Está en la página 1de 13

Tipo de texto El texto Propiedades del

texto

Informativo

Narrativo Coherencia

Cohesión
Descriptivo
Adecuación

Argumentativo
Significado

Instructivo Intencionalidad

Poético Progresividad

¿Qué es un texto?

Se entiende por texto una composición ordenada de signos inscritos en un sistema de


escritura, cuya lectura permite recobrar un sentido específico referido por el emisor. La palabra texto
proviene del latín textus, que significa “tejido” o “entrelazado”, de modo que en el origen mismo de
la idea del texto se encuentra su capacidad para contener ideas en un hilo o una secuencia de
caracteres.

De modo que un texto viene a ser una cantidad de enunciados hilados entre sí y ordenados en
base a un argumento (explicativo, narrativo, descriptivo, etc.), empleando para ello un sistema
concreto de signos, que llamaremos lenguaje, y dentro de dicho sistema un código concreto que
llamaremos lengua.

De ese modo, todo texto contiene una serie de mensajes cifrados que el lector debe poder
recuperar, y que puede ser de diversa índole, conforme a los cometidos expresivos de quien lo

Página 1 de 13
redactó: son textos las instrucciones de uso de una lavadora, pero también un poema de amor, las
noticias del diario o un grafiti de protesta en una pared en la calle.

Tipos de textos

Los textos se clasifican tradicionalmente en base a la intención comunicativa que persigue el


emisor, pudiendo hablar por lo tanto de:

Textos informativos. Aquellos en los que se le da al lector una serie de contenidos o


informaciones específicas junto con las herramientas conceptuales o contextuales para
comprenderlos, es decir, se le explica algo concreto. Por ejemplo: un informe técnico, una página de
enciclopedia.

Textos narrativos. Aquellos en los que se detalla una narración, sea real o imaginaria. Por
ejemplo: un cuento, una novela, una crónica de viaje.

Textos descriptivos. Aquellos en los que se brinda una cantidad de detalle respecto de un
objeto o evento específico, aspirando a agotar sus propiedades en algún sentido. Por ejemplo: la ficha
de una obra de arte en un museo, una propaganda de venta de un electrodoméstico.

Textos argumentativos. Aquellos que buscan convencer al lector de alguna opinión, punto
de vista o consideración, respecto a un tema cualquiera, ofreciéndole argumentos y razones. Por
ejemplo: un artículo de opinión, una propaganda incentivando el ahorro energético, un discurso en un
mitin político.

Textos instructivos. Aquellos que le imparten instrucciones precisas al lector, y que están
escritos empleando verbos imperativos. Por ejemplo: una receta de cocina, una señal de tránsito, un
letrero de no fumar.

Textos poéticos o lúdicos. Aquellos cuyo sentido está en la contemplación de la belleza o el


ingenio con que fueron escritos, es decir, apelando al sentido lúdico o estético del lector. Por ejemplo:
un poema, una obra literaria, una adivinanza.

Propiedades del texto

Todo texto necesariamente posee las siguientes propiedades:

Página 2 de 13
Cohesión. Un texto cohesionado es aquel cuyas partes se encuentran unidas lógicamente
entre sí, o sea, que de la lectura de una parte se puede ir a la siguiente de manera ordenada, racional.
La falta de cohesión hace que los textos salten de una cosa a otra, sin ton ni son.

Coherencia. Los textos deben ser coherentes, lo cual significa centrarse en un tema o tópico
sobre el cual van a referirse, sea el que sea. Un texto debería avanzar de a poco hacia la composición
de una idea global, general, a través de la exposición de ideas más pequeñas o sencillas. Pero al final
de la lectura de un texto coherente, uno puede explicar “de qué trata”.

Significado. Todo texto posee un significado a recuperar por el lector, incluso en los más
banales o ineficientes. Pero la escritura nunca carece de significado, pues no tendría nada que
comunicar y la lectura sería imposible.

Progresividad. Un texto ofrece su contenido de manera progresiva, es decir, poco a poco,


una oración a la vez. Por eso para saber todo lo que dice debemos leerlo todo, pues a medida que
avanzamos en la lectura vamos descifrando más y más del contenido de su mensaje, y si nos
conformamos con la primera parte, no lo sabremos todo.

