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THE THREE BAD
WOLVES
Alexa Riley
Proyecto
Realizado Por:

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Sinopsis

Finn, Flint y Forest han pasado toda su vida buscando a su


compañera. Los tres hermanos, han superado todo juntos y ver
que el resto de su familia se ha emparejado ha sido muy duro.
Pero un día, en lo profundo del bosque, un pequeño conejo
se cruza en su camino cuando los tres están en su forma de lobo.
Para su sorpresa, ellos finalmente encuentran lo que han estado
buscando pero sucede que, eso le pasa a los tres al mismo
tiempo.
Luna Hare perdió a su familia hace tiempo y ha estado
viajando por diferentes pueblos de shifters tratando de encontrar
uno en donde encajar. Secretamente ella ha estado anhelando
encontrar a una familia conejo y si es posible, encontrar a su
compañero. Ella nunca esperó que después de llegar a Gray Ridge
no solo encontraría un compañero, sino que encontraría a tres.
Tres enormes lobos que se veían hambrientos y no
precisamente por comida.
Atención: a los conejos les gusta hacer bebés por eso, es
algo bueno que ella tenga a tres lobos alineados y esperando
para tener su oportunidad. Este libro de shifter es súper dulce y
tan caliente como los otros. Vuelve a Colorado con nosotras y
veamos como esto funciona.

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Tenemos la sensación de que esta historia tendrá su “felices
para siempre”.

Capítulo 1 - LUNA

— ¿Qué quieres decir con que no tienes ninguna tarta de zanahorias?—


pregunté. Incluso pude escuchar un lloriqueo en mi voz. He estado
esperando por esta tarta de zanahorias todo el maldito día. Me dije que si
terminaba de quitar todas las malas hierbas de mi jardín y conseguía tener
todos los vegetales limpios, entonces podría tomarme un descanso con
tarta de zanahorias.
—Lo siento Luna, los vendimos todos hace apenas un momento. Un lobo
vino y se llevó todos.
—Lobo sarnoso— mascullé.
— ¡Escuché eso!— dijo una voz desde atrás de la panadería haciéndome
parar el paso. Yo olfateé en el aire. Uno pensaría que un shifter conejo
tendría buen sentido del olfato, pero no.
Mi nariz siempre estaba arrugada olfateando porque soy curiosa acerca de
los olores, pero nunca tuve suerte. Pero hoy en la panadería algo olía extra
delicioso. Aunque no se trataba de alguna sorpresa de las montañas, era
algo más que se sentía como un clic por todo mi cuerpo.
Todavía pensaba que era Gwen. Ella siempre bromeaba conmigo sobre la
cantidad de tartas de zanahoria que consumía.
Ruby me sonreía educadamente y trataba de ofrecerme algo más.
— ¿Qué tal unas galletas dulces?
—No gracias. — dije de mal humor.
—Lo siento, Luna. Te prometo que haré más a primera hora de la mañana.
Si comienza a nevar temprano incluso las haré especialmente para ti esta
noche en casa.
—Eres la mejor, Ruby— le dije, sintiéndome algo mejor.
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Salí de la panadería pero, en vez de ir directamente a mi auto, me senté en
la pequeña mesa afuera y disfruté de la fresca brisa de la tarde
tomándome un tiempo para observar alrededor.
Parece que no muchas personas salieron afuera hoy.
El otoño acabó y es tiempo de prepararse para el invierno, el cual yo
personalmente amo porque la nieve es mágica. Ser un conejo shifter tiene
sus ventajas incluso si mi tamaño es pequeño.
Vine a Gray Ridge hace pocos meses y Ruby ha sido muy buena conmigo.
Ella y su compañero Dominic tienen una pequeña casa en un terreno cerca
de la propiedad donde me dejaron establecerme. Es realmente pequeño
pero, yo también lo soy, así que funciona bien para mí. Hay un dormitorio,
un baño, una cocina y sin paredes entre ellas excepto en el baño. Pero
tengo espacio para mi jardín donde puedo plantar algunos vegetales antes
que haga demasiado frio.
Pero el tiempo acabó y ahora puedo encender un fuego en mi cabaña para
entibiarme y acurrucarme en las noches frías.
Mis pensamientos flotaban sobre la idea de qué estaría haciendo si tuviera
un compañero y de repente estoy súper excitada. Otro de los aspectos
negativos de ser un conejo es estar queriendo sexo constantemente. El
viejo refrán que dice: “hacerlo como conejos” es tristemente verdad. He
estado en constante estado de excitación de una forma u otra desde que
cumplí dieciocho años y el calor del apareamiento me golpeó.
Normalmente alrededor de los veinte años yo ya habría encontrado a
alguien y hecho unas pocas docenas de bebés pero a medida que pasan los
años eso parece imposible.
Dentro mío, mi shifter conejo se sacude y yo suspiro “lo siento chica, algún
día pasará” me digo y me levanto del asiento.
Entro en mi Volkswagen escarabajo y salgo del aparcamiento. No es un
vehículo muy práctico para este tipo de clima pero realmente no lo pensé
cuando me mudé aquí. Ahora que el invierno se acerca me doy cuenta que
probablemente debí conseguir algo mejor para andar por estos caminos
de Colorado y cambiarlo por mi pequeño auto.
Para cuando anduve una milla por la carretera, la nieve comenzó a caer y
decidi arriesgarme y parar por combustible. Casi tengo el tanque vacío y
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siempre me aseguro de tenerlo lleno antes de una tormenta porque uno
nunca sabe.
Crecí en el noroeste con padres que fueron muy amorosos. Pero estar en
una casa con diez hermanos era suficiente para volver loco a cualquiera.
Éramos muy unidos y nos llevábamos bien pero mi shifter conejo me
impulsaba hacia una nueva dirección. Decidí irme después de que tuve la
edad de aparearme y no tuve interes por nadie de allí. Escuché acerca de
un pueblo shifter en Gray Ridge y pensé que no tenía nada que perder. Así
que, empaqué mis cosas y tomé la carretera. Todavía hablo con mi familia
casi todos los días pero estoy feliz con el cambio de ambiente. Algo acerca
de Gray Ridge me llama. Si realmente digo lo que mi corazón quiere, es
estar con mi compañero y tener mis propios bebés, pero trataré de no
obsesionarme con eso. Además recién estoy comenzando y no voy a
renunciar.
Los shifter conejos están conectados de manera un poco diferente que la
mayoría. Estamos súper excitados todo el tiempo incluso cuando
encontramos a nuestro compañero. Pero no podemos llegar al orgasmo
hasta que lo encontremos, así que yo he estado en constante necesidad
durante los últimos dos años y he aprendido a ignorarlo la mayor parte del
tiempo.
Es una maldición pero como he dicho, una vez que se encuentra al
compañero, es una bendición. Porque entonces todo lo que la pareja
quiere es aparearse también. Me preocupa,
sin embargo, que si no encuentro a otro shifter conejo como compañero,
ellos no podrán ser capaces de seguirme el ritmo. Mi raza está
acostumbrada a tener mucho sexo hasta que morimos, pero no todos los
shifters son iguales y no he escuchado acerca de otro shifter conejo
viviendo por los alrededores.
Tratando de alejar los pensamientos sobre sexo, me enfoco en esperar en
la fila para cargar el combustible. Hay muchas personas aquí, locales y
turistas. Miro las oscuras nubes bajando más rápido de lo que pensé y la
carretera está alfombrada de blanco rápidamente. Veo la SUV de Dominic
con Ruby y los niños yendose. Debí quedarme en la panadería y hacer el
camino con
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ellos pero no lo pensé, y no esperaba que la tormenta llegara tan
rápidamente.
Viendo a todos las camionetas en la fila de la gasolinera, me preocupa que
mi auto no pueda lograrlo si espero más tiempo. No tengo tiempo para
esperar antes que se ponga peor y si me voy ahora tengo mejores chances.
A falta de mejores ideas, salgo de la fila y me encamino a casa, rezando por
lograrlo.

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Capítulo 2 - FINN

—Este lugar no es lo mismo desde que Snow se fue— dijo Forest y veo la
tristeza en sus ojos.
Nosotros amamos a nuestra hermana y, a pesar de que estamos felices de
que ella finalmente haya encontrado a su compañero, extrañamos tenerla
aquí. Flint no dice mucho sobre cómo se siente pero usualmente él se
mantiene callado cuando algo lo incomoda. Los tres somos compañeros de
camada, crecimos juntos por lo que ninguno puede sentir algo sin que los
otros lo noten.
Forest normalmente es quien siempre garantiza pasar un buen momento;
él es el chistoso de nuestra casa. Flint es calmado y algunas veces tímido
pero cuando se enoja, cualquiera a 10 millas a la redonda se entera de eso.
Yo, definitivamente soy el más relajado pero siempre he sido el líder.
Pensaba que a medida que madurásemos y encontráramos a nuestras
compañeras las cosas entre nosotros tendrían que cambiar, pero eso no ha
sucedido aun, y estoy comenzando a
preocuparme.
Hemos estado en Gray Ridge durante un tiempo y creo que ya conocimos a
la mayoría de las hembras shifter, ninguno ha encontrado a su compañera.
Creo que Flint y Forest pensaban que yo sería el primero en encontrarla ya
que soy el líder de nuestro trio pero eso no siempre sucede en ese orden.
Éramos un gran grupo de siete de nosotros cuando veníamos hacia aquí
pero uno por uno fueron encontrando a su pareja, incluyendo a Snow.
— ¿Quieres decir que no te gusta mi pollo con albóndigas? — dijo Flint y
veo a Forest sonreír.
—Pienso que si consideras llamar albóndigas a esas pelotas ardientes de
lava, seguro que son grandiosas.
Soy feliz que ellos cuando ellos son felices y no me gusta cuando están

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tristes. Siento la necesidad de asegurarme que ellos estén bien y esa
responsabilidad pesa sobre mis hombros.
—Espero que encuentres una compañera que pueda cocinar porque de
otra forma te morirías de hambre— dije y el humor cambió a triste de
nuevo. —Lo siento, yo solo quería…
—Sabemos lo que querías decir— dijo Flint cortándome. —No
pretendamos que no somos los lobos rechazados de este pueblo. Ninguna
hembra logró nuestra atención y necesitamos
enfrentar los hechos.

