Introducción a la ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL

Relación Histórica entre Biblia y Pastoral

Desde comienzo del S XX hasta la actualidad la relación Biblia -Pastoral se ha desarrollado

a través de cuatro "paradigmas":

1- APOSTOLADO BÍBLICO: El esfuerzo fundamental se concentra en las traducciones y la

impresión y difusión del texto de la Biblia. Se ve como necesario que se disponga del
texto de la Sagrada Escritura. Es el primer gran paso que posibilitará los siguientes.

2- MOVIMIENTO BÍBLICO: Se da un paso con respecto a lo anterior y se comienza el

“apostolado” con la Biblia. Introducción más específica de la Biblia en la catequesis, sobre
todo en la de iniciación. También se da un fuerte desarrollo con la renovación y
reestructuración de las lecturas bíblicas durante el Año Litúrgico realizadas por
inspiración del CV II. Es el momento del despertar de la formación bíblica que se
plasmará en los modelos posteriores.

3- PASTORAL BÍBLICA: La “pastoral con la Biblia” adquiere una especie de "estatuto"

propio dentro de la pastoral de conjunto. Se la llama también trabajo bíblico pastoral o
ministerio bíblico. Se la ubica al lado de las otras pastorales: juvenil, familiar, de niños,
matrimonial… Es una pastoral “yuxtapuesta” a las otras pastorales. Es el momento del
desarrollo fuerte de los círculos bíblicos o grupos de reflexión bíblica. En muchos
lugares ha sido fuerte el trabajo de las comunidades eclesiales de base.

4- ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL (ABP): Este último paradigma se da dentro de

la pastoral orgánica de la Iglesia. La Biblia “anima”, es “principio vital” de la vida
pastoral de la Iglesia. Desde su ámbito específico que la Escritura, anima a todas las
demás pastorales. También se la suele denominar simplemente “animación bíblica”, o
“animación bíblica de toda la pastoral”, o “animación bíblica de la vida pastoral”, o
“dimensión bíblica de la pastoral”. La ABP no es un grupo eclesial con un "carisma
particular" sino que es una pastoral que debe estar presente acompañando y dando
fundamento a todas las pastorales de la Iglesia.

No es sencillo “establecer fechas” para la consecución de estos cuatro paradigmas. No se

puede hacer una cronología exacta por dos motivos:
● Los procesos se dan de forma distinta en las diversas partes del mundo; las
transiciones son diferentes en forma y en tiempo en las diversas iglesias
particulares.
● Los modelos anteriores siguen coexistiendo integrados y asumidos en los nuevos.
Por ejemplo, el nuevo paradigma de la ABP no puede prescindir de seguir
distribuyendo el texto de la Biblia como lo hacía el antiguo modelo del “apostolado
bíblico”

Identidad, función y misión de la Animación Bíblica de la Pastoral (ABP)

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 “…. la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la
Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente
pura y perenne de la vida espiritual. ….” DV 21 :

El objeto de la ABP no es la Sagrada Escritura, sino la Palabra de Dios contenida

y consignada en ella como fuente de revelación y salvación.

De ahí que la ABP tenga como objetivo fundamental el de procurar que la

Palabra de Dios sea el alma de la pastoral; la savia que corre por el
tronco del árbol que es la Iglesia y llegue a todas sus ramas para nutrir
de vitalidad salvífica la actividad evangelizadora de la Iglesia; “el
corazón de toda actividad eclesial” (VD 1), porque “la Iglesia no vive de sí
misma, sino del Evangelio, y en el Evangelio encuentra siempre de nuevo
orientación para su camino” (VD51)

Se hace, pues necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre
para el encuentro con Jesucristo vivo, camino de “auténtica conversión y de
renovada comunión y solidaridad” (Ecclesia in America 12). Esta propuesta será
mediación de encuentro con el Señor si se presenta la Palabra revelada, contenida en la
Escritura, como fuente de evangelización. Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el

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Pan de la Palabra: quieren acceder a la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a
emplearlos como mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia
evangelización y del anuncio de Jesús a todos. Por esto, la importancia de una “pastoral
bíblica”, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de
interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús u oración con la
Palabra, y de evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra. Esto exige,
por parte de obispos, presbíteros, diáconos y ministros laicos de la Palabra, un
acercamiento a la Sagrada Escritura que no sea sólo intelectual e instrumental, sino con un
corazón “hambriento de oír la Palabra de Dios” (Amós 8,11). (Aparecida, 248)

La identidad de la ABP se deduce de lo que la Sagrada Escritura es en sí misma:

Palabra escrita de Dios (Cf DV 9), inspirada por el Espíritu Santo (Cf DV11) y
confiada a la Iglesia para nuestra salvación (CF DV 21). De estos elementos se
desprenden las tres dimensiones de la ABP que determinan su función y misión
de acuerdo con el siguiente cuadro.

Sugerencias concretas de ABP en perspectiva de pastoral orgánica en las Diócesis,

congregaciones, parroquias, capillas, centros, instituciones, movimientos y
comunidades varias.

