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La coherencia didáctica que deben cumplir las planificaciones de Nivel Inicial y los primeros años
de Primaria es fundamental ya que ponen de relieve el enfoque epistemológico que se sustenta
y cómo se materializa en la propuesta de actividades desarrolladas. Desde la formación docente
se asume la importancia de ayudar al estudiante a construir el sentido, importancia y
coherencia pedagógica del enfoque comunicativo en la alfabetización inicial que adoptan los
currículos lingüísticos y literarios desde los años noventa del siglo pasado y que comenzaron a
darse tanto en Europa como en Latinoamérica.
Una nueva mirada en la enseñanza del lenguaje escrito inició un giro copernicano en las
maneras de abordar la alfabetización en las aulas de educación obligatoria. Sin embargo, estas
nuevas miradas para entender al niño y su relación con la escritura trajeron el desasosiego y la
oposición del sector más conservador del profesorado. Hay una fuerte resistencia a reconocer
la evolución de las ciencias del lenguaje y las investigaciones sobre la didáctica aplicada que
invita a saber hacer cosas con las palabras y sobre las palabras en lugar de un trabajo centrado
en la adquisición, casi siempre efímera, de un mecanismo o cierto saber gramatical de la lengua
(Lomas García, 2015).
Conseguir que los niños hablen, escuchen, escriban y logren una lectura comprensiva exige un
trabajo colectivo y de reflexión sobre los usos del lenguaje y su intención comunicativa donde
la mediación docente y su propuesta adecuada y diversificada son factores fundamentales. De
esta manera hablar, escuchar, leer y escribir son macrohabilidades de la comunicación que se
estudian y son objeto de investigación desde varias disciplinas y han sido prioridad en todo
proceso de enseñanza – aprendizaje de todas las épocas.
A partir de esta perspectiva, el currículo no es solo una retahíla de finalidades y de contenidos
debidamente seleccionados: es también una posibilidad para recrear situaciones sociales en las
aulas, es decir, hablar, escuchar, leer y escribir con una intencionalidad significativa y un
destinatario determinado. Habilitar estos espacios para que los niños sean capaces de defender
o fundamentar la propia opinión y tener la posibilidad de discutir y negociar unos con otros es
un papel que la experiencia escolar no puede eludir en estos tiempos de cambios.
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a las nuevas generaciones con el patrimonio cultural de la humanidad que representa la
escritura.
Por lo anteriormente mencionado se hace indispensable que los futuros docentes comprendan
qué significa desarrollar la competencia comunicativa y cómo se materializa a nivel didáctico
en el aula. Según Hymes (1984) la define como esa competencia global que se construye sobre
potencialidades innatas de los individuos capaces de adquirir sistemas semióticos en la
interacción social y utilizarlos en situaciones diferenciadas. Se habla de competencia global
porque contiene o supone, en el caso de la alfabetización inicial, a la subcompetencia
hermenéutico analítica o COMPRENSIVA, la subcompetencia LINGÜÍSTICA y la subcompetencia
táctico- retórica o PRODUCTIVA y la MOVILIDAD ENUNCIATIVA.
Se puede apreciar en el siguiente esquema el carácter recursivo del desarrollo de esta
competencia global y la posibilidad de hacerlo realidad como un proyecto curricular áulico que
se renueva con los emergentes e intereses del grupo que se considere.
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llamados links, o llamadas que permiten saltar ágilmente de uno a otro, en cualquier dirección
como una red, cada vez que navegamos en la búsqueda de información (Cassany, 2000).
Estos aspectos sustantivos afectan, como mencionamos anteriormente, no solo lo pedagógico
sino también los procesos cognitivos implicados en la lectura. Para llegar a ser un lector
estratégico, que verdaderamente pueda asimilar, analizar y sintetizar la información a través
de una comprensión activa (Braslavsky, 2005), se debe desarrollar una competencia específica
de un sujeto que desarrolle habilidades relevantes en la búsqueda, selección y análisis de la
información. De esta manera los subprocesos cognitivos que se activan antes de la lectura y los
que se activan durante la lectura, interactúan constantemente para dar lugar al armado de esa
representación mental o comprensión de un producto intertextual a modo de síntesis, siempre
renovable o actualizable.
La importancia sustantiva de la comprensión es una de los principales mandatos que tiene que
recuperar la escuela actual para construir saberes relevantes y significativos que asegure
trayectorias escolares exitosas para nuestros estudiantes. Comprender y abordar en las aulas,
cotidianamente la complejidad que tiene en nuestros días la comunicación humana, en todos
sus ámbitos, es una tarea ineludible que todo docente debe afrontar.
Bibliografía
Braslavsky (2005). Enseñar a entender lo que se lee. Buenos Aires: FCE.
Cassany. (2000). De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición.
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Darrault (2000). Hacia una política de prevención en la escuela. Las dificultades y los
trastornos del lenguaje oral y escrito. Documento Inédito. Traducción: M. V.Gómez de Erice.
Mendoza: FEEyE.
Ferreiro (17 de abril de 2008). https://www.youtube.com/watch?v=tFoNNtGXpi4.
Hymes (1984). Sociolinguistics:.stability and consolidation. International Journal of the
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Lomas, C. (2003). Leer para entender y transformar el mundo. Enunciación , 8(1), 57-67.
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Vigotsky (1978). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: España:
Crítica.
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