Intencionalidad. Todo texto es escrito con alguna intención comunicativa, o sea, con algún
propósito en mente, ya sea servir de recordatorio, decirle a otra persona que haga algo, o simplemente
entretener. Sea como sea, dicha intención configurará el texto y hará que el emisor emplee unos u
otros recursos en su composición.

Adecuación. Todo texto debe adaptarse a una serie de códigos y preceptos que sean comunes
con su receptor, de manera que éste pueda entenderlo y descifrar su contenido. Esto pasa por el modo
de uso del lenguaje, también por las convenciones del género, etc.

Las estructuras textuales

Superestructura Estructuras textuales Macroestructura

Microestructura

Página 3 de 13
Se entiende por estructuras textuales los modos de organizar globalmente la información en
un texto, tanto en cuanto a la forma como en cuanto al contenido. En otras palabras, las estructuras
textuales hacen referencia a las partes que componen un texto, la denominada superestructura textual,
y también al tema que aborda, la denominada macroestructura textual. La superestructura y la
macroestructura tienen una propiedad común: no se definen con respecto a oraciones o secuencias
aisladas de un texto, sino con respecto al texto en su conjunto o a determinados fragmentos de este.
Esta es la razón por la que se habla de estructuras textuales o globales, diferenciadas de las estructuras
locales o microestructuras en el nivel de las oraciones.

En los modelos textuales de la lingüística anglosajona, y particularmente en el modelo


desarrollado por T.A. Van Dijk (1977, 1978, 1980), el texto es descrito como una unidad de
comunicación que organiza su contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: la
macroestructura y la superestructura textuales. La macroestructura textual da cuenta del contenido
semántico que representa el tema del texto; por ejemplo, el título de una noticia constituye muchas
veces la macroestructura de ese texto periodístico, si resume efectivamente la información presentada
en el cuerpo de la noticia. En cambio, la superestructura textual representa el esquema de composición
del texto, esto es, la forma como el contenido se organiza en partes reconocibles; así, en el texto de
un relato periodístico, la superestructura estará constituida por las siguientes partes: episodio,
antecedentes, reacciones verbales y conclusiones.

La macroestructura y la superestructura, aunque son independientes como estructuras, se


superponen; es decir, las partes del esqueleto formal o superestructura de un texto se rellenan con el
contenido semántico de las macroproposiciones que resumen el sentido del texto o macroestructura.
En el ejemplo del relato periodístico, cada una de las partes de la superestructura (episodio,
antecedentes, etc.) adquiere sentido al relacionarse con los contenidos que conforman la
macroestructura del texto. La suma de los contenidos de cada una de estas partes textuales da lugar a
la macroestructura semántica global.

Otro enfoque sobre el trabajo con estructuras textuales es el desarrollado desde la lingüística
francesa. Tanto Adam (1992) como Charaudeau (1992) han descrito esquemas regulares de
organización de la información en los textos. Adam distingue cinco tipos de «secuencias textuales»
o formas características de estructurar el contenido de un texto: secuencia narrativa, descriptiva,
argumentativa, explicativa y dialogada. A diferencia de las superestructuras textuales, las secuencias
constituyen un nivel intermedio de estructuración, entre la oración y el texto. Por ello, en un mismo
texto, según Adam, coexisten diversas secuencias, aunque siempre haya una que

Página 4 de 13
predomine sobre las demás. Por su parte, Charaudeau (1992) habla de «modos de organización del
discurso», relacionados con funciones textuales como narrar, describir, argumentar, etc.

En la didáctica de lenguas, el trabajo con estructuras textuales ha mostrado ser muy operativo
en los procesos de composición y de interpretación de los textos, pues orientan a los interlocutores en
la construcción del significado discursivo. Además, las macroestructuras y superestructuras tienen no
solo un papel semántico o cognitivo, sino también uno comunicativo, de interacción y, por tanto,
social. Es decir, las macroestructuras definen cuáles son los asuntos más importantes que tratar en
cada género discursivo, y las superestructuras indican cómo organizar eficazmente en partes el
contenido en una determinada situación de comunicación y qué tipo de información se relaciona con
cada parte. Por ejemplo, conocer la superestructura de una carta comercial y saber discriminar las
macroestructuras posibles para llenar de contenido cada una de sus partes aseguran que se consiga el
propósito perseguido. En definitiva, tener en cuenta las estructuras textuales en la producción y
comprensión ha permitido determinar estrategias cognitivas y metacognitivas superiores para el
desarrollo de la competencia discursiva de los aprendientes.

