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Desde la etapa de formación del Estado nacional los gobiernos impulsaron la llegada

de inmigrantes europeos para que se incorporaran como mano de obra, pero desde la
expansión de la economía agroexportadora se requirieron más trabajadores.
Los primeros grupos comenzaron a llegar a fines de la década de 1850. Sin embargo,
la gran inmigración se dio entre 1880 y 1914. Esta afluencia masiva de ciudadanos
europeos no ocurrió solo en nuestro país, sino que formó parte de un proceso mucho
más amplio durante el que cientos de miles de europeos atravesaron el océano Atlántico
para instalarse en América
El traslado masivo de personas hacia la Argentina se debió a varias causas; entre ellas:
 En las zonas rurales de algunos países europeos y asiáticos, las pobla ciones
campesinas sufrían hambre y desocupación.
 En algunas ciudades europeas había una excesiva oferta de trabajadores, por lo que
muchos padecían desocupación.
 Las guerras destruían los recursos económicos y obligaban a muchos hombres
jóvenes a ser soldados.
 Existía persecución políticas por estar en contra del gobierno.

Los gobiernos publicitaban en Europa las ventajas que ofrecía la Argentina, desde
descuentos en los pasajes hasta brindar alojamiento a los inmigrantes durante un tiempo.
La Argentina les resultaba atractiva porque ofrecía altos salarios y, además, la
Constitución les garantizaba los mismos derechos civiles que a las personas que habían
nacido en el país. Algunos inmigrantes querían establecerse aquí en forma definitiva.
Otros, en cambio, ahorraban sus salarios para volver a sus países con una mejor
situación económica.

El origen de los inmigrantes

La mayoría de los inmigrantes eran italianos y, en menor medida, españoles. Una


proporción mucho menor provenía de Francia, Rusia, Siria, Gran Bretaña y Alemania, entre
otros países. El censo de 1869 indicó que el 51,8 % de los extranjeros era de origen italiano y
el 24,7 %, de origen español.
Gran parte de los recién llegados se dirigieron a las zonas del país que les ofrecían mayores
oportunidades para conseguir trabajo, como las ciudades de Buenos Aires y Rosario. En el
campo, se establecieron en las tierras más aptas para las actividades agropecuarias y algunos
lograron afincarse en las colonias agrícolas de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y
Córdoba.
Los inmigrantes, por lo general, eran hombres jóvenes que buscaban trabajar
temporariamente durante la época de la cosecha agrícola; por eso, se los llamaba
"trabajadores golondrina". Sin embargo, luego de un tiempo en la Argentina, muchos decidían
traer a su familia e instalarse definitivamente.
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