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¿HAY ALMAS EN PENA?


LA VERDADERA TEOLOGÍA CATÓLICA DEL MÁS ALLÁ

 Teología Católica del “más allá” hace referencia al tratado sobre las
POSTRIMERÍAS DEL HOMBRE, es decir, la etapa o etapas finales y
culminantes de la existencia humana: MUERTE – JUICIO – INFIERNO –
GLORIA

 También recibe el nombre de ESCATOLOGÍA (del griego eschaton que significa “lo
último”; y logos quiere decir “tratado”, “estudio”.

1. ¿Qué nos enseña el CREDO sobre “el más allá”? CEC: 988-1057

a. Hay una vida después de la muerte: Creo en la resurrección de la carne.


b. Una vida DIFERENTE, DISTINTA: Creo en la vida eterna. La que conocemos ahora es
TEMPORAL.
c. A su vez el fundamento de las dos verdades de fe arriba mencionadas es la Muerte, el
Descenso a los infiernos, la Resurrección y Ascensión de Jesús a los Cielos, tal como lo
proclamamos en el Credo.

d. Porque Cristo murió y resucitó, nosotros, miembros de su Cuerpo que es la Iglesia,


también moriremos, pero resucitaremos como Él (2 Tim. 2, 11). CEC 1002 -1003

e. Nuestra resurrección depende, por tanto, de la de Jesús = EUCARISTÍA:


CEC 994 Pero hay más: Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la
resurrección y la vida" (Jn 11, 25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan
creído en Él (cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre (cf. Jn 6,
54). En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos
muertos (cf. Mc 5, 21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección que, no obstante,
será de otro orden. De este acontecimiento único, Él habla como del "signo de Jonás" (Mt 12, 39), del
signo del Templo (cf. Jn 2, 19-22): anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte (cf. Mc 10,
34).

f. Básicamente se constata la fe en el hecho de que hay una vida más allá después de la
muerte, porque HAY, efectivamente, una esperanza real RESURRECCIÓN de nuestros
cuerpos, NO otros:
CEC 999 ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: "Mirad mis manos y mis pies; soy yo
mismo" (Lc 24, 39); pero Él no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en Él "todos resucitarán con
su propio cuerpo, del que ahora están revestidos" (Concilio de Letrán IV: DS 801), pero este cuerpo será
"transfigurado en cuerpo de gloria" (Flp 3, 21), en "cuerpo espiritual" (1 Co 15, 44):
«Pero dirá alguno: ¿cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? ¡Necio! Lo que tú
siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple
grano..., se siembra corrupción, resucita incorrupción [...]; los muertos resucitarán incorruptibles. En efecto,
es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de
inmortalidad (1 Cor 15,35-37. 42. 53).

g. Se nos enseña qué es la muerte (CEC 997; 1006); causas de la muerte (CEC 1008:
consecuencia del pecado) y el sentido de la muerte, transformada por Cristo (CEC 1009 -
1014).
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2. ¿CÓMO se realizará esa RESURRECCIÓN? ¿Qué pasos o etapas previas hay?


Hemos de acudir a las Sagrada Escritura.

JUICIO PARTICULAR

CEC 1021 La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o
rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del
juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también
asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de
cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del pobre Lázaro
(cf. Lc. 16, 22 ) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón (cf. Lc. 23, 43 ), así como otros textos
del Nuevo Testamento (cf. 2 Co 5,8-10 ; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de un último destino del
alma (cf. Mt 16, 26 ) que puede ser diferente para unos y para otros.

a. La muerte pone fin al tiempo de merecer. Concluyen las oportunidades de ganar el


Cielo o perderlo (=infierno).

b. La retribución es inmediatamente después de la muerte. NO después de “muchas”


muertes o tantas muertes como REENCARNACIONES sean necesarias para purificar el
alma. Está establecido que los hombres mueran UNA SOLA VEZ (Hb. 9, 27)

c. Las obras buenas o malas son meritorias para alcanzar el Cielo o no (2 Cor. 5, 10 vs. sola
fides protestante Stg. 2, 17)).

“A la caída de la tarde te examinarán en el amor” (SAN JUAN DE LA CRUZ, Avisos y sentencias).

3. Después de ese JUICIO PARTICULAR, a cada uno por individual, la retribución es el


CIELO o el INFIERNO.

