Está en la página 1de 8

712 El testimonio encarnado de lsrael

práctica regularizada y formulada de simbolización es indispensable para el mante- 24


nimiento de una deliberada praxis ética. Además, más allá de su uso instrumental co-
mo apoyo necesario para la intencionalidad ética, el culto es el lugar donde Israel EL SABIO COMO MEDIACIÓN
puede estar, de hecho, en presencia del Santo.
No tenemos pruebas de que los profetas se opusieran al culto público en sí, cuan-
do ese culto prestaba atención a la extrañeza del verdadero Dios de Israel. Es eviden-
te que en el culto de Israel, que podriamos considerar como «rectamente interpreta-
do» de acuerdo con el propio testimonio israelita, éste implicaba a los grandes
recuerdos de su testimonio primordial, en el que el más elemental testimonio del Dios
de Israel es tomado en su seriedad definitoria para el presente. Ese testimonio primor-
dial incluye a Yahvé como aquel que se entromete en la experiencia pública de Israel
de forma drástica, y a Yahvé como aquel que sanciona y mantiene la creación como Lo más importante que debemos advertir respecto al «sabio» como mediador tal
hogar que dota de vida a Israe1 63 • Lo más plausible es que la polémica profética insis- vez sea el hecho de estar incluido junto a la Torá, al rey, al profeta y al culto l . Esta in-
ta en que el culto de Israel debería, en todo momento, implicarse con este Dios. corporación representa una importante desviación de las categorías fundamentales
que han dominado la teología del Antiguo Testamento del siglo XX, una desviación
posibilitada especialmente por la exégesis de los sesenta y los setenta, que trascendió
el enfoque de los hechos históricos como datos del yahvismo israelita2 • Esa exégesis,
especialmente encabezada por Gerhard van Rad, Roland Murphy, James Crenshaw y
Norman Whybray, sugirió un modo de reflexión y de articulación teológicas en el an-
tiguo Israel paralela o alternativa a la de los hechos históricos 3 •

l. Un consenso entre exegetas

El resultado de esta investigación puede ser considerado como una especie de


consenso entre estudiosos, resumido en seis aspectos:
a) La teología sapiencial es una teología que reflexiona sobre la creación, sus exi-
gencias, órdenes y dones4 •

1. «Sabio» (sage) se emplea cada vez más como un término que engloba maestros de sabiduría y
escribas. Por ejemplo, cf. L. G. Perdue-J. G. Garnmie (eds.), The Sage in Israel and the Ancient Near
East, Winona Lake I990; J. Blenkinsopp, Sage, Priest, Prophet: Religious and Intellectual Leadership
in Ancient Israel, Louisville 1995,9-65. Creo que el uso de este término está motivado en parte por el
deseo de evitar el masculino «hombre sabio» (wiseman). También cf. R. R. Hutton, Charisma and Au-
thority, 172-205; L. L. Grabbe, Priests, Prophets, Diviners, and Sages, 152-180.
2. Respecto a este cambio fundamental en la exégesis, influido sobre todo por Claus Westermann,
cf. C. Westermann, Creation and History in the Old Testament, 11-38, en respuesta a Gerhard von Rad;
F. M. Cross, Caananite Myth and Hebrew Epic: Essays in the History ofthe Religion ofIsrael, Cam-
bridge 1973, en respuesta a G. Emest Wright. También cf. L. G. Perdue, The Collapse ofHistory,l13-
150, W Brueggemann, A Shifting Paradigm: From «Mighty Deeds» to «Horizon;>, en G. Gilbert (ed.),
The Papers ofHenry Luce III Fellows in Theology, Atlanta 1996, 7-47; Id., The Loss and Recovery of
Creation in Old Testament Theology: TToday 53 (1996) 177-190. Cf. la nota 10 del capítulo 9 respec-
to a esta literatura.
3. Más recientemente, cf. un compendio de la importante obra de J. L. Crenshaw, Urgent Advice
and Probing Questions: Collected Writings on Old Testament Wisdom, Macon 1995.
4. La declaración programática es la de Walther Zirnmerli: «La sabiduría reflexiona decididamen-
te dentro del marco de una teología de la creación», en Id., The Place and Limit ofthe Wisdom Frame-
63. Tanto Walter Harrelson (From Fertility to Cult, 81-99) como Bernhard Anderson (Creation work ofthe Old Testament Theology: SJT 17 (1964) 148. En general, cf. L. G. Perdue-J. G: Gamm~e
'. y su «practica»
versus Chaos , 78-109) lncl uyen a Ia creaClOn . . como aspectos aceptados y fundamenta- (eds.), The Sage in Israel, Winona Lake 1990; L. G. Perdue, The Collapse of History, Mmneapohs
les de1 culto de Israel.
1994; J. Day y otros (eds.), Wisdom in Ancient Israel, Cambridge 1995.
714 El testimonio encarnado de Israel El sabio como mediación 715

