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Introducción A La Psicología Jurídica

Maribel Galeano Urrea ID: 632902


Luis Alberto Arbeláez Velásquez ID: 335293
Angélica María Hernández Martínez ID: 612241

Psicología, Facultad de Ciencias Sociales, Corporación Universitaria


Minuto de Dios

NRC 3763: Psicología Jurídica

Profesor: José Álvaro Cruz

Febrero 18, 2021


Introducción

El documento, tiene como objeto plasmar la información más relevante acerca de la

lectura del primer capítulo de libro, “Psicología Jurídica Iberoamericana” escrito por

Gerardo A. Medina, publicado en el año 2011. Si bien, hay que señalar que la lectura del

mismo, es de gran importancia, ya que, brinda una perspectiva más clara acerca de la

Psicología, en su enfoque Jurídico y, señala aquellos campos que debe abordar, brinda

claridad y diferencias con la rama del derecho, debido a que ambas, según el autor, tienen

objetivos un poco similares, pero presentan también, diferencias altamente puntuales.


Resumen:

La Psicología es una ciencia descrita como la encargada de analizar el

comportamiento humano en sus relaciones personales, interpersonales, sus procesos

mentales y en relación a su entorno. El individuo en sí, tiende a comportarse de diversas

formas, dependiendo el entorno sociocultural, su perspectiva y adaptabilidad. Por

consiguiente, aquellas conductas que tienen consecuencias penales, son las que

directamente le interesan a la Psicología Jurídica y uno de sus objetivos es encontrar las

formas más efectivas de equidad. (Medina, 2011)

Los psicólogos jurídicos, son llamados con el propósito de brindarle al sistema

judicial un “toque humano” (Medina, 2011), al realizar un análisis más profundo, que el

simple hecho de observar unicamente el resultado de las acciones, ellos buscan, la posible

razón y evaluan las facultades mentales en las que la persona se encuentra o se encontraba

en el momento de realizar dicha acción que le trajo consigo concecuencias en el ámbito

penal y, así mismo, brindar con esto las preguntas que se les hayan realizado, ya que, según

Medina (2011),”…su papel consiste en resolver aquello que se les pregunta, no en

cuestionarlo.” “El derecho por su lado hace énfasis en la regulación de la conducta.”

(Medina, 2011)

Los aspectos psicológicos y jurídicos están fuertemente matizados por el elemento

cultural, pues así como varía la expresión de emociones entre una cultura y otra, así las

normas y los conflictos difieren dependiendo del contexto sociocultural en el que se

desarrollen (Medina, 2011).

Mencionado lo anterior, es importante señalar la importancia de tener pleno

conocimiento del entorno social en el que se desarrollen los acontecimientos, puesto que,
hay prácticas que, en determinado territorio, son calificadas como “normales” las cuales,

quizá, en otro entorno, sea considerado como algún tipo de abuso. Cabe mencionar, que,

para esto existen “jurisdicciones especiales según el artículo 246 de la CPC esto dentro de

su ámbito, territorial, siempre que no sean contrarios a los de la constitución” (Medina,

2011)

A partir de los aspectos ya mencionados, la Psicología Jurídica debe elaborar un

diagnóstico explicativo y, con base en las causas, estructurar un plan de intervención y

prevención individual (Medina, 2011), para brindar así, una asesoría de manera integral.

Cabe señalar, que ésta área, cuenta con los medios necesarios para diseñar planes de

prevención, para la corrección temprana de aquellos comportamientos que se encuentren

“desviados” (Medina, 2011), aportar soluciones en medio de situaciones de conflictos y al

obtener buenos resultados, puedan disminuir favorablemente estas conductas que

desencadenen consecuencias penales.

La psicología forense es pues, una subespecialidad de la psicología jurídica y

aquellas áreas de criminalística y legalidad, se resumen, a la psicología jurídica. (Medina,

2011). Con esto, se quiere mencionar que, en un concepto muy amplio, la Psicología

Jurídica busca que se mejoren ciertos aspectos del sistema judicial del país, siendo críticos,

pero humanizados.

