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Siendo así, el presente trabajo tiene su fundamento en un conjunto
teórico donde se analizan aspectos inherentes a la conceptuallización de
los términos antes señalados, tomando en cuenta que los mismos han
sufrido cierta variación a lo largo del tiempo; apreciándose igualmente
como se ha llegado a la concepción de que las acciones deben estar
basadas en la consideración de las potencialidades del niño y tomando en
cuenta al núcleo familiar.
Luego, se hace un repaso por los niveles de prevención seguidos en
el país, esto es, nivel primario, secundario, y terciario, analizándolos de
forma comparativa con las experiencias que se han obtenido en países
como Colombia, México, Bolivia, España, Cuba Guatemala, El Salvador,
Perú, Venezuela y Chile.
Analizado este punto, se pasan a caracterizar los factores de alto
riesgo, pasando por la definición de términos. En este apartado se
presentan los determinados por la Conceptualización y Política de la
Prevención y Atención Temprana de 1998, Factores de Alto Riesgo
Biológico, que se dividen a su vez en Establecidos e Inferidos, y Factores
de Alto Riesgo Psicosocial, entre otros.
Posteriormente, se realiza un recorrido por los aspectos
relacionados con el fracaso escolar, donde se destacan aspectos que
inciden en el mismo, de orden orgánico, intelectual, afectivo-emocional, y
pedagógico. Haciéndose referencia luego a los tipos, y a destacar el rol
del docente especialista en la prevención del fracaso escolar,
considerándose que el mismo estará signado por la eliminación o
minimización de tres grandes manifestaciones fracaso: el bajo
rendimiento, la repitencia, y la deserción.
Para culminar con la teoría que apoya la investigación, se presentan
ciertas actividades que conllevan la intervención del maestro especialista
en el aula regular, siendo notoria la importancia de un diagnóstico que
posibilite establecer la causa del fracaso escolar, y la participación de
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otros especialistas, como el psicólogo, en caso de enfrentarse con
problemas personales, emocionales, o de socialización.
Seguidamente, se presentan los productos que van a permitir la
elaboración de un plan de intervención, perteneciente a la tercera entrega.
Esta parte, correspondiente al diagnóstico de los niños con los que se ha
venido trabajando, presenta las necesidades especificas así como la
caracterización del grupo, señalando además las áreas de desarrollo
trabajadas en el aula de clases, y el papel tanto del docente de aula como
de la familia y la comunidad en el proceso de desarrollo del niño. Los
resultados del diagnóstico permiten a su vez la presentación de un aparte
con la justificación y los objetivos que se pretenden desarrollar en la
tercera entrega del trabajo.
Para finalizar se presentan las conclusiones obtenidas a partir de
las informaciones recabadas, y las referencias bibliográficas pertinentes.
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CAPÍTULO I
PREVENCIÓN Y ATENCIÓN TEMPRANA DE LA PERSONA CON
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
Evolución y Concepciones
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de actuaciones planificadas con el fin de ofrecer respuesta a las
necesidades del desarrollo infantil, desde su concepción, hasta su primera
infancia.
Orlando Terré, (2002), la define como el conjunto de medios,
técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y
secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis
años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades
cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no
deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y
autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante.
Siguiendo estas aportaciones, es necesario iniciar en cuanto a lo
relativo a la prevención, y por ello resulta importante mencionar que el
término en referencia ha sido utilizado con mayor regularidad en
ambientes relacionados con la salud, el tránsito, seguridad laboral o
fenómenos naturales, que en el educativo; sin embargo, estudios
realizados en los últimos años han permitido un mayor manejo del mismo
a nivel educacional.
