©Judith Figueroa/AICB

Edición General
Asociación para la Investigación y Conservación
de la Biodiversidad - AICB.
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Fotografías
Judith Figueroa/AICB.

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional

del Perú 2012-01242.

1º Edición. Enero 2012. Lima, Perú.

© Derechos Reservados Cita sugerida

Todos los derechos de autor reservados conforme
a Ley. No está permitida la reproducción total o
parcial de los textos y fotografías, por ningún
medio, sin la autorización escrita de los autores
correspondientes.
Stucchi, M. (2012). Primeras observaciones de la
biología del cóndor andino en el Perú: los estudios
de Santiago de Cárdenas, Lima - siglo XVIII.
Asociación para la Investigación y Conservación
de la Biodiversidad, Lima. 39 pp.
 ©Judith Figueroa/AICB

A Judith Figueroa Pizarro por la revisión del texto,

sus comentarios y el préstamo de sus fotografías.

A Luciano Stucchi Portocarrero por sus

comentarios y ayuda para la obtención de una
copia de la edición de 1937, con la que se trabajó
inicialmente.

A Fernando Rojas Stucchi por la revisión del texto,

sus comentarios, ayuda con el significado de los
términos antiguos y por conseguir un ejemplar
original de la edición de 1937.
©Judith Figueroa/AICB
En el año 1758, el célebre naturalista sueco Carl
Linnaeus publicó en Estocolmo el décimo
volumen de Systema naturae, obra considerada
como el punto de partida formal de la
nomenclatura zoológica actual; en ella incluyó al
cóndor andino, denominándolo científicamente
"Vultur gryphus" –nombre que recibe hasta la
actualidad– pero siendo su referencia sobre la
morfología e historia natural de la especie
prácticamente nula. En ese mismo año, a miles de
kilómetros de allí, Santiago de Cárdenas, en
solitario y adelantado esfuerzo, descubrió, después
de un extenso estudio, cómo hacían los cóndores
para elevarse y descender en el aire a pesar de su
enorme tamaño y peso. Esto sucedió en el cerro
San Jerónimo de las lomas de Amancaes, en la
capital del Virreinato del Perú.
Santiago de Cárdenas nació en Lima en 1726.
Desde muy pequeño trabajó como ayudante de
piloto en un buque, por lo que tuvo la oportunidad
de navegar por toda la costa durante su niñez y
adolescencia. Durante sus viajes, observó diversas
especies de aves marinas; una de ellas le llamó la
atención: la tijereta (ave fragata), de la cual señaló:
... su modo de volar [es] tan prodigioso, que se puede decir
que es el Señor de todas de las aves que vuelan sin aletear.
Posteriormente, en 1746, se mudó al centro de
Lima en donde se dedicó, entre otras cosas, a la
confección de sombreros, oficio que desarrolló
para vivir y sustentar su pasión de observar las
aves. Lejos del mar, en Lima supo que existían
otras aves que los indios en su idioma llaman Cúndur.
Estos exceden a las aves del reino en corpulencia y gravedad.
Su admiración y estudio por ellos se extendió por
el resto de su vida.
En 1761, después de catorce años estudiando los
cóndores, escribió un manifiesto sobre su vuelo,
1
con el objetivo de proponer la construcción de
una máquina que sirviera para el vuelo humano.
Aquél fue dirigido el 5 de noviembre de ese año al
virrey Manuel de Amat y Juniet, y se tituló: Nuevo
sistema de navegar por los aires, sacado de las observaciones
de la naturaleza volátil.
A pesar de estar escrito en un lenguaje sencillo y
didáctico, a manera de diálogo entre el cóndor y el
discípulo (el autor), y con muchos ejemplos
referidos a navíos y su desenvolvimiento en el mar
–dada su formación marinera– la complejidad de
su trabajo y el desconocimiento general sobre el
comportamiento y anatomía de las aves hizo que
en su época no entendieran su importancia,
calificándolo como un trabajo "sin juicio, inútil y
ridículo" y a su autor como "loco". Cosme Bueno,
erudito de la época, quien fuera designado por el
Virrey Amat para analizar el documento,
argumentó imposible el vuelo del hombre, sin
hacer mayores comentarios sobre las
descripciones biológicas. Santiago de Cárdenas no
se dio por vencido y volvió a entregar el 6 de
diciembre de 1762 una segunda edición de su
estudio al Virrey, pero éste lo volvió a desestimar,
ignorándose nuevamente los estudios biológicos.
Finalmente, en 1766, apoyado por el duque de San
1
Carlos , Cárdenas retomó el documento y lo
preparó para que éste se lo entregue al mismo Rey
de España, pero no se sabe si esto llegó a
concretarse. Lamentablemente, el naturalista
murió pocos meses después de terminar su obra.
Un siglo después, Ricardo Palma, en una de sus
tradiciones titulada Santiago Volador, hace una
reseña biográfica de Cárdenas en la que califica su
trabajo como "incuestionablemente ingenioso, y
contiene observaciones que sorprenden por ser
fr uto espontáneo de una intelig encia
1. Personaje destacado del Virreinato, que llegó a ser alcalde de
Lima en 1750.
sin cultivo". En 1878, Rafael Jover editó en
Santiago de Chile la obra de Cárdenas de forma
resumida, conjuntamente con la disertación que
hiciera Cosme Bueno sobre la misma y la tradición
de Palma. Finalmente, la obra de Cárdenas fue re-
editada por el Cuerpo Aeronáutico del Perú (hoy
Fuerza Aérea del Perú), como parte del homenaje
internacional que se le rindió a Jorge Chávez en
Lima, en 1937, considerando a partir de la fecha a
Santiago de Cárdenas pionero de la aviación
2
peruana y de América .
A 250 años de la presentación del manuscrito del
naturalista Santiago de Cárdenas al gobernador
virreinal, se presentan aquí sus ilustraciones y
algunas de sus anotaciones. Lamentablemente,
muchas de las láminas del manuscrito original y la
parte final de los textos se perdieron antes de la
edición de 1878, por lo que el documento que
conocemos hoy está incompleto. Al igual que lo
hiciera Leonardo da Vinci entre finales del siglo
XV e inicios del XVI, Santiago de Cárdenas
observó que, para entender el vuelo de las aves,
había que conocer su anatomía tanto externa
como interna, y el comportamiento de los vientos.
Y, al igual también que el genio italiano, Cárdenas
estudió las aves con el fin de poder construir una
máquina capaz de poder llevar al hombre por los
aires. Los planos de la aeronave que Cárdenas
diseñó parecen haberse perdido, pero ha quedado
su detallada descripción del cóndor andino y sus
comentarios sobre otras aves, convirtiéndolo
también en un verdadero precursor de la
ornitología peruana.
Queda asimismo muy claro que para Santiago de
Cárdenas no existía otra posibilidad de que el
hombre vuele que no fuese por el planeo. El aleteo
lo tenía totalmente descartado, lo cual no deja de
ser un aporte importante para la aviación: Entre las
aves legítimas [aquellas que vuelan sin aletear, solo
planeando]… es el cóndor el elegido para modelo, y es al
que posiblemente se le pueda imitar el objeto del sistema [de
vuelo propuesto], y así en adelante no tienes que
barruntar sobre si es este modo o el otro, si sea este pájaro o el
otro, sino ciegamente debes entender que en todo son los
maestros, bajo de cuyos preceptos se funda el sistema, pues
este modo de volar no requiere compuestos, ni resortes, ni
ofrece riesgo, que aseguro que el que por estas
2
reglas intentase el volar, aseguraría el éxito con tantas
ventajas que sería una propiedad tan conforme al natural,
que tendría los hombres, por más cómodo el volar que la
navegación (p. 203).
En la presente reseña se han incluido todas las
láminas que quedan, y transcrito los textos
originales del documento editado en 1937 (en
cursivas y en azul), con apoyo en algunos casos de
la edición de 1878; el primero, copia literal del
segundo manuscrito de Santiago de Cárdenas, de
1762; el segundo, un resumen del mismo. Se ha
adaptado la escritura de las palabras usadas por el
autor a la ortografía actual, traduciendo algunos
términos en desuso, completando palabras que
puedan faltar en una frase y transformando las
medidas a unidades actuales (todos entre
corchetes), en base a definiciones de diccionarios
3
de la época y posteriores . No hay mayores
cambios sintácticos, salvo en los casos en que, por
el estilo del texto, el cóndor se expresa en primera
persona, en los cuales se ha adaptado a tercera
persona. Se ha colocado, al final de cada
transcripción, el número de la página en que esta
se ubica, según la edición de 1937. Asimismo, se ha
dado a sus descripciones un orden más acorde con
la práctica actual, con el fin de que estas sean más
claras, y en algunos casos se han hecho
comentarios complementarios a lo escrito por
Cárdenas.
Hay que resaltar que muchas de las explicaciones
que diera Cárdenas sobre la anatomía y el vuelo de
los cóndores estuvieron apoyadas en láminas, que,
como se dijo anteriormente, se perdieron. Por ello,
en esta reseña también se ha tratado de adaptar
ciertos textos para que puedan ser leídos sin
necesidad de las mismas y se han incorporado
ilustraciones didácticas para la mejor
comprensión.
Con todo ello, este trabajo pretende ser una
invitación para que los ornitólogos modernos
2. Diario El Universal (Lima), del viernes 24 de Septiembre de
1937.
3. Ver los diccionarios utilizados en la página 37. Ver cuadro de
equivalencias de medidas en el Apéndice 2.
lean el libro original, con la seguridad que, en
base a sus propios conocimientos y experiencia,
podrán encontrar mayor información a la
descrita aquí. No es intención de esta reseña que
se considere al autor del manuscrito original
como un erudito o especialista en la biología del
cóndor, sino sólo que se aprecie su esfuerzo y, si
se puede, se aprenda de él, siempre situándolo en
su contexto cultural y científico del siglo XVIII
virreinal.
guarda el equilibrio forzosamente?, ¿saben determinar
la respectiva columna de aire que sea necesaria para
mantenernos en posición?, o ¿qué supla esta cuando
convenga? Parece que nada de lo fundamental han
inculcado y por esta razón me remito a la enseñanza y
no te pese de tener la cabeza libre de telas de araña, que
entrarán fácilmente en el asunto que pretendes (p. 165-
167) (Fig. 1).

Para finalizar esta introducción, se transcribe un

texto de Santiago de Cárdenas que resume su
visión sobre la investigación que realizó, la cual
no deja de ser un ejemplo hasta la actualidad. Es
el reconocimiento que le hace, de manera
figurada, el cóndor a su discípulo (Cárdenas):
...digo qué tiene que hacer la facultad volátil con la
doctitud ni con las escuelas ni versión de libros. Esto más
se sabe por las observaciones y especulación que por los
medios del sofisma ni reflexiones hechas en los estrados
literarios, ni de las observaciones en las ciudades, ni
alcázares, ni palacios. Si esto es así, me admira como
hayan fomentado cuestiones en pro ni en contra, ¿acaso
esos sabios han visto por sus ojos lo que tú?, ¿han
concurrido a observar a estos montes, en estas asperezas
donde te hallas?, ¿han hecho examen físico de nuestras
operaciones, muy particularmente han gastado catorce
años en esta ocupación?, ¿han proveído de alimento
nuestros buches para obligarnos a la familiaridad?, ¿han
sustituido malos cuerpos muertos para que nuestra
hambrienta curiosidad nos obligue a bajar, y tan cerca que
tal vez nos pudieras tomar con las manos?, ¿han comido
mal por darnos de comer?, finalmente, ¿han anatomizado
como tu lo has hecho?, ¿saben dónde pende el movimiento Figura 1.
Representa un monte, lugar de las observaciones y el
quieto proyectivo?, ¿saben el orden de nuestra estructura?,
modo de como se hubo el autor (p. 71). Sobre la figura
¿saben cuánto y para qué usamos los movimientos
dice: con la gente suelen ser atrevidos, como lo han
generales, y sus derivados particulares?, ¿han pesado
experimentado algunos indios, y lo he notado por
nuestra gravedad?, ¿han mesurado nuestras superficies?, experiencia, pues en algunas ocasiones me han puesto en
¿saben que para subir o bajar sirve la cabeza o pescuezo, conflicto, siéndome forzoso, para el fin de mis
para torcer o virar nos sirve la cola?, ¿saben dónde observaciones, fingirme cuerpo muerto, y por este medio,
tenemos el centro de gravedad para inclinarnos a los atraerlos cerca de mi persona… (p. 11, figura en la p.
ascensos y descensos?, ¿saben qué es lo que nos 48).