b) Los datos para esta teología son las vivencias que, en su mayor parte, no pueden temología defendida. Había quienes ponían a Yahvé a disposición de los demás me-
ser suprimidas mediante la imposición de categorías hermenéuticas o interpretativas. diante un discurso que presentaba un orden fiable, generoso y exigente de un mundo
c) Se comprende y se percibe que la experiencia tiene fiabilidad, regularidad y vital viable.
coherencia, de modo que es posible realizar observaciones globales que se pueden
mantener a través de una rica gama de vivencias concretas.
d) La fiabilidad, regularidad y coherencia de las vivencias poseen una dimensión 2. Los contextos y la ubicación social de la sabiduría
ética que no se deja moldear, de manera que determinadas pautas de conducta produ-
cen un resultado positivo mientras que otros comportamientos acarrean consecuen- Es común entre los exegetas sugerir tres posibles ámbitos donde los sabios actua-
cias negativas. El vínculo entre hecho y resultado es intrínseco a la configuración de ban continuamente para garantizar que Israel vivía en un mundo yahvista y no en otro
la realidad creada y no puede ser violados. mundo. El primer círculo social generalmente aceptado para esta mediación lo cons-
e) La valoración de las vivencias como algo que manifiesta una coherencia entre tituye el clan o la familia 9 •
las exigencias y las garantías éticas es percibido como una especie de «teología na-
tural»; es decir, se trata de una teología que revela a quien discierne con seriedad al-
a) Lafunción de lafamilia
go del carácter oculto y de los entresijos del conjunto de la realidad6 • De esta manera,
los maestros de sabiduría no dependen para sus intuiciones de los oráculos proféticos Erhard Gerstenberger enfatiza especialmente este acento de la instrucción sapien-
o de los decretos del Sinaí que claman explícitamente su carácter revelador, sino que cial, que se refleja en los «dichos sobre la familia» que a menudo aparecen en los li-
creen que lo que se da como «verdadero» aparece en las vivencias bien (sabiamente) bros sapienciales del Antiguo Testamento, sobre todo en Proverbios lO • El maestro de
discernidas. sabiduría habla como un padre a un niño, de modo que encontramos la expresión:
f) Como «teología natural», este depósito de reflexión continua es ciertamente «Escucha, hijo mío». Carole Fontaine ha advertido acertadamente que tanto las ma-
revelador: revela y manifiesta al Dios que crea, ordena y sostiene la realidad. De es- dres como los padres actúan de esta manera. La familia o el clan es, entre otras cosas,
ta manera, la «teología natural» como revelación media a Yahvé, quien es percibido un agente socializador decisivo, que construye un mundo de límites y opciones, de
como el garante generoso y exigente de una ordenación de la vida viable de la que es símbolos e imaginación, donde el niño puede vivir a salvo. Gran parte de la socializa-
posible fiarse y confiar en ella, pero que no puede ser violada a la ligera. Los maes- ción se lleva a cabo mediante imperativos directos, pero parte de ella se realiza, espe-
tros de sabiduría, en su mayor parte, no hablan directamente sobre Dios, sino que ha- cialmente en una sociedad tradicional, a través de la frecuente repetición de dichos
cen inferencias sobre él e invitan a hacerlas a partir de una experiencia discernida
que establecen vínculos que acaban por convertirse en datos aceptados. Los datos de
desde una perspectiva teológica.
esta mediación, que ofrecen al niño una estructura plausible, se refieren tanto a la
Nuestro objeto aquí, sin embargo, no consiste en explicar teología sapiencial, si-
exuberancia de la creación de Yahvé como a las fuertes restricciones ante un compor-
no en considerar las encarnaciones de la sabiduría en una práctica social e institucio-
tamiento destructivo.
nal regularizada? En este caso nos hallamos en gran medida en un campo dado a la
Gerstenberger ha llegado a sugerir que es de las expectativas y las prohibiciones
especulación, porque las pruebas firmes son muy limitadas 8 • Necesariamente avanza-
del líder del clan de donde Israel recibe la expresión «No harás ... », que posterior-
mos a través de inferencias y debemos ser cautos a la hora de afirmar demasiadas co-
mente resuena en el Sinaí en labios de Yahvé. Tal imperativo se da primero a un niño
sas. Así, mis comentarios a lo sumo pueden reflejar el consenso general pero provi-
en la unidad familiar, advirtiéndole en virtud de una autoridad incuestionable de los
sional de la exégesis. Lo más importante para nosotros, al considerar a los sabios
riesgos de un comportamiento inaceptable. Gerstenberger cita como ejemplo princi-
como mediadores, es que ciertamente fueron agentes de sabiduría que «conocían la
pal las prohibiciones aceptadas por los recabitas, un grupo religioso sumamente dis-
jerga» de esta teología, que con regularidad disponían de ocasiones socialmente acep-
ciplinado que seguía la enseñanza de «nuestro antepasado»'l:
tadas para llevar a cabo tal discurso y a los que se les aceptaba su autoridad en ese
discurso, aunque una autoridad en correspondencia con el estilo empleado y la epis- Ellos respondieron: «Nosotros no bebemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nues-
tro antepasado, nos prescribió: 'No bebáis nunca vino, ni vosotros ni vuestros hijos; no
5. La declaración clásica es la realizada por K. Koch, Gibt es ein Vergeltsdogma im Alten Testa-
ments?: ZTK 52 (1995) 1-42 (versión inglesa: 1. L. Crenshaw [ed.], Theodicy in the O/d Testament, Fi- 9. Cf. E. Gerstenberger, Wesen und Herkunft des apodiktischen Rechts (WMANT 20), Neukir-
ladelfia 1983,57-87). chen-Vluyn 1965. Adviértase también la cautela de C. R. Fontaine, The Sage in Family and Trzbe, en
6. Sobre todo, cf. 1. Barr, Biblical Faith and Natural The%gy, Oxford 1993. The Sage in Israel, 155-164.
7. Cf. mi reflexión de la teología sapiencial como un elemento de réplica al testimonio, supra, p. 10. El acento sobre el clan en general como una unidad fundamental para la fe de Israel es defen-
360-361, bajo el epigrafe de «El gobierno oculto de Yahvé». dido por Erhard Gerstenberger y Rainer Albertz; cf. supra, la nota 35 del capítulo 23.
8. Especialmente cf. la cautela expresada por S. Weeks, Early Israelite Wisdom, Oxford 1994. 11. E. Gerstenberger, Wesen und Herkunft, 110-117.
716 El testimonio encarnado de Israel El sabio como mediación 717

