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ANTECEDENTES DE LA CRISIS POLÍTICA DEL EJECUTIVO

El 2020 la perpetua crisis entre el ejecutivo y legislativo se reabrió con un nuevo proceso de
destitución contra el presidente Martín Vizcarra, con acusaciones por corrupción y una
oposición implacable sin miedo a la inestabilidad en medio de la crisis del COVID-19.

Podemos situar el último periodo inestabilidad política en Perú en el año 2016, tras el triunfo
de Pedro Pablo kuczynski, cuyo partido logró el control del Congreso.

Tras numerosos enfrentamientos, Kuczynski renunció en marzo del 2018 para evitar que el
Congreso lo destituyera por los vínculos empresariales que tuvo con la constructora brasileña
Odebrecht. Esto semanas antes de superar otra “moción de vacancia”.

La jefatura de Estado fue asumida por el vicepresidente Vizcarra, quien empezó a protagonizar
enfrentamientos con la oposición fujimorista, que se fueron agravando hasta que el
mandatario disolvió el Congreso en septiembre de 2019, y convocó a elecciones legislativas
que se celebraron en enero de 2020.

Pese al cambio de representantes en el Congreso que desplazó al fujimorismo, nos vimos en


un nuevo escenario con nueve bancadas en el Legislativo, pero ninguna representaba al
Gobierno. Se abre el enfrentamiento con el Ejecutivo por la aprobación de leyes tildadas de
populistas, situación aunada al estallido de la Pandemia.

En setiembre de 2020, un sector opósitor liderado por el partido Unión por el Perú (UPP)
presentó un primer pedido de destitución tras conocerse una serie de grabaciones
clandestinas en las que el mandatario parece querer ocultar su vínculo con la contratación del
cantante Richard “Swing” Cisneros en el Ministerio de Cultura. Tras días de incertidumbre, la
mayoría de congresistas rechazó la destitución señalando que la razón era mantener la
estabilidad del país en medio de la crisis sanitaria y después de que se revelara que el
presidente del Congreso, Manuel Merino, uno de los impulsores del proceso y quien asumiría
el Gobierno, buscó el apoyo de jefes militares. Ante este comportamiento el ministro de
Defensa, Jorge Chávez en entonces ministro de Defensa, dijo que su comportamiento no sólo
“fue imprudente y fuera de lugar, sino que colisiona con el orden democrático”.

Un mes y medio después del anterior proceso, el Congreso aprobó un segundo pedido de
destitución contra el presidente Vizcarra por un presunto caso de corrupción cuando éste era
gobernador de la región Moquegua entre en 2011 y 2016. Este pedido contó también con el
patrocinio de UPP y respondió a la denuncia de que el presidente recibió pagos millonarios a
cambio de conceder obras públicas en Moquegua, de acuerdo a las declaraciones de varios
aspirantes a colaboradores de la Justicia.

Los testigos acusaron al presidente Vizcarra por dos casos distintos vinculados al denominado
“club de la construcción”, la supuesta asociación ilícita de varias empresas de infraestructuras
peruanas para repartirse licitaciones públicas a cambio del pago de sobornos. El 09 de
noviembre de 2019, 105 congresistas votaron a favor de destituir al jefe de Estado por su
“incapacidad moral permanente”. Al día siguiente asumió la presidencia Manuel Arturo
Merino, por disposición de la Constitución, y con menos de una semana en el gobierno, se
vivió una gran crisis, una ola de manifestaciones consecutivas que provocaron víctimas
mortales y un número indeterminado de heridos. Se produjo la renuncia de la mayoría de sus
ministros y acorralado Manuel Merino renunció.
En este contexto, se hizo esperar un pronunciamiento del Tribunal Constitucional que
esclarezca cuándo puede ser utilizado el supuesto constitucional por incapacidad moral
permanente, ¿qué medios de defensa quedan para los próximos presidentes del Perú que se
enfrenten al proceso de vacancia por parte del Congreso? En el caso del presidente Vizcarra, el
órgano supremo de interpretación y control de la Constitución declaró improcedente la
demanda interpuesta por él. De haber sido procedente, la demanda hubiera permitido al
Tribunal interpretar el artículo de la Constitución que utilizó el Congreso para destituir al
exmandatario y determinar los parámetros sobre los que existe o no incapacidad moral
permanente.

Era imperiosa entonces la necesidad de contar con un nuevo jefe de Estado, es así que, tras la
renuncia de Manuel Merino, el Congreso se puso en la tarea de designar un nuevo titular de la
Mesa Directiva, en un primer momento rechazó elegir a Rocío Silva-Santisteban como la nueva
titular y por lo tanto como la nueva presidenta del país, y finalmente designó a Francisco
Sagasti como presidente, con 97 votos de los 123 parlamentarios que votaron sobre un total
de 130, presidente vigente hasta el momento de la redacción del presente trabajo.

El analista Alonso Gurmendi Dunkelberg, señaló “Creo que esta es la crisis democrática y de
derechos humanos más grave que hemos visto desde Fujimori”, refiriéndose a los hechos de
violencia producto de los seis días de protestas por el ascenso al gobierno de Manuel Merino.
Sin embargo, la situación actual es la suma de cuatro presidentes en un período de cinco años,
que con justa razón causaron gran inestabilidad política, en medio de la pandemia global
donde Perú es uno de los países más afectados por el Coronavirus en todo el mundo, a esto se
suman las graves consecuencias económicas y sociales que difícilmente pueden ser manejadas
por un gobierno provisional.

Pareciera que Perú vive un momento de convulsión política tras años en los que los
presidentes cumplían los cinco años de gestión. A sólo meses de nuevas elecciones generales,
para un gran sector de la población se hizo innecesaria la remoción del presidente Vizcarra,
conforme lo observado en las múltiples protestas a nivel nacional, comparte esta posición Sara
Brombart, representante en Lima de la fundación Friederich Ebert Stiftung, por considerar que
este tipo de conflictos entre poderes, en medio de una Pandemia, solo desvían los esfuerzos
que deberían estar centrados en la crisis sanitaria.

A continuación, desarrollaremos gobierno a gobierno como se produjo la crisis que afronta el


ejecutivo desde el 2016, por fines didácticos, separamos cada período con sus particulares
características haciendo énfasis en el aporte que tuvieron los diferentes agentes políticos, e
incluso la población.

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