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ISBN 978-607-7510-98-7
Impreso en México
Directorio
Profesores/Investigadores: Alain Basail Rodríguez, Ana María Parrilla Albuerne, Ana María Rincón
Montoya, Astrid Maribel Pinto Durán, Axel Köhler, Carlos Gutiérrez Alfonzo, Carlos Uriel del Carpio
Penagos, Daniel Villafuerte Solís, Efraín Ascencio Cedillo, Flor Marina Bermúdez Urbina, Inés Castro
Apreza, Jan Rus, Jesús Morales Bermúdez, Jesús Solís Cruz, Juana de Dios López Jiménez, Leocadio Édgar
Sulca Báez, Magda Estrella Zúñiga Zenteno, María del Carmen García Aguilar, María Eugenia Claps
Arenas, María del Rocío Ortiz Herrera, María Luisa de la Garza Chávez, María Teresa Ramos Maza, Martín
de la Cruz López Moya, Mercedes Olivera Bustamante, Rafael Araujo, Sergio Nicolás Gutiérrez Cruz,
Thomas Arvol Lee Whiting, Víctor Manuel Esponda Jimeno, Rafal Bartlomiej Reichert.
Coordinadores del volumen: Jesús Morales Bermúdez, Víctor Esponda Jimeno, Carlos Gutiérrez Alfonzo.
Consejo Editorial: Carlos Gutiérrez Alfonzo, Víctor Manuel Esponda Jimeno, Miguel Lisbona Guillén,
Thomas A. Lee Withing, Martín de la Cruz López Moya, María Luisa de la Garza Chávez, Jesús Morales
Bermúdez, Astrid Maribel Pinto Durán, Flor Marina Bermúdez Urbina, Magda Estrella Zúñiga Zenteno.
El stencil político en San Cristóbal de Las Casas. Una metáfora del discurso 219
María de Lourdes Morales-Vargas
E
n cada ocasión que vemos definida la empresa de organizar los materiales
que integran cada uno de los Anuarios, nos sentimos satisfechos de haber
concretado ese compromiso que, dicho sea de paso, hemos asumido como
una improrrogable responsabilidad que precisa de esfuerzos conjuntos y de
especial dedicación. He aquí el producto de esta entrega.
La diversidad étnica y las manifestaciones culturales que le son propias
se sintetizan en un binomio que es, sin duda, el legado más importante que
caracteriza a la sociedad humana: el conocimiento e intelecto, ámbitos que deben
ser considerados detenidamente bajo las perspectivas diacrónica y sincrónica.
Estas dimensiones son precisamente las que pretende retomar y difundir el
contenido de los Anuarios a lo largo de su considerable trayectoria que, a pesar de
los avatares políticos, ha mantenido su secuencia no sin dificultades y sinsabores.
En esta ocasión se dan cita importantes contribuciones que cubren diversas
expresiones del quehacer académico de varios estudiosos, enfocadas en diferentes
temporalidades y contextos que acrecentarán el vasto horizonte que comprende
el entendimiento humano, en particular el que se genera en esta parte austral de la
república mexicana.
El presente volumen, producto del esmero y empeño de los coordinadores, se
favorece con las contribuciones, que a la sazón le sirven de “pórtico”, de Esther
Hermitte, antropóloga argentina, formada en la prestigiada escuela de Chicago
e iniciada como etnógrafa entre los tseltales de Pinola, Chiapas. María Esther
Álvarez de Hermitte (1921-1990) nos legó en vida dos importantes estudios que
tratan de los aspectos fundamentales de la vida de los pinoltecos de principios de
la segunda mitad del siglo XX, nativos de habla tseltal, lengua que en la actualidad
se encuentra en franco declive en Villa Las Rosas (antes Pinola). El primero es
su tesis de maestría traducida y publicada en castellano en 1968 por el Instituto
Torcuato Di Tela, de Argentina, y el segundo, su tesis doctoral traducida en la
misma lengua y publicada en México por el Instituto Indigenista Interamericano,
en 1970; ambas obras señeras y fundamentales para entender la antropología y
ahora historia de los tseltales de Pinola. En 2008, la Universidad Intercultural, por
Introducción
E
l uso del traje tradicional indígena, idéntico para todos los miembros
de cada sexo, constituye, en opinión de muchos antropólogos que han
realizado estudios en Mesoamérica, uno de los indicadores de cohesión
grupal e identificación con “lo indígena”. En consecuencia, llegan a la conclusión
de que el abandono de ese traje y la consiguiente adopción de indumentaria de
tipo occidental reflejan un proceso de cambio social en las comunidades donde
ello ocurre y que los individuos “revestidos”2 están orientados hacia la movilidad
social. Presentaré aquí el caso de una comunidad bicultural (indomestiza) del Sur
de México,3 adecuada para este tipo de análisis ya que el número de revestidos es
grande y continúa en aumento.
Es mi propósito demostrar que, a menos de que existan otros tipos de cambio
—más sutiles y profundos— que acompañan al inmediatamente discernible de
la indumentaria habitual, no podemos hablar de indígenas4 socialmente móviles
ni suponer que estamos frente a un proceso de cambio social. Sólo cabe hacer
1
Publicado en la Revista Latinoamericana de Sociología, No. 1, 1968, pp. 6-37. Centro de
Investigaciones Sociales. Instituto Torcuato Di Tella. Traducción de Noemí Rosemblatt.
Este trabajo es la tesis que la autora defendió en 1962 bajo el título Social Movility in a Chiapas
bicultural town. M. A. Dissertation. Department of Anthropology, University of Chicago. El
título de la presente edición fue ligeramente modificado.
2
Nombre con que se designa en México a los indígenas que han adoptado la indumentaria
occidental.
3
Efectué el trabajo de campo para este trabajo en Pinola, una aldea indo-mestiza en el estado
de Chiapas, en el sudeste de México, desde julio de 1960 hasta diciembre de 1961, como
miembro de la University of Chicago Chiapas Project, con subsidios del National Institute
of Mental Health.
4
Al hablar de los indígenas de Pinola, los términos “indígena” y “tseltal” se usan en forma
indistinta.
5
Término con que se designa en el sur de México al portador de la cultura nacional
mexicana, cuya lengua materna es el castellano.
6
Un estudio que tiene muchos puntos de contacto con el tema tratado aquí es Caste in a
Peasant Society de Melvin Tumin. La comunidad a la que se refiere, San Luis Jilotepeque,
en Guatemala, es indo-ladina, como Pinola. Además, Tumin examina las formas de
interacción y los patrones de evitación. La estructura social de San Luis parece tener un
alto grado de coincidencia con la de este pueblo de Chiapas. Con todo, la tesis del autor es
que “la estratificación en San Luis es de tipo casta, con dos castas que constituyen un único
sistema social cuyo equilibrio requiere su participación común en muchos aspectos de la
vida social (1952: 59), …pero donde las vías para la movilidad entre clases no están abiertas a
los individuos definidos como indígenas” (1952: 215). En las páginas subsiguientes incluiré
algunos comentarios sobre aspectos del estudio de Tumin con el cual difiero. En notas a
pie el lector hallará en especial críticas más a I) la información incompleta sobre una de las
“castas”, lo cual obliga a establecer supuestos en relación con los valores, las creencias, y las
actitudes, que no corresponden a la realidad; 2) una compleja pero feliz descripción de los
encuentros entre las dos castas y 3) una curiosa falta de elaboración en ciertas partes de la
descripción de los posibles cambios de San Luis.
Pinola, cabecera del municipio de Villa Las Rosas, tiene 7764 habitantes, de acuerdo
con el censo de 1960. De la población total, aproximadamente el 75% son indígenas
mayas, que hablan un dialecto (sic) tseltal,7 y el resto son ladinos.
La aldea se encuentra situada en Tierra Templada. Las principales variaciones
climáticas se producen entre la estación seca —de diciembre a abril— y la estación
lluviosa —de mayo a noviembre— la temperatura es muy estable, con una medida
de 20 grados centígrados durante todo el año.
Pinola comparte con varias comunidades del área de Chiapas (ubicadas en una
zona ecológica cuya altura sobre el nivel del mar oscila entre los 3000 y los 6000
pies) características comunes basadas en rasgos de la topografía y la vegetación
que son importantes para algunos aspectos de la actividad humana. En esta zona
encontraremos: 1) población indo-ladinas nucleadas; 2) casas indígenas construidas
con paredes de adobe y techo de palma; 3) un plan tipo de construcción abierta,
debido al calor imperante, con la cocina independiente de la estructura principal;
4) tres tipos de tierra cultivada: de riego, de roza y huertas, y 5) gran abundancia de
frutas tropicales como zapote, mango y papaya y cultivos como bananas, cítricos,
caña de azúcar y café.
No obstante, Pinola tiene una situación más ventajosa que muchas otras
comunidades de esa área, porque su ubicación “…cerca del límite superior de
altitud para algunos cultivos como café, caña de azúcar y frutas tropicales hace
de esta población un lugar óptimo para la producción comercial de los indígenas”
(Wagner, 1959: parte II, p. II). El mercado local es un centro activo en el que
adquieren esos productos los indígenas de aldeas vecinas donde las condiciones
climáticas limitan los cultivos. Las actividades comerciales y la producción en gran
escala de caña de azúcar y café explican, en parte, el crecimiento demográfico de la
aldea que, según el censo de 1778, tenía 479 indígenas y 4 negros y hoy cuenta con
7761 habitantes.
Desde 1954 la población ha quedado unida a la Carretera Panamericana y a
ciudades más importantes de la zona por medio de un camino mejorado, lo cual
facilita la venta de los productos locales en estos lugares.
Pinola está construida con calles trazadas en damero, forma típica de las
poblaciones coloniales españolas. Alrededor de la plaza central se levanta el edificio
7
Aunque casi todos los indígenas son bilingües, en las relaciones intragrupales se utiliza el
tseltal.
Actividades económicas
Las actividades típicas de indígenas y ladinos, así como las numerosas formas
de su interdependencia, muestran que los contactos, frecuentes y múltiples, son
restringidos y sumamente estructurados.
Las tseltales de Pinola son agricultores en pequeña escala dedicada al cultivo
de maíz, frijol y calabazas, elementos básicos de su dieta; algunos cultivan caña de
azúcar en las tierras bajas situadas al oeste de la aldea, pero, aunque el beneficio
económico es provechoso, no todos los indígenas poseen tierras en esa área y son
pocos los que pueden afrontar el costo de la molienda de la caña.
Una pequeña proporción de la población indígena tiene otras actividades
económicas —tocan en conjunto de marimba, hacen trabajos de carpintería,
cerámica, etcétera— pero casi siempre como una actividad secundaria que no
implica abandonar las tareas agrícolas tradicionales.
Si exceptuamos a los ladinos de clase baja (localmente conocidos como medio-
ladinos o medio-comitecos), el resto del grupo superordinado es estrictamente no-
agrícola. Como propietarios de estancias sólo se dedican a la administración de las
Dollard, en su estudio sobre las castas en una población sureña de los Estados
Unidos, analiza “las barreras erigidas al contacto social, o por lo menos a algunas
formas del contacto social... a las relaciones sexuales entre mujeres de la casta
La aceptación del término “casta” en las publicaciones teóricas (Weber, 1957: 71;
Parsons, 1958: 78; y Barber, 1957: 335-36) está muy generalizada. Como señala
Barber, las barreras relativas a la movilidad constituyen los principales criterios
para definir los distintos sistemas sociales como “sistemas de casta”
No interesan aquí ni las citas exhaustivas del uso de la palabra “casta” para describir
el sistema de status en Estados Unidos ni la crítica de fondo a tal uso; si lo menciono,
es sólo por la influencia que ha ejercido en estudios efectuados recientemente en
América Central y del Sur donde se ha extendido un uso impreciso del concepto
de casta, lo cual a menudo contribuye a disimular la falta de rigor científico en la
descripción de sistemas sociales diferentes.
De la Fuente (1952: 76-96), en un análisis de las relaciones interétnicas en
México y Guatemala, compara las diferencias en cuanto a la movilidad social (de
indígena a ladino) existente entre distintas áreas de los países mencionados, y
divide las comunidades en tres tipos:
1. Comunidades en las que una ausencia total de pase, dentro de las que se consideran
dos subtipos: (a) ningún indígena es reconocido como ladino, cualquiera sea su
grado de ladinización o su ocupación, y ningún hijo de un matrimonio mixto,
“no hay una sola casta, sino varias docenas. En tales casos, los grupos indígenas
están ubicados en el nivel jerárquico más bajo o en el que corresponde al
nivel inferior en la cultura mestiza. Los grupos tienen auto-identificación,
están organizados en aldeas o tribus y poseen atributos sociales culturales,
lingüísticos y de otro tipo claramente distintivos” (1952: 327).
Luego de esta descripción, Beals deja de lado el término, diciendo que “esos
grupos será llamados aquí culturas plurales, en lugar de castas”. Reichel-
Dolmatoff describe la comunidad bicultural de Aritama donde la movilidad
está restringida a los tres estratos superiores y donde los indígenas no pueden
aspirar a incorporarse a ellos. También él adopta las barreras a la movilidad como
criterio para afirmar que el Aritama es un sistema “de dos castas, por así decirlo”
(Reichel-Dolmatoff 1961: 132).
Las citas precedentes demuestran que (1) se utiliza sin excepción la ausencia
de movilidad ascendente como principal criterio para la definición del sistema
“castas”; (2) el concepto de casta se aplica a un amplio espectro de variación en
8
En el análisis de clases de esta comunidad sigo el modelo folk pinolteco de estratificación social.
En Pinola hay un grupo de nivel económico bajo al que los ladinos de clase media
y alta se refieren como “la gente pobre”. Los indígenas utilizan dos términos
intercambiables para designarlos: “medio-comitecos” o “medio-ladinos”.
El origen del término “medio-comitecos” es oscuro. Hace unos treinta o
cuarenta años, se produjo una migración de varias familias procedentes de la
Los indígenas
9
No cabe esperar que las formas de control en Pinola constituyan una réplica exacta de las
que imperan en San Luis. Con todo, pueden inferirse muchas similitudes del contexto,
Interacción indio-ladina
11
Resulta difícil estar de acuerdo con la afirmación de que “el hecho de no compartir los
valores es, en síntesis, lo que hace posible que el ladino insulte al indígena, tal como el ladino
lo entiende pero no como el indígena lo ve… los indígenas saben que los ladinos tienen una
muy pobre opinión de ellos, pero este “conocimiento” es distinto de la “conciencia” que
implica reconocimiento y además sensibilidad (Tumin, 1952: 138). Del material obtenido
en Pinola surge con claridad que, tanto el reconocimiento como la sensibilidad ante los
desaires, eran sumamente marcados entre los indígenas, quienes verbalizaban claramente
las formas en que los ladinos los explotaban en la esfera económica, despreciaban algunas
costumbres tradicionales a las que, en consecuencia, era necesario renunciar, insultaban a
los indígenas en público si no obedecían rápidamente sus órdenes, etcétera. Mis datos no
corroboran la afirmación de que el hecho de no compartir valores contribuye a aislar los
sentimientos de los indígenas. Antes bien, los valores y las normas estrictas de conducta
que regulan a la comunidad indígena no les proporcionan un rol a través del cual puedan
reaccionar frente al insulto, ya que en su propia cultura faltan evidentemente a los modos
de resolver los conflictos cara a cara y, además, su estatus de subordinación a los ladinos los
expondría a severas sanciones negativas si se comportan de otra manera.
Restricciones a la coparticipación
La distancia cultural y social entre los dos grupos étnicos está reforzada por las
imágenes que cada uno de ellos tiene del otro. En cuanto al conocimiento mutuo
sobre sus personalidades y costumbres, existe mejor información entre los indígenas,
aunque estereotipada en muchos sentidos; este conocimiento por parte de los
indígenas no implica que hayan interactuado con los ladinos fuera de los contextos
estrictamente delimitados, en general de carácter económico, sino que los ladinos,
como clase alta, “son noticia” en la comunidad. El indígena trata con los ladinos en
calidad de cliente en sus comercios y como un vendedor de productos agrícolas,
contactos que le proporcionan una cierta idea no sólo de los símbolos que denotan
pertenencia a la clase alta, sino también de la forma en que los ladinos interactúan
entre sí, en contraste con su conducta frente a personas de estatus distinto. Así,
la información se obtiene más a través de los roles desempeñados durante la
interacción que de un conocimiento real de las características individuales.
El proceso de ladinización
12
En su descripción de indígenas que parecen ser muy semejantes a los individuos ladinizados
de Pinola, Tumin dice que “la máxima insatisfacción con el patrón tradicional existe entre
los hombres jóvenes que ha comenzado a actuar dentro de una economía monetaria, a
abandonar las prácticas religiosas, aceptar las definiciones ladinas seculares de lo que es
deseable, e ignorar el prestigio y el respeto tradicionalmente debidos a los ancianos del
grupo” (ibíd. 228). Tumin no va más allá en este punto y se limita a describir brevemente
dos casos de indígenas que intentaron pasar de una cultura a otra. En cuanto a la verdadera
conducta de estos hombres o las definiciones ladinas seculares de lo que es deseable que
aquéllos adoptan, o, más en particular, de qué manera se ignora el prestigio de los ancianos,
no se da ninguna información. Habrá sido interesante para el lector saber algo más acerca
de lo que hay detrás de afirmaciones tales como: “los cambios sociales y culturales son
iniciados, en parte, por individuos que se ven apartados de las principales corrientes de la
cultura por las inadecuaciones de esta última y/o de ellos mismos” (ibíd. 139).
La distancia social entre las clases de Pinola es tal, que el individuo ladinizado
se vuelve marginal con respecto a su grupo de origen y al que es su meta. En
este sistema, no hay movilidad intermedia. En su análisis del hombre marginal
Stonequist llega a algunas conclusiones que se aplican exactamente a la situación
que hemos descrito.
...el concepto del hombre marginal se refiere a cualquier individuo que vive en
dos culturas que están en conflicto.
…El individuo marginal tiene vínculos de origen, sea a través de un progenitor
o de ambos, con el grupo más débil o minoritario, y también ha llegado a
identificarse de determinada manera con el grupo dominante. Debido a esta
doble identificación con los dos grupos en conflicto, experimenta en su
propia mente el conflicto cultural externo (Stonequist, 1930: 307).
Bibliografía
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Merton, R. (1957). Social theory and social structure (revised edition) Glencoe, Illinois: The
Free Press.
Nota introductoria
L
a zona zoque, privilegiada en historia y antropología, no llamó tanto la atención de los
primeros investigadores, viajeros y estudiosos como Los Altos de Chiapas; no obstante, los
materiales que tratan de ella son variados, sobresaliendo los relacionados con la lingüística
y la arqueología. De hecho, abunda material relativo a folklore, danzas, mitos, creencias, fiestas
y tradición oral. Un registro muy ilustrativo y útil de lo que se hizo en dicha zona hasta 1969
nos lo presentó Navarrete,1 el cual sería conveniente actualizar, pues a partir de los noventa del
siglo anterior, el entonces Instituto Chiapaneco de Cultura, a través de su Departamento de
Investigación, puso especial interés en los estudios de los zoques y a partir de ese momento las
pesquisas y estudios al respecto cobraron interés. De los tempranos estudios que se generaron
en dicha área, seleccioné el que escribiera Roy Harrison para la revista Tlalocan, relato que
se publicó en zoque con una breve introducción lingüística en inglés. Acerca de su contenido, es
preciso presentar las siguientes consideraciones de contexto, contenido y estructura.
La versión primigenia, inglés-zoque, apareció hace 60 años, pero es evidente que fue recopilada
antes y, como bien lo indica Harrison en la introducción, es una versión zoque de los relatos que
publicaron Paul Radin (Oaxaca) y Raúl Guerrero (Puebla). La translación en castellano que
ahora se ofrece es inédita, de allí el interés en publicarla. En la presente versión, la traducción fue
directa del zoque al castellano, obviando por consecuencia la versión literal que se hizo en inglés.
El cuento recopilado por Harrison forma parte del primer repertorio de tradición oral
que se rescató en el área zoque del norte por lingüistas profesionales, apegándose a los cánones
metodológicos que la lingüística descriptiva establece.
