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¿Cómo entender el mal de este

mundo?
Todos los habitantes de la tierra son
considerados como nada; y él hace
según su voluntad en el ejército del
cielo, y en los habitantes de la tierra,
y no hay quien detenga su mano, y le
diga: ¿Qué haces? (Daniel 4:35) La
expresión “¿Qué haces?” Que dice
Nabucodonosor en su discurso sobre
la soberanía de Dios, implica que sea
cual sea la voluntad del Señor, sea
cual sea sus juicios y sea cual sea sus
decretos nadie puede decir “Dios te
equivocaste” porque su voluntad, sus
juicios y sus decretos son perfectos
(Romanos 12:2) y si Dios permiten
que pasen ciertas cosas ya sea en
nuestra vida o en el mundo es porque
hay grandes y buenos propósitos del
Señor en dichas cosas, así debemos
ver pues, la providencia de Dios.
Así como Nabucodonosor, nosotros
también debemos entender la
providencia de Dios como él la
entendió, Dios es el creador de todas
las cosas y al ser el creador también
es el sustentador de todas las cosas
como bien lo dice la Palabra “el cual,
siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder…” (Hebreos
1:3). Nunca piense que lo que pasa
en nuestras vidas o lo que pasa en el
mundo es ajeno a Dios, usamos
mucho las expresiones “paso porque
tenía que pasar” o paso porque “el
destino así lo quiso” si conoces la
providencia de Dios entonces
entenderemos que nada pasa porque
si, y nada pasa porque es el destino
que así lo quiso, todo paso porque así
lo ha determinado Dios según su
Santa Voluntad (Salmos 135:6;
Hechos 17:24-28)
En cuanto al sacrificio y la muerte de
Cristo la Palabra dice: “Al ponerse
en contra de él, hicieron que tus
planes se cumplieran. Todo esto
sucedió por tu poder y porque así lo
quisiste”( Hechos 4:27-28 NVI)
¿Ven nuevamente la providencia de
Dios? Esta verdad bíblica de que,
Todo pasa por que Dios así lo
determina y porque Dios así lo
quiere, tiene a veces una mala
interpretación que espero en Dios
poder aclarar a través de este escrito.
Juan Calvino expreso cierta vez lo
siguiente: “Todo lo malo que veas en
mí, soy yo mismo. Todo lo bueno
que veas en mí, es Cristo."
El mal si bien Dios lo permite, Él no
es el autor del mal ni el aprobador
del pecado (Santiago 1:13-15)
Juan en su primera carta dice que las
cosas malas del mundo no provienen
de Dios (1 juan 2:16), el mal de este
mundo es producto de la caída de
adán (Génesis 3:17) y de la
naturaleza pecaminosa de las
criaturas que heredaron de
adán(Romanos 5:12), el mal no es de
Dios sino del hombre pues todo lo
que hoy aflige a este mundo caído es
producto del corazón malvado del
ser humano (Salmos 51:5; Mateo
15:19; Génesis 6:5; Romanos 3:10-
18). Por lo debemos entender que sí;
Dios permite el mal y tiene el control
de la maldad como lo vemos
reflejado en los primeros dos
capítulos del libro de Job, pero aun
con todo eso no puede pasarnos
nunca por nuestra entendimiento que
el mal es producto de Dios, porque si
nuestra convicción es esa, estaríamos
diciendo entonces que Dios ya no es
justo () y que Dios ya no es Santo ()
Del mal y de la providencia de Dios
debemos entender lo siguiente:
Dios obra siempre con justicia
incluso cuando permite el mal, como
criaturas insignificantes delante de
Dios debemos comprender que sus
juicios son intachables, sus decretos
son insondables, sus caminos
inescrutables, sus pensamientos en
comparación con los nuestros son
inalcanzables y muchos de los
propósitos de sus justos juicios nos
serán ocultos, por eso como sus hijos
simplemente debemos siempre
aceptar con humidad y reverencia lo
que Dios ha ordenado que suceda.
(Romanos 11:33-34; Salmos 92:5;
Isaías 40:13-14; Deuteronomio
29:29)
La providencia de Dios debe
otorgarnos a nosotros no un sinfín de
dudas que tiene como base el “¿Por
qué Dios permitió que pasara? Sino
más bien debe proveernos un
satisfactorio consuelo que nos lleve a
expresar que nada pasa por
casualidad y que todo pasa porque
nuestro Padre celestial así lo ha
determinado.
Dios permitió en su providencia que
el mal tocara la vida de Job de
manera horrible y catastrófica (Job
1:12; Job2:6)
Dios permitió en su providencia que
su pueblo fuera entregado a los
babilónicos (Daniel 1:1-2)
Dios permitió en su providencia que
José fuera vendido por sus hermanos
como esclavo a Egipto (Génesis
37:23-28) pero también Dios en su
providencia tenia propósitos buenos
aun en medio del mal…
En su divina providencia Dios le
otorgó el doble de todo lo que Job
había perdido, incluso su bendición
postrer fue mucho mejor que la
primera (Job 42:10;12)
En su divina providencia Dios a
través del exilio de Israel a Babilonia
llevo a cabo sus planes perfectos
para dar conocer su nombre por
todos los pueblos, naciones, y
lenguas del mundo y le temieran
como el Dios todopoderoso (Daniel
3:29) y no solo eso, también a través
de su providencia logro que un rey
pagano y despiadado como
Nabucodonosor exaltara y
reconociera a Jehová como el Dios
verdadero (Daniel 4:36-37)
Y en su divina providencia Dios uso
el mal de los hermanos de José para
su bien (Génesis 50:20) y se
convirtió en el segundo hombre más
poderoso sobre la tierra en su
momento (Génesis 41:37-45)
Como hijos de Dios debemos tener
más que claro que no estamos
exentos de que el mal de este mundo
toque nuestras vidas, pero también
como Hijos de Dios también
debemos tener más que claro que
aunque el mal toque nuestras vidas,
Dios nos cuida, Dios tiene el control
y Dios obra toda las cosas al final
para nuestro bien (Romanos 8:28),
así que hermanos los invito a
descansar tranquilamente en la
providencia de Dios
¿Acaso no se venden dos pajarillos
por unas cuantas monedas? Aun así,
ni uno de ellos cae a tierra sin que el
Padre de ustedes lo permita, pues
aun los cabellos de ustedes están
todos contados. Así que no teman,
pues ustedes valen más que muchos
pajarillos. (Mateo 10:29-31 RVC)

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