Está en la página 1de 27

DISCUSIONES DOCTRINARIAS RELEVANTES EN RESPONSABILIDAD

CONTRACTUAL y EXTRACONTRACTUAL

Miguel Ángel Pelayo Serna, con los


valiosos comentarios de Camilo Vergara.

1) PRESUNCIÓN DE CULPA DEL 2329:

El 2329 establece que “Por regla general todo daño que pueda imputarse a
1
malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado por esta”. Luego
enumera una serie de casos que señalan situaciones donde se presume la
culpabilidad.

En un primer momento, se entendió que esta disposición era una mera


reiteración del art. 2314, reiterando por tanto el establecimiento de un
sistema de responsabilidad por culpa.

Con posterioridad, la doctrina buscó darle un alcance diferente, a fin de


darle un sentido propio a esta norma. Al respecto, la doctrina ha sostenido
tres interpretaciones:

- D.1) DUCCI: El primer autor en tratar el tema. Señala que la presunción de


culpabilidad se establece porque el daño proviene de actividades peligrosas
-> peligrosidad como indicio de culpa. El 2329 inciso 2° señala casos donde
hay actividades peligrosas que ejemplifican lo anterior.

- D.2) ALESSANDRI: La presunción opera cuando el daño proviene de un


hecho que por su naturaleza o las circunstancias que lo rodean, es
razonable atribuir culpa o dolo al agente.

Entiende que los ejemplos del 2329 NO son taxativos, sino meramente
ejemplares. La doctrina, siguiendo esta interpretación, ha elaborado 3
grupos de casos donde se aplica esta presunción:

a) Peligrosidad de la Acción: Se presume la culpa cuando se realizan


actividades peligrosas.
b) Control de los hechos: Se presume la culpa cuando el que ocasiona el
daño tiene el control de todos los hechos de la actividad.
c) Rol de la experiencia: Se presume culpa cuando por la experiencia se
sabe que los daños se deben más a negligencia o culpa que a una causa
distinta.

- D.3) MEZA BARROS: Este autor señala que el inciso 1º establece el principio
general de la culpa probada, y que el inciso 2º establece una enumeración
taxativa de presunción de culpa.
2 Es muy minoritario.

¿Por qué se dice que el 2329 establece una presunción de culpa por el
hecho propio en términos amplios?

1) Porque se encuentra al final de una serie de artículos que presumen la


culpa (como el 2321, 2322, 2326, 2327, 2328), y vendría a ser una norma de
“cierre” del régimen de presunciones).

2) Porque señala el artículo que “todo daño que pueda imputarse”. El modo
subjuntivo del verbo poder en relación a la palabra imputarse denota que no
se exige que la prueba se haya verificado.

2) DAÑO MORAL:

A) CONCEPTO DAÑO MORAL:

Conceptos doctrina:

i. ALESSANDRI: Dolor, pesar o molestia que sufre una persona en su


sensibilidad física, en sussentimientos o afectos o en su calidad de vida.

ii. BARROS: Todo menoscabo no susceptible de avaluación pecuniaria.


iii.CORRAL TALCIANI: Daño moral es todo daño no patrimonial, capaz de
comprender otros menoscabos que no admiten apreciación pecuniaria
directa como por ejemplo, el daño corporal o biológico, el daño a derechos
de la personalidad, el perjuicio estético o la pérdida del gusto vital.

Superación del Petrum Doloris.

El daño moral tradicionalmente ha sido concebido como el daño que se


refiere exclusivamente al dolor3físico o síquico sufrido por la víctima de un
ilícito con consecuencias civiles. Lo cierto es que, el daño moral es un
concepto que no delimita su significado.

Se critica al concepto de petrum doloris señalando que el daño moral, en los


hechos, no sólo se traduce en un “dolor” físico o síquico, sino que también
se extiende a otros detrimentos extra patrimoniales como la pérdida de
oportunidades para disfrutar de una buena vida, pérdida de goce sexual,
perjuicio estético, entre otros, que no necesariamente se traducen en un
“dolor”. Es por eso que en la actualidad, en el derecho comparado, se ha
comenzado a utilizar la denominación de daño extrapatrimonial o perjuicio
no patrimonial, en vez del concepto de daño moral.

Luego, el daño moral se erige como una “especie” de daño extrapatrimonial,


siendo el género el perjuicio no patrimonial como categoría más amplia e
inclusiva de otros perjuicios que, aunque no se radican en el patrimonio de
una persona, son igualmente reparables en términos patrimoniales.

El profesor Domínguez Águila hace un comentario crítico sobre la


jurisprudencia nacional en daño moral. “En nuestra jurisprudencia se tiende,
las más de las veces, a confundirle con el dolor, la aflicción, el pesar experimentado
por la víctima, concepción que atienden más bien al efecto que a la causa y que
determina la imposibilidad de entenderlo en personas privadas de sensibilidad o
conciencia y que ha conducido, además, a la relajación de las exigencias probatorias
para su comprobación.”1
1
La jurisprudencia nacional, ha dado en general un carácter estrictamente subjetivo, que, además, no se
manifiesta por los sentidos exteriores, sino que se percibe interiormente, lo que hace que no se apliquen las
Para que concurra daño moral, no es necesario que existan sufrimientos o
padecimientos de carácter físico y ni siquiera moral en las personas. Limitar
solo al sufrimiento físico o síquico de la persona que padece daños de este
tipo, no explica indemnizaciones que hoy y desde hace décadas se
conceden, generalmente cuando se transgreden bienes jurídicos como el
honor, la intimidad personal o familiar, entre otros.

Además, el daño moral como


4 petrum doloris se centra sólo en las
sensaciones, lo que induce a errores y confusiones en la práctica, y, equivale
también a que, en general, el dolor y el sufrimiento sean visto como
“causas” del daño y no como una consecuencia o efecto del hecho ilícito que
provoca una perjuicio extrapatrimonial reparable en la persona. Luego,
corresponde superar esta concepción y entender que el daño moral
comprende no sólo los daños que se traducen en un dolor físico o síquico,
sino que también todos los daños no patrimoniales que se producen en
bienes jurídicos reconocidos y resguardados por el derecho, como el honor,
la intimidad, la pérdida de agrados o amenidades, entre otros.

