En la actualidad el uso de las redes sociales, ha aumentado drásticamente, ya que existen

muchas páginas en donde se hace notorio de que lo importante es estar delgado, tanto los
hombres como las mujeres, pero que hay detrás de todos ellos, nadie conoce sus verdades.
No se puede negar que es bueno llevar una alimentación sana, y realizar ejercicios, pero
muchas personas no tienen ese entusiasmo, o simplemente no puede por razones
económicas, ya que, es de alto costo lo que son el consumo de las proteínas, las frutas,
suplementos o los gimnasios.

En la adolescencia, la motivación más efectiva, es el deseo de vitalidad, de buena

apariencia y popularidad, es por eso que la adecuada alimentación empieza desde temprana
edad, en donde los padres enseñan los hábitos de comer, que ingerir, evitan los azúcares, las
bebidas artificiales, para que cuando la persona crezca ya sabe que es bueno y que es malo,
para evitar tener una baja autoestima, y evitar enfermedades como: la diabetes, que es una
enfermedad muy fuerte ya que es por el exceso consumo de azúcares y a veces son
hereditarias.

Pero no cabe duda, que las redes sociales influyen en el autoestima de la persona, una
mujer al ver a otra con un buen cuerpo ella desea tenerlo también, o lo mismo pasa con un
hombre al ver que tiene buen físico él desea verse igual de atractivo que él, y es ahí donde
comienza esa influencia, las mujeres por lo general optan por provocarse vómitos después
de consumir cualquier alimento, por lo que le traería ciertas consecuencias y la lleva a una
Anorexia o Bulimia, siendo ambas muy delicadas ya que, puede llegar a morir la persona
sino es atendida a tiempo. A esto se le agrega la falta de autoestima el no quererse, y el
buscar otra alternativa para poder tener el cuerpo deseado.

En síntesis, a veces es difícil hacer que la persona coma o deje de comer, un

determinado alimento, aunque sea por motivos nutricionales, haciendo difícil a la persona a
tomar conciencia de las consecuencias de determinados hábitos alimenticios. Es importante
pues, que desde la infancia y desde la escuela, se les facilite la información necesaria para
que los adolescentes se conviertan en consumidores bien preparados y críticos, que puedan
tomar decisiones correctas, y así evitar sufrir alguna enfermedad a futuro.