Él fue al fregadero de la cocina y tiró su plato dentro de él.

—No depende de las hembras el elegirnos— dijo Forest, comentando algo


que nosotros ya sabíamos. —Tal vez deberíamos mudarnos. Podríamos
tener más posibilidades en otro pueblo.
Y ahora que Snow está acomodada ya no necesitamos preocuparnos tanto
por ella.
—Decidimos no mudarnos más. — dije, recostándome en la silla.
—Cuando llegamos a Gray Ridge, dijimos que le daríamos una
oportunidad. Solo porque ninguno de nosotros ha encontrado a su
pareja aun no significa que debamos rendirnos y mudarnos.
— ¿Qué pasaría si tu compañera está aquí y nos mudamos?— dijo Flint
mirando a Forest. —
¿Nos harías partir a todos y perder la posibilidad de encontrar a nuestra
mitad?
—Si eso significa que los dos encuentren a sus parejas, entonces haré el
sacrificio. — Forest se levantó de la mesa y por un momento pensé que
saldría afuera a la tormenta, pero en vez de eso su rostro se puso aún más
triste. —Renunciaría a mi propia felicidad para verlos criar a sus hijos. Sería
suficiente para mí.
Yo iba a abrir la boca para decir algo pero él levantó la mano para
detenerme.
—Forest…— intentó Flint pero Forest solo sacudió la cabeza.
—Iré a correr un poco, me gustaría estar solo.
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Flint y yo asentimos, sabiendo que en este momento, él necesitaba su
espacio.
—No te alejes mucho— dije y Forest concordó.
Miré a nuestro lobo de corazón tierno salir por la puerta y desnudarse.
Solo medio segundo antes de transformarse y desaparecer en el bosque.

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Capítulo 3 - FOREST

Musgo suave y tierra presionan entre mis dedos y tiran de mi cuerpo hasta
el punto de quiebre. Quiero sentir quemar mis músculos y dolor en mis
huesos porque es mejor que el dolor en mi corazón. No puedo seguir
viendo a mis hermanos así, sabiendo que nada puedo hacer para
detenerlo.
Cuando llego a la parte trasera de Red’s Goodie Basket, veo a Dominic
Wolfe jugando en el bosque cercano con sus cachorros. Él siente mi olor
más rápido de lo que pensé y me saluda con una señal. Él es el sheriff de la
ciudad y las pocas veces que nos encontramos, realmente me cayó bien.
Su esposa Ruby maneja la panadería con su amiga Gwen y ellas siempre
son buenas con mis hermanos y yo.
Me cambio a humano de nuevo y visto algo de ropa de la caja que
mantienen detrás de la puerta trasera para los shifters que pasan por ahí y
quieran entrar a comer algo. Tienen mesas
de picnic colocadas afuera y así nos proporcionan un lugar para estar a
salvo de algún turista que pueda estar dentro del negocio.
Me pongo unos pantalones deportivos y una musculosa bien limpios
sabiendo cuanto puede ser irritante para un shifter oler el olor de otro
macho en sus ropas sobre nuestro cuerpo.
—¿Vienes por un aperitivo?— dice Dom mientras camina ofreciéndome su
mano para un apreton. Su sonrisa sale fácil.
Tomo su mano y asiento. Creo que llevaré algo de comida casera a los
chicos, pienso que eso les levantaría los ánimos. Cada vez que Snow nos
cocinaba, les levantaba el ánimo.
—Podría llevar algunas de las famosas galletas mágicas de tu esposa— dije
acariciando mi
estómago.
—Ten cuidado, esas cosas han sido el final de mi “paquete de seis”— dijo

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Dom volviendo la mirada a sus pequeños lobos jugando unos con otros.
—Te envidio— suelto abruptamente sin pensar. —Lo siento, eso estuvo
mal— sacudo mi cabeza sintiéndome un idiota.
—En realidad entiendo lo que quieres decir.— había una gentileza en su
voz que no esperaba.
Esa proviene del hecho de tener una compañera y su propia camada.
—Pero la encontrarás un día. Todos los shifters lo hacen. No siempre
sabemos cómo, pero somos llevados hacia donde
se encuentran. Hay una razón por la que has estado en gray Ridge por
tanto tiempo. Tu lobo sabe que estás en el lugar correcto y no serás capaz
de partir hasta que tu lobo te lo diga.
Yo asiento, sintiendo a mi lobo removerse en mi pecho. Es algo que Flint
sospechaba pero no teníamos la certeza que fuera así. —Hay muchas
hembras en este pueblo que no has conocido aún y vienen más cada luna
nueva. Sé paciente.— dijo Dom, palmeando mi hombro. —Te sugiero que
lleves una canasta
de muffins de nueces con bananas también. Están recién hechas y a todos
les hacen sentir mejor.
Él tiene razón. Ser impaciente no lleva a resolver una situación y yo
necesito enfocarme en ser un buen compañero cuando llegue el
momento.
Me despido y voy a la panadería tomando una cesta para cargarla con
suministros. Otra ventaja de que un shifter sea el propietario es que te
proveen de cestas especiales para cargarlas y llevarlas en la boca para
poder ir a casa en la forma que deseemos, humanos o lobos. Ellos
pensaron en todo.
Saludo a Ruby educadamente, siendo respetuoso con su compañero
Dominic y no me quedo muy cerca de ella, ya que incluso un trazo de olor
de otro macho lo enfurecería y ella está claramente marcada. Me quedo
del otro lado del mostrador a diez pies de ella y no hay sombra de duda
que fue reclamada por Dom.
Veo una tarta de zanahoria y mi estómago gruñe. Le pido a Ruby que me lo
de entero en vez de las porciones individuales. No sé por qué, ya que
nunca antes pensé mucho acerca de tartas
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de zanahoria pero de repente siento voracidad por esa. Mi boca se hace
agua mientras ella las levanta y no puedo pensar en nada más que la dulce
canela y el queso cremoso. Un gruñido suave sale de mi pecho y cuando
Ruby se detiene para mirarme me aclaro la garganta avergonzado.
—Solo estoy con hambre— mascullo.
Ella me sonríe, ofreciéndome más galletas para tomar pero mi cesta está
sobrecargada y esto debería durarnos el menos un día.
Me desnudo en la parte trasera mientras Dom y su familia van entrando.
Cometo el error de mirar atrás para verlo ir hasta su compañera y
abrazarla. Dolorosa envidia se arrastra en mi
pecho y me apresuro a alejarme para no tener que ver más eso.
Coloco la ropa usada en la segunda caja que es usada para las descartadas,
así ellos pueden limpiarlas y reusarlas. Cuando me cambio de vuelta,
agarro mi cesta y voy a casa. Espero que
esto pueda poner una sonrisa en la cara de alguno de nosotros. Incluso si
no es en la mía.

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Capítulo 4 - FLINT

Cuando Forest volvió a casa, cargaba cosas de la panadería Red’s Goodie


Basket. Lo encontramos afuera en el porche y pensamos que todavía
estaría un poco triste pero se veía feliz de habernos traído los postres.
Cuando destapó la caja de la tarta de zanahorias, los tres gruñimos al
mismo tiempo.
Sorprendido miro a Forest y luego a Finn y ambos tienen la misma mirada
en sus rostros. Es extraño porque no sé si alguna vez comí tarta de
zanahoria antes, pero de repente quiero
pelear con ellos por esa tarta.
—Traje todo lo que Ruby preparó. Hay suficiente para compartir— dijo
Forest y me calmé.
Luego de un segundo, Finn rio y sacudió la cabeza mientras tomaba un
pedazo. —¿Quién hubiera pensado que casi estaríamos por pelear por un
pedazo de tarta?
Él se detuvo luego de tomar un bocado, entonces suspiró al sentir el sabor.
Todos hicimos lo mismo y tengo que admitir que el sheriff del pueblo es un
hombre afortunado. Su pareja sí que
sabe hornear.
Después de acabarnos los 4 pedazos observo los documentos en la mesa
de la cocina: —¿Estaba Dominic en la panadería cuando estuviste allí?
—Sí, Ruby estaba trabajando así que, claro que estaba con ella.
—Necesito darle estos documentos. Debería habérselo llevado a su oficina
más temprano pero me entretuve con otros quehaceres.
El invierno casi está aquí y necesitamos estar preparados. Al ser shifters
podemos sobrevivir a las más frías tormentas de nieve pero no podemos
quedarnos en nuestra forma animal todo el tiempo. Tenemos un árbol
caído luego de la tormenta de la semana pasada y decidí ser el que

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reaprovisione la leñera.
—Creo que es genial que te encargues de eso.— dijo Finn y por mucho que
odie admitirlo, me gusta su aprobación.
Le había comentado que quería ofrecerme a ocupar el puesto de sheriff
departamental. Ellos necesitan un patrullaje de medio tiempo y pensé que
sería una buena forma de contribuir con el pueblo ofreciéndome para el
servicio. No puedo seguir enfocándome mucho tiempo más en mis
hermanos o si encontraré o no a mi compañera o me volveré loco. Tengo
que hacer algo con mi tiempo libre.
—Creo que los llevaré rápidamente antes que cierren.

Salí de la casa y subí a mi camioneta pensando que llegaría más rápido si


conducía en vez de correr. Además no estamos lejos del pueblo, aunque
algunas veces se siente más aislado de lo que realmente es. Lo cual puede
ser bueno para los shifters con sus propias pequeñas manadas.
Mis hermanos y yo somos muy unidos y así vivimos a través de los años y
nos gusta vivir juntos. Nuestra cabaña tiene un buen tamaño con cuartos
para cada uno y más si aumentamos en números. Nunca hablamos acerca
de que sucedería si uno de nosotros encuentra una compañera primero y
como eso funcionaría. Creo que todos hemos estado evitando el tema
pretendiendo que eso no sería un problema. Pero mientras observo la
cabaña por el espejo retrovisor, no puedo dejar de pensar que no quiero
dejarlos.
Cuando llego a la panadería y abro la puerta de mi camioneta y siento el
viento en mi espalda.
Miro al cielo y veo nubes oscuras que anuncian nieve.
Estoy a punto de entrar cuando Dominic y su familia salen al mismo
tiempo.
—Hola Flint. Ruby está cerrando más temprano hoy, parece que
tendremos nevada— dice Dom metiendo a los chicos en el auto.
—Forest estuvo aquí hace poco y llevó algunas golosinas— le dijo Ruby.
—Solo quería dejarte esto, Dom— le dije, y le pasé los papeles que él me
había pedido.
—Gracias. Lo necesitaba para hacerlo oficial y hacer los pasos
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correctamente por si alguien pregunta. Te llamaré mañana y podremos
organizar la agenda.— dijo y toda la familia se
despidió y partieron.
Mientras se iban, la dirección del viento cambia y siento la esencia de algo.
Mi lobo tira hacia afuera y todos mis sentidos arden. Es como si en un
instante fuera golpeado por un rayo. Mi
mandíbula duele, mis manos tiemblan y una corriente de electricidad corre
por mi espina dorsal. Nunca me he sentido así antes y pienso que la
esencia es embriagadora, y un susurro que me dice de que se trata está
enraizado en mi ADN. No hay error acerca de lo que mi lobo sabe que es
una certeza, y en este instante, todo ha cambiado.
He encontrado a mi compañera.