El contenido del presente texto es una hibridación de conceptos, ideas, creencias, situaciones,
acciones y personajes, sobresaliendo los elementos occidentales (reyes, palacios, ejércitos,
grandezas, etcétera). Su trama encierra una moraleja, su escenario es abstracto e intemporal,
1
“Fuentes para la historia cultural de los zoques”, Anales de Antropología, vol. 7, 1970, pp.
207-246. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma
de México.
2
Diccionario zoque de Copainalá. Instituto Lingüístico de Verano. México (Serie de vocabularios
“Mariano Silva y Aceves”, No. 23). Así como “Exclusive-Inclusive of II Corianthians in
zoque de Copainalá”. Notes on translation with drills. John Beakman (ed). Summer
Institute of Linguistics. Santa Ana, California, 1965, pp. 173-176. Survey of Morphology
and Syntax for zoque of Copainalá http://www-01.sil.org/mexico/workpapers/scans/WS06/
WS0602-HarrisonR.pdf.
3
Vocabulario zoque de Rayón.http://www-01.sil.org/mexico/mixe/zoque-rayon/S028a-
VocZoqueFacs-zor.htm.
4
“Zoque pottery manufacture”, Esta Semana (This Week), No. 8, 1947, pp. 35-38.
El texto que aquí se presenta es una versión de la que publicó Paul Radin en
zapoteca de Mitla, Oaxaca (Tlalocan, I, 1943: 134-146) bajo el título “Un casado”,
comentado por Raúl Guerrero (Tlalocan, I, 1944: 253-258), quien da a conocer
dos versiones más del estado de Puebla, bajo el título “El Hombre y la Mujer”,
presentando las tres versiones en un cuadro comparativo. La versión zoque de
Chiapas contiene muchas similitudes con aquéllas y también ciertas diferencias
en la historia.
El texto fue relatado en la variante zoque local por Rodulfo Manuel, indígena
bilingüe de Copainalá, Chiapas; se presenta con su traducción literal, seguida de
una traducción libre.
Los símbolos empleados para la transcripción del texto en zoque son los mismos
que utilizó William L. Wonderley en sus “Textos en zoque sobre el concepto de
Nagual” (Tlalocan, II, 1946: 97-105). Estos se aproximan al español excepto que ç
5
Algunos datos biográficos fueron proporcionados por David Riggs, director de Proyectos en
Lenguas de México, del Instituto Lingüístico de Verano, a quien se agradece su colaboración.
El vagabundo albañil
Introducción
R
eferirse a las haciendas del legendario Valle de Cintalapa y Jiquipilas es
una tarea apasionante a la vez que una labor cansada y dilatada que para
su correcta exposición precisaría de amplísimo espacio cuya pretensión
queda fuera de los propósitos de este modesto escrito. Tengo copioso y misceláneo
material documental que versa acerca de la historia y desarrollo cultural de este poco
atendido rincón chiapaneco, y lo que aquí se expone son ligeros apuntes disparejos
en su extensión y detalles cuyo principal cometido es presentar un mínima muestra
del tema de las otrora llamadas “estancias de ganado mayor” que dieron fama y
grandeza al valle durante prolongado tiempo y que en la actualidad, las pocas que
perduran son verdaderas reliquias que por ningún concepto ni circunstancia se
deben abandonar e ignorar. Las cinco haciendas que describo son de las primeras
que se establecieron y se observará que dos de éstas son relativamente privilegiadas
en su exposición y esto es así porque de ambas dispongo de mayor información por
ser y haber sido propiedad de la familia a la que pertenezco.
Lo que hoy se conoce como el Valle de Cintalapa y Jiquipilas se denominó
antiguamente Las Xiquipilas, e incluía parte de Ocozocoautla que era llamada
“Xiquipilas la Chica” para diferenciarla de “Xiquipilas la Grande”, o sea, el pueblo
viejo situado en el Valle que los antiguos colonizadores hispanos le asignaron
como santo patrón a San Pedro Apóstol, y al primero San Juan, ambos de origen
prehispánico. El segundo, desde los primeros años de la Colonia, fue el asentamiento
más importante de este collado y por ello las autoridades eclesiásticas le asignaron
el rango de cabecera de beneficio. Hubo en dicho valle otro asentamiento de
importancia llamado Tacuazintepeque, el cual se despobló y fue totalmente
abandonado a finales del siglo XVIII, misma situación que ocurrió con otro menor
1
Víctor M. Esponda Jimeno, “El Pueblo Viejo de Santa María Magdalena de la Pita”, Medio
ambiente, antropología, historia y poder regional en el occidente de Chiapas y el Istmo de Tehuantepec,
Thomas A. Lee, Víctor M. Esponda, Davide Domenici y Carlos U. del Carpio (coordinadores),
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Col. Selva Negra), impreso en Ediciones de la
Noche, Guadalajara, Jal. 2009, pp. 249-262. ISBN 978-607-7510-29-1.
2
Véase nómina de algunas haciendas elaborada por el cura propio de Cintalapa, don José
Joaquín Castillejo en 1868.
Las haciendas
Soyatengo3
Esta estancia, que algunos llaman actualmente Soyatenco, se fincó en las cercanías
del río del mismo nombre, muy próxima al poblado de Jiquipilas. Su origen data
de fines del XVI y se registra que era propiedad de la “Iglesia de Chiapa”; contaba
con un modesto cortijo y pequeña ermita en advocación a San Pablo, su extensión
comprendía varios sitios y rodeos prolongándose hasta los linderos de La Frailesca;
su producción era significativa en granos, ganados y lácteos. La atendían negros y
mulatos al servicio del clero y la administraba un civil hispano. Por muchos años
continuó en esa dinámica, pero después del arribo de los Borbones el gobierno
español empezó a manifestar descuido y por alguna razón “extraña” sus títulos
de propiedad desaparecieron del archivo episcopal durante la primera década del
siglo XIX, pero hasta ese momento no hubo inconveniente, pues era bien conocido
que era añeja propiedad de la Iglesia; por 1838 se iniciaron los denuncios de “manos
muertas” y varios civiles, que la tuvieron en arriendo, o que había hecho postura para
el cobro de sus diezmos, conociendo su situación, aprovecharon para denunciarla
y adjudicarse algunas porciones de ella. Entre estos denunciantes estuvieron las
familias León de Ocozocoautla, Pimentel de Tuxtla, Tirado de Oaxaca, Velasco
de Ciudad Real, Solís de Cintalapa, y Rabasa, entre otros. De esta gran estancia
surgieron algunas haciendas: San José de Las Flores, San José Hoja Blanca y El
Estoraque.
Lo que persiste de la referida estancia es una porción de la antigua casa de labor
y un centenar de hectáreas, propiedad de la familia Cal y Mayor.
3
Tengo sin procesar un copioso volumen de apuntes y notas de esta hacienda, de la cual
habré de elaborar un estudio particular en el futuro. Sirva, pues, este mínimo apunte como
noticia previa.
Macuilapa
Varios autores modernos aseguran que ésta fue la primera estancia que se estableció
en el valle, pero no soportan esta afirmación con documento idóneo. Todo parece
indicar que la nombrada Nuevo Mundo (la que tiempo después pasó a formar parte
de los terrenos de San Antonio) fue la primera, y estaba situada al norponiente de
Tacuazintepeque, de la cual no queda rastro alguno más que el nombre del paraje.
Las nombradas Chilillo, La Gironda, Potrero y Burrero son contemporáneas de
aquélla y las mencionan los primeros viajeros y cronistas que por ellas pasaron.
Uno de los primeros propietarios de Santa Ana Macuilapa lo fue don Juan
de Toledo, allá por 1611; luego lo fue un señor de apellido Sotomayor; después el
capitán Cadena, y en 1737 la hubo don Martín de Michelena, cuyo testimonio4
para su adquisición reza: “En la hacienda de Macuilapa en cuatro días del mes de
septiembre de mil setecientos treinta y ocho años habiendo llegado a ella hacer
cuentas por comisión de su Merced, el Señor Licenciado don Francisco Xavier
Bermúdez de Castro, abogado de la Real Audiencia de México, juez provisor
de testamentos, capellanías y obras pías, Vicario General de este Obispado y
examinador de sinodales en él, etc., con asistencia del Capitán Don Martín de
Michelena, actual poseedor de las de ganado mayor que quedaron en este valle de
Xiquipilas por fin y muerte del Capitán Felipe Cadena […] y de los contadores que
lo fueron Juan José Rincón, vecino de este valle, y Manuel Posada, residente en
él, quienes de bajo de juramento prometieron usar su oficio fiel y legalmente. Y
también con la asistencia de José Alfaro, administrador que fue de dicha hacienda,
y se dio por principio a estas cuentas en la manera siguiente.
Primeramente el sitio de esta hacienda, poblado con sus casas y corrales, el que
se valuó en quinientos pesos..... 500 ps.
4
Año de 1737=22f=Sobre venta de las haciendas que en Xiquipilas poseía don Felipe Cadena, a la muerte
del referido Cadena se puso a la venta las haciendas que poseía en Xiquipilas siendo uno de los postores
Don Martín de Michelena, San Antonio y Macuilapa. Legajo de documentos alusivos a Cintalapa
y Xiquipilas, Archivo Histórico Diocesano, San Cristóbal de Las Casas, sin clasificación
cuando se consultaron.
Al transcurso de los años pasó a manos de los Castillejos, los Archilas, los Selvas,
Figueroas y posteriormente de los Farreras. El giro era la cría de ganado caballar,
especialmente de mulos, bestias muy apreciadas para el transporte y el comercio.
Se distinguió como lugar de descanso por estar en la ruta del Camino Real que
conducía a Nueva España, por un lado, y a la provincia de Soconusco por otro.
Su productividad en cereales fue significativa y también lo fue en vacunos, y
al igual que las demás estancias, era de producción y la atendían numerosos
mulatos. Lo que de esta vieja estancia queda es la pequeña ermita en advocación
a la Señora Santa Ana, la que en la actualidad amenaza ruina, y una limitada
porción habitacional. Su extensión primitiva era de varios sitios, y sólo uno era
poblado. Desafortunadamente los datos que se refieren a este lugar son escasos
y los pocos existentes indican que la casa de labor fue de modesta manufactura,
pero cómoda y práctica. Actualmente es una pequeña propiedad de la familia
Velasco Farrera.
Santa Catarina5
5
Para mayor abundamiento de la historia y destino de esta hacienda, véase mi libro De la
estancia de ganado mayor al ejido cardenista. Procesos históricos de producción y reproducción sociales.
UNICACH, 2011.
6
Es preciso señalar que esta estancia se halla vinculada histórica, espacial y económicamente
con la de San Nicolás Buena Vista. Ambas se mencionan en las escrituras y los remates que
se hicieron de ellas. Por precisar de tratamiento por separado cada una de éstas, no se
abundará acerca de la segunda.
7
En la venta que hizo don Manuel Esponda y Olaechea, a nombre de su finado primo,
don Domingo Ignacio Esponda y Oleysola, en 1818, a don Manuel Sorzano y Besares,
apoderado de don Juan de la Pedroza, se indica en los inventarios que había un libro
forrado de badana encarnada en que se encontraban los testimonios de escritura de dicha
hacienda y que constaba de “trescientas treinta y cuatro fojas útiles”. Dicho documento
se extravió durante un largo proceso litigioso que siguieron Sorzano y Pedroza en que se
ventiló quién era el legítimo propietario.
8
En segundas nupcias y por viudez casó con doña Tomasina de Estrada. Este funcionario
vivió en amasiato escandaloso con una mulata de nombre Apolonia Ramos, la que residía
en Santa Catarina y con quien procreó algunos hijos (Año de 1710. Autos fechos contra la
persona de Dn. Clemente de Velasco y Ochoa, en cincuenta y cuatro fojas, que se finalizan con dos Reales
Provisiones. Jiquipilas, I.E.I, III.I = I.D-3; XII B; II.C.3 = Jiquipilas, 24/XI/1710. Archivo
Histórico Diocesano de San Cristóbal de Las Casas).
9
Año de 1735- 26 fojas- Testimonio de los inventarios de las haciendas de Xiquipilas que fueron de don
Diego Beltrán y Valdivieso (carpeta de Cintalapa y Jiquipilas, Archivo Histórico Diocesano,
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, documento sin clasificación).
10
Don Diego Beltrán y Baldivieso, natural de Villa de Roa en Castilla la Vieja, era hijo de don
Pedro Beltrán y Guzmán y de doña Victoria Baldivieso. Don Diego casó en primeras nupcias
con la citada doña Josefa de Velasco y Ochoa; por muerte de ésta contrajo segundas nupcias
con doña Rosa del Solar. Ambas murieron y con ninguna hubo sucesión. Beltrán dejó como
herencia las haciendas mencionadas a su sobrino, las cuales se componían de dos sitios de
tierra con 8000 o 9000 reses vacunas jierradas, así como 500 yeguas, 200 caballos, 20 mulas,
dos burros, uno de ellos oficial. Dejó también un esclavo pardo de nombre Pedro de la Cruz
que asistía en ambas haciendas. El monto que gravitaba por concepto de obras pías lo era
de $15 280, más intereses moratorios, con lo cual rebasaba los $16 000 de la capellanía que
fundaron los descendientes de Valdivia. El valor de la hacienda se tasó por los valuadores
en $17 773, 6 reales (Testamento de Don Diego Beltrán y Baldivezo. Pueblo de Chiapa de Indios en 21 de
febrero de 1735. Documento sin clasificación. Archivo Histórico Diocesano).
11
Ibídem.
12
Carpeta Tuxtla, Valle de Jiquipilas, 1821; VI-D y B- C3; D-1 Núm. 1665. XII, Asuntos
Jurídicos- B5; haciendas. Archivo Histórico Diocesano, San Cristóbal de Las Casas.
Las haciendas debían otros capitales y tal era su menoscabo que los valuadores
las apreciaron, sin deudas, en la cantidad de $12.525, 1½ reales. Ante esta crítica
situación, Pedroza y Moguel se declararon incompetentes para el arreglo de las
deudas de las haciendas y por ello, en 28 de abril de 1829, Juan María Balboa, como
acreedor mayor, solicita al Gobierno Eclesiástico se saque a remate o embarguen
las haciendas referidas que posee Juan de la Pedroza, quien le debe $7000 y pico
más réditos; advierte Balboa que dichas haciendas están gravadas con $17.000 y
pico de pesos pertenecientes a varias capellanías. Así, en mayo de dicho año, Balboa
adquiere las relacionadas haciendas por la cantidad de $25.000, reconociendo
de capitales la suma de $9355. Evidente es que siendo Balboa el acreedor mayor
y mejor postor, se hizo un buen arreglo en lo relativo a la satisfacción de los
capitales que debía reconocer.14 Balboa se hizo cargo de las fincas desde este año,
pero al transcurrir del tiempo advirtió que sus utilidades no resultaron como él las
esperaba; en sucesivos años pidió al gobierno eclesiástico seguir reconociendo los
capitales de obras pías que estaban fincados en sus haciendas, así como prórrogas
para saldar los réditos vencidos. Balboa hizo socio de sus haciendas a su sobrino
don Miguel Esponda y Balboa, quien poseía dos haciendas florecientes en el valle;
13
Este rancho se formó alrededor de 1825, a partir de una fracción de terreno que Balboa
segregó de Santa Catarina que después dio en herencia y dote de su hija María Narcisa
Balboa Esponda, quien casó con un licenciado José Antonio Velasco y Martínez en 2 de
octubre de 1850.
14
Juzgado de Capellanías, 1829, sobre reconocimiento de varios capitales de capellanías que solicita hacer
don Juan María Balboa para efectuar la compra de las haciendas Santa Catarina y Buena Vista que fueron
de don Juan de la Pedroza. Carpeta Jiquipilas, sin clasificación, Archivo Histórico Diocesano,
San Cristóbal de Las Casas.
15
Testimonio de la escritura de venta otorgada por don Juan María Balboa a favor de don Miguel Esponda,
22 de junio de 1842. Carpeta Tuxtla-Jiquipilas, I- As. Civ.- B2. Archivo Histórico Diocesano,
San Cristóbal de Las Casas.
16
Libros de Cuentas de la Hacienda Santa Catarina, años de 1870-1930. En poder de la familia
Espinosa residente en el municipio de Arriaga, Chiapas
17
Año de 1737=22f=Sobre venta de las haciendas que en Xiquipilas poseía don Felipe Cadena, a la muerte
del referido Cadena se puso a la venta las haciendas que poseía en Xiquipilas siendo uno de los postores
Don Martín de Michelena, San Antonio y Macuilapa. Legajo de documentos alusivos a Cintalapa
y Jiquipilas, Archivo Histórico Diocesano, San Cristóbal de Las Casas, sin clasificación
cuando se consultaron.
18
Escritura original de la hacienda San Antonio de Padua perteneciente a la familia
Esponda Balboa.
Esta era la superficie de la hacienda cuando pasó a poder de don Martín de Esponda
y Balboa, y a la muerte de éste quedó al cuidado y administración de doña Teresa
Farrera y Grajales y sus cuñados, y a la postre pasó a sus sucesores: Zacarías, Tirzo,
Sóstenes, Josefa, Maximina, Patricia, María de Jesús y Martiniano; los hijos de éste
último se encargaron de la finca y fundaron la empresa “Martiniano Esponda y
Sucesores” que por algún tiempo alcanzó gran prosperidad cuando las fibras de
henequén tenían gran demanda.
La producción mixta caracterizó a esta histórica finca: granos, tintas, ganado,
caña de azúcar se producían copiosamente y las transacciones comerciales
que “Martiniano Esponda y Sucesores” realizaban las hacían en dólares oro.
La finca, como era lógico de suponer en una familia numerosa, fue dividida
pero conservó una buena superficie para hacerla rentable. Hasta 1899, fue de
Martiniano Esponda Farrera y luego de su hijo, Eduardo Esponda Zebadúa,
quien la legó a su hijo Eduardo Martiniano Esponda Tort. En la actualidad, San
Antonio La Valdiviana —este apelativo lo oficializó don Victórico Grajales por
un decreto iconoclasta expedido en 1934 que mandaba cambiar de nombre a
todas las poblaciones que tuvieran denominación de santos— es propiedad de
la familia Esponda Montesinos, cuyos integrantes la cuidan con esmero y gran
diligencia.
Las fincas que se derivaron de la susodicha fueron Las Cruces, El Carmen, La
Razón, El Zapote, Pastrán, y otras menores.
D
esde 2010 he venido trabajando en un proyecto de investigación cuyo
objetivo ha sido el de compendiar, revisar, sistematizar y analizar la
información que aparece en los semanarios decimonónicos de la entidad,
por considerar que éstos son una fuente muy importante de información sobre las
sociedades que los hicieron surgir, al reflejar con claridad filias, fobias, intereses,
alianzas y desacuerdos que permearon a los grupos de poder que los editaron,
sectores cuya directriz gubernamental impactó en todos los niveles de gobierno y
de la administración en Chiapas durante el siglo XIX.
Este proyecto fue apoyado por el Programa para el Mejoramiento del Profesorado
de la Secretaría de Educación Pública (PROMEP), con una beca que permitió, entre
otras cosas, la reproducción del material hemerográfico que no se encuentra en las
colecciones Fernando Castañón Gamboa y Jesús Agripino Gutiérrez, resguardadas
por el Archivo Histórico del Estado de Chiapas en el Centro Universitario de
Información y Documentación (CUID de la UNICACH),1 y que fue localizado en la
biblioteca privada del profesor Prudencio Moscoso en San Cristóbal de Las Casas,
en la Hemeroteca Nacional Digital de México y en el Fondo Reservado de la propia
Hemeroteca Nacional, sita en el Distrito Federal.
Aquí es importante señalar que han sido varios los investigadores que se han
ocupado de revisar la fuente hemerográfica local desde su aparición hasta nuestros
días. Entre ellos cabe mencionar la obra de Sarelly Martínez Mendoza titulada:
1
Las colecciones hemerográficas que resguarda el Centro Universitario de Información
y Documentación (CUID) son las de Fernando Castañón Gamboa y de Jesús Agripino
Gutiérrez. Una vez hecha la revisión de sus catálogos, fueron fotografiados varios de los
semanarios de la colección Moscoso que faltan en el CUID, ubicados en San Cristóbal
de Las Casas en la biblioteca particular del profesor Prudencio Moscoso, así como otros
títulos existentes en la Hemeroteca Nacional Digital de México y en el Fondo Reservado
de la misma institución, en Ciudad de México.
