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Relatoría 19 de Septiembre de 2020: Metafísica, identidad y

deconstrucción en Nietzsche y Heidegger, repercusiones estéticas

Por: Andrés Santana

En qué es metafísica de Heidegger, se habla de la nada como ese lugar que en la búsqueda
supera a la angustia, en la cual, hay que prepararse para enfrentar las infinitas posibilidades
del ente, porque el ente debe abrirse en su totalidad, no hay que tomar a la nada como
carente de esencia, el ser ahí debe plantearse todas las posibilidades del ente.

“Tiene que darse previamente la totalidad de lo ente a fin de que, simplemente


como tal, dicha totalidad pueda caer bajo la negación, en la que después la
nada misma debería mostrarse… El tedio profundo, que va de aquí para allá
en los abismos del Dasein como una niebla callada, reúne a todas las cosas y
a los hombres y, junto con ellos, a uno mismo en una común y extraña
indiferencia. Este tedio revela lo ente en su totalidad.” (Heidegger, 1929: 22)

En lugar de entregarse a una nihilidad, sino en los términos de la creatividad total,


Heidegger trata de hacer una re lectura de la metafísica para darle un fundamento a la
ontología producto de haber revisado profundamente a la metafísica.

Se asemeja a la metáfora de Nietzsche que se observa en la obra de Stanley kubrick


“Odisea 2001” en donde establece una relación con los planteamientos de Zaratustra en
cuanto a un análisis de la técnica como máximo logro de la metafísica, pero llega un
momento en que la técnica se convierte en un obstáculo metafísico para el hombre, como lo
es la moral, en consecuencia el hombre debe lanzarse al vacío, al espacio infinito, como
hace el astronauta y de este proceso emerge el superhombre, el cual es capaz de desligarse
al romper ataduras y lanzarse al espacio. Kubrick en lenguaje de imagen, concibe un bebe
cósmico. La voluntad es posibilidad de querer, sin fundación, por tanto, el superhombre de
Nietzsche está lanzado.

Podemos observar, parte del análisis sobre la nada en postulados de Sören Kierkegaard
como el siguiente:

“El espíritu está entonces en el hombre como soñando. Esta concepción


concuerda perfectamente con la de la Biblia, la cual, al negarle al
hombre en el estado de inocencia el conocimiento de la diferencia entre
el bien y el mal, condena todas las meritorias fantasías católicas. En este
estado hay paz y reposo; pero también hay otra cosa, por más que ésta
no sea guerra ni combate, pues sin duda que no hay nada contra lo que
luchar. ¿Qué es entonces lo que hay? Precisamente eso: ¡nada! Y ¿qué
efectos tiene la nada? La nada engendra la angustia. Éste es el profundo
misterio de la inocencia, que ella sea al mismo tiempo la angustia.”
(Kierkegaard, 1844: 40)

En Kierkeggard podemos ver que hay un salto de fe, en temor y temblor afirma que
hablando con pseudonimos, para convencer al lector, que la fe es el estadio que permite
superar. Pero en Nietzsche se trata de la voluntad, en términos de que hay que armarse de
valor, es decir, abrirse a todas las posibilidades que le da al ente la garantía de ser, si se
experimenta la nada alguien experimenta la nada, por lo tanto hay una garantía de ser, este
lo puede experimentar el ente, al ente se le debe dar la garantía de ser, pero en otro
espectro, ya no en el de la existencia, sino en el de la nada. En Kierkegaard se experimenta
la nada desde el ente, el hecho de ser le da garantía en todas sus posibilidades. La nada es
una posibilidad más.

Debate entre la fe y la voluntad respecto de la Metafísica


Hay un elemento ligado al eterno retorno en el sentido de preguntar cuando se experimenta
lo mismo, afirmarse en repetir, volver a vivir como un acto de vivir, porque el eterno
retorno viene siendo la afirmación suprema, “siempre la vida, después de la vida más vida”
voluntad de poder, la fe es voluntad, pero no precisamente vida, y lleva al eterno retorno,
En Nietzsche no hay fe, sino voluntad que paso por la experiencia de haber vivido y se
lleva a cabo el viaje, en Kierkegaard, hay un salto de fe parada en el discurso teológico, por
el contrario en Nietzsche es vital-vuelvo porque viví- no hay vacío, la fe en qué si lo que
me ampara es la vida.