De acuerdo a una investigación exhaustiva acerca de la materia en
cuestión, son muchos los investigadores que recientemente han dado su
aporte a tan importante tema, y uno de ellos es Calderón (2009), este
psicólogo educativo, expresa en una publicación científica de psicología,
que la prevención toma en cuenta aspectos relativos a las condiciones
necesarias para desarrollar de forma optima las capacidades educativas,
pero también a proponer las condiciones que garantizarían un mejor
desarrollo de las capacidades educativas y a prevenir las consecuencias
que pudieran generarse de la diferencia entre las necesidades educativas
y las respuestas que ofrecen los sistemas sociales y educativos. Y
menciona acciones que de manera específica deben ejecutarse para:
1º) Prevenir problemas escolares específicos tales como la
adaptación inicial a la escuela, o la detección precoz de alumnos con
necesidades educativas especiales, entre otros.
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2º) Practicar aspectos de intervención desde las primeras etapas
mediante técnicas de estimulación.
3º) Ya en las etapas escolares, orientar procesos dirigidos a los
alumnos de éstas a desarrollarse con autonomía y en atención a las
exigencias educativas.
En el contexto de las políticas nacionales establecidas con relación
al tema, se tiene que en Venezuela se maneja La Prevención y Atención
Integral Temprana, siendo definida por la Conceptualización y Política de
la Prevención y Atención Integral Temprana de 1998, como un conjunto
de acciones interdisciplinarias dirigidas al niño que, de acuerdo a sus
antecedentes, pudiera presentar una alteración en su desarrollo. Estas
acciones están basadas en la consideración de las potencialidades del
niño y tomando en cuenta al núcleo familiar dentro de su planificación y
desarrollo (http://www.pasoapaso.com.ve/legal/legal_temprana2.htm).
Para concluir este apartado, es necesario destacar que existen una
multiplicidad de estrategias de intervención de diversas duraciones y
metodologías, orientadas a promover el desarrollo y fortalecimiento de la
relación de apego seguro padres-hijo y al desarrollo de estrategias de
crianza que consideren las características y necesidades particulares de
cada niño.
De igual manera, diversos estudios han demostrado que este tipo
de intervenciones no solo son efectivas en promover el bienestar de las
familias, sino también, es un tipo de intervención breve, específica,
económica, fácil de implementar y de adaptar a distintos contextos (familia
uniparental, padres adoptivos, niños institucionalizados, otros).
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CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN TEMPRANA
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cuidador-niño y, en especial, la interacción padres-hijo y, además tiene en
cuenta el intercambio continuo y dinámico que se da en los dos
participantes cuando interactúa uno con otro. Las principales
consecuencias de la aplicación de este modelo al campo de la atención
temprana, son las siguientes:
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los que construiría su evolución hacia la comprensión o el conocimiento
más complejo del mundo que lo rodea.
Un niño afectado por inmovilidad o dificultad del movimiento y de la
exploración de su cuerpo, o que puede moverse solo de un modo
distorsionado, tendrá dificultades en el desarrollo de la percepción
corporal, como ocurre en los niños con parálisis cerebral. En
consecuencia, muchos de sus procesos psíquicos se verán afectados
también, pues podrían no adquirir las conductas sensoriomotoras simples
y faltarles entonces la base, sobre la que elaborar las conductas
adaptativas y respuestas más complejas. Este apartado, se refiere según
Candel (s/f), a la “aproximación basada en la actividad”, esta nueva
orientación se basa en la teoría del aprendizaje y en los trabajos de varios
autores, como Vigotsky, Piaget o Dewey, de su influencia se han destilado
tres aspectos que constituyen la base para la intervención basada en la
actividad:
1. La influencia y la interacción del medio socio-cultural inmediato
y del más amplio.
2. La necesidad de una implicación activa por parte del aprendiz.
3. La mejora del aprendizaje, ocupando a los niños en actividades
funcionales y significativas.
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intervención (en aspectos del lenguaje) y programas de estimulación
temprana.
CAPÍTULO III
Niveles de Prevención
Primario, Secundario y Terciario
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prevención secundaria que tendría como objetivo la reducción de la
duración de la enfermedad, su diagnóstico precoz y su tratamiento
efectivo y la prevención terciaria que estaría volcada sobre evitar la
aparición de secuelas, complicaciones y rehabilitar al sujeto para su
reinserción social. (Bleger, 1994).
