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TEATRO TERAPÉUTICO GESTÁLTICO

Nace de la conjunción de la práctica de teatro y la psicología de la Gestalt. Es


teatro enfocado al proceso terapéutico de los sujetos; su objetivo, es el proceso
de autoconocimiento, de aprehensión y de desarrollo de los sujetos durante el
mismo. Tiene como fin además la concientización de situaciones conflictivas a
través de la representación de las mismas dentro del grupo.
El teatro de por sí sólo ya es terapéutico, pues ya el hecho de ponerse delante
de un público que nos puede juzgar, de vencer la timidez y de atrever a
mostrarnos, son todos elementos terapéuticos que nos proporcionan
herramientas para desenvolvernos mejor en las circunstancias cotidianas de
nuestras vidas: en el trabajo, en las relaciones y con nosotr@s mism@s.
Fritz Perls, el creador de la Terapia Gestalt, aprendió teatro en su juventud y
trabajó durante años con actores y bailarines del teatro de vanguardia. Su
práctica terapéutica estuvo siempre entrelazada con el arte. Y es sabido que
distintas disciplinas utilizan el teatro como importante medio terapéutico o de
crecimiento personal, como hacen la terapia Gestalt, el psicodrama, la
dramaterapia y la arteterapia. Fruto de la dilatada experiencia de las autoras
-apoyadas en el encuentro entre el teatro y la terapia, principalmente la Terapia
Gestalt de Fritz Perls-, esta obra nos presenta una investigación teórica sobre
las enseñanzas de grandes maestros del teatro como K. Stanislavski, V.
Meyerhold, M. Reinhardt, B. Brecht, A. Artaud, J. Grotowski, P. Brook, J. Lecoq,
D. Donnellan y A. Boal, entre otros, y relaciona las distintas disciplinas que
utilizan el teatro enfocado a lo personal (como el psicodrama, la dramaterapia,
la multiplicación dramática y la Gestalt).
TÉCNICAS
• Arco-iris del deseo de Augusto Boal
• Pretextos dramáticos de Allan Owens
• Role Playing
• Improvisaciones
• Expresión corporal
• Relajación
El Teatro Terapéutico une el teatro con la terapia, bajo una
perspectiva humanista y gestáltica. Eso quiere decir que, utilizando el teatro
como medio y aplicando herramientas terapéuticas, somos capaces de
descubrir aspectos de nosotros mismos que de otra manera permaneces
escondidos. A través del juego, de la interpretación y de la experiencia teatral,
sacamos a la luz todo el potencial de nuestras capacidades para aprender de
ellas y poder aplicarlas a nuestro día a día.

Ció Sagristà, pionera del Teatro Terapéutico en España y co-fundadora de


Gestual, explica más en profundidad qué es el Teatro Terapéutico y nos ofrece
una gran variedad de posibilidades para aquellos y aquellas que
deseen descubrir sus beneficios. Desde clases muestra, pasando por
monográficos, y teniendo la posibilidad de formarse como Terapeuta Teatral,
Gestual ofrece distintas opciones en varias ciudades de España y del
extranjero.
A continuación, puedes ampliar información sobre el Teatro Terapéutico de
Gestual, localizaciones, cursos y formaciones. Si aún deseas más información,
no dudes en ponerte en contacto con nosotr@s. Estaremos encantad@s de
escucharte.

Cuando nos ponemos en contacto con el teatro nos ponemos en contacto con


personas y sus historias, las maneras en que las viven y las interpretan. Tanto
si hacemos teatro como si lo vemos nos acercamos al mundo interior de las
emociones, los miedos, las pasiones los caminos recorridos, desde los más
directos e impulsivos hasta los más largos y dubitativos. Este acercamiento nos
obliga de alguna manera a hacernos conscientes de nuestra esencia o posible
esencia, podemos intuir dónde estamos o al menos qué nos moviliza, qué nos
interesa, cómo queremos desarrollar en este momento nuestra existencia en el
entorno y en nuestro interior.

Lo que hacemos o lo que vemos en el escenario puede ser una proyección


potente, un espejo vivo que denuncia, describe, atrae la atención hacia lo
verdaderamente importante. A veces un momento, una mirada o un impulso
reprimido pueden llevar a actores y espectadores a un entendimiento profundo
de situaciones vividas. El teatro enseña el ciclo de la vida y la muerte,  te
muestra los grises desde el blanco y el negro.
 
El experimentar las historias de otros como si fueran las propias nos exige una
empatía profunda, un “no juicio” hacia la conducta de tal o cual personaje
porque se muestra sólo una parte de la conducta, un retazo del contexto en el
que vive y eso nos puede poner en el lugar de auto-observarnos también sin
juicio. Intentando comprender en qué contexto estamos, qué quisimos hacer o
conseguir con tal o cual acto, que fue lo que realmente sucedió o fui capaz de
experimentar. El teatro nos recuerda que somos momentos, imágenes,
hechos, partes de historias dentro de una historia colectiva que sigue su curso
y que podemos elegir ser protagonistas o espectadores.

Observar nos hace más sabios, observar nuestras sensaciones físicas, lo que
nos tensa o nos relaja; lo que hace que el corazón lata con fuerza o nos
permita una respiración profunda. Observarme en qué momentos mi piel se
eriza o mi estómago se cierra, ante qué situaciones me sucede, ante qué
diálogos internos o en la interacción con otros. Todo ésto me hace más sabio
porque a través de observar conozco, y con ese conocimiento vivo con más
lucidez, intentando llevar mis acciones hacia aquellas sensaciones que me
fueron más placenteras o relevantes, las que me llevaron al encuentro conmigo
mism
Astrosky y Holovatuck (2005) reafirman la aplicación de teatro como
herramienta terapéutica:
“…aunque si tomamos la palabra “terapéutico” desde su etimología,
donde la reconocemos como “ayuda”, comprendemos que todo trabajo
teatral es terapéutico. Facilita el autoconocimiento, la desinhibición de
nuestros bloqueos, nos posibilita la interrelación con los otros, el
conocimiento y desarrollo de nuestra expresión y creatividad, entre otras.”

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