CIELO

CEC 1023 Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para
siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a
cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4):
«Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de
todos los santos [...] y de todos los demás fieles muertos después de recibir el Bautismo de Cristo; en los que
no había nada que purificar cuando murieron [...]; o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar,
una vez que estén purificadas después de la muerte [...] aun antes de la reasunción de sus
cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor,
estuvieron, están y estarán en el cielo, en el Reino de los cielos y paraíso celestial con
Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro
Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión intuitiva y cara a cara, sin mediación de
ninguna criatura» (Benedicto XII: Const. Benedictus Deus: DS 1000; cf. LG 49).

El CIELO se define ex cathedra, o sea, infaliblemente:


 Visión de Dios cara a cara. Ver a Dios tal cual es. VISIÓN BEATÍFICA
 Cercanía con Dios: ABRAZO con Dios (CC. 2, 6). Estar con CRISTO (CEC 1025:
Flp. 1, 23; Jn. 14, 3; 1 Tes. 4, 17)
 Comunión de vida y amor con Dios, Santísima Trinidad, la Virgen María, los
ángeles y todos los bienaventurados (CEC 1024).
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 Esto sobrepasa todo entendimiento o imaginación. La SE nos habla sólo en


imágenes: vida, paz, luz, banquete de bodas, esponsales, vino del reino, casa del
Padre, Jerusalén celeste, paraíso, etc. Pero en realidad ni ojo vio, ni oído oyó, ni al
corazón del hombre llegó lo que Dios ha preparado para los que le aman (1 Cor. 2, 9).
 «¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de participar en las
alegrías de la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo, el Señor tu Dios [...], gozar
en el Reino de los cielos en compañía de los justos y de los amigos de Dios,
las alegrías de la inmortalidad alcanzada» (S. CIPRIANO DE CARTAGO
+258, Epistula 58, 10).
 ¿Cuándo? Inmediatamente después de la muerte, incluso antes de la resurrección
de los cuerpos y del juicio final.

PURGATORIO

CEC 1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente
purificados , aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una
purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

a. Nada contaminado entrará en ella (la ciudad santa, la Jerusalén celestial) (Ap. 21, 27).

b. Esta purificación final de los ELEGIDOS es completamente distinta del castigo de los
condenados al infierno (CEC 1031).

c. Esta enseñanza se apoya también en la práctica litúrgica de la ORACIÓN POR LOS


DIFUNTOS: 2 Mac. 12,46. Desde los inicios la Iglesia ha honrado la memoria de los
difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular, el sacrificio eucarístico. También
ha recomendado las limosnas, indulgencias y obras de penitencia en su favor (CEC 1032, II
Conc. de Lyon 1274)

d. Concilio de Florencia 1445

e. Santos Padres

«Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo
que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el
Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase
podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (S.
GREGORIO MAGNO +604, Dialogi 4, 41, 3).

«Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de
su padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un
cierto consuelo? [...] No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por
ellos» (S. JUAN CRISÓSTOMO + 407, In epistulam I ad Corinthios homilia 41, 5).

INFIERNO

CEC 1035 La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las
almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente
después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, "el fuego eterno" (cf. Símbolo
Atanasiano; Anatematismos contra Orígenes 543; Const. Dogmática Benedictus Deus 1336; Conc. de
Florencia; Concilio de Lyon; Concilio de Letrán 1215; Concilio de Trento 1563; Credo del Pueblo de
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Dios, 12). La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente
puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.

 La SE habla de “gehenna”, “fuego que nunca se apaga” (Mt. 5, 22.29; 13, 42; 25,
41; Mc. 9, 43-48)
 Dios NO PREDESTINA A NADIE AL INFIERNO. Rom. 8, 29-30 Dios
predestina a la gloria, NUNCA a la condenación.1 Dios quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim. 2, 4).

