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Siete presidentes piden la libertad de Boudou

Por Santiago Gómez


Desde San Pablo

Cinco expresidentes, un juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, excancilleres de la


región, exministros de Brasil, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, el líder del
Movimiento Sin Tierra de Brasil, la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, diputados, la
intendenta de Quilmes, periodistas, artistas, intelectuales, están entre los cientos de personas que
firmaron una solicitada pidiendo la libertad de Amado Boudou, exvicepresidente y exministro de
economía de Cristina Fernández de Kirchner, víctima de una guerra judicial que se sirvió de testigos
comprados para condenarlo.

“La persecución política contra militantes y dirigentes de la experiencia kirchnerista persiste en la


Argentina a pesar del triunfo popular en las últimas elecciones. Estamos en presencia de una guerra
que se despliega a través de medidas judiciales, fabricación de noticias que manipulan la opinión
pública y el intento de crear un clima de odio e intolerancia en la población. Es una guerra que,
según se va esclareciendo, floreció durante el gobierno de Macri bajo la supervisión de varios de
sus funcionarios principales, incluido el propio presidente. Medios de comunicación monopólicos y
segmentos corrompidos del poder judicial han generado una estrategia común que envenena la
atmósfera política”, señala el primer párrafo de la solicitada que firmaron Luis Inácio Lula da Silva,
Dilma Rousseff, Manuel Zelaya, Fernando Lugo y Ernesto Samper.

Cabe recordar que la mayoría de esos dirigentes fueron víctimas de Lawfare, persecusión judicial,
estigmatización mediática, golpes de Estado y prisiones. Zelaya en Honduras fue el primero en
sufrir el golpe de Estado en 2009 en Honduras, sobre el que Hillary Clinton contó la participación
de los Estados Unidos en un libro de memorias. Le siguió Fernando Lugo en Paraguay, destituido
en 2012 por el parlamento a través de los llamados golpes de Estado blando. Le siguió Dilma
Rousseff, quien también fue sacada de la casa de gobierno por un manipulado e injusto juicio
político. Lula fue detenido sin pruebas por quien después de condenarlo asumió como ministro de
justicia de Jair Messias Bolsonaro. Cabe recordar que Liliana Ayalde fue embajadora de los Estados
Unidos durante la preparación del golpe en Paraguay y Brasil. En declaraciones a Brasil de Fato,
portal de noticias brasilero, Lugo señaló que el golpe en Paraguay fue no solo contra los
desposeídos de su país, cuanto contra la integración regional, el Mercosur, la UNASUR y la
CELAC.

El excanciller de Lula y exministro de Defensa de Dilma, Celso Amorim, también se sumó al


pedido de libertad al exvicepresidente argentino. Los excancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño y
Guillaume Long, y el excanciller de Paraguay, Jorge Lara Castro, también sumaron su apoyo. Desde
Brasil también pidieron la libertad de Amado Boudou el líder del Movimiento de Trabajadores
Rurales Sin Tierra (MST) y de la Vía Campesina, João Pedro Stédile, la diputada y presidenta del
Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, y los exministros en gobiernos de Lula y/o Dilma:
José Dirceu, ministro de la Casa Civil; Guido Mantega, de Economía; Carlos Gabas, ministro de
Previsión Social y Aviación Civil; Alexandre Padilha, de Salud; Humerto Costa, de Salud;

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