3
 Carátula del manuscrito original.

4
 Autoretrato de Santiago de Cárdenas.

5
En su extenso estudio, Santiago de Cárdenas
describió lo que él consideró las tres especies
diferentes de cóndores que habitaban en el Perú: el
cóndor color café, el cóndor ceniciento y el cóndor
blanco y negro (p. 9) (Fig. 2-4). Dado que en su
época aún no se había establecido el concepto
biológico de especie, se entiende que Cárdenas
describiera las tres formas distintas que observó,
que en realidad son estadios del desarrollo del ave.
4
En base a una definición diferente era común en la
época asumir que existía más de una especie de
cóndor, lo que fue discutido posteriormente por
Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland con
detalladas descripciones, en 1811, que fueron
corregidas y completadas por Wl adysl aw
Taczanowski en 1884.
Cárdenas escribió: [los cóndores] son tan grandes que,
el que menos tiene tres varas y una tercia [cerca a 2.8 m] de
alas de punta a punta, y media vara y cinco sesmas de ancho
[1.1 m]. Estas medidas coinciden con las realizadas
por Humboldt y Bonpland, que, sin embargo, son
inferiores a las descritas por otros autores de la
época y, anteriormente, por Garcilaso de la Vega
alrededor de 150 años antes (Tabla 1). [Están]
cubiertos, a más de la pluma común, de una plumilla, como
lana, tan cuajada, que con dificultad la penetra la munición
(p. 9). Al respecto, su contemporáneo, el
naturalista español Antonio de Ulloa, escribió en
1772: “su pluma forma un entretejido tan bien
preparado, que no lo penetra la bala de fusil, ni el
animal se inmuta al recibir el golpe. Ha sucedido
tirarle 8 o 10 tiros seguidos, oyendo dar las balas
sobre él, y caer éstas al suelo de rechazo sin haberle
hecho daño alguno: por varias veces repetida esta
experiencia en la parte alta del Perú, no hubo
ejemplar de poderles penetrar con tiros regulares”.
Sobre su anatomía externa, indicó: Las cañas de las
piernas tienen de grueso tres pulgadas [6.7 cm5], unos más
que otros, las patas son de garra, uñas curvas
6
y broncas. Se extienden a ocupar una circunferencia,
cuyo diámetro es de una sesma [13.9 cm].
De los pies a la cabeza se extienden de una vara y tres
cuartas [1.5 m]. Parados tienen el alto de dos tercias [56
6
cm ]. Cabeza aguileña, ojos chicos y redondos, pico
7
curvo, agudo y dentado , tan fuerte que parece acero
templado. Un penacho o cresta de carne a la manera de
gallo, coronado menos en la enlora; desnudo de pluma
parte del pescuezo, y la cabeza con la misma globulación
del pavo, le recorre un cuero liso, entre rojo y amarillo del
pico al buche (p. 9-10)... Son de vida muy dilatada,
moran en las partes más altas de las sierras, sus carnes
no tienen mal olor (como piensan algunos), y estas sirven
para calenturas; esto es comidas. El sebo, para disolver
tumores y vivificar nervios; muertos al calor, el corazón
para el gotacoral [epilepsia]; la lengua y buche para los
ahogos; los huesos de la cabeza y cerebro para vahídos
[desvanecimientos], y otras muchas virtudes que
entre los indios se experimentan y los médicos ignoran (p.
11-12). Sobre el particular, Rafael Housse
(1945) explicó que hasta mediados del siglo XX,
el cóndor era utilizado de la siguiente forma: "el
corazón pulverizado remedia las afecciones
cardíacas y las crisis epilépticas; la mucosa del
estómag o sir ve para sanar las úlceras
cancerosas; los ojos asados son panacea
soberana contra todas las enfermedades de la
vista". Gilberto Cavero (1988) señaló que los
indígenas de la sierra usan la sangre del cóndor
para combatir las enfermedades nerviosas. Su
grasa para los "nervios encogidos" y para las
parálisis. Lo que muestra que algunas de estas
ideas aún se mantienen hasta la actualidad.
4. Ver las definiciones en los diccionarios mencionados, en
comparación con la actual.
5. Se entiende, de circunferencia.
6. Dado que la medida es muy diferente a la real, es posible que en
vez de "parados" haya querido decir "sentados".
7. Referido a una posible aserración en la ranfoteca.
Figura 2.
Representa una especie de cóndor y son los mayores de esta generación. Su color es moro moro o color de jerga cenicientos. De esta
hace mención Garcilaso de la Vega en sus Comentarios, dice tienen cinco varas de alas de punta a punta [4.46 m]. Yo no he
tomado a manos ninguno de esta clase, pero los he visto volando, y muy cerca de mi; estos vuelan más que los otros y tienen más
potestad sobre los vientos (p. 30, figura en la p. 24). Según la descripción de Taczanowski (1884) podría tratarse
de un individuo joven del primer año, mientras que en base a la descripción de Jerry McGahan (1972) podría
ser un inmaduro, estado 1 (0.5 a 3 años), debido a que no tiene collar blanco (que se presenta al cuarto año).
La cresta en la cabeza señalaría a un macho.

7
Figura 3.
En esta especie de cóndor amusgo, más claro que el cuervo, o como café claro. Estos son de naturaleza atrevidos, feroces, más
ligeros en el vuelo que los Blanco y Negro. Tienen de ala tres varas y dos tercias [3.1 m], más angostos que los bichos. Vuelan 80
leguas por hora [entre 354 y 450 km/h] en su mayor movimiento (p. 30, figura en la p. 64). Según la descripción de
Taczanowski (1884) podría tratarse de un individuo joven de inicios del segundo año, que es más oscuro que
el anterior, antes de que salga el collar blanco. Según la descripción de McGahan (1972) podría ser un
inmaduro, estado 1 (0.5 a 3 años), debido a que no tiene collar blanco (que se presenta al cuarto año). La
cresta en la cabeza señalaría a un macho.

8
Figura 4.
Estos son los Blanco y Negros; esto es el lomo blanco y por encima de las alas una faja en el pescuezo asimismo blanca, que los
hermosea y distingue de los demás. Son de ala redonda, tienen tres varas, una tercia de alas. Son más nobles en volar, en el llegar
a la casa, menos atrevidos. Asimismo, vuelan a 80 leguas por hora [entre 354 y 450 km/h] (p. 30-31, figura en la p. 64.).
Se trataría de un cóndor macho adulto.

9
Autor Localidad Envergadura
Garcilaso de la Vega No precisa 4.46 m
(1609)
Santiago de Cárdenas Lomas de Amancaes, 2.8 -3.1 m
(1762) Lima (Perú)
Alexander von Chimborazo, Pichincha De Chimborazo 2.841 m
Humboldt y Aimé (Ecuador) (macho). Y de Pichincha
Bonpland (1811) 2.625 m (hembra). La
medida común va entre
2.5 y 3 m, pero algunos
individuos, favorecidos
por la abundancia de
alimento pueden llegar
hasta 4.5 m.
Pobladores confiables Alrededores de Quito 3.5 m
de Quito (según (Ecuador)
Humboldt y Bonpland)
Feuillé (según Ilo (Perú) 3.6 m
Humboldt y Bonpland)
Fresier (según No precisa 2.9 m
Humboldt y Bonpland)
Dr. Strong (según Isla Mocha (Chile) 3.8 m
Humboldt y Bonpland)
Dr. Shaw (según No precisa. Conservado 4.1 m
Humboldt y Bonpland) en el Museo de Londres

Tabla 1.
Envergadura de los cóndores medidos en la antigüedad.

10
36

©Judith Figueroa/AICB
Sobre su alimentación
Se nota que cuando estos comen no se llega a la presa otra
ninguna ave, señoreándose el Cuntur de las que llaman
águilas... Son aves carnívoras, a un cebo de becerrillos,
corderitos, y aun de las reses grandes triunfan con arte tan
nuevo, que los inclinan a los deslisardores [desfiladeros],
barrancos, y lugares proporcionados, a intento de
despeñarlos, así que los toman con tal situación con un
aletazo, una dentellada o picada a la corba [pata] lo
consiguen y luego, en seguimiento de la presa bajan al
destrozo (p. 10-11). Sobre el particular, es preciso
señalar que hasta la actualidad es común escuchar
a los pobladores de la región andina peruana
descripciones similares sobre la cacería del
cóndor. Esto también lo comentó Rafael Housse,
en 1945, para Chile. El autor de la presente reseña
conoce estas descripciones de Ambo (Huánuco)
(Eusebio Díaz, com. pers. 2009), Calipuy (La
Libertad) y Putaja (Ayacucho) (Judith Figueroa,
c o m . p e r s. 2 0 0 5 ) . A l p a r e c e r , e s t e
comportamiento no solo se presentaría con el
ganado. Al respecto, Javier Vallejos (com. pers.
2006) observó en Chaparrí (Lambayeque), como
tres cóndores trataron de separar a una cría de oso
andino de su madre, para atacarla.
...los corderitos y presas pequeñas, las toman con el pico,
echadas sobre la espalda, tiran con ellas, a tomar terreno
distante del pastor (p. 10-11) (Fig. 5). Este
comportamiento es muy particular porque no ha
sido comentado por la gente del campo con la que
el autor de la presente reseña conversó, ni ha sido
encontrado en ningún otro texto. (Sobre este
punto ver explicación en el título Los
movimientos del vuelo: Remisión).
Cuando los cóndores están poseídos de la mula muerta no
llega a ella pájaro alguno, y estando esta clase comiendo en
llegando los moro moros, todos se extinguen por la razón
alternativa... (p. 140). Al respecto, Michael Wallace y
S t a n l e y Te m p l e ( 1 9 8 7 ) o b s e r v a r o n
12
este mismo comportamiento en loscóndores de la
península Illescas (Piura), los cuales siempre
fueron los primeros en alimentarse de la carroña,
por encima de otras especies como gallinazos,
buitres reales y caracaras. Sin embargo, esto no fue
así en el Colca (Arequipa) (Stucchi y Figueroa
2010).
Porque en este país se tiene los necesario, ya en los montes con
los ganados, ya en las sierras nevadas con las vicuñas,
guanacos, ovejas y vacas, de las que por allí pasen. Siendo
urgente la falta van a las costas, y en las playas se halla ya el
lobo, la ballena, el marrajo [tiburón] y otras especies que
sirven de provisión... (p. 169).
Sobre sus desplazamientos
Es constante que ellos moran en las sierras o en las
cordilleras más rígidas, que distan por elevación de la costa,
cosa de 18 a 19 leguas [entre 80 y 100 km], estas son las
primeras, que los otros cóndores de sierras más adentro, 40
a 50 leguas [entre 200 y 250 km] anidan, siendo
costumbre ordinaria en ellos aparecerse en este sitio [en el
cerro San Jerónimo] a las 9 de la mañana, después de
haber recorrido todas las lomas de la sierra, como lugares en
donde prueben alimentos, en ganados que allí pacen- comen;
asimismo las mismas de la costa y así que ya han hecho su
registro pasan a las playas, islas y farallones al rebusco de
lobos, ballenas y otros cuerpos de que se alimentan. En las
once y doce del día pasan con los buches llenos para las
sierras, alimentar sus polluelos, a las 3 de la tarde vuelven
vacíos a llevar más provisión, y cada vez que pasan dan su
vista a este monte, como lugar en donde han comido, porque
aquí se mantiene ganado en el invierno, y por ese cebo no le
pierden de vista (p. 32-33).
Los cóndores aunque se elevan más que el águila, no es por
amor que al sol tienen, sino por determinar su viaje ello, el
sol no es de carne, propio objeto de sus solicitudes (p. 91)
(ver título Los movimientos del vuelo: Agitación o
aleteo).
Figura 5.
Representa un cóndor que de rápido se levanta un cabrito, se lo echa a la espalda y pasa a otro cerro a hacer destrozo de
él, sin rebajar ni degradar la línea horizontal de su proyecto (p. 70-71, figura en la p. 32).