Stevenson S. (1991), realiza la clasificación en prevención
presuntiva como aquella que trata de modificar una condición asociada o
previa a la enfermedad vinculada a su etiología, prevención relativa la
que una vez aparecido el trastorno se trata para evitar mayores
consecuencias, y la prevención absoluta que va hacia la anulación de
las causas y la aplicación de medidas científicas (Bleger, 1994).
Países como España y Cuba donde se han desarrollado importantes
avances con respecto a la Educación Especial, y se observa cierta
similitud con relación a los niveles de prevención adoptados en
Venezuela. Bell, R., Director de Educación Especial en Cuba para el año
1995, hizo mención en esa fecha, en la revista “La educación en Nuestras
Manos”, N° 37, a los tres niveles de prevención adoptados por su sistema,
siendo estos:
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Prevención Terciaria. Implica un conjunto de medidas dirigidas a
evitar el establecimiento de la discapacidad como minusvalía,
entendida ésta como la situación de desigualdad social y ambiental
que afecta eventualmente a la persona con discapacidad.
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la acciones inherentes a la prevención van de lo general a lo especifico, o
sea, de aspectos generales relacionados con el fomento de la salud en
general, a la intervención integral del niño con necesidades especiales en
lo especifico, aunque es de hacer notar que el modelo de Prevención y
Atención Integral Temprana implementado en el país abarca los tres
niveles de forma simultanea.
Además de los niveles de prevención antes mencionados, la
educación en los primeros años sienta las bases del desarrollo futuro de
las personas en los ámbitos físico, emocional, cognitivo y social. Por ello,
los programas han de proporcionar cuidados para la salud y una nutrición
adecuada, y una estimulación e intencionalidad educativa que favorezcan
el desarrollo integral de todo tipo de capacidades, especialmente las de
tipo emocional.
En estas edades, más que en ninguna otra, la influencia y
dedicación de los padres son mayores, por lo que es necesaria la
participación y educación de éstos de manera que contribuyan de forma
efectiva al desarrollo y bienestar de los hijos. Asimismo, es importante
realizar acciones orientadas a sensibilizar a las familias, especialmente de
menores recursos, respecto a la importancia de la educación en estos
años para que lleven a sus hijos a los diferentes programas. Los datos
disponibles muestran que las madres que tienen educación terciaria
envían más a sus hijos a los programas o instituciones educativas que
quienes tienen educación primaria incompleta (UNESCO, 2004).
Lo más importante en todas estas clasificaciones en cuanto a
atención temprana, coinciden la mayoría de expertos en el tema, es
erradicar la pobreza, ya que este es el flagelo más importante a la hora de
intervenir a niños y niñas en situación de riesgo.
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CAPÍTULO IV
Factores de Alto Riesgo
Biológicos y Psicosociales
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Niños de Alto Riesgo Biológico. En este grupo se ubica a los niños
que han experimentado un acontecimiento o serie de
acontecimientos desencadenantes de posibles lesiones cerebrales
con secuelas conductuales o neuroevolutivas negativas a largo
plazo. Siendo así, se ubican en este renglón los niños con las
siguientes características: bajo peso al nacer, asfixia perinatal, con
infecciones del sistema nervioso central (meningitis, encefalitis), con
hipoxia sostenida, que han sufrido traumatismos craneo-encefálicos,
o con problemas en el período neonatal. Desde esta perspectiva el
autor señala que la presencia de un solo factor aislado o de varios,
no implica forzosamente un retraso madurativo.
