io que podemos
denomi_
nar.una escatología «personal». EI cielo y el infierno son
muy
reales y muy personales-tienen qu" ue. óon nuestro futuro.
El pastor y escrito¡ doctor Steven J. Lawson escribió acerca
__
del cielo:
Que ninguno se equivoque en esto, el Cielo es un lugar
real. No es un estado mental. No es producto de la
imaginación humana: No es un concepto filosófico ni una
abstracción religiosa. No es un sueño entemecedor. No es
la ocurrencia medieval de un científico en la antigüedad.
No es la superstición ajada de un teólogo liberal. Es rin lugar
real. Un espacio mucho más real qte el que usted ocu-pa
achralmente... Es un lugar real donde vive Dios. Es el lug^ar
real de donde Cristo salió para entrar a este mundo. y es el
lugar re.al al cual regresó Cristo en su Ascensión_¡De
verdad!l
La Biblia no nos dice todo lo que nos gustaría sabe¡ sobre el
cielo, pero sí nos proporciona visiumbres del futuro para ani_
mamos en el presente. Demos un vistazo a lo que la Biblia ense_
ña sobre el cielo-ese ftituro glorioso que aguarda a todos los
cristianos.
PRIMERA PARTE
¿Qué es el cielo?
1.
¿Dónde se enseña en la Biblia acerca del cielo?
En traducciones de la Biblia al inglés la palabra «cielor> ocu-
rre más de 500 veces. Lamayoíade versículos emplean o bien
la palabra hebrea shamayin, que se traduce literalmente como
«las alturas», o la palabra griega ouranos, que se traduce literal-
mente como <<aquello que es o está elevado». Estas palabras se
emplean a lo largo de la Biblia para hacer referencia á tres luga-
res o reinos diferentes: la atmósfera, el universo, y la morada de
Dios. Estas tres divisiones han sido reconocidas a t¡avés de la
historia por fuentes tanto cristianas como no cristianas, especial_
mente en la literatura griega clásica.2 En tanto que es el tercer
uso de la palabra el que nos interesa principalmente, todas las
tres formas son comunes en la Biblia.
cielo?
¿Qué es el 9
EL cielo atmosflírico
Las referencias al cielo atmosférico se encuentran en pasajes
tales como Deuteronomio 1 1 : 1 1, I 7; 28:12,24; Josué I 0: I I ; Sal-
mo l8:13; 147:8; Proverbios 23:5; Zacarías2:6',6:5. Versículos
como estos hacen énfasis en ei «primer cielo>> o espacio atmos-
férico. Es de este dominio que habla Isaías cuando registra las
palabras de Dios en Isaías 55:9-1 1:
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamien-
tos más que vuestros pensamientos. Porque como descien-
de la lluvia y la nieve, y no ruelve allá, sino que riega la
tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que
siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de
mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará 1o que yo
quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
El universo o cielo cósmico
Ejemplos de «el universo» o el «cielo cósmico>> se encuen-
tran en pasajes tales como Génesis 1:14; 15:5;Éxodo 20:4; Sal-
mo 3,1:6: Je¡emías 10:2; Hebreos 1:10. Frecuentemente el cielo
cósmico o simplemente 1os cieios, se utiliza bíblicamente como
una Iigura de lenguaje ta1 como la hiperbole (Deuteronomio 1 :28;
Da¡iel 4:11,20,22) o como aquella meronimia que hace énfasis
en el concepto de totalidad (Deuteronomio 4:29; 30:19; Mateo
24:31; Colosenses 1:23). El reino del cielo cósmico y la totali-
dad del universo también puede encontrarse en Deuteronomio
30:19:
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra
vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que
vivas tú y tu descendencia...
Es también en este sentido que leemos acerca de la autoridad
de Jesucristo en Mateo 28:18-20:
Y Jesús es acercó y les habló diciendo: Toda potestad
me es dada en el cielo y en la tierra. por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos 1os días, hasta el fin del mundo.
l¿ morada de Dios
La morada de Dios es el núcleo principal de nuestro estudio.
Las referencias para este uso del término incluyen pasajes tales
como Salmo 33:14; Isaías 63:15; Mateo 5..16,45;6:1,9: j:17,27;
 i0 Cielo y eternidad
Apocal'psis 3:12; 21:10. Es la morada de Dios aquello de
.18:10;
1o cual habla Jesús cuando declara en Mateo l0:32,33i
Acualquiera, pues, que me confiese delante de los hom_
bres, yo también le confesaré delante de mi padre que está
en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los
hombres, yo también le negaré delante de mi padre que está
en los cielos.
La morada de Dios es el «tercer cielo» del que pablo habla en
Segunda Corintios 12:2. Jesús se reñrió
-u.has veces al cielo
en este sentido a lo largo de Su ministerio. La morada de Dios es
el tema del cual Pablo escribe a lo largo de todas sus cartas a las
primeras iglesias.
El cielo es más que una noción mística, una tierra imaginaria
-
de ensueño, un concepto filosófico. Es un lugarreal y actual donde
vive Dios, el Creador de todas las cosas. Es el hogar verdadero
de todos los cristianos. Es de donde Jesús vino en el momento de
la encamación, hacia donde É1 ascendió después de la resurrec-
ción, y de donde É1 volverá para recibir a todos los que verdade-
ramente le siguen. El cielo es el lugar que el escritoi de Hebreos
llama «la patria en la distancia», el lugar al que anhelaban llegar
todos los personajes del «salón de la fe»:
Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibi_
do lo prometido, sino miriándolo de lejos, y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregri_
nos sobre la tierra. porque 1os que esto dicen, claramente
dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen es_
tado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente
tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejo¡ esto es,
celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios
de ellos; porque les ha preparado una ciudad (Hebreos I 1:1 3-
16).
2. ¿Existe alguna diferencia entrc cielo y eternidad?
Cuando la Biblia habla del cielo, está haciendo referencia a
un lugar. El cielo existe ahora (a pesar de que no 1o estemos
experimentando), y seguirá existiendo por toda 1a etemidad.
La eternidad, o más específicamente el estado etemo, es una
dimensión aún futura de tiempo sin fin.
3. ¿Dónde está el cielo? ¿Acaso ya existe?
El apóstol Pablo nos cuenta a nosotros como cristianos, que
«nuestra ciudadanía está en los cielos» (Filipenses 3:20). El cie-
lo existe ahora y está localizado en algún lugar más allá de la
tierra y de nuestro universo. EI cielo es el lugar donde mora
Dios-aunque Dios no está circunscrito espacialmente al cielo
¿Qué es el cielo? 11
porque É1 es omnipresente. Su omnipresencia se refleja en la
oración de Salomón durante la dedicación del Templo: «He aquí
que los cielos, 1os cielos de los cielos, no te pueden contener;
¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?» (1 Reyes 8:27).
En el Salmo 139:8 el salmista también habla de la omnipre-
sencia de Dios al declarar, «Si subiere a los cielos, allí estás tú; y
si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás». La omni-
presencia de Dios no lo limita al cielo, simplemente el cielo es
Su habitación. El doctor John MacArthur escribe:
A,sí que decir que Dios mora en el cielo no es afirmar
que El esté contenido allá, sino que se trata exclusivamente
de Su hogar, Su centro de operaciones, Su puesto de co-
mando. Es el lugar donde se asienta Su trono. Y es donde
ocurre la más perfecta adoración hacia É1. Es en ese sentido
que decimos que el cielo es Su morada.3
Aunque el cielo es un lugar, no está limitado por fronteras
físicas o confines de tiempo y espacio. Puede ser experimentado
r habitado por seres con cuerpos materiales, pero no está restrin-
,tí.3o p.rr nociones tales como altura, anchura y profundidad.a
Tiene características v atributos físicos, pero también es extra-
físico. El doctor llacAnhu¡ escribe en cuanto a los atributos y la
unicidad del cielo:
Así que el cielo no está confinado a una localidad de-
marcada por fronteras que puedan ser observadas o calcu-
lables. Trasciende los confines de las dimensiones
espacio-temporales. Quizás eso es parte de lo que quieren
decir las Escrituras cuando se declara que Dios habita la
etemidad (Is. 57:15). Su lugar de habitación o morada---+l
cielo-no está sujeto a limitaciones normales propias de
dimensiones finitas. No necesitamos especular acerca de
cómo puede ser esto; es suficiente notar que esta es la ma-
nera en que las Escrituras describen el cielo. Es un lugar
real donde personas con cuerpos físicos van a morar en la
presencia de Dios durante toda la etemidad; y también es
un espacio que desborda nuestro concepto finito de lo que
es un <<lugar».5
Aunque es muy real, el cielo puede no ser espacial en su esta-
do intermedio actual. Es el lugar donde se encuentra Cristo aho-
ra, pero también está más allá de nuestros sentidos y experiencias
normales. Es verdaderamente un fenómeno sobrenatural.ó
4. ¿Cuándo empieza el estado eteÍro o la eternidad?
Según los capítulos 2l y 22 de Apocalipsis, el estado eterno
empezwáal final del milenio, el reinado de Cristo sobre la tierra