2
Fenner, Justus. Fuentes primarias para el Chiapas decimonónico. (2010) México, PROIMMSE-
IIA-UNAM. PDF: proimmse.unam.mx/doctos/2012/exp_esc_2012.pdf/ (Consultada el 10,
septiembre, 2012).
3
Agradezco a Víctor Esponda Jimeno la reproducción de este artículo.
4
En adelante este semanario será citado solo como El Pararrayo.
5
“Prospecto” El Pararrayo. Ciudad Real, Imprenta de la Sociedad, 1827.
6
“Prospecto” El Pararrayo. Ciudad Real, Imprenta de la Sociedad, 1827.
7
“Ilustración Popular” El Pararrayo. 31, octubre, 1827, pp. 17-19.
8
“Periódicos” El Pararrayo. 28, octubre, 1828, pp. 129-130.
Este tipo de temática que destaca las bondades del medio ambiente y la geografía
americanos es característico de una época tan cercana aún al período de la
dominación española, y puede interpretarse como una justificación y reforzamiento
de la reciente emancipación política de los nuevos países. Así, personajes como
Andrés Bello elaboraron verdaderas apologías en obras como su extenso poema
titulado “Silva Americana.”10
Pero además de la mencionada producción literaria, este fraile dominico
incluyó, en las páginas del semanario que nos ocupa, la lectura crítica de varios de
los artículos elaborados en Londres por autores españoles como Álvaro Flórez de
Estrada, lo que muestra el conocimiento que este chiapaneco tenía de las doctrinas
sostenidas por los ideólogos más significativos del liberalismo español de comienzos
del siglo XIX, asunto en el que sin duda tuvo que ver su estancia en España entre
los significativos años de 1802 y 1810, cuando se libraba en la península la lucha
contra la ocupación francesa e inició la actividad legislativa que culminaría con la
proclamación de la Constitución de Cádiz en 1812.11
Durante el tiempo en que el semanario estuvo a su cargo, aparecieron también
asuntos como la exposición y crítica de las obras y el pensamiento del utilitarista
9
“El jardín de Venus” El Pararrayo. 17, octubre, 1827. Lo que presento es sólo un párrafo del
extenso poema que aparece en el semanario.
10
Aparecida en el primer número de la revista titulada Repertorio Americano (Londres,
octubre de 1826).
11
“Espíritu de Flores (sic) Estrada” El Pararrayo, 3, octubre, 1827, p. 2. Álvaro Flórez
Estrada (1766- 1853), liberal español refugiado en Inglaterra, publicó en la revista Ocios
de los españoles emigrados (Londres, 1824-1827) un artículo titulado “Reflexiones acerca del
mal extraordinario que en el día aflige a Inglaterra, y que más o menos incomoda ya a
las naciones más industriosas de la Europa.” Aunque en El Pararrayo se interpreta que
este material es contrario a la independencia hispanoamericana y en esa medida hay
un manifiesto desacuerdo con su contenido, lo interesante es que sea citado por este
semanario chiapaneco.
12
El 16 de abril de 1829 comenzó la inserción del escrito de Bentham: “Examen crítico de
diversas declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano”, texto revisado y
comentado por quien firma como “El Censor.” El autor de dicho comentario hace una
crítica a Bentham al establecer que no existen los derechos naturales del hombre, pues
donde no hay leyes no puede haber derechos, ni seguridad, ni propiedad.
13
Desde 1826 los yorkinos se presentaron a la opinión pública mexicana como aquellos atriotas
que trataban de eliminar a la aristocracia y como los verdaderos portavoces del pueblo.
Fueron además defensores del sistema republicano federal, mismo que, de acuerdo con
su discurso, frenaba las tendencias despótico centralistas de los grupos tradicionalmente
poderosos, es decir, de los hombres ricos del centro del país, con los que equipararon a un
sector de la sociedad mexicana a la que identificaron como la fracción de los escoceses.
Asimismo, los yorkinos tendieron a utilizar la movilización popular en su beneficio, tanto
durante los procesos electorales como por la vía de las armas en diversos pronunciamientos.
Consideraban que el ejercicio de la soberanía popular no debía limitarse a los procesos
electorales, sino que implicaba que los representantes tuvieran presente en todo momento
la voluntad de quienes los habían elegido. Fueron promotores de una idea de igualdad que
suponía un amplio acceso a los cargos públicos, que sólo debía regirse por el mérito y por las
virtudes que ellos consideraban esenciales, como el ser americano, el patriotismo, la defensa
de la independencia, de la república y del federalismo. Es por ello que sus opositores los
calificaron como “aspirantistas.” (Vázquez Semadeni, 2010).
Plan de Jalapa
14
“Elecciones” La Campana Chiapaneca, no. 35, 16, agosto, 1828.
15
Respecto de las preferencias electorales para 1828 entre los grupos políticos chiapanecos
ver también: (Vázquez Olivera, 2010: 124.)
16
“México 2 de septiembre” El Pararrayo de la capital de Chiapa. 23, septiembre, 1828, p. 111.
Para la aceptación del movimiento de Santa Anna por la municipalidad de Ciudad Real
ver: “Continúan las notas del Supremo Gobierno.” El Pararrayo. 8, enero, 1829, p. 177.
17
Respecto de este hecho Mario Vázquez propone varias conjeturas (Vázquez Olivera,
2010: 136). Desde mi punto de vista es probable que parte de la respuesta sea la debacle
que sufrieron los yorkinos a nivel nacional con el triunfo del Plan de Jalapa y la salida de
Vicente Guerrero del poder ejecutivo.
18
También le fincaron responsabilidades penales por supuestos abusos cometidos en la
estafeta de Tuxtla unos meses antes: “Comunicado” El Pararrayo. 10, abril, 1830.
19
“Contestación a un manifiesto del actual congreso del estado de Chiapas” El Pararrayo.
17, abril, 1830, p. 2.
20
“Capital de Chiapas” El Pararrayo. 15, mayo, 1830, p. 1.
Conclusión
Una de las cuestiones que hay que tener presente cuando nos acercamos al material
hemerográfico utilizado en este trabajo y que corresponde a las primeras décadas
del siglo XIX, es que su objetivo no era llegar a un público amplio y en consecuencia
su tiraje no es significativo. El cometido de los semanarios revisados era más bien
intercambiar opiniones, básicamente políticas, entre los grupos de poder que eran
quienes los editaban para de esta manera posicionarse en la sociedad chiapaneca
de la época y obtener todo tipo de beneficios como consecuencia de su actividad
proselitista tanto a nivel estatal como nacional.
Pero en el caso concreto de El Pararrayo vemos que su primer editor, fray Matías
de Córdova, además de manifestar posiciones políticas, formuló un proyecto
cultural y un ideal de sociedad al sector ilustrado de Ciudad Real, entonces capital
21
“Suceso prodigioso” El Pararrayo. 6, marzo, 1830, pp. 3-4.
22
“República Central” El Pararrayo. 20, marzo, 1830, p. 2.
Bibliografía
Rafael Araujo-Gonzalez
Escuela de Historia-UNICACH
Antecedentes
N
ombres como el de Rosario Castellanos, Eraclio Zepeda, Juan Bañuelos,
Óscar Oliva, Jaime Sabines, entre otros, son autores considerados como
chiapanecos que han trascendido la localidad, forman una tradición no
solo en el la literatura sino en el modo de buscar el espacio propio del creador local
en las letras nacionales.
La inserción de los creadores más allá de su lugar de origen puede explicarse
desde distintas ópticas que refieren la consolidación y desarrollo de un subcampo
del medio artístico local. Variados son los factores que en él se encuentran y que
a lo largo del siglo XX aparecieron, evolucionaron y, algunos, culminaron. Con
la presencia constante de los autores locales en libros, revistas y otros medios
especializados en la creación literaria, han construido su propia tradición.
Para explicar esta tradición puede tomarse como punto de partida la literatura
oral de antiguas fuentes que evolucionaron desde los cantos prehispánicos de origen
maya, zoque y chiapaneca, hasta llegar a la literatura de ficción y poética regida bajo
los principios de una mirada occidental y separada de la tradición oral. Así, desde la
mirada moderna generada por el dominio de una ideología occidentalizada, uno de
A lo largo del siglo XX los habitantes del estado realizaron gran actividad en
materia de escritura. Libros, revistas y periódicos fueron producidos y distribuidos
constantemente. En la prensa, una de las características más llamativa es la poca
o nula continuidad de los medios, además de su estrecha relación con el poder,
ya fuera para seguir la misma línea política e ideológica o para presentar opciones
diferentes desde la crítica y la controversia.
En la década de los cuarenta, los aires de modernidad y la estabilidad económica
nacional permiten la consolidación de las instituciones y aparecen los medios
de comunicación que irán trascendiendo la personalidad de sus propietarios.
Periódicos que hoy circulan nacen en esa década, baste dos ejemplos: El Heraldo,
hoy nombrado El Heraldo de Chiapas, fundado en 1947; y Es! Diario popular, en 1948.
Según el censo de población reportado por el INEGI de 1940, México tenía una
población superior a los diecinueve millones y Chiapas no llegaba a los setecientos
mil, en ese conteo; además reporta que casi siete millones saben leer y escribir, en
el país, y Chiapas cuenta con una cantidad cercana a ciento dieciséis mil personas
con esas habilidades. Los datos de 1950 indican que el país tenía una población
próxima a los veintiséis millones, Chiapas andaba por los novecientos mil y Tuxtla
Gutiérrez por los cincuenta mil habitantes.
A la sombra del Estado, ya sea desde el nivel federal o desde el gobierno local, la prensa
local tuvo un auge relevante. El manejo de las relaciones entre intelectuales y poder
público está registrado ahí. El poder impulsó a los medios, pero también cobijó a las
personas que desde la cultura construyeron un espacio propio, un campo que nunca
logró plena autonomía. Para demostrarlo, es necesario revisar la prensa de la época,
pues en ella se registró la participación de las personas pertenecientes al campo, de
aquellas que buscaron insertarse en él, y de la dependencia con el poder local.
Como ya se dijo líneas arriba, en Antorcha (1941) encontramos a Eliseo Mellanes
al lado de Agripino Gutiérrez; años más adelante, en El Faraón (1944) participan
Carlos Ruiseñor Esquinca, Jaime y Jorge Sabines y Enoch Cancino Casahonda.
Luego, aparece Chiapas, la voz de un pueblo (1946), bajo la conducción de Armando
De periódico a revista
Chiapas como revista se publica por primera vez e inicia su circulación el primero
de abril de 1949. Eliseo Mellanes, en una entrevista sin publicar, señala que se
distribuía en las principales ciudades de la entidad. Es el órgano de divulgación
Poder e intelectuales
La élite cultural
Bibliografía
Vladimir González-Roblero
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas
Centro de Estudios Superiores en Artes (CESA-Unicach)
Introducción
L
a torre de Babel fue la aspiración de los seres humanos por alcanzar el cielo.
Para evitarlo, Dios, según dice la Biblia, dispuso que quienes la construían
hablaran distintas lenguas, los dividió. Ipso facto, torre de Babel bien puede
simbolizar la diversidad, así como el intento fallido de las aspiraciones humanas. El
título de este artículo alude sobre todo a la primera idea. Durante el breve periodo
de análisis de la política cultural en Chiapas coincidieron hombres y mujeres
diversos con una sola tarea: el desarrollo y promoción de la cultura. Se aglutinaron
en el Ateneo de Ciencias y Artes y su labor se vinculó a distintas tareas en el amplio
espectro de lo público. Por eso la diversidad y por eso la aspiración.
El artículo hace una revisión teórica, breve, de la política cultural; revisa también
grosso modo las características del gobierno de Francisco Grajaes, y observa, desde
los informes de gobierno, la política cultural en Chiapas durante el periodo que
corre de 1948 a 1952.
El presente documento propone un acercamiento a la política cultural durante
el periodo del gobernador chiapaneco Francisco J. Grajales Godoy, de 1948 a 1952.
Es una aproximación pues no se hace un análisis exhaustivo de la política en torno
a la promoción y tutelaje de la cultura, sino una mirada desde los informes de
gobierno.
Es bien sabido que con Grajales apareció uno de los movimientos culturales
más importantes en Chiapas. Intelectuales, escritores, artistas y científicos se
aglutinaron en torno al Ateneo de Ciencias y Artes. De este grupo se desprenden
1
Al hablar de cultura y política cultural, George Yúdice, en El recurso de la cultura, analiza
los usos de la cultura, por parte de los Estados y otros agentes sociales, en la era actual
de globalización. Sostiene: que la cultura ha sido usada “como instrumento para el
mejoramiento tanto sociopolítico como económico”.
2
Ibíd., p. 13.
3
Ibíd., pp. 14-15.
4
Gilberto Giménez, Estudios, 2007, p. 230.
5
Aquí utilizo la palabra “recurso” en su acepción más común, según la Real Academia
de la Lengua Española: “Medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para
conseguir lo que se pretende”.
La política cultural
6
Véanse Néstor García Canclini, Diferentes, 2006, pp. 30-31 e Irene Martínez Sahuiquillo,
“Los dos conceptos de cultura”, 1997, pp. 179-180.
7
Irene Martínez Sahuiquillo, Ibíd, pp. 180-181.
8
Véase Canclini, Ídem.
9
Citado por Giménez, Estudios, 2007, p. 25.
10
Giménez, Ibíd., p. 26.
11
Giménez, Ibíd., pp. 26-27.
12
Clifford Geertz, La interpretación, 2000, pp. 19-24
13
Véase Ernest Cassirer, Antropología, 2009, pp. 45-49.
14
Andrés Fábregas, Chiapas, 2005, p. 13.
15
Canclini, Diferentes, 2006, pp. 33-34.
16
Gustavo Bueno, El mito, 2004, p. 33.
17
Ídem.
18
Eduardo Nivón, La política, 2006, pp.57-58.
19
Gilberto Giménez, Estudios, 2007, p. 225.
20
Eduardo Nivón, La política, 2006, pp. 54-55. Nivón, citando a Urfalino, explica que existían
antes de entonces dependencias que tutelaban la cultura. Sin embargo, no eran autónomas:
estaba adscritas a otras instituciones, ministerios o secretarías, como las de Educación.
En Chiapas suele llamarse “familia chiapaneca” a la élite que por años, al menos
desde el siglo XIX, ha ostentado el poder político, económico y social. Así lo
hizo ver Antonio García de León cuando explicaba la emergencia de las élites en
el centro de Chiapas, quienes pronto se identificaron con el liberalismo o con el
federalismo de entonces para enfrentar a la rancia clase pudiente de Los Altos, a su
vez identificada con los conservadores o centralistas.23
21
Ibíd., pp. 49-74.
22
Gilberto Giménez, Estudios, 2007, pp. 226-227.
23
Antonio García de León, Resistencia, 1999, p. 17.
24
Camacho Velázquez, Dolores y Arturo Lomelí, Francisco, 2000, p. 45.
25
Véase María del Carmen García, Chiapas, 2005, pp. 43-49.
26
Camacho y Lomelí, Francisco, 2000, p. 46.
27
Ibíd, pp. 50-53.
28
Véase Héctor Cortés Mandujano, Chiapas, 2006, pp. 64-70.
29
Camacho y Lomelí, Francisco, 2000, p. 62.
30
Ibíd., p. 62.
31
Ibíd. p. 63.
32
Ibíd. pp. 78-80.
33
Ibid. P. 82.
34
Informe que rinde a la XLII Legislatura del estado de Chiapas el 1 de Noviembre de 1949
el C. Gobernador Constitucional del estado Francisco J. Grajales, pp 13-14.
35
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado Gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1951, p. 9; y Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado Gral.
Ing. Francisco J. Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre
de 1952, pp. 27, 28
36
Héctor Cortés Mandujano, Chiapas, 2006, p. 105.
37
Informe que rinde a la XLII Legislatura del estado de Chiapas el 1 de Noviembre de 1949
el C. Gobernador Constitucional del estado Francisco J. Grajales, p. 14.
38
Ídem
39
Segundo informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura de Chiapas el 1 de noviembre de 1950, p. 13.
40
Ibíd., p. 12.
41
Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1952, pp. 74-76.
42
Héctor Cortés Mandujano, Chiapas, 2006, pp. 74-75.
43
Informe que rinde a la XLII Legislatura del estado de Chiapas el 1 de noviembre de 1949 el
C. Gobernador Constitucional del Estado Francisco J. Grajales, p. 25.
44
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1951, pp. 9 y 22.
45
Informe que rinde a la XLII Legislatura del estado de Chiapas el 1 de noviembre de 1949 el
C. Gobernador Constitucional del Estado Francisco J. Grajales, p. 25pp. 39-40.
46
Ídem.
47
Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing. Francisco J.
Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1952, p. 42.
48
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado Gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1951, p. 22.
49
Ídem.
50
Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1952, pp. 27, 28. El Premio se entregó, además, a otros ateneístas: Faustino Miranda (1953),
Frans Blom (1954), Eduardo J. Albores, (1956), Rosario Castellanos (1958) y Jaime Sabines
(1959). Héctor Cortés Mandujano observa que Sabines no fue miembro del Ateneo; sin
embargo, dice, su designación estuvo a cargo de ellos. Véase Héctor Cortés Mandujano,
Chiapas, 2006, pp. 92-99.
51
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1951, pp. 74-75.
52
Ídem.
53
Ídem.
54
Segundo informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Francisco J.
Grajales a la H. XLIII Legislatura de Chiapas el 1 de noviembre de 1950, pp. 24-25
55
Esta cita textual ejemplifica el mundo ensanchado de la cultura: “Nos sentimos satisfechos
de haber contribuido moral y económicamente para la realización del programa de
actividades del Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas, pues su obra está significándose
cada vez con mayor intensidad en todos los campos de la cultura. Un selecto grupo
de intelectuales chiapanecos forma aquella institución, de donde ha surgido una rama
vigorosa destinada al estudio de problemas de actualidad para el Estado, me refiero al
instituto de Investigaciones Científicas de Chiapas, que bajo los auspicios del Gobierno
está escribiendo ya la Geografía Física, Humana y Económica de Chiapas; la Geología,
Fitogeografía y Fauna del estado; la Historia de Chiapas; además se escribirá la Historia
del Arte en Chiapas y Chiapas Arqueológico”. Ídem.
56
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1951, p. 22
57
Ibíd., p. 38.
58
Ibíd., pp. 74-75.
59
Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la XLIV Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1952, p. 42.
60
Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado Gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1952, p. 10
61
Véanse cualquiera de los cuatro informes de gobierno.
Simbólico y utilitario
62
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1951, p. 23
63
Informe que rinde a la XLII legislatura del estado de Chiapas el 1 de noviembre de 1949 el
C. Gobernador Constitucional del estado Francisco J. Grajales, p. 57.
64
Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado Gral. Ing.
Francisco J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de
1951, pp. 74-75.
65
Ídem.
66
Ibíd., pp. 80-81.
67
Ibíd., pp. 74-76.
68
Ídem.
69
Ídem.
70
Héctor Cortés Mandujano, Chiapas cultural, p. 77.
Bibliografía
Informes de gobierno
“Informe que rinde a la XLII legislatura del estado de Chiapas el 1 de Noviembre de 1949
el C. Gobernador Constitucional del Estado Francisco J. Grajales”, en Fenner, Justus
(coord.) (2010). Memorias e informes de los Gobernadores de Chiapas, 1901-1952,
México: PROIMMSE-IIA-UNAM/UNICACH, publicación en DVD.
“Segundo informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado gral. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura de Chiapas el 1 de noviembre de 1950”, en Fenner,
Justus (coord.) (2010). Memorias e informes de los Gobernadores de Chiapas, 1901-
1952, México: PROIMMSE-IIA-UNAM/UNICACH, publicación en DVD.
“Tercer informe rendido por el H. Gobernador Constitucional del estado gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la H. XLIII Legislatura del Estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1951”, en
Fenner, Justus (coord.) (2010). Memorias e informes de los Gobernadores de Chiapas,
1901-1952, México: PROIMMSE-IIA-UNAM/UNICACH, publicación en DVD.
“Cuarto informe rendido por el C. Gobernador Constitucional del estado Gral. Ing. Francisco
J. Grajales a la XLIV Legislatura del estado de Chiapas, el 1 de noviembre de 1952”, Fenner,
Justus (coord.) (2010). Memorias e informes de los Gobernadores de Chiapas, 1901-1952,
México: PROIMMSE-IIA-UNAM/UNICACH, publicación en DVD.