edifiquéis casas, no sembréis campos ni plantéis o poseáis viñas. Durante toda vuestra b) La función de la escuela
vida habitaréis en tiendas, para que podáis vivir mucho tiempo en el suelo en el que re-
sidís como extranjeros'. Nosotros hemos obedecido a Jonadab en todo lo que nos orde- Un segundo ámbito para la mediación sapiencial es la escuela 14 . La prueba de que
nó, y por eso no bebemos nunca vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos existían escuelas en el antiguo Israel no carece de ambigüedad y se llega a ella prin-
o hijas; no edificamos casas para vivir en ellas, ni tenemos viñas, ni sembramos campos, cipalmente de forma indirecta. Sin embargo, dadas las necesidades prácticas e ideo-
sino que vivimos en tiendas. Cumplimos todo lo que nos mandó nuestro antepasado, Jo- lógicas de las altas esferas urbanas y monárquicas, resulta convincente suponer que la
nadab» (Ir 35, 6-10). sabiduría floreció bajo el patronazgo regio, tal vez bajo Salomón, más probablemen-
te en tiempos de Ezequías. Dichas escuelas, tal como suponemos aquí (como hacen
De esta manera, es posible aceptar la propuesta de que la familia, como agente so- muchos estudiosos), estuvieron seguramente destinadas a la clase privilegiada, edu-
cializador a nivel muy práctico, inculca un horizonte yahvista en su seno. cada para ocupar puestos en la administración y en la gestión económica. Cuando Is-
Esta tarea consistente en la crianza, la educación y la autoridad por parte de los pa- rael dejó de ser una sociedad tribal y segmentaria y su vida pública creció en comple-
dres, que seguramente ha de ser considerada aquí como una cuestión multigeneracio- jidad, especialización y estratificación, la posesión de recursos retóricos y la capacidad
nal dentro de una familia extensa, no es muy distinta de lo que en la terminología re- de manejar símbolos debieron de ser muy valoradas. No nos sorprende que tal crian-
ligiosa tradicional se ha llamado «disciplina y amonestación». En dicha socialización za y educación incluyese referencias al protocolo regio, a la habilidad retórica y a la
familiar, la «disciplina y amonestación» probablemente consistan en una mezcla de fe práctica de la prudencia que podrían hacer prosperar a uno ante los poderosos. De he-
yahvista, una gran cantidad de sentido común y algunos valores, esperanzas, temores cho, debe de haber sido importante la administración del poder 15 • Lo que más nos in-
y prejuicios familiares l2 • Todo ello constituye el sendero que la familia deliberada- teresa es que esta crianza en escuelas nunca fue plenamente secular, conteniendo un
mente toma a fin de preservar para la generación su mundo vital intacto, eh funciona- alto grado del yahvismo notado anteriormente l6 • Así, la coherencia oculta del mundo
miento y dotado de autoridad. como creación de Yahvé es un freno importante al poder político reducido a mera ma-
Uno de los términos que expresan esta empresa de crianza, consejo y socializa- nipulación técnica.
ción es músar13 • En este sentido podemos advertir dos dichos que reflejan un compro-
miso con dicha crianza, consejo y socialización:
c) La corte real
El que no usa la vara odia a su hijo;
el que lo ama, lo corrige (músar) a tiempo (Prov 13,24). El tercer contexto donde probablemente se practicaba la sabiduría como un modo
La necedad se pega al corazón del joven,
de tener a Yahvé a disposición de Israel era la corte reap7. Los reyes de Israel dispo-
la vara de la corrección (músar) se la quitará (Prov 22, 15; cf. Prov 23, 13). nían de consejeros y asesores que eran capaces de ofrecer un panorama más amplio
en torno a las cuestiones políticas sobre las que había que tomar decisiones. Jusay y
La «vara de la corrección (m usar)>> no ha de ser comprendida en este caso como Ajitófel son claros ejemplos en la corte de David, y los relatos de José y Daniel dan
un instrumento de maltrato. Se trata, antes bien, de un medio para guiar y proteger, testimonio del conocimiento por parte de Israel de esta función real, aun cuando es-
al igual que el término vara es usado en Sal 23, 4 refiriéndose a la guía y la protec- tos casos se refieran a cortes extranjeras l8 • Norman Whybray ha sugerido la existen-
ción que el pastor ofrece a su rebaño. Israel no elude un determinado tipo de crianza,
que aceptó como responsabilidad fundamental. Dicha crianza, en el campo de la sa- 14. Cf. A. Lemaire, The Sage in School and in Temple, en The Sage in Israel, 165-181 (con una
gran documentación). Adviértase sobre todo la obra de H. J. Hermisson, que Lemaire cita en la no-
biduría, no es por lo general directa y coercitiva, sino seductora y juguetona, del mis- ta 6. También cf. G. I. Davies, Were There Schools in Ancient Israel?, en Wisdom in Ancient Israel,
mo modo que los «dichos familiares» establecen conexiones, pero no plantean impe- 199-211.
15. Cf. E. W. Heaton, Solomon s New Men: The Emergence ofAncient Israel as a National State,
rativos o conclusiones directas. Esta crianza y estos consejos introducen al joven en Londres 1974; Id., The School Tradition ofthe Old Testament: The Bampton Lectures for 1994, Oxford
el mundo vital de la familia, a fin de que reconstruya de forma imaginativa dicho mun- 1994. George Mendenhall (cf. infra, nota 21) también cree que los sabios participaban en la política.
do a partir de los elementos entregados por la generación de sus padres. No obstante, los considera de un modo mucho más negativo.
16. Esto se opone a los presupuestos del destacado comentario de W. McKane, Proverbs: A New
Approach, Londres 1970, pero representa 10 que seguramente es el consenso entre estudiosos.
12. La expresión «disciplina y amonestación» me recuerda la fórmula bautismal de la Iglesia don- 17. Cf. W. Brueggemann, The Social Significance ofSolomon as a Patron ofWisdom, en The Sa-
de me crié [N. del T.: La expresión deriva de la fórmula de Ef 6, 4]. Aunque la «disciplina y amones- ge in Israel, 117-132; R. N. Whybray, The Sage in the Israelite Royal Court, en The Sage in Israel,
tacIón» que se buscaba en ese ámbito era deliberada y autoritativa, apenas mostraba la coerción mez- 133-139.
quina y el tono estridente presente en la añoranza actual de «valores familiares». El texto nos lleva a 18. El caso de Jusay y Ajitófel es el ejemplo clásico del Antiguo Testamento; al respecto, cf. W.
deducir que en el antiguo Israel por lo general también estaba ausente esa coerción exagerada. McKane Prophets and Wise Men (SBT 44), Naperville 1965, 13-62. Respecto a los sabios de Israel en
. 13. Respecto a este término, cf. R-J. Kraus, Geschichte also Erziehung, en H. W. Wolff, Probleme las cortes de extranjeros, cf. W. L. Humphreys, A Life-Stylefor Diaspora: A Study ofthe Tales ofEsther
Blbllscher Theologie, 167-168; J. L. Crenshaw, Education in Ancient Israel: JBL 104 (1985) 601-615. and Daniel: JBL 92 (1973) 211-223; D. L. Smith, The Religion ofthe Landless: The Social Context of
7lR El testimonio encarnado de Israel El sahio como mediación 719

cia de una tradición intelectual de eruditos y peritos en el antiguo Israel que actuaban a) El tradicionalismo acomodado
de maneras diversas en la sociedad a fin de configurar la enseñanza y de incidir en la
formación y la puesta en práctica de una política pública. Tal tradición de sabiduría En la medida en que la reflexión sapiencial es una enseñanza destinada a sociali-
públicamente orientada incluía a muchas personas reconocidas como sabias. De acuer- z~~ y a i~tro~ucir a los jóvenes en una comunidad estable, es posible que la instruc-
do con Whybray, sin embargo, no constituían ninguna clase especial en la sociedad19 • CIOn sapiencial se acomode en una especie de tradicionalismo que simplemente reite-
En la medida en que siguieron hablando, pensando e interpretando el mundo de acuer- ra y:epite, sin reflexionar críticamente y sin prestar atención a experiencias nuevas
do con la teología de la creación yahvista indicada anteriormente, pueden ser conside- y eXigentes. Tal tradicionalismo acomodado, que no es la mejor expresión de la en-
rados como mediadores de Yahvé. señanza sapiencial ni del yahvismo, puede derivarse de la perezosa negativa a pensar
con. categoría~ nue~as. Más probablemente, dicha inclinación refleje compromisos
sociales reaCCIOnanos que deseen resistirse a los cambios, aun cuando la experiencia
d) «Teólogos prácticos» que se presenta parezca exigirlos.