Niños de Alto Riesgo Socio-ambiental. Dentro de esta categoría se
incluyen los niños que provienen de ambientes socio- económico
muy desfavorecido, o aquellos que se encuentran viviendo en
condiciones de crianza del todo inadecuadas para un desarrollo
integral normal. Los factores que pueden condicionar el criterio de
alto riesgo se encuentran: dependencia del alcohol y otras drogas,
familias monoparentales, conflictos en la relación de pareja, padres
adolescentes, antecedentes de malos tratos en la familia, problemas
de salud mental, inmigración, situaciones de marginalidad que
generan prostitución, mendicidad, y delincuencia, y/o deficiencia
mental de la madre. Con respecto al riesgo socio-ambiental habría
que agregar que el mismo no suele presentarse como una entidad
aislada, ya que en el se pueden encontrar inmersos factores de
orden prenatal, neonatal, familiar, pasando por la malnutrición
temprana.
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prenatales, perinatales y postnatales que hacen que el niño se enfrente a
una probabilidad bastante elevada de presentar problemas en su
desarrollo (http://www.pasoapaso.com.ve/legal/legal_temprana1.htm).
De esta forma, los factores de alto riesgo estarían divididos en
biológicos y psicosociales, constituyendo los primeros una serie de
condiciones que pueden llegar a lesionar el sistema nervioso central,
tanto en la etapa de gestación como en el momento del parto, y que se
clasifican a su vez en establecidos e inferidos.
En este sentido, los factores de alto riesgo estarían divididos en
biológicos y psicosociales, constituyendo los primeros una serie de
condiciones que pueden llegar a lesionar el sistema nervioso central,
tanto en la etapa de gestación como en el momento del parto, y, los
segundos se derivan de condiciones de tipo social, económica y
psicológica que pueden ocasionar alteraciones en el desarrollo del niño.
Los biológicos se clasifican a su vez en alteraciones biológicas
establecidas y riesgos biológicos inferidos:
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relacionadas con la edad, paridad, talla y peso; condiciones del
embarazo, parto y período neonatal; noxas al sistema nervioso
central en los primeros años de vida, como infecciones y
desnutrición; condiciones derivadas de las necesidades de
tratamiento médico como las maniobras de reanimación,
permanencia del recién nacido en incubadora por tiempo
prolongado privado del cuidado maternal, entre otras. Es de hacer
la acotación que las situaciones mencionadas pudieran generar
una lesión neurológica, pero esto sólo será confirmado en el
desarrollo.
Ampliando lo concerniente a los factores de alto riesgo psicosocial,
se puede agregar que, deben ser entendidos como aquellos
experimentados por el niño en cuanto se relaciona con su medio
circundante y que pueden ocasionar alteraciones en su desarrollo. En
este orden, situaciones inherentes a una crisis a nivel familiar, el
establecimiento inadecuado del vínculo madre-hijo, la inestabilidad
emocional de los padres, así como el rechazo, el abandono afectivo, y las
alteraciones tempranas de la personalidad del niño, pudieran aumentar la
posibilidad de que aparezcan alteraciones en su desarrollo.
Entre los factores de riesgo ambiental y social se encuentran los
embarazos no controlados, durante los cuales pudieran generarse
alteraciones que serían posibles de evitar bajo observación médica; el
bajo nivel educativo de los padres, la disfunción familiar, y el bajo nivel
socio-económico, que suelen aumentar el riesgo de defectos en la
alimentación del lactante, lo cual tanto a corto como a largo plazo se suele
producir morbilidad y mortalidad en el infante; y la drogadicción y
alcoholismo por parte de los padres.
Con relación a este último punto es importante destacar que se ha
demostrado que las variaciones de peso y talla al nacer pueden ser
atribuidas a causales relacionadas con el ambiente uterino, como por
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ejemplo la nutrición inadecuada de la madre, su estado de salud, el
consumo de alcohol, y la drogadicción, entre otras.
CAPÍTULO V
Rol del Docente Especialista
En la
Prevención del Fracaso Escolar
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Aspectos Orgánicos. Se refieren a las deficiencias que implican
una disminución física, alteraciones sensoriales, de
psicomotricidad, y agrupan enfermedades crónicas tales como
diabetes, epilepsia, alteraciones cardíacas, enfermedades
genéticas, entre otras, que pueden llegar a constituir un
impedimento para un adecuado aprendizaje en el niño.