Rocío Ortiz-Herrera
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas
E
ste artículo analiza la relación existente entre identidad étnica, uso de la
lengua y organización festiva en varios municipios de la antigua región zoque
de Chiapas. La finalidad es mostrar que los fenómenos de desplazamiento
de la lengua zoque que ocurrieron en los pueblos de Copainalá, Tecpatán y
Coapilla a finales del siglo XIX y durante el siglo XX, y en cambio la permanencia
de la lengua nativa en el municipio de Tapalapa, no guardan una relación directa
o unívoca con la identidad étnica y con la organización festiva de sus habitantes,
particularmente con el sistema de cargos, la institución cívico religiosa considerada
como un elemento cultural cohesionador y continuador de la tradición comunal y
de la etnicidad.
En ese sentido se discuten algunas afirmaciones realizadas por diversos
estudiosos de la región zoque, en cuanto a que la disminución de la población
indígena que comenzó a producirse desde finales del siglo XIX en los pueblos de
Copainalá, Tecpatán y Coapilla formó parte de un fenómeno de desplazamiento
lingüístico, así como de cambio cultural e identitario. Villa Rojas, por ejemplo,
en Los zoques de Chiapas1 explica que en esos pueblos la disminución de la
población indígena —que el autor entiende como la población hablante del
zoque, que practica una cultura tradicional y que comparte una identidad
“indígena zoque”— fue resultado de una serie de transformaciones culturales
e identitarias originadas por el estímulo económico que experimentaron esos
pueblos desde la época colonial, así como por el establecimiento de colonos
españoles. Así también, José M. Velasco2 plantea la disminución de la población
1
A. Villa Rojas, J. M. Velasco Toro, et. al., Los zoques de Chiapas.
2
J. M. Velasco Toro, “Perspectiva histórica”, en Los zoques de Chiapas, pp. 45-151.
3
J. F. Báez, “La cosmovisión de los zoques de Chiapas”, pp. 383-409.
4
S. Villasana, “Cambios territoriales del área cultural zoque. Un seguimiento histórico”,
pp. 27-42.
5
M. Lisbona, Sacrificio y Castigo. Cargos, intercambios y enredos étnicos entre los zoques de Chiapas.
6
O. Uribe Villegas, “Sobre lo social en el lenguaje y lo lingüístico en la sociedad”, pp. 23-109.
Fuente: Datos proporcionados por Juan Pedro Viqueira Albán, investigador de El Colegio de México.
Valor
Finca Propietario Extensión Producción Observaciones
(pesos)
Puerto Federico 2 has. de
5 has. 125.00
México Hernández caña
Jesús Mariano López 1 ha. 1,500.00 1,500 cafetos
Juárez Avelino Sánchez 1 ha. 350.00 200 cafetos
Se encuentra
Francisco
Innominada 1 ha. 150.00 Maíz y frutas en terreno de
Vázquez
ejido
Situada en
San Miguel Víctor Valencia 5 has. 500.00 Caña
terreno ejidal
José Ma. Situada en
San Luis 6 has. 600.00 Caña
Jiménez terreno ejidal
7
AHECH, Secretaría General de Gobierno, Sección de Fomento, Tomo IX, Exp. 16-24, 1912,
Decreto No. 4 que deroga la ley del 11 de agosto de 1892 en el que se autorizó al ejecutivo
para la venta de los ejidos, Tuxtla Gutiérrez, 20 de septiembre de 1912.
8
AHECH, Secretaría General de Gobierno, Sección de Fomento, Tomo III, Exp. 12, 1908,
Inventario general de los expedientes y planos que se relacionan con la oficina general de
ejidos en el estado, formado de los inventarios anuales de la Sección de Fomento y Obras
Públicas de la Secretaría General de Gobierno correspondiente a los años de 1892 a 1907.
AHECH, Secretaría de Gobernación, Sección Hacienda, Tomo II, exp.2, 1913; Tomo XIII, 1919; Tomo
XVII, 1922; Tomo XV, 1922; Tomo V, 1923.
9
Miguel Lisbona Guillén, op.cit.
10
Campesino octagenario entrevistado el 27 de agosto de 2012.
11
Ibídem.
12
Entrevistado el 27 de agosto de 2012.
13
Ibídem.
14
Ibídem.
15
Información proporcionada por Ernestina Sánchez Meza, de 74 años, en entrevista
realizada el 28 de agosto de 2012.
16
Ibídem.
Hablo zoque, todos hablamos zoque. La fiesta principal es la del patrón San
Agustín de Hipona, empieza el 26 de agosto y termina el 30 de agosto. Para
la fiesta nombran banda de música, el torito, el ayuntamiento lo nombra.
Yo soy el mayordomo principal del pueblo, a veces apoya el presidente, la
acción católica, porque cuando vienen de Pantepec, como 25, se les tiene que
preparar la comidita, también de Tapilula. Coopera el pueblo, pero a veces no
alcanza el dinero. Les damos de comer pollo. Las mujeres son mayordomas
también.
Hay otros mayordomos, somos 30 o 35. Ellos son los mayordomos menores,
ellos ponen dinero, cuando viene la gente de los diferentes lugares, hacen
tamales, café. Los mayordomos menores son como socios, son cargos
voluntarios.
17
Información proporcionada por Guadalupe Cruz, de 62 años, en entrevista realizada el
28 de agosto de 2012.
Consideraciones finales
Los casos anteriores son sólo algunos ejemplos de cómo en la región históricamente
zoque de Chiapas el uso de la lengua, la organización festivo religiosa y la identidad
étnica no guardan una relación unívoca o directa. Más aún, la estructura de cargos
en la antigua región zoque contrasta con otros municipios del propio territorio
chiapaneco, como los de Chamula y Zinacantán, en la zona de Los Altos, en
donde el sistema de cargos cuenta con una estructura religiosa y cívica, tal como
originalmente la tenían los sistemas de cargos cuando fueron creados en el siglo
XIX. Además, en esos pueblos, y a diferencia de los casos analizados en la región
históricamente zoque, la mayor parte de los habitantes de Chamula y Zinacantán
son hablantes de lenguas mesoamericanas y en general se asumen como indígenas.
Estas diferencias y contrastes en regiones de un mismo territorio obligan a
profundizar en el conocimiento de la construcción histórica de las identidades
y de las prácticas culturales, así como en el análisis de los procesos históricos de
desplazamiento y mantenimiento de las lenguas mesoamericanas. Para ello es
necesario emplear enfoques teóricos y conceptos que permitan entender de mejor
manera la compleja relación que existe entre esas realidades.
Bibliografía
18
Información proporcionada por Miguel Díaz Jiménez, de 73 años, y Epifanía Jiménez
Vázquez, de 70 años, en entrevista realizada el 29 de de agosto de 2012.
Introducción
E
l presente artículo es un primer acercamiento al conocimiento del ambiente
sociocultural en que se llevaba a cabo el cultivo de esta solanácea en el
municipio de Simojovel. Se basa principalmente en información oral recogida
de un cosechero originario de ese lugar, Gonzalo Alberto del Carpio Domínguez,
poco antes de su muerte ocurrida el 9 de mayo de 2013, y de Cliserio González, un
arriero originario de San Cristóbal de Las Casas, hoy de 93 años (septiembre de
2013), que durante los años cincuenta y sesenta del siglo XX comerciaba con las
rancherías de Pantelhó y el suroriente de Simojovel. El artículo se complementa
con información obtenida en el Archivo General de Indias, de Sevilla, así como
en el Archivo Histórico del Estado, en Tuxtla Gutiérrez, y en la muy escasa y
fragmentaria información bibliográfica existente hasta hoy sobre el tema.
Incluso el tabaco que alguna persona pretendiera regalar a un amigo suyo o con
fines de halagar a algún poderoso tenía que pagar un derecho, tal como sucedía
con el tabaco de Simojovel y Plátanos que con estos fines se introducía a Ciudad
Real (San Cristóbal), que pagaba dos reales por manojo. Para el caso del tabaco
mencionado, el manojo regularmente constaba de 180 a 200 hojas, aunque esto
era muy variable ya que hay indicaciones de que los había hasta de 130 hojas.
Su elaboración en puros y cigarros o su desmenuzamiento para consumirlo
en pipas se llevaba a cabo en los centros urbanos, en talleres domésticos
Para la primera mitad del siglo XX Simojovel seguía siendo un lugar muy apartado.
En 1941 se construyó una brecha que lo conectó con Tuxtla Gutiérrez, la capital
del estado.
Era muy difícil el camino porque había mucho lodo, los camiones se atascaban
y había que descargarlos para poder sacarlos de los zanjones en los que caían,
luego había que volverlos a cargar; en 1941 entró un servicio de pasajeros que
le decían “el comando”, era un carro tipo Jeep con llantas de tractor…
1
Para la construcción del camino se constituyó un patronato que recaudaba fondos entre
los habitantes del municipio: “Es de esperarse que los habitantes de esta rica región, respondan con
entusiasmo, aportando energías o dinero para la realización de esta obra que hace poco no era más que
utópica, pero que día a día va convirtiéndose en hecho tangible… la insignificante suma con que cooperen, el
pequeño sacrificio que les represente, será pagado con creces y al realizarse la obra, experimentarán la grata
sensación de haber contribuido patriótica y desinteresadamente a la independencia económica de la región”,
exhortaba a los ciudadanos el presidente de dicho patronato, el señor Agustín S. Velasco
(Periódico Avante, 9 de marzo de 1941, Simojovel, Chiapas).
2
Además era propietario de varios ranchos y en el pueblo tenía el salón “Estrella”, de billares
y cantina.
3
También era propietario de ranchos y en el pueblo tenía la tienda “La Barata”, de abarrotes
y telas.
4
Nacho Lara era además el propietario de la empresa que proporcionaba energía eléctrica
al pueblo. La electricidad la producía con un chorro de agua en el barrio de San Sebastián,
un lugar al que le decían La Pérgola. Después trató de producir energía en el río Masantic,
y de allí llevarla al pueblo; sembraron la postería para las líneas de transmisión, pero nunca
terminaron el proyecto (entrevista a Gonzalo del Carpio, 28/05/2012). Las tarifas que
cobraba la empresa en 1954 eran las siguientes: $5.00 mensual por foco de 25 watts; $7.00
por uno de 40 watts; $12.00 por uno de 100 watts. Además cobraban $7.00 por radio y
15 centavos por kilogramo de masa que molieran. Al parecer la empresa cometía muchos
abusos con los usuarios, ya que en un periódico de la época se señala: “Ya es tiempo de que
este sufrido pueblo vaya despertando y sepa reclamar sus derechos con valentía, alzando su voz de protesta
Lo jodido de la entrega era el tiempo de agua ya que había que estar cargando
y descargando las mulas cuando se pasaban ríos. Al llegar a un río crecido
se descargaban las mulas, si estaba muy lleno se les quitaban las albardas,
la carga la pasaban los arrieros por la hamaca y las mulas se tiraban al río, al
otro lado había que volverlas a cargar. Había un arriero por cada cinco mulas,
además de un campanero, el güiro. Con un patache de quince mulas cruzar
un río lleno era una operación que tardaba como tres horas; si el río no estaba
muy lleno las mulas se tiraban con albardas, lo que ahorraba tiempo. Cada
río tenía una seña que indicaba si se podía pasar o no. Era una piedra. Si la
corriente la cubría por completo, no se podía vadear; si asomaba algo de ella,
era posible el cruce. A veces había que esperar hasta que bajara la corriente,
podían ser dos o tres días, dependiendo de la lluvia, mientras tanto la carga
se hacinaba sobre una tarima de madera y se cubría con lonas. El güiro hacía
lumbre, ponía a cocer frijoles, calentaba tortillas, hacía café.
contra los traficantes inhumanos que han llegado de otros lugares sólo para enriquecerse a costas del pueblo”
(Periódico El Alacrán, enero de 1954, Simojovel, Chiapas).
5
Dado lo incierto del transporte terrestre, existía un servicio regular de transporte aéreo
proporcionado por Servicios Aéreos del Sureste y por la Compañía Aeronáutica del Sur,
que movían carga y pasaje.
6
El tabaco al secar pierde peso (“hacinas mil kilos y al entregar ya son ochocientos”).
7
Un jiquipil es equivalente a 20 zontes de mazorcas, un zonte es igual a 400 mazorcas.
8
Este impuesto se abolió desde fines del siglo XIX en el resto de Chiapas.
La razón por la que los indígenas vendían por adelantado su cosecha era que
tomaban cargos en la fiesta de Guadalupe, que era la virgen patrona del rancho.
Para hacer el festejo había tres capitanes; ser capitán era una obligación, era un
grado de respeto entre ellos. Cuando alguien no había ocupado cargo “lo veían
como chamacón”, así que pedían ser cargueros. Cada domingo tenían que barrer
la ermita, tocaban tambor para que la gente se reuniera, llevaban velas; en cuanto
terminaba de arder su vela, se iban a su casa o se quedaban a beber trago, pero
generalmente estaban allí de diez a doce del día. Cuando iba a llegar de visita
algún santo, hacían arcos de rama verde para adornar la ermita. Había un capitán
principal al que le decían bankilal, los demás no tenían trato especial. El bankilal era
el que organizaba las actividades. El patrón no se metía en nada. Ellos buscaban
el lugar para la ermita y la construían, conseguían la madera, buscaban un árbol
grande y de madera maciza, lo tumbaban, buscaban el zacate en la montaña para
techarla. El patrón no decía nada, no tenía nada que hacer allí.
Llegaban de visita santos de Pantelhó (Santa Catarina), de Simojovel (San
Antonio), y procedente de las colonias nuevas que se formaron con la reforma
agraria llegaban san migueles, un santo que hablaba. Les daban lugar en la ermita
para que los pusieran y juntaran limosna. Al San Miguel le tocaban la caja y le
decían: “te quieren hablar, padrecito”. Del interior de la caja se escuchaban ruidos que
eran interpretados por el dueño del santo. La caja no podía abrirse, la ponían sobre
una mesa; era una cajita de madera de 40x20x20 centímetros aproximadamente,
que transportaban en una red o bajo el brazo, precedida por tambor y pito. Cuando
llegaba una de estas “cajas parlantes”, la gente ya no iba a trabajar por atender al
santo, por lo que Gonzalo las corría del rancho.
9
Una gruesa es igual a 12 docenas.
Esta forma de vida llegó a su fin a mediados de los años setenta y principios de los
años ochenta, cuando los peones y baldíos de los ranchos fueron organizados, según
Gonzalo, por sacerdotes de la diócesis de San Cristóbal, y empezaron a adueñarse
de las tierras y expulsar a los rancheros. Otro factor que introdujo cambios en la
estructura agraria de la zona fue el proyecto hidroeléctrico Itzantún, una presa que
se construiría en una garganta del río Catarina, cerca de la cabecera municipal de
Huitiupán, la cual finalmente no llegó a construirse pero sirvió de pretexto para
que el gobierno apurara el abandono de las tierras por los rancheros y la posterior
entrega de éstas a los indígenas. El proceso no estuvo exento de violencia, ya que
puso fin a un poco más de un siglo de dominación ladina en tierras indígenas,
periodo que se inició con las Leyes de Reforma en 1856, que propiciaron el despojo
de tierras comunales.11
10
“El viejo Pancho” era curandero y suegro de Shuteria.
11
Gonzalo, al llevar un estilo de vida muy cercano a sus trabajadores, con quienes se
emborrachaba, pescaba, cazaba y trabajaba a la par, supo entender que los tiempos
estaban cambiando y les vendió la propiedad a sus antiguos peones y baldíos y emigró
con su familia a Tuxtla Gutiérrez en 1974. Uno de sus hermanos, que se relacionaba con
sus trabajadores más apegado al concepto tradicional de “patrón” (golpeaba y castigaba
duramente cualquier conducta que consideraba insolente) fue amarrado y tuvo que pagar
un rescate por su vida. Pancho Flores, un cuñado de Gonzalo, murió cuando una indígena
le cercenó el hígado con la punta de un machete cuando trató de amedrentar a un grupo
de campesinos que habían invadido el rancho de un amigo suyo, cerca de la cabecera
municipal. Juan Penagos, el propietario de El Carmen Grande también fue acosado y tuvo
que huir a San Cristóbal de Las Casas.
Luján Muñoz, Jorge, s/f, “El establecimiento del Estanco del Tabaco en el Reino de
Guatemala”, Universidad del Valle de Guatemala, Departamento de Historia.
Trens, Manuel B. (1999). Historia de Chiapas. Desde los tiempos más remotos hasta la caída del
Segundo Imperio, Vol. III., Tuxtla Gutiérrez: Gobierno del Estado de Chiapas (segunda
edición).
Fuentes Hemerográficas
Gillian E. Newell
Licenciatura de Arqueología
CESMECA-UNICACH
Me encuentro en la plaza central, a un lado de la iglesia de San Juan Bautista. “Es el día más
pesado, maestra,” me decían mis estudiantes; “es el día de los bailes de plaza y prácticamente es un
campo de batalla, hay una guerra de agua constante porque tiran bolsas con agua, hasta pipas de
agua dan la vuelta, aparte está la harina de maíz, la espuma, huevos podridos, talco, sudor, polvo,
y quién sabe qué más”. “No se lleve su bebé, maestra”, me decían, “está muy chiquito todavía, mejor
déjelo en casa...”
1
Este ensayo está escrito según un estilo dialógico (Bajtín, 1981), lo cual quiere decir que
se adopta un estilo de oposición, tensión y conversación que premia la multivocalidad
y heteroglosia. El resultado es un ensayo no-linear en donde el lector escucha diferentes
voces y tiene que buscar las interrelaciones por sí mismo. La autora optó por este estilo
para transparentar el proceso de buscar significados, pero también porque es un estilo
más comprometido, interactivo, abierto y creativo (Marcus y Fisher 1986). Enfatizo que
la búsqueda de significados e interrelaciones por parte del lector no me ha obviado de la
responsabilidad de crear coherencia y entendimiento, por lo cual los diferentes componentes
del ensayo sí tienen que crear claridad y profundidad sobre los temas por tratar y los mensajes
del ensayo al final. El título y los subtítulos de este ensayo señalan este estilo de escribir, en
donde con los subtítulos la primera parte alude a lo que va a pasar en la sección (la acción
mecánica y plena), y la segunda parte explicita algo etnográfico (relleno y color lúdico sin
demasiada explicación todavía). El título hace lo mismo, pero a la inversa: la primera parte
es la pregunta lúdica con que inicio todo el ensayo y la examinación; y la segunda parte
explicita en manera más académica, seca y mecánica todo lo que va a pasar en el ensayo. En
el caso de los subtítulos, se hace alusión a los eventos de los días principales del carnaval.
Véase Loi (2009 a y b), y más abajo en este ensayo para una buena (o inicial en el caso de este
artículo) descripción de lo mismo. Cabe destacar además que el objetivo de este ensayo no
es describir etnográficamente el carnaval. Más bien, el de buscar un marco teórico adecuado
y novedoso para estudiar el carnaval y sus aspectos relacionados.
2
Coiteco es un sobrenombre para los habitantes de Ocozocoautla de Espinosa, pueblo
también conocido popularmente como Coita.
3
Las cursivas son mías.
4
Para una excelente introducción al tema, véase Knauft (1996).
5
En orden alfabético, los estudiantes eran: José Pablo Bravo Coutiño, Rafael Carranco
Velasco, Marcela Chávez Salazar, Lucía de los Santos Peñate, José Hárijan Delgado
Arévalo, Leslie Gómez Vázquez, Nelson Gutiérrez Ramírez, Pedro Guzmán López,
Carlos David Lázaro Brindis, Julia Moscoso Rincón, Marco Orantes Gómez, Francisco
Osorio Marroquín, Rebeca Ovilla Pacheco, Jesús Pérez López, Hugo Rodríguez Díaz,
Víctor Hugo Romero Molina, Pablo Ruiz Urbina, Oel Arturo Sarmiento Barajas, Miguel
Ángel Valenzuela García y Luis Zúñiga Santiago.