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 ● Necesidad de una comisión de ABP a nivel diocesano o al menos un delegado
que pueda ser nexo con el nivel regional y nacional del Dpto de Pastoral y
Animación Bíblica
● Preferentemente independiente, pero en profunda relación, con los Secretariados
Diocesanos de Catequesis. Así se puede evitar más fácilmente que la Biblia sea
entendida como un “apéndice” de la catequesis.
● Se busca que las comisiones tengan una mínima estructura y una máxima
capacidad de servicio y ejecución en sus circunscripciones.
● Sería óptimo que este grupo de personas puedan representar las distintas
realidades de la Diócesis (decanatos, zonas y ámbitos pastorales, etc.).
● Las personas deben tener un mínimo de formación e interés particular por la Biblia y
la inserción de la misma en toda la vida pastoral de la Iglesia.
● La tarea de la comisión de ABP será fundamentalmente de formación integral que
asuma las tres "dimensiones" mencionadas por Aparecida 248: interpretación,
comunión y evangelización. Es decir enseñar a interpretar la Biblia, a orar con la
Palabra y a comprometerse con el anuncio en el propio contexto y realidad.
● En lo teórico-doctrinal se va insistiendo en una lectura bíblica en perspectiva de
Historia de la Salvación dentro de la Tradición viva de la Iglesia. Se intenta
evitar el “biblicismo”, es decir la lectura desencajada de su "casa", la Iglesia con su
Tradición viva y su Magisterio.
● En lo espiritual la línea fuerte que se sigue imponiendo es la de la Lectio Divina en
sus múltiples formas metodológicas de ejercitación personal y/o comunitaria.
● En lo práctico-pastoral se busca responder al desafío de los distintos tipos de
destinatarios: niños, jóvenes, familias, voluntarios de la caridad, encarcelados, etc.
Se tiene en cuenta también los diversos medios técnicos para hacer la animación:
didácticos, visuales, informáticos, etc.
● La comisión bíblica diocesana se hace presente para animar bíblicamente la pastoral
a partir de conferencias, talleres, cursos, semanas bíblicas, exposiciones bíblicas,
congresos, retiros.
● Lo puede hacer en actividades que la misma comisión organice de forma abierta
para todos o algunos destinatarios específicos; o respondiendo a pedidos
particulares de los diversos ámbitos de pastoral.
● Es una comisión de servicio a toda la comunidad eclesial para que la Biblia leída en
la fe de la Iglesia esté en el centro de toda la vida pastoral.

El perfil del Animador Bíblico:

El texto de los discípulos de Emaús en el evangelio de Lc (24,13-35) o el del encuentro de
Felipe con el etíope en el libro de Hechos (8, 26-39) nos brinda pistas para desentrañar la
misión y espiritualidad del Animador Bíblico. Como cristianos nuestra espiritualidad se
enraiza en Jesús. Queremos compartir su fe y seguir sus pasos.

El Animador Bíblico:
➢ Es animado por el Espíritu de Dios
➢ Se pone en camino
➢ Sale al encuentro de las personas y se une a ellos.
➢ Escucha, parte de las necesidades del otro, dialoga

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 ➢ Es paciente y respetuoso
➢ Conoce la Biblia
➢ Anuncia a Jesús a partir de las Sagradas Escrituras
➢ Promueve y facilita el encuentro personal de sus hermanos y hermanas con la
Palabra viva de Dios
➢ Es discípulo y no maestro, busca ser testigo fiel de Jesús.
➢ Esta a disposición para anunciar a Jesús donde el Espíritu lo envie.

Espiritualidad Bíblica del Animador

El animador bíblico no puede separar su espiritualidad de su quehacer pastoral. Asi como
Jesús es referente para los discípulos de Emaús, para Felipe y para nosotros, los
animadores bíblicos somos referentes para los demás.
Es necesario trabajar para
➢ abrir nuestro corazón a la Palabra, para entender en ella el proyecto de salvación de
Dios
➢ meditarla y alimentarse de ella
➢ dejarnos interrogar por la Palabra reconociendo que en ella Dios nos habla aqui y
ahora

La misión de un animador bíblico es servir para la propagación de la Palabra de Dios. No

alcanza con Biblias más accesibles a todos (en precio y traducciones) , es necesario que
surjan Animadores Bíblicos con disposición y vocación para colaborar con la propagación
de la Palabra de Dios para que se haga vida en nosotros y en nuestras comunidades a
través de la reflexión, oración y compromiso.

El libro “Orientaciones Pastorales de Animación Bíblica de la Pastoral para América Latina y

el Caribe” del Ctro de Publicaciones del CELAM, quiere ser un instrumento que ayude a
formar equipos de ABP en las diócesis y parroquias, y a desarrollar proyectos de ABP que
tengan por objetivo principal el de poner la Palabra de Dios en el centro de la vida y de toda
actividad pastoral.
Hemos compartido aquí varios de sus conceptos fundamentales y se ofrece al final de la
publicación varios anexos para formar un equipo de ABP en la diócesis y parroquia como
así también una guía para llevar adelante un proyecto de ABP que se resume en el
siguiente cuadro como herramienta para nuestra actividad pastoral:

Análisis de la Realidad Necesidades de la comunidad y herramientas

con las que se cuentan

¿Cuál? Es importante reconocer cuál de las 3

dimensiones queremos fortalecer

¿Qué? que actividad o estrategia podremos desarrollar

para responder a la necesidad detectada

¿Para qué? Objetivo del proyecto

¿Cómo? Definir los pasos a seguir para llevar adelante el

proyecto

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 ¿Quién? Definir los agentes responsables y los roles a
desempeñar por cada uno dentro del proyecto

¿Para quién? Quienes serán los destinatarios de la actividad

preparada

¿Cuándo? Determinar cuando puede ser el mejor momento

para llevar adelante la actividad propuesta y el
tiempo para realizarla.

Evaluación Es importante revisar el grado de satisfacción de

los participantes, el impacto de la actividad en la fe
de cada uno y en la comunidad, como también el
cumplimiento del objetivo por parte de los
responsables del proyecto.

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