Primera edición, junio de 2010

© Fernando Navarro García, 2010

© SEPHA Edición y Diseño, SL., 2010

Biedmas, 4
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Dirección editorial: Gonzalo Sichar Moreno

Dirección de la colección Flores del Mal: Fernando Navarro García
Revisión de textos: Juan Jesús Mora Molina

Diseño de cubierta: Ricardo Espinosa

Las fotografias de cubierta así como interiores han sido tomadas de diferentes fuentes,
entre ellas internet. Hemos intentado sin exito localizar la propiedad de cada una, razón
por la cual incorporamos este texto”

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación

de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción
prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.
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ISBN: 978-84-96764-66-8
Depósito legal: MA-1068-2010

Imprime Estugraf
Printed in Spain - Impreso en España
A Marta y a mis hijos, para
que en sus vidas no se cruce
ningún totalitarismo
ÍNDICE

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
Introducción: el sentido de vivir y morir bajo el nazismo. . . . . . . .13
Diccionario A-Z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23
Posters de propaganda nazi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .746
Mapas de Europa (1923 - 1945) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .753
Equivalencias aproximadas de rangos de las SS y SA
con el Ejército español . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .761
Condecoraciones militares alemanas más conocidas . . . . . . . . . .763
Glosario de términos, vocablos e instituciones más comunes
usados en el Diccionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .765
Bibliografía especializada (clasificada por áreas temáticas) . . . . .781
Clasificación onomástica por tipo de actividad o filiación . . . . . .839
 AGRADECIMIENTOS

No soy historiador profesional; por tanto este libro debe mucho a

bastantes personas. En primer lugar a mis padres y a su variada biblio-
teca. Cuando era niño recuerdo pasar las horas muertas mirando mapas y
ojeando los voluminosos tomos del Espasa Calpe en los que se mezclaban
alfabética y anárquicamente pagodas con castillos, microscopios y leones.
Los libros fueron importantes, pero más aún el ambiente de curiosidad
intelectual permanente que siempre ha existido en mi casa. Por eso es a
mis padres a quienes debo mi primer agradecimiento.
Debo agradecer a los cientos de autores, muchos de ellos españoles, en
cuyas obras previas se sustenta este diccionario y sin las cuales no habría
podido nacer. Es imposible enumerarlos a todos, aunque en la bibliografía
temática recogida al final de este diccionario figuran aquellos cuyas obras
he utilizado más profusamente.
Agradezco también a mis cultos e inquietos amigos F. Álvaro Durántez,
Gabriel Alonso, Jesús Miranda, Gonzalo Sichar y Antonio Martínez-
Piqueras por haber seguido con interés el nacimiento de este libro, y por
haberme inoculado con su agudeza y curiosidad la fuerza necesaria para
culminar la obra. Compartir periódicamente con ellos el análisis relajado
sobre temas culturales tan diversos me permite seguir creciendo. En un
mundo que empieza a relegar al olvido el tiempo para la reflexión, la
conversación relajada y el intercambio de ideas, su amistad es un lujo.
Gonzalo Sichar, es además de amigo mi editor. Con Gonzalo no sólo com-
parto muchas ideas e intereses, sino que ha confiado plenamente en este
proyecto editorial desde el primer momento y me ha ayudado y orientado
durante el largo periodo de gestación de esta obra.
A María García Alia, Sara Juanes García y Cecilia Gómez Manrique,
sin cuyo apoyo en la traducción de ciertos textos engorrosos me hubiera
resultado mucho más dificultosa la escritura de este libro.
Agradezco a Francisco Molina García, del Ministerio de Defensa, y
al Teniente Coronel Juan Rodríguez, sus aportaciones bibliográficas y a
Mª Jesús Virto el haberme recomendado incluir algunas biografías poco
12 Fernando Navarro García

conocidas en este diccionario. Gracias también a Félix Díaz Álvaro, recien-

temente fallecido, y a su hijo Félix Díaz Martínez, por haberme confiado
documentos personales que utilicé en esta obra.
A Marta mi mujer, hoy embarazada, y a mi hijo Alejandro; pues les he
robado muchas horas para escribir este diccionario. No me dedico profe-
sionalmente a publicar libros de historia, así que tuve que escribir en mis
ratos libres y vacaciones. Gracias, Marta, por haberme permitido culmi-
nar el sueño.
Gracias finalmente a mi querido abuelo, el Maestro de Huitar, pues quizás
fueron sus espléndidamente narradas historias las que me hicieron amar la
Historia. Era yo un niño cuando una noche me contaba la gesta de Leonidas
y sus trescientos. No hacía más que desarrollar –y acaso adornar– la narra-
ción de Herodoto; sin embargo tuve la intuición al mirar sus ojos vidrio-
sos, azules y ciegos que cuando mi abuelo contaba aquellas viejas histo-
rias estaba reconociendo en ellas fragmentos de su vida, tan salpicada
de muerte, miseria y nobleza como la de cualquier español nacido con el
siglo XX. “Caminante, ve y cuenta que los que aquí yacen murieron por defen-
der las leyes de los lacedemonios”. Mi abuelo, el Maestro de Huitar, había
vivido la guerra y sufrido la represión y, sin embargo, no guardaba resen-
timiento. Antes que republicano era maestro, y sabía por los libros leídos
y los días sufridos que la Historia nunca ha sido blanca o negra y que el
maniqueísmo y la ceguera doctrinaria sólo podía combatirse con valores
humanos y que éstos no eran patrimonio de unas siglas. Así educó a sus
hijos y así ellos pudieron forjarnos a nosotros. Sean mis últimas líneas de
agradecimiento para él, pues "hay personas a las que enterramos en la tierra,
pero las hay especialmente queridas que tienen nuestro corazón como mortaja.
Su recuerdo se mezcla cada día con nuestras palpitaciones; pensamos en ellas lo
mismo que respiramos, están dentro de nosotros por una dulce ley de la trans-
migración de las almas propia del amor. Un alma mora en mi alma. Cuando a
través de mí se hace un bien, cuando se pronuncia una palabra hermosa, esa
alma habla, actúa. Todo lo bueno que hay en mí emana de esa sepultura, como
emanan de un lirio los aromas que perfuman la atmósfera" (Balzac, El Lirio
del Valle).
 INTRODUCCIÓN

EL SENTIDO DE VIVIR Y MORIR

BAJO EL NAZISMO

Es un poema muy popularizado (y a menudo mal atribuido a Bertolt

Bretch) aquel que empieza con "primero vinieron a por los comunistas y no
alcé mi voz porque yo no era comunista..." .
A costa de repetirlo, el poema se ha transformado en un tópico, efec-
tivamente, pero eso no le resta valor descriptivo en cuanto a lo que real-
mente sucedió en la sociedad occidental del primer tercio de siglo XX.
Nadie se tomó en serio los ademanes de la bestia en ciernes y solo unos
pocos valientes y anticipatorios supieron ver lo que escondía la verdad
descarnada del nazismo. Y he escrito la “verdad descarnada” con toda la
intención, ya que el nazismo no ocultó ninguna de sus grandes líneas
maestras, ninguno de sus objetivos cargados de nihilismo, resentimiento
y destrucción (como tampoco lo hacen hoy el fundamentalismo y en
menor medida ciertos populismos). En este aspecto fueron de una cohe-
rencia absoluta: publicaron pormenorizadamente sus planes futuros y
los ventilaron sin complejos en todos los foros posibles, sin demasiado
maquillaje, pues desde la cosmovisión nazi sus principios y valores no
eran vergonzantes sino más bien todo lo contrario. ¿Por qué ocultarlos
entonces? Las críticas tuvieron que haber surgido desde las democracias
occidentales pues, al cabo, eran el primer objetivo a batir por el nazismo
en cuanto llegara al poder. Sin embargo, en la década de los años treinta
del siglo pasado, muy pocos estadistas democráticos supieron interpretar
adecuadamente las señales.
Algunas personalidades brillantes y sensatas como Churchill se atrevie-
ron a alzar la voz contra el nazismo y, sobre todo, se negaron a contem-
poraneizar con él. Por ello fueron tachados de belicistas, poco dialogantes
e intolerantes; y supongo que aquellos hombres llegaron a sentirse como
la legendaria Casandra, aquella hija de reyes troyanos y sacerdotisa del
Templo de Apolo que anticipó la destrucción de su ciudad y sin embargo no
consiguió ser comprendida por sus compatriotas hasta que acaeció la trage-
dia. Esos hombres, esas nuevas reencarnaciones de Casandra, tuvieron que
sufrir lo suyo durante años al ver a una Europa mendicante de una paz (en
14 Fernando Navarro García

minúscula) que se anteponía a cualquier cosa, incluida su propia Libertad

(en mayúsculas). La historia ha puesto en su lugar a aquellas políticas bien-
pensantes del "apaciguamiento" que, a la larga, alimentaron y oxigenaron al
nazismo y nos llevaron directamente a la Segunda Guerra Mundial.
La razón para escribir este Diccionario Biográfico de Nazismo y III Reich
estriba en la inexistencia de una obra de este tipo en lengua española.
Resulta bastante sorprendente como siendo el nazismo y la Segunda
Guerra Mundial materias que suscitan tanto interés editorial, no se haya
publicado hasta ahora un diccionario que desarrolle las biografías de sus
principales protagonistas. Existe en otros idiomas, pero no en español. Al
leer cualquier libro, novela histórica o ensayo sobre el nazismo, III Reich
o la Segunda Guerra Mundial lo habitual es tener que enfrentarse a dece-
nas, sino centenas de protagonistas, cuyas actividades se entrecruzan,
superponen o colisionan. En general los libros de historia incluyen un
índice onomástico de personajes citados, pero nada más. Si el lector desea
saber más de alguno de esos personajes, tendrá que consultar otros libros
o recurrir a otras fuentes de información (hoy en día Internet, con Google
o Wikipedia a la cabeza, son recursos muy valiosos aunque no exentos de
riesgos, sobre todo en cuanto a la veracidad o rigor de sus informaciones).
Esa consulta no siempre es posible y, sobre todo, exige un tiempo que hoy
en día no sobra a casi nadie. Compilar en este volumen las biografías de
más de medio millar de personas clave durante el auge y caída del nazismo
debería servir de ayuda a todo aquel que desee ampliar información com-
plementaria sobre sus principales actores. Un ejemplo: cualquiera que
haya leído la excelente novela histórica Las Benévolas (Jonathan Littell) se
habrá sentido fascinado por la erudición del autor y la trama de la novela,
pero también abrumado por la ingente cantidad de protagonistas “rea-
les” que por ella transitan. Como lector curioso uno necesita saber ¿cómo
llegó Globocnik a dirigir ese campo de exterminio? ¿salió finalmente vivo
Degrelle del frente ruso? ¿asistió realmente Albert Speer a la famosa con-
ferencia de Posen en la que Himmler habló, ya sin tapujos ni eufemismos,
del exterminio sistemático de judíos? ¿cómo llegaron Eichmann, Mengele,
Klaus Barbie a convertirse en unos despiadados asesinos? ¿consiguieron
escapar a la justicia o pagaron por sus crímenes? ¿no tuvieron todos ellos
una infancia en la que conocieron la inocencia? ¿qué hizo Gunther Grass
durante la Segunda Guerra Mundial? ¿y Karajan o Richard Strauss?
Esas cosas no suelen explicarse en la novela histórica pues el personaje
simplemente “está allí”, tiene un papel que interpretar (a menudo corto)
y luego desaparece, hace mutis. Algo parecido sucede con las obras y ensa-
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich 15

yos rigurosamente históricos: el historiador cita y enumera unos perso-

najes en un contexto, los enclava en un momento, pero no puede exten-
derse en detallar sus vidas, ni explicarnos que hacían antes del III Reich
o qué fue de ellos tras la derrota de Alemania. El historiador no puede
biografiarlos. Por eso creo que era necesario este Diccionario Biográfico de
Nazismo y III Reich.
La tarea, sin embargo, no es nada fácil, pues la historia del nazismo no
puede circunscribirse a los doce años que duró el III Reich (1933 – 1945) sino
que puede remontarse al siglo XIX o prolongarse a la postguerra, especial-
mente en lo relativo a la caza y captura de sus principales criminales de
guerra. Tampoco el nazismo es un fenómeno que deba ser reducido al ámbito
geográfico de Alemania y Austria. Hubo nazis y simpatizantes del nacionalso-
cialismo en casi todos los países europeos, algunos de ellos con una sólida
tradición democrática, como el reino Unido. Del mismo modo conviene
tener presente que el nazismo no fue solo un movimiento de políticos y
militares. Hubo nazis y opositores al régimen en todos los estratos de la vida
social y profesiones. Por las páginas de este diccionario discurren las vidas de
deportistas, exploradores y aventureros, profesores, científicos, filósofos,
religiosos, ocultistas y astrólogos, actores de cine, literatos y poetas, músi-
cos, pintores y escultores, arquitectos, empresarios y hombres de negocios,
jueces y abogados. Por supuesto, también políticos y militares, gauleiters,
ministros, gobernadores, miembros de los Freikorps, de las SA, de las SS,
de la Gestapo, de la Kripo, de la Wehrmacht, ases de la aviación, héroes de
guerra, espías, golpistas, intrigantes, traidores y asesinos.
La "banalidad del mal", según la acertada expresión de Hannah Arendt,
cubrió todos los ámbitos de actividad social en la Alemania nazi y el
mundo en guerra. Los trenes cargados de prisioneros nunca habrían
llegado a Auswich sin la participación irresponsable y en muchos casos
voluntaria de millones de cómplices, testigos silenciosos y ciegos cumpli-
dores del deber. El III Reich tampoco hubiera podido existir sin la inacción
y el "apaciguamiento", igualmente irresponsable y suicida, de las potencias
occidentales de la época. Deberíamos extraer consecuencias de este tipo
de pasividad ante el crecimiento de la ideología totalitaria. Los enemigos
de la democracia ni empezaron ni acabaron con el nazismo.
En este Diccionario Biográfico de Nazismo y III Reich se han incluido
no solo a los verdugos sino también a muchas de sus víctimas, no solo a
los nazis sino también a sus opositores, a los miembros de la resistencia
(especialmente la producida en la propia Alemania, pues la exterior, una
vez iniciada, la Segunda Guerra Mundial iba de suyo), también se anali-
16 Fernando Navarro García

zarán las vidas de aquellos que aunque inicialmente creyeron y apoyaron

al nazismo con el tiempo se desencantaron y pasaron a la oposición clan-
destina o huyeron al exilio.
He querido, en la medida de lo posible, realizar un recorrido detallado
de más de medio millar de vidas que se recogen en este Diccionario. No
me he limitado a enumerar unos datos "curriculares" más o menos asép-
ticos e impersonales, sino que he añadido aspectos relevantes de la perso-
nalidad, rasgos de su temperamento y carácter, citas o extractos de docu-
mentos alusivos al personaje en cuestión, los hechos más importantes
en su carrera y en muchas ocasiones una valoración moral de sus actos.
Vivimos tiempos en los que impera un cierto "relativismo moral" y como
autor de este Diccionario deseo dejar clara mi admiración por las vidas y
muertes heroicas de muchos protagonistas de esta obra, pero también mi
repugnancia por las acciones de otros muchos. Aunque antes de afrontar
la escritura de esta obra había leído mucho sobre nazismo y III Reich,
el haber tenido que escarbar en tanta miseria y podredumbre espiritual
me ha dejado el alma atribulada. Es imposible procesar tanto horror, sin
empatizar con las víctimas, sin imaginar qué habría sentido uno al verse
sistemáticamente atacado y vejado por un régimen tan criminal como el
nazismo. Es realmente en muchas de las vidas de los monstruos retrata-
dos en este diccionario cuando cobra un nuevo sentido la frase de Groucho
Marx: “surgiendo de la nada alcanzamos las más altas cimas de la miseria”. No
sé lo que yo hubiera hecho ante las circunstancias extremas que tuvieron
que afrontar muchos de estos protagonistas, pero sí sé lo que me habría
gustado hacer. Al profundizar en las vidas de tantas personas que vivie-
ron momentos tan difíciles, resulta sencillo extraer la verdadera esencia
de la virtud y del vicio, del bien y el mal. Sin relativismos. De este modo,
y sin pretender que esta obra sea un tratado de filosofía moral, sí debería
servirnos para concluir que hay acciones indudablemente buenas y otras
innegablemente malas. Una vez más: no todo es relativo.
Cada biografía esta estructurada de la siguiente manera:
Apellido y nombre del biografiado
Fecha y lugar de nacimiento y muerte
Acontecimientos anteriores al III Reich: ¿Qué orígenes familiares tuvo?
¿Qué estudios cursó? ¿Cuál fue su experiencia profesional? ¿Qué
participación tuvo en la Primera Guerra Mundial?, ¿Qué hizo durante
la Republica de Weimar? ¿Cuáles fueron sus primeros contactos con
el nazismo incipiente?
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich 17

Acontecimientos durante el III Reich y la Segunda Guerra Mundial: ¿qué

le supuso la toma del poder de los nazis en 1933? ¿prosperó gracias
al nazismo o, por el contrario, vio truncada su carrera? ¿evolucionó
su percepción del nazismo durante el periodo 1933 a 1945? ¿fue
un nazi hasta el final? ¿fue parte de la resistencia contra Hitler?
¿fue perseguido y represaliado por el régimen o, por el contrario,
fue premiado, promovido y condecorado? ¿en qué frentes combatió
durante la Segunda Guerra Mundial?
Acontecimientos posteriores al III Reich y Segunda Guerra Mundial:
¿sobrevivió a la guerra?, ¿fue procesado en Nuremberg o desnazificado?
¿escapó y vivió oculto? ¿rehizo su vida durante la postguerra? ¿se
arrepintió de sus crímenes? ¿fue indemnizado o resarcido como
víctima?
Bibliografía: La mayoría de entradas incluyen una "bibliografía
relacionada", con las principales obras (en español e inglés) sobre
el personaje en cuestión o relativas a una materia directamente
relacionada con su vida o actividad.

El Diccionario incluye, además, los siguientes anexos para facilitar la

lectura:
1.- Referencias bibliográficas, clasificadas temáticamente (libros
relacionados con "ejército", "religión", "esoterismo", "artes y
cultura", "holocausto", "memorias", etc.)
2.- Glosario de términos, con los vocablos más usuales en el
diccionario (Freikorps, gauleiter, reichleiter, Kripo, Gestapo, etc). El
lector avezado en la materia no necesitará consultar la mayoría de
estos términos, pero es probable que resulten de ayuda a quien no
esté introducido.
3.- Equivalencias aproximadas de rangos de las SS y las SA con el
Ejército español.
4.- Mapa del III Reich en 1939 y en 1941.
Pretender un Diccionario Biográfico de Nazismo y III Reich exhaustivo
sería una tarea no solo ambiciosa e inmensa, sino probablemente impo-
sible. Hubo millones de personas con pequeñas y grandes historias, cada
una de las cuales justificaría por sí misma una o varias obras (como a
menudo ha sucedido y seguirá ocurriendo). La sola enumeración de publi-
caciones sobre el III Reich ya abarcaría varios volúmenes (en la bibliogra-
fía temática se recogen algunas de ellas). Los criterios para la selección de
nombres que he seguido son inevitablemente subjetivos y soy consciente
18 Fernando Navarro García

de que he tenido que excluir a muchos personajes cuya vida fue relevante
en el periodo de estudio que cubre este diccionario. Para la selección
he tratado de incluir en primer lugar, y por supuesto, a todos los gran-
des personajes (desde Hitler, Bormann, Rommel, Churchill, Himmler,
Goering, Goebbels, Haushofer a von Stauffenberg o Pío XII), pero tam-
bién a otros muchos protagonistas menos relevantes pero con historias
que tuvieron una importancia relativa en el devenir de los acontecimien-
tos; tales como algunas amantes de Hitler (Geli Raubal o la más conocida
Eva Braun), ocultistas sistemáticamente citados en obras especializadas
(Crowley, el padre Hagen, Hanussen, Sebotendorff, etc), víctimas inocen-
tes del nazismo como Ana Frank, héroes casi anónimos como Emmanuel
Ringelblum o los hermanos Shöll, artistas y científicos mimados o perse-
guidos por el régimen, secretarias, asistentes personales, chóferes y pilo-
tos que vivieron en el entorno próximo de Hitler, etc. No estarán todos,
por supuesto, pero los que se han incluido fueron parte importante del
engranaje que impulso o ralentizó la maquinaria nazi.
Para elaborar este Diccionario me he basado en otras excelentes obras
publicadas con anterioridad, sobre todo en lengua inglesa, tales como
Who's Who in Nazi Germany, de Robert Wistrich o la Encyclopedia of the
Third Reich, de Louis Leo Snyder. En español cabe destacar el completí-
simo Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo de Rosa Sala Solé,
una obra muy destacada que entre sus numerosos valores incluye tam-
bién algunas reseñas biográficas de personalidades de la época.
Sin embargo este diccionario aporta las siguientes novedades que lo
diferencian de sus notables predecesores:
a) Es más extenso y recoge más biografías que la mayoría de obras hasta
la fecha publicadas.
b) Está más actualizado. Los Diccionarios biográficos más difundidos
fueron editados en la década de los ochenta del siglo pasado,
cuando muchos de los protagonistas aún vivían. El desenlace de
sus vidas, por lo tanto, aún estaba por llegar. En muchos casos su
paradero era desconocido y su muerte incierta. En 2010, año de
la primera edición de este diccionario, la mayoría de víctimas y
verdugos del nazismo ya habían fallecido, lo que permite ofrecer
una visión global de la trayectoria vital de sus protagonistas.
c) Incluye biografías de personas relacionadas con la historia de España
más reciente, especialmente durante la Guerra Civil (en donde la
presencia de fuerzas del III Reich fue notable) y posteriormente
durante el franquismo (durante la Segunda Guerra Mundial, en
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich 19

sus fases de “no beligerancia” a “neutralidad” y con posterioridad

a la guerra). El diccionario recoge las biografías de personalidades
como el Conde Jordana, el general Muñoz-Grandes, el embajador
José Félix de Lequérica.
d) Incluye biografías de personajes no alemanes. Generalmente los
diccionarios biográficos de nazismo se han centrado en las
vidas de alemanes, pero es importante recordar que esa nefasta
ideología tuvo también un fuerte impacto en otros países de la
órbita occidental (Neville Chamberlain, Edward Mosley, los
Duques de Windsor, Henry Ford, Leon Blum, Eduard Benes, Pierre
Laval, el Almirante Horthy, el Conde Bernadotte), pero también
asiática o árabe (el Gran Mufti de Jerusalén). Naturalmente es
en este apartado en donde resulta imposible la pretensión de
exhaustividad y solamente he recogido algunas figuras relevantes
como simple muestra de que el nazismo no solo arraigó en
Alemania o Austria.
e) Incluye bibliografía de referencia para la mayoría de protagonistas,
de tal modo que el lector que desee ampliar información sobre
la vida de alguno de los biografiados pueda hacerlo remitiéndose
a las obras monográficas disponibles. No siempre existe una
biografía específica para cada persona, pero hay muchas obras de
temática especializada directamente relacionada con el personaje
en cuestión. Hay en ocasiones, obras escritas por los propios
protagonistas; bien sea en formato de memorias o sencillamente
tratados políticos, ensayos, poemas o novelas. No he querido
censurar ciertas obras, por muy execrables que puedan resultar
en nuestros tiempos. Si alguien pretende conocer el verdadero
disparate de las doctrinas raciales nazis es preciso que conozca “El
mito del siglo XX” de Rosenberg o las publicaciones antisemitas de
Julius Streicher. Si pretendemos entender cómo fue posible que el
III Reich calara tan hondo en tantas capas de la sociedad alemana
y occidental hay que estudiar los excelentes y estructurados
discursos de Goebbels, los panfletos propagandísticos de Otto
Dietrich o las apologías de Eckart.
Una forma de combate dialéctico con nuestros contrarios es tratar de
conocerlos. Conocer las biografías de quienes engrasaron la maquinaria
nazi es una forma de descubrir la "banalidad del mal". Aprender de quienes
se opusieron con valor y hasta sacrificando su propia vida es también una
forma de defender la democracia y la libertad. El primer tercio del siglo
20 Fernando Navarro García

XX fue ensangrentado por el nazismo y por el estalinismo, pero hay que

tener presente que aunque Eichmann, Hitler, Himmler, Goebbels, Siever,
Eckart y la mayoría de monstruos que recoge este diccionario ya fallecie-
ron, en nuestro siglo XXI ya se están forjando otras biografías que algún
día podrían engrosar un nuevo diccionario del horror.
Me gustaría terminar esta introducción con el poema completo del
valiente pastor protestante alemán Martin Niemöller, encarcelado por
Hitler de 1937 a 1945:

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,

guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,

no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,

no había nadie más que pudiera protestar.

