INSTITUCIÓN EDUCATIVA “MARILLAC “LA PLATA.

ÁREA: ÉTICA Y VALORES HUMANOS

GUÍA No. UNO FECHA DE ENTREGA: LUNES 25-01-2021
FECHA DE RECIBIDO: VIERNES 29-01-2021
GRADO: GRADO 8A TIEMPO: 2 HORAS
DOCENTE: FLOR EVELIA MUÑOZ VALENCIA
RECOMENDACIÓN.
Lee detenidamente, antes de darle inicio a las actividades. Debes comprender e
interpretar correctamente la presente guía de trabajo, para luego evidenciar
tu aprendizaje.

COMPETENCIA

Integrar a su proyecto personal de vida, valores y principios que sirvan de fuente

para enriquecer la relación con los otros en su cotidianidad, siguiendo la ética de la
convivencia humana.

CONOCIMIENTO

VALOR LA PACIENCIA

CONCEPTO

La paciencia es la capacidad de esperar con calma lo que viene. Significa aceptar

positivamente los defectos o limitaciones propias y de los demás, así como las situaciones
difíciles que se presentan en la vida. Muchas personas no esperan, se desesperan.

INGREDIENTES PARA LA PACIENCIA

1. Esperar: después de evaluar, el paciente da tiempo suficiente para resolver la

situación. Hay que esperar, no desesperar.
2. Tranquilidad: Es mejor esperar con tranquilidad, una persona paciente, es
positiva y no está pensando lo peor, lo cual le permite esperar con tranquilidad
y darle tiempo al tiempo.
3. Compromiso: La paciencia es activa. No significa dejar todo en manos del
destino y sentarse a esperar a que todo ocurre, sin ningún esfuerzo y sin tomar
decisiones. El que espera que las cosas le caigan solitas, no tiene esperanza,
sino que es un perezoso.
4. Evaluar: Frente a una situación difícil, a alguien molesto o a alguna cosa que
se demora, la persona paciente evalúa. Si hay solución a cualquiera de éstas
situaciones, el paciente no se preocupa, ni se desespera. Si ésta no tiene
solución, tampoco pierde el tiempo preocupándose. Evaluar una situación
evita perder la paciencia.
5. CUENTO “UN PINCEL MARAVILLOSO”
Ma Liang era un jovencito que soñaba con aprender a pintar. Como desde muy
niño quedó huérfano, tenía que ganarse la vida vendiendo atados de leña y
heno…tenía tantas necesidades que no había podido ahorrar para comprarse
un pincel. Un día, al pasar cerca de una escuela, vio al maestro rodeado de
algunos aprendices pintando un cuadro para un terrateniente. Emocionado Ma
Liang entró y les dijo:” Quiero aprender a pintar, ¿Podrían prestarme un
pincel?” El maestro lo miró con enojo, mientras un aprendiz se burló:” Un
humilde con pretensiones de pintor? ¡Vaya locura! “Ma Liang, que tenía un
carácter firme, antes de irse les dijo:” ¿Una persona pobre no puede ser pintor?
¡Ya lo veremos!”
Desde entonces, cada minuto libre lo dedicaba a la pintura. Cuando iba a
recoger leña a la montaña, con un palito dibujaba en la tierra los pájaros que
volaban sobre su cabeza. Cuando iba a cortar heno en las orillas del río, con
una raíz humedecida dibujaba pacientemente sobre las piedras los peces que
veía en el fondo. A falta de pincel utilizaba carbones para los ejercicios que
hacía en las paredes de su casa. Los años fueron pasando sin que Ma Liang
interrumpiera sus prácticas de dibujo ni un solo día.
Sus figuras eran tan perfectas que parecían tener vida. Un día, dibujó en una
peña un gran lobo gris tan feroz que la vaca y las ovejas no se atrevían a
acercarse al lugar. Cada vez que hacía un dibujo, Ma Liang añoraba, con
frenesí, poseer un pincel.
Una noche, agotado por una dura jornada de trabajo y estudio, se durmió
profundamente.
En sueños, vio un anciano de barba blanca que le ofrecía un pincel, mientras
le decía: “Has sido perseverante. Toma este pincel, mientras le decía: “Has
sido perseverante. Toma este pincel y dale, en tu vida, buen uso”. Ma Liang lo
recibió; era de oro macizo, brillante y pesado. “¡Gracias, abuelo, muchas
gracias…!” atinó a decir. La emoción del sueño lo despertó. Había sido un
sueño, pero se sentía desconcertado porque tenía un pincel verdadero en su
mano.
Estrenó el pincel pintando un colibrí. El ave sacudió sus alas y, gorjeando, alzó
vuelo. Fue así como descubrió que era dueño de un pincel mágico. Su corazón
desbordaba de gozo.
Con su pincel nuevo, Ma Liang pintaba para todos los aldeanos. Al que no
tenía arado, pintaba un arado. Al que no tenía azadón, le pintaba uno. Pero,
como siempre, la historia del joven se supo. Al poco tiempo un hombre rico de
una aldea vecina mandó a dos lacayos para que lo detuvieran, y una vez en
su casa, le ordenó pintar para él. Como Ma Liang se negó, lo mandó encerrar
en una celda. Venciendo el miedo, el chico esperó la noche y dibujó una estufa
y unas galletas. Al abrigo de la estufa, él y sus compañeros de prisión comieron
las galletas. Una vez saciado el apetito, Ma Liang dibujó una escalera contra
el muro del patio para saltar al otro lado y escapar. Ya libre, dibujó un magnífico
corcel y una antorcha, y partió veloz como el relámpago. Ma Liang cabalgó
durante algunos días y noches. Se detuvo en un pueblo en donde vivió
dedicado a pintar búfalos, pozos, norias que los campesinos utilizaron para
cosechar sus tierras.
 Adaptación de un fragmento del relato tradicional chino El Pincel mágico, de
Han Xing. Ed. El delfín.

EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE

1. Construye un esquema que contenga el concepto del valor de la paciencia y

los ingredientes indispensables para fortalecer éste valor.

Lee el cuento” Un pincel maravilloso” y responde los interrogantes de acuerdo a su

contenido:

➢ ¿Qué cualidades le permiten a Ma Liang perfeccionar su arte?

➢ ¿Cuál es la característica sobresaliente de los dibujos del joven?
➢ ¿Crees que él comprendió la advertencia del anciano al regalarle el pincel
mágico? ¿Por qué?
➢ ¿Estás de acuerdo en que si nos tomamos las cosas con calma podemos
resolver mejor?
➢ En el desenlace inventa un final inesperado, que sorprenda y deje pensando
al lector
y deje pensando al lector o lectora.
➢ Justifica la siguiente afirmación, según el planteamiento del tema visto:” La
paciencia es decir sí al compromiso y no a la pereza”.

DESEMPEÑO Y VALORACIÓN

1. Puntualidad, responsabilidad y honestidad en los trabajos.

2. Pulcritud, ortografía y claridad en la escritura.
3. Buena argumentación en sus textos escritos