semestres de pregrado en antropología y de las opciones en periodismo y estudios sobre desarrollo en la Universidad de los Andes. Hago parte de la Mesa Ambiental uniandina en el grupo Ecofeminismos. Desde muy pequeña he tenido la necesidad de postrarme críticamente frente a la realidad en la que estoy inmersa; el tener esta postura me ha ayudado a indagar constantemente en las condiciones y potenciales de la vida humana en un contexto específico: Colombia; esto, para aprender de él, entenderlo, habitarlo y finalmente transformarlo. Soy una persona sumamente sensible, y en vez de luchar contra esta sensibilidad y sentir vergüenza al respecto me he reconociliado con ella; esto, para vivir a partir de ella, sentirla, escucharla y habitarla: en vez de hacerme una persona débil me ha hecho una persona sumamente fuerte y receptiva. Gracias a esta sensibilidad puedo ver y relacionarme con el mundo de una manera particular, puedo sentir las cosas de manera intensa, tratando de aprovechar cada momento. Asimismo, me caracterizo como una persona polifacética y creativa; trato de enriquecerme con cualquier oportunidad que vaya encontrando en el camino. Asi pues, aparte de mis estudios he contado con experiencias laborales de distintos tipos, estas me han ayudado a interactuar en distintos lugares, con distintos tipos de personas y con distintos tipos de necesidades, esto me ha ayudado a aprender nuevas habilidades sociales; desarrollar distintas formas de relacionamiento; y de entender y presenciar la variedad de necesidades que se pueden presentar en contextos específicos. Motivada por aprender de manera especulativa, experimental y abierta; con una gran curiosidad, creatividad y ganas de buscar nuevas oportunidades para desenvolverme socialmente, personalmente y profesionalmente. En este momento de mi vida creo en los cambios. Creo en los cambios que puedo y debo generar, pero no como individuo: como comunidad. Creo en la importancia de concientizarse y comprometerse con un futuro diferente, el cual está compuesto por muchas acciones, de muchas personas que están resistiendo, que están pensando nuevas formas de ver y actuar en el mundo. Porque las formas con las que estamos viviendo no están bien. Soy parte del grupo ecofeminismo porque creo en la necesidad de repensarse el sistema patriarcal-capitalista en el que estamos inmersos. En donde la mujer y la naturaleza se han visto como entes de dominación. Es importante ser conscientes del sistema en el que estamos inmersos y de cómo actuamos gracias a él para poco a poco transformarlo, o por lo menos incomodarlo. Quiero participar en la beca porque me parece una oportunidad de crecimiento muy importante. En mis estudios como antropóloga encontré muchas respuestas que me estaba haciendo en el periodismo. De alguna forma se parecen: ambos tratan de entender y comunicar algo que esta pasando, lo estudian, lo piensan y escriben sobre ello. La diferencia radica en el publico final: las personas que leen lo que hacen los antropólogos lo leen los académicos, encambio aquellas que leen lo creado por un periodista es para un publico mucho más grande, podría decirse que va para todo el mundo. Ambos escriben sobre temas pertinentes y necesarios, pero sólo lo creado en el periodismo puede llegar a varias personas. Tiene un poder, una ventaja, y por eso una responsabilidad. Eso de modo personal. Con respecto a la página que hasta apenas está en construcción sería una gran oportunidad para hacerla crecer añadiéndole una columna de periodismo. Una vez un profesor de periodismo me comentó que para ser un buen periodista era necesario tener una perspectiva de como ver el mundo, por ende como abordar las cosas. Una perspectiva única. En este caso la perspectiva sería el ecofeminismo, aunque parece un termino excluyente no lo es: pues es una apuesta a una nueva forma de generar y potenciar espacios de libertad en los que la diversidad y la autonomía sean valores guías de las acciones de las personas, con el fin de desarrollar, propiciar y promover la construcción de una sociedad social, política, económica y culturalmente sostenible.
Personalmente, creo en que esta transformación se puede vislumbrar si se generan
cambios sostenibles y fuertes. Estos cambios deben tener una meta clara: la sostenibilidad, el bien común y la erradicación de comportamientos y estructuras que perpetúan una forma de vivir desigual e indiferente; asimismo, estos se deben dar como resultado de un trabajo en equipo, en donde se abra la oportunidad de un gran dialogo, que abarque variadas formas de pensar.