13
Para sus descripciones, Cárdenas anatomizó 66
especímenes (p. 69). Vale considerar que las
anotaciones hechas por el autor no son del detalle
que se esperaría de un anatomista, ya que estas
fueron hechas solo como sustento de su
descripción del vuelo, y como base para la
estructura de su máquina. No por ello dejan de ser
un importante y valioso aporte.
Las plumas
Las plumas son: Guías, palancas: primarias o
remeras / Guión: primera primaria / Rectilíneas: las
que forman el álula / Asta, varilla o cañón: cálamo o
cañón y por añadidura el raquis. También refiere
como "Asta" a otra estructura, como se verá más
adelante.
Sobre las plumas, discutió que su movimiento es
involuntario, que se debe al movimiento mismo del
ala o del viento, y que el erizamiento de éstas se
debe al de la piel en donde están insertadas y no a
ellas propiamente; salvo las primarias, en donde sí
hay un movimiento particular, similar al de los
dedos de las manos:… así para usar [los cóndores] el
movimiento de organización, bajan el guión -esta es la
primera pluma [primaria] y más mediana que las demás
guías- y de ahí se siguen estas alternativamente (p. 48-51)
(ver título Los movimientos del vuelo:
Organización). Además, indicó que las plumas
propiamente son pomos membranosos de naturaleza
cartilaginosa, rara y transparente... por donde transita un
humor vegetativo que recorre toda la pluma. Este es de
materia oleaginosa, sutil y diáfana que cursa hasta el
invierno y de allí se seca, haciendo que se caiga la
pluma, lo que es mudando, en la primavera (p. 52-
53) (ver más detalle de las plumas en las
explicaciones sobre el Rodesno y el Cuadrado).
El álula
Las rectilíneas son tres, tienen su colocación en el extremo del
brazo y coyuntura del carpo. Se llaman así porque estas
guardan rectitud perpendicular con la base, y estas caen por
abajo del cuadrado siendo por la parte que mira al Rodesno
un vallado que no deja correr el aire compreso para el
extremo del ala, y este es un lado cubierto por estas tres
plumas… Es circunstancia esencial del ala el orden de estas
plumas (p. 205-206).
14
Los huesos
Los huesos a los que refiere Cárdenas son (Fig. 6):
Vmerus: húmero.
Cúbito o Cubitus: propiamente el cúbito (o ulna), pero
en los textos se refiere al radio.
Brazo: se refiere a la ulna y al radio juntos.
Cañicula [canilla] del brazo: ulna.
Carpo: carpometacarpo.
Tímpano: dígito 2, falange 1.
Espigón: dígito 2, falange 2.
Espineta / Pólice: dígito 1 (donde va el álula).
Espaldilla: escápula.
Sólo para el húmero se ha reemplazado el nombre en
todos los casos; en el resto se ha dejado el nombre
original y entre corchetes se ha hecho la corrección
respectiva. Para la nomenclatura de los huesos y la
numeración de los dígitos se ha seguido el usado por
Stucchi (2011).
Sobre el carpo, Cárdenas dijo: El carpo se divide en 5, 6 y
7. El 5 es el arco del violín [debe referirse al metacarpo
II]. El 6 es la cuerda o cedazo [debe referirse al metacarpo
III]. Y el 7 es el tímpano [dígito 2, falange 1]. El 8 es el
espigón [dígito 2, falange 2], [que contiene] el guión
[primera pluma primaria]. No hay duda que tiene el carpo
tres huesos, a ellos o a cada uno les es entregado el gobierno de
tres plumas de las nueve que tiene el carpo. Estas no son
precisamente necesarias para volar, sí para la perfección
accidental, como para el movimiento de organización… y para
recogerse las alas encarrujadas cuando andan sobre tierra (p.
234). Se refiere a las plumas primarias, sin embargo,
no concuerdan con la disposición de estas, pues
debiera ser metacarpo III: 6 plumas; dígito 2 falange 1
pluma: 2; dígito 2 falange 2: 2 plumas (Proctor y
Lynch 1993) (Fig. 6).
 Patagio
Ulna Carpometacarpo Álula
Patagii longus Radio Pólice
Húmero
Plumas secundarias
Figura 6.
Ala del ave en donde se ven los huesos, el patagio, el patagii longus, el álula y las plumas. Modificado de Proctor
y Lynch (1993:57).
La función de la quilla, tendones, músculos y
nervios
Puedo asegurar que el gran pectoral [del ave] y su
configuración esquelética no es instrumento que sirve para
volar, porque el espacio que representa quilla y manga [en
este caso ambos lados de la misma que forman los
márgenes costales] está cubierto de carne, y
exteriormente lo que rompe el aire es un cuerpo redondo,
porque los embonos [rellenos externos] le privan la figura
interior que demuestra en esqueleto, así como el navío que lo
que rompe el agua son los cachetes de la proa y no el tajamar
[la punta] porque el uno aunque anticipa el corte del agua
no obra separándola ni apartándola del estrello inmediato
que tiene con las muras por la parte de abajo, en la manga
[en este caso parte más ancha del barco] y los raseles
[partes más angostas de la proa y popa] obran la
exterior, aunque lo de adentro no se configure ni conforme
con lo exterior… [Los músculos, fibras y nervios]
sirven al pájaro para recoger sus alas, encarrujarlas
[plegarlas], guardar las guías, extender las alas y
conservarlas en tal posición.
15
Dígito 2:
falange 1 - falange 2 Raquis
Plumas primarias
Mientras vuelan, otros [músculos y tendones] tienen
el destino de mover la cola, otros recoger las alas y
acortarlas, otros para hacer una línea con el aire, otros
para llevar el pescuezo, las patas y todos los movimientos
accidentales (p. 131-133).
El ala en su conjunto
Cárdenas explicó que las alas están compuestas
de coyunturas [articulaciones], huesos, músculos,
tendones, fibras [músculos cutáneos], membranas
[piel] y nervios, y éstos no son sólo necesariamente
para volar sino también para recoger las alas,
extenderlas, elevarlas, batirlas, y otras condiciones
que el caso pida (p. 51-52) (ver título Los
movimientos del vuelo: Agitación o aleteo). El
ala es un cajón boca abajo, un lado lo forma la membrana
que corre del húmero a la espineta, otro lo forma el cuerpo
del pájaro, el tercero lo forman las rectilíneas, el cuarto,
que mira para atrás y opuesto a la membrana delantera
no tiene costado porque este es franco para que por esta
razón salga el aire compreso… a buscar su extensión
como cuerpo volátil (p. 206) (Fig. 6).
La fortaleza de las alas
Más quisiera en este punto entender de Anatomía más que
de Volar, para tratar en términos propios la armonía de
nervios, fibras, membranas y tendones, que componen la
potencia interior. Más como no es del caso ni necesario para
el proyecto la interior organización porque a esta la suple los
maderos, ligamentos artificiales que están previstos, solo es
precisa fortaleza exterior porque a ella nos debemos sujetar
sin salir del orden natural. Esta se reduce a la colocación de
las plumas y sus refuerzos, las dichas están colocadas en una
membrana fuera de los huesos que sin los refuerzos que las
fortalecen de la parte de arriba, quedan tan flacas que se van
como una puerta envisagrada para donde quieren, sin
hallarse en ellas la menor resistencia. Se refuerzan las
plumas del brazo con otra serie de ellas que cargan por
arriba, dejando libre el tercio [28 cm] y estas tienen su
origen más inmediato al hueso. A esta serie las apoya otra,
que su origen es en el hueso y de este modo se sigue otra serie y
otra, hasta acabar en una serie de plumas del orden del
ropaje. De suerte que estas series que he dicho componen
otras tantas alas como las plumas principales, quedarán
unas sobre otras como mirándose pluma a pluma y con este
orden queda tan fortalecida el ala que tiene la fuerza
necesaria a resistir y cargar el peso del pájaro. Aquí está
describiendo que las plumas primarias y
secundarias, unidas a los huesos, se encuentran
protegidas por las coberteras (Fig. 6).
Las guías están fortalecidas con unos canes [algo así como
un soporte] no del orden del brazo sino es con unos
refuerzos tan dobles de una pluma, de a tercia, tan fuertes
que parecen de acero; las guías tienen su colocación entre los
huesos del carpo y las del refuerzo encima del hueso y otras
series en disminución a continuar el ropaje. La espineta tiene
asimismo sus refuerzos de una sesma [14 cm]; este es el
término donde finaliza la extensión del Asta cuyo punto
hace término el ala al quebrarse o acortarse de superficie
para el movimiento de impotencia (ver título Los
movimientos del vuelo). En este término tiene una púa
de hueso tan aguda y fuerte que cuando hacen defensa en
8
tierra tirando un alazo hieren con tal hueso (ver título
Los huesos).
Los refuerzos interiores sirven a los pájaros para volar, sin
estos no les será posible mantener las alas abiertas tensa y
extensa ni recogerlas, quebrarlas ni usar de los movimientos
que le son necesarios. Para el hombre nada de esto es
necesario y para ello me remito a las reglas de la construcción
de la máquina que por ellas se vendrá en conocimiento si los
músculos de potencia interiores son necesarios o no al intenso,
y así trataremos de lo que al caso hace asentado.
16
Lo que he dicho pero por curiosidad quiero que se note es
que las plumas del Rodesno están tan fuertemente colocadas
tanto por la ensortijación de fibras al cañón como por la
unión de partes, que no bastan las fuerzas de un hombre
9
carlas tanto las guías como los refuerzos (p. 234-237).
El Rodesno y las plumas primarias
El Rodesno es una parte del ala que sin el no puede ningún
pájaro volar, no solo legítimamente, pero ni aún las aves
bastardas (ver explicación en el título Tipos de
Aves) pueden conseguirlo como lo acredita la experiencia
pues vemos que para que un pájaro no vuele se le cortan las
guías. Este por supuesto es el instrumento motor y parte de
la superficie es el extremo sustentante de la planimetría (p.
214) (Fig. 7).
Sea el Rodesno lo primero, como la parte más esencial. Este
tiene nueve plumas [las primarias], éstas son la diversa
fábrica [diferente estructura] y tamaño a las demás que
componen el resto de la superficie, porque estas tienen la
varilla asta colocada al extremo de su superficie y no en el
medio como las demás, pues lleva la superficie mayor cuatro
espacios de la menor y la parte menor es la que mira a la
delantera y se define entrada, y la mayor salida. Con que así
entenderemos de que la pluma consta de dos términos:
entrada y salida (con razón que el aire entra en fuerza del
movimiento por delante y sale por detrás en orden de guías).
Cada una de estas plumas carga y lleva de potencia sobre el
aire tres a ocho onzas del peso [86-230 g], del cuerpo que se
le remite, y cargan solo las guías cuatro libras [1840 g]...
Las plumas particulares son las guías… las comunes son
las que tienen la varilla colocada en el medio de la superficie,
y de estas se compone el Cuadrado. A estas las refuerzan
por la parte de encima otras plumas que cargan
alternativamente a la manera de canos [¿canas?] (p. 207-
208). Tal vez al decir canos se refiere a las plumas
secundarias de color blanco que tiene el ave adulta,
y que cargan alternativamente porque las más externas
no son totalmente blancas y parecen intercalarse
con plumas negras (Fig. 7).
Harvey Fisher estudió la disposición de las plumas
en el cuerpo de los cóndores y Cathartidae en
general, y escribió que en todos ellos existen 11
plumas primarias. Sin embargo, la undécima es
siempre vestigial (midiendo en los casos que él
estudió solo 7 cm), por lo que es posible que
Cárdenas pudiera haberla
8. ¿Se referirá a la espineta o pólice?
9. ¿Carlear?, "no bastan las fuerzas de un hombre agitado".

