Cielos y Tierra
Al que hizo tierra, cielos y mares.
Vamos pidiéndola salvación.
No haya otro nombre dado a los hombres
Desde el principio de la creación.
2
Oremos todos con alegría,
Pidiendo al Padre su bendición,
Siempre en el nombre de Jesucristo
Quien nos ofrece la salvación.
3
Los allegados a Jesucristo,
Arrepentidos de corazón,
Ya por su sangre se encuentran listos,
Para gloriosa resurrección.
4
Y si Cristo viene antes que yo muera,
Y mi vestidura blanca esté,
No tendré que irme a la tumba fría,
Antes transformado en gloria le veré.
Al Príncipe de Paz
Alzo mi voz para cantar ufano
Al Admirable Príncipe de paz;
Al sempiterno Jefe Soberano,
Que en plena gloria he de mirar su faz.
2
Es Jesucristo el Príncipe de Paz,
A quien venero y alabo sin cesar,
Retroceder, yo no podré jamás;
Porque bien sé, que víome a salvar.
3
Por eso canto con toda alegría,
Esta alabanza que exhala el corazón,
Con la esperanza que un futuro día
Ire a morar en celestial mansión.
4
Pues se aproxima la segunda venida,
De Jesucristo, el Príncipe de Paz;
Porque se encuentra fielmente cumplida
La profecía del gran libro veraz.
5
No me arrepiento haberlo aceptado,
Como bendito y amado Salvador;
Y estoy seguro que me ha salvado,
De muerte eterna, aunque fui pecador.
Mensajero
Mensajero que vas a cumplir tu misión,
Tú que anuncias la paz y las nuevas de Sión;
A los campos que vas anunciando su amor,
Que mi Cristo te guarde y sostenga fielmente
Hasta volvernos a ver.
CORO:
Cuán hermosos son los pies, sobre los montes
Del que predica la paz, del que alegres nuevas trae,
Del que anuncia salud, del que trae nuevas del bien,
Del que dice a Sión, tu Dios para siempre reinará
Por los siglos, Amén.
2
Mensajero que anuncias una vida eternal,
Que mi Cristo te manda que no debes cesar.
Levantad voz en cuello, a los pueblos anunciad; que les puede salvar.
3
Mensajero que vas a cumplir tu misión,
Anunciando las nuevas de Cristo el Salvador;
Oraremos por ti, que te guarda el Señor,
Que te dé su gracia y te dé fortaleza
Y te revista de valor.
Por la Mañana
Por la mañana yo dirijo mi alabanza
A Dios que ha sido y es mi única esperanza;
Por la mañana yo le invoco con el alma,
Y le suplico que me dé su dulce calma.
El nos escucha, pues nos ama, tanto,
Y nos alivia de cualquier quebranto,
Nos da su mano poderosa y fuerte,
Para librarnos de la misma muerte.
2
Cuando la noche se aproxima tenebrosa,
Con elevarle mi oración, mi alma se goza;
Siento su paz inagotable, dulce y grata,
Aunque temores y ansiedad, Cristo los mata.
También elevo mi cantar al cielo,
Cuando a la tierra baja el negro velo,
El sol se oculta pero queda Cristo,
A quien mis ojos en el sueño han visto.
3
Brilla su lumbre bienhechora mientras duermo,
Pone su mano sobre mí si estoy enfermo;
Me fortalece y alienta con el sueño,
Pues es mi Dios, mi Redentor, Él es mi dueño.
Al despertar por la mañana siento,
Que Dios invade mi alma y pensamiento,
Veo a Jesús, mi Redentor amado,
Por mi pecado en una cruz clavado.
4
Veo la sangre de sus manos que ha brotado,
Veo la sangre borbotando en su costado;
Una corona de espinas en su frente,
La multitud escarneciéndole insolente;
Pero qué dicha cuando al cielo sube,
Lleno de gloria en majestuosa nube,
Está en el cielo y me prepara hogar,
Viene muy pronto su iglesia a llevar.
Manos Redentoras
Manos cariñosas, manos de Jesús,
Manos que llevaron la pesada cruz;
Manos que supieron sólo hacer el bien.
¡Gloria a esas manos! ¡Aleluya! Amén.
2
Blancas azucenas, lirios de amor,
Fueron esas manos de mi Redentor.
Manos que a los ciegos dieron la visión,
Con el real consuelo de su gran perdón.
3
Manos que supieron calmar el dolor.
¡Oh manos divinas de mi Redentor!
Que multiplicaron los peces y el pan,
Manos milagrosas que la vida dan.
4
Manos que sufrieron el clavo y la cruz,
Manos redentoras de mi buen Jesús.
De esas bellas manos yo confiado estoy.
Ellas van guiando, pues al cielo voy.
5
¡Oh Jesús, tus manos yo las ví en visión,
Y vertí mi llanto en el corazón;
Vi tus dos heridas y la sangre vi,
Que tú derramaste por salvarme a mí!