t-
12 Cielo y eternidad
durante mil años. Desde nuestro actual punto en la historia, el
próximo evento en el plan profético de Dios es el arrebatamiento
de Ia iglesia, que será seguido por la tribulación de siete años, la
segunda venida de Cristo, el reinado milenario y finalmente, el
estado etemo.
La eternidad se distingue del reinado milenario, en que du-
rante el milenio, Jesucristo gobemará sobre la tierra durante 1.000
años. Al final de este periodo habrá una serie dejuicios y la in-
troducción del estado eterno.
5. ¿Qué es Ia ciudad eterna?
Después de los juicios al final del milenio, Jerusalén será des-
truida por medio del fuego al igual que el resto de la tierra (Mateo
24:35;2Pedro 3: 10).7 Sin embargo, de acuerdo aApocalipsis 3: l2
y capítulos 2l y 22, habrá una nueva ciudad-la Nueva Jerusa-
lén-1ue reemplazará la ciudad destruida y seguirá existiendo por
toda la etemidad. Esta nueva Jerusalén es la «ciudad etema>>.
Jesús dijo a Sus discípulos en Juan 14'.2,3 que Él iba al cielo
a preparar un lugar para los creyentes. Parece que el lugar que Él
está preparando es la Jerusalén celestial.
Esta nueva Jerusalén que tiene su origen en el cielo, también
será «terrenal>>, en el sentido de que se trata de un lugar físico y
geográfico. Será la parte de «tierro> en los cielos nuevos y la
tierra nueva que reemplazarián al cielo y la tierra actuales des-
pués de su destrucción. Después que la tierra actual haya sido
destruida por fuego (2 Pedro 3:10), entonces ia nueva ciudad
descenderá de los cielos:
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer
cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender
del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para
su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el
tabemáculo de Dios con los hombres, y é1 morará con ellos;
y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como
su Dios (Apocalipsis 2l:1-3).
Apocalipsis 2l-22 es da detalles muy específicos de la ciu-
dad y sus habitantes en la condición de bienaventuranza del esta-
do eterno. Aunque hay muchas preguntas que podemos tener
sobre la eternidad, la visión de Juan no deja duda alguna respec-
to al hecho de que ios ciudadanos de esta nueva Jerusalén, /a
ciudad etema, existirán en condiciones completamente distintas
a las que este mundo ha conocido.
6. ¿Cuál es la relación que existe entre el milenio y el
estado eterno?
El milenio y el estado etemo son dos fases claramente sepa-
radas del reino de Dios. El doctorArnold Fruchtenbaum escribe:
rE¡-l
¿Qué es el cielo? 13
El milenio en sí únicamente dura mil años. Sin embar-
go, de acuerdo a las promesas del Pacto Davídico, debía
haber una dinastía eterna, un reino etemo y un trono eterno.
La existencia etema de la dinastía está asegurada porque
culmina con una persona eterna: el Señor Jesucristo. Pero
la existencia eterna del trono y del reino también debe ase-
gurarse. La forma milena¡ia del reino de Dios llegará a su
fin después de mil años. Pero el reino de Dios en el sentido
del dominio de Dios continuará en el Orden Etemo. Cristo
seguirá estando en Su posición de autoridad sobre el trono
Davídico al entra¡ en el Orden Eterno.s
El milenio es una preparación para el estado etemo. Aunque
va a ser diferente a la vida como la conocemos hoy en día, el
milenio todavía va a estar muy lejos de la absoluta perfección
del estado eterno. Leemos en Apocalipsis 21:7-22;5 que el esta-
do etemo va a incluir la terminación del antiguo orden y la crea-
ción de la nueva Jerusalén y de cielos nuevos y tierra nueva.
Cuando se comparan los dos periodos de tiempo observamos
los siguientes contrastes:
. El milenio está asociado con una continuación de la his-
toria humana. no ocurre lo mismo con el estado eterno.
. El milenio es el remate de la historia humana porque el
pecado todavía está presente aunque refrenado por el go-
bierno de Cristo. El cielo, en el estado eterno, está total-
mente libre de pecado.
. En el milenio la adoración se enfocará en Jesucristo, la
segunda persona de la Trinidad. Durante el estado etema,
la comunión directa con Dios el Padre, la primera persona
. de la Trinidad, será una realidad por primera vez desde el
Jardín de Edén.
. El milenio será un tiempo en el que creyentes resucitados
y seres humanos no resucitados se mezclariin en la vicia
diaria. El estado eterno consistirá única y exclusivamente
de personas resucitadas.
. El milenio será un tiempo en el que seguirán naciendo
seres humanos que podrán aceptar o rechazar a Cristo
como su Saivador. El estado eterno será un tiempo en el
cual ninguna otra persona será añadida alaraza humana,
y ei destino de todos quedará definido-salvados o perdi-
dos para Ia eternidad.
Habrá muchas diferencias ent¡e el milenio y el estado etemo,
pero ambos difieren en gran manera con respecto a nuestra ac-
tual época histórica.
7. ¿Qué ocurre al final del milenio?
Al final del ¡einado
de Cristo sobre la tierra durante mil años,
tendrá lugar una última rebelión de Sataniás y sus tropas. Tal como
r
14 Cielo y eternidad
está profetizado en Apocalipsis 20, Satanás será soltado al cierre
del milenio y se levantará en contra del reinado milenario de
Cristo:
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de
su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los
cuatro iíngulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de re-
unirlos para la bataila; el número de los cuales es como la
arena del mar. Y subieron sobre la anchura de 1a tierra, y
rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y
de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. y el
diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apo-
calipsis 2O:7-10).
En una última tentativa para obtener poder y la lealtad de 1os
hombres, Satanás manifestará su verdadera nairaleza (como lo
ha hecho a 1o largo de toda la historia) y tratará de apoderarse del
trono de Dios. El doctor John Waivoord escribe acerca de este
intento de golpe de estado:
Los mil años de encierro no lograrán cambiar la natura-
leza de Satanás, y é1 va a intentar tomar el lugar de Dios
para recibt la adoración y obediencia que solamente son
debidas a Dios. Encontrará una pronta respuesta entre aque-
llos que hayan hecho una profesión de seguir a Cristo en el
Milenio pero que en ese momento «mostrar¿in el cobre».
Ellos rodearián Jerusalén en un intento por capturar la ciu-
dad capital del reino de David así como del mundo entero.
Las Escrituras dan un breve reporte al respecto diciendo,
«de Dios descendió fuego del cielo, y los consumiórr.e
Según Apocalipsis 20: 1 0, la liquidación de Satanás será rápi-
da pero definitiva. Será lanzado en el lago de fuego, donde se
unirá al anticristo y al falso profeta (quien es el lugarteniente del
anticristo) (Apocalipsis I 3: I 1 - I 8). El hecho de que el anticrisro
y el falso profeta se encuentren en el lago de tuego al momento
de la segunda venida, antes del milenio, confirma el hecho de
que ya han desaparecido de la historia. El lago de fuego es la
forma perpetua del infiemo de la cual nadie sale nunca una vez
arrojado allí. Esta es la razón por la que Satanás queda encerrado
en el abismo al inicio del milenio. Tendrá una aparición adicio-
nal sobre el escenario de la historia antes de ser confinado de una
vez por todas al lago de fuego.
El juicio de Satanás es seguido por ei juicio de los muertos
que no creyeron, un evento conocido como eljuicio ante el gran
trono blanco (Apocalipsis 20: 1 I - 15). Estos juicios conforman el
¿Qué es el cielo? 15
puente que existe entre el milenio y el estado eterno como está
descrito en Apocalipsis 21-22. Constituyen los eventos finales
del milenio, y después de ellos viene la desaparición de los ac-
tuales cielos y tierra (Mateo 24:35; Marcos 13:31;Lucas 16:17;
21:33;2 Pedro 3:10). Juan escribe,
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer
cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más
lApocalipsis 2l : t).
8. ¿Cómo se relacionan los juicios futuros con el cielo?
De acuerdo al plan y agenda proféticos de Dios, todavía que-
dan varios juicios en el futuro. Algunos de estos juicios tendrán
lugar antes del final de la tribulación, y otros se darán al final del
milenio y antes del estado eterno.
Justamente antes de la inauguración del estado eterno y de
que los creyentes habiten el cielo por la eternidad, se hará el
juicio contra Satanás y los ángeles caídos (Mateo 24:41;2Pedro
2:4; Judas 6; Apocalipsis 20:10) y eljuicio ante el gran trono
blanco de los no salvós que se describe en Apocalip§is 20:1 1-15.
a,"r^:::::, Charies Ryrie resume este juicio final de la siguiente
Aquellos que son juzgados se denominan simplemente
muertos», haciendo referencia a persona§ incrédulas
<<los
(en contraste con «los muertos en Cristo>> que se aplica a
creyentes). Este juicio no va a separar a los creyentes de los
incrédulos, ya que todos los que van a experimentarlo ha-
brán tomado durante sus vidas la decisión de rechazar a
Dios. El Libro de 1a Vida que será abierto en el juicio ante
ei Gran Trono Blánco no va a tener el nombre de ninguna
persona que vaya a estar en ese juicio. Los libros de las
obras que también van a ser abiertos probarán que todos los
que están siendo juzgados merecen la condenación eterna
(y pueden ser utilizados para determinar $ados de casti-
go). No quiere decir que todas sus obras hayan sido malas,
pero sí que todas fueron obras muertas, realizadas por gen-
te muerta espiritualmente. Es como si el Juez fuera a decir,
«Voy a mostrarles con el registro de sus propios hechos que
merecen ser condenados>>. Dc modo que todos los que van
a aparecer en este juicio serián arrojados en el lago de fuego
para siempre.ro
En la siguiente tabla se presentan los diversosjuicios. Se debe
advertir que todos losjuicios tienen lugar antes del estado eterno.
 %

16 Cielo y eternidad

,UICIO TIEMPO LUGAR PERSONAS EASE IESULTADOS ESCRITURAI SEGUNDA PARTE

Obrasde
¿Cómo va a ser el cieh?
Entre el Eema de Creyentes 0brasy Recompen. 1Co3:10-
los anebata- Crhto en Cristo andar en la sas 0 1 5;2 Co.
creyentes mientoy la vida pérdida de 5:l 0
segunda cristiana galardones 9. ¿Qué va a ocurrir en el cielo?
venida
La Biblia describe la vida en el cielo como llena de gozo,
5antos del Fin de l¿ Creyentes Fe en Dios Recompen- 0n.12:l-3
actividades con propósito y adoración. Cuando pensamos en la
Antiguo tribulac¡ón/ en tiempos 5as eternidad, es fácit preguntarse si nos vamos a aburrir en el cielo'
Testamento segunda del A.T. Sin embargo, las vislumbres bíblicas del cielo no son de aburri-
venida
miento. LiBibtia habla de al menos seis actividades que tendrán
5antos de Fin de Ia Creyentes Fe en Crifo Reinarán 4p.20:4-6
lugar en el cielo: adoración, servicio' autoridad, compañerismo,
12
la tribulación/ del periodo y fidelidad con Cristo aprendizaje y descanso.
tribul¿ción segunda de Ia a Cilsto en el
venida tribulación Milenio Ado ración sin dis trac c io ne s
JudÍos con Fin de la En el Judios que Fe en Cristo Creyentes E2.20:3438
La adoración será la actividad principal en el cielo. «Pudiera
vida tribulaciór/ desierto sobrevivan entran al ser que la primera actividad excelsa y continua de los redimidos
segunda ala reino; será la adoración del trino Dios>>.r3 Algunos de los pasajes más
extensos sobre adoración en el cieio se encuentran en Apocalip-
venida tribulación rebeldes
son
apartados
sis 19:1-8 y capítulos 4 Y 5.

Gentiles Finde la Valle de Gentiles Fe en Crifo Creyentes ioel 3J-2; La adoración ya no va a ser una palabra por definir o
üda rribulación/
una experiencia indescriptible. No va a ser manipulada ni
con Josafat que probada entran al Mr.25:31-
segunda sobrevivan por sus reino;los
venida ala obras demás van
fingida. Habiendo perdido toda su afectación, la adoración
tribulación al lago de seníunade las actividades más continuas, prioritarias y gran-
fuego diosas de los redimidos. Será espontánea y genuina. Ocu-
y
pará al universo entero. Los aleluyas y los gloria a Dios y
5atanás Fin del Satanás y
los amenes ahogarán todos los sonidos del Cielo y de la
Lealtad al Lago de Mt24:41;2
los ángeles Milenio los ángeles fako fuego Pedro 2:4
caídos que lo sistema de Judas 6:Ap. tierra, y todos nos vamos a abandonar en el gozo de decirle
sigan Satanás 20:10 a nuestro Dios cuánto lo admiramos.la

Personas Fin del Ante el lncrédulos R«hazo a Lago de 4p.20:1

Sobre la base establecida por Apocalipsis 4:8-11, ia adora-
1

no salvas Milenio GranTrono detodos Dios fuego 15

Elanco lostiempos ción de Dios en el cielo incluye al menos seis cosas:
. Una celebración de la grandeza de Dios (4:8)
Juicios de Ios últimos tiempos . Una celebración de la bondad de Dios (4:9)
. Una sumisión ante la soberanía de Dios (4:10)
. Una adoración de la persona de Dios (4:l)
. Una renuncia al yo ante la gloria de Dios (4:10)
. Una exaltación del nombre de Dios (4: 1l)'5
Servicio sinfatiga
En Apocalipsis 22:3 leemos, «Y no habrá más maldición; y
el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le
servirán». A través de toda la revelación en Apocalipsis, la frase
«siervo>> se utiliza para describir a las personas que están en el
cielo experimentando sus glorias. A diferencia de las condicio-
nes en que se realiza en el presente, el futuro servicio a Dios en
el cielo estará exento de demandas de tiempo, frustración, temor
al fracaso, limitaciones y agotamiento. El servicio a Dios pro-
 18 Cielo y eternidad
¿Cómo va a ser el cielo? 19