confundido con una secundaria. La mayor
primaria (63 cm) se encontró en el medio de la
serie (Fisher 1942). Es sabido en la actualidad que
la asimetría de las plumas primarias tiene un
significado aerodinámico, de ahí su diferencia con
el resto. Aves que han perdido la capacidad de
vuelo, han revertido sus plumas primarias a la
simetría (pingüinos, avestruces, etc.) (Feduccia
1999).
Cuando vosotros voláis van las guías haciendo tanta fuerza
en el aire, que la curva que naturalmente tienen en el estado
de quietud, se convierte en inversión (Fig. 8), en estado
natural se retrovierte en convexidad… Esta lleva nueve
onzas [259 g] de potencia y siendo un plano de la superficie
más ancho que el otro por estar la varilla que hace palanca a
un lado más inclinado que al otro, ya se infiere que la mayor
fuerza vence a la menor y por tanto cargando o apoyando el
aire planamente con la pluma forcejearía por la parte mayor
a voltear la palanca sobre la menor de donde causaría un
movimiento tornátil [que gira con facilidad], y, como la
guía está fuertemente colocada entre las membranas y estas a
10
los huesos, este movimiento volitinoso se convierte en el de
inclinación a describir una porción de círculo (p. 46-47).
Aquí Cárdenas describió la forma de la pluma
primaria y cómo su estructura asimétrica sirve en
la aerodinámica. En el siguiente párrafo lo explica
con más detalle.
Las principales que son las guías, obran en el aire de esta
manera: considera que remito una superficie a gravitar sobre
el aire y a esta le colocas en uno de sus extremos un asta, la
cual hace por un cuerpo grave que comprima [un peso]; ya
se deja entender que cuanto más cargase el extremo de las
astas, [más] se elevaría el otro extremo, bajando el grave y
subiendo el libre, y en el asta se sentiría un efecto tornátil
[giratorio] (así como las palas de un molino de viento que
siendo heridas por el aire, simplemente en virtud de la
inclinación de los planos, causan en el eje un movimiento
vortiginoso [circular o espiral]), [que] por estar la fuerza
de apoyo en un extremo, es clara consecuencia que se llevaría
el uno al otro. La guía tiene el asta a un lado y cargando el
pájaro planamente sobre el aire la superficie mayor se
elevaría o sería más potente que la menor y por estar
colocada esta varilla en el tímpano y fuertemente ligada por
las membranas este efecto de llevarse una superficie a la otra
en fuerza de compresión causa no el revirarse ni voltearse,
sino el movimiento de inclinación a la parte más flaca, esto es
hacia delante (p. 208-209).
A continuación, Cárdenas presentó dos ejemplos
para explicar el funcionamiento de las plumas
primarias, en base a una bandera (p. 210) y un
reguilete (p. 211-212), que sin embargo no difieren
mucho de lo ya expuesto aquí.
17
11
Nueve son las palancas que componen el Rodesno , los dos
planos que trabajan son los que llevan la potencia que va de
ocho a seis, quiero decir los mayores llevan seis, los menores
2. Los traseros son los mayores y por esto se llevan a los
menores a inclinarlos sobre el asta, y por la colocación firme
no los inclinan, [sino] los mueven como que no gravitan en
sólido (p. 213).
Las guías pues teniendo cada una por virtud el moverse o
inclinarse al movimiento, no se duda por las partes motrices
que componen el Rodesno que este se inclinará al
movimiento como cuerpo compuesto de tales partes… con el
peso que se le remite a una parte de su superficie carga sobre
el aire [y] le comprime, causando en fuerza de la
comprensión una respiración y salida violenta por los claros
de separación hacia arriba, por la natural aspiración del
grave, [y] hacia abajo, forcejea en los planos y los inclina. Y
aun que visiblemente no se percibe a ningún pájaro el
movimiento de ascenso es porque el movimiento proyecto
(ver definición en el título Los movimientos del
vuelo) es más vivo, más violento y eficaz, y este le inclina a
su salvo a la elevación, de suerte que aun que al mismo
tiempo lleva los dos movimientos, el de gravedad y el
proyecto. El primero no es perceptible como lo es el segundo,
así como el movimiento de un navío corriendo a la bolina,
que el proyecto se percibe y el de abatimiento de costado no,
pero a lo largo abordo se deja conocer, en el pájaro no se
conoce, porque el proyecto usa el ascenso al tiempo que corre
la recta describiendo como una curva, corriendo por ella el
cuerpo con los dos movimientos, y de estos se compone una
exaltación visible, siendo más sensible cuando giran contra
el viento más si se dejan llevar del simple estado, declinan
notablemente (p. 216).
Comprimen los dos Rodesnos uniformemente el aire, y luego
comienza el aire compreso a buscar su natural dilatación al
salir por los claros. Toca en los planos mayores, no toca sino
se sale haciendo fuerza tal que a cada uno les obliga esta
fuerza a inclinarse a describir una porción de círculo y como
en esta aspiración y conato son opuestos, resulta el cuerpo
salir por la línea de dirección… El Rodesno siniestro
aspira a andar tal circunferencia, el diestro corre al mismo
fin, y de estos dos movimientos de inclinación a las curvas
resulta salir el cuerpo por la línea… Pero sin la superficie
cuadrada [el ave] no pudiera mantenerse en el aire porque
esta lleva en si el principal apoyo de la gravedad [peso], y lo
10. Que volita, vuela haciendo giros.
11. Se refiere a las plumas primarias.
 ©Judith Figueroa/AICB
Plumas primarias

Rodesno
Plumas secundarias
Cuadrado
Álula

Plumas rectrices

Coberteras

Figura 7.
Partes del ala. Parinacochas (Ayacucho), mayo de 2011.

Figura 8.
A: Representa una pluma en estado de volar y la inversión que forma de concavidad en convexidad, desde D, C, F, la O, recta,
horizontal (Fig. 2). B: Representa la pluma en estado natural que esta forma concavidad natural desde A, B, C, 3,
apartamiento o elevación de la horizontal O (Fig. 3), (p. 71, figura en la p. 32).

18
otro obra más como instrumento motor, con principio de
movimiento, este ayudado del modo de obrar del Cuadrado,
recíprocamente, van al mismo fin motriz (p. 221) (ver
explicación en el título Los movimientos del vuelo:
Organización).
El Cuadrado
Es la porción del ala que corresponde a la parte unida y
cerrada, cuyas plumas tienen su origen en el segundo hueso
que se define (brazo) y la parte que ocupa la extensión del
cúbito [ulna], que así se define el primer hueso arrancando
del húmero... Este lo cubre una paramenta cuyo nacimiento
está en la espaldilla, como plato. Esta parte forma un
cuadrado, el segundo del que consta el ala de los pájaros
12
legítimos, que es un medio Rodesno (p. 177). La superficie
cuadrada es el espadesno [espacio] hasta el cúbito [ulna],
terminando este espacio del ala unido y sin ninguna
separación natural de plumas que corre desde el rocio en una
serie de plumas diminutivas -consta de 35 plumas, 28
grandes [secundarias] y las demás [terciarias: 7] a menor
por el orden de graduación estas son más anchas que las
guías y aquí varió la Naturaleza en la colocación de la
varilla o asta porque estas la tienen en medio y no al cuarto
como la tienen las guías. Están colocadas en el espacio del
brazo a distancia de un dedo cada una y carga una sobre de
otra haciendo tal conjugal enlace que todas ellas parece
componen un tejido y encerado (p. 222) (Fig. 6-7). Al
respecto, Fisher (1942) refirió que el cóndor
andino posee 25 plumas secundarias y 13 terciarias.
Para mayor claridad se supone que cada pluma es una
palanca y en fuerza del aire compreso aspira a obrar hacia
arriba haciendo fuerza en los dos huesos del brazo… que
corren paralelos [radio y ulna]… y como estos están
colocados en el cuerpo que lo supone… no consiguen el
virarlos sino formar un forcejeo del extremo al fulcro
[hipomoclio: punto de apoyo de la palanca] (p.
223). Efectivamente, esta doble articulación limita
el movimiento giratorio sobre su eje, pero además
forma "una estructura de gran resistencia
mecánica frente a cargas que actúen en el plano
definido por ambos huesos. Ulna y radio se
mueven de modo semejante a como lo harían dos
lados opuestos de un paralelogramo con los
vórtices articulados, y de esta forma la mano se
mueve de modo acompasado con la ulna
19
y el radio en los movimientos de flexión y
extensión del ala" (Meseguer y Sanz 2007).
El Penacho o Paramento
Es una parte de superficie que sin ella no giraría el pájaro
aunque sin embargo, volase porque faltando esta se saldría
el aire compreso en dos columnas y no obraría con la
potencia elástica en el Cuadrado por ser una parte que cierra
el vacío que hay del cúbito al húmero uniéndose con el
cuerpo. Consta de un rombo misto [mixto] formando un
ángulo de 19 grados y medio, siendo el lado recto el que se
estrecha al cúbito [radio], y corre del cúbito [radio] al
húmero. Tiene media vara de largo [14 cm], el otro es
curvo, que a discreción tiene 80 grados… Este penacho
cubre el espacio que está dicho… Está compuesto de 12
plumas diminutas pero tan unidas a la superficie cuadrada
y al cuerpo que parece de una pieza todo, o todo una sola
superficie. Su obrar es simple y solo como parte que cubre la
falta de plumas que tiene el hueso cúbito [radio]. Los
extremos de estas plumas son fuertes (p. 225-227).
Ya quedó dicho que el hueso cúbito [radio] no tiene
plumas… la razón es porque este hueso viene a apoyarse
contra el costado y vacíos del vientre, al tener plumas no les
fuera posible la unión tan estrecha que forma al recoger las
alas, menos de no hacer mucho bulto. El ala se cierra por
tres coyunturas [articulaciones], la primera en el húmero,
la segunda en el cúbito [radio y ulna] y la tercera en el
13
carpo . Forma el cuerpo de pico a pata una curva porque al
pararse perpendiculares como el hombre tocarían las guías a
la tierra por los extremos y también la cola, lo que fuera
pernicioso a la conservación de dichas… Por la parte de
abajo de la paramenta nace un penacho de plumas largas de
una tercia en disminución, tan febles que más parecen
adorno. De necesidad estas brujulean a todas partes como
catavientos hermosamente armoniosas, les he nombrado las
Brújulas, para distinguirlas de la Paramenta o Penacho
superior (p. 227-228). El penacho es el patagio (Fig.
6). Es posible que con las brújulas se esté refiriendo
a la coberteras secundarias, que tienden a elevarse
cuando el ave está aterrizando (Tributsch 1982,
Meseguer y Sanz 2007) (Fig. 9).
12. En donde se insertan las guías o plumas primarias.
13. Aquí explicó mediante letras en una figura que ya no existe,
cómo se pliega el ala para funciones terrestres.
El Asta
El asta se compone de cinco huesos cubiertos, cuatro del
brazo, dos del carpo. Una membrana que corre del húmero
al carpo. Su figura es un ángulo obtuso de 169 grados. Un
lado tiene una tercia [28 cm] y sea el recto el obtuso es de 5
doceavos de vara [35 cm]. Cierra esta cuerda la membrana,
curva que reducida amencura [¿medida?] corre un ángulo
de 179.5 grados, que levantando una perpendicular en el
cúbito, se allanan dos triángulos el uno obtuso, y el otro
agudo. Esta es la figura del Asta, con la membrana o
compuerta, su obrar es sustentar por el cúbito, el peso del
cuerpo, y el brazo, resistir las palancas, a el campo mantener
las esceras y potencia de las guías y de todas estas partes se
compone un “sonámbulo etéreo” (p. 228). A pesar de lo
confuso de su texto, dada la descripción y función
de la estructura, es posible que se trate del músculo
tensor patagii longus (Fisher 1946: 573-574) (Fig. 6).
La Cola
La cola tiene once plumas principales que componen la parte
esencial de la superficie, dos medianas y su ropaje tiene de
largo media vara [42 cm], de ancho cinco sesmas [70
cm]… las plumas tienen la varilla en medio de su
superficie.
20
Este es un espacio principal pues no solamente hace de
timón sino es de sustento del equilibrio (p. 207). La cola es
un cuadrante de 11 grados. Esta superficie es tan necesaria
como el timón en la nave, porque su ministerio es obrar el
mismo efecto. Se mueve bajando un lado y elevando el
otro… Su obrar es como superficie sustentando la parte de
gravedad que ocurre por los accidentes voluntarios o
involuntarios y especialmente sirve de equilibrio riguroso
(p. 229) (Fig. 7). Al respecto, Fisher (1942)
encontró en los tres especímenes que estudió, dos
aros completos de plumas alrededor del ano, y
fuera de estos, tres más incompletos. En el
margen dorsolateral, observó tres plumas
lanceoladas, de las cuales, la más larga midió 11
cm. Solo halló algunas pocas en el tracto
postventral. Además, encontró seis plumas
grandes debajo de las coberteras (rectrices,
plumas de vuelo de la cola), cuya máxima llegó a
37 cm, y tres o cuatro coberteras menores. Estas
llegaron a 26.5 cm y se extiendieron hasta los dos
tercios de la superficie de las rectrices. La longitud
de las seis coberteras mayores llegó a 13 cm.
En cuanto al vuelo, Cárdenas describió con detalle
cómo se realiza éste: todos guardan un método, y en su
mayor movimiento avanzan a ochenta leguas por hora
14
[entre 354 y 450 km/h] solamente con guardar tensión
y extensión de alas sin hacer movimiento de parte en las alas,
solo en la cola para determinar los destinos, el de la cabeza y
pescuezo para los ascensos y descensos... En sus giros gozan
de una potencia rara contra los vientos, sin que el más agrio
temporal deforme la planimetría horizontal a que aspiran
(p. 10).
Explicó que la superficie del ala es importante para
la sustentación, ya que aquellos cóndores a los que
les faltaba plumas en las alas, si bien podían volar,
debían compensar con la cola la falta de estas,
sobretodo al girar. Asimismo, que para poder volar
no debe faltar tampoco el menor requisito de concavidad
[de la superficie inferior del ala], escarpe delantero
[inclinación delantera], inclinación trasera
[declinación trasera], de convexidad [de la superficie
superior del ala], muro o valla que esta la forma el cuerpo
de lado15, con la inclinación inversa del principio al extremo
de las plumas [primarias]... en la parte delantera de la
superficie… y últimamente el espacio del penacho que es
aquella parte que dista del cúbito al húmero que lo cierra un
paramento de plumas febles de poca resistencia [se refiere
al patagio] por donde se divide el aire en dos columnas para
la respiración que motiva la compresión del cuerpo, con que
concurriendo estas circunstancias no dudo que se conseguiría
consistencia [entiéndase estabilidad, sustentación]
movimiento y dominio [control] (p. 59-60) .
Refiriéndose a la tijereta, pero aplicable: se quedan
estáticos y sin movimiento, por la razón de que para
sostenerse en el aire un cuerpo necesita de un movimiento de
proyección como de 16 grados, y si este va a 15, contra el
viento agitado como a 10, este solo recorrerá como 5. El
cuerpo para que por el se impulse, que el viento trae suple el
que el pájaro había de llevar, haciendo una concordancia los
dos movimientos, el del viento con el del pájaro, que no se
exceden el uno de otro, y así en el caso de esta parada se vale el
pájaro de lo que los náuticos para ganar barlovento, bordear;
pero con tanto primor lo ejecutan que salen avante como de
siete cuartas a tres, asentando el movimiento proyecto (p.
38) (ver título Los movimientos del vuelo).
21
Sobre el particular cabe señalar que el autor da
varias aproximaciones al mecanismo del vuelo.
Primero, discute sobre la posición que deben tener
las alas, plumas y cola al volar. Uno de los
principios básicos de la aerodinámica actual
explica que la corriente de aire, cuando llega a la
superficie del ala, por la zona denominada "borde
de ataque" –formada por el frente del ala, es decir
el patagio y las plumas primarias– se divide en dos
corrientes, siendo la inferior más lenta que la
superior, lo que provee sustentación al ave, basado
en el principio de Bernoulli (Meseguer y Sanz
2007). Por ello, la superficie superior del ala
(extradós) es convexa y la inferior (intradós)
cóncava (ver descripción del ala en su conjunto en
el título Anatomía). Segundo, explica sobre el
ángulo de inclinación que debe tener el ave para
poder volar, conocido en la actualidad como
"ángulo de ataque", y cómo le afecta si el aire
también llega de forma no paralela al suelo.
Tercero, explica que las plumas primarias, al estar
separadas y rígidas (inclinación inversa) permiten la
mejor sustentación (ver explicación en el título
Los movimientos del vuelo: Organización) y la
cola, puede servir como dispositivo de apoyo a la
sustentación (Tributsch 1982, Meseguer y Sanz
2007). Finalmente, relaciona la respiración con la
compresión del cuerpo, que se da para el
funcionamiento de los sacos aéreos, los que le
ofrecen, además, ligereza al ave (Proctor y Lynch
1993) (Fig. 9).
En otra parte del texto ahonda sobre el tema,
describiendo las cuatro características (límites) que
tienen las aves para poder volar:
14. El cálculo lo hizo de la siguiente forma: ...Si alguno quisiese saber
como he averiguado que andan las 80 leguas, digo que mi pulso da 63
oscilaciones por minuto, y tardando un cóndor en correr un cuarto de milla,
cuatro estaciones, que regulado este movimiento, sale ochenta leguas por hora (p.
31). Debido a lo inexacto del método (aunque innegablemente
ingenioso) el error final es tan grande.
15. Se refiere al obstáculo que significa el cuerpo del ave para el paso
de aire entre alas, ver descripción más adelante.
(1) la superficie de una tela sin poros o agujeros por donde el
aire compreso se sale así como se pasaría si fuese de lienzo u
16
otra materia cribosa ; (2) la membrana delantera
[patagio] que tiene una inclinación hacia abajo, la cual
sirve de valla para que el aire compreso no salga hacia
adelante; (3) el cuerpo tendido longitudinalmente es
obstáculo para que no se pase el aire de un ala para la otra
ni tenga por esta razón libertad (ver título Los
movimientos del vuelo: Organización); (4) la
inclinación de las plumas que hay en la parte de los
extremos para abajo opuestas, y que hacen paralelo con el
cuerpo y sirven para contener el aire que se haya compreso,
con que siendo amurado o encarcelado el aire en el cóncavo
que forman los cuatro términos resta averiguar cuál es el
lugar destinado a que obre como elástico o que busque su
dilatación. Es a saber que tiene franca salida [por la parte
trasera], y esta salida hace fuerza en un plano de
inclinación opuesto a los lados o términos que llevo
declarados, por tener la inclinación hacia arriba. Y del
forcejeo y resistencia que resulta de la salida y de la
inclinación, se mueve aceleradamente el pájaro para
cualquier parte estando en su arbitrio la dirección por el
movimiento de la cola (p. 108-109).
En esta explicación, se puede ver que Cárdenas
tuvo muy clara la importancia de ciertas
características en el ave para que ésta pueda volar:
la impermeabilidad al aire de las alas dada por las
plumas (punto 1); la función de la morfología
delantera del ala, que hoy se sabe que le ofrece más
sustentación en vuelo de baja velocidad (punto 2);
lo mismo que las plumas secundarias (punto 4),
que al extenderse le facilitan al ave la elevación y
sustentación a menor velocidad. Estas
características han sido utilizadas en los diseños de
las alas de los aviones modernos, y son conocidas
como flaps (Tributsch 1982, Meseguer y Sanz
2007) (Fig. 10). Finalmente, su mención al vuelo
sustentado por el aire, gracias al ángulo de ataque y
el cambio de rumbo por el movimiento de la cola.
Tanto como sucede con el caballo en tierra [y] una
embarcación en el agua… asimismo sea de considerar que el
pájaro va penetrando la gran masa de aire y por esta razón
hemos de atender a que le corren por todas las
22
partes de su cuerpo unas líneas de aire tan potentes cual sea
su aceleración… esto supuesto ya se ve que los cuerpos que
corren por dicha masa van en una prensa de líneas de aire.
Si el cuerpo va corriendo y se quisiese sentar de cola las
líneas de aire que corren por debajo tocarían en el plano que
se opone y le suspenderían hacia arriba… asimismo si
quisiese enterrar la cabeza, las líneas que corren por encima
de su lomo tocando al plano de la cola que se eleva más que
el horizonte de su espalda, le abatirían hasta ponerlo en el
estado de su equilibrio.
Aquí parece que Santiago de Cárdenas realmente
hubiese visto las figuras de los túneles de viento
que ilustran los libros y artículos de aerodinámica
modernos (e.g. Meseguer y Sanz 2007, ver Fig. 9).
Resulta impactante su descripción de las mismas y
su explicación de lo que sucede con el ave cuando
esta se mueve hacia arriba o hacia abajo.
Cuando los gallinazos van a parar en un punto
indeterminado como es el llano, lecho u otro lugar espacioso,
no mueven la cola de su natural plano horizontal; pero
cuando estos paran en una rama, madero, pare, veleta u
otro cualquier remate de torre, entonces bajan la cola,
agitando la potencia a las líneas de aire que causa su tiro.
Este acto es oponerse al movimiento para sujetar la viada y
lograr pararse en un punto tácito, y por esta razón que tanto
alude a esto del equilibrio se puede concebir (ver en
Anatomía, La Cola). [Tanto el cuerpo, las patas y la
cabeza] son precisamente necesarias, especialmente el
cuerpo, este obra como grave [peso] para poner en acto la
potencia elástica, también sirve para privar que el aire
compreso de un ala no se pase a la otra, esto es, sirve de
vallado a las dos pertenencias. Sobretodo es el lastre que
asegura la planimetría. La cabeza y pescuezo sirven para
bajar o subir y para demostración de tal efecto las patas
sacadas de la extensión de la cola o su paralelo colgadas
están obligadas al descenso, con más viveza (p. 231-233).
Sobre la utilidad del cuerpo y el uso de la cabeza y
patas en el vuelo, ver el título siguiente.
16. En referencia a la superficie externa del ala, cubierta con
plumas.
 Presión negativa