La Visión de la Cruz
Largos años vagué por el valle del mal,
Sn consuelo, sin fe, sin amor,
Y la sombra fatal, de la senda que hollé,
Puso en mi alma la hiel del dolor.
CORO:
A mis pies, el infierno se abrió,
Y clamé con el alma a Jesús,
Y al instante el infierno cambió
En la hermosa visión de la cruz.
2
Desde entonces por El, ya no soy lo que fui
Una sombra sin Dios y sin ley;
Mi existencia le dí al cantar cual cimbel,
Me constriñe el amor de mi Rey.
3
Peregrino que vas por la senda del mal,
Vuestra senda sólo es de dolor,
Esa carga fatal que en el alma lleváis,
Ven y ponla a los pies del Señor.
4
Es hermoso decir: ya no soy lo que fui,
Hoy me impulsa el amor de Jesús;
Sus palabras oí y hoy ansío morir,
Abrazando por siempre su cruz.
Tierra de Palestina
Tierra bendita y divina,
Es la de Palestina donde nació Jesús;
Eres de las naciones cumbre,
Bañada por la lumbre que derramó su luz.
CORO:
Eres la historia inolvidable,
Porque en tu seno se derramó
La sangre, preciosa sangre,
Del Unigénito Hijo de Dios.
2
Cuenta la historia del pasado,
Que en tu seno sagrado vivió el Salvador;
Tierra de hermosos olivares,
Que habló a los millares de la Palabra de Dios.
3
Quedan en ti testigos mudos,
Que son los viejos muros de Jerusalén,
Viejas paredes destruidas
Que si tuvieran vida, nos hablarían también.
Si, Si, Si
Sí, sí, sí, testigo yo soy del Señor.
Soy feliz porque él me ha dado salvación.
Sí, sí, sí, me ha dado un nuevo corazón.
Ya tengo nuevas esperanzas, que a El yo dedico
Esta nueva canción.
CORO:
Sí, sí, sí, qué alegre mi alma allí está
Si gozo cantando, alabanzas al Cristo de
Eterna bondad;
Po eso es que siempre le canto, porque El
Me ha librado de muerte eternal.
2
Sí, sí, sí, las nuevas debo proclamar.
Siempre orad, las almas hay que rescatar;
Trabajad porque muy pérdidas están
Y sólo el mensaje glorioso de Dios Poderoso
Las libertará.
3
Sí, sí, sí, las almas no encuentran la paz,
Sí, sí, sí, porque confundidas están,
Sí, sí, sí, a Cristo tienen que buscar,
Porque El sólo puede brindarle la paz
Y la dicha que buscando están.
Tuyo Soy
Tuyo soy, mi Señor, tuya es mi vida,
Mi carne es débil, pero Tú eres fuerte;
Ayúdame, Señor, llevando así
Mi mano de la tuya hasta la muerte.
2
Que no sigan a mi alma los placeres
De este mundo engañador, es mi deseo;
Sólo el querer lo que Tú sólo quieras,
Sólo en Ti confiar es mi deseo.
3
Atrás quedan los rastros tentadores
Con que engañan a la oveja descarriada,
El mundo y sus halagos seductores,
Lejos de Ti, Señor, no quiero nada.
4
Limpia, Señor, mi corazón de mis maldades,
Borra el dolor de mis iniquidades,
Ayúdame, Señor, quiero ser bueno,
Que huya de mí la sombra del pecado.
5
Y como Juan, tu siervo bien amado,
Déjame así reclinar bajo tu seno,
Quiero vivir en tus brazos entregado
Y de tu Santo Espíritu ser lleno.
Mientras Viva
Mientras viva en este mundo,
Enemigo doquiera yo tendré,
Al Señor estoy pidiendo
En la lucha auméntame la fe.
CORO:
Señor, auméntame la fe, si auméntame la fe,
Y a cualquier enemigo venceré.
Señor, auméntame la fe, si auméntame la fe,
¡Oh, mi Cristo, Tú lo puedes hacer!
3
Satanás nuestro enemigo,
Al Señor Jesucristo se acercó,
Y si se acerca a mí pues sigo
El camino que Cristo nos marcó.
4
Enemigos poderosos,
Nuestra ruina procuran sin cesar.
El Señor dice: “No temas,
Yo contigo por siempre voy a estar”
Feliz Cumpleaños
Feliz, feliz cumpleaños, deseamos para ti,
De Dios sus Bendiciones prolónguense aquí.
Que este día feliz recibas mayor porción
De sus dones de paz, de amor y de santa unción.
CORO
Que tu vida sea de fe, consagrada a tu Señor
Que tu vida sea agradable,
Con la fragancia de su amor.
“Anda siempre adelante y no vuelvas hacia atrás
Y sin duda a la meta triunfante llegarás.