vendrá de adoración v motivos puros, y

disfruta¡ goro. ' será una experiencia para 10. ¿Tendremos cuerpos en el cielo?
"on En el cielo tendremos cuerpos espirituales reconocibles del
Autoridad sin tacha mismo tipo que Jesucristo tuvo después de Ia resurrección. En
En Apocalipsis 22:5 reemos que los Primera Juan 3:2, el apóstol Juan escribe, «nosotros sabemos
creyentes en el ciero «rei-
narán por los siglos de los sigloi,. B, que cuando él se manifieste, seremos semejantes a é1, porque le
mJu, ió,ii,t9 Jesús en_ veremos tal como éi es". Años atrás en su evangelio, Juan había
señó que habría un galartón y,una autoridaá
le janl a
qu. ," registrado las palabras de Jesús en referencia a la resurrección
lo.s
que le siguieran. Él también "n'.l'turr.o
i;düqr" la auroridad
y la administración inctuinan un juicio de los creyentes y la resurrección de juicio para los incrédulos.
(Mateo
;;;. ür'l2 rribus de Jesús dijo, «Vendrá hora cuando todos los que están en los se-
!sr.a9l 19:2g; Lucas 22:30:¡. nn pri..ru óo¡nrios
6:3, pulcros oirán su voz; y los que hicieron 1o bueno, saldrán a resu-
Pablo atlrma que los cristianor turbién
I ,.náian urito¡oad sobre
1os ángeles en el cielo. rrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación» (Juan 5:28,29).
I C ompañe rismo s in suspicac ia Los cuerpos que vamos a tener en el cielo seriín nuestros pro-
El cielo ofrecerá a creyentes de todas las pios cuerpos terrenales pero glorificados. Tendrán las mismas
edades la oportuni_
d-ad de u-n compañerismó sin límires cualidades del cuerpo glorificado que Jesucristo tuvo al resuci-
.rk ;ñ;;, Jesucrisro tar. De acuerdo a Filipenses 3:21, Jesucristo «transformará el
I
8:11: Apocalipsis 19:9). en et ci"loiJnjá*o,
!Yl^,..o
nron Iraterna con los cristianos que conocimos
.o.r_ cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo
en la tierra así de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar
como con 1os santos del Antiguo Testamento,
cristianos que vi_ a sí mismo todas las cosasn. Los efectos de la caída y del pecado
vieron antes y después de nosotros, y
aquellos a quienes las cir_
cunstancias actuales no nos han permitiáo serán removidos de nuestros cuerpos resucitados. Los cuerpos
aonoaÉ..
serán reales pero sin las limitaciones físicas que actualmente
A p rendizaje
s in de sfa I lec im ie nto experimentamos y sin los efectos de la enfermedad, la
«No vamos a saber todas las cosas en discapacidad, o la tragedia. La escritora y artista Joni Eareckson
el Cielo, porque única_
mente Dios es omnisciente, sino que más Tada, quien quedó parapléjica después de sufrir un accidente
bien iJrd...o. ,ru haciendo un clavado en una piscina siendo adolescente, escribe
pTu aprender sin límites. Con la Caída, cayó
..,1!u:dud .,ver una cor_ acerca de la certitud y la gloria de nuestros cuerpos resucitados
tlna que nos ha hecho por espejo, oscuram.nt..,, pero en el
Cielo esa cortina va a ser liuantaOá, y que están descritos en Primera Corintios 15:35-54:
como fuimos conocidos',-[véase primára"r¡or...'::.onoceremos
Corintios i::121. Uno En a"lguna parte de mi cuerpo averiado y paralizado se
de los grandes gozos del Cielo será el
de pod.;;;;os et tiem_
poque sea necesario para esclarecer todos encuentra la semilla de aquello en lo que habré de conver-
los misterios acerca tirme. La pariílisis hace que aquello en 1o que me convertiré
de Dios, el hombre y el universo».16
sea mucho más grandioso, cuando se hace tan notable el
Descanso s in abu r rimie nto contraste entre unas piemas inútiles y atrofiadas frente a
Apocalipsis 14:10-13 hace un contraste enre unas espléndidas piernas resucitadas. Estoy convencida de
el destino eter_ que si hay espejos en el cielo (¿y por qué no?), la imagen
no de l6s;urros y el de los injustos. gn
.f u..rf.ufo 1 1, se dice que veré será sin lugar a dudas <<J6¡l», ¿unque se tratará de
que los injustos «no tienen reposo
de día ni de noche» en con_
traste con los justos, quienes «descansarán una «Joni>> mucho mejor y más radiante. Tanto es así, que
de sus trabajos, por_
que sus obras con ellos siguen» (versículo ni siquiera vale la pena hacer la comparación ... Yo tendré la
13). oUn cuerpo semejanza de Jesús, el hombre que vino del cielo. Como el
espiritual y gtorificado no cónocerá la fatiga
o eídesaliento, de Suyo, mi cuerpo será real, literal y perfectamente apto para
modo que el descanso continuo.que Oio,
descansar de trabajar sino para descansar
iro."te ,o será para la tierra _y para el cielo ... Estaremos perfectamente acondi-
da na.aritu.r.,,
cionados para nuestro medio ambiente, trátese de 1os nue-
plenamente satisfechos,l üs patabras
oe Il
,^ Davld:,,"r:,o:estaremos
el salmista serán_ una completa realidad para vos cielos o de la nueva tierra.18
aquellos
que pertenezcan a Dios: «En cuanto a
mí, veré tu ,órt.o en¡usti_
cia; estaré satisfecho cuando despierte u'tu Todos los creyentes, sin importar la causa o natu¡aleza de sus
."*.jurru» (Salmo muertes o la forma en que se dispuso de sus restos después de la
17:15).
muerte, recibirrán milagrosamente nuevos cuerpos. De acuerdo a
PrimeraCorintios 15, nuestros cuerpos serín imperecederos, glo-
 20 Cielo y eternidad
¿Cómo ya 0 ser el cielo? 21

Yos, Poderosos y espirituales. El doctor John

MacArthur es_ Todos los redimidos conservanín su identidad para siem-
pre, pero en una forma perfeccionada. Seremos capaces de
tener compañerismo con Enoc, Noé, Abraham, Jacob,
Todo esto es para deca que
en er cielo tendremos cuer- Samuel, Moisés, Josué, Ester, Elías, Eliseo, Isaías, Daniel,
pos reales que sonperrnarénte,
y .ta*uranta pertectos. Ezequiel, David, Pedro, Bernabé, Pablo, o con cualquiera
Usted nunca mirará en. un espejo
para no;r am,rgas o el de los santos que elijamos.
comienzo de una calvicie. Nuri.i
t.iá.e
dad' No será susceptibl. u rr"¡.r.,
r, ü. ¿. enferme_ Recordemos que Moisés y Elías aparecieron con Cristo
gias. No habrá nadi de eso
.nr.ilulr" o t.n.. ut.r- en el Monte de Transfiguración. Aunque habían muerto si-
en.r;i;i;:üil"menre habrá
-"'- glos atrás, todavía conservaban una identidad clara y per-
perfección absolura e imperecedeál;-'
ceptible (Mateo 17:3). Es más, Pedro, Santiago y Juan
evidentemente los reconocieron (v. 4)-lo cual implica que
La doctrina de la resurrección corporal
y de los cuerpos glo_ de algún modo seremos capaces de reconocer a personas a
es esencial para ta ortodoxi;;;ara;l
lliT*,
no (t Corintios l5:35.36). Teniendo ñensaje cristia- quienes nunca hayamos visto antes. Para que eso sea posi-
las promesas
#;;;; restimonio y ble, todos debemos conservar nuestras identidades perso-
de la Biblia, es una esperan zamagníficaygloriosa
nales y no que seamos convertidos en algún tipo de seres
de los c¡isrianos de rodas ru,
¿po"u'r,-qr.lrn'á?u .r,aran uni¿o, genéricos.20
con Jesucristo en cuemos ceteiriales.
Érru iá-.rp"ranza de la
que pablo habra en primera
c";;;i"; ii,i j-"li'"*
", 12. ¿Nos reuniremos con amigos y famüares cristianos en
el cielo?
Pero si se predica de Cristo que
resucitó de los muer- Uno de los sinsabores más grandes que tenemos que enfren-
tos, ¿;cómo dicen algunos .ntr.
ürot.o. lu. no nry..rr_ tar en este mundo es echar de menos a seres queridos y amigos
rrección de muertos? porque si
muertos, tampoco Cristo resucitó.".
h;;;;rrección de que han muerto. El anhelo de estar con ellos y compartir nues-
y si óristo no resucitó, iras preocupaciones, pensamientos y sueños íntimos con ellos
vana es entonces nuestra predicación,
vana es también constituye un deseo muy real y fuerte. Para 1os cristianos, tal
vuestra fe. y somos trallados fatsos
t.rtigo; á. Dios; por_ reunión tendrá lugar en el cielo- ¡Y será una reunión eternal
que hemos testificado de Dios
qr. ef i.-r'üü a C¡isto, al Los cristianos que conocimos y amamos por años en la tierra
cual no resucitó, si en ve¡dad io,
.ua*o, * ¡esucitan. estariin con nosotros por toda la eternidad.
Porque si los muertos no resucitan,
turnpo.o Cristo .esu_ En el Salmo I 16: l5 leemos, «Estimada es a los ojos de Jehová
citó; y si crisro no resuciró, ur"ri.u
en vuestros pecados. Entonces
i;;;;;^, aún estáis ia muerte de sus santos». Dios lleva a Su presencia a todos los
también los que durmieron redimidos, y cada uno de ellos es de inmenso valor para É1. po-
en Cristo perecieron. Si en esta
vioa sotameiie esperamos demos estar seguros que en el cielo los reconoceremos, nos uni-
en Crisro, somos los más dignos
d; remos a ellos y los amaremos aún más que aquí en la tierra.
dos los hombres. ";;jr;;;"ión de to_ Aunque ahora podamos derramar lágrimas por personas que ha-
ll. ¿Tendremos identidad personaly reconoceremos
yan muerto, no 1o haremos siempre, porque Dios «enjugará toda
otras personas en el cieio? a lágrima de [nuestros] ojos; y ya no habrá ... llanro, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:4).
,Ios Cuando lleguemos al cielo habrá un claro
¡econocimiento de
demás. En su cuerpo resucitado, Jesús fue
reconocido
crara e
13. ¿Hay matrimonio en el cielo?
inmediatamente. De la misma manera,
nosotros seremos cono_ Es natural que nos preguntemos acerca de la naturaleza de
cidos y ¡ss.r.cidos en el cielo.
No
dad, sin nombre ni rosrro. En lugar
;;;;;;,
";;, ;;;ffi"ssin identi_ nuestras relaciones con otras personas en el cielo, especialmente
de eso, nuestras de aquellas que son más cercanas o íntimas tales como nuestras
idenridades acruates o.-e*irire*os ;;-'.ue-[;;ucirados y familias, amigos queridos y cónyuges.
glorilicados qu. ro pid...n de enfermedad
i.li*" La Biblia enseña claramente que, aunque nuestras relaciones
En Ia última ceni. Jesús promerió "
a tos discípuios que en el serán perfectas en el cielo, no habrá matrimonio. El apóstol pa-
mitenario y en el cieio .lo, u.te".an;;if*"
i.:11id" como blo escribe que la «apariencia» (literalrrente «esquema» en el
lo hicieron en esa velada (Mateo g:11; vid
de ta
Juntos griego) de este mundo es pasajera. Las relaciones y las formas o
22:17,18). El doctor MacArthur escribe: Lucas
estilos de vida en este mundo dejarán de existir un dÍa, incluyen-
do el matrimonio: t
-
 22 Cielo y eternidad
¿Cómo va a ser el cielo? 23

Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es cono; resta,

en el cielo y en la etemidad. Son seres espirituales creados (Sal-
pues, que los que tienen esposa sea-q
como si no la tuviesen; mo 148:5) que no se casan ni se procrean (Mateo 22:30). Cum-
y los que lloran, como si no llorasen; y los que
se alegran, plen funciones como mensajeros y siervos de Dios (Hebreos
como si no se alegraseni y los qr. .ó*p.un,
como si no 1 : 14). El teólogo y erudito bíblico, doctor Charles Ryrie, escribe
poseyesen; y los que disfrutan de este mundo,
como si no lo sobre los iingeles:
disfrutasen; porque la apariencia de este mu;do
se pasa ( 1
Corintios 7 :29 -3 1, énfasis añadido).
Si uno acepta la revelación bíblica entonces no pueden
quedar dudas sobre Ia existencia de los ángeles. Hay tres
El doctor John MacArthur escribe acerca Dios
este pasaje y caracterÍsticas significativas sobre esta revelación. En pri-
de nuestras relaciones personales en el cielo:
mer lugar, es extensa. El Antiguo Testamento habla de los
iángeles más de cien veces, y el Nuevo Testamento hace
Pablo no está cuestionando la legitimidad
de bendicio_ mención de ellos unas 165 veces...
nes terrenales tales como el matrimonio, las
emociones hu- En segundo lugar, los ángeles son mencionados a 1o lar-
manas normales, y la posesión de bienes terrenales.
Lo que go de toda la Biblia. La verdad sobre e1los no se limita a un
está diciendo es que nunca debemos permitir
que nuestras periodo de la historia o a una parte de las Escrituras, o a
emociones y posesiones nos controlen al punto
que nos en_ unos cuantos escritores. No pertenecen a algún tipo de era
redemos en este mundo pasajero ... ConcÉntrémonos
en las primigenia. Su existencia es mencionada en treinta y cuatro
cosas del Señor, porque el matrimonio es tan
sólo una pro_ libros de la Biblia, desde los más antiguos (trátese de Géne-
visión temporal.
sis o Job) hasta los últimos.
No obstante, si usted ya está casado, esto no significa
En tercer lugar, la enseñanza de nuestro Señor incluye
que usted pueda volverse negligente en su
matrimonio. So- una serie de referencias a ángeles como seres reales. Así
bradamente se eleva en otrai pórciones de las
Escrituras la que negar su existencia equivale a dudar de Su veracidad.22
importancia del matrimonio y se ordena a esposos
y espo-
sas a procurar honrar a Dios por medio de
su relación ma_ Los iángeles van a participar en los eventos proféticos que
trimonial. Pero este pasaje simplemente llama la
atención tienen lugar antes del inicio del estado eterno. Así como estuvie-
sobre la naturaleza temporal del matrimonio. En
tanto que ron presentes en la primera venida de Cristo, también estarán
las parejas casadas son herederas por igual de la gracia
de presentes en el arrebatamiento (l Tesalonicen.ses 4:16), durante
esta vida (cf. I pedro 3:7), la instituciói del matrimonio
es la tribulación (Apocalipsis, capítulos 8, 9 y 16), en la segunda
pasajera. Existen valores eternos más sublimes.2r
venida (Mateo 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7), y en el juicio final
(Mateo 13:39).
a Jesús Ie preguntaron
.lo yluan{o
la vida venidera,
sobre el matrimonio en el cie_ Los ángeles estariin presentes en el cielo y la eternidad, y los
El enseñó claramente que se trataba de una cristianos los juzgarán a causa de nuestra unión con Cristo. En
unión temporal. Cuando algunos saduceos, que no
creían en la Primera Corintios 6:3, Pablo Ie dice a los corintios, «¿O no sa-
vida después de la muerte, se acercaron a Éi para
hacerle una béis que hemos de juzgar a los ángeles?». También sabemos a
pregunta tratando de obligarle a tomar partido
entre ellos o los partir de pasajes tales como Segunda Pedro 2:4 y Judas 6 que los
Ianseos (qutenes creían que los humanos tendrían
las mismas iíngeles caídos que se unie¡on a Satanás cuando se rebeló cont¡a
relaciones en el cielo que en la tierra), Jesús los
amonestó rotun_ Dios seriín juzgados en el futuro y arrojados al infierno.
$me1qe Después de escuchar la descripción de una siruación
hipotética en cuanto al matrimonio en esü vida y ala
dera, Jesús respondió diciendo,
vida veni- TERCERA PARTE
Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. porque
en la resurrección ni se casarán ni sé danín en casamiento, ¿Quién va a estar en el cielo?
sino
serán como los ángeles de Dios en el cielo (Mateo 15.
Zi:2g,30). ¿Quienes son los habitantes del cielo?
14. ¿Cómo se relacionan los ángeles con el cielo y la
En el cielo est¿íri y estarán Dios, los ángeles, y los creyentes
eternidad? redimidos:
. Dios: el Cielo es la morada de Dios. En el Salmo 103:19
Los ángeles son muy reales. Existen y ministran
.. . en la actua_ leemos, «Jehová estableció en los cielos su trono, y su
lidad tal como lo han hecho en el pasado. y seguirán
existiendo reino domina sobre todos».
-¡,
 24 Cielo y eternidad
. Ángeles:-los ángeles iealizan tareas que les han sido
asig_
nadas a lo largo y ancho del universó, y tienen
acceso al
cielo y a la tierra, pero su hogar está en el cielo (Daniel
7:10; Isaías 6:l-6; Marcos l3:32; Juan 1:51).
. Creyentes: todos los cristianos, de todas las épocas y
lu_
gares, al lado de los redimidos de tiempos Oet antiguo
Testamento, tendrán su hogar etemo en .l .i.1o (Apo-ca-
lipsis 5:9). Filipenses 3:20 declara, «Mas nuestra ciuda-
danía está en los cielos, de donde también esperamos
aI
Salvador, al Señor Jesucristo>>.
El cielo se ilenará por la eternidad con todas las personas que
conocen y aman a Dios. Será un lugar de alabanza y
adoracián,
gozo y alegía. Las pruebas y tribulaciones de este
mundo que_
dar¿in atrás y la verdadera ciudadanía de los cristianos quedará
estabiecida definitivamente. Juan registró una vista previa
de la
«próxlma atracción» de Dios, del cielo y sus
ocupantes en el
libro de Apocalipsis:
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la
cual nadie podía contar, de todas nacionei y tribus y pue_
blos_y lenguas, que estaban delante del trono y en la p-resen_
cia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y ton palhas
en
las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La sa.lvación
pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y
al
Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del
trono, y de los ancianos y de los cuat¡o seres vivientes; y se
postraron sobre sus ¡ostros delante del trono, y adoraron a
Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloriá y la sabidu_
ría y la acción de gracias y la honra y Ll poder y ia fortaleza,
sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén (Apo_
calipsis 7:9-12)
16. ¿Qué ocurr¡e en el momento de la muerte?
Biblia enseña que cuando un cristiano muere, su espíritu
.La
es llevado de inmediato al cielo y a la presencia eterna de Dios.
Estiín presentes instantáneamente con bios. En Filipenses 1:23
Pablo escribe, «Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho,
teniendo deseo de partir y estar con Cristo, ioiual es muchísimo
rlejor». Nótese que no hay ningún indicio de lapso de tiempo
alguno en su comenta¡io. Esto queda establecido áún.un rnuyo,
claridad en Segunda Corintios 5:6-8, donde él escribe:
Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que en_
tre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del
Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confia-
mos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y pre_
sentes al Señor.
¿Cómo va a ser el cielo? 25
Hebreos 12:23 también sugiere que los creyentes que han
muerto estiín ahora en el cielo sin sus cuerpos resucitados, aguar-
dando el momento en que el cuerpo y el alma se unan para que-
da¡ en un estado glorificado y definitivo.
Jesús le prometió claramente al ladrón crucificado junto a El
que estarían juntos en el paraíso en ese mismo día y en ese mis-
mo instante (Lucas 23:43). EnApocalipsis 6:9-11, Juan escribe
acerca de las almas de los espíritus sin cuerpo que fueron
martirizados durante los primeros días de la tribulación y que
claman por justicia divina. Estos versículos demuesÍan que los
creyentes siguen siendo conscientes y están en la presencia de
Dios. El doctor MacArthur escribe sobre la muerte de creyentes:
Dios hizo al hombre cuerpo y alma-nuestro ser consis-
te de un hombre interior y de un hombre exterior (Gn.2:7).
Por lo tanto nuestra perfección definitiva exige que tanto
cuerpo como alma sean renovados. Incluso la creación de
un nuevo cielo y una nueva tierra requiere que tengamos
cuerpos-una tierra real demanda que sus habitantes ten-
gan cuerpos reales...
La muerte trae como resultado la separación del cuerpo
¡'e1 alma. Nuestros cuerpos van a la tumba y nuestros espí-
ritus van al Señor. La separación continúa hasta Ia resurrec-
ción: «No os ma¡avilléis de esto; porque vendrá hora cuando
todos los que están en los sepulcros oiriín su voz; y los que
hicieron 1o bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los
que hicieron Io malo, a resurrección de condenación» (Juan
5:28-29). En este mismo instante las almas de los creyentes
que han muerto están en el cielo. Pero algún día sus cuer-
pos serián resucitados y se unirián a sus espíritus, para dis-
frutar perfección etema de cuerpo y alma.23
Los incrédulos no estiín y no estariín en el cielo. En el mo-
mento de la muerte, sus cuerpos entran al sepulcro y sus almas
entran al hades para esperar eljuicio final al final del milenio. Al
igual que los creyentes, sus cuerpos serán un día unidos a sus
almas, pero será para el juicio final. (Ellos no van a recibir cuer-
pos glorificados).
17. ¿Qué pasa con la idea de que el alma queda dormida?
Hay algunos grupos tales como los adventistas del séptimo día
y los testigos de Jehová que enseñan la idea de que el alma queda
dormida. Esta postura sostiene que durante el intervalo de tiempo
entre la muerte y la resurrección, la persona entra en un estado de
inconsciencia o <<sueño>>. El concepto se basa en el hecho de que
varios pasajes en la Biblia se refieren a la muerte como un <<ado¡-
mecimiento>> (Daniel l2:2; Mateo 9:24; Juan 11:11; l
Tesalonicenses 4:13-16;5: l0). Hay diversas objeciones bíblicas y
26 Cielo y eternidad
teológicas a esta doctrina y a la interpretación de estos pasajes
como si hicieran referencia a que el alma quede dormida:
l. Varios pasajes tales como Lucas 23:43; Filipenses 1:23; y
Segunda Corintios 5:1-10 enseñan que la muerte para el
c¡eyente es una transición inmediata hacia el disfrute cons-
ciente de la presencia de Cristo. Esto no podría ser así si su
alma quedara dormida.
2. Algunos de estos mismos pasajes se refieren a la muerte
como una ganancia porque el difunto se encuentra inme-
diatamente con Cristo. Si el creyente quedara con el alma
dormida, no sería ninguna ganancia.
3. En Primera Tesalonicenses 5:10 Pablo escribe, «[Cristo]
murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que
durmamos, vivamos juntamente con él». Si la expresión
<<durmamos>> se refiere aquí a que el alma duerma, enton-
ces el versículo no tiene sentido, porque en ese caso no
podríamos «vivt juntamente con él».
4. Puesto que dormir es una actividad del cüerpo, el alma
duerme en el presente porque está dentro del cuerpo. Una
vez que el cuerpo y el alma queden separados a partir de la
muerte, no es claro de qué modo un alma que esté tuera del
aterpo podría o necesitaría descansar.
5. La existencia de los iíngeles constituye una prueba de que
los espíritus existen como tales y pueden ilevar una vida
consciente fuera del cuerpo. Por lo tanto, no hay ningún
problema con la idea de un estado intermedio consciente y
fuera del cuerpo para los seres humanos.
6. La historia y el empleo de ia palabra <<sueño>> y del verbo
«dormio, en las culturas del antiguo cercano oriente, la
egipcia y la griega, hacen difícil argumentar a favor del
sueño del alma, dado que la palabra describía comúnmen-
te el aspecto y la postura del cuerpo, no del alma. El dor-
mir del alma no es una doctrina bíblica y el concepto añade
confusión a las enseñanzas proféticas de la Biblia. Si es
verdad que el aima duerme, entonces las Escrituras deben
dejarse a un lado, ya que no podríamos, como Pablo ense-
ña, decir que «más quisiéramos estar ausentes del cuerpo,
y presentes al Señor» (2 Corintios 5:8)."
18. ¿Quién entra al cielo?
El cielo es para todos los que han obtenido la salvación sobre
la base de Ia muerte y resurrección de Jesucristo. Como hemos
visto, las almas de todos los creyentes entran al cielo en el mo-
mento de la muerte. Allí esperan, al lado de los santos del Anti-
guo Testamento, para recibir sus cuerpos resucitados y
glorificados.
Las personas aspiran vivir la vida a plenitud. Para los cristia-
nos «ia plenitud» vendrá únicamente después de la muerte----cuan-
.l
¿Cómo va a ser el cielo? 27
do veamos a nuestro Creador y Señor cara a cara y nos encontre-
mos definitiva y eternamente en nuestro «hogao> que es el cielo'
Ken Gire ha escrito acerca de la frecuente percepción errónea
que la humanidad tiene de la muerte: «La muerte es 1a parte de la
vida donde hay más maientendidos' No es un gran sueño sino un
gran despertar. Es el momento en que nos despertamos, frota-
áor ru.tt.o, ojos y por fin vemos las cosas del modo en que
Dios las ha visto desde un principio».25
19. ¿Qué hay de los bebés, los niños
y otras persona§
incapaces de entender el evangelio?
Esta es ciertamente una de las preguntas miás personales,
emocionales, y difíciles que enfrentamos como cristianos' Hay
muchas personas que, debido a capacidades mentales reducidas
o debidó a que mueren en la infancia o la niñez, no tienen la
oportunidad de responder a la oferta de salvación que se tiene
pór medio de Jesucristo. La Biblia no nos proporciona con toda
it*i¿aA o porrnenores la respuesta que deseamos escuchar en
cuanto al destino de ellos, pero sí ofrece una certidumbre y pro-
vee varios indicios.
Cuando el recién nacido hijo del rey David murió, David hizo
duelo por la muerte pero creyó firmemente que algún día estaría
con su hijo en el cielo. Leemos 1as palabras de David en Segun-
da Samuel 12:22,23 «Viviendo aún el niño, yo ayunaba y llora-
ba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y
vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto ¿para qué he de ayunar?
¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a é1, más é1
no volverá a mí»'
bavid sabía que morir era algo inevitable, pero después de su
propia muerte él tenía la plena esperanza de reunirse con su hijo.
-
En Mateo 18:l-6,10-14 y 19:4, Jesús hablacon inmensadeli-
cadeza a favor de los niños en eI reino de Dios. Con base en estos
y otros pasajes, la mayoría de teólogos cristianos han estado a
favor de la salvación para aquellos que como los bebés no pue-
den entender la obra redentora de Cristo' El doctor Ron Rhodes,
representante de esta perspectiva, escribe,
Sería una burla cruel que Dios exigiera a unos infantes
que hicieran-haciéndolos responsables de hacer-lo que
ellos no podría¡n hacer. A una temprana edad los niños sim-
plemente no tienen la capacidad de ejercer una fe personal
en Cristo para salvación.
Yo creo que el testimonio uniforme de las Escrituras es
que los que no son capaces de tomar una decisión para reci-
bir a Jesucristo, cuando mueren, van a estar con Cristo en el
cielo, para descansar en Sus tiernos brazos y disfrutar la
dulzura de Su amor.26
La postura presentada por Rhodes y muchos otros consiste
 28 Cielo y eternidad
cristianos? 29
¿Qué futuro le espera a los no

