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‘np: 'v.calameo.convindex.hiny?langid-esdtbkcode=00093249347 Printed from yawwu.calameo.com TAPAS ¥ PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA JORN H. ROWE ETAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA* JOHN H. ROWE Las etapas y los periods son diferentes clases de unidades utilizadas para organizar los datos arqueoldgicos con la finalidad de poder estudiar cambios culturales a través del tiempo. Las ‘etapas son unidades de semejanza cultural, mientras que los periodos son unidades de tiempo {que agrupan fenémenos més o menos contemporéneos. Dentro de un érea pequefia las unidades culturales son parecidas, son cominmente contemporéneas también, asi que las etapas son equivalentes a periodas. Sin embargo, cuando se trata de probleme de apaliar las secuencias locales de dress distantes, las etapas generales, establecidas con criterio uniforme darn un ‘apareamiento diferente del de los periodos; por los efectos de la difusién. Un examen de los problemas que se presentan en la organizacion de las secuencias arqueoldgicas, sugieren que les periodos ofrecen una base mas itil que las etapas para la interpretacién cultural, siempre y cuando se definan los periodos con referencia a una sola secuencia local mas o menos completa” Como dijimos, las etapas son unidades de semejanza cultural, Se atribuye las unidades culturales 2 una misma etapa porque tienen en comtin uno © mas rasgos seleccionados como dlagnostico de aquella etapa, y carece de otros rasgos que se consideran como diagnésticos de tras etapas. Lo que dlstingue las etapas de otras clases de unidades clasificatorias definidas por la semejanza, es que las etapas deben seguirse una a la otra en un arden fijo, Algunas personas todavia siguen determinando el orden de las etapas del modo tipico de los siglos XVIII y XIX, deduciéndolo de la teoria del progreso, pero los arquedlogos cominmente tratan de ordenas sus tapas utlizando secuencias estratigraficas. Hay dos clases de etapas que se utilizan para relacionar las secuencias locales de diferentes éreas entre si, vamos a llamarlas “etapas sencilas” y “etapas complejas”. Las primeras se definen en base a la presencia o ausencia de un solo rasgo. Por ejemplo, es posible, encontrar que en todas partes de un érea dada las unidades culturales con cerdmica siguen otras unidades sin ella. En esta situacién, podemos hablar de una etapa pre cerdmica (0 mejor acerémica) y otra * esta transripcin es un esfuerzo canjunto de Hemnén Hurtado y Alex Cacha en 2012 (estudiantes de arqueoiogia de la Universidad Nacional Federico Villareal] des Revists Ince, Segunda Epocs, Vol. I. NP 6, [unio 1978, CEAR UNMSM. Este trabajo es una nueva version en castellano, hecha por le autor, de un articulo publicado originalmente en ingles Rowe, 3962) Laversion inglesa, en forma mas breve, fue leida en fs quintareunin anval de la Kroeber Antrophologicsl ‘Society, Berkeley, California, 13 de mayo de 1961. Fue producto de estudios de arqueologia pervana financiados por ls National Science Foundation y me es grato reconocer el apoyo de esta insttucién, ‘Agradezco 2 los consejos de Theodore D. McCown, Dorothy Menzel, John Murra, Mildred Dickeman y ‘Thomas C. Patterson en Ia elaboraciin del argumento original. He hecho esta versin castellana a pedo de {a Dra. Rosa Fung Pineda para reemplazar una traductién defectuosa de José 8. Villardn, que circule en Lima ‘2 mimedgrato. Es un placer agregar mis agradecimientos a Patricia J, Lyon y Elizabeth Kun Arce por su revisién culdadosa del castellano, (08/07/2014 02:15 p.m Intp/¥.calameo.comindex papa Hare enIAMRRS2E BAT TAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA | 3 JOHN H, ROWE Ccerdmica. No hay necesidad de suponer que otros rasgos culturales deben aparecer junto con la cerdmica, las relaciones de otros rasgos con el que sirve para identificar la etapa, pueden Jnvestigarse por separado. Las etapas complejas son las que se definen por la presencia de rasgos