Fernando Navarro García

Madrid, 30 de abril de 2010
Conquistas militares alemanas (desde enero 1941 a noviembre de
1942). Tal y como se comprueba en el mapa, los avances militares ale-
manes durante los años 1940 a 1942 fueron espectaculares, sin que
prácticamente ningún país pudiera oponer resistencia a sus fuerzas.
Esas campañas tan rápidas como contundentes son conocidas como
blitzkrieg o «guerra relámpago».
 42
BAEUMLER BÄUMLER,
ALFRED
B (1887 – 1968)
Miembro histórico del
NSDAP y uno de los aca-
démicos más fanáticos
del nacionalsocialismo.
Nació el 19 de no-
viembre de 1887 en
Neustadt (Austria).
Estudió en las uni-
versidades de Münich, Berlín y Bonn
y en 1914 se doctoró en Filosofía e
Historia del Arte. Desde 1914 a 1917
combatió en la Primera Guerra Mundial
en el ejército austriaco, obteniendo
altas distinciones. Al terminar la gue-
rra continuó su carrera docente y en
1928 ya era profesor de filosofía en el
Instituto de Dresde. En 1933, fue nom-
brado profesor de Educación Política
en la Universidad de Berlín, actuando
como enlace entre el mundo académico
y la oficina de Alfred Rosenberg, cuya
función era la educación ideológica de
los miembros del Partido.
En 1942, fue nombrado director de la
División de Ciencia en el Departamento
de Ideología de Rosemberg. Su contribu-
ción más importante fue manipular el
pensamiento de Nietzsche para trans-
formarlo en un arma al servicio del
nazismo, poniendo el acento en la opo-
sición a la ideología burguesa, al cristia-
nismo y a la democracia. Para Baeumler,
Nietzsche era “el filósofo del heroísmo”,
de la Voluntad de Poder y de la aristocra-
cia de la naturaleza, cuyo vitalismo re-
presentaba los valores nórdicos y milita-
res. Bäumler realizó una interpretación
biológica de la Voluntad de Poder de la
filosofia de Nietzsche, equiparándola a
una suerte de darwinismo social; igno-
Fernando Navarro García
rando interesadamente que el propio
Nietzsche era muy crítico con las teorías
de Darwin.
En su estudio Studien zur Deutschen geis-
tesgeschichte (1937) escribió: “Cuando
hoy vemos a la juventud alemana mar-
chando bajo la esvástica, nos evoca las pre-
moniciones de Nietzsche en las que apelaba
a la juventud por primera vez para que así
actuara. Es nuestra mayor esperanza que
el Reich esté hoy totalmente abierto a la
juventud. Y si hoy gritamos ‘Heil Hitler’
a esta juventud, estamos también aplau-
diendo a Nietzsche”. Entre los muchos
libros de Baeumler sobre política y fi-
losofía destacan Nietzsche der Philosoph
und Politiker (1931), Männerbund
und Wissenschaft (1934), Politik und
Erziehung y Alfred Rosemberg und der
Mythus des 20 Jahrhunderts (1945). Al
terminar la guerra, fue condenado a tres
años de prisión. Falleció en Eningen un-
ter Achalm el 19 de marzo 1968.
BARBIE, KLAUS
(1913 - 1991)
Alto oficial de las SS y de la Gestapo durante el
III Reich involucrado en numerosos crímenes
de guerra y contra la humanidad, especialmen-
te en Francia.
Nació el 25 de octubre de 1913 en Bad
Godesberg (Alemania). El 26 de septiem-
bre de 1935, tras licenciarse en Derecho,
se adhirió a las SS y al Sicherheitsdienst
(SD). El 1 de mayo de 1937 se afilió al
NSDAP. En 1941, durante la Segunda
Guerra Mundial, Barbie fue destinado a
la Sección IVB4 y enviado a Ámsterdam,
y más tarde, en mayo de 1942, a Lyón
(Francia). Allí se ganó el apodo de
«El Carnicero de Lyón» como jefe de la
Gestapo local. Fue acusado de numero-
sos crímenes, incluyendo la captura de
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
cuarenta y cuatro niños judíos escondi-
dos en la villa de Izieu, y la tortura y ase-
sinato de Jean Moulin, el miembro de la
Resistencia francesa de más alto rango
atrapado por los nazis. Sólo en Francia
se le atribuyen el envío a campos de
concentración de 7.500 personas, 4.432
asesinatos y el arresto y tortura de
14.311 combatientes de la Resistencia.
Salvado de la detención por los servicios
secretos estadounidenses, con los que
Barbie colaboró entre 1947 y 1951, pasó
posteriormente a Bolivia, bajo identidad
falsa (Altman), en donde colaboró con
las dictaduras militares del país latino-
americano. En 1982, tras la llegada de
la democracia a Bolivia, fue finalmente
extraditado a Francia, en donde fue juz-
gado (1987) y condenado a cadena per-
petua el 4 de julio de 1987. Murió en la
prisión de Lyon el 25 de septiembre de
1991 a causa de un cáncer.
Bibliografía relacionada
Sánchez Salazar/Reimann, Elisabeth. Klaus
Barbie en Bolivia (Ediciones B, Barcelona,
1987)
BARKHORN, ERICH GERHARD
(19119 - 1983)
Piloto de combate y as
de la Luftwaffe.
Nació el 20 de
marzo de 1919 en
Königsberg. Se unió
a la Luftwaffe en
1937. Su primer des-
tino, en 1941, fue
Ostende en donde su unió al escuadrón
de combate 52 (Jagdgeschwader 52) como
Teniente Primero. Ascendido a Capitán
y en solo dos años a Comandante, fue
43
enviado al frente ruso en donde consi-
guió no sólo sobrevivir sino derribar
más aviones enemigos que ningún otro
piloto, a excepción de su compatriota,
B
Ercih Hartmann. En total participó en
1.104 misiones de combate y se le reco-
nocieron 304 aviones enemigos abati-
dos en el frente ruso durante la Segunda
Guerra Mundial.
Desde 1956 hasta 1975 sirvió en el
Bundeswehr, llegando a Brigadier y Jefe
de Personal de la Segunda Flota Aérea
Táctica Aliada. Murió el 12 de enero de
1983 a consecuencia de un accidente de
tráfico.
Bibliografía relacionada
Kaplan, Philip. Fighter Aces of the Luftwaffe
in World War WWII (Pen & Sword Aviation
Dumfriesshire, 2007)
BART, HERR
Jefe de la organización nazi Blut-Orden (Or-
den de la Sangre) y propagandista del movi-
miento.
A finales de 1936 J.H. Morgan, un bri-
gadier británico que había sido invitado
a un rally del NSDAP en el que Bart par-
ticipaba como orador, se refirió a él de
la siguiente manera: “Bart manejaba su
discurso con una elocuencia torrencial”,
llegando a comparar a Hitler con Jesús
y a él mismo y a sus camaradas como a
sus discípulos. Poco después, el propio
Bart confesó a Morgan: “Tenemos miles
de oradores así en Alemania. Nos enseñan
como hacerlo”. Morgan más tarde realizó
una investigación sobre las llamadas
Führer-schule (Escuelas Hitler): Los tres
primeros colegios se crearon en 1933 y
en 1939 la cifra había aumentado hasta
31, incluyendo 3 para niñas y señoritas.
Desde esas escuelas empezó a perver-
 44
tirse sistemáticamente el alma de los ni-
ños alemanes.
B Bibliografía relacionada
Laffin, John. Hitler Warned Us: The Nazis’
Master Plan for a Master Race (Barnes &
Noble, 1998)
Morgan, J. H. Assize of Arms: The Disarmament
of Germany and Her Rearmament: 1919
– 1939 (G. M. W. MacDonogh; Oxford
University Press, 1946)
BARTELS, ADOLF
(1862 – 1945)
Profesor alemán e historiador literario, pro-
motor de la exclusión de judíos y “pseudo-ju-
díos” de la literatura alemana.
Nació en Wesselburen el 15 de noviem-
bre de 1862. Era un conocido autor völ-
kisch de novelas históricas y hasta 1933
editó el periódico literario Deutsches
Schriftum (Escritos Alemanes), especia-
lizado en artículos e investigaciones an-
tisemitas. Fue el fundador de una nueva
pseudo-ciencia que floreció durante el
III Reich: la evaluación racial de la lite-
ratura. En su afán por identificar a auto-
res judíos o cripto-judíos (según Bartels,
Thomas y Heinrich Mann y Hermann
Hesse pertenecían a esta segunda cate-
goría), las “investigaciones” de Bartels
se basaban en los árboles genealógicos
de los autores, en sus retratos y tam-
bién en su lugar de nacimiento y oficio,
idioma, estilo y ambiente social y fami-
liar. Un nombre que sonara judío, el uso
de símbolos con reminiscencias masó-
nicas, el mero hecho de haber publicado
en periódicos como el Berliner Tageblatt
o Simplicisssimus o haber defendido
puntos de vista liberales podía ser una
prueba de que tal un autor tenía carác-
Fernando Navarro García
ter “semítico”. En sus primeros libros
como Lessing und die Juden (1918), Die
Berechtigung des Antisemitismus (1921),
Der Nationasozialismus-Deutschlands
Rettung (1924) -una apología del mo-
vimiento Nazi emergente- y Jüdische
Herkunft und Literaturwissenschaft
(1925), Bartels canalizó su antisemi-
tismo racial-biológico inflexible y su
determinación de “desjudaizar” la lite-
ratura alemana. Murió en Weimar el 7
de marzo de 1945.
Bibliografía relacionada
Fuller, Steven Nyole; Nazis’ Literary
Grandfather: Adolf Bartels and Cultural
Extremism, 1871 – 1945, (Peter Lang Pub
Inc, 1996)
Rees, Philip; Biographical Dictionary of the
Extreme Right Since 1890, (1991)
Ritchie, James MacPherson. German lite-
rature under National Socialism (Taylor &
Francis, 1983)
BARTH, KARL
(1886 – 1968)
Uno de los pensadores más relevantes del
protestantismo de siglo XX y un oponente
inflexible del nacionalsocialismo, forzado fi-
nalmente a exiliarse.
Nació en Basilea (Suiza) el 10 de mayo
de 1886 y fue un pastor protestante
poco conocido hasta la publicación de su
compleja obra teológica Der Römerbrief
(1918) con la que inició una revolución
en el pensamiento protestante por su
incansable ataque a la teología liberal
“científica” que buscaba un puente en-
tre la razón y la revelación. Fundador de
una nueva teología dialéctica, pretendía
llevar el protestantismo a sus raices lu-
teranas con una especial insistencia en
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
que la redención sólo podía alcanzarse
a través de la gracia de Dios (aunque
rechazando la tradicional sumisión lu-
terana a la autoridad seglar). La ense-
ñanza religiosa de Barth era peligrosa
en unos tiempos en que el nacionalso-
cialismo trataba de explotar vagos an-
helos metafísicos. Predicaba un retorno
total a la fe absoluta e inquebrantable,
condenando la corrupción de la Iglesia
Protestante, su nacionalismo alemán y
sus concesiones a intereses seglares.
Desde 1923 hasta 1933 el periódico de
Barth, Zwischen den Zeiten difundía es-
tas ideas de teología protestante van-
guardista. Fue profesor en universidades
alemanas, primero en Gotinga, luego en
Münster y finalmente en Bonn. En julio
de 1933, fundó el periódico Theologische
Existenz Heute que se oponía firmemente
al movimiento filonazi de los Cristianos
Alemanes. En 1935, Barth fue cesado en
su cargo de la universidad de Bonn por ne-
garse a realizar el juramento de fidelidad
al Führer. Tuvo que abandonar Alemania
y regresar a su país natal, en donde con-
tinuó su carrera académica en la univer-
sidad de Basilea y publicó su voluminosa
Kirchliche Dogmatik (Dogmatica Eclesial)
una de las obras esenciales del protestan-
tismo moderno compuesta de 14 tomos y
más de 10.000 páginas. Murió en Basilea
el 10 de diciembre de 1968.
Bibliografía relacionada
Barth, Karl. Carta a los romanos (Biblioteca
de Autores Cristianos, Madrid 2002)
Barnett, Victoria. For the Soul of the People:
Protestant Protest Against Hitler (Oxford
University Press US, 1992)
Conway, John S. The Nazi Persecution of the
Churches 1933 – 1945 (Weidenfeld and
Nicolson 1968)
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2004)
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Scholder, Klaus. The Churches and the Third
Reich (London, 1988)
Wright, J.R.C. Above Parties: the political
attitudes of the German Protestant Church
Leadership 1918 - 1933 (Oxford, 1974)
BAUR, HANS
(1887 – 1993)
Piloto personal de Hitler.
Nació en la Villa
de Ampfing, (Alta
Baviera) el 19 de
junio de 1897.
Durante la Primera
Guerra Mundial fue
un as de la aviación
alemana: Hasta 1918 realizó 160 mi-
siones y derribó seis aviones franceses,
algo muy meritorio para un piloto que
volaba en un simple biplano. Por méri-
tos en el combate, Hans Baur fue conde-
corado con la Cruz de Hierro (de Segunda
Clase) en 1914 y con la Cruz de Hierro
(de Primera Clase) en 1918. En 1926, se
afilió al naciente NSDAP participando
activamente en los mítines de sus co-
rreligionarios, mientras continuaba su
carrera ascendente como piloto civil: en
aquel entonces era uno de los seis pilo-
tos de la Lufthansa y además el primer
piloto que abrió las rutas Berlín-Roma
y Münich-Milán-Roma. En 1928, Baur
había volado 500.000 kilómetros en ru-
tas comerciales.
En 1931 Baur realizó su vuelo número
100 cruzando los Alpes, recibiendo en
reconocimiento un águila de plata y en
marzo de 1932 el Premio Lewald por sus
meritorios logros en la aviación. Ese
 46
mismo año Hitler inició su campaña
política y tuvo la perspicacia de pensar
B que sus desplazamientos de una ciudad
a otra tendrían que ser por aire para cu-
brir el mayor número posible ciudades
(como así sucedió). Para esa tarea nece-
sitaba un piloto experto y de confianza.
La elección no podía recaer en otro que
no fuera en el experimentado Hans
Baur quien a la sazón contaba en su ha-
ber con más de un millón de kilómetros
de vuelo, convirtiéndose así en el piloto
personal del Führer. Hitler fue el primer
Jefe de Estado en usar intensamente el
transporte aéreo. El 3 de marzo de 1932
Hans Baur llevó a Adolf Hitler, desde
Münich a Dresde, en el vuelo que ini-
ciaba su campaña política en un avión
Rohrbach Ro VIII Roland II de la com-
pañía Lufthansa. Desde ese día Hitler
utilizó los servicios de Baur de manera
exclusiva en todos sus vuelos, la mayo-
ría nocturnos. Tantas horas de vuelo
compartidas convirtieron a Baur en un
íntimo de Hitler quien, entre otros deta-
lles, asistió al bautizo de su hija. Desde
1939, el Regierunsstaffel (Escuadrón del
Gobierno) fue renombrado “Fliegerstaffel
des Führer” (Escuadrón de Vuelo del
Führer) integrado por varios aviones
Junkers Ju-52 y el Cóndor del Führer que
por orden de Baur llevó siempre como
identificación el número D-2600 para
que estuviera claramente identificado
y recibiera prioridad en todos los aero-
puertos alemanes.
Cuando comenzó la guerra Baur tuvo
que estar a disposición de Hitler en
todo momento, siempre listo para llevar
al Führer o a quien él ordenara a cual-
quier parte de Europa. Durante los últi-
mos meses de guerra, cuando el Führer
decidió permanecer en el búnker de la
Cancillería, Baur permaneció a su lado y
fue entonces cuando elaboró un plan de
Fernando Navarro García
escape para evacuar a Hitler de Berlín. El
plan de Baur consistía en sacar a Hitler
y otros de sus más fieles colaboradores
de la ciudad sitiada entre el 28 y el 29 de
abril de 1945 y llevarlos a un lugar del
norte de Alemania y de ahí volar proba-
blemente a Groenlandia, a Bulgaria o a
algún territorio ocupado por Japón en
China o las islas Sakhalin. Alemania te-
nía varios aviones en servicio con sufi-
ciente autonomía de vuelo para cumplir
la misión (el hidroavión Bv222 con seis
motores de dos tiempos podía ser re-
abastecido desde un submarino y según
Albert Speer el Junkers Ju-390 equipado
también con 6 motores había volado
en ruta transpolar a Japón). Aunque
el plan era factible, Hitler lo desestimó
inmediatamente pues ya había decidido
suicidarse en el búnker.
En 1944 Baur era SS-Brigadeführer
(General de Brigada) y en enero de
1945 fue ascendido a SS-Gruppenführer
(General de División). El 1 de mayo de
1945, Baur siguiendo órdenes de Hitler,
intentó sacar a Martin Bormann de
Berlín y llevarlo a lugar seguro, pero
en el intento de llegar al aeropuerto
Tempelhof perdió de vista a Bormann
cuando era cercado por los rusos.
Durante la fallida operación de rescate
Baur fue gravemente herido en una
pierna, la cual perdió más tarde debido
a la gangrena. Los rusos confinaron a
Baur en la prisión Butiershka de Moscú
en donde fue sometido a interminables
interrogatorios y torturas. Los rusos es-
taban convencidos que Baur había con-
seguido evacuar a Hitler de Berlín para
llevarlo a algún lugar secreto. Estuvo
prisionero de los rusos durante 10
años en diversos campos. Escribió sus
memorias sin ánimo exculpatorio pero
tratando de enfatizar que su verdadera
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
pasión era pilotar aviones. Murió en
Herrsching, (Baviera) en 1993.
Bibliografía relacionada
Baur, Hans - Hitler at my side (1986)
BEAVERBROOK , LORD 
WILLIAM MAXWELL AITKEN,
1º BARÓN BEAVERBROOK Y
CHERKLEY
(1879 - 1964)
Político, magnate de la prensa y escritor an-
glo-canadiense.
Nació el 25 de mayo, 1879 en Maple
(Ontario, Canadá). Después de amasar
una gran fortuna en Montreal como
banquero, se trasladó a Inglaterra y
participó activamente en la política
del bando conservador. A principios
de 1916, asumió la dirección de varios
periódicos y fundó otros, entre los que
destacan el Daily Express, el Sunday
Express y el Evening Standard. Se mostró
siempre como un firme defensor de la
empresa privada y de los intereses del
Imperio británico. Ocupó varios cargos
gubernamentales de alto nivel, e incluso
algunos puestos en el gabinete britá-
nico durante las dos guerras mundiales,
pero jamás alcanzó el poder político al
que aspiraba. Miembro conservador en
el gabinete de Churchill (Ministro de
Producción Aérea y, posteriormente,
Ministro de Aprovisionamientos), so-
licitó y logro mantener una reunión
secreta con Rudolf Hess en septiembre
de 1941. En 1942 dimitió de sus car-
gos, al parecer por discrepancias con
Churchill. Tuvo fama de ser un reputado
antisemita y antes de la guerra miraba a
Hitler con relativa simpatía, llegando a
reunirse con él en tres ocasiones. Murió
47
el 9 de junio, 1964 en Leatherhead
(Surrey, Reino Unido).
Bibliografía relacionada
B
Allen, Martin. El enigma Hess (Bookler,
2005)
Chisholm, A/Davie, M. Beaverbrook
(Hutchinson, 1992)
Kershaw, Ian, Un amigo de Hitler: Inglaterra
y Alemania antes de la Segunda Guerra
Mundial, (Península, 2006)
Lord Beaverbrook. The Decline and Fall of
Lloyd George (Collins, 1963)
BECHER, KURT
(1909 – 1995)
SS-Standartenführer (Coronel) implicado acti-
vamente en el tráfico de vidas de judíos hún-
garos al final de la guerra.
Nació en Hamburgo el 12 de septiembre
de 1909. En 1934, se unió a una unidad
ecuestre de las SS y tres años después
se afilió al NSDAP. Desde septiembre de
1939 estuvo en Unidad I Ecuestre de SS
en Polonia, participando en las ejecu-
ciones de judíos de Varsovia y posterior-
mente en el frente ruso. Como miembro
de la Brigada de Caballería de las SS en
el Este, la unidad de Becher tomó parte
en los fusilamientos masivos de judíos y
partisanos. Por sus servicios, fue ascen-
dido al rango de SS-Obersturmbannführer
(Teniente Coronel). En marzo de 1944,
después de la invasión de Hungría por
parte de Alemania, desempeño un pa-
pel central al tomar posesión para las
SS del gigante húngaro de la industria
armamentística Manfred Weiss (la más
gran del país y propiedad de una familia
judía).
 48
Fue asignado por Adolf Eichmann para
ser el negociador de las SS con el Comité
B Judío de Auxilio y Rescate de Budapest,
tratando con el funcionario sionista
Rudolf Kasztner. A cambio de joyas y
objetos por valor de millones de francos
suizos, Becher accedió a rescatar a más
de 15.000 judíos húngaros del campo
de concentración de Bergen-Belsen
para ser trasladados a Suiza. Al mismo
tiempo, y por instrucciones de Himmler,
intentó infructuosamente conseguir
que los Aliados aceptaran abastecer a
las SS con 10.000 camiones con los que
poder trasladar y salvar a un millón de
judíos. En noviembre de 1944, cuando
la derrota de Alemania parecía inexo-
rable, trató (al igual que Himmler) de
buscar una paz separada con los Aliados
Occidentales, para lo cual Becher se re-
unió en Suiza con el representante del
Comité de Distribución del Colectivo Judío
Americano y con Roswell McCelland de
la Asamblea de Refugiados de Guerra.
En abril de 1945, Himmler le nombró
Comisionado Especial del Reich para todos
los campos de concentración. Después de
la rendición alemana, Becher fue arres-
tado y compareció como testigo en los
juicios de Nuremberg. A pesar de ello,
consiguió eludir la condena de criminal
de guerra gracias a la intervención de
Kasztner (que por aquel entonces vivía
en Israel) a su favor. Kasztner aseguró
que Becher había ayudado a “rescatar”
a los judíos húngaros, una intervención
que a la larga le resultó carísima pues
fue asesinado por “colaborador” con los
nazis en Tel Aviv el 4 de mayo de 1957.
Kasztner fue exonerado póstumamente
de estos cargos por el Tribunal Supremo
de Israel, aunque el juicio y su caso aún
hoy levantan una enorme controversia
en Israel. Becher testificó en el juicio
Eichmann en Israel en 1961 (su testi-
Fernando Navarro García
ficación fue hecha en Alemania, pues si
hubiera viajado a Israel habría sido juz-
gado como criminal de guerra). Durante
la posguerra fue un prosperó hombre de
negocios en Bremen, incluidas las impor-
taciones agrícolas húngaras a la República
Federal Alemana e incluso la promoción
de intercambios comerciales con el es-
tado de Israel. Murió en agosto de 1964,
muy rico (su fortuna en 1960 superaba
los 30 millones de dólares USA).
BECHSTEIN, HELENE
Adinerada esposa del famoso fabricantes de
pianos, que financió al NSDAP en sus prime-
ros tiempos.
Según se afirma en Hitler: Conversaciones
sobremesa (entrada del 28 de febrero de
1942), Hitler era un invitado asiduo a
su Villa de Bayreuth (muy próxima a
Wahnfried, la residencia de los Wagner)
en donde Helene le prestaba atenciones
casi maternales. Los Bechstein donaron
importantes sumas al NSDAP e intro-
dujeron a Hitler en círculos de la Alta
Sociedad. Entre los muchos donativos
realizados a Hitler se encontraba su pri-
mer Mercedes, valorado en 26.000 mar-
cos de la época.
Fue Helene quien mostró a Hitler su
futura residencia de Berchtesgaden,
en donde ellos tenían una Villa
(“Bechstein”). Siempre tuvo la ambi-
ción de que su hija Charlotte (“Lotte”)
se casara con Hitler, con quien man-
tenía una estrecha relación. Era amiga
íntima de otra de las admiradoras de
Hitler: Elsa Bruckmann, la esposa del
famoso editor. Cuando su esposo Edwin
Bechstein murió en 1934 en su villa en
Berchtesgaden, Hitler y otros jerarcas
del partido asistieron a sus exequias.
Durante la guerra sus fábricas fueron
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
destrozadas por los bombardeos y no
pudieron reemprender la fabricación
de pianos hasta 1948, después de que
la empresa pudiera pasar el proceso de
desnazificación.
Bibliografía relacionada
Bechstein, Charlotte. Mit den Wölfen sollst du
heulen (Fischer, Rita G, 1993)
Hamann, Brigitte. Winifred Wagner: A Life at
the Heart of Hitler’s Bayreuth (Harcourt,
Orlando, 2005)
BECK, LUDWIG
(1880 – 1944)
General alemán, Jefe
de Estado Mayor de
las Fuerzas Armadas
entre 1935 y 1938 y
miembro de la oposi-
ción a Hitler.
Nacido el 29 de
junio de 1880
en Biebrich (Renania). Ingresó en el
ejército en 1911 y tras combatir en
la Primera Guerra Mundial obtuvo
diversos mandos en el Reichswehrr
(“Defensa del Imperio”, nombre dado al
ejército alemán hasta que en 1935 fue
sustituido por el de Wehrmacht). Beck
ascendió rápidamente y el 1 de octu-
bre de 1933 empezó a trabajar en el
Ministerio del Reichswehr. Ese mismo
año escribió un importante manual de
táctica militar (Die Truppenführung), lo
que posibilitó que en 1933 fuese desti-
nado al Estado Mayor. Se mantuvo en
este puesto hasta su ascenso a Jefe de
Estado Mayor en 1935. Durante los tres
siguientes años, en los que Beck estuvo
a cargo de la planificación y prepara-
ción militar, aumentó su descontento
49
con Hitler. Beck no solo se oponía a
la guerra al pensar que Alemania no
estaba preparada sino que miraba con
recelo el aumento de poder del Partido
B
Nazi y las SS dentro del ejército.
Beck era un oficial brillante que había
sido educado en la vieja tradición pru-
siana. Sobre esas premisas era partidario
de una guerra breve que respetara unas
reglas morales y se oponía a una gue-
rra “revolucionaria” de conquista, con
ejércitos incontrolados. La propuesta
de Hitler de invadir Checoslovaquia en
1938 le horrorizó. Beck fue el único
General alemán que hizo algo para frus-
trar los planes de Hitler pero fracasó en
su intento de organizar una resisten-
cia contra el Führer dentro del Estado
Mayor. Cuando renunció a su puesto el
18 de agosto de 1938 los otros genera-
les no siguieron su ejemplo. Su dimisión
eliminó el último obstáculo serio a la
política de guerra de Hitler y confirmó
que la lucha entre el Ejército y el Partido
Nazi había sido ganada por los nazis.
Beck estaba convencido de que la política
de Hitler llevaría a Alemania al desastre,
y por ello lideró la Resistencia alemana
contra el nazismo hasta su suicidio el 20
de julio de 1944, tras el atentado fallido
a Hitler de ese mismo día. Si la conspi-
ración de julio hubiera triunfado, Beck
habría sido nombrado Jefe de Estado en
lugar de Hitler y la guerra en Europa ha-
bría terminado un año antes. Después
del fracaso de la conspiración y sabiendo
que sería ejecutado, Beck decidió suici-
darse de un tiro en la cabeza. Su final
fue doblemente trágico: no consiguió
matarse tras los dos primeros intentos y
tuvo que pedir ayuda a un sargento para
que le rematara.
 50
Bibliografía relacionada
Berben, Paul. El atentado contra Hitler: 20
B de julio de 1944 (Ed. Juventud, Barcelona,
1983)
Brett-Smith, Richard. Hitler´s Generals
(Osprey, London, 1976)