B) CLASIFICACIÓN DAÑO MORAL:

a) Atributos de la personalidad: honor; honra; intimidad o propia imagen.


b) Intereses relacionados con integridad física/ psíquica: dolor corporal;
perjuicios estéticos o de agrado; deterioro en vida familiar, afectiva o sexual;
daños de autoestima; perjuicios de afección.
c) Intereses relacionados con calidad de vida en general: molestias por
vecindad; ecológicos.

C) BAREMOS Y DAÑO MORAL:

En la práctica jurisprudencial no existe claridad respecto del modo de


indemnizar los daños morales. Por lo general, los jueces indemnizan el daño
moral sin distinguir o fragmentar categorías al interior del daño moral en sí
mismo. Adicionalmente, los jueces de primera instancia, suelen verse
reglas ordinarias de prueba.
limitados por los jueces superiores que pueden alterar sustantivamente sus
decisiones, lo que hace que, en los hechos, no pretendan innovar en la
materia. Además, se observa como fenómeno la existencia de criterios
retributivos en la fijación de indemnizaciones por daño moral, siendo
que, al menos teóricamente, en nuestro sistema la indemnización solo
tiene fines compensatorios y no derechamente sancionatorios (figura del
“daño punitivo” no tiene acogida en Chile actualmente).

Según la experiencia comparada,


5 pareciera que la forma más adecuada de
disipar estas reticencias, y generar incentivos a una mayor justificación y
división de los daños reparables, es estimular el uso de baremos para
algunas categorías de perjuicios. Confeccionados con la ayuda de expertos
(médicos, jueces, etc.) y sobre la base de ciertos antecedentes (precedentes
judiciales, pólizas de seguro, etc.), los baremos permiten una cierta
valoración objetiva de los daños (sobre todo de los daños corporales), dando
certeza y parámetros de razonabilidad tanto a infractores, jueces y víctimas.
(Actualmente la UDEC en conjunto con la CS tiene un sistema de baremos
que es meramente informativo o académico, disponible en www.pjud.cl).

D) EVOLUCIÓN DE LA REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL EN SEDE


CONTRACTUAL:

DOCTRINA:

Doctrina negativa: Tradicionalmente se negóel daño moral en sede


contractual porque:
- no cabe considerar dichos daños en el ámbito del contrato, dada la
naturaleza de la prestación que es objeto del vínculo obligacional.
- el 1556 limita la indemnización en sede contractual al daño emergente y el
lucro cesante.
- la norma del 2329 que señala "todo daño" se aplica exclusivamente en sede
extracontractual, siendo inaplicable en materia contractual.
- su avaluación es muy compleja.
Doctrina positiva:

- la ley no establece una prohibición de invocar el daño moral en sede


diversa a la extracontractual. En este sentido, la indemnización no sólo
comprende los daños materiales o patrimoniales, sino que también aquellos
extrapatrimoniales o morales.
- en abono a lo anterior, el 1556 6contiene una regulación de la indemnización
de daños materiales pero no excluye los daños morales.
- ante la falta de norma similar al 2329, el juez, conforme al principio de
inexcusabilidad, debe llenar una laguna legal que debe ser integrada vía
interpretación legal, recurriendo a la analogía, los principios generales del
derecho y la equidad. En este sentido DOMINGUEZ: "por encima del tenor
literal de unos textos que fueron dictados hace más de un siglo, debe primar
el imperativo de dar una respuesta equitativa al conflicto planteado, pues si
no convertiríamos al juez en un mero repetidor de textos, cuando por el
contrario, éste tiene la función de adaptar la ley antigua a las necesidades de
la época en que se aplica.”
- 1558 permite comprender dentro de los perjuicios previsibles a los daños
morales. El 1546 también permitiría incluir los daños morales tomando en
cuenta que en una inmensa variedad de contratos la reparación de los
perjuicios extrapatrimoniales es una cosa que emana precisamente de la
naturaleza de la obligación.
- Argumento constitucional. El marco constitucional favorece toda
interpretación amplificada de la tutela personal al consagrar, como primera
garantía, en el artículo 19, el derecho a la vida y a la integridad física y
psíquica de la persona, y el respeto y protección de la vida privada y pública
y a la honra de la persona y su familia.

Doctrina intermedia:

- Por regla general, el contrato es un instrumento privado destinado a la


creación, circulación y distribución de bienes y servicios, y, por tanto, su
infracción sólo puede conllevar a perjuicios patrimoniales o económicos. Las
repercusiones que con ocasión de la contravención pueda experimentar el
acreedor, en esferas distintas de la patrimonial o económica, no son
indemnizables porque exceden el ámbito de los intereses cautelados por el
contrato y de los riesgos asumidos por el deudor al contratar.
- Sin embargo, se estima que, por excepción, hay ciertos contratos cuyo
incumplimiento o cumplimiento imperfecto puede acarrear daños morales
al acreedor. 1) Contratos donde el objeto es la obligación de seguridad
personal de uno de los contratantes, como en el contrato de transporte
donde se obliga llevar al pasajero
7 sano y salvo al destino. 2) Contratos que
originan obligaciones que pueden incidir directamente en intereses
inmateriales del acreedor, como en los contratos médicos. BARROS señala,
en este sentido que “En definitiva, la pregunta pertinente no es si procede
en términos absolutos la indemnización del daño moral por incumplimiento
contractual, sino si la lesión de intereses extracontractuales pertenece al tipo
de riesgos que el deudor asumió expresamente o en razón de la naturaleza
del contrato”. Ej.: Una cirugía estética. Los daños morales de una operación
mal hecha deberían ser indemnizables.
-Igualmente, el daño moral en materia contractual es indemnizable en los
casos en que la ley lo establece así expresamente, como, por ejemplo, en las
situaciones reguladas por el artículo 69 de la Ley Nº 16.744, sobre Seguro
Social contra los Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades
Profesionales, y en el artículo 3º, letra e), de la Ley Nº 19.496, que dicta
normas para proteger los derechos de los consumidores.

JURISPRUDENCIA

- Jurisprudencia tradicional: Rechazaba la reparación del daño moral por las


razones antes señaladas en la doctrina negativa.

- Jurisprudencia intermedia: Comienza a aceptar daño moral en sede


contractual en casos específicos, como en transporte, donde se daba la
inconsistencia de que las víctimas que se subían sin pagar pasaje y sin boleto
tenían reparación de su daño moral en sede extracontractual, y los pasajeros
que habían pagado el pasaje y tenían boleto no.
- Jurisprudencia actual: Acepta el daño moral en sede contractual.