culturales multiples que se suponen deben aparecer juntos. Si por ejemplo, en un area que venimos estudianéo, Notamos una correlacién frecuente de Ia cerdmica con evidencias de la practica dl cultive, de la ganaderia, y del tejido con telar, se nos puede ocurrr la ideas de utilizar estos cuattos rasgos Juntos como criterios para una sola etapa cultural {Las dificultades creadas pro el uso de etapas se ponen de manifiesto cuando examinamos las relaciones entre las dos clases de etapas y lo que sabemos de los cambios culturales. En los numerosos casos de camblgs culturales para los cuales tenemos una documentacién histérics adecuada, es evidente que cada cambio tiene como origen una accién o idea nueva de un solo individuo y se difunde por un proceso de imitaci6n. Existen casos en que diferentes individuos inician el cambio independientemente, pero no son muy comuines. Una ve? que una nueva manea de actuar 0 una nueva idea existe, sin embargo, hay la posibilidad de que muchas personas lo imiten simulténeamente y el cambio puede difundirse con cualquier velocidad. Generalmente, los ‘cambios se difunden con lentitud suficiente para permitirnos detectar la demora en su trasmisién ‘cuando se trata de una distancia algo grande. La situacion se complica porque los cambios en un dea dada empiezan en diferentes sitios, sea como resultado de una invencion local o de transmisién de un drea vecina, Los cambios con diferentes puntos de origen se difunden caturalmente en diferentes direcciones. Cuando uno quiere estudiar los cambios culturales que aparecen en el registro arqueolégico, entonces, es importante determinar en que direccién se difundié cada cambio y, on toda precision posible, su punto de origen dentro del area estudiada, Usar un esquema de etapas sencillas para relacionar las secuencias arqueoldgicas locales permite al investigador estudiar el orden de los cambios, pero no determinar las diferencias de origen ni las diferencias de difusién, El limite entre las etapas, es el elemento constante que tiene ‘que aparecer como una linea recta en el grafico de relaciones entre secuencias, Esta dificultad puede evadirse, por supuesto, si el investigador tiene su alcance una cronologie absoluta, es decir €en afios, 0 un esquema independiente de periodos relativos para controlar la contemporaneldad de los acontecimientos. Empero, en cualquiera de estos casos, no hay necesidad de recurrir a ‘etapas para relacionar las secuencias locales y nada se gana introduciéndolas, Las etapas complejas funcionan como las etapas sencillas sin los rasgos que se suponen caracteristicos de una misma etapa en realidad han sido introducidos al mismo tiempo y en e! ‘mismo punto y se han difundido juntos. Si los resgos que definen una etapa tienen diferentes origenes y se difunden independientemente, como sucede con bastante frecuencia, el investigador que utiliza etapas complejas termina con transacciones mas o menos largas entre tapas en las cuales se encuentran algunos de los rasgos determinantes, pero faltan otros. Las 08/07/2014 02:15 p.m. hitp:/.calameo. com/index him?langid=eséebkcode=0009324957 Printed from www.calameo.com ETAPAS ¥ PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA JOHN H. ROWE desventajas de esta situacién, sobretodo cuando las transiciones tienen una duracién de varios siglos, son tan evidentes que no exigen comentarios. Por qué se producen situaciones tan incémodas? Lo que pasa generaimente es que los arquediogos quienes adoptan un sistema de etapas complejas pars organizar sus datos, lo hacen en sus principios de investigacién del rea en estudio. A lo mucho, disponen de una sola secuencia, més 0 menos completa, compuesta de unidades con una duracién de 360 a S00 afos. Se encuentran frente al problema de relacionar con ella varias unidades culturales aisladas, provenientes de otras partes del area. Las unidades de la secuencia conociéa son demasiado largas pare manifestar diferencias de uno 0 dos siglos en Ia aparicin de los rasgos nuevos, mientras