Características visibles, como la tartamudez, el estrabismo, la
cojera, e incluso la obesidad, que propician que el niño sea objeto
de burla y se sienta inferior, también pueden influir en el
aprendizaje.
Aspectos Intelectuales. Tomando en cuenta que la capacidad
intelectual es posible de cuantificarse por medio del cociente
intelectual, y que la normalidad puede ser establecida por un
sistema de puntuación, se tiene que se habla de debilidades
mentales y de superdotaciones. En el primero de los casos el
cociente intelectual se encuentra ubicado por debajo de la media, o
sea, menor a 85, y se traduce en un bajo nivel intelectual. Los
estudiantes con estas características suelen ir pasando de uno a
otro grado sin haber asimilado la etapa anterior y con un
diagnóstico en muchas oportunidades tardío que impide una
continuidad en el sistema educativo. En el segundo caso, pueden
verse niños con un nivel muy por encima del normal, superior a los
130, que igualmente suelen presentar altos índices de fracaso, por
cuanto la escuela regular no está en condiciones de ofrecerles las
condiciones apropiadas para l aprendizaje.
Aspectos Afectivos- emocionales. Dentro de esta categoría es
posible ubicar trastornos como la depresión, la baja autoestima,
trastornos de ansiedad, y luego ya complicaciones más severas,
como psicosis o neurosis. Es de relevancia en este aparte el papel
de la familia, pues existen situaciones que pueden alterar el
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equilibrio e incidir en el rendimiento escolar, dentro de estos se
tienen: (a) situaciones especiales que alteran el núcleo familiar
como la muerte, enfermedad de uno de los progenitores o
ausencia de un ser querido por el niño; (b) estilos educativos de los
padres donde impere la severidad excesiva o disciplina extrema,
exceso de protección, o estilos educativos distintos, igualmente
pueden ubicarse aquí las nuevas adiciones infantiles relacionadas
con la televisión, los video juegos o el ordenador; (c) los trastornos
debidos al desajuste emocional en etapas cruciales como la
adolescencia; y (d) una situación social desfavorable, donde los
estudios o formación de los padres, o la marginalidad, entre otras,
incide directamente en la formación del niño.
Aspectos Pedagógicos. En los aspectos pedagógicos puede
situarse la irregularidad en la escolaridad, ya sea por cambios
constantes de una escuela a otra, o por inasistencia. Igualmente
pueden mencionarse causas relacionadas con el método de
enseñanza de la escuela, la masificación de la educación, y las
aptitudes del profesorado.
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El Habitual, los suspensos constituyen la tónica habitual del niño,
desde el comienzo de la escolaridad. Debido a causas de origen personal
como por ejemplo, retraso en el desarrollo psicomotriz, retraso del
lenguaje hablado, retraso en la adquisición de la lectura y escritura
[dislexias, dislalia (pronunciación defectuosa), problemas de motricidad en
la grafía, digrafía] en la letra con desorientación espacial, mala
“caligrafía” muy aparatosa, bajo nivel intelectual, problemas personales,
entre otros.
De acuerdo al autor, el fracaso habitual, es el más peligroso en
cuanto a que hasta llegar a cursos superiores, los padres no suelen dar
importancia al hecho de que los profesores del primer ciclo de primaria y
del segundo opten por él necesita mejorar en algunas de las materias.
Para la mayoría son todavía muy pequeños y sus “pequeños fracasos”
entre comillas, no tienen importancia. En este sentido, Menéndez (s/f),
expresa que desde su experiencia, es precisamente en estos años donde
se va fraguando el futuro fracaso escolar, y donde es básico e
imprescindible detectar las alteraciones que puedan presentar los niños
para establecer el programa de reeducación necesario.