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Capítulo 5 - FINN

Estoy cerrando las persianas de las ventanas cuando escucho la camioneta


de Flint acercándose. Está viniendo más rapido que lo habitual pero
probablemente sea por la cercanía
de la tormenta. Mi lobo puede sentir que será fuerte. Está llegando más
rápido de lo que pensábamos y tenemos que apurarnos para estar
preparados.
—Guardé todas las herramientas y cerré el granero— dijo Forest mientras
caminaba fuera del porche —Demonios, la tormenta está por caer. Es
bueno que Flint ya esté de regreso.
Al momento en que Forest dice esas palabras, la camioneta de Flint viene a
traves de la curva y Forest y yo estamos inmediatamente en alerta roja.
Ambos bajamos al camino mientras Flint se detiene abruptamente.
—¡La olí!— grita, y antes que podamos preguntarle qué estaba
sucediendo… —Mi compañera.
Atrapé su olor. Necesitamos cambiar ahora.
—¿Nosotros?— le pregunté sintiéndome al mismo tiempo entusiasmado
por Flint y decepcionado por mí. Es un gran momento para él así que, alejo
mis celos a un lado. Estaré feliz por mi hermano y lidiaré con mi propia
tristeza más tarde.
—Deberías rastrearla antes que la nieve esté muy profunda— dice Forest
mirando rápidamente detrás de Flint a la intensa caída de la nieve.
Miro a Flint pensando que él se ve tan confundido como nosotros. Él
agrega —No sé por qué pero mi lobo me hizo volver a casa primero. Tenía
que volver y llevarlos conmigo. Tal vez él
sabe algo que yo no, pero sentía algo dentro de mí que me decía que
necesito que ustedes estén allí.
Comencé a protestar pero Flint levantó sus manos en un gesto de ruego
—Por favor, por favor escúchenme. Sea cual sea la razón, necesito que

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vengan conmigo. Por favor.
—Está bien, iremos— acepté rápidamente y el alivio tomó su rostro.
Por sobre todas las cosas, somos hermanos y haremos lo que sea para
ayudarnos. Habrá tiempo para preocuparse más adelante acerca del
significado de que estemos los tres juntos,pero ahora debemos apurarnos.

—Los caminos están empeorando— dice Forest, sacándose la sudadera y


pateando sus botas
—debemos ir como nuestros lobos.
—Concuerdo contigo— le digo mientras nos lanzamos al camino ya sin
nuestras ropas.

Flint lidera el camino ya que él es quien captó el olor. Él conoce mejor lo


que está buscando pero no estoy seguro que podamos rastrear algo con
este tiempo.
Gigantes copos de nieve del tamaño de pelotas de golf están cayendo por
montones. Es como si las nubes hubieran caído sobre el pequeño pueblo
estamos siendo cubiertos por ellas. Por lo que puedo distinguir entre los
árboles, hay como un metro de nieve en algunas de las principales rutas.
Corremos a través del bosque pegándonos al rastro mientras nos
acercamos
detrás de la panadería. Por un momento estoy confundido pero Flint se
arrastra alrededor del frente del edificio lentamente, manteniendo las
piernas agachadas.
Me preocupa que lo puedan ver en su forma de lobo pero la tormenta es lo
suficientemente intensa como para que cualquier turista haya partido.
Forest y yo nos quedamos atrás mientras él camina por el área de
estacionamiento y realiza algunos círculos. Sus orejas se mueven y luego
camina hacia la pequeña mesa y sillas bajo el toldo del local.
Mi lobo está ansioso, mirándolo conteniendo el aliento cuando de repente
el cuerpo de Flint se tensa y se aleja.

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Forest va pisándole los talones antes que pueda siquiera pestañear y
entonces me ubico en la retaguardia. No sé cómo Flint sabe hacia dónde ir
con este clima, pero lo sabe. Siento un calor en mi pecho mientras
corremos como uno solo, de alguna forma nuestros lobos están aún más
unidos.
Es una sensación extraña, pero trato de no pensar acerca de ello, en vez de
eso, me enfoco en ayudar a Flint. Si su compañera está por aqui, la
encontraremos.
Corremos a través del bosque, la nieve está más calma. Después de unas
millas, Flint se detiene abruptamente y Forest y yo nos acercamos a él.
Observamos los caminos laterales de la ruta principal. No hay que andar
mucho porque es una vía que lleva de vuelta a la casa de Dominic y Ruby.
No creo que ellos la usen mucho porque hay un mejor camino para llegar
que es más cercana a la casa. Pero mirando las finas líneas en el bosque,
hay huellas frescas de neumáticos que están siendo rápidamente cubiertas
por la nieve. La noche está cayendo lo que hace imposible de ver todo el
tramo de la carretera. Forest señala en dirección a la casa de Dom y Ruby y
lo seguimos.
Más adelante escucho los sonidos de lo que podría ser alguien llorando.
Me detengo y enfoco mis orejas, mi lobo está en alerta total. Mis
hermanos hacen lo mismo y miramos alrededor.

Me fijo en algo al costado del camino en la distancia, podría ser un auto. El


banco de nieve es enorme pero podría estar debajo de él.

Lentamente caminamos hacia donde viene el sonido. Cuando nos


acercamos, puedo ver un pequeño auto que se salió de la carretera y cayó
en la cuneta y estaba cubierto de nieve. Tener un auto de color blanco en
este clima es peligroso y si no hubiéramos estado afuera, quienquiera que
fuera habría quedado atrapado.
Los tres nos miramos uno al otro antes de bajar hacia el auto.

—Espero que sean shifter. De otra forma, tres tipos desnudos en la nieve
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iría a causar un montón de problemas.— dijo Forest mientras vamos al
costado del coche y cavamos un poco de nieve alrededor de la ventana del
conductor.
Cuando la ventana está limpia, una pequeña rubia que nunca habíamos
visto en el pueblo antes nos miró. Por un segundo pienso que ella está a
punto de descontrolarse, pero entonces vemos alivio y una sonrisa en su
rostro.
Ella puede reconocer que no somos totalmente humanos.
—Siéntate atrás y nosotros cavaremos más para abrir la puerta. Te
sacaremos de aquí— dijo Flint y ella le sonríe asintiendo.
Es tan pequeña pero ella es completamente hermosa. Sus rizos platinados
enmarcan su rostro y sus enormes ojos azules nos miran esperanzados y
confiados. Me siento en la inmensa necesidad de sacarla del auto con mis
propias manos y sostenerla en mi pecho.
Es cierto que he conocido a hermosas mujeres shifter antes, pero siempre
de manera casual.
Nunca me importaron si eran mis compañeras o no, además, si no lo eran,
nuestras pollas no se ponían duras, así que, ¿para qué molestarse? Pero
ahora mientras la miro, esta pequeña
mujer está removiendo algo dentro de mí que no sabía que tenía.
Parpadeo unas pocas veces, notando que no estoy haciendo nada para
ayudarla a salir, así que cavo con mis hermanos. No nos toma mucho
tiempo para que la puerta de su auto se libere y ella tire quite el seguro
para abrirla.
Ella empuja para abrirla y yo inhalo. En un instante el olor de hogar llena
mis pulmones y yo sé entonces por qué ella es diferente.
—¡MIA!— gruño al mismo tiempo que mis hermanos.

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Capítulo 6 - LUNA

Todo sucede tan rápido y trato de enterarme qué es lo que está


sucediendo. En un momento estoy sentada en mi auto, aterrada por la idea
de quedarme atrapada en la tormenta de nieve durante días y que
probablemente moriré.
Ahora estoy rodeada de ardientes hombres desnudos que se ven como si
estuvieran a punto de molerse a golpes ante mí.
Miro a los tres hombres y sé que son shifters lobos basado en su tamaño y
formas. Sus caras han cambiado algo por causa de la intensidad que hay
entre ellos y mi corazón empieza a palpitar intensamente.
Sus tres grandes cuerpos son duros como rocas, con músculos bien
desarrollados. Son todos anchos con brazos y muslos abultados. Nunca vi
hombres tan perfectamente esculpidos… o desnudos.
Gruesas y largas pollas endureciéndose y creciendo en longitud
mientras me miran. Oh Dios.
Estos tres hombres claman que les pertenezco, y mis piernas se aprietan.
Mi cuerpo comienza a bullir con el reconocimiento y mis pezones crecen
dolorosamente duros. El calor recorre mi espina dorsal, y me arqueo
queriendo desesperadamente presionar mis pechos contra la tela de mi
blusa para encontrar algo de alivio. La humedad se acumula entre mis
muslos y siento empaparse mis bragas y luego mis jeans.
Instantáneamente mi coño está más mojado de lo que nunca había estado
antes. Puedo sentir mis pliegues palpitando con deseo de dar la bienvenida
a uno, o dos o tres de las enormes pollas apuntando en mi dirección.
¡Dulce paraíso conejil! Está pasando. Comienzo a sonreír, feliz de sentir el
calor del apareamiento finalmente comenzando. Pero entonces la realidad
comienza a golpearme y algo
está realmente mal. ¿Dijeron ellos tres juntos que yo era suya? ¿Las tres

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erecciones de los tres lobos son todas por mí?
Los miro tratando de analizar la situación de una nueva manera. Los tres
son salvajemente bien parecidos y gigantes como la mayoría de los shifters
lobos. El de los ojos verde oscuros
atrapa mi mirada y eso causa que pierda el aliento. Entonces miro al que
está cerca de mí con los cabellos más negros que he visto y su mirada es
exactamente la misma. Miro al tercero que tiene el salvaje cabello rubio y
él es tan intenso que siento temblar mis rodillas. Sus ojos se encuentran
con los míos y una mirada dorada comienza a aparecer en él. Es
hipnotizante ser el único foco de estos tres grandes shifters pero mi coneja
se está convirtiendo en un charco de necesidad.