que ta falta de otras secuencias que puedan compararse con la primera, elimina la posibilidad de observar que los rasgos que definen las etapas aparecen en un orden diferente en distintas partes del drea, Las desventajas del uso de las etapas complejas en Ia interpretacién no aparecen sino ‘mucho més tarde, cuando se ha logrado més precisién en la cronologia relativa y se han formulado otras secuencias locales. Desgracladamente, para entonces todo el mundo se ha acostumbrado a pensar en términos de las etapas ya tradicionales y no es nada facil abandonarlas y volver a empezar con un sistema mas fructifero. Si resulta que, cuando el testimonio arqueoligico se conoce mejor, existen efectivamente varios rasgos culturales que se encuentran siempre asociadas en el érea estudiada, de manera que ‘se suglere que todos se intradujeron juntos, este hecho puede ser muy significativo para la interpretacién cultural. Esta clase de asoctacién de varios rasgos diferentes tiene poca probabilidad de producirse en el érea donde los rasgos del conjunto fueron invitados, aun en el ‘c2s0 de que todos fueran inventados en el mismo lugar, porque la invencién es un proceso relativamente lento. La situacién normal es que las invenciones se producen una a una. Empero, tuna vez que se ha producido una serie de invenciones y estas se han difundido en un érea bastante grande, pueden llegar a asociarse a uno al otro como elementos de un solo patron ‘cultural, como ha ocurrido en el caso del cristianismo, la monogamia, y los pantalones. En tales ‘c2505, es muy probable que todo el juego de rasgos asociados, se transmita como una unidad a ‘otras areas. Por esta razén, la sucesién de varios rasgos deberian sugerir al investigador que se ‘encuentre frente a un patron introducido desde un punto exterior. Siguese de este argumento que un sistema de etapas complejas debe resultar més ‘efectivo en un drea que ha recibido fuertes influencias del exterior en varias oportunidades. Si el registro arqueoldgico de la prehistoria europea concuerda mejor con el famosos sistema de las tres edades (es decir, las etapas de piedra, bronce y hierro) que el registro arqueoligico del (08/07/2014 02:16 p.m ep /vcalameocomnde FS AIRATSSORET ETAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA JOHN H. ROWE cercano oriente, La explicacién bien puede ser que europea recibié repetidas influencias del cercano oriente y que estas influencias llegaron en dosis relativamente masivas’ la explicacién de la buena acogida extendida durante tanto tlempo a las etapas complejas como formulas para la interpretacién arqueolégica, se encuentra en la eterna esperanza de la humanidad de obtener de balde algo provechaso. £1 método ofrece dos clases de alicientes. En primer lugar, si podemos suponer que el cambio cultural si se produce en realidad en la forma de luna serie de etapas que son uniformes dentro de un érea grande, esta suposicién justifca el uso de la primera secuencia arqueoldgica establecida como modelo del desarrollo cultural de todo el 4rea, ofreciendo al investigador la ilusién de saber mucho mas de los que sus datos justifican’. No hay necesidad, entonces, de buscar otras secuencias sino es por un afin de conocer los pormenores, y se ahorra el trabajo de mucha investigacién penosa. Naturalmente, sise acepta el ‘ahorro y la investigacién no se hace, la debilidad de la suposicién original no se descubrird nunca. En segundo lugar, el uso de las etapas complejas parece prometer un atajo hacia una interpretacién mas amplia. Esto pasa no por una pecullaridad de las etapas complejas en su calidad de etapas, sino por la existencia de una asociacién antigua, pero persistente con la teoria de Ia evalucién cultural, una herencia de la filosofia social del siglo XVI. La teoria de la evolucién social parte de la suposicién de que toda cultura humana se desarrolla a través de una serie mas 0 menos uniforme de etapas complejas, hasta llegar a la mas avanzada la que corresponde a ia cultura occidental de hoy. Las culturas