A
Extradós

Intradós Borde de ataque

Exceso de presión

B
C
Ángulo de ataque

Interrupción del flujo Uso del álula

D E

Turbulencia Uso de la cola (flap)

Figura 9.
En la foto superior se ve una garza aterrizando. En A se muestra el perfil del ala con las líneas del viento,
sustentada según el principio de Bernoulli. B: Cuando el ángulo de ataque es muy pronunciado se produce la
interrupción del flujo y turbulencias. Estas son reducidas por la estructura de hipersustentación que es el
álula (C) (el cuadrado punteado indica la ubicación en la foto). D: La turbulencia también puede ser reducida
por la elevación de las plumas coberteras (que serían las que Cárdenas llamó brújulas) (el círculo punteado
indica su ubicación en la foto). E: O mediante la extensión de la cola, a manera de flap (el triángulo punteado
indica su ubicación en la foto). Modificado de Tributsch (1982: 81).

23
 A 6

B 5

C
4 3
2 4 3
D 2
1

Figura 10.
Estructuras de hiper-sustentación en las aves: A-B: flaps, C-D: álula. Y en el avión: 1: álulas o slats, 2:
aerofrenos o flaps de extradós, 3: alerones, 4: flaps, 5: timón de dirección, 6: timón de profundidad. Tomado
de Meseguer y Sanz (2007: 76, 71).