2
Los que te apreciamos damos loor a Dios,
Por su fiel protección yendo de ti en pos;
Haciendo de tu vida fuente de bendición,
A los que disfrutamos de tu fiel comunión.
Te Seguiré
Quiero, Señor, estar en tu presencia,
Quiero gozar tu santa comunión,
Quiero tener de Ti l santa unción
Y llevar tu palabra por doquiera.
CORO
Te seguiré, te seguiré, Señor
Te alabaré, te alabaré, Señor
Y contaré tu gran amor.
Pue sólo en Ti hay salvación.
2
Lávame, Señor, el alma cada día,
Lléname, tu Espíritu Consolador,
Ser un vencedor del mundo y su poder,
Es todo cuanto mi alma ansía.
3
Haz, Señor que pueda guiar los pecadores;
Que tus santos pies se puedan humillar,
Buscando salvación, recibiendo perdón,
Para estar contigo en tu gloria.
4
Ruge la tempestad, Tú eres roca mía;
Sopla el vendaval, Tú eres mi sostén:
Parece naufragar mi alma en alta mar,
Jesús, mi Salvador, es mi Guía.
El espíritu Santo
El Espíritu Santo, promesa del Padre,
Se está derramando;
Bendiciones del cielo pueden contemplarse,
Cual lluvia temprana.
Mensajeros del cielo su mensaje predican,
Le cantan y oran;
Y una fiesta gloriosa es aquella que vemos
Como el día esplendente del Pentecostés.
2
Si nosotros pedimos la unción de lo Alto
También gozaremos;
Que el Espíritu Santo llene nuestras vidas
De gozo inefable.
Bellos dones tendremos y de fiesta estaremos.
Cantando aleluyas;
Sanarán los enfermos al ponerles las manos,
Porque Dios es el mismo desde ayer y hasta el fin.
3
En el día anhelado, cuando Cristo descienda
Con gran potencia
Cantarán las estrellas, lo cielos y mares,
Los ríos y montes.
Y todo el univierso lucirá regia gala,
Con gloria de Cristo,
¡Que glorioso ese día cuando Cristo descienda,
Pues a todos sus fieles arrebatará!
En El Calvario
En el Calvario hay una fuente inagotable,
Admirable manantial de aguas vivas,
Donde el pobre pecador puede salvarse
Y a los muertos darles vida.
CORO
Esta es la fuente carmesí, que el Calvario
Del costado de Jesús pudo mandar,
Una fuente carmesí de sangre y agua,
Para poder al pecador salvar.
2
Mi Jesús desde la cruz, mirando al cielo,
Enclavado y coronado en un madero,
Exclamaba en idiomas y en hebreo:
“Padre mío, por qué me has desamparado?”
3
Pescador, no desprecies al despreciado,
Que los judíos no quisieron aceptarle,
Y nosotros, titulado como impíos,
Ya despreciados, El vino a salvarnos.
Estemos Listos
Estemos listos todos los hermanos,
En la llamada de todos los santos,
Que Cristo viene ya del cielo pronto
A arrebatarnos de todo corazón.
2
Ha prometido buscarnos un lugar,
Para el descanso de la gran batalla,
Pues para aquellos que han sembrado mucho
El Evangelio de la gran salvación.
3
Tenemos pruebas y muchos sufrimientos,
No desmayemos, sigamos adelante,
Que Dios nos tiene una corona a todos,
Los que han creído y saben la vedad.
4
Pues esperemos más y más alertas,
De su venida será gloriosa;
Cantemos todos juntos aleluya,
Y demos honras y glorias al Señor.
Victoriosa va la Iglesia
Victoriosa va la iglesia al encuentro
De su Salvador, Cristo Rdentor.
Y aunque Satanás estorbe el camino,
Seguiremos con ferviente amor.
2
En la lucha contra el mal somos soldados,
Adelante va nuestro Capitán.
Venceremos a satán y sus engaños,
Confiando en que Jesús vendrá.
3
Marcharemos con Jesús contra el pecado,
Combatiendo ya al autor del mal.
Cual ejército saldremos si confiamos
En Jesús que Él lo vencerá.
Refugio Fiel
El señor Jehová es el refugio fiel,
Y la esperanza de los oprimidos aquí;
El consuela y nueva fuerza al alma da;
El fortalece y sana tu dolor.
CORO
Ven a El, oh pobre, sin descanso, sin paz;
Ven al descanso,
Ven al descanso con su luz divina;
Ven al descanso y con amor te guiará el Señor.
2
El eterno Dios siempre te guardará,
Ni uno de sus hijos El desamparará,
Ni uno de sus hijos El desamparará;
El abriga bajo sus alas de amor
Y en su camino quita el temor.
3
Pobre peregrino, Él te cuidará,
El tu llanto amargo pronto endulzará;
Y en el cielo el Pastor de tu alma ya,
Te ofrece hogar por la eternidad.
4
Salvación y paz eterna te dará
En el cielo corona de gloria tendrás;
Ábrele tu corazón y acepta ya.