actuales diferentes de esta, corresponde 2 etapas menos avanzadas del mismo desarrollo. Se supone que a cada etapa corresponde cierto patrén de Instituciones, de tal modo que cierta tecnologia se encuentra siempre pro asociada a cierta clase de organizacién social y a ciertas ideas econémicas, politicas y religiosas. Es este Ultimo aspecto de la teorias evolucionista que tiene un atractive especial pare los arquedlogos que andan ‘buscando una interpretacién cultural mas amplia, porque ofrece un método para reconstruir los aspectos de la cultura de los cuales los restos arqueoldgicos no ofrecen un testimonio sirecto, Como ejemplo transparente € ingenuo del uso de la combinacién de etapas complejas y teoria evolucioniste para {a interpretacién arqueolégica, podemos citar las abservaciones siguientes, que ‘aparecen en un trabajo general referente a la arqueciogie del este de los Estados Unidos: “el curso general del crecimiento cultural en el este de jos Estados Unidos serd el conocimiento de todos los que poseen un conocimiento de fa historia de la hhumanidad (debe leerse: de la evolucién cultural)... De nuestro conocimiento de la etapa cultural general de estas gentes del arcaico temprano, podemos suponer que vivian en grupos o bandas de personas estrechamente emparentadas, que probablemente contaron su descendencia por el ‘Aun en Europa parece que laconcordancis no es muy bueng. Lz exposicién del problema por Childe es especialmente interesante (Ver Childe, 1951, sobretode el capitulo Xt). La situacion europes sufre de una confusion crénica entre etapas y periodes, de la cval Glyn Daniel ha protestado repetidas veces desde 1943, “bor ejemplo, Gordon R, Wiley una vez explcé al autor que al terminar el famoso “Proyecta del valle de Vir” Ge 1946, el pensaba que ya se habian solucionado los problemas de la arqueologa cronoléelea Peruana y se habian establecido las etapes del deserrolo de la cultura en esta ares (Nota agregada 1576). 08/07/2014 02:16 pm. -nnp://v.calameo com/index him?langid-esébkcode=000932493¢7 Printed from www.calameo.com TAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA, JOHN H, ROWE padre y tuvieron la residencia patrilocal... las bandas locales fueron generalmente ‘exdgamas..° Los sitios de los campamentos de fa gente referida naturalmente no ofrecen ningin testimonio directo de las normas de la descendencia y residencia, ni de las costumbres ‘matrimoniales. Toda esta informacion proviene, como bien lo explca el autor de los supvestos de Ia teoria evolucionsta relatives @ la clase de organizacién social que debe acompatiar 2 los patrones de subsistencia yl tecnologia que se observa en los restos arqueolégices. La idea evolucionista de etapas complejas caracterizadas por la asociacién de costumbres, Instituciones 0 ideas especificas no es el producto de ningén estudio arqueolégico, pertenece mas bien a la teoria sociolégica y etnolégica. Su valider es un problema mas que todo etnolégico y la manera ms obvia de someterlo a un examen cientifico, es de preguntar si las asociaciones pretendidas realmente aparecen con cierta regularidad en las culturas para las cuales tenemos informacion etnogréfica disponible. La esencis de la critica dirgida 2 la teoria evolucionista de Franz Boas y sus discipulos, es que tales asociaciones no aparecen con regularidad suficiente para justificar ta teorla y los evolucionistas nunca han presentado una contestacién adecuada a esta critica, simplemente no hacen caso de ello. Las desventajas y tentaciones del uso de las etapas como punto de partida para las interpretaciones arqueotégicas pueden evitarse utlizando periodos para esta finalidad. Algunos autores han querido lograr las ventajas del uso de periodes con un simple cambio de nombre, estableciendo lo que es en realidad un sistema de etapas, pero llamado “periodas” a sus etapas y suponiendo que las unidades culturales que corresponden a una misma etapa son més 0 menos contemporéneas. €l resultado, naturalmente, es una confusion mas