en que si un individuo muere antes de alcanza¡ una edad o cierta 20. ¿Qué relación tiene Jesucristo con el cielo?
capacidad de ejercer su responsabilidad moral, al individuo se le
Cuarenta días después de la resurrección, Jesús entró al cie-
concede la salvación en el momento de la muerte. En Santiago
1o, y allí va a permanecer hasta el arrebatamiento (Hechos 1:9-
4:17 leemos, «y al que sabe hacer Io bueno, y no lo hace, leis
pecado». Rhodes escribe, «Parecería entonces, que cuando un
1l; 1 Tesalonicenses 4:16,17). Antes de Su crucifixión, Jesús
dijo a los discípulos que É1 regresaría al cielo para preparar un
niño verdaderamente adquiere una consciencia pléna y una com-
hogar eterno para aquellos que creyeran en El. En Juan i4:1-3
prensión moral de «lo que se debe hacer» y «lo que no se debe
Jesús dijo:
hace»>, ha llegado al punto en que ha llegado a taedad de tener
responsabilidad personal..2' EI conrinúa diciendo:
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed tam-
bién en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si
Aunque el niño no sea moralmente responsable ante Dios
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; vo¡ pues, a preparar
hasta este momento, él o ella tiene de todas maneras una
lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, ven-
naturaleza pecaminosa que lo separa de Dios desde el mo_
dré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
mento del nacimiento. Y cualquier solución que una perso_
estoy, vosotros también estéis.
na plantee con relación al tema de la salvación de infantes
debe atender este problema.
Los creyentes disfrutarán de eterna comunión con Jesucristo
La solución, me p¿rece a mí, debe ser que en el momen-
en el cielo.
to en que muere el infante-y n6 a,n¡¿s-l6s beneficios de "Cristo es.la figura central del Cieto. Todo el Cielo se
mueve alrededor de E1".3: Veremos, experimentaremos y enten-
la muerte expiatoria de Jesús en la cruz se aplican a él o
deremos en el cielo toda la gloria y majestad de Cristo. El doctor
I
ella. Y en ese momento, el infante es salvado y llevado in-
MacArthur escribe.
mediatamente a la presencia de Dios en el cielo. Esta opi-
nión no es consistente únicamente con el amor de Dios,
En términos simples, vamos a estar con una Persona en
sino también con Su santidad.2E
la misma medida en que vamos a vivir en un lugar. La pre-
sencia de Cristo es lo que hace del cielo lo que es. «El Cor-
Otro pasaje utilizado para respaldar la idea de una cierta edad
I dero es su lumbrero> (Ap.21:23). Y la perfecta comunión
para tener responsabilidad personal se encuenka en Apocalipsis
con Dios es la mismísima esencia del cielo.33
20:12,13, donde se declara que el juicio fl¡al de los malvadoi es
<<según sus obras». El doctor Rhodes escribe, «La base de este
juicio de los malvados la constituyen claramente las obras he- CUARTA PARTE
chas por ellos mientras estuvieron en la tierra. De ahí que, los
infantes y las personas con discapacidad mental no puedan de ¿Qué futuro le espera a los no cristianos?
ningún modo ser objetos de este juicio, ya que no son responsa-
bles por sus obras. Tal juicio en contra de los infantes sería una 21. ¿Acaso todo el mundo no va al cielo?
parodio>.2e
Con frecuencia escuchamos la frase, <<hay muchos senderos
Se considera que la edad de responsabilidad personal se ex-
para llegar a la cima de la montaña>r, con 10 cual se implica o
tiende a bebés no natos así como a infantes y otros.3o Sabemos
bien que todas las religiones tienen la mismavalidezen sus pre-
con absoluta certeza que los atributos de Dios incluyen amor, tensiones a la verdad, o que toda la humanidad va a experimen-
justicia y bondad absolutos (1 Juan 4:16; Salmo 3l: l9; 103:6,8-
tar en últimas la misma situación al fin de cuentas. Dentro del
10; Nahúm 1:7; Sofonías 3:5). Para las personas que lloran o han
cristianismo, algunos han afirmado que todos van a recibir la
llorado la pérdida de un hijo o cuestionado el destino de ot¡a
salvación. Sin embargo esta posición de inclusivismo no cuenta
persona que es o fue incapaz de creer, tenemos la seguridad de
con respaldo bíblico y no ha sido la postura histórica del cristia-
que él o ella es más vaiioso para Dios de lo que podemos imagi-
nismo otodoxo. Pasajes tales como Mateo 25:46, Juan 3:36, 2
nar. Dios conoce nuestros temores y ve nuestras lágrimas. Él no
Tesalonicenses 1:8,9 y muchos otros, ciaramente enseñan que la
va a permitir que ningún individuo o grupo de individuos perez-
salvación no va a ser experimentada por todo el mundo.3a Se
ca sin la opción de tomar una decisión voluntaria. El doctor Robert
debe admiti¡ que este es un asunto espinoso y que invoiucra
Lightner ha escrito con mucha propiedad, «¿Cómo sería justo muchas emociones. Sin embargo, debería constituirse en factor
Dios si negara la entrada a Su presencia a aquellos que nunca para motivar a todo cristiano a compartir su fe. Es una cuestión
fueron capaces de aceptar o rechazar Su salvación?».3r
muy importante, ya que es la etemidad lo que está en la balanza. I
 30 Cielo y eternidad
22. ¿Qaéeselinfierno?
El infierno es un lugar de eterno castigo y separación de Dios.
Fue creado para colocar a Sataniás y a los ángeles caídos que se
unieron a él en su rebelión contra Dios (Mateo 25:41). Las per-
sonas que rechazan a Jesucristo y su oferta gratuita de salvación,
se unirán a Satanás en el infierno por la etemidad. El infierno es
un lugar muy real de fuego y llamas literales, pero lo más impor-
tante que hay que saber es que el infiemo implica separación de
Dios, es decir, aquello que las personas escogen en lugar de acep-
tar la salvación que es por medio de Jesucristo. El teólogo Harold
i O.J. Brown hizo el apropiado comentario de que «el infiemo ha
sido llamado "el monumento miís perdurable a la libertad de la
voluntad">>.35 De modo similar, C.S. Lewis escribió, «Al fin de
cuentas sólo hay dos tipos de personas: los que le dicen a Dios,
"Hágase Tu voluntad", y aquellos a quienes Dios les dice, "Há-
gase rz voluntad"».3ó
I
El concepto de infiemo, y la creencia en é1, no es popular en
nuestra sociedad, pero el infiemo es una doctrina bíblica v¿ilida.
Los teólogos y apologistas Gary Habermas y J.P Moreland sin-
I tetizan muy bien 1o que es el inñemo:
El infiemo es un lugar de vergüenza, desdicha, remordi-
miento y angustia. Flste intenso dolor no es producido acti-
vamente por Dios; El no es ningún verdugo cósmico. Sin
duda alguna, la pena y el tormento van a existi¡ en ei infier-
no. Y como vamos a tener tanto cuerpo como alma en el
estado resucitado, el sufrimiento experimentado puede ser
tanto mental como físico. Pero el dolorpadecido se deberá
a la vergüenza y la tristeza que vienen como resultado de
un alejamiento definitivo, extremo e interminable de Dios,
su reino y la vida buena para la cual fuimos creados en el
principio. Los ocupantes del infierno sentirán profunda y
trágicamente ei remordimiento de saber todo lo que han
perdido. Como dijo Jesús, «Porque ¿qué aprovechará al
hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» (Mt.
16:26).37
23. ¿En qué parte enseña la Biblia acerca del infierno?
La Biblia emplea diferentes palabras a 1o largo del Antiguo y
Nuevo Testamentos para hacer referencia al infierno. Dos de los
pasajes más claros sobre el infiemo en el Nuevo Testamento son
Segunda Tesalonicenses 1:9 y Mateo 25:41,46. En Segunda
Tesalonicenses 1:9, Pablo escribe a aquellos que rechazan a Dios:
Los cuales sufrirán pena de etema perdición, excluidos
de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.
Jesús habla del futuro juicio y el infierno en el evangelio
de Mateo, declarando:
¿Qué futuro le espera a los no cristianos? 31
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de
mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles... E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la
vida etema (25:41,46).
A continuación encontramos breves síntesis de las palabras
bíblicas de las cuales obtenemos la palabra infierno.
. Seol: En el Antiguo Testamento la palabra hebrea slreol se
emplea para describir el infierno. Ocurre 65 veces y es
traducida con términos tales como <<infierno», <<hoyo»,
«tumb»>, y «Seol». Seol puede tener diferentes significa-
dos con arreglo a diferentes contextos en la Biblia. Puede
referirse al sepulcro (Job 17:13; Salmo 16:10; Isaías
38:10). También significa el lugar a donde van los difun-
tos (Génesis 37:35;42:38; Números 16:33; Job 14:13;
Salmo 55:1 5). Los creyentes seriín rescatados del Seol (Sal-
mo 16:9- 1 1 ; 17:15; 49:15), pero no así los malvados (Job
2l:73;24:19; Salmo 9:17; 3l:17;49:74;55:15). El enfo-
que principal del Antiguo Testamento es el lugar donde
van los cuerpos de las personas, pero no donde existen
sus almas. El destino de las almas de individuos en el es-
tado intermedio no es algo que se trate con mucha profun-
didad en el Antiguo Testamento. La doctrina completa
sobre el destino eterno se obtiene al considerar la revela-
ción del Nuevo Testamento. No obstante, el Seol es defi-
nitivamente, un lugar de castigo (Job 24:19).
. Hades: El término que coffesponde en el Nuevo Testa-
mento Griego al hebreo SeoI, es la palabra Hades. Hades
fue originalmente un substanfivo propio en griego-el
nombre del dios griego que reinaba sobre los muertos en
el mundo subterráneo. En el Nuevo Testamento, Hades se
utiliza de dos maneras distintas. Primero, puede emplear-
se para describir un lugar cuando se hace referencia a un
castigo (Mateo 11:23; Lucas 10:15; 16:23). Segundo, pue-
de referirse al estado de muerte que todos los seres huma-
nos experimentan al final de la vida (Mateo 16:18; Hechos
2'.27,3 I ; Apocalipsis I : 1 8 I 6:8 ; 20 1 3.1 4 j. El Hades es una
locación temporal cuyos ocupantes serán eventualmente
lanzados al lago de fuego después del juicio ante el gran
trono blanco.
. Gehena: Esta palabra se emplea 12 veces en el Nuevo
Testamento y es un término para hacer referencia a casti-
go etemo. Gehena se deriva de la palabra hebrea que hace
referencia al Valle de Hinom, el cual cubre los costados
sur y este de Jerusalén. En tiempos del Antiguo Testa-
mento, ese valle había sido un lugar donde los idólatras
paganos sacrificaban a recién nacidos con fuego al dios
falso Moloc (2 Reyes 16:3;1'7:7,8;21:6). Jeremías tam-
32 Cielo y eternidad
bién anunció que el valle sería un lugar de juicio divino
(Jeremías 7:32; 19:6). En tiempos del Nuevo Testamento,
el valle se convirtió en un lugar donde se quemaban des-
perdicios constantemente. La imagen proyectada por la
palabra gehena habría sido muy vívida para los oyentes
de aquel tiempo neotestamentafio. Por lo tanto, la palabra
se volvió sinónimo de castigo etemo y de las llamas del
infierno. Su empleo describe el castigo eterno asociado
con el juicio final (Mateo 23:15,33;25:41,46).
. Tartaros: Este término ocurre solamente en Segunda pe-
dro 2:4 y hace referencia al lugar donde ciertos ángeles
caídos (demonios), estiin confinados, pero no todos ellos.
Tartaros era utilizado en la mitología clásica para referir-
se a un abismo subterráneo donde eran castigados los dio-
ses rebeldes. La palabra fue introducida al judaísmo
helénico y se empleó también en el libro apócrifo de Enoc
(2:20) en referencia a ángeles caídos.
. Otras descripcion¿s..Muchos otras frases o descripciones
de castigoeterno se encuentran en el Nuevo Testamento,
incluyendo: «fuego que nunca se apagarib (Mateo 3:12;
Marcos 9:43,48), «homo de fuego» (Mateo 13:42,50),
«tinieblas de afuera (Mateo 8;12;22:13;25:30), «fuego
eterno>> (Mateo 25:41), y «lago de fuego» (Apocalipsis
I 9:20: 20: I 0. I 4. I 5).
24. ¿El castigo va a ser eterno?
SegúnApocalipsis 20:11-I5, los incrédulos serín arrojados al
lago de fuego (infierno) después deljuicio ante el gran trono blan-
co, y permanecer¡ín allí por la etemidad. Es la decisión propia de
un individuo lo que trae como consecuencia este castigo eterno.
«Es indiscutible que el dolor más grande padecido por las perso-
nas que estiín en el infiemo es que están excluidos para siempre de
la presencia de Dios. Si puede hallarse gozo embelesado en la
presencia de Dios (Salmo 1 6: 1 I ), entonces hay desconsuelo abso-
luto en Su ausencior.38 Cada persona, hombre o mujer, debe deci-
dir si va a pasar la etemidad en el cielo o en el infiemo. La elección
es entre castigo etemo o vida etema (Mateo 25:46).
25. ¿Y qué hay de la aniquilación?
Hay algunos defensores evangélicos de una postura denomi-
nada doctrina de aniquilación o inmor¡alidad condicional. Al-
gunas veces los términos tienen matices diferentes; en otras
ocasiones, tienen el mismo significado. Habermas y Moreland
señalan:
Cuando se emplean de modo divergente, la inmortalidad
condicional conesponde a la noción de que los humanos son
mortales por naturaleza, Dios otorga el don de la vida etema
¿Quéfuturo le espera a los no cristianos? 33
a los creyentes, y en el momento de la muerte Dios simple-
mente permite que los incrédulos se extingan. La doctrina de