Su redención desde hoy recibirás.
Soy Bautizado
Soy Bautizado como manda el Salvador,
¡Qué grande gozo siento en mi corazón,
Ya mis maldades las borró mi Salvador;
Quiero llegar puro y limpio a mi mansión!
CORO:
Seguiré a mi Jesús,
Pues para mí lo del mundo se acabó,
Y ayudado de su luz,
Proseguir en su camino quiero yo.
2
Adiós mundo que hasta ayer estuve en ti,
Donde el pecado destruía mi vivir;
Yo siento gozo desde que me bauticé,
Y de volver a pecar, mejor morir.
3
No veo más que el camino de la fe,
Donde muy pocos han querido caminar;
Le pido a Dios que me guarde en el amor,
Para llegar puro y limpio a su mansión.
Vida Nueva
Ya mi vida se la debo a Jesús,
Porque el murió en la cruz por mí.
CORO
Vida nueva encontré en la cruz de Jesús,
Porque Cristo mi deuda pagó.
2
Yo me rindo a los pies de Jesús, mi Señor,
Porque fui un infiel pecador.
3
El Espíritu Santo te llama a ti,
Ven a Cristo y salvo serás.
El Calvario
En Calvario estaba una cruz levantada,
Do yacía mi Cristo a salvarme,
Era el hijo de dios que en vergüenza sufría
Por salvar a un mundo perdido.
CORO:
Jesús en la cruz, es mi lema,
Jesús en la cruz me salvó;
Aunque otros adoren la cruz de Jesús,
Yo adoro a Jesús de la cruz.
2
Conocían la cruz como emblema de peaa,
Más aquellos que le enclavaron
No sabían que allí el ganó gloria plena
Por salvar a un mundo perdido.
3
Otros pueden loar a la cruz de mi Cristo,
Pero yo a mi Cristo adoro;
Aunque aprecio la cruz, sólo este es mi canto;
Cristo salva a las almas perdidas.
Oye, Jehová
Oye, Jehová, de mi alma este cantar,
Quiero, Señor, tu nombre alabar,
Proclamar tu reino celestial,
Este cantar alegre un cántico triunfal.
CORO:
Ahora vivo alegre, cantándole al Señor//
Mi vida peregrina muy pronto pasará
Y alegre con los ángeles
Mi alma cantará.
2
Oye, Jesús, mi alma te alabará,
Quiero ensalza tu nombre sin igual,
Tu gran poder anhelo anunciar.
Y así cantar alegre un cántico triunfal.
3
Oye, Señor, a Ti daré loor,
Canción de amor a Ti quiero elevar,
Y contemplar tu trono celestial,
Y así cantar alegre un coro angelical.
Trabajemos Anhelantes
Trabajaremos anhelantes en la viña del Señor,
Pues hay muchos campos blancos para ir a trabajar;
Y la mies está madura, hay que ir a cosechar,
Porque viene el adversario y se la quiere robar.
CORO:
¡Adelante, vamos compañeros!
¡Adelante, vamos sin temor!
La victoria está segura,
Con Jesús no hay que temer,
Porque va El con nosotros,
Y nos hará vencer.
2
Va pasando la mañana, tiempo es ya de trabajar,
Ya la noche nos arropa con su grande obscuridad,
Las tinieblas nos rodean y nos pueden agobiar;
Hermanos, perseveremos y oremos sin cesar.
3
Levantemos la bandera, el estandarte de la fe,
Y luchemos muy valientes con valor, sin vacilar;
Jesucristo es nuestra ayuda, Él es nuestro Capitán,
Y por El serán vencidas las huestes de Satán.
Consagración Evangélica
Como Ruth en su camino, como Pablo en la visión,
cual Jacob, el peregrino, se rindieron al Gran Dios.
Así yo dejando el mundo, al oír nuevas de luz,
Y esperanza, moribundo, me consagro a Ti, Jesús.
CORO:
Limpio en la cruz, por su sangre yo fui.
No vivo yo, más Jesús, mi Jesús vive en mí:
2
Egoísmo y falsedad, vil orgullo, cruel dolor
Rechacé con la bondad y el poder del Salvador.
Es mi Cristo nueva vida por la fe resurrección
Para el alma adolorida Dulce paz es la oración.
3
Sin amor, muerta es la fe; simulando la verdad,
En la lucha no triunfé, de terrible obscuridad.
Mas en Cristo ya contemplo que mi cuerpo vencedor,
Del Espíritu es el templo, de la luz y del amor.
El Poder de Jesús
No más dudas que turben mi mente,
Sólo quiero seguirte Jesús,
Contemplando la sangre en tu frente,
Con que hiciste mi senda de luz.
CORO:
Hoy te pido, Jesús, con anhelo,
El poder del ESPÍRITU SANTO,
Que desciende cual lluvia del cielo
Y que traiga en las almas quebranto.