JUICIO FINAL

CEC 1038 La resurrección de TODOS los muertos, “de los justos y los pecadores” (Hch. 24, 15)
PRECEDERÁ el JUICIO FINAL. Esta será “la hora en que todos los que estén en los sepulcros
oirán su voz. . . y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para
la condenación” (Jn. 5, 28-29). Entonces, Cristo vendrá “en su gloria acompañado de todos sus ángeles . . .
Serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros como el pastor separa
las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda. . . E irán éstos a un
castigo eterno, y los justos a una vida eterna” (Mt. 25, 33-46).

a. Quedará al descubierto la verdad completa de cada hombre (=todos los hombres, de la


humanidad) con Dios. Se revelará hasta las últimas consecuencias lo que cada uno haya
hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena. Conoceremos el sentido
último de la CREACIÓN y de la economía de la salvación: cómo la JUSTICIA
DIVINA triunfa sobre todas las injusticias cometidas por sus criaturas. (CEC 1039
y 1040).

b. Sobre CÓMO tendrá lugar la resurrección 1 Cor. 15, 35-58

c. ¿Cuándo? SÓLO DE DIOS ES SABIDO. Cuando el Reino de los Cielos llegue a su


plenitud; cuando la humanidad entera y el mundo sean transformados, pues habrá cielos
nuevos y tierra nueva (2 Pe. 3, 13). Será cuando Cristo haya hecho TODO nuevo y no habrá
entonces llanto, ni gritos, ni fatigas, porque el mundo viejo habrá pasado (Ap. 21, 4-5), pues
CRISTO SERÁ TODO EN TODOS (Col. 3, 11), su presencia (=PARUSÍA) lo llenará
todo (Ef. 4, 10; Stg. 5, 8; 1 Jn. 2, 28)

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De modo análogo la Iglesia no canoniza a nadie al infierno, sino al Cielo.
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REFLEXIÓN TEOLÓGICA

1. Principios filosóficos:

A. Inmortalidad del alma


B. Condición del alma separada
C. Tiempo, eternidad, evo

A. Inmortalidad del alma

 Con argumentos puramente racionales se puede demostrar que el ser humano,


además de cuerpo, tiene un alma, la cual es principio del que proceden los
pensamientos y actos voluntarios. Este alma posee las cualidades de: unidad = una
sola alma intelectiva que posee virtualmente la sensitiva y vegetativa; simplicidad
= sin partes extensivas y divisibles (orden físico y esencial, no metafísico);
sustancialidad = con entidad en sí misma; y espiritualidad = independiente de la
materia y superior a la materia en cuanto se apropia de ella mediante el
conocimiento de ellas (sede del entendimiento y voluntad).
 La filosofía platónica (El Fedón) y aristotélica (De anima) alcanzaron casi todas estas
conclusiones. El alma es forma sustancial del cuerpo. No es que la fe se base en la
filosofía, ni que la filosofía demuestre la fe revelada, cosa imposible desde que es un
MISTERIO. Fe y razón son distintas, pero se juntan armónicamente en la
VERDAD. Esta armonía demuestra la UNIDAD de la VERDAD. La verdad que
alcanza la razón humana NO puede contradecir la verdad divina, pues la primera
procede de la segunda. Razón y fe son las dos alas de la VERDAD (JUAN PABLO
II, Fides et Ratio).2 La TEOLOGÍA descubre esa armonía. (STO. TOMÁS DE
AQUINO, Summa Theologiae, I q. 76)
 Tres tipos: esencial y absoluta; natural y preternatural o gratuita. La del hombre
corresponde a la última.
 Da razón o explicación, por tanto, de la escatología intermedia, o sea, del destino
del alma humana inmediatamente después de la muerte, antes incluso de la PARUSÍA.

B. Condición del alma separada

 La condición natural del hombre es vivir en estado completo, alma y cuerpo, con su
alma vivificando su cuerpo. Dicho de otra manera, la condición natural del alma es
también vivir unida a su cuerpo. ¿El alma separada del cuerpo está en un estado
antinatural consiguientemente?
 No. Está en un estado menos natural. La autonomía que le proporciona ser una
substancia espiritual nos permite afirmar esto.
 Siguiendo a Sto. Tomás (S. Th., I q. 89), el alma separada es en algunos sentidos
más perfecta, en otros, menos que cuando está unida a su cuerpo. Más perfecta:
estado similar al de los espíritus puros, lo que significa: más libre en cierto modo,
en cuanto que la pesadez del cuerpo no le impide la pureza de entender. Menos: su
capacidad de intelección se ve mermada, precisamente al carecer de cuerpo, pues,