Kierkegaard, y Nietzsche se pueden referenciar en el nihilismo, dado que la metafísica


hasta ese momento no se había preguntado por la nada, había identificado el ser con el ente,
pero cuando se identifica el ser con la nada, quedan abiertas las posibilidades. El primer
peldaño para salir de la metafísica hay que reconocer el olvido del ser, se está más cerca de
este peldaño al pensar el ente y el ser en relación con la nada. En la nada, el ser se acuerda
que está contenido por el ente. Todo ente tiene garantía de ser lo que quiera, sin ente no se
puede experimentar la nada. Es una lectura esencial y ontológica para leer la metafísica,
¿cómo enfrentar la nada superando la lectura metafísica de la nada?

En Kierkegaard si bien hay una propuesta del absurdo y el arrepentimiento, afirma que :
“Lo que es absurdo, no es absurdo en absoluto”. Por ello, el futuro es posibilidad de la nada
y por esta razón me angustio.

Sin embargo, hay diferencias cualitativas entre estos dos pensadores, diferencias de
interpretación, de acuerdo con lo anterior, la diferencia con Kierkegaard radica en que
Nietzsche ha sido más profundo en sentido, por la experiencia de haber vivido, ya que en el
salto de fe de Kierkegaard, no hay claridad sobre qué llena ese sentido, lo vendría a llenar
una desesperación que alivia Cristo al no desligarse del poder que lo hizo, sino no habría
autenticidad. Kierkegaard lo planteó desde la dependencia, por el contrario, Nietzsche al
ponerlo en el plano de la vida que libera progresivamente la dependencia, ósea que, hay
superación de la dependencia de Dios, la experiencia vivida que aquilata de sentido a la
existencia.

Estaría Nietzsche más cerca de los planteamientos de Stephen Hawking, si pensamos la


infinitud del universo con todas su posibilidades y sus leyes en no hay necesidad de Dios,
si sabemos que los átomos del universo están contenidos en nosotros, no como fe sino
como conocimiento. En esas interacciones biofísicas al apropiarlo, se apropia la totalidad
del ente, por lo cual Dios se presenta como innecesario.

La metafísica como vía de acceso tiene su propia metodología que además es válida, pero
se objetivo en religión, ese fue un problema para la filosofía con lo cual Nietzsche plantea
una salida de la encrucijada teológica, de Dios trascendente, el más allá. Así, Nietzsche lo
funda en el haber vivido Con respecto a la totalidad de lo ente, por eso antepone el
vitalismo y la psicología sirve para potenciar. Hay que re conceptualizarlo como connatos(
movimiento) al igual que Spinoza, quien plantea la situación del Dios inmanente y el Dios
del Mundo respecto a una realidad total.

Aforismo 151 del origen de la religión

“La necesidad metafísica no es el origen de las religiones, como pretende


Schopenhauer, sino solo un retoño de las mismas. Bajo el dominio de las ideas
religiosas nos hemos acostumbrado a la representación de «otro mundo» (o de
un mundo situado detrás, por debajo, por encima de este) y ante la aniquilación
de la ilusión religiosa sentimos un vacío y una carencia incómodos: de esa
sensación brota de nuevo «otro mundo», pero ahora solamente un mundo
metafísico y ya no religioso. Pero eso, que en épocas muy antiguas llevó
sencillamente a la suposición de «otro mundo», no era una pulsión y una
necesidad, sino un error en la interpretación de determinados procesos
naturales, una perplejidad del intelecto.” (Nietzsche, 1882: 130)

A Nietzsche puede considerársele como un filósofo “visagra” con un parte de él en la