2
No más quiero llevar mis temores,
Con la cruz de Jesús soy dichoso;
El sufrió con amor los dolores,
Para dar a mí alma reposo.
3
No más quiero mirar angustiado,
Al que vaga sin paz y sin calma,
Sin haberle a Cristo mostrado,
Como el santo doctor de su alma.
Hoy es Tiempo de Venir
Hoy es tiempo de venir y escuchar, pecador,
Que te llama el Señor, que te llama el Señor;
Ahora ven pecador.
CORO:
¡Qué glorioso será, cuando venga el Señor,
Al entrar por las puertas de aquellas mansiones
Que nos fue a preparar!
En La Cruz
Me hirió el pecado, fui a Jesús,
Mostréle mi dolor;
Perdido, errante, vi su luz,
Bendíjome en su amor.
CORO:
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con El seré.
2
Sobre una cruz mi buen Señor,
Su sangre derramó,
Por este pobre pecador
A quien así salvó.
3
Venció la muerte con poder
Y al cielo se exaltó;
Confiar en Él es mi placer,
Morir no temo yo.
4
Aunque Él se fue, solo no estoy,
Mandó al Consolador,
Divino Espíritu que hoy
Me da perfecto amor.
Cristo Promete Que Un Día
Cristo promete que un día, Feliz llevarme a gozar,
A un lugar tan precioso, donde no hay que luchar.
CORO
Hay un lugar tan precioso, Hay un lugar más de amor,
En donde cantan las almas, Siempre del Buen Salvador.
2
Cuando yo andaba en el mundo, Sin consuelo en mi dolor.
Ahora soy muy feliz, Tengo promesa de amor.
3
Yo sé que Cristo prepara, una mansión celestial,
Para que canten las almas siempre del Buen Salvador
4
Cuando padezco en el mundo, Muchos se burlan de mí;
Viene el día en que terminen todas mis luchas aquí.
Cual Magdalena
Cristo, mi Cristo, ¡qué indigna fui!
Cuando no quise oír tu voz,
Cuando fui joven, no te serví,
Ahora te ruego que me perdones,
Pues te ofendí.
2
Cual Magdalena, hoy vengo a ti,
Con mi llanto, a lavar tus pies,
Con mi alabastro, a derramar,
El olor suave, sobe las almas
Que has de salvar.
3
Muestra tu rostro has oír tu vez,
A mi alma triste por el dolor;
Dulce consuelo hallo en ti,
Mi dulce amado, mi Padre Eterno,
Príncipe de Paz.
4
Responde ahora a mi clamor,
Con que te clama mi corazón,
Bajo tu sombra descansaré,
Pues tuya es mi alma,
Tuya es mi vida y mi corazón.
Embajador
Embajador, que a Cristo representas,
En esta tierra de pecado y de maldad.
Es tu deber trabajar hasta que El venga,
Y sembrar la Palabra de Verdad.
2
Ve que a veces se amontonan las tinieblas,
Y se oyen gritos en la densa oscuridad.
¿Dejarás que perezcan sin defensa,
Cuando puedes señalarles libertad?
3
Recuerdas Tú el mandato de tu Cristo,
A quien tú, con humilde corazón,
Prometiste servirle y estar listo,
Y ocuparte sin demora en su labor.
4
No desmayes, la victoria está segura,
Adelante con valor, sin vacilar.
A las almas hablarles con ternura,
De mi Cristo y de su sangre eficaz.
5
Embajador fiel, y no de esta tierra,
Sino de aquella hermosa patria celestial,
Cumple fielmente, que al fin de tu carrera
La bienvenida tu maestro te dará.
Día Nuevo
Ya vislumbra un día nuevo,
Día de grande ansiedad,
Cuando un pueblo redimido,
Con Jesús al cielo irá.
CORO
Cristo viene ya, viene con poder,
Arrebatará al que espera en El.
Sí, nos llevará, al cielo, más allá,
Donde gozo siempre habrá.
2
Las señales de hoy día,
Deben al cristiano dar,
Una esperanza nueva,
Gozo en la adversidad.
3
Mientras en el mundo hay guerras,
Hambre, peste y dolor,
Reinará el anti-Cristo,
Con poder y gran temblor.
El Talento
Aunque muchos dolores te atormenten
y seas por los tuyos despreciado,
recuerda que Cristo fue paciente,
no olvides cuando hirieron su costado,
La sangre que vertió no está perdida,
conviertióse en una fuente carmesí,
donde muchos lavaron sus heridas,
y sanaron como yo sanado fui.
CORO:
//¿Qué has hecho del talento que le dio?//
Cuando Cristo te venga a preguntar
¿Qué hiciste del talento que te di?