embaruilada. Para evitar este error, es necesario tener siempre presente la diferencia de! significado de los dos términs [Al comienzo de este ensayo define los periodes como unidades de contemporaneidad, Segiin esta definicién, se atribuyen dos fendmenos arqueolégicos y das unidades culturales al ‘mismo periodo cuando hay algtin motivo para creer que son contemporéneas, no importa cval diferente sean. Si hay alain motivo para pensar que una unidad sin cerémica es una parte del rea ‘es contemporénea con una unidad con cerémica en otra parte de la misma, hay que atribuilas al mismo perlodo, 2 pesar d contraste de sus inventarios. En términos historicas, la cultura de los ‘ltimos habitantes indigenas de Tasmania pertenecen al mismo periode de la cultura temprana de Inglsterra, a pesar de fas diferencias entre las dos culturas. a Idea de actualizar periodos de tiempo relative, en lugar de etapas como base para la Interpretacién arqueotigica no es una novedad en la arqueologta, pero ha tenido un uso bastante limitado. La idea fue lanzada pro primera ver por W. M. F. Petrie a principios del siglo XX para solucionar el problema de organizar los datos arqueol6gicos ara el Egipto predinéstico®. El § Grif 1952, pp. 352-354, Petrie, 1900; 1902, 08/07/2014 02:16 pm. pv calaeo comin pte sr ea EMRSE8A ETAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEQLOGICA, JOHN H. ROWE ‘esquema de Petrie se compuso de una serie de periodos numerados que el llamaba “fecha de secuencia”. La base de este esquema fue una serlacién de una gran niimero de grupos de tumbas predingsticos, segin la seleccién del tipo de cersmica que contenian, Otros monumentos se atribuyeron 2 una u otra fecha de secuencia por sus asociaciones con os tipos de cerémica establecidos por Petrie. Pero después de Ia publicacién de! método de las fechas de secuencia de Petrie, Max Unie traté de organizar los resultados de sus exploraciones arqueotégicas en el Pert Bolivia en un ‘esquema de sels periodos. La presentacién mas clara de este sistema de Uhle se encuentra en un articulo popular aparecido en Harper's Monthy Magazine en 1903, el texto describe las culturas de la costa peruana en su orden por petiodas, pero no utiliza ni nombres ni nimeros para denominar los periodas. En las leyendas de las ilustraciones, sin embargo, se denomina los periodos por nombres 0 ndmeros: “periodo mas temprano”, “tercer periode", “sexto periodo”, etc. es muy posible que Uhle se inspirard en el trabajo de Petrie de 1900, porque Unie cita a Petrie en otro articulo que public en 1902. El fechado relativo reciproco de las secuencias locales en el sistema de Uhle con referencia 3 dos “horizontes cronolégicos”, como Uhle los llamaba, periodos en los cuales un estilo artistco, relativamente uniforme se extendié por toda la zona estudiada. Estos periodos los denominaba “el horizonte cronolégico de la cultura Tiahuanaco” y “el horizonte cronoligico de la cultura Inca” y correspondian al “segundo periodo" y al “sexto periodo” del sistema de periodos numerados. Unie suspuso que la expansién de los estilos de sus “horizontes cronoligicos” se produjo con suficiente ‘epider para permitirle pensar que todas las manifestaciones de un mismo estilo de un “horizonte ‘cronolégico” podian considerarse como més 0 menos contemporéneos” Después de su experimento con la numeracién de periodos en 1903 Uhle atandoné la idea, en sus trabajos posteriores prefiré tratar de las relaciones cronolégicas con referencia a fechas absolutas aproximadas, aun cuando sus fechas absolutas no fueron més que simple conjeturas* ls obra temprana de Uhle tuvo una actualidad nueva en 1922 cuando A. L. Kroeber, primero con la ‘ayuda de W. D. Strong y después de otros estudiantes, empez6 a estudiar las colecciones que Uhle habia formade para el museo de antropologla de la Universidad de California. Como parte de este ‘estudio Kroeber leyé los informes de Uhle y recogié muchas de las ideas del pionero alemn. Una de las ideas corregidas fue la de los “horizontes eronoldgicos", con