Forman, James. Operación Valkiria: objetivo
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Hernández, Jesús. Operación Valkiria
(Editorial Nowtilus, 2008)
Hoffman, Peter The German Resistance and
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Hoffman, Peter. German Resistance to Hitler
(Harvard University Press, 2005)
Koehn, Barbara La resistencia alemana contra
Hitler: 1933 – 1945 (Alianza Editorial,
Madrid, 2005)
Mitcham, Samuel. Hitler’s Generals (2003)
Morgan, J. H./MacDonogh, G. M. W. Assize
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Thomsett, Michael C. The German opposition
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(McFarland, Jefferson N.C., 1997)
Wheeler-Bennett, Sir John. The Nemesis
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– 1945. (New York: Palgrave Macmillan
Publishing Company, 2005)
BEEK, GOTTFRIED
(1851 – 1929)
Editor antisionista, responsable de la primera
edición alemana de Los Protocolos de los
Sabios de Sión.
Nació en 1851 y fue bautizado con el
nombre de Ludwig Müller von Hausen.
Era un capitán del ejército retirado y
Fernando Navarro García
editor de revistas völkisch de corte anti-
semita y antimasónico, tales como Auf
Vorposten. Su fama se debe a haber sido
el editor de la primera traducción ale-
mana de los Los Protocolos de los Sabios
de Sion, primera traducción conocida de
este libelo antisionista editado en ruso
en 1905 por Sergei Alexandrovich Nilus
(1862 – 1930). La obra fue publicada a
mediados de 1920. Hasta 1933 se llega-
ron a editar en Alemania hasta 33 ver-
siones y fueron parte de la propaganda
nazi para justificar la persecución de los
judíos. Se convirtió en lectura obligatoria
para los estudiantes alemanes. A pesar
de las pruebas concluyentes de que los
Protocolos eran una burda falsificación,
gozaron de una gran popularidad y ven-
tas en los años veinte y treinta. Se tra-
dujeron a todos los idiomas de Europa y
se vendieron ampliamente en los países
árabes, Estados Unidos e Inglaterra. Pero
fue en Alemania, después de la Primera
Guerra Mundial, en donde cosecharon su
mayor éxito, al ser instrumentalizados
para explicar todos los desastres acaeci-
dos: la derrota en la guerra, el hambre y
la inflación destructiva.
A partir de agosto de 1921, Hitler co-
menzó a incorporarlos en sus discursos,
y fueron tema de estudio en las aulas
alemanas cuando los nazis llegaron
al poder. En el apogeo de la Segunda
Guerra Mundial, Joseph Goebbels pro-
clamó: “Los protocolos de los sionistas son
tan actuales hoy como lo fueron el día en
que fueron publicados por primera vez”.
Hausen editó la obra bajo el seudónimo
de Gottfried zur Beek.
Bibliografía relacionada
Kellogg, Michael; The Russian roots of
Nazism: White émigrés and the making
of the National Socialism, 1917 – 1945
(Cambridge, 2005)
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Segel, Binjamin W. - A Lie and a Libel, The
History of the Protocols of the Elders of Zion
(1926. traducido y editado por Richard S.
Levy, 1996)
BENES, EDUARD
(1884 – 1948)
Co-fundador de Checoslovaquia junto con Tho-
mas Masaryk en 1918.
Nació el 28 de mayo de 1884, en
Kozlany, Moravia (entonces una provin-
cia del Imperio austro-húngaro), hijo de
campesinos muy pobres. Sus primeros
estudios los realizó en su ciudad natal
y luego se graduó en el Gymnasium de
Praga. Fue un brillante estudiante. Sus
estudios superiores los realizó en la
Universidad de Praga, en La Sorbona de
París y la Ecole de Sciences Politiques en
Dijon (Francia), donde recibió el grado
de Doctor en Derecho en 1908.
Al terminar la Primera Guerra Mundial,
apoyado por los países vencedores, el
28 de octubre de 1918 Checoslovaquia
declaró su independencia. Masaryk fue
elegido Presidente y Benes designado
Ministro de Asuntos Exteriores. Como
tal, Benes encabezó la delegación de la
recién fundada Checoslovaquia en la
Conferencia de Paz de París entre 1919
y 1920, siendo signatario de los tratados.
Durante 1921 y 1922 ocupó el puesto
de primer ministro, siendo además di-
putado al parlamento durante los años
1919 a 1926 y 1929 a 1935. En el ejer-
cicio de sus responsabilidades siempre
se caracterizó por una gran animadver-
sión a los Habsburgo, siendo autor de
la desafortunada frase “antes Hitler que
los Habsburgo”. Fue miembro y vicepre-
sidente del Partido Nacionalista e influyo
en su política. El 18 de diciembre de 1935
fue elegido presidente de Checoslovaquia,
51
justo tras la renuncia de Tomáš Masaryk
a la presidencia del país.
Fue forzado a dimitir en octubre de B
1938 después de la crisis provocada
por el Tratado de Münich (5 de agosto
de 1938) y la ocupación de los Sudetes,
refugiándose en los Estados Unidos y
finalmente en Londres. Desde 1940 y
durante la Segunda Guerra Mundial
Benes lideró el gobierno checoslovaco
en el exilio londinense. Tras la guerra
fue forzado a ceder Rutenia a la URSS.
En 1948, y para evitar una guerra civil,
permitió a los comunistas checos esta-
blecer una dictadura bajo el gobierno de
Klement Gottwald.
Bibliografía relacionada
Zeman, Zbyněk/Klímek, Antonín: The Life of
Eduard Benes 1884 – 1948: Czechoslovakia
in Peace and War (Oxford University Press/
Clarendon Press, Oxford, 1997)
BENN, GOTTFRIED
(1886 – 1956)
Poeta expresionista
alemán y uno de los
pocos poetas de talla
que apoyó (aunque
sólo temporalmente)
al nacionalsocialismo.
Nacido en Mansfeld
(hoy Putlitz) el 2 de mayo de 1886, hijo
de un pastor luterano. Estudió medicina
en Marburgo y poco después inició una
carrera médica en la Academia Kaiser
Wilhem en Berlín, trabajando como mé-
dico militar durante la Primera Guerra
Mundial y especializándose después
en enfermedades venéreas y cutáneas.
Durante los años veinte ejerció como
médico en Berlín y su experiencia mé-
 52
dica le asentó sin duda ideas sobre “la
ley de la vitalidad en la infancia” y los
B métodos para la protección de la “raza”
alemana frente la degeneración cau-
sada por la mezcla racial. Su primer
volumen de poemas, Morgue (1912) ya
reflejaba su pesimismo inveterado y
su desilusión por el materialismo de la
Alemania guillermiana. Posteriormente
escribió otras obras de poesía lírica,
cuentos cortos, dramas, crítica experi-
mental y prosa ensayística; tales como
Gehirne (1916), Das Moderne Ich (1920),
Gesammelte Prosa (1927) y Fazit der
Perspektiven (1930). Inspirándose en
Goethe, Nietzsche y Spengler, Benn se
opuso radicalmente a la sociedad meca-
nizada y al racionalismo y sus doctrinas
políticas paralizantes; promulgando un
nihilismo estético y el culto al primiti-
vismo atávico que inicialmente le llevó a
simpatizar con el nazismo. Su irraciona-
lismo, patente en obras como Nach dem
Nihilismus (1932), Der neue Staat und die
Intellektuellen (1933) o Kunst und Macht
(1935), le llevaron a interpretar el na-
cionalsocialismo como un renacimiento
genuino de la nación alemana.
Sin embargo, muy pronto se desilusionó
con los resultados de la política nazi y se
convirtió en un crítico directo, llegando a
ser atacado por los nazis más ortodoxos.
En 1937, fue expulsado de la Asociación
Nacional de Escritores Nacionalsocialistas
(Reichsschrifttumskammer) y se le prohi-
bió publicar. Se refugió en el ejército, “la
manera aristocrática de emigración” como
escribió a Ina Seidel en 1935, sirviendo
como oficial médico entre 1939 y 1945.
Después de la guerra, Benn fue vigilado
discretamente por sus iniciales simpatías
por los nazis, pero en 1949 la atmósfera
se había limpiado lo suficiente como
para que pudiera publicar sus obras lite-
rarias durante el III Reich, especialmente
Fernando Navarro García
durante la Segunda Guerra Mundial.
Resultaba evidente en sus escritos de
guerra que Benn había madurado, modi-
ficado su irracionalismo vitalista inicial
y alejando sus simpatías del nazismo.
Desde entonces Benn adoptó una pos-
tura casi ascética y completamente apo-
lítica hacia la literatura y la poesía. En
1951, recibió el Premio Georg Büchner.
Murió en Berlín el 7 de julio de 1956.
Bibliografía relacionada
Benn, Gottfried. Doble vida y otros escritos
autobiográficos (Barral. Barcelona, 1972)
Benn, Gottfried. Ensayos escogidos (Estudios
Alemanes. Alfa. Buenos Aires, 1977)
Benn, Gottfried. Gottfried Benn (Ediciones
Júcar. Barcelona, 1987)
Benn, Gottfried. Poemas (Ediciones Angria.
Caracas, 1989)
Benn, Gottfried. Morgue (Fondo Editorial
Pequeña Venecia. Caracas, 1991)
Benn, Gottfried. Breviario (Península,
Barcelona, 1991)
Benn, Gottfried. El Yo moderno y otros ensa-
yos (Editorial Pre-Textos. Valencia, 1999)
Benn, Gottfried. Postludio (Editorial Pre-
Textos. Buenos Aires, 2001)
BERGER, GOTTLOB
(1895 – 1975)
General de las SS y uno
de los mayores expertos
de Himmler en selección
racial para las SS y cues-
tiones de seguridad.
Nació el 16 de julio de
1895 en Gorstetten,
en el seno de una fa-
milia modesta de carpinteros. Se afilió
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
al NSDAP en 1922. Probablemente fue
quien concibió la idea de las Waffen-SS
como un ejército internacional que sir-
viera para cohesionar a los alemanes “ra-
ciales” dispersos por Europa. Profesor
de gimnasia y campeón deportivo en
su juventud, en 1940 fue nombrado SS-
Obergruppenführer (Teniente General)
y durante toda la Segunda Guerra
Mundial fue el ayudante de Himmler
y director de la oficina principal de las
SS (SS-Führungsamtes). Como jefe de
la oficina administrativa de las SS (SS-
Hauptamt) Berger demostró ser un duro
y despiadado organizador, y desde 1942
era el enlace personal de Himmler con
el Ministerio del Reich para los Territorios
Ocupados del Este de Rosemberg, lle-
gando incluso a dirigirlo en algunos mo-
mentos. En agosto de 1943 fue elegido
miembro del Reichstag por el distrito
electoral de Düsseldorf Este. Ostentó
también las presidencias de la Sociedad
Germano-Croata y del Grupo de Estudio
Germano-Flamenco, en coherencia con su
idea de una alianza racial europea bajo
el auspicio de Alemania. El 31 de agosto
de 1944 Berger obtuvo el mando de las
operaciones militares en Eslovaquia
para “pacificar” a sus habitantes (algo
que hizo con brutal eficacia) y para sal-
var lo que quedaba del gobierno títere
que él mismo había ayudado a crear.
El 1 de octubre de 1944 fue nombrado
Inspector General de Prisioneros de Guerra
mientras continuaba al mando de sus
otros cargos. Durante su gestión en la
Administración Central de la SS, nadie
tuvo mayor responsabilidad que Berger
en el crecimiento e internacionalidad de
la Waffen SS. A mediados de 1940 tenía
cerca de 100.000 miembros; en 1941 ya
eran 220.000; en 1942 unos 330.000;
en 1943 unos 540.000 y en 1944 llega-
ron a 900.000 miembros.
53
Después de la guerra fue juzgado por
su participación en el asesinato de ju-
díos europeos y el 2 de abril de 1949
fue condenado a 25 años de cárcel por
B
un tribunal americano en Nuremberg
(Juicio de los Ministerios). Sin embargo,
el 31 de enero de 1951 la sentencia fue
conmutada por 10 años de prisión, pero
Berger fue liberado antes del final de ese
año, habiendo cumplido solo 6 meses y
medio de prisión. Murió en Gerstetten
el 5 de enero de 1975.
Bibliografía relacionada
Ailsby, Christopher. Mercenarios de Hitler:
tropas extranjeras al servicio del III Reich
(Editorial Libsa, Madrid, 2005)
Longerich, Peter, Heinrich Himmler (RBA
libros, Barcelona, 2009)
Padfield, Peter, Himmler, líder de las SS y la
Gestapo (La Esfera de los Libros, Madrid,
2003)
Reitlinger, Gerald. The SS, alibi of a nation,
1922 – 1945 (Da Capo Press, 1989)
Williamson, Gordon - The SS: Hitler’s
Instrument of Terror: The Full Story
From Street Fighters to the Waffen-SS
(Motorbooks International, 1994)
BERNADOTTE, CONDE VON
FOLKE
(1895 - 1948)
Noble sueco, militar, diplomático y dirigente de
la Cruz Roja Sueca, recordado por su partici-
pación en el rescate de prisioneros de guerra
en campos de concentración de la Alemania
nazi durante los últimos meses de la Segunda
Guerra Mundial y por la actuación que reali-
zó como mediador de la Organización de las
Naciones Unidas en la guerra árabe-israelí de
1948.
 54
Folke Bernadotte nació en Estocolmo, el
2 de enero 1895 y era hijo del príncipe
B Óscar Bernadotte, conde de Wisborg. Su
padre había sido despojado de sus dere-
chos reales tras casarse con Ebba Munck
af Fulkila, la madre de Folke. Sus padres
decidieron educar a Folke en un colegio
común, alejado de la nobleza y la fami-
lia real. En 1915, tras finalizar sus estu-
dios, empezó a prepararse como oficial
en la Escuela de Caballería del Ejército
Sueco. En 1930 terminó su formación
militar, alcanzando poco después el
grado de Comandante. Se casó el 1 de
diciembre en los Estados Unidos con
Estelle Manville, ciudadana de ese país.
La pareja recibió el título de condes de
Wisborg, heredado del padre de Folke,
y residieron en Djurgården, en el área
metropolitana de Estocolmo. Tendrían
cuatro hijos: Gustaf Edward (1930
– 1936), Folke (1931), Fredrik Oscar
(1934 – 1934) y Bertil Oscar (1935).
El primer cargo oficial que obtuvo fue
el de comisionado general del gobierno
sueco en la exposición universal de
Nueva York de 1939. En 1943, fue de-
signado vicepresidente de la Cruz Roja
Sueca. El presidente era su tío el prín-
cipe Carlos, pero por su avanzada edad,
en el fondo Folke ocupó toda la respon-
sabilidad. Durante la Segunda Guerra
Mundial, Folke Bernadotte, a cargo de la
Cruz Roja Sueca, realizó varias misiones
de salvamento de prisioneros. En 1943
y 1944, organizó misiones diplomáticas
de intercambio de prisioneros de gue-
rra, que por medio del paso a través de
Suecia sumaron 11.000 personas. Viajó
a Alemania en 1945, donde se entre-
vistó con Heinrich Himmler (coman-
dante general del ejército alemán desde
el atentado contra Hitler el año ante-
rior). Originalmente Bernadotte había
sido enviado por el gobierno sueco para
Fernando Navarro García
ponerse en contacto con presos políticos
daneses y noruegos que se encontraban
en cárceles alemanas. Regresó a territo-
rio alemán el 1 de mayo de 1945, con la
misión de rescatar la mayor cantidad de
presos escandinavos. El rescate incluiría
unas 15.000 personas de diversa nacio-
nalidad, incluidos judíos, presos en cam-
pos de concentración, que serían trans-
portados en los autobuses blancos de la
Cruz Roja Sueca. Inmediatamente des-
pués de los acontecimientos Bernadotte
escribió un libro sobre sus acciones con
los autobuses blancos: El final. Mis nego-
ciaciones humanitarias en Alemania en el
verano de 1945 y sus consecuencias políti-
cas. El libro fue publicado el mismo año
de 1945. En él Bernadotte detalla las
negociaciones políticas con Himmler, y
asume todo el protagonismo de los res-
cates, ignorando a personas clave como
Felix Kersten, el terapeuta de Himmler.
En años posteriores la misión de los
autobuses blancos fue criticada por la
historiadora sueca Ingrid Lomfors y
por el británico Trevor-Roper. Las crí-
ticas estribaban en que los prisioneros
escandinavos tuvieron prioridad sobre
los judíos (contradiciendo los princi-
pios humanitarios de la Cruz Roja que
dan prioridad a los más vulnerables) y,
sobre todo, por la ocultación interesada
de muchos datos que restaban prota-
gonismo a Bernadotte quien, según
Kersten, no había sido más que un sim-
ple “transportista”.
El 20 de mayo de 1948, Folke Bernadotte
fue designado por la Organización de
las Naciones Unidas como mediador en
la guerra árabe-israelí de 1948 (fue el
primer mediador de esa organización).
Tras su llegada a Palestina, hasta en-
tonces parte del Mandato Británico de
Palestina, logró alcanzar una tregua en
el conflicto y realizó propuestas para
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
alcanzar la paz en la región. El 17 de
septiembre de 1948, después de visitar
Ramala y entrevistarse con Dov Joseph,
el gobernador militar de Jerusalén,
Bernadotte se reunió con el observador
de la ONU el coronel francés André Sérot
y se dirigieron al hotel donde se hospe-
daban. En el camino, su convoy fue in-
terceptado por un jeep del ejército israelí
con cuatro hombres que preguntaron
por Folke Bernadotte y acto seguido
uno de sus miembros, Yeoshua Cohen,
lo asesinó. El crimen fue condenado por
el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas. Posteriormente se sabría que
el atentado fue planeado por Yehoshua
Setler, miembro del grupo terrorista
Lehi. Al día siguiente del asesinato, los
restos de Bernadotte fueron traslada-
dos a Suecia. El sepelio se realizó en la
Iglesia de Gustavo Vasa, en Estocolmo,
el 26 de septiembre de 1948.
Bibliografía relacionada
Bernadotte, Folke. Memorias del Conde F.
Bernadotte (Mateu Editor, Barcelona,
1948)
Bernadotte, Folke. El Final: consecuencias po-
líticas de mis conferencias humanitarias teni-
das en Alemania en 1945 (Emecé Editores,
Buenos Aires, 1945)
Kersten, Felix. Memorias (Plaza & Janés,
Barcelona, 1961)
Schwartz, Ted. Walking with the Damned:
The Shocking Murder of the Man Who Freed
30,000 Prisoners From the Nazis (Paragon
House, New York, 1992)
55
BERNHARDT, JOANNES
FRANZ
(1897 - ?) B
Empresario nazi, residente en la España de
Franco y dueño del holding de empresas ale-
manas Sofindus.
Nació en Osterore (Alemania) en 1897.
Dueño del holding de empresas ale-
manas en España, agrupadas bajo el
nombre de SOFINDUS y uno de los per-
sonajes más influyentes en la España
de la posguerra, dados sus contactos
con la oligarquía falangista y nazi. Fue
el principal gestor y beneficiario de las
operaciones de exportación ilegal de
Wolframio a Alemania. Residente en
España y protegido por la dictadura.
Es imposible hablar de los servicios de
espionaje alemán en España sin destacar
el formidable imperio económico y em-
presarial que tenía Hitler en España. El
creador de este imperio, que incluía 350
empresas, era Johannes Bernhardt, un
comerciante alemán de estatura media,
grueso, de aspecto sencillo y corriente,
tocado siempre con un sombrero. Un
personaje que tuvo la suerte de estar en
el sitio preciso en el momento adecuado
y al que Franco le debió su victoria frente
a los republicanos. En los años treinta se
trasladó a España para iniciar su aven-
tura empresarial, al igual que otros mu-
chos alemanes que huían de la crisis eco-
nómica de los años veinte y que llegaron
a muchos puntos de España, fundamen-
talmente Andalucía, Barcelona, Madrid
y el País Vasco, en busca de fortuna. A
diferencia de los demás no se estableció
en la Península, sino en Tetuán, enton-
ces protectorado español, y allí conoció a
generales tan importantes como Emilio
Mola, el coronel burgalés Eduardo Sáenz
de Buruaga y otros destacados militares
 56
españoles que entonces ya conspiraban
contra la II República. En Tetuán creó
B HISMA, Sociedad Hispano Marroquí de
Transportes, S.A.
El 23 de julio de 1936, este comerciante
alemán viajó en un avión de la com-
pañía alemana Lufthansa, cuyo piloto
fue obligado a volar por los militares
rebeldes hasta Alemania, para entre-
vistarse con Hitler y pedirle la ayuda
que le reclamaba Franco (diez aviones
de transporte, seis cazabombarderos,
veinte baterías antiaéreas, fusiles ame-
tralladores y munición). Junto a él iban
Adolf Langenheim, jefe local del Partido
Nazi en Marruecos, y el capitán español
Francisco Arranz Monasterio, y con-
siguió dicha entrevista en Bayreuth el
25 de julio, gracias a la intervención de
Friedhelm Burbach, primer represen-
tante de Hitler en España y Portugal, y
luego cónsul durante muchos años en
Bilbao (personaje clave en la red de es-
pionaje nazi en Vizcaya).
Terminada la Guerra Civil este hábil co-
merciante alemán dirigió Sofindus, un
gigantesco grupo de empresas nazis en
España en el que se camuflaron como
ejecutivos decenas de espías por toda
la geografía española. Las empresas de
Bernhardt lo abarcaban todo: bancos
como el Deutsche Bank, aseguradoras
como Plus Ultra, mataderos o empre-
sas navieras y mineras, que eran muy
importantes en aquella época porque
abastecían de wolframio a la maquina-
ria de guerra alemana (entonces, los
principales suministradores en Europa
de wolframio, mineral clave en aquella
época para construir los carros de com-
bate y la maquinaria antiaérea alemana,
eran España y Portugal).
Sofindus estaba estructurado en tres
grupos: el primero dedicado al comercio
Fernando Navarro García
de productos agropecuarios (Productos
Agrícolas, Compañía General de Lanas,
Compañía Exportadora de Pieles,
Compañía de Productos Resinosos,
Corchos de Andalucía, Scholtz
Hermanos, y Agro S.A. de Explotaciones
Agrarias Experimentales); el segundo
estaba dedicado a los transportes y a los
servicios (Transportes Marión y Nova),
y el tercero, que era el mayor, se ocu-
paba de la extracción y el comercio de
materias primas de explotación minera
(Minerales de España, Montaña S.A. de
Estudios y Fomento Minero, Montes
de Galicia Compañía Exportadora de
Minas, S.A. de Estudios y Explotaciones
Santa Tecla, Compañía de Explotaciones
Mineras Aralar, Compañía Minera
Mauritania, Minas de Irún y Lesaca,
S.A., Minera Nertóbriga, Compañía
Minera Montañas del Sur, y Compañía
de Minas Sierra de Gredos). En total,
20 empresas de las cuales Johannes
Bernhardt era propietario nominal del
60%. Según datos publicados por el
Finantial Times en abril de 1944, el capi-
tal alemán controlaba más de 900 de las
4.800 empresas registradas en España.
Terminada la Segunda Guerra Mundial
Franco le concedió la nacionalidad es-
pañola en 1946 para impedir su extra-
dición.
Bibliografía relacionada
Irujo, José M.ª - La lista negra. Los espías nazis
protegidos por Franco y la Iglesia (Aguilar,
Madrid, 2003)
Juarez, Javier – La Guarida del Lobo (Ed.
Malabar, Barcelona, 2007)
Sáenz-Francés San Baldomero, Emilio. Entre
la antorcha y la esvástica: Franco en la encru-
cijada de la Segunda Guerra Mundial (Actas,
Madrid, 2010)
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Whealey, Robert H. Hitler and Spain: The Nazi
Role in the Spanish Civil War, 1936 – 1939
(University Press of Kentucky, Lexington,
KY, 1989)
BERTRAM, ALDOLF
(1859 – 1945)
Cardenal, Obispo de Bres-
lau y presidente de la Con-
ferencia de Fulda.
Nació el 14 de marzo
de 1859 en Hildesheim
(Baja Sajonia), el seno
de una familia noble.
Estudio Teología en
las universidades de Münich, Innsbruck
y Wurzburg. En 1881 fue ordenado sa-
cerdote diocesano de la Iglesia Católica
Romana. El 8 de septiembre de 1914
el papa le nombró Ordinario de la
Archidiócesis de Breslau (que hasta
1930 incluía también Berlín). El 4 de
diciembre de 1916, en plena Primera
Guerra Guerra Mundial, es nombrado
Cardenal. Desde 1919 hasta su muerte
fue presidente de la Conferencia de
Fulda, que en los años treinta agrupaba
a los diecisiete Obispos alemanes (a ex-
cepción de los ocho de Baviera).
En agosto de 1931, ante el auge del
nazismo, la Conferencia advirtió a los
alemanes del peligro que suponía esa
ideología. Aunque el Cardenal Bertram
desdeñaba el nazismo como ideología
pagana, también veía en él un firme
opositor al bolcheviquismo y al libera-
lismo. La iglesia, por tanto, debía per-
manecer neutral frente al régimen nazi.
Esa posición ambigua llevó a la Santa
Sede a firmar el Concordato de 1933
con el III Reich y a que Bertram fuera
extremadamente condescendiente con
ciertas políticas nazis. Es el caso de que
57
cuando en 1941 se obligase a los judíos
a llevar visible la Estrella de David, pidió
a los judíos católicos de su diócesis que
acudieran a los oficios de primera hora
B
de la mañana para no mezclarse con el
resto de parroquianos arios y cuando
comenzaron las deportaciones masivas
a los campos de exterminio se mantu-
viese en silencio alegando que esas cues-
tiones estaban fuera del ámbito espiri-
tual de la Iglesia. El 7 de julio de 1942,
durante una de sus famosas “conversa-
ciones de sobremesa”, Hitler se refería
al Cardenal Bertram en los siguientes
términos: “Las religiones organizadas, y
en especial la Iglesia Católica, suelen mos-
trar un aire inocente y halagar al hombre
que está en el poder. Esto lo experimenté yo
mismo cuando poco después de conseguir el
poder recibí la visita del obispo Bertram.
Me comunicó los buenos deseos y el recono-
cimiento del clero católico con tanta unción
que, de no haberlo sabido por mis propias y
amargas experiencias, parecería imposible
que ni un solo nacionalsocialista hubiera
sido excluido de la Iglesia a causa de sus
convicciones, perseguido o incluso execrado
tras su muerte”.
Siguió al frente de los Obispos alemanes
y del seminario de Breslau durante los
12 años de nazismo. Murió el 6 de julio
de 1945 en Checoslovaquia.
Bibliografía relacionada
Blet, Pierre. Pio XII y la Segunda Guerra
Mundial (Ed. Cristiandad, 2004)
Conway, John S. The Nazi Persecution of the
Churches 1933 – 1945 (Weidenfeld and
Nicolson 1968)
Cornwell, John. El Papa de Hitler (Planeta,
Barcelona, 2005)
Dietrich, Donald J. - Catholics citizens in the
Third Reich (Ed. Transaction Books)
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Jonah Goldhagen, Daniel. La iglesia católica
y el Holocausto: una deuda pendiente (Ed.
B Taurus, Madrid, 2002)
Krieg, Robert Anthony - Catholic theologians