Los movimientos del vuelo En el caso de un ave planeando en alza, su

Antes de entrar en el detalle de la descripción de
los movimientos del vuelo hecha por Cárdenas, es
interesante citar lo que describió Charles Darwin
a su paso por Lima, en 1835, acerca del vuelo de
los cóndores: "Cerca de Lima, vi varios por casi
media hora, una vez sin despegarles mis ojos: se
movían en grandes curvas, volando en grandes
círculos, descendiendo y ascendiendo sin dar un
solo aleteo. A medida que ellos se deslizaban
cerca de mi cabeza, intenté mirarles fijamente,
desde una posición oblicua, el contorno de las
grandes y separadas plumas terminales de cada
ala; y estas plumas separadas, si han tenido el
mínimo movimiento vibratorio, han parecido
como si se mezclaran; pero se vieron distintas
contra el cielo azul. La cabeza y el cuello se
mueven con frecuencia, y al parecer con fuerza; y
las alas extendidas parecían formar el eje sobre el
cual los movimientos del cuello, cuerpo y cola
actúan. Si el ave quería descender, las alas por un
momento colapsan; y cuando se expanden
nuevamente, con una inclinación alterada, el
impulso generado por el rápido descenso parecía
instar a las aves a moverse hacia arriba con el
movimiento uniforme y constante de una cometa
de papel.
24
movimiento debe ser lo suficientemente rápido,
de modo que la acción de la superficie inclinada
de su cuerpo en la atmósfera puede contrarrestar
su gravedad. La fuerza para mantener el impulso
de un cuerpo que se mueve en un plano
horizontal en el aire (en la que hay tan poca
fricción) no puede ser grande, y esta fuerza es
todo lo que requiere. El movimiento del cuello y
cuerpo del cóndor, debemos suponer, es
suficiente para esto. Como quiera que sea, es
realmente maravilloso y hermoso de ver un ave
tan grande, hora tras hora, sin ningún esfuerzo
aparente, girando y deslizándose sobre las
montañas y el río" (Darwin 1860). (Traducción
del autor de la reseña).
En principio, Santiago de Cárdenas hace
referencia a un movimiento básico de vuelo, que
él denominó movimiento proyecto y lo definió como:
[movimiento de] giro quieto y acelerado (p. 46). De
este escribió: En el año 1760, a 2 de Diciembre con la
luz del cielo, descubrí el estado de consistencia y dominio
sobre los aires, dos razones son las que precisamente
causan este efecto: la primera el movimiento acelerado que
lleva el pájaro para cualquier rumbo o bien sea el propio de
su proyecto o el del viento que corra al pájaro, que respecto
al cuerpo todo es uno, así como la bala durante su
movimiento mantiene consistencia en el aire sin que obre la
gravedad a su centro, así el estado de consistencia es
precedido del movimiento proyecto. La otra razón está
fundada en la superficie sobre la cual gravita el peso del
pájaro con que teniendo movimiento impulsivo, renovado de
punto en punto, y superficie para mantener la gravedad,
consecuente es el imperio sobre el aire (p. 56-57). Al
respecto, Cárdenas explicó con ejemplos de la
naturaleza (mar, nubes, etc.), incluso del
movimiento de la Tierra y los astros, en qué consiste
este movimiento, aunque los mismos no tuvieron
pretensiones científicas, como él mismo lo admitió
(p. 61-63).
Movimiento proyecto se dice del que lleva el pájaro sin
aletear, que rápidamente atraviesa y corta los aires
dilatadísimos espacios sea a favor del viento o en contra, sin
hacer de parte diligencia alguna para la continuación. Este
movimiento es propio de todas las aves que tienen abiertas
las guías (p. 177).
Además del movimiento proyecto, describió varios
otros, que clasificó en cuatro principales, cuatro
particulares, así como otros complementarios. A
continuación se describen estos tipos de
movimientos, y debido a que en todos los casos se
complementan, se han resumido de la siguiente
forma:
(1) Agitación o aleteo, [movimiento que sirve]
para desprenderse de la tierra y darse impulso hasta hallar
la columna de aire donde gravitar [las corrientes
térmicas]. Estando elevado, [sirve] para acelerar el
movimiento y hacer más potentes las líneas de aire para
conservar el estado de gravitación. [Al aletear], quiebran el
cuerpo hacia atrás que aun viéndolo con cuidado no se
percibe, esto es formando una pala o remo de las guías
afirmándose en el aire trasero para ayudar al cuerpo al
movimiento que posee (p. 65-66). En este último
párrafo, se entiende que el autor hace referencia a
que en el momento de bajar las alas, las plumas
primarias se juntan, a manera de remo, para
empujar con más fuerza el aire.
El cóndor, cuando emprende carrera y agita el aire no es en
la figura perpendicular a la tierra como está colocado el
hombre, sino es formando curva de pico a patas, hacen unos
planos paralelos a la tierra y al aletear no solo habían de
echar air e para delante, per o avanzan
25
tomando de adelante para atrás, y así las pajas, la tierra y
otros cuerpecillos que el contacto de este aire agitado
participan, son impelidos para atrás por algún espacio, con
que no siendo el movimiento perpendicular (p. 78).
A los aleteos también los llamó movimientos
generales, porque todos los pájaros los hacen, aun los
legítimos (ver definición más adelante) en ocasiones
precisas: cuando se levanta el cóndor de un plano con el
buche lleno, cuando está muy vecino a la tierra para hacer el
movimiento más acelerado… también cuando está muy
crasa la atmósfera… [usan los aleteos] pues
verdaderamente por ellos se consigue la agitación de su
movimiento y aun ellos se agitan siendo raros por la pausa
tan remisa que hay del uno al otro y la intermisión de
tiempo que pasa para cada acto y se cuentan en dicho tres a
cuatro aleteos (p. 179). Cerca de 200 años después,
entre 1969 y 1970 Jerry McGahan, desarrolló un
estudio detallado del vuelo aleteado y planeado
del cóndor andino, y describió de manera similar
los movimientos de esta ave, por supuesto, con el
conocimiento biológico, físico y matemático
actual. Es interesante comentar aquí que
McGahan (1973b), en su estudio, realizado en
Paracas (Ica), determinó que en el aleteo de los
cóndores: "El patrón suele ocurrir en períodos
cortos. Observé en 175 episodios de vuelo desde
2 a 6 aleteos, en total en todo el trayecto, con una
media y desviación estándar de 3.5 ± 0.8".
En contraparte al vuelo aleteado, Santiago de
Cárdenas escribió: [una vez observé] dos gallinazos
que estaban dando de comer el uno al otro… pues en el acto
tanto aleteaba el que daba como el que recibía… y estando
en esta figura no vuelan (p. 109). Lo que muestra que
tenía claro que el aleteo no solo se usa para volar,
sino, como en este caso, para mantener el
equilibrio.
(2) Desplanación, [movimiento que] sirve para
hacer una línea de perfil con el aire para que este no impida
el movimiento de penetración (p. 65). La desplanación
recta... esto es formar la línea e inclinar la superficie como a
descenso para zambullirse debajo del aire, y para que con
mayor prontitud y eficacia obre la penetrabilidad (p.66).
Las desplanaciones son unos movimientos en las alas que
usan cuando el viento está por el pico, y desembaraza a su
tiro [les impide seguir], entonces usan de tales, esto es,
haciendo del plano un perfil [se inclinan, cambian de
plano lateralmente]... Se conoce vivamente este
movimiento tomando de perfil o por su frente, la vista de
estos cuerpos de modo que en el acto de volar sencillamente se
descubre en la posición de las alas una figura [horizontal,
paralela al suelo]. Considérese [que el] espacio que hay
[entre el ave y el suelo], y estos, son unos planos que
tocando el aire agitado (que es el que se opone) en ellos,
impiden la penetrabilidad y como bajando hasta tocar el
[fondo], forman una línea, consiguiendo por este medio
excusar la ventolera que es impedimento del curso acelerado.
Para mayor claridad pondré un símil, esto es de los planos y
cómo se entienden. Póngase la mano tendida por la planta
sobre la mesa bien asentada, levántese solo los dedos a la
altura que ofrezca el mediano esfuerzo quedando el dedo
meñique asentado como la planta, y se verá que el pulgar está
en más elevación que los demás -asimismo el índice-
formando los cuatro una gradación hasta el meñique que
está al horizonte de la mesa. La cantidad que se apartan los
dedos de la mesa, suponiéndola el horizonte del viento, y
sobre este o tantas líneas de espesor, cuando baten para
superar la elevación de los dedos todas está movida hacia
ellos. Se deja ver que estos forman un plano que hace fuerza y
resiste al aire, que se estrella contra el. Dicho del mismo
modo se deben entender los planos de que se trata y cómo al
bajar el extremo superior hacerlo una línea con el inferior es
desbaratar los planos, se dice desplanación. Estas unas son
más o menos perfiladas que otras, la más o menos potencia o
vigor con que el viento impide el curso, pues sin usar de estos
movimientos corriendo viento por el pico, no pudiendo
rejendir [¿avanzar?] ni salir adelante y les era preciso
bordear como lo hacen los náuticos, y también los cóndores
cuando no quieren desplomarse bordean pero con tanto
barlovento cuando va de siete, cuantas a tres sin la pérdida
del abatimiento que parece que los náuticos aprendieron de
estos -o estos de los náuticos- cosa que causa admiración al
ver tal concordancia pues hay movimiento de balances, como
la nave, estos proceden de las ráfagas accidentales del viento y
17
la colocación del ave, así de suerte que si ha guiñado el
pájaro para una parte o para otra, respecto a la recta del
viento, toca este en un ala primero que en la otra, así como la
marejada, que primero entra por un costado, y a este lo deba
antes de pasar al otro que está en abatimiento.
26
Así son los balances de los cóndores, esto es, cuando van
encentrados con los planos arriba (p. 261-264).
(3) Organización, [movimiento] que sirve para
penetrar el aire agitado cuando por su mucho ímpetu detiene
el curso, acortando o graduando el plano de las guías
[plumas primarias] y salir avante (p. 65). Como se
dijo anteriormente, en el acápite de Anatomía,
Cárdenas observó que para este efecto las plumas
primarias se mueven alternadamente (ver también
descripción en el título Desplanación). Debido a
que el movimiento del ala no es recto, se forman
corrientes de aire perpendiculares a la dirección
del viento incidente, que recorren el ala en toda su
envergadura. Estas se mueven hacia los extremos
del ala (y no atraviesan a la otra ala debido al
cuerpo del ave, como se dijo anteriormente)
escapando por los mismos en forma de
torbellinos. Al desprenderse estos torbellinos del
ala inducen velocidades verticales sobre ella,
alterando su ángulo de ataque (Meseguer y Sanz
2007). El movimiento de las plumas primarias
sirve para contrarrestar estas alteraciones en la
punta del ala, y permitir el vuelo planeado
(Tributsch 1982), de la misma forma como
funcionan, aunque de manera bastante menos
compleja, las aletas laterales que llevan los aviones
modernos en el borde marginal de sus alas.
Cárdenas concluyó más adelante: quiere decir que en
la separación de las guías está el volar con perfección… ese
es el principal instrumento de volar perfectamente, quiero
decir sin aletear (p. 194).
El movimiento de organización es el de más gallardía que
usan los cóndores. En los movimientos de desplanaciones se
trató de los frentes que se presentan al viento, digo pues
aplicando estos puntos al carpo como de facto como el
18
dimanan se da un paralelogramo …
17. Cárdenas define la guiñada de la siguiente forma: Los náuticos
llaman virar cuando un navío tuerce a la derecha o izquierda (babor o estribor).
A la virada que no llega a un tercio de vuelta, le llaman guiñada (p. 185).
18. Aquí hace una explicación detallada, la cual no se entiende por
la falta de la lámina correspondiente.
Por la elevación que las guías forman, éstas están separadas
en distancia unas de otras no solo como se tiene dicho en
cuanto a planicie sino es también de altura sucesiva pues
19
estos frentes se forman por esta alternativa ausente que
describiendo una diagonal como la propuesta, si cae a la
primera guía en la altura C, la segunda, tercera a la novena,
con escala bajan al término A por los grados 1,2,3,4,5,6,
20
etc . Este supuesto y las coyunturas del carpo para
desplumarse bajan las primeras guías que son tres, de allí las
tres segundas y por último las tres terceras (ver título
Anatomía: Los huesos), de aquí el ejemplo de la mano
que estando el dedo pulgar apartado de la mesa y el meñique
tocando a ella, bajando el pulgar y el índice, el pólice [dígito
1 en el ave], resulta un movimiento tal cual el que se dice de
organización, [que] así se define por parecerse al teclado del
21
órgano (ver título Desplanación ), esto es un género de
desplumación para zambullir debajo del aire penetrable
dando inclinación a todo el cuerpo y alas de modo que lo que
el viento… y formar una descendencia casi imposible. Esto
entendido, pasaremos al descenso rápido que se dice de
impotencia, cuyo movimiento es extraño en los cóndores y
usado como cosa rara y no cotidiana (p. 264-266) (Fig.
11).
(4) Impotencia, [movimiento] que sirve para bajar
rápidamente con aceleración como por la diagonal de un
cuadrilongo [rectángulo] (p. 65)... Se define así porque en
virtud de acortarse las alas, quebrándolas para atrás,
mudan la entera figura de la superficie, acortando la
potencia sustentante. Los hay diferentes y en mayor o menor
grado, según la mayor o menor aceleración que quieren
tomar, y así se distinguirá entre sencilla, mayor y grave (p.
182). [La impotencia grave], es aquella que quebrando
las alas hacia atrás, no solo por lo que mira al carpo como en
lo general usan, pero acortándose tanto de superficie, pasan
duplicadamente más rápido que en el otro estado (p. 66).
Aquí se entiende lo que en aerodinámica de aves se
denomina vuelo de planeo descendente. "Como
para volar a velocidad más alta no hace falta mayor
sustentación, la estrategia que siguen las aves es
disminuir el área en planta de las alas,
replegándolas para adaptarlas en cada instante a la
velocidad de vuelo" (Meseguer y Sanz 2007).
27
Aunque McGahan (1973a) no calculó la llamada
impotencia grave en su estudio de vuelo planeado del
cóndor, determinó que la velocidad del vuelo
aumentó de 50 a 54.7 km/h para un cóndor
macho adulto y de 45.4 a 49.7 km/h para una
hembra adulta, con una flexión moderada.
Mientras que Pennycuick (1968) calculó que el
planeo normal de una paloma pasó de 31 a 45
km/h en flexión moderada y a 80 km/h en lo que
sería la impotencia grave de Cárdenas, es decir
aumentó más del doble su velocidad original (Fig.
12).
Cárdenas prosigue: para darle principio al movimiento
que se trata es necesario que se hallen en mucha altura, para
que la aceleración que traen se ataje en bastante espacio
distante de la tierra; si de el usáramos cercanos a ella, se
estrellarían sin duda, aunque el socorro es formar del
rápido movimiento una curva convexa (respecto a la tierra),
encentrándose y describiéndola con el curso más tardo. De
todos los accidentes de volar este es el más admirable y sin
comparación, más asombroso que hay que ver. Yo lo he
notado varias ocasiones escaramusiando [peleando] entre
dos, o sea perseguir el macho a la hembra y esta huir, o sea
algún hecho de ira uno contra otro. Ellos usan de cuantos
movimientos les permite su naturaleza en alguna distancia
de apartamiento. Cuando este fenómeno se presenta se deja
oír un sonido como si se rasgaran a un tiempo muchas
piezas de Bretaña u otro lienzo, como si se sacudieran a
grande impulso tafetanes, finalmente como los
gualdrapazos de las velas [golpes contra el mástil]
cuando el navío está en calma… Quebrándose del carpo
para atrás apartándole de la línea que describen
naturalmente sus alas, acortándose de alas como quien
dijera para bajar no necesito de ellas, basta mi gravedad o
peso, y por eso se define de impotencia de alas, pues le quita
la fuerza de superficie, degradando su potestad de
impotencia grave o suma es recoger el carpo cerrándolo a
manera de abanico y echándolo para atrás (p. 267-268).
19. Están separadas en planos diferentes.
20. Quiere decir que las plumas primarias bajan de forma
secuencial.
21. Si bien en ese caso se utiliza el ejemplo de los dedos para
describir los planos del viento, en este, para describir el movimiento
secuencial de las plumas, en planos diferentes.