ontología y otra parte de él en la metafísica, no es metafísico en su totalidad, puesto que
gracias a Nietzsche se pudo recordar al ser, por eso es ontológico, y, a la par, es metafísico
porque no planteó sistemáticamente la ontología radical y equiparablemente fundamentada
como la que elaboró Heidegger. En el libro titulado “Nietzsche”, en donde toma como
referencia principal el libro “ Voluntad y Poder” de Nietzsche, como obra central, de la que
Heidegger toma la metafísica para revisarla y sistematizarla concienzudamente, siguiendo
la tradición del pensamiento alemán que consiste en hacer una teoría total, por ejemplo en
ser y tiempo pretende acoger la totalidad. Heidegger plantea en sus textos diferenciaciones
con Nietzsche, sin embargo Nietzsche planteó un vitalismo y un logos a la sensibilidad y al
cuerpo que la filosofía anterior no había tenido en cuenta, ya había propuesto una teoría
total del ser. De alguna manera, Heidegger apropia elementos pensados por Nietzsche y los
sistematiza, por ejemplo el concepto de multiplicidad propuesto por Nietzsche; por el que
se cuestiona el Concepto como pretensión de totalidad dando apertura a múltiples sentidos
del Concepto como unidad de referencia, es clave para Heidegger al darle concreción a esa
multiplicidad cuando habla de los modos del ser del ente, construyendo un nuevo lenguaje,
otros signos de referencia, un método que permita objetividad y darle un estatuto a la
existencia. Teniendo en cuenta lo anterior, se establece la relación entre estos dos autores
a partir de sus enfoques, el enfoque de Nietzsche es más lumínico, desde un pensamiento
más racional, piensa la trascendencia como elevación, el de Heidegger es un enfoque
telúrico que es deconstructivo como la tierra, al definir la tierra como ser: que todo lo erige
pero lo desintegra a la vez, la nada de Heidegger está en el misterio de la tierra, es menester
recordar que Heidegger concibe la trascendencia como la existencia (en el aquí y el ahora)
y la cual contiene entidades como la tierra y el mundo que abren las posibilidades, así, la
aletheia para Heidegger, en términos de concebir una concepción de la realidad, termina
siendo la tierra, siendo metafóricamente un hiato cognoscitivo (se nace y se muere en la
tierra). Heidegger toma varios elementos de los filósofos más destacados de la filosofía
occidental y oriental para ir más allá de lo que reconoce en ellos gracias a su habilidad para
explicarlo y extenderlo de modo pragmático y realista, en Nietzsche esta facticidad se
queda en el plano de la exaltación y el desborde de metáforas.

Heidegger también convive con Wittgenstein en la crítica a la metafísica, considerados los


pensadores más importantes del siglo XX, debido al enfoque de análisis en el lenguaje,
evidenciando que el lenguaje concebido y en algunos casos pasado por alto en la Metafísica
no permite que la filosofía avance, pues se vuelca sobre sí misma. Por ejemplo, respecto a
la tesis de Fauerbach explicada por Marx “Hasta ahora los filósofos han tratado de
comprender la realidad, pero de lo que se trata es de transformarla” (Marx, 1970),
Heidegger entendió la urgencia de transformar la realidad, pero aporta enfáticamente el
volver a pensar, así que, tanto en la posición cercana al pragmatismo como en su giro al
lenguaje, Heidegger y Wittgenstein descubren que los filósofos se olvidan de la realidad,
puesto que el pensamiento ya no estaría al servicio de la realidad sino como entelequia de
pensamiento.

Está ligado ese abordaje de la entelequia a los planteamientos de Hegel de acuerdo al


absoluto racional, por ejemplo, bajo la consigna “Lo racional es lo real y lo real es lo
racional”. La filosofía del lenguaje del siglo XX da un entendimiento novedoso del ser, a
causa de la interpretación medieval del ser como una meta-entidad que contiene el ser,
llevándolo a una suerte de Dios, como dice Nietzsche “Convirtieron el lenguaje en una
suerte de fórmulas tautológicas” apuntando a esas tautologías constreñidas por Hegel.
Heidegger se aleja de ese racionalismo, que se profundiza con el racionalismo anglosajón,
al incluir dentro de su analítica existencial la disposición afectiva como una dimensión que
contempla los sentimientos, las emociones y las sistematiza incluso en Ser y Tiempo al
tratar el miedo, la angustia, el amor, ciertos elementos de la poesía que se involucran en esa
disposición y los elementos temporales, esta disposición afectiva ya la había tratado y
expuesto Nietzsche. Sobre el tiempo y la sensibilidad e ir más allá de la razón, Heidegger
explica:
“El tiempo no es relativo a la sensibilidad, sino más originario que ésta
como también más originario que el espíritu y la razón; por lo cual debe, sin
duda, ser puesto en la base del concepto de razón, del único que podemos
conocer, el de la razón finita.” (Heidegger, 20017: 232)

La matriz común entre los germanos y los anglosajones es el pensamiento matemático, el


cual llegó hasta el pensamiento algebraico, hasta su punto culmen, es que se dan cuenta de
la red y jaula de las formulas, al llevar la matemática al lenguaje transmutándolo a una
isomorfía, al equiparar número y lenguaje (palabra) enfatizaron en la tautología lógica.