CS año 2001 5 noviembre del 2001.

1) El 1556 no excluye el daño moral, ya que señala que la indemnización


"comprende", voz que no sugiere exclusión de otras indemnizaciones.
2) Se puede invocar el daño moral fuera de los delitos y cuasidelitos.
3) Cita doctrina positiva.
4) Argumento constitucional. 8
5) El 1556 comprende en la voz "daño emergente" el daño moral.
6) Los intereses extrapatrimoniales tienen una cuantía que, de ordinario,
superan la de los patrimoniales. No existirían razones para negar su
indemnización en sede contractual y aceptarlos exclusivamente en sede
extracontractual. Aplica principio de la reparación íntegra en la
indemnización.

CS (Rol 3291-05, fallo del 2007)

1) La doctrina y jurisprudencia moderna entienden que no se encuentra


prohibida o excluida la reparación del daño moral fuera del ámbito de los
delitos o cuasidelitos.
2) En este sentido, el concepto de daño emergente del artículo 1556,
comprende no solamente el daño pecuniario, sino también el
extrapatrimonial o moral. La CS señala que “no solo es posible, sino que
plenamente aceptable en el texto actual del mencionado artículo porque la
voz “daño” que emplea la disposición –que no se encuentra definida en la
ley– comprende, según el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua, a todo “detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia”, es
decir, a toda privación de bienes materiales e inmateriales o morales”.

E) EVOLUCIÓN DE LA REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL EN SEDE


EXTRACONTRACTUAL:
I) Primera etapa, contraria a conceder indemnización por daño moral, pues
habría imposibilidad de apreciar pecuniariamente tipo de derechos e
intereses afectados.

II) Segunda etapa (1922), primera sentencia reconoce su procedencia (Niño


que muere atropellado por tranvía. Demanda el padre por daño moral).
Argumentos:

- 2329, “todo daño” debe repararse.


9 No hay distinción.
- muerte no excluye responsabilidad establecida por la ley. Sería el daño
moral sanción destinada a satisfacer fines de la ley.
- reparación daño causado no puede obtenerse en muchos casos de forma
absoluta, y para alcanzar reparación relativa no hay otro medio que la
sanción pecuniaria.
- al hablar de daños a otras personas, legislador ha comprendido los
materiales y los inmateriales o psíquicos, pues ambos comprenden
expresión "todo daño".
- falta de equivalencia entre mal producido y reparación concebida y
repugnancia para estimarlo en dinero, no demuestran sin insuficiencia de
los medios de que el legislador puede disponer parar alcanzar completo
restablecimiento del derecho, pero no que deba dejar de aplicarse la sanción.

HOY: Hoy se acepta sin discusión la reparación del daño moral en sede
extracontractual, tomando en consideración que en esta sede se debe reparar
“todo daño” (2329) entre otras razones ya expuestas. Adicionalmente,
diversos preceptos constitucionales y legales comenzaron a hacer referencia
expresa a indemnización por daño moral. Ej: Art. 19 nº 1 (vida e integridad
física y síquica) y 4 (Honra, intimidad) CPR, Ley del Consumidor, Ley de
Accidentes del Trabajo.

F) DAÑOS PUNITIVOS:

DOCTRINA
Dominguez Águila, los define como una suma mandada a pagar, sin
relación con la valoración de la pérdida sufrida, para castigar al demandado
y hacer de él un ejemplo que desaliente conductas similares.

Domínguez sostiene que en el CommonLaw son aceptados no sólo los


daños compensatorios sino que además es posible que un tribunal condene
a pagar sumas de dinero superiores al daño causado como mecanismo de
castigo y disuasión. Esta práctica se sostiene porque “indudablemente (…) el
CommonLaw atribuye a la responsabilidad no solamente fines reparatorios,
10
sino también de sanción o castigo (y) prevención (…)”

Enrique Barros trata los daños punitivos en el contexto de un análisis del


daño moral y las distintas funciones que éste cumple. El autor sostiene que
si la indemnización excede el daño causado, ella asume un carácter
punitivo. La tesis de Barros es que de esta forma, la responsabilidad civil
opera como una pena civil, retributiva, cuya finalidad es amedrentar al
victimario y a los otros que eventualmente puedan actuar de la misma
manera. En ese sentido, los daños punitivos constituyen una sanción
disuasiva.

JURISPRUDENCIA

Si bien en términos conceptuales el daño moral cae dentro de la categoría de


los daños compensatorios, en la medida que los montos que se otorgan –o
debieran otorgarse- miran únicamente aquellos intereses no patrimoniales
lesionados y su eventual compensación, los jueces han encontrado aquí la
forma de castigar pecuniariamente, y sin forma de multa, actitudes
condenables de los demandados (analizando, por ejemplo, la buena o mala
fe del autor).

G) CRITERIOS JURISPRUDENCIA PARA FIJAR INDEMNIZACIÓN EN


SEDE EXTRACONTRACTUAL

- Gravedad del hecho: pero en este caso, se pasa de la reparación a la


punición.

- Facultades económicas del demandante y demandado.


- Edad y sexo de la víctima.

3) CAUSALIDAD – DOLO, CULPA – DAÑOS PREVISIBLES E


IMPREVISIBLES.

- Doctrina tradicional: La doctrina tradicional ha señalado que sede


contractual opera el artículo 1558 CC, lo que se traduce en que, ante un
actuar doloso, el infractor del contrato debe responder por los daños
directos previsibles e imprevisibles.
11
En materia extracontractual¸ la doctrina tradicional ha dicho que debe
responderse de “todo daño”, sean estos previsibles o imprevisibles (de
todos modos, siempre daños directos). Lo anterior se basa, principalmente,
en que no es posible aplicar el 1558 en materia contractual, y, luego, al no
haber una norma que establezca tal distinción, no procede distinguir los
daños a reparar según si el actuar fue doloso o culposo. Adicionalmente,
señalan que el artículo 2329 establece una regla de reparación integral del
daño al establecer que “todo daño” debe repararse.

- Discusión. En doctrina se discute el alcance de la reparación según si


estamos ante un actuar doloso o negligente. La respuesta tradicional parece
poco satisfactoria, toda vez que parece excesiva por un lado (respecto del
actuar meramente negligente o culposo) y poco rigurosa por otro (en cuanto
al doloso).