Antecedentes: El permiso
Varios trabajos han hablado o hablan sobre el carnaval (Del Carpio, 1993;
Hernández Guzmán, 2006; Lisbona Guillén, 1995; Loi, 2009a, 2009b, 2010;
Montoya Bonilla, 2003; Munch, 2002; Noriega Rocha, 2010; Quiroz Malca, 2002;
Rivera Farfán y Lee Whiting, 1991; Textos de Brasil No. 15: Fiestas Populares,
2010; Turok, 1993). Parece ser, de hecho, que es un tema en desarrollo (Loi, 2009a;
Montoya Bonilla, 2003) y varios (Arizpe, 2009; Montoya Bonilla, 2003; Textos
de Brasil No. 15: Fiestas Populares, 2010) observan que los carnavales, en escala
mundial, están experimentando crecimiento o cambios (no todos favorables
o recomendables, por cierto). Curiosamente, varios remontan al escritor Mijail
Bajtín (1974) como punto de origen, indicando que ese autor tiene que ver mucho
con la definicion de lo carnavalesco (Loi, 2009b; Montoya Bonilla, 2003: 23-25). Es
importante resaltar, sin embargo, que Bajtín hizo un análisis literario de la obra del
escritor satírico Francois Rabelais quien, escribiendo en el periodo entre la Europa
Medieval y Renacentista, resalta las contradicciones y tensiones de su tiempo. Él
escribe cuando las clases alta y media empiezan a oponerse a la clase baja y es una
cuestion de códigos. Las clases alta y media, según el analisis de Bajtín, buscan
mayormente la centralización y creación de un gobierno y basado en la razón,
mientras que la clase baja insiste en seguir enfatizando la vida comunal y el trabajo
puro. La oposición entre los dos grupos crea momentos, estilos y oportunidades
de diálogo y desencuentros, y eventos que se caracterizan por las oposiciones
de estos opuestos reflejando un sentido de negociación y desencuentros con las
reglas. Bromas satíricas, el mismo carnaval que dé oportunidad de encuentros y
negociaciones entre las dos clases, sirven de ejemplo para estudiar tal fenómeno,
exactamente como hizo Bajtín. Lo escrito por Rabelais muestra ese sentido de
inversión, perversión y transgresión, lo cual termina constituyendo el estilo
carnavalesco. Citando a Bajtín, uno da a entender que el carnaval es un periodo de
transición, de encuentros (de todo tipo), y luego de restablecimiento del orden y la
lógica. Cabe resaltar que aunque no todos citan explícitamente a Bajtín, la tendencia
es clara en la investigación. El carnaval es visto y explicado como un periodo de
inversión, de pecado y de libertades (pecados de la carne o carnestolendas, como
se referían al carnaval entre los romanos y luego los cristianos), llevado a cabo en
6
El baño de zapoyol consiste en dejar mojarse la cabeza con agua preparada con la carne
interna de la semilla de mamey, molida en metate.
7
Según Dolores Aramoni Calderón (2000), la cohuiná o cowina se puede definir como la
casa y la gente que guarda los santos, y es también donde se hace la fiesta o de donde sale
y entra la gente para efectuar la fiesta.
Para comprender el significado del carnaval como lo estoy planteando aquí y para
comprender el significado de generación y enseñanza, vale la pena seguir el camino
que hice con mis estudiantes, tanto en su sentido literal como en metafórico. Se
puede apreciar la flexibilidad que radica y debe radicar en el estudio de la tradición
y términos semejantes como ritual, ritualidad y rito. Se hace aquí un recuento de
diferentes puntos en el argumento y se obtiene de esa manera un análisis dialógico8
(Bajtin, 1981), lo cual es una manera algo fragmentada pero útil de entender una
celebración compleja como es el carnaval.
Estando en el campo, mis estudiantes y yo rápidamente nos dimos cuenta de
que mucha gente está involucrada en el carnaval. Como escribió Carlos David
Lázaro Brindis (2011) en su diario de campo, hay varios círculos de participantes:
en el primero está la gente responsable de la celebración; después, hay un segundo
y un tercero, formados respectivamente por quienes vienen sólo a divertirse
en las cohuinás, pero no cargan con la responsabilidad de la tradición, y los que
únicamente asisten para divertirse o formar un campo de batalla. Según los
comentarios que escuché de algunos de mis alumnos, después del primer día en
campo, estos dos últimos grupos “no sabían”, “no tenían interés” o “les faltaba
8
En el análisis dialógico, se crea, como escritor, una dinámica de contrapuntos que en realidad
crea una conversación que sigue una lógica de argumentación y explicación. La idea es
que el lector, sin imponerle una opinión autoritaria el escritor, puede llegar a sus propias
conclusiones, las cuales idealmente serán las mismas a las que el autor llegará al final del
artículo o la sección. Se concede de esta manera un papel activo al lector.
Nos movemos ahora al plano de un análisis más integral, que está construido
sobre mis propias observaciones e indagaciones en la literatura, aunque al final
retomo algunos trabajos estudiantiles que me sirvieron para complementar esta
investigación y hacer hincapié en ciertos puntos. Estos trabajos, además, indican el
tipo de crecimiento que todos los estudiantes han obtenido a raíz de este trabajo
de campo y de otras experiencias: un rasgo, esperamos como maestros, de nuestra
licenciatura de arqueología.
Por el momento, sólo me consta explicar que la evidencia presentada aquí no
es más que una lista preliminar organizada en principios de teoría fundamentada
y fenomenológica. Aún hace falta un estudio mucho más positivista-cuantitativo,
aunque uno podría argumentar fácilmente que sentirse en familia es algo más
fenomenológico que positivista desde un principio (véase la gama amplia de
literatura contra las imposiciones neoliberales en el ámbito de la familia, entre
otros). Estamos pendientes, entonces, ante el probable aumento de investigaciones
en el futuro. Los aspectos observados en campo son:
1. Los niños en los rituales se notan y están presentes como parte fundamental
y protagonista. Véanse el David y también los Monos (figuras 1 y 2):
personajes claves y centrales del carnaval coiteco que se caracteriza por ser
una lucha entre el bien y el mal, el cristianismo y el Islam, y el cristianismo
y el paganismo o cosmovisión indígena (Loi, 2009a) en estas tierras. Cabe
hacer notar que el carnaval tiene también raíces árabigo-españolas, y ello se
observa en la presencia de un Mahoma, un Mahoma del Cochi, el caballo, el
David y la presencia y vestimenta de los chores: una especie de entretenimiento
a cargo de bromistas que portan una máscara que figura a un español o un
árabe. También, y por supuesto, el carnaval tiene raíces zoques, por lo cual
Se observa en esta estructura una clara división por género. En el campo es posible
notar que también hay una estructura por edad y, en consecuencia, por generación.
Por ejemplo, las nanaocó son generalmente mujeres mayores o, al menos, mujeres
que han tenido hijos y familia, saben cocinar e incluso hacerlo para gran cantidad
de gente. Además, aquellas mujeres se pasan todo el día prácticamente en la cocina
de la cohuiná, el lugar menos ruidoso de la casa, aunque la preparación de comida
en grandes cantidades no les permite relajarse mucho y es una actividad que tiene
su propia dinámica de atención y tiempos, aspectos que merecen ser estudiados
con mayor profundidad.
Los hombres jóvenes y de edades más avanzadas, pero no viejos aún,
participan como chores, coponjayás, coponyumás, y uno que otro en alguna
posición de mayor visibilidad y responsabilidad pública. La posición que pueden
tomar y toman depende del prestigio social que tienen y han adquirido mediante
participaciones anteriores, papel en la comunidad y sentido comunitario. Me
parece que hombres cabeza de familia ascienden más rápido, más alto y mejor
que los solteros o varones sin hijos y/o familias extendidas. Este contexto tiene
muchos matices que me gustaría investigar más profundamente en un futuro
próximo.
Está el hecho de la organización de trabajo que se parece a la que normalmente
existe adentro de una familia con papá, mamá e hijos, necesaria para llevar a cabo
las actividades cotidianas, semanales y de más larga temporalidad. A diferentes
miembros de una familia les corresponden distintas tareas según su capacidad,
fuerza y papel/posición en la familia. En familias indígenas es muy conocido el
concepto del bankilal, o hermano/a mayor, tomando como ejemplo la familia y
lengua maya tsotsil, lo cual se refiere a una carga de responsabilidad y posición
de liderazgo frente a la familia, la comunidad y las generaciones posteriores y la
gente en general (Madrigal Frías, 2012: 204). Además, en culturas originarias, a
los padres se les respeta por el simple hecho de que han logrado ser padres, por la
experiencia que ya tienen, y por el cuidado y responsabilidad hacia los hijos que
cargan y que se percibe como una actividad necesaria para mantener el equilibrio
universal, donde la tierra produce y los hijos consumen, tomando pero teniendo
que retribuir también.
9
Uso la palabra protección aquí, porque va acorde con la discusión y los temas; pero se debe
entender que la palabra protección también puede maquillar situaciones, estructuras de
mucha opresión, control y hasta violencia o abuso estructurado y no estructurado u ocasional.
Es importante darnos cuenta de esa realidad, aunque en este caso no lo estoy analizando, y por
ende uso la terminología más positiva y neutral. Se entiende que la violencia inter e intrafamiliar
corresponde a otros temas importantes de futuro estudio y consideración.
10
Se habla de empuje, pero bajo ningún sentido se tiene que equivaler el empuje emocional
y cuidado socio-familiar como progreso y desarrollo al nivel de sociedad y sus derivativos
potencialmente peligrosos o dañinos.
A manera de reflexión final, para cerrar este artículo sobre la fiesta y para amarrar
los hilos sueltos de la viñeta contestando la pregunta inicial, debo decir que
después de ver la bolsa estrellándose en la cara de aquel niño, francamente suprimí
con todo mi esfuerzo y tal vez algo de orgullo, deseo y dureza, mis ganas de salir
corriendo para proteger a mi bebé, en aquel entonces de apenas dos años de edad.
Pero seguí pensando: ¿Qué hago aquí? ¿Por qué lo hago?, ¿por qué me meto en estas
cosas?, ¿estoy poniendo mi interés profesional ante la seguridad de mi familia?, ¿es
en realidad mi estudio más importante que mi familia?
Agradecimientos
Figura 3. Ejemplo de un niño chor con chores adultos, carnaval zoque 2012
Introducción
D
urante la mayor parte del siglo xx previa a la década de 1970, los hombres
de los municipios tsotsiles y tseltales de Los Altos centrales de Chiapas
obtenían la mayor parte de sus ingresos domésticos como trabajadores
migratorios en la agricultura comercial de las tierras bajas del estado. Ya sea
cosechando café, cacao, frutas tropicales, algodón o caña de azúcar en grandes
plantaciones, o como aparceros en campos de maíz y frijoles, el trabajo fuera de
sus territorios de origen representaba entre el 50 y 90% de la dotación alimenticia
anual familiar. Aunque rara vez se menciona en las etnografías de la región, estudios
cuidadosamente documentados de los municipios de Chamula y Zinacantán
muestran que los hombres trabajaban en promedio más de seis meses al año fuera
de sus comunidades de origen.2 La aldea de Chamula que sirve como muestra en el
presente estudio, Ch’ul Osil, se ajusta perfectamente a esta categoría.3 Ch’ul Osil
es una de las aldeas históricas de Chamula y ya aparece descrita a principios del
siglo XX. Se encuentra a unos 3 km de la cabecera o sede municipal; tiene muy poca
1
Cuerpo Académico Política, Diferencia y Fronteras, del Centro de Estudios Superiores de
México y Centroamérica, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, San Cristóbal de
Las Casas. Una versión previa de este artículo fue presentada en el Congreso Internacional
de la Latin American Studies Association, San Francisco, California, celebrado del 23 al
27 de mayo de 2012, y representa una actualización de los datos y análisis de Rus y Rus
(2008). Traducción del inglés por Mariana Ortega Breña.
2
Wasserstrom 1976, 1980; D. Rus 1990, J. Rus 1995ª (1994), 2012: 55-105.
3
“Ch’ul Osil”, o “Tierra Sagrada”, es el nombre ficticio escogido por nuestros colaboradores
para su comunidad.
4
Wasserstrom 1980.
5
Wasserstrom 1980 (cuadro 7).
6
Para este desplome en la demanda de obra y sus impactos en Ch’ul Osil y Chamula, véanse
D. Rus 1990; J. Rus 1995b, y Rus y Rus 2008: 344-349.
7
Según el censo nacional, la población del municipio de Chamula se duplicó entre 1970 y 1990
(INEGI 1973, 1992). Pero el censo sólo compara las poblaciones contenidas en territorios
definido) comunidades, municipios y estados. Nuestro conteo, en cambio, empieza con
las personas y los hogares de Ch’ul Osil en 1974, y luego censa a los mismas personas y sus
descendientes en 1987 y 1996-98, sin importar dónde viven (Rus 2012: 57-64).
8
Rus 2012: 98-105.
Este fue el contexto dentro del cual la aldea se enteró, a principios de la década
del 2000, de la bonanza de mano de obra indocumentada que había en los Estados
Unidos, un descubrimiento que se extendió por todas las regiones del estado entre
1998 y 2001. En 1997, el estado de Chiapas era el receptor de remesas número 27
en México. Para 2003 había saltado al lugar 12 y en 2005 al 11. El boom fue aún más
pronunciado en lo que respecta a las cifras reales en el número de migrantes. Según
las reconocidas estadísticas recogidas en la frontera por El Colegio de la Frontera
Norte, en 2002 Chiapas ocupó el sexto lugar nacional en emigración y el cuarto
en 2004. Para 2006 se había convertido en el principal emisor, una posición que
mantuvo en 2007 con aproximadamente 120 000 migrantes, 15% del total anual
9
Rus 2012: 77-86; Eber 2002, Eber y Rosenbaum 1993. Para descripciones de la situación a
principios de los ochenta, cuando las mujeres de Chamula empezaban a participar en el
mercado, véanse Rosenbaum, 1993 y Gómez Monte, Guzmán y D. Rus; 1990.
10
Las dudas al principio las expresaron, por ejemplo, investigadores del mismo Colegio de
la Frontera Norte en Tijuana (COLEF), quienes frente al enorme y repentino aumento de
remesas a Chiapas sugirieron que posiblemente se tratara de remesas centroamericanas que
se recogían en Chiapas. (La Jornada, 6 de junio, 2005.) Sin embargo, pronto los conteos por
muestra del COLEF en la frontera norte (el EMIF-Norte) demostraron el tamaño del éxodo.
De 2005 a 2007, Chiapas enviaba alrededor de 14% de toda la migración indocumentada
mexicana. Para un resumen de las cifras del EMIF-Norte respecto a Chiapas, véase Nájera
Aguirre y López Arévalo 2009; para un análisis temprano de la migración chiapaneca, véase
Villafuerte Solís y García Aguilar 2006; y para un análisis de la intensidad de la migración
indocumentada en Los Altos en particular, López Espinosa, Molina Aguilar y Villafuerte
Solís 2010.
11
De hecho, un migrante mayor de Ch’ul Osil había ido a Estados Unidos mucho antes, en
1996, cuando salió de la cárcel. Aunque su caso fuera bien conocido, nadie siguió su ejemplo.
12
Del total de 59 migrantes, solamente 26 tenían 18 años o más en 1998, y se encuentran en
nuestro censo de 1998 bajo sus propios nombres. Pudimos rastrear a otros 29 que tenían
menos de 18 años en 1998, a través de los hogares de sus padres. Los cuatro que no se
pudieron identificar son jóvenes maridos de otras comunidades (dos casos), o no había
información suficiente para identificar a sus padres y sus hogares natales (dos casos).
13
Véase Rus y Rus 2008: 349-361, en particular el cuadro 1, p. 354.
14
Dos años más tarde, solamente tres de estos taxis estaban todavía en operación.
Como es de esperarse, con una proporción tan alta de varones ausentes por
periodos prolongados, la vida familiar y comunitaria se ha reestructurado de
forma sustancial. Los efectos a largo plazo no se conocerán durante varios años,
pero, en primer lugar, hay un número desproporcionado de mujeres, solteras y
casadas que se han quedado “en casa”. Incluso más que en migraciones anteriores
a las plantaciones o ciudades cercanas, las mujeres han tenido que tomar
el lugar de sus maridos, hermanos o padres haciendo el trabajo agrícola de la
familia, a veces pagando jornaleros de su comunidad para que les ayuden con
las tareas físicas más difíciles. Continuamente buscan formas de ganar dinero:
produciendo y vendiendo artesanías, abriendo pequeñas tiendas, vendiendo leña,
e incluso trabajando como jornaleras en las tierras de sus vecinos, por ejemplo.
Aunque los migrantes a Estados Unidos no están comúnmente obligados a pagar
por o proveer servicios comunitarios mientras están lejos, en los casos donde
existe una responsabilidad previa las mujeres o niños deben realizar los deberes.
Aunque no son un fenómeno nuevo, estos roles “reestructurados” son cada vez
más comunes.16
La ausencia de un gran grupo de hombres jóvenes por períodos de varios años
deja a las mujeres jóvenes sin poder casarse y formar familias. Según la tradición
local, las jóvenes solteras de Chamula deben permanecer cerca de su casa. A pesar de
que muchas actualmente completan el sexto grado de primaria, generalmente no se
encuentran cómodas hablando el español, lo cual limita aún más sus posibilidades
de casarse o trabajar fuera de la comunidad. La falta de hombres jóvenes está
obligando a muchas jóvenes a permanecer solteras o, siguiendo una costumbre que
había disminuido en generaciones recientes, contraer matrimonio plural con un
15
Para un caso comparable en el altiplano de Guatemala, véase Stoll, 2011.
16
En Ch’ul Osil, por ejemplo, a pesar de su ausencia, los migrantes están sujetos a la posibilidad
de ser nombrados al comité de educación. Si no pueden acudir pagan una multa. Para
detalles de prácticas semejantes en comunidades zapatistas, véase Aquino Moreschi, 2011.
Muchos niños también se han quedado en la aldea sin el cuidado de sus madres
o padres migrantes. De estos 214 niños, la mayoría se ha quedado con uno de los
padres en Chiapas mientras que 50 están bajo el cuidado de sus abuelos. Este último
suele ser el caso de los hijos de aquellos que se ven económicamente obligados a
trasladarse a una ciudad distante, generalmente “turística”, y vender productos
(como chicles, caramelos, paletas, artesanías) en la calle. También hemos oído de
algunos casos donde el cónyuge del migrante ha sacado a sus hijos de la escuela
para que le acompañen como “ambulantes”. Habrá que esperar estudios adicionales
para determinar los efectos psicológicos del “abandono” de estos niños, o de los
efectos de ser criados por parientes mayores.
Puesto que la permanencia de sus padres en Estados Unidos es prolongada (cinco
años en promedio), algunos de los niños han tenido problemas para matricularse
en la escuela en Ch’ul Osil, especialmente si no tienen un certificado de nacimiento.
Hemos registrado algunos casos de padres migrantes que han regresado a la aldea
17
El trabajo de Cruz Salazar (s/f) con jóvenes migrantes tseltales, ch’oles y tsotsiles en
California sugiere que una gran proporción de los que fueron a Estados Unidos como
adolescentes, y que en sus propias palabras “crecieron” allá, nunca regresarán a casa.
Las mujeres con niños en edad escolar y preescolar tienen derecho a recibir
asistencia a través del programa Oportunidades.18 Aunque las mujeres se quejan de
los chequeos médicos obligatorios y la cantidad de tiempo que se les requiere pasar
en reuniones, la mayoría siente que no puede permitirse rechazar la ayuda financiera
del gobierno. El programa Oportunidades ata a las mujeres a sus comunidades
porque es difícil inscribirse fuera de las áreas identificadas como de pobreza,
o cambiar los datos residenciales una vez registrada la persona. La renuencia a
perder este estipendio también es un incentivo para que algunas mujeres dejen a
sus hijos cuando se van a trabajar más lejos. Hay que notar que la implantación de
Oportunidades sucedió en paralelo al aumento de la migración a Estados Unidos,
lo que sugiere que si una familia sabía que habría un ingreso seguro, los hombres
casados podían partir. En un sentido, entonces, Oportunidades parece haber
permitido la separación de los hombres de sus familias y comunidades.
18
Para Oportunidades y otros programas de SEDESOL y su relación con el bienestar de las
familias chamulas y la migración, véase Cóporo Quintana 2013, especialmente 126-154.
