Tema 4.

El mundo encantado y su
desencantamiento
Esta expresión de desencantamiento del mundo la utiliza Max Wener para
referirse a la construcción del mundo moderno a partir del mundo antiguo y medieval.
El proceso que se da al pasar del mundo antiguo al mundo moderno, Wener lo resume
en una palabra: desencantamiento del mundo.

Al mismo tiempo que se produce el proceso de secularización se produce el

desencantamiento, el cual aparate de secularización, tienen niveles adicionales, añade
elementos que no están recogidos en la secularización.

El desencantamiento hace referencia al mundo y la naturaleza, elementos

adicionales. En el mundo antiguo lo que hay es una unidad en la que están mezclados
los hombres, los dioses y los seres naturales. En todas las civilizaciones conocidas en la
historia, lo que ha habido es un único espacio donde conviven hombres, dioses y seres
naturales, mientras que el desencantamiento lo que hace es separar esa unidad en tres
esferas: dioses, seres naturales y hombres.

¿Por qué se llama desencantamiento?

En un mundo en el que dioses, hombres y naturaleza en el que compartimos un

mismo espacio se puede llamar un mundo encantado, un mundo mágico en el sentido
de que hay algo animado que da vida a cosas inertes. Es un mundo en el que todo está
animado, vivo y conviven dioses y seres humanos, la unidad no significa que sea un
único espacio sino que todo está interrelacionado.

Las antiguas civilizaciones divinizaban todos los fenómenos naturales. Es un

mundo donde lo natural y lo sobrenatural está mezclado. Algunos ejemplos de esto es
la astrología, el toro alado de Mesopotamia (alas de animal, cabeza de hombre y
sentido divino), la esfinge. Los elementos de la naturaleza están en conexión con los
dioses y los humanos.

Cuando llega el cristianismo, en principio va a romper con este mundo

encantado ya que es una religión trascendente, separa a Dios del hombre, pero
también separa a Dios de la naturaleza. En principio podemos pensar que el
cristianismo, la lógica del cristianismo contribuía al desencantamiento del mundo.
Desde el punto de vista histórico, el cristianismo tardó muncho en desencantarse ya
que empleaba elementos encantados, por lo que en el s. XVII todavía se recogen
elementos encantados por ejemplo que Cristo es el cordero de Dios.

El protestantismo es una religión más desencantada que el cristianismo, puesto

que el cristianismo adora imágenes o símbolos mientras que Lutero decía que solo se
necesita la fe. Lo que va a suceder es que dios se va a alejar de los hombres y solo
vamos a acceder a él por la fe y no por los símbolos (como decía Lutero) y, a demás, se
va a alejar de la naturaleza haciendo que esta se desencante.

Características del mundo encantado.

Es un mundo en el que rige la unidad, lo cual significa que habitan dioses,

hombres y naturaleza. No se pueden estableces fronteras entre lo natural y lo sobre
natural. Estamos íntimamente relacionados. Para que esta unidad conviva utilizamos la
metáfora de que todo está animado, todo tiene vida. Todas las partes del universo
están vivas.

Es un mundo en el que todas las partes tienen su finalidad (Telos: causa final).
El mundo encantado concibe la totalidad de las cosas como un fin. Todo apunta a algo,
las cosas suceden porque tienen una finalidad, nada sucede porque sí. Esta finalidad es
el antropocentrismo, es decir, los seres humanos hacemos las cosas siempre con un
telos delante.

Lo que hace esta forma de pensar es atribuir a las cosas una pequeña
naturaleza humana, un alma que quiere cosas igual que los seres vivos. Es aplicar la
forma de actuar del ser humano a toda la naturaleza.

Esto supone una jerarquía. Es decir, establecer un orden de importancia en el

cuerpo del ser humano. Todas las religiones que tienen jerarquía, también la tienen en
la sociedad. Respetar esta jerarquía significa respetar la armonía del universo. Las
partes de un todo que se relaciona y cooperan entre ellas y que les lleva a un todo.

Si el universo está bien ordenado, entonces hay continuidad. Se pensaba que

en la estructura jerárquica había seres superiores, inferiores y algunos seres
intermedios. Ente lo superior y lo inferíos existe una continuidad porque no hay nada
que lo rompa. De alguno forma puedes ir de escalón en escalón al cielo o al infierno,
estas en afinidad con todo lo que te rodea.

En la cadena del ser, el hombre ocupa el centro. Centralidad antropológica. El

hombre está en el centro por lo que es un ser privilegiado.

Cada estrato significa algo en la cadena. El hombre es el que más afinidad a

estos tiene. Correspondencia/simbolismo. Esta centralidad antropológica está en
contacto con la simbología, ya que el hombre busca simbolizar las cosas. Lo conciben
como una percepción real, no metafórica. El universo está lleno de símbolos que hay
que descubrir. El hombre es el ser que mas simbología tenía lo que dio lugar al
macrocosmos (universo) y al microcosmos (hombres), dos doctrinas.

Esto quiere decir que en el ser humano encontramos resumido todo el resto de
la creación. Tienen tantos símbolos que resumen todo el universo. Es decir,
conociendo al ser humano, puedes conocer todo.
 Subordinación antropológica. El hombre en la cadena del ser no ocupa el tope
de la cadena dado que esta reservado a dioses, héroes, antepasados… y son ellos los
que dominan el mundo.

Cadena del ser.

Esto supone una religión de la inmanencia porque conecta el mundo de los

seres humano con el mundo de los dioses. Esta cadena se va a ir estirando hasta que
se rompe (mundo moderno). Es el proceso de desencantamiento. Con la reforma de
Lutero se rompe completamente la cadena y separa cielo y tierra.

Cuando se rompe esta cadena, Dios va a dejar de tener conexión con la

naturaleza y el hombre, y, como consecuencia, también el hombre dejara de tener
contacto con la naturaleza. No es una ruptura rápida.

Doctrina de los cuatro humores.

En la antigüedad creían que el ser humano se componía de cuatro elementos y

así definían el temperamento de las personas. La utilizaban para determinar
enfermedades o cambio de humor. Estaban asociados a edades, estaciones, horas del
día… todo tiene una sintonía con el ser humano, la naturaleza está conectada
directamente con el hombre, en el cuadro las tentaciones de San Antonio o en los
cuentos infantiles podemos ver una conexión directa entre el hombre y la naturaleza:
animales antropolizados, hombres animalizados…