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Por eso San Anselmo definió sabiamente el quehacer teológico auténtico como Fides quaerens intellectum. San
Agustín decía lo mismo, aunque de otra manera: Credo ut intellegam. Pero continuaba su razonamiento
diciendo: Intellego ut magis credam = Entiendo para creer más. Expresando así la perfecta armonía e
interrelación entre fe y razón, teniendo la FE siempre la prelación.
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conoce mediante especies infusas (imágenes puras, no abstractas, inteligibles) que le


resultan muy elevadas.
 Conclusión: la condición del alma separada es diferente a su estado de unión
natural con su cuerpo. Cabe entonces preguntarse: ¿Cómo funciona el alma
separada? ¿Puede realizar actividades, recibir influencias extrañas y, en caso
afirmativo, cuáles son estas actividades e influencias?
 RESPUESTA: El alma SÍ puede ejercer actividades separada del cuerpo. Ahora,
¿de qué clase? Conserva sus 3 facultades: memoria, entendimiento y voluntad, si
bien de modo distinto. Por tanto, puede pensar, orar (comunicarse con Dios), etc.,
pero . . .
 a. En el orden sensitivo: ninguna, ni interna ni externa. Sólo virtual o radicalmente el
alma conserva tal facultad (S. Th. I q. 77, a. 8). Funciona, pues, sólo a base de ideas
puras, es decir, sin contacto con la materia. De este hecho se puede sacar ya
consecuencias: la inactividad de los muertos en el mundo de los vivos.
 b. En el orden espiritual: sí, pero de modo diferente a cuando está con su cuerpo
tanto en las funciones intelectivas como volitivas. El alma conserva el
conocimiento de todo lo que aprendió en vida, o sea, con su cuerpo (S. Th. I q. 89,
a. 5-6). Adquiere además un mayor conocimiento de sí misma, más perfecto en cuanto
intuitivo y directo. Igualmente con respecto a otras almas separadas y los ángeles,
aunque más imperfecto de estos últimos, ya que poseen un modo de ser y entender
superiores. Así aumentarán sus conocimientos sobre los ángeles tanto las almas del
Purgatorio como las de los condenados al infierno. Distinto es el conocimiento de
las almas bienaventuradas (santos) (S. Th. I q. 89, a. 2). Solamente por
intervención divina , mediante especies inteligibles infundidas, el alma puede
conocer las cosas naturales (sensibles). Será un conocimiento directo, inusual para
el alma y, por tanto, genérico, imperfecto, amplio, pero algo confuso. (Algo así
como si Dios nos nutriera directamente saltándose el aparato digestivo, porque no
hay tal aparato).
 Sobre si las almas separadas conocen naturalmente las cosas que ocurren aquí en
la tierra, Sto. Tomás responde negativamente. Podrían, como hemos visto, por
información divina, pero por la misma disposición divina y por su propio modo de
existir (sin capacidad sensitiva, sin contacto con nada material) quedan
desconectadas de las realidades terrenas (S. Th. I q. 89, a. 8 ad 1um et 2um: Ad
primum ergo dicendum quod animae mortuorum possunt habere curam de rebus viventium, etiam si ignorent eorum
statum; sicut nos curam habemus de mortuis, eis suffragia impendendo, quamvis eorum statum ignoremus. Possunt
etiam facta viventium non per seipsos cognoscere, sed vel per animas eorum qui hinc ad eos accedunt; vel per Angelos
seu Daemones; vel etiam spiritu Dei revelante, sicut Augustinus in eodem libro dicit. Ad secundum dicendum
quod hoc quod mortui viventibus apparent qualitercumque, vel contingit per specialem Dei dispensationem ,
ut animae mortuorum rebus viventium intersint, et est inter divina miracula computandum. Vel huiusmodi
apparitiones fiunt per operationes Angelorum bonorum vel malorum, etiam ignorantibus mortuis, sicut etiam vivi
ignorantes aliis viventibus apparent in somnis, ut Augustinus dicit in libro praedicto. Unde et de Samuele dici potest
quod ipse apparuit per revelationem divinam; secundum hoc quod dicitur Eccli. XLVI (1 Sam. 28, 5-25), quod
dormivit, et notum fecit regi finem vitae suae. Vel illa apparitio fuit procurata per Daemones, si tamen Ecclesiastici
auctoritas non recipiatur, propter hoc quod inter canonicas Scripturas apud Hebraeos non habetur. )
 Sólo por especial permisión divina, en pro de un fin mayor, las almas podrían
aparecerse en el mundo de los vivos.
 Estas apariciones pueden tener diversos orígenes: divino o angélico (ángeles buenos
o malos). Nada se dice de que sean almas en pena.
 c. En el orden preternatural (o también llamado natural infundido sobrenaturalmente o
no exigido por una naturaleza, pero concedido sobrenaturalmente dentro de lo natural: ej.: la
inmortalidad del hombre = alma y cuerpo): ¿Recibe al alma separada conocimientos
naturales no exigidos por su propio estado de separación? Sto. Tomás no aborda
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directamente este tema, pero sí indirectamente al tratar el descenso de Jesús a los