La superestructura

La superestructura es la estructura formal que representa las partes en que se organiza el


contenido de un texto. Es, pues, el esqueleto reconocible que caracteriza un género discursivo, por su
forma habitual y por ello convencional de estructurar la información: organiza las secuencias de frases
y les asigna una función específica en la comunicación.

La superestructura como esquema básico que organiza la información contenida en un texto


lo clasifica dentro de un tipo. Según Van Dijk, determinados tipos de textos responden a un esquema
estructural básico (como la narración o la argumentación), mientras que otros no presentan una
estructura convencional clara (el texto poético, por ejemplo). No obstante, puede distinguirse una
serie de superestructuras convencionales, es decir, que la mayoría de hablantes de una lengua conoce
o reconoce. Algunos autores (Charaudeau, 1992, Charaudeau y Maingueneau, 2002) han planteado
el inconveniente de aplicar la noción de superestructura tanto a esquemas de organización del discurso
muy generales (la narración, la argumentación) como a géneros de discurso particulares (artículo
científico, soneto, etc.). La noción recubre unidades textuales muy diferentes, por lo que parecería
más operativo reservarla para la organización de los géneros discursivos particulares, y trabajar con
el concepto de secuencia textual en los otros casos.

Página 5 de 13
En didáctica de lenguas, las superestructuras esquemáticas ofrecen la posibilidad de elaborar
un texto a partir de un esquema preestablecido convencionalmente. Además, el receptor, mediante el
conocimiento de la superestructura, puede hacer hipótesis antes de la lectura y durante ella sobre el
tipo de información que queda por procesar: por ejemplo, en una receta de cocina, después de los
ingredientes, se esperan las instrucciones sobre el modo y el tiempo de elaboración. Por lo tanto, las
superestructuras organizan cognitivamente el proceso de lectura, comprensión y (re-)producción de
los géneros discursivos. Partir de estructuras globales en la producción y comprensión de textos,
en definitiva, ha permitido determinar estrategias cognitivas y metacognitivas superiores
para el desarrollo de la competencia discursiva de los aprendientes.

Ejemplo:

Página 6 de 13
Superestructura
Macroestructura

La macroestructura textual es el contenido semántico global que representa el sentido de un


texto. Para que un texto se reciba como una unidad de comunicación ha de poseer un núcleo
informativo fundamental, que es el asunto del que trata o tema. La macroestructura textual, pues, es
un concepto cercano al de tema o asunto del texto, reinterpretados en el marco del análisis del
discurso.

La acuñación del concepto macroestructura se debe al lingüista holandés T. A. Van Dijk


(1977, 1978, 1980). Según Van Dijk, el texto organiza su contenido en el plano global en dos tipos
de estructuras: las denominadas macroestructura y superestructura textuales. La macroestructura
constituye la estructura semántica del conjunto del texto; la superestructura representa la forma como
se organiza la información en el texto, esto es, la estructura textual formal. Por ejemplo, en un cuento,
la macroestructura se formula en términos del tema que trata (un viaje iniciático, un descubrimiento,
una relación amorosa, etc.); por su parte, la superestructura define el esquema adoptado para abordar
el tema textual: en el ejemplo, las partes constitutivas del cuento (situación inicial, nudo o
complicación, acciones, etc.). Aunque macroestructura y superestructura se complementan, son
estructuras textuales independientes entre sí. Un cuento tradicional, siguiendo

Página 7 de 13
con el ejemplo, presenta siempre la misma superestructura; en cambio, puede tratar muy distintos
temas, es decir, puede presentar diferentes macroestructuras.

Si una secuencia de oraciones carece de tema global o macroestructura, el conjunto es


percibido como una sucesión de enunciados incoherentes, y, por lo tanto, no llega a constituirse como
texto. La macroestructura, en este sentido, es un mecanismo de coherencia textual. El tema no tiene
por qué estar nombrado explícitamente en el texto: si lo está hablamos de palabra temática u oración
temática, que tiene la relevante función de poner al lector en condiciones de construir la
macroestructura correcta, pues señala el probable tema del resto del discurso, de modo que ya no es
necesario que el lector lo construya.