Con períodos tan largos de separación conyugal, nos interesaba tener más datos sobre
el impacto de la migración en los matrimonios: 66 hombres (69% de un total de 96) y
ocho mujeres (67% de un total de doce) estaban casados cuando salieron de Chiapas;
Aunque nuestros datos son menos precisos en lo que respecta a los efectos
psicológicos y sociales de la migración a Estados Unidos en las familias de la aldea,
el alcoholismo se presentó como un grave problema en 22 individuos, algunos de
los cuales viven en Estados Unidos y otros en la aldea. Algunos de los migrantes
tienen la reputación de haberse “arruinado” en los Estados Unidos porque ahora
son drogadictos. Esto se mencionó específicamente en el caso de aquellos que se
convirtieron en polleros. Dos esposas abandonadas por migrantes supuestamente
se convirtieron en prostitutas en su ausencia, y una mujer (la segunda esposa de un
contrabandista) cometió suicidio. Una vez más, no tenemos datos comparativos
sobre la salud mental de los no migrantes.
Bibliografía
Introducción
E
l esténcil o estarcido es una práctica que comenzó a utilizarse a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX (Guerra, 2012); en la década de los noventa, en
distintas ciudades del mundo por artistas anónimos, saltan a la fama Banksy
y Robbo3 conocidos por colocar mensajes anticapitalistas o antiglobalización en
la vía pública de las ciudades más importantes del mundo como Londres, Nueva
York, Madrid. El esténcil se convirtió desde la primera década del siglo XXI en uno
de los mecanismos comunicacionales que invaden el espacio público.
1
“Técnicamente, el “stencil”, “arte matriz” o “estarcido” se realiza a través de una plantilla
recortada, construida con radiografías o acetatos, que permite, previa imposición sobre
un muro, aplicarle una capa de pintura en aerosol, para luego retirar la plantilla y dejar
presente la imagen” (Guerra, 2007: 357).
2
Profesora de tiempo Completo del Centro de Estudios Superiores en Artes de la Universidad
de Ciencias y Artes de Chiapas, Licenciatura en Artes Visuales, ambartierra@hotmail.com.
3
Banksy y Robbo son los pseudónimos de dos de los más prolíficos artistas del arte
callejero británico; pertenecen a la vieja guardia de artistas urbanos y que saltan a la fama
en la primera década del siglo XXI al hacer intervenciones famosas en museos y muros,
apoyados siempre por su difusión en internet. Ambos artistas pertenecen a la vieja guardia
de los artistas urbanos. Información retomada de “Robbo” y “Banksy”; la pared que desató una
“guerra” grafitera, de Guillermo Guerrero, CULTURA, 11 junio 2012-7:18 AM , disponible
en: http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/0d256b03c0d1a065ce41f8885f719e71.
4
Augé, Marc (1998), Los “no lugares”, espacio del anonimato: una antropología de la sobremodernidad,
Gedisa.
5
Marc Augé acuñó el concepto “no-lugar” para referirse a los lugares de transitoriedad que no
tienen suficiente importancia para ser considerados como “lugares”. En una entrevista él
mismo los define como:“[...] espacios de circulación que nos hacen sentir que la tierra es pequeña, espacios
de comunicación (con el tiempo espacios virtuales), o más bien de consumo, puesto que gran parte de lo que
circula tiene como objetivo hacer circular los productos […]. Esos espacios de circulación, de comunicación
y de consumo incluso los medio técnicos que permiten frecuentarlos o concentrarlos (aeropuerto,
supermercado, autopista, etc.), es lo que llamo el no-lugar”. Dichos espacios no se hacen personales
ni aportan identidad. Bettini, Matías (2011) cita a Marc Augé, “Los no-lugares”, 46 Ensayos
contemporáneos en Creación y Producción en Diseño y Comunicación [Trabajos de estudiantes y egresados],
Año 8, núm. 46,Mayo de 2012, ISSN 1668-5229, Buenos Aires, Argentina: Facultad de Diseño
y Comunicación, Universidad de Palermo, pp 11-13, disponible en: http://fido.palermo.edu/
servicios_dyc/publicacionesdc/archivos/399_libro.pdf#page=9.
II
6
Vid. Primera declaración de la selva lacandona disponible en: http://palabra.ezln.org.mx/
comunicados/1994/1993.html.
7
Entrevista al Subcomandante Insurgente Marcos. 4 de enero de 1994. www.ezln.org.mx
comunicados del año 1994.
8
La ciudad, entendida, según Vázquez Roca (2007), como: “hecho colectivo se manifiesta,
fundamentalmente, en la red de espacios públicos y telemáticos que la constituyen, en el
trazado de sus redes de telecomunicaciones y transportes. (…). Interrogar sobre la ciudad
es preguntarse sobre el ser humano y su modo particular de ser en el mundo, esto es, como
habitante de espacios que lo cobijen y lo proyecten. (…) La ciudad desafía de continuo al ser
humano no sólo a habitarla sino a imaginarla y planearla como marco y fundamento para los
nuevos modos de organizar la convivencia, según un plano regulador existencial. La íntima
relación entre desarrollo humano y urbanístico requiere de un proyecto social y urbano, en el
que las categorías éticas y estéticas se constituyan en su fundamento y punto de convergencia.
Vásquez Rocca, Adolfo (2007), “Ciudad, Diáspora y ‘Cronotopías de la Intimidad’”, en Revista
Electrónica DU&P. Diseño Urbano y Paisaje, Vol. IV, núm.12, Santiago, Chile: Centro de Estudios
Arquitectónicos, Urbanísticos y del Paisaje, Universidad Central de Chile, p. 5
9
Crew es una palabra proveniente del inglés crew (tripulación) que hace referencia a un
grupo de personas que tienen un interés común en una actividad como el grafiti.
10
Información proporcionada por el joven artista plástico Mauricio Vargas, estudiante de
la Licenciatura en Artes Visuales de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Dicha
información forma parte de su proyecto para titulación que lleva por nombre “I.D.E.A,
Intervención en Espacios Universitarios”.
A partir de ese año comienza una terrible persecución en contra de los jóvenes,
violando con esto el derecho inalienable de libertad de expresión. Al respecto, la
asociación civil Melel Xojobal hace un pronunciamiento dirigido a los pueblos de
Chiapas y todo México, organizaciones independientes, organismos de derechos
humanos y medios de comunicación nacionales e internacionales, que clama lo
siguiente:
11
Fragmento del acta de la sesión de cabildo en donde se acuerda de manera unánime
implementar el operativo anti-grafiti. Extraido del artículo publicado por Michael
W. Chamberlín el 8 de junio de 2009, disponible en: http://alasdecolibri.wordpress.
com/2009/06/08/pronunciamiento-del-foro-graffiti-juventudes-y-resignificacion-de-los-
espacios-publicos/
Nosotros nos encontrábamos a una cuadra del Colegio Arcoiris, en una zona
que se conoce como los Once Cuartos, contábamos con permiso del señor
que renta la casa y de la dueña {…}. El lunes 1° de febrero, entre las 4:20 y
4:30 pm, llegó una patrulla indicándonos que no podíamos pintar graffiti
legal, les pedimos que nos mostraran los documentos donde se decía eso a
lo que nos contestaron que lo arregláramos con el juez {…}. Nos indicaron
que levantáramos nuestras cosas, incluso ellos tomaron nuestras mochilas
y aerosoles y las metieron a la patrulla. No nos indicaron que estábamos
arrestados, sólo que arregláramos el asunto con el juez, nosotros no nos
resistimos sabiendo que no estábamos cometiendo ningún delito, ya que
12
http://infanciachiapas.blogspot.mx/2009/04/pronunciamiento-de-melel-xojobal.html.
13
http://chiapas.laneta.org/documento.php?id=205.
14
Tomado del proyecto para titulación “I.D.E.A (Intervención de espacios universitarios)”,
escrito por Mauricio Vargas, 2013.
Imagen 1
Fuente: http://www.cloudpeopleadventures.com/wp-content/uploads/2010/08/IMG_3718.jpg
Imagen 3
Fuente: http://www.cloudpeopleadventures.com/wp-content/uploads/2010/08/IMG_3717.jpg
Imagen 5
Fuente: http://www.cloudpeopleadventures.com/wp-content/uploads/2010/08/P6300557.jpg
Imagen 7
Fuente: archivo personal
Imagen 10
Fuente: archivo personal
Como podemos observar en las imágenes anteriores, San Cristóbal de Las Casas
es una ciudad que ha sido intervenida y en algún sentido resignificada por los
múltiples esténciles que han vestido sus calles, sus muros, sus iglesias, desde hace
una década. La remodelación del centro histórico, cuyo objetivo fue el de que la
ciudad recibiera el reconocimiento como “Patrimonio cultural de la humanidad”,
significó para los esténciles su muerte absoluta, pues fueron sepultados bajo capas
y capas de cemento, cumpliendo así su ciclo de vida efímero.
El mensaje comunicativo de los ejemplos anteriores está centrado en el discurso
político; el zapatismo es una de las temáticas preferidas de los ejecutantes del
esténcil, así como mostrar la resistencia de los pueblos autónomos y organizados
a partir de imágenes simples que acompañan textos cortos y explícitos. Podemos
observar también una Virgen de Guadalupe con tonos llamativos y dibujada en
grandes planos de color que inundan los espacios que dejan la líneas estilizadas; esta
imagen posee una gran carga simbólica, pues la Virgen de Guadalupe representa
a los pueblos indígenas sometidos desde la conquista española y una pieza muy
importante en el imaginario colectivo del pueblo mexicano. Así, con la mitad del
rostro cubierta por un paliacate, se convierte en símbolo iconográfico distintivo de
la mujer zapatista; al respecto, Vargas Santiago (2008) dice:
Otras imágenes muy recurrentes en los esténciles con discursos políticos en San
Cristóbal son los rostros de personajes revolucionarios como Zapata, Villa y los
hermanos Magón. Dichos personajes, símbolos de la resistencia y la lucha social,
generalmente van acompañados de palabras cortas y mensajes contundentes como
“libertad, indisciplina, rebeldía”. La indignación por acontecimientos en la política
nacional forma parte del discurso de los esténciles en San Cristóbal; es entonces
cuando la organización social y la resistencia civil pacífica se hacen presentes de
formas clandestinas, anónimas y silenciosas.
Palabras finales
El esténcil nació para ser expuesto en los exteriores, al aire libre, en la calle. Tanto
éste como el grafiti corresponden a la estructura de lo prohibido, a un género de
escritura que por sus propias características tiene la capacidad de decir lo indecible,
de expresar la resistencia al control y a las imposiciones de los poderes fácticos
y hegemónicos. A partir de que surge el esténcil político, la protesta deja de ser
tradicional y el arte se constituye entonces como lugar de la expresión política,
cumpliendo así una de sus funciones que, en conclusión, resume que el “arte puede
fungir como agente transformador para la sociedad”.
Si el esténcil es un arte o no, es una discusión aún por saldar, pero sí es, desde mi
punto de vista, una técnica artística cuya función comunicativa ha evolucionado
hasta convertirse en un elemento representativo de las protestas sociales y
políticas dirigidas al ciudadano. Probablemente todo esténcil es político, pues
se imprime en todos aquellos lugares que le otorgan el sentido de lo “prohibido”.
El esténcil en San Cristóbal de Las Casas ve su renacimiento en los momentos
en que la política invadió las calles, y se conforma como una herramienta más
en las luchas sociales semiclandestinas. Plantea su propia poética, a partir de las
temáticas que buscan lo ideal o la utopía como solución. Aparentemente nada
cambia con marcar un muro, invadir una calle o apropiarse de un espacio, pero
la realidad es que en ese ínfimo instante en que un esténcil ocupa un espacio
Bibliografía
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Ruiz Stull, Miguel (2009), “STENCIL, ESPACIO, MOSTRACIÓN:1 ESBOZO PARA UNA
ESTÉTICA CÍNICA”, en Revista de Ciencia y Técnica de la Universidad Empresarial Siglo 21,
E
l mundo hoy se caracteriza por el agotamiento del viejo orden cuyos
principios fundantes como la modernidad, el desarrollo y el progreso
han entrado en una severa fase de obsolescencia. Claramente se vive un
periodo de umbral donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo o las nuevas
formas no terminan de consolidarse. Las profundas contradicciones generadas
por el capitalismo en escala global han colocado al planeta y a los seres vivos
que habitan la troposfera en el riesgo de extinción. La lógica de acumulación
irrefrenable y descontrolada ha incrementado la producción de mercancías,
guiada por el afán de lucro y la acumulación de la riqueza para cuyo logro se
ha incrementado una esquizofrénica competencia que lanza a las empresas a la
depredación total de los recursos naturales y culturales.
El presente artículo tiene el definido propósito de generar conciencia, para
revertir una clara tendencia empeñada en impulsar la destrucción de toda fuente
de vida. Se expone cómo la acción del capitalismo global genera fenómenos
que transforman de manera negativa el medioambiente a nivel global y local;
en relación con este último, describiré algunos de los fenómenos críticos en la
ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
Los análisis y las propuestas de acción no son, ni pueden ser de carácter
técnico como lo presentan las perspectivas institucionales, contrariamente se
sostiene que este fenómeno debe ser analizado desde una perspectiva compleja y
transdisciplinar donde lo social y cultural tiene un lugar privilegiado.
El mundo hoy se caracteriza por el agotamiento de los principios fundantes del viejo
orden: la modernidad, el desarrollo y el progreso, conceptos que en determinado
momento histórico cumplieron una función renovadora y en la actualidad
constituyen los elementos fundamentales de la destrucción. La modernidad se
instala en sustitución del fundamento teológico del Medioevo, cuyo argumento
central se fundamentaba en la existencia de un ser supremo de donde emanaba
el poder. En la racionalidad moderna los poderes ya no tienen su fundamento en
una deidad suprema; la antigua relación deidad-poder se transfiere a la voluntad
popular- poder, allí donde tienen sus orígenes las diversas formas de democracia.
Toma centralidad una concepción antropocéntrica que privilegia la razón, la ciencia
y la técnica; gradualmente este movimiento se manifestó en los diversos órdenes de
la vida, dado que funciona como el fundamento ideológico del capitalismo y del
socialismo real en su momento.
El concepto de modernidad se ubica en el marco de la concepción del desarrollo
unilineal, cuyo fundamento indica que todas las sociedades en el mundo pasan
obligatoriamente por etapas ineludibles, de manera que la humanidad, después
de haber transitado por la comunidad primitiva, el esclavismo y el feudalismo,
invariablemente adoptaría el modelo capitalista. Bajo esta perspectiva, la burguesía
triunfante se atribuye el privilegio de representar el desarrollo más alto logrado
por la humanidad, al asumir de manera tácita la obligación de llevar el “desarrollo”
a toda la humanidad, en el entendido de que toda sociedad o grupo diferente a
la matriz europea debería desaparecer por considerársele poco evolucionado o
atávico.
Este modelo, al haber avanzado a la cúspide del desarrollo, tendría la autoridad
legítima y la obligación de realizar las transformaciones de las sociedades poco
evolucionadas, “tradicionales”, “salvajes”, “incultas”, para conducirlas al modelo
“occidental”; con este propósito se establecieron los conceptos dicotómicos salvaje-
civilizado, culto-inculto, tradicional-moderno, para justificar la intervención en los
diversos órdenes.
Uno de los aspectos ideológicos más poderosos de esta concepción es que se
apropia del concepto de cambio; los cambios que se producen en las sociedades
particulares quedan desacreditados si éstas no están orientadas hacia el modelo
occidental. Se crea entonces una gran fascinación por lo nuevo, la moda, lo último,
como representación de lo más avanzado, y se hace equivalente el concepto de
cambio, renovación, actual, a “moderno”; “lo moderno no sólo como lo actual, lo
Leff considera que “el ambiente no es la ecología, sino la complejidad del mundo; es
un saber sobre las formas de apropiación del mundo y la naturaleza a través de las
relaciones de poder que se han inscrito en las formas dominantes de conocimiento”.
(Leff, 2007: 13-14). Esta perspectiva nos permite entender la relación entre el saber
y el mundo mediado por el poder. El saber que en la actualidad (2010) orienta
el proceso de depredación del mundo tiene sus bases en la concepción de la
modernidad que vincula sociedad y naturaleza, en una relación de intervención
1
Esta clasificación se encuentra constituida por mexicanos que proceden de distintos puntos
del país, quienes se instalan en la ciudad por diversos motivos, entre los que destaca el
aspecto laboral.
Conclusiones
2
Entiendo por emergencia de clasificaciones identitarias, el fenómeno que experimenta
la sociedad contemporánea con la conformación de nuevas identidades, así como la
reestructuración de las existentes para su participación en el proceso de interacción
social, en un contexto de globalización capitalista.
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Hacia nuevos modelos de relaciones interculturales. México: Consejo Nacional para la
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Alain Basail-Rodríguez1
Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas
U
na elocuente metáfora de la modernidad ha girado en torno a la presentación
de su devenir histórico como travesía de riesgo. Un tránsito en el que la
sociedad reflexiva con las propias consecuencias de las acciones advierte
tanto certezas como incertidumbres delimitadoras de nuestro ethos epocal (Beck,
Giddens y Lash, 1997; Beck, 1998, 2006; Douglas, 1996; Luhmann, 1996; Giddens, 1995).
1
Alain Basail Rodríguez, Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica,
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Doctor en Sociología por la Universidad de
la Habana y la Universidad del País Vasco. Correo electrónico: alain.basail@unicach.mx.
2
El Stan fue un huracán de categoría 1 que se convirtió en la mayor catástrofe natural en la historia
del estado al afectar a más de 5000 personas de 499 localidades y 41 municipios que equivalen
a casi la mitad del estado de Chiapas. Estuvo precedido por otros dos de baja intensidad, Rita
y Norma, a siete años de muy poderoso huracán Mitch (1998). A pesar de su poca fuerza, Stan
arrojó, según cifras oficiales, 170 muertos en el estado de Chiapas y 29,000 casas afectadas
totalmente. La magnitud de los daños fue inconmensurable si se ponen en el contexto del tipo
y tamaño de la economía local, su nula diversificación y la complejidad institucional.
3
Se trató del “deslave” del cerro “La Pera” en la ribera del caudaloso río Grijalva, en la unión de
las presas Malpaso y Peñitas en Ostuacán, que generó una ola que desapareció al poblado de
Juan de Grijalva provocando 22 muertes y múltiples desapariciones. La avalancha taponeó el
curso del río en un momento crítico por las fuertes lluvias, el desbordamiento de los ríos y las
incontrolables inundaciones en Tabasco y el norte de Chiapas. Según los habitantes todo fue
causado por explosiones que pueden haber sido planeadas para evitar el impetuoso desfogue de
las presas hacia las regiones inundadas donde se encontraba en peligro la ciudad de Villahermosa.
4
Los marcos de interpretación son esquemas persistentes de conocimiento, interpretación
y representación de situaciones extraordinarias; esto es, de selección, énfasis y exclusión,
con simbolizadores que organizan formalmente un discurso verbal con apoyaturas
visuales (Goffman, 2006). En la estructuración de marcos se movilizan y recrean formas
retóricas que ordenan una serie de imágenes ambientales que se pueden definir por tres
cualidades, a saber: imaginabilidad, cualidad de un objeto físico que le da una elevada
probabilidad de suscitar una imagen vigorosa; legibilidad, claridad con que se manifiesta
un paisaje; y, visibilidad, fuerza con que se impone a la observación (Lynch, 2008).
5
De acuerdo con las dos secciones de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA)
México-Guatemala y México-Belice, se comparte una línea a lo largo de 960 kilómetros
con Guatemala y 186 kilómetros con Belice. A los que deben añadirse los 80 kilómetros
de línea imaginaria que demarca el límite sobre la Bahía de Chetumal. Cerca de la mitad
de esta Línea Divisoria Internacional de un total de 1,146 kilómetros es terrestre, mientras
que el resto es fluvial. Los tramos terrestres de la frontera fueron definidos mediante
trazos imaginarios por territorios montañosos y selváticos, por el que se ha abierto una
“brecha fronteriza” en la que se construyeron 1,392 “monumentos limítrofes”. En los demás
tramos de la frontera, los ríos fueron usados para demarcar los límites: el río Suchiate (81.2
kilómetros) y un tramo del caudaloso río Usumacinta (305.5 kilómetros) en la frontera
con Guatemala; así como, el Arroyo Azul (53 kilómetros) y el río Hondo (119 kilómetros)
en la frontera con Belice.