sus estudios correspondientes. ‘A base de los “horizontes" de Unle, Kroeber elabord su propio esquema de cuatro periados. El tercer periodo de Kroeber corresponde a los periodos tercero, cuarto y quinto del esquema utilizado pro Uhle en 1903, El esquema de cuatro petiodos de Kroeber fue publicado por primera vex en 1924, en un informe escrito en colaboracién por Strong sobre las colecciones reunidas por "el primer use por Uhle de a frase “horizonte cronolégico” se encuentra en un aticua suyo publicade en 3913 (p. 341), pero ya estaba utlizando la idea de hacer el fechado reciproco por parecidos esilisticos por lo {menos en 1898, cuando empieza su correspondencia con la Sra. Phoebe Hearst. * Ver, por ejemplo, Unle (1920) ycomparar con Daniel (1952) (08/07/2014 02:16 p.m. hhnp://v.calameo.comlindex. hum ?langid=es@bkcode~0009324957 Printed from www.calameo.com ETAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA JOHN H. ROWE Unie en Chincha. En este informe, los periodas son denominedos “horizontes generates” 0 simplemente “horizontes”, y aparece nombres de “pre- Tiahuanaco", “previnca", e "inca”®. En el Informe de Kroeber sobre la cerémica de Moche publicado en el afo siguiente, estos periodos aparecen denominados “periodos generales” 0 “eras”, pero con los mismos nombres". El uso de los términos “horizontes’, “periodos” y “era” como equivalentes en estos dos informes sugieren que Kroeber estaba pensando en la periodizacién corriente de Ia geologia. En el informe sobre la cerémica de Meche, Kroeber llamé la atencién de sus lectores a Ia importancia de mantener una diferenciacién sistemética entre tiempo y estilo, y é utilzé su esquema de periodos como Instrumento para hacerlo". Su exposicién sobre este punto tlene una importancia teérica bien erande, En 1928, Kroeber dio nuevos nombres a sus periodes, tal ver por insinuacién M. O/ Neale, con uien el estaba trabajando sobre tejidos peruanos. Los nuevos nombres fueron: “periodo temprano', “periodo medio" u “horizonte tiahvanco ~epigonal’, “periodo tardio” y “periodo (u horizonte) inca". El cambio de los nombres no implicé ningun cambié en la definicin de los periodos. £1 esquema de Kroeber, con los nombres adoptamos en 1929, tenia una difusiin bastante amplia entre os arquedlogos pervanistas de habla inglesa hasta que el mismo Kroeber lo abandond en 1943”, ‘Otro sistema de periods fue inventado en 1924 por V. Gordon Childe como un esquema para interpretar la arqueologia de Europa Central. Childe elaboré una secuencis arqueolégica generalizada para la zona de Morabie, Silesia, Hungrfa, y el norte de Serbia, y lmé las unidades culturales de esta secuencis Danubiano |, tl, Ill y IV. Entonces establecié cuatro periodos correspondientes a estas unidades culturales, 2 las que denominé periodos I a IV. En un estudio posterior publicados en 1929, Childe aumenté el némero de periodos a siete, al mismo tiempo ave redujo el nimero de las unidades de la secuencia cultural danubiana 2 dos. Es evidente, por la forma en que Childe utiliza las denominaciones de los periods, en estas publicaciones, que el estaba tratando conscientemente de mantener na distincién entre semejanza cultural y tiempo. En su testamento profesional, publicado en 1958, Childe afirmé que su esquema de periodos para Europa central fue inspirado por la periodizacién de la arqueologia de Tesalia, publicada por Wace y Thompson en 1902, y por el sistema de “periodos” de Arthur Evans para la “Creta minoana” publicado por primera ver en 1905 y 1906. Sin embargo, en los trabajos de los ‘autores citados, no se encuentra en realidad una distincién entre semejanza cultural y tiempo. ‘Ambos esquemas se refirieron a aéreas pequetias en las que no habia necesidad de hacerlo. La istincién hecha por Childe en 1924 fue algo nuevo en Is arqueologia europea. Como Glyn Daniel ha sefialado Childe no hizo nada para llamar la atencin de sus lectores a su sistema de periodos, Kroeber y trong (1824: $3) ° xroeber (1925: 231 -232) xroeber (1925: 229-233) 40 