aniquilación se refiere con frecuencia a la opinión de que
todas las personas superan la muerte y tienen parte en la re-
surrección final, pero que el juicio ejecutado sobre los incré-
duios es la extinción. Los no cristianos reciben un castigo
eterno, pero no son castigados eternamente, porque el resul-
tado de su juicio-aniquilación--dura para siempre.3e
Existen múltiples argumentos en contra de Ia doctrina de ani-
quilación,4o siendo el más fuerte de ellos el hecho de que hay
muchos pasajes bíblicos que la refutan. Hemos señalado con an-
terioridad las palabras de Jesús en Mateo 25:46, <<E ir¿in éstos al
castigo eterno, y los justos a la vida etema». Jesús enseñó clara-
mente que la consecuencia de rechazarle es condenación eterna.
Ei doctor Rhodes escribe acerca de este pasaje:
Por mucho que se estire la imaginación no puede afir-
marse que el castigo a que se hace referencia en Mateo 25:46
quede definido como una extinción de la conciencia sin su-
frimiento. Sin duda, a falta de un sufrimiento real, tampoco
hay castigo en absoluto. Seamos claros en esto: ¿/ c(tstigo
implica sttfrimíer¡o. Y el sufrimiento implica necesariamente
una conciencia... Un punto crítico que debe señalarse sobre
el castigo descrito en Mateo 25:46 es que se dice que es
eterno. No hay ninguna forma de hacer que la idea de ani-
quilación o extinción de la conciencia quepa en ese pasaje.
Indudablemente, el adjetivo griego aionion en ese ve¡sícu-
1o significa Iiteralmente <(eterno, sin fin». ...Este mismo ad-
jetivo se aplica a Dios (el Dios «eterno») en Romanos l6:26,
Primera Timoteo 1:17, Hebreos 9:14, 13:8, y Apocaiipsis
4:9. EL castigo de los malvados es tan etetno como nuesÚo
eterno Dios.al
26. ¿Qué hay del universalismo?
El universalismo es el concepto de que toclos los hombres y
mujeres van a recibir en últimas la salvación y a pasar la eterni-
dad en el cielo. El universalismo se ha encontrado al interior del
cristianismo a lo largo de los siglos, pero nunca ha sido conside-
rado ortodoxo, ni se ha aceptado ampliamente. Los defensores
del universalismo afirman que el castigo efemo es algo inconsis-
tente con un Dios de amor. Esto, sin embargo, minimiza la justi_
cia de Dios.
El doctor Ryrie escribe acerca de este argumento teológico:
Algunos universalistas prefieren discutir teológicamente.
Apelan a la naturaleza de Dios como si se tratara única y
exclusivamente de amor. ¿Cómo entonces, preguntan elloj,
34 Cielo y eternidad
podría un Dios de amor condena¡ a alguna persona, sea en
esta vida o en 1a venidera? Dios es demasiado bueno como
para rechazar a nadie. No obstante, el carácter de Dios no
involucra solamente amor y bondad, sino también ¡ectitud,
santidad, e ira. Los universalistas sacrifican la justicia de
Dios por Su amor, 1o cuai da como ¡esultado un dios dife-
¡ente al Dios de la Biblia.
Otros arguyen que un Dios justo no aplicaría un castigo
infinito a causa de un pecado finito. Pero esto pasa por alto
aquel importante principio de que el crimen depende del
objeto contra el cual es cometido (un Dios infinito), así como
del sujeto que 1o comete (el hombre finito). Partir un palo
no es un acto tan grave como lastimar a un ser humano.
Todo pecado se comete en últimas contra un Dios infinito y
por ende es merecedor de castigo infinito.a2
El doctor Rhodes escribe acerca del universalismo:
La forma miís antigua de universalismo, que tuvo ori-
gen en el siglo segundo, enseñaba que ia salvación vendría
después de un periodo temporal de castigo. La forma más
reciente de universalismo decla¡a que todos los hombres
están ahora salvados, aunque no todos se dan cuenta de
ello. Por lo tanto, el trabajo del predicador y el misionero
consiste en decirle a las personas que ya han sido salvadas.
Ciertos pasajes de la Biblia-Juan72:'32, Filipenses 2:10-
1 1, y 1 Timoteo 2:4-se retuercen típicamente fuera de con-
texto para apoyar el universalismo.a3
La Biblia es muy clara sobre el hecho de que no todas las
personas recibirán la salvación para pasar la etemidad en eI cie-
1o. En Juan 3:18 leemos, «El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído
en el nombre del unigénito Hijo de Dios>>. Miás adelante, en el
mismo capíruIo, leemos «EI que cree en el Hijo tiene vida eter-
na; pero el que rehusa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la
i¡a de Dios está sobre él» (versículo 36).
27. ¿Quéhay de la reencarnación?
La reencamación es la perspectiva no bíblica de que los hu-
manos vuelven a nacer a la existencia terrenal después de su
muerte. La reencarnación siempre ha sido rechazada por el cris-
tianismo. Sin embargo, por medio del pensamiento de la Nueva
Era y la influencia de religiones orientales en el último par de
décadas, ha habido un aumento de la creencia en la reencarna-
ción en los Estados Unidos.
Con unos mil años antes del nacimiento de Cristo, la reencar-
nación ya estaba presente en el hinduismo. Sus variaciones apa-
¿Qué futuro le espera a los no cristianos? 35
reciercln posteriornente en el budismo. En 1a cultura occidental,
los filósofos griegos, algunos filósofos romanos, los gnósticos y
en algunas Ce las religiones de misterio en Grecia, creían en la
reencarnación. Más recientemente, fue popularizada por el mo-
vimiento ocultista de la Teosolía y mediante psíquicos tales como
Edgar Cayce y Jeane Dixon.
El cristianismo y la Biblia rechazan la reencarnación. La Bi-
blia enseña claramente que únicamente tenemos una vida. Hebreos
9:27 es bastante conciuyente: «Está estabiecido para los hombres
que mueran una sola vez, y después de esto el juicio». También
contamos con las pglabras que Jesús dijo al ladrón que estaba cru-
cificado al lado de El y que creyó en El: «De cierto te digo que hoy
estariás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43). Jesús le ofreció al
ladrón vida eterna e inmediata entrada al cielo-no reencarnación.
Douglas Connelly sintetiza sobre la condición humana, 1a necesi-
dad de salvación, y el enor de creer en la reencarnación:
Los seres humanos no están progresando o ascendiendo
hacia Dios por medio de un interminable ciclo de renaci-
mientos. En lugar de eso, todos nosotros estamos perdidos,
muertos en nuestros pecados y separados de la vida de Dios.
Lo que nos redime de esa terrible situación es la gracia y el
perdón de Dios, quien a causa del sacrificio expiatorio de
Cristo en la cruz, tiene la libertad de perdonar a los que es
acercan a él con fe...
Tal vez la reencarnación está siendo más aceptada am-
pliamente en la cultura occidental debido a que al hombre
le conviene creer en ella. Es más fácil pensar en que se re-
gresa a la vida humana de nuevo, que pensar en que se tiene
que rendir cuentas por esta vida a Dios, quien tiene el poder
de enviar personas a una separación eterna de El. La reen-
camación también apela al orgullo humano al enseñar que
el destino finai de una persona depende del esfuerzo huma-
no, y no de la gracia o el juicio de Dios. Incluso el pecado
humano no es visto como algo que está mal ante Dios sino
más bien como una experiencia de aprendizaje, un paso
potencial en el progreso ascendente de una persona.
La manera en que vivamos esta vida y dónde vamos a pasar
la eternidad, son los asuntos más importantes sobre los cuales
una persona debe tomar decisiones. Esta vida no es como pro-
barse un vestido para colocarse otro o muchos más después. Usted
soiamente tiene una vida para vivir-vívala para Dios.{
28. ¿Qué hay de las enseñanzas sobre eternidad en otras
religiones?
Únicamente la Biblia puede proporcionamos las verdades
sobre el cielo, y únicamente el cristianismo ofrece visiones ver-
 I
36 Cielo y eternidad
daderas del cielo, la eternidad y la vida etema. Los musulmanes
se aferran al concepto de un cielo e infiemo eternos, pero no son
1os mismos que presenta la Biblia. El hinduismo enseña:la reen-
carnación, y en último término, 1a aniquilación. El budismo hace
énfasis en el concepto de nirvana y también en una creencia en
cielos ilusorios. Y el judaísmo insiste en una esperanza de salva-
ción nacional en el futuro. Jesús presentó claramente en Juan
14:6 un mensaje que excluye toda otra senda: «yo soy el cami-
qo, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mí».
Unicamente por medio de Jesús podemos ganar la vida etema.
Unicamente por medio de la Biblia podemos adquirir un conoci-
miento acertado del cielo.
29. ¿Qué hay de las experiencias cercanas a la muerte?
El tema de la vida después de la muerte ha sido muy predo-
minante en nuestra cultura popular durante el último par de dé-
cadas. Parte del interés tiene base bíblica, pero en gran parte no
lo tiene. La mayoría de libros populares que se venden y las dis-
cusiones en programas de opinión en radio y televisión se han
centrado en el pensamiento de la Nueva Era, misticismo, religio-
nes orientales, o en el ocultismo.
Una de las secuelas de esta fascinación ha sido el aumento en
experiencias cercanas a la muerte (ECMs) reportadas, y el estu-
dio de esas mismas experiencias. Muchas personas afirman ha-
ber tenido incidentes que caen en la categoría de ECMs.as Las
evaluaciones bíblicas y las respuestas evangélicas a las pregun-
tas en torno a ECMs están ampliamente disponibles y deberían
ser leídas por aquellos que tengan preguntas específicas sobre
ECMs.a6 Habermas y Moreland escriben sobre la naturaleza de
las ECMs que
necesitamos hacer una importante distinción entre muerte
clínica (o reversible) y muerte biológica (o ineversible). En
la muerte clínica, los signos de vida eterna tales como con-
ciencia, pulso y respiración están ausentes. En tales casos,
virtualmente siempre tiene lugar la muerte biológica si no
se toman medidas para revertir el proceso. Por otro lado, la
muerte biológica no se ve afectada por ninguna cantidad de
atención médica, ya que es físicamente irreve¡sible... La ma-
yoría de reportes de cuasi-muertes provienen de aquellos
que estuvieron cerca a una muerte clínica.a?
Cuando se considera la ECM, es importante recordar que el
evento r?o corresponde a una experiencia después de la muerte,
y por lo tanto, no puede proporcionar información precisa o legí-
tima sobre la vida venidera y el cielo. Solamente la Biblia hace
eso. El doctor Rhodes escribe:
¿Qué futuro le espera a los no cristianos? 37
Debemos tener en cuenta que las experiencias cercanas
a la muerte en realidad no demuestran nada sobre el estado
final de los muertos. Después de todo, estas experiencias
son cercctnas a la muerte, no experiencias de personas con-
pletamente muertas una vezy para siempr¿. De hecho, como
dijo un escritor, las experiencias cercanas a la muerte «pue-
den no decimos más sobre la muerte que lo que alguien que
haya estado cerca a Miami pero nunca dentro de los límites
de ia ciudad nos pudiera decir sobre esa ciudad. Tanto las
ECMs (experiencias cercanas a Miami y cercanas a la muer-
te) están desprovistas de certidumbre... En ambos casos,
existen mapas más confiables y están a nuestra disposición».
El mapa de las experiencias cercanas a la muerte es por
supuesto, la Biblia. Las Escrituras definen la muerte como
separación del espíritu con respecto al cuerpo (Santiago
2:26). Yla verdadera muerte ocane solamente unavez(véase
Hebreos 9:27).a8
El contenido religioso y la relevancia de los encuentros tipo
ECM para la persona que los experimenta varía ampliamente y
se ve afectado por la cosmovisión del individuo en particular.
Por ejemplo, personas con creencias religiosas de la Nueva Era
reportan ECMs consistentes con esa teología, y personas con
otras creencias religiosas experimentan ECMs ligados a sus pers-
pectivas. Habermas y Moreland señalan:
Tiene sentido que la identificación de la figura [las figu-
ras religiosas vistas en ECMsI será producto del propio tras-
fondo del paciente... Por ejemplo, ningún norteamericano
afirmó haber visto a Shiva, Rama o Krishna... Parecería
entonces, que las creencias religiosas, culturales y socioló-
gicas previas afectan las amplias diferencias que existen en
interpretaciones de ECMs, incluyendo la manera en que se
identifican las figuras o personajes... De modo que hay ra-
zones importantes en el sentido de que ciertos factores de
interpretación explican más las creencias, la sociedad y la
cultura de una persona, que los hechos mismos.ae
También debemos recordar que para algunas personas puede
haber una asociación oculta con la ECM, y esta puede tener ori-
gen satiinico o demoníaco. Las actividades ocultistas y espiritis-
tas son condenadas por Dios (Deuteronomio 10:10-13), y
cualquier participación o involucramiento debería evita¡se. El
investigador de ECM Jeny Yamamoto da una sabia advertencia
sobre las ECMs, señalando que debido a que estas experiencias
«son de naturaleza subjetiva, determinar su fuente es en gran
parte un tarea especulativa. Con factores divinos, demoniacos y
de otra naturaleza que merecen consideración por igual, se hace I
 ¿;Cutil es la importancia del cielo en la actttalidad? 39
38 Cielo y eteruidad