- C. BANFI DEL RÍO: El profesor Banfi cuestiona la idea de que la


indemnización completa es consustancial a la responsabilidad
extracontractual, sea que esta provenga de un hecho doloso o culposo. En su
entender, la reparación integral, esto es, la que comprende los daños
directos previsibles e imprevisibles, debe circunscribirse solamente a los
casos de dolo y de grave negligencia.

El profesor señala respecto de la previsibilidad que esta es un elemento


importante en materia de responsabilidad extracontractual. I) Opera en sede
de culpa como previsibilidad en el sentido de lo que una persona razonable
habría podido prever como consecuencia de su actuar. II) Opera en sede de
causalidad, específicamente en causalidad adecuada, que ayuda a
atemperar los efectos de la condictio sine qua non, de manera de imputar al
autor los daños que son no sólo consecuencia necesaria sino también directa
de su hecho.

En consecuencia, el autor del hecho ilícito ve limitada su responsabilidad,


cuando actúa con mera negligencia, a los hechos ilícitos previsibles. El
jurista señala “… el autor del ilícito no responderá de los daños imprevisibles
porque no pudo anticiparlos ni controlarlos,
12 esto es, escaparon al curso normal de
los acontecimientos. Así, el autor del cuasidelito no responde de los daños agravados
por una condición particular de la víctima que aquel desconocía, como tampoco de
eventos que intervinieron con posterioridad en la cadena causal iniciada por el
hechor”. (IUS ETC PRAXIS, Año 18 nº 2, 2012, p. 17).

Dicho esto, el profesor señala que el actuar doloso, en cambio, debe reparar
todos los perjuicios. Así como en materia contractual, en virtud del 1558, y
también de una noción propiamente de justicia, el autor del incumplimiento
doloso responde de todo daño previsible o imprevisible, el autor del hecho
doloso en materia extracontractual, debe responder en el mismo grado.

En el sentido anterior Yzquierdo señala “… resulta inicuo que el autor de un


cuasidelito responda de todos los daños directos, mientras el contratante
incumplidor culpable únicamente debe indemnizar los perjuicios directos
previsibles. El autor de un cuasidelito cometido con culpa leve o levísima, debería
responder sólo de los perjuicios directos previsibles. Por el contrario, el autor del
dolo u culpa grave – contractual o extracontractual – debería responder de los daños
directos, aun imprevisibles. (Yzquierdo, apud, Banfi, p. 18).

Finalmente Banfi señala que esto permite que el derecho de daños, en


relación al dolo, cumpla una función punitiva y una de disuasión económica,
ya que un actuar doloso será más grave y exigirá una reparación mayor. De
no ser así, quien actúa con negligencia no ve incentivos para no actuar
dolosamente. En otras palabras, no es justo que se castigue civilmente del
mismo modo a quien por descuido causa un daño que a quien quiere
intencionadamente causar un daño. Por último, en este punto, Banfi señala
que si se siguen daños más gravosos de los que se pretendía provocar con el
actuar doloso, igualmente se debe responder, ya que se entendería que el
dolo es un actuar más grave y debe castigarse en sí, con independencia de
que los resultados sean más o menos gravosos.

- Otras doctrinas: La profesora DOMÍNGUEZ propone derogar la


previsibilidad del 1558 CC, y en cambio, centrar el análisis en el perjuicio
sufrido por el acreedor y excluir consideraciones punitivas basadas en la
gravedad del actuar del dañador.
13

4) PÉRDIDA DE UNA CHANCE. (Véase Tapia Mauricio). 2

En nuestro derecho, la regla general es que sólo se debe indemnizar a un


tercero cuando una acción culpable le causa un daño. No obstante, hay
casos en que se desconoce si la negligencia causó efectivamente el daño,
pero sí se sabe que al menos destruyó una oportunidad de evitarlo. Por
ejemplo, el abogado que omite presentar un recurso y hace perder al cliente
la chance de ganar el juicio, el transportista que lesiona al caballo antes de la
carrera o el accidente que impide a un estudiante rendir un examen y
titularse.

Pero es la medicina la que expone a un mayor número de daños de esta


naturaleza. En ocasiones, es imposible determinar con certeza si la
negligencia médica provocó la agravación o la muerte del paciente, pero sí
es posible demostrar que tal actuación destruyó sus chances de sanar o
sobrevivir. Así ocurre cuando se omite un examen, privando al paciente de
la oportunidad de someterse a un tratamiento, o cuando sin ajustarse a la
lexartis se sana una herida, perdiendo el paciente las chances de evitar una
invalidez.

Si bien algunas decisiones judiciales habían anticipado esta transformación,


ninguna, en mi opinión, había afirmado tan categóricamente que la pérdida
de una oportunidad (o de una "chance", según un admitido galicismo)
constituye un perjuicio indemnizable en Chile (Antes hubo varios casos.
2
Columna del Diario La Tercera.
Uno en 1904 donde se indemnizó a una madre por los perjuicios pecuniarios
que siguieron de la muerte de su hijo que había ingresado recién a la
Escuela Militar. Se le indemnizó a título de lucro cesante. Luego la
jurisprudencia del S XX conoció de estos casos, pero, en general, denegó la
indemnización ya que excedía el concepto de lucro cesante. Importantes son
los casos donde fallece una persona que se encontraba trabajando y que sus
familiares demandan los sueldos que corresponderían percibir de no
haberse producido la muerte. Los Tribunales superiores en general han sido
reacios a reparar, pero hay algunos
14 casos). Esta decisión de la Corte de
Apelaciones de Valparaíso, confirmada por la Corte Suprema el 20 de enero
pasado, puede erigirse en un precedente importante en los juicios de
responsabilidad civil.

En el juicio citado -referido a uno de estos casos- se demostró que el médico


había cometido un error de diagnóstico (una biopsia realizada con
impericia), no detectando un melanoma maligno. Durante un año, la
paciente no recibió tratamiento adecuado, sufriendo luego fuertes dolores y
un aborto espontáneo, que lamentablemente la condujeron a la muerte al
año siguiente. La Corte de Apelaciones consideró que no se podía atribuir
causalmente la muerte al error de diagnóstico (aparentemente, existía una
diseminación previa del tumor y no había tratamientos efectivos para
disminuir la mortalidad de la afección). Pero concluyó que el error de
diagnóstico le impidió por más de un año acceder a un tratamiento
adecuado, mejorar su calidad de vida (disminución del dolor) e incluso
prolongarla, cuestión que le generó una "pérdida de chance" a ella y a sus
parientes cercanos.