infiernos (S. Th. III q. 52, a. 2 et a. 6 ad 1um). Bajó para consolar a los buenos y confundir
a los malos. Lo que significa que debió dar noticias preternaturalmente sobre Sí
mismo y sobre las cosas creadas, lo cual implicaría estas comunicaciones
preternaturales, aunque no se da certeza.
 d. En el orden sobrenatural. Aquí salimos del ámbito estrictamente filosófico,
como es obvio. La teología dice en cuanto a los conocimientos sobrenaturales que: las
almas de la gloria (bienaventuradas) los aumentan; las del Purgatorio los conservan;
las del infierno los pierden; y las del limbo continúan sin ellos.

C. Tiempo, eternidad, evo (o eviternidad)

 Hacen referencia a un concepto común: DURACIÓN = permanencia en el ser.


 TIEMPO es la duración de los seres mudables en su esencia y operaciones (seres
corpóreos). Según Sto. Tomás se define como la medida del movimiento según el antes y
el después (S. Th. I q. 10, a. 1)
 ETERNIDAD es la duración del ser absolutamente inmutable en su esencia y en su
operación, es decir, DIOS.
 EVO es la duración de un ser inmutable en su esencia, pero no en su obrar (ángeles
y almas separadas).
 En el tiempo se pueden diferenciar el pasado, presente y futuro. Pero ni el pasado ni el
futuro existen. Y el presente al ser inasible por cuanto instantáneo, no tiene
propiamente duración. Hace falta una inteligencia que conjugue, que ponga en
conexión el pasado y el futuro para dar así temporalidad propiamente al presente. De
ahí que el tiempo sea un concepto (idea) de razón con fundamento en la real en
la transitoriedad de algunos seres que tienen principio y fin.
 BOECIO (filósofo cristiano de s. VI) da la definición clásica de ETERNIDAD:
“Posesión total, simultánea y perfecta de una vida interminable”
(Interminabilis vitae, tota simul ac perfecta posessio). Sto. Tomás la asume, la da
por válida y la explica (S. Th. I q. 10, a. 1): “. . .el (concepto) de eternidad proviene de
concebir la uniformidad de lo que está en absoluto exento de movimiento”, o sea, lo
INMÓVIL, por tanto, INMUTABLE. La eternidad, pues, NO es un tiempo
indefinido, sino una DURACIÓN INMUTABLE, sin principio ni fin.
 La EVITERNIDAD (S. Th. I q. 10, a. 5) es como la duración intermedia entre el
tiempo y la eternidad, con un principio pero sin fin.
 En lo que a nosotros concierne –criaturas mudables, corpóreas y espirituales–
vivimos en el tiempo, nuestros pensamientos y afectos son eviternos en cuanto
espirituales, y participamos de la eternidad por gracia de Dios, por participación en
la vida divina (2 Pe. 1, 4) estamos llamados a la eternidad; nuestras acciones de presente
resuenan en la eternidad.
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2. Tesis teológicas sobre la MUERTE

a. La muerte en el actual orden de salvación, naturaleza caída y reparada, es


CONSECUENCIA PUNITIVA (=castigo) del PECADO ORIGINAL
ORIGINANTE.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Conc. de Trento, Conc.