Figura 11.
Movimiento de las plumas primarias en secuencia. Parinacochas (Ayacucho), mayo de 2011.
(5) Encentrar, [este movimiento se realiza]
colocando las alas en la misma posición en que estaban antes
de quebrarlas hacia atrás… el cuerpo aparece en un centro,
formando las alas una esfera convexa (p. 66). Encentrado
es aquella figura que llevan cuando vuelan sin alteración de
viento, sin otro motivo que les obligue a deformar la figura
regular, y como esta figura simplemente consta según
simetría de unos planos que se levantan por los perfiles de las
alas, causan ventolera y son materia de choque al viento,
guardando tal figura se dice centrado porque va el cuerpo
haciendo como lastre [peso] y estos planos como escoras
[puntales que sostienen los lados]. Menos ventolera y
así por esto rodaría menos y saldría más a barlovento, de este
mismo modo se hacen lospájaros un perfil, quitando los
obstáculos que impiden rejender [¿avanzar?] y pasar
adelante, a varias figuras de desplanaciones una más o
menos perfiladas que otras, y cuando no quieren usar de
dichas desplanaciones y llevar la figura encentrada para salir
adelante, bordean o voltejean, de suerte que de un borde de
una milla, y otro, avanzan en barlovento como lo que va de
seis cuartas a tres, que parece que los navegantes
28
Plumas primarias
©Judith Figueroa/AICB
aprendieron de los pájaros... (p. 181-182).
(6) De la cola. La cola [se mueve] para determinar los
giros a este rumbo o al otro, para obrar lo hacen como que es
el timón de su gobierno y el que guarda perfecto equilibrio
(p. 67). La cola tiene dos movimientos, uno volteándola a
un lado, y otro al otro; estos sirven para torcer y virar…
[Además] levantando una parte o la mitad de la cola para
arriba, dejando la otra mitad para abajo consiguen la
dirección que quieren, y a este movimiento se tratará con el
nombre de tornátil [que gira con facilidad] y bistornátil
(p. 184-186).
El movimiento de la cola tornátil y bistornátil, bien
entendido, que obra a la manera de una péndola en su eje
haciendo y deshaciendo una porción de vuelta... obra del
modo siguiente. Supongamos que por debajo del pájaro
corren dos líneas de aire por cada lado, así como corren por
los dos raseles del navío, en virtud del movimiento de ambos,
llevando el timón a la vía, no hace fuerza en las corrientes
porque abrigada la pala de la quilla no tiene donde tocar.
 Asimismo, la cola abrigada de los perfiles de las alas y del
A cuerpo no toca en las líneas del aire, que, violentamente
pasan. Pero si uno de los extremos de la cola se inclina para
un lado, con dicha cantidad de inclinación, esta hará fuerza
remordatoria [¿de remontar?] y sujetará al aire,
represando el curso por esta parte y siendo todo el opuesto [a]
la línea de aire. Para correr por el opuesto [es decir,
contra la corriente] va en movimiento acelerado, y el lado
contrario [la parte de atrás del cuerpo] lleva tarde y
B perezoso por la contracción, la cual obliga a formar un
centro o punto, y la otra parte [la delantera] describe
circunferencia, por cuya razón se observa que al virar
abaten una ala y elevan la otra, pero se entienda que este
31 km/h 45 km/h 80 km/h movimiento es involuntario, porque resulta de que el ala que
decimos que se apuntó gravitaba sobre la línea [de aire],
C que es la represa y por el tanto más flaca [débil] y menos
potente, y el contrario lado corre el ala… y por eso gravita
sobre una línea fuerte, resistente y superior. Está en toda
manera elástica a la otra de donde resalta que por la
flaqueza [debilidad] del tardo movimiento y aceleración
24 km/h 31 km/h 51 km/h del curso de la otra, la una se baje y la otra se eleve. Se
advierte que muchos han pensado y hay un sistema escrito
donde se asienta que la cola sirve para bajar o subir, siendo
D su obrar solo para la dirección, tan solamente como se ha
demostrado en el tratado de ascensos y descensos (p. 272-
274).

(7) Del pico, cabeza y pescuezo, [movimiento

Figura 12.
A: Figura de la envergadura del Cóndor Andino
planeando y con vuelo de impotencia (líneas
punteadas). Tomado de McGahan (1973a:234). B:
Paloma. C: Halcón. D: Buitre. B, C y D indican el
vuelo planeado horizontal y de for ma
descendente. Tomados de Meseguer y Sanz
(2007:115).
que] sirve para ver a un lado a otro, para atrás y adelante
(p. 67). Muy mal te han entendido si la cabeza sirviera de
tajamar, cuando estos guiñan con ella era forzoso que la cola
anduviera lista al socorro o al atajo de tales guiñadas. Para
conservar el giro a buen gobierno ya has notado como los
cóndores vaguean [vagan, andan] con la cabeza
registrando a todos lados para arriba y abajo, y con todo, el
giro es recto sin ninguna inclinación con tal que el timón
(esto es la cola) vaya en la vía, hasta que cerrado esto, para
una parte o para otra, se inclina la dirección donde convenga
(p. 275).

29

Figura 13.
Cóndor moviendo la cola para cambiar de dirección. Colca (Arequipa), agosto de 2010.
(8) Remisión, es aquel [movimiento] que usan las
22
aves legítimas para subir o bajar, cual es el de la cabeza y
patas. Esto es, si quieren bajar alargan el pescuezo,
sacándolo de aquel término en que estaba, haciendo
equilibrio con el centro de gravedad (p. 182-183). Las
patas y corbas [se mueven] para guardar equilibrio de
inclinación, colocándolas rectamente hacia la cola o
sacándolas de su centro para inclinar a la bajada ayudando
a la remisión que hace el pescuezo (p. 67). Como quedó
definido el peso de remisión pertenece a las partes de cabeza,
pescuezo y patas. Este obra… para los ascensos y descensos,
de suerte que solo este peso hace que el cuerpo se abata o se
eleve. Que esté colocado en el centro de gravedad hace un peso
absoluto pero apartado del punto forma un peso perceptivo
al lugar donde se coloca… Es a saber las patas y las corbas
pesan tres libras [1380 g], la cabeza dos [920 g]…Para
esforzar el descenso se sacan las patas del lugar de
equilibrio… y la remiten hacia delante… y por haberlas
sacado del lugar de posición tiene más motivo a la inclinación
del cuerpo (p. 248-250).
30
©Judith Figueroa/AICB
Se advierte que aunque los pájaros van vagueando con la
cabeza ya moviéndola para un lado o para el otro, por
encima del lomo por bajo, siempre bajo del precepto de no
apartar del centro de gravedad el peso de remisión, pues
todos estos movimientos como no son de alargar ni recoger el
pescuezo no hay mutación en la superficie a los ascensos y
descensos (p. 252-253) (Fig. 14). Una manera de
entender el centro de gravedad es: el punto
respecto del cual todos los pesos del cuerpo
anulan sus torques entre sí, equilibrándose.
Entonces, si uno cambia la distribución de masas
del cuerpo, cambian las posiciones de estos pesos
y por tanto el centro de gravedad se mueve. Al
moverse, el cuerpo rota. Cárdenas no habla de
esto directamente. Él refiere a esto que llama peso
de remisión como un peso capaz de generar un
movimiento en el cuerpo, como consecuencia de
"sacarlo" del centro de gravedad.
22. Ver la definición en el Apéndice 1.

Figura 14.
Cóndor bajando las patas en vuelo para descender. Colca (Arequipa), agosto de 2010.
Parece que él intuye que la mayor influencia sobre
el centro de gravedad la tienen el torso y las alas,
pero erróneamente asume que aquél se mantiene
fijo de acuerdo a ellos, y el desplazamiento del peso
de remisión, en lugar de mover el centro de gravedad,
en realidad actúa como una "fuerza externa" sobre
este, obligando al cuerpo a moverse. El error es
muy sutil, sólo se trata de distinguir entre "centro
de gravedad de todo el cuerpo" (o centro de
gravedad propiamente dicho) y "centro de
gravedad del torso y alas" (Luciano Stucchi, com.
pers. 2011).
Como se mencionó en el título Hábitos, Cárdenas
detalló que los cóndores cazan a los corderillos o
cabritos, agarrándolos con el pico y poniéndolos
en la espalda (Fig. 5). Sobre el particular,
refiriéndose al vuelo, explicó: [Los colocan allí]
porque este peso en la espalda va haciendo un total de
gravedad, [pues si] lo llevarán en las garras o en el pico
resultaría una descomposición del plano horizontal,
inclinando hay ascenso o descenso con violencia y no por el
orden natural que en ellos es regla. Los gavilanes y aves de
rapiña cargan en las garras por motivo de tener los pesos de
remisión más potentes en gravedad, quiero decir, más pesada
la cabeza que los otros miembros de su cuerpo, y así en las
garras, por ser perpendiculares al centro de gravedad, no les
inclina pues a pesar del peso extraño equipondera el socorro
natural de su cabeza (p. 253-254).
31
©Judith Figueroa/AICB
Como se leerá en el siguiente párrafo, Cárdenas
dijo que los cóndores pueden llenar su buche hasta
con 2.7 kg, dato que confirmó Rafael Housse
(1945) en Chile, indicando que podían llenarlo
hasta con 3 kg de carne. Se sabe que un cordero
23
recién nacido puede pesar entre 2 y 4 kg . Por otro
lado, Housse describió el cuello del cóndor como
"largo, tres veces como el de los falcónidos...
además vigoroso... siendo la palanca de las
mandíbulas para arrancar bocados, a pesar de los
nervios, músculos y tendones de la presa. Indicio
de su fuerza tuve yo al visitar un día el Jardín
Zoológico [de Santiago de Chile] en 1909: uno de
aquellos vultúridos paseaba por la jaula, sin
esfuerzo aparente, una cabeza de caballo en la que
24
tenía clavado el gancho del pico" . Por lo expuesto,
considerando que el peso del cordero recién
nacido no necesariamente excede al que el cóndor
carga en su buche, la considerable fuerza que tiene
el ave en su pico y cuello, y el largo de éste, que le
permitiría coger la presa y girarla hacia su lomo, no
sería descabellado aceptar esta forma de caza por
parte de los cóndores como posible.
23. Aunque no se trata de las mismas razas, este es el rango de varias
razas actuales, obtenido de: Blackwell y Henderson (1955) y
Navarro Díaz et al. (1987).
24. El autor de la presente reseña pesó un ejemplar de estos. Solo el
cráneo tuvo 5 kg.
Considera que un cóndor parado en el suelo de patas a pico
guarda una figura curva y para levantar el vuelo hacen un
movimiento propio de aspiración que forma una línea recta
del pico a las patas y las alas y la cola en el estado horizontal,
haciendo oposición a la recta que forma la aspiración, esto
es, sacando la cabeza de su colocación, alargando el pescuezo
desde el grado 1 hasta 12 o más, sea el lugar de equilibrio, o
sacando la cabeza tantos grados; tanto peso obliga a que la
superficie se incline al descenso. También se debe
necesariamente considerar que en el acto de levantarse, estos
tienen las patas fuera del centro de gravedad, pues para
tenerla guardando paralelo con la cola no habrían de estar
parados en ellas lo que no se conforma con la necesidad
natural, siendo esto preciso ya se ve que sucede como he dicho
no estar colocadas en el lugar de equilibrio; esto es para el
acto de volar perfectamente que por lo que sea el orden
natural de su constitución, no enmiendo plano. Bien
entendido que las patas avanzadas hacia delante componen
otro peso que acompaña a la cabeza y obliga a mayor
inclinación de superficie. Para mayor abundamiento, si estos
pájaros tienen el buche lleno, son cuatro a seis libras [1840-
2760 g] más de peso, que les inclina porque este ventrículo
está situado a la parte delantera, y tanto que acosados estos
por conseguir volar con más prontitud, vomitan en el acto de
correr y de este modo consiguen desprenderse de la tierra con
menos fatigas (p. 256-257).
La carrera que emprenden25 es para formar aire, unas
líneas de potencia para que sirvan de columnas que les
resistan porque se debe considerar que el aire simple sin el
compuesto de moverse por el no era capaz de resistir la menor
gravedad [peso], como se ve en la bala, que mientras es
movida (mediante el impulso que la arrojó) no gravita
sensiblemente, porque cuanto más acelerado el movimiento
tanto más potentes las líneas de aire por donde cursa. Y así
el cóndor emprende carrera acompañado de los aleteos, lo
primero para formar potencia en el aire, lo segundo para
ayudar la aceleración y soportar los tres pesos referidos
porque estos a la par obligan al abatimiento, y como el
proyecto es apartarse del punto ínfimo al superior, contrario
a la inclinación del buche lleno, cabeza, pescuezo, patas y
corbas (que estas mueven al abatimiento).
32
Supuesto lo dicho, se ha declarado los motivos que tiene un
cóndor para aletear cuando se levanta de un plano inclinado
a plano horizontal [mientras] duran los aleteos y hasta
elevarse y ponerse en estado de una columna [de aire] y
remitir cada parte de peso, aguardan el estado de su
equilibrio y tomar la espiral [la corriente térmica] para
que en virtud de las rocas se acelerase el movimiento y se
facilitase la elevación. Estos pájaros cuando encuentran
cerro inmediato o lugar superior le toman con todo empeño
para allí arrojarse sin las fatigas que les cuesta siendo del
plano; digo que si así no fuese no buscarían el asilo del
terrado para desplegar y tenderse asentado (p. 257-259).
Cárdenas se equivocó al plantear que el aire en
movimiento actúa como un objeto que impulsa
por sí mismo a aquello que se sitúe encima,
convirtiéndose en esto que llama líneas de potencia.
Como se explicó anteriormente, el efecto por el
cual un fluido en movimiento puede provocar una
fuerza es por el principio de Bernoulli, cuando se
genera una diferencia de presiones entre dos
extremos del objeto. Cuando dijo que el aire simple
(i.e. el aire que no se mueve) no es capaz de resistir
la menor gravedad, en verdad está diciendo que no
es capaz de resistir el menor peso, lo cual en sí
mismo es incorrecto, pues cualquier objeto menos
denso que el aire será empujado por este hacia
arriba (Principio de Arquímides), pero para
efectos de este caso, aplica sin problemas (Luciano
Stucchi, com. pers. 2011). Luego, él sostuvo que el
aleteo empuja al cóndor y esto le da la velocidad
que forman las líneas de potencia que lo sostienen en
el aire, y le ayudan a acelerar y soportar el peso de
los elementos que considera ajenos al centro de
gravedad, que le harán ascender y descender (ver
párrafos antes). Así, los aleteos le permiten llegar a
la columna de aire ascendente y de ahí se mantiene
mediante el planeo; pero requiriendo siempre de
lugares elevados para poder despegar y aterrizar
sin problemas.
Otros movimientos hay involuntarios que son los de
balances… y proceden de la ondulación del aire (p. 68).
25. Se refiere al tramo que los cóndores corren para ganar
impulso y poder levantar vuelo.