Estos practicantes de sabiduría -en la familia, en la escuela, en la corte y en la vi- . Podemos. citar un destacado ejemplo en el que un viejo proverbio a menudo repe-
tido es cuestIOnado como carente de validez en el presente:
da pública- pueden ser considerados como «teólogos prácticos» en dos sentidos. En
primer lugar, son prácticos en el sentido ordinario de hacer uso de un enorme senti- ¿Por qué repetís este refrán en Israel: «Los padres comieron los agraces y los hijos su-
do común. Percibieron el funcionamiento de las cosas y cómo estas se hallan inalie- fren la dentera»? Por mi vida, oráculo del Señor, que no diréis más este refrán en Israel.
nablemente relacionadas entre sí. En segundo lugar, están envueltos en una «auténti- Pues todas las vidas son mías; la vida del padre y la del hijo. El que peque, ése morirá
ca praxis»; es decir, constantemente se enfrentan a nuevas experiencias que no sólo (Ez 18, 2-4; cf. Jr 31, 29-30).
deben ser integradas en el depósito de lo aprendido, sino que deben permitir revisar
dicho depósito a la luz de los nuevos datos. Esto significa que su palabra de discipli- El proverbio recuerda un dicho tribal tradicional que afirma la solidaridad de la
na y amonestación es en gran medida «alternativa». Por lo tanto es importante reco- comunidad a lo largo de las generaciones y afirma que las decisiones tomadas por
nocer que Yahvé es mediado a Israel no solamente a través de operaciones estable- una generación siguen teniendo un impacto importante en las generaciones siguien-
cidas, visibles, acreditadas e institucionales, las cuales resultan muy evidentes en el tes. La crítica del proverbio en Jeremías y Ezequiel, no obstante, indica que el exilio
testimonio israelita, sino también a través de formas ad hoc, donde las categorías de ha socavado la verdad del venerable proverbio. Estos profetas exílicos desean afirmar
la teología de la creación ofrecen intuiciones y libertad en abundancia para interpre- que la nueva generación del exilio goza de libertad para llevar a cabo nuevas acciones
tar a Yahvé. De hecho, la teología práctica es una teología «alternativa», quizás cada y no está predestinada para vivir en la parálisis generada por decisiones tomadas con
vez más importante en una sociedad donde las credenciales y los modos de mediación anterioridad. A fin de establecer que el momento presente es un espacio donde apare-
institucional reconocidos llaman cada vez menos la atención. cen nuevas oportunidades y se pueden llevar a cabo nuevas acciones, el viejo prover-
bio debe ser abandonado; la sabiduría proverbial en la que se ha confiado durante tan-
to tiempo debe ser desechada.
3. Posibles distorsiones Sospecho que la crisis de una sabiduría proverbial en la que se ha confiado tanto
tiempo, y que nunca está libre de intereses y privilegios sociales, es característica de
Dado que la enseñanza sapiencial como disciplina, educación e interpretación es cualquier sociedad que se halla inmersa en cambios rápidos donde los viejos presu-
algo puntual, alternativo y está implicada en la responsabilidad cotidiana de enfren- puestos son desenmascarados y puestos en tela de juicio por las nuevas experiencias.
tarse a la vida, es de esperar que la teología sapiencial no sea coherente ni esté con- De hecho, es posible sugerir que los graves conflictos ahora presentes en la Iglesia
trolada de un modo predecible. Esto significa, por otro lado, que la enseñanza sapien- occidental, la cual se enfrenta a un secularismo sin precedentes, son conflictos en tor-
cial es fácilmente distorsionada, de la misma manera que también los otros modos de no a la experiencia y a la sabiduría tradicional que tienen una relación cercana a la fe
mediación están abiertos a perversiones. Aquí sugeriremos tres tipos de distorsión bíblica, pero que en gran medida se trata de una prudencia aceptada durante largo
que son evidentes en el texto. tiempo. El conflicto, al menos en cierta medida, no trata de la verdad; trata de mante-
ner intacto un mundo social conocido y manejable.
Hasta cierto punto el mundo de los sabios es un mundo de afirmaciones estables.
the Babylonian. Exile, Bloomington 1989. Tanto Humphreys como Smith no tratan principalmente de No obstante, en cierta medida, también es un mundo de disputas permanentes, porque
cuestIOnes hlstoncas, sino de estrategias para las circunstancias históricas tal como se manifiestan en «el tiempo todo lo marchita». Seguramente en Israel hubo durante el tiempo del exi-
su expresión literaria.
19. Cf. N. Whybray, The lntellectual Tradition in the 01d Testament (BZAW 135), Berlin 1974. lio defensores permanentes y firmes del viejo proverbio citado en Jr 31, 29 Y Ez 18,
720 El testimonio encarnado de Israel El sabio como mediación 721

