Las deficiencias de la educación en el Perú se van haciendo cada vez más
notorias, principalmente por el contraste con el crecimiento económico que experimenta el país desde hace una década. Esta preocupación se ha manifestado especialmente en los últimos años, en los que, significativamente, se han multiplicado las instituciones privadas dedicadas a brindar educación escolar, y que responden a la creciente demanda de educación en todos los sectores. De esta forma Si solamente contáramos la cantidad instituciones educativas, podríamos creer que en el Perú la educación no nos falta, sino que hasta nos sobra, de todo esto surge una pregunta ¿cómo vamos en educación? Porque al existir una gran cantidad de instituciones educativas no necesariamente refleja que la educación va por buen camino. Los avances en la educación dependen de todos los actores de la comunidad. Como parte de ella, las familias buscan proporcionar una educación de mayor calidad a sus hijos. El aumento de las matrículas privadas puede ser respuesta a esta búsqueda, pero asumiendo que el incremento de la inversión privada en educación se relaciona con la calidad (Minedu, 2017). Sin embargo, no se puede afirmar tampoco que falte inversión privada ni que esta se encuentre limitada por la regulación estatal. Al haber tanta demanda por educación de calidad, y hallándose tan poco valorada la educación pública, la creación de instituciones educativas con fines lucrativos ha proliferado en respuesta a un nicho amplio y sumamente rentable. Pero hay una gran brecha entre la cantidad de centros educativos y la calidad educativa, una brecha que reafirma la diferencia de oportunidades entre quienes nacen con ventajas y quienes lo hacen sin ellas. Ello debido a que el servicio educativo implica una asimetría de información entre el proveedor y el usuario. En efecto, si bien con justa razón los padres prefieren poner a sus hijos en un colegio privado apenas se encuentran en la posibilidad de pagar uno, no tienen suficiente información sobre la calidad de la educación que se ofrece, y carecen de la capacidad de evaluar si la educación que recibe el niño o la niña vale el precio que se está pagando. Son varias las evidencias que demuestran que el desempeño escolar peruano está muy por debajo de los estándares. Por un lado, las pruebas PISA colocan a los estudiantes de la región entre los peores indicadores educativos del país. También Los resultados generales de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) de segundo grado de primaria para el periodo 2007-2010 muestran los niveles en los que se encontraba entonces la Región Puno (ver los cuadros 1 y 2), habiendo problemas incluso para conseguir una muestra representativa suficiente los años 2008 y 2010 debido a la resistencia de los docentes a aplicar la evaluación, por lo cual no se consignan resultados regionales en esos años.(GP Cuidadana, 2016) Otra característica que podemos observar en la educación en la región de Puno es que en los últimos años se ha podido observar que mucho estudiantes o mejor dicho padres optan por trasladar a sus hijos a centro educativos privados, pero, si el traslado de un modelo de educación pública a un modelo de educación privada fuera suficiente para revertir los males de la educación, el Perú no estaría experimentando esta tendencia. (Salas, 2018) Como se puede observar, la oferta educativa en el Perú es alta. Nuestra crisis educativa no se debe a la falta de centros de formación. La educación, especialmente la de nivel escolar, se está privatizando de facto y de manera progresiva como consecuencia de dos factores: por un lado, más familias poseen capacidad para poner a sus hijos en colegios privados, lo cual es cubierto por una creciente oferta; por otro, la educación pública no ha mejorado significativamente a pesar del crecimiento económico, con lo cual la percepción de su ineficiencia se ha mantenido. Un inconveniente es que desafortunadamente, se pone poca atención a los conceptos y el desinterés en la investigación teórica han incentivado que buena parte de las propuestas educativas surjan de la improvisación y la intuición. En cuanto a las escuelas, la mayoría se encuentran mal equipadas y ostentan un bajo desempeño académico, poseen una limitada infraestructura (muchas veces se trata de casas o edificios adaptados sin espacios para la recreación o con zonas peligrosas)
Pero la educación no consiste en transmitir conocimiento ni satisface las
necesidades de información. Para ello bastan los medios electrónicos, las revistas y los libros, que pueden ser consultados en cualquier momento. La educación es, en cambio, el desarrollo de las capacidades humanas, y no tiene como principal finalidad mejorar la productividad u obtener mayores ingresos, sino aprender a vivir una vida plenamente humana. Entender la educación de esta manera no es en absoluto una frivolidad; es, por el contrario, urgente para la supervivencia de nuestra especie y la sostenibilidad Es innegable la crisis educativa y política en muchos países latinoamericanos, por ende, es evidente la crisis de la educación en la región Puno, porque los problemas a los cuales se enfrentan los pueblos subalternos en América Latina y específicamente el altiplano, son superlativos. Conociendo esa realidad, es necesario insertar la teoría y pedagogía crítica como cánones-patrones-arquetipos-paradigmas en los estándares curriculares que plantea el MINEDU y otras entidades circunscritos al sistema educacional peruano-puneño. Por tanto, el pensamiento crítico debe ser el punto neurálgico insertado en las ciencias sociales y las humanidades con rasgos fundamentales. Bajo esta línea, la educación sigue y seguirá siendo el problema y la posibilidad de alcanzar a una democracia justa, el camino de poder incluir a los que menos tienen a un futuro común, una educación que incluya, respete y valore las condiciones y múltiples formas de vida. Para finalizar, es indiscutible que, en la actualidad, aun persistan disparidades educativas entre las zonas rurales y urbanas, educación pública y educación privada, pero desde nuestra óptica, las enormes barreras de ambas áreas terminan con el pensamiento crítico, pensamiento que nos conduce a formar nuevos espacios de diálogo y discusiones desde la cotidianidad. Bibliografía GP Cuidadana. (2016). DE LA EDUCACIÓN EN PUNO El currículo y la identidad como ejes del cambio. http://www.grade.org.pe/forge/descargas/Educacion-en- Puno.pdf Minedu. (2017). Puno ¿cómo vamos en educación? Unidad de Estadística. Ministerio de Educacion, 2. Salas, D. (2018). El Desafío de la Educación en el Perú. 30–34. http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/strategia/article/viewFile/17959/18210