La decisión se aparta de fallos anteriores y debe tomarse con cautela, pero se


inscribe en una línea de ampliación de los daños reparables, que es
consistente con el aumento general del bienestar y el progreso de la ciencia.
No existen razones de justicia que obliguen a las víctimas a cargar con el
costo de estos daños, en los que existen dos certidumbres importantes: que
el médico actuó con negligencia y que le hizo perder oportunidades de
sanar (y éstas tienen un valor).
Sin embargo, este daño conduce usualmente en otros países a una
indemnización parcial y no total. Se indemniza el costo de la oportunidad
perdida y no el costo del resultado final, respecto del que no hay certeza
de que el médico lo haya causado. Si bien, lamentablemente, hay escasa
uniformidad en materia de cuantificación del daño en nuestro sistema, en
este caso parecen haberse concedido sumas cercanas a una indemnización
completa.

5) INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS AUTÓNOMA EN


15
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL COMO REMEDIO ANTE EL
INCUMPLIMIENTO.

Nos basamos en el texto de la profesora Patricia López sobre esta discusión,


en el que recoge la doctrina tradicional y presenta una propuesta
interpretativa del Código Civil que permite concebir la indemnización de
perjuicios como remedio contractual autónomo.

a) Explicación de la discusión:

El Código Civil regula la indemnización de perjuicios por incumplimiento


de un contrato bilateral en el artículo 1489, sin señalar específicamente si se
trata o no de un remedio contractual independiente, o si se encuentra sujeto
a la resolución o el cumplimiento forzado.

b) Doctrina Tradicional:

La doctrina civil tradicional, y la jurisprudencia durante muchos años (en el


último tiempo ha sido vacilante), ha entendido que el artículo 1489 establece
una indemnización de perjuicios complementaria. Han basado su
interpretación en la expresión “con indemnización de perjuicios”,
entendiendo la preposición “con” como un claro indicativo de la
complementareidad y dependencia de la indemnización en materia
contractual bilaterial.

Luego, para que el acreedor pueda solicitar indemnización de perjuicios por


incumplimiento de un contrato bilateral sería requisito esencial que
demande la resolución o el cumplimiento forzado del contrato, dado que la
indemnización es una consecuencia de éstos, existiendo entre ella (la
indemnización) y aquellos (el cumplimiento o la resolución), una relación
indisoluble, que cierta doctrina y jurisprudencia, ha descrito como una
relación de “dependencia o accesoriedad”, que grafica el carácter
concurrente y complementario de la indemnización de perjuicios
compensatoria.

Antes de continuar, es menester señalar que pareciera ser que, a la luz de


nuestras normas sobre incumplimiento, el acreedor sólo se vería limitado en
16
la posibilidad de accionar vía indemnización independientemente en el caso
de las obligaciones nacidas de obligaciones de dar, ya que respecto de las de
hacer y no hacer se aplican los artículos 1553 y 1555 respectivamente, los
que dan al acreedor la posibilidad de solicitar indemnización de perjuicios
de modo autónomo. En efecto, el artículo 1553 señala que el acreedor ante el
incumplimiento de una obligación de hacer puede pedir que se 1) apremie
al deudor, 2) que se le autorice a hacerlo ejecutar por un tercero a expensas
del deudor o 3) la indemnización de los perjuicios. No obstante ser claro el
tenor de la norma en orden a establecer un derecho de opción para el
acreedor ante el incumplimiento contractual, la jurisprudencia ha sido
vacilante en este sentido, y recientemente (2010), en fallo Cataldo con
Empresa Portuaria San Antonio, ha vuelto a desechar la autonomía
indemnizatoria. La razón principal es que el artículo 1489 altera la regla del
1553, ya que es una norma aplicable a todo contrato bilateral, por tanto, se
aplica también a los contratos bilaterales de obligaciones de hacer, lo que
lleva a desechar la independencia de la opción indemnizatoria autónoma.
Sobre el 1555 la jurisprudencia no se ha pronunciado aún.

b.1) Argumentos de la doctrina tradicional y contra argumento a los


mismos.

i) Interpretación GRAMATICAL del artículo 1489.

- Doctrina Tradicional (DT): “Con indemnización de perjuicios”, siguiendo


las reglas de interpretación de la ley de los artículos 19 y 20 del CC. 3 La

3
19 “Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de interpretar su
espíritu”, 20 “las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de las
mismas palabras”.
preposición “con” significa “conjuntamente” o “junto a”, por lo que la
indemnización sólo procede si se acciona solicitando el cumplimiento
forzado o la resolución. Doctrina mayoritaria y jurisprudencia en este
sentido.

- Contra argumento (C): i) Chile ha firmado y ratificado la Convención de


Viena sobre Compraventa Internacional de Mercaderías, la que es, en
consecuencia, ley de la República. Esta normativa internacional contempla
expresamente la facultad del acreedor de demandar autónomamente la
17
indemnización de perjuicios por incumplimiento contractual en sus
artículos 45.1 literal b y 61.1 literal b). ii) El tenor literal del 1489 no es tan
claro, ya que los artículos 1553 y 1555 contienen normas que establecen una
solución diversa. Luego, existe un conflicto normativo entre 1489 y estas
normas, debiendo hacerse una interpretación armónica de las disposiciones,
dando prevalencia al criterio del 1553 por principio de especialidad. En este
sentido la CS en caso Transportes Aeropuerto Express Limitada con
LADECO S.A., sostiene el conflicto entre 1489 y 1553, y aplica este último
por especialidad.

ii) UBICACIÓN en el Código:

- DT: Se encuentra ubicado el 1489 en el Libro III Título IV de las


“obligaciones condicionales y modales”. Luego, se entiende el
incumplimiento de un contrato bilateral que es tratado como una condición
por el Código. La confusión se produce debido a que en los contratos
bilaterales se concibe el incumplimiento como un hecho futuro e incierto sin
distinguir el aspecto sustantivo, contenido en el artículo 1489 (la resolución
por incumplimiento”, del aspecto formal que adopta su regulación (que es
la condición resolutoria tácita). Luego, se entiende la resolución como un
efecto que se sigue de cumplirse el “hecho futuro e incierto del
incumplimiento”, lo que impide ver a la resolución como un remedio
autónomo y lo concibe como el efecto de una condición. Esto radica en que,
el tenor literal del 1489 sea interpretado, respecto de la indemnización, como
una indemnización complementario que concurre (y requiere para su
procedencia) con otros remedios.
- C: El moderno derecho de las obligaciones concibe la resolución como un
remedio contractual autónomo y no como una condición.

iii) Opción RESTRINGIDA DE REMEDIOS para el acreedor por


incumplimiento contractual en el CC

DT: El CC establece la facultad del acreedor para optar por ciertos remedios
frente al incumplimiento del deudor, sin que pueda escoger otro remedio
18
diverso al contemplado expresamente por el legislador para satisfacer su
interés contractual. Luego, atendiendo el tenor literal (1489 interpretado con
19 y 20 CC), sólo hay indemnización si se demanda previamente la
resolución o el cumplimiento forzado.