Otro aspecto, que muchas veces se deja de lado, es la ética, Nietzsche trabajo varios
planteamientos éticos que si bien sistematizó, no extendió ese sistema, porque se ha
caracterizado más por las reflexiones. Kant sobre este asunto de la ética, aunque continúa
en la base matemática, es más terrígeno, incluso parecido al carácter telúrico de Heidegger,
en el sentido de razonar, tejer y reflexionar ampliamente los fenómenos sin extender el
sistemas, por el contrario, Hegel continua insertando la reflexión dentro del sistema formal
de la tautología lógica referente al espíritu absoluto que contiene la dialéctica hegeliana que
Nietzsche aunque la reconoce, la crítica desde la mayéutica socrática.

Proponiendo una salida a esta tautología lógica, se llega a la deconstrucción, que había
abordado Heidegger, pero antes ya había otros autores que caracterizaron la crítica y le
dieron desarrollo, como Pierce o el mismo Nietzsche. Posteriormente hubo un auge de
rescate de los griegos, de los clásicos, por ejemplo, de Aristóteles toman la diferencia para
enfrentar la epistemología y analizar los fenómenos desde esa diferencia, lo que implica un
análisis de orden cualitativo y no de orden cuantitativo en la esfera del pensar. Sin
embargo, “El origen de la tragedia” de Nietzsche fue la primera deconstrucción, fue la
interpretación más novedosa sobre los griegos que se hizo en el siglo XIX, al rescatar el
espíritu dionisiaco abordando una crítica a la anterior interpretación de los griegos sólo
desde el espíritu apolíneo a pesar de que afirma encontrarse en la línea de la dialéctica
hegeliana.

La metafísica debe superarse desde la base, desde un proceso de “Deconstrucción”,


precisamente Heidegger habla de “Destruction” “El término “destrucción” (Destruktion),
que aparece por primera vez en las lecciones que Heidegger imparte entre 1919 y 1920, se
corresponde con una germanización de la palabra latina destructio” (Crowe, 2006 p. 45
en Bedoya, 2019) abriendo caminos y senderos dentro del oscuro bosque de la metafísica,
tarea para la cual, se necesita reflexionar y escudriñar bajo la piedra angular del lenguaje,
que representa una novedad para él y un proceso en el cual tendió a ser radical para
apartarse “Paso atrás” de la tradición metafísica.

Identidad: Tensión tierra y Mundo


Por consiguiente, es entendible esta pretensión, porque los alemanes tienen la convicción de
que son los pensadores del planeta y por esta razón se referencian en ellos mismos. Ante
esta tradición alemana se puede ver en Nietzsche una crítica a esa idea de pureza en el
pensamiento Alemania, cuando se desliga de la casa Wagner y de ese orgullo de castas.
Heidegger no fue totalmente auto-referencial, con motivo de su lectura de los orientales hay
una separación de esa pretensión. Nietzsche y Schopenhauer también detuvieron la mirada
en otras culturas y desarrollos de otros lugares, sin considerarlas como pares, apropiaron
muchos elementos. Kant, en “Lo bello y lo sublime” resalta el papel de los pensadores
españoles y esencialmente de los artistas como Góngora y Quevedo, La crítica de las
costumbres y la analítica de la cultura que expone Kant habla bien de la cultura y
pensamiento Ibérico principalmente en su base latina, pero teniendo en cuenta que España
es la localidad más mestiza de Europa, tienen corrientes de filosofía del mundo árabe, de
hecho gran parte de las fortalezas de la filosofía ibérica tiene influencia árabe, también lo
celta en la zona gaélica, con las culturas nórdicas y su imbricación en el pueblo de Navarra,
por otro lado la cultura alemana y anglosajona es más encerrada.