2
Cuando triste te halles y abatido,
y se aleje de ti la bendición;
ora hermano, que el tiempo lo has perdido,
no ocupándote ya de la oración,
La oración es el único alimento
que a todo fiel cristiano sostendrá,
Cuando al Padre dirijas tus lamentos,
ten paciencia que El te responderá
3
No te enojes a causa de tu hermano,
Perdónale si en algo te ofendió,
que el deber de todo fiel cristiano
es amar como el Padre nos amó.
Pasemos un momento hasta el Calvario,
Para ver a Jesús como murió,
En la cruz El perdonó a sus adversarios
Con el Padre así nos reconcilió.
A Solas Al Huerto
A solas al huerto yo voy,
Cuando duerme aun la floresta;
Y en quietud y paz con Jesús estoy,
Oyendo absorto allí su voz,
CORO:
El conmigo está, puedo oír su voz,
Y que suyo, dice, seré;
Y el encanto que hallo en El allí,
Con nadie tener podré.
2
Tan dulce es la voz del Señor,
Que las aves guardan silencio,
Y tan sólo se oye esa voz de amor,
Que inmensa paz al alma da.
3
Con El encantado yo estoy,
Aunque en torno lleguen las sombras;
Más me ordena ir que a escuchar yo voy
Su voz doquier la pena esté.
Cara a Cara
En presencia estar de Cristo,
Ver su rostro, ¡qué será
Cuando al fin en pleno gozo
Mi alma te contemplará!
CORO:
Cara a cara espero verle,
Más allá del cielo azul;
Cara a cara en plena gloria,
He de ver a mi Jesús.
2
Sólo tras obscuro velo,
Hoy lo puedo aquí mirar,
Más ya pronto viene el día,
Que su gloria ha de mostrar.
3
¡Cuánto gozo habrá con Cristo,
Cuando no haya más dolor;
Cuando cesen los peligros,
Y ya estemos en su amor!
4
Cara a cara, ¡cuán
Glorioso Ha de ser así vivir;
Ver el rostro de quien quiso
Nuestras almas redimir!
CORO:
El Bautismo
En las aguas de la muerte, sumergido fue Jesús;
Más su amor no fue apagado, por sus penas en la cruz,
Levantose de la tumba, sus cadenas quebrantó,
Y triunfante y victorioso, a los cielos ascendió.
2
En las aguas del bautismo, hoy confieso yo mi fe:
Jesucristo me ha salvado, y en su amor me gozaré,
En las aguas humillantes, a Jesús siguiendo estoy;
Desde ahora para el mundo y el pecado muerto estoy.
3
Yo que estoy crucificado, ¿Cómo más podré pecar?
Yo que soy resucitado, santa vida he de llevar,
Son las aguas del bautismo. Mi señal de salvación:
Yo quiero consagrarme, la que obró mi redención.
Fidelidad
Cristo, fiel te quiero ser, dame el poder, dame el poder;
Yo contigo quiero andar, sin vacilar sin vacilar.
CORO:
En tus pasos quiero seguir, cerca de Ti, cerca de Ti;
Y si encuentro pruebas aquí, dame confianza en Ti.
2
Con Jesús yo quiero hablar, sólo en El, sólo con El;
Paz y gozo siempre tendré, al serle fiel, al serle fiel.
3
Dame ardiente corazón, lleno de amor, lleno de amor,
Y tu Espíritu, Señor, como Guiador, como Guiador.
4
Cada día quiero hacer tu voluntad, tu voluntad;
Y servirte a Tí, Señor, en humildad, en humildad.
Guarda el Contacto
¿Quieres sobre el mundo ser un vencedor?
¿Quieres tú cantar aún cuando haya dolor?
¿Quieres ser alegre cual fiel luchador?
Guarda el contacto con El Salvador.
CORO:
Guarda el contacto con El Salvador,
Luego las tinieblas no te cubrirán;
Por la senda alegre tú caminarás,
A causa del contacto con El Salvador.
2
En el mundo hay muchos, tristes de pecar;
Cuyos corazones lloran de pesar;
Dales el mensaje, no hay que callar,
Con Dios el contacto debes de guardar.
3
¿Quieres tú con Dios la comunión tener,
Y su gloria siempre en ti permanecer,
Que el mundo a Cristo pueda en ti hoy ver?
Guarda el contacto con el Supremo Ser,
4
Deja que el Espíritu implante en ti,
La humildad de Cristo y su santo amor;
Ora siempre y vela, que Jesús vendrá,
Guarda el contacto con El Salvador.
Mi Rey De Paz
Mi buen Jesús, con gran amor mi alma te canta,
De gratitud, de haber hallado, en Ti el perdón;
Cuando en el mundo en aflicción mi triste vida,
Ya desahuciada, sin un consuelo en mi existir.
Muy cariñoso, a mi oído, así me habló:
"Ven a mis brazos, yo te daré la dulce paz".
Como un reflejo, lleno de luz sus ojos santos,
Llenó de amor mi corazón y volvió a latir.
2
0h, cuán hermosa y dulce voz oí llamarme,
Que fue embriagado en ese instante todo mi ser,
Fue transformado mi llanto en canto y le adoré,
Con toda mi alma yo le entregué mi corazón.