C: Esta prelación de remedios, y la accesoriedad de la indemnización de


perjuicios a la luz del 1489 en clave tradicional, no tiene cabida en los
contratos de los que emanan obligaciones de hacer (1553), no hacer (1555) y
en los contratos de compraventa de mercadería internacional (por aplicación
de la Convención de Viena).

iv) El FUNDAMENTO de la indemnización de perjuicios por


incumplimiento es la resolución o el cumplimiento forzado.

DT: El incumplimiento es el fundamento de la resolución y del


cumplimiento forzado, y éstos, a su vez, la causa o motivo de la
indemnización de perjuicios, configurándose una verdadera cadena de
nexos causales fundantes. En este sentido doctrina y abundante
jurisprudencia.

C: El fundamento de la indemnización de perjuicios es el incumplimiento


contractual en un contrato bilateral, toda vez que, producto de este, el
acreedor se ve frustrado en su interés contractual.

c) Nueva interpretación del 1489:

i) Interpretación LÓGICA Y SISTEMÁTICA del artículo 1489 del CC.

- Verdadero alcance Ppio. Fuerza Obligatoria de los Contratos:


La interpretación literal priva al acreedor de elegir el remedio contractual
más adecuado a su interés. Además, desconoce el verdadero sentido y
alcance del principio de la Fuerza Obligatoria de los contratos (1545), ya
que, aunque tradicionalmente se ha entendido este principio como el
derecho del acreedor a demandar la ejecución forzada del contrato, en
realidad el alcance significa que el acreedor pueda escoger la mejor forma en
que se ve resarcido por el quebrantamiento del contrato. (PIZARRO
WILSON señala esta interpretación).
19

- Vacío legal del 1489:

El artículo 1489 tiene un vacío legal al no preceptuar con claridad si la


indemnización de perjuicios es autónoma o complementaria. Este vacío
debe integrarse con los artículos 1553, 1555 y 1590, los que entregan al
acreedor, frente al incumplimiento, la facultad de accionar vía
indemnización de perjuicios como remedio contractual.La correcta
interpretación del 1489 es, por tanto, “ademáscon indemnización de
perjuicios”. Las normas señaladas nos permiten sostener esta interpretación.
El 1590, ubicado en las normas sobre el pago, establece que “en caso de
cumplimiento imperfecto de una obligación de dar una especie o cuerpo
cierto, el acreedor podrá solicitar la resolución del contrato, a menos que el
deterioro no pareciere de importancia, caso en el cual se le concederá sólo la
indemnización de perjuicios”

- Otras normas del Código Civil:4 1938 y 2002. Estas normas reconocen la
posibilidad del acreedor de accionar vía perjuicios en forma autónoma y
directa ante el incumplimiento en contratos particulares (arrendamiento y
confección de obra material).

El 1938 faculta al arrendador para terminar el arriendo con indemnización


de perjuicios o limitarse sólo a la indemnización dejando subsistir el
arriendo.
4
También cita en nuestro ordenamiento. 1826 CC que repite el 1489 en CV. 157 C Comercio y CV en los
artículos citados antes.
El 2002 prescribe que si el que encargó la confección de una obra material
alegare que ella no se ha ejecutado debidamente y tal alegación es fundada
el artífice podrá ser obligado, a elección del que encargó la obra, a hacerla de
nuevo o a la indemnización de perjuicios.

Conclusión:No hay razón jurídica para que el legislador confiera derecho a


demandar perjuicios en forma directa y autónoma en ciertos contratos y en
otros no. Luego, la interpretación
20 armónica de las normas permite concluir
que el acreedor puede demandar perjuicios como remedio autónomo.

ii) Casos en que la indemnización de perjuicios por incumplimiento es


el ÚNICO REMEDIO POSIBLE.

- Casos en que el interés del acreedor de demandar la indemnización de


perjuicios no sólo se encuentre justificada en el hecho de que estime que
satisface mejor su interés contractual, sino también, en el hecho de que no
sea procedente el cumplimiento forzado del contrato, ni la resolución, y el
acreedor no tenga otra alternativa que demandar la indemnización de
perjuicios. Puede pasar, por ejemplo, que la obligación debía ejecutarse en
determinado plazo y este no se cumple, y el plazo era esencial (Ej: Vender
chicha para el 18 y el proveedor no la manda a tiempo), o que el
cumplimiento no sea resolutorio (es decir, significativo), lo que me
impediría, conforme a la interpretación tradicional, hacer algo que no sea
pedir el cumplimiento forzado (siendo que esto ya no es útil al acreedor). 5

iii) Derecho de OPCIÓN DEL ACREEDOR entre los distintos remedios


por incumplimiento contractual del Código Civil.

- Artículos 1553 y 1555: El CC reconoce este derecho a opción en diversas


normas. El 1553, ya analizado, otorga 3 opciones al acreedor. El 1555, da
derecho a solicitar la indemnización directamente, aunque, debe tenerse en
cuenta que el juez será quien determine finalmente si procede la
indemnización o la ejecución en naturaleza (ya que es el juez quien
5
Sobre el cumplimiento resolutorio lo veremos más adelante.
finalmente establece si es posible deshacer lo hecho y si es útil para el objeto
que tuvieron en vista las partes al contratar).6
- Principio general del derecho de Obligaciones. El derecho de opción del
acreedor es un principio general. Esto se basa en la interpretación lógica del
1489 a la luz de los arts. 1553, 1555, y 1590.
- Cláusula penal, artículo 1537: Si en una obligación de dar se pacta cláusula
penal, constituido en mora el deudor, el artículo 1537 faculta al acreedor
para optar por el cumplimiento de la obligación o la pena, que, como se
sabe, es una avaluación anticipada
21 de perjuicios.
- Art. 235 n° 4 CPC: Procedimiento incidental de ejecución de las obligaciones
de dar. Se desprende de esta norma que no cabe la ejecución en naturaleza
de ellas, sino la dación de una suma de dinero.7

iv) El FUNDAMENTO de la indemnización de perjuicios es el


incumplimiento contractual.

