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Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). En sus cuatro años de gobierno lo negativo que
tuvo fue el índice de desarrollo humano, el tema de la seguridad sobre violencia armada y
desarrollo, la educción, de empleo y el aspecto económico todo esto tuvo negatividad en su
gobierno ya que aumento más, sin embargo por otra parte tuvo un positivismo en su gobierno
como el programa de Mi Familia Progresa el primer programa que se hace contantemente; se vio
esfuerzo en la política de gratuidad con respecto a la educación y salud, dado por los diversos
programas sociales; en cuanto a la educación se alcanzó casi todo el total de cobertura en la
enseñanza y el incremento a la alfabetización de personas; hubo una reducción de la tasa de
mortalidad de niños menores; y respecto al tema de macroeconomía se mantuvieron estables.
Fundo la Escuela de Educación Física, aumento el salario del campo, firmo el tratado de libre
comercio, construcción de empresas de la comunidad indígena, hizo viable los Acuerdos de Paz,
comenzó una campaña de alfabetismo, se propuso la reforma Electoral de partidos políticos, ley
del ejército.

Gobierno de Otto Fernando Pérez Molina (2012 – 2015)


Sus padres fueron Jaime Pérez Marroquín y Victoria Isabel Molina, y el menor de tres hermanos,
recibió la educación primaria en el Instituto Normal Casa Central y la secundaria, mediado un año
formativo en El Salvador en los años de 1965 y 1966, y en la Escuela Politécnica en la Ciudad de
Guatemala. Fue a los 15 años de edad cuando inició su vida con la milicia de más de tres décadas
de duración. En 1971 contrajo matrimonio con Rosa María Leal Flores, una joven de 17 años; la
pareja concibió dos hijos, Otto Fernando, en 1972, y Lisseth, en 1973. En ese mismo año recibió
la graduación como caballero cadete y a continuación ingresó en el Ejército de Guatemala. Sus
servicios estrictamente castrenses se conjugaron con un adiestramiento técnico de alto nivel y
una sólida capacitación académica, como correspondía a un joven oficial con ganas de ascender
en la profesión. Pérez Molina pasó por la célebre Escuela de las Américas, en la Zona del Canal de
Panamá. Fue también alumno del IADC, en Washington. A lo largo de los años, Pérez se preocupó
de enriquecer su currículo. Así, ya en la década de los noventa, cursó estudios empresariales en
la INCAE Costa Rica, y en la Universidad Francisco Marroquín, donde egresó con un máster en
Relaciones Internacionales. Realizó acciones de campaña en los años de la lucha contra las
guerrillas, que en 1982 pasaron a coordinarse bajo la sombrilla de la Unidad Revolucionaria
Nacional Guatemalteca (URNG). Entre las décadas de los setenta y los ochenta tuvo los cargos de
oficial, primero con el rango de teniente, después como capitán y luego como mayor, recibió
entrenamiento como paracaidista y fue instructor de soldados Kaibiles. Dirigente político con
aspiraciones presidenciales, Pérez fue insistentemente señalado por sus detractores como uno de
tantos militares implicados en violaciones de los Derechos Humanos e incluso en la comisión de
masacres de paisanos, la gran mayoría indígenas mayas y campesinos. En 1983 Pérez secundó el
golpe de Estado del ministro de Defensa, general Óscar Humberto Mejía Víctores, el cual depuso
al presidente y general Efraín Ríos Montt, con esto Pérez, ya con el rango de coronel, se convirtió
en el jefe del Estado Mayor personal del general Héctor Alejandro Gramajo Morales cuando este
alto oficial fue nombrado ministro de Defensa. En 1993, sin vacilaciones, rehusó acatar el
autogolpe autoritario del presidente civil, Jorge Antonio Serrano Elías, que dos años atrás le había
confiado un puesto clave del alto mando militar, la poderosa Dirección de Inteligencia (D-2) del
Estado Mayor de la Defensa Nacional. En el año 2000 Pérez, a punto de entrar en la cincuentena
de edad y sin haber completado los 30 años de carrera en la oficialidad del Ejército, tomó la
decisión de darse de baja del mismo y colgar el uniforme para llevar a la práctica un proyecto
personal que venía acariciando desde hacía tiempo: entrar en la política profesional al frente de
su propia agrupación. En reconocimiento a los servicios prestados, el Ejército le distinguió con la
Cruz del Mérito Militar, la más alta condecoración castrense. El proyecto político del general
retirado empezó a sustanciarse a finales de 2000 con la formación de un comité organizativo del

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