El concepto de macroestructura es un concepto relativo: hace referencia tanto al tema global


del texto como a temas locales que se desarrollan en determinados fragmentos. Al mismo tiempo, a
modo de muñecas rusas, los subtemas de determinados fragmentos textuales pueden presentar
también otros subtemas relacionados, que constituyen por lo tanto su propia macroestructura. De
todos modos, en sentido estricto, la macroestructura del texto será la más general y global, mientras
que determinadas partes del texto también podrán tener sendas macroestructuras locales. Como
resultado se obtiene una estructura textual jerárquica de las macroestructuras en diferentes niveles.
Dependerá de la extensión y de la diversidad de asuntos que aborde un texto el hecho de que presente
una estructura semántica o macroestructura más o menos compleja y jerarquizada. Las frases del texto
que expresan macroestructuras se denominan macroproposiciones secuencias de oraciones que
resumen la información global del texto y de los fragmentos con entidad temática; a estas
macroproposiciones se llega con la aplicación de las macrorreglas u operaciones cognitivas que
realiza el lector u oyente para extraer la macroestructura de un texto.

El concepto de macroestructura textual ha incidido en las prácticas de comprensión lectora y


en general en el procesamiento de información. Para reducir y organizar grandes cantidades de
información (sea en la producción o en la recepción), es útil conocer los mecanismos por los que es
posible construir discursos coherentes, en tanto que presentan un sentido global, con diferentes
niveles de especificidad o macroestructuras.

Ejemplo:

El aire es esencial en la vida del ser humano, pues le permite respirar y, con ello, llevar a cabo
las funciones básicas de su organismo. Es decir, constituye un elemento sin el cual no podríamos
subsistir. ¿Por qué entonces la contaminación del aire no es una prioridad a nivel

Página 8 de 13
mundial?, ¿por qué los mayores responsables de dicho impacto al medio ambiente no toman acciones
inmediatas? Entendiendo que, en términos globales, las sociedades industrializadas son responsables
del mayor porcentaje de contaminación del vital elemento y que, sin embargo, las consecuencias de
esta las sufrimos todos (estrés, depresión, problemas respiratorios, cáncer, entre otros), ¿no es,
además, una cuestión ética el “hacerse cargo” del asunto?

Le hacemos las siguientes preguntas al texto: ¿De qué o de quién nos habla? “El aire”;
¿Qué es lo que nos dice del aire? “es un elemento vital”.

Macroestructura: “El aire es un elemento vital”

La microestructura

La microestructura textual Expresa gramaticalmente la ordenación de las ideas, la cohesión


y el establecimiento de relaciones semánticas.

Las oraciones se organizan en distintas relaciones: causa – efecto, condición, etc. En este
nivel, los conectores y los signos de puntuación juegan un rol importante. Aspectos: léxico-
semánticos, morfosintácticos, sintáctico, etc.

Construcción adecuada de oraciones y párrafos. Uso apropiado de conectores: coordinantes,


subordinantes, locuciones, etc. Uso adecuado de personas gramaticales: verbos Concordancia de
personas, género y número.

Selección léxica: variantes de lengua. Uso correcto de signos de puntuación. Ortografía y


acentuación.

Es el nivel que conecta proposiciones textuales explícitas mediante relaciones entre argumentos o
conexiones conceptuales como temporalidad o causalidad. Tales conexiones locales se establecen
además mediante distinto tipo de relaciones funcionales como contraste, comparación,
ejemplificación, explicación, etc.;

La microestructura textual es la estructura gramatical y tipográfica del párrafo y está


relacionada con aspectos prosódicos o fonéticos (pausas y entonación), aspectos semánticos (el
sentido de lo expresado) y aspectos estilísticos (la voluntad expresiva del escritor, el uso que el
escritor hace de los signos de Puntuación).

Página 9 de 13
LA MICROESTRUCTURA

Se refiere a:

a) las ideas elementales del texto;

b) la continuidad temática entre esas ideas (progresión temática/hilo conductor)

c) las relacionar entre las ideas en términos causales, motivacionales o descriptivos.

 La macroestructura procede y deriva de la microestructura.