Es el fundamento ya que, precisamente, a consecuencia de este


incumplimiento, es que el acreedor ve frustrado su interés contractual. La
doctrina nacional moderna, a propósito del nuevo Derecho de la
Contratación, ha señalado una nueva noción de incumplimiento, amplia y
objetiva, entendiendo por tal “toda desviación del programa de prestación
convenido que conlleve una desarmonía con el interés que las partes se
propusieron satisfacer al momento de la celebración del contrato”. (VIDAL).

v) La FINALIDAD de la indemnización de perjuicios por el


incumplimiento es la reparación integral.

La expresión del 1489 “con indemnización de perjuicios”, apunta a que


exista una reparación integral ante el incumplimiento contractual. Esta
reparación sólo se alcanza otorgando a la indemnización un carácter
autónomo. Una lectura literal de esta norma obstaculiza la reparación
integral del “interés” contractual del acreedor.

6
Pizarro Wilson señala entonces que no existe en las obligaciones de no hacer un principio a favor a la
ejecución en naturaleza, si no que es una cosa que decide el juez la posibilidad de deshacer y si es útil al
objeto del contrato.
7
VIDAL, señala que, si bien no existe norma que consagre el derecho a opción en estas obligaciones, esto
fluye lógicamente del régimen de ejecución de ellas.
JURISPRUDENCIA.

Respecto a este tema, dos fallos de la CS han sido recientemente dictados


aceptando la autonomía de la indemnización de perjuicios:

1. Zorín con Huachipato(octubre 2012). Se celebró un contrato de


compraventa de rodillos con ciertos químicos, pero los que se entregaron
por la demandada no tenían dicha composición. Se demanda indemnización
de manera autónoma y la CS revierte la sentencia de la Corte de
22 señalando basada en las reglas del pago
Apelaciones por vía de casación
(principios del pago íntegro, indivisible y específico), siendo primordial el
art. 1591 inciso 2° que señala que “[e]l pago total de la deuda comprende el
de los intereses e indemnizaciones que se deban”.

2. Coexpan con Security (mayo 2014). El Banco hizo un giro desde la cuenta
de la demandante con autorización de un apoderado de esta persona
jurídica, siendo que contractualmente debía ser autorizada esta operación
por dos apoderados. Este fallo explicita que el acreedor puede elegir “las
acciones en la forma y modo como mejor se ajusten a sus intereses” y
comparte la interpretación de Patricia López.

5) RESOLUCIÓN POR INCUMPLIMIENTO:

Nos basamos en el texto del profesor Álvaro Vidal sobre el tema.

La doctrina tradicional: El artículo 1489 establece la facultad del acreedor para


pedir la resolución del contrato ante el incumplimiento. Tradicionalmente, se ha
entendido a la resolución como un efecto de una condición resolutoria tácita, o, se
ha entendido como una condición basada en la voluntad presunta de los
contratantes (también se ha fundado en la interdependencia de las obligaciones,
entre otros argumentos para sustentar su existencia).

Crítica: El profesor Vidal critica la comprensión de la resolución como condición,


toda vez que las condiciones son hechos futuros e inciertos establecidos
expresamente por las partes en los contratos con el fin de hacer depender de su
ocurrencia la eficacia del contrato. Dicho esto, el incumplimiento NO puede ser
considerado como un evento condicional, pues el cumplimiento es un acto debido
y los efectos del incumplimiento no se ponen en movimiento por efecto de una
condición, sino por aplicación del contrato o de la ley positiva.

Propuesta del profesor Vidal:

I) La resolución NO es una condición. Cumplir es un hecho que se debe y


que si se incumple se siguen los efectos por la ley del contrato o
disposición legal, no porque sea una condición. Luego, la resolución es
un remedio ante el incumplimiento del que dispone el acreedor, y tiene
23 su interés a pesar del incumplimiento.
por objeto permitirle satisfacer
Por regla general, el acreedor resuelve para obtener tal satisfacción del
mercado en una operación de reemplazo, por lo que su interés es
destruir el nexo contractual primitivo y solicitar las indemnizaciones
correspondientes.
II) Efectividad del pago. El acreedor es titular de un derecho potestativo de
ejercicio judicial, de modo que una vez que demanda la resolución se
entiende que ha optado por destruir el contrato, precluyendo, desde ese
momento, el derecho del deudor a cumplir.Luego, NO es correcta la
doctrina tradicional que entiende que el deudor, ante el evento de que el
acreedor accione solicitando la resolución, puede pagar durante toda la
secuela del juicio, en base al 310 CPC que establece las excepciones
anómalas. La normal procesal debe entenderse en su sentido propio,
esto es, que el deudor durante la secuela del juicio opone excepción de
pago, efectuado antes de la demanda y que no pudo justificar al
contestar el libelo del actor.
III) Incumplimiento resolutorio. El incumplimiento que autoriza la
resolución es el esencial. Se entiende por tal
i) Priva sustancialmente al acreedor de lo que tenía derecho a esperar en
virtud del contrato, siempre que tal resultado hubiere sido previsible
para el deudor al momento de contratar.
ii) El que las partes estipularon específica y claramente (las partes pueden
designar cualquier incumplimiento como esencial, aun los de menor
entidad).
iii) Aquellos en los que, atendida la conducta del deudor, el acreedor ha
perdido la confianza en el cumplimiento futuro. En esta hipótesis se
considera dolo y culpa grave en el incumplimiento.
IV) No se exige imputabilidad en el incumplimiento. Se puede pedir la
resolución aun en los casos en que se incumple por fuerza mayor o caso
fortuito. El efecto natural del caso fortuito o fuerza mayor es exonerar de
responsabilidad al deudor, luego no deberá indemnizar, pero no
significa que prive al acreedor de la facultad de solicitar la resolución.
Además, el 1489 señala “sin cumplirse lo pactado”, sin entrar a valorar la
conducta del deudor incumplidor.
V) Resolución procede ante incumplimientos recíprocos. El hecho de que
el contratante que la pide no
24 haya cumplido o no esté llano a cumplir,
osta al cumplimiento específico y a la indemnización de daños, pero no a
la resolución.