6
La definición espacial de la frontera no es sólo geométrica. Las dinámicas poblacionales han
contorneando sistemas regionales de relaciones y redes sociales que se apoyan en campos
sociales transfronterizos. Estas redes de relaciones configuran campos o entramados
fronterizos de geometría espacial variable y geografía desterritorializada (Basail, 2005).
7
Términos despectivos con los que se designa a los guatemaltecos, así como a los
transmigrantes centroamericanos que viajan hacia Estados Unidos (Arriola, 2007: 4).
8
A partir de los conflictos en Guatemala y Centroamérica de los años 70 y 80, el Estado
mexicano comenzó a desplegar efectivos militares en la frontera sur y a implementar
una serie de iniciativas defensivas como la construcción de las carreteras fronterizas de
Chiapas y Quintana Roo, paralelas a los ríos Usumacinta y Hondo, respectivamente. El
conflicto zapatista desde 1994 acentuó esa tendencia, así como la estrategia para el control
de los flujos migratorios, terroristas, bandas juveniles y traficantes (Fábregas, 2005).
9
Ello a pesar de ciertos avances en materia de respeto a los derechos de los migrantes en
Chiapas, en cuanto a la comprensión política de la necesidad de intervenir para cambiar
la imagen violenta de la frontera sur, a partir de la creación de la Fiscalía de delitos contra
migrantes, la Oficina de Atención a la Mujer Migrante, servicios de salud, mayor vigilancia
y acción preventiva de los Grupos Beta. Está aún pendiente discutir los alcances de esta
estrategia a la luz de evidencias empíricas.
10
El primero, antesala de un Plan México a la usanza del Plan Colombia y, la segunda, redefinición
del Plan Puebla Panamá y la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).
11
Como bien señalan los autores de este libro, el Programa de Migración para la Frontera Sur de
México 2008-2012, ha buscado un reordenamiento integral de los flujos migratorios por esta
frontera para su mayor control y el conocimiento de sus especificidades.
Las dos imágenes de las inseguridades son ejemplares en cuanto al ejercicio del
poder a través de la prensa para operar esquemas interpretativos de la realidad.
Los medios construyen programas culturales en los que se basan los procesos
sociales. La prensa tiene el encargo de generar relatos diferentes y construir el
sentido y el valor de realidades homogéneas, mismo que cumple en los casos de los
desastres en Chiapas y de la frontera sur, transformando en publicables noticias
seleccionadas y tratadas a partir de una serie de renuncias a la memoria histórica y
Bibliografía
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Juan Pablos / UNICACH, pp. 117-149.
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García (coords.), Migración, seguridad, violencia y derechos humanos. Lecturas desde
el sur, México: Editorial Porrúa/UNICACH, pp. 319-334.
Carlos Gutiérrez-Alfonzo
CESMECA-UNICACH
Introducción
M
otivado por el fin de una época, construí una antología con poemas, de
escritores mexicanos, cuya temática fuera el tiempo. El resultado fue
un libro formado con sesenta y tres poemas, publicado por el Consejo
Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, en el año 2002. Quizá desde ese
momento —o por otra circunstancia, ésta del todo personal—, sin que yo lo
previera, el tiempo y el espacio empezaron a convertirse en mí en una inquietud. La
antología me mostró ciertos motivos o tópicos1 presentes en los poemas: la noche,
la tarde, la mañana, la casa, el cuarto de hotel, el instante. Ese primer impulso me
llevó a elegir las categorías de tiempo y espacio como vías para el análisis de cierto
número de poemas.
Desde hacía tiempo también había previsto escribir un ensayo sobre poemas
mexicanos, pero no quería explorarlos a partir de los esquemas de las corrientes
literarias o con base en un solo autor. Si alguna certeza tenía en mi poder era
1
Un motivo “es una situación típica que se repite; llena, por tanto, de significado humano”
(Kayser, 1992: 77). Wolfgang Kayser lo ubica dentro de los conceptos elementales del
contenido de una obra literaria. Se le asocia mucho más con los mitos, y el ejemplo más
representativo es el de Thompson, no obstante, “también en la lírica se habla de motivos.
Desígnanse como tales, por ejemplo, la corriente del río, el sepulcro, la noche, la salida
del Sol, la despedida, etc. Para ser motivos auténticos, tienen que ser entendidos como
situaciones significativas” (Kayser, 1992: 80). Kayser agrega: “La investigación de los motivos
se presenta como vasto y fecundo campo de trabajo en la historia de la literatura” (1992:
81). La investigación de los motivos fue elevada a la categoría de método independiente
y denominada por Ernst Robert Curtius como investigación de tópicos, con la que se
“investiga la tradición literaria de ciertas imágenes fijas y concretas, de motivos o también
de pensamientos estereotipados, y, por otra parte, persigue la tradición de ciertos modos
técnicos de expresión” (Kayser, 1992: 93).
El Hombre en el tiempo
2
En este texto se ha puesto el énfasis en la diferenciación entre la manera de conocer que
tiene la ciencia y la que se define desde las humanidades. Pero ello no significa que se
pase por alto lo que el mundo ha cambiado en virtud de los descubrimientos científicos.
Además, habría que ponderar cómo la ciencia, en los últimos años, y en virtud de esos
descubrimientos, ha relativizado su propio quehacer, como puede apreciarse en la cita de
Hawking que viene después y en las palabras del director de la facultad de Ciencias de la
UNAM: “no tenemos la última palabra en absolutamente nada”.
3
He tomado dos palabras caras a Heidegger, para quien el tiempo es el que constituye al ser.
No existe un ser dado para siempre; éste se conforma de acuerdo con su devenir.
4
Como se ve, Bergson habla también de la intuición, como Bachelard. Pero la diferencia entre
ambas posiciones respecto a la intuición estriba en que Bergson propugna por la duración y
Bachelard por el instante: “No se debe hablar ni de la unidad ni de la identidad del yo fuera
de la síntesis realizada por el instante. Los problemas de la física contemporánea incluso nos
inclinan a creer que es igualmente arriesgado hablar de la unidad y de la identidad de un átomo
particular” (Bachelard, 1999: 65-66). Luego arremete contra la unidad del ser: “la unidad de un
ser siempre aparece afectada por la contingencia. En el fondo, el individuo no es ya sino una
suma de accidentes; pero, además, esa suma es de suyo accidental” (Bachelard, 1999: 66).
5
Respecto al origen de tales mitos, Le Goff (1991) manifiesta que las edades míticas son aquellas
establecidas por una sociedad en los principios de los tiempos; se definen como una edad de
oro, son tiempos de convivencia con Dios, de felicidad, donde no existían ni el bien ni el mal,
tiempos de ocio. Y “el mito implica casi siempre contemporáneamente una localización en el
tiempo y en el espacio. Una primera distinción se impone: aquélla entre los paraísos terrestres
y los paraísos extraterrestres, generalmente situados en el cielo [...] en Europa durante el
Renacimiento [...] se intentará identificar la tierra de la edad de oro con regiones reales (mito
paradisíaco de América) o con lugares donde localizarla” (Le Goff, 1991: 14).
6
En la tradición judeo-cristiana, ilustra Le Goff, “la edad de oro primitiva se presenta bajo
los rasgos muy particulares del paraíso [...] puesto que la concepción judeo-cristiana
del tiempo es lineal, no existe la creencia en un retorno a la edad de oro” (Le Goff, 1991:
30). En el Antiguo Testamento, está una edad de oro primitiva, la del paraíso. “Dios crea
el Tiempo, un Tiempo alternativo. No hay allí trabajo para el hombre, por el contrario,
la creación está presentada como un trabajo de Dios” (Le Goff, 1991: 31); así se lee en la
Biblia: “Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato, y dio por concluida
Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor
que hiciera” (Génesis 2: 1). Le Goff sostiene que en el Apocalipsis se da “no un retorno
del pasado, sino una recreación, un acontecimiento del futuro”. Ese acontecimiento se
fechará, de ahí que se hable del Milenio, el que estará precedido de épocas de catástrofes.
Ese futuro habrá de hacerse realidad en la Nueva Jerusalén. “A la edad de oro tradicional,
estas religiones (judaísmo y cristianismo) le oponen una visión urbana de la edad de oro
futura” (Le Goff, 1991: 33).
7
Los otros dos términos son el de poiesis, que tiene que ver con el aspecto productivo, y el
de catarsis, que se relaciona con el aspecto comunicativo, según lo expone Robert Jauss
en el libro citado. Estos dos junto con la aisthesis forman parte de la experiencia estética.
Petrarca no pudo soportar lo que su vista descubrió desde arriba, no pudo soportarlo.
Para Jauss, Petrarca pasó del espacio amplio al tiempo profundo: la mirada exterior
8
He creído conveniente citar los ejemplos brindados por Jauss para ilustrar de mejor
manera cómo el concepto de aisthesis es una herramienta sólida para la lectura de textos
como los elegidos acá como objeto de estudio.
9
Las menciones a épocas como el Renacimiento o el Romanticismo están en función del
concepto de aisthesis. No es mi intención definir cada período ni entrar en detalles sobre
cada uno de ellos.
Líneas arriba he mostrado que la Modernidad es reconocible por medio del tiempo
histórico, en el cual la mirada está colocada hacia adelante, hacia lo que está por
ocurrir. Y si la aisthesis consiste en plasmar una mirada nueva en la que los sentidos
son puestos en tensión, resulta pertinente preguntarse por la sensibilidad moderna,
si lo que pretendo es reconocer la singularidad de poemas. En lo que sigue, expondré
cómo pretende identificar dicha sensibilidad.
Al hablar de tiempo y espacio, de experiencia, se pone en juego una noción de
ser humano, según he indicado. El punto de referencia fundamental, a la par del
señalado en el párrafo anterior, es el que muestra cómo se abandona el mundo sujeto
a una divinidad, y el ser humano se coloca sobre la vía de su propia construcción.
Una definición certera de esta posición la ofrece José Luis Molinuevo: “sabio es
aquel que tiene el gusto por las cosas, que es capaz de traducir la realidad a concepto
y expresarla en el lenguaje, actualizándola en la acción” (Molinuevo, 2002: 51). Ha
quedado atrás la vida basada en la contemplación, y se da paso a una vida centrada
en la acción.
10
La interrogación formulada por Steiner no deja lugar a dudas sobre la posibilidad de
volver al pasado mediante la palabra, mediante el arte: “¿No deberíamos detenernos
constantemente asombrados ante la capacidad de los pretéritos para reconstruir la
historia, además de nuestro propio pasado?”(Steiner, 2009: 113).
11
Resulta fundamental, en esta exposición, observar la siguiente diferencia: en Pico della
Mirandola, el hombre justifica su existencia en tanto fue creado para contemplar la belleza
del universo, para contemplar lo que es. “No hay, pues, aquí una contraposición entre belleza
y verdad, y la belleza está en poder conocer las cosas tal como realmente son, tal como
naturalmente son. Lo que Leonardo lleva a cabo es una verdadera anatomía del universo”
(Molinuevo, 2002: 64): se apega a una pintura narrativa que está en relación con la historia.
12
En Leonardo Da Vinci, un hombre que propuso el cultivo del hombre tanto en lo físico
como en lo espiritual, quien, además, poseyó una enorme curiosidad hacia el mundo, la
pintura es ciencia, pero una ciencia que finge hechos. Con esta concepción, la pintura
hace valer su primacía sobre la poesía por la primacía de la imagen sobre la palabra.
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Biblioteca Románica Hispánica, Tratados y monografías 3, séptima reimpresión.
Riccardo Badini
Università degli Studi di Cagliari
C
omo reacción a la ola de violencia institucional y subversiva que asoló el
Perú en la década de los ochenta, un grupo de artistas decidió lanzar su
propuesta estética desde un lugar de enunciación subterráneo. Adoptaron
el nombre Kloaka,1 subrayando con las letras ka el apego a los códigos orales
juveniles urbanos, e insinuaron la percepción de una Lima-laboratorio, meta de
los aluviones migratorios internos y donde se enfrentan los contrastes del país,
originando nuevas formas culturales, la imagen de un flujo subterráneo2 en que se
descomponen y recomponen los elementos deteriorados del sistema.
Eran jóvenes que crecieron durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado que,
a pesar de ser un régimen militar, había protegido la economía nacional, favorecido
la educación pública y redistribuido las tierras. Habían podido imaginarse el fin
de los capitalismos feroces, una educación de buen nivel, una vida aceptable para
las clases obreras y posibilidades de ahorro para la clase media. Con el gobierno
militar de Francisco Morales Bermúdez (1975-1980) y los siguientes presidentes
democráticos, sin embargo, les tocó asistir al fracaso de todo proyecto nacional. A
partir de los años ochenta el país fue lanzado por sus políticos al mercado libre, con
todas las consecuencias que eso conlleva para los países marginales en la escena
mundial. En esos mismos años, a la percepción oscura de un futuro que negaba a
los más jóvenes el derecho al estudio y al trabajo, empezó a sumarse la atmósfera
de caída en una verdadera espiral de violencia. Los movimientos subversivos
1
Componentes del grupo: las poetisas Mariela Dreyfus y Mary Soto, los poetas Róger
Santiváñez, Guillermo Gutiérrez, Domingo de Ramos, José Velarde, Julio Heredia, el
narrador Edián Novoa y el pintor Carlos Enrique Polanco.
2
La imagen del flujo subterráneo es de José Mazzoti , en cuyo libro Poéticas del flujo (2002) hay
todo un capítulo dedicado al Movimiento Kloaka que lleva este título.
3
En 1983 fueron asesinados ocho periodistas peruanos que habían llegado a la comunidad
andina de Uchurraccay para investigar sobre una masacre cometida por Sendero
Luminoso en un municipio vecino.
4
El rock subterráneo fue todo un movimiento musical juvenil en que se adaptaban
tendencias rock, punk y ska a la sensibilidad local.
Vuela
1500 ó 1600 Huamán Poma de Ayala
nos cuenta de sus amoríos
de sus vísceras recientemente disecadas para nuestro museo
en nuestros textos de historia
Huamán Poma con su antigua indumentaria
representa una casta de artículos para el turismo
y las razas sociales y económicas en la tierra que
ahora pisa y sus dibujos y la crónica
se pueden leer en los noticieros
y también lo anuncian por
la Coca Cola en un periódico de izquierda
mientras mi banda se
aleja en tierra
en humo
en polvo
en sombra
en nada...
5
El aspecto testimonial de los poemas del movimiento Kloaka está desarrollado por
Zevallos Aguilar (2002: 32-33).
6
La música chicha ha sido un fenómeno muy popular en el Perú de los ochenta. Se trataba
de una fusión de música cumbia y rock con influjos de música andina tradicional.
7
Para profundizar sobre el fenómeno de Sarita Colonia, véase: Eduardo González Viaña,
Sarita Colonia viene volando, Lima, Copé, 2004.
Tuve miedo
y me regresé de la locura
Tuve miedo de
ser
rueda
un color
un paso [...]
8
El pishtako es un ser mitológico andino que se identifica con un hombre grande de
rasgos occidentales que mata a los viajeros para robar su grasa.
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P
ara contribuir a la construcción del conocimiento sobre los riesgos y peligros
que enfrenta la sociedad mexicana de principios de siglo XXI, este artículo
destaca uno de los fenómenos sociales más novedosos y poco estudiados con
los que la sociedad mexicana se ha encontrado: la experiencia humana mediada
por la tecnología internet. La intención de este artículo es favorecer el debate
sobre el riesgo, el peligro, y la percepción en la pérdida de libertad y seguridad en
algunas ciudades de México de la mano de experiencias de los interlocutores en la
red de internet. Con ello se intenta contribuir a la comprensión de algunos de los
fenómenos que ocurren en internet desde México. El escrito evidencia un conjunto
de patrones que caracterizan las estructuras ampliadas y descentralizadas de
organización social, vistas desde la óptica de las redes sociales.
Los fenómenos que tratan los interlocutores de la sociedad mexicana en la red
son basados por dos movimientos principalmente: las “revoluciones libertarias”1 y
las “revoluciones tecnológicas”.2 Alrededor de ellas, la sociedad reclama el ejercicio
1
Las revoluciones libertarias son consideradas antiautoritarias, basadas en su oposición al
Estado, en el cuestionamiento de la democracia parlamentaria y, correlativamente, en la fe
ciega en la democracia directa.
2
Las revoluciones tecnológicas cambian los criterios de “sentido común” para una sociedad
abre y ofrece nuevas posibilidades técnicas que modifican radicalmente “la frontera de
óptima práctica” para todos los sectores de una economía.
3
El presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, presentó
su estrategia de combate a la delincuencia y el narcotráfico, la cual se concreta en tres
componentes fundamentales: 1) el combate a los criminales, empleando a las Fuerzas
Federales en apoyo y respaldo de las autoridades locales que así lo necesitan; 2) a través
de la Ley de Seguridad Pública, 3) y por medio del fortalecimiento del tejido social y la
reconstrucción de las policías y los Ministerios Públicos. Fuente: http://www.presidencia.
gob.mx/2012/01/el-presidente-calderon-en-la-sesion-del-consejo-nacional-contra-las-
adicciones/ Recuperada el 05.10.2011.
4
Cecilia Azuara, la secretaria de Acceso a la Información del mismo IFAI, confirmó que
tomarán contra la PGR toda vez que —desde su perspectiva— interpretaron en forma
errónea o en su caso dolosa el contenido del expediente 4482/11, luego de que un ciudadano
solicitó acceder a esa base de datos sobre el número de muertos por la guerra contra el narco.
Se estima extraoficialmente en fuentes periodísticas un número de 57 mil 515 muertos en lo
que va de la administración. Fuente:http://www.ssp.gob.mx/portalWebApp/appmanager/
portal/desk?_nfpb=true&_pageLabel=portals_portal_page_m2p1p2&content_id=815623&f
olderNode=810284&folderNode1=810219 Recuperada el 01.10.2011.
Contexto de la red
5
Conferencia dictada el 26 de mayo de 2011 en el Centro de Cultura Contemporánea de
Valencia.
6
En un estupendo artículo publicado por el diario español El País, titulado “Así son los
jóvenes que acabaron con el faraón”, se narra cómo un grupo de activistas y blogueros
egipcios promovió en las redes sociales y en la calle la revolución que ha acabado
con la dictadura de Hosni Mubarak. Fuente: http://elpais.com/diario/2011/02/13/
internacional/1297551603_850215.html Recuperada el 13.02.2011.
7
El tema de la censura y el acceso a sitios desde China ha sido reportado y denunciado
por Human Rights Watch desde 2006. Fuente: http://www.hrw.org/reports/2006/
china0806/3.htm Recuperada el 30.09.2006.
8
En un reporte de Amnistía Internacional de 2009, advierte de la situación sobre libertad
de expresión en Cuba, en los ámbitos de la mensajería instantánea, el chat, el correo
electrónico y las redes sociales Fuente: http://www.amnesty.org/en/library/asset/
AMR25/005/2010/en/b795ecee-89b4-4583-aa2b-f9c58b722e3e/amr250052010es.pdf.
Recuperada el 01.06.2010.
9
El actual es un mundo en donde se enlazan culturas, personas (“paisajes étnicos”),
tecnologías (“paisajes tecnológicos”), ideas (“paisajes adicionales”), productos y dinero
(“paisajes financieros”), e imágenes mediáticas y sonidos (“paisajes mediáticos”),
encentrándose en un movimiento de transterritorialización perpetuo. Appadurai
reflexiona el tema en el libro Cities and Citizenship coordinado por James Holston (1999), y
resaltan la importancia de las ciudades como espacios de lo “pos-nacional” y lo global. En
sí los paisajes no sólo caracterizan a las ciudades, sino ahora tratan de explicar a la red de
internet como “los lugares donde se realizan los negocios de sociedad moderna, incluidos
aquellos de la transnacionalización” (Appadurai en Holston: 14).
Como observamos, quienes escriben blogs han sido testigos de múltiples hechos
de violencia y son, en muchos casos, víctimas de diversos delitos. Sin embargo,
algunos blogueros, en la misma red, son conocidos por su capacidad de provocar
mediáticamente a sus lectores, otros se consideran sólo testigos, otros más víctimas
y los más invitan a la construcción de paisajes tecnológicos del todo nuevos en
la red. Estos últimos, desde sus relatos en blogs individuales o colectivos, son
partícipes del desarrollo tecnológico en la red y, al mismo tiempo, en palabras de
Stephen Krasner, “alientan a la erosión de la soberanía de interdependencia y la
capacidad de las autoridades públicas de regular el flujo de información, ideas,
bienes” (2010: 23).