El aire alrededor nuestro está cargado de electricidad. Si no lo supiera bien,


podría decir que un relámpago acabó de caer. Pero esto solo dura un
instante hasta que los lobos comienzan a
gruñirse unos a otros.
El miedo se arrastra mientras ellos se enfrentan uno contra el otro y no
tengo idea de lo que sucede. Ellos claramente piensan que soy suya pero
mi coneja está realmente confundida.
—La estás asustando— dice el que está más cerca. Su brazo se levanta
para protegerme la vista y luego se mueve para ponerse frente a mí.
—No me bloquees de mi compañera— escucho rugir a otro.
Doy un paso atrás mientras viejos recuerdos vienen a mi mente.
—Todos tienen que tomar un respiro— dice uno pero todo lo que escucho
son gruñidos.
Mi corazón está fuera de control y pienso rápidamente. Aprovecho la
oportunidad mientras ellos están distrayéndose y me transformo. Me tiro
al suelo y me escondo fácilmente bajo mis ropas y me escabullo de ellos.
Espero que la blanca nieve no solo me oculte sino que borre mis huellas.
—He sentido como si saliera de mi piel Finn. Sal del camino, tengo que
tocarla o algo. Voy a perderla.
Con esas palabras giro y me alejo tan rápido como puedo. Ni siquiera sé
cuál de ellos es realmente mi compañero. No pueden ser los tres ¿O sí?
Después de haberles dado una buena
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mirada mientras estaban por molerse a golpes, no estoy segura que pueda
elegir. Algo acerca de ellos me llama, lo cual es malo, realmente malo. Tu
solo desearas a tu compañero y nunca a
otro hasta el día que mueras.
La culpa me fastidia mientras me muevo tan rápido como puedo a través
de la gruesa nieve.
Mis patas cavan mientras doy saltos alejándome de mi compañero y mi
corazón se siente romper. Mi cuerpo me grita que pare pero mi mente
tiene el control en este momento. Mi
vida entera he esperado encontrar a mi compañero y, en el instante en que
ocurre, corro. Mi coneja está sollozando y no estoy muy lejos. Pero el
miedo me hizo alejarme y no puedo volver ahora.
Recuerdos de la última vez que fui perseguida por lobos corren por mi
mente. Me había alejado mucho de la frontera de mi antigua manada. Era
siempre demasiado curiosa para mi
propio bien cuando niña y mi padre solía advertirme de no alejarme. Él
decía que me metería en problemas algún día y estaba en lo cierto.

Los lobos aman perseguir conejos. Bueno, son unos estúpidos. He oído
historias de que es como una comezón y ellos tienen que detenerse para
rascarse cuando ven uno. Desde esa
noche soy muy cuidadosa de no cambiar cerca de otros que no son de mi
especie.
Apenas pude retornar a mi casa antes que ellos casi me atraparan.
Después del incidente, no me aventuré fuera de casa por una semana.
Aprendí mi lección.
Por eso es que siempre soy un poco tímida tratándose de lobos en primer
lugar. Incluso cuando llegué a Gray Ridge, me tomó un largo tiempo
acostumbrarme a los lobos que conocí.
Creo que simpaticé con Ruby primero porque ella es una humana casada
con un shifter. El pueblo está mezclado con todas clases de shifters y
todos parecen llevarse bien. Bueno, excepto cuando hay compañeros
involucrados.
Todas esas emociones de antes reaparecieron en mi mente mientras corría
24
por el bosque.
Pero mientras mis pequeñas patas cavaban en la fresca y esponjosa nieve,
el aullido más fuerte que haya oído en mi vida rompió el silencio a través
de los arboles haciendo encoger
mis orejas. Si el suelo no hubiera estado cubierto ya, éste hubiera
temblado con el sonido.
Dejo de saltar y me quedo quieta. La necesidad de correr golpea fuerte en
mi corazón mientras mi compañero me llama. Debo ir hacia él. Doy un paso
hacia la dirección de la que venía. En realidad no había ido muy lejos antes
de que ellos notaran que me había escapado. Pero mientras me movía
hacia el sonido, mas aullidos rompían el silencio y estos me llamaban
también. Supe inmediatamente que los aullidos venían de tres diferentes
lobos. No sé cómo puedo distinguir a cada uno mientras suenan juntos,
pero puedo sentirlo.
Me quedo ahí congelada por la confusión intensificándose dentro de mí.
¿Qué pasa si algo está mal en mí? ¿O mal con este apareamiento? Mis ojos
comienzan a llenarse de lágrimas. Tomo la decisión de mantenerme lejos
de ellos y corro más y más para acercarme a mi pequeña cabaña.
Los aullidos se hacen más fuertes cuanto más se acercan a mí. Mi nariz tal
vez no sea tan buena como la de ellos, pero mis oídos son el doble de
sensibles de los de un lobo promedio.
Rodeo una pequeña curva y voy a través de los árboles que son más
tupidos entre ellos sabiendo que ellos tendrán que rodearlos. Sus enormes
cuerpos shifter nunca podrán pasar entre ellos.

Veo mi cabaña a lo lejos y tengo que apurarme más en la nieve fresca que
cae aun. Soy pequeña, incluso para un conejo y mis piernas arden mientras
salto sobre montañas de ventisca nevada.
Puedo escuchar sus pasos acercándose y ellos se mueven rápido. Cometo
el error de mirar hacia atrás y casi tropiezo con mis orejas cuando veo cuan
cerca están. Afortunadamente mantengo el equilibrio mientras doy un
salto al pequeño porche delantero de la cabaña.
Gracias al cielo instalé mi pequeña entrada conejil en la puerta de mi
cabaña.
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Ya casi estoy ahí.
Ellos alcanzan el porche al mismo tiempo y yo chillo cuando unos dientes
me sujetan por detrás del cuello. Soy levantada mientras grito de miedo,
pero, no siento el dolor que pensé que sentiría. La mordida que me
sostiene es suave aunque posesiva. De alguna forma, el fuego que corría
por mi cuerpo explota y cada centímetro de mí, se enciende. Es el calor y el
placer que circula por mi piel y me deja sin aliento.
El lobo que me sujetaba me baja en el porche y veo a uno de los otros
lobos arremeter contra el que me había atrapado. El tercero viene y se
queda a mi lado como cuidando mi cuerpo.
Escucho un fuerte golpe pero no miro porque mis ojos están puestos en mi
puerta de entrada conejil como mi única vía de escape posible, en un
descuido, me escapo de un salto.
Al momento en que entro, doy un giro y me cambio a humana de nuevo.
Estoy tendida desnuda en el suelo y tratando de recuperar el aliento. No sé
si es por todo lo que corrí o si es porque acabo de tener mi primer
orgasmo.
Mi cabeza se tiende a un costado y tengo una enorme sonrisa en mi cara.
Santa mierda.
Entonces escucho otro fuerte golpe afuera y vuelvo a la realidad.
—Será mejor que no estén destrozando mi casa ahí afuera— les grito “o a
mi compañero, cualquiera que sea” pienso.
La tristeza se acumula en mi vientre cuando pienso que solo uno de ellos
es mi compañero. Sé que es un pensamiento terrible porque se supone
que debemos amar por siempre solo a uno.
Saber eso no ayuda en nada al dolor en mi corazón.
Me siento, notando que todo está calmo ahora. No puedo creer que les
haya gritado. Porque no es como si ellos no pudieran entrar en esta cabaña
en dos segundos si lo quisieran.
—Lo arreglaremos— escucho decir a alguien.
—Supongo. No es como si ella estuviera aquí.— agrega otro.
—Cierra la maldita boca, Flint. Le hiciste daño. Te pondremos a ti en esta
cabaña y la llevaremos con nosotros a casa.
Reconozco la última voz. Tiene el mando y la autoridad. Él era el del cabello
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negro y ojos azul oscuro que saltó tras de mí cuando todos comenzaron a
discutir.
—No le hables así a él— las palabras saltan de mi boca antes de saber lo
que iba decir. De alguna forma quiero defenderlo. —¿Quién dijo eso?
Quiero saber su nombre— porque es el único al que puedo poner voz al
rostro.
—Finn— dice uno de ellos como si estuviera contando un chisme.
—¿Y el tuyo?— pregunto, necesitando poner nombres a las voces.
—Forest.
—Yo no quería lastimarla— gruñe Flint interrumpiéndonos.
—¿Así que puedes ver a través de las paredes ahora?— dice Forest con voz
irritada. No puedo evitar sonreír.
—Ella se acerca— se escuchan las engreídas palabras de Flint. Mi cuerpo
comienza a arder de nuevo, la humedad formándose entre mis piernas.
Todos están en silencio ahora, y entonces… todos comienzan a gruñir.
—¿Qué está pasando?— me detengo, sintiendo mi corazón alborotarse.
—No empiecen a pelear otra vez.
—Podemos olerte, pequeño peluche.— dice Finn.
—Nos deseas— dice finalmente Flint, en respuesta.
—Déjanos entrar o resoplaremos y haremos volar esta casa.—agrega
Forest.
Yo resoplo, sacudiendo mi cabeza. Creo que Forest es el gracioso.
—No me llamen así y más les vale no soplar ni resoplar ni nada de eso a mi
casa. Es una orden.
Ahora, siéntense o algo así.
Escucho un ladrido risueño.
—Ella cree que somos perros— dice Flint. Él tiene la voz más profunda de
todos y no puedo evitar recordar que él es el de los ojos verdes.
—Nosotros somos algo como eso— responde Forest. Ese es mi rubio.
Mierda, ¿acabo de decir “mi” rubio?
—Escucha, ojos hermosos.
¿Cómo hace Finn eso? Hay tanto liderazgo en su voz. Hace que se me erice
la piel.
—Podemos patear para abrir la puerta o tu dulce y peludo trasero puede
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abrirnos.
—No. — doy un pisoton.
—Está bien, no nos dejas alternativa.— responde.
—¡Estoy parada frente a la puerta!— grito.
—Diablos— gruñe Finn.
—Es una cosita muy inteligente— agrega Forest.
Flint no dice nada lo cual me hace preocupar aún más.
—Flint ¿ellos te hicieron daño cuando te atacaron en el porche?
—Él es un bastardo bien crecido, él está bien.— responde Forest por él.
—¡Flint… Flint!— grito.
—¿Por qué no abres la puerta y lo ves por ti misma?— ignoro a Forest
porque estoy segura que todos lo hacen.
—Demonios, Flint, respóndeme ahora mismo.
—Lo siento— dice su profunda voz —me encanta escucharte decir mi
nombre, cariño.
Me muerdo mis labios amando la respuesta.
—Chicos ¿harían algo por mí?— pregunto suavemente.
Un coro de síes se escucha rápidamente.
—Podrían ustedes…— mi voz se corta.
—Pequeña peluche.
—Cariño.
—Lindos ojos.