Cabe mencionar que, según Miguel Clemente, en 1995, el campo de aplicación de la

Psicología Jurídica es bastante amplio, es por ello que menciona quince de ellos,

presentando, en algunos, diversas áreas de trabajo, éstos quince campos de aplicación son;

La Psicología Policial, Psicología Judicial, Psicología Penitenciaria, Psicología Jurídica del

Menor, Psicología Preventiva del Delito, Victimología, Psicología del Testimonio,

Psicología de los Jueces, Psicología Criminal, Estudios Sobre la Norma Jurídica, Psicología
de las Relaciones Conductuales en el Mundo Jurídico, Psicología Aplicada a los Tribunales,

Psicología Policial y de las Fuerzas Armadas y Mediación.

Como todo profesional, ya sea del ámbito de la salud, de lo social o de lo legal, se

encuentran cada uno de ellos regidos por ciertas funciones generales. Javier Urra y Blanca

Vázquez, en el Manual de Psicología Forense siglo XXI, 1993, mencionan que el Consejo

Americano de Psicología Forense ha enumerado dichas funciones, las cuales de forma

amplia son:

• Enseñar a todos los servidores del ámbito legal a servir como maestros en

cualquier tribunal judicial o administrativo.

• Servir y responder a todas las consultas que sean realizadas por los juristas.

• Diagnosticar, pronosticar y realizar recomendaciones en lo que respecta al

estado mental del sujeto.

• Personal administrativo de la justicia que esté involucrado en un proceso

será evaluado.

• Ser mediador entre los servicios judiciales en conflictos psicológicos que se

presenten en el proceso.

• Investigar la conducta para comprender el comportamiento del sujeto

• Supervisar y enseñar a otros psicólogos forenses.

Desde el punto humano, el objeto de estudio e intervención está guiado hacia las

personas que protagonizan el conflicto. Si en un conflicto se presenta un agresor, se ha de

tener en cuenta que en el proceso de este sujeto se estudia la conducta criminal del mismo

más no a él. En el caso de la víctima se llegará a realizar un tratamiento ya bien sea grupal

o individual en el cual se buscará ayudarlas a reestablecerse y evitar alteraciones mayores.


Por otro lado, encontramos a las personas que llegan a hacer parte de un conflicto,

pero no son los protagonistas de dicho conflicto, con esto me refiero a los profesionales que

hacen parte del área legal a los cuales se les ha de brindar asesorías y capacitaciones para

un óptimo desempeño de sus labores. Finalizando el área de aplicación a personas desde la

psicología jurídica encontramos a las denominadas otras personas en conflicto en lo que

respecta a estas personas son las que han acudido al sistema judicial para solucionar

conflictos más específicamente los relacionados con el derecho penal, es decir, que estas

personas no necesariamente han sido afectadas por la conducta criminal.

Desde el aspecto relacionado a los procesos se encuentran el peritaje psicológico, el

cual es una evaluación psicológica realizada a las partes que se encuentran en conflicto, con

el fin la toma de decisiones de orden judicial.

En este aspecto también es posible brindar asesoría a los abogados y a la norma se

refiere a que el psicólogo jurídico estará en la obligación de brindar orientación a los

abogados sobre los argumentos psicológicos que puede utilizar para favorecer a su cliente,

por otra parte, también puede asesorarlos en técnicas de oratoria, de persuasión y de

conducción de interrogatorios, todo esto, con el fin de realizar un adecuado proceso

judicial. Como último aspecto relacionado a los procesos podemos encontrar la conciliación

en la que el psicólogo buscará, mediante asesoramiento a los mediadores, brindarles

técnicas psicológicas que influyan en una negociación que tenga derivaciones judiciales.
Referencias:

Medina, G. A. (2011). Psicología Jurídica Iberoamericana. Bogotá: Editorial El Manual


Moderno.

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