XVI de Cartago (418), Conc. de Orange (529), Conc. Vat. II (GS 18), Credo del Pueblo de
Dios (Paulo VI)

SE: Sap. 1, 13 “Dios no hizo la muerte”; 2, 23 “Porque Dios creó al hombre incorruptible .
. . , mas por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo”.
Rom. 5, 12 “Como por un solo hombre entró el pecado y por el pecado la muerte y así la
muerte alcanzó a todos los hombres. . .”.

b. En el actual orden de la salvación, con la muerte SE TERMINA EL TIEMPO


DE PEREGRINACIÓN, de tal modo que después de ella el hombre YA NO
PUEDE DECIDIR A FAVOR O EN CONTRA DE DIOS y TAMPOCO
MERECER, NI PECAR.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Const. Benedictus


Deus, Conc. de Lyon, Florencia, etc.

Opositores: materialistas, reincarnacionistas, panteístas.

 Por eso la LITURGIA pone mayor empeño en la asistencia a los moribundos,


otorgando facultades especiales a TODOS los sacerdotes para ese momento
decisivo. En su ORACIÓN la Iglesia nunca ha pedido por la perseverancia de los
bienaventurados, ni por la conversión de los condenados.
 La razón última, como siempre, es la sapientísima VOLUNTAD de Dios. Voluntad
que en su sabiduría lógicamente es coherente. Dios ha dispuesto que el hombre
consiga su último fin, mereciéndolo, o sea, libremente por sus obras ayudadas por la
gracia, pero sus obras en definitiva. Son méritos todo de Dios y todo del hombre.
Análogamente a lo que sucede entre un padre y su hijo. Ahora bien, merecer sólo lo
puede realizar el hombre, es decir, completo en su alma y cuerpo. Al desaparecer el
hombre –si bien pervive la persona en su espíritu– parece lógico que concluya
juntamente el estado de merecimiento.

c. INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA MUERTE se decide LA SUERTE


ETERNA de las almas que han fallecido.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Conc. II de Lyon;


Const. Benedictus Deus.

 Admitir un tiempo de espera entre la muerte y la retribución final SUPONDRÍA


una injusticia por parte de Dios, pues implicaría un respiro, alivio y retraso
inmerecidos para los condenados, y en cambio una demora, tardanza y espera
tediosa para los bienaventurados.
 La inmortalidad del alma, su pervivenvia y capacidad, aunque limitada, de
actividades intelectuales y volitivas no dan razón para ningún retraso.
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SE: Lc. 23, 43 “HOY estarás conmigo en el paraíso”. Lc. 16, 19-21 Parábola del rico
Epulón y Lázaro.

2. Tesis teológicas sobre el CIELO

a. Las almas de los que mueren en gracia y nada tienen ya que purgar por sus
culpas VAN AL CIELO y VEN A DIOS CARA A CARA, siendo con esta VISIÓN
enteramente felices.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Const. Benedictus


Deus.

SE: 1 Cor. 13, 9-12; Jn. 17, 3 “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero y a tu enviado Jesucristo”. 1 Jn. 3, 2; Mt. 5, 8

 La razón natural no puede demostrar la existencia de esta visión intuitiva de Dios,


cara a cara, que la teología ha llamado VISIÓN BEATÍFICA, porque pertenece al
orden estrictamente sobrenatural del que sólo tenemos conocimiento por
REVELACIÓN DIVINA.
 Aceptado eso la teología puede reflexionar sobre el misterio y ayudar a profundizar
en el misterio.
 Es IMPOSIBLE que NINGUNA criatura vea a Dios cara a cara, porque su
INFINITUD sobrepasa toda limitación corporal (ojos) o espiritual (inteligencias
angélicas) creadas. Sólo visión de Dios sólo puede ser connatural (natural) y posible
para el mismo entendimiento divino.
 Por tanto, las criaturas sólo podrían ser capaces de ver a Dios
SOBRENATURALMENTE, es decir, por pura gracia.
 Para el caso de los bienaventurados se habla de un don especial conferido por Dios
que se ha llamado LUMEN GLORIAE (=luz de la gloria, haciéndose eco del Sal.
36, 15 en tu luz (a través de) veremos tu luz).
 El CIELO, ¿es un lugar, una mansión, morada o un estado?

b. La felicidad de los bienaventurados en el cielo es ETERNA de hecho y por lo


mismo NO TERMINARÁ JAMÁS.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Const. Benedictus


Deus; Conc. de Trento; Conc. IV de Letrán.