Además hay que destacar el rol del docente especialista en los
equipos interdisciplinarios que es y será siempre fundamentalmente
“docente” y su objetivo principal, corresponde a la atención educativa
integral especializada de acuerdo con la necesidad educativa presente,
puede actuar como agente coordinador de los esfuerzos de los
profesionales que hayan contribuido en la atención del sujeto y ofrece
orientación a los docentes regulares y a la familia.
En el mismo orden de ideas, hay un punto que no se debe obviar y
es el relacionado al ideal docente o el docente ideal, el cual se refiere a
como debe desarrollar su profesión apegado a un actuar deontológico y
reconocer en sí mismo un conjunto de valores que le permitan actuar en
consecuencia con el rol que desempeña, entre los que se pueden
reconocer: el valor de su aspecto personal, con una actitud positiva y
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optimista ante la vida y ante las dificultades, actualizándose
constantemente, capaz de reconocer sus limitaciones en materia de
conocimiento, honestidad intelectual y laboral, valorar el respeto y la
justicia, demostrando hacia estos educandos ternura, cariño, de igual
forma, el cultivo de valores espirituales.
CAPÍTULO VI
ROL DEL DOCENTE ESPECIALISTA
ÁMBITO DEL AULA REGULAR
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otorga a estos profesionales al tener que desempeñarse en distintos
ámbitos.
La acción del docente especialista se ubica en el ámbito del aula
regular, en un trabajo coordinado y cooperativo con el docente del aula,
donde fundamentalmente propicia la acción pedagógica integral e
integradora. En el ámbito del aula especial coordina y programa la
atención educativa integral de los niños con necesidades educativas
especiales que no logran beneficiarse por completo de las estrategias
planteadas dentro del aula regular. En el ámbito comunitario promueve la
participación activa de los distintos actores involucrados en el hecho
educativo de manera directa o no.
En el mismo orden de ideas, el docente especialista, funge como
asesor del docente de aula regular, y realza una correcta detección de
las causas que originan el fracaso, lo cual constituiría el primer paso en el
proceso, para luego proseguir con un plan de intervención basado en un
refuerzo pedagógico donde se tomen en consideración aspectos como: a)
nivel de lecto-escritura que muestra el alumno, ya que esta es la principal
herramienta de acceso al conocimiento; b) las habilidades cognitivas o
intelectuales; c) la predisposición emocional y mental; y d) el grado de
compromiso, esfuerzo y dedicación que posea el alumno.
De acuerdo a lo establecido en la conceptualización y política de
educación especial se exige que el docente se desempeñe como:
Administrador- Gerente del hecho pedagógico, evaluador del
proceso de enseñanza-aprendizaje de los educandos; facilitador
del proceso de aprendizaje.
En el rol de orientador, corresponde al docente orientar a la familia,
padres y representantes ante las necesidades educativas (nee)
especiales, orientar a los alumnos en su proceso de construcción y
reconstrucción permanente, potenciar al máximo el desarrollo de
sus educandos, propiciar el cambio actitudinal de las comunidades
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y familias en cuanto a las expectativas de desarrollo e integración
social de los alumnos con necesidades educativas especiales.
Como Promotor social e integrador, el docente especialista,
coordina y coopera con el docente de aula regular, donde
fundamentalmente propicia la acción pedagógica integral e
integradora. Coordina y programa, en el ámbito del aula especial la
atención educativa integral de los niños que no logran beneficiarse
por completo de las estrategias planteadas dentro del aula regular,
promueve en el ámbito comunitario la participación activa de los
distintos actores involucrados en el hecho educativo. Promueve la
participación civil de sus alumnos, frente a los problemas sociales
que determinan su calidad de vida y limitan las posibilidades de
desarrollo de sus comunidades, organiza experiencias de
aprendizaje extraescolares, con el objeto de prolongar el proceso
educativo más allá de los muros de la escuela y propulsa la
necesidad de inculcar los más altos valores de respeto, moralidad,
convivencia y solidaridad.
