El periodo mesolítico es entendido como la edad media de la piedra, es la
transición del paleolítico al neolítico.
En este periodo se apreciaron las últimas y pequeñas sociedades de cazadores y
recolectores que principalmente caracterizaban al paleolítico. Este periodo inicia con la transición del pleistoceno al holoceno alrededor de 12 mil años atrás, durante esta transición finaliza el último periodo glacial y poco a poco se va instaurando un clima más templado y cálido el cual permite el crecimiento de bosques e inundación de costas, también se pudo apreciar una ampliación en los alimentos que esta población consumió debido a la emigración y extinción de algunos animales de este periodo de desglaciación. Así mismo se caracterizó por la domesticación del perro, el cual sirvió como herramienta para cazar, se desarrolla la pesca y se construye chozas de mejor calidad, también trabaja mejor la piedra lo cual les sirve en el uso cotidiano para cazar y recolectar, poco a poco la población va aumentando, se almacenan algunos alimentos y poco a poco se notan ciertas jerarquizaciones en la sociedad que antes era inexistente y que aumenta con el paso del tiempo. La mejora de la construcción de las casas y establecimientos comerciales iba haciendo poco a poco posible la idea de incorporar el horno a los establecimientos de panadería. Por su parte la Revolución Industrial trajo varias mejoras en los molinos que permitieron incorporar la producción de pan, aunque también se comenzaron a desnaturalizar las harinas incorporando blanqueantes como la alúmina entre otros. Este proceso de industrialización hizo que la elaboración doméstica decayera, sobre todo en las áreas urbanas. Viena se fue convirtiendo a finales del siglo XIX en la ciudad europea que lideraba la producción de pan. La gran parte de los avances en panadería provenían de las mejoras tecnológicas incorporadas por los molineros de Hungría. El año 1873 el gobernador de Minnesota contrato a molineros húngaros en sus tierras con el objeto de aprender la técnica vienesa. A finales del siglo XIX, se desarrolló una serie de inventos que se incorporó en la cultura de la gastronomía emergente. El pan, a partir de comienzos del siglo XX, empieza entonces a unirse claramente a la elaboración de un tipo de que es demandada por una sociedad industrial y urbana