SE: Sab. 5, 15 “Los justos viven para siempre y su recompensa está en el Señor”; Mt. 25, 46
“Los justos irán a la vida eterna”; Jn. 10, 22; 2 Cor. 4, 17

c. El GRADO DE FELICIDAD de los bienaventurados en el CIELO corresponde


al DISTINTO GRADO DE MÉRITO.

 Todos los bienaventurados tienen igualmente la felicidad esencial: en cuanto al


objeto (visión de Dios) y también en cuanto al sujeto (todos y cada uno estarán
llenos del gozo del amor de Dios). Aquí lo que se afirma es la desigualdad en el
GRADO de esa visión y del consecuente amor y gozo. TODOS los
bienaventurados ven a Dios, PERO lo ven, lo aman y lo gozan unos más que
otros.
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Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Conc. de Florencia;


Conc. de Trento.

SE: Mt. 16, 27 “(el Hijo del hombre) dará a cada uno según sus obras”; 1 Cor. 15, 41-42
“Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna, otro el de las estrellas. Y una estrella difiere
de otra en el resplandor. Así también en la resurrección de los muertos. . .”; 2 Cor. 9, 6 “El
que escaso siembra, escaso cosecha. . . (se refiere a la limosna, el principio general es
válido); Ap. 22, 12

 ¿Puede aumentar la felicidad del Cielo? No esencialmente, sí accidentalmente.

3. Tesis teológicas sobre el PURGATORIO

a. Las ALMAS de los que MUEREN EN GRACIA, sin que se les haya perdonado
aún toda la pena debida por sus pecados, TIENEN QUE EXPIARLA antes de ir al
Cielo CON LAS PENAS DEL PURGATORIO.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Conc. II de Lyon;


Const. Benedictus Deus; Conc. de Florencia, de Trento (Decreto expreso sobre el
Purgatorio), etc.

 La EXISTENCIA del PURGATORIO es, por tanto, DOGMA DE FE, o sea,


VERDAD NECESARIA DE CREER PARA LA SALVACIÓN.
 Su duración es temporal. Dejará de ser necesario en la PARUSÍA.
 EXPIAR: significa etimológicamente pagar; a partir de este significado primigenio
satisfacer, reparar, compensar. Este es el sentido jurídico de las penas del Purgatorio.
 ¿Qué se expía, qué se purifica? Las reliquias del pecado. El “saldo” de la pena de
sentido de nuestros pecados. Si no se realiza esa purificación con los sacramentos
(Eucaristía, la Penitencia y la Unción de los enfermos), la oración, las buenas obras,
las virtudes, los sufrimientos asumidos con paciencia, y las indulgencias aquí en la
tierra, entonces debemos terminar de “pagar esa deuda” de el Purgatorio.
 Hay también una pena de daño, distinta de la eterna del infierno, que consiste en el
retraso de la visión de Dios.
 También aquí hay desigualdad en las penas

SE: 2 Macabeos 12, 43ss.; 1 Cor. 3, 12-15

b. Los SUFRAGIOS de los fieles que aún viven, APROVECHAN a las almas del
PURGATORIO para librarse de las penas que padecen.

Cualificación teológica: De fe divina y católica definida. Magisterio: Concilios de Florencia,


Trento, Vat. II; Const. Benedictus Deus.

SE: 2 Mac. 12, 38-46 “. . . Obra santa y piadosa es orar por los muertos. . . para que sean
absueltos de sus pecados”.
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4. Tesis teológicas sobre el INFIERNO

a. Las almas de los que mueren con PECADO MORTAL ACTUAL,


INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA MUERTE son ATORMENTADOS CON
LAS PENAS INFERNALES.

b. La PENA DE DAÑO del infierno consisten en LA PRIVACIÓN DE LA VISIÓN


BEATÍFICA Y DE TODOS LOS BIENES QUE DE ELLA SE DERIVAN.

c. Además de la pena de daño, en el infierno EXISTE TAMBIÉN LA LLAMADA PENA


DE SENTIDO, que atormenta a las almas de los condenados.

d. Los CONDENADS recibirán con el DIABLO el SUPLICIO ETERNO.

e. Las penas del infierno son desiguales según el número y gravedad de los pecados
(doctrina católica).

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