Desde la perspectiva de la educación como hecho social
inacabado, el docente especialista desempeña un rol esencial que
es el de investigador, lo cual implica: Ser un docente Observador,
Reflexivo, Integrador, Actualizado e Innovador, Solidario y
Respetuoso. Atento a las posibilidades que brindan los diferentes
ámbitos de aprendizaje, con capacidad y habilidad para integrar los
diversos insumos que le proveen la observación y el análisis, con el
conocimiento que posee de sus alumnos y del acto educativo en
general, así como de la realidad específica en la que se
desenvuelve, que comprende que tanto el acto como la realidad
educativa son procesos inacabados y por ende que el
conocimiento que él posee de este contexto, debe estar en
permanente revisión con el objeto de configurar alternativas de
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revisión, acción y participación creativas y novedosas en
consonancia con los tiempos que corren.
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Mora (1998), expresa al respecto que para llegar al diagnóstico del
fracaso escolar se deberán considerar las siguientes variables:
- Diagnóstico de la inteligencia (inteligencia, personalidad,
ambiente y técnicas de trabajo).
- Diagnóstico de la personalidad.
- Orientación de los hábitos de trabajo y estudio.
Y agrega, que la educación debe proporcionar experiencias y
promover el desarrollo de la autoconfianza, la adaptación social, la
autoexpresión y la capacidad para hacer frente a la realidad. En
definitiva, contribuir al desarrollo de la personalidad.
En este aspecto, Fouce, A. y Giner, M. (2007), destacan acerca de lo
antes indicado por Mora y Menéndez, que existen, cuatro dimensiones
que intervienen en el proceso de aprendizaje del alumno y donde
pudieran encontrarse las causas, y al mismo tiempo soluciones, para
prevenir o solucionar el fracaso escolar. Las cuales son:
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se planteará un plan de refuerzo donde se proporcione una
serie de técnicas de estudio adecuadas o se implanten unos
correctos hábitos de estudios.
4. Las habilidades cognitivas o intelectuales. Dentro de las
capacidades cognitivas se han de observar las capacidades
intelectuales, las habilidades básicas de aprendizaje, los
posibles trastornos de la lecto-escritura o las dificultades de
atención entre otras. La intervención en este caso implicaría
realizar adaptaciones de tipo curricular.
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Nº de Docentes dentro del Aula. El aula cuenta con una docente
interina, bachiller Thais M. Orta Fernández, titular de la Cédula de
Identidad N° 13.201.880, estudiante de 4° Semestre en la
Universidad Nacional Abierta y una auxiliar, bachiller Yesiree
Lovera, titular de la Cedula de Identidad N° 20.694.738.
Áreas que Trabajan. Las áreas de trabajo, llamadas por la
docente como “espacios de trabajo”, son cuatro (4), siendo éstos:
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Uno (1) de los niños presentan limitaciones al momento de
pronunciar y articular las palabras correctamente. Observando que
casi todos no pronuncian la “rr”, cambian la “s” por la “t”, aún
pronuncian palabras entrecortadas, sin conectivos, haciendo uso
de su esquema corporal para señalar con mímica lo que quieren.
Otro de los niños del grupo general presenta paladar hendido, lo
que ha repercutido en su lenguaje, las pocas palabras que
pronuncia, suenan nasales, en la actualidad tiene cuatro años. La
mayoría de las veces se comunica por señas, que inmediatamente
atienden familiares, compañeros y docente. Está en espera de la
primera operación.
Un niño en particular (GA) llama la atención por ser agresivo con
sus compañeros sino le dan un juguete, gritando y golpeando a
todo aquel que pase por su alrededor. Se apropia de los juguetes y
los daña, siendo sus descargas de mal humor una constante en la
jornada diaria. Otro de los niños (JH), presenta la mayoría de las
veces conductas inapropiadas (disruptivas), se comunica con
palabras obscenas, agrede a las docentes y a los compañeros,
rompe las hojas de trabajo, destruye los juguetes, según la docente
auxiliar el ambiente es muy desagradable cuando el niño está en el
aula, porque es de agregar que falta mucho a clases, no le agrada
participar en la limpieza de su lugar de trabajo, se esconde, llora, y
lanza objetos para no cumplir con su deber. En cuanto a su
vocabulario se tiene que omite letras y fonemas. A este niño le
cuesta seguir instrucciones y prestarle atención a la docente,
incidiendo su comportamiento directamente en la concentración del
resto del grupo, razón por la cual se le solicitó apoyo al personal de
la UPE para que reciba apoyo emocional.