Mis ojos se humedecen. Todos tienen apodos para mí. Es adorable.


—Creo que dulce colita peluda me gusta más— le digo a Finn tratando de
asegurarles que estoy bien, cuando en realidad no lo estoy del todo.
—Todo lo que quieras— y estoy segura que lo dice en serio. Todo lo que
quiera. No sé cómo, pero lo sé.
—¿Podrían darme unos minutos a solas? No mucho.— me apresuro en
agregar. Escucho unos cuantos gemidos. —Necesito recomponerme. Hay
una pequeña choza cerca de aquí. El sheriff
Dominic la mantiene aprovisionada.
Estaban tan silenciosos que me pregunté si ellos harian lo que les pedí.
Creo que no. Yo sé cuan protectores suelen ser los compañeros.
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—Prometo que no dejaré la cabaña.
Di una media sonrisa cuando escuché sus resoplidos. Están tan
sintonizados el uno con el otro.
Odiaría pensar que me volvería amiga o incluso hermana de uno u otro.
—Por ti, bueno, haríamos lo que sea, pero estaremos de vuelta en unos
treinta minutos con una motosierra. Estaremos allí. Mantén tu promesa de
no abandonar la cabaña o cuando te
atrape, voy a azotar ese dulce traserito peludo— dijo Finn.
Los escuché alejarse del porche.
Sostuve la manija de la puerta queriendo lanzarme a abrir la puerta y
gritarles que regresaran pero, me detuve. Mi cuerpo se siente en llamas.
Renuente, solté la puerta y caminé a mi cama
y me tendí en ella. Mis salvajes rizos volaban a todos lados y lancé un
resoplido para alejarlos de mi cara.
No sé cuánto tiempo estuve mirando al techo mientras mi mente iba a
cualquier lugar. Me asusta abrir la puerta y encontrármelos al otro lado.
¿Qué tal si todo sale mal? Podría perder lo que he deseado por tanto
tiempo.
Todos ellos sonaban tan adorables y los quería a todos. Lancé un gemido
lastimero y mis caderas se ondularon. Diablos. Mi cuerpo está tomando el
control, o tal vez mi mente está finalmente encontrándose con mi coneja y
finalmente estamos viendo lo que está frente a nosotras. Tenemos que
abrir la puerta.

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Capítulo 7 - FINN

Luego de la promesa que le hice a ella, aun nos quedamos allí por un
momento. Tomamos una respiración profunda tratando de conseguir que
más de su esencia nos impregne. Nuestras manos y nuestras cabezas
apoyadas en la cabaña. Queremos estar lo más cerca posible, incluso esta
pequeña separación nos hace anhelar a nuestra compañera.
Esto está siendo la cosa más difícil que he hecho, pero ella está en lo
cierto. Necesitamos un momento para enfriar las cosas y tratar de
entender lo que está pasando aquí.
Forest apoya su mano en mi hombro.
—Vamos. Veamos si hay una motosierra y algunos pantalones en esa
choza.
Yo asiento, doy la vuelta y sigo a mis hermanos. Yo sé dónde está. Dominic
y yo recorrimos estas tierras una vez cuando recién llegamos a Gray Ridge
y él me mostró los alrededores. Fue hace bastante tiempo por lo que esta
pequeña coneja debe ser recién llegada al pueblo porque de lo contrario la
hubiera olido.
—Cuando lleguemos allí necesitamos hablar acerca de esto. Ponernos de
acuerdo en todo para que cuando volvamos a la cabaña podamos
mostrarle un frente unido a ella. O ella tendrá
nuestras pelotas y no podremos llegar a nada con ella.
—Ella puede tener mis pelotas cuando quiera. Mierda, no siquiera las
quiero. Están tan malditamente azules y no precisamente por la fría nieve.
Miro a Forest y sacudo mi cabeza, asomando una sonrisa. Dejarle intentar
hacernos reír cuando todos sentimos que estamos siendo partidos al
medio. No sabía que una persona podía sentir tantas cosas. Masajeo el
centro de mi pecho tratando de calmar el dolor.
Miro por encima de Flint que está a mi lado. El maldito tiene una sonrisa en
su cara. Forest debe notarlo también porque le regaña por eso.

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—¿Por qué esa enorme sonrisa, idiota? Nuestra compañera ni siquiera se
atreve a estar frente a frente con nosotros.
—Sabemos dónde está nuestra compañera, esa es razón suficiente para
sonreír. La encontramos. Ella existe— entonces Flint llena de aire sus
pulmones. —Le di placer.
Sonrío con él. No lo había visto tan feliz desde hace un largo tiempo.
Nuestra compañera ha estado con nosotros por cerca de veinte minutos y
ya está sanando a nuestra familia.
Detengo en seco mis pasos. Flint y Forest me miran divertidos.
—Te das cuenta que cuando hablaste de ella dijiste “nuestra” compañera.
Ambos lo dijeron. Y yo también pensé en ella como “nuestra”.
Flint mira al suelo por un momento como si estuviera pensando. Cuando
miramos atrás el aún tenía una sonrisa en su cara.
—En realidad, ni siquiera estoy sorprendido— agrega Forest. — ¿Acaso no
nos estábamos quejando horas atrás, sobre lo que pasaría si nos
separásemos? Eso porque somos una familia.
Aun cuando no somos hermanos de sangre, somos mucho más que eso.
—Es casi como si pudiéramos sentirlo. Como cuando sentí la urgencia de
buscarlos a ustedes antes de ir a buscarla a ella, porque es así. Todos
somos sus compañeros.
—Seremos los mejores compañeros para ella. Nunca necesitará nada.
Piensen en lo bien que podremos protegerla y cuidarla siendo nosotros
tres.— agrega Flint con voz entusiasmada.
—Hey, ¿se dan cuenta que ustedes tres parecen una banda de bichos raros
parados desnudos allí en la nieve con enormes sonrisas en sus caras,
verdad?— grita Dominic haciendo que ellos
dirijan la mirada hacia él.
Él está cerca de la choza. —Entren aquí y pónganse unos pantalones.
Todos entramos en fila en la choza como él pidió. Agarramos unos shorts y
nos los pusimos lo más rápido posible. Mi piel comenzaba a ponerse tensa,
así que, o tenía necesidad de transformarme o tenía que volver
rápidamente con nuestra compañera.
—¿Acaso había algún shifter renegado al que estaban persiguiendo o algo
así?— Dom me mira.
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—Encontramos un pequeño escarabajo blanco que se deslizó fuera del
camino.
—Mierda. Le dije a Luna que ese auto no estaba hecho para el clima de
Colorado.
—Luna— todos dijimos su nombre al mismo tiempo.
—Se parece a ella— dije, disfrutando de la manera como se sentía en mi
lengua. —Ella estaba atrapada. La ayudamos a salir y no estaba herida. —
entonces, eso me golpeó. ¿Qué hubiera pasado si no la hubiéramos
encontrado? Envié ese pensamiento lejos.
—Gracias a Dios. Ella es una chica muy dulce. ¿Está en su cabaña? Debería ir
a chequearla…
Gruñidos llenaron el pequeño espacio y Dom nos miró.
—Cuando la sacamos del auto, su olor nos golpeó.— más que golpearnos,
nos enloqueció.
Dominic me lanzó una sonrisa de asentimiento. —¿A cuál de ustedes le
pertenece ella ahora?
—Ella es de los tres.— le digo con orgullo y sin importarme lo que la gente
pueda pensar. Esto
está pasando sin importar el por qué.
Él da un paso atrás, claramente sorprendido.
—¿Están seguros?— pregunta.
Y todos asentimos.
—¿Estamos malditamente seguros? Como si las duras y furiosas erecciones
que tenemos no te lo mostraran.— dice Forest.
—No estaba mirando sus pollas— dice Dom poniendo los ojos en blanco.
Escuchamos un grito “¡Mis lobos!” seguido por un gemido que solo
nuestro shifter podría calmar.
Eso atrapa nuestra atención.
—Suena como si ella esta excitada— dice Dominic mientras nosotros nos
lanzamos fuera del pequeño espacio y vamos hacia ella. —¡Hey!— nos
llama. —Tienen suerte que son ustedes tres. He escuchado acerca de los
shifters conejos.
No sé de qué está hablando y me importa una mierda en este momento. Ni
siquiera estamos a veinte metros de la cabaña y puedo oler su necesidad.
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—Diablos, casi puedo saborearla— gruñe Flint mientras corremos.
Cuando llegamos al frente del porche, yo grito en cuanto levanto mi pie.
—¡Será mejor que no estés al otro lado de la puerta!— pateo la puerta
viéndola abrirse de golpe y nos amontonamos adentro.
La visión frente a mí me pone de rodillas.