No puede decirse que el español sea más altivo o más enamorado que
cualquiera de otro pueblo; pero lo es de una manera extravagante, que
resulta rara y fuera de la habitual. Abandonar el arado y pasearse, con
una larga espada y una capa, por el campo de labor hasta que el
extranjero de paso por allí desaparezca, o en una corrida, donde las bellas
son por una vez vistas sin velo, declarar con particular saludo cuál es la
señora de sus pensamientos y aventurarse en su honor a una peligrosa
lucha con una bestia salvaje, son actos desusados y singulares que distan
mucho de lo natural. (Kant, 1764: 69)

La diferencia de pensamiento de las culturas era apreciada por Nietzsche y Schopenhauer,


por el contrario, Hegel despotricaba de otras culturas, al enunciar su célebre frase “América
no tiene historia sino que apenas es geografía”, muy parecida a la visión de Shakespeare en
la obra “La Tempestad” (1611)1 , en la que detallaba los personajes del el Caliban era el
telúrico, el bárbaro o primitivo y Ariel quien representaba lo racional, lo más elevado y lo
espiritual. Shakespeare llegó a pensar que América era el Caliban, ese ser irracional y
primitivo.

Otros pensadores y escritores tuvieron una alta valoración de otras culturas en sus obras,
así como los alemanes Alexander Von Humboldt, un año mayor que Hegel, quien viajó a
América y aunque presentaba críticas y observaciones a los procesos políticos, tenía en alta
estima sus conocimientos y concepciones de la fauna y la botánica y otro como Johan
Wolfgang Von Goethe quien incluso realizó investigaciones y estudios sobre literatura
oriental2 y desarrollo el concepto de la Weltliteratur o literatura universal proponiendo un
enfoque hacia la expansión de la literatura a favor de la superación de lo nacional además
de la línea de pensamiento total que involucre la ciencias la literatura , la filosofía etc. Se
puede observar el curioso caso de Leibniz, quien publicaba sus obras en francés y se
desligaba un poco de la tradición auto-referencial alemana, o el caso de algunos
neokantianos que prospectaban en el campo de las posiciones diferentes al pangermanismo,
esta última que deriva de un ethos cultural muy arraigado, considerándose herederos
directos de la matriz de la antigua Grecia y que desemboca en la no casual aparición del
nacionalsocialismo. En la actualidad, Alemania ha reconfigurado sus acciones al haber
reflexionado sobre el error, es decir plantear el error y establecer mejoras ante las
atrocidades del pasado.

Se coincide en la reunión en la idea de que una Cultura debe plantear y apropiar sus
referentes sin pasar al extremo de sentarse en un narcisismo o esencialismo dentro de la
misma, esto entraña el hecho de conocerse a sí mismo para establecer las bases de una
nación y/o de un planteamiento sobre la cultura. También se debe considerar este
entendimiento sustentado en un sincretismo, por ejemplo, los griegos no erigieron toda una
etapa del pensamiento y cultura como llana y pura, sino que se encontraron fundidos entre
persas, egipcios, babilonios y otro sinnúmero de pueblos que aportaron a su desarrollo, de
hecho, es algo que sucede con la construcción de todos los pueblos antiguos al encontrarse

1
Obra de teatro de Shakespeare donde hacen aparición estos personajes.
2
Algunas de estas reflexiones se pueden encontrar en: Johann Wolfgang von Goethe, Diarios y anales,
Barcelona, Península, 1986, vol. I, pág. 149.
con claves comerciales necesarias. Eso implica el reconocimiento de todos los sentidos en
el conocimiento, desde diversas áreas, geográficamente, históricamente, demográficamente,
culturalmente, étnicamente etc.

Esa identidad debe también considerarse como morfo dinámica, es decir no se trata de
identidades estáticas sino que se encuentran con cambios y devenires. Al hacer una lectura
apresurada de Heidegger, y en consecuencia poco juiciosa, algunos lectores hacen una
crítica inadecuada al señalar el sentido esencialista univoco de su obra, dejando de lado los
elementos de apertura, de trascendencia, en este orden de ideas, lo esencial es necesario
para la apertura de nación, pero a la vez, desde esa fuerza de la identidad propia se
presentar una apertura, con lo cual la identidad nacional termina siendo dinámica y abierta
a más posibilidades, es el Lugar3 donde se cultivan muchas identidades, eso conduce al
planteamiento de un cosmopolitismo, además contemplado en su idea de mundo. El
esencialismo se vierte sobre un esencialismo provinciano que concibe el ser como presencia
y no como posibilidad, proponiendo un sistema cerrado en contraposición a la apertura y
posibilidad de Mundo y por supuesto, de ser en el mundo. Esta tensión entre La tierra,
tenido en esta reflexión como apertura de lo propio y la otra parte que sería el Mundo,
contenido como apertura al mundo (Cosmopolitismo ahora) se haya en la creación de la
obra de arte que se describe en El Origen de la obra de arte.