2, a los cuales había que convencer de que el destierro constituía un tiempo y un es- los sabios podrían ser consejeros con principios que «dijesen las verdades al poden).
pacio donde se abrían posibilidades radicalmente nuevas. La disputa entre la sabidu- Sin embargo, tal como sugiere Mendenhall, a menudo los sabios estaban comprome-
ría y el tradicionalismo no admite una solución «celestial», sino solamente compro- tidos con los «tres grandes de la tradición sapiencial: el poder, la riqueza y la sabidu-
misos provisionales «terrestres», de acuerdo con la experiencia. ría misma»22. Mendenhall apela especialmente a Jr 9,23-24 como ejemplo principal
de los valores abrazados por una sabiduría calculadora y de los valores alternativos
defendidos por el profeta, valores que se encontraban en el horizonte de la tradición
b) Legalismo
sapiencial pero de los que se prescindía fácilmente en casos concretos.
Íntimamente unido al tradicionalismo se encuentra el legalismo, en el que los vie- Referirse a estos asesores que ponen en peligro sus principios con el fin de lograr
jos vínculos entre acto y resultado se congelaron en un principio absolutista. La ex- un ascenso como «sabios» es, en última instancia, una ironía. Es esta ironía, sin em-
presión más clara de ello se halla en los amigos de Job, una descripción artística de lo bargo, vinculada a una distribución del poder que es siempre ambigua, la que define
que debe haber sido una fuerte opinión de la sabiduría piadosa. En esta descripción, el papel de dichos «sabios» de una forma adecuada y consistente. Esta matriz de los
los amigos, sabios con inclinaciones pastorales, son intransigentes en su absolutismo sabios recuerda el destacable análisis de la política exterior estadounidense llevado a
piadoso, el cual resulta inadecuado para la experiencia de Job20 . Los amigos sin du- cabo por Walter Isaacson y Evan Thomas: Wise Men: Six Friends and the World They
da son tradicionalistas que ante las protestas y el dolor se niegan a considerar cual- Made 23 • El estudio es un análisis de seis expertos de política exterior estadounidense
quier cosa aprendida de la nueva experiencia. -Dean Acheson, Charles Bohler, Averell Harriman, George F. Kennan, Robert Lovet-
A decir verdad, el epílogo en prosa del libro de Job no carece de interés (cf. Job te y John 1. McCloy, Jr.-, especialistas privilegiados que dominaron y modelaron la
42, 7-8). Sin embargo, la sentencia dictada es sorprendente: que los amigos han pro- política exterior estadounidense durante la guerra fría. El estudio nos interesa -dado
vocado la cólera de Yahvé, «porque no habéis hablado bien de mí» (Job 42, 8). La en- el astuto título del libro- porque los intereses militares-industriales y los intereses de
señanza sapiencial es un proceso en permanente desarrollo. Por consiguiente, detener clase terminaron por equipararse a los intereses nacionales, una ecuación que en de-
el proceso negándose a considerar las nuevas experiencias no está bien, pues malin- finitiva condujo al callejón sin salida de la guerra de Vietnam. En el fondo, estos «sa-
terpreta a Yahvé y su realidad en el mundo. Una cosa es reconocer que el depósito ini- bios» fueron engañados por su pericia y sus carreras culminaron en la «marcha de la
cial de la sabiduría ha surgido de la experiencia. Otra cosa muy distinta, con el depó- locura»24. Escribiendo separadamente sobre McCloy, Kai Bird observa que estos «ex-
sito de la experiencia bien asido, es reconocer una verdad nueva (la nueva revelación pertos» no pudieron distinguir sus propios intereses del interés de la nación25 . Algo si-
que conlleva una nueva experiencia). Los amigos de Job no pudieron reconocerla. milar a este autoengaño estaba presente en el mundo antiguo, donde los sabios eran
reclutados al servicio del poder. Dado el carácter de Yahvé, estos engaños del poder
humano llevaron a una mediación de Yahvé que en determinadas ocasiones se convir-
c) El oportunismo de los sabios profesionales tió en una burda distorsión.
El sabio público y profesional se enfrentaba a una tentación muy distinta a la res-
ponsabilidad ética de la sabiduría tríbal. De acuerdo con algunas hipótesis, estos sabios
4. La mediación en la cotidianeidad de la vida
se movían en ámbitos de un poder inmenso. Aquí, la tentación consiste más probable-
mente en una especie de oportunismo, que suponía dar consejos y asesoramiento a me- En diversos contextos la enseñanza sapiencial podía quedar atrapada en esquemas
dida de los intereses personales o de los intereses de los patronos más poderosos. En de tradicionalismo, legalismo, oportunismo y, como ejemplifica el Eclesiastés, tal vez
una afirmación polémica, George Mendenhall ha sostendio que los sabios del antiguo en el cinismo o el fatalismo. Pese a todo, los sabios estaban implicados en extraños
Israel encarnaban una clase sumamente privilegiada y con grandes dotes que actua-
ba en cuestiones de política pública, y que estaba íntimamente unida al sistema edu- 22. ¡bid., 330.
23. W. Isaacson-E. Thomas, Wise Men: Six Friends and the World They Made, Londres 1986.
cativo «mediante el que los hijos de las elites de la sociedad eran educados en las des- 24. Respecto a esta expresión, cf. B. W. Tuchman, La marcha de la locura. La sinrazón desde Tro-
trezas necesarias para competir en la antigua jerarquía, determinada por los viejos ya hasta Vietnam, México 1978.
25. K. Bird, The Chairman: John J. McCloy, the Making oJthe American Establishment, Nueva
estados e imperios»21. En este puesto de especial pericia y conexiones privilegiadas, York 1992, 663, concluye: «Como hombres que poseían una cierta gravitas, McCloy y las otras figuras
de las altas esferas siempre afirmaban que podían alzarse sobre los intereses privados que representa-
20. Cf. R. Albertz, The Sage and Pious Wisdom in the Book oJJob: The Friends •Perspective, en ban y discernir el bien común más amplio. En definitiva, esta afirmación era insostenible». También cf.
The Sage in Israel, 243-261. R. S. McNamara-B. Vandemark, In Retrospect: The Tragedy and Lessons oJVietnam, Nueva York 1995.
21. G. E. Mendenhall, The Shady Side oJWisdom: The Date and Purpose oJGenesis 3, en H. W. McNamara era un «niño prodigio» cuya capacidad técnica para conocer carecía de raíces y de una re-
Bream y otros (eds.), A Light unto My Path: Old Testament Studies in Honor oJJacob M. Myers Fila- ferencia crítica. Incluso en el libro no queda claro si ha sido capaz de trascender esa racionalidad de
delfia 1974, 321. ' control técnico.
722 El testimonio encarnado de Israel El sabio como mediación 723