in Nazi Germany (Continuum International
Publishing Group)
Micklem, Nathaniel. National Socialism and
the Roman Catholic Church (Oxford, 1939)
Spicer, Kevin P. Resisting the Third Reich: The
Catholic Clergy in Hitler’s Berlin (DeKalb:
Northern Illinois University Press, 2004).
BEST, WERNER
(1903 – 1989)
Alto cargo de las SS, jefe
de la Policía de Seguridad
nazi y comisionado del
Reich para la Dinamarca
ocupada.
Nació el 10 de julio de
1903 en Darmstadt.
Sus padres se tras-
ladaron en 1912 a Dortmund y luego
a Mainz, en donde Best completó sus
estudios. Después de la Primera Guerra
Mundial (en la que perdió a su padre
en 1914) Best fundó el primer grupo
local de la Liga Nacional de la Juventud
Alemana y se convirtió en un joven ac-
tivista del Partido Alemán Nacional del
Pueblo de Mainz. De 1921 a 1925 es-
tudió Derecho en Frankfurt (Main),
Freiburgo, Giessen y Heidelberg, en
donde se doctoró en 1927. Durante
esos años estuvo muy influenciado por
el movimiento de la juventud alemana
y su retorno a la naturaleza, sus mitos
germánicos y su visión mundial völ-
kisch. Fue encarcelado en dos ocasiones
entre 1923 y la primavera de 1924 por
las autoridades francesas durante las lu-
chas nacionalistas en la región de Ruhr.
Fernando Navarro García
En 1929 fue nombrado Gerichtsassesor
(juez) en el Departamento de Justicia
de Hessia, pero fue forzado a dimitir en
1931 cuando se descubrieron los llama-
dos documentos Boxheim en su poder (el
nombre viene del estado de Boxheim,
cerca de Worms, en donde grupos de
nacionalsocialistas habían mantenido
reuniones para planear la toma de po-
der después de una hipotética revolu-
ción comunista). Los documentos esta-
ban firmados por Best y desarrollaban
un completo plan para un putsch nazi
(incluida la ejecución de oponentes
políticos) algo que puso en evidencia a
Hitler en un momento en el que preten-
día transmitir la imagen de moderación
política y juego limpio. A pesar de esto,
Best fue nombrado Comisionado de la
Policía en Hessen en mayo de 1933 y en
julio del mismo año Gobernador.
En los siguientes seis años, ascendió rá-
pidamente convirtiéndose en delegado
de Heydrich y asesor jurídico de Himmler
para la Gestapo (deshaciéndose de las
“reliquias” legales de Weimar para po-
der realizar arrestos preventivos sin ga-
rantías judiciales). Además, fue Jefe de
la Oficina de la Policía Secreta del Estado
en el Ministerio del Interior del Reich.
Best era ambicioso, frío y un tecnócrata
amoral que uso sus habilidades legales
y académicas para justificar las prácticas
totalitarias del Estado nacionalsocia-
lista, reforzando el Führerprinzip (“la
voluntad del Führer encarna indiscu-
tiblemente los deseos del Pueblo”). El
papel de la policía política era combatir
los síntomas de “enfermedad” en el or-
ganismo nacional “para descubrir a los
enemigos del Estado, vigilarlos y neutra-
lizarles en el momento apropiado”. Como
teórico constitucional y jurista nazi del
III Reich, Best legitimó a la policía po-
lítica y los campos de concentración.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Siempre que la Gestapo actuaba era, en
su opinión, una “actuación legal”.
En 1935 Best ya era Standartenführer
o Coronel (durante la Segunda
Guerra Mundial fue ascendido a SS-
Obergruppenführer o Teniente General)
y fue el colaborador más cercano a
Heydrich para organizar la Gestapo y los
servicios de seguridad (SD). Entre el 27
de septiembre de 1939 y el 12 de junio de
1940 fue Jefe de la Sección I de la RSHA
(Oficina Principal de Seguridad del Reich)
y fue, precisamente, por su actuación en
este cargo por lo que sería condenado
años después (complicidad en el asesi-
nato de miles de judíos e intelectuales
polacos en la Polonia ocupada).
Tras dejar la RSHA sirvió los siguientes
dos años como Jefe de la Administración
Civil de la Francia Ocupada, involucrado
en la lucha contra la resistencia y la de-
portación de judíos. El punto álgido de
su carrera llegó en Dinamarca, en donde
fue nombrado Plenipotenciario del Reich
desde noviembre de 1942 hasta 1945.
A pesar de su récord como “asesino de
despacho” existen pruebas de que Best
intentó en Dinamarca sabotear las órde-
nes de Himmler para aplicar la Solución
Final: sólo 447 de los más de 7.000 ju-
díos daneses fueron finalmente apresa-
dos por las tropas alemanas, a las que
Best prohibió entrar por la fuerza en sus
viviendas.
Best fue inicialmente sentenciado a
muerte por un tribunal danés en 1948
y posteriormente extraditado, pero la
pena fue conmutada a cinco años y fi-
nalmente le fue concedida la libertad
por clemencia en agosto de 1951. Volvió
a Alemania del Este, en donde trabajó en
la oficina de un abogado y después como
abogado en la firma Stinnes y Co., una de
las entidades comerciales más grandes
59
de Alemania. En 1958, un Tribunal de
desnazificación de Berlín le multó con
70.000 marcos por sus actuaciones
pasadas como alto oficial de las SS. En
B
marzo de 1969 fue detenido en relación
con investigaciones sobre su responsa-
bilidad en asesinatos en masa y en fe-
brero de 1972 fue condenado. Aunque
finalmente fue puesto en libertad por
razones médicas, las acusaciones no
fueron retiradas. Best fue una de las fi-
guras más ilustradas del III Reich y autor
de un famoso libro sobre la policía, Die
Deutsche Polizei (1941). Fue sin embargo
un intelectual con una difusa moralidad,
consagrando su indudable talento a un
grupo de criminales locos por el poder.
La verdadera responsabilidad de Best si-
gue hoy en día muy poco clara, al menos
en lo relacionado con su periodo danés.
Best fue una combinación perfecta de
ambición personal, oportunismo para
hacer carrera e inclinaciones ideológicas
le llevaron a la cumbre del sistema nazi
en donde colaboró con su maquinaria
del terror. Murió en Mülheim el 19 de
julio de 1989.
Bibliografía relacionada
Levy, Richard S. Antisemitism: a historical
encyclopedia of prejudice and persecution
(ABC-CLIO, 2005)
Reitlinger, Gerald. The SS, alibi of a nation,
1922 – 1945 (Da Capo Press, 1989)
Weitz, Eric D. - A Century of Genocide
(Princeton University Press)
Williamson, Gordon - The SS: Hitler’s
Instrument of Terror: The Full Story
From Street Fighters to the Waffen-SS
(Motorbooks International, 1994)
 60
BINDING, RUDOLF GEORG
(1876 – 1938)
B Poeta y novelista alemán simpatizante de los
nazis.
Nació en Basilea el 13 de agosto de
1876, en el seno de una familia adine-
rada (su padre, Karl Binding, era un
jurista de fama internacional). Binding
estudió en Leipzig y Berlín pero no de-
seaba ejercer una profesión al uso, sino
dedicarse a sus propias inclinaciones,
especialmente la equitación y la escri-
tura. Capitán de Caballería en la Primera
Guerra Mundial, su autobiografía de
1925 Aus dem Kriege (Fatalist at War),
basada en sus diarios de guerra, es un
trabajo realista y profético. Binding cul-
tivó un pequeño género de leyendas y
cuentos cortos (Novellen), repletos de
hidalguía, castidad, sacrificio y otras
virtudes caballerescas.
Literariamente, fue un hombre hecho
a sí mismo y un autor muy popular du-
rante la República de Weimar y el III
Reich. En su Antwort eines Deutchen
an die Welt (1933) defendía a la nueva
Alemania frente a sus críticos extran-
jeros. Binding, que pertenecía a un pe-
queño grupo aristocrático de escritores
neoclásicos desvinculados de la política,
fue sin embargo un apologista muy útil
al régimen nazi. Entre sus obras más des-
tacadas están la muy poética narración
Reitvorsschrift für eine Geliebte (1924),
la autobiográfica Erlebtes Leben (1928) y
los diálogos filosóficos Spiegelgespräche
(1933). Nunca se afilió al NSDAP. Murió
en Starnberg en 1938.
Bibliografía relacionada
Cole, Roger L. The Ethical foundations of
Rudolf Binding’s ‘gentleman’-concept
(Mouton. 1966)
Fernando Navarro García
Ritchie, James MacPherson. German lite-
rature under National Socialism (Taylor &
Francis, 1983)
BLAVATSKY, HELENA
PETROWNA
(1831-1891)
Famosa ocultista y mé-
dium, creadora de la Teoso-
fia e inspiradora en cierta
medida de una parte de la
cosmovisión nazi.
Nació en 1831 y fue
bautizada con el nombre de von Hahn.
Tuvo una infancia y juventud aventu-
rera. Fue una famosa médium y esoté-
rica, fundando en 1875 en Nueva York
la Sociedad Teosófica. En 1979 trasladó
su centro de operaciones a la India, en
donde se familiarizó con el hinduismo y
el budismo. Fue autora de innumerables
obras, entre las que destacan Isis desve-
lada (1877) y La doctrina secreta (1888),
considerada la Biblia del teosofismo. Sus
seguidores le atribuyeron extraordina-
rios dones mediúmnicos; sin embargo
se vio implicada en diversos escándalos
y fraudes. Aunque Madame Blavatsky
no llegó a ver el nacimiento del nazismo,
la teosofia que ella impulsó (junto con
Allan Kardec) tuvo una influencia muy
profunda en la Sociedad de Thule y otras
sociedades secretas en las que se forja-
ron muchos dirigentes nazis.
Bibliografía relacionada
Goodrick-Clarke, Nicholas. Helena Blavatsky
(North Atlantic Books, California, 2004)
Washington, Peter - El mandril de Madame
Blavatsky: Historia de la teosofía y del
gurú occidental (José Luis Fernández-
Villanueva, Ediciones Destino, 1995)
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
BLASCHEKE, HUGO
(1881 – 1959)
Oficial de las SS y dentista de Hitler y otros
jerarcas nazis.
Nació el 14 de noviembre 1881 en
Neustadt (Westpreußen). Estudió
Odontología en las universidades
de Berlín y Pennsylvania y durante
un tiempo trabajó como dentista en
Londres. Durante la Primera Guerra
Mundial fue médico dentista en el ejér-
cito alemán.
Su primer contacto con la cúpula del
NSDAP fue en 1930, teniendo a Goering
como paciente. En 1931, se afilia al
Partido Nazi y a las SA y empieza a tener
destacados clientes de la cúpula del par-
tido (Himmler, Goebbels o Eva Braun).
Durante los años 1933 a 1945 fue el
dentista personal de Hitler. A finales
de 1944 fue nombrado SS Brigadeführer
(General de Brigada) y Comandante
General de las Waffen SS, al tiempo que
ostentaba el cargo de Alto Dentista para
la Policía. En mayo de 1945 fue arres-
tado por las tropas norteamericanas
y estuvo prisionero hasta diciembre
de 1948. Sus declaraciones e informes
ayudaron a confirmar que los restos
de mandíbula atribuidos a Hitler coin-
cidían realmente con las de su antiguo
paciente (identificó en ellos el puente
dental que le implantó en la mandíbula
superior en 1933). También confirmó
que los restos de mandíbula encontra-
dos en Berlín en 1972 correspondían a
los de Martin Bormann. Tras su libera-
ción en 1948 volvió a ejercer de dentista
en Nuremberg hasta su fallecimiento en
esa ciudad el 6 diciembre 1959.
61
Bibliografía relacionada
Joachimstaler, Anton. The last days of Hitler:
the legends, the evidence, the truth (Arms & B
Armour Press, 1999)
BLASKOWITZ, JOHANNES
(1883 – 1948)
General de la Wehrma-
cht artífice del plan de
invasión de Polonia,
comandante del VIII
Ejército y Jefe del Ejér-
cito de Ocupación en
Polonia.
Nacido en Peterswalde (Prusia Oriental)
el 10 de julio de 1883, siendo hijo de
un pastor luterano. Fue un soldado
profesional de la vieja escuela y, como
tantos otros de su generación, comba-
tió en la Primera Guerra Mundial (fue
condecorado con la Cruz de Hierro) as-
cendiendo rápidamente durante el auge
del III Reich. En 1935, fue nombrado
Teniente General y Comandante del
Distrito II de Defensa de Stettin. En 1938,
Comandante de Campo del Grupo III
del Ejército (Dresde), participando en
la anexión de Austria y Bohemia y diri-
giendo al III Ejército hacia los Sudetes
en marzo de 1939.
En septiembre de 1939 era Comandante
en Jefe del VIII Ejercito durante la cam-
paña polaca y durante las operaciones
fue objeto de un fuerte contraataque
polaco por el flanco de Poznan, necesi-
tando del refuerzo del X Ejercito de von
Reichenau para hacer retroceder a los
polacos. El 27 de septiembre recibió la
rendición de Varsovia y el 22 de octu-
bre de 1939 fue nombrado Gobernador
Militar de las Fuerzas de Ocupación
Alemanas en Polonia. En esa época
 62
fue condecorado con la Gran Cruz de
Caballero. Como Comandante en Jefe de
B las Fuerzas de Ocupación, Blaskowitz se
quejó de la brutalidad de las SS y de la
policía, alegando que actuaban al mar-
gen de la ley y que escapaban a su con-
trol. Fue autor de dos detallados memo-
rándum en los que se recogen las bruta-
les actividades de los Eisatzkommandos
contra los judíos y la intelectualidad
polaca entre noviembre de 1939 y fe-
brero de 1940. Los Memorandum esta-
ban dirigidos a su Comandante en Jefe,
el Mariscal de Campo von Brauchitsch y
documentaban numerosos casos de vio-
laciones, torturas, asesinatos y saqueos
de negocios judíos y polacos; añadiendo
que las SS “podrían actuar en contra de su
propia gente de la misma manera”. Von
Brauchitsch los reenvió a Hitler quien
se enfureció por la “actitud infantil” de
Blaskowitzy a quien tildó de ser un mili-
tar con “espíritu de Ejército de Salvación”.
Poco después fue cesado en muchas de
sus responsabilidades militares. No
obstante, esta primera caída en desgra-
cia, Blaskowitz continuó en el servicio
activo en distintos frentes y no vol-
vió a cuestionar las políticas de Hitler.
En 1944, ascendió a Comandante del
Grupo G del Ejército a las órdenes de von
Rundstedt, para organizar la defensa
frente a la esperada invasión aliada de
Francia. Fue retirado de su cargo tras la
derrota en Lorraine y trasladado a los
Países Bajos a principios de 1945, en
donde se rindió a los británicos el 6 de
mayo de 1945. Se suicidó el 5 de febrero
de 1948, arrojándose por la ventana de
su celda de Nuremberg, poco antes de
que comenzara su juicio como criminal
menor de guerra. Algunos compañeros
de celda creyeron que había sido asesi-
nado por hombres de las SS, pero esa
sospecha nunca ha sido probada.
Fernando Navarro García
Bibliografía relacionada
Brett-Smith, Richard. Hitler´s Generals
(Osprey, London, 1976)
Kane, Robert B. Disobedience and conspi-
racy in the German Army, 1918 – 1945
(McFarland, 2002)
Kemp, Anthony. German Commanders of
World War II (Osprey Pub., London, 1990)
Mitcham, Samuel. Hitler’s Generals (2003)
Speidel, Hans. Invasión 1944: el desembarco
de Normandía (Inédita, Barcelona, 2009)
BLOBEL, PAUL
(1894 – 1951)
Coronel de las SS, jefe
de Comandos Especia-
les de Exterminio y de
la Aktion 1005.
Nació el 13 de
agosto de 1894 en
Potsdam. Participó
en la Primera Guerra Mundial y fue con-
decorado con la Cruz de Hierro (primera
clase). Después de la guerra, Blobel es-
tudió Arquitectura y desde 1924 hasta
1931 ejerció esta profesión. El 1 de di-
ciembre de 1931, tras perder su trabajo
de arquitecto, se afilió al NSDAP y se
alistó en las SS.
El 30 de enero de 1941 fue nombrado SS-
Standartenführer (Coronel). Durante la
invasión alemana de la Unión Soviética
fue responsable del Sonderkommando 4ª,
unidad de exterminio perteneciente al
Einsatzgruppe C, que actuó en Ucrania.
Blobel fue el principal responsable de la
tristemente célebre Masacre de Babi Yar,
acaecida en Kiev los días 29 y 30 de sep-
tiembre de 1941 y a resultas de la cual
fueron asesinados 100.000 civiles, en su
mayoría de origen judío.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
El 13 de enero de 1942 fue apartado
del mando, oficialmente por razones
de salud, pero fue sobre todo debido a
su alcoholismo. Entre julio de 1942 y
1944 participó en el Aktion 1005, cuyo
objetivo fue la eliminación de cualquier
rastro posible de las masacres masivas
perpetradas por los alemanes en Rusia
y Ucrania, especialmente en Babi Yar.
Esta operación se llevó a cabo mediante
la exhumación de los cadáveres de las
fosas comunes y su posterior incinera-
ción, una tarea que Blobel optimizó al
máximo alternando leña con hileras de
cadáveres o empleando los raíles férreos
a modo de parrillas.
Arrestado después de la guerra, fue
por el Tribunal de Nuremberg. En su
defensa alegó que “solamente” era res-
ponsable del asesinato de entre 10.000
y 15.000 civiles, pero no de los 100.000
atribuidos. En 1948, fue sentenciado a
muerte y ahorcado el 8 de junio de 1951
en la prisión de Landsberg am Lech. Sus
últimas palabras fueron “Muero con fe en
mi pueblo. ¡Ojalá los alemanes estén preca-
vidos frente a sus enemigos!” La masacre
de Bab Yar está perfectamente descrita
en la excelente novela histórica Las
Benévolas de Jonathan Littell.
Bibliografía relacionada
Klee, E., Dressen, W. y Riess, V (Ed.). “The
Good Old Days”: the holocaust as seen by
its perpetrors and bystanders (Konecky &
Konecky, CT, 1991)
Littell, Jonathan. Las Benévolas (RBA.,
Barcelona, 2007)
Rhodes, Richard. Masters of Death: The SS-
Einsatzgruppen and the Invention of the
Holocaust (Vintage, 2003)
63
BLOMBERG, WERNER VON
(1878 – 1946)
Mariscal de Campo ale-
B
mán y Ministro de Guerra
desde 1935 hasta 1938.
Nació el 2 de septiem-
bre hasta 1878 en
Stargard (Pomerania).
Blomberg fue un mili-
tar de carrera, miem-
bro de una familia de
larga tradición cas-
trense. En 1907, terminó sus estudios
en la Academia de Guerra de Alemania
y un año más tarde ya trabajaba en el
Estado Mayor del Ejército. Combatió en
la Primera Guerra Mundial, obteniendo
la preciada condecoración Pour le Mérite
y siendo nombrado Comandante en
1916.
En 1919 se unió al Reichswehr. En 1920,
Blomberg fue elegido Jefe del Estado
Mayor de la Brigada de Doeberitz y en
1921 fue ascendido a Jefe del Estado
Mayor del Distrito Militar de Stuttgart.
Desde 1927 hasta 1929, fue jefe del
Truppenamt (Oficina de Reclutamiento)
en la Oficina de Defensa. En esa época el
Reichswehr y el Ejército Rojo mantenían
estrechas relaciones de colaboración y
Von Blomberg realizó frecuentes viajes
a la Rusia Soviética, lo que a punto es-
tuvo de bolcheviquizarle.
En 1929 von Blomberg recibió la
Comandancia de Defensa del Distrito I
(Prusia del Este) y fue con ese cuando
conoció a Hitler en 1931. Tras el en-
cuentro Von Blomberg, un inteligente
oficial aunque muy influenciable, quedó
fuertemente impresionado por la perso-
nalidad de Hitler. Desde ese momento
Von Blomberg ascendió muy rápida-
mente en el escalafón y en sus respon-
 64
sabilidades político-militares: jefe de la
delegación alemana en la Conferencia
B para el Desarme de Ginebra y finalmente
Ministro de Defensa y General (1 de
enero de 1933).
Von Blomberg desempeñó un papel
crucial para la consolidación del poder
de Hitler y durante la purga de Röhm.
Después del fallecimiento del Presidente
von Hindenburg el 29 de junio de 1934
publicó un artículo en el Völkische
Beobachter asegurando a Hitler la lealtad
del ejército. Muy poco tiempo después
celebró la aniquilación de las SA (“Noche
de los Cuchillos Largos”), declarando que
“la Wehrmacht, como única fuerza armada
de la nación, se mantiene al margen de los
conflictos políticos internos y mantiene
su devoción y fidelidad al Führer”. Como
Ministro de Guerra (nuevo nombre del
antiguo Ministerio de Defensa) aprobó
la sucesión de Hitler al Presidente von
Hindenburg, realizó el juramento de fi-
delidad al Führer y lo impuso al resto de
oficiales, confirmando así la supremacía
de Hitler sobre el ejército.
En mayo de 1935 fue nombrado
Comandante en Jefe de la recién creada
Wehrmacht y colaboró estrechamente
con miembros del Partido en la plani-
ficación de la reocupación militar del
Ruhr. En premio a su lealtad, Hitler lo
nombró en 1936 Mariscal de Campo de
la Wehrmacht, siendo Blomberg el pri-
mer Mariscal de Campo nombrado por
Hitler. El aristocrático von Blomberg
parecía ofrecer una cierta garantía de
continuidad a las clases conservadoras,
aunque muchos de sus Generales le con-
sideraban excesivamente complaciente
con los nazis. No obstante, sus tiempos
de gloria duraron poco tiempo.
La caída de von Blomberg fue motivada
por un escándalo urdido por Goering
Fernando Navarro García
(que deseaba su posición) y por Himmler
(que intentaba promocionar los intere-
ses de sus pujantes SS). El “escándalo”
salió a la luz el 12 de febrero de 1938 al
casarse von Blomberg (viudo, con hijos
ya mayores) con Eva Gruhn, una joven
y bella trabajadora de clase baja, que en
el pasado aparentemente había ejercido
la prostitución y posado para fotogra-
fías pornográficas. Tanto Hitler como
Goering habían asistido a la discreta
ceremonia como testigos, al no haber
encontrado Von Blomberg ningún ofi-
cial que quisiera actuar de testigo (de-
bido a la diferencia de clase social entre
los contrayentes). Casi de inmediato,
empezaron a circular desagradables
rumores sobre el escandaloso pasado
de su joven esposa y el dossier compi-
lado por el Jefe de Policía de Berlín, von
Helldorf, fue enviado a Goering, quien
junto a Himmler, rentabilizaron el caso
para derrocar a su adversario. Tras des-
velarse estos acontecimientos, Hitler
pidió a Von Blomberg que anulara su
matrimonio para salvaguardar la dig-
nidad del ejército, pero este se negó a
hacerlo y tuvo que renunciar al cargo de
Mariscal de Campo en febrero de 1938.
Von Blomberg y su esposa fueron con-
denados a un año en el exilio, marchán-
dose a Capri después.
La caída de Von Blomberg (y la de von
Fritsch que siguió poco después, a causa
de otro “escándalo” prefabricado) per-
mitió a Hitler anular cualquier posi-
bilidad de que las fuerzas armadas ac-
tuaran independiente o se opusieran al
régimen nazi. Hitler en persona se hizo
cargo de la Oficina de Defensa Militar
y de la Comandancia Suprema de las
Fuerzas Armadas. Pasó la guerra en su
exilio de Capri. Von Blomberg murió el
14 de marzo de 1946, mientras estaba
bajo arresto de los americanos.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Bibliografía relacionada
Brett-Smith, Richard. Hitler´s Generals
(Osprey, London, 1976)
Harold C. Deutsch, Hitler and his Generals,
The Hidden Crisis, January-June 1938
(University of Minnesota Press, 1974)
Huebsch, Norbert Arthur. Field Marshal
Von Blomberg and the politicization of the
Werhmacht (UMI, 1981)
Mitcham, Samuel. Hitler’s Generals (2003)
Morgan, J. H.,/MacDonogh, G. M. W. Assize
of Arms: The Disarmament of Germany and
Her Rearmament: 1919 – 1939 (Oxford
University Press, 1946)
Wheeler-Bennett, Sir John. The Nemesis
of Power: German Army in Politics, 1918
– 1945. (New York: Palgrave Macmillan
Publishing Company, 2005)
BLUM, LEON
(1872 - 1950)
Político socialista francés y Primer Ministro.
Nació en París el 9 de abril de 1872, en
el seno de una familia judía de clase me-
dia. Estudió Derecho en la Sorbona y se
licenció en 1894. Trabajó en el Conseil
d’État, en el que desarrolló una brillante
carrera (sus contribuciones al derecho
de la responsabilidad del Estado, por
ejemplo, siguen vigentes). En paralelo
a su carrera jurídica desarrollaba una
segunda vocación como crítico litera-
rio, llegando a convertirse en una de
las figuras literarias más importantes
de Francia (colaboró con la prestigiosa
Revue Blanche).
Blum mostró poco interés por la política
hasta el Affaire Dreyfus en 1894, que
causó en él un efecto traumático tan im-
portante como en muchos otros judíos
franceses de su generación. Mientras
65
realizaba campaña como dreyfusista
conoció al líder socialista Jean Jaurès,
a quien admiraba profundamente.
Comenzó a colaborar con el diario so-
B
cialista L’Humanité y se afilió al SFIO
(Partido Socialista), un partido del que
llegaría a ser su principal teórico en muy
poco tiempo.
En julio de 1914, tras el estallido de la
Primera Guerra Mundial, Jaurès fue
asesinado, y Blum adoptó un papel más
activo en la dirección del partido. En
1919, fue elegido miembro de su Comité
Ejecutivo y también representante
por París ante la Asamblea Nacional
Francesa. En 1920, trabajó duramente
para evitar la ruptura entre partidarios y
detractores de la Revolución Rusa, aun-
que la mayoría de la SFIO abandonó el
partido para crear el Partido Comunista
Francés, manteniendo L’Humanité como
órgano de prensa del nuevo partido (co-
munista). En 1921, Blum se convirtió
en el director de Le Populaire.
Poco antes del inicio de la Segunda
Guerra Mundial, la actitud condes-
cendiente de los comunistas franceses
frente al Pacto Germano-Soviético fue
muy criticada por Blum, quien desde
ese momento se distanció de ellos. Tras
la derrota de Francia (1940) y bajo el ré-
gimen colaboracionista de Vichy, Blum
fue perseguido, detenido y condenado.
Las autoridades francesas (Pierre Laval)
lo entregaron a los nazis y en marzo de
1943 fue deportado a Buchenwald, en
dónde sobrevivió a la guerra y escribió
su obra À l’échelle humaine (Con sentido
humano, en su traducción española).
En mayo de 1945 fue liberado por las
tropas aliadas. En la postguerra Blum
volvió a la vida política y desde diciem-
bre de 1946 a enero de 1947 dirigió el
último gobierno provisional antes de la
instauración de la IV República. Se retiró
 66
a Jouy-en-Josas (cerca de Versalles), en
donde murió el 30 de marzo de 1950 a
B consecuencia de un infarto.
Bibliografía relacionada
Blum, Leon. Con sentido humano (Javier
Morata Editor, Madrid, 1946)
BLUNCK, HANS FRIEDRICH
(1888 – 1961)
Presidente de la Cámara de Literatura del
Reich, novelista y poeta simpatizante de los
