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El hombre en busca de sentido

Escrito por Viktor Frankl –psiquiatra y escritor del siglo XX- quien sobrevivió a un
campo de concentración, debate temas acerca del hombre, desde el punto de
vista psicológico, ya que el autor no dejó de practicar su noble profesión, ni dentro
del campo de concentración.

Viktor Frankl no sólo sobrevivió, sino que lo hizo sin perder un gramo de
humanidad, siempre reflexionando sobre el sentido de su existencia, sobre la
naturaleza humana, sobre la libertad misma, sobre aspectos propios del filosofar,
propios de un hombre libre. De hecho plantea teorías acerca de la libertad de
pensamiento, aquella libertad que jamás perdemos, aun en las más remotas
circunstancias, puesto que aunque seamos tratados como bestias, aunque nuestra
dignidad o nuestros derechos sean pisoteados de las formas más viles… existe
dentro de nosotros una cualidad que jamás perderemos, una cualidad inherente al
hombre, la libertad de pensar y sentir.

Dentro de su ensayo, Frankl no pretende dar a conocer los horrores dentro de


un lugar como aquel, sino más bien dar cuenta de las reacciones humanas ante
tales hechos, es decir como va a reaccionar el ser humano ante tales actitudes.
Aun así, se cuelan entre líneas algunas de las atrocidades vividas, un ejemplo
claro es el llamado “baño” donde entraba una gran cantidad de personas, pero
nadie salía.

Menciona Frankl que todos aquellos que sobrevivían eran no sólo los más
fuertes físicamente hablando, sino aquellos que tenían una razón por la cual
seguir vivos, una esperanza aunque fuese mínima de un mañana, ayudados
también por su pasado, de alguna forma, puesto que los recuerdos hacían las
veces de faros guías hacia el puerto de estabilidad mental.

También se ve, que aun dentro de las situaciones hostiles que vivían a diario los
presos, estos conservaban, lo que el autor llama “humor macabro” un sentimiento
grotesco creciendo en el lugar donde se encontraba su compasión y algunos otros
rasgos de su personalidad. Podríamos decir que es una de las degeneraciones
que se sufren en estados tales, pero aun así la naturaleza humana se conserva, la
persona sigue siendo persona, en su interior aun sabe quien es, que es, pues aun
late dentro de si un corazón humano.

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