Krasner afirma que “aunque un gobierno oculte la información, y manipule
en cierta medida a los medios, […] la mayoría de las veces invitará al debate sin
soltar el micrófono.11 Las víctimas y la sociedad establecen su diálogo y tejen
no sólo demandas, sino que también desarrollan “debates sobre los temas de
seguridad, valores y amenazas, los instrumentos y políticas necesarios para
10
La nota dejada por los sicarios en una cartulina frente a su cuerpo decía: “Ok Nuevo
Laredo en vivo y redes sociales. Yo soy la Nena de Laredo y aquí estoy por mis reportes
y los suyos
para los que no quieren creer esto me paso por mis acciones por confiar en
SEDENA y MARINA
Gracias por su atención Atte: La “Nena” de Laredo
ZZZZ”.
11
En gira de trabajo en Jalisco, sede de la Ciudad Creativa Digital, el presidente Felipe
Calderón fue cuestionado por Tonatiuh Moreno, un joven empresario de tecnologías
de información, quien recriminó al ejecutivo federal el saldo de muertes que ha dejado
en el país la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado: “¿Cuántos muertos
más?, ¿cuándo se acaba la guerra?, ¿a dónde vas a ir a vivir cuando tu gobierno termine?”
Elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) permitieron al joven quedarse en el
salón donde se desarrollaba la primera actividad del presidente en territorio jalisciense,
poco antes de las 14:20 horas. Calderón se molestó por los cuestionamientos. Nunca se le
dio réplica a Tonatiuh y mucho menos se le permitió tomar el micrófono. Fuente: http://
www.proceso.com.mx/?p=296579.
12
A través de las redes sociales Twitter y Facebook, los ciudadanos denuncian cotidianamente
intentos de extorsión y actos de corrupción de policías de tránsito. Tal ocurre en municipios
como el de Ecatepec, en el Estado de México. El alcalde de ese municipio, Indalecio Ríos
Velásquez relata para el periódico El Universal: “Cotidianamente recibo muchos mensajes y
hemos dado buenos resultados por esta vía, nos ha ayudado a resolver problemas cotidianos
y denunciar actos de corrupción, por eso es que lo hemos elevado a rango de Bando y
facilitamos las herramientas para que los ciudadanos puedan ayudarnos a detectar a estos
malos servidores públicos y tomar las medidas correspondientes”. Fuente: http://www.
provincia.com.mx/2012/02/policias-extorsionadores-seran-denunciados-en-facebook-y-
twitter/ 09.02.2012, recuperado el 10.02.10.
13
Un ejemplo de esto es el sito ciudadanosenred.com.mx, en el cual el ciudadano relata
casos de venta de narcomenudeo como el siguiente: Narcomenudeo y Asaltantes. Enviado
por mirnaby (no verificado) el Vie, 16/09/2011 - 18:24. Sr. Alejandro Piña: Somos varias
personas que vivimos en la colonia Moctezuma y que ya está harta de los asaltos y el
narcomenudeo hay una casa en la calle 12 no. 25 (veinticinco) de la cual hay personas que
se dedican al asalto, al narcomenudeo y posiblemente sea casa de seguridad de secuestro
ya que en la noche es el movimiento y las patrullas no hacen absolutamente nada
familiares han sido vctimas de asaltos por las bandas que se juntan ahí esperando haga
algo sr. Piña para ya librarnos de estas lacras de la sociedad le indico los datos precisos
de la persona francisco Javier Alvarado Galicia, alias el roso o el verdo. Calle 12 no. 25
(veinticinco) col. Moctezuma 1ra sección entre José Rivera y calzada Zaragoza espero
nos haga caso por bien de varias familias por que ya somos varias calles afectadas. Fuente:
http://ciudadanosenred.com.mx/node/12548. 16.09.2011, recuperado el 21.09.2011.
14
Los instantes más dramáticos de la participación de Enrique Peña Nieto en la Feria
Internacional del Libro en Guadalajara de 2011 se transformaron en la mayor crisis de
audiencias vivida por su equipo de campaña ante la incapacidad del virtual candidato del
PRI a la presidencia para citar tres libros, con sus respectivos autores, que lo marcaron.
Los resultados para Enrique Peña Nieto fueron desastrosos, ya que fue replicado,
criticado y objeto de burla en redes sociales, y demostró la presencia masiva de los
usuarios de Twitter, Facebook, Youtube y decenas de blogs, principalmente. La verdadera
crisis se produjo en Twitter, donde existen poco más de 4 millones 500 mil usuarios en
México, la tercera red social más usada después de Facebook y YouTube. En esta red
social, donde Peña Nieto tiene 166 mil 822 seguidores (el 31% de todos los precandidatos
presidenciales), se crearon tres trending topics (los temas más mencionados del momento)
entre el sábado 3 y el lunes 5: #LibreríaPeñaNieto, #SoyProle y #ProleFoerever que se
ubicaron en esos días en la lista de los más vistos a nivel mundial. Fuente: http://www.
proceso.com.mx/?p=290773 10.12.2011. Recuperado 21.12.2011.
15
Tras leer diversas fuentes de internet sobre la inconformidad generada por la controversial
Ley SOPA (Stop Online Piracy Act), la cual fue presentada por el representante Lamar S.
Smith, quien pretendió proteger los derechos de las grandes corporaciones sobre sus obras,
y cuya medida es bloquear a aquellas páginas que infrinjan, de alguna forma, los derechos de
autor. En pocas palabras, los sitios blog, como son todas las páginas personales, y microblog
como Facebook o Twitter ya no podrían tener links a cosas como canciones, videos,
documentos o noticias, ya que estarían infringiendo la normativa y, por consecuencia, se
cerraría la cuenta asociada a dicha acción. El movimiento de millones de usuarios de estos
sitios fue, en cierta medida, exitoso y la ley fue retirada el 20 de enero de 2012. Fuente:
http://www.reeditor.com/columna/3314/8/ciencia/tecnologia/ley/sopa/sus/consecuencias,
16.01.2012 recuperado 19.01.2012.
16
La red de internet tiene características de comunicación apoyadas en cuatro canales. Es un
canal multimedia porque soporta sin dificultad el tráfico de todos los medios de comunicación;
canal omnifuncional, capaz de desempeñar funciones 'conectoras' (comunicaciones de uno
a uno), funciones ‘distribuidoras’ (de uno a muchos) y funciones ‘colectoras’ (de muchos
a uno); ello supone, entre otras cosas, que es un canal personalizable. Un tercer canal es
bidireccional; por consiguiente, interactivo; no sólo admite la interactividad, sino que en su
funcionamiento la facilita e incluso la exige. La última y cuarta característica sería la de un
canal de alcance prácticamente ilimitado, de ámbito mundial.
17
Carl Mitcham es uno de los principales filósofos norteamericanos que aborda el tema de la
tecnología con énfasis en la ética. Es editor de los libros Lectura a la Filosofía de la tecnología
(1972), Filosofía y Tecnología II (1984) y Ética y Tecnología (1994).
18
La captura y posteriormuerte del ex líder libio Muammar Gaddafi sí provocó reacciones
múltiples en el micro blog Twitter. Sin embargo, pocos analistas de las redes sociales
mexicanos que reporta AMIPCI, se tiene que el número de cuentas equivale a 11.7% y un
7.1% de cuentas activas. Fuente: Mente Digital. Estudio “Twitter en México” publicado
marzo de 2010. Disponible en: http://www.slideshare.net/gpbolde/twitter-mexico-
marzo-2011 recuperado 09.04.2011.
21
En dicho fue realizado por la Dirección de Ciencia, Tecnología e Industria de la OCDE (DSTI)
bajo los auspicios del Comité de Políticas de la Información, Informática y Comunicación
(COMITÉ ICCP) en respuesta a una solicitud del gobierno de México, a instancias de
la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), y a través de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT), por ser ambas instituciones las encargadas de
representar a México en el Comité iccp y tiene como principal recomendación sobre las
políticas de telecomunciones, que México elimine las restricciones a la inversión extranjera
impuestas a los operadores de telecomunicaciones de red fija. La actual revisión de estas
restricciones debe orientarse a la total eliminación de los límites o topes existentes a la
inversión extranjera. Una recomendación temeraria en una nación, en donde los monopolios
se fortalecen, para el cuidado del control en el poder político.
22
Un hashtag representa un tema en el que cualquier usuario de Twitter puede hacer una
aportación u opinión personal respecto al tema abierto con sólo escribir la cadena
de caracteres tras la almohadilla o símbolo de “gato o número” que dan nombre a ese
tema. Por ejemplo: Apenas aproveché el fin de semana y hoy tengo que volver al trabajo.
#OdioLosLunes.
23
Fuente: http://www.taringa.net/posts/noticias/9307372/Hijos-de-Narcos-usan-Metroflog.
html recuperado 03.11.2011.
24
Para ejemplificar tenemos la campaña por internet del Movimiento por la Paz, con
Justicia y Dignidad, que difunde por internet el vídeo realizado por el colectivo El Grito
Más Fuerte para la campaña En los Zapatos del Otro. Denuncia clara sobre el dolor
que experimenta una parte de la población, y que es difundida por la red de internet,
logrando penetración, difusión pero sobre todo interacción de las redes sociales fuera
de internet que comparten esta lucha. Sitio electrónico: http://movimientoporlapaz.
mx/2012/01/31/video-de-la-campana-en-los-zapatos-del-otro/ recuperado 02.09.2011
Los secuestradores también abrieron un blog donde fueron colgando fotos del
cautivo. Como éste, cientos de ejemplos pueden ser encontraos en la red. La
mayoría de ellos impunes ante la mirada atónita de quien los lee a través de la red.
De esta manera los microblogs se constituyen en una fuente de información
cruda y sin censura, al menos hasta el momento. Uno puede leer ahí lo que la gente
piensa o lo que quieren que sus contactos sepan de su vida. Si bien los microblogs
pudieran ser un factor detonante para algún movimiento social importante, no
serán la solución ni la causa de la violencia, sino que serán una ventana a lo que
sucede en la interacción de los usuarios de la red. Los microblogs también se han
utilizado para notificar peligros, el twittear y retwittear mensajes sobre balaceras o
las llamadas “situaciones de riesgo” son ejemplos del uso pragmático y hasta cierto
punto altruista de las redes sociales. Se han convertido paulatinamente en una
plaza pública donde la gente comparte opiniones y lamentos sobre la violencia en
el país. Un ejemplo de lo anterior lo observamos en la nota periodística del 3 de
octubre de 2011 en el diario El Universal por internet, el cual cita:
Pero como todo fenómeno social que es documentado desde diferentes nodos de
acceso, por diversas personas en el tiempo en que ocurre, la exactitud y veracidad
de la información en estos espacios es susceptible de errores, pero la información
oficial y la de los medios es percibida con mucho escepticismo, aunque ésta sea
verídica. Ese fue el caso de una nota que se publicó unos días después, en donde
unos jóvenes escribieron en su cuenta de twitter:
Conclusiones
Los anteriores solo son unos ejemplos de dos fenómenos nuevos en México. El
primero estriba en una pérdida de la libertad en manos de una guerra declarada
por el Estado mexicano. El segundo consiste en el activo papel que los usuarios
están dando a la red de internet para propagar información y analizar su contenido.
A pesar de lo negativo que pudiera parecer el primer fenómeno, se destaca la
importancia sociocultural del segundo.
Los esfuerzos individuales e institucionales que usan los microblogs para mitigar
los efectos violentos de la lucha en contra del narcotráfico se encuentran ya en
marcha en la red. Entre algunos ejemplos destaca el de la cuenta de twitter @
policiasaltillo, que recomendó a sus poco más de 20 mil 200 seguidores mantener
la calma por un “enfrentamiento” que se estaba registrando en las calles aledañas
a la Torre Elite, en Saltillo, Coahuila. Minutos más tarde, emitieron un segundo
mensaje twit en que pedían a los automovilistas no circular por esa zona.
Cerca de casa todos los días toman alcohol en la vía pública, hoy olía a
mota. La policía municipal llegó oportunamente a verificar. Gracias (Saskia
Hérnandez, 2012).
25
La Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) señala que el número de usuarios de la red se
ha duplicado en el país desde el 2005 a 35 millones de personas, cerca del 30 por ciento de la
población. Solo recordemos que en la independencia mexicana se estima que murieron 500
mil personas y en la revolución mexicana un total de 1 millón de muertos (Vasconcelos, 1971).
334 Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica
a la totalidad o siquiera a un grupo representativo de la población. Por lo cual hay
que ser cautelosos en asumir que la opinión en línea se traduce directamente en la
opinión de la población en general.
En la actualidad somos testigos de un incremento de la delincuencia en el
mundo fuera y dentro de la red de internet. En México han muerto alrededor
de 48 mil personas en la guerra contra la delincuencia en fase de aceleración
de los últimos años de la administración del presidente Calderón. De manera
paralela somos testigos de la forma en que la población está ingresando en la
red y la utiliza para encontrar una certeza de comunicación con sus conocidos,
pero que también han hecho de los blogs y microblogs espacios de denuncia
ciudadana, y que enalgunos casos han encontrado el despido de sus fuentes de
empleo, la desaparición o la muerte. En otros casos, existe un franco desánimo,
la cual es reflejado por una usuaria, @mariana_war, que escribió: “De nada me
sirve denunciar algo en Internet si las autoridades no van a actuar, sólo te estás
exponiendo más al peligro”.
Bibliografía
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por internet”, en Saint, Florencia y Sergio Sánchez Testimonios de mobbing. El acoso laboral
en México, México: Ediciones EON.
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New York Times, EUA. 24.09.2011.
El concepto y el uso de la seguridad humana: análisis crítico de sus potencialidades y riesgos
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Internet_with_a_Focus_on_Mexico_and_Latin_America Recuperado: Noviembre 2010.
Referencias en internet
Mercedes Olivera-Bustamante
Flor Marina Bermúdez-Urbina
CESMECA-UNICACH
Introducción
A
nte el sensible aumento de la violencia de género en México y
específicamente en las universidades, las feministas que trabajamos en esas
instituciones tenemos el reto de ir más allá de la investigación académica
y de retomar la vocación política del feminismo de promover en la práctica
cambios culturales en las instituciones y relaciones personales, encaminados a
eliminar los machismos y la xenofobia que en ellas anidan y se reproducen. Si bien
algunas investigadoras hemos trabajado con mujeres indígenas y urbanas con ese
sentido transformador, en Chiapas no ha sido sino hasta muy recientemente que
nos hemos preocupado por el diseño de estrategias encaminadas a la superación
de la violencia de género en nuestras propios espacios universitarios.
Partimos de la consideración de que la institución educativa, y por lo tanto la
universidad, es un espacio clave para la producción, reproducción y transformación
de las relaciones de género que gravitan en estructuras patriarcales y, por lo tanto,
en un discurso liberal socialmente legitimado que paradójicamente reconoce, por
una parte, la necesaria igualdad entre hombres y mujeres y, por la otra, mantiene
la existencia de una cultura sexista y de relaciones objetivadas institucionalmente
que determinan condiciones de desigualdad en el desarrollo del estudiantado y el
profesorado (Bermúdez, 2012).
En este texto nos proponemos hacer una breve reseña de las formas y
consecuencias más importantes de la desigualdad, discriminación y violencia de
género que viven las mujeres que estudian y trabajan en la UNICACH, espacio
en donde laboramos. Buscamos aproximarnos al conocimiento de los obstáculos
estructurales, institucionales y personales que se hace necesario afrontar si
queremos lograr avances significativos en la construcción de relaciones justas,
1
El análisis interseccional plantea que no debemos entender la combinación de identidades
como una suma que incrementa la propia carga, sino como una que produce experiencias
sustantivamente diferentes. Como consecuencia de sus múltiples identidades, algunas
mujeres se ven empujadas a los márgenes y experimentan profundas discriminaciones,
mientras que otras se benefician de posiciones más privilegiadas. El análisis interseccional
nos ayuda a visualizar cómo convergen distintos tipos de discriminación: en términos de
intersección o de superposición de identidades (AWID, 2004: 2).
2
Adjetivo que se da en México a las instituciones de educación privada que, contando con
la incorporación legal al sistema educativo oficial, proporcionan enseñanza deficiente,
pero facilitan la rápida obtención de créditos y títulos de diferente grado a cambio del
pago correspondiente.
El género en la UNICACH
En Chiapas, uno de los estados del país con mayor pobreza, baja escolaridad y
marginación (76% de la población), las mujeres inscritas en escuelas de educación
superior apenas representan el 8% del total de la población escolarizada y los
hombres el 9% (INEGI 2010), lo que significa que es muy baja la proporción de los
estudiantes de ambos sexos que llegan a ese nivel; sin embargo, la relación entre
los hombres y mujeres en la educación superior es del 47%, nivel muy cercano a
la paridad existente en el nivel nacional (50%, según el 8º Informe de México a la
CEDAW).
Pero algo significativo es que esa paridad en el nivel superior de educación no se
refleja en la participación económica estatal, cuyo índice femenino es insignificante
en relación con el promedio nacional. Dentro del propio estado chiapaneco, las
regiones indígenas son las más deprimidas y con menor participación económica,
debido a la dinámica de exclusión. En 2005 el 64% de las personas analfabetas eran
mujeres en su mayor parte indígenas (45%) y monolingües. Consecuentemente,
sólo el 5.2% de los estudiantes de educación superior son indígenas; y de ellos, algo
más de la tercera parte (1.73%) son mujeres.
En la UNICACH el aumento de las mujeres en la matrícula escolar ha sido
significativo a partir de la década de los ochenta. No sólo las mujeres mestizas han
accedido a la educación superior, sino también algunas integrantes de familias
indígenas que por motivos económicos se han desplazado a las ciudades. En 2011
las mujeres eran mayoría en la UNICACH (55%) (cuadro 1), aunque en el posgrado
se observa mayor presencia de hombres (55%).
En la distribución de la matrícula por área de conocimiento también hay
diferencias; prevalece la población femenina en las carreras asociadas a actividades
En primer lugar, queremos decir que hasta 2012, después de revisar cuidadosamente
la legislación universitaria de la UNICACH, no encontramos ninguna consideración
en relación con la obligación de instaurar los mandatos nacionales y estatales
sobre la igualdad de género y la eliminación de la violencia hacia las mujeres.
Tampoco aparecen las mujeres como tales en las leyes universitarias; están ocultas
en el lenguaje masculino expresado en toda la legislación, lo que es indicador
del pensamiento sexista que predomina en todos los espacios universitarios. Las
diferentes instancias que integran la institución reproducen las formas verticales y
jerárquicas de los mandatos que van desde el rector hasta los alumnos/as, pasando
por los jefes de área, los directores de facultades, escuelas y centros de investigación
y otros funcionarios intermedios.
El verticalismo, la jerarquización y el autoritarismo institucionalizados se
expresan y abonan en la naturalización y reproducción de las desigualdades y
violencia de género que se dan en los diferentes espacios de relación: 1) en el espacio
escolar: las relaciones entre maestros y alumnas/os, en las relaciones entre alumnos
y alumnas, en las relaciones entre administrativos y alumnas/os; 2) las relaciones
entre los directivos de la institución y el resto de los actores universitarios, y 3) en
el espacio teórico–académico de la investigación.
En las relaciones maestro–alumnas/os se refleja el imaginario social que coloca
a los docentes en una posición de poder, en función de la distribución desigual,
parcializada y especializada de los conocimientos en donde los alumnos son
objetos-recipientes de la sabidurías que en ellos vierten los maestros; los exámenes
y las calificaciones son parte del ritual que reproduce esa relación que además
Podemos decir que los avances han sido importantes para el reconocimiento de los
problemas de género en la universidad y para la planeación institucional a mediano
plazo; sin embargo, para que la iniciativa se concrete en el nivel de incidencia y
la práctica transformadora de las relaciones de género, es indispensable contar
con presupuestos fijos, suficiente personal capacitado y un espacio propio que
permitan el desarrollo de actividades de sensibilización, docencia, capacitación,
guardería y atención psicológica y jurídica para los universitarios. Para ello es
absolutamente necesario contar con la institucionalidad del programa de género
y su reconocimiento en la legislación universitaria que permita, desde el punto de
Bibliografía
AWID Women’s Rights and Economic Change. Intersectionality (2004). A Tool for Gender
and Economic Justice. npum. 9.