actos de mediación entre Yahvé e Israel normalmente en el tiempo presente. De he- tiguo Testamento- se encuentra sólo en los límites del Antiguo Testamento y aparece
cho, hemos visto que todo modo de mediación está sujeto a abusos y distorsiones, pe- en gran medida más allá de su horizonte. Sin embargo, un estudiante de teología del
ro éstos no eliminan el valioso potencial de la enseñanza sapiencial, del mismo mo- Antiguo Testamento debe prestar atención a estas cuestiones, porque podemos verlas
do que no eliminan ninguna de las otras mediaciones consideradas. bosquejadas en el Antiguo Testamento mismo. Podemos identificar tres aspectos de la
Los maestros de sabiduría como modo de mediación de Yahvé son particularmen- nueva y mutada forma de la enseñanza sapiencial, en la medida en que se convierte en
te importantes porque, a diferencia de los otros modos de mediación mencionados, una fuerza cada vez más importante en el naciente judaísmo.
viven próximos a la realidad concreta y cotidiana y ofrecen a Israel la idea de que
Yahvé está presente en, con y bajo las vivencias de cada día. Es bien sabido que los
a) Convergencia de Torá y sabiduría
maestros de sabiduría rechazan las afirmaciones «históricas» convencionales del yah-
vismo y no trafican con las tradiciones sacerdotales. Eran seculares en el antiguo Is- Al final del periodo veterotestamentario, la enseñanza sapiencial terminó por ser
rael, pero sus modos seculares de discernimiento y discurso siguieron reflexionando identificada con la Torá. Un ejemplo de esta convergencia se atribuye normalmente
sobre las vivencias como medios de llevar a Yahvé al mund0 26 • Así, el libro de los aBen Sirá en el siglo 11 a.c., pero el desarrollo en sí es gradual y lleva largo tiempo.
Proverbios constituye una prolongada reflexión sobre la vida como la ordenada, co- Podemos imaginar que, dada la importancia de la Torá para Israel y para el judaísmo
herente, éticamente fiable e insistente creación de Yahvé. Además, el poema de Job naciente, la sabiduría sometería su naturaleza a la Torá. No obstante, también puede
sigue centrándose en la experiencia y se niega a trascenderla buscando categorías in- plantearse que el impacto se produjo en sentido contrario, de manera que la Torá se
terpretativas más seguras. convirtió cada vez más en una empresa sapiencial.
Dado que los sabios se fijaban en el aspecto abrupto e irresoluto de la experiencia Más generalmente podemos decir que en la medida en que los escribas se convir-
(a la que intentan domeñar mediante su retórica), su modo de hablar de Yahvé remite tieron de manera creciente en maestros autorizados, la convergencia de Torá y sabidu-
a las condiciones del equilibrio y a la incesante amenaza del desequilibrio. Leo Per- ría llevó a las prácticas hermenéuticas del judaísmo rabínico. Con ello me refiero al
due ha observado brevemente cómo la sabiduría es un continuo juicio entre el orden proceso permanente, de final incierto y nunca completo, de reflexión continua y de
y el conflicto, una dialéctica que en otro lugar he denominado acuerdo y crisis de la interpretación de las viejas tradiciones a la luz de la nueva experiencia. Michael Fish-
teodicea27 • En lo referente al carácter de Yahvé, la tendencia fundamental es a refle- bane ha reconocido en dicha evolución «un profundo cambio de sensibilidad religio-
jarlo como garante fiable del orden28 • Sin embargo, Yahvé también es conducido al sa: una profundización de la experiencia religiosa en y a través del estudio de la To-
conflicto y se le percibe participando en el desastre. En ambos subrayados, Yahvé es rá»30. Ahora el judaísmo tomó como su «experiencia de Dios» no el encuentro directo,
presentado en esta mediación íntimamente unido a la realidad viva, de manera que tal como había proclamado anteriormente, sino el encuentro con la tradición textual.
una experiencia del mundo es en realidad una experiencia de Yahvé 29 • Así, en el fon- Así, Fishbane concluye: «En route 'del mundo de los escribas al de los rabinos', la
do, la sabiduría es la profunda valoración de la experiencia viva como dato teológico exégesis hace la afirmación decisiva de que ella es el medio mismo de la salvación ...
que no debe ignorarse. a través de la Torá se hereda a Dios»3!.
El judaísmo se convierte en un proceso interpretativo, y la verdad -la verdad so-
bre Dios y el mundo- está continuamente mediada a través de los desafios de las dis-
5. Trayectorias secundarias de la sabiduría tintas interpretaciones de la tradición en que Dios está presente. Así como los anti-
guos sabios polemizaban a la hora de interpretar la experiencia, ahora la disputa se
La enseñanza sapiencial se halla situada en la vida real de la comunidad de fe e in- sitúa por lo general en la interpretación de la tradición, pues en ese proceso conflic-
siste en reflexionar sobre la vida en relación con Yahvé. También es cierto, no obstan- tivo está en juego tanto la formulación de la fe como la configuración de Yahvé.
te, que con la aparición del judaísmo, la enseñanza sapiencial fue radicalmente mu- Este tema de los sabios como instauradores de los métodos rabínicos de enseñan-
tada con la nueva configuración de la fe de Israel. Esta «vida del más allá» de la za es importante para los lectores cristianos del Antiguo Testamento al menos en dos
sabiduría en el judaísmo -es decir, más allá de las formas dominantes de fe en el An- sentidos. En primer lugar, es en la matriz de las disputadas interpretaciones rabínicas
donde aparece el movimiento cristiano. Se puede detectar, por ejemplo, que en la dis-
26. Esta dimensión «secular» lo era sólo de forma relativa. Tal vez sería más preciso hablar de cusión de Jesús con los fariseos y los herodianos (Mc 12, 13), los saduceos (Mc 12,
«mundana».
27. L. G. Perdue, Cosmology and the Social Order in the Wisdom Tradition, en The Sage in Israel, 18) Y los escribas (Mc 12,28), Jesús mismo es presentado como un participante ple-
457-478. Cf. W Brueggemann, Theodicy in a Social Dimension: JSOT 33 (1985) 3-25.
28. Cf. L. Bostrom, The God ofthe Sages: The Portrayal ofGod in the Book ofProverbs, Estocol- 30. M. Fishbane, From Scribalism to Rabbinism: Perspectives on the Emergence ofClassical Ju-
mo 1990.
daism, en The Sage in Israel, 447.
29. G. van Rad, Sabiduría en Israel, 99-124.183-221. 31. Ibid., 451.456.
724 El testimonio encarnado de Israel El sabio como mediación 725