Un cielo azul, lleno de luz, lleno de vida,
Y muchas almas glorificaban su nombre allí;
Yo me acerqué y alcancé su manto santo
Y de mi azote en ese instante, me rescató.
3
Mi ser temblaba, sintiendo la dulce presencia,
De mi Jesús, que con amor a mi tocó,
Y de rodillas caí a sus pies y perdón me dio,
Mi Jesucristo me dio su mano y me levantó
Su nombre alabo y le prometo seguirle fiel,
Quiero contarle a todo el mundo quién es Jesús;
El Principado, el Poderoso, el Admirable,
Y Consejero, mi Dios Eterno, mi Rey de Paz
Nunca Me Dejará
Rostro Divino
Rostro divino ensangrentado,
Cuerpo llagado por nuestro bien;
Calma benigno, justos enojos.
Lloren los ojos que así te ven,
CORO:
Crucificado en un madero,
Manso cordero, mueres por mí
Por eso el alma triste y llorosa,
Suspira ansiosa, Señor, por ti,
2
Manos preciosas, tan lastimadas,
Por mí clavadas en una cruz:
En este valle sean mi guía,
Y mi alegría, mi norte y luz.
3
Bello costado, en cuya herida,
Halla su vida la humanidad;
Fuente amorosa de un Dios clemente,
Voz elocuente de caridad.
4
Tus pies heridos, Cristo paciente,
Yo indiferente los taladré;
Y arrepentido, hoy que te adoro,
Tu gracia imploro, Señor, pequé.
Unámonos, Hermanos
Juventud: Marchad
Soldados todos somos del ejército celestial,
Y tenemos que luchar, haciendo conocer,
Estas nuevas de gran poder,
Y las almas se pueden salvar.
CORO:
Juventud: Tomad la armadura toda de Dios,
Bien ceñido estad, cota, cinto, escudo de fe;
Juventud: Marchad adelante, las almas traed,
Somos los embajadores del Señor Jesús.
2
Fuerza la de Sansón y valientes como David,
Sabios como Salomón, la humildad de José,
Y con todo el amor de Juan,
Y la fidelidad de Moisés.
3
Gloria al Salvador, nuestro Guía y Libertador,
Que el mundo nos sacó, suyo es todo poder;
El imperio y su majestad,
Gloria, Gloria, por la eternidad.
Andando En Cristo
Andando en Cristo los santos verán,
En esta tierra la luz celestial;
Viene Jesús y su mano le dará,
Al que creyere que Cristo es la verdad.
2
Desde lejos mirándote está,
El paso firme que aquí has de dar;
Corre ligero a llegar donde El esta,
Cristo te ofrece un Edén celestial.
3
Ya viene Cristo, viene a coronar,
A los creyentes que guardan la fe;
En una nube se levantaran,
A la gloriosa mansión celestial.
4
¡oh pecador, ven a Cristo Jesús!
Cristo te ama con un gran amor,
Cristo te ofrece la gran salvación,
Si le aceptas con el corazón.
Un Grano De Arena
Un grano de arena en acho desierto,
Es el hombre en la presencia del Señor;
Un grano de arena para ser un templo,
Donde habita el Santo Espíritu de Dios.
2
Un grano de arena fui yo en el desierto,
Es el hombre y su forma El le dio;
Hoy soy llamado para ser un templo,
Donde habita el Santo Espíritu de Dios.
3
Un grano de arena fue el apóstol Pablo,
Pero Dios para su obra lo llamó;
Antes fueron doce los granos de arena,
De los cuales esta iglesia se formó.
4
Un grano de arena, pecador tú eres,
Pero puede Dios hacer un templo en ti;
Un grano de arena para ser un templo,
Donde habita el Santo Espíritu de Dios.
Dime Hermano, ¿Te Estás Preparando?
Dime hermano, ¿te estás preparando
Para el glorioso encuentro del Señor?
¿O todavía te encuentras meditando,
En proseguir en la senda del error?
2
Tal vez a solas tú pecado has cometido,
Pero con todo, siempre dice que estás bien;
No te engañes ni seas confundido,
Dios examina los pasos de cada quien.
3
De que te sirve decir que vas marchando,
Hacía la patria bendita del Señor,
Si el mismo Dios es quien te está mirando
Que es tu deleite vivir en el error.
4
Pero un día tendrás que dar tu cuenta
Ante el Gran Juez que todo sabe ya;
Tu recompensa será una triste afrenta,
Ya que en la vida ocultaste la maldad.
Mis Peticiones
Ciudad Celeste
Hay una ciudad muy grande y hermosa,
Gloriosa ciudad donde no habrá sol;
Allí sólo están los qué son salvados,
Con la sangre preciosa de nuestro Señor.