33
Capítulo 8 - FLINT

Mi boca se hizo agua cuando el aroma en la habitación llegó a mi nariz. Es


demasiado como para quedarme aquí parado mirando a lo que podría ser
descripto como “la tierra prometida”.
Mi polla se elevó casi tocando mi ombligo mientras era testigo de nuestra
compañera extendida en la cama, sus piernas abiertas dándonos una visión
directa de su rosado coño. Sus muslos temblaban y ella gritaba mientras
sus dedos aprisionaban las sábanas.
—Mierda— susurró Forest al lado mío.
Lo miré y lo vi mirándola con su polla en el mismo estado que la mía.
—Ella nos necesita— dijo Finn, con sus ojos fijos en Luna. —Tomaremos
turnos.
Yo inspiré hondo y lamí mis labios. —Forest y yo la sostendremos. Tú vas
primero, Finn.
Miré a mi hermano, quien hizo un gesto de asentimiento. Nuestros lobos
siempre han sido muy unidos, y ahora no es la excepción. Ellos aceptan lo
que necesitamos para preñar a nuestra compañera y para hacer eso,
debemos trabajar como uno solo.
Luna lanza un gemido y mueve sus piernas. Sus mejillas están enrojecidas y
su cuerpo está cubierto por una capa de sudor. Ella grita mientras nos
acercamos a la cama, pero no de miedo. Yo solo puedo oler deseo y ansias
mientras Forest y yo nos arrodillamos en la cama con ella.
—Estamos aquí, Luna— la tranquilizo mientras ella nos alcanza.
—Deslízate debajo de ella, Forest y sostén sus brazos.
Él levanta su pequeño cuerpo y lo coloca encima de su pecho, sus piernas
se extienden a ambos lados del de ella. El cuerpo de Luna es posicionado
de manera que su coño está justo enfrente donde Finn está ahora
arrodillado. Forest entrelaza sus dedos con los de ella y los lleva sobre su
cabeza.
—Aprieta mis dedos si esto es demasiado para ti, mi compañera— le dice,

34
besando su cuello.
Su cuerpo está acalorado por la necesidad y ella está retorciéndose y
girando en sus brazos.
—Por favor, Dios, alguno de ustedes, haga algo.
Coloca mi mano en su estómago para sostenerla firme mientras Finn se
agacha y roza su nariz y boca en su coño. Se cubre de su aroma y
enseguida abre la boca y lame su coño.
Ella grita llega a un orgasmo con el primer toque de su lengua. Puedo oler
su crema mientras
Finn la lame y mi lobo gruñe como aprobación. Hay un instante cuando me
preparo para sentir celos, pero, en vez de eso siento una oleada de
satisfacción. Es como si hubiera sido yo quien la hubiera hecho llegar al
clímax tanto como mi hermano. Su propio shifter está presionando a
través de ella y puedo sentir la unión formándose.
Mirando hacia Luna, puedo ver crecer un poco sus dientes frontales y sus
ojos se volvieron más grandes y aún más redondos. Su conejo está
presionando pero lo mantenemos bajo control.
—Te tenemos ahora— digo, acostándome y besando el espacio entre sus
pechos.
Mis labios lamen mientras van arrastrándose sobre un pecho, tomando el
duro pezón en mi boca. Lo chupo, sintiendo la punta contra mi lengua
mientras pellizco el otro. Forest mantiene sus manos apresando las de ella
mientras Finn come su coño. El almibarado sonido de succión hace que mi
polla duela, así que, utilizo mi mano libre para frotarla de arriba abajo.
Luna llega a otro clímax y cuando lo hace, veo a Finn moverse de entre sus
piernas y posicionar su polla en su abertura.
—No puedo esperar más— él gruñe y sus ojos se alinean con su lobo.
—Tómala— resopla Forest y yo puedo ver sus ojos comenzar a cambiar.
Puedo sentir mi cambio también, y el bajo murmullo de mi pecho está de
acuerdo con ellos. Es tiempo de preñarla.
—Ella es shifter. Ella puede soportarlo.— mi voz suena tan grave que no
parece ser mía.
Los cuatro emitimos gemidos al mismo tiempo que Finn empuja fuerte y
no se detiene. Se mueve dentro de ella rápido como si usara su coño para
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masturbar su polla. Pero todo el tiempo, Luna está complacida. Ella se
viene dos veces mientras Finn empuja dentro de ella y se viene con ella las
dos veces. Él es implacable mientras agarra sus muslos y aprieta los
dientes, follándola fuerte y rápido.
Sostengo sus caderas y Forest aprisiona sus muñecas mientras ella grita de
placer y ruega por más. Ella fue hecha no solo para un lobo shifter sino
para tres.
—Diablos, esto es tan bueno. No quiero salirme pero es tu turno— dice
Finn, haciéndome una seña.
He hecho todo lo que podía para contenerme pero ya no puedo más. Finn
sale y sostiene sus piernas, manteniéndolas abiertas para poder meterme
entre sus muslos. Me hundo profundamente y me quedo dentro de su
coño increíblemente apretado. Aunque Finn la ha follado duro y llenado
con su semilla, yo apenas puedo caber en su pequeño coño.

Luna me comprime y otro orgasmo la golpea y no puedo parar el orgasmo


que está tratando de explotar en mí. El calor se extiende dentro de ella
mientras drena mi polla y comienzo a empujar. Empiezo despacio pero
luego repito la dura follada que Finn acaba de darle. Mi lobo se sacude y
me vengo otra vez, preñándola con tantos cachorros como ella pueda
tener.
Vagamente en el fondo de mi mente recuerdo que los shifters conejos
pueden tener muchas crías. Bueno, ella estará preñada antes que la noche
acabe.
Ella tuvo tantos orgasmos ahora que he perdido la cuenta y su caliente
coño sigue apretándome, demandando venirse una vez más antes que me
salga.
—Es tu turno, hermano— le digo a Forest.
Él sostiene el rostro de Luna y la besa profundamente antes de que él y
Finn cambien de lugares.
Esta vez Finn da la vuelta a Luna para que se quede de frente a su pecho y
le susurra palabras suaves mientras yo levanto sus caderas de la cama.
—Sostenla por mí— dice Forest cuando su enorme cuerpo se mueve
detrás de ella.
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Yo sostengo su cadera y la mantengo firme mientras sus piernas se
sacuden y tratan de escapar. Otro orgasmo la recorre y yo me agacho
besando su espalda mientras Forest la folla, duro, como nosotros lo
hicimos antes que él.
Ella gime, se levanta y besa a Finn, luego se recuesta y me besa. Hay un
sabor a su coño en sus labios de cuando Finn la estuvo besando ahí abajo.
El ligero sabor es suficiente para traer a mi lobo al límite y necesito más.
Forest gruñe fuerte mientras se viene dentro de ella y luego empuja fuerte.
Él no se detiene mientras va por su tercer o tal vez cuarto clímax, no estoy
seguro.

Luna besa su rastro de camino al pecho de Finn mientras suelta sus manos
de mí.
—Más cerca, Flint— susurra ella, mientras su lengua se desliza por el largo
de la polla de Finn y sus dedos se envuelven alrededor de la mía. Ella me
masturba mientras chupa su polla y todo eso mientras Forest la llena con
su semilla. Cuando Forest se sale, Luna lloriquea, pero Finn en realidad está
cambiando de posición.
—La necesito otra vez— dice tirando de su culo para que ella se siente en
su regazo mientras la llena de nuevo.
Me muevo frente a ella y su boca va a mi polla mientras gime por Forest
para llenar sus manos.

Su caliente y pequeña lengua juega con la punta de mi polla antes de


tomarla con toda la boca y chuparla.
—No me hagas derramarme en tu boca— le digo mientras alejo su cabello
de su sudoroso rostro.
—Solo te mantengo listo— dice ella, con un guiño que hace que sienta mis
bolas ponerse aún más apretadas. Mi compañera está hecha para nosotros
tres.
Las horas pasan y no tengo ni idea de cuantas veces nosotros tres la
tomamos. En el momento en que uno de nosotros piensa en tomarse un
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momento, ella es llenada por una nueva y refrescada polla, lista para follar.
Luna no puede parar de atraernos, siempre queriendo ser llenada. Su
ardiente pequeño cuerpo ansía ser llenado y nuestros tres lobos han
nacido listos para eso.
De alguna forma fuimos destinados juntos y eso va más allá de lo que
ninguno de nosotros estuviéramos preparados. Es el más profundo deseo
que ni siquiera sabía cómo pedir y está aquí frente a mí. Mi lobo retumba
de contento mientras Luna colapsa en la cama con una sonrisa en su cara.
—¿Era esto lo que ustedes imaginaban que sería?— pregunta ella,
tratando de recuperar el aliento.
—Es mejor— dijimos los tres al mismo tiempo y ella rio.
—Quiero llevarla a casa— declara Finn mirándonos.
Forest y yo asentimos y entonces vemos que los ojos de Forest se
encienden
—El tercer piso— dice él y sus palabras me golpean, Finn y yo sonreímos.
—¿Qué es el tercer piso?— pregunta Luna frunciendo el ceño.
—Ya lo verás— le digo alzándola en brazos con una manta y avanzando
hacia la puerta.

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Capítulo 9 - FOREST

—Podríamos haber cambiado— dijo Luna mientras Flint la cargaba a


través de la puerta y subía las escaleras.
—¿Por qué harías eso cuando ya te estamos cargando nosotros?— le digo
y ella me sonríe.
— Supongo que me habría perdido a tres cambiaformas caminando por
una tormenta de nieve con tremendas erecciones si lo hubiéramos hecho”.
—Esas fueron por causa tuya— le dijo Finn mientras le hacía un guiño.
Cuando todos llegamos al tercer piso, Flint la puso sobre la enorme cama.
—¿Qué es este lugar?— preguntó ella mirando alrededor.
—Es nuestro hogar— le digo arrodillándome frente a ella. —Y también es
el tuyo ahora. Como nuestra compañera es nuestro trabajo protegerte y
cuidar de tus necesidades.
—Y ayudarte a cuidar de nuestros pequeños.— agrega Finn y nosotros
asentimos.
—Cuando encontramos la cabaña, tuvimos que reconstruirla para
ajustarse a nuestras necesidades. Este era el cuarto más grande con un
baño incluido pero a medida que nuestra familia fue encontrando a sus
compañeros, este cuarto fue dejado sin uso— dijo Flint sentándose a su
lado.
—Esta cama es gigante— dice ella con ojos maravillados de felicidad.
—Suficientemente grande para los cuatro— agrega Finn mientras se
sienta al otro lado de ella. —mientras pueda dormir con mi cabeza entre
tus piernas.
Luna se ruboriza mientras nosotros inspiramos profundamente oliendo su
necesidad. Nos llega como una oleada y podemos sentir que está
volviendo.
—¿Cuánto tiempo dura esto?— su pregunta es enfatizada con un gemido
mientras separo sus muslos y beso todo mi camino a su coño.