nazis.
Nació en Altona (Hamburgo) el 3 de sep-
tiembre de 1888. Estudió en las univer-
sidades de Kiel y Heidelberg. En 1920,
fue nombrado miembro del Consejo de
Gobierno de la universidad de Hamburgo
y en 1925 consejero legal de dicha univer-
sidad. Su obra literaria plasmaba su pa-
sado campesino en el norte de Alemania
y su gran interés por el folklore báltico y
por los habitantes del Mar del Norte. Sus
novelas históricas, prehistóricas y cuen-
tos de hadas están plagadas de mitos
(Promethea del Norte), sagas y poemas
vikingos lo que las impregnaba de una
importante dosis de völkisch tan grata a
la ideología nacionalsocialista. Sus pri-
meros escritos contienen una historia
de los Dioses de la Antigüedad (Streit mit
Göttern, 1925), Kampf der Gesteine (sobre
la Edad de Piedra) y Gewalt über das Feuer
(1928), una colección de cuentos de ha-
das, leyendas e historias de fantasmas.
Aparte de sus cuentos de hadas (escri-
tos en bajo-alemán), poemas y bala-
das, Blunck escribió también escribió
novela “geográficas” o de viajes: una
sobre Brasil (Die Weibsmühle, 1927)
y otra ambientada en Centroamérica
(Land der Vulkane, 1929). Sin embargo,
Fernando Navarro García
con lo que alcanzó una gran notoriedad
fue con sus “novelas del Führer”: Hein
Hoyer, la historia de un jefe mercenario
Hanseático del siglo XV que llegó a con-
vertirse en Jefe de Estado; Volkswende
(1930) y König Geiserich (1936), descri-
tas por el profesor Nadler, historiador
de la literatura nazi, como “un libro so-
bre el nacimiento de una nación, un libro
sobre el Führer y el Reich, una épica de una
nueva raza y una Cristiandad Germana”.
Otras obras igualmente populares
publicadas durante el III Reich fue-
ron Die Urvatersage (1934), Deutsche
Heldensagen (1938), Die Jägerin (1940)
y Sage vom Reich (1941).
Aunque no era miembro del NSDAP,
Blunck colaboró indubitadamente con
los nazis, llegando a afirmar en 1934
que “el viejo mundo se ha derrumbado
y nosotros los alemanes estamos mos-
trando el camino para una nueva forma
de vida. Llevamos en nuestros corazones
una nueva creencia en el hombre y en la
humanidad”. Fue el primer presidente
de la Reichsschrifttumskammer ó Cámara
de Literatura del Reich (1934 – 1935),
Blunck fue galardonado con la Medalla
Goethe. En 1936, fundó la Stiftung
Deutsches Auslandswerk (Fundación de los
Trabajadores Alemanes en el Extranjero),
cuyo objetivo era propagar una imagen
positiva del III Reich en el extranjero.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial,
trató de mostrarse como un alma ino-
cente, ajena a los horrores del nazismo.
Sus memorias en dos volúmenes,
Unwegsame Zeiten (1952), llaman la
atención principalmente por la autojus-
tificación carente de arrepentimiento
que en ellas hace de la Alemania de
Hitler. Murió el 24 de abril de 1961.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Bibliografía relacionada
Hoerle, W. Scott. Hans Friedrich Blunck. Poet
and Nazi collaborator. 1888 – 1961 (Peter
Lang, Oxford, 2003)
Ritchie, James MacPherson. German lite-
rature under National Socialism (Taylor &
Francis, 1983)
BOCK, FEDOR VON
(1880 – 1945)
Mariscal de Campo, monárquico y prototipo de
oficial prusiano.
Fedor von Bock, nació en Küstrin
(Alemania, actualmente Polonia) el 3
de diciembre de 1880, de padre militar.
Inició muy joven su carrera militar, es-
tudiando en las Academias Militares
de Wiesbaden y Berlín. En 1899 fue
nombrado Teniente segundo del 5º
Regimiento de Guardia. Combatió du-
rante la Primera Guerra Mundial con
el rango Capitán, siendo condecorado
por servicios distinguidos con la Cruz de
Caballero de la Casa de Hohenzollern con
Espadas (25 de octubre de 1916) y más
tarde con la codiciada Pour le Merite (1
de abril de 1918). Al terminar la guerra
había alcanzado el rango de General. Al
igual que la mayoría de militares de la
época, quienes como él procedían de fa-
milias prusianas aristocráticas, Bock era
un oficial monárquico. Era pariente del
General Erich von Falkenhayn, Jefe de
Estado Mayor General del Ejército du-
rante la Primera Guerra Mundial.
El 10 de enero de 1919 fue nombrado
Jefe de Operaciones en el Estado
Mayor del Grupo de Ejércitos Deutscher
Kronprinz. En 1929 era Comandante
General y durante los siguientes años
promocionó con relativa rapidez:
Teniente General el 1 de febrero de
67
1931 y General el 1 de marzo de 1935 al
mando del Grupo III del Ejércitos.
El 10 de noviembre de 1938 fue nom- B
brado Comandante en Jefe del Grupo
I del Ejército, cargo que mantuvo hasta
el 26 de agosto de 1939 al ser nom-
brado Comandante en Jefe del Grupo
de Ejércitos Norte. Nada más tomar
posesión de su nuevo cargo como
Comandante en Jefe del Grupo de
Ejércitos Norte estalló la Segunda Guerra
Mundial, permaneciendo en el cargo
hasta el 10 de octubre de 1939. El 18 de
julio de 1940 fue nombrado por Hitler
Mariscal de Campo y el 19 de julio fue
puesto al mando del Grupo de Ejércitos
B (integrado por el 6ª y el 18º Ejércitos),
participando en la invasión de Francia y
los Países Bajos. Permaneció al mando
del Grupo de Ejércitos B hasta el 22 de ju-
nio de 1941. Ese día Alemania inició la
invasión de Rusia y von Bock fue nom-
brado Comandante en Jefe del Grupo
de Ejércitos Centro, cuya misión era con-
quistar Moscú. Tras unas brillantes ope-
raciones militares que culminaron con la
toma de importantes enclaves rusos, su
ejército empezó a debilitarse. La escasez
de abastecimientos, de ropa de invierno
y de reemplazos para sus agotadas tropas
fueron debilitando al Grupo de Ejércitos
Centro. Su ilusión frustrada de conse-
guir lo que no pudo lograr Napoleón fue
un golpe terrible para Bock, que se negó
obstinadamente a reconocer la imposi-
bilidad de la empresa. Desde su puesto
de mando en el frente, ordenó repetidos
ataques tan desesperados como inúti-
les. Como consecuencia de estos aconte-
cimientos Bock enfermó del estómago y
quedó extenuado física y mentalmente.
Tras su enfermedad fue trasladado a la
Reserva del Führer, quedando al mando
de las Fuerzas de Tierra (OKH) hasta el
19 de diciembre de 1941, momento en
 68
el que solicitó ser relevado del mando y
retirado definitivamente del frente. Sin
B embargo, el 16 de enero de 1942 volvió
al servicio activo cuando Hitler lo nom-
bró Comandante en Jefe del Grupo de
Ejércitos Sur, cargo que ostentó hasta
el 9 de julio de 1942 cuando tuvo que
ser nuevamente internado a causa de
una seria dolencia estomacal. Tras el
desastre de Stalingrado, fue retirado
permanentemente de la vida militar.
Permaneció apartado del ejército du-
rante los tres últimos años de guerra,
aunque al término del conflicto solicitó
regresar al servicio activo. El 3 de mayo
de 1945, cuando viajaba con su familia,
fue herido en un ataque aéreo británico
cerca de Lensahn (en Holstein) falle-
ciendo a resultas de sus graves heridas
el 4 de mayo de 1945 en el Hospital
Naval.
Bibliografía relacionada
Beevor, Antony. Stalingrado (Crítica,
Barcelona, 2003)
Brett-Smith, Richard. Hitler´s Generals
(Osprey, London, 1976)
Downing, David. The Devil´s Virtuosos:
German Generals at War 1940 – 1945 (St
Martin´s Press, NY, 1977)
Gerbet, Klaus/Johnston, David.
Generalfeldmarschall Fedor von Bock:
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BONHOEFFER, DIETRICH
(1906 – 1945)
Pastor protestante, teólogo y líder de la Resis-
tencia Alemana.
Nació el 4 de febrero de 1906 en Breslau,
hijo de un famoso psiquiatra y profesor
universitario. Tras estudiar Teología
en Tubinga, Berlín y en el Seminario
de la Unión Teologal de Nueva York, re-
gresó a Berlín como profesor. Después
del ascenso de Hitler al poder, emigró
a Londres en donde ejerció como pas-
tor entre 1933 y 1935. Al regresar a
Alemania se convirtió en miembro de
la Iglesia Confesional que predicaba que
el Cristianismo era incompatible con el
nacionalsocialismo y sus doctrinas ra-
ciales. Bonhoeffer no sólo defendió la li-
bertad para predicar los Evangelios, sino
que arriesgó su vida para enfrentarse a
Hitler y ayudar a escapar a los judíos.
Este valiente y coherente cristiano man-
tenía que “la Iglesia sólo es Iglesia cuando
también existe para aquellos que están
fuera de ella” (refiriéndose, claro está, a
los judíos) y proclamaba su “responsabi-
lidad incondicional para con las víctimas
de cualquier régimen, aunque no pertenez-
can a la comunidad Cristiana”. Se man-
tuvo en contacto en todo momento con
otras confesiones extranjeras, viajando
a Inglaterra en la primavera de 1939 (en
donde se reunió con el obispo Bell) y
más tarde los Estados Unidos. En 1940,
tras clausurar su seminario por segunda
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
vez, la Gestapo le prohibió hablar en pú-
blico, publicar o predicar.
Siendo ya un miembro activo de la
Resistencia alemana contra Hitler,
Bonhoeffer viajó a Suecia en mayo de
1942 llevando propuestas concretas de
los conspiradores (los Generales Ester,
del Abwehr, y Beck) para la firma de
un acuerdo de paz por separado con
los Aliados occidentales. Sin embargo,
sus propuestas fueron rechazadas por
el Ministerio de Asuntos Exteriores
Británico, lo que desalentó al movi-
miento de Resistencia.
Su indisimulada oposición al nazismo,
sus contactos y su incansable actividad
le convirtieron en una persona peligrosa
para el régimen. El 5 de abril de 1943
fue arrestado por la Gestapo, acusado
de indisciplinar a las fuerzas armadas.
Tras del fracaso del complot de julio de
1944, fue trasladado al campo de con-
centración de Buchenwald y más tarde
al de Flossenburg, en donde el 9 de
abril de 1945 fue ejecutado junto con el
Almirante Canaris y el General Oster. En
el amanecer del 9 de abril, Bonhoeffer
debió desnudarse para ir al cadalso, en
donde fue ahorcado con cuerda de piano,
para prolongar su agonía. El doctor del
campo testigo de la ejecución anotó: “Se
arrodilló a rezar antes de subir los escalones
del cadalso, valiente y sereno. En los cin-
cuenta años que he trabajado como doctor
nunca vi morir un hombre tan entregado a
la voluntad de Dios”.
Como teólogo, sus ideas y debate sobre
“una Cristiandad sin religión”, reforzadas
por su propio martirio, ejercieron una
influencia considerable en el pensa-
miento protestante de la posguerra en
Inglaterra y América. Entre sus obras
traducidas al español cabe destacar Creer
y vivir, El precio de la Gracia, Redimidos por
69
lo humano, Resistencia y sumisión, Ética o
Vida en comunidad. Como hombre, sus
Cartas de amor desde la prisión (dirigidas
a su prometida) nos muestran su lado
B
más personal, sensible y humano.
Bibliografía relacionada
Bethge, Eberhard. Dietrich Bonhoeffer. Teólogo
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 70
BONHOEFFER, KLAUS
(1901- 1945)
B Hermano de Dietrich Bonhoeffer y miembro de la
Resistencia contra Hitler.
Nació en Breslau el 5 de enero de 1901.
En 1930, empezó a ejercer como abogado
y en 1936 Klaus Bonhoeffer ya era el ase-
sor legal de la Lufthansa, la compañía de
transporte aero-civil alemana. Al igual
que su hermano, tenía profundas obje-
ciones morales al nacionalsocialismo y
formó parte activa de la resistencia para
intentar derrocar al III Reich desde den-
tro. Fue arrestado después del fracaso
del complot de julio de 1944 y senten-
ciado a muerte por el Tribunal Popular
el 2 de febrero de 1945. El 23 de abril
fue ejecutado en Lehrterstrasse (prisión
de Moabit, Berlín) por guardias de las
SS. Junto a él fueron asesinados otros
miembros de la resistencia alemana al
nazismo, de entre los que cabe destacar
Albrecht Haushofer. El 31 de marzo de
1945 dejó escrita una hermosa carta de
despedida a sus padres: “No quiero tan
solo vivir, quiero antes poder actuar [...]
Ciertamente morir es un deber bastante
más claro que vivir en épocas de confusión;
por eso desde tiempos inmemoriales han
sido llamados felices aquellos a quienes mo-
rir fue asignado como deber. [...] Suceda lo
que suceda me ha sido ahorrado un destino
banal. E. lo comprende e indicara a los ni-
ños el buen camino. Les deseo que puedan
un día, como yo hoy, contemplar atrás una
vida rica y bella. Es la vida que os debo a vo-
sotros, en la riqueza de la gran familia y en
su orientación hacia lo esencial, lo que me
ayuda a superar este periodo”.
Fernando Navarro García
Bibliografía relacionada
Bethge, Eberhard/Barnett, Victoria. Dietrich
Bonhoeffer: a biography (Fortress Press,
2000)
Feldmann, Christian. Tendríamos que haber
gritado. La vida de Dietrich Bonhoeffer
(Editorial Desclée De Brouwer, Bilbao,
2008)
Varios Autores. Cartas de condenados a muerte
víctimas del nazismo (Laia, Barcelona,
1975)
BORIS III DE BULGARIA
(1894 – 1943)
Rey de Bulgaria du-
rante la Segunda Gue-
rra Mundial.
Boris fue un hom-
bre de talento y, a
diferencia de su pa-
dre, consiguió las
simpatías tanto de ricos como de pobres.
Sin embargo, persiguió con virulencia a
sus enemigos políticos especialmente a
los comunistas. Se opuso a Aleksandur
Stambolisyski, el líder del partido Unión
Popular Agraria Búlgara y se llegó a pen-
sar que el propio Rey había participado
en el golpe de estado de los militares para
apartar a Stambolisyski del poder en ju-
nio de 1923. Durante los años siguientes
de su reinado fueron habituales las cons-
piraciones y en abril de 1925 llegó a su-
frir dos atentados contra su vida.
En 1934 se estableció un estado dicta-
torial en Bulgaria, actuando Boris III
como un monarca absoluto de facto.
En Noviembre de 1935 nombró Primer
Ministro a Georgi Kyoseivanov, quien
fue dictador de país desde 1938 hasta
su fallecimiento.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
La política exterior del “Zar Pacificador”,
como se le conocía popularmente, se
caracterizó por la precaución y por es-
perar a ver cuál sería el curso de los
acontecimientos antes de tomar una
decisión. Se apegó a la política exterior
tradicional de Bulgaria para revisar y
encontrar una solución razonable y pa-
cífica al Tratado de Neuilly-Sur Seine (de
27 de noviembre de 1919), en virtud del
cual Bulgaria tuvo que ceder territorios
al final de la Primera Guerra Mundial a
Grecia, Serbia y Rumanía. En otoño de
1940, y gracias al apoyo alemán, logró
recuperar el sur de Dobroudja, que es-
taba en poder de Rumanía.
En los albores de la Segunda Guerra
Mundial, la capacidad diplomática del
rey Boris quedó patente durante las ne-
gociaciones entre las grandes potencias.
Sin embargo, en la primavera de 1941
su firme decisión de realizar una alianza
política y militar con Alemania, le cau-
saría ciertas dificultades que no pudo
superar. Pese a la oposición, ese año se
adhirió al Pacto del Eje con el apoyo de
una gran mayoría y se sumó al conflicto
participando militarmente en la inva-
sión a Yugoslavia y Grecia. Sin embargo,
tuvo la astucia de no declararle la gue-
rra a la Unión Soviética e incluso aceptó
continuar sus relaciones diplomáticas
con Moscú manteniendo embajadas en
ambas capitales. Berlín, sin embargo,
lo presionó durante toda la guerra para
que rompiera relaciones con la URSS y
para que enviara tropas a Rusia.
El rey Boris III murió en Sofía (tras una
visita a Alemania) el día 28 de Agosto de
1943, en circunstancias misteriosas que
no pudieron ser totalmente esclarecidas,
pero que apuntan hacia un asesinato
por parte de los nazis (oficialmente fue
certificada una trombosis de la arteria
coronaria izquierda). Fue sucedido en el
71
trono por su hijo Simeón II, quien por
ser menor de edad no pudo asumir la
conducción del país y por ello se formó
una regencia (tutelada por los alemanes)
B
que incluyó a su tío el Príncipe Kyril de
Bulgaria.
Bibliografía relacionada
Dimitroff, Pashanko - Boris III of Bulgaria
1894 – 1943 (London, 1986)
Miller, Marshall Lee, - Bulgaria in the Second
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BORMANN, MARTIN
(1900 – 1945)
Jefe de la Cancillería
del Partido y secreta-
rio privado del Führer.
Nacido en
Halberstadt el 17
de junio de 1900,
siendo hijo de
un Sargento de
Regimiento Prusiano retirado que tra-
bajaba en correos. Bormann abandonó
muy pronto sus estudios para trabajar
como granjero en Mecklenburg. Tras
de servir brevemente como artillero en
un regimiento de artillería durante la
Primera Guerra Mundial, se unió a los
Freikorps de Hossbach, participando en
actos vandálicos, extorsiones y en los
llamados asesinatos “Feme”. El 17 de
marzo de 1924 fue sentenciado a un
año de cárcel como cómplice de Rudolf
Hoess en el brutal asesinato de Walther
Kadow (su antiguo profesor en la es-
cuela elemental), quien supuestamente
habría delatado al proto mártir nazi Leo
Schlageter a las autoridades de ocupa-
ción francesa en el Ruhr. Después de
 72
su liberación se unió al NSDAP, convir-
tiéndose en su responsable de prensa en
B Turingia. En 1929, se casó con Gerda
Buch, con quien tuvo diez hijos y una
intensa relación de amor-odio durante
toda su vida. El padre de Gerda, Wather
Buch, era el presidente del Tribunal de
Justicia del Partido Nazi.
Desde 1928 hasta 1930 estuvo ligado
a la Comandancia Suprema de la SA
y en octubre de 1933 fue nombrado
Reichsleiter del NSDAP. Un mes des-
pués fue elegido delegado nazi para el
Reichstag. Desde julio de 1933 hasta
1941 fue Jefe de Gabinete en la Oficina
del Delegado del Führer, Rudolf Hess,
con funciones de secretario personal y
hombre de confianza. Durante este pe-
riodo Bormann fue un “secretario mo-
delo”, diligente, adaptable y eficiente.
Fue entonces cuando inició a fraguar
su silencioso e imperceptible ascenso
al centro del poder nazi, adquiriendo
lentamente una gran maestría en el
manejo de la burocracia y consiguiendo
la confianza personal de Hitler. Creó y
administró la Fundación Adolf Hitler de
Donaciones de la Industria Alemana, una
organización que gestionaba las millo-
narias contribuciones “voluntarias” al
Führer por parte de empresarios alema-
nes, y que Bormann repartía en forma
de regalos y dádivas para la mayoría de
altos funcionarios del Partido.
Además de administrar las finanzas
personales de Hitler, de comprar y ad-
ministrar su residencia Berghof (en
Berchtesgaden) y sus otras propiedades
en el Obersalzberg, Bormann consiguió
controlar las vidas y haciendas de los
Gauleiters y Reichsleiters, llegando in-
cluso a hacer sombra a los miembros del
círculo más íntimo de Hitler.
Fernando Navarro García
La brutalidad de Bormann, su incultura
y su aparente insignificancia, llevaron
a la Vieja Guardia nazi a subestimar su
silenciosa persistencia y su habilidad
para hacerse indispensable. El sorpre-
sivo vuelo de Rudolf Hess a Inglaterra le
facilitó el camino para que la “Eminencia
Marrón” ocupara su puesto el 12 de mayo
de 1941 como jefe del Parteikanzlerei y
por ende para tomar las riendas del par-
tido y para socavar lentamente a todos
sus rivales políticos.
Hasta el final de la guerra Bormann, tra-
bajó en el anonimato de una oficina apa-
rentemente irrelevante; pero demostró
ser un maestro de la intriga, de la mani-
pulación y de la lucha política. Bormann
se mostró siempre un celoso guardián
de la ortodoxia nazi, siendo un fanático
defensor de la política racial, del anti-
semitismo y de la Kirchenkampf (guerra
contra las iglesias). Fue Bormann quien
radicalizó el enfrentamiento del Partido
Nazi contra la Wehrmacht y las SS, lo-
grando un mayor control sobre cuestio-
nes de política interior, seguridad del
régimen, legislación, nombramientos y
promociones, especialmente si afecta-
ban a miembros del Partido. También
generalizó el espionaje dentro del pro-
pio ejército, promocionando a oficiales
jóvenes y ambiciosos para que espiaran
las actitudes políticas de sus camaradas
o superiores.
Reavivó la lucha contra las iglesias cris-
tianas, declarando en una memoria con-
fidencial a los Gauletiers en 1942 que su
poder “debía ser absolutamente y para
siempre roto”. El nazismo era absoluta-
mente incompatible con la Cristiandad
cuya influencia era considerada por
Bormann como un serio obstáculo para
el gobierno totalitario. Bormann fue
probablemente el líder nazi más anticle-
rical (investigó y clasificó todos los casos
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
contra el clero que pudo conseguir) y fue
la fuerza impulsora del Kirchenkampf,
que Hitler quería posponer por razones
tácticas hasta el final de la guerra (“Ya
nos ocuparemos de la Iglesia”).
Bormann abogó a favor de aplicar las
medidas más duras y despiadadas con-
tra los judíos en los países conquistados
en el Este, así como con los prisioneros
de guerra. Fue el responsable de firmar
el decreto del 9 de octubre de 1942
prescribiendo que “la eliminación perma-
nente de los judíos de los territorios de la
Grandísima Alemania ya no puede ser lle-
vada a cabo mediante su emigración, sino
por el uso de fuerza radical en los campos
especiales del Este”. Un decreto poste-
rior, firmado por Bormann el 1 de julio
de 1943, transfería el poder absoluto so-
bre los judíos a Adolf Eichmann, quien
se puso bajo la única jurisdicción de la
Gestapo. Las anotaciones de Bormann
referentes a los eslavos, dejaban pa-
tente que los consideraba una “masa
sovietizada de infrahumanos” que no te-
nían derecho a nada. En unas brutales
anotaciones del 19 de agosto de 1942
escribió: “Los eslavos deben trabajar para
nosotros y cuando ya no los necesitemos
tendran que morir. La fertilidad eslava no
es deseable”.
A finales de 1942 era el brazo derecho
de Hitler y su colaborador más cercano,
desplegando una gran habilidad para
rentabilizar las debilidades personales
del Führer para aumentar su propio
poder. Siempre atento y solícito ante
Hitler, se ocupaba complaciente de los
detalles administrativos más rutinarios
y aburridos; manipulando hábilmente
a Hitler para que asumiera sus ideas
como propias. Con esta hábil política
silenciosa Bormann fue desplazando
lentamente a sus rivales más peligrosos
como Goering, Goebbels, Speer e incluso
73
el propio Himmler, ya que su acceso
al Führer era sistemáticamente con-
trolado por él (controlaba su agenda).
Bormann explotó su posición de proxi-
B
midad y confianza con Hitler para cons-
truir una muralla contra la realidad en
la que Hitler daba rienda suelta a sus
fantasías; un muro que nunca pudo ser
traspasado por propuestas más sensatas
de otros miembros del Partido.
Bormann lo reducía todo a simples
formularios que liberaban a Hitler del
tedioso papeleo. Controlaba su agenda
de citas y decidía a quien debía ver.
Hitler recompensaba estos y otros ser-
vicios depositando toda su confianza
en Bormann a quien una vez conceptuó
como su “más leal camarada del Partido”.
Al final de la guerra fue nombrado Jefe
del Volksstur, la desesperada contribu-
ción forzosa de la población civil alemana
para hacer frente a la invasión aliada del
Reich. En este momento Bormann era
el dirigente virtual de Alemania, y aún
así no cesó en sus intrigas burocráticas y
maquiavélicas contra sus rivales.
Como resultado de sus maquinacio-
nes Hitler cesó (al final de la guerra) a
Goering y la influencia de Himmler fue
radicalmente limitada. Bormann fue la
figura más misteriosa y siniestra del III
Reich. Su idolatría por Hitler le llevó a
registrar secretamente y sin conoci-
miento del Führer sus “conversaciones
privadas de sobremesa”; esos larguísi-
mos monólogos a los que Hitler era
tan afecto al terminar sus comidas y
en los que peroraba sobre todo tipo de
cuestiones (y que hoy son una curiosa
fuente de información para conocer sus
preferencias e ideas fuera del ámbito
político). Durante los últimos días del
nazismo firmó el testamento político
de Hitler, actuó como testigo de su boda
con Eva Braun y vivió lo suficiente como
 74
para ver como su Führer se suicidaba en
el búnker de la Cancillería.
B Aparentemente Hitler le ordenó “po-
ner los intereses de la nación por delante
de sus propios sentimientos y salvarse a
sí mismo”, razón por la cual Bormann
abandonó el Führerbunker el 30 de
abril de 1945. Los registros de lo que
sucedió después varían enormemente.
Según Erich Kempka (chófer de Hitler),
Bormann murió abrasado por las llamas
provocadas por el estallido de una mina
anticarro mientras intentaba cruzar las
líneas rusas. Kempka, que estaba tem-
poralmente cegado en esos momen-
tos, afirmaba no obstante haber visto
el cadáver de Bormann. El Líder de las
Juventudes Hiterianas, Artur Axmann,
por el contrario, defendió que Bormann
se había suicidado y afirmó haber visto
su cadáver y el de Stumpfegger el 2 de
mayo de 1945 en la Invalidenstrasse,
al norte del río Spree en Berlín. Las du-
das en cuanto a su destino persistieron
durante décadas, llegándose a reportar
numerosos avistamientos de Bormann,
en fechas tan tempranas como 1946,
cuando se informó de su presencia en
un monasterio al norte de Italia. En
1946 su mujer, Gerda Buch, murió de
cáncer el Tirol del Sur, aunque sus diez
hijos sobrevivieron a la guerra. Se sugi-
rió entonces que Bormann había esca-
pado (junto con otros nazis leales) vía
Roma a Sudamérica. Se rumoreó que se
había establecido en Argentina, Brasil
o Chile, en donde vivía secretamente
como un millonario. Sin embargo, su
rastro era tan difuso como el anonimato