Áreas de Desarrollo
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Áreas que Trabajan. Las áreas de trabajo, llamadas por la
docente como “espacios de trabajo”, son cuatro (4), siendo éstos:
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aula como por la institución, notándose igualmente la participación de la
comunidad en eventos relacionados con el plantel.
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS
General
Facilitar en el niño el desarrollo de sus potencialidades por medio
de acciones combinadas entre el entorno escolar y el familiar, es decir
una intervención multicontextual.
Específicos
1. Reconocer y utilizar las normas, deberes y derechos que regulan sus
relaciones interpersonales.
2. Propiciar jornadas de información psicoeducativas, médicas o de
salud, relacionadas con patologías como labio hendido o labio
leporino, conductas disruptivas, entre otros.
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3. Estimular el lenguaje del niño y favorecer su adecuada utilización
como medio de expresión y comunicación, a través del contacto con
otros niños y adultos.
4. Crear en el niño hábitos de aseo, alimentación, cortesía, entre otros,
que le faciliten su incorporación en la sociedad.
CONCLUSIONES
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Las causas que originan el fracaso escolar son variadas, sin
embargo las más representativas son las relacionadas con los
trastornos de aprendizaje.
En el fracaso escolar, el rol del docente especialista estará
orientado a fungir como asesor del docente de aula regular, y a
realzar una correcta detección de las causas que originan el
fracaso. Este diagnóstico le permitirá ejecutar el plan de
intervención más apropiado a las características observadas.
Las necesidades del grupo estudiado se basan principalmente en:
(a) limitaciones al momento de pronunciar y articular las palabras
correctamente, (b) paladar hendido (c) hábitos, y (d) aspectos
asociados al mal manejo emocional y conductual.
El grupo de niños, de acuerdo a la entrevista realizada, es diverso
y heterogéneo.
Desde la perspectiva de integralidad que se evidencia en la
estructura curricular del nivel, el ambiente de aprendizaje viene a
representar la concreción de la acción educativa, de allí su
importancia.
Para Iglesias, citado por Zabalza (2001) “El término ambiente se
refiere al conjunto del espacio físico y las relaciones que se
establecen en él (los afectos, las relaciones interindividuales entre
los niños, entre niños y adultos, entre niños y sociedad en su
conjunto)”. (Pág. 238).
Las áreas de desarrollo trabajadas en el aula de clases se
corresponden con cuatro (4) espacios de trabajo: Armar,
Desarmar y Construir, Dramatizar e Imitar, Expresar y Crear,
Experimentar y Descubrir.
Se aprecia un docente en el rol de mediador, facilitador, activo, y
que proyecta las actividades de la institución, trabajando
conjuntamente con los padres y representantes. Estos últimos se
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muestran integrados, en una gran mayoría, a las actividades
planificadas tanto por la docente de aula como por la institución.
Los resultados del diagnóstico arrojan que es preciso tomar en
cuenta aspectos relacionados con alteraciones del lenguaje, del
comportamiento, hábitos, e interacción social, en el grupo de niños.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
52
Fernández Y. (2008). Atención Temprana: Prevención de las
Necesidades Educativas Especiales [Página Web en línea].
Disponible: http://www.efdeportes.com/efd118/atencion-temprana-
prevencion-de-las-necesidades-educativas-especiales.htm [Consulta:
2009, Mayo 02]
53
Universidad Nacional Abierta (2005). Educación Especial. Caracas: Autor.
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