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—Tanto como tu coneja lo necesite.— responde Finn mientras Luna se
recuesta en la cama.
Levanto la vista para ver a los dos, uno en cada pecho mientras sostienen
sus piernas bien
abiertas para mí. Su coño sabe a dulce crema y primavera. Yo gimo al sentir
el sabor, queriendo más.

Mi lobo gruñe, demandando que la preñe pero espero que ella se venga
antes de follarla.
Flint suelta un pezón y me mira con sus ojos brillando: —Tómala.
Poniéndome en pie, me afirmo en sus caderas mientras la sostengo firme y
empujo duro. Ella grita de placer mientras es llenada de nuevo y su
resbaladizo canal se traga mi polla.
—Más fuerte— gime ella.
La mano de Finn se desliza entre nosotros, manteniendo los labios de su
coño abiertos mientras los dedos de Flint van a su clítoris frotándola firme
y rápidamente. Los tres trabajamos juntos para darle un clímax tras otro.
Nunca creí que podría venirme tantas veces durante mi primera vez con mi
compañera, pero la sigo sobre el límite una vez más, sorprendido por
apretón que ella pone sobre mi polla.
Cambio lugar con Flint y el no pierde tiempo introduciéndose profundo y
marcándola rápidamente. Nuestros lobos demandan que la preñemos y
nuestras compañeras fueron hechas para eso. Ellas son criadas igual que
nosotros para ser más fuertes. Me preocupa que nuestra pequeña coneja
pudiera ser más delicada pero hasta ahora, ella es la que pide por más. Los
empujes de Flint no se detienen y sus gemidos son solo de placer.
—¿Cuánto tiempo ella estará así?— pregunta Finn y sacudo mi cabeza sin
saber que decir.
—¿Han escuchado la frase “hacerlo como conejos”?— dice Luna y se viene
con otro clímax.
Yo gruño ante la insinuación de que alguna vez ella estaría con un
cambiaformas conejo. —Tú eres nuestra— aprieto los dientes con enojo.

Ella rueda los ojos y se ríe, pero se detiene cuando Flint entra más
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profundo. Su risa de vuelve en un ruego porque él lo vuelva a hacer, antes
que vuelva a fijar sus ojos en mí.
—Solo lo mencionaba porque nuestra especie es súper caliente. Por lo que
he escuchado, el apareamiento realmente nunca se detiene.
Miro a Finn quien pone una cara demoniaca mientras ella sonríe y frota su
polla.
—Con razón estas apareada con nosotros tres.— digo, moviéndola
mientras Finn toma su
turno y Luna envuelve su boca alrededor de mi polla.
—Malditamente cierto, ella es nuestra.— Flint va besando su camino por
su espalda y va retirando su cabello de su camino mientras ella me chupa.
—Compañera.
Mis ojos ruedan mientras su boca se mueve sobre la cabeza de mi polla y
ella chupa.

Mierda, voy a perder el resto de mi vida caminando con un tubo de plomo


en mis pantalones y asustando al pueblo de Gray Ridge. Pero mientras mi
compañera esté feliz, me importa una mierda.

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Capítulo 10 - LUNA

Gwen me mira de arriba abajo desde el mostrador de la panadería.


—Hueles como embarazada.
Yo sonrío, sabiendo que ella está en lo correcto.
Ella mira detrás de mí a través de la vitrina, buscado a mis sombras.
—¿Dónde están tus compañeros?
No me sorprendo, todos saben a quienes pertenezco. Estoy segura que los
tres se expandieron por los alrededores. Esta es la primera vez que salgo
desde que estamos apareados, y solo lo hice porque me escapé. Sin
mencionar que yo estoy cubierta por sus esencias y no hay manera que
Gwen no lo sienta.
—Los dejé exhaustos— digo alegremente y doy un pequeño saltito.
Puede haberme tomado toda la noche para lograrlo, pero lo hice. Dios,
amo a esos hombres.
Me sonrojo pensando que fui capaz de agotar a tres hombres.
Gwen ríe por lo bajo y sacude la cabeza. —Tus hombres ya hicieron un
pedido para ti — Ella se dirige al refrigerador, retira cuatro cajas y las
coloca en el mostrador. Me lamo los labios sabiendo lo que contienen las
cajas: una variedad de tartas de zanahoria y queso crema.
—Dios, eso huele bien. — le digo, con mi boca haciéndose agua.
Gwen inhala y entonces mueve la cabeza a un lado. —huelo a nuevos
shifters.

Me giro para ver a unos hombres entrando a la panadería justo cuando su


olor me llega. En pánico, corro lejos de ellos, necesitando escapar.
Gruñidos llenan mis oídos mientras rápidamente cruzo la puerta dejando
abandonadas mis cajas. Escucho a Gwen llamarme, pero sigo moviéndome,
queriendo llegar junto a mis tres hombres tan rápido como sea posible.

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Antes que pueda dar un paso más, choco contra una pared, una pared
conocida como Finn. El gruñe más alto de lo que yo haya escuchado nunca
en mi vida mientras Forest y Flint se reúnen con él a cada lado.
—¿Por qué hueles a miedo?— pregunta mientras los tres miran
alrededor y sus ojos se encienden alertas.
—Son ellos— tartamudeo.

Les conté a mis compañeros acerca de mi miedo a los lobos por causa de lo
que sucedió cuando era más pequeña, yo siempre me asusto de los
shifters.
Sus caras fueron de enojados a enfurecidos y siento el lazo protector de
mis compañeros rodeándome.
—Te estábamos buscando— escucho detrás de mí y un escalofrío corre
por mi espina.
—¿Te atreves a hablar a mi compañera?— grita Flint mientras su rostro
comienza a cambiar, su lobo presionando para salir.
Yo me quedo aturdida, sin saber qué hacer. Normalmente correría, pero
ahora ya estoy en el lugar adonde me dirigiría si corriera a ponerme a salvo
en los brazos de mis compañeros.
Flint me levanta fácilmente y me pone detrás de él. Forest se mueve
alrededor para crear una jaula protectora.
En un instante, todo el infierno se desata. Tapo mis ojos con mis manos
mientras gruñidos y resoplidos llenan mis oídos. Yo salto cuando siento
una mano tocar mi brazo y miro para ver a Gwen.
—Tienes que detenerlos, o los matarán— las palabras de Gwen penetran a
través de mi miedo. Echo un vistazo para ver a mis compañeros
manteeniendolos clavados en el suelo y a punto de arrancarles la garganta.
—¡Estoy embarazada!— grito, incapaz de pensar en otra cosa y viendo a
mis tres lobos petrificarse. Los tres giran para mírame. —Y tengo el
presentimiento de que es más de uno.

Forest aparece frente a mí en un segundo, arrodillándose y oliendo mi


barriga. Un gruñido sale de lo profundo de su pecho, el cual me hace
sonreír mientras paso mis manos por su pelo.
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Miro por encima y veo a Flint levantar a los dos lobos que están sangrando
y chocar sus cabezas entre sí para verlos caer limpiamente al suelo.
Finn queda sorprendido momentos antes de ver sus ojos humedecerse. Le
sonrío y él está en un instante junto a mí levantándome y besándome.
—Nos has dado un regalo— su rostro está tan feliz que me hace lagrimear.
—Yo les daría todo— admito.
Desde que ellos llegaron a mi vida todo ha sido perfecto. No podría ver mi
vida sin ellos otra vez. Son mi mundo y me hacen sentir como una reina. Sé
que puedo ser dependiente e insegura, pero ellos aceptan eso además
parece que les gusta también. Estos hombres son mi otra mitad.

No conozco a nadie que pudiera tener a tres compañeros, pero todo tiene
sentido, porque los necesito a los tres para sentirme completa.
—Y yo que apenas puedo lidiar con un lobo posesivo— masculla Gwen
cerca de mí, haciéndome sonreír aún más. Me encanta lo posesivos que
son y no los cambiaría por nada.
—Sácalos de aquí antes que los mate— escucho decir a Forest con su tono
de voz juguetón de siempre desaparecido. Miro y veo al sheriff Dominic
acercarse y llevándose a los dos hombres.
—Esta no es la primera vez que van tras ella. Serán llevados al Consejo
Shifter.
Me aferro a Finn. —Ella se llevará unas nalgadas cuando lleguemos a
casa— dice Forest. —Tú no irás a ningún lado sin alguno de nosotros.
Debería enojarme por su comentario, pero no quiero ir a ningún lado sin
ellos. No debería haber salido esta mañana sin que uno de ellos me
acompañe. Ellos me hacen sentir protegida y amada.
—Traigan mis cajas— Murmuro mientras me enterraba en el cuello de
Finn, sin querer dejar mis golosinas atrás. —No puedo cambiar— les digo
mientras nos dirigimos hacia el auto. Finn entra y no quiero soltarlo hasta
que Flint se encarga de mí levantándome en su regazo. Voy
hacia él fácilmente mientras envuelvo mi cuerpo alrededor del suyo.
—No necesitas cambiar— dice Flint besándome en la frente. Muchas
shifters pueden cambiar cuando están embarazadas pero los conejos no.
—Me pregunto que serán ellos— no estoy segura si tendremos lobos o
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conejos.
—Ellos serán perfectos— dicen todos a la vez, y yo sonrío. Me siento y
miro a mis compañeros.
—Así que ¿cuán loco cada uno de ustedes se volvió cuando despertó y vio
que yo no estaba?
Bromeo mientras gruñidos llenan el automóvil.
—Yo buscaré los pasteles de zanahoria de ahora en adelante— ladra Finn.
Yo ni siquiera me sobresalto. Sus gruñidos y ladridos no me asustan. De
hecho, me contoneo sobre Flint, encendiéndolo. Un gruñido bajo suena en
su pecho cuando huele mi necesidad.
—¿Necesitas liberarte?" Flint acaricia mi cuello antes de darle un pequeño
mordisco.
—Prepárala para nosotros— gruñe Finn.
—La quiero mojada para nosotros— agrega Forest.
—Yo estoy aquí— les digo mientras Flint desliza su mano bajo mi falda. El
sonido de mis bragas siendo rasgadas hace eco dentro del auto. Él se los
arroja y sé sin mirarlos que uno de mis lobos se la arrebató.