con el que ascendió al poder.
Fue sentenciado a muerte en Nuremberg
in absentia el 1 de octubre de 1946 y de-
clarado formalmente muerto por un tri-
bunal de Alemania del Este en abril de
1973, tras haberse encontrado sus res-
Fernando Navarro García
tos al realizarse unas obras en la avenida
Invalidentrasse. El 7 de diciembre de
1972, no lejos del lugar en el que Artur
Axmann vio los cadáveres, unos obreros
de construcción encontraron los restos
de dos esqueletos. Uno de ellos debió
de corresponder a un hombre corpu-
lento (Stumpfegger, que acompañaba
a Bormann en su huida, medía 1,90 de
altura) y el otro a un individuo más bajo
(Bormann medía 1,68). La policía sospe-
chó que podría tratarse de los esquele-
tos de esos hombres, por las coinciden-
cias con las declaraciones de Axmann.
Como parte de las investigaciones, la
policía interrogó en Berlín a quien fuera
dentista de Bormann y Hitler, el doctor
Blascheke, quien reconoció las coronas
que había implantado al lugarteniente
de Hitler. El estudio forense de los res-
tos confirmó en la parte superior de la
cuenca del ojo derecho una marca produ-
cida por un golpe, señal que coincidía con
la que tenía Bormann a causa de un grave
accidente de automóvil. También encon-
traron otro indicio: restos de cristal en
las mandíbulas y residuos de una cápsula
de cianuro. Al parecer, al verse heridos y
acorralados por los rusos optaron por el
suicidio. El tribunal de Berlín número I
(número de acta 1/1483 N.° 29.223) ex-
tendió una declaración de fallecimiento.
En 1999, y a petición de la familia, se
realizaron pruebas de ADN a los restos
encontrados en Berlín confirmando que
eran los de Martin Bormann, poniendo
así fin al misterio. El "caso Bormann"
quedó cerrado.
Bibliografía relacionada
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BORN, MAX
(1882 – 1970)
Figura clave en el desarrollo de la física mo-
derna y famoso refugiado del III Reich.
Nació en Breslau el 12 de diciembre de
1882. Después de dar clases en Berlín
(1915) y Frankfurt am Main (1919),
se incorporó al claustro docente de la
facultad de Gotinga en 1921, en donde
llegaría a ser Director del Instituto de
Física Teórica.
En abril de 1933 fue forzado a abando-
nar el país por el Ministerio Prusiano de
Educación debido a su ascendencia judía.
Aunque en un principio no quiso aban-
donar Alemania, en 1933 aceptó un
puesto en la Universidad de Cambridge
cuando se hizo patente que no tenía
ningún futuro en Gotinga. Su contribu-
ción científica más relevante fue en el
campo de la teoría cuántica (recibió el
Nobel de Física el 1954 por su trabajo so-
bre los fundamentos estadísticos de la
teoría cuántica) y entre sus más desta-
cados discípulos se encontraron Werner
Heisenberg y Wolfang Pauli. Fue amigo
íntimo de Albert Einstein, cuya Teoría
75
de la Relatividad había defendido en los
años de Weimar frente a los ataques an-
tisemitas. B
Desde 1936 hasta 1954 fue profesor de
Filosofía Natural en la Universidad de
Edimburgo. A diferencia de Einstein,
Born regresó a Alemania durante sus
últimos años, muriendo el 5 de enero
de 1979 en Bad Pyrmont. El escritor
mejicano Jorge Volpi en su novela de
“ciencia-fusión” (en palabras de Cabrera
Infante) En busca de Klingsor desarro-
lla una trama plagada por toda suerte
de investigadores reales (Heisenberg
Von Neuman, Gödel, Einstein, Stark,
Schrödinger, Bohr, Wien, Plank,...), mu-
chos de ellos alemanes, algunos nazis
y otros no, la mayoría de ellos premios
Nobel, y prácticamente todos enmara-
ñados de una u otra forma en la tela-
raña que entre ciencia y nazismo se te-
jió en la Alemania de la Segunda Guerra
Mundial
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BORSIG, ERNST
(1869 – 1933)
Industrial alemán, simpatizante del nazismo.
Nació en Berlín el 13 de septiembre de
1869. Tras estudiar Ingeniería Técnica
en la Universidad de Bonn, heredó la in-
dustria familiar. En 1910, sus empresas
acumulaban un capital de 22 millones de
marcos, lo que le convirtió en uno de los
sesenta hombres más ricos de Prusia.
Tras la Primera Guerra Mundial sus in-
dustrias apoyaron económicamente a
los Freikorps, (la Brigada Ehrhardt). En
1922, conoció a Hitler en un discurso
pronunciado en el Club nacional de
Berlín y, desde ese momento, se convir-
tió en uno de los primeros industriales
que financiaron al NSDAP durante su
ascenso al poder. Entre 1906 y 1933
fue presidente de la Asociación Berlinesa
de Industriales del Metal y desde 1923
a 1932 también presidió la Asociación
de Empresarios Alemanes. Al final de su
vida se distanció paulatinamente del
nazismo, siendo uno de los 336 firman-
tes en noviembre de 1932 que apoya-
ron electoralmente a Hindenburg y von
Papen frente a Hitler. Tras su muerte
acaecida en Brandemburgo el 6 de enero
de 1933 su negocio familiar se fusionó
con la Rheinmetall A.G.
Fernando Navarro García
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Jefe de la Cancillería del Führer y director del
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Nació en Münich el 2 de septiembre
de 1899, hijo de un coronel retirado.
Después de pasar cuatro años en el Real
Cuerpo Bávaro de Cadetes y combatir en
la Primera Guerra Mundial (en donde
fue gravemente herido), Bouhler tra-
bajó en diversas editoriales. En 1922,
abandonó sus estudios de Filosofía en
la Universidad de Münich para colabo-
rar en la edición de Völkische Beobachter.
En 1922, era Secretario Segundo
del NSDAP. Desde 1925 a 1934 fue
Geschäfstführer o Jefe de las Sociedades
Mercantiles del NSDAP. En 1933, fue
nombrado Reichsleiter del NSDAP
(“Líder del Reich”, uno de los más altos
cargos dentro del Partido) y elegido
miembro del Reichstag por el distrito
de Westfalia. En 1934, fue nombrado
Presidente de la Policía de Münich y se
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
convirtió en Jefe de la Cancillería de
Hitler.
Al mismo tiempo Bouhler era Jefe
del Comité de Censura del Partido
para la Protección de la Literatura
Nacionalsocialista y del Grupo de Estudio
de Libros sobre Historia Alemana y
Material Educativo. En 1938, publicó
la obra propagandistica Kampf für
Deutschland (Lucha por Alemania) y en
1942 Napoleon – Kometenpfad eines
Genies (Napoleón, la fugaz estela de un gé-
nio), que llegó a ser uno de los libros de
cabecera de Hitler.
Bouhler quien según Gerald Reitlinger
“más bien parecía un joven universitario
americano que un Gruppenführer de las
SS”, fue una de las figuras más sinies-
tras de la élite nacionalsocialista. Su
oficina fue la responsable de los Centros
de Eutanasia, encargados inicialmente
de la eliminación de enfermos mentales
(Aktion T-4) y más tarde del exterminio
de judíos en Polonia. Bouhler fue el en-
cargado de llevar a la práctica el Decreto
de Eutanasia de 1 de septiembre de 1939
(directamente dictado por Hitler), me-
diante el cual se autorizaba a “ampliar la
autoridad de ciertos médicos para que tras
cuidadoso diagnóstico pudieran conceder
una muerte compasiva (Gnadentot) a los
enfermos considerados incurables”. El 16 de
agosto de 1941 Hitler le ordenó detener
el programa de eutanasia como resultado
de las protestas públicas encabezadas por
algunos líderes de la iglesia.
A finales de la guerra, Bouhler buscó la
protección de Goering y fue en los cuar-
teles generales de Zell-am-See el 19 de
mayo de 1945, donde Bouhler y su mu-
jer se suicidaron cuando eran llevados
presos por los americanos.
77
Bibliografía relacionada
Bouhler, Philippe. Adolf Hitler A Short Sketch
Of His Life (Terramare Office, Berlin, B
1938)
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(Bantam Books, 1998)
BRACK, VICTOR
(1904 - 1948)
Coronel de las SS y alto funcionario en la Can-
cillería del Reich con responsabilidades en la
construcción de los campos de concentración
en Polonia.
Nació en Haaren el 9 de noviembre de
1904, hijo de un médico practicante
que era amigo de Heinrich Himmler.
Después de estudiar Económicas en
Münich, Brack trabajó durante un
tiempo como chófer de Himmler, futuro
Reichsführer de las SS. En 1936, y aun-
que no tenía ninguna experiencia mé-
 78
dica, fue nombrado por Philip Bouhler
funcionario principal de enlace con el
B Departamento de Salud. Después ascen-
dió a Jefe de la Sección II de la Cancillería
del Führer dirigida por Bouhler, con el
rango de Oberdienstleiter (Coronel).
Entre diciembre de 1939 y agosto de
1941, la oficina de Brack fue respon-
sable de ejecutar la Acción Eutanasia
(Aktion T4); esto es, el asesinato siste-
mático en sus seis “hospitales” de más de
50.000 alemanes, incluyendo a enfer-
mos mentales y crónicos, prisioneros en
campos de concentración considerados
no aptos para el trabajo, elementos po-
líticos indeseados y judíos. En marzo de
1941 ofreció los servicios de su red de
Centros de Eutanasia a Himmler para
esterilizar a 4.000 judíos al día some-
tiéndolos a Rayos X.
A partir de 1941, estuvo a cargo de la
adaptación de furgonetas móviles de
gasificación en Riga y Minsk para el ex-
terminio de “judíos no aptos para el tra-
bajo”. Estuvo por tanto estrechamente
involucrado en la construcción de cam-
pos de concentración e instalación de cá-
maras de gas en Polonia, gestionadas por
su personal de los Centros de Eutanasia.
El 20 de agosto un tribunal militar ameri-
cano lo sentenció a muerte (“Juicio de los
Doctores”) por su participación en el pro-
grama de eutanasia. Fue ahorcado en la pri-
sión de Landsgerg el 2 de junio de 1948.
Bibliografía relacionada
Burleigh, Michael. Death and Deliverance:
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mise and the power of human gene research
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BRANDT, KARL
(1904 – 1948)
Médico personal de Hitler desde 1934 a octubre
de 1944 y miembro de su “círculo íntimo”.
Nació el 8 de enero de 1904 en Mulhouse
(entonces en territorio de Alsacia-
Lorena, actualmente Francia). Se licen-
ció en medicina en 1928, afiliándose al
NSDAP en 1932 y a las SA un año más
tarde. En julio de 1934 fue nombrado
SS-Untersturmführer (Alférez). Desde el
verano de 1935 se convirtió en el mé-
dico personal de Hitler y junto con su fa-
milia pasó a integrar el “círculo íntimo”
de amistades de Hitler, reuniéndose
frecuentemente con él y otros de sus
hombres de confianza en su residencia
de Berchtesgaden.
Sobre la base de la Ley de 1935 Gesetz zur
Verhütung erbkranken Nachwuchses (Ley
para la Prevención Hereditaria y para la pro-
tección de las Madres) Brandt fue respon-
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
sable de la realización forzosa de miles
de abortos a mujeres discapacitadas, con
algún tipo de lesión o cuyos fetos eran
sospechosos de no ser genéticamente
“arios”. A partir del 1 de septiembre de
1939 co-dirigió con Philippe Bouhler el
Programa de Eutanásia (Aktion T4).
Desde el verano de 1942 fue Comisionado
General de Sanidad y Salud Pública, cargo
desde el que fue responsable de realizar
experimentos médicos con seres huma-
nos. En enero de 1943 fue ascendido al
rango de Comandante General de la SS.
Al terminar la guerra cayó en desgra-
cia ante sus propios correligionarios
y en marzo de 1945 fue detenido por
la Gestapo y sentenciado a muerte por
los nazis por haber enviado a su esposa
Annie lejos de Berlín a una zona en la
que pudiera ser capturada por los ame-
ricanos (y no por los rusos, cuyo brutal
trato a las prisioneras era ya conocido).
La intervención directa Albert Speer le
salvó la vida en esta ocasión y fue libe-
rado por orden de Kart Doenitz el 2 de
mayo de 1945. Sin embargo, su suerte
se acabó cuando el 19 de agosto de 1947
fue sentenciado a muerte tras el “Juicio
de los Doctores” y ahorcado por los ame-
ricanos en la prisión de Landsberg el 2
de junio de 1948.
Bibliografía relacionada
Dörner, Klaus, The Nuremberg Medical Trial,
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(Hambledon Continuum 2007)
79
Tucker, William. The Science and Politics of
Racial Research (University of Illinois
Press, 1994)
B
BRAUCHITSCH, WALTER VON
(1881 – 1948)
Comandante en Jefe
de la Wehrmacht entre
1938 y 1941.
Nació en Berlín el 4
de octubre de 1881,
descendiente de una
antigua familia de
militares prusianos.
A partir de 1900 fue oficial en el Ejercito
Imperial. Durante la Primera Guerra
Mundial sirvió como Capitán de artille-
ría en el frente occidental, siendo conde-
corado con la Cruz de Hierro (de Primera
Clase). Entre 1919 y 1928, desempeño
diversas funciones en el Reichswehr,
siendo ascendido a Teniente General
e Inspector de Artillería en 1931. En
1933, ascendió al rango de Comandante
de División en Königsberg y Jefe del
Distrito Militar de Prusia Oriental. En
1936, era General de Infantería y en
1937, Comandante del Grupo IV de la
Wehrmacht en Leipzig. Alcanzó el rango
de General el 4 de febrero de 1938 y al
mismo tiempo fue propuesto por Hitler
para suceder a Werner von Fritsch (al
que se había acusado de homosexua-
lidad) como Comandante en Jefe de
la Wehrmacht, cargo que ostentó hasta
1941.
Von Brauchitsch estaba sometido a una
enorme influencia personal por parte de
Hitler, quien no sólo convenció a su pri-
mera esposa (Elizabeth von Karstedt)
para que aceptara divorciarse de él sino
que también corrió con los gastos del
acuerdo de divorcio (80.000 marcos).
 80
Unos meses después von Brauchitsch
pudo casarse en segundas nupcias con
B Charlotte Schmidt, una nazi fanática.
En gran parte por influencia de ella, el
maleable von Brauchitsch se mostró dé-
bil y condescendiente con Hitler y ero-
sionó a sus más notables oponentes en
el ejército como el General Lugwig Beck.
Von Brauchitsch estaba perfectamente
al tanto de la conspiración contra Hitler
de 1938 (“No haré nada, pero no impediré
que otros actúen”) y siempre se mostró
muy escéptico con los planes ofensivos
de Hitler. Sin embargo, von Brauchitsch
se sintió vinculado por su juramento de
lealtad y apoyó al Führer incluso cuando
su instinto militar le aconsejaba lo con-
trario. De esta forma, apoyó la anexión
de Austria en marzo de 1938, la ocupa-
ción de las áreas fronterizas checas en
octubre de 1938 y la ocupación militar
de Checoslovaquia en marzo de 1939.
Los éxitos en las primeras etapas de la
Segunda Guerra Mundial y las rápidas
derrotas de Polonia, Francia y los Países
Bajos, que sucedieron todas bajo su
mando, aumentaron su prestigio, y el 17
de julio de 1940 fue nombrado Mariscal
de Campo. Por otra parte, estos éxitos,
que continuaron durante las campañas
de Yugoslavia, Grecia y las primeras eta-
pas de la invasión de Rusia, hicieron que
von Brauchitsch se volviera aun más
condescendiente e incapaz de plantar
cara a Hitler.
Después de los primeros fracasos de la
Wehrmacht en la URSS, von Brauchitsch
empezó a perder la escasa influencia que
conservaba y aquejado de una enferme-
dad cardíaca fue jubilado el 19 de diciem-
bre de 1941. Desde ese momento, Hitler
en persona asumió el mando supremo de
la Wehrmacht. Al final de la guerra von
Brauchitsch fue arrestado en su finca
de Schleswig-Holstein y trasladado a
Fernando Navarro García
Inglaterra en donde estuvo encarcelado
durante un tiempo. Posteriormente
fue recluido por los británicos en un
campo de prisioneros en Münster, junto
con los generales von Rundstedt y von
Manstein, y juzgado por un tribunal
militar británico en 1949. El General,
enfermo y prácticamente ciego, murió
de un infarto en el hospital militar bri-
tánico de Hamburgo-Barmberg el 18 de
octubre de 1948.
Bibliografía relacionada
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Mitcham, Samuel. Hitler’s Generals (2003)
BRAUN, EVA
(1912 - 1945)
Amante de Hitler des-
de 1932 y su mujer
durante sus últimas
horas de vida.
Nació en Münich
el 6 de febrero de
1912, hija de un
maestro de escuela. Educada en un en-
torno católico de clase media, conoció a
Hitler en 1929 en el estudio fotográfico
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
de Heinrich Hoffmann, describiéndo-
selo a su hermana como “un caballero
de cierta edad con un bigote gracioso y un
gran sombrero de fieltro”. Por aquel en-
tonces, Braun trabajaba para Hoffmann
como asistente administrativa y modelo
esporádica en su laboratorio fotográfico,
ayudando en ocasiones a Hoffmann a
procesar las fotografías tomadas a
Hitler. La asistente del fotógrafo era
una chica rubia, con un rostro fresco y
alegre, delgada y muy atlética (era una
apasionada del esquí, la escalada de
montaña, la gimnasia y el baile). En
1931, tras la misteriosa muerte de Geli
Raubal (la sobrina de Hitler y probable-
mente su primera amante), Eva Braun
se convirtió en su amante, instalándose
en su apartamento de Münich, a pesar
de la oposición de su padre al que no le
gustaba la asociación en términos polí-
ticos ni personales. En 1935, después de
un frustrado intento de suicidio, Hitler
la trasladó a una villa en las afueras de
Münich, cercana a su propia casa, pro-
porcionándole un Mercedes y un chófer
personal. En su primer testamento del
2 de mayo de 1938 la nombró heredera:
en el caso de él muriera Eva Braun reci-
biría el equivalente a 600 libras esterli-
nas al año durante el resto de su vida.
En 1936, Braun se mudó al Berghof de
Hitler en Berchtesgaden.
Fue una mujer reservada, indiferente a
la política y mantuvo siempre las dis-
tancias con la mayoría de íntimos del
Führer. Eva Braun llevó una vida total-
mente aislada en el refugio alpino del
Führer y más tarde en Berlín. Raramente
aparecían juntos en público y pocos ale-
manes sabían siquiera de su existencia.
Aun los más cercanos al Führer no te-
nían clara la naturaleza de la relación
que había entre ellos, ya que Hitler no
hablaba nunca de su vida privada y no
81
se sentía completamente relajado en
compañía de Eva. Ante este panorama
poco proclive al desarrollo de relaciones
humanas, Braun pasaba la mayor parte
B
de su tiempo haciendo ejercicio, medi-
tando, leyendo novelas rosa, viendo pe-
lículas románticas o cuidando su aspecto
físico. Su lealtad a Hitler nunca flaqueó.
Después de que Hitler saliera ileso del
complot de 1944 le escribió una emo-
tiva carta que terminaba: “Desde nuestro
primer encuentro prometí seguirte a cual-
quier parte – incluso a la muerte – vivo
sólo por tu amor”.
En abril de 1945 acompaño a Hitler al
Führerbunker, mientras los rusos cerca-
ban Berlín. Se negó a marcharse, a pesar
de las órdenes de él, asegurando a quien
quisiera escucharla que sería la única
persona todavía leal a él cuando llegara
el amargo final. “Mejor que mueran otros
diez mil antes de que él se pierda para
Alemania”, repetía constantemente a
sus amigos. El 29 de abril de 1945 Hitler
y Eva Braun se casaron, tras el que qui-
zás haya sido el noviazgo más largo de
la historia (catorce años desde 1931). Al
día siguiente, 30 de abril de 1945, Eva
Braun se suicidó ingiriendo cianuro, dos
minutos antes de que Hitler se quitara
la vida. Por orden de Hitler, sus cuerpos
fueron incinerados con gasolina en el
jardín de la Cancillería del Reich sobre
el búnker. El cuerpo carbonizado de ella
fue descubierto posteriormente por los
rusos.
El resto de la familia Braun sobrevi-
vió a la guerra. Eva Braun tenía dos
hermanas, Ilse (1909) y Margarethe,
más conocida por Gretl (1915). Ilse se
casó en 1938 con un abogado apelli-
dado Hofstätter, y se divorció en 1941.
Se casó por segunda vez antes de que
acabara la guerra con otro abogado, el
Dr. Fucke-Michaels. Acabada la gue-
 82
rra, ambos vivieron más o menos de
forma anónima en el número 21 de
B Klingenteichweg, en Heidelberg. Ilse se
volvió a divorciar y murió de cáncer en
Münich en 1979. Yace enterrada en el
Waldfriedhof de Münich, compartiendo
tumba con su hermana pequeña Gretl
Berlinghoff y su sobrina Eva Fegelein.
El nombre Braun no consta. Gretl, la
pequeña, se casó con Fegelein, dando
luz a una niña el 5 de mayo de 1945 en
el hospital de Garmisch-Partenkincher.
Le pusieron de nombre Eva, aunque la
llamaron siempre la pequeña Eva o Evita.
Después de la guerra, Gretl se casó con
un hombre de negocios llamado Kurt
Berlinghoff, y murió en 1987 a conse-
cuencia de la enfermedad de Alzheimer.
Evita Fegelein se suicidó el 28 de junio
de 1971, envenenándose, tras conocer
la muerte de su novio en un accidente
de tráfico. Los padres de las hermanas
Braun murieron después de la guerra.
Fritz Braun en 1964 a los 85 años de
edad y Fanny (Franziska) Braun en 1976
a los 91 años de edad.
Bibliografía relacionada
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the intimate notes and diary of Eva Braun
(Aldus Publications, 1949)
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2007)
BRAUN, WERNHER VON
(1912 - 1977)
Ingeniero aeronáu-
tico alemán que
desarrolló las V-2
dirigidas contra
Inglaterra a finales
de la Segunda Gue-
rra Mundial.
Nació en Wirsitz (Prusia) el 23 de marzo
de 1912. Hijo de Magnus von Braun
(antiguo Ministro de Agricultura del
Presidente von Hindenburg y funda-
dor del Banco de Ahorros Alemán) y de
una madre que poseía un gran talento
musical. Desarrolló un gran interés por
la astronautica y los vuelos espaciales
mientras estudiaba en el Instituto de
Tecnología de Charlottenburg (Berlín).
Más tarde se unió a un grupo de inves-
tigadores liderados por H. Oberth que,
encuadrados en la Sociedad Alemana
para el Fomento de la Astronáutica, es-
tudiaban las aplicaciones de la propul-
sión a reacción. En 1932, tras el cese de
Oberth, asumió la dirección de las inves-
tigaciones. En 1936, y bajo el patrocinio
del ejército, se hizo cargo como director
técnico del Centro de Investigaciones de
Peenemünde (en la costa báltica). Desde
ese Centro de investigaciones Von Braun
diseñó algunas de las famosas «armas
secretas» de Hitler, tales como las V-2
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
(Vergeltungswaffe): una bomba volante
dirigida precursora de los misiles actua-
les y que en 1944 causaron graves pre-
ocupaciones a los aliados cuando fueron
utilizadas para bombardear Londres.
En 1938 ya había desarrollado el proto-
tipo del V-2: el Misil A-4, un ingenio au-
topropulsado y autodirigido con alcance
de 18 kilómetros. En 1940, ingresa en
las SS. Sin embargo, y a pesar de sus
avances iniciales, las investigaciones
de von Braun para resolver problemas
de orientación, aerodinámica y propul-
sión fueron ralentizadas después de la
decisión de Hitler de detraer hombres
y recursos de la investigación de misiles
para ser empleados en la Luftwaffe. Sus
ruegos para conseguir instalaciones en
las que poder proseguir sus investigacio-
nes fueron ignoradas hasta que en 1943
Hitler ordenó la fabricación masiva de
misiles V-2 de 14 metros de largo. Por
resistirse al intento de Himmler de con-
trolar del proyecto, von Braun y dos de
sus asistentes fueron arrestados por
las SS el 14 de marzo de 1944 y encar-
celados brevemente bajo la acusación
de orientar sus investigaciones hacia el
viaje espacial y no hacia la fabricación de
armas de guerra. Fueron liberados gra-
cias a la intervención directa ante Hitler
del General Dornberg y de Albert Speer,
y el 8 de septiembre de 1944 el primer
V-2 fue lanzado contra Inglaterra. Se
estima que desde septiembre de 1944
hasta abril de 1945 (siete últimos me-
ses de guerra) fueron lanzados contra
las ciudades inglesas alrededor de 3.600
misiles V-2.
En marzo de 1945, con las tropas ru-
sas en las proximidades, von Braun
evacuó el Centro de Investigaciones de
Peenemünde y se entregó a los america-
nos, junto con más de un centenar de
colegas científicos. Tras ser interrogado
83
en Londres, fue liberado y se le permi-
tió continuar con sus investigaciones
en los Estados Unidos, en donde ob-
tuvo la nacionalidad norteamericana
B
en 1955 y llegó a convertirse en una
figura esencial del programa aeroespa-
cial norteamericano. Después de 1960,
fue nombrado Director del Centro de
Vuelos Espaciales George C. Marshall en
Huntsville (Alabama) teniendo un co-
metido crucial en el desarrollo del pro-
grama norteamericano de vuelo a la
luna. Diseñó el cohete del ejército de los
Estados Unidos para Júpiter y su equipo
fue pionero en el desarrollo de Redstone,
con el que se puso al primer astronauta
americano en órbita en 1961. Fue el
inventor y genio organizador del pro-
grama espacial norteamericano, diseñó
y construyó el enorme cohete Saturno
5, que abrió una nueva era de la explo-
ración espacial en 1969 cuando llevó a
los astronautas del Apolo a la superficie
lunar. En 1970, fue nombrado Director
Delegado de la NASA. Murió de cáncer
en Alexandria (Virginia) el 16 de junio
de 1977. Fue descrito por el director en
funciones de la NASA como “un Colón del
siglo XX que amplio las fronteras del espa-
cio exterior con esfuerzos que permitieron
a su país adoptivo conseguir la supremacía
de la exploración espacial”.
Bibliografía relacionada
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(Yale University Press, New Haven, 1977)
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(Oxford University Press, NY, 1993)
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Ciencia: Historia social, política y económica
 84 Fernando Navarro García