no en las polémicas interpretativas que constituyen el judaísm032 . En este sentido, el mo la vida misma. Los maestros de sabiduría pueden encontrar a Yahvé con un matiz
movimiento del cristianismo primitivo está presente en el judaísmo como uno de los de finalidad. Tales intérpretes, no obstante, saben que la obra ha de ser realizada una
posibles judaísmos disponibles. De modo similar, la referencia a «Gamaliel, doctor de vez más, mañana.
la ley» (Hch 5, 34) y el vínculo propuesto entre Pablo y Gamaliel (Hch 22,3) sugie-
ren que Pablo y su modo de litigación con la Torá le revelaban implicado en la clase
b) La sabiduría y el proceso de configuración del canon
de disputas que constituían el judaísmo, de modo que las tradiciones de los escribas,
derivadas de los antiguos sabios, muestran que el cristianismo llegó a su identidad Puesto que los escribas se convirtieron en maestros e intérpretes y puesto que en
particular del mismo modo que lo hizo la autoridad rabínica, mediante las interpre- el judaísmo las tradiciones del culto se convirtieron en tradiciones de estudio, no nos
taciones polémicas de la tradición.
sorprende que las tradiciones hermenéuticas sapienciales actúen en la empresa canó-
En segundo lugar, se ha infligido un gran daño en el cristianismo debido al mal nica de Israel. Desde el punto de vista canónico, es normal situar la sabiduría en la
uso del dicho de Pablo, «la letra mata, pero el Espíritu da la vida» (2 Cor 3, 6)33. Es- tercera sección del Antiguo Testamento, entre los escritos. Sin embargo, Gerald Shep-
ta simple fórmula ayuda a presentar a los judíos como puntillosos apegados a la letra, pard, en un cuidadoso estudio de Eclesiástico y Baruc, ha mostrado que los últimos
mientras que los cristianos han quedado liberados de toda esa atención a la tradición textos muestran una notable capacidad para reutilizar materiales anteriores, incluidos
textual. Sin embargo, no podría estar más lejos de la realidad tanto en la teoría como los materiales de la Torá, reformulándolos en esquemas sapienciales35 . A resultas de
en la práctica. Si es algo, el movimiento cristiano es una reflexión hermenéutica per- ello, la influencia de la sabiduría no queda limitada a la última parte del canon, sino
manente sobre la tradición que posee una forma identificable y una angulosidad in- que parece reivindicar materiales más antiguos para su perspectiva, dotando de esta
transigente. Es algo evidente por sí mismo en las tradiciones reformadoras de la Igle- forma de un aspecto sapiencial a materiales canónicos más antiguos. Esta empresa es
sia, las cuales están comprometidas con la sola scriptura 34 • importante porque lo que logra la reinterpretación sapiencial de la tradición antigua
Mutatis mutandis, ocurre lo mismo en el catolicismo, donde deben ocuparse de es una literatura autorizada que no se encuentra replegada en una comunidad religio-
dos cuestiones. En primer lugar, se halla la cuestión de la autoridad magisterial para sa a la defensiva, sino desplegada para ofrecer una perspectiva que permite reinterpre-
interpretar la tradición, una cuestión también presente en las tradiciones protestantes, tar toda la experiencia. La interpretación sapiencial de las tradiciones canónicas, in-
pero de una manera menos formal y menos institucional. En segundo lugar, se halla cluidas las tradiciones de la Torá, significa que el judaísmo trasmite una sabiduría al
la incesante cuestión sobre la apertura de la tradición y la finalidad de la formulación. mundo. Se trata de una sabiduría que es al mismo tiempo intransigentemente yahvis-
Los intérpretes privilegiados -quienes poseen la autoridad hermenéutica hegemóni- ta, intensamente ética e inflexible en su insistencia en que el mundo es creación de
ca- prefieren «la fe ... entregada a los santos de una vez por todas» (Jud 3). Un exa- Yahvé. Resulta significativo el hecho de que Sheppard concluya su estudio con un co-
men más detenido, sin embargo, muestra una notable flexibilidad en la tradición tex- mentario de Ecl 12, 13-14, que considera un añadido sapiencial en el proceso de con-
tual y una gran capacidad para acomodarse, incluso entre quienes valoran la firmeza. figuración del canon:
Así, la formulación de Pablo en 2 Cor 3, 6 ha tenido dos desafortunadas conse-
Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en esto consiste ser hombre. Pues Dios
cuencias en su uso posterior. Ha proporcionado un fundamento desde el que polemi-
juzgará todas las acciones, incluso las ocultas, para ver si son buenas o malas.
zar y caricaturizar el judaísmo. Ha seducido a la Iglesia, de forma que el poder inter-
pretativo real en la vida de la Iglesia es desconocido en gran medida, y por lo tanto no Sheppard comenta respecto a las tradiciones tardías de Ben Sirá y Baruc: «Reco-
ha sido objeto de crítica. La convergencia de Torá y sabiduría ha prescrito para las nocieron cuán plenamente la descripción bíblica de justicia había sido profundiza-
empresas judías y cristianas, estos dos «pueblos del libro», la ineludible, definitiva e da y complicada por la invitación a 'temer a Dios y obedecer sus mandamientos'»36.
incesante tarea de la exégesis, y la inevitable conexión entre tradición y experiencia. Sheppard comenta respecto al epílogo de Eclesiastés:
Esta labor hermenéutica, que es fundamental y otorga una identidad, significa que la
El epílogo ofrece un raro destello de una formulación general y consciente del canon so-
tarea nunca termina, que es necesariamente conflictiva y que queda tan irresoluta co-
bre la función teológica de la sabiduría bíblica. Cuando la presunta coherencia ideoló-

32. Respecto a un planteamiento temático del tema, cf. F. Belo, A Materialist Reading ofthe Gos- 35. G. T. Sheppard, Wisdom as a Hermeneutical Construct: A Study in the Sapientializin!t ofthe
pel ofMark, Maryknoll 1981. Respecto al molde rabínico de gran parte de la articulación formativa del Old Testament (BZAW 151), Berlín 1980. De forma más general, cf. R E. Clements, ~sdom In Theo-
cnstlamsmo pnmltlvo, cf. W. D. Davies, Christian Origins and Judaism, Londres 1962; Id., Paul and logy Grand Rapids 1992, 151-179. Clements (Wisdomfor a Changing World: Wi~dom In Old Testa,ment
RabblnlC Judazsm: Sorne Rabbinic Elements in Pauline Theology, Londres 1970.
The~logy, Berkeley 1990, 35) comenta: «La sabiduría reinventó 't revi~liz? las Ide~s '! ellenguaJ,e. del
. 33. Respecto a la densidad de esta afirmación en 2 Cor 3, 6, cf. R. B. Hays, Echoes ofScripture culto para acomodarse a las necesidades de las dispersas comunIdades Jud.las que v~vlan en el eXII~o».
In the Letters ofPaul, New Haven 1993, 122-153.