—Mierda— gime Flint cuando su mano toca mi coño. El olor del deseo y la
necesidad llenan el interior del auto. Mi cabeza cae hacia atrás mientras
Flint comienza a acariciarme y Finn se inclina hacia mí besando mi cuello.
—Los necesito— les digo. Yo quiero a Forest también, pero él está
conduciendo.
Justo en el momento en que estoy pensando en eso, el auto comienza a
detenerse. Forest me agarra, sacándome del auto y los dedos de Flint
abandonan mi núcleo. Yo gimo queriéndolo de vuelta.
Mis ojos se agitan abiertos y veo que estamos en casa. Forest me lleva
adentro con mis otros ardientes lobos siguiendo sus pasos. Me lanza sobre
nuestra cama y los miro a los tres. Están parados al borde de la cama con
miradas intensas y hambrientas en sus rostros.
—¿Estás lista para nosotros?
Doy un giro, me apoyo sobre mis rodillas. Miro por sobre mi hombro
—La cuestión es…— digo, haciéndoles un guiño. —¿Están ustedes listos
para mí?
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Epílogo - FLINT

Un año después…
Levanto la mirada para ver a Luna sentada en el porche con Finn. Los dos
se dan un beso antes de poner atención de vuelta a nuestros bebés.
Nuestros cuatro cachorros duermen
tranquilamente en sus moisés mientras Luna y Finn los hamacan
suavemente.
Forest emerge desde la casa cargando una bandeja de tazas y Luna se
inclina para darle un beso. Ella toma una de las tazas y camina hacia mí
dándome un beso y pasándome el chocolate.
—Estoy triste al ver el jardín acabarse por este año— dice ella mirando
hacia el suelo desnudo.
Yo me ocupé de recoger los últimos vegetales invernales que ella plantó
para nosotros y estoy cubriendo la parcela hasta la primavera.
—Lo bueno es que tienes una casa ecológica para jugar dentro— le digo,
guiñándole.
—A ustedes chicos sí que les gusta sorprenderme— sus mejillas se
sonrojan y puedo oler su excitación al recordar lo de ayer.
Inhalo profundamente y lamo mis labios. —Es hora de alimentar a los
bebés de nuevo. Tu leche está viniendo rápidamente.
Ella reacciona, sintiendo sus pechos y asintiendo. —Nada como unos lobos
hambrientos para mantenerme como proveedora.
Caminamos por el porche donde nuestros cuatro bebés duermen. Fuimos
bendecidos con tres niños y una niñita. Y ellos son tan bellos como su
madre.
—Creo que la pequeña Lara puede ser la más hambrienta del grupo— dice
Forest acercándose a Luna y envolviendo sus brazos alrededor de ella.
—Nuestra hija es igual a su mamá.
—¡Hey! Lara puede terminar siendo un lobo. Ustedes chicos aun no lo

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saben. Ella todavía no
ha cambiado.— dice Luna en su defensa, cruzando los brazos.
—Bebé, nosotros podemos olerla. Ella es totalmente coneja— dice Flint.
—Sí, ella es adorable— murmura con adoración, pasando sus nudillos por
los cachetes de Lara y sonriendo.
—Por suerte tiene tres hermanos para ayudar a protegerla.— digo yo,
levantando a dos de los niños, Rain y River. Me siento en la mecedora y los
sostengo contra mi pecho. Forest toma a nuestro tercer hijo, Rocky,
mientras Finn levanta a Lara.
Luna se tiende en el gran sofá que tenemos en el porche cubierto y abre su
blusa para alimentarlos. Nuestra tierra está ubicada en el medio de la nada
pero aun así observo alrededor para asegurarme que nadie está mirando.
Nosotros amamos ver a Luna alimentar a nuestros pequeños y tomamos
turnos para sostener a los bebés hasta que llegue su vez. Una vez que ella
está acomodada, Finn le pasa a Lara y toma a River de mis brazos.
Es momento de unirnos mientras rodeamos a los cachorros y pasamos
tiempo con cada uno de ellos. Es también el momento en que sentimos el
aroma de la leche del pecho de Luna que nos vuelve locos. Es tan relajante
y nos pone en un estado comatoso. El aroma ayuda a dormir a
los bebés y nosotros disfrutamos también de ese beneficio. Cuando es
hora de ir a la cama, nosotros comemos, tomamos un turno para chupar su
coño y luego nos tomamos un trago.
Luego, nos amontonamos en la cama, la acurrucamos a nosotros hasta
llegar la mañana. Por lo que hemos oído, esto es normal en shifters
después de que nacen los bebés.
La vida es simple ahora y es más perfecta de lo que alguno de nosotros
hubiera esperado.
Hemos hecho un hogar en Gray Ridge e, incluso Snow y Koda se han vuelto
parte de la vida de nuestros hijos. Mirando solo hace un año hacia atrás,
nosotros estábamos preocupados porque no sabíamos si podríamos
mantenernos juntos y ahora los tres estamos unidos a nuestra compañera
como si fuéramos uno solo. El tiempo trae regalos inesperados y, mientras
miro a mis hermanos y a Luna, no puedo evitar pensar cuan verdadero es
eso.
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—Te amo— dice Luna mirando a los bebés y luego a nosotros. —Los amo
a todos.
La vida es malditamente genial.

Epílogo - LUNA

Cinco años después…


Despierto sobresaltada por una lengua entre mis piernas. Cierro mis ojos y
lanzo un murmullo mientras me acurruco en la almohada y Finn come mi
coño. Yo sé que es él así como reconozco el toque de cada uno de mis
compañeros. Finn ama ser el primero en comerme por la mañana así que
yo me tiendo y disfruto.
De repente su lengua se detiene y su nariz presiona en mis pliegues.
—Oh, diablos— el susurra, y siento a mis otros compañeros moverse.
Yo siempre duermo de espaldas con uno de ellos a cada lado y otro entre
mis piernas.
Aunque durante la noche algunas veces cambiamos de posición
dependiendo de si alguno de ellos quiera tomarme, pero la mayor parte
del tiempo tenemos nuestro auto-nombrado amontonado perruno.
— ¿Qué?— digo, levantándome.
—Vas a entrar en celo— gruñe Forest mientras inhala profundamente.
Mi sentido del olfato aun no es tan bueno como el de ellos pero puedo
escuchar a un venado caminando entre el follaje en el otro extremo de
nuestra propiedad.
—Mierda— exhala Flint y se levanta, besando mis pechos y tomando un
pezón con su boca.
— ¿Recuerdan cuantas veces tuvimos que follarla cuando ella entró en
celo?
Fin gruñe de deseo y se sienta. Miro hacia abajo y veo su polla dura y
pulsante mientras desliza su mano de arriba abajo por toda su longitud.

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— ¿Estás seguro? Yo no siento ningún…— justo cuando las palabras salen
de mi boca un cálido cosquilleo comienza a deslizarse por mis muslos.
Gotas de sudor detrás de mi cuello hasta mi pecho aumentan rápidamente.
—Oh, Dios.
—Sosténganla abajo, chicos. Este se viene intenso y rápido.
Instintivamente Forest y Flint agarran mis brazos y piernas, clavándome a
la cama mientras
Finn presiona su larga y gruesa polla en mi coño. Yo estoy empapada
mientras la necesidad crece en mi interior y estar llenada por mi
compañero hace poco para aliviar esa necesidad.
—Venirse es la única forma que la hará sentirse mejor— dice Forest
soltando su agarre de mi muslo para acariciar mi zona baja del abdomen.
—Mierda, ella está apretada— gruñe Finn mientras me folla duro. Él
martillea dentro de mi coño y los otros dos abren aún más mis muslos para
él. —Tan malditamente mojada, mírenla tomarlo todo.
Miro hacia abajo adonde estamos conectados y puedo escuchar cuan
resbaladiza estoy.
Debería estar avergonzada pero, Dios, yo solo quiero que él siga dándole
duro.
El primer clímax me golpea y mi interior pulsa alrededor de la polla de Finn
sacándole tanto semen como pueda. Puedo sentir sus calmantes chorros
cubriéndome pero no es suficiente.
—Déjame tomar mi turno— masculla Flint y los dos cambian de lugares.
Finn cae sobre la cama sintiendo aun su polla cubierta de líquido mientras
Flint comienza a follarme como un tren.
—Mierda, la necesito de nuevo pronto, hermano. No nos hagas esperar—
dice Finn.
—Usa su boca, Forest es el próximo— dice Flint con un gruñido
llenándome con su semilla.
Finn se acerca y yo abro mi boca hambrienta, tomando su polla hasta el
fondo de mi garganta.
Puedo saborear nuestros sabores en él y gimo.

Otro chorro de semen me llena y tengo dos orgasmos más antes que
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Forest tome su turno. Él no es tierno mientras martillea en un ritmo
castigador dándome su semilla también. Su chorro es más grande porque
ha tenido que esperar más, eso relaja mi coño, solo por un momento.
Pero puedo sentir otro orgasmo construyéndose así que él me da más.
—Diablos, ella se está viniendo en toda mi polla y todavía ruega por más.
¿Pueden olerlo?— pregunta Forest, inhalando.
—Mierda, ella está ardiendo— gime Finn mientras chupo su polla.
—Es mi turno— gruñe Flint mientras él y Forest cambian de lugar.
Flint parece no tener suficiente follandome mientras mis otros dos
compañeros están felices dejándole hacerlo por el momento mientras yo
los chupo a los dos.
—Modérate, hermano— dice Forest. —Tomaremos turnos toda la noche.
La imagen de los tres tomando turnos en mí me provoca otro orgasmo que
corre por mi cuerpo. No hay nada más caliente que tener a los tres
hablando sobre lo bien que me sienten y cuanto me quieren mientras
llevan al orgasmo, adoro la manera en que los tres trabajan como
uno solo para darme orgasmos durante mis etapas de celo. Estos son
incluso peores que la mayoría porque soy un shifter conejo, pero mis lobos
se ocupan de eso todas las veces.

Mientras Flint me hace llegar tres veces más antes de pasar el turno a Finn,
pienso cuan afortunada soy de tener tan amorosos compañeros. No sabía
siquiera si mi deseo de tener un compañero algún día se volvería realidad,
pero, sucedió. No solo conseguí uno sino tres lobos malos.

FIN

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