de la ciencia en los s. XIX y XX (Crítica, los años treinta. Aunque estuvo afiliado
Barcelona, 2007) al Partido Comunista hasta el final de su
B Szollosi-Janze, Margit. Science in the Third vida, muchos comunistas nunca acepta-
ron totalmente su trabajo y no fue nada
Reich (Berg, Oxford, 2001)
popular en la Unión Soviética.
Ward, Bob - Dr. Space: The Life of Wernher von
Braun (Naval Institute Press , 2005) El verdadero ascenso a la fama de
Brecht se produjo en 1933 (se exilió
de Alemania un día después del incen-
BRECHT, BERTOLD dio del Reichstag) cuando su obra con-
(1898 - 1956) quistó gradualmente los escenarios de
Inglaterra y Estados Unidos. Sus obras
Dramaturgo, poeta alemán
más famosas fueron escritas durante
y oponente activo contra sus años de exilio escandinavo en la
el nazismo. ciudad danesa de Svendborg y después
de 1941 en Hollywood y Santa Mónica
Nació el 10 de febrero
(EE. UU.), incluidas Der Kaukasische
de 1898 en Augsburg
Kreidekreis (El Círculo de Tiza Caucásico)
(Baviera). Fue llamado
y Leben des Galilei (Vida de Galileo). Sus
a filas como enfer-
obras teatrales, guiones radiofónicos
mero el último año de
y discursos contra el nazismo tuvieron
la Primera Guerra Mundial. La desilu-
menor aceptación ya que reflejaban
sión de Brecht ante la vida se plasmó ya
sin tapujos sus simpatías por el esta-
en sus primeros dramas expresionistas,
linismo (que no fueron menguaron ni
tales como Trommeln in der Nacht, Baal e
siquiera tras los Procesos de Moscú, la
Im Dickicht der Städte. En esas obras se
Guerra Civil Española o el Pacto Nazi-
traslucía ya un cierto destello nihilista y
Soviético). En Die Rundköpfe und die
anarquista, una actitud antiburguesa y
Spitzköpfe (1938, Cabezas redondas y
una fascinación por la violencia. Su gran
cabezas picudas) y Furcht und Elend des
éxito teatral La opera de tres peniques (Die
Dritten Reiches (1938, La vida privada de
Dreigroschenoper, 1928), una adaptación
la Raza Superior), Brecht trató de refle-
del The Beggar´s Opera de John Gay (con
jar las tribulaciones del pueblo alemán
música de Kurt Weill), era una sátira del
bajo el yugo de Hitler y de ridiculizar
mundo gansteril y la ética burguesa y
las teorías raciales. Sin embargo, Brecht
fue una obra enormemente popular
(quizás debido a su cosmovisión mar-
entre el público de clase media de la
xista) no llega a entender del todo que
época. Otras obras como Mann ist Mann
en el III Reich era la raza y no la clase lo
(1927) o Mahagonny (1929) reforzaron
que contaba: Hitler había acabado con
la reputación de Brecht como un inge-
el hambre y el desempleo, ganándose
nioso parodiador de la respetabilidad
el respaldo de la clase obrera alemana.
burguesa. Después de 1926 comenzó
Eran los judíos, y no los proletarios, los
a estudiar el marxismo y a desarrollar
que estaban siendo perseguidos, un he-
una peculiar doctrina comunista que
cho vagamente concebido por Brecht.
expuso en Die Massnahme (Las Medidas
Su obra satírica sobre Adolf Hitler, El
Tomadas) y que anticipaba la mentali-
irrestible ascenso de Arturo Ui, no fue
dad estalinista totalitaria de finales de
comprendida en su día ya que explicaba
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
la ascensión del nazismo usando como
metáfora a una red mafiosa de Chicago
que monopolizaba el mercado de la co-
liflor.
Tras ser llamado a declarar en
1947 ante el Comité de Actividades
Antinorteamericanas por sus simpa-
tías comunistas, Brecht abandono los
Estados Unidos. Inicialmente quiso ins-
talarse en Münich, pero le fue imposi-
ble. A finales de 1949 fijó su residencia
en Berlín Oriental, pero mantuvo su
pasaporte checo (después austriaco),
su cuenta bancaria suiza y su editor en
Alemania Occidental. En Berlín Oriental,
formó, dirigió y escribió para su propio
teatro, el Berliner Ensemble, que se con-
virtió en un escaparate cultural de re-
nombre internacional del bloque comu-
nista. Aunque recibió el Premio Stalin de
la Paz en 1954, su creatividad como dra-
maturgo y poeta fue decayendo durante
sus últimos siete años en Alemania del
Este, lo cual no debería sorprender a
nadie que conozca el asfixiante sistema
represivo implantado por el comunismo
en los países bajo su órbita. Murió el 14
de agosto de 1956 en Berlín del Este.
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B
BREKER, ARNO
(1900 - 1991)
Famoso y exitoso escultor
del III Reich.
Nació en Elberfeld el
19 de julio de 1900,
siendo hijo de un
cantero y escultor.
Aprendió su oficio en
el taller de su padre,
estudiando después en la Academia de
Arte de Düsseldorf. En 1927 Breker se
trasladó a París, ciudad en la que residió
hasta 1933; siendo fuertemente influen-
ciado por el escultor francés Maillol.
Bajo el régimen nazi, Breker ayudó a
iniciar un nuevo estilo de escultura con
figuras monumentales clásicas, enfati-
zando el gesto, la fuerza concentrada y
acentuando una idea algo brutal, dura y
heroica de la masculinidad. Sus atletas y
guerreros, perfectamente proporciona-
dos, eran mostrados como criaturas di-
vinas, en actitud de celebrar conquistas
o victorias. Sus esculturas ornaban ha-
bitualmente edificios públicos o se exhi-
bían en las Grandes Exposiciones de Arte
Alemán (por ejemplo, su serie de figuras
en bronce The Army y The Party decora-
ban el patio interior de la Cancillería del
Reich en Berlín, construida por Albert
Speer en 1939). A Hitler le fascinaban
esas formas musculosas y perfectas y el
busto de Breker del compositor Richard
Wagner estaba colocado en su refugio
privado en el Berghof. Breker fue digni-
ficado con numerosos honores públicos
y comisiones por su lealtad al régimen y
por haber creado un estilo propio de la
 86
escultura nazi. En 1936, se le concedió
la Medalla Olímpica de Plata de las Artes.
B En 1937, se convirtió en “escultor oficial
del estado” y recibió un estudio gigante
como regalo, con 43 empleados, de los
cuales 12 eran escultores. Miembro de la
Academia de Artes Prusiana, en 1939 fue
nombrado Profesor de la Escuela Técnica
Estatal de Artes Visuales de Berlín. Tanta
actividad y reputación convirtieron a
Breker en un hombre rico: ganaba casi
100.000 marcos anuales por su trabajo,
pagando sólo una suma simbólica de
impuestos. En 1940, recibió una gran
casa privada con un parque y otro estu-
dio de gran tamaño como regalo perso-
nal de Hitler. Breker fue un escultor de
indudable talento, a pesar de su tenden-
cia a una retórica retrógrada y un estilo
ampuloso y fue también admirado en
Francia. Se realizó una gran exposición
de su obra en la Orangerie en el París
ocupado en 1942, y la muestra fue inau-
gurada por el Presidente de la Académie
Française, que elogió su maestría. Jean
Cocteau escribió una introducción entu-
siasta en el catálogo de la exposición. La
celebración del cuerpo masculino des-
nudo, rebosante de una pétrea virilidad,
sus figuras musculadas y prestas para
el combate, ejercían una atracción evi-
dente para todos los públicos, incluso
fuera de la órbita de la Alemania nazi y
a pesar de sus referencias obsesivas al
ideal nórdico racial y el “mito” ario. La
brutalidad hueca, artificial, fría de estas
figuras no fue tenida en cuenta por sus
admiradores.
En 1948 fue condenado a pagar una
multa como cómplice del nazismo.
Después de la guerra Breker esculpió
los bustos de muchos artistas de re-
nombre como Cocteau, Montherlant,
Celine, Erza Pound y Salvador Dalí
así como de miembros de la familia
Fernando Navarro García
Wagner y de políticos conservadores
alemanes como Adeanuer y Erhard. En
1961, compró muchas de sus escultu-
ras en subastas privadas y las ubicó en
su jardín de Düsseldorf. Sus memorias,
Im Strahlungsfeld der Ereignisse, fueron
publicadas en alemán 1972 (existe una
edición francesa previa, de 1970). Al
igual que Albert Speer, Breker fue reha-
bilitado públicamente durante las dos
décadas previas a su fallecimiento, afir-
mando constantemente que su arte no
tenía implicaciones políticas. Murió el
13 de febrero de 1991.
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BROCH, HERMANN
(1886 – 1951)
Novelista, ensayista, dra-
maturgo y filósofo.
Nació en Viena
(Austria) el 1 de no-
viembre de 1886 y
perteneció a una fa-
milia acomodada.
En 1928, abandonó
sus estudios de ingeniería textil para
estudiar Matemáticas y Filosofía en
la Universidad de Viena; estudios que
también dejaría para dedicarse de lleno
a su vocación literaria.
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Su consagración artística se produjo
tras la publicación de la trilogía Los
Sonámbulos (Die Schlafwandler, 1931
– 1932), compuesta por Pasenow oder
die Romantik, Esch oder die Anarchie,
Huguenau oder die Sachlichkeit. La obra
fue concebida como un fresco histórico
de la transición del siglo XIX al XX, y
presentaba con ironía y suma comple-
jidad estilística la victoria del materia-
lismo sobre los antiguos ideales indivi-
dualistas. Destacó por la capacidad para
imbricar en su obra las experiencias hu-
manas más diversas.
La expansión del nazismo obligó a Broch
a abandonar sus proyectos literarios
y durante 1937 y 1938 trabajó en la
Völkerbund-Resolution (Resolución de la
Liga de Naciones), sugiriendo que una po-
lítica internacional que reconociera la le-
gitimidad de ciertas exigencias alemanas
sumada a un refuerzo de los derechos hu-
manos podrían detener la creciente marea
del fascismo europeo. Naturalmente se
equivocó, pero eso es algo que la historia
siempre muestra a posteriori.
Entre 1934 y 1936 compuso Der
Versucher (El Tentador), una parábola
antinazi que le costó (justo el mismo día
del Anschluss austriaco) dos semanas
en la prisión de la Gestapo Alt Aussee.
Nunca describió esa experiencia carcela-
ria a la que se refería como “el Infierno”.
Tras ser liberado (jamás se ha sabido
cómo o por qué, aunque probablemente
contó con la ayuda de J. Joyce y de
Einstein para obtener el visado), se exi-
lió a Escocia y en 1940 se trasladó a los
Estados Unidos, en donde escribió su
más ambiciosa novela, Der Tod des Vergil
(1945, La muerte de Virgilio), en la que la
realidad y el sueño se mezclan durante
las 18 últimas horas de vida del gran
poeta latino, en cuya época veía Broch
un paralelismo con la propia.
87
El interés de Broch por las fuentes psi-
cológicas colectivas del nazismo fue más
tarde plasmado en Massenpsychologie
(1951), escrita con el apoyo de varias fun-
B
daciones americanas durante la Segunda
Guerra Mundial. Die Verzauberung (1976)
[El maleficio] era una novela sobre la psi-
cología de masas. La historia se desarro-
lla en un pequeño pueblo de montaña
tirolés, donde los granjeros creen las pro-
mesas de un fanático fundamentalista e
incluso participan en el asesinato ritual
de una joven. Broch trabajó en el libro pe-
riódicamente desde los años treinta, pero
lo dejó inacabado. En el momento de su
muerte, se encontraba escribiendo la ter-
cera versión del texto. En 1950 publicó
Die Schuldlosen (Los Inocentes), un lúcido
análisis de la Alemania prehitleriana.
Murió en New Haven el 30 de mayo de
1951, de un ataque al corazón. Su obra
disfrutaría posteriormente una continua
revalorización llegando a ser comparado
con Joyce, Proust y Thomas Mann.
La siguiente cita (1932) de la tercera
obra de su trilogía Los sonámbulos deja
clara su visión del militarismo impe-
rante en la Alemania inmediatamente
anterior a la toma del poder de Hitler:
“Es propio de la lógica del soldado tirarle a
un enemigo una granada entre las piernas;
es propio de la lógica del militar explotar al
máximo todos los medios del poder militar,
explotarlos hasta las últimas consecuencias,
con el mayor radicalismo y, si es necesario,
exterminar pueblos, destruir catedrales,
bombardear hospitales y salas de operacio-
nes” («Huguenau o el realismo – La de-
gradación de los valores»).
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Broch, Hermann. La Muerte de Virgilio
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BRUCKMANN, HUGO
(1863 – 1941)
Rico editor alemán y uno de los primeros fi-
nanciadores de Hitler.
Hugo Bruckmann era el propietario
de Editorial Bruckman, una prestigiosa
editora de libros de arte, muy aprecia-
dos y difundidos por toda Alemania.
Bruckmann era, además, amigo íntimo
de Cosima Wagner y su editorial fue
la encargada de publicar la biografía
de Wagner escrita por Chamberlain.
En agradecimiento, en 1911 Cosima
Wagner (su viuda) autorizó a su edito-
rial publicar la autobiografía de Wagner:
Mein Leben.
En 1926 el Partido Nacionalsocialista
Obrero Alemán estaba al borde de la
quiebra, y Hitler amenazaba con suici-
darse: “No asumiré la bancarrota; mejor
pegarse un tiro”. “Entonces – como el
propio Hitler recordaba después – en
el último momento, nuestra querida se-
ñora Bruckmann vino en nuestra ayuda.
Me llevó a ver a Emil Kirchdorf (gran
industrial), con el que tuve una conver-
sación de cuatro horas. Kirchdorf pagó
todas las deudas y volvió a ponerse a flote
el partido.” Elsa Bruckmann (nacida en
Rumanía en 1856, de soltera princesa
Cantacuccene), tenía en Münich una fa-
mosa villa en Karolinenplatz, en la que
presentó a Hitler a todos cuantos tenían
rango, nombre e influencia, por ejemplo
al rico industrial Emil Kirdorf. A ruegos
de su esposa, Hugo Bruckmann pagó el
alquiler de Hitler y le cedió su palacio
Fernando Navarro García
para organizar reuniones, actos sociales
y discursos políticos del NSDAP. En esas
ocasiones, Elsa Bruckmann escuchaba
con las manos entrelazadas, casi hipno-
tizada, los discursos de Hitler. Su gene-
rosidad no tenía límites: “Querido señor
Hitler: Me sobra este reloj de pulsera. ¿No
querría usted utilizarlo? Si quisiera pa-
sarse mañana o el jueves para echar un vis-
tazo a los muebles, etc., que podría usted
usar”. Hitler no tenía reparos en acep-
tar sus dádivas. A pesar de su estrecha
amistad, en 1942 Hitler sentenció ante
un grupo de comensales que “La revista
de Arte de los Bruckmann es inferior a
la del Dr. Hoffmann y a la del Ministerio
de Propaganda”. Hugo Bruckmann fue
miembro del Reichstag desde 1933
hasta su muerte en 1941, tras la cual
Hitler organizó un funeral de Estado.
Elsa, su viuda, continuó a cargo de la
editorial.
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BRÜCKNER, WILHELM
(1884 – 1954)
Uno de los secretarios y guardaespaldas per-
sonal de Hitler.
Nació en Baden-Baden el 11 de di-
ciembre 1884. Estudió Derecho y
Economía. En 1922, se afilió al Partido
Diccionario biográfico de nazismo y Tercer Reich
Nacionalsocialista y poco después par-
ticipó activamente del Pusch de la cer-
vecería (1923), delito por el que fue
encarcelado durante cuatro meses (la
sentencia fue de año y medio). En oc-
tubre de 1941, Hitler recordaba que
“cuando Brückner fue encarcelado toda la
prisión era nacionalsocialista, las hijas del
director de la prisión incluidas”. Durante
los últimos años veinte compagina su
actividad paramilitar en las SA con un
trabajo más ortodoxo como vendedor
comisionista.
En 1930 se convierte en ayudante prin-
cipal y guardaespaldas de Hitler. El 8
de noviembre de 1934 es nombrado SA
Obergruppenführer (Teniente General).
Conservo el cargo de ayudante principal
y guardaespaldas de Hitler hasta el 18
de octubre de 1940, momento en el que
cayó en desgracia al haber discutido con
Kannenberg, el mayordomo de la resi-
dencia de Hitler (probablemente a raíz
de una trama urdida por Bormann). Fue
sucedido en el puesto por Julius Schaub.
Tras ser despedido se alistó en el ejército
en 1941, llegando a obtener el rango de
Coronel al término de la guerra. Murió
en Herbsdorf (Alta Baviera) el 18 de
agosto de 1954.
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BRÜNING, HEINRICH
(1885 – 1970)
Canciller del Reich alemán
B
desde 1930 hasta 1932 y lí-
der del católico Partido del
Centro (Zentrum).
Nació en Münster
(Westfalia) el 26 de no-
viembre de 1885, hijo
de un industrial. Después de estudiar
filosofía, historia y políticas (se doctoró
en la Universidad de Bonn en 1915)
se presentó voluntario para prestar el
servicio militar en el frente, llegando a
comandar una compañía de ametralla-
doras y siendo condecorado con la Cruz
de Hierro.
Desde 1920 hasta 1930, desarrolló su
carrera política al amparo de Adam
Stegerwald, actuando como director de
la Liga Sindicatos de Comercio Alemanes
(Sindicatos Cristianos). Miembro del
Partido Católico de Centro (Zentrum),
representando a su sección de la dere-
cha más conservadora y monárquica,
Brüning fue elegido diputado por
Breslau en 1924, cargo que ostentó
hasta 1933. Brüning era un político re-
servado y académico, un católico sincero
y un experto fiscal, razones por las cua-
les fue nombrado director del Partido de
Centro en el Reichstag en 1929.
A finales de marzo de 1930, justo cuando
la depresión económica mundial empe-
zaba a afectar seriamente a Alemania,
fue nombrado Canciller del Reich en un
gabinete dominado por el centro bur-
gués. Las medidas drásticas deflaciona-
rias de Brüning estaban encaminadas a
sanear las finanzas nacionales mediante
el recorte de gastos, de sueldos oficiales
y de escalas salariales, reduciendo los
subsidios de desempleo y aumentando
 90
los impuestos. Con la determinación
de evitar la inflación a cualquier precio,
B sus medidas fueron extremadamente
impopulares, paralizando grandes sec-
tores de la economía y reduciendo los
niveles de vida de los trabajadores. A no
contar con un respaldo parlamentario
sólido y ser incapaz de defender su pro-
grama fiscal, Brüning tuvo que disolver
el Reichstag el 18 de julio de 1929. Tras
la disolución del Parlamento gobernó
por decreto, usando los poderes excep-
cionales garantizados por el artículo 48
de la Constitución de Weimar, y que le
hacían depender totalmente de la apro-
bación del Presidente del Reich Paul
von Hindenburg. Aunque gozaba del
apoyo oficioso del ejército y los social-
demócratas del Reichstag, la posición de
Brüning se debilitó tras los resultados
de las elecciones de septiembre de 1930,
que aumentaron enormemente el poder
de los nazis y los comunistas, quienes
achacaron a sus medidas todos los ma-
les del sistema weimariano de 1918.
Brüning tuvo, sin embargo, mucha más
aceptación en el extranjero (desde 1931
asumió el cargo adicional de Ministro
de Exteriores), llevando a término las
reparaciones en Lausanne en el verano
de 1932 y realizando notables progre-
sos para lograr la revisión del Tratado
de Versalles. Bajo sus decretos de emer-
gencia, las SA y las SS fueron disueltas
oficialmente el 13 de abril de 1932.
El fracaso de Brüning para superar la
crisis económica mientras la tasa de
desempleo superaba los seis millones
de alemanes, avivaron las protestas de
la derecha y la izquierda en el verano de
1932. La oposición de los grandes te-
rratenientes Junker de Prusia Oriental
aumentaron y cuando se hicieron pú-
blicos sus planes para sanear las pro-
piedades inmobiliarias no rentables
Fernando Navarro García
sus relaciones con el Presidente von
Hindenburg se enfriaron notablemente,
llegando incluso a calificar su política de
“Bolchevismo agrario”. Las intrigas del
general von Schleicher, que pretendía
ocupar el puesto de Brüning mostrán-
dose más dócil y apaciguador con los
nazis, también influyeron para que von
Hindenburg le retirara su apoyo. El 10
de mayo de 1932 el senil Presidente
del Reich exigió, sorpresiva y abrupta-
mente, la dimisión de Brüning y para
finales del mes ya había sido sustituido
por Franz von Papen.
Con Brüning desapareció la última
figura de estado de la República de
Weimar y supuso un golpe decisivo a la
tambaleante democracia burguesa de
Alemania. En julio de 1933 Brüning di-
mitió de su cargo de director del Partido
Católico de Centro y en verano de 1934 se
trasladó a Suiza, emigrando después a
los Estados Unidos. Aceptó una Cátedra
de Ciencias Políticas en Harvard y fue
miembro de esa Facultad entre 1937 y
1952. En 1951 regresó a Colonia, donde
sería nombrado Profesor Emérito. Su
último lugar de residencia fueron los
Estados Unidos, donde murió el 30 de
marzo de 1970 en Norwich (Vermont).
Sus Memorien: 1918 – 1934 fueron pu-
blicadas póstumamente el mismo año.
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INSTITUCIONES MÁS COMUNES USADOS
EN EL DICCIONARIO