CORO:
Oh, yo quiero ir a esa ciudad,
Donde morarán los hijos de Dios;
Yo quiero vivir junto con los santos,
Mi anhelo es estar para siempre allí,
Con mi Salvador.
2
La vida de allí será más preciosa,
No habrá más sufrir, ni tribulación;
Solamente habrá coros celestiales,
Cantando alabanzas para nuestro Dios.
Misericordia Haz De Mi
Grande Es Tu Nombre
Grande es tu nombre, oh Cristo Jesús,
Con tu amor ya me diste la luz,
Al morir en la cruz.
Siento en mi vida un cambio feliz,
Que palabras no pueden decir,
Cómo obraste en mi.
CORO:
No quiero apartarme de tu lado,
Dame más fuerza para servirte;
Mi vida, alma y cuerpo,
Está en tus manos,
Puedes usarlos, mi Señor.
2
Cristo, contemplé el sacrificio en la cruz,
Y el llano brotó de mi ser;
Oh, qué inmenso es tu amor,
Nunca he podido pagarte, Señor,
Más mi vida en tus manos está,
Guíame con tu luz.
Consagración
El hombre que con Cristo edifica,
Debe haber un cambio en su interior,
Dejando todo engaño y malicia,
El tabaco y la copa del licor.
CORO:
Enséñame, Señor, a obedecerte,
Que quiero ser perfecto, mi Señor;
No dejes que mi carga me traicione,
No me dejes caer en tentación.
2
El lunes cuando llegas del trabajo,
Te sientes cansado y con dolor;
Y el resto de la noche te la pasas,
Sentadito frente del televisor.
3
El domingo cuando vienes a la iglesia,
Olvidas los diezmos del Señor,
Diciendo gloria a Dios y aleluya,
Tratando de ocultar tu imperfección.
4
Hermano, si tú tratas de engañarte,
Tratando de ocultar tu imperfección,
Realmente vienes a la iglesia,
El domingo por equivocación.
Levántate y Vela
Levántate y vela, no estés tan confiado,
Porque Jesucristo muy pronto vendrá;
Porque si tú velas te estás preparando,
Para ir con Cristo a la eternidad.
2
No pienses quedarte aquí al sufrimiento,
Porque el mundo entero se lamentará;
Allí será el lloro y el crujir de dientes,
Porque las estrellas se conmoverán.
3
Se llegó la hora del rapto glorioso,
Porque Jesucristo lo profetizo;
Los ángeles cantan con Cristo en el aire,
Están preparando un reino eternal.
4
Levanta tus ojos hacia el Oriente,
Suenan los clarines y dan la señal;
El sol se oscurece y la tierra tiembla,
Porque ya se acerca el juicio final.
Mensaje A La Iglesia
El clamor de mi pueblo ha llegado,
Ya estoy listo para irlo a buscar,
Cuando todos se amen como hermanos,
Y en mi iglesia se deje de pecar.
2
Hermano, tú que hablas de tu hermano;
Hermano, tú que hablas del pastor;
Así quieres llegar hasta los cielos,
Sin paz, sin bondad y sin amor.
3
Pastor, tú que velas por las almas,
A ti también yo te quiero exhortar,
Que corrijas los males de la iglesia,
Que por ella cuenta me tendrá que dar.
4
Amonesto que todos se aperciban,
Velando en ayuno y oración;
Yo, Jehová de los cielos soy el que hablo
En este día a toda congregación.
5
Yo soy Santo y habito entre los santos
Donde hay paz y amor habito yo;
Donde moran los rencores y los agravios,
Allí no mora el Espíritu de Dios.
Llévame
Quisiera decirte, Señor, lo que siento,
La alegría de mi corazón;
Quisiera estar cerca, decirte al oído,
Decirte que te amo, bendito Señor.
CORO
Llévame, oh, Cristo, Sí, llévame;
Llévame, Señor, junto a Ti.
Llévame, oh Cristo, sí, llévame,
Que nada en el mundo me aparte de Ti.
2
Ahora, Señor, que me encuentro a tu lado,
Huyó la tristeza de mi corazón;
Tu amor me ha llenado, tu amor satisface,
Por eso te amo, bendito Jesús.
3
Ahora soy tuyo, Señor Jesucristo,
Y siempre a tu lado por Ti lucharé;
Si Tu me iluminas, en Ti yo confío,
Hasta que Tu vengas, bendito Jesús.
Salmo 121
Alzaré mis ojos a los montes,
De donde vendrá mi socorro;
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
2
No dará tu pié al resbaladero
Ni se dormirá el que te guarda;
He aquí no se adormecerá ni dormirá,
El que guarda a Israel.
3
Jehová es tu Guardador,
Jehová es tu sombra a tu mano derecha;
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
4
Jehová te guardará de todo mal,
El guardará tu alma;
Jehová guardará tu salida y tu entrada,
Desde ahora y para siempre. Amén, amén, amén.
Oí Tu Voz
Jesús Y El Mendigo