ji ¿t· Este aspecto es subrayado por G. Ebeling, The Significance ofthe Critical Historical Method
or urch and Theology in Protestantism, en Word and Faith, Londres 1963, 17-61.
Cf. también D. F. Morgan, Between Text and Community: The «Writings» In Canon/cal InterpretatlOn,
Minneapolis 1990; y más recientemente R. E. Clements, Wisdom in Ancient Israel, 269-286.
36. G. T. Sheppard, Wisdom as a Hermeneutical Construct, 160.
El sabio como mediación 727
726 El testimonio encarnado de Israel

gica de los libros sapienciales se clarifica de esta manera, la complementariedad entre En la medida en que el cristianismo es hijo de la apocalíptica, podemos conside-
la función canónica de la sabiduría bíblica y la función de determinada redacción ten- rar como una afirmación sapiencial-apocalíptica la teología de la cruz de Pabl0 41 :
dente a lo sapiencial en el interior de la Biblia se convierte en algo mucho más obvio y «Pues lo que en Dios parece locura es más sabio que los hombres; y lo que en Díos
convincente3? . parece debilidad es más fuerte que los hombres» (l Cor 1, 25). La debilidad de Dios
desafia la fortaleza humana. La locura de Dios desafia la sabiduría humana. La fuer-
za y la sabiduría del mundo, cuando se oponen a Dios, no tienen consecuencia algu-
c) La aparición de la apocalíptica
na. Esta afirmación, sumamente radicalizada en la teología paulina de la cruz, es co-
Con especial influencia Gerhard von Rad ha propuesto que la apocalíptica es una herente con la más elemental enseñanza sapiencial de la familia y de la escuela. ¡Dios
evolución tardía de la enseñanza sapiencial: «Habría que incluir a los escritores apo- será Dios! Es una enorme estupidez creer o vivir de otra manera. Los maestros, tanto
calípticos en la tradición sapiencial»38. Un aspecto fundamental de la repetida pro- los más primitivos como los más tardíos, advirtieron a los israelitas que no fueran ne-
puesta de Von Rad es que los textos apocalípticos advierten que los tiempos están fi- cios, pues éstos encaminan sus pasos hacia la muerte:
jados y los resultados de la historia del mundo están preparados de una forma que Quien me encuentra, encuentra la vida
refleja a los maestros de sabiduría en su noción de «tiempo oportuno» (Ecl 3, 1-8). y alcanza el favor del Señor;
Así, Von Rad concluye: quien me ofende se destruye a sí mismo;
La implacable determinación que rige la historia permite descubrir en ella la absoluta pues los que me odian, aman la muerte (Prov 8, 35-36).
trascendencia de la soberanía de Dios; y su división en periodos puede dar una pista al ob- Pero Dios le dijo: «¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién va a ser todo
servador para que se dé cuenta de su propia situación en el desarrollo histórico, es decir, lo que has acaparado?». Así le sucede a quien atesora para sí, en lugar de hacerse rico
al final del primer ciclo e inmediatamente antes de la irrupción de una nueva época... ante Dios (Lc 12,20-21)42.
Uno de los elementos más significativos de la apocalíptica es su perspectiva escatológi-
ca, es decir, su tendencia a escudriñar el fin de la época presente, su orientación hacia un Estos tres desarrollos de la sabiduría -la convergencia con la Torá, la incidencia
juicio definitivo, sus expectativas del nacimiento de una nueva era de salvación39 . en los procesos de formación del canon y la aparición de la apocalíptica- se hallan en
los límites del Antiguo Testamento. No son temas o intereses centrales de la teología
La conexión que establece Von Rad entre sabiduría y apocalíptica ha sido enorme- del Antiguo Testamento. Sin embargo, dan testimonio de la permanente vitalidad e in-
mente cuestionada, pues numerosos exegetas prefieren vincular la apocalíptica a la flujo de la tradición sapiencial en la vida y en la fe de Israel.
profecía40 •
A mi juicio, la cuestión de los antecedentes de la apocalíptica, ya sea en la sabidu-
ría o en la profecía, no puede resolverse. La apocalíptica, tal como emerge tardíamen-
te en el Antiguo Testamento, es una síntesis de muchas tradiciones que no fueron cla-
ramente compartimentadas, y es más que la suma de todas ellas, un auténtico novum.
Con lo que podemos quedarnos de la intuición de Von Rad, sin aceptar toda su pro-
puesta, es con que la sabiduría comprende que Yahvé tiene una voluntad decidida y un
propósito oculto que no puede ser derrotado por los mecanismos del capricho históri-
co. Es decir, el propósito oculto de Yahvé, intrínseco a los procesos de la creación (/0-
gos, sophia), no puede ser y no será vencido. La apocalíptica es la afirmación categó-
rica de la soberanía y la sabiduría prudente y decidida de Yahvé. En su recurso al
Creador soberano, la enseñanza sapiencial proporciona material para modelar una ar-
ticulación apocalíptica de la fe.

37. Ibid., 128-129.


. 3~. G. von Rad, Sabiduría en Israel, 345. Cf. su reflexión sobre la apocalíptica en G. von Rad, Sa-
bldurla en Israel, 330-352; Id., Teología del Antiguo Testamento 1, 496-497; Id., Teología del Antiguo
Testamento n, 381-408.
39. G. von Rad, Sabiduría en Israel, 342.346. 41. E. Kiisemann, «Sobre el tema de la apocalíptica cristiana primitiva», en Id., Ensayos exegéti-
40. Cf. P. D. Hanson, The Dawn 01 Apocalyptic: The Historical and Sociological Roots 01 Apo- cos, Salamanca 1978,241.
calyptlc Eschatology, Filadelfia 1979; P. von der Osten-Sacken, Die Apokalyptik in ihren Verhaltnis zu 42. Es razonable sugerir que esta parábola tenía como trasfondo el relato de 1 Sm 25, cuyo prota-
Prophetle und Weisheit, Múnich 1969. gonista es un hombre llamado Necio (Nabal).

También podría gustarte