“La verdad se arregla dentro de la obra. La verdad existe sólo como la lucha
entre alumbramiento y ocultación, en la interacción de mundo y tierra. La
verdad se arreglará en la obra como esa lucha de mundo y tierra. La lucha no
se debe zanjar en un ente peculiar que haya de producirse expresamente para
él, ni meramente alojarse en él, sino precisamente hacerse patente desde él.”
(Heidegger, 2012: 39)

El problema de la libertad en Heidegger, se resuelve respecto a ese algo que yo elijo en los
siguientes términos: “El abrirse al ente no es algo que el hombre pueda elegir porque
constituye el Dasein mismo como tal en cuanto ser en el mundo. Esta libertad no es pues
una facultad de la que disponga el hombre, sino que es más bien ella la que dispone de él ”
(Vattimo, 1986:71), siempre y cuando el ente también esté abierto, es decir, hay en el
mundo normatividad, significados y comportamientos, el hombre está arrojado a un

3
Heidegger lo referencia como: El lugar abre en cada caso una comarca, en cuanto que congrega dentro de
ella las cosas en su mutua pertenencia. En el lugar entra en juego el congregar. (Heidegger, 1969)
contexto donde estos lo configuran, por lo tanto los elementos identitarios se encuentran en
relación con estos significados, en la disposición del ente y son disposiciones que no se
pueden negar, ya hay normatividad y condiciones y posibilidades de elegir. Dentro del
concepto de comprensión que explica Heidegger, además de ser entendimiento, perno se
queda en esto sino que va más allá entendido como: “El comprender constituye el ser del Ahí,
de tal modo que un Dasein, existiendo, puede desarrollar, sobre la base del comprender, las
distintas posibilidades de la visión, del mirar en torno o del mero contemplar” (Heidegger, 1927:
297) se presenta como proyecto y tiene como principio destacado el de la Apropiación, en
relación con la autenticidad: “La autenticidad es apropiación fundamentalmente en este
sentido: Se apropia de la cosa al relacionarse directamente con ella… Incluir las cosas
dentro del Proyecto propio” (Vattimo, 1986:44) Este apropiar tiene repercusiones en el
campo de lo estético teniendo en cuenta que el hombre, gracias al Dasein, apropia las obras
de arte y apropia el bagaje cultural del que dispone el mundo, con todas sus fortalezas en el
lenguaje, para ir a la experiencia estética podemos observar que el apropiar tiene ejemplos
casi que comunes en los que se extiende la obra en el pensamiento, cuando se mira una obra
de cine antes de dormir y en el sueño continua una extensión de la película o interacción
con elementos de esa producción cinematográfica, cuando se lee una novela o poesía se
asume un “Vivir la obra” llevar el ambiente, los personajes, las ideas a la cotidianidad. Así
mismo se apropia de los elementos culturales de nación, espacios diversos, lugares, arte,
entre otros que nos lleva a una experiencia auténtica que permite un encuentro con los entes
y requiere de esa apertura, de esfuerzo o disposición y TIEMPO. El acaecimiento
apropiador nos revela como devenir cualitativo, con valores agregados, así el eterno retorno
no será un volver a lo mismo sino que se volverá con apropiaciones en la vivencia, la
existencia. Igualmente se debe tener cuidado con el esencialismo, el apropiar debe dar paso
a los sincretismos anteriormente mencionados y la construcción en relación al mundo,
siendo de esta manera, los movimientos que sólo apropian un elemento constitutivo
originario como las comunidades indígenas caen en el esencialismo y en consecución en la
concepción del ser como mera presencia, cerrado y obstinado que lo reduce a un solo
elemento de la cultura vertiéndose en un impedimento de la historia.
Bibliografía

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