que le ayuda a 1as personas a lidiar con este mundo. Contienden

muy arriesgado dar una expiicación única y universal sobre las
que el cielo no es real; es solamente un mecanismo de ayuda para
ECMs».so
salir adelante. Pero están equivocados. Es una esperanzareal para
La discusión sobre ECMs es interesante, pero no proporciona
cristianos que conocen y experimentan las pruebas y tribulaciones
ninguna respuesta o noción confiable sobre el cielo y la eternidad.
de este mundo. Creer en el cielo no quiere decir que ignoremos
También tiene el potencial de llevar a engaño demoniaco o alejar a
este mundo; signiñca que aspiramos a uno mejor y eterno. Joni
las personas de la verdad que se encuentra en la Palabra de Dios.
Eareckson Tada describe gráficamente esta esperanza:
Unicamente 1a Bibiia puede darnos información infalible en cuan-
to a la vida después de la muerte y el cielo. El doctor Rhodes
Todavía me cuesta creerlo. Yo, con dedos estropeados y
ofrece un consejo prudente sobre la evaluación de ECMs:
doblados, músculos atrofiados, rodillas agarrotadas, sin sen-
sibilidad de los hombros hacia abajo, tendré un día un nue-
Sin importar qué tipo de experiencia haya tenido usted, y
vo cuerpo, liviano, esplendoroso vestido en
pruébela siempre en contraste con las Escrituras {véase I justicia-poderoso y radiante.
Tesalonicenses 5:21). Si cualquier cosa contradice la Pala-
bra de Dios en cualquier sentido, debe ser rechazado. Haga ¿Puedes imaginar la esperanza que esto le da alguien
con una espina dorsal atrofiada como yo? ¿O a aiguien que
de las Escrituras su única vara de medición.LaPalabrade
tenga parálisis o lesión cerebral, o que tiene escle¡osis múl-
Dios Io mantendrá en la dirección correcta.sl
tiple? Imagina la esperanza que esto le da a alguien que es
maníaco depresivo. Ninguna otra religión, ninguna otra fi-
QUINTA PARTE losofía pfomete cuerpos, corazones y mentes completamente
nuevos. Únicamente el Evangelio de Cristo hace que las
";Cuál es la imoortancia del
cielo en la áctualidad? personas heridas encuentren una paz tan increíble.53