Ejemplo:

Cáncer de ovario: un tumor de difícil diagnóstico

Pese a que el cáncer de ovario es altamente curable si se diagnostica en etapas


tempranas, el 75% de los casos a nivel mundial, se detectan en fases avanzadas.
Esto se debe a que el cáncer de ovario es de difícil diagnóstico, y suele pasar desapercibido para la
mayoría de médicos que no son oncólogos.
El cáncer de ovario no puede detectarse en la exploración física durante la consulta
ginecológica rutinaria, pues crece hacia arriba en la cavidad abdominal. Por otro lado, no produce
dolor ni otros síntomas previos para sospechar de la enfermedad y cuando el tamaño del tumor es
pequeño, no existe ningún marcador tumoral para hacer el diagnóstico.
Actualmente hay algunas técnicas como: diagnosis de imagen TAC, resonancias, o el PET,
con los que se podrían hacer diagnósticos precoces, pero resultan muy caros.
No obstante, países como Inglaterra, están realizando estudios que buscan detectar
tempranamente el cáncer de ovarios, mediante ecografías y marcadores tumorales que se analizan en
sangre.
El cáncer de ovarios afecta principalmente a mujeres entre los 45 y 75 años de edad,
aunque también puede afectar a mujeres más jóvenes. Generalmente, en los estadios iniciales de la
enfermedad, la localización del tumor está en un solo ovario y la probabilidad de curarse es más alta
(90%).
Los factores que predisponen al cáncer de ovario, no están bien definidos. Se cree que existen
factores hereditarios o que hay una relación entre el número de embarazos y la probabilidad de
padecerlo (a mayor número de embarazos, menor probabilidad de sufrirlo). De igual manera,
contrario a lo que se piensa, quienes toman anticonceptivos tienen menos probabilidad de padecer la
enfermedad.

Página 10 de 13
En mujeres jóvenes la existencia de quistes puede ser normal y no tener mayor importancia,
sin embargo las mujeres menopáusicas entre los 50 y 55 años de edad, deben dar seguimiento a estos
quistes, pues podrían derivar en cáncer de ovarios.
En estadios avanzados de la enfermedad, se recurre a la intervención quirúrgica que suele ser
larga y complicada, y posteriormente se sigue con un tratamiento de quimioterapia.
Aproximadamente un 50% de los casos se curan, pero el otro 50% de las pacientes que se
creía habían superado el cáncer, vuelven a recaer o a presentar una recidiva de la enfermedad.
Se ha observado que mientras más tiempo pasa desde la finalización del tratamiento, la posibilidad
de que la enfermedad reaparezca, es menor, aunque nunca es cero.
Situación de enunciación
 Predictiva: En el artículo anterior solo se hace presente una voz, la del periodista o
columnista que hizo el escrito.
 Apreciativa: El artículo tiene un léxico sencillo y claro. Es de carácter informativo, pues da
información generalizada del cáncer de ovario.
 Intencionalidad: El periodista tiene como fin informar al público en general, en este caso a
las mujeres, del cáncer de ovario, sus estadísticas, sus posibles tratamientos y el riesgo de
padecerlos.
Microestructura
*Relaciones léxicas:
-Repetición:
Cáncer de Ovario: 10 veces. Mujer: 4 veces.
Diagnóstico: 5 veces. Enfermedad: 5 veces.
Tumor: 4 veces.
– Sinonimia:

Cáncer de ovario: Tumor, quiste. Diagnóstico: Detectar, exploración física.


-Superordenación:
Actualmente hay algunas técnicas como: Diagnosis de imagen TAC, resonancias. O el PET.
-Generalización: El cáncer de ovario es muy difícil de diagnosticar, pues no se detecta mediante
métodos normales de exploración médica, lo que lo hace uno de los tipos de cáncer con mayores
índices de mortalidad.
*Relaciones Referenciales:
-Referencia:
 La referencia anafórica o anáfora es un mecanismo mediante el cual un elemento del texto

Página 11 de 13
remite a otro que ha aparecido anteriormente, denominado antecedente.

Página 12 de 13
 La referencia anafórica o anáfora es un mecanismo mediante el cual un elemento del texto
remite a otro que ha aparecido anteriormente, denominado antecedente.

Referencias anafóricas Referencias catafóricas


Esto se debe Por otro lado
No obstante De igual manera
Sin embargo Mediante
Pues Se cree
Aunque también Aproximadamente

Página 13 de 13

También podría gustarte