Aeltestenrat: Consejo de Ancianos o Consejo Judio (organizaciones

generalmente instauradas en los guetos, como interlocutoras de los nazis).
Ahnenerbe (Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches
Ahnenerbe e.V): "Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia
Ancestral Alemana", también conocida como SS-Ahnenerbe.
Organización pseudo científica alemana constituida en 1935
por dirigentes e ideólogos nazis para realizar y divulgar
investigaciones con fines propagandísticos en apoyo de
la ideología nazi y en particular, de sus teorías racistas
relacionadas con el mito de la raza aria y su supremacía. En
1942, durante la Segunda Guerra Mundial, la Ahnenerbe fue
integrada en la estructura de las SS y estuvo dirigida, bajo la presidencia de
Heinrich Himmler, por Walther Wüst y Wolfram von Sievers, orientando su
actividad hacia el apoyo de experimentos brutales sobre prisioneros víctimas
del holocausto.

Aktion T4 (1939 - 1941): También conocida como Programa Gnadentod.

Programa de eutanasia creado y ejecutado bajo la responsabilidad principal de
médicos durante el III Reich para eliminar a enfermos incurables, niños con
taras hereditarias o adultos improductivos. Se estima que fueron asesinadas
sistemáticamente entre 200.000 y 275.000 personas. El nombre T4 viene de
los cuarteles generales de la organización que ejecutaba estos planes, situados
en Berlín en la Tiergartenstraße 4 (calle del Jardín Zoológico, número 4).

Amt: Oficina.
Anschluss (Anexión): inclusión en 1938 de Austria dentro de la Alemania
nazi como una provincia del III Reich, pasando de Osterreich a Ostmark
(Marca del Este).
Autobahn: Red de autopistas alemanas.
Berchtesgaden: ciudad en la que radicaba el Berghof, una de las residencias
de descanso de Hitler. La ciudad está ubicada en los Alpes de Baviera, en
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