30. En respuesta a la acusación de escapismo, el filósofo cristia-

¿La creencia en el cielo no es en realidad simple
escapismo? no, doctor Peter K¡eeft, escribe diciendo que el asunto real no es
un escapismo, sino la verdad:
En Colosenses 3:2 Pablo exhorta a los cristianos diciéndoles,
«poned la mira en las cosas de arriba, no en las de Ia tierra». Y
La primera y más sencilla respue§ta a la denuncia de
simplemente porque los cristianos han hecho lo que la Biblia que la creencia en el cielo es un escapismo, consiste en que
ordena, han sido acusados de escapismo. El doctor MacArthur
la primera pregunta no es si es escapista o no, sino si es la
refuta estas críticas:
verdad o no. No podemos descubrir si es verdad o no deter-
minando simplemente si es escapista 6 ¡s. «Hay un túnel
Decir esto puede sonar paradójico, pero el cielo debería
que pasa por debajo de esta prisión», puede ser una idea
estar en el centro de la cosmovisión cristiana. El término
escapista, pero también puede ser verdad.
cosmovisión ha ganado gran popularidad durante los últi-
Si una idea es verdadera, queremos creerla simplemente
mos cien años. Describe un marco de referencia moral, fi-
porque es la verdad, sin importar que sea escapista o no. Si
losófico y espiritual, por medio del cual interpretamos el
es falsa, queremos rechazarla simplemente porque es falsa,
mundo y todas las cosas a nuestro alrededor. Todas las per-
bien sea escapista o no. La única razón honesta para que
sonas tienen una cosmovisión (de manera consciente o no).
alguien llegue a aceptar cualquier idea es su veracidad.sa
Una correcta cosmovisión cristiana tiene el carácter único
de enfocarse en su destino celestial. Aunque algunos po-
Las verdades sobre el cielo no son escapistas, más bien son
drían mofarse de esto como .escapismo», es después de
inescapables. .Pensar en el cielo no es escapismo, porque ello
todo, lo que ordenan precisamente las Escrituras: «Poned
determina mi esencia... Descubrir mi propósito es exactamente
la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra» (Col.
1o opuesto de un escapismo; es descubrir mi esencia»'55
3:2).Elapóstol Pablo escribió ese mandamiento, y su for-
ma de vivir la vida era todo, menos escapista.52 31. ¿Qué hay del dolor y las aflicciones que
experimentamos?
A través de la historia de1 cristianismo, han persistido las críti-
Tanto cristianos como no cristianos sufren desgracias por
cas por parte de no cristianos así como quienes critican que la
igual, soportan dolor, pierden seres queridos y enfrentan el aba-
creencia en el cielo es simple escapismo o una muleta psicológica
40 Cielo y eternidad
timiento. Pero para el cristiano hay esperanza eterna a causa de
la fe puesta en la persona y obra de Jesucristo. Esa es la razón
por la que Pablo, quien tuvo que soportar él mismo muchas tri-
bulaciones y aflicciones, fue capaz de decir, «Pa¡a mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancio> (Filipenses 1:21).
En el Salmo 56:8 David dice, «Mis huidas tú has contado;
pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están todas ellas en tu 1!
bro?». Dios está muy al tanto de nuestros gemidos y lamentos,
nuestras lágrimas y miedos. Un día El va a quitar de nosotros
todas esas cosas. Para los cristianos, la tristeza y el dolor que
experimentamos son reales y naturales, pero también son tem-
porales. Esa es una de las razones por las que Pablo da a los
Tesalonicenses el ánimo que encontramos en Primera
Tesalonicenses 4:13-18, así como 1a enseñanza sobre el arreba-
tamiento:
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de
los que duermen, para que no os entristezcáis, como los
otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los
que durmieron con é1. Por lo cual os decimos esto en pala-
bra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arciángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Lue-
go nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, se-
remos arrebatados juntamente con el1os en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas pa-
labras.
En Apocalipsis 21:4, Juan nos dice que un día Dios «enjuga-
rá toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerre, ni
habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas
pasaron». Lo que experimentamos en 1a tierra es real, pero 1o
que vamos a experimentar en ei cielo también será real. El cieto
será un lugar donde:
. no hay más dolor
. no hay más sufrimiento
. no hay más penalidades
. no hay más llanto
. no hay más muerte
Para aquellos que anhelan llegar al cielo, es como las pala-
bras que se cantan en un himno espiritual: «Todas mis pruebas
Señor, pronto terminarán». Cielo significa sanidad. Cielo signi-
fica esperanza. Cielo significa hogar.
¿Cuál es la importanciq del cielo en la actualidad? 4l
32. ¿Por qué deberia yo interesarme en el cielo?
«Torta en el cielo y para más tarde» es la frecuente acusación
y actitud de aquellos que niegan ia aplicación al presente de la
verdad del cielo. Pero la creencia y el conocimiento del cielo
importa mucho y tiene diversas implicaciones en la vida dia¡ia.
Deberíamos interesarnos en el cielo porque concierne a nuestro
destino eterno. Para el cristiano, también constituye un ímpetu y
una motivación para vivir en santidad, evangelizar y ministrar
diariamente a otros. Joni Eareckson Tada escribe sobre la rele-
vancia cotidiana del cielo:
Cuando un cristiano se da cüenta de que su ciudadanía
está en el cielo, empieza a actuar como un ciudadano res-
ponsable de 1a tierra. Invierte sabiamente en relaciones por-
que sabe que son eternas. Sus conversaciones, metas y
motivos se tornan puros y honestos porque se da cuenta de
que tendrán influjo en su recompensa eterna. Da con gene-
rosidad de su tiempo, dinero y talentos porque está hacien-
do tesoros para la eternidad. Esparce las buenas nuevas de
Cristo porque aspira a llenar los recintos del cielo con sus
amigos y vecinos. Todo esto redunda en beneficio del pere-
grino, no solamente en el cielo. sino en la tierra, porque
beneficia a todos los que [e rodean.'5
El cielo sí importa en la actualidad. Nos tecuerda que la vida
no seguirá siendo siempre como es hoy en día (2Pedro3:2-1).
Las cosas cambiarán y nuestras pasarán. Algunas veces olvida-
mos o pasamos por alto ese hecho:
En realidad no creemos que todo va a terminar, ¿o sí? Si
Dios no nos hubiera dicho otra cosa, todos nosotros cree-
íamos que este desfile de vida seguiría para siempre.
Pero va a terminar. Esta vida no es para siempre, ni tam-
poco es la mejor vida que existe. El hecho es que los cre-
yenfes están dirigiéndose hacia el cielo. Es una realidad. Y
1o que hagamos aquí en 1a tierra tiene un impacto di-recto en
Ia manera en que vamos a vivir allá. Para nosotros el cielo
puede estar tan cerca como el año próximo, o la semana
próxima; así que tiene mucho sentido gastar algo de tiempo
aquí en 1a tierra pensando cándidamente en el maravilloso
futuro que está reservado para nosotros.5T
En Romanos 8:22,23 Pablo escribe:
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a
una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella,
sino que también nosotros mismos, que tenemos las primi-
cias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de no-
 42 Cielo y eternidad
sotros mismos, esperando la adopción, la redención de nues_
tro cuerpo.
Ei cuerpo del que habia Pablo es el cuerpo resucitado que los
cristianos tendrán en el cielo, pero los gemidos.y suspiros ion de
este mundo. El doctor MacArthur lo expresa bien:
Aunque el pecado ha atrofiado nuestras almas y man_
chado nuestros espíritus-aunque ha dejado una cicatriz en
nuestros pensamientos, voluntad y emociones_nosotros
que conocemos a Cristo ya hemos probado el sabor de ta
redención. Y de ese modo anhelamos aquel día cuando va_
mos a ser completamente redimidos. Suspiramos por llegar
a ese lugar donde la semilla de perfección que ha sido plan_
tada en nuestro interior va a brotar y desarrollarse piena_
mente, y cuando seamos completamente redimidos,
finalmente hechos perfectos (He.12:23). De eso exactamen_
te es que se trata el cielo.s8
Hay tantísimas preguntas sobre el cielo para las cuales la Bi-
blia no proporciona respuestas claras o ninguna respuesta en
absoluto. Para algunos aspectos debemos acudir a la deducción
teológica o meditar en torno al silencio de las Escrituras. Dios
nos ha dicho todo lo que necesitamos saber-no todo lo que que-
remos saber. Hay muchas cosas que podemos entender, como se
ha visto en este folleto, pero definitivamente hay mrás silencio
del que nos gustaría.
También debemos recordar que hay muchas, muchas más
cosas que r¡o sabemos sobre el cielo que las que sabemos;
sus encantos y glorias son literalmente inconcebibles para
nosotros ahora. No deberíamos esperar nada menos que eso
de un futuro reino preparado por Jesús mismo, para aque-
llos a quienes El ama y por quienes murió (Mateo 25:34;
Jual14:2). Aparte de Cristo, no hay tal cosa como una vida
real-ahora o para siempre.5e
33. ¿Cómo puedo estar seguro de que iré al cielo?
El doctor en teología Carl F.H. Henry ha afirmado lo siguien-
te acerca de la sociedad contemporánea y sus ciudadanos: «La
supresión intelectual de Dios en Su revelación ha precipitado el
hundimiento de una civilización que le dio la espalda al cielo,
solamente para hacer del infierno su cama>>.o Esta dura pero cierta
declaración puede reflejar con precisión nuestra propia situación
espirinral, ¿no es así?
Tal vez usted ha llegado a la última pregunta de este folleto y
todavía no sabe con certeza cuál será su destino etemo. Si es así,
entonces esta es la pregunta más importante del folleto para us-
ted, y le animamos a pensar en ella con mucho cuidado.
¿Cudl es la importancia del cielo en la actualidad? 43
Nos gustaría que usted supiera sin duda alguna, que tiene
vida eterna por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios. En el libro
de Apocalipsis, Juan extiende una última invitación: «Y el Espí-
ritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratui-
tamente>> (Apocalipsis 22:17). ¿Qué significa esta invitación?
La imagen presentada corresponde a la de una boda. El novio
ha hecho una invitación a su novia. El está dispuesto pero, ¿esta-
rá ella dispuesta? De la misma manera, Dios ha hecho provisión
para usted-sin que a usted le cueste nada, pero a Él le ha costa-
do mucho-para entrar en una relación personal con É1 que Ie va
a dar a usted vida etema. Más específicamente, la invitación se
hace aI que escucha y está sediento. La «sed» representa una
necesidad. Esta necesidad es el perdón de los pecados. Usted
debe reconocer que es un pecador a los ojos de Dios: «Por cuan-
to todos pecaron, y están destiluidos de la gloria de Dios» (Ro-
manos 3:23). Dios es santo y por esa razón no puede pasar por
alto el pecado de nadie. El debejuzgarlo. Sin embargo, Dios en
Su misericordia ha provisto una manera en que hombres y muje-
res pecadores pueden recibir Su perdón.
Este perdón fue provisto a un costo inmenso por Jesucristo
cuando El vino a la tierra hace 2000 años, vivió una vida perfec-
ta, y murió en la cruz en nuestro lugar para pagar por nuestros
pecados: «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos
6:23).La Biblia también dice, «Cristo murió por nuestros peca-
dos, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resuci-
tó al tercer día, conforme a las Escrituras» (1 Corintios 15:3,4).
A fin de obtener esta salvación y la vida eterna que Jesucristo
ofrece, debemos confiar de manera individual en que el pago
que Cristo hizo con Su propia muerte en la cruz es la única for-
ma en que podemos recibi¡ el perdón de nuestros pecados, el
restablecimiento de una relación con Dios y la vida etema. «Por-
que por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de voso-
tros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloíe»
(Efesios 2:8,9). Esta es la razón por la que Juan invita a los se-
dientos para que se acerquen y entren en una relación con Dios a
través de Cristo.
¿Está usted sediento? ¿Reconoce su pecado ante Dios? Si es
así, entonces acérquese a Cristo. Si usted no reconoce su necesi-
dad de salvación, entonces está dejando pasar esta oportunidad.
Por favor no 1o haga.
Aquellos que están sedientos y anhelan la salvación pueden
expresar su confianza po¡ medio de la siguiente oración:
Querido Señor, yo sé que he hecho mal y que me he
apartado de Tus caminos perfectos. Me doy cuenta que mis
pecados me han separado de Ti y que merezco Tujuicio. Yo
44 Cielo y eternidad
creo que Tú enviaste a Tu Hijo Jesucristo a la tierra, para
mori¡ en la cruz por mis pecados. yo pongo mi confianza en
Jesuc¡isto y en lo que Ei hizo en ia cruz para pagar por mis
pecados. Por favor perdóname y dame vida eterna. Amén.
Si usted acabó de hacer esta oración con sinceridad, ya es un
hijo de Dios y tiene vida eterna. El cielo será su hogar etemo.
¡
Bienvenido a la familia de Dios I Como hijo de Dios, usted va a
querer desarrollar esta maravillosa relación aprendiendo más
acerca de El por medio del estudio de la Biblia. Usted deseará
encontrar una iglesia donde se enseñe la palabra de Dios, se es-
timule el compañerismo con otros creyentes, y se promueva la
propagación del mensaje de perdón de Dios a otras personas.
Si usted ya era cristiano antes de leer este folleto, le anima-
mos a continuar en su relación con Cristo. A medida que usted
crece, anhelará vivir para É1 ante la certeza de Su venida. Usted
deseará continuar esparciendo el mensaje de perdón que ha ex-
perimentado. A medida que usted vea cómo Dios prepara el es-
cenario para el drama del final de 1os tiempos, debería sentirse
motivado a servirle más hasta que El venga. Y que su corazón se
llene de iánimo con Sus palabras:
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y
la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Bien-
avenfurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad
(Apocalipsis 22:12- 1 4).
Conclusión
C.S. Lewis advirtió alguna vez sobre cuestiones espirituales
y nuestfa constante preocupación con asuntos mundanos, que
<<todo 1o que no sea eterno está eternamente vencido». Vivimos y
morimos en un mundo que se mueve rápidamente. En todas par-
tes la gente, inciuyendo nosotros mismos, está ocupada. pero,
¿acaso estamos ocupados haciendo las cosas correctas? ¿O esta-
mos tan enfocados en el presente, y a veces en el pasado, que nos
perdemos el futuro o lo descuidamos? Gary Habermas y J.p.
Moreland han escrito lo siguiente acerca del cielo:
El Dios del universo nos invita a ver la vida y la muerte
desde Su ventajoso punto de vista. Y si lo hacemos, vere-
mos cuán velozmente puede revolucionar nuestras vidas:
ansiedades diarias, dolores emocionales, tragedias, nues-
tras reacciones y responsabilidades frente a otros, nuestras
posesiones, riqueza, incluso el dolor físico y la muerte. Todo
esto y mucho más puede verse reanimado e influenciado
¿Cudl es la importancia del cielo en la actualidad? 45
por las verdades del cielo. El testimonio reiterado del Nue-
vo Testamento es que los creyentes deberían ver todos los
problemas, y sin duda alguna toda su existencia, desde 1o
que llamamos la perspectiva «de arriba a abajo»: Dios y Su
reino en primer lugar, seguidos por los diversos aspectos de
nuestra existencia terrenal.6l
El cielo es sin lugar a dudas un lugar único y maravilloso, un
lugar que sobrepasa por mucho nueska imaginación y capacidad
de comprensión. Para el cristiano, el cielo es una esperanza en el
presente y su hogar etemo-«el cielo es un reino de gloria inex-
presable con palabras».ó2 La decisión que usted tome acerca del
cielo y la libre oferta de salvación basada en la muerte y resu-
rrección de Jesucristo es la decisión más importante que usted
pueda hacer nunca jamiís. Cuide su alma-va a tenerla por la
eternidad.
Notas
l. StevenJ. Lawson, Heaven Help Us! Truths About Eternity
That Will Help you Live Today. (Colorado Springs:
NavPress, 1995), p. 16.
2. Pa¡a ver ejemplos de la literatura clásica, véase de Wilbur
M. Smith, The Biblical Doctrine of Heaven (Chicago:
Moody Press, 1968), pp.28-29.
3. John F. MacArthur, La gloria del cielo (Grand Rapids, MI:
Editorial Portavoz, 1997), p. 56.
4. Ibid., pp. 59-60.
5. Ibid., p. 60.
6. Gary R. Habermas y J.P. Moreland, lnrzortality: The Other
Side of Deará (Nashville: Thomas Nelson Publishers,
1992), p. 150.
7. Je-
|
Puauna discusión más completa de los autores sobre
rusalén, véase Jerusalén en la profecía bíblica (sene <<Pro- |
fecía» Grand Rapids : Editorial P ortav oz, 7991 ).
8. ArnoldG. Fruchtenbaum, Footsteps of the Messiah: ASndy
of the Sequence of Prophetic Evenrs (Tustin, CA: Ariel
Ministries, 1982), p, 366.
9. John Walvoord, Major Bible Prophecies; 37 Crucial
Prophecies That Affect You Today (Grand Rapids:
Zondervan Publishing House, 1991), p. 404.
10. Charles C. Ryrie, Basic Theolog¡, (Whearon, IL: Victor
Books, 1986), p.515.
1 1. La tabla es tomada de Ryrie,,Basic Theolo gy,, p. 5 i6. Usa-
do con permiso de la editorial.
12. Véase de Smith,The Biblical Docrrine of Heaven, pp. 190-
200: Don Baker, Heaven: A Glimpse of Your Furure Home
(Portland, OR: Multnomah Press, i983): y Douglas
46 Cielo y eternidad
Connelly, After Life: Whar the Bible Really Says (Downers.
Grove, IL: InrerVarsiry press, 1995), pp. 101-03.
13. Smith, The Biblical Doctrine of Heaien, pp. 190.
14. Don Baker, Heaven: A Glimpse of your iuture Home.
15. Lawson, Heaven Help {Jsl pp.52-66.
i6. Baker, Heaven: A Glimpse of your Future Home.
17. Ibid.
18. Joni Eareckson Tada, Heaven: your Real Home (Grand
Rapids: Zondervan publishing House, 1995), p. 39.
19. MacArthur, La gLoria del cieb, p. 133.
20. Ibid., p. 139
21. Ibid., p. 136.
22. Ryne, Basic Theology, pp. 121-22.
23. MacArthur, l,a gloria del cielo,p. 129.
24. Este material es un resumen á partir de Habermas y
Moreland, Immortality, p. 114.1
25. Ken Gire, Instructive Moments with the Savior (Grand
Rapids: Zondervan, 1992), p. 7 5.
26. Ron Rhodes, Heaven: The []ndiscovered Country (Eugene,
OR: Harvest House Publishers, I 996), p. 102. Rhodes ofre_
ce una excelente discusión de este tópico y muchos de los
demás asuntos relacionados con el cielo. Su obra es alta-
mente recomendada.
Ibid., p. 101.
Ibid., pp. lO2-02.
Ibid., p. 107.
Ibid., pp. 108,205 (capítulo 6, nota 12).
Robert Lightner, Heaven for Those Who Can,t Believe
(Schaumburg, IL: Regular Baptisr press, 1977), p.22.
32. Lawson, Heaven Help Us! P.81.
MacArthur, La gloria del cielo, p. 133.
34. Para un estudio completo de este asunto, véase de Ramesh
P. Richard, The Population of Heaven (Chicago: Moody
Press, 1994).
35. Citado en John Ankerberg y John Weldon, The Facts on
Life After Deará (Eugene, OR: Harvest House publishers,
1992), p. 411
36. C.S. Lewis, The Great Divorce (Nueva york: Macmillan,
1946), p. 69.
37. Habermas y Nloreland, Immortality,p. 159.
38. Rhodes, Heaven: The Undiscovered Country,p. llg.
39. Habermas y Moreland, Immonality,p. 169.
40. Véase ibid., pp. 169-76: véase rambién de William Crocket,
Four Vews on Hell (GrandRapids: Zondervan publishing
House, i992), para un tratamiento «profesional y avisa-
do» de las principales corrientes de pensamiento iobre el
tema del infiemo.
Rhodes, I1¿ay¿n: The Undiscovered Country,pp. 121-122.
Notas 4"7
42. Ryrie, Baslc Theology, p. 521.
43. Rhodes, Heaven: The Undiscovered Country,pp. 122-23.
44. Douglas Connelly, After Lift: What the Bible Really Says
(Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1995), pp.44-45.
45. Ankerberg y Weldon, The Facts on Life Afrer Dearh,p.9.
Véase también de Habermas y Moreland, Immortality, p.
87, y Rhodes, Éleaven: The Undiscovered Country,p.149.
46. Véase especialmente de Habermas y Moreland,
Immortalíty, pp. 73-105; Rhodes, Heaven: The
Undiscovered Country, pp. 149-67; y de Ankerberg y
Weldon, The Facts on Lift After Deathy The Facts on Near-
Death Experierc¿s. Para una crítica bíblica del libro popu-
lar pero no bíblico de Beuy J. Eddie, Embraced by the Light,
véase de Dough Groothuis, Deceived by the Ligár (Eugene,
OR: Harvest House Publishers, 1995).
47. Habermas y Moreland, Immorrality: The Other Side of
Death, p.73.
48. Rhodes, Heaven: The Undiscovered Country,p. 164.
49. Habermas y Moreland, Immortality, pp. 9l -92.
50. Yerry Yamamoto, «La experiencia cercana a la muerte>>,
Christian Research Joumal, primavera de 1992, p. 5.
51. Rhodes, Heaven: The Undiscovered Country,p. 167.
52. MacArthur, La gloria del cielo,p.5O.
53. Eareckson Tada, Heaven: Your Real Home,p.53.
54. Peter K¡eeft, Heaven: The Heart's Deepest l,onging (San
Francisco: Ignatius Press, 1989), p. 164.
55. Ibid., p. 170.
56. Eareckson Tada, Heaven: Your Real Home, p. 110.
57. Ibid., p. 15.
58. MacArthur, ln gloria del cielo,p. 123.
59. John Ankerberg y John Weldon,The Facts on Near-Death
Experiences (Eugene, OR: Harvest House Publishers,
1996), p. 40.
60, Carl F.H. Henry, Twilight of a Great Civilization
(Westchester, IL: Crossway Books, 1988), p. 143.
61. Habermas y Moreland, Immonalit,v, p. 186.
62. MacArthur, la gloria del cielo,p.8l.