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9449-Texto Del Artículo-20668-1-10-20181017
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religiones
¿Un nuevo tiempo?
Ignacio Sepúlveda del Río
Universidad Loyola Andalucía
E-mail: jisepulv@gmail.com
RESUMEN: Se afirma, sin lugar a dudas, que la sociedad occidental —con sus más
y menos, dependiendo de cada país— es una sociedad marcada por el secularismo.
Pareciera que la secularidad es un dato que se da por sentando de la misma manera
como se dan por obvios sus efectos positivos. Pero, ¿qué queremos decir cuando ha-
blamos de secularismo? * ¿Cuáles son sus contenidos y límites? ¿Toda sociedad debe
tender a ser secular? Estas preguntas no son ociosas, pues conviene tener claridad de
qué estamos hablando.
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plica una mirada histórica y her- siglo xxi podemos decir que las
menéutica de la realidad que se sociedades occidentales son, en
contrapone al análisis racionalista mayor o menor grado, seculares,
clásico que plantea el secularismo ¿pero se ha llegado a cumplir la
como un producto de la destruc- profecía secularista? Al respecto,
ción de los mitos infantiles a través Peter Berger afirma:
del aumento de la racionalidad hu-
«Mi punto es que el supuesto
mana 3. Además, se debe insistir en
de que vivimos en un mundo
la triple definición que Casanova secularizado es falso. El mundo
da del secularismo, entendiéndolo de hoy, con algunas excepciones
como separación y emancipación que señalaré, es tan furiosamen-
de la esfera secular de la religiosa, te religioso como siempre lo ha
así como el declive de la práctica sido, y en algunos lugares lo es
religiosa y, por último, su tenden- mucho más. Esto significa que
cia a la privatización, es decir, a toda la literatura de historiado-
su vivencia en la esfera privada. res y cientistas sociales que ha
Estos elementos manifiestan tres sido etiquetada a la ligera como
maneras distintas de secularismo ‘Teoría de la Secularización” está
esencialmente equivocada» 4.
que se pueden y deben entender
de manera independiente.
¿La afirmación de Berger echa
por tierra toda la teoría de la se-
2. El fenómeno religioso hoy: cularización a la cual se sumó
¿somos tan seculares como también con sus trabajos e inves-
se dice? tigaciones? Sí y no. Obviamente,
el proceso de la modernidad ha
Durante buena parte del siglo xx generado efectos que podríamos
se asumió como un a priori incues- denominar como seculares: hay
tionable la idea de que las religio- separación entre la esfera religiosa
nes irían paulatinamente desapa- y la secular (separación Iglesia y
reciendo del espacio público y, Estado) y, por otra parte, muchas
finalmente, también del espacio instituciones religiosas han per-
privado. Es verdad que en pleno dido poder e influencia en mu-
chas sociedades (véase, la Iglesia
3
Para profundizar: Ch. Taylor, “Two
Theories of Modernity”, en Hast- 4
P. Berger, The Desecularization of the
ings Center Report 25 (1995), 24-33; ID., World. Resurgent Religion and World Poli-
Modern Social Imaginaries, Duke Univer- tics, Ethics and Public Policy Center,
sity Press, Durham and London 2004. Washington DC 1999, 2. Traducción mía.
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elabora de forma sistemática una mente con los más pobres. Esta
encíclica dedicada íntegramente mirada implica, obviamente, un
a este tema. ¿Por qué los cristia- compromiso con la realidad que
nos se deben preocupar y ocupar, va a más allá de la esfera de lo
más allá de lo que les corresponde privado y que se adentra obliga-
como ciudadanos, del tema de la toriamente en el espacio público.
ecología? La preocupación por la Pareciera que entender el fenóme-
naturaleza tiene que ver con la jus- no religioso como un algo propio
ticia con los pobres, con el compro- de la esfera privada es claramente
miso con la sociedad y, también, un error. Las religiones se niegan a
con la paz interior: «El ambiente ser confinadas en lo privado y sa-
humano y el ambiente natural se len, una y otra vez, hacia la esfera
degradan juntos, y no podremos pública. La pregunta fundamen-
afrontar adecuadamente la degra- tal aquí es cómo integrar –o rein-
dación ambiental si no prestamos tegrar– lo religioso en el espacio
atención a causas que tienen que público.
ver con la degradación humana y
social» (LS n. 48). Y, posteriormen-
te, el Papa clarifica: 3. Tiempo de post-secularidad:
pluralismo y diálogo
«Quiero mostrar desde el co-
mienzo cómo las convicciones de
la fe ofrecen a los cristianos, y en a) Nuevo tiempo de
parte también a otros creyentes, post-secularismo: reconocer
grandes motivaciones para el el lugar de lo religioso
cuidado de la naturaleza y de los
hermanos y hermanas más frági- Jürgen Habermas ha cuestionado
les. Si el solo hecho de ser huma- la tradicional teoría de la secula-
nos mueve a las personas a cui- rización. Para el filósofo alemán
dar el ambiente del cual forman hoy vivimos en un tiempo de
parte, los cristianos, en particu- post-secularismo. Este fenómeno
lar, descubren que su cometido se caracteriza por tres hechos de-
dentro de la creación, así como cisivos. En primer lugar, la am-
sus deberes con la naturaleza y el plia percepción pública de que el
Creador, forman parte de su fe» fenómeno religioso está presente
(LS n. 64). como explicación de los grandes
conflictos globales. Según Haber-
Desde la óptica cristiana, la fe no mas, “esto ha minado la creencia
se entiende sin una relación con el secularista de que en un futuro
mundo y con los otros, especial- cercano la religión desaparecerá
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yentes– en todo el mundo han re- se qué hay de fondo en este plan-
conocido que estamos en un tiem- teamiento y por qué España sigue
po de post-secularismo: este es un teniendo como referencia un mo-
tiempo de superación del secula- delo que en muchas partes se en-
rismo combativo y de reconoci- tiende como superado.
miento el valor del discurso reli-
gioso en las sociedades pluralis- Vivir y construir en sociedades
tas. Esta línea de pensamiento es post-seculares no es ni será fácil.
la que se ha estado imponiendo en Se requiere capacidad de diálogo y
el mundo académico –y también de respeto entre los diferentes gru-
no académico– en diversas partes pos que componen la sociedad. Es
del mundo. Teniendo lo anterior por esto que los desafíos del post-
como fondo, llama la atención y secularismo implican la existencia
surge como interrogante que mu- de grupos laicos y religiosos ca-
chos grupos en España –políticos paces de dialogar y escuchar con
y no políticos– sigan abogando respeto desde una perspectiva que
por un secularismo cuya máxima ponga el acento en la riqueza de
expresión es la idea de la laicidad la diversidad y la importancia del
francesa. Convendría preguntar- encuentro con el otro.n
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Brendan sWeetMan
La religión y la ciencia
Una introducción
248 págs.
p.V.p.: 35,00 €