Neal y Kroeber (1930: 24), Kroeber (1930: 108-113) ® Kroeber (1844: 105 ~ 108) Childe (19252, 19256) Lde2 08/07/2014 02:17 pm. hitp://v.calameo com/index. Balan apAHAKNRSeTONASS 2637. ETAPAS Y PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA | © JOHN H. ROWE + fécil pasarlo por alto en la lectura de sus exposiciones de los detalles de la arqueologia de la Europa Central El uso de periodos resulta algo mas en el estudio posterior de Childe sobre la arqueologta prehistérica de Britania™. Esta obra abarca un lapso mas largo, y por consiguiente el autor ha aumentado hasta nueve el numero de perlodos usados, sin embargo, mientras otros autores han ‘empezado por lo general en etapas, para luego confundirlas con periodos, Childe empezd con eriodos y termino confundigndolas con etapas. Sus periodos se definen como referencia a ‘cambios en la cerémica de las tierras calizas del sur de Inglaterra. ¥ él se queja de no haber encontrado “contrapartes" de algunos de ellos en Yorkshire y Escocia’”. Es evidente que en este 280 Childe estaba pensando en términos de semejanza cultural y no de contemporaneidad. En 1935, J. A. Ford inicio otra tradicién se usar periodos en Luisiana y Misisipi. El esquema dde Ford fue aplicado @ la arqueologta del Caribe, con algunas modificacianes, por Irving Rouse" Ford tomé como base de su esquema de periodes la frecuencia de los tipos de cerdmica y las secuencias que le interesaban, mientras que Rose utiliz6 Iz frecuencia de las “modo” (rasgos seleccionados y definidos de manera taxonémica). Tanto Rose como Ford aluden a sus sistemas como “escalas de tiempo". Un sistema periodos derivados de la préctica de Ford fue utilizado en el Peri de forma limitada por los arquediogos que participaron en el proyecto del valle de Vird de 1946. Sin embargo, las interpretaciones culturales derivadas de este proyecto se expresaron cconforme a esquemas de etapas, en general bastantes ingenuos™, Kroeber habia abandonado su esquema de periodos para la arqueologie peruana en 1943, Porque nuevos descubrimientos, principaimente los de Julio C. Tello, Rafael tarco Hoyle, habrian ‘extendido las secuencias culturales hasta tal punto que los nombres de periodos que Kroeber venia usando ya no le parecian apropiados. El “periodo temprano” se habian alargado demasiado y “periodo medio” ya no estaba cerca del medio de la secuencia. Yo nunca me senti cémodo con Jos esquemas de etapas propuesto en 1946, y en 1955 me puse a pensar que la arqueologla pperuana habia perdido un instrumento de trabajo muy valioso con el abandono de sistema de eriodos. Kroeber lo habia ebandonado no por una consideracién de fondo, sino por un leve problema de nomenclature para salvar los periodos, entonces, bastarfa un ligero cambio de ombres. Segui los criterios que Kroeber habfa utiizado al formular el esquema original se debieron distinguir seis periodos en luger de cuatro, y los dos nuevas correspondiian a un tiempo anterior a los periodos reconocidos por Kroeber. Ademés, la cultura Chavin que correspondia al ‘segundo periodo nuevo, marcaba un “horizonte cultural” en el mismo sentido que las culturas inca y "Tiahuanaco- epigonal". Propuse entonces los nombres de “periodo inicial", *horizonte ‘temprano”, “periodo intermedio temprano”, “horizonte medio”, “intermedio tardio” y “horizonte * Childe (1825) y ediciones posteriores (192Sb, 1925). Ver Danie! (1351: 35) “Childe (1840) childe (1940: 89) ver grfico en pp. 11. Tembién Childe (1956: 101-102} 2 Ford (1835, 1936), Rouse (1938) 2 por ejemplo Ford (1949) * bor ejemplo Strong (2848), Bennet y Bird (1949) (08/07/2014 02:17 p.m. ‘up: //v-calameo.com/index hin?langid-esébkcode=0009324937 Printed from www.calameo.com ETAPAS ¥ PERIODOS EN LA INTERPRETACION ARQUEOLOGICA, JOHN H. ROWE tardio" para los seis periodos del esquema expandido™. La experiencia ha confirmado la utilidad de este esquems. Bien pronto se veia, sin embargo, que los periodes de este esquema tal como los habia

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