Epílogo: SISTEMA DE REMEDIOS DE INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL


– PIZARRO WILSON

Introducción: El CC no tiene una estructura clara de remedios contractuales a


favor del acreedor ante el incumplimiento de su deudor. El profesor Pizarro aboga
por redefinir estos remedios basándose en el criterio del interés del acreedor
insatisfecho.

Crítica al sistema actual de sanciones (o remedios como señala el profesor) al


incumplimiento contractual:

1) Dispersión de remedios: Existe una dispersión de acciones o remedios


contractuales al servicio del acreedor, y para determinar su procedencia es
necesario hacer una serie de determinaciones previas (como el tipo de
contrato, de obligaciones, objeto, culpa, dolo, mora, si es posible el
cumplimiento forzado, si es posible solicitar la resolución, entre otros).
El sistema de remedios debe basarse en el interés del acreedor y su
satisfacción. Debe entenderse que el contrato es un instrumento destinado a
satisfacer los intereses de las partes. Sobre este punto cobra especial
relevancia la indemnización de perjuicios. Tradicionalmente se ha dicho
que, conforme al 1545, ante el incumplimiento, el acreedor tiene un derecho
“primario” a la ejecución forzado y uno residual al cumplimiento en
equivalencia. Hoy esto debe revisarse, y debe darse al acreedor la
posibilidad de optar entre la ejecución de la prestación u otro remedio que
igualmente conduzca a su satisfacción.

2) Desajuste entre la contratación actual y el modelo de obligación del


Codificador:
Cuando se dicta el CC el modelo de obligación era la obligación unilateral
de dar una especie o cuerpo cierto o una cosa específica. Hoy, el tráfico
contractual tiene como regla 25general las obligaciones genéricas y los
contratos de prestación de servicios con obligaciones de hacer. En estas
obligaciones con objeto fungible el deudor no queda obligado a un único
objeto (como en la obligación de dar una especie o cuerpo cierto), sino que
cualquiera que sea idóneo para satisfacer el interés del acreedor.Luego, debe
privilegiarse el interés del acreedor.

3) Ausencia de sistema para proteger el interés del acreedor:


En el sistema del Codificador el interés del acreedor se ve satisfecho con la
entrega de la especie o cuerpo cierto debida (modelo de obligación del CC),
lo que explica la preeminencia del cumplimiento en naturaleza de la
obligación.
Tradicionalmente el sistema de incumplimiento se ha basado en el análisis
del deudor, supeditándose este a requisitos subjetivos, como dolo y culpa.
Esto es erróneo, ya que dolo y culpa sólo tienen importancia a fectos de la
indemnización de perjuicios pero no son relevantes en lo demás relativo al
incumplimiento, por ejemplo, que proceda resolución. 8 Luego, el CC pone el
acento en el reproche del deudor y no en el interés del acreedor, que es el
criterio correcto.
El modelo obligacional del Código tiene otra consecuencia. No se considera
en materia de efectos de las obligaciones la resolución, siendo esta tratada
como una condición (1489), y la excepción de contrato no cumplido se
examina a propósito de la mora (1552). En conclusión, el CC no tiene un
sistema sobre los efectos del incumplimiento, sino disposiciones dispersas,

8
Recordemos que para el profesor Vidal, por ejemplo, la resolución procede incluso ante el caso fortuito.
Véase infra.
generales, especiales, y con aplicación aislada y estricta que no da una
eficiente protección al acreedor.

Propuesta del profesor Pizarro

1) Abandono de concepto tradicional de incumplimiento. Incumplimiento


desnudo.
26 del acreedor exige abandonar el concepto
La efectiva protección del interés
tradicional de incumplimiento, entendido como hecho culpable del deudor
(subjetivo), y en su lugar debe adoptarse una noción objetiva, que
comprenda en general la incorrecta prestación de lo pactado, sin calificar en
forma objetiva dicho incumplimiento. La culpa o dolo juegan sólo a efectos
de determinar la extensión de la indemnización, pero no son elemento del
incumplimiento, ya que esté tiene como efecto la insatisfacción del acreedor
sin importar la culpa o dolo del deudor.
Resulta importante determinar claramente a qué es lo que se obliga el
deudor. Tenerse en especial consideración el 1546 CC que permite entender
correctamente la característica de la identidad del pago (o exactitud, es
decir, que se pague lo que se debe y no otra cosa).

2) Pluralidad de remedios.
i) La ejecución en naturaleza o pretensión de cumplimiento específico .
Debe abandonarse la idea de que es un remedio primario que
prevalece sobre la indemnización de daños. La regla es que el
acreedor pueda optar libremente, como en las obligaciones de hacer,
entre el cumplimiento en naturaleza o en equivalencia, según sea su
interés.
ii) La facultad resolutoria.En base al 1489. Debe tratarse de un
incumplimiento grave o esencial, no importando si es imputable o no
(o sea, si se debe a culpa o caso fortuito). Esta facultad resolutoria es
compatible con la indemnización de perjuicios, pero, obviamente, no
con el cumplimiento forzado.
iii) La excepción de contrato no cumplido. En los contratos bilaterales, en
virtud del 1552, el acreedor de la otra parte tiene la facultad de
suspender el cumplimiento si la otra parte deudora no ha cumplido o
no está llana a cumplir. Esta facultad también prescinde de la actitud
culposa o dolosa del deudor.
iv) Indemnización de daños. La pretensión indemnizatoria es el remedio
común a todo incumplimiento, siempre que concurra su supuesto de
hecho: el incumplimiento imputable que causa daños al acreedor. La
extensión se aplica conforme al 1558 CC.
v) Ruptura unilateral del contrato. Aceptar que el acreedor pueda sin
cláusula que así lo habilite
27 a colocar término al contrato de forma
unilateral y extrajudicial, dejando de cargo del deudor el posible
reclamo de ilegitimidad. Esto debe entenderse en un régimen legal
estricto que impida abusos.

El sistema anterior presupone que el acreedor se comporte conforme a la


buena fe objetiva (base en el 1546). Lo anterior es la tendencia del derecho
comparado, en especial el Alemán y el moderno derecho de los contratos
europeo.

También podría gustarte