Para terminar esta reseña, se incluye la clasificación
de las aves que hiciera Santiago de Cárdenas. Los
nombres comunes que usó Cárdenas se entienden,
salvo algunos que se explican entre corchetes o con
pies de página. En base a la descripción de los
movimientos de vuelo, el análisis de la superficie
del ala y el peso de las aves, todos de forma
comparativa, las clasificó por su capacidad de
vuelo en:
(1) Imperfectas, las que tienen alas y no vuelan, salvo
accidente, como la gallina, el pato casero, el pájaro niño
[pingüino], el avestruz, etc. Estas no vuelan porque no
corresponden las alas a la gravedad de su peso… y por esta
razón aunque hacen sus esfuerzos y tiran alguno tanto no es
de avance natural sino de violencia… (p. 170-171).
(2) Bastardas, son aquellas que vuelan a fuerza de
aleteos, como los patos de todas las especies, palomas caseras,
cuculí, perdices, tordos, colibrís, tórtola, guardacaballo,
33
©Judith Figueroa/AICB
26
jilguero, calandria [chisco], camaronero , guanchaco,
27
piche , putilla [turtupilín], loros, guacamayos, papagallos
y pardelas (p. 173/188/198). Toda la clase de bastardas
no les impide la gravedad para los giros que a sus alivios
necesitan porque la carencia de alas suple la potencia
vibratoria de sus músculos, que aunque vuelan con libertad
pero a costa de fatigas por el continuo movimiento agitativo
(p. 188).
Sin embargo, algunas aves tienen muchas alas y por
esta razón bastardean: la golondrina, el alcatraz, el
28
arador , la gaviota, el piquero, el guanay, la garza, la
29
pandorga y la bandurria (p. 199).
26. Koepcke (1964) refiere con este nombre al gallinazo de cabeza
roja Carthartes aura jota.
27. Koepcke (1964) refiere con los nombres de huanchaco y peche
al Pezites militaris bellicosa, hoy conocida como Sturnella bellicosa.
28. Murphy (1936) refiere con este nombre al rayador Rynchops nigra
intercedens, hoy conocida como Rynchops niger.
29. No se pudo encontrar a qué especie se refirió.
Las bastardas se [bastan] con el movimiento de agitación
para los socorros urgentes (ver título de Los
movimientos del vuelo: Impotencia)… digo que
cargando estas la fuerza más a un ala que a la otra consiguen
las ciabogas [vueltas] y los destinos que quieren más en los
temporales no dominan por la mucha ventolera y poca
potencia contra los vientos respecto que en ellos no es
dominante la elasticidad, y así son acosados, deformados y
abatidos…
La causa de bajar con dirección a la pesca es porque para ello
sirvan las alas de todo punto, no solo el carpo, como las
legítimas, y así caen como un rayo y logran aturdir al peje y
tomarle para su alimento (obras ciertamente dignas de la
admiración). Lo dicho se debe entender por los pájaros
marinos zambullidores, alcatraces, patos, piqueros,
aradores y otros (p. 270-271).
A la golondrina la incluye dentro de un grupo
especial de bastardas y sobrias, ya que, como dijo: la
golondrina tiene tantas alas que para un giro de algún
espacio le basta un aleteo, con este impulso sube, baja y guiña
a todas partes… porque esta no se mantiene comiendo
semillas de la tierra sino de mosquitos y otros animalillos
que vuelan por el aire (p. 174)… y aun para beber agua la
beben con el mismo giro. Solo para recoger pajitas y las
especies necesarias a sus nidos bajan a tierra algunas veces…
a estos pajarillos por el color blanco y negro dicen palomitas
Santa Rosa (p. 200).
Sobre el pelícano dijo: Sobrio es el alcatraz, este y los
demás de esta clase aletean aunque tienen tantas alas por
motivo de que desde la primera guía hasta la última forman
un cuadrado… y aunque tenga las alas más separadas que
un valle siempre aleteará porque la parte esencial de no
aletear está en la separación de las guías… Es cosa digna de
notar que este pájaro pesa 14 libras [6.4 kg] y tiene tres
varas y dos tercias [3.1 m] de ala, que parece que con tanta
extensión gozaría de descansado vuelo, respecto a un cóndor
que tiene 23 libras y media [10.8 kg] de peso y solo tiene tres
varas y una tercia [2.8 m] de ala y vuela legítimamente.
Asimismo, incluye al gallinazo en este grupo,
haciendo la salvedad que en realidad se trata de un
ave semi-legítima, pues es un pájaro que respecto a sus
proporciones que guardan los legítimos, carece de una
cantidad de superficie y para mantenerse en posición de una
línea horizontal es necesario que aleteen de espacio en espacio
salvo cuando se remontan a la diafanidad [al cielo],
entonces no aletean; estos tienen las guías separadas y por eso
su volar es casi legítimo (p. 174-175).
34
Por último, del picaflor dijo:… me dirás algo del
picaflor en particular porque he notado en este pajarillo
algunas raridades... el vibrar de sus alas tan continuo y sin el
ruido que ocasiona tal movimiento como se nota en la mosca,
zancudo y moscón, pues los tiempos que se consideran de las
vibraciones casi son iguales, estos forman en el mismo modo
al parecer una rémora en cada flor que sin afirmarse a ellas
se paran hasta tomar el jugo que les mantiene, para virar se
tiran de costado, como la mosca, vuelan perpendiculares a la
tierra, son varios, se distinguen en los colores, unos son
rosados otros amusgo, otros cambiantes, otros color gris,
finalmente es necesario pedir ojos al lince para percibir algo
de su extrañeza por el poco tiempo que dan en dejarse ver
porque su movimiento es sonado... (p. 202).
(3) Legítimas, se dice por aquellas que vuelan sin
aletear, como es el cóndor, tijereta [ave fragata], águila,
30
cernícalo, guaraguao y otras que se notan en estos países,
etc. (p. 170/191). Solo estas gozan del privilegio de tener
las guías separadas (p. 194). Las aves legítimas cuales son
todas aquellas que vuelan con solo guardar tensión y
extensión de alas sin hacer movimientos de parte para el giro
sino el solo cuidar de la cola para la dirección (p. 202).
Sobre la tijereta explicó: parece que este pájaro es de
privilegio el no aletear, el gira todas las líneas sin deformar
la posición o figura de sus alas, a el no le corrompe ni altera
el más agrio temporal. Para salir adelante contra el aire el no
usa de los movimientos de desplanaciones ni voltejeo; es en
una palabra inmutable, inalterable. El persigue a los
pajaruelos que sacan el peje del centro del mar hasta
quitárselo, siguiendo sus inversiones que hacen para la
natural defensa de sus alimentos, y todo sin aletear (p. 179-
180) (Fig. 15).
Por último, sobre el gallinazo y el guaraguao, dijo:
31
El gallinazo común tiene una tercia de alas menos que la
que le corresponde a su cuerpo; estos agitan el aire porque su
gravedad los inclina al descenso y para mantenerse en
posición de altura les es forzoso agitar el aire de tiempo en
tiempo.
30. Es posible que refiera al gavilán Parabuteo unicinctus.
31. Aquí, y en general a lo largo de todo el texto, cuando
menciona al gallinazo se refiere al gallinazo de cabeza negra
Coragyps atratus.
Si estos se dejaran ir sin el agitativo movimiento, declinarían
como por la diagonal de un paralelogramo… El gallinazo
común comparado con el guaraguao, ave legítima, pesa dos
libras tres onzas [1 kg], y tiene extensión de alas de vara dos
tercias [1.4 m] vuelan diferentemente, el común avanza en
su mayor movimiento a 40 leguas por hora [entre 177 y
225 km/h], y el guaraguao cincuenta a cincuenta y cinco
[entre 221.8 y 307 km/h] sin agitar el aire gozando del
mismo ceño de las águilas, pero pegados a la tierra. Respecto
a ser ave de rapiña, él guarda una línea horizontal sin
degradar un punto, salvo si aspira a una línea de ascenso,
desfigurando el plano horizontal a la tierra que este es
forzoso guardar y en tal caso, agita el aire remisamente con
dos o tres paladas. El gallinazo común por aproximarse a
ser ave legítima… carece de alas por la diferencia de 4 onzas
de peso [115 g] a quien le conviene un considerable espacio de
superficie como sobre la vara y cuarta [1 m] que tiene una
tercia y dos pulgadas [32 cm] (respecto al orden Legítimo), y
por esta razón se había colocado en la clase de las
Bastardas…
Figura 15.
Representa la ave Tijera o Tijereta [ave fragata]. Este pájaro extraño se ha hecho relación en el asunto antecedente,
vuela ciento y más leguas por hora (p. 29, figura en la p. 72).
35
El [gallinazo] goza del movimiento proyecto y agita el aire
siendo como medio entre las dos clases (Legítima y
Bastarda), luego que toma la línea espiral [corriente
térmica], y se eleva a la diafanidad [al cielo], no agita,
aunque corra en giro una tarde entera, esto es con la ayuda
del viento agitado o movido. Aplicándose a la especulación
de este efecto, se verá que el aire, cuando más vecino a la
tierra está más craso y denso, por la muchedumbre de
átomos que volitan en el, en fuerza de los efluvios que exalta
de sus entrañas la tierra, para romper estos cuerpos sin
rumorizarse y por ello, [para] descender o declinar no
necesita de renovar los impulsos del movimiento por medio
de aleteos. Más la vecindad al centro de gravedad que con
más eficacia obra cuanto más inmediato se presenta el
cuerpo, también les inclina al descenso tener el pico y cabeza
de inclinación hacia abajo, esto es el peso de remisión fuera
del centro de gravedad o equilibrio, siendo en estos esta
propensión, por naturaleza de suerte, que corriendo una
línea paralela a sus lomos se haya la cabeza en una
profundidad tal que forma un ángulo con dicha línea de 29
grados… ya se ve en la profundidad en que se haya la
cabeza y por esto me he traído a la inclinación del descenso y
por no tocar con los cubiertos o bajar le es preciso apelar a los
aleteos, salvo como tengo en la diafanidad (p. 191-194).

Legua: medida que va entre 4435 m (medida de
Roma antigua) a 5580 m (20 mil pies, medida del
sistema antiguo español). La legua marina era
equivalente a 5555 m (1/20 de grado).
Vara: 0.8359 m.
Tercia: Tercera parte de la vara, 0.279 m. Igual a 1
pie (medida española antigua).
Cuarta o palmo: Cuarta parte de la vara, 0.208975
m.
36
©Judith Figueroa/AICB
Sexma o sesma: Sexta parte de la vara, 0.1395 m.
Pulgada: Trigésimo sexta parte de la vara,
duodécima parte de la tercia o pie antiguo, 2.23
cm.
Libra: 460 g. (medida española antigua).
Onza: décimo sexta parte de una libra, 28.75 g.
Ver más detalles en el siguiente enlace:
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