encantaban los video juegos, así que sus papás le compraban muchos para que fuera feliz, pero estos no eran los videojuegos que conocemos comúnmente. Estos eran los planetas. Si, su juego preferido era controlar todos los planetas del sistema solar, Toby era el mejor jugador que hubiera existido, pasaba muy fácilmente de nivel y ganaba rápido cada juego que empezaba. Un día le tocó jugar con un planeta que para él era extraordinario, tenía como nombre PLANTEA TIERRA. En este, su misión era luchar contra un virus llamado COVID -19, este virus era muy fuerte, por esta razón no podía pasar al siguiente nivel, el niño se sentía angustiado, no podía dormir pensando en una estrategia para ganarle a aquel virus tan, pero tan complicado. Cuando llegó al segundo nivel, el virus atacó a mucha gente y millones de personas fallecieron. A las pocas personas que quedaban, Toby les puso un solo deber: ¡quedarse en casa y lavarse las manos frecuentemente! De este modo, con la ayuda de todos, logró vencer el virus y comprendió que hubiera sido imposible lograrlo sin la ayuda de ellos. Años después la gente se fue multiplicando y los más viejitos empezaron a contar aquella historia a sus nietos antes de irse a dormir para que nunca olviden que las dificultades por las que pasaron en aquel año 2020